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El Jordán: transición a nuevos retos Rvdo. Ismael Vázquez Sierra
8 de enero de 2023 Bautismo del Señor
Título: El Jordán, transición a nuevos retos
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Rvdo. Ismael Vázquez Sierra Director Oficina de Capellanía, Recinto de Guayama Iglesia Metodista de Puerto Rico
El bautismo de Jesús 13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. 14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? 15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. 16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. 17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. Mateo 3: 13-17 (PDT)
El capítulo 3 Mateo cierra el ciclo de la infancia de Jesús y abre la narrativa de Jesús como un hombre adulto ya en su ministerio público. Jesús a pasado de niño a hombre por lo que esto nos habla de maduración y crecimiento, proceso que en los seres vivos es natural. Este proceso no solo debe darse en lo físico. Se espera que también ocurra a nivel mental, emocional, cognositivo y en lo espiritual. De hecho, el apóstol Pablo habla del crecimiento espiritual en 1 cor. 13 cuando dice: Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. Y es que hay una transición natural que debe darse en todos los seres humanos, esa transición ocurre en diversos escenarios. Se crece y se madura a través de diversas experiencias y una de ellas es la adversidad. Y Jesus sabe lo que es eso... Y es que Jesús aún siendo el hijo de Dios tuvo que crecer en medio del caos. Mateo es el único de los evangelios que nos habla de las pruebas que Jesús tuvo que enfrentar desde que era aún un recién nacido. No tenemos muchos datos de la infancia de Jesús, pero podemos deducir por lo que dice el evangelio que fue una infancia un tanto difícil.
• Nace en la pobreza, • A temprana edad Herodes le pone precio a su cabeza • Sus padres tienen que llevárselo al extranjero para protegerlo • Lo que pone a Jesús mudándose varias veces en su vida con todo lo que eso conlleva para la vida emocional de un niño
Como ven Jesús no la tuvo fácil, pero a pesar de todo eso creció en gracia y sabiduría. Lo que lo convierte en un sobreviviente, que tuvo que crecer y madurar en un contexto de crisis. El texto que nos incumbe nos sitúa en el rio Jordán donde Jesús será bautizado. El Jordán representa el cruce de etapas en la vida de Señor. Es la metamorfosis del carácter.
Jesus está a punto de iniciar el camino a su destino, al proyecto de redención de la humanidad y él lo sabe, es por eso que declara a Juan, quien se resiste a bautizarlo: nos conviene (es necesario) cumplir con todo lo que es justo. ¿Qué es eso de lo justo?
En primer lugar, lo justo es uno de los temas principales en este Evangelio allí encontramos que dice: – “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia” (5:6). – “Porque os digo, que, si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y de los Fariseos, no entraréis en el reino de los cielos” (5:20). – “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia” (6:33). – “Vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis” (21:32). ¿Qué quiere decir Jesús con “cumplir todo lo justo” En este Evangelio?
Para Mateo lo justo es cumplir la voluntad de Dios. Y Jesús le dice Juan: “nos conviene” (v. 15). Y así nos dice a cada uno de nosotros, hacer la voluntad de Dios nos conviene ¿Qué ocurre cuando se hace la voluntad de Dios? El cielo se abre y ¿qué pasa cuando se abre el Cielo? Apocalipsis 19:11-21 dice que cuando el Cielo se abre, aparece el Cristo resucitado en toda su gloria listo para vencer.
Ahora, cuando Juan le bautiza en cumplimiento de la voluntad de Dios, algo extraordinario ocurre, todos los allí presentes ven como el cielo se abre y desciende el Espíritu Santo como paloma y se oye la voz de Dios. Este es mi Hijo amado, en el cual tengo contentamiento” (v. 17). Estas palabras que vienen del antiguo testamento en el Salmo 2:7 (“Tú eres mi hijo; hoy te he engendrado”) y en Isaías 42:1 (“He aquí mi siervo… en quien mi alma toma contentamiento”). son un anuncio de esperanza para aquel pueblo oprimido y esclavizado. Por otra parte, aquella voz declara que Dios está muy orgulloso de su hijo y lo proclama a viva voz.
Cualquier padre o madre cuyo hijo o hija le haya hecho sentir orgulloso se puede identificar con el orgullo del Padre por su Hijo y también gritaría: Ese es mi hijo, así mismo cualquier hijo o hija que haya recibido alabanzas de sus padres sabe el poder de tales elogios. Por otra parte Jesus había hecho un gran acto sacrificial. En Filipenses 2 nos dice: que se despojó a si mismo la palabra en griego es kenosis, que significa vaciarse. Jesus siendo Dios no se aferró a esa realidad, sino que se vacío de su esencia para tomar forma de hombre. Su sacrificio nos enseña que lo que en momentos de la vida sacrificamos o dejamos por hacer la voluntad de Dios, El nos lo devolverá con creces.
Finalmente, el texto nos afirma que hacer la voluntad de Dios nos capacita para enfrentar las grandes pruebas y tentaciones de la vida, que la presencia del Espíritu Santo en la vida de Jesús así como en la nuestra nos capacita para enfrentar la adversidad y los tiempos de duras pruebas con fe y esperanza.
Recordemos que lo próximo que Mateo relata es la tentación de Jesús en este evangelio por lo que Hacer la voluntad de Dios lo preparó para enfrentar al Diablo en el monte de la tentación y vencer. Así también este tiempo final de adviento nos llama a la preparación y al cruce de nuestros Jordanes personales, a transaccionar y madurar en la vida para vencer toda tentación venidera en el nombre de nuestro Señor. Que así nos ayude Dios…