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de isla”

mente aprobado, y asegurando la redacción y aprobación de los Planes Especiales Territoriales. El planeamiento es crucial para la atracción de inversiones, en Las Palmas de Gran Canaria lo hemos comprobado, y la captación de recursos es fundamental para recuperar el liderazgo económico y social de Gran Canaria en el archipiélago.

–¿Qué objetivos se marca a la hora de gobernar?

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–Varios serán los pilares de la política que desarrollaré si cuento con la confianza de la ciudadanía y presido el Cabildo de Gran Canaria.

Nuestra isla debe tener un proyecto de desarrollo sostenible, acompañado, claramente, de una apuesta por la diversificación de la economía. Tal ha sido nuestro modelo en Las Palmas de Gran Canaria, gracias también a la actividad de nuestra industria más importante: El Puerto de La Luz, elemento que ha determinado el avance de la capital y de la isla desde hace 150 años. Gran Canaria debe desplazar su foco de atención, del monocultivo económico del turismo radicado eminentemente en el sur, hacia el desarrollo de nuevos nichos de empleo vinculados a la economía azul y a las industrias creativas, creando un circuito cultural insular, además de a la protección del patrimonio y el desarrollo del sector primario, atrayendo nuevas inversiones vinculadas al mismo y asegurando, en consecuencia, la supervivencia agrícola y ganadera de medianías y cumbres.

Además, vinculado a la apuesta por una isla sostenible, la movilidad es fundamental, por lo que uno de mis principales propósitos será la aprobación de un Plan Insular de Movilidad.

Por otra parte, aumentaré la financiación de las políticas sociales insulares, no solo con el objetivo de crear nuevas plazas sociosanitarias y servicios de asistencia a quienes más lo necesitan, sino creando un parque de viviendas públicas y viviendas vacías junto a los municipios para blindar el derecho al hogar de los grancanarios y grancanarias. Así lo estamos haciendo en Las Palmas de Gran Canaria, referente en la construcción de vivienda pública en el archipiélago y en el estado, y así lo haremos en Gran Canaria.

Muchos, como ven, son los proyectos y muchas más son las ganas de llevarlos adelante.

–¿A qué proyectos le gustaría darle continuidad?

–Creo que el tren de es uno de los proyectos de mayor trascendencia para Gran Canaria y que debe, no solo continuar, sino impulsarse apostando decidida y definitivamente por ello. El inicio del tren se remonta al mandato de José Miguel Pérez, un socialista, como presidente del Cabildo Insular, pero que todavía hoy está pendiente debido a los retrasos y obstáculos a los que se ha enfrentado.

El tren es una apuesta importante y necesaria en el cambio de modelo de transporte y de isla, Tenerife se nos ha adelantado en esto. Un transporte colectivo, público, de alta ocupación y sin restricciones del tráfico privado y rodado es crucial para el desarrollo sostenible de Gran Canaria.

En Las Palmas de Gran Canaria estamos implementando la MetroGuagua, que no solo trae consigo un nuevo sistema de transporte público, sino una transformación urbana y una generación de empleo que hecho a la capital progresar de manera clara, activando económicamente nuevas zonas y liberando espacio para los vecinos y vecinas. El tren, de igual manera, no solo responde a la necesidad de reducir el tráfico en la isla facilitando el desplazamiento hacia y desde el Sur, sino que se torna fundamental en la contribución a la sostenibilidad ambiental de Gran Canaria. De ello depende el futuro de nuestros hijos y nietos. Hay quienes abogan por ampliar la red de carreteras, ese no es el modelo ni la solución al tráfico de Gran Canaria, sino un transporte público de calidad que vertebre a la isla, y ese es el tren de Gran Canaria.

– ¿Qué aprendizaje obtiene de la política municipal?–

La escucha permanente a quienes nos debemos, los ciudadanos y ciudadanas. Gobernar en una ciudad, siendo alcalde de un ayuntamiento como el de Las Palmas de Gran Canaria, es estar en el día a día de la política, la inmediatez se convierte en una constante, y la resolución de problemas de manera rápida y efectiva, en una necesidad. En política no hay opción para el desaliento y el municipio es la primera trinchera y debes resolver desde el asfaltado de una calle a la las emergencias sociales más duras. Para conocer la realidad y no encerrarte en un palacio de cristal, el ayuntamiento es la mejor de las escuelas.

–¿Qué ha supuesto gobernar la capital grancanaria en mo- mentos clave como la crisis del ladrillo o la pandemia de la Covid?

–Partiendo de una situación de crisis interna, heredada del gobierno que precedió al mío, con una hacienda municipal en deuda y un personal municipal al que se había degradado, gobernar la ciudad no fue tarea fácil desde el principio. Restaurar la dignidad de los trabajadores y trabajadores municipales, restituyendo categorías por sentencia y aprobando nuevas Relaciones de Puestos de Trabajo fue una de mis prioridades.

Asimismo, la consecución de la deuda 0 de la que disfrutamos desde 2017, saneando las deudas que alcanzaban los 108 millones de euros, fue clave para el funcionamiento del consistorio.

Arreglar esta situación no fue fácil, pero se consiguió y la crisis consecuente de la pandemia también nos puso a prueba. Sin embargo, desde el principio entendí que el ayuntamiento debía estar a la altura de la situación, por lo que tomamos importantes medidas de alivio fiscal e inyección económica en los sectores más castigados por la COVID-19, eliminando cánones y tasas por valor de cinco millones de euros, invirtiendo más de un millón en el sector cultural, uno de los más vapuleados por el confinamiento y la restricción posterior, y apostando por la atención rápida y constante de quienes peor lo estaban pasando, beneficiándose de las ayudas sociales más de 13.000 personas.

La importancia y eficacia de las administraciones públicas se mide, sobre todo, en los momentos difíciles y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se convirtió en pionera entre las grandes ciudades del país en el impulso de medidas fiscales de apoyo a pymes y autónomos durante la pandemia.

–Los Ayuntamientos son el escalón más cercano al ciudadano, ¿siente que gobernar el Cabildo implica alejarse un poco de la ciudadanía?

–El Cabildo ha sido la institución que mejor se ha adaptado a nuestra realidad insular, con competencias propias relacionadas directamente con los derechos de la ciudadanía. Sin embargo, si existe esta sensación de lejanía, trabajaré para que desaparezca. Yo concibo que el presidente del Cabildo debe ser como el alcalde de la isla, un político cercano a la realidad inmediata de los 21 municipios, que esté a pie de calle. Ese es mi propósito a partir del 28 de mayo.

En las anteriores elecciones el PSOE se quedó a un puñado de votos de la presidencia. ¿Cómo piensa movilizar el voto necesario para gobernar?

Cuando en 2015 me presenté por primera vez como candidato a la Alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria tuve claro que tenía que recorrer todos los barrios de la ciudad, sus 119 realidades, calle por calle y vecino a vecino. Ese propósito me ha acompañado durante estos ocho años como alcalde, y si a algo estoy decidido es a recorrerme todos los municipios de la isla para conocer, de primera mano, las demandas de sus habitantes. Escucha permanente y trabajo en primera línea. De esta manera espero poder dar a conocer el proyecto del PSOE y obtener la confianza de la mayoría.

–Usted ha dicho que llegó para cambiar las cosas a la ciudad y sacudir sus cimientos. ¿Qué ciudad deja tras estos años de mandato?

–Una ciudad más justa, con mayores oportunidades para sus vecinos y vecinas. Hoy, por ejemplo, los habitantes de Tamaraceite-San Lorenzo-Tenoya disfrutan de un centro cultural y comunitario que antes no tenían, respondiendo a una demanda histórica y reconociendo en la descentralización de la actividad cultural y apuesta de futuro y desarrollo social. Hoy, quienes viven en El Lasso cuentan con unas nuevas instalaciones deportivas en las que realizar su actividad física y mejorar su salud, apostando por la democratización en el acceso al deporte de los barrios de Las Palmas de Gran Canaria.

Hoy, los mayores de la capital no solo disponen de un Servicio de Ayuda a Domicilio amplificado, que les ayuda en su día a día, sino que cuentan con ofertas culturales y participativas propias, destinadas a su bienestar y disfrute. Hoy, Las Palmas de Gran Canaria no es una ciudad gris, sino verde y sostenible, con espacios seguros para el peatón, arboleda de gran porte y parques totalmente diseñados para el esparcimiento y ocio de la ciudadanía, desde Tamaraceite a La Ballena, pasando por Lomo Blanco y La Paterna. Dejo una capital de facto cultural, deportiva, social, participativa, sostenible y activa económicamente. Una ciudad dinámica que tiene un presente brillante y un futuro por conquistar que se antoja apasionante.

– ¿A qué proyectos le gustaría que se le diera continuidad?

–Estos 8 años, la ciudad ha despegado de una situación de letargo heredada del mandato anterior al mío, en el que lo normal era que no pasara nada como he comentad con anterioridad. Hoy, la capital de Gran Canaria cuenta con un proyecto estrella, la MetroGuagua, que se convertirá en una realidad definitiva muy pronto, pero cuyos beneficios ya se aprecian y disfrutan en la fisonomía y trama urbana de Las Palmas de Gran Canaria. El proyecto debe continuar, y estoy seguro de que quien gobierne, que espero y deseo sea Carolina Darias, garantizará su futuro.

María Domenech Nel Morales