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Texto Alejandro Glombovsky Arte Vilcat
Aletargaban sus ojos las fatídicas tormentas del deseo. Enrollado en las tetas, lúgubre, chupaba sin razones el pezón del martirio. Los gritos del placer brujo desdeñaban la sombría presencia de lo oscuro. La chica se movía como si tuviera una parte del cerebro rota. Cansado se levanto para mel corrido en la almohada sin razón de los dos les daba un tétrico aspecto de payasos muertos. Pálidos y con ropa negra se levantaron para sentirse mal otra vez. Sin alegría el pibe guardo su pene en su calzón con tachas y ella hacia que se reía. Momos del circo parecemos, esperamos que se haga de noche y salimos era la pregunta. La mancha de semen se adhería a sus almas cercadas por la desilusión del momento. Otra vez juntos, se retocaron en el espejo e hicieron muecas lacónicas de ira.