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La nueva ampliación del Parc Natural Serra Gelada propone englobar la zona costera-terrestre

El pasado miércoles, 18 de noviembre, se reunió de En esta sesión se llevo también a cabo la aprobación de forma telemática la XVI Junta Rectora del Parc la creación de zonas de fondeo libre de embarcaciones Natural Serra Gelada y su Entorno Litoral, a la recreativas en zonas de arenal con fuerte hidrodinamismo, que asistió el CN Altea, para proponer acciones en el ámbito del parque natural, que no permiten su de gestión y conservación dentro del parque. Esta reunión ocupación por la pradera de Posidonia Oceánica; una contó con más de 40 participantes representantes de iniciativa planteada por el CN Altea desde hace ya varias diferentes administraciones y agentes sociales y económicos años con el fin de ofrecer una alternativa sostenible para relacionados con el parque natural, entre ellos el Club el fondeo recreativo sin influir en la conservación de la

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Náutico de Altea. Posidonia Oceánica.

La sesión fue dirigida por Joan Piera, presidente de la Junta El Club Náutico de Altea, como entidad sin ánimo de lucro

Rectora, y asistida por Ángel Enguix, secretario y actual cuyo fin fundamental es fomentar los deportes náuticos director-conservador del Parc Natural Serra Gelada y su y la educación medioambiental, es el primer interesado entorno litoral. Uno de los puntos más destacables del día en que se adopten medidas de conservación en nuestro fue la propuesta de ampliación del Parc Natural de Sierra entorno aplicando los valores de sostenibilidad y desarrollo

Gelada a toda la zona costera de Altea, Albir y Benidorm. ambiental, social y económico.

Esta iniciativa fue aceptada por mayoría, votaron en contra los clubes náuticos y deportivos de la zona, como el de

Benidorm o el propio CN Altea así como la federación de vela. La Diputación de Alicante se abstuvo.

El Club Náutico de Altea votó en contra de esta propuesta, a excepción de la ampliación al espacio de la desembocadura del río Algar, debido a que se presentó en la Junta Rectora sin haber aportado previamente documentación que detallará las implicaciones y las limitaciones del proyecto.

A la hora de llevar a cabo la ampliación de una reserva natural a una zona de dominio publico marítimo-terrestre con costumbres, modos de vida e industrias ligadas al mar, como es la costa de la bahía de Altea, es importante hacer una valoración de la situación actual teniendo en cuenta los aspectos ambientales, sociales, deportivos y económicos para así poder fomentar un desarrollo sostenible y que de ello no se derive conflicto alguno, argumentaba Joaquim

Such, gerente del CN Altea.

A pesar de la Covid-19, no nos olvidamos del medioambiente

Un año más, la educación medioambiental fue la protagonista de las escuelas de verano del CN Altea a pesar de las distracciones generadas por las medidas de prevención ante la Covid-19, las cuales se cumplieron estrictamente.

El Club Náutico de Altea fue unos de los primeros clubes de la

Comunidad Valenciana en reiniciar su actividad después del estado de alarma, y lo hizo tras una rigurosa implementación de protocolos para permitir cumplir las medidas de seguridad y prevención entres los usuarios y los propios trabajadores, lo que le permitió obtener el sello de calidad turística “Safe

Tourism”.

A pesar del tiempo dedicado a preparar estos protocolos para poder reabrir con seguridad, el club no se olvidó de su objetivo principal de cada verano - acercar a los más jóvenes al mar y a la navegación mediante el conocimiento práctico y la diversión. Es por esto por lo que, desde la escuela deportiva del CN Altea, se decidió empezar las escuelas de verano tres semanas antes respecto a años anteriores con motivo de ofrecer un espacio seguro y divertido al aire libre para los niños y niñas. Un espacio que se consideró más que necesario tras pasar casi tres meses confinados en nuestras casas.

Los valores de las Escuelas de Verano del Club Náutico de

Altea siempre se han basado en el compañerismo, las buenas prácticas marineras y el respeto por el medioambiente; aspectos que se han mantenido a pesar de todas las distracciones generadas por las diferentes medidas de prevención ante la Covid-19.

Cada verano, las escuelas del CN Altea cuentan con técnicos deportivos cualificados y con experiencia en navegación, vela, pedagogía y educación medioambiental. Además, este año se contó con dos estudiantes de ciencias del mar y biología marina en Valencia, Vicente Seco y Samuel Martínez, quienes aportaron su conocimiento y sensibilidad por el mar a los niños y niñas de la Escuela de Timoneles mediante talleres de concienciación y salidas de snorkel para observar y entender el entorno marino.

Estado de la pradera de Posidonia oceánica en la bahía de Altea

Resultados de 2020 y su tendencia con respecto a años anteriores

David Gras Olivares Instituto de Ecología Litoral (IEL)

Los datos que se aportan forman parte del seguimiento medioambiental de la pradera de Posidonia que el IEL1 realiza en el ámbito tanto de los Parques Naturales de la Comunidad Valenciana (para la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica) como de la generalidad de la costa alicantina (programa POSIMED financiado por la Diputación Provincial de Alicante). En la bahía de Altea, los muestreos se vienen efectuando en el islote de l’Olla (a 5 m de profundidad), frente al Morro de Toix (en la isóbata de 17 m) y en Cala La Mina, esta última en una estación somera (-5 m) y otra profunda (-9 m). El diagnóstico se basa en los parámetros estructurales de densidad de haces y cobertura.

Los resultados obtenidos en 2020 se pueden considerar buenos Por lo general, marcan una tendencia interanual positiva desde que se toman registros de manera continuada (2002 o 2004 según estaciones de muestreo).

Estaciones de muestreo

L’Olla Toix Cala La Mina somera Cala La Mina profunda

Densidad de haces (nº de haces/m2)

421

231

419 276

Cobertura (%)

85 84 66 75

Tabla con los resultados de 2020 (datos del IEL).

En lo que respecta a la densidad, las cifras menores que se dan en Toix y en el enclave profundo de Cala La Mina tienen interpretaciones diferentes. En Toix se trata de un valor habitual, el cual se arrastra desde siempre, justificable

Enterramiento de haces de Posidonia en el límite profundo de la pradera en Cala La Mina (foto tomada por el IEL)

Aspecto magnífico de la pradera en l’Olla, donde se llegan a formar como terrazas (foto tomada por el IEL)

350

300

Haces / m 2

250

200

150

100

50

0

2002- 2003- 2004- 2005- 2006- 2007- 2008- 2009- 2010- 2011- 2012- 2013- 2014- 2015- 2016- 2017- 2018- 2019Tendencia interanual positiva (estadísticamente significativa) de los resultados de densidad de haces en la estación de Toix (datos del IEL).

2020-

por mera cuestión natural, por su ubicación a mayor profundidad, donde las condiciones de luminosidad son peores para el crecimiento de la planta. (Por el contrario, en la estación profunda de Cala La Mina, el menor valor de densidad se atribuye a los efectos de los temporales marinos sufridos en 2019-2020, de especial virulencia el de septiembre de 2019. La consecuencia más evidente es el enterramiento de los haces En cuanto a la cobertura, aunque los resultados de 2020 son buenos, en las dos estaciones de Cala La Mina se continúan registrando los porcentajes más bajos. Asimismo, es donde se detecta una mayor participación de la mata muerta de Posidonia (hasta un 14% en el último muestreo. Es una zona que sufre más los efectos de los temporales, por su vulnerabilidad dada su frecuente exposición a los anclajes indiscriminados. Estos embates marinos significan un retroceso en la dinámica de lenta recuperación que parece observarse tras la instalación, hace unos años, de un sistema de amarres ecológicos. Cabe mencionar que, aparte del trabajo de seguimiento, se ha detectado el enterramiento de una buena parte de pradera de Posidonia en el área del Morro de Toix, provocada por el desprendimiento de rocas y piedras desde el acantilado adyacente). El desprendimiento también se atribuye a la progresiva erosión debida a los temporales de agua y viento.

Mata muerta de Posidonia en Cala La Mina (foto tomada por el IEL) Morro de Toix: derrumbe de piedras desde el acantilado sobre la pradera de Posidonia (foto tomada por el IEL)

Proyecto Sanamares

Estíbaliz Parras

Fundadora de Sanamares y veterinaria de Fauna Marina

Estibaliz estudió veterinaria y actualmente se dedica a la rama de fauna marina, además trabaja y ha trabajado de manera estacional en actividades acuáticas como instructora de buceo y socorrista, combinándolo con prácticas en centros de conservación y servicios medioambientales de parques naturales.

Sanamares es una asociación fundada con el fin de colaborar con el medio marino. Lo que nació como un proyecto personal de Estibaliz, y lo sigue siendo, a raíz de su afán de divulgación medioambiental, de aprender, de concienciar, de poder llegar a más gente y cambiar las cosas, tiene como objetivo crear una pequeña comunidad donde todos aquellos amantes del medio marino compartan información sobre este medio y los animales que lo habitan. Para ello no solo se da visualización de las acciones y proyectos realizados, sino que se comparten curiosidades e información de interés relacionadas con el medio marino y su conservación, en formato de charlas, talleres, limpiezas de playa y otras iniciativas.

“Intentamos ser resolutivos y positivos, sobretodo en conservación del medio marino, que normalmente es ir contra la marea”

¿Qué te llevó a formar el proyecto Sanamares? Mientras estudiaba la carrera de veterinaria me di cuenta que realmente lo que me interesaba era el medio marino, hasta que encontré un perfil de veterinario de fauna marina. Sabía que era muy complejo el llegar ahí, pero bueno, era lo que me llenaba. Entonces empecé a realizar prácticas que me ligaban al mar combinándolo con actividades náuticas como submarinismo y trabajos de verano como socorrista. Fue entonces cuando me di cuenta de que necesitaba algo más, porque se me quedaban cortas, tanto las prácticas como esos contratos temporales de buceo y socorrismo. Habiendo sacado mi titulo de buceo para poder transmitir mi pasión a más gente, muchos de mis compañeros o gente que venía a bucear eran los primeros que menos conocían el mar o los primeros que cogían una concha del mar o tiraban una colilla; otros muchos no, me gustaría recalcar, pero con tan solo ver a un par de personas haciéndolo en un ámbito tan ligado al mar a mi ya me impactó, porque pensé, cómo pueden disfrutar de esto y mancharlo… Me chocó mucho y fue el punto y final para decir… ¡Voy a hacer algo! Y de ahí, esa idea se gestó en Sanamares y de ahí los comienzos del proyecto.

¿Qué valores y/o objetivos crees que definen mejor a Sanamares? Divulgación es la herramienta principal del proyecto y los valores evidentemente son conservar el mar pero no de manera restrictiva. Nos consideramos bastante neutros, no nos gusta ser nada radicales en cuanto a contextos porque creo que mínimamente cualquier mejora que pueda aportar cualquier persona multiplicada por muchas es muy efectivo Intentamos ser resolutivos y positivos, sobretodo

en conservación del medio marino, que normalmente es ir contra la marea.

¿Cuáles dirías que son los proyectos más destacables que habéis realizado en el último año? Ahora tenemos algunos proyectos de conservación parados que íbamos a emprender, por el tema de la Covid-19. Aunque parece ser que se van a reanudar dentro de poco, por el momento nos estamos centrando sobre todo en proyectos que se pueden hacer de manera directa y con gente cercana especializada en el ámbito, por la situación sanitaria y también para mantener la esencia del proyecto. Proyectos más espontáneos como es la extracción de redes, hace poco sacamos una en el Parque Natural de Serra Gelada de la cual nos avisó Vicente Seco. Nos informamos, fuimos a verla, valoramos la situación y tras contactar con los agentes de sierra helada decidimos extraerla y, la verdad, fue una experiencia muy positiva porque a raíz de esa nos han ido avisando de más redes y lonas. Una de las actividades principales de la gente que colabora con Sanamares es el buceo, tanto para identificación de especies como de manera recreativa y para labores de conservación, por lo que contamos con la experiencia y formación para llevar a cabo extracción de redes que puedan aparecer y a su vez para hacer un reclamo del impacto que tienen.

¿Qué significa el término “Ghost Fishing”? El término “Ghost Fishing” o redes fantasmas, como lo conocemos en España, engloba el impacto que tienen las redes de pesca que han sido perdidas o abandonadas en el mar, las cuales pueden enredarse en arrecifes y destrozar la biodiversidad del fondo marino, así como flotar a la deriva en mar abierto atrapando peces, delfines y otras especies marinas además de embarcaciones y buceadores.

¿Colaboráis con otras asociaciones o proyectos con objetivos similares a Sanamares? Es cierto que en Sanamares no solemos hacer muchas colaboraciones grandes con otras asociaciones o organizar eventos que lleguen a mucha gente en un momento dado, nuestro objetivo es intentar que la gente sea activista individual, que interiorice qué acciones se pueden tomar para proteger el medioambiente y aplicarlas en su día a día. Una de las cosas buenas que ha fomentado la ola telemática post-Covid es el promover acciones más directamente que son llevadas a cabo por la gente de manera individual. La iniciativa de limpiezas de playa online funcionó muy bien

www.sanamares.es

facebook.com/sanamaress

@sanamares

porque al final había mucha gente participando a la vez pero la limpieza la hacía cada persona en su playa más cercana, sin necesidad de que una asociación atrajera gente a una playa en concreto.

En los últimos años se le ha dado bastante protagonismo al plástico como un gran enemigo del mundo marino, ¿Crees que hay otros factores, igual o más dañinos, que están pasando desapercibidos ante la sociedad? Por supuesto que si, esto es algo que me gusta mucho recalcar, sobre todo en las charlas. Cuando una problemática a nivel de conservación se pone de moda, todas las fuerzas se concentran sobre un único problema, cuando realmente no hay un único problema. En los últimos años se ha atribuido todo al plástico y hay otros aspectos que afectan al medio marino, muchos de ellos se pueden reglar y carecen de falta de legislación. No es que haya que atentar contra estas modas conservacionistas, pero si difundir que hay muchos otros problemas y muchos

no dependen de la persona individual, como puede ser un vertido de aguas fecales. Hay más cosas y creo que debemos dar un paso hacia delante porque sino no vamos a avanzar, nos vamos a quedar en el plástico y hay mucha a gente que le interesa que nos quedemos en ese escalón… ¡Y no interesa! ¿Crees que en España es necesaria también la divulgación de una educación y respeto medioambiental entre algunos colectivos que, de alguna manera, realizan actividades en el mar? Súper necesaria, hace falta igual o más que con la gente que no se dedica al mar, creo que es igual de necesario o incluso más porque se dedican a esto. No es lo mismo una persona que va a realizar una mala práctica y va a influir sobre el medio marino indirectamente pero es que hay perfiles que su mala práctica influye directamente cada día que visita al mar. Esto pasa en cualquier profesión, ¿a quien hace falta que le quede más claro cómo higienizarse las manos? ¿a un cirujano o a una persona que se dedica a otra cosa? Si vemos que nadie se las lava bien pues yo empezaría con la gente que tiene cosas importantes en las manos y luego ya evidentemente el resto de gente. ¿Qué medidas crees que habría que tomar para que la gente respete el medio marino, sobre todo las zonas declaradas parque natural? Creo que habría que hacer muchas más campañas, sobretodo en la época estival, campañas para promover la conservación e informar de la situación de la zona, pero eso cuesta mucho dinero y sobretodo mucho tiempo de implicar a un montón de gente. Es cierto que poner un cartel no es suficiente, tienes que inculcarlas de alguna manera para que la gente lo interiorice y eso es un coste de tiempo, dinero y desgaste personal. Creo que los ayuntamientos y entidades que viven del turismo deberían juntarse para llevar a cabo un proyecto conjunto que se base en aplicar medidas de este tipo en la zonas turísticas, aunando fuerzas para fomentar un turismo

sostenible donde prime la conservación del medio ambiente. ¿En qué consiste la iniciativa Stop Finning en la que participáis? La práctica del Finning es un tipo de pesca que consiste en coger un animal, cortarle la aleta y devolver al animal, todavía vivo, al agua y quedarse la aleta para comercializar con ella ya que en países asiáticos tiene bastante reclamo por el tema de la sopa de aleta. La iniciativa europea Stop Finning pretende cambiar la normativa actual para de que alguna forma esta actividad solo se pueda comercializar y desarrollar de manera que las aletas tengan que ir en conjunto con el animal, limitando así el número de aletas que se colectan. En otras palabras, poner el cuello de botella más pequeño permitiría una regulación mayor, al menos de la cantidad de ejemplares que se sacrifican. En Sanamares apoyamos esta iniciativa a través de charlas, talleres y difusión en las redes informamos sobre la manera en que tenemos a estos animales mitificados como los asesinos o los malos del mar y realmente son de los animales que menos personas matan, no se registran ni 5 o 6 muertes al año producidas por tiburones, sin embargo nosotros matamos unos 100 millones al año, sin contar los casos no registrados. Están en una situación de desventaja brutal.

La naturaleza de Sanamares pertenece a la misma familia que tu formación y dedicación laboral, ¿cómo ves el futuro de Sanamares en este sentido? No me he planteado la situación de que el proyecto llegue a crecer hasta el punto, por poner un ejemplo, de abrir un centro de recuperación con escuela de buceo e investigación integrada y que sea entidad de Sanamares, en ese caso si me podría plantear muchas cosas, eso seria soñar y lo sueño muchas veces; pero me gusta ser realista, yo realmente tengo mi trabajo como veterinaria y en ocasiones como buceadora, dependiendo de la situación, y estoy muy contenta con los centros y compañeros con los que trabajo y/o colaboro. Es cierto que Sanamares es un sitio donde realmente puedo hacer un poco de todo lo que me gusta, lo ligo a muchas cosas relacionadas con el trabajo pero también al ocio. Sanamares es un lugar donde plasmar todo lo que me gusta y motiva, todo aquello que tenga algún tipo de relación con la vida marina.

Marca Parcs Naturals de la Comunitat Valenciana y la pesca en el PN de Serra Gelada

Eduardo Ballesteros Torres Auditor de la Marca Parcs Naturals de la Comunitat Valenciana

Serra Gelada es un entorno natural en el que, desde tiempos inmemoriales, se ha ejercido la pesca tradicional de artes menores, actividad que ha permitido el sustento de la economía de varias familias y la buena alimentación de otras tantas durante generaciones. El entorno privilegiado de la reserva marina de la Serra Gelada existe, en parte, gracias a ellas. Si queremos debatir sobre la “utilidad” de mantenerla en nuestro tiempo, entraremos en la eterna discusión melancólica. Esta posible disquisición, amén de fatigosa, es poco útil y siempre enmascara una realidad: somos, seguimos siendo dependientes de la naturaleza Si somos dependientes, y os lo comenta un químico que ha sintetizado unos cuantos compuestos y para ello siempre ha dependido de materias primas de la naturaleza y energía. Quizás el caso más conocido sea la dependencia del Tantalio obtenido del Coltán que tantas muertes y naturaleza ha costado para el desarrollo de la electrónica moderna. Despejemos la nostalgia y la melancolía ya que según decía el poeta Jorge Manrique “cómo, a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado fue mejor” no dejan de ser un engaño de nuestra psique. Ante la mágica oferta que nos ofrecieran el regreso a ese idílico pasado, nos negaríamos sin apenas pensarlo. Al igual que, si a estos pescadores de arte menor les obligasen a usar materiales de antaño para vestirse u otras necesidades de su tarea, expresarían su desagrado. Esto nos lleva a defender que la pesca de arte menor no es un ejercicio de melancolía para mantener un pasado ideal inmune al paso del tiempo. Si no un ejercicio de análisis científico de coste beneficio de las distintas prácticas. Incluyendo en los costes y beneficios las variables medioambientales de las que dependemos. Pues sí dependemos de la naturaleza y la nuestra no nos permite cualquier entorno natural. En cada acción para nuestro beneficio siempre debe estar asociado al beneficio natural como parte de un todo. Todo futuro se basa en descubrimientos del pasado: el desarrollo tecnológico de las últimas dos décadas se basa en el conocimiento científico de las tres anteriores. De esta forma, observamos que ni el LASER, ni la Inteligencia artificial, ni internet, se descubrieron en estas décadas, pero han definido nuestro presente. El conocimiento adquirido en la pesca de artes menores

puede ser ajeno a la mayoría de nosotros, pero acumula tanta sabiduría como el conocimiento agrario anterior a la revolución verde, con técnicas de ensayo y error que son la base del conocimiento científico, que tanto admiramos. Otros factores importantes son la dimensión y el transporte, fundamentales ambos para el desarrollo sostenible de una comunidad. Las premisas son claras y las podemos enmarcar en dos sectores claros: Los grandes grupos empresariales que fletan grandes barcos factoría con banderas de conveniencia en sus embarcaciones. El pescado es debidamente conservado en sus bodegas e incluso manufacturado, tratado de una forma industrial que optimice la calidad solicitada por el comprador o más bien la óptima de distribucióncomprador, el -marketing y no la máxima calidad disponible y siempre ajena a la realidad del sistema. Y siempre con los sobrecostes de los kilómetros necesarios para la producción y llegada al consumidor. O bien, aquellas medianas empresas que desarrollan su actividad en embarcaciones pequeñas que a medio plazo serán susceptibles de tener propulsiones no contaminantes y renovables. La mediana empresa ha sido, por ejemplo, la base de la economía de Alemania, las Mittelstand son la base económica de ese país, no sus grandes corporaciones que también aportan un 5% respecto al 95% de las Mittelstand de su PIB. La cuestión no es elegir entre una y otra sino fomentar ambas según el coste-beneficio que supone para nuestra sociedad. Sin duda, debemos poner en valor la posibilidad de disfrutar de un pescado capturado el día anterior -en el peor de los casos- a pocas millas náuticas de donde se va a consumir, en un entorno del que conocemos su valor y su estado. Es evidente la interdependencia del medio natural y la actividad económica que en él se desenvuelve: sin desarrollo económico no hay presupuestos de conservación y viceversa Esta suerte de Ying y Yang, masculino y femenino, es el marco en el que se desarrolla la marca Parcs Naturals de la Comunitat Valenciana como herramienta de impulso socioeconómico sostenible en el entorno de los 22 Parcs Naturals de la Comunitat Valenciana y más concretamente en el Parc Natural de la Serra Gelada i el seu Entorn Litoral. Y lo hacemos compartiendo algo que valoramos mucho, nuestra identidad y nuestro nombre: las empresas que se adhieren incluyen en sus productos el símbolo de los Parcs Naturals, el Xiulet, y el nombre del espacio que deseamos proteger y conservar. No compartimos esto de forma altruista sino como expresión del compromiso de un destino común como es la conservación del entorno. Todo ello se sustancia a través de auditorias y compromisos medioambientales anuales. Y siempre supervisado por los gestores técnicos del medio natural. Las embarcaciones de arte menor de la cofradía de pescadores de Altea cumplen y comparten este compromiso, que también es un reconocimiento a la ayuda previa que siempre han prestado al parque, ésta si, de forma altruista. No sólo nos aportan ayuda sino también conocimiento del medio que conocen perfectamente. En este marco se desarrolló la certificación de las embarcaciones de artes menores de la cofradía de pescadores de Altea. Estas embarcaciones han sido y son un elemento más de nuestro espacio natural. Sólo esperamos que la contra etiqueta de Producto Natural del Parc Natural de la Serra Gelada nos permita dar a el conocimiento y el reconocimiento de esta vivencia a cada consumidor. El pescado con esta etiqueta ha sido obtenido de forma sostenible, en un parque natural singular como el de Serra Gelada, a pocas millas de donde se consume y siguiendo la máxima calidad disponible, aquella que nos otorga esta naturaleza. Esto es, en sí mismo, una maravillosa forma de conocimiento del medio. Debemos resaltar que estas empresas se comprometen a la mejora medioambiental de forma continua. Quizás es aquí donde vemos, no un pasado nostálgico, sino un presente deseable y cargado de futuro que sin duda nos agradecerán las generaciones futuras. Son, además, un ejemplo a seguir y una referencia para otras actividades como las turísticas desarrolladas en este medio. Ambos sectores pueden y deben ser sostenibles y necesarios para la economía local. Aprovecho este artículo para motivar a las personas que lo lean a seguir esta suerte de ying yang que supone siempre el desarrollo sostenible.

La última atalaya

Juan V. Martín Devesa Historiador

Una tarde de primavera llegaron a Confrides en un convoy militar los ingenieros. Venían de la Serra d’Aitana y tomaron café en la única taberna del pueblo con gran sorpresa de los vecinos, a los que les volvieron a la memoria algunas imágenes de la Guerra

Civil, pero no. Era 1954.

Se trataba de un grupo de oficiales junto con técnicos norteamericanos que estaban visitando diferentes lugares de la geografía española para planificar la instalación de unas extrañas antenas. Desde que en 1953 se estableció el primer acuerdo para la colaboración económica y militar entre ambos países, conocido como el Tratado de Ayuda Hispano-Norteamericano, se empezó a buscar emplazamiento para las bases militares conjuntas que el ejército español y el de los EEUU crearían para protegerse del peligro comunista.

Los vecinos empezaron a murmurar, muy bajo, ¿qué querrían plantar en la sierra? Allí arriba donde con tanto esfuerzo cultivaban la auténtica marcona, la mejor almendra de todo el Mediterráneo. Nadie sospechaba que, como tantas veces y tantos siglos atrás, iban a construir una atalaya. Tal y como se había hecho en época medieval con castillos como los de Polop o Tárbena, en el siglo XVI con la construcción del Fort de Bernia y las torres vigía de la costa o en tiempos de Carlos III con fortines como el de Moraira. En el siglo XX también se iban a instalar guardianes, pero electromagnéticos: el radar conocido popularmente como les boles d’Aitana. Estos radares estadounidenses se instalaron por el mundo entero y se denominaban en nomenclatura militar como ACWRON (Aircraft Control and Warning squadron). Eran unidades de la fuerza aérea que rodeaban a la Unión Soviética desde Japón hasta el Mediterráneo y su misión era la vigilancia de los movimientos de los aviones rusos, para dar la alarma en caso de ataque. Así es como la Guerra Fría llegó a Confrides. Aquellos yanquis se empezaron a hacer habituales en toda la zona. Algunos de ellos lo único que sabían de España era lo que habrían escuchado a sus abuelos que lucharon en 1898 contra la armada española en Filipinas y Cuba. Ahora a los miembros de las fuerzas aéreas destinados en España les explicaban que iban a instalarse en un país amigo y aliado estratégico, en la nueva base de las montañas de Alicante junto al Mediterráneo, en la zona que iba a convertirse en la Riviera Española. Los militares y técnicos norteamericanos necesitaban alojamiento, y después de valorar diferentes emplazamientos, como Benidorm, en 1958 se construyó en Alcoy un complejo residencial para ellos, denominado la Colonia de Aviación. En sus instalaciones además de las viviendas disponían de supermercado, teatro-cine y

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