Revista Cultura Redonda - Edición Mayo - Número 4

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MAYO 2021 | VOLUMEN 1 | NÚMERO 4

ESO QUE NO LEES EN TODOS LADOS

#EntrevistaCR


ESTA VEZ TE TRAEMOS

ESTA NOCHE JUEGA EL TRINCHE Memorias de un hombre

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que siempre la puso al piso

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UNA PINCELADA Fondato colgó los timbos y

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agarró el pincel

NOTA DEL EDITOR "No hay lógica en el fútbol, como en el amor. ¿Pero sabés por qué me gusta ser hincha? Porque no sirve para nada. Y hoy todo tiene que servir para algo", le respondió Sebastián Wainraich a un periodista de IP Noticias, algo negado con la redonda. Y lo primero o botón tocamos propósito ganar la reproduzcan venderlo?

más bien segundo que me vino a la cabeza es qué para que todo lo que hacemos tenga como único dinero. ¿Un músico escribe una canción solo para que en Spotify? ¿Un pintor solo hace un retrato para

NACIONAL NOMÁ El Bolso tiene toda su

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historia en un solo lugar

“La escultura ya estaba dentro de la piedra. Yo, únicamente, he debido eliminar el mármol que le sobraba”, deslizó Miguel Ángel cuando le preguntaron cómo hizo La Piedad. Y anda a buscarla adentro sentido común. Florentino Pérez y un par más de muchachos pensaron con la billetera y no se dieron cuenta, quizás ni lo entiendan, que el fútbol por más que se haya convertido en algo redituable sigue siendo un negocio solo porque hay muchos que lo viven irracionalmente. La belleza de ciertas cosas no esta a simple viste. Hay que buscarla. Hay que desmenuzarla. Salir de la lógica, romperla toda. Por eso, por más que nos quieran hacer creer que los hinchas son irrelevantes nosotros debemos recordar todo el tiempo que sin fanáticos no existiría nada de esta maquinaria...

@fmirata @fmirata

EXTRA, EXTRA El Velez bosnio, entre

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las balas y el fútbol Lagrimas, un libro y la

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historia de un vikingo Hoolingans, ellos no inventaron una moda, la impusieron

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El Diego y el Trinche, aquel encuentro cumbre POR NICOLÁS GALLIARI ¿Cómo se gestó la reunión entre dos futbolistas que son patrimonio cultural argentino? La prensa de Central Córdoba lo planeó con absoluto hermetismo y convenció a Carlovich. Al crack rosarino lo carcomía la incertidumbre y quiso irse del hotel. “Juntarlos fue la culminación de un sueño”, dice el historiador Julio Rodríguez.


“¿Qué haces, Trinche? Diego, mirá quién vino”. Apenas pasaron unos minutos de las seis de la tarde del 14 de febrero de 2020. En el comedor del hotel Ros Tower, en Rosario, Jorge Broun vio a Tomás Felipe Carlovich y no dudó en saludarlo y preguntarle el porqué de su estadía allí. Llamó inmediatamente a su entrenador, quien se sorprendió por la presencia del símbolo rosarino. Ambos cracks se saludaron con placer y llegó la hora de las fotos que inundaron las redes sociales al instante. Era un sueño hecho realidad que las personas que hacen prensa en Central Córdoba habían pergeñado en total secreto durante la semana. La iniciativa de juntarlos, de que Maradona y Carlovich compartieran aunque sea un rato fuera de cámara y en total intimidad, fue la consecuencia de un plan que tuvo de todo. Primeramente, las tratativas de los encargados en el club de barrio Tablada y un absoluto hermetismo porque la información no se escapara de un grupo de WhatsApp. En segundo orden, la motivación del protagonista rosarino, que muchas veces había expresado su deseo de conocer al astro, pero que en este caso debía mantener su silencio para que la idea no se estancara. La misión era no generar un caos de prensa. Y por último, la creciente incertidumbre del Trinche, pensando en si su ídolo lo saludaría o pasaría por el hall sin verlo.

Eternos TRINCHE, QUEREMOS JUNTARTE CON MARADONA UH, QUÉ BUENO, ¿Y CÓMO LO VAN A HACER? ESTAMOS TRATANDO DE ARMAR UNA REUNIÓN EN EL HOTEL PARA QUE LO VAYAS A VER, ¿TE INTERESA? SÍ, CLARO, ¿CÓMO NO?

El diálogo se dio en las tribunas del Gabino Sosa, durante un partido de Central Córdoba el fin de semana anterior a la visita de Gimnasia a Rosario Central. La pata de difusión del club charrúa había pensado en el encuentro en una ocasión anterior, cuando Diego visitó el estadio Marcelo Bielsa en octubre de 2019. Pero aquel era un homenaje puro y exclusivo de la entidad rojinegra, analizaron. Y no se equivocaron, dado que el recibimiento para el ‘10’ fue por todo lo alto y con grandes honores en el Coloso. Aunque habría otra oportunidad que, en este caso, no desaprovecharían.

Con el avance de los días, las oportunidades fueron surgiendo. La encargada de relaciones públicas del hotel aceptó que ingrese el Trinche, aunque solo una persona de prensa podría estar con él. Más tarde, Pablo Paván, periodista encargado de cubrir la llegada de Gimnasia al hotel para ESPN, ofreció la habitación que el canal había reservado. Las posibilidades ahora eran todavía más concretas y todo estaba dado, aunque la duda de Carlovich comenzó a hacerse carne a mitad de semana. “¿Ustedes piensan que me va a recibir? ¿Y si no me quiere ver y quedo como un boludo?”, preguntaba.

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La Subcomisión de Arte y Museo de Gimnasia se convenció rápido de organizar la cumbre entre dos futbolistas que son patrimonio cultural argentino. En segundo orden, desde Rosario se comunicaron con el secretario del club platense, quien dio el visto bueno y, además, aconsejó comunicarse en exclusiva con la prensa oficial de Maradona. Estaba todo dado, habían comprado las camisetas estampadas con los números 10 y 5, pero aún faltaba encontrar la forma de ingresar al hotel para que la reunión se diera adentro, fuera de cámaras.


“El día del encuentro, fuimos a la casa de calle Guatemala a buscarlo. Y en el viaje le íbamos haciendo el bocho. Estaba muy preocupado porque no quería quedar como un boludo y estar al pedo esperando a Diego. Se imaginaba sentado en el lobby y que Maradona pasaría y no lo saludaría. Iba a ser tremendo para él”, contó Julio Rodríguez, uno de los gestores de este encuentro e historiador del club. Surge instantáneamente el recuerdo de la conferencia de prensa de presentación de Maradona en Newell’s, cuando dijo: “Desde que llegué a Rosario, lo único que escucho son maravillas de un tal Carlovich”.

El Trinche ingresó solo al bar y pidió un café. Afuera esperaba Julio, junto con uno de sus compañeros de prensa, haciéndole marca personal. “Estábamos en el auto con un compañero, rezando, controlando. Si el tipo se iba, no había plan. Iba a ser una frustración. Esperamos un rato y, a los 10 minutos, apareció de nuevo”, expresó. La expedición tomó rumbo nuevamente hacia el Ros Tower y, en camino, los mensajes iban y venían en el grupo. Tomás Felipe ingresó al hotel y subió a la habitación, mientras a las afueras llegaba el micro y Diego bajaba entre flashes y gritos de maradonianos.

Pasadas las 16:30, a poco menos de una hora para el desembarco de la delegación de Gimnasia, el Trinche llegó y esperó unos minutos. Aún no puede ingresar al hotel, por lo que decide salir a caminar e irse. “Me voy, mirá la hora que es. No me voy a quedar acá esperando, aparte vienen todos los periodistas y no me gusta”, dijo Carlovich, un hombre que no necesitaba salir en los medios y que se sentía más cómodo si las cámaras no lo apuntaban. “No sabíamos cómo convencerlo para que se quede. Le dijimos de ir a tomar un café o comprar una gaseosa y nos dijo que no, que lo llevemos del Cuchi, dueño de Pico Fino, un lugar que está en San Martín y Córdoba”, relató Rodríguez.

Tras las primeras dudas, el encuentro estaba cerca de concretarse. Aburrido, el Trinche convenció a su acompañante de bajar al hall y vio al cuerpo técnico de Gimnasia merendando. Fue allí que se encontró con Fatura. “Maradona también se sorprendió, se sacaron fotos. Él estaba muy emocionado y para nosotros fue igual. Cuando nuestro compañero nos envió la foto, empezamos a gritar y festejar, fue una cosa impresionante”, rememoró Rodríguez. Al fotógrafo, que había subido con el crack rosarino, se le cayó la cámara de la emoción y los nervios, pero eso no evitó tomar una imagen que sin duda es parte de un archivo histórico.

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“¿Ustedes piensan que me va a recibir? ¿Y si no me quiere ver y quedo como un boludo?”


“Al Trinche, que fue mejor que yo” “Al Trinche, que fue mejor que yo”, firmó la camiseta Maradona. Pasados unos segundos de que la foto fue publicada en redes sociales, desde la secretaría y presidencia del club llamaron a prensa para preguntar cómo lo habían logrado. Y diferentes medios consultaban porqué no habían avisado. “No avisamos porque si se pinchaba iba a ser un garrón y una tristeza total”. Con la emoción a flor de piel, Carlovich, Julio y sus amigos fueron a un bar en la esquina de Catamarca e Italia para aliviar tensiones. “Yo ya puedo partir’, decía. Le pregunté en qué habían quedado, pero evadía la respuesta”, recreó aquella situación. El teléfono del gran ídolo de Central Córdoba, un Nokia antiguo, no paraba de sonar. Pero él no atendía, aún inmerso en lo que acababa de vivir. “Fue una patriada lo que hicimos, y para mí significa una satisfacción enorme. Sobre todo por lo que pasó poco tiempo después, tremendo. Es un sueño que cumplimos después de tanto escucharlo a él. Yo lo escuchaba y pensaba que algo así sería impresionante. Una felicidad total”, profundizó Rodríguez. Pasados solo un par de meses, en plena cuarentena, las cuentas oficiales del club publicaron un mensaje de feliz cumpleaños para el Trinche. “Un amigo nuestro habló y le preguntó qué hacía, nos dijo: ‘salgo a andar en bicicleta, no me gusta estar encerrado y voy a visitar a los muchachos’. Le decíamos que se cuidara porque, claro, estábamos hablando de una persona de 74 años. Y cuando nos enteramos de lo que pasó, fue muy triste y doloroso”, expresó. El encuentro entre los dos grandes cracks había sido a tiempo. “Fue la culminación de un sueño para un ídolo nuestro. Juntarlo con Maradona fue espectacular”.

@nicogalliari

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@nico92galliari


Ritual de lo casual

FÚTBOL, DAVID BOWIE, ADIDAS, EL GRAND SLAM, LAS DROGAS SINTÉTICAS, LA MODA Y LOS VIAJES? PROBABLEMENTE NADA, SALVO QUE SEA EN INGLATERRA. AHÍ SEGURO SURGE UN NUEVO MOVIMIENTO CULTURAL.

Por Horacio Ojeda Un golpe de color. Un estallido cromático en medio de esa luz tenue, tan típica de las islas del Reino Unido aún en momentos de pleno sol. Eso fue el advenimiento de los “casuals” (con pronunciación con acento en la primera “a”) dentro de la inmensa paleta contracultural británica. Juega el Liverpool y es 1977, algunos Skinheads hacen esquina en un pub cercano a Anfield, miran de reojo a todo el mundo, toman cerveza y fuman de costado. La mayoría de los transeúntes son hombres que apuran el paso para entrar a un estadio casi completo desde temprano, y es que el equipo es una maquinita y sigue firme en la Copa de Campeones de Europa que en poco tiempo ganará. Hace unos meses, unos chicos raros andan rondando las tribunas del mítico recinto de los Reds. Son hijos de la clase obrera al igual que los punks que ahora mismo inundan todo el Reino Unido, y es que están en

En este año, el "Duque Blanco" editó Low, un LP rupturista en lo musical y en lo estético, y su peinado de la tapa del disco, inquietantemente ambiguo para la época, comenzó a replicarse entre los hinchas más jóvenes. No sólo eso. Aparecieron en las gradas los jeans que al principio eran Levi's o Lois y que suplantaron a los típicos pantalones de vestir como así también a las zapatillas deportivas, preferentemente Adidas. De a poco el paisaje fue cambiando en las tribunas. Cada vez eran más los chicos con cabezas rapadas que mutaron a los mismos chicos, pero con el pelo más largo y prolijo y ropa nueva para formar parte del selecto grupo que revoloteaba los alrededores, ya no solo de Anfield sino también de Goodison Park y en todo Merseyside. Así, el término “scallie” para nombrar a esta nueva costumbre terminó por imponerse para reconocer a esta incipiente subcultura que se estaba gestando. Cerca de Liverpool, en Manchester, estaba ocurriendo paralelamente algo similar con los seguidores del United. Los grupos de hinchas más jóvenes se dejaban ver con una marca que prevalecía ante el resto, la de Fred Perry, seguramente heredada de los mods y skinheads de finales de los '60 que ya desde hacía tiempo eran mayoría en los fondos de Old Trafford. Por eso a los de esa ciudad se los conoció como “Perry boys”.

pleno auge debido a la reciente edición de Never Mind The Bollocks, disco debut y despedida de los Sex Pistols. Pibes que se tienen que conformar con un trabajo mal pago, o a veces ni siquiera eso. A los cuales la crisis económica que abruma a Inglaterra castiga sin piedad. Igual que los souls boys o que los mismos skinheads, y que los mods.

Pasaron los meses y llegó el invierno, con el inminente arribo del nuevo

Nadie sabe a ciencia cierta como aparecieron, pero es claro es que

canchas. Pilotos, rompevientos, camperas, cada producto tenía que ser de una marca particular y un modelo específico. La cosa se empezó a

sobresalen. Se visten tan bien, con tanto estilo, que parecen más preocupados por su apariencia que por el partido, aunque no sea cierto, o quizás sí. Es un nuevo grupo que parece prepararse especialmente para ir ver a los Reds. Al principio fue el pelo. La influencia que siempre tuvo David Bowie en los jóvenes británicos, ahora se trasladó a las tribunas.

año, 1978. El frío se mete en lo profundo del ser y la lluvia es una tortura persistente. Hay que abrigarse, y por eso los “scallies” pusieron manos a la obra y abrieron el abanico de la indumentaria para tener el mismo charme que en el verano, pero a la vez, estar bien cubiertos. Los distintos tipos de prendas de abrigo irrumpieron esta vez en las

complejizar. Por ejemplo, si alguien usaba sweater, ese debía ser marca slazenger y escote en V. El rompe vientos Adidas ST2 azul con las tres tiras hasta el final y bolsillos adelante, de ser posible rojos por dentro y con capucha desmontable. Todo tenía una opción B, pero muy pocas la C.

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¿QUÉ PASA SI SE JUNTAN AL MISMO TIEMPO EL


Casuals, una subcultura La ropa se volvió una obsesión, donde la competencia por ver quien estaba un paso adelantado en el outfit que marcaba la tendencia y la mirada del otro tomaban un protagonismo exagerado. El “casualismo” o la cultura “casual” se sometía a rápidos cambios y adquiría sus propios códigos, con la

En el sur, los de Portsmouth fueron los principales exponentes. Cada uno fue creando su propio estilo y variantes del movimiento. Obviamente, con la ropa como estandarte principal. Si en Upton Park los del West Ham preferían las camperas aviadoras, quizás los del Arsenal se vestían con ropa

diferencia de que en lugar de engendrarse en los suburbios de Londres con la música como estandarte y principal conducto de conexión por delante y los demás intereses comunes detrás,

deportiva y los del Tottenham con los camperones cagoule. También en cada lugar la denominación cambiaba. Mientras en Liverpool se autodenominaban “scallies” y en Manchester

esta surgía en las tribunas de un estadio de una ciudad muy particular como Liverpool y eso era motivo de orgullo para sus integrantes, siempre a la sombra de las noticias de la capital.

“Perry Boys”, en el sur del país se los llamó “Dressers”.

Sus miembros crearon un portfolio de vestuario que se fue sofisticando de manera constante, con la intención de crear un

El año 1980 fue el de la gran expansión y mientras eso pasaba, llamó la atención lo que ocurría en los courts de tenis. El Grand Slam de Wimbledon gozaba de una de las épocas más prolíficas en cuanto a interés y competitividad. Los grandes duelos entre

grupo de pertenencia con fuertes lazos reconocibles solo por ellos. Cuanto más costosa era la prenda mejor, y si la misma era una edición limitada mucho más. Cuanto más costaba conseguirla, incluso si había que recorrer varios kilómetros para ello e investigar dónde se podía encontrar por ejemplo el último modelo de Puma, ya era el sumun y el nivel de respeto en la comunidad aumentaba. Si las Adidas samba ya habían adquirido demasiada notoriedad y las tenía todo el mundo, entonces mejor era tener las Adidas Forest Hills, que eran una verdadera joya de colección para los primeros “scallies”, ya

los mejores tenistas del momento, muchachos llenos de dinero, fama y por supuesto excelentemente vestidos, hicieron que los jóvenes cultores del casualismo, que a esa altura ya estaban diseminados por toda la isla, se fijen en las nuevas firmas que patrocinaban a John Mc Enroe, Bjon Borg, Guillermo Vilas o Jimmy Connors. Principalmente la francesa Lacoste y las italianas Ellesse, Fila, Diadora y Sergio Tacchini. Marcas desconocidas, hasta el momento, en las islas británicas y que eran imposibles de acceder a ellas en el Reino Unido, lo que las hizo más apetecibles aún.

Al mismo tiempo, nuevas marcas aparecían y se sumaban al

También fueron años dorados para el fútbol inglés en cuanto a resultados. Los equipos de ese país eran protagonistas de

selecto grupo de aceptación de portabilidad. Llegó un momento en que las tiendas no alcanzaban a reponer la mercadería y ya el objeto de deseo de los “scallies” había cambiado. Todo demasiado rápido para chicos de una clase donde el dinero no

todas las copas europeas (cualquier similitud con la actualidad es pura coincidencia). Salvo en las finales del '76 y el '83, entre 1974 y 1985 siempre algún club inglés fue campeón o finalista de la Copa de Campeones. Coincidiendo con los años de

sobraba, en medio de una recesión económica aplastante, y por eso a la violencia hooligan que iba en aumento a principios de la década del 80 se sumaban, con cada pelea de pandillas, los

desarrollo del nuevo movimiento casual. Cuenta la leyenda que, en los viajes de los hinchas por las distintas ciudades europeas, grupos de chicos ingleses arrasaban de forma literal, es decir

robos de camperas y zapatillas. Porque, si bien no todos los que se sumaban a esta nueva cultura hablaban el idioma de las piñas, ya la mayoría de los chicos rudos de las diferentes

sin pagar por lo que consumían, los locales de estas marcas en Milán, París o donde les tocara jugar y volvían a Inglaterra repletos de novedades.

"firms" de la ciudad (pequeños grupos organizados para pelear con las firms rivales) sí se habían cambiado a esta nueva forma de ver el fútbol.

La ropa deportiva y colorida empezó a ser la vedette de esta sub cultura y comenzó a llamar la atención del resto de la

Mientras tanto la pelota corría. El campeonato inglés y las respectivas copas se jugaban a estadios repletos, al borde del

sociedad. Es que ya su pavoneo no se suscribía sólo a las tribunas, sino también a los bares y discotecas, donde los hooligans se mostraban después de los partidos. Tal es así

colapso y no tardó en llamar la atención en otras ciudades esas hordas de desquiciados muy bien vestidos que bajaban desde los trenes provenientes del norte. En Londres, los primeros en

que, en 1983, la revista especializada en moda “The Face” publicó el primer reportaje que hace mención a un grupo de chicos amantes del fútbol que se visten con lo último y marcan

notarlo y apuntarse fueron los del Tottenham y los del West Ham. A partir de ellos, el casualismo se regó por toda la isla. En Yorkshire los del Leeds y los de Sheffield. En Birmingham los del Aston villa y hasta los escoceses, principalmente del

tendencia. Por primera vez se los mencionó como “CASUALS”.

Aberdeen y Motherwell.

y la banalización que generalmente hacen los medios cuando intentan hablar de lo que no conocen ni comprenden.

Fútbol Música

A muchos no les gustó la nueva denominación. Lo vieron como una intromisión del afuera a algo que les pertenecía solo a ellos

Sex Pistols David Bowie Moda Bjon Borg Margaret Thatcher Drogas

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habían entrado al país menos de 500 pares.


Qué mejor lugar para descargar su frustración que en los campos de fútbol


Con la evolución también se profundizaron las diferencias regionales y la preferencia por algún tipo de indumentaria según de dónde eran las pandillas. Esos años estuvieron marcados por las políticas de la

expulsión de las clases populares de los estadios de fútbol. Las entradas se fueron encareciendo llegando a ser imposibles de pagar para un trabajador con salario básico, y mucho menos para un desocupado que cobraba su seguro de desempleo mes a mes.

Primer Ministro Margaret Thatcher, en contra de las clases menos favorecidas, que hicieron que creciera drásticamente la desocupación y así miles de jóvenes quedaron con mucho tiempo libre. Y qué mejor lugar para descargar su frustración que en los campos de fútbol.

También comenzó la paulatina modernización de los estadios y el remplazo de las viejas gradas por asientos, y el de las personas que los frecuentaban.

Así como la desesperanza fue en aumento, también lo fueron los incidentes dentro de los estadios. Primero, con grandes desmanes o

Por fuera del fútbol, otros procesos culturales estaban forjando cambios profundos en las costumbres de la sociedad. Desde Estados Unidos cruzaba el océano un nuevo estilo influenciado por la música

peleas entre distintos grupos de hooligans antes, durante y después de los partidos. Incendios de recintos, con muertos y varios heridos, como lo fue el de la tragedia de Valley Parade, estadio del Bradford, el día en que se jugó la final por el ascenso en la Tercera División frente al Lincoln F.C., donde murieron 56 personas en 1985. Enfrentamientos, especialmente violentos, donde las ciudades eran tomadas por asalto por grandes grupos de muchachos alcoholizados y que requirieron una intervención total del estado para controlar lo que estaba descontrolado. Ya estos grupos potencialmente peligrosos fueron seguidos más de cerca por la policía y las estrategias para las peleas cambiaron. Ya no iban en masa a las canchas. Se juntaban en pequeños grupos para atacar en los pubs donde se congregaban los grupos rivales y las hinchadas empezaron a ser imposibles de controlar para las autoridades.

electrónica nacida en Europa, pero filtrada en las fábricas y galpones abandonados de Detroit. El House llegaba al Reino Unido apuntalado por Tony Wilson, personaje mítico de los suburbios de Manchester, productor musical y dueño de The Hacienda, una de las discos más emblemáticas de la ciudad. Allí y en otros locales donde los nuevos héroes de las bandejas hacían bailar a la multitud, se congregaban también los viejos “casuals” desencantados con la imposibilidad de seguir viajando para ver a su equipo. Si antes era ir a la cancha y después a divertirse, a partir de 1985 se los empezó a ver solo en la noche. El interés del movimiento por el fútbol quedó adormecido o reprimido y los boliches ingleses se vieron atestados de chicos con ropa Adidas, Kappa, Fila, que movían sus cuerpos al ritmo de los DJs del momento.

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Hooligans, una forma de vestir

El punto de inflexión fue la tragedia de Heysel. Aquella final de Copa de Campeones de Europa que enfrentó a la Juventus y al Liverpool donde más de 25 mil ingleses viajaron a Bélgica y que terminó con la muerte de 39 personas. Significó la prohibición a los clubes ingleses de participar de las copas europeas por cinco años y sirvió como excusa del gobierno de Thatcher para iniciar un proceso de


Muchos de los que antes se buscaban para pelear, ahora se encontraban en las discos y compartían cervezas y una nueva droga de moda: el éxtasis. Tal fue la influencia de los “casuals” en el ambiente que muchas bandas mundialmente conocidas empezaron a

Nadie sabe a ciencia cierta cómo y por qué empezó todo. Existe poca información confiable al respecto. Quizás el trabajo más serio escrito en español es la tesis del historiador Cesar Rodríguez Blanco: “Los orígenes de la cultura casual: hooliganismo y moda en Gran

copiar su estilo. Stone Roses, Happy Mondays y las bandas del llamado movimiento “Madchester”. También las gigantes como Oasis o

Bretaña”, y algunos libros escritos en inglés por protagonistas directos de la escena como Phil Thornton y su libro “Casuals. Football,

Blur solían vestirse a la moda casual. La evolución del movimiento siguió su curso, pero esta vez por afuera de la pelota, aunque siempre bajo un velo de exclusividad que logró que se mantenga encapsulado en Gran Bretaña. Nuevas marcas como Armani o Stone Island

fighting and fashion, the story of a terrace cult”. Pero darse una vuelta por YouTube o por Instagram da una idea de hasta qué punto llegó el casualismo en nuestros tiempos en cuanto a la obsesión por obtener un artículo exclusivo. Existe en los últimos años un revival que

aparecieron siempre con la premisa de que el que estaba un paso adelantado a la moda era el más respetado del condado.

intenta traer a nuestros días esos años maravillosos del fútbol, perdidos por la descontrolada mercantilización, pero todavía el movimiento casual se mantiene como un elegante secreto oculto.

Ya en el nuevo milenio, la aparición de películas como Awaydays o Green Street Hooligans le abrieron las puertas a la masividad al movimiento. Siempre en la versión más sensacionalista posible, hicieron que el mensaje llegue muchas veces distorsionado al resto de los países. Hoy la sub cultura casual tiene adeptos en toda Europa. Las redes sociales contribuyeron a la expansión y hay todo un negocio multimillonario detrás. Las casas de ropa emparentadas, sacan cada vez más diseños exclusivos.

@horoje @HoracioOjeda3

10 | CULTURA REDONDA

Adidas, Kappa, Fila... DJs


“EL FÚTBOL Y EL ARTE TIENEN MUY PRESENTE LA CREATIVIDAD”

MATÍAS FONDATO SURGIÓ DE NEWELL’S, SE CONSAGRÓ CAMPEÓN Y CONTINUÓ SU CARRERA EN OTROS PAÍSES SUDAMERICANOS Y EUROPEOS. VIAJAR LE ABRIÓ LA CABEZA Y, UNA VEZ RETIRADO, SE DEDICÓ A LA PINTURA. RETRATÓ A NUMEROSOS FUTBOLISTAS Y ARTISTAS E HIZO BUENAS MIGAS CON MUCHOS DE ELLOS. A DÍA DE HOY, TRABAJA EN LAS INFERIORES DEL NEWCASTLE.

POR NICOLÁS GALLIARI Una vez puso punto final a su carrera, Fondato se

CR: ¿Qué estás haciendo hoy en Argentina? ¿Cómo vivís

encontró

estas vacaciones?

otra

hoja

en

blanco,

aunque

descubrió un nuevo camino. Siempre aficionado al dibujo, transformó esa hoja en un lienzo y se

Trato de venir una vez por año, generalmente para pasar las Fiestas. Le esquivo al invierno inglés y vengo al verano argentino. Este año, por las restricciones, se me

dedicó a la pintura. Hoy es un reconocido artista

demoró un poco la vuelta. Me quedo acá por eso mismo,

en

numerosos

mucha actividad no hay allá. Recién está volviendo a

retratos y llegó a regalar obras a Lionel Messi,

activarse todo y está mejorando el clima. A medida que

el

ambiente

Gerardo

Martino,

Raheem Yedlin.

del

Sterling,

Aquel

campeón

en

fútbol,

pintó

Mauricio N’Golo

futbolista Newell’s

Pocchettino,

Kanté

que

o

DeAndre

debutó

durante

y

2004,

fue

empeora acá, mejora allá. Calculo que me estaré yendo en un par de semanitas. CR: ¿Cuándo arrancaste con la pintura? ¿Qué te motivó a empezar?

con

Hace tres o cuatro años. Siempre me gustó dibujar, toda

compañeros como Ignacio Scocco o Fernando

mi vida. Un día visité a DeAndre Yedlin, lateral de la

Belluschi, se inspira hoy frente a bastidores y pinceles. Además, trabaja en las inferiores del

selección de Estados Unidos y jugador del Newcastle. Es vecino y amigo, le gusta el arte y me impulsó a empezar a pintar. Le dije ‘te voy a pintar un retrato’. Se lo tomó a

Newcastle y colabora en la adaptación de nuevos

modo de broma, pero le gustó mucho y lo publicó en

refuerzos,

sus redes sociales. Eso generó un efecto bola de nieve y

enseñándoles

costumbres.

la

ciudad

y

nuevas

así arrancó de todo.

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con


ámbito

Sí, personas con quienes tengo afinidad, o amigos en común. Me tocó pintar músicos, actores, comediantes… La verdad es que está bueno. Jugué al fútbol y es el ambiente en el que me manejé por 20 años. Eso me impulsó a mezclar mis dos pasiones, el arte y el fútbol. Todo arrancó por ahí y se fue expandiendo por inercia. Al

principio,

pintaba

por

encargue,

aunque

con

la

pandemia ya tuve más tiempo con respecto a mis otras actividades y me dediqué a pintar. Me gusta la música, ver

películas,

empecé

a

la

pintar

NBA,

el

boxeo,

personajes

entonces

icónicos

que

también salen

del

fútbol. Las cosas se fueron dando. CR: ¿En qué se relaciona el fútbol con el arte? ¿En qué punto se encuentran?

Los dos tienen muy presente la creatividad. He estado dentro del ambiente muchos años y puedo decir que están estrictamente ligados. Muchas veces se subestima la

capacidad

intelectual

de

un

deportista,

de

un

jugador, y ya lo decía Guardiola: "Lo que en todos los deportes se hace con la mano, el futbolista lo hace con los pies". O sea, se necesita una especie de coordinación importante, y me parece que es similar al arte. Ya sea pintura,

escultura,

música,

lo

que

sea.

Es

usar

la

creatividad en el fútbol para salir de situaciones límite, hacer un gol, poner una pelota de gol o recuperarla. Las

MATÍAS

CR: Has pintado futbolistas y artistas que son de otro

situaciones de partido te demandan esa creatividad.

retiro? ¿Cómo fue pelear contra eso?

La verdad es que, cuando dejé de jugar, no sabía qué hacer. Sí quería seguir ligado al fútbol. Tengo hecho el curso de técnico y de representante, y doy una mano con el idioma ya que hablo inglés como el español.

Podía

recibir

llamados

para

alguna

traducción. La pintura se fue dando sola, tampoco es que estaba perdido o que estaba mal. Aunque es una transición para la que no te preparan, no es fácil de atravesarla

y

hay

muchas

dudas.

Estás

20

años

haciendo una cosa y, de un día para otro, no la haces más. CR: ¿Cómo te llevas con la libertad frente a un lienzo en blanco? ¿Tenes algún horario para pintar?

Es

muy

relativo.

detalles,

si

tengo

focalizar

toda

mi

Obviamente, otra

cosa

energía

en

depende

que la

hacer

de o

pintura.

los

puedo Por

lo

general, son días, semanas. También, depende del humor y la inspiración. Muchas veces, uno quiere pintar pero, si no tenes ganas, es muy difícil. Es medio difícil de explicar, pero pasa. Y en ocasiones me sucede que, durante un mes, pinto todos los días. Hay momentos en los que tengo que pintar y no me dan ganas, y otros en los que no y empiezo igual.

12 | CULTURA REDONDA

FONDATO

CR: ¿Sentís que la pintura fue un arma contra el


"MUCHAS VECES SE SUBESTIMA LA CAPACIDAD INTELECTUAL DE UN DEPORTISTA" CR: ¿Qué tipo de arte hacés? ¿Cómo lo definirías?

Fue una satisfacción muy grande, aún cuando me tocó

Te digo la verdad, lo que hago es buscar inconscientemente

entrar a cuentagotas en el equipo. Con la mayoría de los

un estilo. No tengo un pasado en el arte, lo mío es muy de

integrantes

autodidacta

otras

Habíamos jugado en inferiores en conjunto, más allá de que

pinturas, captar otras ideas, mezclarlas. No sé si tengo un

algunos chicos eran una o dos categorías más grandes.

estilo propio. Llega un momento en el que estoy pintando y

Muchos vivimos juntos en la pensión. Fue un gustito especial

me gusta, entonces me voy guiando mucho por eso. Se trata

haberlo

de una percepción personal. Me gusta mucho pintar caras,

perfecta entre gente de la casa y la experiencia que llegó a

tengo una especie de debilidad por las expresiones faciales,

potenciar todo, más el Tolo como cabeza de grupo. Además,

sus sombras, y captar una emoción. Eso es lo que más me

lograr un título con tu equipo después de diez años en

seduce cuando hago esto. Después, he pintado mascotas,

inferiores te deja sin palabras. Es impagable, lo mejor que

y

tiene

mucho

de

curiosidad.

Es

ver

coches, paisajes, pero si me das a elegir, es esto.

de

ese

compartido

plantel,

con

nos

ellos.

conocíamos

Se

trató

de

hacía

una

años.

mezcla

me ha pasado como jugador.

CR: Le diste una pintura a Raheem Sterling en su increíble

CR: Por ese tiempo, fuiste parte de las selecciones juveniles

fiesta de cumpleaños, le regalaste una pintura a Messi y

de José Pekerman. ¿Cómo se vivía aquel proceso del equipo

tuviste un saludo de Maradona cuando lo pintaste. ¿Qué

que también fue campeón?

grandes sorpresas has tenido desde que comenzaste?

Esos

momentos

uno

nunca

los

espera

y

van

cayendo

Tengo

grandes

recuerdos.

Era

chico,

tenía

15

años,

me

de

acuerdo que estaba en la pensión y vinieron a decirme que

casualidad. El saludo de Diego, conocerlo a Lionel a través de

estaba convocado. Uno en ese momento no toma la real

mi pintura, tener reacciones en el Instagram de Manu Ginóbili

dimensión de que se trata de la selección nacional. Después,

o Alessandro del Piero por obras que hice no para ellos, sino

compartí plantel con chicos que jugaron al más alto nivel y

para alguien que me las ha pedido. En otro momento, la

hoy conformamos un grupo de amigos. Te juntas, parece que

cuenta de San Antonio Spurs reposteó el retrato que hice de

los viste ayer y, por ahí, no nos juntábamos hace 15 o 20

Manu. Son cosas que se fueron dando y no te las esperas.

años. Es un gran recuerdo, una gran satisfacción, porque

Cuando son así y no son forzadas, tiene otro gustito y está

tampoco es fácil llegar a representar a tu país. Es una de las

bueno.

grandes posibilidades que me ha dado el fútbol de disfrutar,

CR: Saltando a tu carrera futbolística, ¿qué significó aquel

cantar

título con el Newell’s de Américo Gallego? Te consagraste con

buenísimo.

el

himno

y

representar

a

un

país

entero.

Está

el equipo del que sos hincha y cuando recién debutabas.

13 | CULTURA REDONDA

#SAYNOTORACISM


CR: Una vez dejaste Newell’s, pasaste por otros clubes sudamericanos y diste el salto a Europa. Más allá de lo futbolístico, ¿sentís que esos viajes te abrieron la cabeza para este presente?

Sí, totalmente. Siempre trato de aconsejar de que quien pueda viajar lo haga. Con el simple hecho de subirte a un colectivo, tren, avión, lo que tengas la posibilidad de hacer,

podes

conocer

diferentes

culturas,

otras

perspectivas de lo que es la vida. Empezas a entender otras cosas. No digo que esté mal quedarse en un lugar, pero de esa manera no tenes la posibilidad de ver cómo se vive en otros lados, aprender idiomas, costumbres o tradiciones. Siempre te enriquece, y a mí me ha servido mucho

para

conocer

gente

que

después

me

ha

encargado pinturas. CR: En la actualidad, ¿qué tipo de trabajo estás haciendo en el Newcastle? ¿Cómo llegaste al club?

Dejé de jugar y me llamó Fabricio Coloccini, que es amigo de toda la vida y nos conocimos en la selección juvenil. Viviendo en Newcastle, da la casualidad de que me

invitan

a

jugar

un

partido

con

el

staff

de

las

inferiores. La mayoría eran exjugadores y entrenadores, yo también había dejado de jugar e intercambiamos ideas. Ven que jugaste y se te acercan, te pones a hablar de fútbol, Argentina, Inglaterra, Maradona, Messi… Un día hablé con el coordinador de las infantiles, me invitaron a ser parte del proyecto y, de un día para el otro, me encontré trabajando en el club. De hecho, hoy está todo parado por la pandemia, veré cómo sigue ahora que vuelvo para allá. La idea que tienen es que, para junio o

competitivos?

El sistema es muy diferente al de acá. Hablo de Newcastle porque es lo que conozco, sé que otros lugares tienen otras posibilidades. Hasta los 18 años no tienen competición, no hay torneos y es un poco más recreativo. Sí juegan amistosos, pero no tienen esa competición a largo plazo y esa presión de los tres puntos, la dicotomía del perder o ganar, qué pasa si sucede tal cosa. Los chicos no llegan a eso hasta cierta edad.

Está

bueno

porque

se

puede

aportar

algo

para

cualquier edad formativa a partir de los 12 o 13 años, cuando el jugador ya empieza a tomar noción de su posición y qué les gusta. Siempre juegan para divertirse, pero a esa edad se empiezan a marcar algunas tendencias. Ya ves quién quiere hacer goles y quién quiere defender o ir al arco. CR:

Por

fuera

del

club,

¿en

qué

se

basa

tu

trabajo

de

acompañar a nuevos jugadores que llegan a Inglaterra para ayudar en su adaptación?

Es algo personal, no a través del club. Cuando llega a la ciudad un jugador argentino, brasileño, español o italiano, trato de dar una mano en los primeros meses. El objetivo es que

tengan

una

adaptación

porque

vivir

aquí

tiene

sus

cambios. Acá manejas del otro lado, las costumbres son distintas, llueve la mayoría de los días, en invierno es de noche a las 16:30 horas. No es un cambio fácil y es la parte que la gente no ve. Me gusta colaborar por ese lado.

julio,

se

retome

todo

tipo

de

actividad.

Igualmente,

depende de cómo se den las cosas.

"SON COSAS QUE SE FUERON DANDO Y NO TE LAS ESPERAS. CUANDO SON ASÍ Y NO SON FORZADAS, TIENE OTRO GUSTITO Y ESTÁ BUENO"

14 | CULTURA REDONDA

CR: Los chicos que entrenas, ¿juegan torneos recreativos o


#DIBUJEMAESTRO ¿Antes

te

habías

adentrado

en

el

mundo

de

la

representación? ¿Te interesó meterte en ese ambiente?

Allá había restricciones pero te daban un par de horas para

ir

a

entrenar,

entonces

podía

mantenerme

Nunca me metí de lleno. Siempre colaboré con algo, a lo

físicamente activo. Después, creo que uno también debe

mejor me llamaban para traducir o dar una mano a un

tener capacidad de adaptación. Soy consciente de que no

excompañero o amigo. No es que no me gusta, al contrario,

tengo familia, no tengo hijos, y en ese sentido dependía

me parece muy necesario. Aunque también pasa que hay

sólo de mí. Es muy personal pero, siendo sincero, me hizo

mucha gente que no está del todo capacitada y la profesión

muy bien.

está un poco mal vista. Soy consciente de que es un ambiente

CR: Ahora, ¿qué sigue? Volverás a Inglaterra y tal vez

en

vuelva

el

que

hay

plata

dando

vueltas

y

es

tentador.

Mi

experiencia como jugador me ha llevado a la conclusión de

la

competencia.

¿Tenes

algunos

pedidos

de

pintura por cumplir?

que es muy necesario, pero también hay que ver a qué tipo de

Tenía algunos pedidos acá y por eso estiré un poco la

agente nos referimos.

estadía. Volveré allá y tengo otros tantos. También

CR: ¿Has hecho también el curso de entrenador?

tengo otros proyectos a futuro relacionados con la

Lo hice allá, me queda un tramo final que debía hacerlo

pintura. En el tema fútbol, quiero ver cuándo se retoma

cuando empezó la pandemia y se pospuso. Seguramente lo

para

terminaré

tenido

colaborando con la adaptación de los jugadores, es algo

propuestas y las frené por una cuestión de que me gusta

que me gusta, me da placer y siento que estoy haciendo

terminar el curso antes. No quería empezar a trabajar y que el

algo que me hubiese gustado que me hagan a mí. Dar

estudio pase a un segundo plano. Prefiero terminarlo y, si

una mano, opciones. No soy de planear mucho a largo

llega a aparecer una posibilidad, analizarla con todo cerrado.

plazo, soy de vivir el presente y ver lo que viene.

para

tenerlo

e

ir

viendo

qué

pasa.

He

observar

qué

panorama

hay.

Además,

CR: En el último tiempo has vivido allá y acá, ¿cómo te trató la pandemia? ¿Qué podrías decir de las restricciones de un lado y otro?

La verdad, no me afectó mucho, al contrario. Este parate en cierta forma me hizo bien. Allá estoy acostumbrado a estar

@nicogalliari

solo o con un grupo de gente muy limitado, y me redescubrí. Tuve mucho más tiempo para focalizarme en la pintura, algo que siempre viene bien. Antes trabajaba mucho por encargue y ahora pensé en expandirme un poco más, tratar de que la gente pueda ver mi trabajo.

@nico92galliari

seguiré

15 | CULTURA REDONDA

CR:


POR AGUSTÍN CAPSALA

"Ah pero están locos. Bah locos, más bien enfermos", palabras de cualquiera al que le cuenten qué es el Atilio, un sistema que agrupa toda la historia del Nacional de Uruguay. 6129 partidos, 2092 jugadores, 115 entrenadores, 656 rivales, 162 títulos. Disfruto mi enfermedad podríamos decir pero mejor les contamos cómo surgió algo que cualquier hincha quisiera tener en su club.

En el Río de la Plata, por lo menos, el historiador del fútbol es ante todo un hincha más. Como vos y como yo. Pero con una paciencia y meticulosidad singulares. Tal es el caso de Federico Viana y Diego Urrutia, ambos integrantes de la Comisión de Historia de Club Nacional de Football desde el año 2016 y pilares fundamentales del equipo creador del Atilio, la plataforma web de datos y estadísticas que aglomera toda la historia del Bolso en un solo lugar. Lanzada oficialmente el 12 de marzo de 2021 -con motivo de la conmemoración del primer clásico disputado por el emblema Tricolor, Atilio García- la página web contiene 6129 partidos, 2092 jugadores, 115 entrenadores, 656 rivales, 162 títulos y muchísimo más. El Atilio es una verdadera maravilla de metadata futbolera en la que los 122 años de uno de los clubes más populares del continente se resumen en aproximadamente 200.000 registros informáticos. “Esto se fue, como quien dice, decantando. Cuando quisimos acordarnos nos dimos cuenta de que teníamos todo listo para hacer una página web”, comentó Federico con total naturalidad. Como si semejante trabajo de investigación y recopilación, de ajustes y desajustes, de rastreo de información y llamados telefónicos de lo más insólitos fuese cosa de todos los días. Y bueno, para él lo es.

16 | CULTURA REDONDA

EL ATILIO: LA HISTORIA AL SERVICIO DEL HINCHA

“¿Te acordás de aquel clásico? ¡El del gol del Chino Recoba de tiro libre en la hora! ¿Quién atajaba? ¿Cómo formó Nacional ese día?”. Seguro que te pasó miles de veces, con tu club o con cualquier otro. En alguna reunión, en un cumpleaños, en el laburo o tomando una birra después de un picadito 5 vs 5. La charla futbolera es una fija en cualquiera parte y es clave, más allá de internet, apelar a la buena memoria para recrear goles, partidos y equipos que dejaron su huella (u otros que no tanto). Sin embargo, bien sabemos que el fútbol tiende al infinito y la memoria nos puede fallar, entonces ahí es cuando emergen los héroes anónimos del registro: los historiadores.


17 | CULTURA REDONDA

“A VECES SENTÍA QUE AL CORTAR EL TELÉFONO CON ALGÚN EXJUGADOR O FAMILIAR HABÍA HECHO FELIZ A ALGUIEN CON MÍ LLAMADO”


GONZALO PÉREZ, FEDERICO VIANA, DIEGO URRUTIA, JUAN PABLO FLORES, LOS CEREBROS DEL PROYECTO

Partiendo con el Libro de Oro de Nacional como base (archivo histórico de tres tomos que cuenta con información hasta el año 1977), el archivo no publicado del historiador Héctor Sico y con distintos trabajos anteriores y posteriores elaborados dentro del club y por la Comisión de Historia, el Atilio fue tomando forma de manera voluntaria aunque casi por accidente. El proyecto en realidad nace, según cuentan ambos, como una herramienta de uso práctico. La idea que surgió en aquellas primeras reuniones en 2016 era la de tener una plataforma para buscar estadísticas sobre jugadores e historiales de partidos rápidamente, porque hasta el momento esa tarea se hacía de forma manual. Así fue como Diego, que además de fanático del Bolso es ingeniero en sistemas, encontró la beta para hacer lo que mejor sabe hacer en servicio del club de sus amores: “Viendo toda la información que teníamos disponible, yo por dentro pensaba que lo podíamos hacer. Federico ya había confeccionado en un trabajo previo un listado con todos los jugadores que pasaron por Nacional en su historia, basándose en las memorias y balances de la institución. El comienzo fue consolidar todo ese archivo que contenía datos como apellido, nombre, apodo, fecha de nacimiento, años en los que cada jugador estuvo en el club, etc. En función de ese listado empezamos a diseñar el software”. ¿Pero cómo se fue desarrollando este trabajo que se prolongó por un período de cinco años hasta su presentación al público general? Lo primero y principal fue cumplir con esa necesidad de tener lista la calculadora con los más de 6000 partidos ingresados, trabajo que Diego Urrutia se encargó de hacer por sus propios medios y le llevó un tiempo estimado de unos nueve meses. La versión inicial, cuenta el desarrollador del sistema, fue una aplicación de escritorio bastante fea visualmente, pero útil para poder organizar información y por qué no brindarla a los medios y a la prensa, por ejemplo, en las previas de cada encuentro de Nacional. Esta app tampoco contaba con ningún tipo de información de los equipos rivales, tarea en la que se profundizaría más adelante.

De esta manera, mientras Diego se encargaba de avanzar con la parte técnica, Federico continuaba recabando información para darle forma a su sueño: “En su momento era un anhelo mío hacer una especie de catálogo o enciclopedia para consultar por todos los jugadores de Nacional. Creo que en total habré hablado, más o menos, con unos 400 o 500 jugadores y con entre 50 y 60 familiares que me fueron ayudando a crear una telaraña de datos”, admitió. Pero las mejores enciclopedias también tienen imágenes y el proyecto empezó a tomar color con la recopilación de fotos de cuanto jugador Tricolor apareciese por delante: “Una vez que estaba avanzada la carga de los partidos, le propuse a Diego poner una foto de cada jugador en la aplicación. Yo ya tenía en ese momento unas 800 fotos que iba sacando de internet, escaneando de revistas, de diarios o fotos impresas que iba consiguiendo a través del contacto con jugadores y familiares. Hasta que en un momento determinado Diego me muestra una nueva versión web con todos los partidos, por un lado, y una pestaña con todos los jugadores ordenados alfabéticamente con las fotos que habíamos conseguido, por otro”. Ya estaba todo encaminado. En este punto fue fundamental la colaboración del fotógrafo de la institución, Juan Pablo Flores, quien aportó lo propio con la edición de las imágenes más antiguas para mejorar su calidad y darle una línea estética al producto. A su vez, Gonzalo Pérez también integrante de la Comisión y especialista en lo que refiere a los títulos del Club Nacional de Football- participó en la creación de un apartado que detalla el palmarés de este gigante del continente sudamericano. Afirmaría, sin miedo a errar, que posiblemente una de las cosas más lindas de los clubes como los conocemos por estos lares sea el encanto de concebirlos como hechos por la gente, por sus socios e hinchas. En Sudamérica, y en especial a la vera del Río de la Plata, esta pertenencia está marcada a fuego y me parece importante destacar que detrás de la marea del Big Data del Atilio también hay personas. Sí, personas que gracias a esta invención se han alegrado o emocionado hasta las lágrimas, quizás por el simple hecho de sentirse parte de algo más grande. Piezas del rompecabezas de un club centenario. “A veces sentía que al cortar el teléfono con algún exjugador o familiar había hecho feliz a alguien con mí llamado”, dijo Federico Viana con total orgullo al hablar de cada historia que se le venía a la cabeza. Y agregó: “Fue un poco el espíritu de todo esto. Que hubiera un lugar dentro del club en donde se hiciera un reconocimiento a todos los artífices de Nacional, sin importar si habían jugado un partido o 500”.

18 | CULTURA REDONDA

"Habré hablado, más o menos, con unos 400 o 500 jugadores y con entre 50 y 60 familiares que me fueron ayudando a crear una telaraña de datos”


"EL ATILIO ES COMO UN HIJO" En cuanto a las curiosidades, el Atilio está sobrado de ejemplos llamativos, como el curioso caso de Petronilo Acosta. Futbolista Bolsilludo durante la década del 50, lo hallaron en Guatemala a través de un llamado telefónico a un restaurant mientras buscaban a otro jugador, Carlos Castelli, quien había disputado tan solo un amistoso ante Bella Vista de Paysandú en 1964. O también caso el de aquel director técnico en Jordania, que en su momento había llegado a vestir la casaca Tricolor en una oportunidad en los años 80.

Así fue como de pronto toda la comunidad de una institución trascendental para el deporte y la sociedad uruguaya se encontró – gracias a un par de locos– embarcada en la titánica tarea de recordar y reconstruir para siempre cada pasito de su historia. “Como siempre digo, para mí ‘El Atilio’ es como un hijo y todos los días lo veo y pienso en qué se puede mejorar, por más que sea un mínimo detalle”, aseguró Diego con un tono paternal, al mismo tiempo que reflexionó sobre cómo esta labor significa una ventana hacia el exterior para Nacional: “La plataforma para nosotros es también un modo de atraer al mundo hacia Nacional, porque cualquiera que entre a Google puede buscar información sobre un jugador y encontrarse con ‘El Atilio’”. En este sentido, ambos historiadores coinciden en su intención primordial de poder dejar algo para Nacional. Una huella que realmente valga la pena, para que su labor en el club de sus vidas no quedase reducido únicamente a ocupar una silla en las oficinas del Gran Parque Central. Y por supuesto, lo lograron.

@aguscapsala

@AgustinCapsala

19 | CULTURA REDONDA

La recepción por parte del público fue todo un éxito no solo entre los hinchas, sino también entre los aficionados del fútbol en general y particularmente por parte de los historiadores y directivos de otras instituciones. La plataforma, que fue presentada en redes por el propio Presidente del C.N. de F. José Decurnex, reactivó un espacio de diálogo e intercambio de datos entre clubes, ya que en el Atilio fueron publicados datos inéditos que no estaban incluidos en publicaciones previas. Asimismo, otro efecto logrado con el lanzamiento fue que se acercó y se sigue acercando nueva data al club montevideano, ya sea por motu propio de exjugadores y allegados o bien por trabajos, reportes o correcciones de otros historiadores que sirvieron y aún sirven para seguir puliendo este fenómeno virtual que está próximo a cumplir dos meses desde su descubrimiento. Cabe destacar que en medio de la pandemia y con la dificultad que hoy atraviesan los clubes en brindar nuevos espacios o servicios para sus socios por fuera de la asistencia al espectáculo deportivo, la aparición del Atilio fue un estallido en las redes sociales del Bolso. De acuerdo a Martín Sarthou, Gerente de Comunicaciones del club, esta iniciativa ha sido el mayor hito extra deportivo del año superando todo tipo de expectativas.


Por Juan Podesta

Mostar es una ciudad sitiada y dividida en dos. El puente divide la zona occidental, habitada por croatas católicos, de la oriental, en donde residen bosnios musulmanes. La modernidad contrasta de un lado con las heridas de guerra del otro. El club homónimo del argentino es símbolo del este, con dos copas yugoslavas en su haber. Pasa y conoce su historia de terror y resurrección. A 11600 kilómetros del estadio José Amalfitani, en la sitiada pero pintoresca ciudad de Mostar -Bosnia y Herzegovina-, se encuentra la nueva casa del “otro Velez”, el Vrapcici, sede actual del llamativo club Velez Mostar. Su verdadera casa ha sido derrumbada por el odio, el peor de los venenos que se esparce en seres humanos sin alma. La interesante historia de la ciudad, con sus conflictos sociales, culturales y religiosos a flor de piel, dispara un sinfín de sucesos que deben ser contados y que explican de cierto modo el porqué de una actualidad con paz relativa, en la que el fútbol siempre saca a relucir su verdadera importancia. Allí, en esa ciudad partida literalmente en dos, Velez Mostar engloba a una gran cantidad de fanáticos que expresan su ideología dentro del club como modelo de vida. Cuando uno se pone a investigar por plena curiosidad si hay algún club de fútbol alrededor del mundo con el mismo nombre que el que es hincha, y encuentra que en una recóndita ciudad de Bosnia y Herzegovina existe tal equipo, no puede dejar de preguntarse por qué se llaman exactamente del mismo modo. Quizás haya alguna conexión histórica, tal vez se trate de algún homenaje, o simplemente una coincidencia del destino. En esta oportunidad, la opción que cabe es la última, ya que el Fudbalski Klub Velez Mostar debe su nombre a un monte homónimo en las afueras de la pequeña y atractiva ciudad. Esto quiere decir que el paralelismo con “nuestro Vélez” no es otra cosa que una circunstancia provista por el mero azar: no coinciden los colores (azul y blanco vs rojo y blanco), tampoco su palmarés, ni siquiera es sencillo encontrar un punto de conexión entre ambos clubes. Sin embargo, lo que las paredes agujereadas y puentes colapsados tienen para contar de esta ciudad bosnia-croata es digna de unas líneas, muy a pesar de aquellos que pensaban que aquí rememorarían goles de Chilavert y el Turco Asad.

No fue hasta el año 2000 que ambos equipos se enfrentaron nuevamente de manera oficial. ¿Por qué? Básicamente porque desde los inicios de la guerra en 1992 hasta ese año, cada club jugaba en una liga distinta. Existía la liga de equipos croatas, la de equipos serbios y la de equipos bosnios, todo esto dentro de un territorio de tan solo 51.200 kilómetros cuadrados (para que tomen dimensión, Argentina cuenta con una superficie de 2,78 millones de km2). La Guerra de los Balcanes fue y es un tema digno de análisis para una nota propia, pero a grandes rasgos, hasta que finalizó el conflicto bélico en Bosnia, Velez jugaba en la Premijer Liga (que vendría a ser la Liga oficial de Bosnia), mientras que Zrinjski participaba de la Primera Liga de Herzeg-Bosnia (disidentes croatas). Hasta 2016, Velez Mostar se paseaba por todo el país jugando en Segunda División, por lo que el ascenso en aquella temporada no solo llenó del algarabía a los miles de fanáticos (cabe aclarar, no solo de Mostar) sino que también confirmó la recuperación absoluta del clásico ciudadano. Hoy en día, ambos están en la Premijer Liga de Bosnia y Herzegovina y permanecen a tiro del título que defiende con uñas y dientes el FK Sarajevo, equipo de la capital y más importante en la actualidad. Los equipos de Sarajevo suelen monopolizar el fútbol bosnio, aunque de a poco determinados equipos del interior, como los dos de Mostar, se animan a hacerles fuerza. Pero volviendo un poco a la historia de Mostar, es imprescindible mencionar la importancia del río Neretva, que con unos pocos metros de ancho es capaz de dividir a la ciudad en dos. La parte occidental croata cuenta con edificios modernos, shoppings, bares nocturnos y ferias pintorescas, y con tan solo cruzar el famoso puente Stari Most (demolido en los años 90 por las fuerzas croatas), se llega a otra dimensión, otra cultura, otra forma de vida, otra religión.

20 | CULTURA REDONDA

El otro Velez

Mostar es una ciudad en la que viven poco más de 120 mil habitantes, la misma cantidad que si se agrupan los barrios porteños de Liniers, Villa Luro y Floresta, y la primera particularidad que presenta es que en ella conviven la misma cantidad de bosnios (musulmanes) que de croatas (católicos). Decir “conviven” en realidad es un tanto erróneo, ya que como se menciona antes, la ciudad está partida en dos: del lado occidental del río Neretva se encuentran los croatas y del lado oriental, los bosnios. Velez Mostar pertenece a la parte bosnia musulmana, mientras que su clásico rival, el Zrinjski Sports Club Mostar, se encuentra del lado occidental y comprende en su gran mayoría croatas. Los escudos por sí solos ya vislumbran algunas diferencias, puesto que en el de Velez predomina el rojo y blanco con una estrella roja, mientras que en el del Zrinjski figura una bandera croata en el centro. La “pica” entre ambos clubes es tremenda desde el año 1922, año en que se fundó Velez, sin embargo en el medio de la guerra su estadio –el Bijeli Brijeg- quedó devastado por las fuerzas croatas, que para colmo tuvieron el tupé de reconstruirlo y adjudicárselo al clásico rival. De todas formas, sería injusto contar solo una parte de la historia, puesto que el Zrinjski durante la época comunista yugoslava fue borrado del mapa hasta la disolución definitiva.


2 3-1

Copas de Yugoslavia son los únicos títulos que ganó

El triunfo más importante de su historia cuando vencieron al Dínamo de Zagreb

21 | CULTURA REDONDA

120

Mil habitantes son los que tiene Mostar, allí conviven la misma cantidad de bosnios (musulmanes) que de croatas (católicos)


#EquiposZurditos #EquiposZurditos #EquiposZurditos Es asombroso cómo con tan solo hacer 30 pasos las pintadas en las

Retornando a lo que Velez Mostar representó para el fútbol local, es

paredes cambian de líder político o de equipo de fútbol, la

preciso señalar que a lo largo de su historia, y desde su creación gracias

arquitectura se ve más devastada, los orificios en los muros continúan

a un grupo de obreros de izquierda, la institución cuenta con solo dos

formando parte de la historia viva y los ciudadanos utilizan otras

copas yugoslavas en los años 1981 y 1986, pero nunca pudo ser

vestimentas, comen distinto, rezan distinto, viven distinto. Son dos

campeón de un torneo de Primera División, aunque en contadas

ciudades prácticamente divergentes, en donde el lujo y la vulgaridad

ocasiones coqueteó con la hazaña quedando en segundo lugar. Sin

dicen presente, en donde el orden y la limpieza de un lado se contrastan

embargo, en los años '60, '70 y '80, décadas previas a la hecatombe,

con el polvo y los escombros del otro.

Velez supo formar equipos competitivos que le hicieron frente a pares de las ligas más importantes de Europa. Coincide también que los '80 son

Hoy en día es difícil pensar en la concordia de ambos pueblos, ya que

los mejores años para Bosnia, por ejemplo con la organización de los

aún quedan vestigios de la guerra que sacudió a los Balcanes -y

Juegos Olímpicos de Sarajevo en 1984, o bien con varios equipos bosnios

especialmente a Bosnia- entre 1992 y 1995. El resultado de este

disputando finales de copas yugoslavas. Velez Mostar supo laurear su

enfrentamiento ni siquiera reviste la posibilidad de emparentarlo con un

institución en dos oportunidades: primero en 1982, cuando vencieron al

clásico de fútbol: cerca de 100 mil muertos, en su mayoría bosnios

Zeljeznicar de Sarajevo (dos equipos bosnios en una final sin croatas ni

musulmanes, como saldo de una historia cruenta que aún hoy se vive a

serbios, quienes solían comandar en el fútbol yugoslavo), y luego en

flor de piel. Si la suerte te acompañaba en algunas de las redadas

1986, cuando le ganaron nada menos que al Dínamo de Zagreb por 3-1 y

croatas siendo bosnio, quizás podías evitar la muerte mas no así el

fue así el triunfo más importante de su golpeada historia.

desamparo. Un caso así sucedió con el reconocido futbolista Meho Kodro, que nació en Mostar y jugó en Velez hasta que tuvo que huir al

La vida de Velez Mostar estuvo y está plagada de sinsabores de

país vasco. Allí recompuso su carrera jugando en Real Sociedad y,

cualquier índole: desaparición de su estadio, secesión, descensos,

luego, nada menos que en el Barcelona. Coincide que por esos años

guerra, terror, y la lista no acaba más. Pero es tiempo de nuevos

negros para la ciudad y por definición para Velez Mostar, nuestro Vélez

horizontes y hacia allí apuntan dirigentes e hinchas, que avizoran un

vivía los años más gloriosos de su historia, en los que cosechó nada

futuro más que alentador. La tensión está, claro, no es fácil vivir en

menos que la Copa Libertadores y luego la Copa Intercontinental de

Mostar, pero, ¡mirá si un bosnio no va a estar preparado para luchar!

1994 de la mano de Chilavert, Bianchi y compañía. No será tarea

Por lo pronto, desde nuestra sección de #EquiposZurditos, podrán

sencilla encontrar dos situaciones más incompatibles en la historia

seguir de cerca la actualidad de este maravilloso club. Zdravlje! Salud!

desde

que

se

fundaron

ambas

instituciones

que

las

que

transcurrieron por esos años.

Por suerte, hoy en día la ciudad recibe a cientos de turistas que se agolpan en el Stari Most para ver a algunos forajidos hacer saltos ornamentales desde el punto más alto, visitan los shoppings de un lado y

se pueden dar el lujo de ver algún partido de los dos equipos representativos. Si bien en los '90 transcurrieron los años más oscuros, hoy al menos se puede vivir de forma pacífica y Mostar no es solo noticia por derrumbes de mezquitas y escombros en las calles. Eso sí, cada uno de su lado. Hace no mucho tiempo, la empresa Red Bull organiza allí el evento “Red Bull Cliff Diving”, práctica similar a la referida, solo que con formato de competición oficial, hecho que representa la llegada de una gran cantidad de turistas. Mostar necesita más que nunca que todos conozcan su historia, pues no hay nada que ayude más a recomponer el presente que hacer un revisionismo del pasado, y cada nuevo turista que llegue a esa zona entenderá qué sucede en carne propia y podrá (si es que le interesa) sacar sus propias conclusiones.

@juanmpodesta @Podestajuanm

22 | CULTURA REDONDA

las mezquitas del otro, compran recuerdos en ferias artesanales y hasta


"Los europeos aman el romanticismo del fútbol argentino" Por Facundo Mirata

Recorrió seis años la Argentina y Sudamérica, se fascinó con la forma de sentir y de respirar fútbol que se vive por estos pagos y cuando regresó a su tierra desmenuzó todo eso en un libro, Tears at La Bombonera, que mezcla a la redonda con cultura, política e historia. Conozcan a Christopher Hylland, un noruego muy inglés que por momentos es más argentino que el mate.

“Ahora prefiero ir a la cancha para vivir y no solo para ver fútbol”

“Mi primer viaje fue en 2009, pero me volví a Inglaterra. Soy medio noruego e inglés. Siempre soñaba con volver. Por eso regresé en 2003. Bah, me mudé. Pasé a vivir en Buenos Aires, pero nunca pensé en escribir un libro hasta que volví a Noruega en 2019. Estaba escuchando un podcast que se llamaba Outside Write. Ahí había un inglés que trabajaba en una fábrica y toda su 'guita' estaba invertida en ir a ver clásicos. Escribió un libro sobre eso y ahí pensé que yo había visto muchos partidos en América del Sur. Conocí muchas canchas, vi muchos clásicos en Argentina, Colombia o Perú. Pensé en intentar escribir algo sobre ese primer Superclásico que vi, que fue en marzo del 2014. Igual, no estaba pensando en un libro, pensaba en escribir algo de 2000 o 3000 palabras y ponerlo como blog para que lo lea la gente. Empecé y me di cuenta que tenía como 20.000 palabras y no solamente del partido. Cómo conseguir una entrada, cómo vivir en Argentina, todas las cosas culturales que viví. Les mandaba esas notas a las editoriales en Inglaterra y un año después tenía unas 100 mil palabras: un libro”, nos contó Christopher desde la capital noruega en un español perfecto y que hasta mezcla cositas del lunfardo bien argentino.

23 | CULTURA REDONDA

“No soy gringo, soy vikingo”, el relato de Christopher Hylland está marcado por sonrisas, emoción, pasión, realidad, locura y un amor a la pelota que a él mismo le cuesta describir: “Ahora prefiero ir a la cancha para vivir y no solo para ver fútbol”. Nacido en Oslo, Noruega, criado en Brighton, Inglaterra, este fanático del Arsenal inglés vivió seis años en Argentina y absorbió muchas de las costumbres argentas. El mate, el asado y la “birra” abundan en sus recuerdos, unos que están marcados a fuego por aquel día que lloró en la Bombonera en un Superclásico. Sí, un noruego/inglés a moco limpio gracias a la posibilidad de ver un Boca-River, y de eso trata el primer capitulo de su libro Tears at La Bombonera (lágrimas en La Bombonera), un relato que cuenta su recorrido por las distintas canchas del fútbol argentino y sudamericano que no solo habla de la pelota, sino que es una aventura viajera, cultural y de historia.


Tears at La Bombonera

Christopher Hylland y su pasión por el fútbol sudamericano Es finales de marzo y tuvimos que amoldarnos a la diferencia horaria, en Argentina son las 10 de la mañana y allá son las 14 hs. ¿Horario para el mate? Puede ser y en ambos lados de la pantalla se observa un termo y la bombilla, que durante una hora va y viene. Pero… ¿Por qué ese llanto en el Alberto J. Armando?: “Es como si hubiera sido mi primer partido con cinco años. El ambiente, las canciones, la locura en la Bombonera llegó a un nivel de 10 y pensé que no se podía más después del gol de Riquelme de tiro libre, pero cinco minutos después estábamos en 12 o 13. Estaba solo y no podía hablar con nadie. No tenía nada para grabar, entonces tuve que vivirlo. Había magia y cosas inexplicables. Fui sin entrada y me estaba por volver a mi casa, pero conocí a alguien en la calle y me vendió una. Un partido de fútbol no son 90 minutos. Intenté ponerle palabras a eso, pero es muy difícil”. Para los poco memoriosos, el clásico que vio Hylland fue el del “Ramirazo”, donde el Millonario le ganó 2-1 al Xeneize gracias a los goles de Manuel Lanzini y Ramiro Funes Mori; el descuento por supuesto lo hizo Román. “El libro empieza con lo que viví en el Superclásico, pero no fue la primera cancha a la que fui. Llegué pensando en hacerme hincha de Arsenal de Sarandí por ser hincha del Arsenal y mi idea era ir a su cancha. Llegué a Buenos Aires un miércoles y había un partido el viernes. Mi idea era ir y la gente me decía: ‘mejor quédate en casa. La cancha queda lejos y no hablas castellano’. Un amigo hincha de Arsenal me invitó a tomar una 'birra' y a ver el partido en su casa. Era mejor esperar un poco para ir a la cancha porque solo tenía dos días en Argentina”, nos relató este fana de los Gunners entre cebada y cebada. ¿De dónde sale ese amor por un fútbol que para más de uno es un feo espectáculo? La realidad es que Christopher jamás lo une con un “show”, sino todo lo contrario: “El futbol argentino y de América del Sur nos hace acordar a un fútbol antiguo o del pasado. De los '80 en Inglaterra. No conocí el fútbol inglés de antes. Soy hincha del Arsenal y ahora tenemos una cancha grande, pero no es Highbury. Vendimos un poco el alma. Los precios aumentaron un montón. En Argentina no tienen la presión de convertir todo en plata, en algo capitalista. La manera en la que la gente está en la cancha es como el fútbol antiguo. Los europeos aman ese romanticismo”. En Europa existe una moda que por estos pagos es poco conocida y se hace llamar groundhopper, saltamontes en inglés, aunque poco tiene que ver con ese insecto. La idea es conocer estadios y en una especie de álbum de figuritas ir tachando los que te faltan por visitar. “Muchos se asombran de la cantidad de canchas que hay en Buenos Aires. En Colombia, en Perú o en Brasil también pasa. No todos tienen su propia cancha.

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"En Argentina no tienen la presión de convertir todo en plata, en algo capitalista" En Buenos Aires, solo en CABA hay como 45 canchas. A la gente le fascina hacer groundhopper. Los alemanes y holandeses son locos para eso. Iban a hasta tres canchas en un día. Conocí un danés que viajaba por América del Sur y conoció 65 canchas en seis meses. Después de que lancé el libro me di cuenta de que a la gente de acá le interesa el fútbol argentino. En Twitter hay páginas vendiendo cosas, por ejemplo, de Maradona. De los equipos de Argentina, no solo de Boca o River. Hay hinchas de Argentinos Juniors viendo partidos a las 12 de la noche. A la gente de acá le fascina el fútbol de allá”, nos tiró este noruego de 36 años y estamos por empezar a coleccionar figuritas. Sobran los prejuicios en este mundo y cómo no tenerlos en un país que no conocés, donde las noticias probablemente siempre sean negativas, sin embargo: “Los mismos argentinos me decían que no tenía que ir a La Boca. No fueron ‘gringos’ o mis prejuicios. La gente me decía ‘no tenés que ir a ese barrio’. Entiendo que todos tienen sus experiencias y por eso están un poco fatalistas. Estoy generalizando, pero muchos son pesimistas. Por eso, las primeras veces, por ejemplo, dejaba el celular en casa para sentirme que no perdía tanto si algo pasaba. Me cuidaba. Tuve suerte porque Buenos Aires es un lugar muy europeo. Jugaba al futbol con chicos de Alemania o de Francia, que estaban en Argentina antes que yo. Siempre tenía una red para ayudarme a conseguir entradas. Casi nunca fui a la cancha solo”. “Rompí el miedo de un ir poco más lejos cuando alguien me invitó, porque, por ejemplo, no sabía conseguir una entrada. Un amigo me invitó a Arsenal, consiguió una entrada y fuimos. Conseguirla no es fácil. No es como comprar por internet. Había que hacer colas en las canchas y yo trabajaba, no tenía tiempo. Tardé dos años, más o menos, en aprender el idioma y eso me ayudó mucho. Igualmente, nunca me pasó nada en los seis años que estuve yendo a canchas. Me robaron cuando volví a Londres yendo a la cancha del Tottenham. Todas las ciudades son peligrosas, pero América del Sur tiene mala fama, ya que hay mala gente en cualquier lado. Siempre me recibieron bien en las canchas y más cuando aprendí el idioma”, nos dejó picando Hylland y la opción de cambiar un poco la forma en que vemos y pensamos nuestra sociedad está en el aire.

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"El problemas es que vi muchos 0-0 y el gol es el orgasmo del fútbol"

La historia o las historias que rondan alrededor de muchos clubes suelen ser una incógnita para muchos de los hinchas argentinos y mucho más para alguien que viene de afuera, pero Christopher intentó ir un poco más allá: “Una parte es el contexto en el que viví. El contexto político. Fui a Defensores de Belgrano al costado de la ESMA y había una pintada del rostro de un desaparecido, así que había que escribir de la dictadura, porque hay gente que no sabe lo que pasó. Ese rostro pintado tenía un significado. Eso es importante en todos lados. Cosas culturales también, historias de Racing o de Boca. Ahí fue importante la lengua. Viví con dos argentinas, una cuando no hablaba castellano y otra cuando sí. Ahora tengo amigos de Morón, porque con un amigo irlandés fuimos a ver un partido ahí. Estuvimos charlando en inglés y unos hinchas nos preguntaron de dónde éramos. Nos invitaron a un asado y a tomar birra. Nos recibieron muy bien. Vimos una pintada de un hincha que murió y unos días después me fui a hacer un tatuaje a Haedo. Charlando, el tatuador me contó que conocía a ese muchacho que murió. Sabía sobre las muertes en el fútbol argentino, conozco la ONG Salvemos al fútbol, pero charlar con ese amigo fue como más real. No fue una foto más, fue la historia de una persona, de un grupo de amigos. Un hijo. Fue una casualidad, pero siempre voy a recordar la cara de ese hincha”. “Cerca, Rosario siempre estuvo cerca”, reza la canción de Fito Paez y hacía allí también se dirigió nuestro amigo: "Llegando a Buenos Aires, unos amigos argentinos me dijeron que el clásico rosarino era más que el Superclásico.

Nosotros venimos con la idea de que el Boca-River es lo máximo, pero llegas allá y te dicen que hay algo más grande. Tal vez más por el espectáculo de la cancha. Conocí la cancha de Newell’s y una de las últimas canchas a las que fui, fue la de Rosario Central. Es una locura. También conocí el clásico cordobés, pero fue un partido amistoso en 2016. Amistoso entre comillas. Salió 1-1 y no sabía que iban a penales. Entonces me fui y después afuera cada 30 segundos escuchaba que gritaban ‘gol’ jajaja. Por eso me gustaría volver a ver ese clásico. Allá no hay amistosos igual. Fuera de Buenos Aires no nos llama tanto la atención porque no conocemos mucho los equipos, pero es un error mío/nuestro”. La ronda virtual de mates llega a su fin, seguro hubiera seguido si cambiábamos la yerba, pero hay una pregunta final que es clave: ¿Qué no le gustó del fútbol argentino? “El nivel del fútbol profesional es un poco bajo, pero ni en la Premier League hay garantía de espectáculo. Allá los mejores jugadores se van temprano, pero eso también pasa en Noruega. La plata maneja todo. El problema es que vi muchos 0-0. Aprendí a hablar y a leer en castellano gracias a Eduardo Galeano y su libro El fútbol a sol y sombra. Me encantó que eran cuentos cortos. Los leía y después buscaba las palabras que no conocía. Y él decía que los goles son el orgasmo del fútbol”. ¿A mi solo me sucede que pienso que Christopher Hylland nos entendió de pies a cabeza?...

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"Había que escribir de la dictadura, porque hay gente que no sabe lo que pasó"


Por Nicolás Galliari

Tomás Felipe no lo pensaba demasiado, rebatía la pregunta con inmediatez y la voz pesada. “¿Y qué es llegar?”. Él, acaso el último símbolo del romanticismo, había sido feliz en el lugar que quiso, donde se sintió como uno más y disfrutó de jugar a la pelota. Con el paso de los años, dejó de ser solo el ídolo de Central Córdoba, el club de barrio Tablada, para ser de todos. Trascendió fronteras desde Rosario. Se transformó en una marca cultural de la ciudad y su figura se hizo conocida hasta traspasando el charco. Es por eso que la pregunta surge instantánea. Su leyenda es de todos, pero ¿qué significó el Trinche Carlovich para un hincha del equipo charrúa?. “El Trinche es la continuidad de Gabino Sosa y Vicente De la Mata, del Toro Aguirre, Indalecio López, contemporáneo a Mainoni y el Bocha Forgues. Es la continuidad de una línea histórica del club, esa que representó cabalmente aún sin haber nacido en él. El estilo del potrero”, dijo Julio Rodríguez, historiador del club que vio brillar a Carlovich. Y se pregunta qué representa ese estilo. “Es la gambeta, la picardía del rosarino, el jugar a un pase. Hay un montón de futbolistas rosarinos que tienen esa clase, es la escuela del fútbol de esta ciudad. Y él, dentro del club, lo representó”, destacó.

Rosario es una ciudad con alma de pueblo que, aún con el paso de los años, mantiene un aroma que la hace diferente y una pasión por el fútbol que rara vez se respira en otra metrópolis. El talento ha emergido hasta debajo de un ladrillo y el hilo de grandes cracks es inacabable. Rodríguez dice que hoy en día es más difícil encontrar este tipo de jugadores que, con sentido de pertenencia, han dejado una huella indeleble en el club. “Por eso, el Trinche significó tanto este último tiempo”, esgrimió. Crack de fina estampa, andar cansino en la cancha y una calidad extraordinaria, Carlovich desplegaba su andar por el césped de Virasoro y Juan Manuel de Rosas. “Son raptos de magia de algunos futbolistas y tarda mucho para que se repita”, analizó el historiador rosarino. El ‘5’ era un hombre que jugaba por puro sentido lúdico, no le interesaban las grandes marcas. De hecho, cuando se lo entrevistaba más acá en el tiempo, huía a las comparaciones con grandes jugadores y especificaba haber sido rodeado por grandes compañeros. “Qué voy a ser como Maradona yo… Tal vez se dio por el estilo de uno, el zurdo siempre parece que fuera distinto a los demás”, me dijo una vez fuera de su casa en calle Guatemala. Durante los últimos años, era común verlo pedalear por las calles y llevarse el saludo cariñoso de la gente. Incluso de niños que han escuchado del mito de la manera en que se propagó, de boca en boca. Pero el Trinche no le daba mucha trascendencia a los grandes partidos que jugó. Por ahí, ni siquiera los tenía en su memoria. “Él no recordaba mucho los partidos, los ascensos. No te decía ‘me acuerdo el partido que le hice tres goles a Tristán Suárez’, no tenía idea. No se acordaba, yo por ahí le decía ‘no, fue con Almagro’, y él me respondía ‘ah, sí, puede ser’, pero era a cuentagotas”, explicó Julio, y relató que la primera vez que lo vio le llamaron la atención sus enormes pies. “Nos atendió descalzo, con un jean y una chomba Lacoste”.

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Se cumple el primer aniversario de aquel robo que nos dejó sin un gran ídolo popular. Charlamos con Julio Rodríguez, historiador de Central Córdoba y quien conoció de cerca a Tomás Felipe Carlovich, el crack que fue la prolongación de una escuela. Sus días dentro del club y la revolución que generó en otros lares.


“Investigando la historia, empecé a unir los lazos que construyen la línea histórica del club de todas las épocas: tener muy buenos jugadores, aunque él no haya salido de Central Córdoba, y que sea una continuidad del buen fútbol”, expresó. Además, señaló que, por entonces, los medios de comunicación no le daban la relevancia de hoy al crack, si bien destacaban su juego. “Era un jugador reconocido, pero dentro de un esquema de un gran equipo. No era la figura individual, era una figura dentro de una estructura”. También, explicó que aquel partido en que la descosió siendo parte del combinado rosarino ante la selección argentina del ‘74, no tuvo un lugar muy importante en la agenda pública. El mito se agrandó con los años.

Es en aquel ‘74, cuando Central Córdoba gana la zona norte de la Primera B y se halla cerca de un retorno a Primera que no fue, que los diarios empiezan a hablar de Carlovich y que es convocado para aquel amistoso contra el equipo que se preparaba para el Mundial. Por entonces, el equipo jugó el cuadrangular final y, en el primer partido, igualó 1-1 ante Unión, con goles de Carlovich y Leopoldo Jacinto Luque. El Trinche había llegado dos años antes al club, sin renombre y bajo la condición de una prueba ya que era de la ciudad. Luego, debutó siendo ‘9’ y anotó dos goles. Con los años y merced a su calidad con la pelota en los pies, retrasó su posición y fue el mediocampista central, acompañado de dos grandes jugadores: Mainoni por derecha y Cassinerio por izquierda. Adelante, el goleador Fachetti o su reemplazante, el Bocha Forgues. Bajo un toldo que protege de la llovizna en un bar de la esquina rosarina de Mendoza y Francia, Rodríguez dibujó líneas históricas en el aire y se asombró cuando rememoró cómo un jugador puede haber alcanzado semejante renombre cuando casi no existen videos y hay muy pocas fotos. “El documental de Informe Robinson que se filmó en 2011 fue una revolución, con mucha gente de Europa. Era una locura total, porque no había registros fílmicos. ¿Cómo puede ser que personas de Europa se enamoren e idolatren tanto a un futbolista sin haberlo visto?”, se sorprende y entusiasma. “¿Qué puede tocar en el nervio de la gente, más que nada de los europeos, de la historia de él? Fue muy impactante”, recordó.

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“Descubrí su historia de grande, de adolescente, por medio de vecinos que lo habían visto jugar en el ‘82, cuando el club asciende a Primera B”, contó Rodríguez. Dice que la figura de TFC se empezó a hacer conocida para el gran público por una nota que publicó la revista Mística, allá por el año 2000. Conocía la “prehistoria del club”, como él mismo dice, los días de Sosa o De la Mata. Quedó obnubilado con la historia del Trinche y se comprometió a averiguar más. Visitó hemerotecas, quedó impactado por aquella camiseta con la publicidad de Paladini y leyó cuanto artículo se podía ver en las amarillentas hojas de diarios viejos. Encontró una nota de El Gráfico, otra entrevista del diario rosarino La Capital y así, para cuando se cumplieron 20 años del título del ‘82, ya tenía muchos recortes acumulados.


TRINCHE ETERNO O QUE QUERÍA ERA J PORQUE, AL IGUAL Q FUE CRIADO DE ESA GENERACIÓN IRREPE

En paralelo, hizo una pausa y viajó a los días en que, junto a otras personas que trabajaban en el club, recuperaron la película que, hasta hace poco tiempo, era el único registro fílmico del crack de Tablada. En medio de una escena que transcurre en la cancha, se lo ve al Trinche enganchar con la pelota. Sólo eso. “En ese momento de investigación, Eugenio Gallo, quien había sido presidente del club y tuvo como futbolista al Trinche durante el ascenso del ‘82, me dijo que recordaba que se había hecho una película argentina y salió Central Córdoba. ¡Mirá de lo que se acordaba!”, dijo. Eran tiempos sin redes sociales y ni siquiera podían guglear, por lo que se pusieron en contacto con un periodista que halló el film. “El tipo encontró esa gambeta. Gallo tenía razón, él habría de estar en la cancha cuando se rodó”. Tras su fallecimiento, acontecido el 8 de mayo tras el robo de dos días antes que le produjo un fuerte golpe en la cabeza, se conocieron nuevos videos que dan cuenta de su calidad dentro del campo. “Ahora salió un partido con Morón del ‘74 del que tampoco se ven muchas imágenes, el compacto del partido por la vieja B contra Defensores de Belgrano del ‘84 que en su momento televisó ATC, pero él no aparece. Y hace poco salió el video de Monte Maíz, pero desde dentro del club no hay nada”, manifiestó el historiador. El Trinche tuvo tres etapas en el club de sus amores. En ningún otro lugar disfrutó como cuando se calzaba la casaca azul y roja. Jugó en una etapa en la que el club tenía carencias, dado que por ejemplo poseía un solo juego de camisetas y muchas veces no había agua caliente en los vestuarios. De todas maneras, su escuela había sido el potrero, las canchitas de su barrio de calles de tierra rodeadas de zanjas. En las notas que brindaba durante su época de jugador, se podía ver al hombre que no deseaba nada extraordinario. “Encontrabas la cotidianeidad de la persona, del futbolista. Era un tipo desinteresado en otro tipo de cuestiones, lo único que quería era jugar a la pelota porque, al igual que otros pibes, fue criado de esa manera. Una generación irrepetible”, bosquejó Julio.

UGAR A LA UE OTROS MANERA. TIBLE"

Siendo una leyenda del fútbol argentino, Rodríguez aceptó que haber jugado en el ascenso tal vez le quita brillo a su impecable andar. Así como los pocos partidos que coleccionó en Primera División. Pero, al unísono, destacó su guapeza para jugar en un entorno muy rudo, cuando aún había pocos medios que cubrían esta clase de partidos. “Mi abuelo, que me hizo hincha de Central Córdoba, me decía que le gustaba más el Bocha. ¿Por qué? ‘El Trinche te cagaba a codazos y metía’. Claro, el tipo jugaba de número 5 en el ascenso y, aparte de ser un lírico, tenes que meter un par de piñas o codazos”, subrayó. Con el paso de los años, el hombre que la rompió dentro de la cancha, tuvo su oportunidad fuera. Asumió la función de manager, tuvo un gran inicio aunque un mal final como entrenador y dio por finalizada su tarea profesional en el club. Su lugar era, desde ese momento, la tribuna, el sitio en el que se lo podía ver cada fin de semana alentando al equipo de su vida. Y cada viernes se juntaba con los grandes compañeros del ‘70 en su casa. Aquel ídolo, que debía ser sinónimo de inmunidad para una ciudad que todavía lo extraña, tiene hoy su figura eternizada con una estatua que se inauguró en la tribuna hace pocos días.

@nicogalliari @nico92galliari

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"LO ÚNIC PELOTA PIBES, UNA


NO SOLO DE LA LECTURA VIVE EL FUTBOLERO

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MAYO 2021 | VOLUMEN 1 | NÚMERO 4

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“Su leyenda es un lugar común en Rosario. Se convirtió en símbolo de un fútbol romántico que ya prácticamente no existe” Jorge Valdano sobre el Trinche

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