Reflexión #1-Viernes Santo-Semana Santa 2022

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DÍA DEL CALENDARIO LITÚRGICO VIERNES SANTO Título: ¿Quién es el Siervo? Rvda. Ana Belle Rivera Acevedo Directora de Oficina de Capellanía CeDIn Elemental Inter Metro

Isaías 52:13-53:12 13 Miren, mi siervo tendrá éxito; se le dará el más alto honor. 14 Así como muchos se horrorizaron con él, pues su semblante estaba tan desfigurado y su forma apenas era la de un ser humano; 15 así también él asombrará a muchas naciones. Reyes se quedarán sin palabras por causa de él. Porque verán lo que no se les había dicho y entenderán lo que no escucharon. 53 ¿Quién realmente creyó lo que oímos? ¿Quién vio en ello el gran poder del SEÑOR? 2 Creció delante de Dios como un retoño, como una raíz en tierra seca. No había en él hermosura o majestad como para que nos fijáramos en él. No había en él nada atrayente como para que nos gustara. 3 La gente lo despreció y hasta sus amigos lo abandonaron; era un hombre lleno de dolores y conocedor del sufrimiento. Y como alguien a quien otros evitan, lo despreciamos y no pensamos que fuera alguien importante. 4 Verdaderamente él soportó todos nuestros sufrimientos y cargó con nuestros dolores. Aunque nosotros pensamos que Dios lo había castigado, golpeado y afligido, 5 en realidad él fue traspasado debido a nuestra rebeldía. Fue magullado por las maldades que nosotros hicimos. El castigo que él recibió hizo posible nuestro bienestar. Sus heridas nos hicieron sanar a nosotros. 6 Todos nosotros nos habíamos perdido como ovejas. Cada uno agarró su propio camino. Pero el SEÑOR cargó en él todo el castigo que nosotros merecíamos.


7 Lo trataron cruelmente y lo torturaron, pero él se mantuvo humilde y no protestó. Permaneció en silencio, como cuando llevan a un cordero al matadero o como cuando una oveja guarda silencio ante los que la trasquilan. 8 Después de que lo arrestaron y condenaron, se lo llevaron. ¿Y a quién le importó lo que le iba a pasar? Porque a él lo quitaron del mundo de los vivos. Lo mataron por los pecados de su pueblo. 9 Lo enterraron al lado de criminales y en una tumba de ricos, aunque él nunca fue violento ni engañó a nadie. 10 Pero el SEÑOR se agradó de su humilde siervo, quien tanto sufrió. Después de ser ofrecido como sacrificio por el pecado, él verá a sus descendientes, alargará su existencia y la voluntad del SEÑOR prosperará a través de él. 11 Después de ese terrible sufrimiento, él verá la luz. Se sentirá satisfecho con todo lo que experimentó. «Mi siervo, que siempre hace lo justo, salvará a muchos, y cargará con el castigo que merecían las maldades de ellos. 12 Por lo tanto, yo haré que esté al lado de los grandes, y que comparta el botín con los poderosos. Porque él se entregó voluntariamente a la muerte. Fue tratado como un criminal, pero en realidad el cargó sobre sí el castigo que muchos merecían. Ahora él está ante mí, intercediendo por los pecadores». Este pasaje por años ha sido eje de mucho estudio y controversia ya que se presta para múltiples interpretaciones. ¿Quién es el Siervo? Eruditos y biblistas mucho han escrito acerca de esta pregunta. Son muchos los desacuerdo en cuanto a la identidad del Siervo. ¿Es acaso el pueblo de Israel? ¿Es acaso la representación de aquellos que sufrieron el exilio? Por un lado, el judaísmo reclama estas posturas; mientras el cristianismo asocia la figura del Siervo con la persona de Jesús el Cristo; “el que tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias” (Mateo 8:17). ¿Quién es el Siervo? ¿Acaso existe otro referente o personaje histórico que cumple con esta descripción en versos del Siervo de Isaías? El texto nos dice en los primeros versículos: “3 La gente lo despreció y hasta sus amigos lo abandonaron;” ¿acaso no fue así cuando Judas lo entregó? En Mateo 26:14-16; Mc 14:12-21 y Jn13:21-30 nos pone en contexto la traición de Judas y el abandono de Pedro negando conocerle Mt 26:7175; Mc 14:69-72; Lc 22:58-62 y Jn 18:25-26.


En el versículo 7 el capítulo 53 nos dice: “7 Lo trataron cruelmente y lo torturaron, pero él se mantuvo humilde y no protestó. Permaneció en silencio, como cuando llevan a un cordero al matadero o como cuando una oveja guarda silencio ante los que la trasquilan.” En Mateo 27:14 y Mc 15:5 Jesús guarda silencio ante Pilato conociendo cuál sería su condena; la muerte y muerte de cruz. Es interesante tomar este texto bíblico e ir comparándolo y atándolo con los evangelios donde se escribe la historia de amor y entrega más grande de la historia por la toda humanidad. Es a través de un plan salvífico, de expiación por substitución, trazado para la humanidad donde el Siervo de Isaías se pone enfrente de la humanidad para entregarse a sí mismo por el bien de todas y todos. Este plan permite liberarlos de la condena de sus pecados. La gracia y la misericordia de Dios se hace disponible a toda la humanidad a través de la persona de Jesús quien se convierte en el último sacrificio para purificar, limpiar y liberar la humanidad de su miseria, de su dolor, de su pecado y precariedad. No hay espacio para rendirse; el Siervo entrega todo por el bienestar de toda la humanidad; pues no había espacio para un suplente. ¿Quién es el Siervo hoy? ¿Cómo podemos exhortar a las generaciones emergentes con el sacrificio del Siervo? En un mundo donde los prejuicios, juicios y la falta de compasión por la otredad se hace urgente replantearnos el mensaje que compartimos y el discurso que puede lastimar en vez de atraer, sanar, liberar y restaurar. Hoy se hace aún mas urgente dar a conocer que aún cuando todos y todas y hemos pecados el sacrificio del siervo nos hace dignos y dignas de vivir vidas plenas. Afirmando el amor del Siervo que renuncia a todo y lo pierde todo en el proceso para traer libertad a toda la humanidad. Nos corresponde a los que hemos escuchado, creído y experimentado el amor, la gracia y los beneficios del sacrificio del Siervo ofrecer el mismo amor que hemos recibido al otro y a la otra. Apropiarnos cual custodios de la misericordia que supone el sacrificio de Jesús; limita y se interpone con el plan salvífico de Dios para con todas sus criaturas. Recordemos la parábola del hijo prodigo; cuando el hijo mayor le reclama al padre su capacidad de perdonar aquel que le abandono y celebrar su regreso aún cuando le había deshonrado. Cuando partimos del amor y la compasión no hay espacio para cuestionar quién es el Siervo. Hoy pues, nos queda claro que Jesús llena todos los requisitos de la descripción del siervo de Isaías.


En reflexiones diarias y sencillas invito siempre a mis lectores y a mis estudiantes a la reflexión. Tomar un momento para ser honestos con nosotros mismos y autoevaluarnos para ser mejores seres humanos. La invitación siempre es a reconocer las áreas débiles de nuestra fe y nuestra vida en comunidad para que podamos ser reflejos del amor que hemos recibido a través del sacrificio de Cristo en la cruz. Nuestras palabras deben ir cónsonas con nuestras acciones; pues estas últimas son las que mayor testimonio dan de lo que somos y cuanto hemos asimilado del mensaje de la cruz.

Hoy recordamos el sacrificio del Siervo; del Cristo sentenciado a muerte y muerte de cruz. Entrada la tarde en muchos hogares experimentamos el silencio de la solemnidad del momento de la muerte de Jesús en la cruz; mientras en la ciudad y en algunas costas se escucha la algarabía y la celebración de un sector de la población que pueden ser el reflejo de esas ovejas del versículo 6 “6 Todos nosotros nos habíamos perdido como ovejas. Cada uno agarró su propio camino. Pero el SEÑOR cargó en él todo el castigo que nosotros merecíamos.” Te invito a recordar en el día de hoy que tanto aquel que hoy se reúne en comunidad, en sus templos, congregaciones o en familia a recordar el sacrificio del Siervo reciben el mismo amor, compasión y misericordia que aquellos que agarran sus propios caminos como ovejas se pierden y se alejan celebrando un día feriado más. Hoy recordamos que Jesús abre sus brazos de par en par en la cruz para toda la humanidad pues fue a través de su entrega y sacrificio que se abre la oportunidad de redención para todos y todas. Es el Siervo quien ofrece y quién posee toda la potestad para repartir su amor, perdón y misericordia a quién quiera, cuando quiera y donde quiera; pues El y solo El pagó el precio poniendo su vida por ti y por mí.


En el día de hoy reconozcamos que el Siervo cambio el simbolismo de esa cruz a través de su entrega en la persona de Jesús; transforma su simbolismo de ejecución de los peores criminales a un símbolo del amor de Dios para toda la humanidad. Al mirar la cruz recordemos en este tiempo de solemnidad que se refleja ahí lo que Dios espera de nosotros, que nos relacionemos con Él (el madero vertical superior) y reflejemos hacia abajo (madero vertical inferior) hacia los desposeídos y los que viven al margen de la sociedad su amor, compasión, misericordia y justicia. Recordando la importancia de relacionarnos hacia ambos lados (madero horizontal) haciendo comunidad con nuestro prójimo; dando testimonio de que somos instrumentos y reflejos de su amor.


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