eb REA di,
ye
a
rn
Año
5
Registrado en Correo como correspondencia de segunda clase y acogido a la franquicia Postal.
E NUESTRO Oficina:
E
Tetuán32,
A O
Marzo
Gavillero
en
Hotel Caribe, el Canciller del Con
sonalmente
con el Cónsu:
Sr. Llu
beres, para que tratara de influir en
su
favor
de
modo
que
no
le
destituyera de su empleo con mo
tivo
de
un
suelto
que
publicára-
mos referente al tal Alcántara en
una de nuestras Tiores.
ediciones
ante-
- Complaciente nuestro Director accedió
a las
- Tara, y en timó para sencia del res, siendo las 5 de la
súplicas
de
Alcán-
varias ocasiones le inque fuera con él a preindicado señor Llubesu última llamada, a tarde, por el teléfono
del mismo Consulado, a la que respondió nuestro Director que guida iría.” nfiado nuestro Director que a tratando con un caballe-
14 de 1931
Semanario
brutal
que no hicieron
blanco.
Director, sorprendido ponerse a salvo de la
agresión
de que
fué vícti-
ma por sorpresa, y en seguida sintió dos nuevas detonaciones que tampoco hicieron blanco. Salió a la calle, y el Alcántara,
des-
de el balcón del Consulado le hizo otro diparo, el último, que tampoco hizo blanco afortunada mente, lo que nos dá lugar a poder relatar los hechos tal como
sucedieron.
Ante el inesperado y brutal a-
taque de que fué víctima nuest ro
Director, era natural que hubie-
ra aglomeración de personas de todas las clases sociales; la policía detuvo al agresor, q. fué encarcelado y puesto a la dispos ición de las Autoridades compe-
tentes
para
día siguiente.
Crítico
Eutanasia o El Derecho de Matar
perarle a la escalera, y cuál sería la sorpresa de nuestro Director cuando al faltarle sólo media docena de escalones, le sor prendieron dos tiros casi a boca Nuestro trató de
-
Ley del Representante Marty
la Cárcel
de jarro,
211
Un Sensacional Proyecto de
Enfermos
sulado Dominicano de San Juan, Francisco Elio Alcántara, y llamándole a un lado, le suplicó que hiciera lo posible por verse per-
á ; "
P,Ru
DIRECTOR
El viernes de la semana anterior, 6 del actual, fué a la residencia de nuestro Director, en el
l
Juan,
TIROTEADO
El
|
San
altos
Número
celebrarle
juicio
-al
El sábado 7 celebróse el jui-cio ante “el recto funcionario Ledo. Carballeira; Juez Munici-.
(Pasa a la pág. 4)
Según
“El
Mundo”
de
27
de
Tebrero pág. 3, el señor Marty ha presentado
en
presentantes (No.
188)
la Cámara
de Re-
un proyecto
de ley
“para
autorizar
la
práctica de la Eutanasia en Puer to Rico”.
Sumamente “El
Mundo”
nos
extraña
reprodujo
el
que texto
del proyecto en tipo pequeño, sin
cecmentarios,
vo.
sin
título
llamati-
Parece que no entendió que
- de algo muy
sensacional se trata.
Parece que ni siquiera entendió
el sentido
de
la palabra
eutana-
sia. Para que “El Mundo” y nues"
tros lectores sepan tal sent ido y
se asusten,
he
que eutanasaia ta,
Luis
la definición
da el eriminalis-
Jiménez
“Eutanasia muerte;
aquí de
Asúa:
significa
buena
pero en sentido más
pro
pio y estricto, es la que otro pro cura a una persona que pade ce una enfermedad incurable o muy
penosa, y la que tiende a truncar
la agonía demasiado cruel o pro-
longada.”
(Jiménez de Amar y pág. 126).
>
de Asúa
“Libertad
Derecho .2
PS
Incurables ty es autorizarnos, por ley, a Ma:
tar, sí, MATAR, fermos
a nuestros
incurables.
¡Sensacional! ¿eh?
en--
:
Y tal proyecto lo presenta ell
señor Marty a una Cámara que hace dos años rechazó la pena de muerte para los más grandes cri
minales!
Nos parece que por ahora bas-
ta señalar el hecho. No hace fal ta perder el tiempo en demostra r que tal proyecto hiere la concien
cia cristiana como la hiere aque l otro en favor del neomaltusian is-
mo. Es demásiado evidente esto. Tan evidente que esta mos seguros que los demás Repr esentantes en gran mayoría espontaneamente votarán en cont ra. Nos parece, sí, interesa nte a» ñadir algo sobre la legislación:
que en materia de euta nasia rige en otros los tomamos
países. Los datos del ya Citado libro
de Luis Jiménez de Asúa . En ninguna parte del mundo
civilizado rigen
leyes que, como
el proyecto del Sr. Mart y,
tenden
pre
autorizar positivamente
Morir” y sin restricción alguna la da nasia. En la mayor
_Lo que, pues, bajo el nombre eutanasia inten ta el señor
a
: -