"En la vida del periodista, las satisfacciones superan las ingratitudes"
Radh arncs Gomez Pepin LORENA VICTORIA SANDOVAL u despacho en el 236 de la avenida San Martin es amplio y acogedor, con rincones especfficos: el de trabajo, el de desahogo, el literario y el musical. FotograHas familiares y modern as computadoras se entremezclan con los libros de Fabio FiaIIo y Stefan Zweig. De un lado, un re-
S
44路 Rumbo路
trato del Padre de la Patria; del otro una maquina de escribir Olympia espera suecionar ansiosa otro folio de papel. Sobre la mesa, un minuscule reloj dorado marca la hora: 4:12 de la tarde. Mientras, el se acomoda en su sillon y esboza una invitante sonrisa. Nacio en 1930, pero un par de decadas despues su nombre sonaba ya en los mas altos cfrculos intelectuales. Tiene las
DEL 19 AL 25 DE OCTUBRE
DE 1994
cosas claras. Su crianza favorecio que, tras afios de indecision, terrninara atrapado par la vanidad al ver impreso su nombre en las paginas de un diario. El primero de seis hermanos. Paso su infancia en Santiago, apoyado por sus padres, consenti do por su abuela y aficionado a la religion. Sin embargo, a Radhames Gomez Pepin su naturaleza apasionada Ie impidio terrninar el serninario, 10 que crefa su devocion, y Ie empujo poco a poco a las fauces de 10 que mas tarde se convertiria en el tinico y verdadero am or de su vida: el periodismo. A sus 11 afios, Radhames era solo un nifio de los tantos que habitaban Santiago y su padre, a 10 mejor, uno entre los tantos caballeros asentados en la ilustre capital nortefia. "Papa era periodista. Trabajo mas de 40 afios en La Informacion, pero antes trabajo en uno que se llamaba El Diario, que fue donde comenzo". Ramon Gomez nunca vio con buenos ojos la consagracion de su hijo a los santos y las oraciones. Cuando Radhames decidio salir del seminario le fue imposible ocultar su alegria. Empero, no adivinaba aun por que su hijo habia cambiado de opinion tan de repente. "Me hacia mucha falta Santiago y me invente que tenia un dolor en los ojos para irme hasta alla. El dta que llegue, por la noche, fui a una vela que habia cerca de casa. Ahf conocf a una muchacha preciosisima, linda, que todavia se llama Hilda Garcia, tia de Vickiana, y me enamore de ella. Yo tendria unos 13 afios", Sin embargo, algo le impedfa conquistar el corazon de su doncella y Radhames resolvio solucionarlo. Ella fue su primera novia.
Del seminario a la aviacion
U
na vez retirado del estado eclesiastico, reanudo sus estudios secundarios en el octavo grado, "pero mal que bien, porque ya como que yo no estaba por estudiar", confiesa con ese insepara-