Triduo claretiano 2014

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Triduo a San Antonio M. Claret. Octubre 2014. Queridos hermanos: Les envío este temario para un triduo a nuestro P. Fundador. La finalidad es contar con algún material para ser trabajado por los animadores pastorales, comunidades, grupos. No se trata de un triduo “devocional” sino mas bien de tipo “formativo”: es decir, con ocasión del triduo, ofrecer pautas de reflexión, oración y diálogo, sobre espiritualidad claretiana y orientaciones apostólicas o pastorales. Ojalá les sirva como aliciente. Está hecha con cariño. Un abrazo fraterno. ACR. Eccla.

IDEAS PARA MOTIVAR EL TRIDUO. • La devoción al P. Claret no es masiva en nuestro medio. Y, lamentablemente, el conocimiento de su persona, su testimonio de vida y su estilo apostólico, no está en la predicación habitual de los misioneros, sus hijos. • Tenemos que desplegar un esfuerzo creativo por presentar a nuestras comunidades cristianas el don eclesial que fue y es Antonio M. Claret. No tenemos derecho a esconderlo. • Por otra parte, no se trata de hacer un capillismo barato. Al contrario: una piedad bien entendida y expresada hacia el P. Claret (como hacia todos los santos, empezando por nuestra Madre María) debe fomentar la unidad de toda la Iglesia, llevar al único Salvador, hacernos partícipes de esta comunión que empieza con Abel, el Justo y terminará recién con el último bautizado que habite este mundo. • Los santos son, precisamente, cristianos que con su testimonio y ejemplo de vida nos animan a crecer hasta la estatura perfecta de Cristo. • La experiencia nos dice que el estilo, la espiritualidad y el carisma misionero del P. Claret son verdaderamente


“contagiosos” para los que llegan a conocerlo más cercanamente; es un modo de vivir la fe que entusiasma al que reconoce sí esa misma vocación dada por el Espíritu. • Pero ninguna vocación cae de lo alto, sino que está sujeta a los avatares de la historia de cada vida personal: ligada a circunstancias, orientaciones, búsquedas, desengaños, ilusiones, entusiasmos, reflexiones, hasta que se convierte en oración agradecida a Dios y en una respuesta de compromiso. • Dios va hablando a través de los acontecimientos, circunstancias, otras personas. ¿Acaso nuestra propia vocación no fue descubierta y asumida en un proceso, quizá largo, pero siempre en relación a otras personas que nos ayudaron a encontrar lo que buscábamos? • Por todo esto es importante que los claretianos –laicos y religiosos- presentemos al P. Claret a los demás, sin el show clamoroso de lo superficial, pero sí con la fidelidad alegre y constante de nuestras propias vidas. Esto no impide el realizar manifestaciones externas (marchas juveniles, visitas programadas a centros de salud, cárceles, barriadas o villas marginales, batucadas, concursos, festivales de canto, baile o competencias de deporte...) • El triduo de nuestro Padre Fundador puede ser una magnífica oportunidad. • Está de más recordar que ofrezco un material de apoyo. Ustedes pueden usar lo que le parezca oportuno, añadir, quitar, cambiar... todo lo que crean conveniente. Asuntos prácticos: a) Este año el día del P. Claret es el viernes 24 de octubre. Lo natural sería, entonces, comenzar el triduo el lunes 20 porque así se plantea el tema a más personas reunidas en la asamblea litúrgica. Pero cada comunidad o grupo la puede ubicar en los días que más convenga a su propia realidad. b) El triduo hay que publicitarlo: hay que interesar a personas y grupos más cercanos (comunidades cristianas, grupos parroquiales, capillas, colegios, centros vecinales..). También hay que motivar la participación de la comunidad reunida en las misas dominicales. c) Se puede proponer, con tiempo, a los grupos juveniles para que hagan carteles alusivos, atractivos, promoviendo el


triduo. Esos afiches se ponen no solamente en el colegio o los salones parroquiales sino que se distribuyen de cara a la calle, invitando a las personas que los pongan en vitrinas de casas comerciales, ventanas de casas particulares y aún postes de luz de la calle. d) Se puede imprimir también una hoja volandera con el anuncio del triduo, sus temas presentados de un modo interesante, destacando lo que parezca conveniente. Ese volante es para distribuir abundantemente a los asistentes a las misas o actos de culto, grupos de diversa índole, comunidades de base, alumnos y padres yde familia y alumnos de colegios propios y ajenos, etc. e) Es bueno, Igualmente, ocupar, donde sea posible, los medios locales de comunicación: radio, prensa, canal de TV. En medios provincianos es más fácil, tienen buena voluntad, pero hay que llevar lo que se quiera comunicar muy claramente y en forma abreviada. f) Inventen un lema para el triduo. Ese lema se pone en los afiches, carteles,lienzos, promoviendo la celebración.

Día 1: Historia de una vocación. Canto de inicio: a libre elección. Motivación: muy breve, solamente presentar el tema del día. Oración a San Antonio M. Claret: Señor, que concediste al obispo misionero San Antonio María Claret una caridad y un valor admirables para anunciar el Evangelio a los pueblos, concédenos, por su testimonio de vida, que nosotros, buscando siempre tu voluntad en todas las cosas, trabajemos generosamente por los valores del Reino y por invitar a todo el mundo a vivir con agradecimiento el regalo de ser hijos tuyos. Te lo pedimos por Cristo, Nuestro Señor. Amén. Lectura bíblica: Jeremías 1, 4-10. Comentario: · En el texto leído se presenta una experiencia de vida: un hombre se siente llamado por Dios para una misión, una tarea. En el caso de Jeremías, para ser “profeta” de Dios en medio de su


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pueblo; es decir, para pronunciar las palabras de la Justicia de Dios sobre la conducta de la nación. Esa es la vocación de todos los profetas, los de antes y los de ahora. Porque en cada época de la historia humana, cada pueblo y cada situación tiene sus propios profetas que dicen y proclaman con la palabra y el testimonio, la Justicia de Dios sobre las conductas humanas. Recordemos a algunos profetas de hoy: en una sociedad egoísta y marginadora de los pobres, aparece Teresa de Calcuta; en un país dominado por las armas de guerra y la violencia que arrasa con los derechos de las personas, aparece el arzobispo Oscar Arnulfo Romero o el cardenal Raúl Silva Henríquez o Eduardo Pérez Esquivel, o el obispo Enrique Angelelli, o Rigoberta Menchú; en un mundo olvidado de Dios, y que por lo mismo no respeta al ser humano, aparece el papa Juan Pablo II. En una iglesia carcomida por ambiciones aparece el papa Francisco. Pero hay también otras vocaciones: la vocación del apóstol es anunciar el Reino de Dios a todos los pueblos; la vocación del catequista es educar en la fe; hay vocaciones para ponerse al servicio de los enfermos, para formar a la niñez y la juventud, para alabar el nombre de Dios, estudiar teologías y trabajar la tierra, como hacen los monjes. Nadie nace a la vida en este mundo sin una vocación, es decir, sin una tarea que realizar, sin una responsabilidad que asumir, sin un servicio que cumplir. La vocación es un verdadero acto de confianza de Dios para con cada uno de nosotros. Es una semilla que se convertirá en un árbol que dará buenos y abundantes frutos, en la medida que sepamos descubrirla, cuidarla y desarrollarla. Se trata de un verdadero proceso de crecimiento, hasta llegar al punto final: aquello que Dios tenía destinado para nosotros para que compartiéramos su felicidad y ayudáramos a hacer mejor este mundo. Los que llegan al final de sus vidas sin haber descubierto su vocación en esta vida, se puede decir que han fracasado en lo fundamental. Quizá lograron dinero o ciencia o prestigio o poder: pero en el fondo no supieron para qué habían vivido. En cambio, los que descubren su vocación y la responsabilidad de vivir, cumplen con lo que deben ser. Pueden haber hecho grandes servicios a la humanidad como también puede ser que


nadie se haya fijado en ellos: pero si pasaron por el mundo haciendo el bien, supieron vivir y cumplir su vocación de personas. · Los que llamamos santos pertenecen a este grupo. Precisamente la Iglesia los declara “santos” porque han sido cristianos ejemplares. La vida no se les escabulló entre los dedos como el agua. Supieron por qué vivir y luchar. Canto de corte vocacional: Pescador de hombres. Lectura claretiana: Autobiografía n. 67. “Después de trabajar desde muy joven en mi pueblo, en la industria de los tejidos, me fui a la gran ciudad de Barcelona y me matriculé en una academia de arte textil. También me dediqué al estudio de la gramática castellana (yo hablaba catalán) y del idioma francés. Tenía entonces 17 años y quería dedicarme a la fabricación y al comercio... De todas las cosas que he estudiado en mi vida, ninguna aprendí tan bien como la fabricación de tejidos. Dios me había dado capacidad para ello. Pero un día, después de tres años de estar en Barcelona, mientras participaba en la misa en una iglesia, me acordé de haber leído una frase del Evangelio: ‘¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si no sabe para qué ha vivido?’ Esas palabras me hicieron profunda impresión. Yo pensaba y pensaba, pero no veía nada claro”. Comentario: · Esta es la historia de una vocación. En el caso de Claret fue un trabajo largo y confuso el descubrir dónde y para qué lo quería Dios. · Había nacido en Sallent, pueblo de Cataluña (España), en una familia de pequeños industriales del tejido. A los 17 años se va a la gran ciudad de Barcelona a perfeccionar estudios. Pronto empiezxa a destacarse por su habilidad en el arte textil. · Pero sus triunfos en ese campo no le llenan el corazón. Quería ser algo más que un fabricante de telas de algodón. Se puso a mirar qué le decía Dios en las cosas que le sucedían: + Un día en la playa estuvo a punto de ahogarse: ¿Era segura la vida?


+ Otro día, un amigo lo estafó económicamente: ¿Tenía seguridad en el dinero? + Otra vez, la esposa de un amigo le propuso engañar a su marido: ¿El amor mismo puede ser veleidoso? · Cansado de desilusiones se quiso hacer monje de monasterio, pero una enfermedad se lo impidió. Decidió, entonces, ingresar al seminario para ser sacerdote. · Recibido de sacerdote a los 27 años y puesto al frente de una parroquia, pronto se dio cuenta que los pueblos necesitaban misioneros y se fue a Roma para ofrecerse al Papa a que lo enviara a pueblos lejanos y necesitados. · Al llegar a Roma pensó hacerse jesuita e ingresó al noviciado, pero otra enfermedad lo obligó a volver a España. Estando de nuevo a cargo de una parroquia pensó en ser un misionero apostólico que fuera de pueblo en pueblo, donde el obispo lo enviara. · Por fin, el hombre se sintió realizado. Eso le llenaba la vida. Poco después empezó a organizar grupos de laicos y de sacerdotes para que fueran también misioneros. Así fundó la Congregación de Hijos del Inmaculado Corazón de María. Tenía entonces, 42 años. · ¿Qué nos dice esta parte de su vida? ¿Qué mensaje nos deja? ¿Hemos descubierto nuestra vocación en la vida? Oración comunitaria: (Se pide a Dios por la Iglesia, por la patria, por las familias, por cada uno de los presentes, por las vocaciones sacerdotales y religiosas, por los jóvenes en búsqueda de su vocación, por las necesidades de la comunidad). Oración: Padrenuestro, Ave María y Gloria. Canto de despedida: Canto claretiano. Día 2: Historia de un compromiso. Canto de inicio: a libre elección. Motivación: muy breve, solamente presentar el tema del día.


Oración de San Antonio M. Claret::Señor, y Padre mío, que te conozca y te haga conocer, que te ame y te haga amar, que te sirva y te servir, que te alabe y te haga alabar por todas tus creaturas. Amén. Lectura bíblica: 2 Tim 4, 1-8.. Comentario: • Quien escribe estas palabras es un hombre encarcelado por su fe en Cristo. Es un misionero, un apóstol, que ha dedicado su vida a la proclamación del mensaje del evangelio y que ahora ve llegar el fin de sus batallas con el corazón en paz. Ha pasado muchas tribulaciones, pero se ha mantenido firme en su compromiso. • Así como Pablo, muchas cristianas y cristianos pueden asegurar, a lo largo de la historia, que la fidelidad a su bautismo ha sido hasta las últimas consecuencias. No siempre se da en el derramamiento de sangre, como los llamados mártires. Pero siempre se ha dado cuando una mujer, un varón, quien quiera que sea, ha entregado la vida por una causa noble, digna, justa. • Tanta mamá enfrentando los problemas que la vida le presenta y saliendo adelante con entereza y valentía. Mujeres solas, sin el apoyo ni del compañero ni del Estado. Tanto trabajador que por llevar el alimento a su hogar padece las consecuencias de ser tratado como un número o un eslabón en la larga cadena fabricada para la explotación de la naturaleza y del ser humano. Tantas vidas que mantienen la esperanza de días mejores en base a su fe: una fe que no es para adormecer la conciencia sino que es motor para la lucha contra las opresiones de un sistema injusto. • Nuestro compromiso con las grandes causas humanas (de liberación, de solidaridad, de justicia social, de fraternidad, de vida comunitaria) han de ser perseverantes. La sociedad se vuelve áspera y difícil cuando sus integrantes se cansan de tomar la vida en sus manos y dejan que la vida organizada por otros les pase por encima y los deje atropellados en el camino. Canto de comprimiso: Lectura claretiana: Autobiografía n. 199-202 “Cuando iba a una población nunca me proponía ningún fin terreno, sino la mayor gloria de Dios y la salvación de las gentes. No pocas veces me veía precisado a hacerles ver esta verdad, que


conocía era el argumento que más les convencía a buenos y malos. Les decía: Ustedes saben que la gente siempre obra por alguno de estos fines: a) por dinero, b) por placer, y c) por honor. Por ninguna de estas tres cosas estoy misionando en esta población. No pod dinero pòrque no quiero llevarme ni una moneda de nadie. No por placer, porque ¿qué placer puedo tener estando fatigándome todo el día, desde la mañana, y muy de mañana, hasta la noche? Si uno de ustedes teiene que esperar que le llgue su turno para el confesionario, por un par de horas, se cansa, inmagínense ustedes lo que me sucede al estar todas las horas de la mañana y de la tarde para atender las confesiones; y a la noche, en lugar de descansar, tengo que predicar, y esto no por un día sino días y más días, semanas, meses y años. ¿Será, entonces, el honor? Tampoco. Ustedes saben a cuántas calumnias está uno expuesto. Alguno me alabará y otros dirán de mí toda especie de disparates, como hacían los judíos contra Jesús, hasta que lo hicieron prisionero y lo crucificaron. No, les repito: no es un fin terreno, es un fin más noble. El fin que me propongo es que Dios sea conocido, amado y servido de todos”. Comentario: • Claret al descubrir su vocación como misionero firmó un compromiso con su propio corazón, delante de Dios. Sería consecuente con ese compromiso hasta el final, cuando murió en el destierro, lejos de su patria, • Cuando dejó la parroquia y se puso a disposición de su obispo para que lo enviara a los pueblos más alejados y necesitados de esperanza y de palabra de vida, se convirtió en un itinerante: su casa fue el mundo, podemos decir: predicó en España, en Francia, en Italia, en las Islas Canarias, en Cuba...Su libros superarían todas las fronteras y llegaron hasta las gentes que ni lo conocían pero podían leer sus escritos presentando la Palabra de Dios a los pueblos. • Quizá sea esto lo que falta en la vida cristiana de mucha gente: fidelidad al compromiso cristiano adquirido por el bautismo y los sacramentos. El habernos acostumbrado a ser cristianos nos ha quitado fuerza. Hay demasiados cristianos por inercia, porque sí, porque crecieron en una familia que los llevó a bautizar.


Nadie puede negar que muchos católicos flojos cambian de actitud cuando entran a alguna comunidad evangélica. ¿Qué ha pasado allí? Que descubren que el compromiso cristiano no es una broma. El tomar en las manos la Biblia, especialmente el Nuevo testamento, les hace abrir los ojos y descubrir en Jesús la respuesta a sus inquietudes. En nuestra iglesia católica falta mucho de esta experiencia de Dios que se da en contacto con la Biblia. • Claret aprendió su compromiso cristiano y de apóstol no tanto por haber nacido y crecido en una familia mas o menos cristiana, sino por haber descubierto la amistad personal con Jesús de Nazaret que lo llamaba a grandes cosas •

· ¿Qué nos dice esta lectura de su vida? ¿Qué mensaje nos deja? ¿Podemos decir que somos parte integrante de nuestra iglesia con un compromiso en serio? Oración comunitaria: (Se pide a Dios por la Iglesia, por la patria, por las familias, por cada uno de los presentes, por las vocaciones sacerdotales y religiosas, por toda la comunidad necesitada de testimonios de compromiso con el evangelio y la persona de Jesús, por las necesidades de la comunidad). Oración: Padrenuestro, Ave María y Gloria. Canto de despedida:Canto claretiano. Día 3: historia de una filiación. Canto de inicio: a libre elección. Motivación: muy breve, solamente presentar el tema del día. Oración claretiana a María: Madre bendita, con tus pies descalzos, tienes en brazos con tu Hijo a toda la humanidad. En la navegación de esta vida pon cielos nuevos sobre nuestros mástiles y danos la brisa amable que nos acerque al puerto. Honor al Padre y a Jesús, por siempre: ellos te hicieron nuestra hermana y nuestra madre, gloria al Espíritu que te inundó de gracia, por los siglos de los siglos. Amén


Lectura bíblica: Lucas 1, 46-56.. Comentario: Este himno de alabanza que Lucas pone en labios de María es un verdadero mensaje que cambia las categorías en nuestra mentalidad. Ella alaba y bendice el nombre santo de Dios porque está contenta y agradecida. Dios le cambió todos sus planes, la llevó por un camino desconocido, la llamó para ser la madre de Jesús, el liberador. María está alegre y bendice a Dios. • Muy distinta es a veces la devoción mariana del pueblo católico. Las imágenes de María que la representan seria, como una dolorosa, con lágrimas en los ojos porque el mundo está muy malo... distorsionan la identidad profunda de María. • Igualmente nos provoca extraña reacción el hecho de que ella se alegre porque las cosas deben cambiar en la sociedad: los pobres superarán su miseria y se sentarán a la mesa de la familia humana, mientras los pderosos, los que han labrado sus fortunas a costa de la humillación de los otros, se quedarán fuera del banquete, con las manos vacías. Todo un canto revolucionario este himno mariano. María se alegra porque Dios levanta del polvo a los humildes y destrona a los poderosos. • La piedad cristiana tiene que recuperar el verdadero sentido de su devoción mariana. María no es un amuleto para cambiar la suerte. Es una inspiradora de las grandes luchas por mejorar este mundo injusto. Las imágenes de María con los ojos hacia el cielo y las manos juntas llevando un rosario, son fruto de artistas que creen que ella no es de este mundo. Pero no es así: María de de los nuestros, de nuestra raza, de nuestra historia. Más que tener los brazos y las manos cerradas, las tiene muy abiertas para abrazar, para recibir, para cuidar. Más que tener los ojos hacia el cielo, los tiene muy abiertos para mirar el mundo y comprometerse con las causas de la dignidad humana. Canto de alabanza a María. Lectura claretiana: Autobiografía n. 493-494. “ ¡Madre bendita, mil alabanzas te sean dadas por la fineza de tu corazón al habernos tomado por hijos tuyos! Haz que correspondamos a tanta bondad, que cada día seamos más


humildes, más fervorosos, y más comprometidos con la liberación de las gentes. Yo digo que un Hijo del Corazón de María es una persona que arde en caridad y que comunica ese fuego a todo el mundo. No le teme a nada ni a nadie. Asume los trabajos y los sacrificios y solamente piensa en seguir e imitar a Jesucristo”. Comentario: Claret se sintió muy motivado en su devoción mariana. Desde pequeño experimentó esa cercanía que lo hacía ver en María a su madre, su dueña, su todo, después de Jesús. Tuvo en su piedad mariana un sentido apostólico: María era la que le enseñaba a ser misionero. • Cuando fundó la congregación le puso por título “Hijos del Corazón de María”. Era un título de gloria pero también indicaba una cercanía de hijos pequeños que buscaban el regazo de la mamá no para esconderse de los peligros sino para alimentarse de la leche que los haría fuertes. • Para Claret, esta filiación estaba esencialmente unida a la misión y al estilo de vida que Jesús eligió para sí y para sus amigos al anunciar el reino de Dios. María, al entregar al mundo el fruto de sus entrañas maternas, se convertía en la primera misionera. Sus hijos deberían seguir sus pasos: ir comunicando la liberación de todas las cadenas a medida que avanzaran por los caminos de la vida. · ¿Qué nos dice esta devoción en la vida de Claret? ¿Qué mensaje nos deja? ¿Cómo es nuestra piedad mariana? Oración comunitaria: (Se pide a Dios por la Iglesia, por la patria, por las familias, por cada uno de los presentes, por las vocaciones sacerdotales y religiosas, por los jóvenes en búsqueda de su vocación, por las necesidades de la comunidad). Oración: Padrenuestro, Ave María y Gloria. Canto de despedida: Canto claretiano.


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