CSR & SOSTENIBILIDAD
MARZO, DOS MIL VEINTICINCO


MARZO, DOS MIL VEINTICINCO
Nos complace presentarles el noveno número de CSR & Sostenibilidad, una publicación que, como siempre, busca ser un puente entre la reflexión profunda y las acciones concretas hacia un futuro más sostenible.
Responsabilidades Compartidas: Todos tenemos nuestro papel para llegar a un mundo sostenible abre el número, con un enfoque claro sobre la importancia de asumir la responsabilidad que nos corresponde a nivel personal, empresarial y gubernamental.
En el artículo Electrónica y sustentabilidad: Innovación para un futuro sostenible, exploramos cómo la tecnología, y en particular la electrónica, juega un papel crucial en la creación de soluciones innovadoras para los desafíos medioambientales.
En otro plano, nos adentramos en la paradoja de Jevons y su relación con los objetivos de sostenibilidad en el artículo ¿Es la eficiencia clave para lograr los objetivos de sustentabilidad?.
A lo largo del número también abordamos la formación de los futuros líderes en sostenibilidad en Carreras Universitarias en Sostenibilidad en México, una visión crucial para entender cómo el sistema educativo puede jugar un papel transformador en la formación de profesionales comprometidos con los principios de responsabilidad social y ambiental.
Finalmente, el artículo sobre El Cambio Climático: Impacto en la Agricultura y la Seguridad Alimentaria analiza cómo el cambio climático está alterando los patrones agrícolas globales y regionales, con un impacto directo en la seguridad alimentaria.
Con este número, CSR & Sostenibilidad reitera su compromiso con la reflexión y la acción en torno a los grandes desafíos de nuestro tiempo. Agradecemos profundamente su apoyo y les deseamos una lectura provechosa.
Cordialmente,
Carmelo Santillán Ramos CEO, CSR CONSULTING
CEO, CSR CONSULTING
Ph.D. Carmelo Santillán Ramos
Ing. Emma Paola Hernández Rodríguez
Ing. Diego Cachón Blanch
Ing. Alfonso Campos de la Torre
Ing. Vivian Razu Teyer
Ing. Roberto Deandar Coindreau
Ing. María José Morales Briones
Lic. Cristopher Franco
Lic. Wiman Cazadey
CSR & SOSTENIBILIDAD. Fecha de publicación: 03 de marzo de 2025
Revista mensual, editada y publicada por CSR CONSULTING. Torre Cibeles, Piso 7 Planificadores #2802
Empleados Sfeo. C.P. 64909 Monterrey, N.L. www.csrconsulting.com.mx contacto@csrconsulting.mx
Responsabilidades Compartidas: Todos tenemos nuestro papel para llegar a un mundo sostenible
csrconsulting.com.mx
CSR&Sostenibilidad sostenibilidad conocer? alfonso.campos@csrconsulting.mx
Los problemas ambientales han llevado a grandes consecuencias que atentan contra la integridad de la vida humana y los ecosistemas, como la escasez de agua, las inundaciones, el calentamiento global, la perdida de biodiversidad, la contaminación, entre muchos otros. Ante tantos problemas que ha causado el crecimiento humano es indispensable que haya una transición a un desarrollo más sostenible, donde no se limite el progreso pero que se busque la protección del medioambiente y el compromiso social.
¿Pero, a quien le corresponde hacer este cambio, y quien debe responder por los problemas ya existentes?
Cuando se habla de sustentabilidad, cuidado del planeta, defensa de los derechos humanos, entre otros términos similares, siempre se busca culpabilizar y eludir la responsabilidad a alguien más. Podemos ver ejemplos de esto en el día a día, una persona puede culpar al gobierno porque su agua está contaminada, el gobierno culpa a una fábrica por no cumplir la regulación, esa fábrica puede culpar a una empresa por dar una mala administración, etc., etc. En estos casos no es que haya un culpable de todo y le corresponda a una sola entidad solucionar el problema. Todos coexistimos en el mismo espacio, todos usamos los mismos recursos, vivimos en el mismo ambiente, y generamos un impacto en este. Pero, los impactos no son iguales, hay gente con más poder, con más alcance, y que genera más daño.
¿Qué acaso los que más dañan y más poder tienen no deberían ser los responsables?
Siempre se va a poder responsabilizar a alguien más por un problema, es aquí donde entran las responsabilidades compartidas para eliminar este juego de culpas. En cantidades diferentes, de formas diferentes, y por razones diferentes, pero todos generamos algún tipo de contaminación. Y todos somos responsables de nuestro impacto individual, y por sobre todo, todos podemos contribuir a la sostenibilidad desde nuestra propia escala por más pequeña que sea. El pensar que el que más daña debe solucionar es erróneo, más bien, todos deben de mitigar en sus propios sectores debido a que la contaminación no se da por quien mas la haga, es la unión de todos los pequeños y grandes impactos que al sumarse se vuelven masivos. Estos problemas no son lineales, son circulares donde la acción de uno impacta a otro y ese impacto regresa a su origen. Y con que un sector no haga su parte, todos sufrimos las mismas consecuencias en nuestro propio hogar.
Los gobiernos son responsables de regular la problemática ambiental, las empresas de ser productores sostenibles, y las personas de ser consumidores responsables. Un ejemplo muy sencillo de esto es el transporte. La economía y la industria se han explotado al máximo los combustibles fósiles y han promovido el automóvil individual, el gobierno ha facilitado e invertido en este sector, y las personas siguen consumiendo estos productos lo que lleva a que millones de autos contaminen diariamente el aire que respiramos todos. ¿A quién debemos culpar en este caso? A todos, o mejor dicho a nadie, porque todos tenemos una parte de la responsabilidad en la cual podemos contribuir. Empresas buscando energías renovables, gobiernos invirtiendo en transporte público, y las personas reflexionando sobre como pueden administrar de mejor manera su transporte.
Como población es común pensar que todo escapa de nuestras manos y que es culpa del sistema, y es cierto, pero nosotros también seguimos alimentando a este sistema. No hay necesidad de ser extremistas, ser un consumidor responsable no es reusarse a hacer cualquier acto contaminante ni apartarse de la sociedad por salir del sistema, solo es estar consciente de que se está consumiendo. Informarse sobre que producto se va a comprar, que impacto tiene el hacerlo, que empresa lo hace y cuales son sus valores, saber en donde se está poniendo el dinero porque cada centavo cuenta, y buscar la opción que sea menos dañina. Se nos olvida que los lideres empresariales, y los servidores públicos, también son personas y piensan y actúan como personas. El hacernos responsables desde nuestras vidas individuales logrará que personas responsables alcancen puestos de poder, y su impacto no solo se quede en sus casas si no que este pueda trascender mucho más hacia un futuro sostenible. Recordemos que la sostenibilidad no solo es compromiso con la naturaleza, también es un compromiso con nuestra sociedad.
Autor:
Ing. Diego Cachón Blanch
practicante1@csrconsulting.com
En la actualidad, la electrónica juega un papel fundamental en el desarrollo tecnológico y en la vida cotidiana de las personas. Desde dispositivos móviles hasta sistemas industriales avanzados, la electrónica impulsa la eficiencia y la conectividad a nivel global. Sin embargo, el crecimiento de esta industria también plantea desafíos ambientales y sociales que deben ser abordados desde una perspectiva sustentable.
Uno de los principales retos de la electrónica en la sustentabilidad es la gestión de residuos electrónicos. El mundo genera millones de toneladas de desechos electrónicos cada año, de los cuales solo una pequeña fracción es reciclada de manera adecuada. El reciclaje y la reutilización de componentes electrónicos se han convertido en estrategias clave para reducir el impacto ambiental de esta industria. Empresas y gobiernos han comenzado a implementar programas de economía circular que buscan extender el ciclo de vida de los productos electrónicos y minimizar el desperdicio.
Además del reciclaje, es crucial fomentar el diseño de productos electrónicos con materiales biodegradables o reciclables. La industria ha comenzado a explorar alternativas como bioplásticos, metales reciclados y circuitos impresos en materiales sostenibles. La adopción de estos materiales no solo reduce la contaminación, sino que también disminuye la extracción de recursos naturales, que en muchos casos contribuye a la deforestación y degradación ambiental.
Otro aspecto fundamental es el diseño de dispositivos electrónicos energéticamente eficientes. El consumo energético de los aparatos electrónicos tiene un impacto significativo en la demanda global de energía. Tecnologías como los circuitos de bajo consumo, el desarrollo de baterías de mayor durabilidad y la optimización de procesos de fabricación permiten reducir la huella ambiental de estos productos. Asimismo, la integración de energías renovables en la operación de sistemas electrónicos contribuye a la transición hacia un modelo de energía sostenible. Por ejemplo, algunos dispositivos ya cuentan con tecnologías de carga solar o mecanismos de apagado automático para minimizar el consumo innecesario de electricidad.
La electrónica también desempeña un papel clave en la mitigación del cambio climático. Sensores inteligentes, redes de IoT (Internet de las Cosas) y sistemas de automatización permiten una gestión eficiente de los recursos, desde el monitoreo del consumo eléctrico hasta la optimización de procesos industriales. Estas tecnologías facilitan la reducción de emisiones de carbono y mejoran la eficiencia operativa en diversos sectores, como el transporte, la manufactura y la construcción. La domótica, por ejemplo, permite a los hogares y edificios comerciales gestionar de manera más eficiente la iluminación, calefacción y refrigeración, reduciendo así su impacto ambiental.
Otro punto a considerar es la responsabilidad de los fabricantes y consumidores. Las empresas deben asumir un compromiso con la producción sostenible, garantizando que sus procesos sean responsables con el medio ambiente. Al mismo tiempo, los consumidores juegan un papel esencial al tomar decisiones de compra informadas y optar por productos con certificaciones ecológicas. La educación y concienciación sobre el impacto ambiental de la electrónica son clave para fomentar hábitos de consumo más responsables.
En conclusión, la relación entre electrónica y sustentabilidad es fundamental para el desarrollo de soluciones innovadoras que minimicen el impacto ambiental y promuevan el uso responsable de los recursos. Como ingenieros y profesionales del sector, es crucial fomentar la investigación y la aplicación de tecnologías sustentables que impulsen un futuro más verde y eficiente. La industria electrónica tiene el potencial de ser un pilar en la transición hacia un mundo más sustentable, siempre que adopte estrategias responsables y comprometidas con el cuidado del planeta.
Autor: Ing. Alfonso Campos de la Torre alfonso.campos@csrconsulting.mx
Hace unos meses me encontraba leyendo el libro “El Ministerio del Futuro”. Este es un libro del 2020 sobre ficción climática del autor Kim Stanley Robinson. Se sitúa en el año 2025 en dónde, puesto que los países no estaban cercanos a cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sustentable (cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia), se crea el “ministerio del futuro”: personas encargadas de velar por las próximas generaciones y supervisar un acercamiento hacia un desarrollo sostenible.
Este libro trata de manera cruda, real y a veces poética, temas muy interesantes relacionados con la actual crisis climática: refugiados climáticos, terribles olas de calor, desigualdades, desastres naturales, etc. Pero también, cuenta con propuestas muy atrevidas desde un punto económico y social para poder resolver la crisis. Sinceramente todavía sigo en proceso de acabarlo puesto que es un libro algo tedioso y fuerte en algunos capítulos pero si te interesan estos temas recomiendo muchísimo esta lectura (y si no, más aún).
En este libro, me llamó mucho la atención el capítulo 40. En este, empieza explicando un concepto conocido como “la paradoja de Jevons”. Este es descrito como que “el incremento de la eficiencia en el uso de un recurso lleva a un incremento de uso del recurso, no una disminución”. Este planteamiento me pareció inicialmente contraintuitivo pues pienso que al ser más eficiente el proceso necesitarías menos para lograr lo mismo. Sin embargo, describe cómo William Stanley Jevons en 1865 notó este fenómeno en el uso del carbón. Explica que cuando se introdujo el motor Watt, el cuál aumentó considerablemente la eficiencia, el uso del carbón creció más allá de lo necesario para cubrir la actividad que existía antes de la mejora. Pues al mejorar la eficiencia, baja el precio y llega a aumentar la demanda.
Kim Stanley observa cómo este fenómeno nos acompaña en el día a día con los desarrollos tecnológicos: al gastar menos gasolina por kilómetro en los coches, más kilómetros se manejan. La computadora al ir más rápido, más tiempo se pasa uno en ellas.
Según Ed Conway, por ejemplo, con el cambio de iluminación incandescente a LEDs se pensaba que iba a ayudar en gran medida a disminuir nuestro impacto de consumo energético, pues estas utilizan 90% menos energía y duran hasta 18 veces más. Sin em bargo, del 2010 al 2024, se utilizó la misma cantidad de energía para iluminación. Esto en parte debido al aumento de población y al crecimiento económico pero también porque ahora es utilizado para más que los focos de una casa, ahora tenemos cosas como La Esfera en Las Vegas. El uso de iluminación aumentó más allá de la necesidad principal. Lo mismo se puede decir para la tecnología de refrigeración y aún más sor prendente con el uso de los servidores. Los servidores al ser más eficientes usar el internet tiene un menor costo de energía que antes, sin embargo ahora se utili zan más servidores que nunca, sobre todo como alma cenamiento en nube y para el desarrollo de la Inteligen cia Artificial.
Esto tiene mucho que ver en los planes de transición energética así como con la sustentabilidad de las em presas y planes de descarbonización pues una estrate gia muy común es hacer más eficiente el consumo de energía. ¿Entonces esto significa que las tecnologías que promueven la eficiencia energética no sirven pues harán que contaminemos más a la larga?
No exactamente. Acorde a Conway, el tiempo en el que vivió Jevons, era un momento de rápido crecimien to económico e industrial en Inglaterra por lo que hizo este fenómeno muy visible e impactante, además de hacer el fenómeno de “rebote” más grande. Podemos notar este fenómeno de rebote, esta paradoja, siendo parte de la manera en la que operamos como seres humanos. Sin embargo, este rebote no logra siempre superar la ventaja de ahorro que da la eficiencia. Regre sando al ejemplo de la eficiencia en los automóviles, aunque ahora se maneje más, al tener una eficiencia mayor, el uso de gasolina ha bajado en Estados Unidos.
No solamente esto, sino que podemos tomarlo como algo positivo cuando se habla de energías renovables. El actual precio por kW generado por paneles solares puede ser menor al generado por combustibles fósiles (IRENA 2020). Esto es gracias a la alta eficiencia que ha alcanzado esta tecnología en los últimos años, y, gra cias a esto su uso se ha incrementado y se incrementa rá más en el futuro.
La paradoja de Jevons es algo que tenemos que tener en cuenta en el momento que utilicemos tecnologías de mayor eficiencia en nuestros objetivos de sustent abilidad. Tenemos que hacer un esfuerzo consciente para reducir y evitar caer en el pensamiento “como gasta menos ahora lo puedo utilizar más”. De igual manera, hay que tener en cuenta de que en esta crisis climática la tecnología nos puede ayudar pero no nos va a salvar. Las regulaciones y el movimiento social y
Ing. Vivian Razu Teyer practicante2@csrconsulting.com CSR CONSULTING
La sostenibilidad (o sustentabilidad) sigue creciendo en México, desde nuevas regulaciones, intereses de los clientes y estrategias de responsabilidad social, la sostenibilidad vino para quedarse y hacer crecer a aquellas personas y organizaciones que sepan aprovecharlo.
Una forma de aprovecharlo es estudiando una carrera universitaria en sostenibilidad. Estos son estudios profesionales que suelen encontrarse enfocados en energía limpia, gestión de residuos, estrategia ESG corporativa, etc. Te enlisto algunas carreras y sus universidades.
• Ciencia de Materiales Sustentables: Enfocada en la minvestigación y desarrollo de materiales y procedmimientos para la producción y consumo sostenible.
• Ingeniería Ambiental: Para la participación, diseño y mejecución de programas e instalaciones para el conmtrol de contaminantes en el agua, suelo y aire, tiene mun enfoque en la gestión de residuos.
• Ingeniería en Energías Renovables: Aprende a llevar mproyectos para el uso sostenible de las fuentes de menergía.
• Ciencias Ambientales: Aprenderás a solucionar mproblemas ambientales, así como el manejo integral mde paisajes y ecosistemas, esta carrera suele estar mmás enfocada en trabajos en campo y no en mprocesos industriales o administrativos.
• Ecología: Una carrera meramente de investigación mpara encontrar soluciones tecnológicas a los mproblemas medioambientales.
• Turismo y Desarrollo Sostenible: Siendo el turismo un mimportante contribuidor al PIB de México, el mdesarrollo sostenible del sector de vital para cuidar mlos ecosistemas que hace prosperar esta industria.
Tecnológico de Monterrey
• Ingeniería en Desarrollo Sustentable: Con una visión mintegral, pero enfocada en la energía, aprenderás a mdesarrollar y brindar soluciones a la industria y las morganizaciones considerando el impacto ambiente y msocial.
Universidad Panamericana
• Ingeniería en Tecnologías Energéticas: Enfocada en el maprovechamiento de fuentes de energía alternativa y msu uso sostenible.
Universidad Anáhuac
• Ingeniería Ambiental: Asesora e implementa proyecmtos para el cuidado del medio ambiente en el sector mpúblico, privado o social, o inicia tu propio emprenmdimiento ambiental.
• Responsabilidad Social y Sustentabilidad: Conoce el maspecto social de la sostenibilidad, interrelacionado mlos contextos históricos, sociales, políticos, económi-
Autor: Ing. Roberto
Deandar Coindreau roberto@csrconsulting.mx CSR CONSULTING
Introducción
El cambio climático se ha consolidado como uno de los desafíos críticos del siglo XXI, afectando diversos sectores, especialmente la agricultura. Este fenómeno altera los patrones climáticos, influye en la disponibilidad de recursos hídricos y modifica las condiciones de cultivo, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria global. Comprender cómo el cambio climático impacta la producción agrícola y qué medidas pueden adoptarse es esencial para garantizar un futuro sostenible.
Los efectos que el cambio climático provoca son diversos y de alguna manera “impredecibles”. No sabemos con total certeza cuándo y cómo harán su aparición hasta que nos respiran en la nuca y nos toca hacer esas estimaciones de sus daños. Entender cuáles son los fenómenos que estamos viendo actualmente es clave para analizar cómo hacerles frente.
Aumento de Temperaturas y Olas de Calor
El incremento de las temperaturas globales ha resultado en olas de calor más frecuentes e intensas, afectando el rendimiento de los cultivos. Se proyecta que, para el año 2030, el rendimiento de los cultivos de maíz disminuya un 24%, mientras que el trigo podría experimentar un aumento de alrededor del 17% debido al cambio climático según un estudio realizado por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), entonces ¿Los efectos no siempre son negativos?
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), el calor extremo también afecta la fisiología de los cultivos, acortando los ciclos de crecimiento y reduciendo la producción total. Por ejemplo, en India, las temperaturas extremadamente altas en 2022 provocaron una caída del 20% del rendimiento en la producción de trigo. Mismo cultivo diferente impacto ¿entonces dónde está la clave? tal vez en estas preguntas es donde comencemos a encontrar las soluciones.
Alteración de los Patrones de Precipitación y Sequías
El cambio climático ha modificado los patrones de lluvia, causando sequías prolongadas en algunas regiones e inundaciones en otras. En el último año, la sequía extrema ha afectado al 48% de la superficie terrestre, exacerbando la escasez de agua y comprometiendo la producción agrícola.
En 2022, el Cuerno de África experimentó su peor sequía en 40 años, lo que causó una disminución drástica en la producción de alimentos y dejó a millones de personas en inseguridad alimentaria. Estas sequías fueron desplazadas por grandes y devastadoras inundaciones en 2024 que también dejaron daños materiales, inseguridad para la población y muchas otras crisis que ahora enfrenta la región. Como vemos, los patrones van cambiando constantemente (más rápido de lo que estábamos acostumbrados) y cada vez hay efectos más extremos que no dejan que la población salga de una para entrar a otra.
Por otro lado, naciones como China y Australia también han sufrido inundaciones masivas que han arrasado campos de cultivo, afectando la producción y el suministro global de alimentos. Y es que, lo que en un lugar falta, normalmente irá de sobra a otros lugares. No podemos olvidar que el planeta es un sistema en constante movimiento.
Pérdida de Biodiversidad y Polinizadores
Uno de los agentes más importantes para la agricultura y la biodiversidad son los polinizadores. Estos seres vivos que de distintas formas se encargan de dispersar el polen necesario para el crecimiento de cultivos, flores y frutos. El cambio climático ha afectado a las especies clave de este grupo disminuyendo su población y por ende sus efectos positivos. Se estima que, con un calentamiento global de 2 °C, aproximadamente el 18% de los insectos perderán más de la mitad de su hábitat geográfico, lo que impactará directamente en la polinización de cultivos.
Según una encuesta de Bayer “Farmer Voice” se estima que más del 70% de los agricultores ya ha identificado el estar sufriendo el impacto del cambio climático. Los agricultores encuestados reportan pérdidas de ingresos de hasta un 15,7% , e incluso uno de cada seis identifica pérdidas de ingresos superiores al 25%.
Pero no solo los agricultores son los afectados en de manera económica, sino también hay datos alarmantes para el resto de la población que sufre inseguridad alimentaria.Según el Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2024 de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), los fenómenos climáticos extremos han contribuido a que más de 257 millones de personas sufren inseguridad alimentaria aguda y requieren asistencia urgente, lo que representa un aumento del 146% desde 2016.
En América Latina y el Caribe, el informe "Panorama Regional de Seguridad Alimentaria y Nutrición 2024" de la FAO indica que, en 2023, 41 millones de personas, el 6.2% de la población, padecieron hambre. Aunque esta cifra muestra una disminución respecto a años anteriores, persisten desafíos significativos debido a eventos climáticos extremos que afectan la producción agrícola y la disponibilidad de alimentos.
Estas estadísticas reflejan la creciente vulnerabilidad de las poblaciones a la inseguridad alimentaria como consecuencia del cambio climático, subrayando la necesidad urgente de implementar medidas de adaptación y mitigación para proteger la seguridad alimentaria global.
Entonces, ¿Qué tenemos que hacer para sobrellevar los retos causados por el cambio climático? la respuesta es tan sencilla de decir y tan complicada de aplicar, necesitamos adaptarnos. Mientras atacamos las causas raíces del cambio climático con políticas y acciones a nivel tanto internacional como personal, se nos exige que podamos adaptarnos a las nuevas oportunidades que estos retos nos brindan para poder asegurar tanto el sustento económico de los agricultores como tener una seguridad alimentaria mayor.
Agricultura Regenerativa y Prácticas Sostenibles
La adopción de prácticas agrícolas sostenibles, como la agricultura regenerativa, puede mejorar la salud del suelo, aumentar la biodiversidad y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Por ejemplo, técnicas como el "mulching" o acolchado han demostrado ser efectivas en la conservación de la humedad del suelo y en la reducción de la temperatura.
La rotación de cultivos también ha demostrado incrementar la salud del suelo y alargar su tiempo de vida útil. Esta es una práctica que puede ayudar a que un suelo sea productivo todo el año sin comprometer su fertilidad ayudando no sólo a garantizar cultivos todas las temporadas para los consumidores sino también asegurar una fuente de trabajo para los pequeños agricultores.
de Tecnología para Optimizar Recursos
La implementación de tecnologías avanzadas, como sistemas de riego eficientes y monitoreo de cultivos mediante inteligencia artificial, permite un uso más racional del agua y otros recursos. Por ejemplo, un proyecto en Andalucía, España, utiliza inteligencia artificial para calcular la huella hídrica y de carbono en cultivos, optimizando el uso del agua y reduciendo emisiones de gases de efecto invernadero.
Políticas y Regulaciones para Mitigación
Es fundamental que los gobiernos implementen políticas que promuevan prácticas agrícolas sostenibles y reduzcan las emisiones del sector agropecuario. Actualmente, la agricultura genera entre el 19% y el 29% del total de emisiones de gases de efecto invernadero. Políticas enfocadas en la reducción de estas emisiones son esenciales para mitigar el impacto del cambio climático.
Cambio en los Hábitos de Consumo
Los consumidores también juegan un papel cru cial. Adoptar dietas más sostenibles, reducir el desperdicio de alimentos y apoyar productos locales y ecológicos puede disminuir la presión sobre los sistemas agrícolas y contribuir a la miti gación del cambio climático. Se estima que aproxi madamente el 17% de los alimentos disponibles para los consumidores terminan en la basura, lo que representa una oportunidad significativa para mejorar la eficiencia del sistema alimentario.
El cambio climático representa una amenaza significativa para la agricultura y la seguridad alimentaria global. Desgraciadamente los grupos en situación de pobreza y pobreza extrema son los más afectados y muchas veces los que llegan a tener menor acceso a soluciones para las problemáticas. Sin embargo, mediante la implementación de prácticas sostenibles, el uso de tecnologías innovadoras y la adopción de políticas adecuadas, es posible mitigar los efectos del cambio climático en la agricultura y garantizar la producción de alimentos para los grupos más vulnerables y las generaciones futuras. La colaboración entre gobiernos, comunidades agrícolas y consumidores es esencial para constru-
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