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El vaticano el museo de los museos

“TURISMO”

El Vaticano

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El Museo de los museos

La Capilla Sixtina es una capilla del Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano, la residencia oficial del papa.en Roma. Se trata de la estancia más conocida del conjunto palaciego. Originalmente servía como capilla de la fortaleza vaticana. Conocida anteriormente como Cappella Magna, toma su nombre del papa Sixto IV, quien ordenó su restauración entre 1477 y 1480. Desde entonces la capilla ha servido para celebrar diversos actos y ceremonias papales. Actualmente es la sede del cónclave, la reunión en la que los cardenales electores del Colegio Cardenalicio eligen a un nuevo papa. Allí fue elegido el 13 de marzo de 2013 el argentino, Jorge Mario Bergoglio denominado “Papa Francisco”.

El Museo de los Museos

La Capilla Sixtina es sinónimo de Miguel Ángel. El grande artista dedicó casi 10 años de su vida a realizar las pinturas que recubren la bóveda y la pared del fondo encima del altar, obras de arte absolutas, queridas y celebradas en todo el mundo.

El exterior no tiene adornos arquitectónicos ni escultóricos, como es común en muchas iglesias medievales y renacentistas de Italia. No tiene fachada principal ni entradas exteriores; solo se puede acceder a través del interior del Palacio Apostólico, y el exterior solo es visible desde las ventanas de alrededor y desde patios interiores del palacio. El hundimiento y agrietamiento de la mampostería también ha afectado al edificio, y ha

La obra maestra de Miguel Ángel la decoración de la bóveda de la Capilla Sixtina y el detalle mas divulgado “la creación de Adán” y “La Piedad”. Y miles de obras más de renombrados artistas renacentistas.

requerido la construcción de grandes contrafuertes que refuercen las paredes exteriores. La construcción de otros edificios contiguos también ha alterado el aspecto original del exterior.

El turismo y el Covid

Con una cifra creciente de 620 mil visitantes en 2017a -el promedio actual es de 25 mil visitantes diarios-, suenan discretamente las alarmas de como administrar esta avalancha cotidiana, que inevitablemente termina concentrándose en la Capilla.

El cierre el 8 de marzo, por la pandemia, de los Museos Vaticanos, que recibían cerca de 7 millones de visitantes al año, fue el mayor golpe a las finanzas del Vaticano. Además, el aplazamiento de la tradicional colecta del 29 de junio al 4 de octubre y la reducción del precio de los alquileres de sus propiedades en Italia como gesto de solidaridad por el coronavirus representan otro factor económico. El Vaticano está elaborando actualmente “una reactivación progresiva de los servicios ordinarios” y está programando la apertura de los museos para los visitantes locales en ausencia de las hordas de turistas extranjeros que generalmente acuden a la Capilla Sixtina. Sin embargo esta merma del afluente de visitantes ha traido algo positivo que las obras de artes han sido atendidas adecuadamente (restauraciones, limpieza) y con tiempo para resistir los efectos secundarios de las olas de visitantes que perjudican por efectos de la humedad (transpiración de la gente, sudor), las vibraciones y el constante desgaste del piso y escaleras que sufren el efecto del roce y el peso. En fin de la contaminación que producen los tumultos y concentraciones de púcblico.

Así que esperemos lo mejor para este hermosa estructura histórica y artística que encierra la tradición católica mundial.