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DiarioLibre.
Lunes 21 de diciembre de 2009
Noticias de Economía Campeones tecnológicos de Japón. Un grupo de firmas electrónicas japonesas medianas han alcanzado posiciones dominantes en muchas áreas de la tecnología. ¿Podrán mantenerlas? Incluye contenido de The Economist
INVISIBLES PERO INDISPENSABLES asi 40 reactores nucleares están construyéndose alrededor del mundo, diseñados por una media docena de compañías de Estados Unidos, China, Francia Japón y Rusia. Sin embargo, para obtener un enorme envase de acero sólido para contener la radioactividad, todos tienen que ir a una sola firma japonesa, Japan Steel Works, en la isla norteña de Hokkaido. Aunque existen envases más pequeños o soldados, solamente la firma japonesa tiene la tecnología para forjar la pieza clave (que vale US$150 millones) de un sólo lingote de 600 toneladas. Pocas compañías se encuentran en una posición tan privilegiada. Sin embargo, Japan Steel Works es solamente el ejemplo más visible de una faceta poco apreciada del Japón corporativo. El país tiene una cantidad de firmas de tamaño medio que dominan mercados mundiales especializados. Algunas de ellas trabajan en simple ingeniería: Shimano gana más o menos US$1,500 millones al año proveyendo del 60% al 70% de los engranajes y frenos para bicicletas; YKK hace alrededor de la mitad de los zippers medidos por su valor, y antes controlaba mucho más. Pero es en las esquinas recónditas de la electrónica, la ingeniería, y ciencias de materiales donde reinan las compañías japonesas. Las tecnologías son mayormente invisibles al consumidor, pero las firmas gozan de participaciones en el mercado que están fuera de proporción porque son esenciales para crear ciertos productos. Por ejemplo, alrededor del 75% de los motores de disco duro en las computadoresvienendeunafirma llamadaNidec;el90%delosmicromotores que se usan para ajustar
C
los espejos retrovisores de cada carro están hechas por Mabuchi. Muchas veces los productos son componentes,materialesoequiposusados para hacer otro equipo: TEL hace el 80% de los grabadores usados en la construcción de paneles LCD; Covalent produce el 60% de losenvasesquecontienenlasobleas de silicio mientras son convertidas en chips para computadoras. Una elección: ¿Japonés o japonés? En algunas instancias los únicos rivales también son japoneses, haciendo que el país sea indispensable aún si hay más de un suplidor. Shin-Etsu tiene el 50% del mercado para los sustratos de fotomáscaras, usados para colocar los patrones en los semiconductores, pero los otros productores -Covalent, NSG, AGC, y Tosoh- todos vienen también de Japón. Compañías japonesas tienen un control similar, por ejemplo, en materiales adhesivos para los paquetes de circuitos integrados y las máquinas de litografía (llamadas ‘steppers’) usadas para hacer paneles de LCD. Hasta ahora,apesardesudominio,lamayoría ha obviado problemas de índole anti-monopólico. Mientras grandes compañías electrónicas japonesas tales como Panasonic, Sharp, y Sony han estado perdiendo segmentos de mercado ante rivales de China, Corea del Sur, y Taiwan, estas pequeñas firmas japonesas, menos conocidas, continúan dominando nichos del mercado de los cuales depende la industria tecnológica global. Los japoneses hasta tienen una expresión para ellas: Chuken kigyo (firmas fuertes de tamaño medio). No importa si la marca en la caja dice Apple, Nokia o Samsung: lo de
adentro está lleno de productos japoneses. Según un funcionario de Apple, la compañía depende de firmas japonesas para componentes vitales porque hay pocos suplidores en otras partes que pueden llegar a sus rigurosos estándares. “Puede que no sean los productos más sexy, pero no puedes hacer un chip de un semiconductor o un panel LCD sin ellos”, dice Alberto Moel, experto en la manufactura de alta tecnología del Monitor Group, una firma de consultores, en Tokyo. Las compañías japonesas sirven a más del 70% del mercado mundial en por lo menos 30 sectores tecnológicos que valen más que US$1,000 millones cada uno, según el Ministerio de la Economía, Comercio, e Industria (METI). Ellas van desde ciertas películas usadas para difundir la luz usada en pantallas de los LCD (donde tienen la totalidad de un mercado que vale más de Y270 mil millones o US$3,000 millones) a capacitores de cerámicas multi-capas que regulan la corriente en equipos eléctricos (77% de Y540 mil millones). La proeza tecnológica de Japón sirve como recordatorio de la fortaleza industrial del país en un momento en que está luchando por sobrevivir casi dos décadas de estancamiento económico y está próxima a perder su lugar como la segunda economía mundial ante China. También es una respuesta a décadas de críticas por los expertos occidentales en gerencia que intensamente argüían que la cultura de negocio en el país, desde un mercado laboral rígido a los derechos débiles de los accionistas, estaba frenando a las compañías. El Japón corporativo tiene que haber estado haciendo algo bien, después de todo.
Por supuesto, hay algunas compañías extranjeras que pueden ufanarse de una supremacía similar enlosmercadosglobales.Elsistema operativo de Microsoft Windows está en el 90% de los mil millones, más o menos, de computadores personales en el mundo, de las cuales el 80% están equipadas con chips de Intel. Y los chips diseñados por ARM, una firma británica, dominan el mercado de procesadores para aplicaciones, los cuales manejan el software en los teléfonos inteligentes. Los Mittelstand de Alemania, lo más equivalente en occidentealtérminoChukenkigyo, también se ufanan de tener muchos líderes mundiales de tamaño más o menos pequeño. En casi la misma manera que los Mittelstand, las firmas japonesas Chuken kigyo no son simplemente una parte de la economía nacional, sino el núcleo de su estructura industrial. Ellas permiten a las firmas más grandes, mejor conocidas, existir, al igual que cumplen con las necesidadesesencialesdelasextranjeras. Sorpresivamente, hay dudas nuevas en cuanto a la capacidad de las compañías japonesas para mantener su envidiable posición-pero por ahorasuagarreestábastantefirme. Tesoro en las cosas pequeñas El mejor ejemplo de la fuerza técnica japonesa es difícil de ver: un capacitor o condensador. Con algunos tan pequeños como un grano de sal, se necesita una lupa. Ellos almacenan electricidad en un circuito y son las piezas básicas de muchos aparatos electrónicos. Cuestan entre US$0.0025 y US$0.20 cada uno, pero un teléfono celular necesita como 100 de ellos y una PC como 1000. Una firma japonesa llamada Murata
tiene el 40% del mercado global. Aunquelasgananciasdeloscapacitores de Murata son difíciles de conocer, los márgenes generales de la compañía típicamente son de alrededor del 50%, según estimados de Macquarie, un banco de inversiones. La participación total de Japón (otros proveedores incluyen TDKyTaiyoYuden)esdel80%.Pero está por debajo del 90% que tenían a principios de la década. Se ha perdido terreno ante ambiciosas firmas rivales del extranjero, tales como Samsung Electro-Mechanics, de Corea del Sur y Yageo, de Taiwán. Otras compañías japonesas pueden ufanarse de fortalezas similares. Nitto Denko dice que tiene más de 20 productos que dominan sus mercados, principalmente en la manufactura de pantallas LCD. Covalent también tiene varios; controla, por ejemplo, el 70% del mercado para escobillas de carbón para motores eléctricos. Mitsubishi Chemical tiene casi un monopolio en materiales fosforescentes rojos usados para hacer bombillos LED de luz natural. Shin-Etsu goza del primer peldaño para ciertas obleas de silicio para semiconductores. Kyocera encabeza en varios de los componentes de circuitos integrados. El proceso de hacer chips para computadoras ilustra el dominio de Japón. Entre los muchos pasos hay cuatro en los cuales los japoneses son indispensables: procesamiento de obleas (wafers); formación de películas finas; revestimiento, litografía y revelado; y contacto y empaque. Las firmas japonesas reinan en los mercados de los componentes esenciales en cada uno de los cuatro pasos y en el equipo en tres de ellos. (continuará...)