
3 minute read
Eterna juventud
Historia corta para reflexionar
Eleonor Guzmán Gaytán Madre de familia
Desde temprana edad, la gente que conocía a Elle aseguraba que aparentaba menor edad a la que realmente tenía y, aunque ello pudiera llegar a verse como una gran ventaja, en realidad era un verdadero problema para la chica. Los enamorados que volteaban a verla generalmente eran más jóvenes y los de su generación solían ignorarla por creerla menor, además, siempre debía traer consigo una identificación para que a sus 24 años le permitieran el acceso a un bar o le vendieran una cerveza.
Y en el trabajo la situación era peor, era difícil que los demás tomaran en serio a quien parecía una becaria y no la licenciada responsable del proyecto, los argumentos tenían que ser más o mejor estructurados para convencer a la audiencia, era claro que para otros se les facilitaba cuando la experiencia se veía reflejada en el rostro o en un cabello que pintaba algunas canas.
Con los años la situación mejoró, sobre todo cuando en repetidas ocasiones veía la cara de incredulidad de quienes apenas la conocían y se enteraban de que era diez o hasta quince años mayor a lo que reflejaba su rostro.
Por supuesto las teorías no sobraban, desde las más lógicas como “es qué haces mucho ejercicio” , “cuidas mucho tu alimentación” o el más común, “debes usar múltiples productos de belleza” hasta las más inverosímiles como creer que la cirugía estaba de por medio o que algún pacto con seres demoniacos hacían posible su juventud a cambio del alma.
La verdad es que verse más joven de lo que era nunca había sido una preocupación para Elle, simplemente era algo que siempre había tenido. Es cierto que gustaba del ejercicio, pero no era adicta a él y en largos periodos de su vida de estudiante lo dejó por completo; con la comida pasaba algo se-
Claro que me enojo, si algo realmente me molesta, reviento y suelo aventar cosas...
mejante, solía comer sano, pero también era muy afecta a los carbohidratos y a los azúcares, sobre todo cuando iban juntos. Y sobre el cuidado personal estaba en cero, era muy reacia a usar productos de belleza y solía olvidar continuamente usar filtro solar cuando se exponía a la intemperie. Por supuesto, hablar de las otras teorías resultaba poco creíble, unas por ser muy caras y otras con demasiada ficción.
Un día de reunión familiar, escuchó a su madre contar una extraña anécdota sobre ella: - Elle, cuando era pequeña, - dijo la madre muy orgullosa. - olvidaba rápidamente las cosas malas, incluso cuando por alguna razón lloraba, antes de que sus lágrimas desaparecieran de su rostro ya había olvidado el motivo que las habían provocado, solía preguntarse ¿qué lloré? cuando sentía sus ojos mojados con sus pequeñas manos.
La familia rió y algunos no pudieron evitar una expresión de ternura ante la situación. - Es cierto prima. - dijo una de las chicas refiriéndose a Elle. - Tú nunca te enojas. - Claro que me enojo–, contestó con una mueca de desacuerdo en el rostro -si algo realmente me molesta, reviento y suelo aventar cosas, sólo que perdono y olvido rápido. Ese día, se dio cuenta que había encontrado la causa de sentirse y verse más joven, sólo entonces pudo entender que los rencores se guardan en el corazón y se reflejan en todo lo demás: tu cuerpo, tu rostro, tu actitud. Olvidar y perdonar es como un antioxidante natural que evita que ese mal se quede en ti y te haga envejecer más rápidamente, no importa cuantas cremas te pongas encima o cuántos antioxidantes tomes, seguirás envejeciendo si tú corazón sigue acumulando rencores.
Enójate, revienta cuando te hagan algún daño y entonces saca todo ese rencor y odio y déjalo fuera, no dejes que regrese.
Para Elle siempre será sencillo, pues nació con esta gran cualidad y siempre ha sido parte de su vida, pero sin importar lo difícil que parezca vale la pena intentarlo, practicarlo y lograrlo.
Por supuesto, siempre existe el riesgo de que te topes con alguien que te ha hecho daño y lo haga nuevamente porque ya lo has perdonado y olvidado, pero te darás cuenta enseguida, porque esa persona lucirá triste y acabada, mientras que tú siempre te verás radiante, pues tendrás de tu lado la eterna juventud.