GACETA DEL GOBIERNO^ DE PÜERTO-RICO;
DEL MARTES 28 DE JUNIO DE 183».
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PUERTO-RICO 27 DE JUNIO DE 1836.
El sábado 25 Z/eg'ó a esíe •puerto el correo de la Península, jrrocedeñte de Cádiz, de donde salid el 3. Los papeles públicos de Madrid, que por el hemos reábido,alcanzan al 27 de Mayo,—S. M. la Peina JVtí'a, Sra,, su augusta Madre la Reina Gobernadora, y la Serma. Sra._ Infantd Pona María Luisa, continuaban sin no vedad en el Real Üitio del Fardo. Del mismo beneficio disfrutaban en la Corte IbS, AA, los Sermos. Sres, Infantes D. Francisco de Paula y Doña Luisa Carlota.—Las operaciones de nuestros ejér citos eran cada dia mas activas: en los frecuentes encuentros que fkibian tenido con los enemigos, la ventaja ha estado siempre de nuestra parte, ü pesar de que en muchas ocasiones la diferencia numérica era á favor de los contrarios,siendo á veces el du¡ijo sufuer za de ¿a nuestra, como sucedió en las acciones sostenidas bajo la di rección de ¿os dignísiinos gefes el general D. Joaquin' Ezpeleta y el brigadier D.¿Santiago Mendez Viga,en los dias 25 y 26 de Abril, y particularmente en 19 de Maijo,junto ü los pueblos de Jijano, Sanlecilta &o-~Elgeneral Ecans hizo una salida de Sebastian el'b con 3700 ingleses y mas de 1500 españoles, que,formados en tres di visiones, se precipitaron eon tal dílliae.c¿a &abvc tada ta. ■jiriwvc.va. tv9iea enemiga, que la tomaron fin dis/xirar im tiro: á costa de bas tante sangre, ocasionaron desjMcs á los enemigos una pérdida de 151 muertos, 376 heridos, cañones, banderas &c., y ló, de sus veniajosísinias posiciones, de donde fueron arrojados.—El 22 elgene ral en gefe taco la gloria de batir, sobre el camino de (Mate, el grueso de la facción, ocasionándola también una pérdida covsiderabie: catre los 'muertos se encontró ul general Simón de l:t Turre ■y ai brigadier Goiri Por nuestra parte murió el valeroso capitán D. Marcelino Orad, hijv del general de este nombre, víatima de su euitremudo atrojo, y fué herido el brigadier i). Leopoldo O-Donell, no guardando por lo demás propercion con la J,el enemigo nuestra pérdida, ni con las dificultades que hubo que vencer,—Las legiohes inglesas y francesas recibian muchos refuerzos, y se asegura, que tí ejército en general está animado de un espíritu que hace conce bir ¿as mas alhagücñas esperanzas.—El ministerio Mendizabal presentó su dimisión, que se dignó adimíir S. M., nombrando ü me diados de Mayo el nuevo gabinete, que se compone de D. Francis co Javier Isturiz, de Estado y Presidente del Consejo: D. Angel Saavedra, duque de Rivas, de la Gobernación: D. Antonio Scoane, mariscal de campo, de la Guerra: D. José Ventura Aguirre Solarle, de Hacienda: D. Antonio Alcalá Galiana, de Marina: tj D, Manuel Barrio y Ayuso, de Gracia y Justicia.—5". M. la Rei na Gobernadora ha dado un manifiesto á la nación con fecha 22, explayando las causas que la han movido á disolver las Cortes, y convocar las que han de proceder á la revisión del Estatuto Real de acuerdo con la autoridad del trono, cuya reunión ha resuelto se celebre el 20 de Agosto: la elección de los que hayan de serdiputa dos, según un Real decreto del 24, sepracticará con arreglo alpro yecto de ley electoral presentado por el Gobierno en el último Esta mento de Procuradores, cuyos artículos todos fueron aprobados después de una madura discusión, aunque por circunstancias no torias no haya podido pasarpor los demás trámites necesariosqmra llegar á ser ley.
ESPAKA.
Madrid de Abril.
Partes recibidos en la secretaría de Estado y del Despacho de la Guerra. El capitán general de Cataluña en comunicación del 5
inserta un parte del general en segundo noticiándole que el brigadier D. Vicente Malgrat con la tercera brigada de sa mando encontró a las facciones de Burjó y otros cabecillas el 31 de Marzo ocupando las posiciones de la cordillera do S. Juan de Fábregas, las que se decidió á atacar, no obs tante su difícil acceso; pero que los rebeldes las abandonaron, después de haber defendido con tenacidad las dos primeras, que fueron tomadas por los capitanes D. Juan Pujol y D. Manuel Bayon á la cabeza de sus respectivas compañías; cau sándoles 3 muertos, algunos heridos, y rescatando un sargen to de voluntarios de Cataluña, ai que parece iban á fusilar, sin mas pérdida por nuestra parte que 3 soldádos heridos.
Capitanía general de los reinos de Valencia y Murcia.—■' P. M.—Excmo. Sr.: Por la premura con que extendí el parte detallado de la acción de Chiva, se me pasó comunicar á V. E,, para que se sirviese ponerlo en conocimiento de S, M., qu« entre los beneméritos Guardias nacionales de esta se encon traba D. Vicente Navarro Tejeiro, magistrado de esta Real audiencia, rañas individuos de la diputación provincial y del •a.^ vj.vvV.a.«vvet\.ta de eaCa. -y de íaa íamiVías mas acomo dadas y pudientes de ella; habiendo sufrido todas las priva ciones, trabajos y peligros de la jornada, y de toda la ex pedición en ios dias que ha durado, con la mayor serenidad y alegría; sirviendo de ejemplo y de modelo digno de imitarse, y que mis tropas no pudieron menos de elogiar debidamente.
Asimismo, que uno de'los gravemente heridos ha sido el capitán del segundo escuadrón de caballería D. Manuel Devion, individuo de la diputación provincial.
Debo también añadir, que según los partes que «e han recibido en esta capitanía general, van enterrados entre Chi va y demás pueblos inmediatos por donde pasó la facción batida 340 facciosos, y llevan á mas sobre 300 heridos en su retirada.
Se han cogido varios prisioneros de los cortados y dis persos en la acción, y hasta ahora llevo recogidos 12, y á todos los he mandado fusilar por asesinos crueles y atroces, que no solo han muerto á muchos Nacionales y paisanos beneméritos y honrados, sino que lo han verificado atormen tándolos, y mutilándolos cruelmente aun después de muertos.
Remito á V. E. por duplicado el estado de muertos y he ridos por si en aquel hubo algún olvido ü equivocación.
Todo lo que pongo en conocimiento de V. E. para quo se sirva elevar al de S, M, la parte que nO pueda ia,stimar eu corazón sensible.—Dios guarde á V. E. muchos años. Va lencia 9 de Abril de 1836.—Exmo. Sr.—Juan Paralen.—Exmo. Sr. Secretario de Estado y del Despacho de la Guerra. El capitaíl general interino de Valencia con fecha del 9 remite copia de un parte del comandante militar de San Ma teo D, Jo,sé DecreíF, dándole cuenta de que en la madru gada del dia 3 el cabecilla Serrador, en combinación con otros, atacó dicha villa, logrando introducirse en ella por el der ribo de unas tapias contiguas á la puerta de Albocacer. En tal estado intentaron los rebeldes penetrar hasta el centro de la población; pero rechazados y cargados á la bayoneta por los valientes de su corta guarnición, fuéron arrojados del pueblo y casas que ocupaban, dejando en nuestro poder 19 prisioneros, y en las calles é inmediaciones 63 cadáveres; sa biéndose, por mas diligencias que hicieron para, ocultarlo, que el número de muertos que tuvieron pasó de 100, y entre ellos varios oficiales, abandonando asimismo armas, cajas de guer-
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ra y muchos efectos que habian robado. Por nuestra parte hemos tenido 3 soldados muertos y un cabo y 5 soldados heridos. Los facciosos asesinaron un soldado del provincial de León en su alojamiento, donde se hallaba enferrno; al pa triota D. Angel Fernandez en su cama, y á un niño de 12 á 1.3 años, hermano de un voluntario. El capitán general interino recomienda particularmente al comandante Decreíf, y este elogia el comportamiento de los capitanes D. Aseusio Cabrera, D. Crisiobaí Monclús y D. José Moste; del ayudante D. Ginés Calluela, de! snbtcniente 1). Manuel Soto, del abanderado D. Juan José Molina, y de los sargentos Blas Andujar, Antonio Montejano y Manuel Abzuarra.
Capitanía general del ejército y principado de Catalu ña.—Excmo. Sr.: El comandante general del distrito de Tar ragona en comunicación de 4 del actual me dice lo que si gue.— Excmo. Sr.: Por comunicación del coronel del 5? li gero desde la Llauma, se habrá penetrado V. E. de la cons tante persecución que sufre el Llarch de Copons; y si bien aquel gefe se lamenta de la cobardía con que huye á-«u vis ta aquel malvado, no por eso deja de conocerse que el per verso cabecilla va perdiendo la fuerza moral, pues los ob cecados pueblos ven palpablemente que apenas puede per manecer horas en algunos de ellos, al paso que antes peririanecia los 15 y 20 dias haciendo toda clase de exaccio nes en la comarca donde se situaba. Tambjen he recibido parte del comandante de armas de Prades relativo á la ex pedición que emprendió contra el cabecilla Arboné, á quien apenas le han quedado 15 hombres reunidos de los 500 que íiltímamente capitaneaba; siendo el resultado de aquella cons tante persecución la perdida de 14 muertos y 6 iieridos, de 5 caballos y la total dispersión de aquella canalla. El co mandante de armas de Falset me noticia" igualmente, que el de Mora de Ebro, que hasta ahora no habia podido salir del recinto del fuerte, ha' hecho una salida, recorriendo los pue blos de Asco, Flix y Rivarroja; y que en el primero sorpren dió una gavilla de 15 rebeldes que continuamente lo ocu paban, consiguiendo matat 3, y enCve ellos el cabecilla Mi guel Ventura, (a) Churri, que tenia amedrentado aquel ter ritorio, causándole ademas la de 3 heridos, y cogiéndoles 3 fusiles con algunas cananas y bayonetas. Con motivo de ha berse reíugiado varios dispersos en las montañas de Montreal, he ordenado al comandante de la columna de Rens y de ar mas de Prades, que al amanecer de este dia por medio de combinación caigan rápidamente sobre aquellas asperezas; y de su resultado, luego que reciba el parte, daré conocimien to á V. E. Lo que trasmito á V. E. para el debido cono cimiento de S. M. Dios guarde á V. E. muchos años. Cuar tel general de Cervera 6 de Abril de 1836.—Exorno. Sr.— Francisco Espoz y Mina,— Excmo. Sr. Secretario de Estado y del Despacho de la Guerra.
Capitanía general del ejercito y principado de Cataluña.— Excmo. Sr.: El gobernador de Tortosa en escrito de 2 del actual me dice lo que sigue.—Excmo. Sr.: En mi parte de 31 de Marzo último manifesté á V. E. que el gefe deJa 5' brigada salió de Gandesa, y que cayó sobre las diez de la noche á la villa de Arnés, donde se hallaba el rebelde Tor né, alcanzando á 'l5 facciosos que fueron acuchillados en el acto; pero en la persecución que le hizo, resultaron 13 mas, 40 heridos, cogiéndoles á mas raciones de pan, varias armas de fuego, sables, lanzas, tres sillas de montar, algunas ca bezas de ganado vacuno, y 200 pieles de carnero, sin otra pérdida por nuestra parte que la dé un herido y dos con tusos, no obsiante de tres horas de fuego que se emplearon con ar<lor para desalojar á los rebeldes de las posiciones que paulatinamente, iban tomando, corriéndose á Cherta nuestros valientes ayer con objeto de hacer inútiles los esfuerzos del enemiga para sacar raciones de dicha vicha. Lo que trasmi to a V. E. para el debido conocimiento de S, M. Dios "guar de á V. E. mitchos años. Cuartel general de Cervera 6 de Abril de 1836.— Exctno. Sr.—Francisco Espoz y Mina.—Excmo. Sr. Secretario de Estado y del Despacho de la Guerra.
Capitanía general del ejército y principado de Cataluña.— Él Sr. gobernador de Tortosa con fecha de 23 del pasado * » i -
Marzo me dice lo que signe: - *4Excmo. Sr.: El coronel gefe de la 5® brigada destinada á este aíistrito me dice desde Horta en 20 del actual lo qué sigue: Lleno de satisfacción coraonico a V. S; pata ja soya cuantos resultados ha producido el movimiento que líce hoy, y según con esta fecha elevo al .superior conocimieítito del Éxemo. Sr. capitán general; el tenor es como sigue: ,,Consecuente á lo que dije ayer á V. E., que por la» noticias recibidas en Cherta la facción divagaba hácra la Fatarella, hice mi movimiento en su persecución sobre Candeza, y antes de llegar al PinejI hube de contrarnarcharal mismo Cherta con el objeto de hacer ima marcha sigilosa, subiendo á los puertos de Horta para destruir los almacenes y hospitales que mantenían en ¡as Masías de dichos puertos lla mados de las Eras, Borrell y Botana, y otras inmediatas # la roca Benet; y con efecto á la una de la noche, empren diendo mi marcha hacia esta villa, pasando por la de Pauls, todo se verificó felizmente con los resultados de sorprender y atacar Jos rebeldes que se guarecían en ellas, reduciéndola» á cenizas, destruyéndoles las medicinas y víveres, logrando matarles 16, entre eli-os hacer prisioneros á Bautista Piñol, cabecilla de los de Torne, y á Fr. Juñan Molla, del convento de la Trapa, que fueron fusilados á mi arribo a- esta, tomán doles 9 caballos, una lanza, 3 sillas inútiles y otros efectos; y no queriendo retardar mas mi expedición, pues que caiculaha hallarse el rebelde Torne con su gavilla al descenso de Ja montaña, continúé batiendo el quebrado monte llamado la Pineda, en cuya extremidad una de las avanzadas de dicho cabecilla rompió el fuego sobre la compañía de Nacional^ al mando de su bizarro capitán D. José Franquet, que unión con las de voluntarios de Cataluña al de su digno capi tán D. Salvador Rlarti, y la de Nacionales de Horta al del benemérito teniente de la misma D. Salvador Alcoberro, sos tenidas por la 3- de- cazadores de Saboya, los pusieron en completa fuga y dispersión, dejando 2 muertos y algunos he ridos que se llevaron, y lomando el sable y charreteras del que los. capitaneaba.
„Este acontecimiento, alarmando al cabecilla Torne que dirigía, tiicia. a.lLl, í^ojJÓ evadlc&e del secuto cuanto decisi vo golpe que «e le premeditaba, aprovechándose de la frago sidad del país y maleza del terreno que protegió su huida, y yo continué mi marcha á pernoctar en esta y dar descanso preciso á la tropa, que traía 17 horas de marcha.
Excuso manifestar á V. E. la influencia que tendrá en todo este pais y para los malvados el movimiento estraté gico que he practicado, ni era fácil calculasen después de una contramarcha de 17 horas venciendo las penalidades de ca minos fragosísimos, y posiciones escarpadas de tan grande ele vación, Ies cortase tan exacta cuerda ai círculo de sus cor rerías desconcertándoles sus miras.
„Confie, pues, V. El. en que el espíritu público se rea nimará, los pueblos gozarán de mas anchara en su libertad, y protección bajo el benéfico Gobierno que nos rige, prome tiéndome en breve cambiar la suerte fatal que aflige este país.
„No pudiendo hacer una particular recomendación á V, E. de los bravos y dignos compañeros de armas que tengo el honor de mandar, pues que todos á la vez se han disputado la gloria de llenar sus deberes, y rivalizar en deseos patrió ticos, manteniendo constantemente el orden y diciplina de bue nos soldados amantes de su adorada Reina.
Todo lo que me apresuro á comunicar á V. E. convencido de la satisfacción o,ne al par mío tendrá al saber las ven tajas que nuestras armas obtienen en este distrito. Lo que pongo en conocimiento de V. E., á fin de que lo eleve al de S. M. para su satisfacción, y por si tiene á bien hacer alguna demostración de gratitud á los bizarros que con honor sostienen el trono desu augusta Hija. Dios guarde á V. E. imichos años. Barcelona 3 de Abril de 1836.—Excmo. Sr.—Juan Anlonio de Aldama.—Excmo, Sr. Secretario de Estado y del Despacho de la Guerra.
Capitanía general de Galicia.—Excmo. S.; En la tran quilidad y drden que reina en el distrito de mi mando bo ha ocurrido desde el último parte novedad digna de elevar á la superior atención de V. E.
Por los parles que he recibido de los comandantes de columnas en per.'^ecucion de facciosos, aparece que los que di vagan en el partido de Buron propende» á su total ruina por la continua persecución que se les hace, habiendo logrado en estos dos último.s dias aprehender dos, armados, tres ca-
tallos coín Ms monturas, entre ellas eí dél cabecilla Montcrro, lina ft)aleta con papeles y alguna ropa, y tres armas de fue go, conteniendo Jos papeles noticias interesantes que podrán jservir para descubrir ios que protegen á los malvados.
En el cantón de Mellid la coiumna mandada por el ca pitán de cazadores del regimiento de Castilla D. Juan Santos Jiménez, se encontró el dia 1? del corriente con la facción que acaudillaba el ex-fraile D. Basilio, conventual que fue de Santo Domingo en Sauiiago, y pagador de la horda del rebelde Eopez, logrando matar á dicho fraile y cuatro mas de la canalla, resultando levemente herido por nuestra parte un sargento. ■ Lo que tengo el honor de elevar á conocimiento de V. E. para los efectos que eslitne convenientes. Dios guarde á V, E. "^mochos años. Coruña tí de Abril de 1836.—Excmo.Sr.—Manuel nde Latre.—Excmo. Sr. Secretario de Estado y del Despacho de Ja Guerra.
tí,, VARIEDADES.
H^ontiníian las consideraciones sobre la naturaleza.
Subamos á la cumbre de un monte. Un vasto hortzonte se despliega al rededor de nosotros, y va á confundirse con el azul pabellón del cielo; selvas sqmbrías, manida de , »las fieras, campos floridos, verdes dehesas tapizan el globo terrestre. A Jo Jejos se divisan Jas esparcidas habitaciones de los labradores, la quinta deliciosa del rico, la choza del pobre, el humo de las ciudades; allá se extienden llanuras regadas de rios, que arrastran mansamente sus ondas de pla ta; acá serpean vegas sinuosas al pie de sierras colo.sales, so bre cuyos flancos hacen alto las - nubes, y cuya cima está encapotada c|e nieves eternas; Al ver las grandes desigualda des de la corteza de nuestro planeta, el alma remonta ha cia aquellos antiguos dias, en que los continentes ocupaban el fondo del mar, y Jas elevaciones del suelo, debidas á Ja acción de los volcanes y terremotos, alteraron la superficie del globo. Los bancos ijrodi»iosQs de cacaeoles v de coocUas marinas, la forma de capas orizontaJes que presenta el ter reno, los eschistQs (1), las tierras calcares^, las margas, anun cian la antigua sumersión del sireJo. Bajo esta costfa de cie no, depósito de mares que ya no existen, encontramos los des pojos de otro mundo; bosques sepultados, osamentas de gran des cuadrúpedos, estampas de animales y plantas de todas es pecies, son los monumentos de aquellas antiguas catástrofes. Hoy Jas turbas, el carbón de piedra, Jos betunes, residuos descompuestos y alterados de las sustancias organizadas que lo habitaban, alimentan el fuego subterráneo. Los escombros que hallamos atestiguan las revoluciones que ha suírido la tierra; sus vestigios no desaparecerán sino para dar lugar á otras revoluciones. Por acá, el océano corroe los continentes, sumerge los pueblos, trasíorma las cumbres en islas; por allá salen nuevas regiones, como jói'enes Náyades, del seno de las ondas; su terreno fangoso se consolida á la luz, y se cubre de un fértil manto; colonias de yerbas y árboles, tropas de cuadrúpedos, reptiles é insesclos vienen á tornar posesión de esta tierra virgen, que se admira de su propia fecundidad. Mas algún día le llegará otra vez su turno, y volverán á escon derla las aguas: Jos raonstriio.s marinos visitarán sus palacios y torres; desaparecerá de la tierra, y la historia de sus ha bitantes, como la de la Atlántida,será borrada de la memo ria del género humano.
Si penetramos en io intererior de Ja tierra, veremos com binarse los metales; conglutinarse las sales y piedras, y nacer las formas geométricas de los cristales; contemplaremos las ra mificaciones de los veneros metálicos; las columnas trasparen tes en que se levantan la esmeralda, el topacio y el cristal de roca; las capas formadas por los eschitos y mármoles y los brillantes grupos cristalinos de los espactos. Veremos al agua acarrear las tierras y filtrarse eo manantiales perennes; veremos henderse las rocas en grutas, y concretarse los jugos pedrego sos en estalácticas; oiremos la estrepitosa detonación de los efluvios y gases. Mas allá los azufres y piritas encienden las ho-
(l) Otros dicen esquitas, y es lo que los mineralogisias extrangeros iJaman schistes, piedras de testura foliácea como la.s pizarras; pero se da particularmente este nombre á las de naturaleísa arcillosa,
güeras volcánicas; sus cráteres vomitan lavas ardientes, y arro jan al cielo una lluvia espesa de ceniza, piedra pómez y humo; ja tierra se estremece en torno, y parece que va á rasgarse has ta su centro: el mar brama, y ve brotar de sus abismos nue vas islas, que alzan sus cabezas fumantes sobre las ondas. Los reinos vegetal y anirnal nos presentan otros fenóme no^, Si en el menor insecto hallamos ojos á propósito para percibir la luz, un estómago digerir, intestinos para extraer el ■quilo nutricio, miembros provistos ríe coyunturas, músculos y nervios para el movimiento voluntario, órganos masculino y femenino para la consesvacion de la especie, trompa ó man díbulas apropiadas á cada género de alimento, instinto, costum bres, y una pequeña porción de inteligencia, como en todos los otros animales; ¿será posible suponer que una organización taa primorosa es obra del acaso? Si al través de nuestra piel per cibiésemos el- artificio maravilloso de nuestro cuerpo, y los fi nísimos muelles de que se compone, nos llenaríamos de pa vor, temiendo hacernos pedazos al menor movimiento. ¡Qué de huesos, vasos, fibras, tendones, membranas! qué de glándu las, visceras y humores! ¡qué de tejidos diversos! ¡qué de canales, poros, articulaciones y ramificaciones! ¡qué mecanismo, en fin, lan delicado^ y tan incomprensible! El musgo como la palma, el mosquito corno la ballena, ¿no tienen por Ventura órganos dispuestos con un arte y una previsión asombrosa? ¿No vemos acción mutua y correspondencia entre todas sus partes?
¿No descubrimos iguales relaciones entre cada ser organiza do y Jas sustancias que lo rodean? Las raices están evidentemen te formadas para chupar los jugos de la tierra; las hojas para exhalar y aspirar gases; los pistilos para embeber el polen; los estambres para producirle y lanzarle. En los animales la boca, los dientes, los ojos, las orejas, los miembros, el estómago, los órganos sexuales están en tan exacta y tan necesaria relación, con las necesidades de cada ser, que no pudieran trasladarse á otro alguno, sin completo trastorno de toda su constitución. Todo está ligado entre sí, cada parte necesita las otras. ¿Pu do el acaso construir dos máquinas con tan perfecta correspon dencia, que de su comercio resultasen otras máquinas de la misma especie? ¿Pudo el acaso haber repetido este prodigio en tantas v tan varias especie.? de aniniale.» y plantas? ¿Pues quó diremos de los ivrslintos? ^Oe quien apTendxeton e\ castor, la abeja y la hormiga la sabia política de sus repúblicas? ¿De quien aprendió la hormiga león (I) á excavar su tolva en la arena para sorprender en ella su presa? ¿De quien la perdiz á contrahacer la coja, y vxponer su propia vida para sustraer sus polluelos á la persecución del cazador? ¿Quien enseñó al co codrilo, abandonado de sus padres desde antes de salir del hue vo, el modo de espiar á los otros animales, inmóvil y cubier to de cieno, como un tronco podrido?
Las maniobras del menor insecto, tan hábil desde su na cimiento, como' los individuos que le dieron el ser, la estruc tura y desarrollo de un hongo, bastan para confundir al filó sofo, y para convencerle de la existencia de una causa infinitamente sabia y poderosa. ¡Que débil es el entendimiento humano si un gu sanillo le abruma! Pero no basta contar todos los músculos y los nervios de un animal, ni pararnos en los resultados exte riores de la mecánica viviente, ¿Quien nos revelará los miste rios de la vida de una sola fiuia? ¿Como es capaz la materia de sentir dolor? ¿Como puede la volición mover el brazo? ¿Quien trasforma este pan en una carne animada y sensible? ¿Qué sus tancia es aquella que en el animal quiere, obra, escoge, re suelve? ¿De dónde emana este sentimienlo ciego, este impetuo so insliuio de amor que se enciende en todo io que respira? ¿Qué es el arcano inpenetrable de la generación? Estas mara villas se renuevan cada instante á nuestra vista: la costum bre de verlas es lo que nos hace indiferente á ellas. (^Continuará)
(l) Mirmeleon formicariuSy-ljm. La larva de este insecto tiene seis patitas, y sin embargo anda lentamente, y casi siem pre hacia atrás, por lo cual le es necesario valerse de indus tria para cojer, otros animales con que alimentarse; io que hace de este mudo Llegada al lugar donde quiere establecerse, pó nase á andar liáoia atrás describiendo lineas espirales cada vez menoreSj y ai mismo fiem[)0 se carga la cabeza de arena con una de las patas delanteras, y la avienta á lo lejos: asi for ma en el suelo, eo el espacio de media hora, ó poco mas, un boyo en forma de embudo, y ocultándose en el londo, aguar da que caiga un in.secto en este precipicio; entónces descarga sobre él, con la cabeza y mandíbulas una lluvia de arena; atúrdele de este modo, le arrastra á su guarida, y después que le ha chu padoá su sabor, arroja lejos desi el cadáver. (Cuvier)
{¿«ncluyea (os donativos áal -pueblo de Guayanilla, insertos en el número76.)
Pí. Ps. 5
Viuda de Germán., ■«» vi t
D, José Farrulla. r, • •
JD. Fedro Rodríguez* i*
D. José Antonio Rodrigeea.
X). José Benito Rodriguez. ■,
D. Tomas López,
D. Antonio de Figueroa. ,
D- Pedro Miguel Alattei.
D, Ignacio de Lugo. • «
J>. Pedro Falga. » •
D. Juan Alejandro Holanda. '. Andrés Montelvo. •
D. Juan Manuel Ortiz.
D Juan Ru\z.
1>. Manuel de Lago. , >
D. A'^ieente Rodriguez. »
D. Domingo Ilizarry, •
D. Facundo Rodriguez*
D. José Maria Garzón.
D. Angel Marunci.
D. José Julián Rodriguez.
D. Domingo Faustino de Torres.
D i % 9 Manuel de Jesús Rodriguez.
D. José Alaria Diaz. José Maria Alvarez.
DoSa María Juana del Rio.
JD. José Elena.
D. José Blasini.
D. Antonio Rodiignez Pabon.
D. Mateo Correa.
JO. José León Lacroi.
D. José Antonio CasaSas.
D, Miguel Salivas
D. Manuel Yordan. ■
D. Joaquin Lugo.
D. José Muría Rodnguez.
D. Cíiyetnuo Rodríguez.
D. José Luica.
D. Joaquin López.
D. Juan Manuel López.
JJ. Baltasar Ortiz. ^
D.,Antonio Sallaberur. ,
D. Silvestre Caldada.
D. Huberto Hayot.
D. Pedro \]yot,
D. Santos Lucia.
Total,, Guayanüla 12 de Abril de 1836.—Murtin de Anabitarte,
ADJUNTAS.
JRelacion de los vecinos de este fiueblo que han contribuido con el donativo voluntario fiara ayuda del sostenimiento de las tropas de S. M. la Rei na Doña Isabel II (Q.D. G.j -Ps. Rs.
Teniente á guerra D. Juan José Vázquez.
El presbítero D. Balbino David.
4 0
4 0
Sargento mayor D. Juan Guillermo de Torres. 1 O
D. José González y Risa. 1 0
U. José Herrero 0 4.
D. José Maria Torres Dávila. • 0 2
Antonio González. O l
Ramón Martin, 0 2
Isidoro Maldonado. 0 3
Juan Bautista de Ribera. 0 2
D. Gabino de Torres. 0 2 Félix de Torres. 0 2
Máximo de Torres. 0 1
Manuel de Santiago. 0 4
Gregorio de Torre» 01
< Juan Martin 0 2
Juan Sánchez.
José María Velez. , O 2
D. Martin de Torres. : , *,»0 2
D. Juan Manuel López de Vitoria, O 4
D. Manuel de Torres 1 0
Miguel Andujar. 02 Manuel Ocacio. ®2 Vicente Quiñones, ; O 3 Ramón Serrano. O l
• José Francisco Balay í , O l
D. Joaquin López de Vitoria » 4 0
* D. Dionisio López. 04
< Mauricio Quiñones
* P" *D. Juan Ramos Caraballo. 1 0
a:... Eelix de Ribera,
1 ^ , Juan García. ^ í**
1
José Manuel López de Vitoria. .Rafael Maldouado. : Francisco Antonio Quiñones, , Viuda de D, Ignacio Alaldonado, Raimundo Maldonado. Lorenzo Maldonado. , , , José María Martín Miguel de Torres Espinosa. Eugenio de Torres. , Micaela de Torres. , ^ D. Tomas Acevedo-
Adjuntas S de Abril de 1836.—Juan José Vázquez. ® S*
JUZGADO DK LA ALCALDIA MAYOll DE ESTA CAPITAL. Por disposición del Sr. Auditor de guerra honorario Alcalde mayor de esta CapUal se ha puesto en esta Real Cárcel en calidad de depósito á un negro natural de Africa, que dice llamarse Aunbrosio, remitido de Vega-alta. Y se avisa al público ( para el que se considere dueño de dicho negro so presente en el Juzgado á recla marlo, pagando los fgastos de captura y alimentos. Puerto Rico 13'de Junio de 3836.— Juan Manuel de Reina.—2
ESCRIB.ANIA DE GOBIERNO.
En el presidio correccional de la Puntilla se halla en depósito, remitido por al Teniente á guerra de Trujillo, un negro nombrado Luis, natural del Africa, el ojo de recho vacío ó menos, boca chica, nariz corta, frente idem, orejas Gradadas, una cica triz como de viruelas en el brazo izquirdo, otra idem larga como de herida en la es palda, manco del dedo del medio de una de las maños, y de estatiu-a regular. Lo que de orden del Eicmo. Sr. Próccr Presidente Gobernador y Capitán general se avisa al público para que llegue i noticia del dueño de dicho negro y ocurra á reclamarlo. Puerto'''Rico 18 de Junio de 1836.—Julián García.—2
ANUNCIOS.
Para idtimos del presente mes saldrá de este puerto para los de Santiago de Cu-, ha. Gibara y Nuevitas la goleta española Ratnoncita, su capitán D. Cristóbal dé León, para cuyos puntos admite carga y pasageros. Las personas que gusten aprovecharse de las comodidades de dicho buque podrán entenderse con su consignatario bs Srcs. Vi dal, hermanos, de este comercio.—2
Tenencia á guerra de Cayey En la cárcel de este pueblo se halla un negro que dice es de Guadalupe, llamarse Luis y que pertenece á un compañero de Mr. Micard, boticario en esa Capital; y como puede ser cierta esta manifestación hecha por di, se j^nuncia al público para su notoriedad.—2.
noLETiií jiE JunispRuDENciA Y DE LEDisxiciojí.—Estc ])erbdico está destinado esclusivameiite á tratar de las materi.as que indi^ su titulo: de lo respectivo á la juris prudencia y la legislación. En la p.arte oficial se insertarán los decretos y órdones que se lian promulgado desdei. principio de este año, y opie se promulguen en lo sucesivo sobre puntos tle derecho. Este periódico saldrá cuatro veces al mes, en cuadernos d« 4S páginas cada uno.—Se suscribe en la Administración principal de Correos de esta> Ciudad á 8 reales fuertes, principiando i contarse la suscricion desde 15' de Abril úl timo.—2
En la Escribanía de Cámara de esta Real Audiencia se hall» de venta el Reglamen to provisional para ía administración de justicia ccnl las explicaciones oportunas en su aplicación á esta Isla, á 6 rs. 3 El 29 de .Mayo del cor'riente año se han fugado del pueblo de Rio-piedras dos ne. gros de la propiedad de D. Carlos .Marrero, de las señales siguientes: El uno, llamado ''Eiauicisco, de edad de veinte y ocho años, c;u'.a redomla, ojos vivos, nariz gruesa arrillon:idos, con marca.9 en las sienes, iin alfajor Sobre la tetilla derecha, y es belludo.'El otro llamado Pascual, como de veinte y cuatro afio.s, color claro, oreja grande y grue»a, ojos pequeños, iKiriz corta y aventada, labios grandes, los dientes superiores abier tos, lo mismo los inferiores, los pies pequeños, y ambos son naturales de Africa, y no hablan nada el español. La persona que los entregue á dicho su dueño, ó dé raion cierta de su paradero, será compeléntemente gratilicada.—3
CAPITANIA DEL PUERTO.
KNTRADA Y SALIDA DE DUQUES EN EL MES PRESENTE. Entradas.
Día 31. De Areciho: balandra espafinlu S. Pedro, su cajiitan .Santiago Kabeiia, en 1 dia y 3 hombres, carga tabaco.
De Ponce: goleta es[)añola Rainoncila, au capitán José Biienaventiirá, en 5 dias, 3 hombres y 2 pasageros, carga tabaco.
De Arecibo; goleta española Josefa, su capitán José Joste, en 2 dias, '6 hombres y 4 pasageros, carga algodón y cueros.
22. De Ijaltiniore: bergaiitiu americano Francés Jane, su capitaii Norria, en 20 dias, 8 hombies y. 4 pasageros, carga víveres.
De Santonias: goleta española Júpiter, su capitán Luis Trilla, en 1 dia, 4 hombres y 5 pasageros, carga mercancías.
De Baltimore; goleta americana Clara, su capitaii Luceny, en 19 dia* y 7 hombres, carga vivetes.
De Filadelfiu: bergantín americano Betsey June, su capitán Rude, en 25 dias, 8 lionibres y 2 pasageros, carga víveres.
De Mallorca: palacra española Marcela, su capitán .José Ramos, en 07 dias, 12 hombres y 3 pasageros, carga frutos de la Península.
De Mayagües: goleta española Diana, su capilan D. Antonio González, en 2 dias, 4 hombres y 7 pasageros, carga viveras, SALIDAS.
Dia 21. Para Santomas; goleta espuñola Unión, su capitán D. Miguel Ríos, con 4 hombres, carga tabuco. *
Para Humacao; balandra española Dos Amigos, su capitán Ramón Mo rales, con 1 hombre, y 1 pasagero, carga víveres.
Para Luquillo: balandra española Paiichitu, su capitán Lorenzo Vázquez, con 2 hombres, en lastre. ,
Para Humacao: balandra española Mariana, su capitán Vicente Mojé, con 2 hombres y 1 pasagero, carga víveres.
22. Para la Aguadilia; balandra española Rosita, su capitán Juan Nepomuceno de Arce, con 4 hombres y 3 pasageros, carga ladrillos.
José Maria Torres
2 ,» Juan Manuel Caraballo.
José Antonio Rodriguez.
bbfe., Imprenta del Gobierno, á cargo
Para Manatí: goleta española Modesta, su capitaii Manuel Marti, con 5 hombres, carga ladrillos.
de D. Valeriano de Sanmillan. >» ■í;ás: