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Avivamiento en África

En África hay un gran derramamiento del Espíritu Santo, quien es el principal agente de avivamiento. Él aviva las iglesias en África y nosotros somos los receptores de este incomparable manjar celestial. Como Pedro afirmó abiertamente, sin duda somos testigos de Su majestad. El obispo principal, Tim Coalter, amonestó recientemente a la iglesia a “evitar ser pentecostal en teología y no en práctica...”. Este es un llamado al cristianismo auténtico y bíblico.

“Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía”, afirmó Jacob (Génesis 28:16). Este “error” de Jacob de no discernir correctamente las insignias de la presencia divina no debe repetirse entre los hermanos. Dios está actuando en gran escala en África y de esto estamos seguros. Sería absurdo y también traicionero hacernos de la vista gorda ante esta realidad o afirmar lo contrario. Nicodemo dio en el clavo cuando afirmó: “porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él” (Juan 3:2b). Dios es el génesis y el ejecutor de lo milagroso que se observa en el continente africano, y nosotros tenemos el privilegio de ser testigos de este fenómeno. Es necesario afirmar que no solo buscamos que la mano de Dios esté sobre este amado continente, también buscamos apasionadamente Su rostro para una revolución santa e integral en cada centímetro cuadrado de esta ubicación geográfica. Estamos pidiendo y suplicando incesantemente por una santa conflagración que se apodere del continente. Como dijo Pablo: “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo” (Efesios 3:14). En África debemos confesar que la oración es tan ferviente como frecuente. La oración es tan prolongada como pragmática. La oración no solo es persistente, sino apasionada. A continuación los testimonios nacidos en África, y desde África son testimonios válidos de la manifestación multidimensional de Dios en respuesta a las oraciones.

Además, hay una mayor conciencia de la presencia de Dios en nuestros servicios. La Palabra de Dios está ganando ascendencia y un impulso cada vez mayor. En la IDP de África, la Biblia sigue siendo holísticamente considerada como la Palabra inspirada de Dios. A pesar de las vidas que corren riesgo por causa de los opositores acérrimos a la fe, el evangelio sigue siendo publicado sin interrupción y se difunde a un ritmo exponencial. Damos gracias al obispo Héctor Ortiz, cuyos esfuerzos y aportaciones permitieron que los obispos nacionales obtuvieran sus títulos en teología y que nuestros discursos desde el púlpito pasaran de la mera retórica ecléctica a la apologética exegética y teológica. De Cristo se dijo que “Dios estaba con él” (Hechos 10:38). De igual manera ¡Dios está en África! Los nuevos conversos de todas clases sociales se están uniendo a la iglesia, todos impulsados por el Espíritu de Dios. Muchos hermanos han tenido, y siguen teniendo, experiencias pentecostales y hay fuego en nuestros servicios al ser visitados por el Espíritu Santo. La IDP en África no es sólo pentecostal por la denominación, sino que, de hecho, además de sus palabras, tiene poder. No sólo hablamos del poder de Dios, sino que lo demostramos y lo exhibimos. No podemos ser de otro modo.

“Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder…” (Salmo 110:3). El celo del Señor es otro fenómeno sorprendente entre los hermanos de África. No son pocos los que agotan no solamente de sus recursos, sino también de sí mismos y literalmente promueven el evangelio en sus esferas de influencia. Los hermanos han aportado su cuota a pesar del deterioro económico que azota al continente. Hemos observado que los hermanos demuestran su celo por la iglesia de múltiples maneras; para algunos, este celo se expresa en un culto enérgico y carismático, mientras que otros prefieren un modo de culto más reservado y contemplativo. Pero hay que experimentar el culto en la IDP de África. Para algunos, es una devoción desinteresada al servicio de los demás en la iglesia y, para otros, es la devoción diaria al estudio y la meditación constante de las Escrituras. Además, algunos se han entregado desinteresadamente y exhiben actos de bondad y generosidad. Más aún, observamos a otros compartiendo audazmente sus testimonios y declarando públicamente su fe sin avergonzarse. Son hermanos apasionados por Dios. Es pertinente decir que no disminuimos nuestros esfuerzos por mantener este fuego, ya que la determinación de llegar a todas las naciones de África con el evangelio y de construir congregaciones vibrantes es una elevada.

“Dios vendrá de Temán, y el Santo desde el monte de Parán. Selah Su gloria cubrió los cielos, y la tierra se llenó de su alabanza”.(Habacuc 3:3)

Cuando el fallecido obispo Sherman Allen, T.A McCalla y Henry Barclay ministraron en diferentes épocas en África, Dios vino al continente ya que eran conductos de divinidad por derecho propio. Muchas gracias al obispo Hubert Martin, a Levi Clarke y a Bill Richard, ya jubilados, que se niegan a descansar de su apoyo constante. El avivamiento que estamos experimentando hoy no habría sido posible sin su liderazgo y sacrificio.

Es un deseo persistente de nuestros corazones (colectivamente) en este momento oportuno el de reconciliar al mundo con Cristo, de ser más para Dios, tener más de Dios, que Dios tenga más de nosotros, hacer más por Dios, comprometernos más con Dios, traer más a Dios, que Dios tenga nuestra totalidad, ganar más almas para Dios dentro del espacio que nos ha sido asignado. Que se escriba de África: “Dios los visitó...”

OBISPO ENIS JAMES KOLAWOLE | PRESBÍTERO GENERAL DE ÁFRICA
El obispo James Kolawole nació en Lagos, Nigeria, y se unió a la Iglesia de Dios de la Profecía en 1986. Fue nombrado obispo nacional de Nigeria en el 2000. Ha servido en África como obispo regional, obispo nacional de Ghana, miembro del Comité de Finanzas y Administración de África, obispo nacional interino de Esuatini, Sudáfrica, Namibia y Lesoto (con el obispo Nathaniel Botha). En 2022, fue seleccionado por el Presbiterio Internacional y la Asamblea Internacional en acuerdo mutuo como presbítero general de África. El obispo Kolawole es licenciado en teología y administración de empresas por el Colegio San Agustín de Nigeria, el Politécnico Federal del Estado de Ekiti y el Seminario Teológico Gordon-Conwell. El obispo Kolawole está casado con Ellen Kolawole y tienen cuatro hijos adultos.
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