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Perspectiva pentecostal

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Hacia una comprensión trinitaria de la reconciliación

CARSWELL A. LEONARD, PH.D OBISPO DE LA REGIÓN PARAGÓN

El tema de nuestra pasada Asamblea Internacional, Reconciliando al mundo con Cristo por el poder del Espíritu Santo, ha tenido efectos profundos y con propósito en todo el ministerio global de la Iglesia de Dios de la Profecía desde que fue adoptado. Todas, o casi todas, las convenciones y reuniones alrededor del mundo lo han integrado de un modo u otro. El énfasis en el ministerio de la reconciliación encuentra su principio en 2 Corintios 5:19: “que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación”. Este pasaje es tanto descriptivo como prescriptivo. Es prescriptivo porque describe cómo Dios escogió llevar a cabo Su obra redentora y reconciliadora en el mundo.

En este breve escrito quiero reiterar que este tema que ha instruido e impactado el ministerio en toda la Iglesia de Dios de la Profecía desde nuestra pasada Asamblea Internacional es, entre otras cosas, una declaración de nuestro compromiso pentecostal-trinitario. Este compromiso con una concepción trinitaria de la naturaleza y la obra de Dios a menudo suele estar ausente en nuestros discursos teológicos. Este maravilloso tema de la Asamblea consiste en una fórmula triádica que, en mi opinión, refleja esa comprensión y compromiso con esta poderosa tradición.

Además de ser descriptivo y prescriptivo, el texto anterior también es formulaico. Este vocablo se define como “que contiene una fórmula verbal o conjunto de palabras”. La fórmula del texto es diádica. Diádico se define como “perteneciente o relativo a la díada; grupo de dos”. En el pasaje, la díada es el Padre (Dios) y el Hijo (Cristo). Muchas de estas fórmulas diádicas podrían ser consideradas de manera errónea como de naturaleza binitaria. Con esto me refiero a un enfoque en solo dos personas de la Deidad.

Un compromiso con la doctrina y práctica trinitaria afirma que cada acto de Dios, por cierto, un acto trinitario (una acción que involucra a las tres personas de la Trinidad). Esto se conoce como la doctrina de las operaciones inseparables. Con respecto a esta doctrina, Torrey J.S. Teer dice:

La doctrina de las operaciones inseparables afirma que todas las obras externas del Dios trinitario son indivisibles (opera Trinitatis ad extra indivisa sunt). Es decir, en cada acto divino en el mundo (ad extra; es decir, ‘hacia fuera’), todas las personas de la deidad trabajan inseparablemente como uno: uno en esencia, voluntad y poder (ad intra; es decir, ‘hacia dentro’, o quién Dios es en Sí mismo). De manera que, en la obra de la Trinidad, solo hay una acción, no tres”.1

En un artículo titulado “2 Corintios 3:17a desvela las doxologías diádicas de Pablo”, Andreas Hoeck, del Seminario Teológico Saint John Vianney de Denver, escribe: “Siempre que Pablo exalta a Dios Padre junto con Jesucristo, Su Hijo, incluye al Espíritu Santo”.2 La observación de Hoeck refleja el conocimiento paulino de la obra trinitaria de Dios y concuerda con la doctrina de las operaciones inseparables del Dios trino.

En términos teológicos, la obra trinitaria de Dios en el mundo es conocida como la Trinidad económica. El término Trinidad económica se refiere a la relación del Dios trino en el contexto de la historia de la salvación o simplemente, lo que Dios hace en el tiempo y el espacio en relación con la obra salvífica de la raza humana. Esto contrasta con la Trinidad inmanente.

La Trinidad inmanente, o Trinidad ontológica, se refiere a la vida interior o la relación de las tres personas dentro de la Trinidad. Como pentecostales trinitarios, es fundamental reconocer que la frase “por medio del poder del Espíritu Santo” en nuestro lema es algo más que un apéndice explicativo de la obra reconciliadora de Dios en el mundo. De igual manera, es importante entender que es algo más que una inclinación neumatológica pentecostal. Debemos entenderlo como parte de nuestro compromiso con la comprensión trinitaria de la obra reconciliadora de Dios en el mundo. Esta comprensión debe informar y dirigir nuestra predicación, enseñanza y práctica del ministerio de reconciliación.

1 Torey J. S. Teer, “‘As the Father Has Sent Me, Even So I Am Sending You’: The Divine Missions and the Mission of the Church,” JETS 63.3 [2020]: 537.

2 Andreas Hoeck, “2 Cor 3:17a Unlocks Paul’s Dyadic Doxologies,” http://repositorio.sandamaso.es/ bitstream/123456789/300/1/4HOECK.pdf.

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