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Registrado en Correo comó cor respondencia de segunda clase y acogido a la franqu icia Postal. Oficina: Tetuán32, altos San Juen, P. R., May o 9 de 1931
Número
Y: ni1:rrío
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219
Crítico
| REPLIGA ñ El cierre del Obispado CORRESPONDENGIA” 66
Los
Ha
¡Venga su tralla, Senado r Zeno! El
Director
pondencia”,
de
“La
desbordado
Correscomo
la
creciente de un río caudaloso
€l océano,
salido de madre,
en
o co-
mo un océano batido por una tem fpestad, a media noche y sin ?8ij-
món
la barca, se desata contra nosotros, contra los hombre s de
“La Democracia”
truirnos
a todos
y amenaza dando
des
a enten-
der de un modo estulto, median te
acusaciones
vedadas,
que
so-
bre el tejado de “La Dem ocracia” hay escoria que pued e ser
echada a la calle para vergiúen za y baldón
de los que
salones.
ocupan
sus
Hay un refrán por vulgar gas tado q. expresa q. el ladrón juzga por su condición. No bastan las palabrerías más o menos gruesas, más o menos disonante s para hacernos callar a nosotros . Mis acusaciones son concretas;
Mo
GA
realidades vividas; hechos públi-
cos; vida pública.
Es" calumnia
lo que se inventa para manchar
reputaciones
consagradas;
es
a-
taque personal el que se exterio riza por el placer de molestar a otro sinmás fruto que el de solazarse en el dolor ajeno, en la * ajena angustia. Para mí, Zeno como entidad personal, es un po bre diablo: para mí, Zeno en su doble personalidad de Senador y Director de un vocero de opinión
pública, es una calamidad ca. No se puede predicar política yendo trajeado en menores. Mi campaña es
verdadera
indig-
Juan,
he lí-
nea de procedimientos valerosa: nada más. Libelo es lo po
te, lo calumnioso, lo que es tna falsedad que no puede ser pria,
bada en ningún terreno. Sostengo mis acusaciones contra Zeno en su doble pers onali-
la noticia
circulada
del cie
Obispo
Byrne,
y
el
lanzamiento
de dicho palacio de los sacerdotes que
desde
tiempo
inmemorial
a-
1lí residían por derecho propio. No se ha respetado ni al ve-
nerable
y
respetable
Monseñor
Torres, Protonotario Apostólico, quien ha tenido que ir a refugiar se a la casa residencial de su señorita hermana en el vecino pue lo de Río Piedras, ya que en San Juan no tiene donde alojar-
se.
El padre Rivera va a llenar
su de
la
ellas y para él, y los otros andan por ahí dando tumbos, graci as a
otro, lo de Zeno, es escapars e por batirse
en
un
ba-
jo fondo cuyas salpicaduras no pueden alcanzar a los hom bres
de “La Demccraciaz. ¡Venga
su
tralla,
Senador
Ze-
no! Aquí ncs conocemos, “periodista”, y si usted se “tira”, si usted entra en interioridad es de la vida privada, divertir é a la isla con tres cuentecitos que me sé muy bien y de memoria. Muilford,
el
más
fuerte
bre
en
tres
cielos
de
estómago con las hermanas la Caridad, que tienen para
la funesta orden del Obispo Byrne, que tal parece como que ha venido a Puerto Rico a acaba r con los sacerdotes españoles y puertorriqueños, y por ende, con la religión de: nuestros Mayores. De fuera vendrá quien de tu Casa te echará. Ahí tenemos
EDICION
pensa
dor inglés, divide la vida del hom treinta
a-
hcs: el de la inexperiencia, el dé
la madurez, «el del descenso . Yo en mi juventud ,en mi Pri mer ci
clo, tengo algo de que lamentarmé, pero no algo de que avergon
zarme y voy a contarle a mi país (Pasa a la pág. 4)
tellano.
rre del Obispado, ordenado por el
dad de Senador y Director de un vocero de opinión pública. Lo tangente,
comprobado
nación entre los católicos de San
públi-. moral paños de sa-
neamiento político y a ella me circunser ito trazándome una
causado
católicos in dignados
Están
de enhorabuena
está
el
viejo
refrán
cas-
De lejos vino quien nos
echando
de
nuestra
casa,
tes
andan
por
ahí
mendigando
un hogar del que carecen, gracias a la estúpida orden de este Obispo cruel y desconsiderado. «La
protesta
de todo
el país
tólico contra los atropellos viene cometiendo este Obispo tra los derechos de nues tros cerdotes, se espera que sea
lenta
y activa,
a ver
si así
ca
que con sa-vioaca-
bamos con estos tiranuel os ton-surados que de Roma nos sirven como plato exquisito, cuando en puridad de verdad no pasan de ser un salmorejo malí simamente
condimentado.
Si a nuestra
protesta
la de todo el país, vere mos
se
une quién
es quién, y quién puéde más, si el cura intransigente mitr ado a última hora, o los nuestros con todos sus derechos adqu iridos por
los años y por sus virt udes.
DUPLICADA
nuestros
lectores y anunciantes.
Con el motivo del vibrante artículo de nuestro colaborador An tonio Salinas, la presente edición de J'ACCUSE ha sido aum entada dos veces, lo cual redunda en beneficio de nuestros anun-
y
mientras él se gasta 50 mil dólares en la compra de una lujosa mansión, nuestros sacerdo-
ciantes.
Las sucesivas ediciones, esperamos, habrán de alcanzar mayor número de ejemplares, dado los muchos admiradores con que
cuenta
nuestro
amigo
muy
esti-
mado Sr. Julio A. Morera Colón. La presente edición consta de diez y seis mil números.
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