cAño
VII
inas
Allen
A esq.
San
como
corte les
|
Justo
e
de segunda
clase y acogido a la franquicia Postal
SAN JUAN, P. R. MAYO 6, DE 1933
que
continuación,
ha
El Pue
País
ser
se
ogada
anicomio Insular tendrá que br desatendiglo, o atendido deicientemente, por orden de nues tros flamantes legisladores. Fi-
gúrese
el lector amable
sesenta
presos
que
que, los
antes
aten-
$ dían la limpieza del exterior, han sido suprimidos de un plumazo, y de los ciento treinta empleados que allí trabajaban efi-
cientemente, han rebajado noventa, dejando solamente cuarenta,
casi
la tercera
los cuales no darán pezar
te.
como
se
dice
parte,
con
ni para emvulgarmen-
. Y
todo,
por
asuntos
POLITI-
COS, aunque Martínez Nadal y su gente quieran decir y declarar otra cosa; por enemistad
>
personal contra ss Fernós,
el pundonoroso por quitarle el
puesi? quériiene en sus manos este meritísimuwpuertorriqueño, para
darlo
a otro
en la política mo,
ya
que
que
del no
camulgue
republicanis-
del
uniorepubli-
canismo, puesto que esto de unio debe desaparecer por insostenible ante la triste realidad de las
cosas.
Así
lectores.
anda
Así
ello,
anda
en
se convencerá mos apuntado.
de Al
poco
deja-
Fernós Ha Quedado en su Sitío de Honor
nós bre
le ha puesto los puntos sola íes al Senador Martínez
Nadal,
Jefe
de
los:
republicanos
y lider del Senado Insular. Y le puso la primera banderilla, y le puso la segunda, y le puso la tercera, y acaba de darle la punilla,
con
la
publicación
de
las
ra de
Sub-Jefe del Asilo de Niños Santurce. Ahí está toda la (Pasa a la pág. 8)
3
do al puesto más alto de un mo-
do
inmerecido,
para
someterse
servilmente a los mandatos únos cuantos energúmenos nuestra política que privan la administración
tamos
hablando,
consulto
nos
sin
de de en
méritos
sin
miedo
gobierna
prime.
San
el país
cuanto tiempo.
de nuestro país, Sr. este analfabeta eleva-
y
el quí
El Golpe de Gracia La primera en la boca, la segunda en la frente, la tercera en el estómago. El Doctor Fer-
a
enviada
guno para tratar como se merece a! hombre que de modo tan in-
y
tate tú para ponerme yo, y de ahí no salen ni a changazos. Esa es la verdadera madre del cor-
de
sido
ma-
amigos
ello
tienda que solo entienden
y dentro
publicamos
sin talentos para ello. Lea el país la carta aludida, y diga después si estamos o no documentados para hablar en la form.) que es-
nos de legisladores inconsultos, vengativos, políticos de tras-
dero,
Beverley
Carta
bernador Beverley,
al-
y nos
Juan,
de-
P. R.
1 de mayo de 1933
St. James R. Beverley, Ex-Gobernador
de Pto.
Rico,
Señor:-
He
sido
informado
ted se niega
a firmar
que
us-
el Proyec-
to del Senador Echevarría concediendo gratuitamente hospitalización
torriqueños
a los periodistas
puer
en los establecimien
tos benéficos del Gobierno, alegando que esa legislación al fin
y al cabo vendría a favorecerme a mí, que soy enemigo suyo, razón
por
la cual,
según
se me
ha
dicho, usted no la firmará a no ser que se introduzca en la misma una margen
enmienda dejándome al de los privilegios y de
los favores que implica la citada legislación. ¡No sabe usted, señor ex-Gobernador como me alegré
Semanario-Crítico
al Ex- Gober y
por nuestro Director, Sr. Gotay directamente al mal llamado Go-
Convencerá El
|
ral”
326
No
|
L MANICOMIO SERA DESA- Carta TENDIDO POR ORDEN LEGISLATIVA La
|
-
cuando
me
dijeron
eso!
En primer lugar porque la mayor satisfacción y el mayor orgullo de un periodista estriban
en el convencimiento de que su labor. crítica ha producido el etecto deseado. Según eso, he vis
to con mucho gusto ma, cuantas veces usted dió siempre y lo demuestra el
que mi pluse ocupó de en el blanco detalle asaz
elocuente, de que todavía a la hora de su caída, no quiere us-
ted renunciar a la esperanza
de
buscar un milímetro de resqui“cio por donde poder ejercer, con
tra mi, la revancha, aunque en una forma infantil como de
vedar
un
proyecto
por
sea esa una
mera cuestión personal. Una vez más pone usted de ” relieve, señor
ex-Gobernador
su
talento
y desvirtúa la creencia general de que es usted un insignificante, de que es usted un enano del pensamiento. Pero, no hay caso, Sr. ex-Gobernador. Yo le prometo que renuncio desde este momento, seria y formalmente, a todos los beneficios que pudieran recaer sobre mí mediante la adorción de la ley relativa a los periodistas. Ya vé que qued
salvado
el escollo;
afortunad
Z-
mente y para que le duela a uústed poseo una casa y creo que
he
sorteado
con
algún
éxito
las
crisis ecónómicas que agobian a quien ejerce el alto sacerdocio del periodismo exi nuestra isla. En
esa
casa,
Dios
eso
ya
mediante,
pasaré los años de mi vida, enfermo o viejo, pero le aseguro, señor ex-Gobernador que no iré a solicitar la caridad oficial para procurarme una cama en un
asilo,
que
es
denigrante,
máxime para quien siendo periodista se merece gratitud del país en una recínroca vinculación de afecto y de nobleza.
Pedro F. Gotay Director
de
“J'Accuse”