Desde el año 2009, hasta hoy, en el marco del Plan Tierras, cerca de 20.000 hectáreas han sido vendidas a organizaciones campesinas. Los predios pertenecían a los bancos inmiscuidos en la crisis financiera registrada entre los años 1999 y 2000 y fueron incautados por el Estado. Hoy, estas propiedades son administradas por el Fideicomiso AGD-CFN.
Los campesinos, como arrendatarios o empleados, venían cultivando estas tierras, hace décadas. Siete organizaciones unidas, de carácter ancestral como las comunas, o ligadas a la modernidad como las asociaciones campesinas, han recibido sus títulos de propiedad, después de librar peleas intensas, que incluyen recursos legales, procesos de intimidación y desalojo por parte de la Policía Nacional y respuestas concretas de su parte: cuando todos se tienen que convertir en uno, lo hacen.