Es un placer darles la bienvenida a una nueva edición de Diabetes al Día. En estas páginas seguimos compartiendo información clara, confiable y actual para acompañarlos en el camino de cuidar la salud y mejorar la calidad de vida. Nuestra misión es sencilla pero poderosa: que cada número les brinde herramientas útiles, consejos prácticos y motivación para seguir avanzando día a día.
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Entendiendo el Método de Conteo de Carbohidratos: Una Guía Sencilla.
Lic. en Nut. Crisley Natalia Da Rosa
Lic en Nutrición (Udelar) Magister en Salud Pública (UCU) Diplomada en educación en diabetes (SAD) Integra comités científicos DM1 y
Lic. en Nut. Silvana Sklederoviz
Lic en Nutrición BSc - Rutgers University, EE.UU. Magister en Nutrición MSc - Rutgers University-UMDNJ, EE.UU. Diplomada en educación en diabetes (SAD) Integra comités científicos DM1 y Nutrición de SDNUN
Si tienes diabetes, probablemente hayas oído hablar del método de conteo de carbohidratos. Puede parecer un desafío al principio, pero no te preocupes, es una herramienta poderosa que te ayudará a controlar tus niveles de glucosa en sangre y a disfrutar de una dieta más flexible. En esta guía, te explicaremos de manera clara y amigable cómo funciona este método y cómo perderle el miedo.
¿Qué son los carbohidratos (CH) y por qué contarlos?
Los carbohidratos o hidratos de carbono son nutrientes que se encuentran en muchos alimentos que consumimos a diario, como por ejemplo: pan, pasta, galletas, arroz, frutas, verduras, legumbres, lácteos y, por supuesto, el dulce de leche o los alfajores.
Cuando comes carbohidratos, tu cuerpo los convierte en glucosa, que es el azúcar que circula en la sangre. Para las personas con diabetes, controlar la cantidad de glucosa que entra al cuerpo es clave para mantener los niveles en sangre en un rango saludable.
El conteo de carbohidratos te permite saber cuántos carbohidratos consumes en cada comida. Esto es especialmente importante si usas insulina, ya que te ayuda a calcular la dosis exacta que necesitas para cubrir esa comida y así evitar picos o caídas de azúcar en la sangre.
Pero incluso si no usas insulina, este método
puede ayudarte a distribuir los carbohidratos de manera uniforme a lo largo del día y así a mejorar el control glucémico.
Pasos básicos para contar carbohidratos.
Para contar carbohidratos, no necesitas ser un genio en matemáticas ni un chef profesional. Contar carbohidratos no es difícil, solo necesitas seguir estos pasos:
Identifica los alimentos con carbohidratos:
No todos los alimentos los tienen. Por ejemplo, la carne, el pescado, los huevos y la mayoría de las hortalizas verdes (como lechuga o espinaca) tienen pocos o ningún carbohidrato.
En cambio, como te contamos anteriormente, alimentos como el pan, las papas, el arroz, las legumbres, las frutas, los lácteos y los dulces sí los contienen.
Mide la porción que vas a comer:
Usa la balanza o las tazas medidoras para saber cuánto estás consumiendo de ese alimento en particular. Por ejemplo, una porción de pasta cocida de 1 taza puede tener unos 45g de carbohidratos.
Busca la cantidad de carbohidratos:
No hay una sola manera de saber cuántos gramos de carbohidratos tienen tus comidas, y lo bueno es que puedes combinar varios métodos según lo que te resulte más cómodo:
Tablas de intercambio:
Estas agrupan alimentos en porciones que tienen una cantidad similar de carbohidratos (por ejemplo, una rebanada de pan = una fruta chica = 15g). Son ideales para empezar, porque simplifican el cálculo.
Método del plato:
Este te ayuda a estimar carbohidratos visualmente. Divides el plato en partes: mitad verduras sin almidón, un cuarto carbohidratos (como arroz) y un cuarto proteínas. Es práctico cuando no tienes balanza.
Aplicaciones móviles:
Apps como Fat Secret o Carb Manager tienen bases de datos con alimentos, incluso comidas nuestras como el chivito. Solo buscas el alimento, pones la porción y te da los carbohidratos.
Tablas de alimentos y etiquetas:
Busca tablas en línea o revisa las etiquetas de productos para ver los “Carbohidratos totales”. Son útiles para alimentos envasados, como galletas o yogures. Muy importante, asegúrate de ajustar según la porción que consumas, ya que las tablas y etiquetas suelen indicar los carbohidratos para una porción determinada.
Puedes mezclar estos métodos: usar el método del plato en casa, una app cuando comes afuera y tablas de intercambio para planificar. Lo importante es encontrar lo que te funcione.
Suma los carbohidratos de tu comida: Si comes varios alimentos con carbohidratos, suma los gramos de cada uno para obtener el total. Es importante que la suma sea en gramos y no en porciones.
Cuaderno o app para registrar:
Por lo menos al principio, anotar lo que comes y los carbohidratos que consumes te ayudará a aprender y a compartir esta información con la/el nutricionista de tu equipo de salud para ajustar el tratamiento.
Ejemplo práctico:
Imagina que estás preparando un almuerzo típico uruguayo:
En este caso, tu comida suma 60g de carbohidratos. Si tu meta es consumir 45g por comida, podrías reducir la porción de arroz a 2/3 de taza para acercarte a tu objetivo.
Conceptos avanzados: Ratio de insulina/ CH y factor de sensibilidad.
Si usas insulina, tu médico o educador en
diabetes te ayudará a entender algunos conceptos importantes:
Objetivo de glucosa en sangre:
Es el rango o valor específico de glucosa en sangre que una persona con diabetes intenta alcanzar para mantener un buen control. Este rango o valor específico objetivo se establece individualmente.
Cuando usas el conteo de carbohidratos, este objetivo te sirve como una “meta” para decidir cuánta insulina necesitas usar. Si mides tu glucosa antes de comer y está alta, digamos 200 mg/dL, el conteo de carbohidratos te ayuda a calcular la insulina para cubrir la comida y, además, una dosis extra para bajar ese exceso hasta tu objetivo, como por ejemplo 100 mg/dL.
Ratio de insulina a carbohidratos:
Indica cuántos gramos de carbohidratos cubre una unidad de insulina. Por ejemplo, si tu ratio es 1:10, necesitas 1 unidad de insulina por cada 10g de carbohidratos. Para los 60g del ejemplo anterior, necesitarías 6 unidades de insulina (60 ÷ 10 = 6). De aquí
que te sugerimos que sumes los gramos de carbohidratos que consumes y no el número de porciones o intercambios de las tablas.
De esta manera, podrás determinar las unidades de insulina que necesitas, teniendo en cuenta que el ratio no siempre es el mismo para todas las personas y en diferentes momentos del día. El ratio es individual y lo calcula tu equipo de salud para ti.
Factor de sensibilidad a la insulina o de corrección:
Te dice cuánto bajará tu nivel de glucosa en sangre con una unidad de insulina. Por ejemplo, si tu factor es 50, una unidad de insulina reduce tu glucosa en sangre en 50 mg/dL.
Esto es útil, por ejemplo, si tu nivel de glucosa está alto antes de comer, ya que te permitirá calcular la insulina extra que necesitas, aparte de la necesaria para cubrir los carbohidratos de la comida, y así poder alcanzar tu objetivo de glucosa en sangre.
Estos cálculos pueden parecer complicados, pero no te preocupes. Tu equipo de salud te guiará para determinar estos números y usarlos correctamente.
Tener en cuenta los macronutrientes.
Cuando hablamos de controlar la glucemia, lo primero que se nos viene a la cabeza son los carbohidratos, porque son los que hacen que la glucosa en sangre suba rápido.
Pero en una comida mixta (milanesa con papas fritas) — o sea, una que tiene carbohidratos, proteínas (alimentos como la carne, el pollo, los huevos, los quesos) y grasas (el aceite, la manteca) —todos estos nutrientes juegan un papel, cada uno a su manera, elevando la glucosa por un tiempo más prolongado.
No hace falta calcular gramos de proteínas o grasas como haces con los carbohidratos. Lo importante es tener claro que las proteínas y las grasas suman lo suyo. Esto te puede ayudar a entender mejor cómo reacciona tu cuerpo y, con el tiempo, a afinar los cálculos de insulina o manejar la diabetes con más precisión.
Consejos para empezar sin miedo. El conteo de carbohidratos es una habilidad que se aprende con la práctica. Aquí tienes algunos consejos para que sea más fácil:
Empieza con lo básico:
Si eres nuevo en esto, intenta mantener una cantidad constante de carbohidratos por comida, como 45-60g.
Por ejemplo, un desayuno con una tostada (15g), una cucharadita de mermelada sin azúcar (3g), 1 feta de queso (0g), un yogur dietético (12g) y una fruta (15g) suma 45g.
Practica con comidas simples:
Comienza con alimentos fáciles de medir, como frutas enteras o porciones preenvasadas. Por ejemplo, un paquete de galletas integrales puede indicar los carbohidratos exactos en la etiqueta.
No te desanimes por los errores:
Es normal equivocarse al estimar porciones o calcular mal al principio. Con la práctica te
volverás más hábil.
Busca apoyo profesional:
Un nutricionista puede ayudarte a crear un plan personalizado y responder tus dudas.
¡Derribemos algunos mitos!
"Ahora que tengo diabetes, nunca más voy a poder comer alimentos con azúcar".
Realidad:
Aunque los dulces deben ser consumidos con moderación, una persona con diabetes, haciendo conteo de carbohidratos, puede disfrutar de alimentos con azúcar ocasionalmente.
La clave está en equilibrarlos con el resto de la alimentación diaria y ajustar la ingesta de carbohidratos en esa comida, realizando correctamente el conteo. Además, se pueden optar por versiones bajas en azúcar o endulzadas con edulcorantes sin calorías.
“Hacer conteo de carbohidratos es muy difícil”.
Realidad:
Es un método sencillo, con el acompañamiento de la/el Licenciada/o en Nutrición y el entrenamiento correcto, una vez que lo aprendes y lo practicas, es fácil de realizar.
“Puedo hacer conteo de carbohidratos estimando más o menos 4 o 6 unidades”
Realidad:
Necesitas usar una referencia o la etiqueta del alimento para poder saber los gramos de carbohidratos, luego calculas las unidades de insulina, teniendo presente el ratio insulina/CH y el factor de corrección.
“Todas las personas que hacen conteo de carbohidratos tienen un ratio de 15 (usan 1 unidad de insulina cada 15 gramos de carbohidratos que consumen)”
Realidad:
El ratio es individual, lo calcula el médico para ti, puede cambiar con el correr del tiempo e incluso puede ser un ratio distinto en diferentes comidas.
“Si la glucemia no está en rango es porque no conté bien los carbohidratos de la comida”
Realidad:
Puede ser un error en el conteo de carbohidratos (sobre o subestimación), pero recuerda que la glucemia es un equilibrio delicado influenciado por múltiples aspectos de nuestra vida diaria y salud.
Por ejemplo, hacer o no ejercicio, estar pasando por situaciones de estrés, estar tomando un medicamento que impacta en la glucemia, tener cambios hormonales, estar pasando por un proceso infeccioso, estar deshidratado, todos estos factores pueden afectar tus niveles de glucemia.
“El tratamiento con conteo de carbohidratos me permite comer todo lo que quiera y ya no tengo que preocuparme por comer verduras”
Realidad:
El conteo de carbohidratos amplía las posibilidades de alimentos y sin duda proporciona más libertad, pero de cualquier manera, como todas las personas, necesitas una alimentación sana y equilibrada.
Las verduras son necesarias en la alimentación, ya que además de aportar vitaminas y minerales, tienen fibra que enlentece la absorción de los carbohidratos.
A su vez, la ingesta excesiva de carbohidratos de forma sostenida no es buena para nadie, aumenta las posibilidades de sobrepeso y por ende la resistencia a la insulina.
“En los cumpleaños o eventos me voy a volver loca/o haciendo el conteo de carbohidratos”.
Realidad:
Con la técnica correcta lo logras sin problema. El método de conteo te va a permitir estar tranquila/o y no tener miedo de que la glucemia suba constantemente aún dándote algún gustito.
Anímate a conversar y plantear tus dudas sobre el conteo de carbohidratos a la/el Licenciada/o en Nutrición de tu equipo, no te quedes con los mitos.
Conclusión
El conteo de carbohidratos puede parecer un gran desafío al principio, pero con las herramientas adecuadas, el acompañamiento nutricional y un poco de práctica, se convertirá en una parte natural de tu rutina.
No necesitas ser perfecto desde el primer día, lo importante es empezar, aprender de los errores y buscar apoyo cuando lo necesites.
Este método te dará más control y te permitirá disfrutar de tus comidas sin comprometer tu salud.
Comer sigue siendo un placer aún teniendo diabetes.
Las palabras “comer” y “placer” en ocasiones parecen divergentes. Y esto se potencia aún más cuando se trata de una condición como la diabetes, que nos lleva a tener que estar más pendientes de nuestra alimentación. Y donde las recomendaciones pueden llegar a ser muy restrictivas sobre los alimentos.
Algo que todos creemos saber es que, diabetes es igual a dieta sin azúcar.
Afirmación que podemos transformar en: “si tienes diabetes no es recomendable comer
Lic. en Nut. Macarena Rosadilla
Licenciada en Nutrición
azúcar, salvo que tengas una hipoglicemia (descenso de azúcar en sangre) o que sea un consumo moderado y con ciertos cuidados”. Pero el último punto es muy complejo para abordarlo al momento, y requiere de cierta práctica en el gran mundo que es vivir con diabetes.
En la mayoría de los casos, lo que se les olvidó decirnos al momento de nuestro diagnóstico es que podemos comer rico y saludable aún teniendo diabetes.
Y es que si vamos a lo concreto de la alimentación para una persona que vive con esta condición, debería ser la misma que para una persona que no la tiene.
Lo específico en nosotros es que debemos darnos insulina para ingerir carbohidratos, y que el efecto que tienen aquellos de mala calidad sobre nuestro cuerpo es más notorio en nosotros, ya que lo podemos visualizar en nuestras mediciones.
Por lo anterior, podemos afirmar que la salud de todo individuo se vería beneficiada
si eliminaran o redujeran el azúcar, optaran más a menudo por cereales integrales en lugar de refinados, moderaran sus porciones e incluyeran en sus platos abundante verdura.
Encontrar el placer en el acto de comer es esencial para que algo sea sostenible.
Y lo saludable puede conjugarse perfectamente con el placer, solo hay que aprender a hacer preparaciones que nos permitan cubrir ambas cosas. Comer saludable nos va a permitir gozar de salud física, y que sea placentero contribuye a nuestra salud emocional y mental.
¿Y cómo hacemos que esto sea posible?
Buscando preparaciones con alimentos que sean apetecibles para nosotros, creando combinaciones que sean de nuestro agrado, probando nuevos condimentos.
Y es clave sustituir el azúcar por edulcorantes u otros ingredientes dulces como alguna fruta, coco, cacao, canela, vainilla, etc. que ayuden a potenciar algunas recetas.
Cocinar casero es una gran herramienta para saber de que está hecha nuestra comida, nos permite añadir el ingrediente esencial que es el afecto/amor y además reducimos costos en nuestra alimentación.
Comprar productos sin azúcar en el supermercado nos lleva en la mayoría de los casos a tener que pagar un precio elevado por estos. Mientras que comprar unas galletas procesadas sin azúcar (que además no suelen ser de buena calidad) puede costarnos 100 o 200 pesos, realizar unas caseras en nuestro hogar puede costarnos 50 pesos. Y si hacemos unas de buena calidad podemos abaratar además nuestro costo en salud a largo plazo.
No olvidemos que nuestras variaciones de glicemia dependen en gran medida de nuestras emociones. Si alimentarnos se convierte en un padecimiento, esto va a incidir en la glicemia y en nuestro bienestar general. Para esto es necesario comprender la importancia de que nuestra alimentación sea
saludable, personalizar preparaciones que nos gusten y que tengan una buena calidad nutricional. El placer también hace a lo sostenible.
Y por último me parece importante destacar que los profesionales de la salud tenemos un rol sumamente importante en este aspecto.
Aquellos que acompañamos a personas que viven con diabetes debemos hacer hincapié en esto ya que la salud es un todo y necesitamos que disfruten de un acto tan cotidiano como lo es la alimentación.
Una forma de hacer sentir mejor a aquellos que viven con alguna condición es humanizarlas y no excluirlas. Brindar herramientas y no tan solo restricciones para que la persona no sienta mucha carga relativa a su enfermedad y que eso lleve a que permanezca en una pelea constante toda su vida.
Las listas de “prohibidos” no sirven, ya que es lo que el individuo termina deseando y/o comiendo en momentos de
mayor descontrol. Por supuesto debemos recomendar aquellos que es importante consumir de forma frecuente, y cuales es preferible excluir o reducir.
Todo alimento tiene su momento y es su frecuencia de consumo lo que termina incidiendo positiva o negativamente sobre nuestra salud.
Ni comer un pan blanco un día va a perjudicarnos excesivamente, ni comer una ensalada en un único almuerzo va a salvarnos la vida. Lo ideal es que lo último sea la regla y lo anterior la excepción.
Para eso debemos educar al paladar a comer otro tipo de alimentos, y cada día valorar el efecto positivo de estos sobre nuestro organismo lo cual engloba a nuestra glicemia.
¡Encontrar el placer mientras comemos de foma saludable no solo es posible sino que es necesario!
FAMOSOS CON DIABETES FABIÁN GIANOLA
Fabián Gianola es un reconocido actor y conductor argentino, con una carrera que abarca décadas en televisión, teatro y cine. Nacido en Buenos Aires en 1962, se hizo famoso por su participación en programas humorísticos muy populares en la televisión argentina, como Peor es Nada junto a Jorge Guinzburg, y Televisión Abierta. También tuvo gran éxito como conductor de programas de entretenimiento y como actor de comedias teatrales, donde mostró su carisma y versatilidad.
Más allá de su carrera artística, Gianola ha hablado públicamente sobre su diagnóstico de diabetes tipo 2. Durante entrevistas, compartió cómo esta condición lo llevó a cambiar sus hábitos y a prestarle más atención a su salud. Como muchas personas, descubrió su diabetes casi por casualidad, luego de algunos estudios médicos de rutina. A partir de entonces, asumió el compromiso de cuidarse mejor, tanto en su alimentación como en su estilo de vida general.
Fabián ha mencionado que no fue fácil adaptarse a una nueva forma de vivir, pero que lo hizo con responsabilidad y con el apoyo de su entorno. También ha destacado la importancia del control médico regular y de mantenerse informado sobre la enfermedad. Su experiencia sirve de ejemplo para muchas personas que conviven con la diabetes y buscan llevar una vida plena, activa y saludable.
Hoy, Gianola continúa vinculado al mundo artístico, aunque con apariciones más esporádicas. Su testimonio como figura pública que vive con diabetes ayuda a visibilizar la importancia del diagnóstico temprano y del cuidado cotidiano. A través de su ejemplo, demuestra que con compromiso, información y acompañamiento, es posible seguir adelante con los proyectos y disfrutar de la vida, incluso con una enfermedad crónica como la diabetes.
Dra. Gabriela Fajardo
34 años
9 años de práctica médica.
Médica especialista en cardiología.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta en la atención médica a personas con Diabetes en su práctica diaria?
La adherencia al tratamiento dietético y actividad física.
¿Qué aspectos de la gestión de la Diabetes considera más difíciles para los pacientes y cómo aborda usted esos desafíos en su consulta?
El compromiso familiar del cuidado. Lo abordo consultando cómo la familia lo/a acompaña en la enfermedad y si entienden el riesgo que corre si por ejemplo no toma la medicación o no cumple con una dieta estricta.
¿Cuáles son las barreras más comunes
que ponen los pacientes con Diabetes para seguir sus recomendaciones médicas y cómo las enfrenta en su práctica clínica?
Son resistentes a los cambios de hábitos mientras la enfermedad no les genera repercusiones. Lo abordo hablando de las posibles complicaciones y la limitación o discapacidad que ellas pueden generar.
¿Qué recursos o apoyos adicionales considera que serían beneficiosos para mejorar la atención y el manejo de la Diabetes en su comunidad?
Comunicación fluida con diabetólogo. referente.
¿Cómo cree que la tecnología, -como aplicaciones móviles o dispositivos de monitoreo continuo de glucosa-, está impactando la atención médica de la Diabetes y cuáles son los desafíos asociados con su implementación en la práctica clínica?
Creo que han sido de gran impacto positivo, haciendo que los pacientes se apoderen de su enfermedad y disminuyendo instancias incómodas como pincharse a diario.
La principal dificultad para la aplicación son los costos.
Una pausa para jugar un rato. Porque el juego también debe ser parte de nuestra vida. Hay un sólo camino que permite que el simpático alienígena llegue hasta su nave espacial. Es complicado, pero allí está. ¡Hay que encontrarlo!
Semaglutide y Diabetes Tip 2: evidencia reciente y nuevos horizontes terapéuticos.
En los últimos años, Ozempic se convirtió en una de las palabras más repetidas en consultas médicas, conversaciones cotidianas y titulares de prensa. Lo que inicialmente fue un medicamento desarrollado para personas con diabetes tipo 2, hoy forma parte de un debate que abarca obesidad, salud cardiovascular, enfermedad renal e incluso el uso no supervisado con fines estéticos. Frente al entusiasmo que ha despertado, también emergen dudas legítimas: ¿qué hace realmente este fármaco?, ¿a quién beneficia? Y ¿cuáles son sus límites?
Lic.en Nut. Jessica Silva Licenciada en Nutrición.
Ozempic es el nombre comercial de la semaglutida, un fármaco que imita la acción del GLP-1, una hormona que el cuerpo produce naturalmente tras las comidas.
Esta hormona estimula la secreción de insulina en respuesta a la glucosa, inhibe la liberación de glucagón (hormona que eleva el azúcar en sangre) y retrasa el vaciamiento gástrico.
Esta combinación de efectos mejora el control glucémico, reduce la variabilidad de la glucosa y, como efecto adicional, disminuye el apetito. Fue aprobado para el tratamiento de adultos con diabetes tipo 2 que no logran un buen control con medidas tradicionales o medicamentos previos.
Pero los efectos del fármaco van más allá de los niveles de glucosa. Un estudio publicado en The New England Journal of Medicine (2021) demostró que, en adultos con obesidad sin diabetes, el uso semanal de semaglutida durante 68 semanas redujo el peso corporal en promedio un 14,9 %.
Este efecto fue significativamente mayor que en el grupo placebo, que sólo bajó un 2,4 %. El objetivo de este ensayo no fue estético, sino reducir los factores de riesgo metabólicos que acompañan al exceso de peso: hipertensión, dislipidemia, resistencia a la insulina y mayor carga inflamatoria sistémica.
Más recientemente, otro ensayo clínico, también publicado en The New England Journal of Medicine (2023) evaluó el uso de semaglutida en más de 17.000 personas con obesidad y antecedentes cardiovasculares, pero sin diagnóstico de diabetes.
El tratamiento redujo en un 20 % la incidencia de eventos cardiovasculares mayores, como infarto agudo de miocardio, accidente cerebrovascular y muerte por causa cardiovascular.
Estos resultados abrieron una nueva línea terapéutica que posiciona al fármaco como una herramienta de prevención secundaria, incluso en personas sin alteración glucémica evidente.
En paralelo, un tercer estudio publicado en 2024 analizó el impacto de la semaglutida en pacientes con diabetes tipo 2 y enfermedad renal crónica.
Los resultados fueron significativos: quienes recibieron el medicamento presentaron una progresión más lenta de la disfunción renal, menor necesidad de diálisis y reducción del riesgo de eventos renales graves. Esta triple evidencia, sobre glucemia, peso y órganos blanco, fortalece el papel de la semaglutida en el abordaje integral de las complicaciones crónicas de la diabetes.
Sin embargo, el entusiasmo generado por estos hallazgos tiene su contracara. El uso de Ozempic se extendió rápidamente más allá de las indicaciones clínicas, motivado muchas veces por su efecto sobre el peso corporal.
Esto ha generado problemas de abastecimiento en algunos países, dejando a pacientes con diabetes sin acceso a su tratamiento, y ha dado lugar a usos no controlados que aumentan el riesgo de efectos adversos.
Entre los efectos secundarios más frecuentes se encuentran náuseas, vómitos, constipación, pérdida de apetito, sensación de saciedad precoz y reflujo.
En casos más severos, aunque poco comunes, puede haber pancreatitis, complicaciones biliares y alteraciones en la función renal.
Estos riesgos se agravan cuando el fármaco se utiliza sin prescripción médica, sin control clínico y sin evaluación de compatibilidad con otros medicamentos.
También hay implicancias éticas que no deben ignorarse. El uso de un medicamento de alto costo para fines no terapéuticos, especialmente en contexto de desigualdad en el acceso a la salud, plantea interrogantes sobre prioridades sanitarias.
La popularización de Ozempic como solución rápida para bajar de peso, muchas veces promovida por figuras públicas o redes sociales puede distorsionar el mensaje médico y poner en riesgo a personas
vulnerables o con trastornos de la conducta alimentaria.
Otro aspecto importante es que, si bien la pérdida de peso con semaglutida puede ser significativa, no es permanente si no se acompaña de cambios de comportamiento sostenidos.
Estudios de seguimiento muestran que, al suspender el medicamento, el peso tiende a recuperarse parcialmente, sobre todo en personas que no modificaron su alimentación ni su nivel de actividad física.
Esto pone en evidencia que el medicamento no reemplaza hábitos saludables, sino que actúa como facilitador dentro de un proceso más amplio.
Para personas con diabetes tipo 2, la elección de usar Ozempic depende de varios factores: el grado de control glucémico, el riesgo cardiovascular, la presencia de complicaciones renales, la tolerancia a otros medicamentos y la posibilidad de asumir el tratamiento a largo plazo.
No todos los pacientes necesitan este fármaco, y en muchos casos se logran buenos resultados con metformina, inhibidores de SGLT2 u otros agentes orales.
Por eso, la indicación debe surgir del vínculo médico- paciente, con un enfoque centrado en la persona.
Desde el punto de vista clínico, Ozempic representa un avance indiscutible. Su eficacia está demostrada en múltiples ensayos de alta calidad metodológica.
Pero su impacto real dependerá del uso responsable, del acceso equitativo y de la capacidad del sistema de salud para integrarlo dentro de estrategias sostenibles de tratamiento.
En síntesis, Ozempic no es un producto milagroso ni una moda pasajera. Es una herramienta terapéutica potente que, usada de forma adecuada, puede mejorar significativamente la vida de las personas con diabetes tipo 2, obesidad o riesgo cardiovascular.
Pero como toda herramienta potente, requiere criterio, seguimiento y respeto por sus límites. El desafío no está sólo en la molécula, sino en cómo la sociedad decide utilizarla.
Menestra de Verduras - 4 porciones
Ingredientes: 200 g de zanahoria, 200 g de brócoli, 200 g de espinacas frescas, 150 g de chauchas, 1 cebolla mediana, 2 dientes de ajo, 1 cucharada de aceite de oliva extra virgen, 500 ml de caldo de verduras bajo en sodio, 1 cucharadita de comino molido, 1 cucharadita de cúrcuma molida, Sal y pimienta al gusto.
Procedimiento: pela y corta las zanahorias en rodajas finas. Corta el brócoli en pequeños racimos. Si las chauchas son largas, córtalas en trozos de 3 cm. Lava bien todas las verduras.
En una olla grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Agrega la cebolla y el ajo picados finamente y sofríe hasta que estén dorados.
Añade las zanahorias, las chauchas y el brócoli a la olla y saltea por unos minutos para que las verduras se impregnen bien con el sabor del ajo y la cebolla. Agrega el caldo de verduras, el comino y la cúrcuma.
Cocina a fuego medio-bajo durante unos 15 minutos, o hasta que las verduras estén tiernas, pero aún firmes. Incorpora las espinacas frescas, mezcla bien y cocina por 2-3 minutos más, hasta que las espinacas se ablanden. Sazona con sal y pimienta al gusto.
APORTE NUTRICIONAL DE UNA PORCIÓN
Proteínas Glúcidos Grasa Calorías
3,5 g 15 g 6,5 g 120
Allí donde llega Internet, también llega
Una pausa para jugar un rato. Porque el juego también debe ser parte de nuestra vida. Encuentre las 10 diferencias. He aquí una escena para buscar y rebuscar con paciencia en esta imagen: un grupo de niños jugando en el living de una casa. Lo invitamos a investigar hasta encontrar las 10 diferencias que hay, sin dar vuelta el celular para encontrar las respuestas.
10. En el sillón apareció un oso de peluche.
9. Frente al niño que está de espaldas, un objeto ha aparecido en el piso.
Cerca del tablero, un objeto cambió a un cubo de Rubik. 8. A la derecha de la cabeza del niño que está de espaldas, una ficha en el piso desapareció.
3. Sobre la estufa, el florero no es el mismo. 4. Uno de los cuadros de la pared del fondo ha cambiado. 5. Las llamas en la estufa son diferentes. 6. Delante de uno de los niños que está de frente faltan fichas en el piso. 7.
1. En la pared del fondo falta un cuadro. 2. La hora en el reloj difiere.
Romina Silvano
33 años.
23 años desde el debut.
Ingeniera eléctrica.
Magister en ingeniería de la energía.
¿Cómo te enteraste de que tenías
Diabetes y cuál fue tu reacción inicial?
Empecé a tomar muchísima agua y orinar muy seguido. Además, tuve una pérdida de peso muy importante sin haber hecho nada en forma consciente para provocarla.
Mi mamá me llevo al pediatra quien pidió un análisis de sangre y como tenía la glicemia alta pidió una curva de glicemia que no pudieron realizar porque en la primera medida ya me dio 350.
Me acuerdo que mi mamá me fue a buscarme a la escuela y me asusté mucho porque no sabía qué tenía ni qué iba a pasar.
¿Qué desafíos has enfrentado desde que fuiste diagnosticada?
Mi principal desafío no fue de aceptación, porque tuve la suerte de tener muchísima contención familiar y un increíble equipo médico. Me acuerdo de primer diabetólogo, el Dr. Roberto Estrade, quien me grabó en la cabeza la frase de que la diabetes no iba a interponerse en mi camino.
Sí, hay muchos prejuicios de otras personas acerca de lo que podemos o no podemos hacer y creencias erradas que son difíciles de desmitificar. A veces se interponen trabas desde lo externo, por desconocimiento.
¿Cómo te sientes con respecto al control de tu Diabetes y qué estrategias has utilizado para manejarla?
Me siento conforme con los resultados, aunque es innegable que mantener buenos controles es cansador. Es como un trabajo 24/7 entonces a la vida cotidiana se le suma algo más ¡que aparte no sabe de licencias ni días libres! Intento mantenerme positiva y no ser tan estricta conmigo misma porque a veces puedo ser demasiado exigente y no se puede controlar todo.
Cuando estoy cansada o tengo una mala noche, pienso en que un buen control me trae cosas muy positivas y es lo que me permite disfrutar de la vida y de mi familia, eso me da energía.
¿Qué impacto ha tenido la Diabetes en tu bienestar emocional y en tus relaciones personales?
Más o menos en línea de lo que comentaba en la pregunta anterior, ha sido un camino difícil aprender a no estar abrumada por querer lograr “los valores perfectos”.
Hay muchas variables que no se pueden controlar y aceptar que eso también es parte de vivir con diabetes me costó mucho. Sobre todo cuando quede embarazada, porque ahí ya las consecuencias no solo me afectaban a mí sino a mi hijo por nacer, por lo que mi embarazo fue bastante desafiante en ese sentido.
En retrospectiva todo salió hermoso, no tuve ninguna complicación pero mis miedos no me dejaron disfrutar lo que hubiera querido.
¿Cómo visualizas tu futuro viviendo con Diabetes y qué esperanzas o temores tienes al respecto?
Soy una afortunada, vivo una vida plena y espero que siga así. Me cuido mucho y eso me permite vivir plenamente aunque siempre está ese “miedito” interior de tener alguna complicación asociada en algún momento.
Mi esperanza es que conforme la tecnología siga avanzando podamos alivianar cada vez más esa carga mental con la que vivimos las personas con diabetes. Lo que más me gustaría, aún más que nuevos avances, sería lograr un acceso universal a las últimas tecnologías que ya están disponibles, así como educación para que más personas entiendan lo que es vivir con esta condición. Creo que estas últimas dos nos facilitarían mucho la vida.
104 años del descubrimiento de la Insulina: un hombre llamado Frederick.
El mundo habla todavía poco de este célebre canadiense, hombre de ciencia que con humildad y sencillez trabajó infatigablemente para darle a los diabéticos de todo el mundo el tesoro más grande: la Insulina, que es Vida.
Frederick Grant Bating nació en Alliston (Ontario, Canadá), en 1891. Era el más pequeño de los cinco hijos de William Thompson Banting y Margaret Grant.
Realizó sus primeros estudios en Alliston. Comenzó teología en la Universidad de Toronto, que pronto cambió por medicina. Se graduó en 1916. Formó parte de la Canadian Army Medical Corps y participó en la Primera Guerra Mundial en Francia.
En 1918 fue gravemente herido en la batalla de Cambrai. Aún herido de gravedad, continuó ayudando a todos sus camaradas heridos, atendiéndolos y curando sus heridas sin preocuparse por las propias. Así continuó durante horas, hasta que tuvo que ser retirado del frente de guerra a la fuerza porque se negaba a ser atendido él mismo, prefiriendo ayudar a sus compañeros. Esto le valió una medalla de honor.
Tras el final de la guerra, en 1919, regresó a Canadá. Allí ejerció por poco tiempo en London (Ontario). Estudió ortopedia infantil y ejerció como cirujano en el Hospital for Sick Children, entre 1919 y 1920. Un año más tarde fue profesor de ortopedia en la University of Western Ontario. Durante el curso 1921-1922 fue lecturer de farmacología en la Universidad de Toronto. Obtuvo el grado de doctor en 1922.
Muy pronto ya estuvo muy interesado por la diabetes. Desde finales del siglo XIX los científicos se habían percatado de la relación entre el páncreas y la diabetes. Algunos trabajos indicaban que la enfermedad estaba causada por una carencia de una hormona segregada por los islotes de Langerhans del páncreas.
Oscar Minkowski y otros trataron de aislar esta hormona sin éxito. Schafer la denominó “insulina” y se suponía que ejercía un control sobre el metabolismo del azúcar, de tal manera que su ausencia provocaba el aumento de éste en sangre y en orina.
Se trató de administrar extracto de páncreas o la glándula fresca a los diabéticos, tratamiento que fracasó porque la hormona debía ser destruida por las enzimas proteolíticas.
Por otro lado, todavía eran inseguras las técnicas de detección de glucosa en sangre y orina.
La lectura de un artículo de Moses Baron en el que se decía que la ligadura del conducto pancreático provocaba la degeneración de las células que segregaban tripsina, pero que los islotes permanecían intactos le llamó poderosamente la atención. Pensó que podría recurrir a este procedimiento para obtener insulina.
Se puso en contacto con J. J. R. Macleod, profesor de fisiología de la Universidad de Toronto, quien le facilitó lo necesario para poder investigar en su laboratorio.
Trabajó entonces con Charles Best, estudiante de medicina, que fue su asistente y, más tarde con el químico James B. Collip.
En agosto de 1921 administraron la insulina obtenida de los islotes de Langerhans a perros diabéticos comprobando que descendían los niveles de azúcar en sangre y orina y desaparecían los síntomas típicos de la enfermedad.
Repitieron varias veces los experimentos con resultados distintos, en función de la pureza de la insulina utilizada. Fue Collip el que se encargó de lograr una que fuera lo más pura posible. La emplearon por vez primera, pocas semanas después, en un muchacho diabético de catorce años, que mejoró de forma extraordinaria su enfermedad.
La primera descripción de los resultados obtenidos con el uso de la insulina en la diabetes figura en el artículo “Pancreatic extracts in the treatment of diabetes mellitus”, publicado en 1922 en el Canadian Medical Association Journal. Banting y Macleod recibieron el premio Nobel de medicina en 1923.
Previamente Banting y Best detallaron la técnica en un artículo que se publicó en el Journal of Laboratory and Clinical Medicina en 1921-22. Asimismo, Banting, Best y Macleod prepararon una comunicación, que lleveba por título “The internal secretion of the páncreas”, que se dio a conocer en la reunión de la American Physiological Society, de 1821.
En 1926 Jacob Abel logró la síntesis de la insulina, hallazgo que dio a conocer en los Proceedings of the National Academy of Sciences, de Washington, con el título Crystalline insuline.
En 1930, el Parlamento canadiense concedió una ayuda a Banting para la instalación de una laboratorio de investigación (el Banting Institute) y su universidad creó una cátedra con su nombre. Allí trabajó en distintas líneas como las relacionadas con la silicosis, el cáncer y el ahogamiento.
Fue nombrado médico honorario del Hospital General de Toronto, del Hospital para niños enfermos, y del Toronto Western Hospital. Obtuvo asimismo el LL.D. degree (Queens) y el D.Sc. degree (Toronto). Recibió además los homenajes y merecimientos de varias sociedades científicas de su país y del extranjero.
Como pintor aficionado formó parte de una expedición gubernamental al Ártico. Se casó con Marion Robertson en 1924; tuvieron un hijo. Se divorció en 1932 y cinco años más tarde contrajo de nuevo matrimonio con Henrietta Ball.
Cuando se declaró la Segunda Guerra mundial actuó como enlace entre los servicios médicos británicos y norteamericanos. En 1941 falleció víctima de un accidente aéreo en Newfoundland.
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Para cuidar el corazón y la salud, ¿hago dieta o sigo una alimentación adecuada?
El uso del término “dieta”, en nuestra comunicación, refiere a un enfoque de la alimentación transitorio, en general restrictivo, con algún objetivo que puede ser, frecuentemente, la reducción de peso. Seguir esa “dieta” puede implicar conteo de calorías, eliminación de algunos alimentos o grupos de alimentos, o seguir por un tiempo una alimentación que se pone “de moda” con la promesa de resultados rápidos.
Hemos escuchado tal vez la Dieta de la Luna, la de la Sopa, la “de Hollywood”, “Paleo”, “Herbalife”... Pueden ofrecer resultados inmediatos, a veces se autodenominan
“milagrosas” pero tienden a ser insostenibles y pueden contribuir al fenómeno “yo-yo”, es decir subir y bajar de peso.
Pueden ser deficientes en nutrientes, costosas y no se adaptan a la vida y sus circunstancias.
“Hacer dieta” puede iniciar un ciclo restricción-comilona, que puede llevar a frustración, culpa y un vínculo no saludable con los alimentos.
Desde la CHSCV hacemos énfasis en que una alimentación adecuada, buena para el corazón y la salud, es cardiosaludable.
Por otro lado, pone las luces largas en el establecimiento a mediano y largo plazo de una forma de alimentación balanceada, que promueva la salud y el bienestar.
En lugar de buscar cambios rápidos, el patrón alimentario saludable hará énfasis en la calidad y variedad de los alimentos consumidos.
Algunos ejemplos de patrones alimentarios comprobados con beneficio cardiovascular son la Alimentación Mediterránea, la DASH, Alimentación en base a plantas.
Estos patrones alimentarios priorizan la inclusión de alimentos naturales, incluyen en forma generosa frutas, vegetales, proteínas magras, granos y cereales enteros, grasas buenas (aceites, palta, frutos secos, semillas), al tiempo que habilitan flexibilidad y moderación.
Las diferencias principales son:
-Duración y sostenibilidad: hacer una dieta, tiene en general vida corta, y frecuentemente se enfoca en lograr objetivos de reducción de peso. Una vez lograda la meta, las personas pueden volver a sus hábitos alimentarios previos.
Por el contrario, seguir un patrón alimentario contribuye a la salud en general, y previene fluctuaciones.
-Garantía de las necesidades nutricionales: las dietas se enfocan en general en la reducción de calorías y muchas veces, subestiman la importancia del valor nutricional y de cubrir las necesidades nutricionales del organismo.
Un patrón alimentario saludable prioriza el consumo de alimentos variados, ricos nutricionalmente que cubran las necesidades y aporten las vitaminas y minerales esenciales, y los elementos bioactivos que promuevan la mejor salud y prevenga carencias.
-Actitud y vínculo con la comida: hacer dieta puede determinar una actitud de “todo o nada” y generar un vínculo negativo con la comida. Las personas pueden sentirse culpables por ceder o desviarse de la dieta prescripta o elegida.
El patrón alimentario estimula vínculos más saludables con los alimentos, habilitando darse algún gusto sin la culpa asociada.
-Disfrutabilidad: tener esa forma de comer saludable, seguir un patrón cardiosaludable, puede ser tan individual como individuos habemos, el tema es encontrar el que se adapte mejor a cada uno y apropiarse de esa forma de comer, que nos resulta natural y disfrutable e idealmente compartible.
-Reducción de riesgos de enfermedades: Si bien al hacer una dieta puede llevar a una pérdida de peso inicial, no necesariamente esto se traduce en una mejor salud.
Un patrón alimentario como el Mediterráneo, se vincula con una reducción del riesgo de enfermedades crónicas, diabetes, y algunos cánceres gracias al balance y a la densidad nutricional de los productos naturales que la componen.
-Adaptabilidad: un patrón de alimentación se puede adaptar a las preferencias personales, lazos culturales y estado de salud y/o enfermedades que presenta cada individuo. Esta flexibilidad hace que sea sostenible en el tiempo.
Un patrón de alimentación saludable como el Mediterráneo incluye: elegir el agua como elemento de hidratación, el valor de la comensalidad y la actividad física frecuente, el control del peso, la selección de productos de estación frescos en lugar de alimentos conservados o procesados, el uso de especias y hierbas aromáticas para
saborizar las comidas, prestar atención y reducir los desechos y sobrantes de alimentos al tiempo que se respeta la biodiversidad.
La sostenibilidad del patrón alimentario, no solo debe resultar saludable para las personas, también debe considerar el impacto en el ambiente y el clima y ser compatible con las tradiciones locales, siendo también económica y socialmente accesible para todos, considerando los gustos y las preferencias de las personas.
Es interesante incluir esta visión sistémica en el proceso de creación y evolución de una forma de comer amigable en todos los aspectos.
Los cereales de desayuno etiquetados como “light” o “sin azúcar añadido” se comercializan ampliamente como opciones saludables, especialmente para personas que buscan controlar su peso o, en el caso de quienes viven con diabetes, mantener estables los niveles de glucosa en sangre. Sin embargo, estos productos suelen ser engañosos para las personas con diabetes debido a su composición nutricional.
Aunque no contengan azúcar refinada, muchos de estos cereales están elaborados con harinas refinadas (como trigo, maíz o arroz) que tienen un índice glucémico alto, lo que significa que se convierten rápidamente en glucosa en el cuerpo. Además, ingredientes como la maltodextrina, un carbohidrato de absorción rápida derivado del almidón, o concentrados de fruta (que
aportan azúcares naturales como la fructosa) son comunes en estos productos, lo que los hace poco adecuados para el control glucémico.
Por ejemplo, marcas populares pueden contener entre 15 y 30 gramos de carbohidratos por porción (30-40 g), de los cuales una gran parte proviene de carbohidratos refinados que elevan rápidamente la glucosa en sangre. Otro problema con los cereales “light” o “sin azúcar añadido” es que, para compensar la falta de dulzura, los fabricantes a menudo incorporan edulcorantes artificiales (como sucralosa o aspartamo) o alcoholes de azúcar (como maltitol).
Aunque los edulcorantes artificiales no elevan directamente la glucosa, algunos estudios sugieren que su consumo prolongado podría alterar la sensibilidad a la insulina o la microbiota intestinal, lo que podría complicar el manejo de la diabetes a largo plazo. Los alcoholes de azúcar, por su parte, son parcialmente absorbidos por el cuerpo (aproximadamente el 50 % del maltitol se metaboliza), lo que puede causar picos glucémicos en personas sensibles, especialmente si los cereales se consumen en porciones mayores a las recomendadas.
Además, estos productos suelen ser bajos en fibra (menos de 3-5 g por porción), lo que reduce su capacidad para ralentizar la absorción de glucosa, a diferencia de cereales integrales naturales como la avena sin procesar.
Un aspecto adicional a considerar es que los cereales “light” o “sin azúcar añadido” suelen
formar parte de un patrón de consumo de alimentos ultraprocesados, que no solo aportan pocos nutrientes esenciales, sino que también pueden fomentar hábitos alimenticios poco saludables.
Por ejemplo, muchas personas con diabetes asumen que estos cereales son una opción segura para el desayuno, pero al combinarlos con leche (que aporta lactosa, otro azúcar de absorción rápida) o consumir porciones más grandes de lo indicado, el impacto glucémico puede ser significativo. Una porción típica de 30 g de cereales “sin azúcar añadido” puede contener 20 g de carbohidratos, y al añadir 200 ml de leche, se suman otros 10 g de carbohidratos, lo que resulta en un total de 30 g de carbohidratos de rápida absorción, suficiente para causar un pico glucémico en muchas personas con diabetes tipo 2.
Allí donde llega Internet, también llega
1776
El médico inglés Matthew Dobson publicó en la revista Medical Observations and Inquiries los primeros experimentos que demostraban la presencia de azúcar en la orina de pacientes diabéticos.
Partiendo de la hipótesis de que la “dulzura” percibida en la orina, descrita por Thomas Willis un siglo antes, correspondía a una sustancia semejante al azúcar, Dobson evaporó cuidadosamente la orina de un enfermo de diabetes hasta obtener un residuo blanco y granulado.
Este material no solo olía y sabía como azúcar, sino que era indistinguible químicamente de él, constituyendo la primera prueba experimental de la glucosuria.
En 1776, durante el mismo trabajo, Dobson examinó también la sangre de los enfermos y constató que el suero tenía un sabor dulce, señal inequívoca de hiperglucemia. Al documentar que el “materia dulce” ya existía en la sangre antes de ser filtrada por los riñones, refutó la creencia previa de que la enfermedad se localizaba exclusivamente en un defecto renal. Con ello, introdujo el concepto de diabetes como un
trastorno sistémico de la glucosa y no meramente una condición de los túbulos renales
Más allá de su hallazgo químico en 1776, Dobson trató de relacionar la glucosuria con un fallo en la digestión y asimilación de los alimentos. Propuso que un “defecto en la digestión” llevaba a que grandes proporciones de la materia nutritiva escaparan por la orina sin convertirse en energía corporal, explicando así la emaciación característica de los diabéticos. Aunque sus recomendaciones terapéuticas iniciales — que incluyeron desde remedios como el ruibarbo y el opio hasta toxinas de escarabajo— no alcanzaron éxito clínico, sentaron las bases de la dieta como pilar del manejo de la diabetes .
El trabajo de Dobson de 1776 constituyó un punto de inflexión en la historia de la diabetes. Al establecer la glucosuria y la hiperglucemia como marcadores de la enfermedad, abrió el camino para que, en las décadas siguientes, otros investigadores desarrollaran métodos cuantitativos de diagnóstico y fundamentaran dietas terapéuticas más efectivas. Su enfoque experimental y su demostración de la naturaleza sistémica del trastorno precursor de la insulinoterapia moderna lo han convertido en una figura clave del siglo XVIII en la endocrinología.
Día
de los Niños: Una oportunidad para crecer, aprender
y disfrutar.
Gisele Mosegui Educadora en Diabetes Presidenta de
la Fundación Diabetes Uruguay
En el Día de los Niños, celebramos no solo la alegría y la energía que ellos transmiten, sino también su capacidad de aprender, adaptarse y enfrentar desafíos con valentía. En la Fundación, nos preocupamos y ocupamos de la salud y la felicidad de los niños y niñas que viven con Diabetes, y sabemos que acompañarlos en su camino es clave para que crezcan seguros y confiados.
Por eso, cada año impulsamos espacios que les permitan no solo recibir información, sino también vivir experiencias que transforman su manera de relacionarse con su condición. Un ejemplo de ello es nuestro campamento
educativo, que este año se realizará los días 28 y 29 de septiembre en el Polo Tecnológico de Arrayanes en Piriápolis.
En esta experiencia única, cada niño, niña participa junto a un adulto referente — mamá, papá, tutor o familiar cercano— que también se beneficiará con actividades educativas especialmente pensadas para ellos durante todo el fin de semana. De esta forma, ambos comparten aprendizajes y herramientas para fortalecer el manejo de la Diabetes en la vida cotidiana.
En el campamento, los niños y niñas aprenderán más sobre su tratamiento y cómo manejar la Diabetes día a día, pero también compartirán tiempo con otros que viven lo mismo. Este encuentro es fundamental para que comprendan que no están solos, que sus desafíos son entendidos y que juntos pueden encontrar soluciones, consejos y sobre todo, apoyo emocional.
La convivencia en un entorno seguro y guiado por profesionales les permite ganar autonomía, reforzar hábitos saludables y desarrollar la confianza necesaria para asumir un rol activo en el cuidado de su salud.
Además, ver a sus pares chequeando su glucosa, aplicándose insulina o hablando abiertamente sobre cómo se sienten, ayuda a normalizar el tratamiento y a perder el miedo o la vergüenza que a veces lo acompaña.
Un campamento no es solo aprendizaje: también es diversión, juegos, risas y amistades nuevas. Es correr, explorar y descubrir que, más allá de la Diabetes, hay un mundo lleno de oportunidades para disfrutar. Y esa combinación de educación y alegría deja huellas duraderas en su autoestima y bienestar.
Los cupos son limitados y las inscripciones ya están abiertas. Este Día de los Niños, regalemos experiencias que fortalezcan, inspiren y empoderen… ¡regalémosles también la oportunidad de participar! Anotate ya al campamento educativo de la Fundación Diabetes Uruguay en el siguiente enlace y compartamos juntos esta vivencia que cambiará vidas.
Nos alegra anunciar también, que ya están abiertas las inscripciones para adultos con Diabetes y para familiares de personas con Diabetes para participar de nuestro
CampiDía. Será el 26 de octubre en el CEDEL de Carrasco (Parque Rivera). Una jornada de un día, gratuita y con cupos limitados, pensada para aprender, compartir y fortalecer vínculos entre pares, acompañados por un equipo de profesionales de la salud, en un ambiente distendido de apoyo y compañerismo.
Ensalada de Quinoa con Pechuga de Pollo al Natural - 5 porciones
Ingredientes: ½ taza de Quinoa, 300 g de pechuga de pollo al natural, ½ taza de lentejas, 1 diente de ajo, ½ cebolla grande, 2 kg de calabacín, 1 morrón rojo, 3 tallos de apio, 5 cdas de aceite de oliva, 2 limones, 3 tomates, sal y pimienta a gusto.
Elaboración: lavar las lentejas y la quínoa, poniendo en un colador y dejando pasar abundante agua. Lavar los vegetales. Cortar el calabacín en cubos. Cocinar por separado la quinoa, las lentejas y el calabacín. Picar el resto de los vegetales y cortar las fetas de Pechuga de Pollo Al Natural en juliana. Luego que los alimentos estén cocidos, mezclar con los vegetales picados y la Pechuga de Pollo al Natural. Condimentar y servir.
La fibra dietética: un pilar en la alimentación para personas con diabetes.
A.D.U.
La fibra es un tipo de carbohidrato no digerible, que ha demostrado ser una herramienta fundamental en el manejo nutricional de la diabetes.
La fibra puede clasificarse en dos tipos principales: fibra soluble e insoluble. Si bien ambas ofrecen amplios beneficios, la fibra insoluble ha sido muy estudiada por el impacto positivo que tiene en la glucemia.
La fibra soluble se disuelve en agua y se encuentra en alimentos como legumbres,
Lic. Nut. Tatiana Castrillo Licenciada en Nutrición Educadora en Diabetes
avena, zanahoria, cítricos. Ésta forma una sustancia similar a un gel, que contribuye a retrasar el vaciamiento gástrico y la absorción de la glucosa, por lo que ayuda a que la subida de la glucemia no sea tan brusca luego de las comidas.
Según las recomendaciones actuales, se debe consumir al menos entre 25 y 30 gramos de fibra al día ya que puede contribuir significativamente a mejorar los niveles de glucosa en sangre en ayunas y postprandiales (luego de las ingestas).
También podría ser beneficiosa en la reducción de los niveles de la hemoglobina glucosilada (HbA1c).
Por otra parte, la fibra insoluble, que se caracteriza por ser insoluble en agua, se encuentra por ejemplo en el salvado de trigo, verduras de hoja verde y cereales integrales.
Este tipo de fibra agrega volumen a las heces y contribuye a una buena función intestinal.
Si bien no tiene un impacto tan directo sobre el control glucémico, es necesario para la buena salud digestiva, previniendo por ejemplo el estreñimiento y también podría contribuir al descenso de peso.
Otros beneficios asociados con el consumo de fibra son a nivel cardiovascular, ya que esta podría reducir los niveles de colesterol LDL al intervenir e impedir la reabsorción en el intestino.
Este beneficio es importante destacar, ya que las personas con diabetes presentan un riesgo mayor de contraer enfermedades cardiovasculares.
Por lo tanto, dentro de las recomendaciones de alimentación saludable, debe incluirse y recalcar el consumo de fibra, en todos los tiempos de comida, junto a una adecuada hidratación, a través de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales para el tratamiento y prevención de la diabetes.
Paracelso, cuyo nombre real fue
Philippus Aureolus
Theophrastus
Bombastus von Hohenheim, nació en 1493 en Suiza y murió en 1541. Fue médico, alquimista, astrólogo y filósofo, y se lo considera una de las figuras más revolucionarias de la medicina del Renacimiento.
Rechazó las enseñanzas médicas tradicionales dominadas por Galeno y Avicena, e impulsó una nueva visión en la que la observación directa, la química y la experimentación eran claves para comprender el cuerpo y las enfermedades. Su estilo provocador y su crítica a la universidad lo convirtieron en una figura controvertida, pero también admirada por generaciones posteriores.
Paracelso no estudió la diabetes en profundidad como lo hicieron autores posteriores, pero sí hizo una de las primeras menciones escritas sobre una “enfermedad del azúcar” en la orina, lo que constituye uno de los primeros registros del trastorno más allá de la observación
sintomática de poliuria. En sus escritos aludió a la orina dulce y espesa, comparándola con miel, y aunque no comprendía su causa, la consideraba una manifestación de desórdenes internos del cuerpo relacionados con desequilibrios químicos. En su pensamiento, las enfermedades se producían por alteraciones de los “tria prima” (sal, azufre y mercurio), principios alquímicos que asociaba a funciones corporales.
Su aporte más importante al campo que luego abordaría la diabetología fue introducir la idea de que las enfermedades tienen causas químicas internas, rompiendo con el paradigma galénico del desequilibrio de humores. Al enfocar la enfermedad como un fenómeno relacionado con sustancias concretas y procesos fisiológicos observables, Paracelso abrió la puerta a una medicina más experimental, que siglos después permitiría investigar el metabolismo de la glucosa y el papel del páncreas en la diabetes.
Aunque Paracelso no descubrió ni trató la diabetes como la conocemos hoy, su visión integradora entre medicina y química fue fundamental para que los médicos posteriores dejaran de ver la enfermedad solo como una curiosidad sintomática y comenzaran a buscar causas fisiológicas y mecanismos subyacentes.
Su legado en la historia de la medicina está en haber transformado la forma de pensar el cuerpo humano, y en ese contexto, su temprana observación de la orina dulce puede considerarse uno de los primeros pasos hacia la comprensión moderna de la diabetes mellitus.
Múltiples beneficios del monitoreo continuo de glucosa (MCG) - Parte 2.
Dra. Andrea Peloche
Especialista en Medicina Interna y Diabetes
Past Presidente de la SDNU
Past Director Posgrado de Diabetología UCU
¿Qué es lo que tenemos que tener en cuenta el momento de la elección un monitoreo continuo del glucosa en particular?
Al elegir un sistema de monitoreo continuo de glucosa (MCG) en particular, se deben considerar varios aspectos clave para asegurar que sea adecuado y efectivo para el paciente:
Calidad y fiabilidad de la información: Es fundamental que el sensor mida la glucosa
de forma precisa y confiable, ya que la calidad de los datos es lo más importante para tomar decisiones terapéuticas correctas. Aunque factores como tamaño, coste o conectividad sean atractivos, sin precisión el dispositivo pierde valor clínico.
Duración y porcentaje de uso efectivo: Se recomienda que el sistema pueda usarse al menos 14 días y que el paciente mantenga un uso activo del sensor superior al 70% del tiempo para obtener datos completos y fiables.
Perfil del paciente y tipo de diabetes: La indicación principal es para personas con diabetes tipo 1 y tipo 2 en insulinoterapia, especialmente si presentan hipoglucemias frecuentes, alta variabilidad glucémica o mal control glucémico.
Educación y soporte: Es clave que el paciente reciba formación adecuada para interpretar los datos y ajustar el tratamiento, ya que el MCG no es una solución automática, sino una herramienta que requiere comprensión y manejo correcto. Es la herramienta para la
autogestión de la Diabetes.
Personas a las que esta dirigida esta indicación.
El monitoreo continuo de glucosa (MCG) está indicado principalmente en los siguientes pacientes:
Personas con diabetes tipo 1 (DM1):
Niños, adolescentes y adultos jóvenes, idealmente desde el diagnóstico, para mejorar el control glucémico.
Pacientes con control metabólico no óptimo a pesar de terapias intensivas.
Aquellos que presentan hipoglucemias recurrentes, prolongadas o nocturnas, incluso sin pérdida de percepción de hipoglucemia.
Pacientes bajo tratamiento intensivo con múltiples dosis de insulina o con bomba de insulina.
Personas con diabetes tipo 2 (DM2) en tratamiento con insulina:
Recomendado para todos los pacientes con DM2 que utilizan insulina, para mejorar el control glucémico, calidad de vida y reducir complicaciones.
Pacientes con hipoglucemias frecuentes o hipoglucemia asintomática.
Aquellos que tienen dificultad para reconocer síntomas de glucosa baja y que presentan fluctuaciones importantes en sus niveles de glucosa.
Personas que desean comprender mejor cómo la alimentación, la actividad física y los medicamentos afectan sus niveles de glucosa, tanto en tratamiento con plan de alimentación exclusivo, antidiabéticos orales y/o inyectables. y que se beneficiarían de alertas en tiempo real para prevenir emergencias
Mujeres con diabetes durante el embarazo:
Para lograr un control metabólico óptimo antes (en diabetes pregestacionales) y durante la gestación ( en diabetes pregestacionales y gestacionales), lo que reduce complicaciones maternas y fetales. Entre sus beneficios más importantes están:
Reducción del nivel de HbA1c, lo que indica un mejor control metabólico durante el embarazo.
Disminución del riesgo de macrosomía (bebés con peso elevado al nacer mas de 4000 gr), lo que reduce complicaciones en el parto y problemas neonatales.
Prevención de eventos de hipoglucemia severa, gracias a la detección oportuna de bajas de glucosa durante el día y la noche.
Mejor ajuste del tratamiento farmacológico e insulínico, al contar con datos continuos que permiten optimizar dosis y evitar fluctuaciones glucémicas.
Reducción de complicaciones perinatales, como parto prematuro, preeclampsia, cesáreas y mortalidad neonatal, asociadas al mal control glucémico, necesidad de cuidados intensivos neonatales y mortalidad fetal.
Mejora en la calidad de vida de la madre y seguridad para el bebé, al minimizar riesgos metabólicos y cardiovasculares a corto y largo plazo.
Mejor ajuste de dosis de insulina en tiempo real, adaptándose a las variaciones hormonales y metabólicas propias del embarazo, lo que mejora el control glucémico.
La cobertura de dispositivos MCG para embarazadas con diabetes está siendo implementada en algunos países como Uruguay, bajo protocolo, para facilitar el acceso desde el diagnóstico hasta el alta asistencial.
Estudios y consensos recomiendan el uso de MCG desde el primer trimestre en
mujeres con diabetes tipo 1 y 2, y en diabetes gestacional con insulina o descontrol glucémico, ya que se ha demostrado que mejora la hemoglobina glucosilada y reduce complicaciones tanto maternas como neonatales.
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La diabetes y la sexualidad femenina.
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Comprender cómo la diabetes afecta la sexualidad femenina es crucial para abordar estos desafíos y buscar soluciones adecuadas.
Uno de los efectos más comunes de la diabetes en la sexualidad femenina es la disfunción sexual. Esto puede manifestarse de varias maneras, incluyendo la falta de deseo sexual (libido), dificultades para alcanzar la excitación y problemas para lograr el orgasmo. Estos síntomas pueden ser el resultado de múltiples factores, incluyendo complicaciones físicas y emocionales asociadas con la enfermedad.
La sequedad vaginal es un problema frecuente entre las mujeres con diabetes, que puede ser causado por alteraciones hormonales y cambios en la función del sistema nervioso. La falta de lubricación puede provocar molestias e incluso dolor durante las relaciones sexuales, lo que puede llevar a una disminución en el deseo sexual y a evitar la intimidad.
La diabetes puede afectar los niveles hormonales de las mujeres, lo que a su vez puede influir en la libido y el ciclo menstrual. Las fluctuaciones hormonales pueden hacer que algunas mujeres experimenten cambios en su deseo sexual, lo que puede ser frustrante y confuso. Además, condiciones como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), que a veces se asocia con la diabetes tipo 2, pueden complicar aún más la situación.
La diabetes a menudo causa problemas circulatorios, lo que puede afectar el flujo sanguíneo hacia los órganos sexuales. Esto puede resultar en dificultades para alcanzar y mantener la excitación sexual. La buena circulación es esencial para la respuesta sexual, y su deterioro puede llevar a una
La diabetes no solo tiene efectos físicos; también puede tener un impacto emocional significativo. La ansiedad y la depresión son comunes en personas con diabetes, y estos trastornos pueden afectar la vida sexual. Las preocupaciones sobre el manejo de la enfermedad, el temor a las complicaciones y la presión social pueden contribuir a una disminución en el deseo sexual y a problemas de intimidad en las relaciones.
La diabetes también puede afectar la dinámica de la relación de pareja. Las preocupaciones sobre la salud y los cambios en la función sexual pueden generar tensiones. Es fundamental que las parejas se comuniquen abiertamente sobre sus necesidades, deseos y preocupaciones. La intimidad emocional es tan importante como la intimidad física, y trabajar juntos para afrontar los desafíos puede fortalecer la relación. Es esencial que las mujeres con diabetes busquen apoyo médico y emocional. Hablar con un médico sobre los problemas sexuales puede
abrir la puerta a tratamientos y estrategias que pueden ayudar.
Existen tratamientos disponibles para la sequedad vaginal, como lubricantes o cremas específicas. Además, la terapia sexual puede ser beneficiosa para abordar las preocupaciones emocionales y mejorar la comunicación en la pareja.
La educación sobre la diabetes y sus efectos en la sexualidad es crucial. Las mujeres deben ser conscientes de que no están solas en sus experiencias y que hay recursos y apoyo disponibles. Participar en grupos de apoyo o buscar información en línea puede ser útil para compartir experiencias y obtener consejos prácticos, siempre y cuando exista el aval de un especialista.
e-mail: rhbmedica@gmail.com
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EPOCA DIGITAL Año XXI - N° 186 Agosto 2025 Ya estamos trabajando en de Setiembre 2025. Espérela. ¡Viene con muchísima información!!!
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