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¡Hacia una iglesia de impacto!
Agradecimiento
El curso Hacia una iglesia de impacto ha sido uno de los instrumentos más cambiante e importante en el ministerio de nuestra iglesia aquí en Mississippi. Me gustaría agradecer a la Red de Multiplicación y a mi propio padre, el obispo Brian Sutton, por desarrollar este curso y por guiarme a lo largo de este maravilloso viaje.
Preparación
Romanos 12:2 dice lo siguiente: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Esta escritura es una fuerza impulsora para cualquier ministerio a la hora de considerar si su iglesia tomará este curso. Como líder en el ministerio, pastor o alguien que desea ver a la iglesia seguir la voluntad de Dios, usted debe entender que la mente de las personas y el cuerpo corporativo de su iglesia no pueden y no cumplirán la voluntad de Dios si no la conocen. Hacer la voluntad de Dios es conocer Su voluntad y luego ser transformado —es ser tomado de donde usted está para ser moldeado en lo que Él quiere que usted (individualmente y como iglesia) sea.
El curso Hacia una iglesia de impacto está diseñado para que, con una mirada objetiva, seria y honesta, usted sepa en qué condicion está su iglesia local, discierna la voluntad de Dios para el futuro de su iglesia, y juntos creen un plan para lograrlo.
Antes de embarcarse en esta iniciativa, prepárese para la verdad, toda la verdad, para quienquiera que se presente en las sesiones. Esto puede ser difícil, pero el precio pagado no es insignificante en comparación con el fruto que se producirá en cada iglesia que se sumerja en este curso.
Aplicación
Hay varias maneras de comenzar este viaje. Usted puede hacerlo con toda su iglesia, con el equipo de liderazgo o durante una reunión de entre semana. Ciertamente, esto debe ser tomado con el aporte de aquellos con diferentes puntos de vista y opiniones.
Usted puede tomar el curso Hacia una iglesia de impacto en línea, usando el material impreso o presencial con un líder o pastor.
Separe por lo menos doce semanas para estudiarlo, de modo que pueda tomarse su tiempo para procesar la información y discutir con el grupo. A veces, Hacia una iglesia de impacto puede ser muy tedioso en cuanto al material, la redacción y aun la psicología. Antes de hablar del futuro, usted examinará la salud y la historia de su iglesia, y esto puede ser una tarea pesada y tumultuosa si no se aborda cuidadosamente con la dirección del Espíritu Santo. Sería bueno asegurarse de que la colaboración es bienvenida, sin dejar de proteger a las personas, el legado y los ministerios de su iglesia.
Lo que aprendí
A lo largo de las dieciséis semanas que tomó nuestra iglesia para completar el curso Hacia una iglesia de impacto los miércoles por la noche, aprendí varias cosas. Primero, la iglesia es un vaso de Dios. Una de las principales cosas que aprendimos los participantes y yo es que Dios usa a la iglesia para cumplir Su misión, y que siempre debemos tener la mentalidad misionera en todo lo que hacemos, desde las grandes decisiones hasta las más pequeñas. Esta misión de Dios varía y es específica para cada iglesia local.
En segundo lugar, los feligreses y los líderes de la iglesia tienen mucho que aportar y ofrecer. Si usted es el pastor de una iglesia, lo más probable es que esté allí por asignación de Dios; los miembros han estado en la iglesia más tiempo que usted, y seguirán allí cuando usted ya no esté. Tal vez a través de la oración y el liderazgo, el Señor les ayude a todos determinar cuál sea la misión, la visión, los valores y el propósito para su iglesia. En pocas palabras, entienda que su misión puede ayudar a su congregación a descubrir cuál es su vocación, con su dirección, en lugar de como usted puede dar forma al futuro.
Hay, sin embargo, algunas cosas a considerar que yo no preví, y quizás si su iglesia hace esto, logren evitar estas trampas. En primer lugar, entienda que la historia y los ministerios de su iglesia han sido dirigidos por personas que aman al Señor y aman a la iglesia. La gente ha contribuido a que la iglesia esté donde está, y algunos de esos contribuyentes pueden estar con usted. Protéjalos. Asegúrese de que nadie cargue con la culpa de cualquier dificultad o área crítica, sino que todos contribuyan a la sanidad de la iglesia.
En segundo lugar, considere las formas en que puede hacer que este plan de estudios se mantenga. Hay muchas palabras, ideas y módulos. Asegúrese de centrarse y repetir las cosas que le parezcan más importantes.
Efectos duraderos
Quiero que cada lector sepa que, aunque Hacia una iglesia de impacto sea difícil a veces, creo que Dios ha llamado a Su iglesia a cumplir la gran comisión de ir al mundo. No medimos el éxito en base a nuestros números, nuestra membresía, nuestro dinero, o lo grande que somos. Medimos el éxito en base a seguir la voluntad de Dios y cómo IMPACTAMOS el mundo que nos rodea. Considere transformar su iglesia local a través del curso Hacia una iglesia de impacto.
