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J ACCUSE
Ze
REGISTRADO
EN
CORREOS
Se s.
COMO CORRESPONDENCIA DE SEGUNDA DO A LA FRANQUICIA POS TAL.
o
CLASE
Y
|
[No. 125
ACOCI
A
;
Y
Semanario
Literario - Crítico - Informativ:|
San
Juan,
P.
R.»
20
de Julio,
1929
Oficina:
Tetuán 37,
altos
BE Juez Municipal de Fajardo, Ap El hambre desesperada de más de cinco mil persones €s Una amenaza para la krenquilid: d social de la ¡la
¿el García Veve, revólver en ma ,
DO,
y en) P
propia
Corte
vola
Es Una verguenza para el Gobierno de les FEE. UL. que el pueb'o de P. A. esté padeciendo miseria
á la niña Dolores M. Rivera La introdujo, por la fuerza en una habitación de la Corte, donde
pia interesada, sigue:
La niña
revólver en la cabeza, como un salvaje
la agarró
diciéndole:
o
te acuesta o te mato. Nos declaró la niña.
Una
investigación da
una
que
parece
to-
comedia.
No se trata del caso de un infeliz, q. por la falta de preparación mental, puede, por ignorancia cometer los actos más salvajes que imaginarse pueden. No es el caso de Arocho y Clemente que preva leciéndose de la soledad del cam po y la impunidad de la noche eo meten uno de los crímenes más ho
rribles que se. conocen ria
de
la
ciminalidad
en la histo insular;
nó.
Se trata nada menos que de un juez, un hombre que se supone que por el estudio y la cultura ha dejado todos los ascentralismos del
kombre nario
de caverna.
de
la soledad
No es el esce del
nuestra selva tropical tenebrosa:
el escenario
follaje
de
ni la noche
el
caso
pasó
Dolores cuenta
como
que iba
camino de su hogar, y al pasar por el sitio en que está ubicada la Corte Municipal de Fajardo, el Juez García Veve de la misma, la llamó diciéndole “oiga, Lolita”, tengo un recado de su padre que darle. Suba un momento.”
Como efectivamente el padre de
ella vive en el campo, y toda vez q. se trataba del señor Juez no tuvo reparos en subir para tener conoci cimiento de lo que mandara a de cir su señor padre.
Una
vez arriba, la condujo a su
oficina y de esta a una de las ha bitaciones que queda en el fondo del edificio.
Ya en tal sitio, la agarró fuerte
mente por un brazo .sacó del bolsi llo un revólver, poniéndoselo en el pecho le dijo, “o te acuesta o te ma to” (en dicha habitación siemp re ha habido una cama.) Como ella hiciera un poco de re
sistencia
la dió varios
sacudiones
y cuando vió que trataba de gritar ,le puso el cañón del revólver en la boca. Por último a la fuerz a
la llevó sobre el lecho y desgarrán
es una
Cor
dole
se supone
sea
un sitio decente y de garantía
pa-
mió su crimen . Después de haberla poseído se re
te de Justicia,
que
ra la moral pública y privada. Según nos lo ha relatado la pro
sus
produjo
ropas
otra
vez
interiores,
la escena
((Pasa a la pág. 9)
“SI LA SITUACION ALARMANTE SIG UE NO TIENE NADA DE EXTRAÑO QUE ESOS JIB AROS EN VEZ DE PORTAR ESTANDARTES NEGROS PIDIEN DO “PAN Y TRABAJO” LLEVEN MACHE-CHETES, PUÑALES Y REVOLVERE S
consu-
de
las
Lluevendas cartas J-telegramas de 1os pueblos de la isla quejándose de la grave situación económi-
ea que se cierne sobre los campesinos.
miseria
Familias
enteras
y evacuan
perecen
de
los campos
pa
ra llegarse a la ciudad en busca de pan y trabajo. En Utuado, Lares, San Sebastián, Las Marías y otras
poblaciones del interior la miseria ha llegado a tal punto que se teme una insubordinación la cual pue de traer serias complicaciones. Ni la Cruz Roja, institución que ha desvalijado a la isla para alimen tar a tanto vago q. viene del norte, ni los agricultores, -eon sus lamen taciones de salvadores de la patria, ni la American Federation of
Labor,
enemiga
de los campesinos
y de los obreros puertorriqueños, han hecho ni harán nada para con
trolar
esta
desastrosa
q. está amenazando
situación
la tranquilidad
de la sociedad puertorriqueña. Las autoridades de Pto. Rico y de los Estados
Unidos
parece
que
no
quieren darse por entendidos en este grave caso y no tienen el va
lor
suficiente para poner un calmante al mal. Una somera idea de lo que está ocurriendo en todos los pueblos
del interior y de lo trágico de Ja
er.Sis económicas; son las distintas hojas sueltas que circulan cons tan temente por la capital y por la is la, protestando eontra el gobi erno tiránico de ¡os Estados Unid os e in citando al pueblo para q. haga ra
sistencia
a sus imposiciones.
Este panorama horroroso en que nos han metido los inte reses capitalistas de los Estados Unid os de Norte América. debe juntarno s
en un frente unido para reclamar en
cualquier
piedades rante
forma
que nos
todas
han
los treinta años hemos sufrido.
las
pro
robado
du-
de
regímen
que Hay un sentimiento de hostilid ad que se acentúa cada vez más eon-
tra todo lo que signifique americanismo. Es justo que nuestro pue blo grite y pida lo que le han queado los piratas yanquis.
Nuestro
semanario,
sa-
que vela
siempre por los intereses del pueblo, estará alerta y seguirá comba
tiendo acerbamente la política de opresión que viene de las esferas gubernamentales de Wáshingto n y pide que estas fijen su aten ción
ja
mediata a la grave erisis que noy han creado los trusts. Si no se nos oye por la voz de la justicia, sabe Dios lo que sere mos
(Pasa a la pág. 4)