Libro ideario solidarista

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Solidarismo

Doctrina:

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Los sistemas sociales extremos: Individualismo - Socialismo El tercer sistema: Solidarismo Fundamentos teóricos

Lección No. 1

El mundo actual se encuentra dividido en dos grandes sistemas sociales: el Individualismo llamado a veces Liberalismo y por otros nombres, que para simplificar no usaremos en estas lecciones. Y el Socialismo, cuya rama más extremista es el Comunismo, que también tiene otras denominaciones que tampoco usaremos para evitar confusiones. Al tratar de conocer estos dos sistemas opuestos, que marcan los extremos filosóficos y políticos del mundo, lo haremos de la manera más simplificada posible para que puedan ser estudiados en corto tiempo y comprendidos por todos los trabajadores en general. El INDIVIDUALISMO está representado en la doctrina del gran economista inglés Adam Smith, creador de la Escuela Liberal. Su célebre obra "La Riqueza de las Naciones" fue la máxima columna de este sistema y sobre ella crecieron las siguientes publicaciones y estudios de los demás economistas. El SOCIALISMO tiene como representación máxima el nombre de Carlos Marx, judío alemán, que en su famosa obra "El Capital" lo dio a conocer al mundo en su forma moderna, desatando la revolución social más grande de los últimos siglos. Entre estas dos grandes fuerzas políticas y filosóficas, se levanta una tercera, menos conocida, menos poderosa actualmente, pero que busca el equilibrio entre las dos tendencias que no han logrado en la realidad la satisfacción de las necesidades del hombre: El SOLIDARISMO. Ante el fracaso del INDIVIDUALISMO y del SOCIALISMO no tendrá nada de extraño que el SOLIDARISMO los llegue a superar.

¿EN QUE CONSISTE EL SIGNIFICADO DE CADA SISTEMA?


Existe el mundo de las ideas y el mundo de las realidades. Muchas veces aquello que parece en teoría magnífico, viene a ser un error en la práctica, demostrando que la teoría estaba equivocada. Con el INDIVIDUALISMO y con el SOCIALISMO tenemos la ventaja de que no solo podemos aprender su teoría, sino analizar sus resultados. Y en ambos casos sus resultados han sido en gran parte malos. Con el SOLIDARISMO también podemos estudiar la idea, pero tenemos la ventaja de poder ofrecer resultados halagadores. Vamos pues analizar ligeramente a cada sistema por aparte: El INDIVIDUALISMO sostiene que el móvil de toda actividad es el interés propio. Quien lo practica no piensa para nada en el resto de la sociedad. Procura enriquecerse sin importarle la vida de sus colaboradores. Su afán es producir mucho para su propio beneficio. Sostiene que no debe intervenir el Estado en sus operaciones y que cada individuo debe procurarse la forma de salir de la miseria por su propia cuenta. Defiende la propiedad privada y la herencia. RESULTADOS: La Historia nos pone de manifiesto la equivocación de este sistema. Mientras que con la introducción del maquinismo y organización de las grandes compañías comerciales, crecían fabulosamente los capitales individuales, amasándose fortunas fantásticas, millares de trabajadores morían tuberculosos por falta de alimento y exceso de trabajo. Sin remontarnos a épocas, lejanas ni buscar lugares en donde se vendían mujeres, hombres y niños esclavos como bestias, el sólo pensar en la injusticia social de que eran victimas los trabajadores de las fábricas y minas, es suficiente motivo para reconocer que el sistema INDIVIDUALISTA era injusto. Por un lado crecía la riqueza de manera sorprendente acaparada por unos pocos. Por el otro crecía pavorosamente la miseria, sufriéndola todo el pueblo. De esta injusticia tremenda nació como reacción el otro extremo que analizaremos brevemente: EL SOCIALISMO. El creador del PROLETARIADO no fue el SOCIALISMO. Este simplemente lo bautizó poniéndole el nombre. El proletariado fue hechura de la injusticia social del INDIVIDUALISMO, que había convertido al obrero en esclavo de la necesidad. El SOCIALISMO nació como una reacción en contra del egoísmo de unos pocos, en perjuicio de los más, abogando por el beneficio general de la sociedad. Combatían la explotación del hombre por el hombre, las diferentes formas de esclavitud y demás males que quebrantaban a la sociedad. Con tan bonitas prédicas y ante la situación tan alarmante que había creado el viejo sistema en la clasetrabajadora, las ideas socialistas tuvieron gran acogida y varios economistas y filósofos las apoyaron. Pero si en el mundo de las ideas pudieron tener seguidores, en el mundo de la realidad ha venido a demostrarse su fracaso. El ejemplo que tenemos en la actualidad y sobre el cual podemos opinar, es el de las Repúblicas Soviéticas: En Rusia el trabajador ha cambiado su esclavitud económica, por una esclavitud mil veces peor, que es la esclavitud del Estado. No tiene ni derecho a cambiar de trabajo, ni a huelgas, ni a ninguna, manifestación de descontento, obedeciendo de manera ciega las órdenes recibidas. La pregonada igualdad no existe, como no puede existir en ninguna forma y las diferencias son todavía más notorias que en el resto del mundo, pues mientras que existen amos con mando y poder para quitarle la vida a todo el que consideran innecesario o molesto, otros no tiene derecho ni a tener creencias religiosas. Es la negación total de los derechos humanos dentro de ese régimen y el hombre ha dejado de ser un ser racional, para convertirse en un número. No es posible que nadie voluntariamente se encuentre dispuesto a renunciar al derecho de pensar y de hablar y en general toda manifestación de libertad, si no es un equivocado o un engañado.


En el mundo de la realidad se ha venido a demostrar que tanto el INDIVIDUALISMO como el SOCIALISMO son incapaces de lograr la felicidad de los hombres. Buscando el equilibrio entre dos tendencias ha nacido un tercer sistema: EL SOLIDARISMO. Sus fundadores teóricos son el político francés León Bourgeois el cual consideraba que cada uno de nuestros actos por leyes de solidaridad natural, repercute para bien o para mal en nuestros semejantes; y el jesuita alemán Heinrich Pesch, que lo denomina "Tercer Sistema" y le dio un fundamento ético. Se admite la propiedad, la herencia, las desigualdades, pero atenuadas por medio de lazos de asociaciones voluntarias y de ayudas mutuas. Como se puede apreciar, no niega el derecho de triunfar y progresar Individualmente al hombre, pero le exige al mismo tiempo que sus actos no perjudiquen a la colectividad y que por medio del convencimiento, de la razón y de la justicia, se formen asociaciones tendientes a mejorar la vida de la sociedad. De estas ideas originales ha nacido el SISTEMA SOLIDARISTA COSTARRICENSE que se está ensayando actualmente con gran éxito y sobre el cual tenemos magníficas experiencias que se irán dando a conocer en el transcurso de estas lecciones. El SISTEMA SOLIDARISTA COSTARRICENSE acoge con ciertas reservas y limitaciones, los fundamentos teóricos del Solidarismo político-filosófico de Bourgeois y Pesh, y al llevar a la práctica estas ideas las plasmó en un sistema social con una modalidad apropiada para nuestro medio. Hasta el momento parece que va llenando las aspiraciones de su creador, profesor don Alberto Martén, tendientes al enriquecimiento proporcional de todos los trabajadores.

Lección No. 2 PRINCIPIOS DEL SOLIDARISMO

En LOS PRINCIPIOS DEL SOLIDARISMO publicados hace algunos años por don Alberto Martén, aparece como cláusula primero: "El objetivo fundamental es el aumento de la producción, para su distribución equitativa". O sea, que la principal preocupación del SISTEMA SOLIDARISTA COSTARRICENSE, es el aumento de la riqueza, pero con la intención de evitar que esa riqueza favorezca sólo a unos pocos, como en el caso del SISTEMA INDIVIDUALISTA, sino que sirva para enriquecer proporcionalmente a todos en general. Pero al mismo tiempo trata de evitar el peligro de caer en el extremo opuesto, el SISTEMA SOCIALISTA, en donde desaparece la Empresa Privada, para convertirse todas en Empresas del Estado.

¿COMO LLEGAR A ESE SISTEMA DE EQUILIBRIO?


Debemos empezar por estudiar la Empresa. A grandes rasgos podemos decir que la impresa es una entidad donde se produce riqueza por medio de trabajo. Por lo tanto debe ser terna de estudio de gran preferencia para nosotros y tratar que las condiciones de trabajo dentro de ella sean lo más favorable posible en beneficio de todos y defenderla para la propia seguridad de todos los que en ella colaboran.

PRINCIPIO FUNDAMENTAL

El linaje humano se rige por dos instintos fundamentales: el de conservación y el de reproducción. En tiempos primitivos anteriores a la existencia de gobiernos y leyes de cualquier especie, no había ningún freno para estos instintos privando la ley del más fuerte. Los más poderosos físicamente eran los que conseguían las mujeres y los que se conservaban a través de todas las dificultades. Hoy día existe la INSTITUCIÓN DEL MATRIMONIO que regula la unión sexual entre hombres y mujeres. Pero si para dignificar el instinto de reproducción se ha creado la Institución de la familia, para sublimar el instinto de conservación no se ha puesto en práctica ningún ordenamiento básico que regule sus actividades en forma institucional. ¿Qué precisa principalmente para la conservación de la especie humana? Sencillamente la producción y multiplicación de la riqueza para que puedan satisfacerse las necesidades del hombre. De ésta forma podemos apreciar que la producción es imprescindible para la conservación del hombre y que si no llenamos este requisito, de nada serviría la multiplicación de la especie por más reglamentada que se encontrara, pues sería procrear seres infelices para que perecieran a causa de la necesidad. Y siendo de tanta importancia este aspecto de nuestra vida, actualmente no existe institución de ninguna especie que proteja estas actividades. Existe mano libre para quebrar arruinar o entorpecer las empresas competidoras. No existe ningún freno ético, jurídico que defienda la vida de los negocios. Sobre este particular se puede poner un ejemplo bastante práctico: Vamos a suponer una casa de dos pisos. En la planta alta se encuentra viviendo una familia. En la planta baja el padre de familia tiene un negocio. Si una determinada persona pretendiera seducir a la esposa, burlar a una hija, someter a esa familia a la deshonra; aprovechando una posición favorable para hacerlo, no solo las leyes protegerían ese hogar, sino que habría una reacción pública de repulsa en contra de la persona que intentó tomar una actitud contraria a la institución de la familia. Pero en cambio toda maniobra que se lleve a cabo, dentro del marco de la ley, para arruinar a ese mismo hombre en el aspecto comercial, es permitida y aprobada por la sociedad. Vemos que en este particular priva todavía la ley del más fuerte y que no existe ninguna diferencia a los tiempos primitivos.


TESIS FUNDAMENTAL

Después de este pequeño análisis, que en clases sucesivas se irá ampliando, llegamos a la conclusión, de que la Empresa debe ser considerada una Institución creada para producir en condiciones éticoeconómicas, riqueza que debe servir no solo para enriquecer a unos pocos, sino para lograr el bienestar de todos. Por lo tanto debe ser protegida por todos los que colaboran en ella y comprenderse que tanto patrones como trabajadores, son parte integrante de su organización. Es bueno reproducir la cláusula sexta de LOS PRINCIPIOS DEL SOLIDARISMO de los que ya hemos hecho referencia: "La Empresa es la unidad económica y debe ser protegida contra malos patronos y obreros, como la familia es la unidad social y está protegida contra malos cónyuges e hijos. Los sindicatos hostiles de patronos y obreros son tan indeseables como lo serían los sindicatos hostiles de maridos y mujeres o de padres e hijos."

SOLIDARISMO Doctrina- Aplicaciones

Situación de la persona humana, de la empresa, del gobierno, del estado dentro de los dos grandes sistemas sociales, individualismo y socialismo y en el tercer sistema solidarismo. Organización y funcionamiento de un Plan Solidarista de Ahorro.

Lección No. 3

En la presento lección vamos a hablar sobre el trato, el rango, el sitio que merecen y que ocupan dentro de estos dos grandes, sistemas, Individualismo y Socialismo, la persona humana, la empresa, el gobierno y el estado. Y al final haremos una comparación con el Solidarismo. En el sistema INDIVIDUALISTA, el hombre es todo importante. Es un fin en sí mismo. Predomina su conveniencia en todo, desarrollándose sus actividades económicas y sociales, alrededor de su persona. Es en realidad un concepto egoísta de ver la vida. Ese egoísmo llevado al extremo es lo que ha movido a los


enemigos del individualismo a criticarlo y a decir que el "Individualismo se niega a si mismo". Podemos recorrer su Historia y veremos que bajo este sistema se han cometido los abusos más grandes, como por ejemplo el trato que los rusos daban a sus siervos; los americanos del Sur a sus esclavos negros y los griegos y romanos a sus respectivos esclavos. Para un amo el esclavo no merecía la menor consideración y podía disponer de su vida a su antojo, azotándolo o privándolo de la existencia por la menor causa, sino pertenecía al grupo de privilegiados. El amo era un ser importante con derecho a la protección de leyes y costumbres. El esclavo era considerado como una cosa, o como un animal. No hace falta señalar donde se encuentra la injusticia de este proceder y tampoco vamos a negar la historia por el hecho de que actualmente se hayan superado estas injusticias en gran parte. En el régimen SOCIALISTA el individuo pierde toda importancia y la recobra el estado. El hombre desaparece como tal y no significa nada más que un número. "El estado lo es todo, lo abarca todo, lo incluye todo en su seno". Podemos reproducir un párrafo de la doctrina del fascismo que nos lo dice claramente: "Ya que para el fascista todo está en el estado, nada humano ni espiritual existe, y tanto menos valor tiene, fuera del estado. En tal sentido, el fascismo es totalitario, y el Estado fascista, síntesis y unidad de todos los valores, interpreta, desarrolla y patentiza toda la vida del pueblo". (La Doctrina del Fascismo). En el transcurso de las clases veremos en detalle como actúa la persona en estos sistemas. LA EMPRESA, tema clave de nuestros estudios, en el sistema INDIVIDUALISTA es autónoma. Actúa con entera libertad y procede como mejor le convenga a sus intereses. El Estado no interviene en sus negocios y dentro del margen de las leyes se le permite toda clase de especulaciones. En el sistema SOCIALISTA, desaparece esa autonomía. Nadie puede tomarse libertades de poner una fábrica de automóviles, de zapatos, de camisas; ni organizar una empresa agrícola, industria, comercial o minera. Sólo el Estado sabe de lo que precisa y solo él tiene derecho a decir lo que se debe explotar. ¿Qué papel juega el gobierno en el sistema INDIVIDUALISTA? Antes de continuar con esta exposición hay que advertir que no se debe confundir el gobierno con el estado. El GOBIERNO es el conjunto de hombres que tienen a su cargo la administración de las cosas públicas. Es el depositario del poder social durante el tiempo que ejerce esas funciones. Ya sabemos que este período es variable según la clase de gobierno que exista en una nación. En cambio el ESTADO es perpetuo. Es la nación políticamente organizada y abarca un concepto de territorio, población y gobierno. Los gobiernos se suceden mientras que el Estado continúa inconmovible. El gobierno en el sistema INDIVIDUALISTA ejerce las funciones de policía. Interviene lo menos posible con el ciudadano dejándolo completamente libertad. No se impone en las cuestiones económicas y sólo se preocupa por mantener la justicia y administrar los bienes públicos. El gobierno en el sistema SOCIALISTA es todo poderoso. Coarta la libertad y ejerce sobre el individuo toda clase de influencia; es un poder absorbente contra el cual no existe protesta de ninguna clase ni reclamo justo de ninguna especie.


El estado en el sistema INDIVIDUALISTA es la representación de cada uno y de todos los ciudadanos. Busca los medios de auscultar la opinión pública para ofrecer el mayor número de garantías al hombre. Se le concede al individuo mayor libertad y mayor amplitud de acción, mientras que al estado se le restringen sus facultades. En el SOCIALISMO existe una concepción totalitaria del estado. Cae en manos de un pequeño grupo que impone su voluntad y criterio al resto de la nación. Es una clase de oligarquía dominante que représenla el criterio del partido que gobierna y no respeta ni acepta ninguna clase de opinión que no sea la suya.

SOLIDARISMO En el sistema SOLIDARISTA lo persona humana no ocupa ninguno de esos puestos extremos. Ni es todo en sí en forma absoluta, ni tampoco deja de ser el individuo con derechos y libertades. Al individuo se Ie respeta porque vale por sí mismo. Se le reconoce capaz de creaciones mentales fuera de lo corriente y producciones geniales que lo distinguen. En un gran aspecto de su vida, vive solo, ama en muchos casos la soledad y la busca. Pero por otro lado tiene deberes con el resto de la humanidad que lo ligan a ella formando un organismo. No puede vivir aislado, pues necesita a cada instante de sus semejantes. Cualquier artesano o productor para poder vivir tiene que encontrar a quien vender o con quien cambiar sus productos. Lo mismo el carnicero, que el zapatero, que el panadero, etc., necesitan de los demás para poder vivir y lo que afecta a un hombre, repercute en los demás. Es la Solidaridad humana que los une naturalmente y los convierte en un solo cuerpo social. La EMPRESA en el sistema SOLIDARISTA, goza igualmente que el hombre de una libertad parcial. No puede obrar en una forma que perjudique a la sociedad. Se le exige que cumpla una función dentro del conjunto. Goza de autonomía, pero no completa. Debe actuar en armonía con el conjunto para que se cumpla el axioma: "Armonía de las partes, bienestar de todo". Sobre el GOBIERNO y el ESTADO en el sistema SOLIDARISTA adelantaremos algunos conceptos, para formarnos una pequeña idea. En clases posteriores ampliaremos esta primera explicación. El Estado y su Gobierno gozan de suficientes poderes para intervenir en el individuo en beneficio del conjunto, pero nunca deja de reconocer sus derechos. Su autoridad no llega al extremo absoluto que alcanza en el SOCIALISMO, ni es tan poca como en el caso del INDIVIDUALISMO, pues Estado y gobierno tiene que velar por el bienestar de todos. No se admite la idea totalitaria, ya que el poder público representa los intereses generales y por todos en general tiene que responder. En el Solidarismo Gobierno y Estado son conceptos de autoridad para proteger la persona en función del conjunto.

ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO DE UN PLAN SOLIDARISTA DE AHORRO


El convencimiento do un grupo de trabajadores para que pongan a funcionar un Plan Solidarista do Ahorro, no es tarea fácil. No se cuenta con armas poderosas como son el halago, las promesas o la explotación de las pasiones humanas. Por el contrario, se les llama a la meditación sobre la responsabilidad personal, sobre la cooperación con la empresa, sobre la disciplina y el orden. Casi ningún individuo quiere oír más sobre sacrificios y deberes; todos quieren ofrecimientos y ventajas que no les cuesten nada y que son las armas usadas por politiqueros y demás individuos que viven de esas actividades.

Vamos a dar un ligero detalle ríe como se procede a la organización de un Plan de Ahorro. Pero no hay que olvidar que el ahorro es un medio, no un fin. El Sistema Solidarista sin persigue la independencia económica del hombre, aumentando su patrimonio y aumentando su conciencia. Al mismo tiempo que enriquece al individuo, lo dota de mayor cultura y lo hace comprender el sentido de responsabilidad ante sus semejantes.

El primer paso que se tiene que dar para formar un Plan de Ahorro es hablar y convencer al representante de la empresa. Ya sea el patrón o el gerente. Una vez que el representante patronal está dispuesto a aportar la cuota correspondiente, entonces se procede si la empresa es muy grande, a conversar con los encargados de los diferentes departamentos u secciones, en una pequeña reunión para cambiar impresiones. Ya una vez asesorados ligeramente este grupo principal, se distribuyo propaganda entre todos los empleados. Luego se hace una reunión general en donde se da una explicación clara y amplia de lo que es el Ahorro Solidarista y de las ventajas que tiene para el trabajador.

Siempre existe un grupo rebelde que no acepta el Plan. Entonces éste se pone a funcionar con el número de los que han sabido comprender su importancia aunque sea reducido. Luego como lo hemos podido experimentar, se va agregando el resto de los empleados. Se ha podido apreciar, que cuando el patrón goza de simpatía entre el personal e inspira confianza, se forma de inmediato el plan con casi todos los trabajadores. Por el contrario, cuando no lo quieren, los resultados son malos. Pero de todas maneras con el grupo por reducido que sea, se inicia el Plan y se elige Junta Directiva.

Ya una vez en marcha, de la competencia y el interés de la Directiva, depende en gran parte el éxito de la asociación.

Sobre la forma de actuar y proceder una Junta Directiva Solidarista, se darán amplias explicaciones en clases posteriores.


SOLIDARISMO Doctrina Lección NO. 4 CONCEPTO DE SOLIDARIDAD

Teológico Antropológico Moral Sociológico Jurídico Político Biológico Económico Hay muchos credos políticos y religiosos, cuyas doctrinas se basan en un concepto central. Por ejemplo el Cristianismo se basa en el concepto del amor. Su principal mandamiento, “Ama a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo”, representa la esencia y fundamento de toda la religión. En nuestro caso no es el amor propiamente la base en que se fundamenta nuestra idea, sino la solidaridad. Por lo tanto lo que tenemos que estudiar es el concepto de solidaridad en diferentes aspectos para aplicarlo en el campo de los negocios, buscando un método práctico para resolver los problemas del trabajo.

CONCEPTO DE LA SOLIDARIDAD EN LA TEOLOGÍA

Los teólogos han usado este término en diferentes casos. Consideran que el hombre pertenece a un todo, que algunos llaman Dios otros Universo, etc. A nosotros que profesamos la religión Cristiana, nos interesan especialmente las palabras de San Pablo: "Porque así como tenemos varios miembros en un solo cuerpo y todos los miembros no cumplen la misma función, así también nosotros, aunque seamos varios, formamos


un solo cuerpo en Cristo y cada uno en particular somos miembros los unos de los otros". (San Pablo, Epístola a los romanos. XII, 4 y 5).

CONCEPTO ANTROPOLOGICO DE LA SOLIDARIDAD

En la antropología que es la ciencia que estudia al hombre desde sus más remotos orígenes, tratando sobre sus razas, épocas y lugares de desarrollo, etc., es en uno de los campos en donde más claramente se aprecia el concepto de solidaridad. El hombre está ligado en relación de parte a todo con la especie humana y existen también lazos solidarios que nos atan con los muertos. De todos los individuos que existieron desde las épocas prehistóricas, hemos, heredado algo. De todos ellos recibimos una ayuda para nuestros trabajos y para mejorar nuestra existencia. El hombre que invento algún objeto útil, nos está prestando, aun prestando, aun después de muerto, grandes servicios que nos benefician. El individuo que introdujo una mala costumbre, un vicio o una enfermedad en la sociedad, sigue causando el mal, pese a que haya dejado de existir miles de años. Hemos heredado todo lo que tenemos, bueno y malo: conocimientos, sabiduría, religiones, idiomas, etc. Vicios, enfermedades, malas costumbres. Por eso resulta tan cierta la frase de que "El inventor del arado, ara invisible a la par del labriego que maneja el arado".

CONCEPTO MORAL DE LA SOLIDARIDAD

En este campo de la moral, que es la ciencia que trata de las acciones humanas, calificándolas de buenas o malas, la solidaridad desempeña un papel muy importante. Respondemos unos por los otros. Las malas acciones de un padre, repercuten en sus hijos. Las de un hermano, en el resto de los hermanos. El ejemplo más amplio es el del pecado original: Según los teólogos, estamos pagando las faltas cometidas por la primera pareja que existió en el mundo. Es tan palpable; la solidaridad que existe moralmente entre uno y otros, que el hijo de un hombre ilustre se siente orgulloso de que conozcan el nombre de su padre. Y el hijo de un delincuente, trata por lo general de olvidarlo, pero no solo en esta forma se manifiesta la influencia sobre el individuo que hereda el buen o mal prestigio de sus antepasados, sino que la misma sociedad abre las puertas a los que heredan un buen nombre, con la misma facilidad que se las cierran a los que arrastran el manchado apellido de su padre.

CONCEPTO SOCIOLÓGICO DE LA SOLIDARIDAD

Augusto Comte fundador de la Sociología, manifiesta que la sociedad es algo orgánico, jures tiene los mismos miembros de un cuerpo natural. El gobierno es en la sociedad, lo que el cerebro en el cuerpo


animal. Así como la nación se encuentra llena de carreteras, ferrocarriles, ríos, etc. que sirven para alimentar y abastecer los principales centros de vida. El cuerpo tiene venas, tendones y diferentes órganos que cumplen sus funciones de nutrición, circulación, respiración, etc. Así como en el caso de que el corazón funcione mal, repercute en el resto del cuerpo, también en la sociedad cualquier rama de las principales actividades que no actúe en debida forma, perjudica el resto de la colectividad.

CONCEPTO JURÍDICO DE LA SOLIDARIDAD

La solidaridad en este campo es muy conocida de todo el mundo. Sabemos que un fiador contrae un compromiso solidario con el deudor y que tiene que pagar la deuda en caso de que el obligado no pueda o no quiera hacerlo. También existen clases de asociaciones donde los accionistas responden por las obligaciones de la sociedad constituida. En épocas pasadas en algunos lugares se acostumbraba responder por las deudas contraídas por los padres, una vez éstos muertos.

CONCEPTO POLÍTICO DE LA SOLIDARIDAD

En el concepto político es en uno de los que más se aprecia el efecto de la solidaridad. Según la clase de gobierno, de instituciones y sistemas que se encuentren en práctica, así gozará la colectividad de beneficios. Tenemos el ejemplo de Roma cuando dejó de ser monarquía para convertirse en república. Se dividió el pueblo en dos grandes clases: la de los Patricios que tenían todos los derechos, el poder político y eran los amos absolutos del destino de la república. Y por el otro lado los plebeyos, sin derechos de ninguna especie, sufriendo las injusticias que de un sistema político de esta naturaleza, tienen que desprenderse. En señal de protesta se retiraron a una de las colinas de Roma dispuestos a no trabajar para la clase ociosa. Entonces Menenio Agripa, Cónsul romano fue hasta ellos y les contó la fábula del estómago y los miembros: Dice que los brazos, las piernas y el mismo cerebro estaban indignados porque todos los esfuerzos se concretaban a echar alimento al estómago, mientras que el estómago no hacía nada más que aprovecharse de ello consumiendo las comidas. Entonces en rebeldía acordaron no volver a adquirir nada para este organismo vagabundo. Pero al poco tiempo notaron que al faltar alimentación al estómago, éste no podía suministrar energía a los miembros y todos se encontraban en un estado completo de debilidad, teniendo que recurrir urgentemente a conseguir de nuevo alimento para que pudiera revivirse el estómago y con él todos los demás órganos que dependían, aunque hasta ese momento lo advirtieron, de la salud del estómago. Gracias a este apólogo los plebeyos regresaron a la ciudad y continuaron trabajando. Doscientos años duraron en su lucha los plebeyos para poder hacer valer sus derechos. Como podemos apreciar políticamente es en uno de los aspectos en que la solidaridad se manifiesta más claramente.


CONCEPTO BIOLOGICO DE LA SOLIDARIDAD

Actualmente se pueden apreciar los lazos de la solidaridad que nos atan en el campo de la biología, ciencia que trata de las leyes que rigen la vida. Sabemos que un enfermo puede ser foco de infección para el resto del pueblo. Que un tuberculoso es un peligro para la sociedad y que el mal de uno de estos pobres hombres, puede ser la causa de contagio para nuestros hijos. Por lo tanto no solo por compasión al perjudicado, sino en defensa de nosotros mismos, buscarnos la forma de curarlo y de aislarlo. Además de las enfermedades, los vicios, la miseria, son lacras que al perjudicar a un grupo repercuten en el resto de la humanidad. Somos todos miembros de la comunidad y como lo hemos podido apreciar tantas veces, el mal de uno, repercute en el mal de todos.

CONCEPTO ECONÓMICO DE LA SOLIDARIDAD

El concepto de solidaridad en la economía es completo. En esta rama se puede apreciar que en relación con las actividades del trabajo, dependemos de todo el mundo. Todos los servicios o productos que usamos están compuestos de la labor de miles de trabajadores o de individuos regados por todas partes del mundo, que sin verlos ni conocerlos, nos están ayudando a vivir mejor. Y por otro lado el trabajo que nosotros desempeñamos, va a prestar un servicio a seres que nunca podrán conocernos. Un ejemplo se puede poner por medio de un jornalero de una finca de café: la ropa que usa puede ser de un algodón sembrado en Estados Unidos, donde otros jornaleros contribuyeron con su trabajo a cultivar, cosechar, hilar, etc. La pala o el machete que le sirve para el trabajo, puede ser de un acero fundido en Inglaterra, en donde mineros desconocidos trabajaron para lograr ese metal y prestar el servicio al trabajador costarricense. El sombrero, los zapatos, los alimentos, las medicinas, los útiles con que estudió, etc., son productos de miles de personas diferentes en diversas partes del mundo. En cambio de todos esos servicios recibidos, nuestro jornalero costarricense representa la primera fase para producir un café que ha de ser consumido en Estados Unidos, Inglaterra o Alemania, por trabajadores que no se imaginan el enorme número de manos que se necesitan para llegar hasta servirles en la mesa una taza de café. Si la economía de un país está sabiamente dirigida, los resultados benefician a toda la comunidad. Si está llena de errores, esos errores los sufren por lazos de solidaridad inevitables, todo el pueblo.

SOLIDARISMO

Doctrina-Aplicaciones


Lección No. 5

LA EMPRESA MODERNA (Instilación ético-económica).

Antecedentes - históricos.

ELEMENTOS: Material: tierra y capital Humano: trabajadores Funcional: administración Social: servicio Ético-económico: SOLIDARIDAD

TEORIA DE LA EMPRESA

Para poder estudiar la empresa moderna, tal como la conocemos, es conveniente que hagamos un recorrido por la historia relacionada con las actividades económicas del hombre, ya que de la evolución de éste y sus costumbres, es que ha nacido este tipo de empresa. Anteriormente no se conocía esta organización y ha sido en los últimos tiempos, cuando ha venido a formarse este sistema de producción, mereciendo fuertes críticas por parte de sus enemigos y grandes elogios por parte de sus defensores. Nosotros trataremos de analizar con la debida serenidad este fenómeno de la economía moderna, que se llama empresa, aceptando sus críticas y tratando de corregir los errores, hasta formar de ella la Institución ético-económica ambicionada para beneficio de todos sus colaboradores. .

EL HOMBRE


¿Dónde nació el primer hombre? ¿De quién desciende? ¿Cómo se formó? Tal serie de preguntas no han sido satisfactoriamente contestadas. Pero si no podemos científicamente asegurar el lugar donde existió la primer pareja, y tenemos que valemos para calmar esa ansia de saber de nuestras creencias religiosas que nos hacen descender de Adán y Eva, en cambio sí tenemos la facilidad de estudiar en gran parte la evolución del género humano, relacionado con sus medios de producción y sistemas sociales. No podemos remontarnos al tiempo en que vivía en cavernas, si no por medio de suposiciones, pues pertenece esta época a la pre-historia, en la que, como la palabra lo indica, no hubo quien escribiera sobre la vida del hombre. Nos podemos imaginar que no existía otra cosa que la pareja humana, procreando sus hijos como fieras del monte y defendiendo el grupo familiar de todos los peligros. Poco a poco la necesidad de protegerse obligó a los hombres a irse agrupando formándose la HORDA, manada de tipo gregario donde todos vivían en montón, sin distinción de ninguna especie. EL CLAN fue el segundo tipo de agrupación social, ya más evolucionado, compuesto por varias familias y con ciertas reglas y leyes. Profesaban el TOTEMISMO, creencia religiosa que considera al hombre descendiente de algún animal, como el águila, el león, etc. Además el Tabú, propiedades ocultas de las cosas que influyen para bien o para mal en las personas, era otra de sus creencias. Ya con la familia PATRIARCAL integrada en tribus el hombre adelantó mucho, aunque sus actividades de producción se encontraban muy lejos todavía de reunir los elementos que componen la Empresa Moderna. No existían talleres, ni fabricas, ni explotaciones agrícolas organizadas en debida forma, ni contabilidades, etc. Su riqueza consistía en el número de ovejas, camellos, asnos y criados. Era una economía natural y de consumo. Producían para mantenerse exclusivamente. En la edad media, con la caída del Imperio Romano hasta el Renacimiento y el descubrimiento de América, se formaron dos tipos de organización económica: el Feudo en las zonas rurales y él Gremio en las poblaciones. El Feudo constituía la serie de tierras de propiedad particular de un señor, noble de la época, que se consideraba dueño absoluto, no solo de esas tierras, sino de todos los que vivían dentro de ellas. Las familias que habitaban estos territorios eran siervos de los señores feudales, quienes tenían derecho con ciertas limitaciones a disponer de sus vidas y haciendas. El sistema tenía aspectos vergonzosos como el "derecho de pernada". Todos se dedicaban al cultivo y explotación de la tierra, teniendo que pagar a sus amos la parte que ellos exigían, según contratos que de antemano eran impuestos. Todos se dedicaban a labrar la tierra y no existía el comercio. Eran "siervos de la gleba". El GREMIO se desarrolló en las ciudades. Estaba formado por pequeños talleres de artesanía en donde el patrón o amo era una especie de jefe para todos sus colaboradores. Era conocido como maestro; bajo su jurisdicción trabajaban los oficiales, que eran individuos ya capacitados en el oficio y que eran bien tratados y se les guardaban algunas consideraciones, dándoles cierto aspecto familiar. Por último estaban los aprendices que tenían que pasar muchos anos para lograr alguna ventaja. La asociación de estos diferentes


talleres se llamaba GREMIO, existiendo el de zapateros, el de sastres, carpinteros, etc. Aunque ya eran empresas de producción, sus sistemas estaban muy atrasados y eran muy restringidos. También los comerciantes formaban sus gremios, pues los había de oficios y comerciales.

TRANSFORMACIÓN DE LA VIDA Y DE LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN

Con los diferentes descubrimientos en los medios de transporte, con la práctica del comercio exterior que relacionaba unos pueblos con otros, con el advenimiento del vapor de agua como nueva forma de energía y posteriormente la electricidad, se transformaron de manera decisiva los medios de producción. Los grandes telares, hicieron desaparecer casi por completo a los gremios de tejidos y los talleres de diferentes ramas tuvieron que dar paso a las grandes fábricas. Los feudos desaparecieron y el inundó evolucionó hacia la Democracia moderna. En este ambiente político se desarrollaron con más pujanza que nunca las fueras económicas. De los hombres de Empresa nació la Burguesía. Era una nueva generación compuesta por individuos de todas las clases sociales, que triunfaban por el esfuerzo y la idea propia. Era el tiempo oportuno para que se desarrollara con toda amplitud la libre empresa. De la capacidad o suerte del hombre, dependía en su mayor parte, que se convirtiera en un burgués acomodada o continuara siendo un trabajador sin la menor riqueza. La BURGUESÍA renovó los sistemas de producción y dio el impulso más grande de lodos los tiempos al aumento de la riqueza. La fuerza productiva de esta época sobrepasó a los cálculos más ambiciosos que se hubieran podido hacer.

SOLIDARISMO

Doctrina-Aplicaciones Lección No. 6

CRÍTICA DE LA EMPRESA MODERNA

La burguesía acumulaba fortunas fabulosas mientras que se iba creando el proletariado miserable, desnutrido y lleno de calamidades. Ya en lecciones anteriores tocamos este punto al hablar del SISTEMA


INDIVIDUALISTA. Las injusticias sociales se pusieron como nunca de manifiesto y esta fue la causa para que los enemigos tuvieran oportunidad de atacar duramente el sistema de empresa Moderna. Los socialistas principalmente exageraron todos sus defectos sin querer reconocer sus ventajas. No obstante Marx en su critica reconoce que la pujanza económica de la BURGUESÍA superó todos los cálculos imaginables y que nunca se ha podido, igualar el poderío económico de este sistema. Pero al mismo tiempo que reconoce esa pujanza, esa fuerza creadora, arremete, contra ella en forma ciega, diciendo que debe destruirse totalmente. Que la burguesía debe desaparecer, con sus cosas buenas o malas, para que dé paso al sistema social que él predicó. Parece desde todo punto de vista injusto pensar en destruir la Empresa Moderna, creadora de toda esta riqueza, por el simple motivo de que haya acarreado al mismo tiempo, errores e injusticias. Lo sensato es tratar de corregir las equivocaciones, buscar los medios de ofrecer mayor justicia y pretender que esa abundancia, esa fuerza extraordinaria de producción, que el mismo Marx le reconoce, sirva para felicidad de todos sus colaboradores. Lo que debemos hacer es más bien multiplicar los esfuerzos para lograr todavía mayor provecho, pero lógicamente procurando una mayor justicia.

PROBLEMA DE LA ABUNDANCIA

Actualmente existen en algunos países millones de toneladas de diferentes, productos, que no se pueden lanzar al mercado, por miedo a que la oferta excesiva tire los precios por el suelo y haya una crisis económica pavorosa. Vemos por ejemplo que en Estados Unidos, el país típico representativo de la Empresa Moderna, el gobierno está pagando a los agricultores subsidios para que no siembren. No es el problema de la escasez el que tiene preocupado a este país, sino el problema de la abundancia. Mientras que en otros lugares existen regiones en donde el hombre muere de hambre o vive completamente desnutrido, dando oportunidad a las críticas de los enemigos de los sistemas sociales de la actualidad.

EL REMEDIO MORAL

Cuando el hombre trabaja como una máquina y no persigue otro fin que el de enriquecerse, sin importarle nada de sus semejantes, se convierte en un ser sin conciencia. La clase de empresa creada por él tiene que ser una especie de monstruo, como el Frankestein de las novelas, capaz de destruir a todo lo que se le ponga en su camino y que luego ni el mismo creador del monstruo, puede contener.

EL MOVIMIENTO SOLIDARISTA COSTARRICENSE


Persigue solucionar este problema, no destruyendo como dicen los marxistas a la empresa, sino creando el CONCEPTO MORAL DE LA EMPRESA. Una vez que patrones y trabajadores hayan logrado aceptar este concepto y se rijan sus relaciones sobre esta base, se podrá asegurar que los problemas empiezan a desaparecer para dar paso a una nueva época de armonía y cooperación que es lo que nosotros pretendemos con estos cursos de capacitación.

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Lección No. 7

ELEMENTOS QUE COMPONEN LA EMPRESA MODERNA

Con este pequeño recorrido sobre la evolución de los grupos humanos hemos podido apreciar que en Economía no existen fórmulas mágicas. Si dedicáramos un tiempo más amplio para estudiar la historia de las doctrinas económicas, podríamos ver que muchas de las ideas que nos parecen nuevas, no son más que copias, a veces corregidas o adaptadas a nuestro tiempo y lugar, de antiguas fórmulas que existieron en épocas pasadas. Como es de suponer, si consideramos el tipo de Empresa Moderna como el más adecuado para la producción en nuestro tiempo, debe entenderse que sólo es adaptable en aquellas sociedades que han evolucionado debidamente y cuyos adelantos son suficientes para que pueda desarrollarse en su medio una economía pujante. No vamos a pretender en pueblos semisalvajes del África, o de cualquier parte del globo, establecer un sistema de empresa que resultaría absurdo.

¿CÓMO DEBIERA FUNCIONAR IDEALMENTE LA EMPRESA?


Existen empresas de diferentes aspectos. Unas prósperas y otras fracasadas. Algunas dedicadas a la agricultura, otras a la industria, al comercio, etc. La organización interna, el trato a sus trabajadores, los sistemas de ventas y miles de detalles son también diferentes en casi todas ellas. Por lo tanto teniendo algunas ventajas y defectos, y no existiendo prácticamente la perfección en ellas, no podemos señalar como ejemplo un determinado prototipo de Empresa. Debemos analizarlas desapasionadamente y así como sabemos que todos los hombres son distintos, teniendo sus buenas condiciones y adoleciendo de sus defectos, también debemos ver la Empresa como un organismo que tiene sus partes buenas y malas. Vemos hombres deformes con mentes maravillosas, como el caso de Esopo. Y hombres de gran apariencia vacíos en su totalidad. Como no existe el arquetipo de hombre, tampoco existe el arquetipo de empresa y lo importante para nosotros, debe ser, la mentalidad de la empresa.

¿QUÉ SON EN REALIDAD Y COMO SE COMPONEN LAS EMPRESAS?

Los aspectos que entran en juego dentro de la Empresa para su debido funcionamiento son varios. En primer lugar veremos el aspecto material, compuesto por la tierra y el capital, que aunque en realidad es lo mismo nosotros los dividiremos para que sea mejor interpretado por todos. Principalmente en las Empresas Agrícolas. Luego el aspecto humano debe merecer un cuidadoso estudio de nuestra parte y está compuesto por los trabajadores, pero no viendo como tal exclusivamente al trabajador asalariado, al jornalero o a un determinando tipo, sino considerando como trabajador desde el patrón o gerente, hasta el último de los empleados. El aspecto funcional es aquel representado por la parte administrativa; el elemento que responde por la buena marcha y dirección de la empresa. Que debe preocuparse por la armonía y cooperación entre los diversos aspectos que la integran. El aspecto social es de gran importancia dentro de estas actividades y se relaciona con el servicio que la empresa presta a la comunidad. Empresa que no se destina a servir no llena ningún cometido social. Como último aspecto en esta lección tocaremos el ético-económico, o sea el de solidaridad. Es el que asocia dentro de la empresa el aspecto material con el moral. No solo el que busca la producción y la ganancia, sino que procura una distribución justa hasta donde sea posible y al mismo tiempo útil para la humanidad. Que convierte a los hombres en seres dignos, respetables y responsables de sus obligaciones. Por lo tanto, nuestra mayor preocupación debe ser la de convertir la Empresa en la Institución éticoeconómica que constituya junto con la Institución de la familia, los dos grandes pilares en que se asiente la sociedad. La Empresa justa, con fines decorosos, nobles, propia de seres superiores, debe ser una de las principales aspiraciones de nuestro movimiento. Que la riqueza que se produzca en ella, que es el instrumento de poder más grande con que cuenta el hombre, sirva para armonizar las necesidades materiales con las del espíritu, enriqueciendo en ambos aspectos a la humanidad.


Debemos recordar constantemente que la riqueza es un medio de conseguir la felicidad, pero no es propiamente la felicidad misma. Hay quien confunde estos términos como el caso de la fábula del Rey Midas, perteneciente a la Mitología, quien obtuvo de Baco la facultad de que se convirtiera en oro todo lo que tocará. Y después de haber conseguido este don que él juzgaba la máxima felicidad, estuvo a punto de morir de hambre, ya que hasta los alimentos se le convertían en el ansiado metal. Por lo tanto debemos procurar que la riqueza sea una palanca para el bien y así habremos llenado las necesidades del espíritu. Pero no debemos olvidar que tenemos la obligación de acumular un patrimonio para nuestros hipos, siempre y cuando para conseguirlo, no téngame que reñir con los principios de la moral. Las religiones en su mayoría nos hablan de renunciar a los bienes materiales, ofreciéndonos en cambio, felicidad para la otra vida. Este consejo constante es para inculcar en el hombre la sana idea de que no se pueden sacrificar las riquezas del espíritu por las riquezas del mundo y cuando haya que hacer sacrificios de una de ellas, es preferible renunciar a las terrenales. Pero nosotros consideramos que así como debemos en este mundo acumular conocimientos que nos conviertan en hombres mejor preparados para la vida, también debemos acumular riqueza que nos permita una independencia honrosa, gozar de un nivel de vida decente y satisfacer todas las necesidades de nuestra familia. Pero, al mismo tiempo nuestra prédica hace hincapié en lograr esta prosperidad por medios dignos y con fines sublimes, logrando en esta forma reconciliar la riqueza material con los valores de la mente humana.

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Lección N. 8

¿CÓMO SE ARMONIZAN DENTRO DE LA EMPRESA ESTOS CONCEPTOS?


Dijimos que tierra y capital es uno solo y queremos hacer recalcar este concepto por ser Costa Rica un país eminentemente agrícola y por desarrollarse en ese campo gran número de problemas sociales. La tierra significa capital, pues al decir que un individuo tiene una hacienda valiosa, ya cualquier persona relaciona la hacienda con el valor en dinero, que es a través de esta expresión como corrientemente se juzga la riqueza. Pero nosotros en esta clase vamos a imaginar una separación entre estos conceptos y consideraremos la tierra como el elemento natural o la naturaleza misma. Y al capital la transformación de estos elementos, convertidos en instrumentos de trabajo, como la maquinaria, tanto industrial como agrícola, las construcciones, las plantaciones, las materias primas acumuladas, etc. Como nuestra economía descansa sobre los productos de la tierra, tenemos que tener muy presente este elemento para estudiar nuestros problemas. No podemos separarnos de ella ni perder su contacto, pues nos sucedería como le sucedió a Anteo, hijo de Neptuno y de la Tierra, quien combatió con Hércules el que lo derribó tres veces; pero en cuanto Anteo tocaba la tierra, recibía nuevos alientos de su madre y continuaba en la lucha. Viendo esto Hércules lo alzó en el aire y lo estranguló. De tal manera que siendo para nosotros la tierra, madre de nuestra riqueza, el principal elemento de producción, no podemos peder contacto con ella pues terminaríamos debilitándonos en todos los aspectos. Para armonizar el concepto material con el moral debemos empezar por meditar sobre lo que es el Capital. Si vemos como anteriormente dijimos, que el capital se compone de las maquinarias, construcciones, plantaciones, herramientas, materias primas, etc., sacáremos la conclusión de que el capital es riqueza social, pues de ella se sirve la sociedad para llenar las necesidades acostumbradas El que crea que destruyendo un cafetal, un bananal, matando un hato de vacas, incendiando un edificio, destrozando una maquinaria, etc. se venga contra aquellos malos patronos que no quieren reconocerle voluntariamente al trabajador sus derechos, está muy equivocado. El mal no se lo hacen sólo a su patrón, sino que se le hace a la nación misma, pues la riqueza de un país consiste en su propia producción. Arrasar plantaciones, significa además de la pérdida para su dueño menos entradas para el fisco, menos comida, menos materia prima y como consecuencia, menos productos agrícolas e industriales, sufriendo un alza inusitada la comida, el vestido y resultando para el mismo trabajador, menos cantidad de productos, por su mismo salario. Por el contrario, cuidando debidamente la riqueza general del país, todos se benefician de esa riqueza, por la ley de la Solidaridad que rige la vida, y que ha demostrado que el bien de uno repercute en el bien de todos y el mal de uno, repercute para mal de todos. Cuando los obreros destruyen, socavan erradamente la fortaleza de la empresa, la cual debe más bien defenderse como un bien social, que es bueno en sí por su propia naturaleza. Para combatir los patronos egoístas y envenenados, que no quieren aceptar los derechos de sus colaboradores, se aplicarán otros sistemas más inteligentes y que no perjudiquen a la colectividad. Así como se acabaron los esclavistas y los negreros por ser contrarios a la moral, los patronos malvados serán rechazados por una sociedad evolucionada, en cuyo seno no cabrán, ni patronos egoístas, ni trabajadores irresponsables.


RELACIONES HUMANAS

Elemento humano dentro de la Empresa es todo el que interviene en ella y siendo considerados como trabajadores desde el más alto en posición hasta el más bajo puesto. No obstante para estudiar en estos cursos las relaciones humanas, haremos una separación de los patrones con el resto de los empleados, por parecer a simple vista, que defienden distintos intereses. Pero en realidad los intereses de uno, significan los del resto y sus buenos rendimientos beneficiarán a todos en general. Ponemos por ejemplo el elemento material que parece propiedad exclusiva de los patronos. No obstante son herramientas o vehículos que están al servicio del trabajador. Por lo tanto es éste el que se beneficia con sus servicios y el que debe tener más empeño en conservarlos. En el caso de un caballo que lo usa un peón en una finca, el que menos se aprovecha del caballo es el dueño. En cambio el trabajador lo usa constantemente para realizar con más comodidad su trabajo. Para el empleado que se está aprovechando de la utilidad del animal, resulta éste más de su propiedad que para el mismo dueño. Por lo tanto a nadie le interesa más que se encuentre en buen estado que al que lo ocupa. Siendo como en este caso el mayor número de los elementos materiales de la empresa, llegamos a la conclusión de que deben cuidarse y que no son como parece intereses diferentes los del patrón y los del trabajador.

CARACTERÍSTICAS DEL TRABAJADOR DENTRO DE LA EMPRESA MODERNA

El trabajador dentro del sistema de empresa actual, es un hombre libre, que puede a su antojo prestar sus servicios hasta que le parezca conveniente. Tiene derecho a pensar, a hablar y a actuar en cualquier forma que no vaya en contra de las leyes y la justicia. No es el caso de los feudos en donde los trabajadores eran esclavos prácticamente. Ni de los mismos gremios, en que eran limitadas las oportunidades del artesano y existía un dominio más directo del patrón sobre sus oficiales. Aparte de que entre los diferentes gremios se formaba una especie de monopolio que impedía a los que no fueran reconocidos del oficio, trabajar en esas actividades. En la Empresa Moderna, tanto patronos como trabajadores se encuentran en igual plano de libertad. El trabajador necesita de esfuerzo, habilidad, competencia y otras cualidades para surgir, pero tiene oportunidad de hacerlo en este ambiente. Puede escoger su oficio, su trabajo a su gusto y puede cambiar en cualquier momento por otro que le parezca mejor.


El patrón también precisa de esfuerzo, de suerte, de trabajo, de habilidad, de inteligencia para triunfar. Tiene oportunidad de progresar y hacerse rico. Pero nadie le asegura esa riqueza. Muchos son los que se arruinan después de una vida de trabajo. No todos alcanzan el éxito ni se desenvuelven con facilidad en esta lucha de la libre competencia y los que han logrado acumular una fortuna, pueden decir que han recogido parte del esfuerzo de otras empresas que han sucumbido. En esta libertad que existe actualmente, se entabla la pugna entre los patronos y trabajadores. Los primeros tratan de pagar lo menos posible. Los otros lógicamente tratan de ganar los salarios más altos y trabajar lo menos que puedan. Sobre estos procedimientos tanto de una parte como de la otra existe un verdadero error. El patrón debe pensar que no todo en la vida es cuestión de dinero. Que como lo repetimos constantemente, en la empresa debe pesar tanto como la parte material, la parte moral. Que un patrón debe pagar lo más que pueda a sus empleados, en lugar de pagar lo menos posible. En una empresa en donde existan buenos salarios, buen trato, planes de ahorro o algún otro sistema que enriquezca al trabajador, tiene que existir mayor armonía y más cooperación por parte del personal, elevando los rendimientos por hombre, que es lo mismo que elevar la producción. Una clase trabajadora con buenos salarios, bien comida, bien vestida, indiscutiblemente tiene que dar mejores rendimientos, que una clase trabajadora desnutrida, enferma, ignorante y llena de preocupaciones. Una empresa qué pague buenos sueldos, puede escoger los mejores empleados. El tratar de buscar trabajadores baratos, es como buscar a un pintor de brocha gorda para una decoración artística por ser menos el precio que cobra. O como pagar un cantante malo, para economizarse el precio de una voz maravillosa. En las empresas cinematográficas vemos como pagan miles de dólares a un buen actor y con ello logran verdaderas fortunas que benefician a todos los socios, en lugar de contratar un mal actor que no tendría el menor éxito de taquilla. En el caso del trabajador sucede lo mismo: buscar un mal albañil por ser más barato, es tirar el dinero. Contratar un mal mecánico por menos precio, es desperdiciar tiempo y salarios. AI empleado por su parte le conviene rendir más, ser más competente, ser más responsable, dentro de un ambiente de inteligencia. En la empresa donde se logre este entendimiento, en que haya patronos dispuestos a pagar lo más posible y empleados dispuestos a rendir lo mejor y más eficaz que puedan, las relaciones humanas serán un verdadero éxito y la producción se verá aumentada de manera prodigiosa. La Empresa es una unidad; una familia en el mundo de los negocios. Dentro de su seno debo haber entendimiento. La lucha no debe existir nada más que por fuera, en el mercado de la competencia. La suerte de los trabajadores depende en gran parte de la clase de patrón y su capacidad. El patrón es la cabeza de la empresa. Si es inteligente y hace progresar sus negocios, puede pagar buenos salarios, dar mejores oportunidades a sus colaboradores y aumentar su personal. Si es un individuo incapaz o vicioso, los rendimientos serán malos, no pudiendo pagar buenos jornales, teniendo que disminuir personal y probablemente viéndose obligado a liquidar la empresa. Pero si por otro lado, pese al buen patrón los trabajadores se unen para trabajar menos, para boicotearlo y causarle daño a la empresa, los resultados también serán fatales para unos y otros, teniendo que fracasar rotundamente la empresa, pese a la buena disposición del patrón.


El modelo ideal de Empresa sería aquella cuyas relaciones humanas estuvieran regidas por patronos bien intencionados, dispuestos a ayudar a progresar a sus colaboradores y tuviera mismo tiempo un personal compuesto por individuos conscientes y responsables, dispuestos a corresponder a la buena voluntad del patrón. O sea, aquella empresa en que existiera un verdadero espíritu de Solidaridad.

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Lección NO. 9

REPASO Y COMENTARIOS DE LA CLASE PASADA

Como hemos podido apreciar uno de los principales objetivos de nuestro Movimiento Solidarista, es crear un tipo de Empresa perfecto, hasta donde sea posible esa perfección, que vaya eliminando los vicios y errores del tiempo pasado y que sea compatible con la realidad. Por lo tanto estudiamos no solo lo que es la empresa, sino lo que debe ser. Y que la riqueza que se crea dentro de ella se distribuya en forma equitativa. Pero además que todos los colaboradores den el rendimiento debido para que por una o otra parte se cumpla esa ley natural de la empresa que es la solidaridad. ¿Cómo se distribuye ese rendimiento? No hay reglas absolutas y debe hacerse por medio de un cuidadoso estudio basándose siempre en el más estricto sentido de la justicia. Hemos visto en Economía que el peor elemento fija la pauta a los demás. Si una finca buena por su administración, suelos, pastos, maquinaria, etc., puede producir la botella de leche a 20 centavos, pudiendo venderla al consumidor a 30 centavos, y en cambio otras fincas en peores condiciones pero cuya producción es necesaria para llenar la demanda de leche tuvieran de costo 40 centavos por botella, precisando venderla a 50 centavos, no será el precio de 30 centavos el que rija el mercado sino el de 50. O sea la pauta la marca la finca menos productiva. Esto es conocido como Ley del Costo Marginal. El trabajador que rinde menos, es el que marca la pauta a los salarios de todos los que pertenecen a su misma categoría y son intercambiables con él. Cuando peores son los trabajadores de una empresa, más caros resultan sus salarios para el patrón. Por lo tanto vemos claramente que el secreto del éxito tanto de patronos como de empleados, es distinguirse en sus actividades, salirse de la masa, formar categoría aparte para escapar las leyes marginalistas. La buena finca vendiendo al mismo precio de la mala, ganará el doble. Y el buen trabajador será considerado como elemento valioso para la empresa y gozará de mejores sueldos y mayores prerrogativas que el mal empleado. Empresa que se distingue por su rendimiento, es empresa Próspera.


Para que haya verdadera y permanente prosperidad en ella, precisa de buenos patronos y buenos empleados. Solo buscando una distribución equitativa se logrará mantener un grupo selecto en el seno de la empresa. Si logramos formar hombres esforzados, con diplomacia e inteligencia suficiente para lograr mejoras para todos, podremos profetizar una época de gran prosperidad para nuestro país y para todos aquellos en donde pongan en práctica programas sociales encaminados en buscar la armonía de los hombres.

LA NUEVA ERA

La doctrina solidarista es una doctrina bella. Su debilidad consiste en que, como lo dice Von Mises, apela a los espíritus superiores. No busca partidarios entre individuos llenos de rencor, de envidia, de vicios, de malas costumbres. Por el contrario, trata de allegar partidarios con buenas intenciones, dispuestos a buscar el bien y el entendimiento, renunciando hasta donde sea posible al egoísmo. Según es el grupo que se reúne alrededor de una causa, así resulta generalmente la causa. Si el grupo está formado de hombres honrados, respetuosos de las leyes y de los derechos de los demás, la causa será honrada y digna de aplauso. El poder de los tiranos no radica en ellos, sino en sus víctimas. Pero estas victimas son las mismas que por cobardía, por pereza o por indiferencia, mantienen al tirano en su trono. La única manera de salvar a un pueblo es educándolo, enriqueciéndolo. Solo en esta forma será posible que se salve el hombre. LA EMPRESA SOLIDARISTA DEL SIGLO XX persigue ese fin. Pero para ello necesitamos reunir dueños y empleados con el espíritu adecuado para formar empresas de esta naturaleza, en donde el afán de aumento en la producción vaya acompañado del sentido de la justicia.

EL DUEÑO AUSENTISTA

Entre los problemas más discutidos y criticados por parte de los trabajadores es el del dueño ausentista. Es el caso del propietario de una empresa, ya sea fábrica, hacienda, etc. que no se encuentra en ella nunca y muchas veces ni en el país donde radica la empresa. Pero que vive de las rentas gozando de sus rendimientos. Unos lo acusan de parasitismo y otros de explotación. ¿Serán justas estas aseveraciones? Cada caso hay que estudiarlo detenidamente y veremos que en muchas ocasiones existen motivos para que gocen de esas rentas que son de justicia desde cualquier punto de que se vean.

Si un individuo empezó a trabajar su tierra con grandes sacrificios y después de muchos años de trabajo la suerte le ayudó a formar una gran empresa productiva, justo es que como premio a sus esfuerzos pueda gozar de los beneficios de esa empresa formada por él y que viva en el país, en Estados Unidos o en Europa si le da la gana hacerlo. Es como el empleado que ha trabajado durante muchos años en una oficina y al


tiempo goza de una pensión que le permita vivir en el exterior. Nadie tendría derecho a criticarlo con justicia. Como se pueden presentar situaciones complejas constantemente no solo en este caso sino en muchos diferentes, lo razonable es estudiar cada uno con la mayor serenidad, sin prejuicios ni ideas preconcebidas y sin pasión de ninguna especie. Valerse de los grandes rasgos más típicos en cada caso y más importantes para llegar a formar un criterio justo y razonable.

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Doctrina-Aplicaciones El Ahorro y la Inversión. Cómo los bienes de consumo ahorrados se convierten en Capitales fijos. El Interés Compuesto. Desproletarización del trabajador por medio del ahorro.

Lección No. 10

El estudio sobre el ahorro y la inversión en Economía es un capítulo complejo y difícil sobre el cual hay que tener gran cuidado en su análisis. Viendo el ahorro desde un punto de vista superficial, parece un acto negativo, pero estudiándolo más a fondo, apreciaremos que en el ahorro combinado con la inversión, se encuentra la fórmula que ha servido para crear grandes capitales. Ahorrar es equivalente a no gastar. Guardar es un acto negativo. Dejar de comer lo necesario para economizar, es dejar de consumir alimentos producidos Si además de los alimentos nos abstenemos de usar parte de ropa, de zapatos, etc., llegaremos a convertirnos en un pueblo atrasado cuya nivel de vida sería lamentable. De nada valdría tener las arcas llenas de oro sin vivir como una comunidad civilizada.

¿CÓMO SE PUEDE POR MEDIO DE UN ACTO NEGATIVO FORMAR UN CAPITAL?


Además de hacernos esta pregunta en la historia nunca hemos conocido que existan locomotoras por que se han dejado de consumir. Ni tampoco edificios porque se han dejado de consumir materiales. Todo lo contrario. A esta interrogación habría que responder que lo que se ahorra es el sobrante de los bienes de consumo, como los alimentos, zapatos, trajes, etc. para convertirlos por medio de la inversión, en el alimento y vestuario de los trabajadores que, no teniendo necesidad de dedicarse a la producción de alimentos y ropas, pueden emplear su tiempo ya sea en constancia de locomotoras o edificios etc., es decir en capitales fijos.

¿COMO LOS BIENES DE CONSUMO AHORRADOS SE CONVIERTEN EN CAPITALES FIJOS?

Para ilustrar con cierta claridad este concepto, vamos a poner como ejemplo la colonización de nuestra patria. En una sociedad como la nuestra, cuyos primeros colonizadores se vieron en la imprescindible necesidad a dedicarse a la agricultura para poder subsistir, todo el mundo empezó produciendo granos y frutos de la tierra para su propio sustento. No había al principio de la colonia otra actividad que no fuera la de producir para comer. Pero a los años ya existían hacendados cuyas cosechas eran superiores a sus necesidades, viéndose obligados a almacenar miles de libras que les sobraban. En cambio la casa era mala con techo de paja, cerrada con troncos mal cortados. No tenían sillas ni mesas bien hechas y todo eran dificultades. Por una parte les sobraba comida. Por otra estaban llenos de necesidades careciendo de gran número de cosas útiles. Entonces con los productos guardados, que sobraban de los que ellos necesitaban para llenar sus necesidades, podían buscar a un hombre que supiera hacer tejas para techar mejor la casa; otro que conociera de carpintería, para forrar debidamente las habitaciones, hacer buenos graneros, sillas, mesas, carretas para el transporte de los productos, etc. Los productos almacenados constituyen el ahorro. El cambio de ellos con los trabajadores que les hacen las diferentes construcciones, significa la inversión convirtiéndose en capitales fijos, que a los años representaría la riqueza de la familia o de la empresa. De este elemental ejemplo sacamos una conclusión básica: Que el ahorro consiste realmente en producir más bienes de consumo de los que se necesitan con el fin de sostener a otros trabajadores que se dedican a la creación de capitales fijos. Si en una producción casi primitiva ha sido posible ahorrar alimentos para cambiarlos por construcciones, vehículos, etc. en los países ya suficientemente desarrollados, con una agricultura moderna y próspera, una industria debidamente organizada y poderosa, con mayor razón los bienes de consumo ahorrados servirán para la inversión y formación de grandes capitales fijos. Como hemos podido apreciar en esta lección hasta el momento no hemos hablado nada del dinero, invención que apareció para simplificar las operaciones de cambio cuando el hombre había desarrollado ya bastante su economía. El dinero es un concepto mercantilista y antes no se comerciaba con él. En Costa


Rica nuestros indígenas usaban el cacao para la compra y venta de productos. Para los españoles que venían a la América el dinero estaba representado en el oro. Todavía para nosotros la plata y el oro sigue siendo por antonomasia el dinero. Para otros pueblos el dinero estaba representado en el ganado que para ellos era la máxima expresión de la riqueza. La moneda ha venido a facilitar gran número de operaciones de cambio que sin ella nos serían poco menos que imposible efectuarlas. Existe una cita del economista francés Gide, reproducida en el libro "Principios de Economía Política", del profesor Alberto Martén, que nos pinta un caso clarísimo de las dificultades que se presentan cuando no se conoce el uso de la moneda: En el año 1884 cuando el teniente Cameron tuvo que comprar una barca en su viaje al África: "El hombre de Saíd quería ser pagado en marfil, y yo no tenía ninguno. Fueron a decirme que Mahomet Ibn Selid tenía marfil y que deseaba tela; por desgracia como tampoco tenía yo tela, de poco me servía la noticia. Pero Ibn Guerib que tenía tela carecía de hilo metálico, y de éste tenia yo mucho. Di pues Ibn Guerib el importe de la suma en alambre de cobre; me pagó en tela que transmití a Ibn Selib; dio éste su equivalente en marfil al agente de Said y logré mi barca Todos estos problemas desaparecen con el uso del dinero. Pero con la costumbre de usar el dinero para la compra de productos, hemos perdido de vista lo productos y vemos todo a través del dinero, olvidando que estamos haciendo un cambio de nuestros propios productos o servicios, por los productos y servicios de miles de personas que nos suplen de lo que nosotros no tenemos. Hemos dicho que el oro y la plata por antonomasia representa para nosotros el dinero. Al decir plata o decir oro, pensamos en dinero y viceversa. Pero existen muchas formas diferentes que representa actualmente el dinero, como el billete, el cheque, la carta de crédito, etc. En situaciones normales la forma de pago, sea en billetes o moneda, es indiferente para cualquiera. Pero en tiempos anormales como en los casos de guerra, donde se ha perdido la confianza en la solidez de la moneda, los productos vuelven de nuevo a manifestarse, recobrando su importancia primitiva y todos prefieren recibir realmente los artículos, que exponerse a guardar un dinero que en cualquier momento puede perder todo su valor. Por lo tanto podemos sacar en conclusión que el dinero tiene valor real, cuando es la fiel representación de productos obtenibles por su medio. Pero cuando ha desaparecido la producción, se ha disminuido o no concuerda la cantidad de dinero con la de los productos, no tiene casi ningún valor y de nada valdría tener las arcas repletas de una moneda desvalorizada. De tal manera que el verdadero capital, son los bienes de consumo ahorrados, pero invertidos en bienes de valor permanente y con vida duradera.

EL AHORRO Y LA INVERSIÓN

Lección No. 11


EL AHORRO SOLIDARISTA

Para apreciar si una doctrina es buena o no, debernos buscarle el sentido práctico. De nada nos vale que en las academias nos enseñen fórmulas maravillosas para lograr la felicidad del hombre, si en el campo de la realidad resultan inoperantes o equivocadas. Cuando hablamos del Ahorro Solidarista debemos someterlo a, la prueba del fuego que es la práctica, pero antes debemos hacer un ligero análisis comparativo y contestar las preguntas que nos asaltan inmediatamente.

¿ES UN AHORRO INDIVIDUAL O ES SOCIALISTA?

No es propiamente un ahorro individual porque el sistema individual de ahorro se distingue en que actúa el individuo en forma personal, guardando parte de sus entradas en una alcancía o en una cuenta del banco. Son sus propios esfuerzos, sin la colaboración de nadie ni la cooperación de ninguno y en forma aislada, que le sirven para hacer pequeña o grande economía, según la proporción de sus ganancias y de su sentido de provisión. No es tampoco un ahorro del sistema socialista, que le quita al trabajador parte de su jornal para crear una institución del Estado, como el Seguro Social por ejemplo, y que ha de servir para prestar un servicio a toda la colectividad en conjunto. En este sistema socialista de ahorro se pierde el sentido personal y no se ve crecer una fortuna propia para la familia, sino que el esfuerzo se desparrama en un campo extenso, perdiéndose el colorido y el verdadero sentido del ahorro, y recibiendo en cambio, ciertos servicios que sin dejar de ser valiosos, resultan excesivamente caros porque gran parte del ahorro se va en pastos burocráticos. EL AHORRO SOLIDARISTA tiene algo en común con ambos sistemas de ahorro, pero mejorándolos. Tiene parecido al individual, en que se le pide al trabajador que vaya acumulando en una cuenta particular, un capital propio, que le sirva a él individualmente y a su familia para mejorar económicamente en la vida. El individuo no pierde el sentido de propiedad. Ve crecer su esfuerzo convertido en dinero que puede manejar e invertir en cualquier momento en bienes de capital. Es amo y señor de sus economías y no siente el temor de que el esfuerzo de él se distraiga en actividades indebidas, que se malversen los fondos o que se empleen en burocracias y gastos exagerados o caprichosos. El dinero de él no sirve como lo dice un Editorial de "La Unión", para que viva ninguna clase de zánganos. Tiene en relación con el ahorro individual todas sus ventajas, pero mejoradas ampliamente. Con el ahorro socialista también existen algunos puntos de contacto. En este sistema Solidarista el ahorro se hace en conjunto con el resto de sus compañeros. El fondo solidario sirve para beneficiarse todos los afiliados por medio de préstamos en casos de urgencia, sin tener que caer en manos de usureros. Al formarse un capital fuerte debido a la reunión de


todos los ahorros individuales, resultan más fáciles las operaciones de inversión de fondos, como la compra de bonos, préstamos hipotecarios, etc.

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Lección NO. 12 EL INTERÉS COMPUESTO

Aunque de manera sumamente breve debemos repetir y aclarar esta, frase. El interés compuesto es la formula mágica de acrecentar las fortunas. Se ha calculado matemáticamente que un centavo colocado al 6% durante miles de años, llegaría a crecer hasta el valor de una bola de oro del tamaño de la tierra. Nosotros hemos podido calcular cómo aumenta de manera prodigiosa el capital del trabajador. Hay momentos en que el aporte correspondiente al interés compuesto, représenla veinte veces la cuota personal. Se entiende que es a muchos años plazo, pero siempre dentro de los términos de la vida de un trabajador. Una leyenda gráfica que explica con claridad este fenómeno es la del inventor del ajedrez. Dicen que un Rey oriental entusiasmado queriendo recompensar al que le presentó el juego, le dijo: Pide lo que quieras, que si está en mis manos concedértelo, lo haré gustoso para premiar tu talento que ha sido capaz de inventar el juego más interesante que he conocido. Entonces el inventor le contestó: Me conformo con que por el primer cuadro del tablero me des un grano de arroz doblando la cantidad en los siguientes. O sea, que en el primer cuadro, me pongan un grano, en el segundo dos, en el tercer cuatro y así sucesivamente. El Rey se sorprendió de lo poco que pedía. Pero cuando empezaron hacer la cuenta se quedaron maravillados al ver que en todo el reino no había suficiente arroz para llenar la cantidad que dicha progresión geométrica alcanzaba. EL AHORRO SOLIDARISTA nos viene a servir para probar la teoría en el campo de la realidad. Hemos tratado de demostrar por medio de estudios y análisis serenos, que el Solidarismo es el mejor sistema social para nuestra época y para nuestro país. Pero además necesitábamos hacer algo material para apoyar nuestros estudios, y esa parte material está representada en el dinero acumulado por los trabajadores, que suma actualmente mucho más de tres millones de colones y llegará a convertirse en sumas fabulosas, que han de servir para liberar de la miseria a todas esas familias. No son castillos en el aire lo que construimos, sino edificios de granito.


SORPRESAS DEL AHORRO

Si nos decidiéramos debido a lo atractivo de un plan de ahorro a guardar dinero todos los hombres del mundo, limitándonos al mínimo gasto y consumiendo exclusivamente lo necesario para sobrevivir, acumularíamos sumas fabulosas llenando de millones todas las arcas. ¿Ese ahorro de qué nos serviría? Después de 10 años de guardar habiendo sumado 3.000 millones más de capital en efectivo, saldríamos a comprar y nos sorprenderíamos de ver que no hay qué comprar, porque no se produjo nada. Se había operado una completa paralización de todas las actividades. Este fenómeno se produciría por haber confundido el verdadero sentido del ahorro, creyendo que atesorando moneda, se estaba efectuando una verdadera economía. Cuando por el contrario, al dejar de consumir se paraliza la producción constituyendo el acto más negativo para la economía. El dinero es un artificio muchas veces incomprendido. Es un poder de compra, pero para que pueda hacerse uso de él, debe existir qué comprar. Atesorar no es lo mismo que producir riqueza. Las abejas ahorran en todo el sentido de la palabra. Su ahorro es la miel que constituye riqueza efectiva y no representativa como el dinero. Algo que sirve para llenar ampliamente las necesidades de las abejas. Si nosotros ahorramos los bienes y los invertimos en debida forma, estamos cumpliendo con la verdadera ley del ahorro. Pero si lo que hacemos es atesorar, que es un acto negativo, paralizamos todos las actividades. Ni los sastres venderían, ni los zapateros, ni los agricultores, ni los productores de automóviles, radios, películas, etc. y se convertiría el mundo en un conglomerado de gente inactiva y degradada. Claro que un ahorro negativo en una persona o en un .reducido grupo no va a afectar la vida del mundo. Pero para nuestros estudios debemos buscar el ejemplo de actos generalizados. ¿CUÁL ES EL AHORRO VERDADERO?

El ahorro ligado a la inversión, como ya lo hemos visto en el curso de esta lección, consiste en superar los sistemas de producción. Si yo quiero ahorrar comida para invertirla en una casa, en un automóvil, no debo dejar de comer para lograr este fin. Debo producir mucha más comida para que se satisfaga mi familia, mis colaboradores y el sobrante ahorrado, poderlo invertir en alimentar trabajadores que produzcan bienes de capital. Por lo tanto debemos procurar los métodos de producción. Organizarnos para que cada uno produzca lo que sea más adecuado y que sea más productivo en nuestro medio. Que unos hombres dejen de hacer una cosa para dedicarse a otra diferente y se cambien esos productos o servicios. Unos dedicados a la hechura de casa, otros de muebles, otros de maquinaria, otros de barcos, otros produciendo comida, otros produciendo ropa, calzado, etc. Cada cual perfeccionando sus métodos elevando el promedio de producción por hora de trabajo y en esta forma proveyéndose de todas las comodidades posibles, logrando un


promedio de vida elevado hasta lograr una sociedad en que todos los hombres coman bien, vivan bien y gocen de todas las comodidades que la civilización obliga.

El ahorro por lo tanto no significa no gastar. Sino gastar en una forma inteligente. El ahorrar para comprar una casa, no es dejar de gastar, sino ir comprando en poquito esa casa. Es en una forma figurada, hacer la casa a poquitos. Un ejemplo de ello son los planes de urbanismo en donde en forma colectiva se ahorra para la compra de casas. La primer cuota de una persona no serviría quizás ni para hacer un pedazo de tapia. Pero con cienes de cuotas de diferentes interesados, se construyen tapias, paredes, pisos, techos, y todo lo que precisa para hacer una o diez casas inmediatamente que pueden entregarse ya a algunos favorecidos.

EL AHORRO EFECTIVO

El ahorro efectivo en realidad es una mayor y mejor producción de riqueza por medio de la transformación de los métodos de producir convirtiendo los sobrantes de comestibles y bienes de consumo en cosas de valor permanente, que tengan vida duradera y que sean de utilidad para la suciedad, como carreteras, edificios, puentes, parques, haciendas, etc., además de llenar las necesidades del hogar, como muebles, obras de arte, automóviles, etc. Todo esto lo lograremos por medio de empresas bien organizadas cuyas actividades sirvan para la creación de bienes de capital.

¿CÓMO FUNCIONA EL AHORRO?

El hombre de su jornal guarda parte de él no comprando cosas que se consuman y ese poder de compra lo aplica en la adquisición de cosas permanentes. Pero no es guardando por comer menos, sino que por medio del mejoramiento de los medios de producción, lograr precios más bajos de los alimentos, permitiendo que exista en esta forma un sobrante que se pueda aplicar en otros objetos, como cocinas eléctricas, máquinas de coser, refrigeradoras, etc. El ahorro en un pueblo no es tener 1 o 2 millones escondidos en un hueco donde nadie los toque. Es tener 10 grandes fabricas que produzcan cantidades enormes de mercadería y que den trabajo a miles de trabajadores con sueldos adecuados y formas de enriquecerlos paulatinamente. Una


planta eléctrica es un ahorro del que se beneficia la comunidad, igual que una cañería y otros servicios de bien público.

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Lección No. 13

LA PRODUCCION

Es bueno repetir constantemente ciertos conceptos para que no se olviden. Nosotros hemos dicho que predicarnos el Solidarismo con la sana intención de popularizar una doctrina beneficiosa para la sociedad, pero no con la pretensión de dogmatizar, ni considerar nuestras opiniones como verdades irrefutables. El mundo se va modelando por la evolución de los hombres y de las ideas, según las circunstancias. Por lo tanto nuestros principios están sujetos a rectificaciones, siempre y cuando se nos convenza de los errores. Pero si no nos consideramos predicadores de la verdad absoluta, podemos decir con satisfacción, que después de 8 años de práctica, no hay mayor cosa que rectificar.

El objetivo común fundamental de nuestro Movimiento es el aumento de la producción.

Hay que analizar cuál es la actitud que debemos tomar para no pasar por débiles, ni pecar de exigentes. Al decir objetivo común, nos referimos a la importancia que tiene para los dos sectores, el patronal y el de trabajadores, el aumento de la producción. Por lograr esta aspiración debemos luchar unidos. Pero al decir lucha, queremos significar esfuerzo, emulación. No odio ni guerras. Debemos saber distinguir la diferencia entre uno y otro concepto. Debemos luchar por el aumento de la producción pues sin ese aumento, no habrá que repartir. Costa Rica es un país pobre, pese a su nombre que significa lo contrario. Si nos comparamos con otros países menos desarrollados, podemos sentirnos satisfechos, pero a la par de naciones evolucionadas, con fábricas, industrias, minería, agricultura, etc., de toda clase, somos un país sumamente pobre. Si queremos levantar nuestro nivel de vida y gozar de las ventajas que tienen estos países más adelantados económicamente que nosotros, debemos procurar el aumento de nuestra riqueza. Si no existe


este aumento, no existe nada que repartir. De tal manera que nuestro interés primordial, debe ser como lo dicen nuestros principios, el aumento de la producción.

Hay que advertir esta verdad, que sin riqueza no hay repartición, pues algunos sistemas emplean otros procedimientos y no sólo no producen, sino que destruyen la riqueza con el argumento de alcanzar conquistas para el trabajador.

Entre algunos sindicatos se puede apreciar que ciertos líderes critican al hombre que da buenos rendimientos. Aconsejan trabajar más despacio, ser menos eficientes en sus labores para no rendir beneficios al patrón. Los dirigentes sindicales señalan con el dedo, al hombre que está dando buenos resultados y lo critican severamente. Inculcan entre los trabajadores el espíritu de rebeldía y lo van transformando en un enemigo de la empresa; en un enemigo de la producción.

Según cálculos de algunos patrones agrícolas, nos han informado que en los últimos años ha mermado enormemente el rendimiento de los peones. Que aquellos trabajadores excepcionales, ya no existen y se ha eliminado el conocido sistema de orilleros; jornaleros que marcaban el paso en las actividades de las fincas.

Si el rendimiento es más bajo en el trabajador y el salario es el mismo, resulta que los precios de la mercadería son mucho más elevados y por lo tanto el poder adquisitivo del dinero es mucho menor. Resultando que el trabajador se engaña, pues no es al patrón solamente a quien la quita riqueza, si no a si mismo, que con su pequeño jornal, tiene que comprar menos mercancía. Mercadería que él mismo ha dejado de producir.

Hay que esforzarse para producir mayor riqueza. Pese a estos ejemplos y a la realidad que los respalda, hay quienes se oponen a estos principios y se empeñan en combatir la producción.

Pero nosotros no decimos al trabajador que se esfuerce para que se enriquezcan solo unos pocos. Decimos: "el aumento de la riqueza para su distribución equitativa". No para enriquecer al patrón solamente, sino para beneficio de todos.

Hay momentos en que hasta por egoísmo unos y otros deben dar mayor oportunidad a sus colaboradores. Si un grupo de trabajadores se ofreciera a aumentar el rendimiento anual en una


finca con la condición de que ese aumento se repartiera entre ellos y los patrones, es casi seguro que el patrón aceptaría, pues aunque no fuera nada más que una parte del esfuerzo serviría para aumentar sus beneficios.

En el caso contrario, de que hubiera un patrón que les hiciera esta oferta a sus peones, es muy probable que los trabajadores estarían de acuerdo con tal de tener mayores ingresos. Claro que estos ejemplos puestos en práctica ya resultan más difíciles, pues existiría el problema de cómo se debería repartir y para ello ya precisaría de un estudio mayor. Pero lo difícil no es lo imposible y perfectamente se podría llegar a un acuerdo.

EL TAYLORISMO

Hasta hace poco tiempo en las grandes fábricas en donde trabajan gran número de empleados se perdía muchísimo tiempo por falta de organización. Había trabajos en donde se gastaba más tiempo y energía de la que era debido. Hasta que un Ingeniero Industrial de apellido Taylor, efectuó un estudio de los movimientos de los trabajadores no se logró el verdadero aumento en la productividad del obrero. Este sistema de trabajo que evita el desperdicio del tiempo en movimientos inútiles, fue conocido como taylorismo al principio y actualmente forma parte del sistema de RACIONALIZACIÓN. Trata de organizar los trabajadores para que pierdan el menor tiempo posible en cosas inútiles. Un hombre que camina 10 metros innecesarios para coger un tonillo, está haciendo más esfuerzo y desperdiciando lamentablemente su tiempo. El caso de un albañil que para pegar ladrillos y mojarlos tuviera que levantarse y caminar 10 metros hasta una pila para tomar el agua, en lugar de tener un balde a la par para evitar los viajes, estaría haciendo un esfuerzo innecesario y dando un rendimiento menor al debido. Racionalización del trabajo, es aplicación de la inteligencia para hacer el esfuerzo más productivo, más eficiente y menos costoso.

¿QUÉ FÓRMULA EXISTE PARA LOGRAR ESTA PRODUCTIVIDAD?

No hay fórmula ni secreto para llegar a esto. Todo en cuestión de enseñanza, de aprendizaje. Una persona que está haciendo una cosa mal, puede hacerla bien por medio del consejo de un maestro. Una fábrica que no se encuentre bien organizada puede lograrlo por medio del estudio de los métodos publicados por el mismo Taylor. Pero se puede decir que donde se haya aplicado la racionalización, existe verdadera abundancia, se puede pagar buenos salarios y dar oportunidad para que hasta los mismos trabajadores, sean los mejores consumidores. Ford procuró pagar


buenos salarios, porque él decía que quería que sus obreros fueran compradores de sus automóviles.

Claro que el racionalizar una empresa, el procurar la mejora del trabajador, no puede significar la igualdad para todos. Pero si es imposible la igualdad, en cambio podemos evitar las desigualdades extremas y buscar la forma más equitativa de ayudar a lodos los que trabajan en una empresa.

Hemos logrado que en nuestro país no exista opresión, esclavitud ni tiranía. Debemos además lograr el aumento de la riqueza por medio de un espíritu de cooperación viendo la empresa como algo que interese a todos y no solo a unos patrones.

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Lección No. 14

LA LUCHA DE CLASES

Cuando las fuerzas económicas evolucionaron y dejaron atrás los sistemas de producción propios de los tiempos patriarcales, de feudos y gremios y nació la Empresa Moderna tipo Siglo XIX y XX; se produjo una verdadera revolución. Los nuevos métodos empleados para la mecanización y racionalización del trabajo, constituyeron un gran progreso en la Tecnología, dando por resultado una enorme producción que vino a representar un problema inesperado para la Economía. Y en lugar de los esperados efectos favorables, fue causa en gran parte de un nuevo motivo de inquietud ante el fenómeno adverso presentado. Si la escasez constituye un mal general para una nación, que no puede llenar las necesidades de su población, para la Empresa el problema es mayor cuando existió súper abundancia, pues al existir exceso de oferta, los precios se vienen al suelo. Por lo tanto se podría decir que lo más conveniente sería producir exactamente lo necesario. Ni más para no tener un mal vender los productos, ni menos para evitar abusos y perjudicar al consumidor. Lo difícil es saber calcular y poder controlar la cantidad justa para llenar esas


necesidades. Pero por el momento el problema de la empresa, que es sobre la que estamos haciendo este comentario principalmente, es el de encontrar suficiente capacidad de absorción en el mercado y no de capacidad de producción, pues es muy probable que la mayoría de las empresas constituidas en nuestro mismo país, podrían aumentarla enormemente si tuvieran asegurada su colocación en la plaza. El ingenio mecánico del hombre es tan prodigioso que ha inventado fuerza para inundar de mercaderías el mundo. Creando al mismo tiempo en su afán de investigación, fuerzas diabólicas como la bomba atómica y de hidrógeno, capaces de exterminar el género humano, si no triunfa rotundamente el concepto moral en los individuos que tienen bajo su responsabilidad los destinos del mundo. En la Edad Media todo era lento y la vida se desarrollaba a un ritmo pausado. Los diferentes gremios de sastres, zapateros, tejedores, etc., necesitaba mucho tiempo para entregar sus encargos y generalmente era el cliente quien tenía que esperar pacientemente que le cumplieran con sus solicitudes. Eran formas rutinarias de producción que no asombraban a nadie por su pujanza, pero que en cambio guardaban el sentido de equilibrio. Al aparecer los grandes telares y los sistemas de producción en serie este equilibrio se trastornó. Era mucho más la mercadería que se lanzaba al mercado, que la que este podía consumir. Se presentaba el problema de aumentar la capacidad adquisitiva del consumidor. El mal se agravó con la concentración de las grandes masas de trabajadores, con malos salarios, exceso de horas de trabajo y viviendo en covachas o campamentos. En Manchester por ejemplo una de las principales ciudades en donde se instalaron grandes telares y fábricas de otra naturaleza, llegaron individuos de tudas partes de Inglaterra buscando trabajo para poder subsistir. Eran las familias desplazadas de los pequeños talleres que habían cerrado sus puertas al no resistir la competencia de las nuevas empresas. Trabajadores que de la noche a la mañana se quedaban cesantes, sin el menor ahorro para resistir el hambre y que tenían que emigrar hacia los centros fabriles en busca del jornal para llenar las necesidades. La aglomeración de grandes masas de trabajadores provocaba el inevitable fenómeno de la oferta de brazos, valiéndose de esta circunstancia las nuevas empresas para tener todos los empleados que precisaban a precios injustos. En estas aglomeraciones, en donde en pequeños espacios tenían que amontonarse miles de familias, casi revueltos, hombres, mujeres y niños, empezaron a surgir los grandes problemas y miseria que durante mucho tiempo tendrían que soportar los asalariados. La promiscuidad, el vicio, el derroche, el robo, los crímenes, empezaron a crecer en forma alarmante y de una inmigración de gente sana, moral y físicamente, como era el mayor número de ellos, iba brotando una clase social llena de vicios y miseria. Era el fenómeno propio de la reunión de miles de familias llegadas de otros lugares, sin traer los elementos que constituyen una comunidad bien organizada; sin vida familiar, sin iglesias, sin escuelas, sin centros de sanidad, ni nada en absoluto. Como en esos tiempos no había leyes de trabajo, ni garantías sociales de ninguna especie, la sociedad se trastornó completamente. A la par de fortunas gigantescas acumuladas por los nuevos sistemas, sin control de ninguna clase, ni impuestos sobre sus rentas, empezó a crecer una clase de hombres desplazados económicamente de la sociedad; sujetos a despidos voluntarios por parte de los patrones, sin la menor consideración; a cierres voluntarios de ciertos trabajos, teniendo que permanecer ociosos


durante largo tiempo y explotados en forma inicua. Esta fue la llamada después clase proletaria, fuera de su ambiente, donde eran tratados sin la menor misericordia, no solo los hombres, sino también las mujeres y los niños, con jornadas de 10, 12 y hasta 14 horas diarias, con sueldos miserables y atropellos de toda especie. Esta situación era casi peor que la esclavitud, pues los esclavos gozaban por lo menos de la protección de sus amos que les aseguraban su comida y su habitación. En cambio el obrero no tenía nunca seguridad de nada y era frecuente ver familias hambrientas arrojadas de sus hogares por no poder pagar el alquiler pereciendo tuberculosos en los hospitales, o entregando sus hijas a la prostitución. Entonces en momento tan propicio los socialistas empezaron a actuar. Siempre ha habido quien estudie y se interese por estos problemas, pero en épocas de normalidad nadie los toma en cuenta ni tienen mayor trascendencia sus palabras. Pero en tiempos de injusticia palpable, estos estudios sí tienen eco y se agrupan no sólo los que sufren los errores de la humanidad, sino además los privilegiados que han nacido con ese sentido de la justicia, propio de espíritus selectos que sienten inquietud por el bien de la sociedad. EL SOCIALISMO doctrina vieja que desde la época de Platón venía comentándose, pero sin darle la importancia debida, en un ambiente de masas humanas desprotegidas se convirtió en poderosa arma de combate y su literatura predicó la filosofía bajo la cual se unirían los trabajadores para luchar. Y el Socialismo que fue hasta eso momento solo literatura, se convirtió en acción. Socialismo y Comunismo en el fondo es la misma cosa. El Marxismo es socialismo. La filosofía fundamental de los dos términos es la misma. Podríamos decir que el Socialismo es la idea. El Comunismo es un término de acción política. Nos referimos, desde luego, al comunismo soviético y no al comunismo auténtico de los primitivos cristianos y de las órdenes monásticas. Entonces en este ambiente y con estas doctrinas, se creó la moderna lucha de clases. Marx, padre del Socialismo Revolucionario exponía como verdad científica, la tesis de que la historia del mundo es la historia de la lucha de clases, poniendo por ejemplo la lucha entre los patricios de Roma y los plebeyos, además de otros casos parecidos. LA CONSIGNA DEL SOCIALISTA ES LA LUCHA DE CLASES. Para afirmar esta dogmática expresión, se dice que la lucha de clases es un hecho natural y que por lo tanto es inevitable.

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Lección No. 15

LOS SINDICATOS

El tema de los sindicatos es sumamente amplio, vasto, con muchos años de movimiento y no podernos abarcarlo en una forma total. Por lo tanto tan ligeramente como nos vemos obligados a hacerlo en estos cursos con casi todas las materias, trataremos sobre los puntos relacionados con nuestra ideología. Los sindicatos tal como los conocemos son de reciente formación. Surgieron en los diversos países por causa de las luchas políticas y sociales, principalmente con la caída de las monarquías absolutas y el nacimiento de la democracia moderna. No es un fenómeno homogéneo, perfecto y en cada nación tiene rasgos distintos en su historia. Como hemos visto ya repetidas veces, durante la Edad Media que surgieron los gremios, compuestos por trabajadores de los mismos oficios y de mercaderes, la economía se encontraba bastante equilibrada en relación con la producción y las demandas del pueblo. Con el advenimiento de los nuevos sistemas de producción se produjo un trastorno completo en todas las actividades productivas. La clase obrera se encontró sin la protección de los viejos sistemas, que aunque defectuosos les garantizaba a todos forma segura de vivir, sin haber encontrado acoplamiento en un sistema que por novedoso, era confuso para todos los dirigentes de la economía. El pueblo se sublevó ante las formas de opresión que existían, como el feudalismo y estallaron las diferentes revoluciones, siendo la francesa la principal de ellas y habiendo influido en la historia general del mundo occidental en una forma decisiva. La revolución francesa abolió gremios, feudos y privilegios de toda clase. Proclamó la libertad, la igualdad y la fraternidad entre los hombres. Prohibió las asociaciones de toda especie por considerarlas que eran formas de esclavizar al hombre y transformó las uniones diferentes en individuos aislados valiéndose por sus propios y exclusivos medios. Como sucede en todos los casos extremos en donde se pierde el equilibrio, el remedio resultaba a veces peor que la enfermedad. El trabajador tenía que valerse por sí solo. El trabajo resultó una mercancía en venta. El patrón con solo esperarse un poco para ocupar personal, disponía de cienes de trabajadores ansiosos de empezar a hacer algo para comer. Entonces la clase patronal se aprovechó de la situación y muchos de ellos empleaban hombres por la mitad de los salarios justos. No existían ley que protegieran al asalariado y los abusos se pusieron de moda. Dicen que cuando dos patrones corren detrás de un trabajador, el trabajador aumenta inmediatamente de valor. Pero cuando dos trabajadores corren detrás de un patrón, sus servicios se abaratan. Este último caso era por el que pasaba la clase asalariada del viejo mundo. Había libertad, pero se había perdido la protección de los gremios que brinda a sus afiliados y se


había convertido la situación en un enorme número de trabajadores corriendo detrás de los patrones para no morirse de hambre. En tiempo de los gremios se cometieron abusos y el maestro era en realidad una especie de dictador en su oficio. El aprendiz era un individuo sujeto a los caprichos de los oficiales o de los maestros. Si les tocaba un hombre consciente, progresaban. Si los correspondía en suerte un malvado se quedaban estancados por largos año ganando sueldos miserables. Tenían de ventaja que eran en realidad trabajadores muy competentes y que siempre tenían garantizado su trabajo. Al caer este sistema de gremios, a no había ninguna seguridad para ellos y se veían competidos por otros trabajadores que sin ser expertos en la materia, ofrecían sus servicios por cualquier precio abaratando la mano de obra. Aunque esta mano de obra resultaba deficiente y sin ninguna garantía. El tiempo agravó los males de los trabajadores y con el advenimiento de las grandes industrias, fábricas y empresas de tipo moderno, la situación se les hizo insostenible. Entonces los trabajadores consideraron la necesidad de unirse de nuevo y empezaron a formarse las uniones sindicales. Primero funcionaban en forma clandestina perseguidos por las autoridades, pero poco a poco fueron logrando conquistas, hasta que las leyes los protegieron y fueron reconocidos como organizaciones legales. Por eso vemos que en Costa Rica nuestros códigos insisten en la libertad de los sindicatos, haciendo resaltar así que en otros tiempos y lugares, no existía esa libertad.

¿CUÁL FUE EL PROPÓSITO EN LA FORMACIÓN DE LOS SINDICATOS?

El propósito de los sindicatos fue lograr una fuerza por medio de la unión de los trabajadores que les permitiera entablar una lucha pareja con la clase patronal. Lograr por medio de la fuerza, las conquistas que no se alcanzaron por medio de la razón. Empezaron a exigir ciertas garantías que les habían sido negadas y a lograr algunas ventajas que hasta ese momento no se les había concedido. En esta forma se fue formando el espíritu de la lucha de clases y se dividió la sociedad en dos bandos irreconciliables: patrones y trabajadores. O como dicen los que pregonan el odio: Explotadores y explotados. Poco a poco la violencia fue creciendo en los diferentes grupos hasta constituirse como uno de los argumentos de más peso entre los sindicalistas. Uno de sus más grandes partidarios es Jorge Sorel que en su conocida obra "Reflexiones sobre la violencia", la elogia, la defiende y la considera única forma efectiva de progreso para los asalariados. Descalifica a los socialistas parlamentarios que buscan soluciones parciales, transitorias y que pretenden arreglar por amplio del prendimiento los problemas. Los sindicalistas que seguían esta línea de conducta violenta eran en realidad continuadores del marxismo que estaban prostituyendo y falsificando las uniones sindicales de su época. El arma corriente era la huelga, y el mito con el cual amenazaban, era la huelga general.


Dicen que el hombre necesita moverse por mitos y no por realidades. Por el corazón impulsivamente y no por el cerebro. Basados en esta opinión son muchos los políticos y dirigentes sociales que usan de esta arma del mito. Los sindicalistas usaban el mito de la huelga general. Amenazaban con suspender todas las actividades del país si no se les concedían sus exigencias. Una ciudad sin luz, sin teléfono, sin leche, sin periódico, sin autobuses, etc., sería una ciudad muerta y no habría nación capaz de soportar un problema de esta naturaleza. Pero en la realidad se ha venido a comprobar que tal amenaza es un mito, pues en ningún país del mundo se ha logrado una huelga general y solo parcialmente sí han interrumpido los servicios. Ni en Inglaterra en donde existían organizaciones sindicales magníficamente organizadas, pudieron realizar la huelga general, pues siempre hubo alguna actividad sin interrumpirse. Los rompehuelgas, hombres pagados para evitar la paralización total, son una de las armas usadas por la empresa. Por cierto es oficio muy arriesgado ya que están expuestos los que se presten a él, a ser linchados por los trabajadores y no lo aceptan nada más que individuos que en realidad se encuentran desesperados. El sindicalismo pretende tener la única fórmula de solucionar los problemas por parte de los trabajadores, según opinan sus propagandistas y dirigentes. En Costa Rica tenemos el ejemplo en el Padre Benjamín Núñez que en su obra: "A.B.C. del Sindicalismo" lo dice textualmente: "Por lo tanto, la liberación del pueblo y tu satisfacción de las supremas aspiraciones del siglo en que vivimos, han de ser obra exclusiva del mismo pueblo". Y en otro párrafo: "En el Siglo XX el pueblo realizará por la revolución lo que le impidamos por la evolución. El movimiento "Rerum Novarum” está al servicio de los trabajadores y por consiguiente será inútil esperar de él en ningún tiempo esté al servicio de los que no lo son”. La palabra trabajador en el sentido que le dan los sindicalistas no es propiamente el hombre que trabaja. Sino el que pertenece para ellos a una clase explotada. Si un individuo tiene una finca que le obliga a trabajar todo el día y liarte de la noche, que no tiene descanso ni tranquilidad un momento, para los sindicalistas no es un trabajador, sino un explotado. Pero en cambio todos esos borrachines que viven de atorrantes en cantinas y un montón de vagos que tienen sus hogares llenos de miseria por que no quieren hacer el menor esfuerzo, son verdaderos trabajadores. Todo es cuestión de criterio, aunque para nosotros trabajador será siempre el hombre que trabaja y que con su esfuerzo colabora a producir lo necesario para satisfacer las diferentes necesidades de la humanidad. Sorel aconseja que los sindicatos deben ser agresivos, violentos y no transarse con el patrón, pues considera que el patrón tiene intereses contrapuestos al trabajador y es incapaz de hacer justicia. Hay que hacerse justicia, dice, por la propia mano y exigir sin discusión. Esta idea falsa y circunstancial que pudo ser real en un momento dado, hoy es perniciosa. Si jurídicamente la violencia está proscrita, y nadie puede hacerse justicia por su propia mano, existiendo para ellos árbitros y jueces que den la razón a la parte que le corresponda, tampoco debe ser aceptable los procedimientos en otros campos sociales donde el individuo haga justicia a su antojo expuesto a cometer los errores propios de la pasión o la parcialidad. La guerra entre trabajadores y patrones es salvaje, primitiva y expuesta a malos resultados, ya que entre una lucha de sindicatos patronales debidamente organizados y sindicatos de trabajadores en la misma


forma, nadie podría predecir resultados. Y lo que si se podría asegurar que a la larga sería 'perjudicial para toda la colectividad. Actualmente estos sistemas de odio deben ser desechados y cambiados por métodos de estudio y razonamiento, donde la discusión se desarrolle en un plano de altura y donde intervengan mentes claras y serenas. Si la historia nos dice que en alguna época brindó buenos resultados la lucha de los trabajadores en contra de las injusticias patronales, no quiere decir que todavía pretendamos actuar en la misma forma, pues si ha evolucionado favorablemente el mundo en todos los aspectos, nosotros debemos evolucionar. Tampoco se puede aceptar como buenas las palabras de Sorel, donde dice que los trabajadores serán los únicos que podrán resolver el problema de ellos, como lo dice también el "A.B.C. del Sindicalismo", de Benjamín Núñez. En la historia del progreso humano, existen tanto entre la gente humilde como entre la poderosa, individuos excepcionales que sienten en su corazón la inquietud de la justicia y luchan por ella con el solo propósito de satisfacer esa necesidad de su espíritu. Cuando la injusticia era mayor en Inglaterra, y los asalariados estaban hambrientos y sin defensa de ninguna especie, fueron hombres de la nobleza inglesa, mentes privilegiadas que se convirtieron en defensores espontáneos de la justicia y lograron para la clase explotada triunfos que no consiguieron los trabajadores. En Costa Rica la Legislación Social del 43 en donde se establecieron las garantías sociales, fue patrocinada por el Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia, perteneciente a la clase patronal y dentro de nuestro medio a las familias de más rango en el país. En tiempo de los romanos fueron dos ilustres hermanos Cayo Graco asesinado en un motín en el año 121 a. J.C. y Tiberio Graco muerto en el año 133 a. J. C., tribunos de la plebe que propusieron las Leyes Agrarias combatiendo la avidez de la aristocracia que acaparaban la tierra en forma extremadamente injusta. Y así se pueden exponer gran número de ejemplos en donde hombres ilustres, pertenecientes a las familias privilegiadas, han renunciado a las ventajas que su posición les ofrece, para constituirse en defensores de las clases necesitadas.

LOS SINDICATOS LO IMPORTANTE EN LOS SINDICATOS

A través de este ligero análisis hemos podido ver que lo importante en los sindicatos es el espíritu que reina en ellos. Si ese espíritu es de odio, de rencor, de prédica en contra del progreso, indiscutiblemente no es bueno. Crear sindicatos rígidos, acaparadores que no dejan a nadie vivir si no son sindicalizados, de casa cerrada, bajo el juicio y capricho de líderes intransigentes y con frecuencia fracasados en otras actividades, no debe ser aconsejable. El remedio no está en el sindicato, sino en los fines que persigue. El sindicato puede representar la fuerza, si esa fuerza se emplea para fines perversos y condenables debe considerarse ese


sindicato. Si la fuerza se emplea para fines sublimes, sublime debe considerarse ese grupo de hombres que persiguen fines de tal naturaleza. Sindicatos es lo mismo que asociaciones. Así como hay ladrones unidos, traficantes en drogas organizados, etc., hay uniones de damas que realizan actos caritativos, de banqueros, de estudiosos y en general de individuos con gustos y criterios afines. Lo que debemos procurar es que el espíritu de violencia que reina en muchos sindicatos de trabajadores, cambie por el de cooperación, de entendimiento, ya que la violencia no debe caber en ningún campo en donde exista una verdadera organización. No debemos considerar a patrones y obreros como enemigos irreconciliables. Al contrario deben ser amigos en bien de una causa común que es la producción y la que debe beneficiar a todos. Así como la familia es una unidad ética y debemos proteger la empresa debe ser una unidad ético-económica y no debemos destrozarla por métodos violentos.

Continuación de la Lucha de Clases ¿QUÉ DICE EN ESTE ASPECTO EL SOLIDARISMO?

Nosotros sostenemos lo contrario. No por que sea un fenómeno natural tiene que ser bueno, ni necesario. La tuberculosis es un hecho natural; el cáncer, el vicio, también lo son. El odio es una pasión natural, como lo es la envidia. Pero no por que sean hechos naturales, debemos aceptarlos como buenos. Por el contrario, debemos luchar por erradicarlos. Marx dice: sólo hay lucha de clases. Nosotros decimos que no es verdad; que no todo es odio. Que también hay amor. En segundo lugar, decimos que hay que acabar con la lucha de clases, como se acaba con la tuberculosis, con el paludismo, de manera científica y bien intencionada. Estamos en desacuerdo con las prédicas de Marx, porque este generaliza todo y lo acomoda a sus ideas. Sostiene que la historia de la humanidad es la historia de la guerra. Nosotros decimos que también es la historia de la paz y en ella se han logrado grandes progresos para el mundo. La lucha de clases es un fenómeno parcial, y debernos acabar con ella, pues si se basa para tener cabida en una injusticia social, lucharemos por terminar con esa injusticia que justifica la lucha.


La filosofía Solidarista reconoce a través de la historia que ha habido lucha de clases, pero lo considera un fenómeno local y parcial, no inevitable ni imposible de corregir, pues si hay muchas cosas que separan a los hombres, hay muchas más que los unen y el bien es más poderoso que el mal. Como la bondad representada en Dios, es superior a la maldad, representada en los espíritus de las tinieblas. Superior a la lucha de clases, es la SOLIDARIDAD HUMANA. Por lo tanto esas luchas se pueden dominar y acabar con la injusticia. En lugar de armar y azuzar a los hombres, hay que tratar de buscar su entendimiento. Y ese entendimiento a base de justicia es el que buscan afanosamente, patrones y trabajadores bien intencionados que se encuentran unidos en el Movimiento Solidarista Costarricense.

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Lección No. 16

AUXILIO DE CESANTIA FINES Y APLICACIONES (INDEMNIZACION)

El auxilio de cesantía es una ayuda que se le da al trabajador que se despide para que tenga forma de vivir hasta que consiga un nuevo trabajo. La intención sobre la que se fundó esta ayuda era justa, pues no era posible despedir a un empleado haciendo caso omiso del hambre y las necesidades que sufriría durante el tiempo que permaneciera cesante. Pero por parte de los trabajadores en algunos casos se busca la forma de aprovecharse de la disposición de manera incorrecta; y por la parte patronal, también en algunas oportunidades, se burlan de los principios sobre los que se fundaron las prestaciones sociales. Tanto por uno, como por el otro lado, son los malos trabajadores y los malos patrones los que se aprovechan de las disposiciones para burlarlas, mientras que el buen empleado solo en muy raros casos se beneficia de ellas. En la forma actual parece que estas leyes hubieran sido creadas para beneficio de los malos elementos. Hay que reconocer que la intención como lo decimos al principio no fue esa, por lo que tenemos que llegar a la conclusión que la falla está en el procedimiento, no en el fondo. El trabajador se burla del sentido de la ley que ha sido creada para ayudarlo en el caso de que quede sin trabajo, consiguiendo con anterioridad al despido un nuevo puesto. Luego empieza a cumplir mal sus tareas, a desobedecer, a cometer errores y a causar molestias, procurando eso sí mantenerse dentro de los límites señalados por la ley, para tener derecho a las consabidas


prestaciones. Una vez que ha forzado el despido, cobra el auxilio de cesantía, y se traslada al nuevo empleo que tenía apalabrado. Claro que el que usa estos argumentos es un mal empleado que se beneficia incorrectamente de ellos. En tanto el empleado, considerado como elemento valioso para la empresa, continúa trabajando durante largos años, probablemente hasta su muerte, para que entonces sus herederos gocen de los pocos meses de sueldo a que tiene derecho. Por el lado patronal, también vemos la burla que se hace a la Ley de Prestaciones, pues contratan trabajadores, los tienen durante dos meses y días en sus labores y antes de cumplir los tres que ya obligan al pago de cesantía, los despiden en masa. Al tiempo los vuelven a contratar, los mantienen durante otro tiempo parecido y los vuelven a despedir, resultando nulas las leyes y disposiciones sobre el particular.

EL AHORRO SOLIDARISTA

Este sistema costarricense tiene grandes ventajas sobre el pago de cesantía. No solo no combate las prestaciones sino por el contrario, las asegura a todos por igual. Cuando mejor es el trabajador, cuando más competente, cuando más permanece trabajando en la empresa mayor es su rendimiento y superior la acumulación de capital. El patrón nada gana con despedir a su trabajador con la intención de ahorrarse las prestaciones pues sabe que las prestaciones, ya las ha ido acumulando. Por lo tanto no necesita de valerse de maniobras. El trabajador por su parte, tampoco precisa de portarse mal, de cometer faltas, de disminuir el rendimiento, pues sabe que si permanece durante 30 años en la empresa, está ahorrando una verdadera fortuna. Y si por algún motivo no quiere permanecer en su trabajo, renuncia tranquilamente pudiendo hacerlo sin cerrarse las puertas del trabajo y se lleva sus ahorros y las cuotas patronales que le servirán para establecerse por su cuenta o para invertirlas en bienes de capital. El problema del trabajador no es de prestaciones únicamente. Es de más fondo. Es de acumular un patrimonio que lo libere de la miseria y le garantice a él y a su familia un futuro, más desahogado y con menos angustia. Y lógicamente cuando mejor es el empleado, más derecho debe tener a que la empresa en donde trabaja y con la que coopera, lo ayude en debida forma para que logre su aspiración. Con el sistema social en que vivimos actualmente, no es posible arreglar el problema de las prestaciones, sin haber arreglado un sin número de problemas existentes a su alrededor. Necesitamos en todos los aspectos más justicia social, pero por medio del convencimiento propio. No por leyes e imposiciones.


No obstante tenemos que reconocer que en nuestro país, existe un concepto más avanzado de la justicia social que en otros lugares y al mismo tiempo hemos puesto en práctica mayores sistemas. Pero todavía necesitamos estudiar cuál es y cuál debe ser la actitud del trabajador y del patrón en la vida de los negocios, para continuar con las partes buenas y corregir los errores.

PRINCIPIOS DEL SOLIDARISMO

Debemos volver a leer los Principios del Solidarismo, que en anteriores lecciones repartimos a todos los asistentes. Como sobre estos principios se fundamenta la filosofía del Solidarismo, todos deben sabérselos de memoria y relacionar todas las actividades con ellos. Hace nueve años los publicamos, empezando con nuestra prédica. En este tiempo solo eran proyectos. Actualmente se han convertido en realidades y podemos decir con orgullo que aunque no exento de errores, hemos hecho mucho en el campo social. El mandamiento Nº 1 de nuestro sistema dice: "El objetivo común fundamental es el aumento de la producción, para su distribución equitativa". Por un lado instamos al obrero a que aumente con su esfuerzo honrado y sincero la producción. Pero por otro recomendamos su distribución equitativa. ¿Por qué hacemos esta indicación? Pues sencillamente para combatir el egoísmo, pues sabemos por experiencia a través de la misma historia, que el egoísmo violenta a los hombres y ha sido la causa de grandes revoluciones como la francesa, la que más significación ha tenido en relación con nosotros. Por un lado la clase noble y demás privilegiados, con todas las ventajas. Al otro lado el pueblo soportando la injusticia y el atropello. Un Rey absoluto que consideraba que el "Estado era él", como lo dijo Luis XIV y después Luis XV con arrogancia que pecaba en la egolatría, quien dijo: "Esto durará tanto como yo; después de mí el diluvio", comentando con Madama de Pompadour el avance de las ideas nuevas y las reclamaciones del pueblo que amenazaban una catástrofe para la monarquía. Y sus frases fueron proféticas hasta cierto punto, pues el diluvio se produjo después de su muerte estando en el poder Luis XVI, pero no por tempestades de agua, sino de sangre. Y bajo la cuchilla siniestra de la guillotina, rodaron aquellas cabezas, orgullosas y egoístas, que no consideraron con derecho a la vida, nada más que aquellos cabezas que se encontraban a su alrededor. En cambio en Inglaterra, pueblo más razonable, donde por su propio temperamento se prestan más al análisis, los reyes y sus consejeros comprendieron inmediatamente que debían reconocer a su pueblo ciertas conquistas. Y sin renunciar a todos sus derechos, adquiridos a través de las leyes y tradiciones, dieron oportunidad a su pueblo para que viviera en forma más democrática y para que interviniera en los asuntos del estado, asuntos que lógicamente los afectaban a ellos tanto como a sus mismos soberanos. Al desprenderse de estos egoísmos que no supieron renunciar los aristócratas franceses, consolidaron su permanencia en el trono, y a la par de la Cámara de los Lores, se encuentra la Cámara de los Comunes, de esencia mucho más popular. Las conquistas


democráticas de los ingleses, como la Carta Magna, es la que ha dado estabilidad a su monarquía y por eso se dice que el Rey reina en Inglaterra, pero no gobierna. Esta lección de la historia en el campo político, debemos aplicarla en el campo social, desprendiéndonos, unos y otros de nuestro egoísmo, para no tener que lamentar luego, la pérdida total de nuestras conquistas. Para ello precisa hacer caso omiso de ricos y pobres. No juzgar mal a todos los pobres porque nosotros seamos ricos, ni juzgar mal a los ricos porque nosotros seamos pobres. Hay que reconocer el valor humano. Apreciar a los hombres que se distinguen por sus méritos como en el caso del arte y de la ciencia, en donde el individuo vale por sus propias condiciones y no por la escala social que ocupa. De nada le valdría a un marqués o a un príncipe el presentarse a cantar en la ópera de Nueva York, si no tuviera condiciones para ello, pues sería silbado estrepitosamente. En cambio a un individuo que estuviera dotado de una voz excepcional, se le rendiría admiración y respeto en el mundo del arte. Pues si en el mundo del arte vale el hombre por sus propias condiciones, en el campo social debía ser lo mismo. En defensa del valor humano, es que debemos luchar en nuestro movimiento. Nuestro Sistema Solidarista, debe ser el campo en donde el mérito tenga la oportunidad de ponerse de manifiesto. Precisamos buscarnos hombres buenos y bien intencionados. Por eso pedimos a las empresas que nos envíen hombres sin prejuicios, dispuestos al progreso y al entendimiento y capaces de luchar con serenidad, pero con energía por las causas noble de nuestra vida. EL MOVIMIENTO SOLIDARISTA avanza, merced a patrones de visión clara y noble y de trabajadores inteligentes y bien intencionados, que juzgan el esfuerzo y la competencia, como las mejores armas para triunfar en la vida. Con ellos y por filos, emprenderemos la lucha de la cooperación y de la armonía, pero entendiendo bien que armonía y paz no significan debilidad ni cobardía.

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EL AUXILIO DE CESANTÍA O INDEMNIZACION

Ya hemos visto que el auxilio de cesantía nació de la necesidad de proteger al trabajador a quien no se le puede garantizar continuidad en su trabajo. En algunas empresas que se encuentran con suficiente firmeza, que tienen muchos años de operar y saben con exactitud el personal que precisa para sus actividades, la permanencia de los trabajadores es generalmente indefinida. Sólo


en casos de incapacidad de empleado o por faltas graves son despedidos. Pero existen actividades como las agrícolas, como la misma construcción, que sólo en determinados meses o épocas precisan de un personal grande y luego se despiden dejando miles de hombres cesantes y sin tener cómo defenderse, constituyendo ello un verdadero problema social. En los países de economía pujante y de empresas bien organizadas se ha logrado aminorar bastante esta situación por medio de creación de industrias agrícolas bajo techo que mantienen al personal ocupado en ellas cuando no precisan sus trabajos en el campo directamente. También las empresas de construcción bien organizadas tienen varias obras a un tiempo y trasladan el personal de una a otra. Pero a pesar de todo es frecuente ver la desocupación de obreros que se encuentran buscando trabajo por todas partes. Como el hombre tiene que comer diariamente y mantener su familia todos los días, y no por épocas, justo era buscar la forma de asegurar esa comida a la clase trabajadora. Y con esa intención fue creado el Auxilio de Cesantía. Pero ya hemos visto como pese a la buena intención, se burla en forma fácil y corriente el verdadero sentido de la ley. Algunos empresarios que se consideran más inteligentes, miran esta ayuda como si fuera una participación en la empresa concedida al trabajador; un derecho adquirido sobre el capital. Pero esta participación no la reconocen nada más que cuando se ven obligados a despedirlo y tienen que pagarle prestaciones. Si el trabajador renuncia voluntariamente, entonces ya no tiene ningún derecho sobre el capital acumulado y se va con las manos vacías. De tal manera que en este caso, no es ni una cosa ni la otra. Ni auxilio, pues no tienen obligación de cumplirlo, ni participación en la empresa, ya que no se les reconoció nunca tal derecho. En realidad el auxilio de cesantía tal como se aplica y se entiende está lleno de defectos y sirve más de confusión que de solución generalmente. Vemos que el patrón con cierta habilidad puede dejar de cumplir con esta obligación y cine por el lado contrario, el trabajador puede aprovecharse de él en forma poco elegante. Y que además hasta el momento es un beneficio que favorece a los malos trabajadores y muy raras veces al bueno.

EL AUXILIO DE CESANTIA A TRAVES DE NUESTRO PLAN

Entre los que combaten nuestro Movimiento es corriente ver esgrimir el arma de que por medio del Plan de Ahorro Solidarista se pierden los auxilios de cesantía. Nosotros sostenemos lo contrario y además probamos la verdad de nuestras palabras. No sólo no se pierden estas prestaciones, sino que se aseguran. En "Los Principios del Solidarismo" mandamiento 5 se puede leer: "El auxilio de cesantía debe convertirse en un interés ahorrado en la empresa, adaptado a cada modalidad de explotación, cuyo pago al trabajador e inversión por éste estarán debidamente regulados".


¿Qué es lo que se pretende en esta forma? Asegurar el futuro de los trabajadores. No pagarles el presente solamente, cuando están rindiendo con su trabajo utilidades a la empresa. Sino que se sientan asegurados para cuando hayan dejado de ser hombres vigorosos o tengan ya suficientes años de estar trabajando. El patrón ha ido acumulando en forma de ahorro este auxilio de cesantía, no limitándose a los meses de máximo que ofrece la ley. Sino llegando a 30 o a 40 meses y más, sin que se resienta la economía de la empresa, aunque estuviera en esos momentos pasando por una situación crítica, pues a través de los años ya habría acumulado las reservas para el pago de cesantía para todos sus colaboradores. La Empresa moderna debe ser un planeamiento inteligente para prestar un servicio social. Debe constituirse por medio de un estudio sereno y toda clase de previsiones, en cuyo estudio deben contemplarse los intereses no sólo patronales, sino además los de todos los que colaboran con ella. Así como se hacen los cálculos en el desgaste de la maquinaria, también debe, hacerse el cálculo del desgaste de la vida humana. En nuestro país hemos podido apreciar cómo las empresas que llevan contabilidad de costos le fijan a un camión, a un tractor, etc., un máximo de rendimiento, que puede ser de 5 o de 10 años. Una vez llegado a esa fecha, aun cuando estuvieran prestando servicios, los quitan de la circulación y los venden por cualquier precio o lo destruyen. (En Venezuela es corriente en las compañías petroleras la destrucción de estos vehículos). Si han podido quitarlos de la circulación, ha sido porque han amortizado el valor de él, durante los años que ha prestado servicios. En cambio al trabajador que es quien presta mayores servicios, que es quien mueve vehículos y maquinarias, cuando se considera que no puede rendir lo necesario, es despedido del trabajo en algunos casos, sin ninguna ayuda pues el patrón ha tenido habilidad para hacerlo renunciar. Y este trabajador que no ha tenido la menor idea del ahorro se encuentra de pronto desorientado en la calle, con sus jornales gastados y su gastada vida que no sirve nada más que para causar lástima a los ajenos y problemas a sus familiares.

CONCEPTO SOLIDARISTA

Todo nuestro estudio persigue la finalidad de sacar un producto excepcional que sirva para regular las relaciones obrero-patronales y constituya al mismo tiempo la más perfecta organización de riqueza: LA EMPRESA SOLIDARISTA. Esta es nuestra institución fundamental y nuestro aporte a la sociedad. Queremos una empresa perfecta, hasta donde sea posible la perfección en la humanidad. Y el auxilio de cesantía no lo queremos tal como está, porque no sirve, siendo generalmente una ilusión o un mito. QUEREMOS CONVERTIRLO EN UNA ESPECIE DE AMORTIZACIÓN HUMANA. Si al fundar una industria se calculan los gastos ocasionados por el desgaste de maquinaria, también debe hacerse un cálculo para el desgaste del hombre. Y si anualmente se amortizan las cuotas necesarias para la adquisición de nuevas máquinas y vehículos, también deben amortizarse en forma de ahorro el desgaste producido en el hombre


para poder renovar con gente fuerte y sana sin dejar en el desamparo a los que han dado por largos años sus esfuerzos. El hombre que trabaja está prestando un servicio a la comunidad y como, tal tiene derecho a disfrutar de la riqueza que está creando. De esta riqueza, tanto la sociedad, como el patrón, como el trabajador deben beneficiarse. No queremos empresas que enriquezcan a unos pocos y para ello hayan gastado hombres. Pero si no sirve este sistema de empresa egoísta, tampoco ha de servir el que pregona la destrucción total de ella, como lo hace el comunismo. El problema hay que resolverlo, no desconocerlo. El emplear la violencia significa la incapacidad de resolver el problema. El auxilio de cesantía no lo queremos por incompleto. Queremos crear para el trabajador un sistema de capitalización que lo haga sentirse partícipe de la empresa y que le asegure, por incapacidad o por renuncia voluntaria, ese auxilio de cesantía que tanto se pregona, que tanto se explota demagógicamente y en que en infinidad de casos se burla fácilmente. Queremos que el trabajador se beneficie por medio del ahorro. Conforme el trabajador se identifique con la empresa y se responsabilice, mayor derecho tiene a beneficiarse y mayor rendimiento tienen que dar. En este ambiente de justicia y comprensión no caben luchas ni huelgas pues todos persiguen un mismo fin, que es la prosperidad. Combatimos la lucha pero no es que queremos quitarle al hombre su espíritu combativo. Lo que pretendemos es encauzarlo por donde debe luchar. Lo que hay que hacer es buscar el verdadero enemigo y no luchar contra la empresa que es de todos. Combatamos la pobreza, el vicio, las enfermedades, la ignorancia y todas las calamidades que afligen a la humanidad.

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Lección No. 17

LA EMPRESA

Solidarismo no es una filosofía que se concreta a la parte espiritual o moral del hombre. Lo que interesa principalmente en nuestro estudio es el problema de la producción. Consideramos la pobreza como un mal que aflige a la humanidad y al cual hay que erradicar como a la malaria y otras enfermedades, o como a la ignorancia, etc. Para luchar contra estas últimas calamidades ya


existen otros hombres preocupados en ello y nosotros no queremos apartarnos de nuestro principal objetivo, que es el de la producción de la riqueza para su debida distribución. En busca de soluciones en contra de la pobreza llegamos a descubrir que la Empresa es la clave del problema. Por lo tanto es un tema repetido ya que en general es alrededor de la Empresa que gira la parte principal de nuestro estudio. Repasando de nuevo Los Principios del Solidarismo podemos leer en el mandamiento 6: "La Empresa es la unidad económica y debe ser protegida contra malos patronos y obreros, como la familia es la unidad social y está protegida contra malos cónyuges e hijos. Los sindicatos hostiles de patronos y obreros son tan indeseables como lo serían los sindicatos hostiles de maridos y mujeres o de padres e hijos". Así como religiones y legislaciones enemigas del amor libre, consagraron la familia a través de la institución del matrimonio, así nosotros enemigos de la anarquía económica, queremos crear la Institución Ético-económica que regule la producción de la riqueza: La Empresa Solidarista. Sostenemos que la producción interesa a todos en general, sin ser por ello estadistas ni socialistas, sino porque es una realidad que no podemos negar. No inventamos cosas nuevas, sino que aprovechamos las enseñanzas de la historia. Cuando el hombre salió del error de creer que la tierra era una especie de mesa horizontal y pudo comprobar que era redonda, el conocimiento de esa realidad para dar la vuelta al mundo en diferentes viajes con sus consiguientes ventajas. También nosotros debemos fundar nuestras ideas en la realidad para lograr verdaderos avances y efectivos progresos. Todo el progreso de la sociedad existe en darse cuenta de lo que es la realidad y los males son causa de los errores. Respecto a la Empresa la realidad nos demuestra que es de interés social, ya que nadie puede decir que es dueño de ella en sentido absoluto. Solamente es dueño absoluto el que se ha hecho solo, viviendo aislado y en donde no tenga trato alguno con los demás hombres. En el mismo campo del Derecho el sentido de la propiedad ha evolucionado. Todavía en el Derecho Romano al propietario se le concedía el "derecho de usar y abusar" de todas sus pertenencias. Eran dueños absolutos y podían hacer lo qué quisieran. Actualmente este concepto lógicamente ha cambiado.

LA EMPRESA ES DE COOPERACIÓN Si actualmente el sentido absoluto de la propiedad ha evolucionado, con mucha mayor razón referente a la Empresa, en donde aparte de los dueños colaboran en ella individuos que prestan sus servicios, ayudan a la producción de la riqueza y son imprescindibles en todas las labores. Ponemos como ejemplo para ilustrar esta opinión a la Compañía Bananera: Está compuesta por un gran número de accionistas que son jurídicamente los dueños. Pese a que las leyes del país los consideren como propietarios, estos señores no pueden disponer irrestrictamente de sus propiedades ni ignorar que necesitan de muchas personas para poder llevar a cabo sus trabajos y con los cuales tienen sus compromisos y obligaciones. La propiedad de la tierra los pone en contacto, aunque muchas veces en forma indirecta, con autoridades, agricultores, vendedores,


empresas de transporte y con todos los que han contribuido en algo para que puedan hacerse efectivas las operaciones. El hombre que emplea gente tiene un deber social. El contrato de trabajo, aunque no sea una forma escrita o legal, implica de hecho obligaciones reciprocas que tenemos que entender bien, pues a veces estamos pasando de un extremo al otro. Antes el patrón consideraba que no tenía deberes con los trabajadores. Ahora por el contrario, creen los trabajadores que todo lo que hay que hacer es exigir derechos sin reconocer obligaciones. Ambos criterios son falsos, no coinciden con la justicia, con la razón, ni con los ideales. A través del estudio de la historia podemos apreciar que en el Siglo XX la mejor forma de producir riqueza es por medio de la institución llamada la empresa. Para nuestro criterio y costumbres democráticas no nos servirían otros sistemas ni regímenes diferentes y por eso, como tanto lo hemos repetido, lo que debemos de tratar es de buscar la perfección de ello estudiando sus problemas desde su punto de partida, hasta la situación que se encuentra actualmente.

PRINCIPIOS GENERALES DE LA EMPRESA

Sabemos que la Empresa moderna es una asociación libre, voluntaria, de un grupo de hombres con ciertos elementos materiales para sacar adelante un medio de producción, a través de sistemas inteligentes y bien planeados y que deben cumplir una función legal. Pero además hemos visto que existen muchos errores que sirven para que los enemigos de ella la combatan y los cuales debemos corregir. Pero entonces salta la pregunta: ¿Cuáles errores son los que hay que corregir? Como es de suponer en estos cursos rápidos no podemos entrar en demasiados detalles, pues son muchos y diferentes en cada empresa. Pero sino analizamos detalladamente todos los problemas, en cambio podamos declarar algunos principios generales, resumiendo uno en esta sencilla frase: LA EMPRESA DEBE ENRIQUECER A TODOS LOS TRABAJADORES QUE COLABORAN EN ELLA. Y eso desgraciadamente no sucede, pues vemos que mientras el patrón logra grandes fortunas, el trabajador vive siempre miserable, fuera de algunas excepciones. En esta desigualdad tan manifiesta se basa la fuerza de los socialistas, comunistas, etc. que pregonan la eliminación de las empresas particulares. Nosotros combatimos esa idea comunista en contra de la empresa, y sostenemos que lo que debemos hacer es mejorarla. Por el momento, para procurar el enriquecimiento general de los colaboradores y empezar a hacer efectivos' nuestros principios, hemos logrado que voluntariamente algunos patrones introduzcan el plan de ahorro en sus empresas, por medio del cual se benefician actualmente miles de trabajadores. Con el tiempo, según vayan progresando las empresas solidaristas, estudiaremos la forma de solucionar en su totalidad del problema de la distribución, procurando que como lo dicen nuestros Principios, que sea de la manera más equitativa.


La experiencia obtenida a través de los años que venimos trabajando ha sido halagadora. El ahorro ha servido de prueba clara y ha demostrado que no sólo se ha logrado acumular dinero efectivo en las cuentas de los trabajadores, sino que al mismo tiempo, en las empresas en que se ha implantado, se han mejorado muchísimo las relaciones obrero-patronales eliminando en gran parte la lucha de clases. Además de la armonía que se ha creado en estos ambientes solidaristas, en el individuo se ha despertado un verdadero deseo de mejoramiento para convertirse en hombres más capaces y más dignos de gozar de mayores ventajas.

SOLIDARISMO Lección N 18

LA CUESTION SOCIAL

Explicación y falsa solución socialista Explicación y solución real solidarista Conclusiones

Este pequeño curso de capacitación laboral, ha llevado como objeto el formar un elemental bagaje de conocimientos para servicio de aquellos individuos que quieran asumir la tarea de dirigentes, para que con estos conocimientos puedan intervenir en la lucha de ideas sociales y se conviertan en hombres de acción sabiendo imprimir un rumbo definido a sus pasos. Podemos apreciar que en estos momentos en Costa Rica existen muchas fuerzas sociales, que siendo inferiores a las nuestras en número y en doctrina tienen más influencia en la decisión de los problemas que nos atañen. Este fenómeno obedece en gran parte, a que nosotros nos hemos mantenido al margen de las discusiones y que no ha existido el grupo de trabajadores capacitados para que puedan intervenir en la lucha. Y por otro lado, a que algunos no tienen escrúpulo en presentar una farsa de poder y fuerza que se encuentra muy lejos do la realidad, pero que les sirve para impresionar a los ingenuos o temerosos. Actualmente, nuestro Movimiento ha ganado la confianza de todos los que lo conocen; porque ha crecido en un ambiente de seriedad intachable, se ha mantenido dentro de los límites de la verdad y ha sabido cumplir todas sus promesas. El prestigio de que gozamos es el más elocuente argumento de nuestra fuerza. Si además de esta fama bien ganada y del gran número de asociados que componen el Movimiento Solidarista, logramos preparar un buen número de trabajadores


capacitados para intervenir en las discusiones sociales, habremos logrado un avance de gran significación para nuestro programa. Decir cuestión social, nombre con que se conoce al problema social que debemos resolver, es lo mismo que si dijéramos injusticia social. Puede haber muchas definiciones de esta frase, pero lo importante para nuestro estudio es el fenómeno por resolver. Es una situación de desequilibrio, en donde algunos hombres viven en la opulencia y otros en la miseria, sin que pueda darse una explicación razonable, dentro de la inteligencia y la justicia, para aceptarla como buena. Como no podemos aceptarla tal como está, debemos cambiarla. No pretendemos que desaparezca la desigualdad económica en forma absoluta. Reconocemos que en la naturaleza la desigualdad es necesaria y podemos ver los ejemplos claros en los astros, en donde unos son grandes y otros pequeños; en los árboles, en los mismos animales, etc. Esa desigualdad sirve para variedad del universo y hacerlo más atractivo. Pero ese contraste de opulencia y miseria no tiene razón de ser. Sino es posible pretender una medida exacta para todos, sí podemos ambicionar el evitar la desigualdad extrema y procurar que la necesidad no amenace los hogares de los trabajadores. La cuestión social no se resuelve en un día ni en un año. Es labor de mucho tiempo y estudio. Pero así como se ha ido solucionando la cuestión religiosa, la cuestión de educación, de esclavitud, también esperamos que la cuestión social se pueda resol ver y hacia ese fin nos encaminamos. Dejemos que otros busquen la solución sobre problemas como el de la guerra y otros males que atañen a la sociedad y dediquemos nuestro tiempo en el tema que nos ocupa. Para ello conformémonos para empezar con pocos puntos en nuestro estudio. Pero procuremos que sean bien asimilados y que los dominemos ampliamente. La desigualdad económica extrema e injusta, por causa del egoísmo del capitalismo, hizo más palpable la necesidad de buscar solución al problema. El socialismo sirvió para señalar el mal y descubrir sus principales causas. Indiscutiblemente prestó un gran servicio en la búsqueda de la solución. Pero falló en el remedio aconsejado. No obstante, el solidarismo no hubiera podido aparecer si no hubiera el socialismo atacado el mal, pues de los errores cometidos primero por el capitalismo y después de las falsas soluciones socialistas, es que nació nuestra doctrina, que aprovechándose de las lecciones de la historia, ofrece la solución real y justa, buscando la equidad y el equilibrio entre las fuerzas que componen la sociedad.

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Lección No. 18

Segunda parte Conclusiones

Con esta lección damos por terminado el presente curso y trataremos de resumir en pocas reglas todo nuestro ideario a fin de que los interesados puedan servirse con facilidad de él. A grandes rasgos podemos decir que hemos llegado a las siguientes conclusiones: 1) El hombre tiene cuerpo y alma (materia y espíritu) y por lo tanto afirmamos que para que sea un hombre completo, digno, eficaz en la sociedad, necesita dos patrimonios: el de la mente y el del cuerpo. De lo contrario si le faltara uno de ellos, sería un individuo incompleto. 2) Nosotros operamos en el terreno de la vida práctica, desatendiéndonos de otros problemas filosóficos, culturales, religiosos, aunque estemos unidos solidariamente con ellos. Nosotros vamos a la vida de los negocios. Otros se ocupan de los demás aspectos. 3) El tipo de ciudadano que queremos como modelo, debe tener un patrimonio mental y material. Conforme avanzó la civilización se empeñó en resolver lo mental, por medio de escuelas, enseñanza obligatoria, etc. 4) El otro aspecto material, el de la salud del cuerpo, no está atendido en forma competente. Han dejado que cada cual haga lo que pueda. 5) Antes faltaba cultura, ahora falta patrimonio en el hombre y su papel en la vida es incompleto. Le falta fuerza, personalidad, por falta de bienes. 6) Nuestra doctrina dice: así como se obliga a formar patrimonio mental, nosotros proclamamos que se necesita del patrimonio físico; o sea la riqueza. 7) De igual manera que es obligatoria la instrucción facilitándola enseñanza por medio de las escuelas, debe ser obligatorio el patrimonio, facilitando la forma de acumular riqueza por medio del ahorro. No hace falta, que todos sean millonarios, como no precisa que todos sean profesores, basta con un patrimonio para vivir decentemente y poderse retirar de la vida de actividad en forma honrosa. 8) La experiencia nos ha dicho, que para impartir cultura hacían falta instituciones escolares además del esfuerzo personal. También para que el hombre adquiera capital, hay que crear ciertas instituciones donde el hombre adquiera con esfuerzo su capital. Siempre con esfuerzo pues nuestras prédicas no ofrecen nada ociosamente. 9) Las enseñanzas a través de la historia nos han venido a demostrar que la institución apropiada para producir esa riqueza es la empresa. Por lo tanto nosotros debemos procurar corregir sus males, y robustecerla, convirtiéndola en institución ético económica para impartir riqueza: La Empresa Solidarista.


10) No debemos permitir que haya seres indigentes, por respeto a ellos mismos y a la sociedad. Por lo tanto la Empresa debe ser una institución de bien social que cumpla una misión noble enriqueciendo a todos los hombres que colaboran en ella. 11) Combatimos la tesis comunista que dice que la empresa es una máquina de explotación y que proclama la destrucción de ella. 12) La expropiación de las empresas para que pasen todos los medios de producción a manos del Estado, no la consideramos justa ni prudente; pues si en el año de 1848, podía caber duda acerca del éxito de esa medida recomendada por los comunistas, en 1956 hemos podido comprobar su fracaso en Rusia y demás países comunistas que la llevaron a la práctica. 13) Consideramos que la potencialidad productora de la Empresa Burguesa hizo más en una generación que en el resto de la historia, hecho reconocido por el mismo Marx, lo razonable es no destruir su potencialidad sino transformarla para que produzca para todos. No tapemos el pozo de donde mana la riqueza. Hagamos que actúe con justicia. Vamos a imponerle un sentido moral para que nos salve. 14) Hemos visto que el hombre tiene dos instintos primarios: el de conservación y el de reproducción. El hombre primitivo, por comer es capaz de matar; también por la unión sexual es capaz de cualquier crimen. Dejados sueltos sin leyes ni, orden, los dos instintos son peligrosos. Para controlar el instinto de reproducción se creó la institución de la familia por medio del sacramento matrimonial. 15) Para dignificar el instinto de conservación no se ha creado nada. Hay que tratar de dignificarlo, sublimizarlo por medio de una Institución adecuada, que es la Empresa Solidarista. 16) La familia a través, del matrimonio es la forma actual de reproducción del hombre. La escuela imparte cultura. La Empresa, por medio de principios ético-económicos, debe impartir riqueza. 17) El socialismo nos despejó el campo para luchar en contra de la explotación del hombre por el hombre. Los socialistas desbarataron todo y levantaron un nuevo edificio sobre bases falsas. Nosotros venimos ahora a levantar un nuevo edificio sobre bases firmes. 18) Esas bases son: Democracia, Escuela y Empresa. 19) Sabemos que el adagio latino dice: "Mente sana en cuerpo sano". Pero para que exista un cuerpo sano debe tener éste todo lo necesario como alimentación, higiene, cultura física, etc. Para que un individuo y su familia se desenvuelvan en un ambiente adecuado que pueda ofrecerles todas estas cosas, precisan de un patrimonio económico capaz de sufragar los gastos necesarios. 20) Nuestra doctrina es sencilla, fácil de asimilar por cualquier persona normal, pero tiene fundamento en las lecciones de la historia y de la ciencia. 21) Pese a que nuestra doctrina es clara y buena, si no se aplica en el campo de la práctica de nada nos serviría. Por lo tanto, después de haber proclamado nuestros principios, los pusimos en práctica por medio de las Asociaciones Solidaristas. Podemos apreciar que las asociaciones funcionan bien y que todo el programa se desenvuelve, si no perfectamente, por lo menos con magníficos resultados. 22) Los primeros automóviles y aviones tenían gran número de imperfecciones que actualmente se han logrado corregir. De igual manera nuestras asociaciones se mejorarán constantemente


hasta lograr el sistema más perfecto dentro de las posibilidades lógicas que se puedan ofrecer en beneficio de la comunidad. 23) Cuando Jesús dijo al paralítico: "Hombre, tus pecados te son perdonados", los fariseos protestaron diciendo "¿Quién eres tú para perdonar los pecados de nadie?" Entonces Jesús les contestó: ¿Qué es más fácil decir: tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? Y volviéndose al paralítico le dijo: Levántate, carga con tu camilla, y vete a tu casa. De igual manera al capital solidarista se le dirá: Tus pecados te son perdonados. Y si alguno protesta de esta absolución, se le contestará: ya los trabajadores postrados en la miseria se han levantado y andan camino de la prosperidad. Al socialismo podemos analizarlo porque lo hemos visto actuar en sus diferentes etapas: Primero como doctrina; luego operando en la clandestinidad y últimamente como tesis de un gobierno, en una poderosa nación grande y poblada. Era imposible juzgarlo en debida forma cuando se conocía solamente en teoría. Ahora podemos hacerlo porque lo hemos visto en la práctica. El Socialismo es materialista y sostiene que la desigualdad humana ha nacido en la tierra por la lucha de clases, donde la dominante explota a la otra y que se puede asegurar que la historia de la humanidad es la misma lucha de unos hombres con poder para oprimir al resto de los ciudadanos. Lo que da actualmente el poder a unos para explotar a los otros, es la propiedad. El estado capitalista, dicen es una máquina de coacción para que los que tienen la riqueza puedan aprovecharse de los asalariados. La solución que ofrecen es acabar con la propiedad, y quitar el capital porque es el arma que esgrimen los ricos en contra de los pobres. Con capital tienen trabajadores y los explotan; quitando el capital, no existe medio de explotación. Como no puede dividirse la propiedad entre todos, ni repartirse el capital, la solución es convertir al Estado en dueño absoluto de los medios de producción. De esta manera el ciudadano sería dueño de sus objetos personales, como el vestido, los muebles, etc., pero al no tener propiedad ni capital, no podría tener trabajadores y en esa forma no habría patrones ni empleados. La explicación que el socialismo da sobre este particular es incompleta y su solución falsa. Pues hay muchas cosas más en la vida que la lucha de clases y decir que ella es el único motor de la humanidad es tan ingenuo como decir que es el amor. Cuando le quitan al hombre la propiedad y la ponen en manos de administradores, la producción se mengua considerablemente y los negocios fracasan. En Costa Rica hemos podido apreciar la diferencia de una empresa cuando es privada a cuando se encuentra en manos del estado. Por otro lado se crean en lugar de patrones, tiranos de la peor especie y burócratas que se consideran dueños del destino de los pueblos, llenos de soberbia y vanidad. En Rusia hemos visto que es mil veces más cruel el Estado que cualquier clase de patrón.


LA SOLUCIÓN SOLIDARISTA

Los males de la humanidad como la injusticia y desigualdad extrema, tienen por origen la ignorancia, el egoísmo, los malos instintos de nuestra propia imperfección humana. Dejados los hombres entregados a sus instintos primitivos no se lograrán buenos resultados. Pero si combatimos la causa por medio del estudio, aplicando leyes, disciplina y dirección adecuada, lograremos la solución del mal. Para regular el instinto de reproducción creamos la familia a través del matrimonio. Para regular el instinto de conservación, todavía no hemos sido capaces de crear ninguna institución.

ACCIÓN SOLIDARISTA

Los futuros esfuerzos en el campo de la acción deben ser bien organizados. Todas las Asociaciones Solidarizas deben pertenecer a un organismo central que en forma inteligente y armoniosa, aconseje y dirija los pasos del Movimiento. Debemos lograr más eficacia y más poder a través de mejor organización. Actualmente, pese a que la mayoría de las asociaciones pertenecen a la Unión Solidarista, viven en forma muy aislada y sólo en raras ocasiones, como en caso de Asambleas, es que tienen contacto unas con otras. La misma autonomía que nosotros predicamos para que se desenvuelvan cada una en entera libertad, les va formando una idea de independencia que en el fondo es perjudicial, pues al aislarse se debilitan y solo unidas, preocupadas en conjunto, serán lo suficientemente poderosas, para resolver los problemas que les atañen. Nuestra tesis respecto a la filosofía del programa, es la del hombre libre, pero unido por lazos de solidaridad humana. Si predicamos la solidaridad, con mayor razón debemos procurar estrechar esos lazos entre nosotros mismos y estar más en contacto para que los problemas graves de una asociación, sean motivo dé preocupación del resto de las asociaciones y que todas contribuyan a solucionar dificultades y lograr la armonía.



Movimiento Solidarista Alberto Marten 13 Costarricenses: La democracia política ha realizado avances espectaculares en la segunda mitad del siglo XX. Pueblos semibárbaros que aun ocasionalmente practican el canibalismo han hecho su ingreso a las Naciones Unidas y sus representantes tienen voz y voto en la discusión de los problemas internacionales. La democracia económica, empero, retrocede en vez de adelantar. Políticamente en los foros mundiales el representante de una tribu africana metamorfoseada en nación se halla hoy muy cerca de una estadística europeo vocero de una potencia de civilización milenaria. Pero económicamente el bracero indígena de los países subdesarrollados se aleja cada día más del obrero norteamericano, europeo o japonés. El fenómeno está a la vista. En un lugar común de la economía contemporánea. Un océano de literatura se ha acumulado escribiendo y comentando y recriminando el mal, clamando por el remedio y amenazando con catástrofes si las naciones ricas no encuentran y aplican a corto plazo la solución. He leído algunas obras, artículos y discursos sobre el tema. En ellos no he hallado más que palabras, palabras, palabras. Algunas veces algo peor, pesimismo y desesperanza y la insinuación más i menos velada de que no queda otra alternativa que el comunismo. Uno de los trataditas más autorizados de Occidente sobre el tópico que no ocupa, Gunnar Myrdal después de insistir en que hace falta una nueva teoría del comercio internacional que no nos ofrece, llega a decir lo siguiente: “La mayoría de los escritores sobre estos temas expresas sus deseos por lograr una estructura teórica; pero el anhelo se califica generalmente de escepticismo y algunas veces llega al acuerdo general de que nunca podremos alcanzar una teoría general del desarrollo y subdesarrollo económico.” A éste le pasa lo que a muchos soñadores que buscan infructuosamente, porque andan detrás de lo que no existe. La teoría del comercio internacional buena para la Inglaterra de la reina Victoria por mucho que se la retoque par, no es buena para la India de Nehru de ni para los dirigentes negros del África descolonizada y demás territorio soberano en que se desembró el imperio victoriano. La teoría del estado buena para Luis Catorce por mucho que se la retoque no es buena para el Parlamento francés de 1962. Entre ambos ocurrió una Revolución Política. Primero vino la revolución, después y como consecuencia se elaboró una nueva teoría del estado.


Lo mismo exige la lógica de la historia en el campo de la economía. Primero debe ocurrir la Revolución Económica, después y como consecuencia se elaborará una nueva teoría del comercio internacional. Sin los hechos nuevos no puede haber teoría que los explique y el intento de elaborarla sólo produce quimeras. El desarrollo económico es un fenómeno de capitalización, capitalización cultural y material. En Costa Rica, salvedad hecha de las empresas solidaristas, la capitalización de lleva a cabo con el mismo criterio y los mismo métodos de los tiempos de la Reina Victoria que reinó e imperó de 1835 a 1910, que en términos costarricenses significa desde Braulio Carrillo hasta Rafael Yglesias. Pero las masas populares, el gran público, la población costarricense en suma política y culturalmente son muy distintas en 1962 de lo que fueron de 1837 a 1901. La economía hoy no guarda relación ni con la cultura ni con la política. De ahí el desequilibrio, el desasosiego y el temor de la catástrofe inminente. Nuestros políticos seguirán clamando en el desierto, llenando páginas de periódicos y revistas, que muy pocos leen, perorando vacíamente en los innumerable congresos, seminarios y foros internacionales, para no hacer más que el ridículo, repitiendo con más o menos ingenio en estilo más o menos pintoresco, los lugares comunes que leen en las obras de vulgarización económica. Mientras tanto el pueblo seguiirá cada vez más agobiado de impuestos, de vida cara, de desempleo crónico o agudo y los comunistas y sus congéneres cada día más cerca de la hora del triunfo. Sí, costarricenses. Mientras no se cambien los métodos de capitalización de Braulio Carrillo en lo nacional, de la Reina Victoria en lo internacional, todos los discursos y congresos del mundo no nos darán una teoría moderna del comercio internacional ni harán que Costa Rica deje de ser una nación subdesarrollada. Necesitamos una Revolución Económica que nos dé la capitalización universal. La consecuencia inmediata será un cambio de estructura en la economía capitalista y en el sistema de precios del comercio internacional. A ese sistema de precios que actualmente nos despoja, y por cuyo ministerio el peón costarricense gana un dólar al día mientras el jornalero norteamericano gana un dólar la hora, a ese sistema de precios y explotador y bárbaro, le agregamos por medio de la Revolución Económica, la dimensión popular que le hace falta, la cuota de capitalización laboral, la cuarta dimensión del precio. Y así nacerá la teoría moderna del comercio internacional. Mientras los políticos vociferan y no pueden y los economistas ortodoxos buscan y no encuentran, costarricenses, llevemos a cabo nuestra Revolución Económica. Mientras los demagogos hablan y escriben, trabajemos costarricenses. Un buen día sorprenderemos al mundo con un nuevo tipo de economía y un nuevo tipo de hombre: el homo costarricensis, producto de la


capitalización universal. Hablemos, pues, esta noche de esta grandiosa posibilidad. La Revolución Económica de que hablo no es otra cosa que la generalización a toda la economía costarricense de los planes de ahorro y capitalización solidaristas llevados hasta las últimas consecuencias prácticas que sus principios teóricos implican. Si en casos aislados de empresas administradas por propietarios o gerentes ilustrados, la capitalización solidarista ha logrado nivelar rápidamente el desequilibrio económico entre los factores de la producción, disminuir la tremenda desigualdad de las fortunas, apaciguar la lucha de clases y crear una abundante fuente de capitalización para inversiones reproductivas, no cabe la menor duda de que, extendido el sistema a todas las actividades económicas del país, ese solo hecho constituirá una Revolución Económica de incalculables trascendencias. He aquí un pronunciamiento que me atreve a hacer sin temor a equivocarme y me siento capaz de defender ante cualquier reunión de expertos económicos: “Cambiad el principio de capitalización y habréis cambiado la estructura de la economía, habréis revolucionado la producción y distribución de la riqueza. Mantened el principio de capitalización y cambiad todas las demás relaciones económicas, no habréis variado nada. A la larga volverán a manifestarse con igual o mayor fuerza todos los desequilibrios de la economía.” El mundo clama por un cambio, por un cambio revolucionario. No son los agitadores quienes se expresan así. No, son los estadistas y los sabios. Desafortunadamente los dirigentes del mundo económico académico e institucional no nos dan sino vagas indicaciones de lo que debe hacerse. Oigamos a Raúl Prebisch, Director de la Capal: “Estos son años decisivos para el futuro económico, social y político de América Latina…. No encontramos ante una de las más difíciles encrucijadas de nuestra historia: peligrosas tensiones sociales latentes de tiempo atrás están ahora aflorando y agudizándose… En lugar de estrecharse, se está ampliando la diferencia, ya muy grande, entre el ingreso de nuestros pueblos y el de los centros industrializados…. Faltan hospitales y viviendas, escuelas y maestros; escasean los médicos y las enfermeras, especialmente en las zonas rurales. No hay suficientes técnicos y obreros calificados. Persiste, en cambio, y se agranda en muchos casos el analfabetismo…. No debe extrañar, por ende, que en esta región se estén manifestando intensas turbulencias sociales. Ni debe sorprender tampoco que América Latina esté entrando en un verdadero e irreversible proceso de transformaciones revolucionarias. El problema no está en si podrá o no detenerse este proceso sino en quienes lo cumplirán y cómo se cumplirá… No es que veamos signos fatídicos en el muro bíblico de América Latina; pero sí advertencias –y advertencias muy serias—de que debemos redoblar los esfuerzos


por combinar una serie de amplios programas de colaboración técnicos y financiera internacional con fundamentales transformaciones de la estructura económica y social… No hay que engañarse por ingente que fuera la colaboración externa… el desarrollo satisfactorio de América Latina tiene que ser obra de los propios pueblos latinoamericanos y dirigentes, de su determinación de introducir cambios profundos en la estructura económica y social para apartar los obstáculos considerables que se le oponen. ¿Y qué no dice Prebisch después de esta introducción apocalíptica? Oigámoslo: “Hay que actuar constante y deliberadamente sobre esa estructura. Entre otras, se requieren medidas de fondo para: modificar el arcaico régimen de tendencia del suelo; transformar el módulo pretérito de comercio exterior; tecnificar y vigorizar la producción interna haciéndola más económica y competitiva; corregir grandes desiguales en la distribución del ingreso; aumentar la acumulación del capital a expensas de las disparidades del consumo; ampliar la educación y capitalización técnica de las masas populares; estimular la movilidad social e imprimir el máximo de eficacia dinámica a la iniciativa individual latinoamericana.” Mucha receta señor Prebisch. Sin embargo, en ese plano de generalidades, es mucho más lo que hay que hacer, digo yo: Acabar con los ladrones, los vagos y los borrachos. Eliminar las pestes, las plagas, las enfermedades y el sufrimiento. Desterrar la injusticia, la ignorancia, la estupidez y la envidia. Suprimir los feos, los tontos y los sinvergüenzas. Imponer la bondad, la belleza, la inteligencia y la virtud. En suma, lograr la derrota del mal y la victoria del bien y entronizar la felicidad absoluta y perpetua para todos los hombres. A los pueblos esta clase de declaraciones y lista se aspiraciones generales nunca les han servido mayor cosa. Las grandes revoluciones de la historia han concentrado su esfuerzo en algún objetivo simple y concreto. Por ejemplo, derrotar la monarquía absoluta, abolir la esclavitud, obtener la independencia, decretar la enseñanza primaria obligatoria, introducir el sufragio universal, constituirse unos pueblos en federación política, organizar un mercado común. Todos esos propósitos en alguna época y lugar han sido conseguidos y consolidados, han dado origen a la grandeza y felicidad de un pueblo numeroso o exigido industrial o agrícola, blanco o de color, cristiano o gentil, nómada o sedentario. Un propósito semejante, sencillo y grandioso, es la capitalización universal, cuya consecución puede significar para Costa Rica lo que la unión significó para las colonias norteamericanas, la confederación para los cantones suizos, el derrocamiento de la monarquía para Francia, la industrialización para el Japón, la modernización para Turquía, el arraigamiento territorial para Israel, el mercado común para Europa Occidental. La capitalización universal es factible porque se basa en un principio éticoeconómico simple que complementa dos principios igualmente simples y


poderosos ya vigentes en Costa Rica: el sufragio universal es una revolución económica porque desencadena una serie de cambios que modifican profundamente la estructura económica de la nación. Por encima de toda la capitalización universal es una concepción costarricense. Los actuales planes de ahorro y capitalización solidaristas que conducen a ella son una experiencia costarricense, una realización costarricense, un orgullo costarricense y una esperanza costarricense. Y en esto se cumple la recomendación fundamental de todos los especialistas que repite Prebisch de que el desarrollo económico debe ser obra de los propios pueblos. Esta Revolución Económica indispensable y urgente y sin la cual no nos queda otra alternativa que el comunismo, no nos la puede dar los actuales dirigentes políticos e intelectuales del país que se hallan fuera del campo del solidarismo. Lo mismo los que hoy están en el gobierno que los que ayer no más lo ejercieron, siguen los caminos trillados del capitalismo superado o del socialismo desorientado. Se han dividido en los tradicionales bandos de conservadores, reaccionarios y liberales o radicales, cuya concepción parcial y falsa del mundo económico nos tiene en esta deplorable situación. Leemos a diario las publicaciones de los derechistas estilo ANFE que no quieren intervención del estado en la economía, ni planificación económica, por un lado y por el otro los proyectos de programación y planeamiento, de nacionalización y estatización, de burocracia gubernamental y sabiduría oficial del partido en el poder. Son como ahorros de agua hirviendo y agua helada, fatal cualquiera de ellos para la salud económica del pueblo. En estos días se publica el dictamen favorable al proyecto del Ejecutivo para la creación de una Oficina de Planificación que dependerá directamente del Presidente de la República. La planificación hoy día es una rutina de todo gobierno civilizado y las oficinas respectivas existen prácticamente en todos los países. Aquí las novedades nos llegan muy retrasadas y los gobernantes que las introducen a veces con cincuenta años de demora, suelen posar de progresistas porque cedieron al embate incontenible del progreso. El gobierno del Presidente Orlich merece un voto de aplauso por haberse decidido a montar una oficina de planificación. En lo que hace mal, a juicio mío, es en someterla a la autoridad directa y personal del Presidente. Entre las planificaciones económicas de los últimos años, ninguna tan afamada y exitosa como la francesa, obra del genial Monet, que ayer copió casi servilmente España, que hoy está copiando la orgullosa y aislacionista Inglaterra y que no tardará en imitar los Estados Unidos, baluarte de la empresa libre.


Pues el éxito extraordinario de esa experiencia francesa se atribuye al hecho de que los organismos políticos que teóricamente debían tomar las decisiones de más alto nivel, no operaron nunca, habiendo permanecido la planificación de la economía francesa en los niveles técnicos. Aquí en cambio se quiere que sea hoy don Chico Orlich y mañana el nuevo Presidente que nadie sabe hoy quien habrá de ser, el que diga la última palabra en materia de programación económica. Naturalmente estas aberraciones político-económicas tienen su explicación. El grueso del electorado, la masa popular, no tiene poder económico alguno, porque no capitaliza. Concentra por consiguiente en sus representantes políticos todos los poderes y todas las atribuciones, por medio del sufragio. Esa masa popular desconfía de los capitalistas y busca protección en los políticos. Los políticos se dan maña en mantener esa situación que les conviene, y organizan la economía en forma que haga difícil o imposible la capitalización popular. De esta manera cuando de planear y programar la economía se trata, el pueblo que no posee y no capitaliza, ya que la capitalización se ha dirigido mañosamente hacia el estado y sus instituciones para que la administren los políticos, el pueblo se entrega al gobierno. Pueden el ANFE y todos los círculos conservadores escribir, alegar y vociferar cuanto quieran, no cambiarán ese estado de cosas. Lo único que podrá variarlo es la capitalización universal que hace propietarios y capitalistas a todos los ciudadanos. Entonces la dirección de la economía dejará de estar en manos de los políticos que pueden tener o no tener solvencia económica y moral. Entonces será en las asambleas de accionistas de instituciones como el Banco Popular de Desarrollo Económico, propuesto por el Movimiento Solidarista que sería propiedad directa y privada de todos los ciudadanos, que se concentre el poder económico. Entonces tendremos Democracia Económica y no oligarquía. Meditemos costarricenses en estas realidades. Vuelvo a citar a Prebisch: el problema está en si podrá o no detenerse la revolución económica, sino en quienes le cumplirán y cómo se cumplirá. Es decir, en si serán los comunistas o los solidaristas, las únicas fuerzas revolucionarias hoy en Costa Rica, quienes llevarán a cabo la transformación de la economía. No hay otra alternativa. Los grupos políticos tradicionales no hacen más que hablar y pronosticar. Los grupos capitalistas conservadores están en la luna. Sólo los comunistas y los solidaristas preparan la revolución. Los comunistas, la revolución sangrienta, modelo Fidel Castro. Los solidaristas, revolución pacífica, modelo el centenar de empresas costarricenses que han acumulado fortunas para sus trabajadores y estabilidad para sus propietarios, en la práctica de una nueva filosofía social de armonía y solidaridad, de justicia social


y eficiencia económica, cuya floración más excelsa ha sido la enunciación de la teoría económica del siglo XX: la capitalización universal. Costarricenses, despertad, es tarde, pero todavía hay esperanza. El enemigo es cruel y poderoso, pero los batallones solidaristas están en formación.

14 Costarricenses: El desequilibrio del comercio internacional es causa y efecto de la existencia en el mundo de las naciones ricas y naciones pobres. Siempre que un fenómeno nos parece ser al mismo tiempo causa y efecto de otro, podemos racionalmente concluir que no es ni efecto ni causa, sino una circunstancia más, y un factor adicional en un cuadro complejo. Los hombres somos inclinados a simplificar, a precisar y a clasificar, para acomodar la realidad infinitamente compleja a nuestra modesta capacidad intelectual. Así en este vasto y complicado cuadro del comercio internacional, no faltan quienes de buena fe o con segundas intenciones pretenden reducir la cuestión a la proposición simple de que Costa Rica y los demás pueblos subdesarrollados cuya economía depende en parte muy apreciable a los precios del café, están siendo objetos de una explotación desalmada por los países industriales que nos compran y nos venden caro. El remedio, se alega, consiste en que los Estados Unidos se deciden a practicar ellos e imponer a las demás potencias una política de fijación de precios mínimos equitativos para nuestros productos agro-pecuarios semejante a la que fije para los agricultores norteamericanos en el interior de los Estados Unidos. Enunciada en esta forma, la solución propuesta es falsa, peligrosa e indigna. Es más, es imposible. El verdadero dilema es el siguiente: siendo Costa Rica una nación pobre y pequeña, habrá de empeñarse en vivir de las concesiones que quieran hacernos las naciones grandes y ricas o escogerá el camino de armarse intelectual y moralmente para labrarse una posición digna y solvente en el concierto de las naciones compitiendo en calidad, en rendimiento, en buena administración, en virtud de ciudadanas, y en civilización. Ni la pobreza del suelo, ni la escasez de población, ni lo reducido del territorio, son factores limitantes de la grandeza material y moral de los pueblos. Abundan los ejemplos en la historia y en la actualidad. Aquí podemos repetir la imagen del Dr. Marañón obrita Gordos y Flacos. Decía el célebre medico español: si todos los que comen fueran gordos y los que comen poco flacos, o si todos los que comen mucho fueran flacos y los que comen poco gordos, no habría problema. Pero resulta que hay gordos que comen mucho y gordos que comen poco y hay flacos que comen poco y flacos que comen


mucho. De manera que no hay modo de ligar la gordura o flacura con la alimentación. Del mismo modo podemos decir si los países extensos y poblados fueron ricos y los países reducidos y despoblados fueran pobres, o si los países reducidos y despoblados fueron ricos y los países extensos y poblados fueran pobres, no habría problema. Pero resulta que hay países extensos y poblados ricos y extensos y poblados pobres, reducidos y despoblados ricos y reducidos y despoblados pobres. Y mayor confusión hay países reducidos y poblados como El Salvador, extensos y despoblados como Canadá. No hay manera, pues, de ligar la riqueza o la pobreza con la extensión territorial o la cuantía de la población. Bélgica tiene aproximadamente la mitad de territorio de Costa y cerca de diez millones de habitantes. Israel como la tercera parte del territorio y el doble de la población de Costa Rica. Suiza con una extensión parecida tiene más de cinco millones de habitantes. Todos estos países son inmensamente más ricos que Costa Rica. Nada hay, pues, que impida que Costa Rica alance los altos niveles de desarrollo económico q que esas grandes pequeñas naciones han llegado, no por la fecundidad de su suelo, la riqueza de sus minas o la extensión de su territorio, sino por el esfuerzo tesonero de sus habitantes y su voluntad sin desmayos de triunfar en la lucha por la existencia. El echarle la culpa a los Estados Unidos y a las naciones industriales de nuestra pobreza no es más que un pretexto para abandonar la lucha, o quizá algo peor una, actitud mendicante que poca ayuda y mucho desprecio nos granjeará. Pero ahondemos un poco la cuestión. Las causas de la pobreza son individuales o sociales, aplicado a las personas, eso significa que la pobreza es la consecuencia del vicio o del infortunio. Tratándose de pueblos enteros debemos reconocer causas nacionales y causas internacionales. He aquí unos ejemplos: En un adulto la pobreza puede ser motivo por la enfermedad ¡, la vejez, el paro; pero también por el alcoholismo, la pereza o la inclinación a la mendicidad. Es un menor poblado orfandad, la falta de instrucción, las condiciones del hogar; pero también por la inclinación a la delincuencia, la holgazanería y la mala cabeza. En un pueblo, la miseria puede provenir de la explotación que hace de él una potencia colonial pero también de su capacidad o su indolencia. ¿Cuál es la verdadera causa de la pobreza de Costa Rica? Pura y simplemente el que no ha empezado a trabajar seriamente en su propio desarrollo económico por falta de estadísticas en el campo político y de empresario en el campo económico. Nuestros políticos fueron un tiempo filósofos de la democracia. Últimamente se han metido a empresarios y reformadores pero con muy poca fortuna, a pesar del crédito bancario ilimitado del que han usado y abusado alguno de ellos, y de


asesoramiento internacional. Nuestra política se ha orientado hacia lo burocrático y lo social; ha recargado a las empresas. Garantías sociales, seguro social, salario mínimo, vacaciones, aguinaldos, preaviso y cesantía, y ahora se pretende inamovilidad sindical. Esto se ha elevado considerablemente el costo de producción. Como por otro lado a ninguno de los prohombres de la política en materia económica se le ha ocurrido nada mejor que aumentar la producción de café, la situación internacional de Costa Rica se ha deteriorado notablemente. Más café a mayor costo de producción y a menor costo de venta. He aquí la hazaña económica de los reformadores políticos del país. El partido liberación nacional, se ufana de haber logrado esos resultados y alguno de sus santos grandes son grandes terratenientes de fincas de café. Si la imaginación no les dio para más. Café producía Costa Rica cuando llegaron al poder y café tenía que seguir produciendo. Si esos señores hubieran llegado a los Estado Unidos con los peregrinos del Meyflower, se hubieran dedicado a criado de bisontes. Con la nueva ministración de este partido no parecen mejorar las cosas. Sigue la falta de imaginación. En materia hacendaria no han hallado nada mejor de impuesto a la cerveza, los refrescos, los cigarrillos y la gasolina. Valiente novedad. Cómo puede pretender persona alguna que Costa Rica salga de su pobreza, si habiendo sido un país productor de café a bajo costo y alto precio o falta de ella de últimos gobiernos, un país productor de café a alto costo y bajo precio. La política económica tiene que cambiar radicalmente. Necesitamos una Revolución Económica que transforme al país. Costa Rica tiene que dejar de ser una gran finca de café ineficiente gobernada por demagogos y quienes interesados en importar cargas sociales y sindicalismo de pelea y quienes para disimula su fracaso le echan la culpa de nuestra pobreza al desequilibrio del comercio internacional. Ese desequilibrio lo han causado ellos. Son muy lindos los tulipanes holandeses, muy dulces los melocotones que cultiva Ben Gurión en el desierto, pero ni Holanda ni Israel serían pequeñas potencias financieras si se hubieran limitado a exportar tulipanes y melocotones. En Suiza se hace muy buen queso y muy buenos vinos se elaboran en las riberas del Rín, pero no ha sido con queso que Suiza se transformó en banquera del mundo ni con vino que Alemania conquistó nuestros mercados. El reloj en mi muñeca, el Volkswagen frente a la puerta de mi casa, hablan de la capacidad industrial de esos países. Mi capa, compañera inseparable en estos meses de lluvia dice “made in Israel”. El dictáfono que uso tiene letrero donde se lee “Phillips made in Holland”. He aquí cuatro botones de muestra que


demuestran por qué Costa Rica tiene déficit en su comercio internacional. Más lo tendrán si sigue sembrando café barato de producción cara. Lo que hay que cambiar no es la teoría del comercio internacional sino nuestras prácticas comerciales, nuestra técnica agrícola, nuestra capacidad industrial. El desequilibrio del comercio internacional no es la causa sino reflejo de nuestra pobreza. Lo que hay que cambiar no es el espejo sino la cara. Echarle la culpa a la teoría del comercio internacional y a los Estados Unidos de que los ticos sigamos sembrando café compitiendo con negros salvajes del África que no tienen cargas sociales, es una manera de olvidarnos del problema y dejar que nos devore. También los daneses tuvieron su problema no con el café sino co el trigo base de su economía, cuando el trigo barato de Canadá y los Estados Unidos inundaron los mercados de Europa. ¿Qué hicieron: pedirle a las potencias una nueva teoría del comercio internacional? No. Se hicieron ganadores. No tenían capitales para la transformación. Fundaron cooperativas. Ese es el ejemplo, sigámoslo. Los costarricenses tenemos que reformar por su base nuestra economía. Lo primero es despejar el terreno desterrando del poder a los políticos importadores de cargas y conflictos. Necesitamos elaborar y aplicar nuestras propias soluciones. Tenemos que racionalizar la agricultura para competir internacionalmente. Tenemos que industrializarnos y eso sólo lo podemos hacer conforme progrese la técnica agrícola que reduzca el número de agricultores al aumentar productividad. Para ambas cosas necesitamos capital. Ahorrémoslo. Alegan algunos que un país pobre no puede ahorrar. Costa Rica no es un país pobre en ese sentido. Lo tienen pobre a fuerza de presupuestos públicos exorbitantes para mantener burocracias innecesarias. Si el producto de los impuestos excesivos que soporta el costarricense se destinara al a formación de capitales de trabajo para desarrollar empresas, en vez de engordar burocracias, Costa Rica dejarla muy pronto de ser pobre. En ocasiones anteriores he expuesto cuadros reveladores de cómo crece lentamente la renta nacional y rápidamente el presupuesto público. Eso es lo que nos tiene en esta pobreza, no la teoría del comercio internacional. Pero volvamos a esa teoría. La teoría en el sentido que le da la ciencia es la explicación racional de un fenómeno, mediante la enunciación de los diferentes principios y leyes que lo rigen. La teoría del comercio internacional explica los hechos del comercio internacional. Ese comercio está basado en la división internacional del trabajo, es decir en la especialización regional de acuerdo con la ventaja mayor o desventaja menor relativas en la producción calculada conforme a los costos comparativos.


Teóricamente conduce a la paridad del poder de compras de todas las monedas. En la práctica, las restricciones legislativas al libre comercio y la falta de movilidad de los factores de la producción son a menudo más poderosas que los costos comparativos y los resultados del comercio internacional no corresponden a la teoría. Eso sucede no sólo en el campo del intermedio internacional sino en todos los campos. Por ejemplo, Roberto Malthus explicaba que la población espontáneamente se donaba cada 25 años porque crecía en progresión geométrica mientras los alimentos sólo aumentaban en progresión aritmética. Explicaba que existía ciertos frenos artificiales naturales al crecimiento demográfico, a saber, la guerra, el vicio, el hambre y las enfermedades. Pues bien, en la practica en muchas naciones los frenos han resultado más eficaces que la natural fecundidad de la raza y la población en vez de aumentar ha disminuido. Resumiendo podría comprenderse en el solo término de “proteccionismo” el conjunto de medidas legislativas y gubernamentales que contrarían los efectos del libro cambio internacional de mercancías y servicios y las ventajas naturales que de él se derivan para la humanidad. El proteccionismo tiende a beneficiar a una nación a expensas de las demás naciones. Lo que es peor beneficia a un sector de la población en perjuicio del resto del país y del resto de la humanidad. Esa protección puede ser muy necesaria, porque implica un sacrificio temporal a cambio de un beneficio permanente. Lo que frustra el proteccionismo son las represalias. Si cada país adopta una política proteccionista, los efectos se anulan. Por ejemplo: Costa Rica, digamos, protege el azúcar imponiendo un arancel elevado a la importación de ese artículo. Eso permite a la agricultura e industria de la caña vender al consumidor el azúcar a un precio más alto que el del producto importado. La agricultura y la industria de la caña prosperan. Pero los países productores de azúcar que vendían en Costa Rica antes de la protección toman represalias y elevan los derechos de aduana sobre el café para proteger su propia agricultura e industria cafeteras. Entonces ya no podemos los costarricenses exportar café a esos países. Lo que ganamos con el azúcar lo perdemos con el café. Los ejemplos podrán multiplicarse. Claro está que si pudiéramos venderle caro a todo el mundo y comprarle barato, si pudiéramos proteger nuestras industrias y nuestra agricultura sin represalias, llegaríamos a ser más ricos que Creso. Pero eso es imposible. La política y cualquier política deben basarse en las leyes naturales. La primera de las leyes naturales es la biológica de la supervivencia del más apto. En el campo del intercambio internacional lo único que a la larga nos salvará es la eficiencia de nuestros métodos de producción, la calidad de nuestros productos, la capacidad de nuestros técnicos y operarios.


Pero si insistimos n exportar artículos que se producen mejores o por lo menos más baratos en otras latitudes, no habrá convenio internacional ni generosidad de grandes potencias que nos salven. A los sumo podremos sobrevivir por condescendencia de los Estados Unidos u otra nación industrial, el tiempo que permitan. Así le pasó a Cuba cuando su economía dependía del precio artificial que le pagaban a los Estados Unidos por razones que es mejor no analizar. Un buen día se acabó ese negocio ficticio y se hundió la economía de la perla antillana, o se hundirá cuando le quiten las joyas soviéticas. A menos, desde luego, que logren reestructurar su economía sobre bases firmes y autónomas. No quiero decir que no se pueda y aun se deba adoptar políticas económicas en el ámbito nacional e internacional. Todo lo contario. Pero esa política debe basarse en leyes naturales. Veamos un caso real. Mahoma quería que aumentaran sus discípulos. Acordó que todo varón pudiera tener cuatro mujeres. Si hubiera acordado que toda mujer pudiera tener cuatro maridos, no habría logrado aumentar el número de sus discípulos. Es una ley natural. En Costa Rica queremos industrialización. La industrialización requiere mejoras en la técnica agrícola y capitalización. La capitalización es hija del ahorro. Pero los estadistas importadores de cargas y conflictos que nos han regido y siguen rigiendo, fomentan el cultivo del café del que hay superproducción en el mundo, aumentan las cargas sociales y los costos de producción, desaniman el ahorro con medidas inflacionarias y con estímulos al consumo improductivo, imponen por medio de impuestos agobiadores una capitalización estatal para extender la burocracia. Tanta posibilidad hay de que el país se industrialice y de que aumente la producción de esta manera como de que caiga maná del cielo. Costarricenses, los obligados a levantar la economía de Costa Rica no son los norteamericanos ni los europeos sino los ticos. A la obra, pues, preparamos la Revolución Económica. Cerremos el paso de los demagogos, de los agitadores y de los ineptos. Nuestro lema debe ser la capitalización universal. Cuando todo costarricense se convierta en un productor de capital, estarán listas las herramientas económicas que necesita el país para emular a Holanda, a Suiza, a Israel, países ni más grandes ni más ricos originalmente que Costa Rica. Aceptamos como verdad irrebatible que la pobreza de Costa rica es culpa nuestra y no ajena. Pueblos en condiciones de suelo, de clima, de raza, de historia, más desfavorables que las nuestras han salido de la pobreza originaria y levantado poderíos económicos que son otros tantos testimonios de lo que puede la voluntad humana cuando la inspiran grandes ejemplos y la estimulan nobles aspiraciones. El error nacional, error que tiene las dimensiones de un suicidio colectivo, es


el haberse dejado fascinar por loas predicas de los dirigentes políticos de los últimos años, hombres quizá bien intencionados y patriotas a pesar de debilidades humanas, pero capacidad o imaginación suficientes para la tarea formidable que dignifica la reforma del régimen económico-social de Costa rica. No ha podido hacer otra cosa que importar ideologías mal adaptadas a nuestro ambiente y crear burocracias muy costosas que nos tienen al borde de la ruina. Costa Rica tiene que labrar su propia grandeza y para ello no necesita sino que sus hijos se inflamen del ardor revolucionario y exijan de sus dirigentes políticos planteamientos muy superiores a.

15 Costarricenses: Basándose en la comparación de sus riquezas, las naciones han sido calificadas en varios grupos por los economistas-estadísticos. En un tiempo fue popular la clasificación de Wagemann, Profesor de la Universidad de Berlín, quien es esa época en que no existía el muro de la vergüenza era Presidente de la Oficina Central de Estadística del Reich Alemán y Director del Instituto para la Investigación de la Coyuntura. Wagemann dividía el mundo en países supercapitalistas, semicapitalistas, neocapitalistas y acapitalistas. Supercapitalistas eran Europa, excluyendo Rusia, los Estados Unidos de América y el Japón. Semicapitalistas, Rusia y el Asia. Neocapitalistas, Centro y Sudamérica, Australia, Nueva Zelanda, África del Sur y Canadá. Acapitalistas, el Congo, el África occidental francesa, el Sudán, Irak y Nigeria. Hoy día se habla más en términos de desarrollo económico y se ha generalizado una clasificación simple que divide el globo en dos secciones, la de los países desarrollados y la de los países subdesarrollados o en desarrollo. A grandes rasgos se consideran desarrollados los mismos países que Wagemann llamaba supercapitalistas y subdesarrollados todos los demás. Costa Rica, pues, un país neocapitalista subdesarrollado. Sus características económicas son: mucha tierra, poco capital y poca población. En el término capital deben incluirse los recursos materiales tecnológicos, es decir, el equipo y el conocimiento. Más importante que la clasificación puramente descriptiva de los países en ricos y pobres, pues a eso se reduce toda la terminología anterior, es la observación bastante generalizada de que los países ricos se hacen cada día más ricos y los países pobres cada día más pobres en términos comparativos.


Muchas explicaciones y no pocos remedios a esa situación no sólo deplorable sino preñada de amenazas, han sido expuestos y propuestos. En discursos anteriores he analizado y criticado algunas posiciones adoptadas por hombres públicos costarricenses y latinoamericanos. Quiero ahora precisar mis recomendaciones a los costarricenses y centroamericanos, para que con tesis definidas y enérgicas entren a ese concurso de opiniones, pues no cabe duda de que hay necesidad urgente de encontrar una respuesta y el país que la dé certera y factible se cubrirá de gloria y de riqueza. Ponedme atención conciudadanos, en ello nos va la vida económica. Antes de que el capitalismo empezara a dar señales de expansión en el mundo, a principios del siglo XVI, el comercio internacional era prácticamente inexistente. Los grandes navegantes encontraron el camino. Colón el de las Indias Occidentales, Vasco de Gama el de las Indias Orientales. El primero fue Gran Almirante, el segundo Virrey. Había nacido el comercio internacional moderno. Pronto se organizaron las compañías de las Indias, la portuguesa, la holandesa, la inglesa, la francesa. Los reyes daban cartas-patentes y concesiones a los comerciantes. Esas patentes incluían frecuentemente el derecho de tener flotas y levantar fuerzas armadas. E comercio internacional tenía una base típicamente imperialista y colonial. Las factorías europeas en el Asia gozaban de extraterritorialidad. Los cónsules ingleses poco se diferenciaban de los procónsules romanos. El comercio imperialista hizo grandes inversiones en los países coloniales que incluían toda el África y la Oceanía, el continente entero americano y sus islas adyacentes, las zonas de influencia en China y el Asia Menor, el subcontinente de la India y las islas y penínsulas del sureste de Asia. Capitales realmente fabulosos para la época –la compañía holandesa de la India fundada en 1602, tenía fondos registrados por 540,000 libras esterlinas— reunieron para financiar el desarrollo de los establecimientos europeos de ultramar. Ese desarrollo era una empresa político-financiera, en la que los pueblos coloniales no contaban para nada. A los sumo se hacían arreglos entre las compañías imperialistas y los príncipes locales. Pasaron los años, las décadas, los siglos. Los pueblos americanos se independizaron en el Norte y en el Sur de sus metrópolis europeas. Los Estados Unidos de colonia se convirtieron en imperio. Las repúblicas latinoamericanas empezaron el largo aprendizaje de la democracia y su historia está llena de dictaduras sangrientas. El capital internacional siguió fluyendo hacia las regiones subdesarrolladas, colonias, zonas de influencia y repúblicas nacientes. Los mismos o parecidos métodos: contratos leoninos, entendimientos con príncipes y dictadores,


concesiones onerosas para la economía local, discriminación social y laboral en los establecimientos, factorías y plantaciones. Pero aun a ese precio exorbitante, el capital y la tecnología de los países avanzados eran puestos al servicio de las naciones subdesarrolladas del mundo. Minas, ferrocarriles, canales, represas, muelles carreteras fueron apareciendo en las vastedades tórridas y subtropicales del planeta. Hoy es corriente de capital y tecnología del centro hacia la periferia del mundo económico parece haberse interrumpido. Las causas aparentes son varias y complejas. Pero pueden destacarse algunos hechos y circunstancias sobresalientes que permiten formar criterio con algún margen de aproximación. Las potencias socialistas han lanzado contra las potencias capitalistas el cargo de explotadores de los pueblos subdesarrollados. Muchas naciones coloniales han cobrado su independencia. Un movimiento mundial de nacionalismo orgulloso y agresivo se ha extendido rápidamente y es alentado por la rivalidad de los imperios capitalistas y socialistas que han creado dos mundos en el mundo. Una ola de nacionalizaciones, exportaciones y confiscaciones ha sembrado el pánico entre los inversionistas internacionales y causado una contracción casi total de operaciones. Odio y desprecio recíprocos matizan las relaciones entre ricas y pobres. Hay temor, inseguridad y desconfianza. Las naciones industriales buscan la autonomía económica sustituyendo con productos sintéticos muchas de las materias primas de que se abastecían en las naciones subdesarrolladas. Resultado de todo ello y otras causas adicionales que sería prolijo analizar , es el fenómeno constatado y denunciado de la creciente pobreza de los “países pobres” y la creciente riqueza de los “países ricos”. Hay que encontrar urgentemente el medio de hacer fluir nuevamente el capital y la tecnología desde los centros mundiales hacia nuestros países. Hay que desterrar el odio y la desconfianza. Naturalmente, la madurez política de nuestros pueblos no permite que la afluencia de capitales y técnicos se verifique en las condiciones humillantes e inicuas en que se llevó a cabo en otras épocas, cuando para una compañía extranjera en Centro América era más barato comprar un diputado que una mula. Necesitamos instrumentos jurídico-económicos adaptados a realidad político-cultural del día. Los solidaristas hemos venido experimentando en ese campo económicosocial durante casi tres lustros y estamos listos para someter a la consideración de los costarricenses y de los centroamericanos q quienes hoy nos une un tratado de integración y de libre comercio, algunas soluciones fácilmente realizables cuando


se asimilado la filosofía social de las inspira. La solución propuesta consta de varios principios y ciertas instituciones que paso a analizar. Entre los principios que rigen la nueva concepción del desarrollo económico a través de la afluencia de capital t tecnología extranjeros, están los siguientes: Uno. Control nacional administrativo de las empresas. Las empresas que se funden para desarrollar la economía costarricense y centroamericana con ayuda del capital extranjero deberán ser poseídas en un 51% por nacionales y el 49% podrá pertenecer al capital extranjero. Así se asegura que en todo momento los costarricenses tendrán la mayoría necesaria para tomar las decisiones administrativas en defensa de la economía nacional que las circunstancias demanden. Dos. Propiedad popular de los negocios. No debe permititse la concentración en pocas manos de la propiedad de las empresas. Es demasiado negra la historia de los magnates criollos asociados o vendidos a los potentados extranjeros, en la mayoría de nuestras repúblicas latinoamericanas y en todos los países subdesarrollados del mundo, para permitir que tal situación pueda repetirse. Las acciones de las compañías que se formen deben pertenecer al mayor número posible de ciudadanos. El desarrollo económico de nuestros países no interesa si sólo ha de beneficiar a unos cuantos privilegiados. Si permitimos que sean los millonarios quienes organicen con ayuda de capital extranjero las nuevas empresas, el resultado será hacer más ricos a los ricos y más pobres a los pobres. El ideal sería que este tipo de empresas perteneciera igualmente a todos los ciudadanos, mediante un sistema de capitalización universal, a través de un Banco Popular de Desarrollo del que hablaremos después. Tres. Garantía de la inversión extranjera contra la expropiación política. El temor muy justificado de la expropiación sin indemnización justa ni necesidad aparente es uno de los motivos que más que muchos otros ha retraído al capital internacional de nuevas inversiones en nuestros países en desarrollo. La participación popular mayoritaria nacional en el capital de la empresa es la mejor garantía contra este peligro. No se puede invocar el interés nacional para expropiar una empresa que pertenece en un 51% al pueblo costarricense. Pero además es conveniente que disposiciones constitucionales y legales reafirmen esta garantía y otorguen plena seguridad al respecto. Teóricamente es inconcebible que una expropiación inconveniente pudiera ocurrir, puesto que el pueblo que ejerce la soberanía política a través de sus representantes populares jamás respaldaría una media que iría contra sus propios intereses económicos privados. De aquí se deduce un cuarto principio. Cuatro. Carácter privado de las empresas. Las empresas de desarrollo económico han de ser forzosamente


sociedades anónimas particulares. Nada tienen que hacer en ellas el Estado ni sus funcionarios. El cáncer de la burocracia no debe penetrar en sus entrañas. Cinco. Seguridad contra la intervención estatal. El estado no debe participar no como propietario ni como interventor en los negocios. Las regulaciones necesarias al orden público serán hechas por medio de leyes generales en acatamiento a las mejores normas de la ciencia política y del ordenamiento jurídico. Cinco. Protección contra el sentimiento anti-extranjero. Las compañías extranjeras suelen ser blanco de las manifestaciones violentas del sentimiento anti-extranjero, atizado por intereses extremistas disfrazados de patriotismo. La propiedad mayoritaria nacional de las acciones elimina la posibilidad de compañas de esta índole. Seis. Reconciliación de los conceptos de propiedad pública y propiedad privada de los negocios. Existe como consecuencia de 100 años de propaganda socialista la creencia arraigada en muchas mentes de que la propiedad privada es una institución incompatible con el interés del mayor número y como paso previo al advenimiento de un tipo superior de humanidad, debe desaparecer. Así se ha acentuado la tendencia a traspasar al estado la propiedad de ciertas industrias y servicios básicos en la economía de una nación, tales como electricidad, transportes, banca. Esto es un error garrafal. El mal no está en que la propiedad sea pública o particular, sino en que la propiedad sea de muchos o de pocos. Naturalmente cuando la banca de un país pertenece a cuatro familias poderosas, el pueblo está en servidumbre económica. Pero si la banca pertenece al estado y la administra el partido gobernante de turno, dominado por una pequeña oligarquía política, el resultado es el mismo y aun peor porque los políticos son más poderosos y más irresponsables que los capitalistas particulares. Lo importante es que la banca pertenezca al mayor número de ciudadanos. Sólo así se puede realmente afirmar que pertenece a la nación. Cuando a mi por el Ministerio de Economía y Hacienda en 1948 ideé la nacionalización bancaria y por decreto de la Junta de Gobierno los bancos particulares fueron traspasados al Estado, dio el país un primer paso hacia la nacionalización auténtica. Pero el alejarme del gobierno la obra quedó sin terminar. En manos del estado, vale decir del gobierno, la banca sirvió para financiar de preferencia no a los amigos y parientes de las viejas oligarquías familiares como en el pasado, sino a los paniaguados del régimen. Sí se observa una diferencia: que los viejos oligarcas por lo menos hacían buenos negocios y aunque desiguales las fortunas se creaban fortunas; mientras que los políticos que aspiraban a rápidas fortunas a base de créditos fáciles no han hecho en muchos


casos otra cosa que llenarse de deudas. Esto tiene un remedio simple: convertir a los bancos nacionalizadas en sociedades anónimas y distribuir las acciones entre el mayor número posible de ciudadanos, mediante un plan financiero de capitalización popular fácilmente realizable. Lo que digo de los bancos es aplicable a todas la demás instituciones autónomas de tipo financiero, industrial o comercial. Así dejarían de ser paraísos burocráticos y se convertirían en negocios productivos que pagarían buenos dividendos a sus propietarios, los costarricenses; pero no sólo los afortunados descendientes de las familias privilegiadas, sino todos los costarricenses. Y de esta manera se supera la polémica estéril entre los partidarios de la propiedad pública y la propiedad privada de los negocios, que pasaría a la historia como a la historia pasaron las controversias escolásticas sobre el sexo de los ángeles. Para la aplicación de estos principios que dejó así enunciados, se requiere indispensablemente una reforma constitucional y una legislación complementaria que introduzca en nuestro régimen jurídico las garantías económicas. Hay que crear también un Banco Popular de Desarrollo Económico para captar el ahorro popular que sería obligatorio, como obligatoria es hoy la enseñanza primaria. Estas leyes y estas instituciones no tienen ninguna complicación técnica. Es cuestión de voluntad popular de tenerlas. Costarricenses, solo hay un movimiento social y un partido político que luchan por estas mejoras: el movimiento y el partido solidarita. Costarricenses, la vida cara y los altos impuestos son signo de decadencia. No estamos arruinando, a consecuencia de la equivocada política económica de los gobiernos. El Plan Borbón y el Plan Hess y los planes que vendrán van a acabar con la economía costarricense. Porque seguir pagando tributo fetichista a las políticas que frutos tan amargos nos han dado. Hace falta un cambio, una revolución, un nuevo rumbo. Ya hemos engordado demasiados políticos y demasiados burócratas. A ver si ahora engordamos al pueblo. El capital financiero internacional está dispuesto a venir a ayudarnos en la tarea. Ya no vendrá como antes con botas y espuelas y el látigo en la mano. Ya no vendrá a mandar sino a servir, a cooperar. Pero debemos barrer la casa y ordenarla para recibirlo. Debemos crear los instrumentos económicos de captación de ese capital. Debemos preparar nuestro aporte para ser socios dignos y fuertes. Necesitamos las garantías económicas y la capitalización universal; necesitamos la propiedad popular directa de la banca y las instituciones autónomas. Necesitamos modernizarnos, dejar la volanta como dicen algunos solidaristas. Para lograr todo esto es indispensable liberarnos de la férula de los viejos


políticos, a quienes la República debe enviar para sus casas –coronados de rosas si fuera el caso, como sugería Platón hacer con los poetas – para abrir paso a los hombres nuevos de ideas nuevas.

16 Costarricenses: Para un hombre pobre la comida constituye su principal reglón de gastos. El jornalero literalmente trabaja para comer. Su presupuesto casi no le alcanza pata otra cosa. Pero conforme aumenta el ingreso del trabajador, la proporción de sus entradas que destina a la alimentación va disminuyendo. Usando cifras, y sin pretender ser muy exacto, podría afirmarse que el hombre que gana cincuenta colones por semana gasta en comida cuarenta, el que gana quinientos gasta trescientos que es el 60%, el que gana mil, quinientos que es la mitad y el que gana cinco mil, mil doscientos cincuenta que es la cuarta parte. El afortunado que gana cuarenta mil mensuales por mucho que coma gastará en comida cuatro mil colones que es el diez por ciento. Salvo que como Cleopatra trague perlas orientales como algunos millonarios fachendosos encienda los puros después del café con billetes de cien dólares. Pero eso ya no es comida sino extravagancia. Del mismo modos con se puede medir la pobreza de u hombre por la proporción de sus ingresos que gaste en comida así también se puede medir la pobreza de un país por la proporción de su renta nacional que proviene de la agricultura. En efecto de la agricultura sacamos la alimentación. Costa Rica es un país de agricultores, por eso es un país pobre. El ingreso promedio del costarricense es diez veces menor que el ingreso promedio del norteamericano. ¿Por qué? Porque la proporción de los trabajadores dedicados a labores agrícolas en Costa Rica es aproximadamente diez veces mayor que en los Estados Unidos. Los políticos oportunistas que sólo se preocupan por el rendimiento en votos de sus medidas económicas, han venido haciendo un cálculo simplista. Si Costa Rica es un país de agricultores, para recoger votos hay que proteger la agricultura. Esto traducido a térmico económicos significa: si Costa Rica es un país de pobres,


para coger votos hay que proteger la pobreza. La consecuencia es que seguimos siendo agricultores y seguimos siendo pobres. Como la pobreza se va tornado aguda, nuestros estadistas-agricultores ya no aguantan el aguijón y están lanzando clamores cada vez más estridentes por un alza de los precios internacionales de los productos agrícolas que constituyen la base de la economía costarricense. Es decir, nuestros políticos quieren que sigamos siendo agricultores y pobres, eternamente pobres y agricultores. El pueblo debe abrir los ojos, observar lo que pasa, darse cuenta de la total incompetencia de los hombres que nos han gobernado con ignorancia pasmosa de las realidades económicas y exigir un cambio radical. Lo que Costa Rica necesita no son muchos agricultores pobres, sino pocos agricultores ricos. El sobrante debe pasar a la industria y a los servicios productivos. Digo productivos, porque la causa de nuestra pobreza no es solamente que somos excesivamente agricultores, sino que lo poco que de la fuerza de trabajo se logra desplazar del campo a la cuidad, no se traslada a la producción si no a la burocracia. Costa Rica, país de agricultores y empleados públicos. Eso significa: Costa Rica país pobre. Lo que ocurre en Costa Rica no es un fenómeno extraño y desconocido. Todo lo contrario, es lo más corriente en los desdichados países mal gobernados, que son lo más. Afortunadamente hay unos pocos económicos, en pocos años, han salido de la agricultura de subsistencia y de la burocracia parasitaria y alcanzando elevados niveles de desarrollo económico, fecundo en bienes materiales y espirituales. Alemania y Japón son dos casos extraordinarios. Sin intentar tomarlos como modelos para copiar servilmente sus realizaciones, lo que sería imposible y además tonto, quiero comentar algunos aspectos que pueden servirnos de pauta y también de inspiración. El más superficial conocimiento de la historia de Alemania nos enseña que esa región de Europa, antes de 1871, cuando se constituyó la unidad del imperio alemán, no era realmente una nación, sino un abigarrado conjunto de 1800 estados, de los cuales sólo 350 tenían una extensión apreciable y sólo un centenar tienen historia. Pues bien las mismas corrientes nacionales unitarias que pusieron fin a la anarquís política milenaria buscando la grandeza de Alemania, pusieron término también al estancamiento económico inmemorial. No fueron necesarios siglos sino décadas para realizar esa transformación maravillosa. Alemania dijo el Dr. Krengel de Berlín, en el Seminario para el Fomento de Pequeñas y Medianas Empresas


Industriales y Artesanales en Centro América, celebrado del 29 de abril al 2 de junio de 1692, “Alemania necesitó para transformarse en un país desarrollado, 50 años, de 1850 a 1900”. Y agrega el Dr. Krengel. “Los países jóvenes en proceso de despliegue económico tienen hoy la oportunidad de recorrer más rápidamente esta etapa” El surgimiento económico y político de Alemania en Europa y en el mundo, en medio siglo, es uno de los sucesos más espectaculares de la historia moderna. Demuestra todo lo que puede un pueblo, desembrado y pobre, cuando lo anima una voluntad de superación nacional. Si se examina de cerca el fenómeno, comprendemos que simplemente se debe a cualidades de orden, disciplina, laboriosidad, ahorro, inventiva y constancia de ese pueblo y de ninguna manera a condiciones de raza superior como quiso establecerlo la locura suicida de los nazis. Ni es tampoco un caso único en la historia que por su misma singularidad desafía toda imitación. No. Basta para entender que no es así, volver los ojos a otra región distante de Europa, de cultura, tradición y ambiente natural totalmente diferente, y que sin embargo duplicó la hazaña en el mismo o más corto tiempo. Se trata del Japón, Imperio teocrático cerrado a todo comercio con el mundo exterior, cuya influencia sobre el Occidente se limitaba a unas cuantas leyendas y relatos misteriosos de viajeros. A partir del años 1853 en que el Comodoro norteamericano Perry abrió a cañonazos las puertas del Japón al comercio internacional, empezó la trasformación ultra-rápida de ese pueblo, esencialmente agrícola y por ende pobre, en una potencia industrial y financiera de primer orden. El régimen feudal fue abolido en 1871; al año siguiente se empezaba la construcción de ferrocarriles y se iban adoptando una tras otra las principales manifestaciones de la civilización occidental, entre otras el calendario gregoriano. Esa pujanza económica del Japón, debida a su industrialización supersónica, le permitió revoluciones internas y derrotas militares internacionales tan aplastantes como la que sufrió durante la 2da guerra mundial cuando en dos de sus ciudades se realizó el horrible experimento de la bomba atómica. Hay un paralelismo impresionante entre el desarrollo económico del Japón y el de Alemania, verificando prácticamente en los mismos años, la segunda mitad del siglo XVIIII y con resultados muy semejantes. La durísima lección de la 2da guerra mundial significó para esos pueblos parece haber curado a sus clases dirigentes del atavismo belicoso de que padecían. Hoy ambos pueblos viven dedicados a desarrollar pacíficamente a sus economías y el éxito logrado pertenece a los sucesos memorables de la humanidad. Las cifras japonesas son más espectaculares que las alemanas. El Japón de los últimos ochos años ha establecido la tasa de crecimiento más elevada del


mundo tanto en producción como en exportaciones (21.7% de aumento en producción de 1953 a 1961, 23.2% de aumento en exportaciones). Para apreciar la enormidad de ese desarrollo compárese con la tasa de crecimiento de Inglaterra en esas líneas en el mismo periodo 25% de aumento en producción y 42% en exportaciones. En un país con una actividad económica de esa talla no puede haber pobreza ni desempleo. Actualmente los egresados de los legios, entre 15 y 18 años de edad, encuentran ofrecimientos de empleo en número 2 y 3 veces menor que el de las solicitudes. Aquí Costa Rica para cada empleo hay 40 solicitantes. Pero Costa Rica sigue siendo un país agrícola –como lo era el Japón hace cien años—y la mejor esperanza que nos dan nuestros políticos es la de que los Estados Unidos se apiaden de nuestras lamentaciones y nos suban el precio del café o por lo menos lo estabilicen. Y eso a pesar de dos guerras mundiales desastrosas para Alemania y una catastrófica para el Japón. Pues bien, sirven esos ejemplos si no para imitarlos en que no es realizable en Costa Rica, país demasiado pequeño y escaso de población y de circunstancias totalmente diferentes, sí por lo menos para inspirarnos en las virtudes, la laboriosidad y la energía de esos pueblos y poniendo en juego con empecinamiento ibérico, esas mismas cualidades que atesora nuestra población, dedicarnos a desterrar la pobreza del suelo costarricense. Muchos se han especulado sobre la pobreza y sus causas. En correspondiente al 20 de agosto de este año, el profesor norteamericano John K. Galbraith se pregunta ¿Por qué existe la pobreza? Se da a si mismo estas contestaciones El pueblo es pobre porque asó lo prefiere, o porque el país es naturalmente pobre o porque hay explotación de clases, o por insuficiencia de capital, o por exceso de población, o por mala política económica, o por causa de ignorancia. Estas especulaciones a nada conducen. Lo importante no es filosofar de por qué existe la pobreza, sino hacerla desaparecer. Precisamente para hacerla desaparecer, se me dirá, hay que conocer sus causas. Eso sería el ideal. Si tuviéramos un conocimiento perfecto de la causa de los males que nos afligen, pobreza, enfermedades, sufrimientos, podríamos fácilmente eliminarlos. Pero las causas son múltiples, complejas y misteriosas y nuestro cerebro no tiene capacidad para entenderlas en toda su profundidad. A falta de ese imposible conocimiento y tratándose de la pobreza hay una forma práctica de eliminarla que no ofrece dificultades de ese tipo gnoseológico. Para acabar con las tinieblas no es necesario penetrar en el misterio de sus causas, basta encender una luz. De la misma manera para cavar con la pobreza que es ausencia de


riqueza, como las tinieblas son ausencia de luz, basta con producir riqueza. Galbraith, profesor de economía, diplomático y filósofo puede seguir especulando sobre las causas de la pobreza para llegar a la conclusión, como Sócrates, de que sólo sabe que no sabe. Mientas tanto sin tanta filosofía, los obreros afiliados a los planes solidaristas de ahorro está acabando con la pobreza. Para acabar con la pobreza –esta es una verdad de Perogrullo—hay que crear riqueza. El hombre es rico cuando después de llenar sus necesidades primarias de alimento, ropa y vivienda, aun tiene recursos para las necesidades llamadas secundarias que no tienen más límite que la imaginación. Las necesidades de alimento las satisface la agricultura, pero las otras sólo las pueden satisfacer la industria y los servicios productivos. No preguntemos, entonces, cómo acabar con la pobreza, sino cómo industrializarnos y cómo desarrollar servicios productivos. Seguimos con los lugares comunes. ¿Qué necesita la industria para establecerse y desarrollarse? Capital y tecnología. Esto significa, instrumentos de trabajo, equipos de producción y conocimientos para emplearlos productivamente. De nada serviría el capital sin el conocimiento. Por eso la ayuda técnica se considera el paso previo indispensable para la ayuda financiera. Pues bien, los costarricenses podemos y debemos poner mano a la obra de acumular conocimientos y capitales. Para lograrlo no existe más que el viejo procedimiento del estudio y el ahorro. De afuera vendrá la ayuda. Vendrán los capitales y los técnicos a completar nuestra obra. A completarla, digo, no a suplirla. Formemos, pues, obreros calificados y ahorrantes. No más se necesita para la grandeza económica futura. ¿Qué nos impide hacerlo? La maldita política demagógica de la actual generación de dirigentes de la opinión pública. La equivocada política social que es como la morfina para el enfermo. Le alivia el dolor pero no lo cura y más bien tiende a agravarlo si se le aplica con exceso. ¿Dónde se ha visto que en un país sin industrias, con agricultura primitiva, sin artesanía, donde lo único fuerte y organizado es la burocracia, se hable de fuero sindical como recompensa política por el dudoso aporte electoral que algunos dirigentes laborales prestaron al partido que hoy gobierna? ¿Dónde se ha visto que en un país que carece de iniciativa industrial, donde los empresarios son aves raras, se debilite aun más el carácter del individuo pretendiendo quitarle sus ahorros para que los administre el seguro social o algún otro organismo burocrático? Pues tal es un proyecto que como un espanto circula en las sombras de la clandestinidad entre miembros prominentes


del partido gobernante y del cual se habla de vez en cuando para asustar a los ahorrantes. ¿Dónde se ha visto que en un país donde el ingreso promedio por persona anda alrededor de 35 colones por semana, lo que revela falta de equipo para elevar la productividad del trabajo, en vez de crear el ahorro obligatorio para asegurar la capitalización, se decrete el aguinaldo obligatorio para aumentar el gasto improductivo? Ya he señalado en intervenciones anteriores la tendencia fatal de nuestra economía hacia el aumento del presupuesto público a un ritmo mucho más rápido que el aumento de la renta nacional. La política de los gobernantes de los últimos años ha acentuado esa tendencia funesta. Costarricenses, necesitamos desterrar de nuestra patria la pobreza y la crisis. Tenemos que volver la espalda a los políticos que en este estado de anemia económica en que nos encontramos en lugar de un reconstituyente de capitalización para desarrollar nuevas empresas productivas, nos dan como remedio el sinapismo de nuevos impuestos para mantener más burocracia. Costarricenses, necesitamos desarrollar la economía nacional. Tenemos que industrializarnos a corto plazo. Es posible hacerlo si seguimos el ejemplo de otros laboriosos e inteligentes. Necesitamos a todos los trabajadores y canalizar esa riqueza hacia las fuentes de trabajo. No permitimos que la sangre económica de nuestros ahorros se la lleve el gobierno en impuestos para fortalecer la burocracia, o nos arrebate para consumirla en el seguro social o en algún otro organismo estatal costoso e irresponsable. Es necesario organizar las fuerzas ciudadanas, preparar un cambio radical y profundo, una Revolución Económica. Necesitamos nuevos dirigentes políticos que trabajan para el pueblo y no para sus partidarios íntimos. En lugar de fuero sindical para cuatro dirigentes obreros, necesitamos garantías económicas para todos los trabajadores, capital de trabajo para todos los empresarios, nuevos campos de actividad e inversión. En suma necesitamos una nueva filosofía social, una nueva ideología económica, ideas nuevas, hombres nuevos. Los solidaristas hemos tomado la vanguardia de esta Revolución. Acudid costarricenses, juntos libraremos la batalla, juntos obtendremos la victoria.

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Costarricenses: En mi disertación de la semana pasada mencioné el caso extraordinario de Alemania y Japón, países ambos que en cincuenta años, la segunda mitad del siglo XVIIII, se desarrollaron económicamente, pasando de una agricultura primitiva, a los más altos niveles industriales. Un amigo que me escuchaba replicó: eso es cuestión de raza. En Costa Rica sería imposible. Nuestra población es indolente, indisciplinada. No hay comparación con los alemanes ni los japoneses, pueblos labiosos y dinámicos. Yo le contesté: si fuera cuestión de raza, cómo se explica usted que durante los mil años anteriores a 1850, para no irnos más atrás, esos pueblos no hicieron nada en el campo del desarrollo económico, si endo la misma raza. Efectivamente, los datos enciclopédicos de Alemania nos revelan que en el periodo posterior la derrota de Atila en el año 451 de nuestra era, la situación de las tribus germánicas en Occidente empieza a cristalizarse. En lo referente al Japón esas mismas fuentes nos indican que en los últimos mil años ha habido pocas mezclas raciales y que a través de largo asilamiento y cruces, se ha alcanzado una considerable homogeneidad. Raza homogénea, pues, durante mil años y más el territorio de esos países y vivió tan largo periodo en el estancamiento económico, con una agricultura de subsistencia. No fue un cambio de raza lo que ocurrió hace más de un siglo en esos pueblos. Fue un cambio de ideas. Surgió no una nueva raza sino un nuevo espíritu, un nuevo sentimiento popular que generó la voluntad nacional se superarse económicamente, de enriquecerse, de desarrollarse. Dos hechos materiales pueden señalarse que ejercieron influencia decisiva en ese cambio; dos hechos que fueron como dos chispas que encendieron el ánimo de los alemanes y los japoneses para decirlos a emprender la epopeya de su desenvolvimiento que ha asombrado al mundo por sus realizaciones increíbles. Uno fue la publicación en 1841 de la obra del economista alemán Federico List “Sistema Nacional de Economía Política”; el otro fue el desembarco en playas japonesas del Comodoro Perry de la Armada de los Estados Unidos al frente 300 marinos y oficiales el 14 de julio de 1853, llevando las cartas del Presidente Fillmore al Emprendedor y notificando a los japoneses que volvería con su escuadrón por la respuesta. List demostró, cito sus propias palabras “que la agricultura nacional sólo puede ser exaltada mediante las industrias del país”. Desarrolló su teoría de los valores en cambio; abogó por la educación industrial de la nación, identificando las fuerzas productivas con la energía industrial. Luchó por dotar a Alemania de una red ferrocarrilera y por la unión aduanera –zollverein- de todos los estados de ese dividido territorio. Como de costumbre, en lo personal sólo cosechó incomprensión e ingratitud, pero sus ideas fructificaron. Los cincuenta años posteriores a la publicación de su famoso tratado vieron nacer la industria alemana moderna y con


ella el poderío económico de la nación. No fue menor que el del libro de List en los alemanes, el impacto que las armas del Comodoro Perry produjeron en los japoneses. En efecto el 31 de marzo de 1854, 8 meses después del famoso desembarco se firmaba el tratado que abría los puertos del Japón a los barcos norteamericanos. Si es ilícito fijar fechas o señalar sucesos como arranque de época históricas, digo que el 14 de julio de 1853 se inició la era internacional del Japón y su poderío industrial financiero y militar. No ocurrieron en el siglo XVIIII ni en Japón ni en Alemania, grandes migraciones que cambiaran la composición racial de esos países. La transformación casi milagrosa de esos pueblos es un fenómeno mental, un acto de voluntad. Costarricenses, no hace falta sino un acto de voluntad nacional de salir dl estancamiento económico para realizar en Costa Rica y en la mitad del tiempo que aquellos pueblos necesitaron, un cambio milagroso semejante. Quiero hablar hoy de esa posibilidad. Empecemos con una estadística reveladora. En el Estudio Nº 3 sobre el Desarrollo Económico de Costa Rica, publicado por el Departamento de Investigaciones de la Escuela de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Costa Rica, encontramos el siguiente dato Población empelada por el sector agropecuario en 1950, 131,898. Producto Bruto 521, 827,000 colones. Productividad por personas 3,956 colones. En 1955 Poblacion empleada 162,945. Producto Bruto 646, 239,000. Productividad por persona 3,966 colones Sector Industrial: Población empleada en 1950, 17,037. Producto Bruto 109, 262,000 colones. Productividad por persona 6,413 colones. En 1955: Población empleada 21,490. Producto Bruto 173, 975,000. Productividad por persona 8,096 colones. Analizando esas cifras observamos lo siguiente: La productividad de la agricultura y ganadería es prácticamente la mitad de la industria y se va quedando cada día más atrás. En 1950 la productividad agrícola era el 61% de la productividad industrial. En 1955 ese porcentaje es sólo de 49%. La industria aumentó su productividad por persona en esos 5 años pasando de 6,413 colones a 8,096 colones, es decir aumentó 10 colones que representa un 0.25%, un cuarto de 1% de aumento. Proporcionalmente la industria creció en productividad 104 veces más que la agricultura. La relación entre población empleada entre agricultura e industria no varió. Siguió siendo 7 por 1, despreciando fracciones. Estos números son muy elocuentes y debieran sumirnos en hondas meditaciones. Todavía hay algún costarricense que pregunte ¿por qué estamos tan


arruinados? Pues sencillamente porque nuestra población agrícola activa es siete veces mayor que nuestra población industrial y produce por persona la mitad. Eso Significa que si la proporción entre agricultores e industriales fuera inversa es decir 7 industriales por cada agricultor, Costa produciría casi el doble de riqueza. Voy a ilustrar invirtiendo cifras para el año 1955. Población industrial 162,945. Producto por persona 8,096 colones. Producto bruto 1, 319, 203,000 colones. Población agrícola 21,490. Producto por persona 3,966. Producto bruto 85, 221,00 colones. Total: 1, 404, 432,000 colones. Las cifras reales antes citadas sumaban 820, 214,000 colones. El producto bruto total habría aumentado de 4,447 colones a 7,615 colones por persona. Pero lo más importante no es ese aumento en el producto bruto nacional sino el aumento en la tasa de crecimiento de la productividad. En efecto de 1950 a 1955, debido a que los agricultores eran 7 veces más numerosos que los industriales y no aumentaban en forma apreciable su productividad, el aumento experimentado por el sector industrial quedó diluido en toda la población y se redujo a muy poca cosa. Naturalmente si cambiamos a las proporciones, el crecimiento de la productividad promedia para toda la población se aumenta notablemente. Veámoslo con números: 7 creciendo a ¼ de 1% más 1 creciendo a 26% dan 8 creciendo a un ritmo de 27 y ¾%, un promedio de 3,47%. 7 creciendo a 26% más 1 creciendo a ¼de 1% dan 182,25% un promedio de 22,78% Nuestro producto se doblaría de inmediato y nuestro crecimiento aumentaría siete veces, si pudiéramos invertir la proporción de agricultores e industriales en costa Rica. Después de analizar estas cifras tomadas de estadísticas serias elaboradas por organismos oficiales de Costa Rica, no tenemos por qué seguir maravillándonos de las transformaciones experimentadas por Alemania y el Japón. Ellas están también a nuestro alcance. Pero viene la cuestión: ¿cómo puede una población agrícola transformarse en breve plazo en una población industrial? Aquí es donde ha faltado previsión económica a todos los gobiernos que ha tenido Costa Rica en este siglo, reacios a la integración y reacios a la industrialización, posiblemente por temor de que con el empuje industrial subieran los salarios de los trabajadores del campo y se perjudicaran los intereses mal entendido de la agricultura. Digo mal entendido porque lejos de favorecer a la agricultura, nada la perjudica tanto como la falta de industria que constituye un importante mercado para sus productos. Pero aquí precisamente es donde puede el pueblo costarricense introducir el gran cambio recoger de inmediato los frutos económicos de su decisión.


Por supuesto tendrán que variar fundamentalmente nuestra política y desaparecer del escenario publico aquellos hombres que solo piensan en términos de presupuesto nacional, burocracia y colocaciones para los amigos y tendrán también que ser relevados de sus puestos dirigentes muchos agricultores feudales incapaces para ser reemplazables por hombres más modernos. Pero sigamos ahondando el problema. ¿Por qué es más productiva la industria que la agricultura? Porque las potencias son muy egoístas y no quieren pagarnos a un justo precio nuestros productos de exportación. Esa es una explicación pueril por no decir tonta. En la fijación tiene el poder de bajar el precio de un producto caro aunque sí tiene la facultad de levar el de uno barato. Pero es evidente que no la usará salvo por ese medio obtenga algún beneficio superior al precio que paga. La agricultura es menos productiva que la industria, así expresado en términos generales, porque tiene un índice de saturación mucho más bajos. Eso quiere decir que muy ligero se llena la demanda efectiva de alimentos. Demanda efectiva es la de los compradores capaces de pagar. Y ¿Por qué es llena tan ligero la demanda efectiva de productos agrícolas? Porque la preocupación de sus ingresos que destinan los países ricos a la compra de alimentos es muy baja, por la misma razón que es muy baja a proporción de sus ingresos que un hombre rico destina a la alimentación. La demanda de los países pobres no interesa porque no pueden pagar. Dicho en otras palabras, el nivel tecnológico actual de la agricultura, el mundo demasiados agricultores y ese mal lo agrava los gobiernos que por motivos político-electorales “protegen” la agricultura. Esa protección es parecida a la que ciertos países conceden a las familias numerosas. Es un modo de aumentar la población para que se muera de hambre.. La industria en cambio no tiene límite de mercado. La diversificación de sus productos es teóricamente infinita. Esto es muy fácil de comprobar. Basta hacer la lista de los productos agropecuarios que Costa Rica exporta en cantidad digna de mención, café, bananos, cacao, ganado, maderas y pare de contar. En cambio la importación de artículos manufacturados es tan variada que solo enumerarlos me llevaría el resto de la noche. Del lado de la demanda, por consiguiente, la agricultura tiene limitaciones muy grandes conforme vamos viendo, pero su desventaja respecto de la industria no es menor en el campo de la oferta. En efecto la industria ofrece condiciones mucho más favorables para organización científica del trabajo, para el aprovechamiento de la energía motriz, para la concentración de capitales, para la continuidad de las labores. En otras palabras, de la industria el hombre dispone de más capital, más energía, mejores métodos. De ahí que el rendimiento por hora hombre pueda elevarse muy por encima del que se puede obtener en las faenas agrícolas. Sólo un ingenuo puede sorprenderse o indignarse porque un trabajador


agrícola costarricense gane un colón la hora mientras un obrero industrial norteamericano gana tres dólares la hora, o sea veinte veces más. Yo creo absolutamente innecesario insistir sobre este tema. Es evidente. Lo que tal vez están esperando mis oyentes es que les explique cómo me propongo convertir al sobrante de agricultores en industriales para enriquecer a Costa Rica. Este es el tema favorito del día: el desarrollo económico. La Alianza para el Progreso fue ideada y diseñada con ese propósito y sus voceros como requisitos previos en la mayoría de los países de América Latina, la reforma agraria, la reforma tributaria, la reforma educacional, el control de la inflación y un mínimo de salubridad. Sobre esas bases debe montarse el proceso de industrialización, la diversificación agrícola, la estabilización de precios y el mercado común. Pocas veces nunca mencionan los personeros de la Alianza el problema de la burocracia porque eso sería mentar la soga en casa del ahorcado. Pues, en las condiciones reales de Costa Rica, el orden de prioridades es muy diferente que son otras naciones de este Continente al sur del Río Bravo. Aquí lo primero es el problema de la burocracia gubernamental que absorbe una proposición excesiva de la renta nacional y corrompe al pueblo con prebendas sociales para distraerlo de sus angustias económicas. Si le restáramos unos cien millones de colones al año al presupuesto público global del gobierno y de las instituciones autónomas, contaríamos con un fondo inicial para diversificación de actividades económicas y conversación de la agricultura marginal. Si por otro lado, mediante una ley de capitalización obligatoria que sustituyera por un ahorro forzoso de carácter privado algunas sociales cuyo producto en gran parte se malgasta en mantenimiento de burocracias supernumerarias y en inversiones suntuarias para albergar los ocios de esas burocracias, ya podríamos recoger otros cien millones para capital de trabajo. Un banco popular de desarrollo económico con una formación de capital de doscientos millones anuales, podría fácilmente atraer otro tanto de capital extranjero en condiciones óptimas. Y así reuniríamos unos cuatrocientos millones de colones anuales para desarrollo de la industria, conversión de la agricultura marginal, que es el proceso mediante el cual se enriquecen las naciones. Si los gobiernos que nos han regido durante los últimos veinte años hubieran dirigido sus afanes por ese camino, en vez de fomentar la agricultura de excedentes y de gravar con cargas excesivas a las empresas con miras no a la capitalización sino al consumo de los trabajadores; si los gobernantes que prepararon esta crisis hubieran entendido de desarrollo económico, hoy estaríamos compitiendo con los europeos en manufacturas y no con del África en café y cacao. Pero como aun estamos vivos, aun hay esperanza. Este castigo debe aleccionarnos. Estamos presenciado cómo se hacen los pactos políticos para


repartirse los puestos públicos. La política debe tener miras más altas. Debemos unir a todos costarricenses en una sola voluntad nacional de progreso económico. Olvidar las divisiones del pasado, repudiar a los dirigentes que sólo piensan en repartir el presupuesto público, bien escuálido por cierto. Ofrecen repartir y cuando llegan al poder lo que hacen es pedir, porque el fisco está en quiebra y el país por quebrar. Costarricenses, el Movimiento Solidarista que durante 14 años le enseño a muchos trabajadores y empresarios a producir riqueza, a capitalizar, hoy ha emprendido una tarea más vasta, la de enriquecer a todos los costarricenses. Para lograrlo ha tenido que convertirse en partido político y dirigirse no a un grupo determinado sino a todos los ciudadanos. Al Partido Solidarista no le interesa el presupuesto público, sino en función del conjunto de la economía. Lo que ofrecemos no son puestos de gobierno sino fuentes de trabajo. No un sueldo para unos pocos que tendrán que pagar todos con recargos de impuestos, sino desarrollo económico para todos que bajará la carga de los impuestos, de la vida cara y la tragedia familiar del desempleo. Al rebajar el presupuesto público no lanzaremos a la calle a ningún trabajador. Lo trasladaremos de la ociosidad de la oficina recargada de empleados, a la actividad privada; porque el desarrollo económico, la industrialización acelerada que nos proponemos llevar a cabo requerirá muchos brazos y muchas mentes. Con el crecimiento de nuestras fuerzas productivas, dejaremos se ser mendigos internacionales, perderemos el temor de la revolución comunista y no necesitamos ni empréstitos onerosos ni comparsas anticomunistas. Seremos un pueblo rico y digno. Ciudadanos que me escucha, puesto está esperándolo en la organización política que llevará a cabo la Revolución Económica costarricense que nada tendrá que envidiarle a la alema ni a la japonesa. Queremos que sea un esfuerzo nacional, un triunfo de todos, por eso lo necesitamos. No se haga esperar.

18 Costarricenses: Sepamos ser libres, so solo siervos menguados; derecho sagrados la patria nos da. Así reza la patriótica canción de los hijos del pueblo celebrando su independencia del yugo español.


Hoy necesitamos completar un himno que diga “sepamos ser ricos, no pobres menguados; derechos sagrados la patria no da.” Meditemos costarricenses en las palabras del himno patriótico del 15 de setiembre, escritas en 1883, sesenta y dos años después de declarada nuestra independencia. “Sepamos ser libres”, ¡qué bella exhortación! Ser libre es una gran responsabilidad. Hay que saber serlo. Se requiere cierta madurez cívica para entender la libertad, para conservarla, para administrarla en bien de todos; para que no degenere en anarquía y matanza, para que no produzca el caos. Veamos el espectáculo sangriento que ofrecen varias de las naciones recientemente emancipadas del África cuyos ciudadanos “no saben ser libres”. ¿Cuánta sangre ha corrido en el Congo, en Algeria, cuánta más correrá mientras esos pueblos aprenden a ser libres? Saber ser libres, significa tener leyes, instituciones, magistrados; ejercer sobre ellos eterna vigilancia, estar dispuestos por conservarlos a los mayores sacrificios. De la democracia política podría decirse como dijo el poeta de la pesada tizona: “Tenerla no es lo mismo, por Dios, que mantenerla”. Después de la libertad viene la riqueza, pues de ambas se alimenta la dignidad. No es menos difícil ser rico que ser libre. También para ello se necesitan leyes, instituciones, magistrados; también eterna vigilancia, también enormes sacrificios. La riqueza es de dos clases, material y espiritual, porque el hombre tiene cuerpo y mente. La riqueza corporal son los bienes, la riqueza mental es el conocimiento. Para la adquisición de conocimientos, Costa Rica desde mediados a fines del siglo pasado empezó a crecer, leyes instituciones, magistrados. Las leyes son las que se promulgaron haciendo obligatoria la enseñanza primaria, gratuita la secundaria, subvencionada la universitaria. El aparato jurídico institucional y humano tendiente a asegurar la adquisición de conocimientos a los costarricenses es vasto e imponente. Requiere sin embrago adaptarse a esta década tardía del siglo XX. Nuestra legislación, nuestras escuelas, nuestro personal docente, necesitan una reforma profunda, para que la educación pública y privada satisfagan las necesidades de la población que no ha menester sólo de profesionales y bachilleres, sino de obreros y agricultores, de artesanos y técnicos. No sólo de sabios sino de operarios. A pesar de sus deficientes, y sin perjuicio de la necesidad de la reforma, los costarricenses podemos ufanarnos de nuestra riqueza-conocimiento. Pero en cuanto a riqueza-bien material, todavía no hemos salido de la servidumbre. No sabemos ser ricos. Pues bien, aprendemos. Para adquirir ese conocimiento se requiere un largo aprendizaje. La riqueza


como la ciencia no es improvisa. Alguno dirá: un pobre puede convertirse en rico de la noche a la mañana por un golpe de suerte, una herencia, una lotería, un matrimonio. La riqueza no necesita aprendizaje sino oportunidad. Pero ese razonamiento es falso. La riqueza adquirida de este modo es un simple traslado de un poseedor a otro. No se ha creado nada. Lo que uno tiene de más, otro lo tiene de menos. El premio gordo que recibe algún afortunado se compone de las contribuciones de miles de desdichados que compraron billetes t perdieron su dinero. ni la herencia, ni la lotería, ni el matrimonio interesado, son fuentes de riqueza en sentido nacional; tampoco lo son el robo y el contrabando que se castigan, ni la emisión de papel moneda que no se castiga porque el delito lo cometen el Juez y el policía, es decir el gobierno. La riqueza hay que crearla y eso es un proceso lento y laborioso, que no sólo requiere tiempo y esfuerzo sino inteligencia. Un trabajo equivocado es un esfuerzo tonto y equivale a la holgazanería, pero una holgazanería en la que no se goza sino que se suda. Sepamos ser ricos. ¡Qué desafió! Recojamos ese guante. La riqueza, desde luego, como el conocimiento, tiene grados. Y así como todos pueden aspirar a ser doctores –y no me refiero a los médicos sino a los doctos.-- así tampoco pueden todos aspirar a ser millonarios. El mucho saber perjudica, dice el refrán, y yo agregaría “la mucha riqueza estorba”. Que cada cual escoja la cantidad de conocimientos y bienes materiales que puede adquirir y aprovechar. Lo importante es que no haya analfabetos mentales ni corporales, es decir ignorantes y miserables. Pero no podemos evitar que mientras a algunos los seduce la perspectiva de gloriosas realizaciones, otros prefieren la dorada mediocridad. El país debe brindar a todos la oportunidad que buscan sin límites ni restricciones, salvo las impuestas por el bien común, por el derecho ajeno. Estudiemos ese problema. No es nada difícil. Está lleno de dificultades. No es la menor definir qué es la riqueza. Si fuéramos abejas, no cabría duda: la riqueza es la miel y su receptáculo la cera. Produciendo cera y miel, miel y cera, llenaríamos todas nuestras necesidades, colmaríamos nuestras aspiraciones; seríamos ricos, felices; cumpliríamos nuestro destino. Pero no somos abejas. Somos seres humanos, y lo que para un hombre es néctar para otro es veneno. Este escollo real debemos eludirlo. Si nos metemos en campos filosóficos o si nos enredamos en cuestiones semánticas, no salimos nunca. Nos pasaría lo de Carlos Marx quien en su obra famosa “El Capital” escribió lo siguiente: “Una mercancía parece ser a primera vista una cosa trivialmente simple.


Pero su análisis pondrá de manifiesto que es una cosa muy truculenta, llena de sutilezas metafísicas y de argucias teológicas” De acuerdo con este criterio, la bodega de la Aduana Principal y los silos del consejo de Producción no debían estar en manos de sus administradores sino del Cabildo Eclesiástico y la facultad de filosofía. Nosotros nos vamos a empeñar en seguir siendo trivialmente simples. Un saco de papas es un saco de papas y racimo de guineos es un racimo de guineos; sin argucias teológicas ni sutilezas metafísicas. Queremos ser ricos. Esto significa comida, ropa, vivienda, medicinas, libros, vehículos, diversiones para todos y viajes –por ahora en la tierra y después a la luna y los planetas. Para que los particulares podamos disfrutar individualmente de todos esos vienen, se necesitan otros de tipo colectivo: carreteras, plantas hidroeléctricas, muelles, ferrocarriles, teatros, hospitales, escuelas, bibliotecas. En efecto, ¿de qué nos serviría tener en la casa un baño moderno y hasta lujoso si no hay agua en la cañería? Y ¿Cómo encendería la radio o el televisor sin corriente eléctrica? Sin escuelas y maestros tendríamos nosotros mismos que enseñarles el silabario a nuestros hijos. ¿Y a qué seguir? No creo, pues, que sea un problema metafísico y teológico tan difícil, el averiguar que es la riqueza. Lo que hace falta no es saber qué es sino cómo conseguirla. De eso se trata. ¡Sepamos ser ricos! Empecemos por el principio. ¿Cómo aparecieron en Costa Rica los primeros ricos? Porque sabido es que en tiempos de la colonia la pobreza era general. El pueblo no tenía camisa que ponerse para ir a misa y por eso lo excomulgó un obispo cascarrabias. Cedo para que lo explique la palabra a don Ricardo Fernández Guardia, historiador de nacional: “Las numerosas familias españolas establecidas en los campo vivían en un estado de miseria e ignorancia casi increíble, vistiéndose muchas de ellas con mastate por no tener otra cosa. Así era que se avergonzaban de presentarse en las poblaciones y pasaban años sin que pusiesen los pies en una iglesia. El obispo Garret y Arlovi, que visitó a Costa Rica en 1711, dictó severas medidas para obligar a estas familias a cumplir con sus deberes religiosos y más tarde las excomulgó porque no le obedecieron”. Cartilla Histórica, pág. 55. La primera riqueza de Costa Rica vino con el café. De ahí su nombre de “grabo de oro”. El café fue un gran progreso sobre el caco que era la riqueza básica de la época anterior, hasta el grado de que incluso servía de moneda alternativamente con la plata. Para darse una idea de la riqueza de aquellos tiempos coloniales, resultan muy ilustrativas las escrituras insertas en los Protocolos de Cartago. He aquí una muestra: 4 enero 1727. Carta dote –Don Bernardo García de Miranda, hijo legítimo de don Melchor García de Miranda y doña Ana de Arango (naturales


de la Villa de Avilés en el Principado y Córdoba, hija legítima del Mtre. De Campo don San José de Casasola y Córdoba – finado--) y de doña Aqueda Pérez de Muro. 12.657 pesos. Arras 1.0000 pesos. (Entre otros: las casas de campo, en egidos de esta ciudad, en cuyos corredores hay un oratorio en que se celebra misa, con su altar, varias imágenes etc. 500 pesos. Las mencionadas casas y otro cuerpo separado de oficinas de diferentes cuartos, con sus cercados, trapiche, cañaverales 3.500 peros; 100 reses vacunas a 5 pesos 500 pesos. Una negra criolla nombrada Antonia de 12 años, 300 pesos. Dos esclavos negros de Guinea, de 30 años, Gregorio y Damián, 900 pesos. En reales 2.300 pesos. Lo demás, ganado, ropa y joyas.) Las haciendas lo mismo se valoraba en pesos plata que en pesos cacao y aun en zurrones de esa fruta. Oigamos a los Notarios: “20 set. 1727. El Teniente Antonio de Angulo- principal- y los Capitanes don Álvaro de Guevara, don Tomás López del Corral, don Dionisio Salmón Pacheco, el Licenciado don Francisco de Ocampo Golfín y don Juan de Ocampo –fiadores—se obligan por 1.600 pesos, plata, valor de una hacienda de cacao de 1.304 árboles frutales, sita en el valle de Matina en el paraje nombrado “las viejas” que quedó por bienes del Bº don Diego de Angulo Gascón, que con un negro nombrado Diego que la asiste, fue rematada el 24 de agosto de este año en el otorgante Angulo.” “20 oct. EL Capitán don Antonio Salmón Pacheco se obliga por 50 pesos al 5% a favor de la Cofradía del Rosario, los mismos que redimió el Capitán Tomás López del Corral. Los carga sobre un cacaotal de 800 árboles en la ribera de Matina.” “Oct. 11 el Sargento Mayor don Juan Francisco de Ibarra vende al Sargento Mayor don Antonio de Soto y Barahona un pedazo de tierra que hace embolsada y sube para la cordillera del volcán; lindado por el Oriente, con el rio que divide el “potrero cerrado”, por el Poniente con potrero que tiene el vendedor en dicho sitio nombrado “las huacas”. Precio 75 pesos cacao.” 17 de agosto. El Sargento Mayor don Pedro de Alvarado y Jirón da en arrendamiento al Teniente Nicolás Barrantes, un cacaotal en las riberas de Matina, de 1300 árboles, lindante con haciendas de don Pedro de Moya y de Feliciana Chinchilla, con el rio y con la montaña. Tiene 3 años. Precio 21 zurrones de cacao” Llamemos civilización del cacao la época colonial. ¿Qué encontramos? Casas de campo, oratorias, trapiches, cañaverales, cacaotales, ganado, mulas, esclavos. Ropas y joyas para los menos, taparrabos de mastate para los más. Con el café el cuadro cambió. El grano de oro no permitió importar casimires ingleses para sustituir al mastate, oro acuñado para reemplazar el numerario de cacao y plata, técnicas y refinamientos para impulsar el comercio y embellecer la vida como el ferrocarril al Atlántico y el Teatro Nacional. Pero Costa rica siguió siendo una sociedad oligárquica, extremos odiosos


de riqueza y miseria. Las instituciones típicas de la colonia eran el capitán español, el negro esclavo, las cofradías. El tipo de interés el 5%. Con el café el esclavo fue sustituido por el peón. El capitán español por el edificio de ladrillo mixto. El interés no bajó. Antes de la ley que limitó el tipo de despachar ejecuciones en los tribunales de justicia por pagarés con interés del 5½% mensual. Pero ni el cacao ni el café pueden permitir a toda la población vivir decentemente. Para que disfruten cuatro ricos, tiene que padecer miles de pobres. Esto les gusta a los reaccionarios. Así se consigue sino esclavos, sirvientes baratos. ¡Sepamos ser ricos! Con la riqueza ¿qué es lo primero que desaparece? La esclavitud, la servidumbre, incluso la doméstica. Oigamos como describe el proceso el redactor –jefe de la revista del Instituto Belga de Ciencias Políticas, Leo Moulin: “He dicho que Europa Occidental se desproletariza. ¿Qué significa ello? ¿Qué la condición obrera ya no ofrece ningún aspecto miserable ni deprimente? Lejos de ello ¿Qué acaso ya no existe ninguna miseria social, injusticia, ningún privilegio de clase? Distamos mucho de ello. Este término de “desproletarizado” significa con exactitud que el trabajador ha perdido la mayoría de las características del proletariado de escrito por Carl Marx. Ahora, tiene muchas más cosas que perder que sus cadenas: su moto, ahorros, aparato de radio o de televisión, vacaciones, viajes, con frecuencia su casa y siempre el formidable amparo de la seguridad social que, protegiéndolo, atenúa su angustia y su sentimiento de dependencia, sus sindicatos y sus partidos que defienden sus libertades, permitiéndole elevar año tras año, su nivel de vida. Así, pues, no todos los problemas del trabajo se hallan resueltos pero muchos han perdido su inhumana gravedad. ¿Pruebas? En los países de Europa Occidental económicamente más avanzados: Gran Bretaña, Suiza, Alemania, Bélgica, Francia, ya no se encuentran proletarios para realizar los duros trabajos de la mina o para terraplenar, como tampoco se encuentran mujeres para llevar a cabo tareas considerables humillantes, como el servicio domestico u hotelero. Hay que importarlos del Sur de Italia o del Norte de África, Grecia o España, sucediendo que apenas llegados , se apresaran a emprender a su vez, el proceso irrevocable de la “desproletarización”. ¿Quién no se regocija al ver que todo marcha así? ¿Quién se opondría a luchar para esta situación favorable no reine en todos los grupos todavía proletarios de la clase obrera o cultivadora, en todas las regiones de Europa todavía deprimida, en todas las naciones del mundo?” La explicación la da el esclarecido autor a continuación: y en estos términos: “La fuerza, la base de sustentación, el punto de equilibrio de la sociedad moderna, ya no es la agricultura, sino el sector industrial y más aun – y cada vez más—el sector terciario, el de los servicios. Es un nuevo tipo de la sociedad, desconocido


hasta ahora, que surge ante nosotros. Las consecuencias finales de esta transformación son todavía imprevisibles.” ¡Sepamos ser ricos! Industrialicemos el país. Dejemos de ser una civilización del café, como dejamos de ser una civilización del cacao. Acerquémonos al modelo de Holanda, de Suiza, de Bélgica, donde el sector agrícola no representa más de un 10% a un 15% de la población activa. ¿Quién será el primer beneficiado con esta transformación? El agricultor. ¿Por qué? Porque desarrollar la industria y los servicios es crearle clientela a la agricultura, suplirle tecnología y capitales, drenarle al exceso de población desocupada y parasitaria, en otras palabras, podarla y abonarla como un árbol bien cuidado. Sepamos ser ricos, no pobres menguados; derecho sagrado la patria nos da. Costarricenses, el partido solidarista se está organizando para enseñar a todos los habitantes de este suelo, la lección que aprendieron los proletarios de la vieja Europa, “ser ricos”.

19 Costarricenses: Algunas personas que me han oído exponer planes de desarrollo económico, que por su cuantía parecen cuentos de hadas, me preguntan: ¿De dónde va a salir todo el dinero necesario para llevar a cabo esos grandiosos proyectos? Con mucho gusto voy a contestarles. Lo primero es rectificar que “Lo que se necesita no es dinero sino trabajadores, recursos y tecnología. El dinero hoy en Costa Rica son los papeles sin valor y créditos bancarios representados por asientos de contabilidad. El papel y la tinta requeridos para crear dinero y créditos bancarios de ese tipo son muy baratos. Si realmente fuera dinero lo que nos hace falta –con insisten en creer los que pretenden obligar al Banco Central a emitir billetes sin respaldo—ya estaría resuelto el problema.” Pero desafortunadamente si el problema no está resuelto no es porque los directores del Banco Central sean unos malvados caprichosos que se niegan a preocuparnos el dinero que necesitamos, sino porque ese dinero no nos sirve, porque es dinero falso. Precisamente por eso no quiere el Banco Central ponerlo a circular. Aceptando que lo que necesitamos son trabajadores, recursos y tecnología, examinemos cómo podemos procurárnoslos. “Debo desechar indignadamente la ayuda extranjera en la forma como la entienden algunos costarricenses. Esa política de solicitar dadivas y empréstitos


nos ha arruinado moral y económicamente. Nos ha convertido en mendigos internacionales y en deudores morosos y tramposos. El primer paso en el camino del desarrollo económico es la rectificación de esa política. Costa Rica puede desarrollarse por sus propios medios. Eso no significa aislarse, sino cotizarse internacionalmente. El capital extranjero vendrá. Pero vendrá atraído por las condiciones favorables para la inversión que nosotros hayamos creado. Y vendrá a quedarse, a arraigarse, naturalizarse, las familias extranjeras que encuentren en Costa Rica una nueva patria.” Pero entonces, si no podemos esperar el aporte extranjero mientras no paguemos nosotros de primeros nuestro aporte a esa empresa romana del desarrollo económico, ¿de dónde vamos a coger esos recursos, esos trabajadores y esa tecnología para hacer el arranque? Costarricenses, esos recursos los tenemos, pero no los vemos. Voy a hacer un esfuerzo por revelar dónde se encuentran. En términos generales consisten en los trabajadores desocupados, cuyo número crece día a día; en los trabajadores ocupados en tareas inferiores a su capacidad, de los que hay número considerable; y en las nuevas promociones que cada año el aumento de la población lanza al mercado de trabajo. Esto en cuanto a trabajadores se refiere. Los recursos son las tierras ociosas, los bosques explotados irracionalmente, los ríos cuyas corrientes no se aprovechan, los minerales que no se extraen ni se procesan. También las tierras dedicadas a cultivos marginales que deben sustituirse por explotaciones de mayor rendimiento. Ya vamos dónde están los recursos materiales y los trabajadores. Pero falta la tecnología. Busquémosla. La tecnología es de varios grados. Señalemos tres: la del operario y cultivador calificados: la del técnico industrial, agrícola y comercial; la de especialista profesional. En este campo es realmente donde nos encontramos si no más desprovistos o atrasados, por lo menos sí más desordenados. La tecnología –persóneseme la perogrullada—es un problema de educación. El esfuerzo educacional de Costa Rica ha sido por muchas décadas su timbre de orgullo, su gloria nacional. Tenemos 1613 escuelas primarias, 68 colegios secundarios; varias escuelas vocacionales; una universidad. Producimos muchos bachilleres y pocos técnicos. Mucha letra y poca ciencia. Hace falta una reforma de mayor cuantía en la instrucción primaria, secundaria y universitaria, y un desplazamiento de recursos materiales y humanos hacia la enseñanza vocacional. La tecnología está ociosa, yacente, desorganizada, pero está ahí. Es nuestra, es costarricense. “He contestado la pregunta, conciudadanos. La pregunta era: ¿de dónde va


a salir todo el dinero necesario para llevar a cabo esos grandiosos proyectos del Movimiento Solidarista? La contestación es: el dinero son los trabajadores, los recursos naturales y el sistema educacional de Costa Rica, elementos todos superabundantes y de potencialidad creadora ilimitada, pero que los costarricenses no hemos sabido aprovechar porque nos ha paralizado la indecisión y el derrotismo.” “Compatriotas, despertemos. Sacudamos el letargo de esa tradición funesta de indecisiones y temores.” He demostrado que no nos hace falta dinero, que es un artificio, ni recursos ni hombres que son realidades que poseemos. Lo que hace falta es voluntad, virilidad, fe. Adelante, pues. “Para movilizar y vitalizar esos hombres parados o mal empleados, para aprovechar al máximo los recursos disponibles, para una organización, un programa de trabajo y una voluntad nacional de realizar la obra.” Hago un llamamiento a los costarricenses para que esa voluntad nacional se produzca, sin tardanza el siguiente plan. La formación de una voluntad nacional de desarrollo económico requiere una campaña intensa de divulgación de los principios racionales en que se basan la producción eficiente y distribución equitativa de la riqueza.” Esa campaña no puede llevarse a cabo sin organización y financiación. Propongo, en consecuencia, un método para organizar a los voluntarios del desarrollo económico y un sistema para financiar sus actividades. La organización consiste en un medio de comunicación entre los miembros del grupo y un conjunto de reglas para coordinar su acción, de manera que se puedan tomar y ejecutar decisiones que reflejen la voluntad colectiva. Todo costarricenses que manifieste sus deseos de incorporarse a la organización con el nombre de Alianza Económica debe comprometerse a formar parte de un cuadro cuya disciplina y actividades serán determinadas en un reglamento especial. Todo solidarista deberá cotizar una suma mensual que constituirá la base de la financiación, pues no queremos depender del favor de unos pocos poderosos, sino del esfuerzo de numerosos partidarios. Reclutados de este modo los voluntarios del progreso económico, y recaudadas las sumas que ellos aportan, ya tenemos los elementos necesarios para la campaña. Esa campaña se llevará a cabo utilizando la prensa, la radio, la televisión, las reuniones, las visitas domiciliarias, las hojas sueltas y todos los demás medios de comunicación lícitos en una democracia. Naturalmente lo importante no es a organización sino la ideología porque nosotros no ambicionamos el poder para disfrutar de sus placeres y prebendas sino para reformar la vida social.


Cualquiera puede idear una mecánica de organización, pero pocos son los que tienen un mensaje que transmitir a través de ella. Nosotros creamos primero el mensaje. Ahora necesitamos un vehículo para difundirlo. Ese mensaje, dije al principio de mi exposición, son los principios racionales en que se basan la producción eficiente y distribución equitativa de la riqueza. Tratamos de ordenarlos y resumirlos. Yo los he expuesto mil veces de palabras, por escrito y con el ejemplo de los hechos que son más elocuentes y poderosos que escritos y palabras. El progreso económico consiste en la acumulación de conocimientos e instrumentos de producción que permiten al hombre movilizar con más eficacia los recursos naturales para extraerles bienes capaces de satisfacer sus necesidades. Uno de los primeros progresos fue la fabricación de armas y herramientas de piedra, como el hacha de sílex del hombre de las cavernas. El pedernal fue uno de los primeros materiales usados por el hombre quien lentamente aprendió a labrarlo y pulirlo. Su dureza y la propiedad de formar chispas capaces de encender fuego al chocar con otro cuerpo duro, fueron las cualidades que lo hicieron muy valioso para el hombre primitivo. “A través de los milenios, las razas humanas fueron acumulando conocimientos e instrumentos para sojuzgar las fuerzas naturales. Ese proceso lento y progresivo se llama capitalización.” Ninguna novedad estamos pues exponiendo cuando hablamos en 1962 de capitalización. La conocieron y la practicaron nuestros antepasados desde los albores mismos de la vida humana en el planeta. La innovación consiste en el calificativo “universal”. La capitalización universal es un concepto tan moderno y revolucionario que ningún pueblo en el mundo lo ha llevado a la práctica. A Costa Rica le corresponderá de primera ese honor. Consiste en un sistema económico que hace participar de la acumulación de riquezas y conocimientos a todos y cada uno de los miembros de la comunidad, sin excepción alguna. Pero no a título gratuito sino en compensación por un esfuerzo que con el mismo carácter universal se les exige. El sistema social basado en la capitalización universal se diferencia del capitalismo anticuado que aun no rige en que cobija a todos los hombres sin dejar por fuera a nadie, de manera que el abismo que hoy separa a pobres y ricos tiende a desaparecer. Se diferencia del socialismo en que la acumulación no se verifica en el estado sino directamente en cabeza de cada ciudadano. Y se distingue radicalmente del comunismo porque además de enriquecer directamente al hombre, los hace sino dictadura ni centralización del poder en partidos, castas o


burocracias. Dije que la acumulación de riquezas de que se hace partícipe a todo hombre no es gratuita, sino la compensación por un esfuerzo que se le exige. ¿Qué esfuerzo es ése? El trabajo. Esto quiere decir que en un régimen de capitalización universal, el trabajo enriquece. El Manifiesto Comunista hace 114 años agitó las conciencias de los trabajadores del mundo entero, demostrando que en el régimen capitalista, el trabajo, con enriquecen. No era ningún descubrimiento. Muchos habían observado lo mismo. John Stuart Mill maestro de los economistas ingleses del siglo XVIIII, dice lo siguiente en sus famosos “Principios de Economía Política”: “Si hubiera de elegirse entre el comunismo con todos sus azares y el estado actual (1852) de la sociedad con todos sus sufrimientos e injusticias; si la institución de la propiedad privada entrañara necesariamente que los productos del trabajo han de repetirse como vemos que se hace hoy en día, casi en razón inversa del trabajo –la parte mayor para aquellos que nunca han trabajado, la parte que le sigue en magnitud para aquellos cuyo trabajo es casi nominal, y así sucesivamente en una escala descendente, disminuyendo la remuneración a medida que el trabajo es más duro y desagradable, hasta que el trabajo corporal más fatigoso y agotador no puede contar con la seguridad de poder ganar ni aun las cosas más necesarias para la vida--; si esto o el comunismo fuera la alternativa, entonces todas las dificultades grandes o pequeñas del comunismo serían como polvo en el platillo de una balanza.” Edición del Fondo de Cultura Económica de México, pág. 227. El cargo comunista estaba bien lanzado. Si hiciera falta una autoridad que lo respaldara, ¿dónde puede encontrarse una mayor que la del economista y filósofo inglés? Porque ese cargo no ha sido refutado, es que hoy tenemos a Fidel Castro en Cuba. Y si no nos apresuramos a refutarlo el comunismo con hechos y no con palabras, tendremos un Fidel Castro en cada una de las 20 repúblicas latinoamericanas. Y para evitarlo nada pueden hacer todos los movimientos anticomunistas que no le ofrecen al trabajador algo más sustancioso que propaganda grotesca, como la del sapo V.P. La capitalización universal es la contestación al Manifiesto Comunista. ¿Cómo funciona? Modificando el sistema de precios para que contenga una cuota de capitalización laboral que forma patrimonio para todo trabajador sin excepción, de manera automática y obligatoria. ¿Es esto posible? Sí. Lo que les parecerá imposible creer dentro de un tiempo a nuestros descendientes es que hoy haya trabajadores que laboran toda una vida al servicio de patrones que disfrutan de riquezas, sin recibir más que un escaso jornal que no les permite capitalizar. Y no es por culpa de los patrones, que pueden tener excelentes sentimientos sino por culpa de un sistema


económico defectuoso. No es posible esperar que esta situación injusta y bárbara se remedie sola, o por espontánea generosidad de algunos empresarios. O le ponemos remedio mediante una reforma total de la economía que sólo puede obtenerse introduciendo y haciendo obligatoria la capitalización universal, o vendrán los comunistas a poner orden en la casa. Si no se reforma las bases economías del régimen, si no se modifica el sistema de precios para que siga siendo libre pero deje de ser injusto, cuanto más vociferen los anticomunistas y más propaganda tipo “sapo· lleven a cabo por todos los medios, más ligero nos darán el golpe los camaradas y sus compañeros de viaje. Ahora bien, para que un régimen pueda repartir más, tiene que producir más. La cuota de capitalización laboral que yo he denominado “cuarta dimensión del precio”, técnicamente no sale de los salarios sino de las ganancias. Esas ganancias tienen que existir y para que existan debe haber crecimiento y desarrollo económico. Es urgente e imperativo convencer al pueblo costarricense de que debe unirse en un haz de voluntades para llevar a cabo la grandiosa empresa del desarrollo económico para hacer efectiva la capitalización universal. Disponemos de todos los recursos materiales y humanos para esa labor. Lo que nos falta es organización, decisión y fe. Empecemos por apartar a los tímidos, a los pesimistas, a los derrotistas y a los embusteros. Reorganicemos nuestra política sobre bases nuevas. No puede haber desarrollo económico mientras soportemos una carga de impuestos tan pesada que se consume en burocracia inútil. Costarricenses empecemos hoy mismo a formar los nuevos cuadros de la Alianza Económica que impulsa el Movimiento Solidarista, y que esperamos hayan de engrosar los hombres de buena voluntad de todas las tendencias políticas. Empecemos a preparar la organización y las finanzas indispensables para llevar el mensaje de la redención económica, de la revolución económica, de las garantías económicas, de la Alianza Económica a todos los costarricenses. La hora es tardía. Los comunistas asechan. Los reaccionarios hacen tonto y pierden el tiempo. Los viejos partidos políticos siguen organizándose para colocar a sus amigos en los puestos públicos y disfrutar de las escuálidas prebendas del fisco, un fisco en bancarrota. No se haga el sordo costarricense que me escucha. Lo estamos esperando. Venga ayúdenos a realizar el milagro de la transformación de Costa Rica en una Suiza centroamericana de verdad, en el modelo para todos los pueblos subdesarrollados que ansían liberarse de la miseria, del estancamiento y de la explotación.


Estadísticas de Educación según el Anuario de 1961

Enseñanza Primaria Nº de escuelas primarias oficiales: Nº de escuelas primarias privadas: Matrícula en las escuelas primarias oficiales: Matrícula en las escuelas primarias privadas: Matrícula total: Nº de maestros en las escuelas primarias oficiales: Nº de maestros en las escuelas primarias privadas:

1.600 73 203,146 9,203 212,349 8,379 479

Segunda Enseñanza Nº se colegios oficiales: Nº de colegios privados: Matrícula en los colegios oficiales: Matrícula en los colegios privados: Matrícula total: Nº de profesores en colegios oficiales: Nº de profesores en colegios privados:

33 35 22,371 6,855 29,226 929 467

20

Costarricenses: Conforme las ideas que vengo exponiendo dese hace años van penetrando en la conciencia de mis conciudadanos, es mayor cada día el número de personar que me preguntan qué es lo que persigue concretamente el Movimiento Solidarista y cuáles son los medios que piensa utilizar para lograr sus fines. Contesto: El Movimiento Solidarista persigue el enriquecimiento de todos los


costarricenses, usando para ellos un método nuevo y revolucionario de desarrollo económico. Ese método nuevo y revolucionario se llama “la Capitalización Universal”. Consiste en una reforma profunda de la estructura económica del régimen que vivimos, tendiente a eliminar la ineficiencia en la producción y la injusticia en la distribución, para lograr el empleo pleno y salarios que permitan la formación de patrimonio para el trabajador. Concretamente se modifica el sistema de formación de los precios, agregando a los tres componentes clásicos –salarios, rentas y ganancias—un nuevo elemento, la cuota de capitalización laboral. Esa cuota de capitalización laboral es la clave del enriquecimiento para el trabajador. Tiene en lo económico la misma importancia que la cédula electoral en lo político. yo invito a todos los costarricenses, lo mismo a las personas humildes de poca ilustración que los que poseen vastos conocimientos, a que dediquen algún tiempo a la meditación sobre este tema. No es cosa vana o superficial la que propongo. Es asunto grave y trascendental. En otros tiempos la existencia de ricos muy ricos y pobres muy pobres se miraba como cosa natural, sino buena por lo menos inevitable. Hoy sabemos que constituye el peligro mayor que confronta la sociedad humana, y que de no encontrársele pronto remedio, se producirá un catolismo social del que no saldrá nadie bien parado. Sobre esta cuestión se ha escrito montañas de literatura. Para resolverla se ha organizado movimientos de toda clase. Pero todo ha sido en vano. El problema subsiste, la miseria en los países subdesarrollados se agrava, la división de la sociedad ahonda. ¿Por qué? Porque tanto los ricos como los pobres quieren remedio fáciles o mágicos. Y tal cosa no existe, ni ha existido ni existirá. ¿Cuáles son esos remedios mágicos inefectivos? Por ejemplo: vote azul, vote verde, blanco y verde. Otro ejemplo: la campaña de prensa y radio y radio contra comunismo. ¿Dónde está entonces la solución? En trabajar, ahorrar y capitalizar. Para el hombre que tiene trabajo y cuyo salario le permite ahorrar, no existe problema alguno. Si sigue pobre es porque quiere. Es pobres de bienes porque es pobre de espíritu. Si su pobreza fuera una actitud evangélica, magnífico, su riqueza espiritual compensaría de sobra su carencia de bienes materiales. Pero eso es muy raro hoy en día. La mayor parte de los pobres por falta de espíritu, son unos desaprovechados. A esas gentes habrá que obligarlas a capitalizar por medio de la ley, como se obliga a ir a la escuela a los niños perezosos. En un país, pues, donde todo el mundo estuviera ocupado y bien remunerado, bastaría una ley de capitalización obligatoria para resolver el


problema. Sería un caso parecido al de la ley que hizo obligatoria la enseñanza primaria. Podría llamarse “Ley de Capitalización Primaria” Pero las cosas no son así. Hay mucha gente sin trabajo y muchos trabajadores ocupados pero que perciben salarios insuficientes. El problema se complica. No basta una ley de capitalización obligatoria. Si así fuera ya la habría dado nuestra Asamblea Legislativa. No, no basta un decreto. Lo siento mucho por los politiquerillos oportunistas que andan buscando fórmulas cabalísticas que abran la cueva de los tesoros. En las mil y una noches sí, pero en la economía moderna no, no existe un “sésamo ábrete” Para resolver el fantástico problema de la ocupación plena a salarios remunerativos, se necesita cambiar por su base el régimen económico que vivimos. Hay tres maneras de cambiarlo: la de los comunistas, la de los conservadores y la formula solidarista de capitalización universal. La solución comunista consiste en eliminar a los propietarios para que se acabe la injusticia. La solución solidarista consiste en hacer a todos propietarios para que se acabe la injusticia. La solución conservadores consiste en ir introduciendo lentamente, muy lentamente, mejoras sociales para que con el correr de los siglos se acabe la injusticia. Antes del advenimiento de los comunistas como potencia mundial d primer orden, el sistema conservador era bueno o por lo menos era el único que podía aplicarse, y todo intento de cambiar las cosas rápidamente era reprimido con severidad y a veces con extrema crueldad. Hoy ya no se puede ser conservador. Los pueblos están impacientes y si no se les dan soluciones inmediatas, se echan en brazos del comunismo, como hicieron los cubanos. Esto lo entienden todas las personas bien informadas. Buen ejemplo d ello es la santa sede. La Iglesia Católica es muy conservadora, extremadamente conservadora. Cuando un régimen social está bien firme no intenta oponérsele, porque sabe que nada podría hacer, y si no es rechazada prefiere colaborar. Para la Iglesia es una de las instituciones mejor informadas de la tierra y generalmente se entera de las tendencias al cambio mucho antes que el común de las gentes. Cuando la Iglesia se enfrenta a un dictador, generalmente es porque ha constatado que su fin está próximo. Pues bien, lo que muchos capitalistas conservadores en Costa Rica no quieren ver y entender, el Papa, el más conservador de los seres humanos, pero uno de los mejor informados, lo ha visto y lo ha entendido. A saber que hacer falta un cambio de régimen. La Encíclica Mater et Magistra contiene muchos párrafos que si hubieran salido de la docta cátedra de los teólogos del Vaticano, sino de la curul pro fidelista del diputado Suñol ya hubiera provocado toda suerte de ataques y


publicaciones del Movimiento Costa Rica Libre, el ANFE, el Comité de Conciencia Cívica, la Cruzada Femenina y otras entidades conservadoras. Un régimen económico-social descansa sobre un conjunto de principio jurídico-políticos consagrados en las leyes y las instituciones. Un cambio profundo implica el repudio de alguno de dichos principios y la aceptación de uno nuevo. Por ejemplo, el capitalismo descansa sobres los principios de la propiedad privada de los medios de producción, la libre competencia y la espontánea formación de los precios en mercado libre. El comunismo repudió esos principios alegando que habían resultado en el acaparamiento de la tierra, los capitales y la influencia política por una oligarquía de propietarios que explotaba sin misericordia al pueblo. En el Manifiesto Comunista, frases cortas y lapidarias, Carlos Marx y Federico Engels le dan una desnudada regocijante a los hipócritas burgueses que fingen indignación porque los comunistas quieren acabar con su propiedad privada cuando ellos han acabado con la propiedad de la mayor parte de la población. Las estadísticas son muy elocuentes. En casi todos los países capitalistas de América Latina, el 10% de la población, es decir los burgueses, son dueños del 90% de las tierras, porcentaje más, porcentaje menos. Esto era peor en los tiempos de Marx, pero no ha mejorado mucho. También acusa el Manifiesto a los burgueses de rasgar sus vestiduras porque los comunistas quieren abolir la familia, siendo así que son los burgueses quienes primero acabaron con la familia de los proletarios, seduciendo a sus mujeres, prostituyendo a sus hijas y convirtiendo a los niños en simples objetos de comercio. Y agrega “Nuestros burgueses, no contentos con tener a su disposición las mujeres y las hijas de los proletarios sin hablar de la prostitución oficial, encuentran singular placer en seducirse mutuamente sus esposas. El matrimonio burgués es, en realidad, la comunidad de las mujeres casadas.” convencidos los comunistas por lo veían en 1848, -cosa que no ha cambiado radicalmente aunque sí ha mejorado algo con el criterio conservador del progreso—decidieron que la sociedad burguesa apenas estaba buena para el basurero, y empezaron a luchar en la clandestinidad y bajo la persecución de todas las potencias de la vieja Europa, “el Papa y el Zar, Metternich y Guizot, los radicales franceses y los polizontes alemanes”, a luchar por la organización de un partido revolucionario que aboliera los principio ya expuestos de la propiedad privada de los medios de producción, la libre competencia y la espontánea formación de los precios en mercado libre. Lo lograron al cabo de siete décadas de lucha abnegada, y en 1917, inaugurada Lenín en Rusia el régimen comunista, entonces incipiente y vacilante y hoy el terror del mundo. La clandestinidad y la persecución no pudieron detener a los comunistas. Los fortaleció, templó su carácter, les dio una mística.


Por eso están profundamente equivocados los conservadores que hoy claman por perseguir al comunismo con los métodos de 1848. También hay una diferencia que vuelve su error más grave. En aquella época oscurantista de la Santa Alianza, los esclavos de Espartaco en los tiempos de la Roma pre-imperial. Hoy tienen el respaldo del poderío militar soviético y el de sus satélites. No podemos detener a los comunistas con la persecución, tampoco podemos derrotarlos militarmente. El aparato bélico de Occidente es impresionante, pero puede destruir al ejército rojo sin destruir la humanidad. A los comunistas sólo podemos derrotarlos económica e ideológicamente. En esta lucha nada tienen que hacer los conservadores. No se pueden esperar siglos. Hay que actuar ya. Para la acción inmediata y directa, el Solidarismo brinda herramientas económicas y armas ideológicas incontrastables. Dije en anterior ocasión que en Costa Rica había tenido dos civilizaciones, la del cacao durante la colonia y la del café que aún perdura. El Solidarismo traerá una nueva civilización del banco popular. El cacao dije, nos dio el encomendero y el esclavo; el café, el hacendado y el peón; el banco popular no dará el empresario y el obrero calificado. En efecto, la capitalización universal, complemento obligado del sufragio universal y de la instrucción primaria obligatoria, no puede aplicarse en un país con grave desocupación y salarios muy bajos. Sólo empresas florecientes con continuidad de empleo pueden operar y mantener planes solidaristas de ahorro y capitalización. Las hay ya en número que se acerca al centenar, pero eso no basta. Hay que poner en condiciones de capitalizar a sus trabajadores a todas la empresas, agrícolas, industriales comerciales y de servicios. Y eso sólo puede hacerlo el Banco Popular de Desarrollo Económico. Cuando el Banco Popular esté operando, tendremos una nueva civilización en Costa Rica, no de encomenderos que no trabajan y esclavos que no ganan, ni hacendados que trabajan mal y peones, sino de empresarios que ganan poco, dinámicos y eficientes y de trabajadores expertos y bien remunerados. Entonces será posible la capitalización universal y la formación de fortunas populares. Esto tiene otro nombre: democracia económica. ¿De quién será el Banco Popular? De todos los costarricenses. Así podré dar fin al cabo de los años a mi proyecto de nacionalización bancaria propuesto a la Junta de Gobierno de 1948 y aceptado por ella, pero sin haberlo entendido a cabalidad mis compañeros de gobierno, por lo cual se fue poco a poco convirtiendo en un instrumento burocrático de control del crédito por el partido gobernante. Es bueno que se sepa que si bien yo fui a la Revolución del 8 en defensa del sufragio atropellado, y si bien mi modesta contribución a la victoria militar me hizo ocupar las carteras de Economía y Hacienda, en el gobierno de facto, muy pronto


entré en conflicto con ideas y prácticas de la Junta que no correspondían a mi concepto de una revolución económica. Muy recién instalado el gobierno revolucionario propuse dos medidas de gran trascendencia, una contribución extraordinaria del 10% a todo el capital sin excepciones para reconstruir la economía muy deteriorada por ocho años de demagogia social y varios meses de lucha armada que realmente se inició con la huelga de brazos caídos, y la nacionalización de la banca particular para darle sentido popular al crédito. La contribución empezó sufriendo atenuaciones, exoneraciones y prórrogas hasta desnaturalizarla y convertirla en un impuesto sobre la renta, y su producto de destinó a fines no previstos por mí. La banca se fue convirtiendo en un organismo burocrático costoso. Mis discrepancias con el resto de la Junta se fueron ahondando y agriando, especialmente porque no quería convertirme en un perseguidor de mariachis y me negaba a despedir empleados de hacienda competentes y honorables por el solo hecho de no haber sido partidarios de la Revolución. La crisis vino cuando me negué a cargar al pueblo con nuevos impuestos para financiar el presupuesto público y a permitir que los veinte millones de letras del Tesoro se convirtieran en circulación permanente de papel moneda. En carta de fecha 22 de marzo de 1949 hice saber al señor Figueres, Presidente de la Junta, mi decisión de separarme del gobierno antes que pedirle a la Asamblea Constituyente, ya que Congreso no lo había, nuevos impuestos por un mínimo de diez millones adicionales. También hice ver a mis compañeros de Junta la necesidad de variar fundamentalmente la política económica y hacendaria del gobierno, y señalé algunos puntos concretos. La Junta me prestó oídos de mercader. El asunto transcendió al Ministerio y en documento que conservo todos los Jefes de Departamento me pidieron que les expusiera mis puntos de vista “a fin, decían, de asumir la posición que nuestro sentido de responsabilidad con la Junta y el País nos señale, ante la situación grave de Estado planteada.” Nada logré. Me fui del gobierno, solo por cierto. Yo no quería gravar al pueblo con impuestos. Propuse una contribución extraordinaria de todos para desarrollo económico. La contribución se impuso, pero para burocracia. Los impuestos también se crearon, pero sin mi presencia en el gobierno. Ya me había ido. Me fui a luchar en la llanura por la reforma económica, por el capitalismo popular. El pueblo que me oye, debe abrir sus oídos. Si no hay reforma y desarrollo económico, habrá crisis, impuestos, vida cara, y tal vez comunismo como única solución. El gobierno no puede resolver el problema. El gobierno tiende a crecer, a aumentar la burocracia, a subir los impuestos, a contraer empréstitos. No, el


remedio está en la actuación particular de los ciudadanos. El costarricense debe cambiar de sistema de vida. Debe dejar derrochar. Los politiqueros lo han meleado con regalías sociales, aguinaldos y otras prebendas falsas. La actitud de esos demagogos ha sido como la de quitarle a un hombre el almuerzo a cambio de unos dulces. Y esa demagogia sigue adelante. Ahora quieren inmovilidad sindical. Con ella los primeros favorecidos serán los comunistas. Yo propongo algo mejor: Capitalización universal y banco popular de desarrollo. El banco dará crédito para convertir nuestra agricultura rutinaria en agricultura científica, para desarrollar la industria y la artesanía, para ampliar el comercio y las comunicaciones. El pueblo, todos los ciudadanos, seremos dueños directos del patrimonio público, seremos accionistas de los bancos, de las instituciones es todas del estado. Con la reforma económica haremos la reforma educativa. Hoy producimos muchos bachilleres y licenciados y pocos productores. El escolar que abandona los estudios antes de completa secundaria, so sabe nada práctico. Es un 10% de bachiller, un 2% de licenciado y un cero a la izquierda como productor. Hay que educar a nuestros trabajadores para que sepan desarrollar la economía. Para que abran los ojos y vean los inmensos recursos naturales, como el bosque, tesoro inagotable que los suecos, por ejemplo, lo ha hecho pueblo rico y civilizado. Costarricenses, organicemos la reforma económica. El Movimiento Solidarista puede hacerlo, alcanzando el poder. El ciudadano que me escucha, si no está conforme y resignado, si tiene sangre en las venas, que acuda y se integre a nuestros cuadros. Le daremos a Costa Rica una nueva civilización.

21 Costarricenses: He hablado de una nueva civilización para Costa Rica que supere las etapas históricas del cacao y del café, cultivos que en su época fueron la base de nuestra economía, pero que hoy nos obligan a competir con tribus africanas de un nivel de vida completamente primitivo. Esta competencia es imposible por los bajos jornaleros y ausencia de cargas sociales que prevalecen en esos países del Continente Negro. Costa Rica debe limitar su producción de café a las calidades que soportan los jornaleros y otras cargas que imponen nuestro ordenamiento social. De lo contrario nos enfrentamos a un dilema fatal: o vedemos a un precio que no cubre los gastos y pronto tendremos que abandonar los cafetales o mantenemos a los trabajadores del café al nivel de las tribus africanas.


La conversión a cultivos más rentables de las tierras marginales de café, y el desplazamiento de los trabajadores agrícolas hacia la industria y los servicio productivos hasta llegar a bajar la proporción de agricultores a un 10% del total de trabajadores activos –hoy es más del 50%-- es un proceso durar décadas y que programado deliberadamente se puede realizar en cuestión de años. Para llevar a cabo esa necesaria transformación de nuestra economía, se requieren capitales y conocimientos, en otras palabras, dinero y tecnología. Vuelve a surgir la eterna pregunta: ¿De dónde tomará un país pobre los capitales de inversión indispensables para su desarrollo de dónde le vendrán los conocimientos tecnológicos indispensables para empelar adecuadamente esos capitales? Quienes hacen esa pregunta y de una vez la contestan negativamente son los que desconfían de las capacidades de los costarricenses para resolver sus propios problemas y dirigen sus miradas al extranjero. Esta actividad es entreguista, indignada y peligrosa. Ni los yanquis ni los rusos son los que tienen que arreglar este país. Cuando una nación se entrega a fuerzas extranjeras se convierte en colonia. Cuba hoy es una colonia rusa. Por defendernos del comunismo, no vamos a convertir a Costa Rica en una colonia norte americana. El caso de una nación sin capitales ni tecnología es semejante al de un hombre sin fortuna ni conocimientos. Para mis oyentes, es más fácil comprender el caso del individuo puesto que es su propio caso. Examinémoslo, pues. Costa Rica es un país sin desarrollo, pero no es un país pobre; es un país joven. El problema de Costa Rica es idéntico al problema de todos jóvenes que me escuchan. Si no tienen capital ni conocimientos especializados, pero tiene juventud y voluntad, pueden adquirir los conocimientos, estudiando y la fortuna trabajando y ahorrando. Costa Rica tiene un alto porcentaje de su población ocupada. El desempleo todavía no es catastrófico. Algunos hasta opinan que es mínimo. También tiene Costa Rica una población y universitaria relativamente alta. Ahí está la matriz de la riqueza. Hace falta ahora una legislación sabia que decrete la obligación de capitalizar para todo trabajador ocupado, y una reforma educativa que dé como resultado una mayor producción de artesanos, operarios, técnicos y administradores. El ahorro nacional obligatorio proporcionará los capitales y la escuela reformada que necesitamos para el desarrollo económico de Costa Rica a corto plazo. Una vez q hayamos encarrilado las cosas de esta manera, el capital y la tecnología extranjeros afluirán para asociarse en condiciones digna y provechosas con nosotros.


El desarrollo económico en sí no es cosa fácil. Hay que escoger los proyectos de inversión más productos. Muchas veces no hay otra forma para distinguir los proyectos productivos de los improductivos y aún de los ruinosos, que el método experimental del tanteo error. Esto lo comprendo perfectamente y sé que el aprendizaje será caro. Más caro es no aprender. Costa Rica no puede quedarse rezagada en el mundo económico moderno, sembrando café, bananos y cacaos para competir en los mercados mundiales con las ex colonias africanas cuya población tiene más o menos la cultura y el nivel de la vida de las tribus indígenas que poblaban nuestro territorio cuando Colón descubrió la América. Tenemos que ponernos al día industrialmente. Empezamos ya. No bastan los esfuerzos asilados y esporádicos que se han hecho para industrializar el país. A ese ritmo no llegaremos nunca. La velocidad es indispensable de nuestro desarrollo la marca la rapidez con la que las naciones adelantadas sustituyen las materias primas que antes nos compraban por productos sintéticos de su propia industria. Y también la rapidez con que otras naciones antes de subdesarrolladas han emprendido la transformación de sus economías agrícolas, instalando industrias livianas de transformación. Inglaterra se hizo poderosa tejiéndole, como dijo Pío Baroja, un gorro de algodón al mundo. Sus casimires se hicieron famosos y sirvieron en arte para pagar nuestro café en los buenos tiempos del grano de oro. Pero ya Inglaterra no se defiende con su industria textil. No solo Inglaterra, hasta el Japón de mucho más reciente desarrollo industrial, ya no cuenta con las telas como base de su economía. Eso queda para países de industrialización incipiente. Para los aprendices, como nosotros. Así como Inglaterra superó la industria textil, así Costa rica tiene que superar la agricultura del café, relegándola a segunda término. Y así como Inglaterra hoy descansa sobre su industria pesada, Costa Rica tiene que descansar sobre su industria liviana. Es el proceso natural del crecimiento. Pero esas transformaciones no fueron espontaneas ni se realizaron sin luchas y sacrificios. Inglaterra tuvo que vencer la resistencia de sus varones feudales cuando decidió industrializarse. Memorable son los debates en la cámara de los comunes acerca de las leyes del trigo, cuya derogatoria abrió la puerta a la industrialización masiva. Nosotros los costarricenses, tenemos que dar nuestra batalla. Hay muchos enemigos. Organicémonos para derrotarlos. Hace muchos años que vengo la reforma solidarista y ya hay suficientes ejemplos de lo que puede hacer por Costa Rica para que sigan haciéndose los


sordos los ciudadanos que aman a su patria. Todo el que escucha y entiende este mensaje debe hacerme llegar su voz del aliento y disponerse al luchar por la reforma. Yo necesito saber que mis palabras no se las lleva el viento y que hay corazones dispuestos a la batalla del progreso. Tenemos que organizarnos rápidamente, antes de que otras fuerzas ocupen posiciones estratégicas de donde será difícil desalojarlas. Hay que actuar. No basta hablar y escribir. Y viene al caso referirme a un hermoso editorial del diario para agradecer en primer términos la referencias honrosas que tiene para mí y de Costa Rica, publicado el día 11 de octubre, para pedirle a su autor que así como apoya periodísticamente mi labor cooperar en una forma más positiva para hacer realidad esas aspiraciones, piense en la posibilidad en que le han arrancado tan bellos pensamientos. Sé que esos párrafos inspirados, aunque salidos de la pluma del director del diario, don J.V. Gené representan el pensamiento no de un solo hombre sino de un número creciente de personas. Me dirijo entonces a los que así piensan y los invito a organizarse para combatir los males que censuran y apoyar las ideas y propósitos que consideran buenos. Para aquellos de mis oyentes que no hayan leído el editorial voy a repetirlo desde esta tribuna de la radio. Dice así: “La sombra del espíritu helénico”. Siendo ministro de economía y hacienda de la junta de gobierno de liberación nacional, el Lic. Don Alberto Martén Chavarría, que había nacionalizado la banca y establecido confiscatorio del 10% sobre los capitales, publicó uno de los artículos más hermosos que han visto la luz pública en los últimos años. En él, Don Alberto justificó las medidas heroicas impuestas al pueblo con propósito noble: la promesa de convertir a nuestra patria en la Atenas del continente Americano. No fueron pocos los que en aquella época creyeron al esfuerzo digno de la meta propuesta, y aun se sintieron complacidos al realizarlo, pero el espíritu helénico que invocó el líder del solidarismo en un hermoso intento por la superación de la patria, no caló en él de los compañeros de grupo que con él compartieron las responsabilidades del gobierno y en definitiva, solo quedó al pueblo la desilusión y el sacrificio. Pasados los años no podemos menos que recordar con añoranza aquel artículo del señor Martén, que reputamos sincero, a echar de menos el fallido propósito que intentó llevarnos a las épocas en que hombres como Demóstenes eran coronados por los servicios prestados a la patria, pero una vez que hubieran rendido cuentas ante el pueblo y ante los magistrados, de las administración de los bienes habían recibido en administración y del provecho que en lo personal hubieran obtenido del poder que se les habían otorgado, así como la posición transitoriamente ocupada. Épocas de la democracia joven, en la que los hombres


públicos no rehuían discutir antes los jueces en presencia del pueblo, el uso que habían hecho del poder puesto en sus manos, y que más bien se enorgullecían de probar ante los ojos del mundo que su probidad estaba constituida por una sola pieza, incapaz de doblarse. Magnífico ejemplo el de Ctesifonte que acusado por esquines acude ante los magistrados y por boca de Demóstenes demuestra que tanto su vida como la de aquel para quien había pedido un premio estuvieron siempre al servicio de la república, sin haber puesto jamás a la república a su propio y particular servicio. Magnífica historia de la edad de oro de la democracia que sin duda alguna estuvo en la memoria del señor Martén cuando nacionalizó la banca no con fin sino como uno de los medios para llegar a emular la patria de Solón y de Pericles: El señor Martén, el hombre del propósito levantado, tuvo que separarse pronto del grupo llevándose consigo la determinación y la idea; y el espíritu que quiso ser helénico, por culpa de los hombres que quedaron en la dirección de los negocios públicos pronto de trocó en fenicio. Atenas el continente americano en la que el ex Magistrado que es llamado ante los jueces para que explique el uso que el hecho de la nacionalización bancaria que se decretó para construirla, rehuye la explicación y la debida rendición de cuentas. Atenas del continente americano, en la que los jueces revocan sus acuerdos o los dictan según convenga al interés de una de las partes que a veces se inclina por la debida explicación de sus actos y al fin, temeroso, la rehuye. Corona de Oro con que el pueblo ateniense premiaba la probidad de sus hombres, hoy empolvada y sin valor simbólico codiciada tan solo por el metal de que está hecho en esta nueva Atenas del continente americano. ¡Amargados pensamientos provoca el hermoso ideal del nacionalizador de la banca frente a la realidad ambiente, que solo dejan la esperanza de que algún día los costarricenses quieran de verás hacer de nuestra patria una nueva y brillante Atenas! Aquí termina el editorial y empieza mi comentario, es una lástima que propósitos tan elevados como el de convertir a Costa Rica en la Atenas del continente, o para usar las palabras de con más frecuencia he pronunciado, en la Grecia del Caribe, no hayan tenido hasta la fecha de parte del señor Vargas Gené y los que como él piensa, más apoyo. Y aun pareciera que tardío reconocimiento no se produce como un respaldo al solidarista sino como un medio indirecto de terciar en el proceso que por injurias en la prensa se ventila entre los ex presidentes Figueres como acusador y Ulate como acusado, para reclamarle al señor Figueres su negativa a discutir públicamente sus operaciones de crédito con los banco nacionalizados y a los señores Magistrados de Casación el no haber ordenado recibir las pruebas que hubieran expuesto a la mirada pública esas operaciones. Pero cualquiera que haya sido la ocasión para manifestarse y salvadas las


posibles segundas intenciones que en esa manifestación encierra, es lo cierto que editorializando en el diario de Costa Rica periódico que como es público y notorio es el vocero de un respetable núcleo de opinión, don Joaquín Vargas Gené, su director, se ha manifestado partidario nostálgico del levantado propósito que reputa sincero de hacer de una Costa Rica un segunda Atenas, propósito que no anuncié no en uno sino en muchos artículos y que no me limité a enunciar sino que por el he luchado tesoneramente desde hace 14 años para cristalizarlo en realidad. Dice el señor Vargas Gené que no fueron pocos los que en aquella época creyeron al esfuerzo digno de la meta propuesta, y aun se sintieron complacidos al realizarlo. Hubiera preferido oírlo en primera persona. Pero nunca es tarde para emprender en grandes causas. Lo importante no es lo que no se hizo ayer sino no que se va a hacer hoy. La Grecia antigua es conocida por su esplendorosa civilización en la que florecieron no solo la filosofía, las ciencias y las artes, sino también la industria y el comercio. Grecia extendió su economía a muchos puntos del mediterráneo y fundó colonias en Asía menor, en Italia y Sicilia. Ciudades famosas como Marsella y Alejandría hijas lejanas fueron del espíritu emprendedor y aventurero de esa raza o más bien crisol de razas sin parangón en la historia muy distinta tendría que ser nuestra civilización porque muy distintos son los tiempos. La esclavitud, por ejemplo, no cabría entre nosotros. La imagen de la Grecia antigua no puede ser más que una inspiración un estímulo para inflamar nuestra fantasía y espolear nuestra voluntad. Emular su grandeza, evitando sus errores y sus crímenes puede ser un programa de acción para nosotros. Y puesto que el señor Vargas Gené también es sensible al hechizo griego, una sus fuerzas a las de los solidaristas y ayudemos a conciliar al pueblo entero de Costa Rica en torno de esta idea. La idea es extremadamente simple. Tan sencilla que tal vez por ello algunos no la entienden. Se trata de introducir en nuestra economía un método práctico y eficaz para lograr que todos los trabajadores puedan acumular un patrimonio. Poner a la miseria fuera de ley. Este ahorro creador será causa y efecto al mismo tiempo de la riqueza nacional. No estoy aconsejando al atesoramiento infecundo, ni recomendando limitar la circulación del dinero. Yo sé que más de un profesorcito afiliado a algún partido que me adversa porque he puesto al desnudo su carencia de ideas y de principios, desacredita desde la cátedra universitaria al solidarismo, explicándolo falsamente como un plan de ahorro paralizador e inoperante; pero eso no es más que crítica ignorada. Todavía estoy esperando al adversario de mis ideas que tenga la


hidalguía de invitarme a una discusión en el paraninfo, en vez de denigrarme a espaldas mías. En conclusión, que Costa Rica necesita urgentemente una reforma profunda de su economía para hacer el arranque de desarrollo económico y elevar considerablemente la renta nacional. Esa reforma es una obra política. Sólo un partido que gane las elecciones y lleve al Congreso una mayoría de diputados suficiente para reformar la Constitución puede surgir de la unión de los s, y para ello es preciso olvidar los rencores, superar las pequeñas ambiciones, relevar a los dirigentes que ya cumplieron su obra y llenarse de un entusiasmo y una voluntad sin límites, para cumplir un propósito grandioso. No hay en este momento ante la conciencia de los costarricenses, ningún ideario, ningún programa, ninguna organización política, que presente las soluciones definitivas que ofrece la capitalización universal solidarista. Es indispensable que así lo entiendan los ciudadanos y que despierten de su modorra tropical. Repito, todo el que me oiga y sienta en su pecho una inquietud de bien nacional, comuníquese conmigo. Esta labor no es cosa de un solo hombre, ni de un pequeño grupo, ni de un grupo grande. Sólo la inmensa mayoría de los electores puede realizarla. En el Movimiento Solidarista se está concentrando un núcleo de costarricenses que aspiran a mover la conciencia de sus conciudadanos llevándoles un mensaje de verdad, de justicia y de realizaciones. Ciudadanos que me escucha, venga a formar filas con nosotros. No abandone la suerte de la patria a las agrupaciones políticas que no tienen filosofía ni principio certeros, sino tan sólo buenas intenciones cuando más y a menudo un simple afán de gobernar. Costarricense, nuestros antepasados nos dieron la República y la Escuela, la libertad y la instrucción, démosle nosotros a nuestros descendientes la riqueza, la capitalización universal. 22

Costarricenses: Por invitación que me hizo el Lic. Carlos Manuel Coto Albán, joven y brillante abogado, en nombre de la Federación Nacional de Cámaras Junior de Costa Rica, participó en la convención, que ese grupo de jóvenes dedicados bajo un ideario democrático, al servicio de la comunidad, llevó a cabo ayer domingo en el salón del Ateneo Domus Dei. Ese Ateneo que dirige el Presbítero Álvaro Solera y que constituye un notable experimento para reconciliar la moral cristiana con las


diversiones de la juventud moderna—que a algunos conservadores escandalizan—es algo digno de comentarse con elogio, pues es un esfuerzo inteligente que se lleva cabo en Costa Rica para alejar del vicio a los muchachos, no reprimiendo su necesidad biológica de bailar y divertirse, sino satisfaciéndola en un ambiente decoroso. El Padre Solera derrotó al vicio ofreciendo algo superior, pero que llena la misma necesidad de esparcimiento. Si el muchacho quiere bailar twist, no hay que tratar de convencerlo de que le conviene es rezar el rosario. No, lo que hay que hacer es ofrecerle un salón de baile decente. Cuando un cura retrógrado se empeña en poner a rezar al que quiere bailar, lo único que consigue es quedarse solo con sus rezos mientras los jóvenes van a los bailongos. Ahora, Padre Solera, usted tiene que ayudarme en una tarea más vasta la de alejar a unos adolescentes de los centros de corrupción la de arrancar a los trabadores de los centros de indoctrinación comunista. Cuando las masas humanas descontentas quieren revolución comunista. Cuando las masas humanas descontentas quieren revolución no hay que tratar de convencerlas de que lo que les conviene es resignación. Esos es lo que quisieran los capitalistas avaros porque les sale muy barato. No, si los trabajadores quieren revolución lo que hay que hacer es ayudar a llevar a cabo una revolución digna porque ya no toleran la injusticia social. Y ahora voy a reconstruir lo que dije ayer a la muchacha junior. Costarricenses: Hay en el mundo libre hoy gran alarma por el peligro de la penetración comunista. En el continente americano los tranquilos burgueses habían venido mirando esa amenaza como algo remoto e intrasladable, siguiendo sus lejanas peripecias en los cables de la prensa con la misma ligera y confortable tensión con que veían, sentados en cómodas butacas en sus salas de cine con aire acondicionado, las películas de tempestades, piratas y náufragos en el mar de China; pero hoy, el establecimiento de una base militar soviética en Cuba, en el propio corazón de las Antillas, ha convertido esa aprensión superficial y sabrosa en verdadero terror pánico. Es más, por una de esas misteriosas traslaciones pendulares psicológicas, la tranquila y estimulante preocupación se ha convertido en una historia colectiva. Malo lo uno y malo lo otro. De los fríos polares hemos pasado a los calores saharianos, paralizantes los unos, enervantes los otros, malsanos y debilitadores los dos. En este ambiente poco propicio a la reflexión serena y a la adopción de medidas prudentes y eficaces, se me ha pedido que diserte sobre la contestación al reto comunista en el campo de la teoría económica. Acostumbrado a la disciplina científica de la cátedra que vengo ejerciendo desde hace muchos años en el campo de la economía, temo que mis palabras puedan ser para muchos un


desencanto y aun para algunos motivos de estupefacción. Yo sé que un gran número de ciudadanos preocupados quieren acciones inmediatas de represión ideológica y policiaca. Esa es una actitud inoperante. Cuando los rusos pusieron en órbita su satélite Alpha 1957, que en lenguaje popular se llamó Sputnik primero, fue la hazaña prodigiosa de la técnica soviética, que abrió los espacios siderales a los hombres, lo que precedía hacer e hicieron los norteamericanos fue aplaudir admirativamente y apresurarse a intensificar, en el silencio y la tranquilidad de sus laboratorios, los estudios y experimentos que les permitieron colocar en órbita el Alpha 1958, conocido en el público con el nombre de Explotador primero. Desde entonces existe una emulación científica entre ambas naciones, en la que no cuentan para nada las proclamas demagógicas ni las reprensiones de la policía política, sino las realizaciones de los sabios. Pues bien, en el campo de la economía social tenemos la misma situación de competencia científica, y la única manera de aventajar a los comunistas es la creación de un sistema económico para el mundo que intelectualmente supere el impresionante aparato teórico del marxismo, y prácticamente resuelva los problemas humanos que el capitalismo no ha resuelto, que el comunismo sí ha resuelto a medias pero creando otros problemas aun mayores. Los pueblos subdesarrollados desgraciadamente ven más el cebo de las reformas sociales que el anzuelo de la dictadura y se inclinan hacia el comunismo. Es sistema económico-político-social que vencería al marxismo porque es el adecuado para una sociedad que ha alcanzado ya un grado de perfección, tiene un nombre: solidarismo. No soy yo un autor, a lo sumo su padrino para Costa Rica. Cedo la palabra a los economistas donde las rivalidades ideológicas pudieran empañar el cristal de la imparcialidad a través del cual deben mirarse estos problemas, sino a los psicólogos que tienen por qué tomar partido en esta pugna. He aquí las palabras textuales del Dr. Oliver Brachfeld, glosador de Alfredo Adler, el fundador de la psicología individual, discípulo y luego émulo de Fred en su obra ya clásica, escrita en español y traducida a numerosos idiomas “Los Sentimientos de Inferioridad”, páginas 193 y siguiente: “El hombre, a raíz de su mayor diferenciación –si se le compara con los grandes mamíferos—habría llegado a ser, o hasta a nacer, una especie “inferior”. Es un animal que nace prematuramente; según los biólogos, le convendría mucho más nacer tan solo después de la fase del destete. He aquí su “inferioridad” congénita que le es asignada por la Providencia, y que le obliga a vivir en sociedad, en “comunidad”, pues tan solo la unión hace la fuerza. El retoño del hombre, abandonado a sí mismo, moriría. En este sentido, la comunidad preexiste en cierto modo al individuo, y en éste late desde antes de su nacimiento una poderosa impulsión hacia la solidaridad (la solidaridad no deriva, pues, de una especie de reflexión oportunista, y aun menos de un “contrato social” a lo Rousseau). El Hombre sería un ser fundamentalmente altruista y no egoísta, como


parecen creer, por un “error de perspectiva” (Adler), muchos psicólogos: destilaría, al contrario, altruismo y solidarismo con tanta naturalidad como respira…. “Sentimiento de comunidad (1) quiere decir todo—leemos en el Sentido de la Vida, en el capítulo fundamental del libro que debe ser concebida como eterno, tal como podríamos imaginar a la humanidad si ésta hubiera alcanzado ya un grado fe perfección. Y señalado ya por donde se halla el camino que buscamos, vuelvo al hilo de mi exposición relacionada con el comunismo. Esa palabra “comunismo” es el término más abusado en esta época. El abuso empezó el siglo pasado. En efecto dice el Manifiesto Comunista en el párrafo segundo de su introducción: “¿Dónde está el partido de oposición a quien sus adversarios en el poder no hubiesen acusado de comunismo? ¿Dónde el partido de oposición que no hubiese lanzado de rebote, tanto a sus opositores más avanzados como a sus adversarios de la reacción, el reproche estigmatizante de comunismo?” Ese abuso ha desnaturalizado el sentido prístino del término. Empecemos, pues, por redefinirlo. Yo encuentro que hay por lo menos tres clases de comunismo: el comunismo filosófico, el comunismo místico y el comunismo político. El comunismo filosófico o platónico podría definirse así: La organización ideal de la sociedad humana a juicio del más grande filósofo idealista de la Antigüedad. Iba tan lejos que hasta llegaba a la comunidad de mujeres. El comunismo místico o cristiano es la forma de vida, más indicada en opinión de Jesucristo para alcanzar la perfección espiritual. Lo practican actualmente numerosas órdenes religiosas y elimina totalmente la propiedad privada y la iniciativa individual, sometiéndose sus miembros a los votos de castidad, pobreza y obediencia. El comunismo político o marxista-leninista, a su vez, definido sin prejuicios, es un movimiento ideológico internacional que lucha sin escrúpulos morales en cuanto a los medios, por establecer en la tierra basándose en la propiedad colectiva de los medios de producción una sociedad sin clases, sin explotación económica del hombre por el hombre y – tras un período de dictadura del proletariado transitoria --- sin poder político de estado. Definidos los principales géneros de comunismo que se conocen en el mundo, vamos a dejar el comunismo platónico en sus anaqueles y el comunismo místico en sus conventos, donde ni uno ni otro nos inquietan, y a ocuparnos del comunismo político que no solo nos inquieta sino que nos aterroriza. De la definición que di del comunismos marxista-lenista, acepto como correcto y deseables los objetivos que persigue de un sociedad sin clases y son explotación; pero repudio como errores peligrosos su empelo de toda clase de medios para lograr sus fines y dictadura del proletariado aun transitoria. Además considero falsos, incompletos inconvenientes o imposibles, en el campo de la


teoría científica y en el de la practica social, sus postulados acerca de la propiedad colectiva y de la ausencia de un poder político de estado. Contra los errores y las amenazas debemos reaccionar. Resolvamos como, analizando una por una esas proposiciones. EL comunismo político marxista-lenista se ha identificado con el estado soviético que es una potencia imperialista. Tiene pues dos brazos: el ideológico y el político-militar. En el campo político-militar, para contener el comunismo se han formado varias alianzas. La que no tova más de cerca es la OTAN --Organización del Atlántico Norte--. Nada tengo que objetar a esas alianzas, aunque sólo sirvan de “deterrentes” como se dice ahora. A la fuerza debe oponerse la fuerza. Lo único que podría criticarse no a la organización político-militar de las potencias accidentales, sino a la posición doctrinaria que adoptan sobre todo los Estados Unidos, es cierta inconsistencia que debilita su causa ante la opinión mundial, a saber la tesis antijurídica que niega a China entrada a las Naciones Unidas y otorga la representación de sus 650 millones de habitantes al General Chiang Kai-Shek; también la indignación belicosa contra la presencia de armamentos soviéticos en Cuba los Estados Unidos mantienen la sétima escuadra en aguas de Formosa. Corregidas esas anomalías que nos confunden, creo indispensable mantener en pie de guerra las fuerzas militares occidentales suficientes para disuadir al Ejército Rojo y sus satélites de cualquier agresión. Pero en lo que no puedo estar de acuerdo jamás es en las campañas de represión ideológica que cada día toman mayor fuerza entre nosotros. La historia abunda en ejemplos aleccionadores de lo funesto que es entrar por ese camino de persecución doctrinaria. Si vamos a convertir al comunismo en la herejía del siglo XX, pronto tendremos una nueva Inquisión y a nuevos Torquemadas, y volveremos a contemplar el resplandor siniestro de las hogueras y el despliegue pomposo de los autos de fe. Dice Llorente, Secretario General del Santo Oficio en aquella época tenebrosa que el piro maníaco de Tomás de Torquemada envió a la hoguera nada menos que a 8800 víctimas y condenó a 96504 a otras penas. En el famoso auto de fe de Toledo del 10 de marzo de 148 fueron entregados al brazo secular 1200 condenados. Cervantes en su genial y ameno Don Quijote nos ha familiarizado con la Santa Hermandad, una forma policial del Santo Oficio con la que a menudo chocaban el inmortal Caballero Andante y su escudero en sus afanes justicieros descabellados. Pues bien como ocurre a todos los fanáticos, esos guardianes del orden público, se convirtieron pronto en sus peores enemigos y sus cuadrilleros llegaron a tener tan mala fama como los mismos salteadores. No nos vaya a pasar lo mismo con los fanáticos perseguidores del


comunismo, en nombre de un mal entendido ardor patriótico. Lo peor es que esas reprensiones no son solamente, de qué le valió a Torquemada la Iglesia Católica que el monje a sus enemigos – dice que para preservar la fe. Cuando ese cocinero diabólico murió en 1498, ya tenía 15 años Lutero, quien le arrancó al catolicismo favorecido por los desmanes de Torquemada y muchos otros Torquemaditas y a titulo de protesta un millón de fieles por cada hereje sacrificado en la hoguera. Cuando aprenderán los inquisidores que el mundo no deja de girar porque el Santo Oficio obligue a un sabio a sostener que no se mueve y que los judíos no se acabarán cremándolos por millones después de haberlos asfixiado en cámaras de gas; y que los herejes no se doblegarán ante un clero cruel y sibarita por muchas hogueras que se enciendan para aterrorizarlos y que los comunistas no dejarán de crecer y multiplicarse en un mundo capitalista básicamente injusto por muchas organizaciones de reprensión ideológica que se creen para exterminarlos. ¿Qué significan estas palabras mías? ¿Qué estoy de acuerdo en dejar amplia libertad a los comunistas para propaganda subversiva? No. Pero lo que debe perseguirse es la subversión y no el credo. Perseguir a un maestro o catedrático porque profesa la ideología comunista es torquemadismo, macartismo y no quisiera llegar a tener que ponerle también el apellido de alguno de mis compatriotas, aunque hay ya varios que aspiran a ese honor. El conspirador debe reprimirse. Ya sea comunista, capitalista, cooperativista, anarquista, idealista o solidarista. El que pretenda imponer sus ideas por la violencia, el fraude, el terror debe reprimirse, ya sea demócrata o totalitario. El que abuse de su cátedra debe reprimirse; ya la use para ocupar el tiempo que debiera emplear en impartir conocimientos científicos, en hablar de comunismo, de deporte, de religión, de política, o en propaganda comercial. Pero una cátedra de marxismo es restable y si no la hay, debiera crearse en la universidad de Costa Rica como existe en las universidades de muchos países civilizados de la Tierra. Como se ve, la represión de la violencia, el desorden, el abuso y la desvergüenza, es buena y necesaria. Es un aspecto de la reprensión demócrata pero general de la delincuencia y debe estar a cargo de los correspondientes organismos del estado. Pero de ahí a que se organicen grupos de ciudadanos para perseguir fanáticamente a los partidarios de otras ideas, hay un abismo. Líbrenos la Providencia de que semejante calamidad pudiera ocurrir en Costa Rica. Analizado como queda dicho el capítulo de reprensión negativa del comunismo, quiero referirme ahora al esfuerzo positivo para superarlo. Entre los planes que hay en vigencia se destaca de modo principal la Alianza


para el Progreso, sobre la que se ha escrito y hablado mundo. No tomaré parte, por consiguiente, en se coro. Me limitaré a decir que el esfuerzo es laudable pero en la práctica ha resultado insuficiente, porque los fondos destinados al desarrollo de nuestros países no bastan; y contradictorio porque es más lo que nos quitan con los malos precios que pagan por nuestros productos de exportación, que lo que nos dan en préstamos y auxilios. A diferencia, por consiguiente, de la OTAN que militarmente es competente para enfrentarse al poderío mélico soviético, la Alianza económicamente comunista en nuestros países subdesarrollados. La razón básica es que el capitalismo occidental no tiene teoría económica adaptada a los problemas de hoy. Los militares comprendieron que debían abandonar los conceptos anticuados de estrategia militar como el que inspiró la línea Maginot y ponerse al día en armamento nuclear. Pero los economistas del capitalismo siguen luchando con las armas y herramientas del siglo pasado. Debieran consultar a unos psiquiatras. Les recomiendo al Dr. Brachfeld. ¿Cuál es la teoría económica del siglo pasado que usan como herramienta ideológica en su lucha contra el comunismo los economistas y hombres de negocios del mundo occidental? Es el liberalismo económico de Adam Smith, adulterado por numerosos ingredientes socialistas. Los conservadores como algunos que escriben en las columnas de la ANFE, creen que esos ingredientes socialistas, en vez de perfeccionar, han perjudicado el régimen, y que debe volverse al liberalismo manchesteriano. Esto es una discusión acerca de si debemos pelar las guerras del siglo XX con fusil de chispa antiguo de eslabón y mecha o con fusil de chispa moderno con encendedor de gas. Esos parches y remiendos al liberalismo económico no son populares con los conservadores, pero tampoco con los pobres. Los miserables se impacientan y quieren soluciones radicales y vigorosas. Para encontrar una solución de este tipo, repasemos los argumentos clásicos del socialismo contra el capitalismo. Tendré que dejar para próxima disertación este capítulo, porque es extenso. Para terminar hoy, quiero repetir las palabras con que di fin a mi exposición ante la Convención ayer. Tenemos un enemigo común que a todos amenaza, el comunismo. Unamos nuestras fuerzas, aportando cada cual una idea, una organización, experiencia. Al comunismo lo ayuda más nuestra división que su propia fortaleza. Unámonos sin tardanza y la victoria será nuestra, de la democracia, de la justica y de la paz.


23 Costarricenses Hoy debo continuar mi reconstrucción de las palabras que pronuncié ante la Convención de las Cámaras Junior de Costa Rica, el domingo 21 de este mes, en el Ateneo Domus Dei que tan inteligentemente dirige el padre Álvaro Solera. Antes de adentrarme en el análisis de la teoría económica comunista, debo advertir que mi exposición de esa lluviosa tarde de octubre en el recinto anexo a la Iglesia de Santa Teresita, no le agradó a ciertos grupos conservadores que bajo la égida de la lucha anticomunista están librando una batalla que considero inconveniente y contraproducente. Hay entre ellos, no cabe duda, muchas personas bien intencionadas; pero la índole de su propaganda presta de modo my especial que entre sus filas se cuelen individuos que carecen de sensibilidad social y escrúpulos, y sólo buscan la defensa de sus interés egoístas, o que ven en esa compaña un deporte policiaco de tipo nazi, muy de su gusto. También se abusa mucho del nombre de Dios. Eso hace sospechoso esos movimientos, porque en todos los tiempos han sido precisamente los hombres más crueles y perversos quienes han invocado el nombre de Dios, no para hacer el bien, actividad que no necesito invocar padrinos de ninguna clase porque por si sola se justifica y se defiende sino para hacer el mal impunemente. Hay también más de un rico egoísta y retrógrado, llenándose la boca del nombre de Dios que debería quemarle los labios, y envuelto en la bandera anticomunista para que no le vean las pezuñas trogloditas, se infiltra en los movimientos anticomunistas con el solo fin de perseguir a los que luchan por la justicia social. No son muchos, pero sí influyentes y dominadores. Los directores intelectuales de esos movimientos, por lo demás aceptables, deben localizar y purgar a esos individuos. Óigalo bien, mi estimado amigo Álvaro Fernández Escalante. Para desenmascararlos; aparte de pagar anuncios truculentos en los diarios, la radio y la televisión; aparte de jugar a la Gestapo y arremedar a McCarthy; qué proporción de sus ganancias distribuye Uds. Entre sus trabajadores para ayudarlos a formar un patrimonio modesto que los proteja de la miseria y los aleje del comunismo. Aparte de su labor persecutoria y negativa, ¿qué hacen Uds. De positivo y constructivo, de generoso, de humano, para atacar el comunismo en sus cimientos para extirparlo de raíz, para aniquilarlo de verdad, en vez de regarlo y abonarlo con su egoísmo para que cobre más vigor? Óiganme los elementos pensantes y bien intencionados que tan torpemente están combatiendo el comunismo del brazo de individuos reaccionarios y miopes que los desacreditan. Salgan de la Edad Media, de la inquisición y del capitalismo primitivo. En el dilema social del siglo XX, sétima década, no hay sitio para la


reacción. Si se congela la situación militar de las potencias, el comunismo seguirá avanzando a menos que se le enfrente un capitalismo popular; si triunfan los rojos, habrá capitalismo de estado; si triunfan las potencias democráticas, habrá salarios altos, participación en las ganancias, impuestos elevados. Lo que no puede haber en ninguna parte es privilegio y miseria, latifundios improductivos, monopolio del capital. ¿Por qué no adelantarse a lo inevitable? Por qué vez de desear ricos, ciegos y obstinados que se desate la hecatombe, para distribuir después ustedes la mayor parte de lo que quede de propiedades y esas ganancias, sobre un montón de cadáveres, a los sobrevivientes, por qué no distribuir ahora una proporción equitativa, mediante la capitalización universal que hará innecesaria la guerra. Entre ustedes hombres de empresa bien intencionados, hay un núcleo de capitalistas acongojados que les aconsejan medidas policiacas contra los comunistas y propagandas grotescas como la del sapo V.P. A estos burgueses parientes espirituales de Shylock, lo que les pasa es que no quieren pagar el precio de la paz social, que le consideran alto, y sólo aportan pequeñas sumas para campañas impotentes y ridículas. Díganle ustedes capitalistas ilustrados a sus colegas de la caverna ricos, ciegos y obstinados déjense de comedias policiacas e inquisitoriales. Pregúntele a Hitler, en los infernos o donde se halle, la leche que dan esas vacas. En vez de llorar y temblar, paguen. Denle a sus trabajadores un plan solidarista. A la larga es menos caro que jugar de nazi o Torquemada. Esto no es sacrificio. Son buenos negocios. Dígalo Henry Ford que popularizó el automóvil: que poniéndolo al alcance de los trabajadores se hizo él multimillonario. Popularmente ustedes capitalistas costarricenses la propiedad del capital y prosperan dentro de la abundancia universal. Pero si persisten en monopolizar la riqueza, en excluir a los trabajadores, en perseguir comunistas con los métodos con que se persiguió en otros tiempos a las brujas y a los herejes, entonces la única perspectiva que le queda es la de convertirse a corto plazo en cadáveres radioactivos ambulantes en un mundo destruido por la injusticia y por el odio. Yo invito a todo costarricense a quien se le pida ayuda personal o financiera para combatir el comunismo a que antes de dar una contribución para ofender, perseguir y denigrar, exija comprobación de que el solicitante está contribuyendo a crear capitalismo popular, con un plan solidarista u otro equivalente, en el que el patrón contribuya dinero para sus trabajadores y no consejo o dirección para que formen cooperativas o asociaciones que el patrón no aporta nada o muy poco. La lucha contra el comunismo es como la lucha por la salvación del alma, en sentido inverso. El hombre se salva con sus buenas obras. Cumplida la obligación, entonces


sigue la devoción. Dios oye con gusto la oración del buen samaritano que auxilió a su prójimo. Pero al fariseo orgulloso y avaro, no lo salvan sus oraciones. Así también el comunismo se combate enriqueciendo al pueblo. Cumplida la obligación, sigue la propaganda, los pueblos oyen con gusto los mensajes de los patrones que contribuyeron para sus trabajadores. Pero al capitalista acaro y prepotente, no lo salvará su demagogia anticomunista. Son rezos de fariseo. Sobre esta cuestión habré de volver una y mil veces, porque mientras no se comprenda, el comunismo seguirá avanzando como muy bien lo advirtió y lo comprobó don Luis Alberto Monge en su intervención bien documentada del domingo 21. Pero ahora debo ocuparme de la teoría económica marxista, conforma lo ofrecí. Carlos Marx, el profeta del comunismo, examinó las injusticias y contradicciones del sistema capitalista tal como las ponía de manifiesto en forma dramática la situación inhumana de los trabajadores e la sociedad industrial de la Europa –especialmente de la Inglaterra—de medados del siglo XVIIII, a la luz del proyector metafísico de la dialéctica de Hegel, el filósofo idealista alemán que murió en 1831 cuando Marx contaba ya 13 años. Hegel estaba en boga y Marx lo estudió apasionadamente, pero no lo entendió. A pesar de su genio, la incomprensión de Marx no es de extrañar. El denso y oscuro metafísico alemán es fama que se vanagloriaba y quizá se disculpaba de que sus escritos eran tres clases ricos, ciegos y obstinados unos los entendía todo el mundo; otros sólo Hegel y Dios; y otros… sólo Dios. Si non e vero e ben trovato. Hoy estamos pagando las consecuencias de que a Carlos Marx le interesaran y tratará de aplicar a la solución de la cuestión social los principio hegelianos cuya inteligencia estaba reservada a Hegel o a Dios. O quizá entendió demasiado, pero su rencor prevaleció sobre inteligencia. Marx no entendió a Hegel; no puedo con la espada de la abstracción marxista vencer al Goliat nebuloso de la metafísica hegeliana. Intentamos derribar a ese gigante con la honda de la experiencia solidarista. Pero como este capítulo se refiere a las soluciones de la cuestión social, tengo que darlo de último. Veamos primero el diagnóstico del mal. En el capitalismo, dice Marx todo reviste la forma de mercancía; todo se rige por el principio de la compraventa. Esto no es una tesis revolucionaria, sino conservadora burguesa. Todas las publicaciones de ANFE lo repiten. Eso mismo dice las publicaciones del ANFE: que el consumidor en mercado libre es quien dicta las reglas del juego de la economía, y a sus mandatos soberanos debemos someternos. Que sí Marx lo dijo como censura y el ANFE como elogio, o si ambos coinciden en las alabanzas, es algo que dejaremos en el más profundo misterio. Sigo con Marx. Las crisis económicas, afirma el pensador solidaritas, son


crisis de superproducción, hijas de la competencia anárquica entre empresarios y de la insuficiencia del poder de compra de las masas explotadas. Hasta aquí Marx es el evangelio. No es revolucionario sino clásico. Sus Conclusiones lo mismo que sus premisas son sacadas de los maestros liberales de la escuela inglesa, Smith y Ricardo. Y por lo mismo que es clásico, Marx todavía no es creador, ni siquiera original. Empieza a serlo cuando explica cómo y por qué son explotadas las masas de trabajadores, revelando el misterio de la captación por el empresario del plus valía. En el campo estricto de la teoría económica Marx no tiene sino una contribución importante del a teoría de la captación de la plus valía. Se compara desfavorablemente con David Ricardo, por ejemplo, un cuyo nombre se asemeja a un buen número de leyes medulares, la más famosa de todas la de la renta diferencial. Marx explica que la explotación del hombre por el hombre se verifica con el auxilio de un instrumento denominado “capital”. El capital permite contratar asalariados y la organización económico-jurídica de la sociedad humana dentro del estado capitalista, opera en forma tal que el salario que como remuneración de los trabajadores se fija por las leyes naturales de la formación del precio libre, no representa el valor completo del servicio prestado, sino tan solo una parte, apropiándose legal pero indebidamente la otra parte el capitalista que emplea a los trabajadores. ¿Cómo entraron primitivamente en posesión de sus capitales los empresarios?, es una de las historias más negras de la historia humana. Conquista, sojuzgamiento de pueblos, crueldades y torturas, esclavitud sin moral y sin alma, explotación de mujeres y niños hasta lo indecible, tráfico de seres humanos, piratería, negrerismo, todo un expediente acusador de la perversidad sin límites de que es sin freno y dominación sin restricciones. Expuesto, con lujo de detalles teóricos e ilustraciones históricas, el método de que se vale el empresario capitalista para explotar al trabajador, Marx se confiesa impotente para evitarlo, alegando que dentro del sistema capitalista de libre e esta manera y que por consiguiente en el régimen capitalista la explotación del trabajador es consubstancial al ordenamiento económico-social y no puede evitarse sino suprimiendo el régimen en sí. Consecuentemente, recomienda la supresión de la propiedad privada de los medios de producción, o sea de los capitales, y su explotación colectica para el bien común, dentro de un régimen temporal de dictadura del proletariado. Esa dictadura, agrega, terminará tan pronto como se hayan eliminado las clases sociales, porque será necesaria. En efecto, explica, el estado no es sino el instrumento de coacción de qu se valen las clases dominantes para mantener sometidas a las clases explotadas. No habiendo clases explotadoras y explotadas en una sociedad comunista del futuro, no habrá necesidad de la máquina del estado.


Marx en su razonamiento y recomendaciones cometió el vicio de lógica consistente en probar demasiado. El que prueba demasiado no prueba nada. El probó que la empresa capitalista tradicional explora al trabajador. Hasta aquí tiene la razón. Pero agregó que la empresa capitalista no es susceptible de perfeccionamiento y corrección para que deje de explotar. Y en esto se equivocó, por falta de conocimiento de teoría económica. Porque en ese campo Marx fue un erudito, pero no un creador. Se leyó todos los clásicos y encontró el defecto de l máquina burguesa de producción, pero no descubrió ningún principio o ley que permitieran repararla, y recomendó botarla. Con la máquina burguesa de producción botan los comunistas muchos valores al abismo. La defensa de esos valores más que la de la economía burguesa es lo que ha unido a todos los hombres libres para enfrentarse al comunismo. ¿Qué indujo a Marx a concluir que la empresa capitalista debía desaparecer? Una falsa inteligencia de la dialéctica de Hegel. Veámoslo. Hegel, dice Marx, sostiene que el progreso se verifica mediante la lucha de los contrarios tesis y antítesis. En esa pugna, la antítesis vence dialécticamente a la tesis, pero no la destruye sino que la transforma en una nueva tesis que se llama síntesis. EL progreso sigue a perpetuidad. Marx llamó a la burguesía industrial la tesis; al proletariado revolucionario a la antítesis; a y a la sociedad comunista sin clases la síntesis. Cometió dos errores. Afirmó que con el advenimiento de la sociedad comunista sin clases, se acababa la provisión histórica de tesis y antítesis y llegaba a su fin el proceso dialéctico. Esa afirmación está desmentida por los hechos. Basta leer “La Nueva Clase” Milovan Djilas, publicadas en N.Y en 1957 por quien purga hoy en una prisión comunista en Yugoslavia sus rebeldías contra la política del dictador Tito. Pero el error esencial de Marx, compartido por cierto, por muchos intelectuales de Occidente, consiste en interpretar a Hegel en el sentido de que la negación es un segundo movimiento del proceso dialéctico que sigue a la afirmación, para rematar en una nueva afirmación como resultado de la negación de la negación. No. El pensamiento medular de Hegel consiste en afirmar la coexistencia simultánea e indivisible de los contrarios. En sostener que lo positivo y lo negativo son lo mismo; que el ser y el no ser son lo mismo; constituyen una unidad inseparable. Esto equivale a decir que la burguesía y el proletariado son lo mismo y constituyen una unidad inseparable; que lo público y lo privado son lo mismo y constituyen una unidad inseparable. Al oír estas expresiones, se siente un primer impulso por calificarlas de absurdas y rechazarlas como un razonamiento cantinflesco. Pero la meditación y la observación de las realidades físico-


matemáticas y psicológicas del mundo nos revelan que son correctas y penetran hasta la estructura íntima del universo. Acudamos a experiencias sencillas de la vida diaria. Qué es un imán sino la identidad e inseparable unidad electromagnética del polo positivo y el polo negativo. Córtese en el centro el imán y en vano se creerá haber separado sus polos. Instantáneamente el campo magnético reponer el polo perdido en cada extremidad donde ocurrió la escisión. Se me objetará: hay unidad pero no identidad. Porque hay distancia que separa. Contesto: cuando la dista entra entre los polos tengan l magnitud de una diferencial, no podrán distinguirse el uno del otro, porque aunque la diferencial, no es 0, si tuviere extensión alguna sería demasiado grande. Hegel se refirió a este fenómeno con estas palabras: “El progreso científico (y esto es lo que importa más que todo) consiste en reconocer la proposición lógica, según la cual lo negativo es al mismo tiempo positivo…. La dialéctica de que venimos de hablar es la misma que aquella de que el entendimiento se sirve contra el concepto de las magnitudes infinitamente pequeñas que proceden del análisis superior…. Más magnitudes en cuestión han sido definidas como estando en vía desaparición, y no antes de su desaparición, porque entonces no sería nada. La objeción formulada contra este concepto puro, y a menudo repetida, es que esas magnitudes son o algo o nada; que no hay estado intermedio (estado es un término impropio, bárbaro) al ser y al no ser. Aquí todavía se admite la separación absoluta entre el ser y el no ser. Hemos mostrado, por el contrario, que el ser lenguaje de hace un momento, que no hay nada que no sea un estado intermediario al ser y al no ser. Las matemáticas deben ser más hermosos triunfos a la aceptación de esta determinación que repugna al entendimiento.” Hasta aquí el maestro. Hegel no sólo busca apoyo para su metafísica de la igualdad del ser y la nada en la matemática del cálculo infinitesimal, sino también en la física. En efecto, suyas son las siguientes palabras: “Si, por ejemplo, la categoría de fuerza ha adquirido un papel dominante en física, hoy día (Hegel) escribió su obra capital “La Ciencia de la Lógica” de donde he tomado estos conceptos entre 1812 y 1816, es la categoría de polaridad la que por otro lado ha sido aplicada a tontas y a locas, un poco dondequiera, hasta en la teoría de la luz, la que juega el papel más importante, en tanto que definición de una diferencia cuyos términos son inseparables” Polaridad, he aquí la clave del problema que buscamos. Como propiedad o característica de los valores es un lugar común de la ontología. El psicoanálisis introdujo el principio con el nombre de ambivalencia. La matemática infinitivamente de Newton y de Leibnitz, nos familiarizó con el concepto. Todo esto es abstracto y difícil, pero fascinante y poderoso. Marx no entendió


nada y elaboró con estos ingredientes dialécticos y metafísico-matemáticos incomprendidos un falso sistema social revolucionario para combatir la proletarización universal del capitalismo. Ese sistema que se materializó en el comunismo internacional y que aunque asentado sobre falsas doctrinas es un ariete formidable remoledor de la civilización occidental, no puede ser contrarrestado. Esta no es una labor para las masas. Por eso no entro a elaborar y detallar los conceptos filosóficos y técnico-económicos de la capitalización universal solidarista. Me intervenciones radicales tienen otra misión. Eso sí invito y emplazo a los intelectuales a discutir estas cuestiones en el plano académico indicado. A grandes rasgos esto fue lo que dije en la Convención de los juniors. Termino aquí como terminé allá con un llamamiento a la unidad para combatir el comunismo con las armas de la verdad y la justicia, contestando su cargo de que el trabajo no enriquece, como contestó Diógenes el argumento de que el movimiento no existe: Andando él; enriqueciendo a los trabajadores nosotros, que es una manera de poner a andar la revolución económica del siglo XX.

24 Costarricenses: El mundo occidental es semejante a un inmenso navío en cuta cubierta los pasajeros de primera clase y la oficialidad se entregan activa y alegremente a numerosos juegos y negocios bajo el sol radioso y las brisas refrescantes, mientras en el fondo de la nave, n camarotes oscuros y pasadizos estrechos y en el sala de máquinas sofocantes, los pasajeros de tercera clase y la marinería, se ocupan febrilmente unos en colocar cargas de dinamita en escondrijos y otros en abrir agujeros en el casco. Los desaprensivos privilegiados de la cubierta no se interesan por las condiciones inhumanas en que viven los de los bajos fondos del barco. Si alguno de ellos quisiera irrumpir sobre cubierta a perturbar los juegos y los negocios, sería rápidamente reducido a la impotencia por los fornidos guardias y las ganancias, el sol y las brisas para internarse en los flanco oscuros de la nave a ver miserias, es algo aburrido, deprimente y poco productivo para los alegres y prósperos pasajeros de primera y para los oficiales hay peligro de que se les ensucien los entorchados. Por tales motivos poca o ninguna comunicación existe entre la primera y la tercera clase y la tercera clase y entre la alta oficialidad y la marinería rasa. Y cada día hay más juegos y negocios en cubierta y más cargas de dinamita en las bodegas y más agujeros en el casco. De vez en cuando a larga distancia se oye volar un barco o incendiarse y


hundirse un navío en el horizonte; pero todo eso sucede tan lejos que la mayoría ni siquiera se entera. Súbitamente la catástrofe ocurre en las cercanías; se pueden la explosión sacude la cubierta y estremece todo el barco, se puede oír los lamentos de las víctimas y los estertores de los náufragos. Entonces los despreocupados pasajeros de primera clase y oficiales de alta graduación se alarman; pero en lugar de bajar a los camarotes de tercera a mejorar la suerte de esas pobres gentes, empiezan a montar cañones en cubierta. Cuando la sociedad humana se encuentra en trance similar, y eso ocurre periódicamente en la historia de los hombres, la única alternativa de la catástrofe es la revolución a su vez puede ser sangrienta o puede ser pacífica, es decir, puede ser brutal o inteligente. Costarricenses, estamos ahora atravesando por una crisis de esta índole. El navío en cuya cubierta se juega y se negocia es Costa Rica; Los náufragos lejanos fueron las tragedias políticas de los países de Europa Oriental y de Asia que cayeron bajo el avance rojo; la explosión cercana que estremeció nuestra República fue la revolución cubana. Los pasajeros de primera clase y altos oficiales son los hombres de negocios ricos y funcionarios influyentes; los pasajeros de tercera y la marinería son las masas profundas de la población sin propiedades, sin trabajo o mal remunerada; lo cañones de cubierta son las medidas militares y policiacas para combatir al comunismo; la alternativa y esto es lo importante, es una revolución a la cubana o una revolución solidarista. Costarricenses no es necesario que describa lo que es una revolución a la cubana; las noticias que todos los días nos llegan de ese desgraciado país hablan por sí solas. Pero permitidme en cambio que siga explicando lo que es una revolución solidarista. Hoy voy a analizar un aspecto nuevo que no ha sido expuesto nunca y que espero interesará por las posibilidades ilimitadas que ofrece a nuestra economía. El Plan Solidarista hasta el momento se ha considerado como un sistema de ahorro y capitalización para los costarricenses. Algunas personas, especialmente las que sesean fórmulas mágicas para enriquecerse rápidamente y sin sacrificio lo han criticado diciendo que carece de fuerza, que no resuelve los problemas fundamentales, y que no es otra cosa que un plan de ahorro más. Pues bien, esta noche voy a dedicar mi exposición a desentrañar el misterio de cómo hacer afluir a raudales el capital extranjero para que coopere con los ahorros nacionales en el desarrollo económico de Costa Rica. Yo sé que andan tras esa fórmula salvadora; pero la diferencia entre el enfoque de los solidaristas y el d los economistas tradicionales, es que estos últimos buscan esa fórmula como los alquimistas de la Edad Media buscaban la piedra filosofal, mientras que los solidaristas la buscamos como los físicos nucleares buscaban la desintegración del átomo. Por eso ni los alquimistas ni los


economistas ortodoxos han encontrado nada, en cambio los solidaristas hemos descubierto la fórmula de la inversión fluida que resuelve el problema de la afluencia de capitales extranjeros a los países subdesarrollados. ¿Qué es la inversión fluida? Es una mecánica bancaria mediante la cual el inversionista puede emplear sus fondos líquidos en la compra de activos fijos y en inversiones permanentes y conservarlos al mismo tiempo a su orden en valores líquidos. En otras palabras es una técnica financiera que permite gastar el dinero y tenerlo guardado al mismo tiempo. Ahora sí que estamos sobre la pista de algo importante. Varias personas versadas en cuestiones económicas y financieras me han dicho que esto es imposible. Yo les ruego a mis oyentes que no saquen conclusiones precipitadas. Remontémonos a tiempos pasados, que no sé si como dice el autor de las coplas fueron mejores, pero en todo caso son pasados, y en el caso concreto superados. A fines de la Edad Media y principios de la Edad Moderna, en ese dorado y maravilloso período que se llamó el Renacimiento, el comercio europeo se concretó en dos centros neurálgicos, a orillas del tibio y azul Mediterráneo el uno, junto al brumoso y helado Báltico el otro. Allí surgieron, en el sur, las ciudades italianas de Florencia, Venecia, Génova, y otras también famosas como Hamburgo, Bremen, Lubed y demás; en el Norte las de la Liga Hanseática. Allí acudían de todas las comarcas de la vieja Europa del Norte de África y del Asia Menor, los comerciantes de las famosas ferias donde se realizaba el gran tráfico de mercancías, a buscar solución a sus problemas monetarios financieros. No existían bancos en el sentido moderno del vocablo. Los establecimientos que lleva ese nombre, como el Banco de Venecia, el Banco de San Jorge en Génova, el Banco de Ámsterdam, el Banco de Hamburgo, el Banco de Suecia, para no citar sino los famosos, tenían funciones muy limitadas, como se verá, como por ejemplo de los comentarios de Adam Smith, sobre los bancos de depósito, particularmente el de Ámsterdam. Refiriéndose a los problemas de la diversidad de monedas acuñadas y del incierto valor que su deterioro les comunicaba, dice el padre de la economía política lo siguiente Rig Naes, Tomo II página 216 “Para salvar el inconveniente a que estaría expuestos forzosamente los comerciantes con lo poco ventajoso de este cambio, todos los estados pequeños desde que principiaron a dedicarse al comercio, dispusieron que las letras extranjeras que ascendiesen a cierta cantidad se pagasen, no en moneda corriente, sino con una transcripción o traslado en los libros de cierto banco, estableciendo bajo el crédito y protección del Estado mismo, quedando éste obligado a pagarlas en buena moneda y exactamente conforme a la ley. Con esta mira fueron establecidos generalmente los bancos de Venecia, Génova, Ámsterdam, Hamburgo y Núremberg, aunque uno de ellos se hubiesen mezclado después en otros extraños giros y se les aplicara a otros usos…


De estos párrafos que se trascribo del más lucido y erudito de los economistas clásicos, queda claro que los bancos de esa época no eran sino casas de cambio para análisis y custodia de las monedas acuñas, que hacían pagos en una moneda contable o de banco, mediante simple asientos de contabilidad, sin que las monedas depositadas se movieran de lugar. ¿A qué se debe, preguntaría un banquero moderno, esas prohibiciones de presentar los fondos depositados y esos escrúpulos o cuidado en constatar mediante arqueo periódico de presencia física de las monedas de oro y de plata en los bancos, que no solo existía en Ámsterdam sino también en Venecia, Hamburgo y demás centros de la época? La experiencia revelada sin embrago que había monedas que no se habían movido desde su fundación, como lo observa Adam Smith, y que el público era renuente a retirar depósitos porque eran más negociables y hasta de mayor valor los recibos del banco que garantizaba la ley de las especies en depósito que las mismas monedas cuya ley era dudosa y cuyo valor fluctuaba en el comercio. La presión de las autoridades públicas, por otro lado, obligó a ciertos bancos a efectuar préstamos ilegales y a veces hasta secretos. Tal fue el caso del Wisselbank de Ámsterdam que prestó dinero a la compañía de las indias del este. Lo que en un principio fue práctica ilegal y clandestina, se convirtió al andar del tiempo en principio bancario regular. Hoy ningún banco d depósito recibe fondos del público sino es para presentarlos. Como puede un banco tener los fondos depositados a la orden de sus dueños y prestados al mismo tiempo, es algo que los banqueros de la Edad Media y del Renacimiento no concebían siquiera, pero hoy hasta un auxiliar de contabilidad de un banco moderno puede explicar con lujo de detalles. El proceso no fue rápido. Haciendo caso omiso de los bancos de los templos babilónicos, de los trapezitas griegos y los argentarios romanos, y limitándonos a épocas más recientes, ya Cibrario menciona la existencia de los bancos privados en Génova en el siglo XII. En Barcelona en 1401 se estableció el banco de depósito más antiguo de tipo municipal para traslados de fondos, debiendo las monedas depositadas permanecer intocables en las arcas del banco para garantizar el sistema de pagos por traspaso de asientos de contabilidad. Sin embargo no fue sino hasta el siglo XVIIII que la banca empezó a convertirse en la institución de crédito que es hoy, mediante el uso de la maquinaria del depósito, la compensación y el billete de banco lo importante no es ninguno de estos elementos aislados que ya tenían muchos años de ser conocidos. El primer billete de banco fue emitido por el banco de Suecia en 1656. Una encuesta del gobierno francés en 1729 lo declaró un admirable invento sueco destinado a facilitar el comercio. Lo importante es la combinación de factores en un mecanismo de crédito aparte.


Hoy, pues, con depósitos bancarios a la vista, el mecanismo de compensación y el billete de banco se pueden hacer préstamos a corto plazo, un dinero que sigue a disponibilidad de los depositantes. De ese tipo de préstamo vive el comercio. Lo que no se puede hacer todavía son préstamos a largo plazo para inversión en bienes fijos, con depósitos a la vista. Pero pensándolo bien el problema por resolver es muy diferente del ya resuelto. Al Director del Banco de Ámsterdam en el siglo XVII, le hubiera dado un ataque a la sola idea de prestar las especies monetarias de oro y plata depositadas en sus arcas. ¿Qué cuantas le daría los Burgomaestres que hicieran el siguiente arqueo? Algo parecido le sucedería al Gerente de uno de nuestros Bancos nacionales si se le insinuara que prestara a largo plazo los fondos de los depositantes a la vista, para invertirlos en instalaciones fijas de amortización lenta. Sin embargo, dentro de algunos años, un gerente de banco de inversión fluida pensará de nuestros actuales gerentes bancarios lo que estos últimos piensan hoy del Director del Banco de Ámsterdam por convencionalismo o fetichismos doctrinarios sin fundamento. He creído necesario un preámbulo tan largo, porque lo que voy a exponer y proponer está tan alejado de nuestras rutinas financieras del día como estas últimas lo están de las prácticas bancarias del Renacimiento. Sostengo y demostraré que es posible conseguir fondos internacionales para desarrollo económico, invertirlos en plantas e instalaciones fijas de amortización lenta, darle a los duelos de esos fondos la garantía absoluta de que podrán recuperarlos en valores líquidos internacionales de primera clase, en cualquier momento, con la misma facilidad con que el depositante de una cuenta bancaria gira sus fondos a la vista. Para ellos es necesario un paso adelante en el concepto del dinero. Así como se evolucionó de la moneda de metal a la moneda de banco ahora debemos pasar de la moneda de banco a la moneda de bolsa. La mecánica prevista contempla la existencia de un Banco Internacional de Desarrollo, tipo Banco Mundial con sede en un centro financiero internacional que reciba importan los depósitos de fondos para inversión en cuenta corriente, y los presta a largo plazo a través de un banco local de desarrollo a los empresarios que quieran invertir en el país y que pueden ser los mismos depositantes internacionales y generalmente lo serán. La inversión se hace y los fondos líquidos se transforman en fábricas y plantaciones, edificios, maquinarias, represas, muelles, ferrocarriles y todas las manifestaciones materiales del progreso. Sin embargo, en el momento en que los dueños de esos fondos desean retirar su inversión, por motivos políticos o de otro orden, no tiene sino que girar un cheque contra su depósito. El Banco local de


desarrollo está en condiciones de reembolsar el Banco Internacional el monto del préstamo en valores líquidos de primera clase, en cuya compasión entran en cierta forma las acciones de la compañía inversionista nacional. Costa Rica ofrecería más seguridades que la misma Suiza a los inversionistas internacionales y se convertiría a corto plazo en un emporio financiero. Cómo y por qué lo habré de explotar a mis pacientes radioescuchas, si sintonizan esta misma Estación el lunes próximo cuando seguiré deshaciendo prejuicios y exponiendo las la reforma profunda que sugiere la estructura de nuestra economía para desterrar nosotros de Costa Rica la explotación y la miseria del mismo modo como en otros tiempos nuestros abuelos desterraron de este suelo la esclavitud y la ignorancia.

25 Costarricense: De las citas del gran maestro de la economía política, Adam Smith, que hice en mi última disertación, quedó claro con ilustraciones tomadas de la vida real del comercio y las finanzas de principios del siglo XVIII, que el dinero de banco, un simple papel, era más aceptado y más valioso en el tráfico mercantil que las monedas acuñadas de oro y plata. El fenómeno no tiene nada de extraño. Trasladémonos para comprenderlo a una feria holandesa de caballos de la época. Un comerciante ha comprado varios animales por el precio de cien florines y debe pagar en el acto. En su mochila de cuero tiene las cien monedas de oro y las ofrece a su vendedor. Este las ve con desconfianza. Hay tantas falsificaciones. No tiene tampoco balanza de precisión para asegurarse que no ha perdido parte de su peso. Y cómo saber la proposición de metal fino, es decir la ley de esas monedas. Resuelve que no las aceptará en pago hasta tanto en el Banco de Ámsterdam, donde hace sus depósitos, no las hayan examinado, probado y certificado. Esto toma tiempo y causa gastos. Como alternativa, y después de cuidadoso escrutinio ofrece recibirlos con un 10% de descuento. Entonces el comprador le enseña un recibo de depósito de cien florines de oro, de buena ley, que lizo la víspera en el Banco de Ámsterdam. El vendedor lo acepta sin descuento, a condición de constatar su autenticidad en el Banco, lo que no implica gasto alguno. Tampoco hay peligro de ser asaltado por ladrones de caballos, no volverá a cargar mochilas con monedas de oro, cuando vaya de compras. Como digo alguno, el metal pesa, retrasa, la marcha y llama al ladrón, la carta blanca es segura y silenciosa.


Hay quien puede dudar ahora que la moneda de banco, cuando el banco tiene la confianza del público, es más aceptada y más valiosa que el oro y que la plata? Tampoco es de extrañar que monedas de oro que fueron depositadas en el Banco de Ámsterdam el día de su fundación, no salieran de sus arcas nunca. Cuando el público entendió lo que era un banco, empezó una nueva era en la historia de las finanzas, al crearse una nueva moneda. El empresario no necesitaba poseer monedas metálicas para hacer sus pagos. La industria y el comercio dejaron de estar limitados en su desenvolvimiento por la escasez del oro o de la plata. La moneda de banco y el crédito bancario multiplicaron las actividades económicas y transformaron la vida de los pueblos. Costa Rica vive actualmente, lo mismo que todos los países subdesarrollados, esa etapa, de moneda y crédito bancarios que hace dos siglos significó la liberación y el auge de los negocios. Pero que hoy es casi una camisa de fuerza para el desarrollo económico. La agricultura, la industria, el comercio y los servicios no pueden crecer al ritmo que exige un desarrollo económico adecuado a base de moneda y crédito bancarios ortodoxos. Necesitamos una nueva moneda. Voy a llamarla moneda de bolsa. Voy a explicar en qué consiste, y a describir el progreso mediante el cual esa nueva moneda dará a los negocios un impulso proporcionalmente tan grande como el que recibieron cuando se pasó de la moneda metálica a la moneda de banco. Es más, voy a probar que esa moneda ya existe como emanación espontánea de la vida económica de los países desarrollados, y que lo que yo propongo es convertirla de efecto en causa del desarrollo. Empecemos por refirmar el postulado de que la moneda no tiene otra función que la de movilizar la riqueza. La adecuada movilización de la riqueza requiere medirla, cambiarla, conservarla y entregarla. De ahí las cuatro funciones clásicas de la moneda como medida común de los valores, vehículo del cambio, instrumento de ahorro y medio general de pago. Para que cumpla satisfactoriamente esas funciones, la moneda ha de tener ciertas cualidades técnicas. A través de su historia, los hombres han usado muy diversas monedas, desde el ganado en pie hasta la moneda de oro acuñado y el billete de banco. Los indios que poblaban el territorio de Costa Rica antes de la introducción de la moneda española de plata, usaban como dinero el cacao. El dinero perfecto, la moneda ideal, sería algo tan inseparable de la riqueza movilizable, tan exactamente ajustado a ella, seguiría sus cambios y movimientos tan estricta y fielmente, y aparecería y desaparecería junto con ella de modo tan simultáneo como la sombra respecto del cuerpo. Como no ha habido ni hay aún moneda alcance semejante perfección, la


movilización de la riqueza sufre grandes tropiezos. Y advierto que el usar el término “movilización”, lo empleo en su sentido más comprensivo que incluye no sólo su intercambio, sino también su producción y consumo. El oro, a pesar de sus admirables cualidades como material monetario que superan sin posible comparación las del ganado, las conchas, la sal, las pieles y cuantas otras mercancías y metales se han usado como dinero en el curso de la historia, todavía adolece de tan graves inconvenientes para desempeñar la función monetaria que prácticamente ha sido eliminado del tráfico comercial corriente, manteniéndose en vigencia solamente para cierta clases de operaciones internacionales. Pero todavía el oro permanece como patrón de valor. Así nuestra ley de moneda vigente si bien no define el colón en términos de ese metal, sí le asigna una paridad oro. La diferencia es quizá sutil y haría las delicias de más de un escolástico amante de distinguir entre la esencia y el accidente. La ley de Moneda de 1896 decía en su artículo 2ª “La base del sistema monetario de la República es el oro, y la unidad monetaria la constituyen 778 miligramos de oro de 900 milésimos de fino. La unidad monetaria se llama colón y éste se divide en cien céntimos.” No tenemos patrón de oro, pero sí tenemos paridad oro. La reforma que propongo eliminaría la paridad oro y crearía una paridad abstracta basada en un número índice calculado como promedio de las cotizaciones de la bolsa. No es del caso, son embargo, entrar a analizar el aspecto técnico-monetario de una reforma de esta naturaleza. Para la inteligencia de los planes de desarrollo económico de que hablare podemos desentendernos de la unidad monetaria, y seguir hablando de colones y de dólares en la forma usual. Vuelvo, pues, al problema de resolver la aparente imposibilidad de tener dinero depositado en cuenta corriente a la orden e invertido al mismo tiempo en bienes de capital fijo. Esto equivale a concebir un banco de inversión que recibiera depósitos del público en cuenta corriente como cualquier banco comercial, y que pudiera presta esos fondos para inversiones a largo plazo, veinte y treinta años y aún más, sin disminuir si liquidez para reembolsar a los depositantes en cualquier momento la totalidad de sus depósitos. Perdamos ahora momentáneamente de vista el dinero y dirijamos nuestra atención a los negocios. ¿Por qué es Costa Rica un país subdesarrollo? Porque la mayor parte de sus tierras y recursos naturales están sin explotar y hasta sin explotar. Porque buena parte de su población trabaja a muy bajo rendimiento, sólo parte del tiempo o está desocupada. En consecuencia, los salarios y las ganancias son bajos, las rentas excesivas o congeladas –los extremos se tocas—y la capitalización lenta.


Para que esto cambie, es decir, para que la población trabaje a más alto rendimiento, y no haya desocupación abierta o encubierta, para que las ganancias y los salarios sean elevados y las rentas equitativas, es indispensable que se establezcan y empiecen a trabajar numerosas empresas nuevas bajo la dirección de empresarios capaces y energéticos. Esto no se puede hacer sin grandes inversiones de capital y sin contar con numerosos técnicos, administradores, y obreros calificados. Capitales, técnicos y personal entrenado en todas las actividades creadoras, los hay en abundancia en los países altamente industrializados que han desarrollado todos los aspectos de la economía, empezando por la agricultura. Hay que hacer venir esos recursos materiales y humanos a Costa Rica. ¿Qué los detiene? Una serie de obstáculos de carácter material, legal, político y psicológico. Propongámonos allanarlos. Es posible, si de veras los deseamos y lo intentamos. Pero hay que poner manos a la obra. Porque ni las aguas puras del Río Blanco vendrán por si solas a los hidrantes de San José ni los capitales y la tecnología extranjeros acudirán espontáneamente a los negocios de Costa Rica. Pero con el mismo ímpetu con que la gravedad física arrastrará aquellas linfas desde sus fuentes hasta nuestras casas, la gravedad económica atraerá aquellos recursos hasta nuestras fábricas y plantaciones, si mediante trabajados de canalización certeros ponemos a la naturaleza física y económica de las cosas a trabajar a favor nuestro. En los momentos actuales lo que mayor obstáculo constituye para los inversionistas extranjeros es la incertidumbre acerca de las condiciones políticas y sociales que prevalecerán en nuestros países latinoamericanos dentro de algún tiempo. Pocos son los que se deciden a invertir en un país que puede caer de la noche a la mañana en manos de un nuevo Fidel Castro. Démosles a los que se deciden a invertir en nuevas empresas en Costa Rica la seguridad de que cuánto dinero inviertan en instalaciones fijas, podrán girarlo contra una cuenta corriente en un banco internacional situado en algún centro financiero del mundo, en el momento en que las condiciones políticas del país varíen o amenacen variar de tal manera que corran peligro sus inversiones. Esa garantía cubriría todos los riesgos de expropiación, nacionalización, confiscación, sujeción a leyes discriminatorias, impuestos excesivos, denegación de justicia, etc., pero naturalmente no se extendería a las pérdidas ocurridas en el curso regular de los negocios. Visto en otra forma la garantía consistiría en la posibilidad para el inversionista de vendernos su inversión al valor de libros in trámite alguno y haciéndose pago por su mano en caso de persecución política. ¿De dónde tomaríamos los recursos para pagar? De dos fuentes: del ahorro


nacional proveniente de la capitalización universal convertida en ley de la República y de la venta de acciones de las mismas empresas extranjeras, llevada a cabo en las bolsas internacionales. Esto quiere decir que las medidas políticas confiscatorias y discriminatorias que pudieran tomar nuestros gobiernos serían pagadas por el propio pueblo costarricense con una baja vertical en la cotización de nuestros valores de bolsa. Ningún gobierno en tales circunstancias se atrevería a nacionalizar o confiscar compañías extranjeras. Eso sería robarse a sí mismo. Fidel Castro jamás hubiera expropiado lo que expropió si hubiera tenido que pagarlo al contado a precio de libros. Vale decir que las garantías que diéramos contra el peligro de expropiaciones o legislación adversa serían el mejor modo de prevenir que esos males ocurrieran. La garantía de pago al inversionista extranjero no podría existir sin una adecuación de nuestra economía para hacer frente a tan considerable obligación. Esa adecuación sería más beneficiosa por si sola que las mismas inversiones solicitadas. Sería un caso parecido al de un hombre que para poder obtener un préstamo tuviera que disciplinarse y aprender a trabajar. Cuando ya hubiera alcanzado el conocimiento y las disciplinas necesarias para que le prestaran el dinero, posiblemente tendría mucho más dinero propio del que pensaba solicitar. Así se cumple el precepto evangélico: al que tiene se le dará. Sin entrar en pormenores técnicos o administrativos. Un plan para atraer el capital extranjero en condiciones óptimas, trabajaría del siguiente modo: 1. Mediante la ley de República, se crearía en Costa Rica la capitalización universal que recaudaría un 10% de la planilla nacional, sea en números redondos unos 130,000,000 colones al año, una vez que el sistema hubiera cobrado efectividad. 2. Esos fondos se destinarían a la compra de valores internacionales de primera clase, de los llamados orilla dorada, cuyo rendimiento sería alrededor de un 4% o 5% al año. 3. Ese fondo creciente sería la reserva internacional de inversiones extranjeras de Costa Rica y se depositaría en una institución de prestigio mundial como el Banco internacional de Reconstitución y Fomento, llamado corrientemente Banco Mundial. 4. Los capitalistas extranjeros que quisieran invertir en Costa Rica depositarían el monto de sus proyectadas inversiones de una regulación especial les permitiría retirar en valores de Costa Roca, el monto de sus depósitos, en el caso de cumplirse como expropiaciones, legislación discriminatoria, y otras. Hasta el momento no hay en realidad afluencia de capital extranjero, puesto


que su llegada implica la colocación simultánea de sumas equivalentes de ahorro nacional en valores internacionales. Pero si obtenemos la dirección, la tecnología, el conocimiento y el espíritu de empresa tanto o más indispensable que el propio capital. 6. Habiendo logrado el establecimiento en Costa Rica de varias empresas extranjeras atraídas por la seguridad absoluta de poder retirar sus inversiones en cualquier momento de peligro, se iniciaría el lanzamiento en el mercado financiero internacional de acciones y bonos de esas mismas empresas, con l ayuda del propio banco mundial custodio de nuestras reservas de inversión. Esos bonos y acciones serían emisiones consolidadas, de alto rendimiento, respaldadas por el desarrollo económico de Costa Rica, país nuevo de recursos inexplotados, y que goza de una tradición democrática envidiable. Una campaña permanente bien financiada y orientada daría resultados óptimos. Es de prever que afluirían tantos o más capitales a Costa Rica cuantos han afluido a Puerto Rico en los últimos años. 7. Una vez estabilizado el mercado internacional de valores de bolsa costarricenses, las acciones y bonos de nuestras empresas gozarían de un prestigio extraordinario por ser los únicos en el mundo entre los países subdesarrollados que garantizarían el retiro automático de los fondos en caso de trastornos políticos, expropiados u otras medidas antieconómicas. 8. Los ahorros nacionales garantizarían contra leyes o decretos de ese tipo, y por consiguiente, siendo nuestro gobierno popular y representativo, no hay posibilidad de que gobernante alguno pudiera tomar el camino de hostilizar a los inversionistas extranjeros, porque las consecuencias las pagaría el pueblo directa o inmediatamente. 9. Colocados en el mercado internacional, es decir en las bolsas de Nueva York, Londres, París, Tokio y demás centros financieros internacionales, las acciones y bonos de las primeras compañías extranjeras establecidas en Costa Rica. Fácil sería lanzar más comisiones para la creación de nuevas empresas. Esto quiere decir que ya no existiría el límite de los millones anuales d ahorro nacional para la inversión extranjera que se financiaría en los propios mercados de valores internacionales. 10. Lo demás son pormenores de técnica bancaria y bursátil. Resumiendo, la capitalización universal en Costa Rica serviría de base para la creación de una moneda internacional de bolsa constituida por las inversiones en acciones y bonos de desarrollo económico costarricense que harían los ahorrantes de las naciones altamente industrializadas que andan siempre a la búsqueda de nuevos y productivos campos de inversión. Una sabia legislación impediría a los inversionistas descapitalizar el país. Solamente podrían retirar los dividendos del 4% o 5% que bastan para contener a los tenedores de acciones. El exceso de ganancia hasta llegar a un 20% o 30%,


que es de esperar se obtenga, tendría que reinvertirse en Costa Rica para desarrollo y podría captarse por el inversionista en acciones, vendiéndolas en la bolsa a un precio más alto del de adquisión. Este es el proceso de toda compañía de crecimiento o “growth company” en los Estados Unidos y el mundo entero. Costa Rica está madura para esta transformación económico-política. Puede decirse que vendría a ser la recompensa material, en riquezas superabundantes, de sus virtudes cívicas. Costarricenses, no dejemos pasar esta cita con el destino.

26 Costarricenses: Del hombre se ha dicho, creo que por Aristóteles, que es un ser político – zoon politikon--; también se le ha llamado hombre económico --homo oeconomicus; no falta quien se atreva a calificarlo de razonable o sabio –homo sapiens--. Todo eso es discutible. Lo que no admite duda es que un ser peleón – homo pugnasc. Los costarricenses no somos excepción. Somos peleones. Una de las formas más civilizadas de pelear es tomar bandería política. In índice del alto grado de nuestra civilización es el hecho de que la política es la enfermedad nacional. Los industriales del Norte dicen que es la principal industria nacional. Este largo preámbulo es para invitar a los costarricenses a que sigamos peleando en todo menos en un punto en el que coincide el interés de todos: en el desarrollo económico. Hagamos una coalición patriótica frente al enemigo común: la pobreza. Ser pobre no beneficia a nadie. Si el país se enriquece, no puede por ello asegurarse que los costarricenses seremos más felices; pero sí es seguro que seremos más libres y más fuertes y tendremos más posibilidades de escoger. Perfectamente podemos seguir perteneciendo al partido de nuestras simpatías, al gremio de nuestro interés, a la asociación , cámara, club, o movimiento que nos conviene o nos entusiasma; podemos seguir compitiendo con los grupos rivales, peleando con los adversarios, tratando de imponer un punto de vista, una tendencia, una ideología; en suma, podemos seguir peleando y estar unidos patrióticamente en el propósito común de desarrollar económicamente a Costa Rica, aumentado la riqueza de sus habitantes. Durante los últimos años ha surgido en Costa Rica, además de los consabidos partidos políticos personalistas a que nos acostumbraron nuestros antepasados, partidos ideológicos, movimientos, asociaciones, cruzadas, ligas, sindicatos, cámaras, ateneos, centros, juntas, comités y qué sé yo qué otras


organizaciones para combatir el imperialismo, el intervencionismo de estado, /las nacionalizaciones, la ignorancia, las enfermedades y el comunismo, y el comunismo. Esto último ya parece un disco rayado. No quiero entrar a discutir cuáles de esas tendencias pueden considerarse buenas y cuáles perniciosas. Eso es en gran parte cuestión de criterio personal. Respeto todas esas agrupaciones y las invito a que nos unamos en un esfuerzo nacional por desarrollar económicamente el país, mediante un plan de tal manera concebido que contenga aspiración básica de diversas tendencias sociales coaligadas. En efecto, un plan de desarrollo económico puede contener las medidas más indicadas para combatir el comunismo y el de este modo satisfacer la Movimiento Costa Rica Libre, por ejemplo. Puede también ser la mejor defensa de la empresa privada consiguiente llenar las aspiraciones de la ANFE. Necesita desde luego del ahorro y capitalización de todos los costarricenses y por consiguiente satisface el postulado de capitalización universal del Movimiento Solidarista. No es necesario seguir demostrando que el desarrollo económico favorece las aspiraciones de las juntas progresistas, sindicatos, cámaras y demás fuerzas sociales organizadas, sino en todos sus aspectos, por lo menos en el económico. Conciudadanos que pertenecéis a estas variadas manifestaciones de la opinión y voluntad nacionales, respetuosa y cordialmente os hago un llamamiento a la unidad. No para pedir a nadie que deponga sus ambiciones, su afán de lucha, sus justas aspiraciones, sino para que tengamos un punto común donde converjan nuestros intereses y nuestras fuerzas, donde por consiguiente seamos invencibles. Dejo a salvo el derecho y el gusto de cada cual de seguir litigando, compitiendo y guerreando en otros frentes. En la esperanza de que mis palabras serán oídas por muchos ciudadanos de buena voluntad y acendrado patriotismo, y en la seguridad de que si un número suficiente de costarricense apoyan el proyecto, puede darse por realizado, voy a dejar planteada la iniciativa, rogando encarecidamente a todos mis oyentes que secunden este esfuerzo de bien nacional. Venza su apatía, domine su pereza, supere su egoísmo, encienda la llama de su entusiasmo, derrame el bálsamo de su generosidad todo aquel que me escuche, y envíeme su mensaje, verbal o escrito con el cual formar un haz de patrióticas buenas voluntades. He aquí el proyecto: Decrete Costa Rica, por mandato legislativo, la capitalización universal, esto es el ahorro del 10% de la plantilla nacional que según datos recientes del Banco Central asciende hoy a cerca de 1, 400, 000.000 de colones. Reuniríamos de esta manera 140 millones de colones anuales. Ese ahorro coloquémoslo en valores internacionales de primera clase, de cotización privilegiada en las bolsas de los grandes centros financieros del mundo. Creemos de esta manera una reserva internacional de inversiones que desempeñaría en el campo del desarrollo


económico el mismo papel que las reserva de oro y divisas desempeñan en el campo monetario. Ofrezcamos luego a los capitalistas extranjeros la garantía única en el mundo de que las inversiones que lleven a cabo en empresas de desarrollo económico en Costa Rica quedan respaldadas por nuestra indicada reversa internacional pudiendo/retirar el monto de lo invertido, en valores de bolsa de los llamados de orilla dorada, que son mejores que efectivo, en caso de que las condiciones políticas y jurídicas del país se hubieren deteriorado de tal manera que sus negocios se encuentren amenazados. Veamos ahora cómo funcionaria este novedosos sistema. Me decía un amigo hace tiempo que era más fácil recaudar cien millones de ahorros nacionales que invertirlos juiciosamente. Verdad monumental. Nuestra crisis fiscal, si bien se examina, obedece a la insuficiencia de impuestos y recaudación sino al desperdicio tremendo que se hace de esos dineros en burocracia, gastos tontos y duplicados de todo género. En indispensable, por consiguiente, saber en qué se va a gastar e invertir, antes de empezar a recaudar. El problema como se va viendo es al revés de lo que el común de las gentes se imagina, engañado por la apariencia superficial de las cosas. La verdadera dificultad consiste en encontrar campos propicios de inversión. Halladas estas sementeras económicas, sobrará ahorro nacional que como semilla germinadora, podamos depositas en ellas recoger formidables cosechas de desarrollo económico. Pues bien, de afuera vendrán los expertos inversionistas. La tecnología innovadora y creadora siempre ha venido del exterior hacía los países subdesarrollados. El sistema que propongo no va a cambiar esa realidad histórica, lo que sí va a cambiar revolucionariamente son las condiciones en que el capital inversionista extranjero vendrá y las consecuencias que esa inversión traerá para Costa Rica. Para decirle en pocas palabras nosotros ponemos el 50% del capital y ellos, los extranjeros, otro tanto. ¿Qué clase de afluencia capital extranjero es ésa dirán mis oyentes, que nos obliga a contribuir el equivalente? Pues, yo voy más lejos, nosotros debemos poner el 80% del capital y aún así salimos ganando, porque lo que nos interesa es el conocimiento, la experiencia, la tecnología y la ciencia administrativa de los empresarios extranjeros; sin la cual nuestro propio capital vale muy poco. Así lo entendieron el Presidente Truman de los Estados Unidos y sus consejeros económicos cuando proclamaron el Punto 4º para dar ayuda técnica a nuestros países subdesarrollados. El Punto 4º no ha dado todos los frutos que se esperaban de él, por dos razones. La primera porque la tecnología que nos brinda no es de la de empresario que con su capital garantiza la inversión, sino la del burócrata seleccionado por métodos no siempre muy eficaces. Recuerdo que


cierta vez llegó al país uno de tantos “técnicos”. Este lo era en Tributación. Pues bien, decía mi amigo José Rivera Altamirano que el tal experto no sabía mayor cosa de tributación directa, pero que en cambio sabía comer, porque había que verlo en el club. La segunda razón de que el punto 4º no haya funcionado tan bien como se esperaba es porque al brindarnos tecnología, el Presidente Truman se olvidó de pedirnos una contribución de capital, en la forma al menos en que podemos brindarla a saber, en trabajadores y recursos naturales. Todo esto quiere decir que nosotros más que dinero lo que necesitamos es saber en qué gastarlo, y ese conocimiento es el que debemos buscar en el exterior si queremos desarrollar la economía. Para que ese conocimiento sea eficaz y responsable debe venir en forma de inversión administrada por su dueño y con riesgo. Nosotros no garantizamos las pérdidas incurridas en el curso normal de los negocios. Tal garantía no existe ni puede existir en parte alguna del mundo de los negocios. Lo que sí garantizamos es la estabilidad política y un ordenamiento jurídico civilizado. Y lo garantizamos con los ahorros del pueblo. Mejor garantía no puede darse. Veámosla funcionar: Recaudados los 140 millones de qué hablé antes, y creada la reserva internacional de inversiones, sobrarían capitalistas norteamericanos, japoneses, europeos, deseosos de invertir en Costa Rica, país inexplorado y subdesarrollado, en el que el capital puede esperar muy altos dividendos, sin riesgo que correr en otras zonas en desarrollo del manotazo político, de la anarquía jurídica, del sentimiento antiextrajero. Se fundarían sociedades anónimas para explotar nuestros bosques y nuestras tierras arables, con procedimientos científicos y alta mecanización; para desarrollar nuestra ganadería de carne y leche, y los recursos del mar con los métodos más modernos; para elaborar los productos del bosque, de la tierra y del ganado, con el más alto rendimiento; para explotar e industrializar nuestros yacimientos minerales en forma rentable; para orientar y capacitar a nuestros trabajadores, creando obreros calificados, maestros artesanos, técnicos y administradores. El capital de esas sociedades anónimas sería suscrito y pagado por mitades entre el capitalista extranjero y el empresario nacional representado por el Banco Popular de Desarrollo, que también administraría los depósitos de ahorro de los trabajadores con el propósito de asegurar su inversión en valores de bolsa internacionales y su reembolso del ahorrante individual, dentro de la técnica usual de encaje bancario. El mecanismo del sistema del cual no puedo en una disertación de este género exponer los detalles sino tan solo los principios generales, arrearía una unión funcional de interés entre el empresario o patrono nacional, el trabajador


costarricense y el inversionista internacional, que garantizaría los siguientes propósitos altamente deseables: 1.- El desarrollo nacional en proporciones equilibradas de inversión nacional y extranjera. Todos los opositores coinciden que la inversión foránea no puede ser mayor de un 20% del total. 2.- La formación de patrimonio para los trabajadores, mediante la inversión de sus ahorros en forma conservadora, no especulativa, garantizada con los valores internacionales de bolsa de mayor solidez y prestigio, y avalados por el Banco Popular de Desarrollo Económico costarricense. 3.- La afluencia de capital y tecnología extranjeros en condiciones óptimas de seguridad para los inversionistas y de conveniencia nacional. Para entender y apreciar estos planes hay que acordarse de que ni en la naturaleza ni en la economía hay efecto sin causa, lo que dicho en otras palabras significa que no hay nada gratis. Desarrollar un país, en el fondo, no es otra cosa que educar y disciplinar a sus empresarios y trabajadores para intensificar el esfuerzo y aumentar la productividad de sus labores. El país no puede enriquecerse de otro modo que ahorrando, porque el capital es ahorro. Para ahorrar hay que ganar, para ganar hay que trabajar, para trabajar debe haber empresas ofreciendo puestos, para que haya empresas se necesita inversión, para que haya inversión se requiere capital, tecnología y dirección administrativa. Es un círculo perfecto. Es una cadena. En Costa Rica los eslabones de esa cadena andan dispersos. El plan que ofrezco a mis conciudadanos al invitarlos a una unión patriótica para enriquecernos todos, no hace otra cosa, si bien se examina, que enlazar esos eslabones sueltos en una poderosa cadena de crecimiento y desarrollo económico. Supongamos ahora que todos los pasos iniciales del sistema han sido con éxito. Tenemos entonces al cabo de un año de ahorro popular equivalente al 10% de la planilla nacional, 140 millones de colones depositados por los trabajadores del país en el Banco Popular de Desarrollo Económico Costarricense, e invertidos por éste en acciones y bonos de lo más sólido y selecto que se consigue en la Bolsa de Nueva York con un rendimiento que oscila entre el 4% y el 5% anual sin contar plus valía. Garantizada la devolución de sus inversiones en casos de siniestro político por esta reserva de valores de orilla dorada, capitalistas internacionales han fundado en Costa Empresas de desarrollo económico de tipo agrícola, industrial y de transportes por valor de 140,000,000 de colones. Esas empresas han importado maquinarias modernas, técnicos y especialistas que no se consiguen en el país y además aprovechan toda la fuerza de trabajo de la que sí hay oferta en Costa Rica. Se han creado miles de puestos nuevos. Calculando


en un 20% el rendimiento de estos negocios, la acumulación ganancias es de 28,000,000 de colones al año. A los accionistas extranjeros se les permite retirar como dividendos, únicamente lo que produzcan los valores de bolsa internacionales que garantizan la inversión, de manera que no sale un centavo del país. Como la inversión es el al 50% nacional y extranjero, las nuevas compañías tienen la obligación de ofrecer la mitad de su acciones a inversionistas costarricenses, para ser amortizadas en un período de diez a quince años. Este cuadro de auge inimaginable se repite todos los años. A los trabajadores de las nuevas compañías se les vendrían en la proporción que pueden absorber sus ahorros, acciones de la propia empresa, a fin de ir creando capitalismo popular. Ahora bien, supongamos que una corriente nacionalista o socialista, llevará al poder a un grupo de hombres hostiles al inversionista extranjero. Empezarían las expropiaciones sin compensación adecuada y las medidas discriminatorias. Hostigados, los extranjeros resolverían abandonar el país y pedirían en el Banco Internacional donde están depositados los valores de bolsa, que garantizan su inversión, la devolución de su dinero. El Banco entregaría los valores y para responder a los depósitos de ahorro nacionales tomaría las acciones de las compañías expropiadas o discriminadas. Pero entonces las víctimas de las odiosas medidas políticas no serían los inversionistas extranjeros sino todos los trabajadores nacionales. Ya pueden imaginarse mis oyentes qué le pasaría a un gobierno que intentará semejante despojo. No dudaría tres horas. Lo cual demuestra que la garantía dada por el país contra una mala política gubernamental hace imposible que ésta ocurra. Con lo cual jamás se retiraría el capital extranjero sino que se iría incorporando a la vida del país. Así se formaron los Estados Unidos y todos los emporios financieros del mundo. Así llegará Costa Rica a ser económica y no sólo políticamente la Suiza Centroamericana. Conciudadanos la perspectiva es bella y grande, unámonos en el empeño, y lo llevaremos a cabo.


EL COLOSO ECONÓMICO DORMIDO II Alberto Martén La clave del enigma: introspección. Para descifrar los secretos de la estructura y funcionamiento del cuerpo de la República, ninguna clave mejor ni referencia más acertada que la introspección del propio cuerpo humano, pues no es la comunidad sino un conjunto de personas. Examinado el árbol sabremos más del bosque. Un mínimo de observación y reflexión nos revela de inmediato la existencia de nuestro ser de dos espacios vitales estrechamente interrelacionados e interactivos, son llegar nunca a confundirse. Uno es el sector consciente de la inteligencia y la voluntad individuales que configuran nuestra identidad y determinan nuestro comportamiento, razonable o arbitrario, y siempre impredecible. El otro es el dominio inconsciente de la llamada economía animal que regula con las directrices omniscientes de la inteligencia universal nuestros aparatos orgánicos y funciones fisiológicas. El balance natural de ambos sectores, que se sustentan y limitan recíprocamente, produce ese admirable equilibrio dinámico que hace palpitar y subsistir el universo. Evolución pragmática del Estado. Al margen de la polémica ideológica, aunque influenciados por ella, los conductores de los pueblos han ido elaborando a través de los tiempos un concepto operante del Estado que los juristas han racionalizado en una persona moran omnímoda, por hipóstasis institucional de la soberanía política del pueblo. Como lo que los estadistas han buscado siempre es un mecanismo de dominación y no de participación e integración, ignoraron el otro hemisferio de la soberanía popular, esto es, su economía. En parte también porque milenariamente el factor laboral había estado compuesto mayoritariamente de esclavos y servo. Por eso todo el poder está concentrado en las tres ramas del Gobierno y la economía nacional yace desarticulada, errática e impotente, con lo que a su vez y por falta de balance, el Gobierno y sus instituciones viven incurablemente desfinanciados. La comunidad económica costarricense. Si hemos de promover en el sector económico del cuerpo social una evolución semejante a la ocurrida en el sector político, lo primero es identificar quiénes son los que componen la comunidad económica costarricense. Es decir, quiénes son los productores de riqueza real, los mantenedores de todas las estructuras políticas, sociales, culturales, religiosas, deportivas y demás. No pueden ser los que trabajan a pérdida, porque a ellos más bien hay que


socorrerlos. Tampoco los que consumen tanto como producen, porque el resultado financiero neto de su gestión es cero. Queda una lista de productores eficientes que arrojan superávit y con él aumentan continuamente el patrimonio nacional. Conforme a la imperfección de todas las cosas humanas, pero dentro de márgenes de error manejables y corregibles, esta lista coincide con la de los contribuyentes del impuesto sobre la renta y por ello y por razones adicionales que luego se verán, la adoptó como representación auténtica del hemisferio económico de la nación costarricense. Por estar sustentado en la materialidad de la riqueza producida y capitalizada, su poder es real y no convencional o por delegación. No puede ser usurpado porque la capacidad productiva es inherente al productor e indispensable de él. No es ficticia, ni refleja, ni delegada, ni endosable. Puede disminuir o desaparecer individualmente, pero colectivamente que es lo que interesa, se mantiene y acrecienta consubstancialmente con el desarrollo económico del país. He aquí la relación necesaria derivada de la naturaleza de las cosas que buscábamos para obtener un Poder Público económico incontrastable en balance con el Poder Público político, en la unidad perpetua e indivisible. Del Estado. La Cámara Económica y cuota senatorial. Si para introducir en el cuerpo social de la República el mismo lace natural que existe en el cuerpo físico de la persona humana, logramos crear la Cámara Económica, tendremos un sistema bicameral con un Senado, a semejanza de la mayoría de las Repúblicas modernas. Muy sui-géneris sería, como lo es el Senado norteamericano, que no representa al pueblo sino a los Estados, o la Cámara Inglesa de los Lores, que tampoco representa al pueblo sino la tradición nobiliaria británica. El nuestro representaría a la economía Nacional. En los tres casos aludidos lo que se busca es un equilibrio de fuerzas para el mejor funcionamiento de la democracia. Podríamos tentativamente arrancar con un número de Senadores igual al de los actuales Diputados. Dividiendo entre ese número el importe total del impuesto sobre la renta, que este año es aproximadamente 7,000,000,000 de colones tendríamos redondeado como cuota senatorial para ocupar una curul, la suma de 123,000,000. Toda persona física o jurídica que individualmente o asociada con otros contribuyentes compruebe una contribución por ese monto al impuesto sobre la renta, figuraría de pleno derecho en las papeletas para la elección de Senadores. Para evitar oligarquías financieras se exigiría, como es la práctica solidarista, un igual número de patrones y trabajadores en la Cámara. Podría pensarse en disminuir la cuota senatorial para asegurar pluralidad de papeletas, las cuales serían sometidas al pueblo en las elecciones generales de cada cuatro años, conjuntamente con las de Diputados. La Cámara Económica tendrá entre sus funciones prioritarias velar que los


fondos billonarios de la Capitalización Universal no sean desviados por demagogos populistas insolventes hacia sus máquinas electorales manipuladoras del sufragio. Y también evitar la manipulación de la moneda. De cómo operará la auténtica Capitalización Universal, trataremos en un próximo artículo.


EL COLOSO ECONÓMICO DORMIDO III Alberto Martén La Capitalización Universal. La Comisión parlamentaria a que me referí en la primera publicación de esta serie, me había pedido que en mi proyecto de Garantía Económicas ideara una fórmula para enriquecer a los trabajadores que no fuera un nuevo impuesto, ni otra carga social para las empresas, ni aumentara el costo de vida. Como pedirme que hiciera chocolate sin cacao. No podía hacerse… pero lo hice. Es más, le agregué otros requisitos que no me exigió la Comisión, pero que yo consideré tan necesarios como los ya apuntados, a saber, que no consistiera en la creación de depósitos bancarios, acreencias o títulos pagaderos en dinero, por el peligro de las devaluaciones monetarias y que no diera lugar a la creación de burocracias estables prepotentes y parasitarias. La fórmula que llenaba todas estas condiciones fue la siguiente: Previa disminución del presupuesto público mediante la eliminación de duplicaciones, ineficientes y desperdicios en el monto equivalente al ingreso fiscal por impuesto sobre la renta, se dejaría de cobrar éste a todo contribuyente que optara por aumentar su capital de trabajo en ese monto, emitiendo las respectivas acciones de capital. El total de acciones así omitido sería entregado en custodia a una Oficina o Centro privado, rigurosamente fiscalizado por los propios contribuyentes y el Estado, que con el respaldo de la cartera constituida por dichas acciones y para efectos puramente contables y de registro, emitiría títulos consolidados no negociables por igual valor. Los títulos consolidados serían entregados en propiedad inembargable e intransferible a los trabajadores costarricenses, conforme a una lista o padrón económico, elaborado con ayuda técnica internacional, empezando por los más necesitados para ir cerrando racional y sistemáticamente la brecha social. Las acciones consolidadas, por no ser una acreencia sino una participación proporcional, una copropiedad, en el superávit capitalizado de la producción nacional, significan riqueza material auténtica, no sujeta a depreciaciones o devaluaciones monetarias. Por ser títulos consolidados representan el patrimonio global indiviso del país y no se facetan apreciablemente con las quiebras o liquidaciones individuales que han arruinado y siguen arruinando a más de un confiado inversionista. Por la misma razón no amenazan a las empresas con intervenciones no deseadas en la contabilidad o administración de los negocios. Finalmente, por ser distribución de utilidades netas y no un costo de producción, no constituyen un impuesto, ni una carga social y desde luego no afectan el costo de vida. La prevista Oficina o Centro receptor de acciones, por ser


simple organización de registro y custodia y no empresa de negocios ni burocracia oficial, cumpliría las condiciones adicionales mencionadas. No entro en detalles administrativos ni contables, por razones obvias de economía de exposición, y por aquello de K.I.S.S. (Keep it simple, stupid). Traducido libre: No cometa la estupidez de complicar las cosas. Ya se v configurando un nuevo esquema de institucionalización de la soberanía o poder económico del pueblo, cuyos perfiles visibles inmediatos son los siguientes: a) Reducción saludable del aparato estatal actualmente elefantiásico y parasitado. b) Refuerzo financiero progresivo para los empresarios y capitalización sistemática y acumulativa para los trabajadores. c) Cierre progresivo orgánico de la brecha social entre pobres y ricos, con resultados de armonía social y estabilidad política y crecimiento económico acelerado. d) Síntesis de la Economía Nacional –el nuevo Poder—y del Gobierno –el clásico Poder--, en un esquema de Poderes Públicos balanceados que represente y encarne los dos hemisferios estructurales, el político y el económico de la soberanía de la nación, en la unidad perpetua e indivisible del Estado. Así unidos y fortalecidos, sin dominación ni subordinación del uno o el otro, el mundo de los funcionarios (políticos y burócratas) y el de los empresarios (patrones y trabajadores), podrán atacar con éxito el problema que hasta hoy ha frustrado a todas las naciones, salvo las más evolucionadas de, de armar el cuadrado mágico de la economía: empleo pleno, precios estables, balanza de pagos equilibrada y crecimiento económico continuo. En un artículo final veremos con qué recursos conceptuales y materiales contará el país para tan formidable tarea y quiénes son los llamados a encabezar esta cruzada nacional.


EL COLOSO ECONÓMICO DORMIDO IV Alberto Martén Garantías Económicas para el pueblo de Costa Rica. En el año 1977 una Comisión Especial Mixta de la Asamblea Legislativa, de la que fui Miembro Asesor, me encomendó la redacción de un anteproyecto de Garantías Económicas para el pueblo de Costa Rica. Cumplido el encargo en términos que le valieron muy altos elogios de afamados economistas del país, la Comisión, no obstante, se desentendió de él y por mera incuria o quizá –sombría conjetural—por orden de alguna “autoridad política superior”, el expediente fue enviado al Archivo. Recientemente ha renacido en varios círculos influyentes de opinión el interés por la creación de fondos billonarios para capitalizar a los trabajadores nacionales. Quiero aprovechar la coyuntura para dar a conocer la fórmula de Capitalización Universal por mí propuesta a la Asamblea Legislativa, y asimismo las reformas en la estructura del Estado que consideré obligadas por razones de coherencia sistemática. Advertencia histórico-filosófica. Estamos en un año electoral. Hay controversia. Navegamos en aguas turbulentas. Conviene investigar qué hay debajo de las olas en este mar de fondo. Invito a los lectores a zambullirnos en profundidad para sondear la dimensión filosófica de las cuestiones propuestas, en su contorno histórico, pues los análisis superficiales sólo aumentan la confusión. El problema capital de la filosofía, según opinión generalizada, es la relación entre lo múltiple y lo uno. Lo múltiple que equivale a lo sensible (v.g la población) y lo uno a lo inteligible (v.g. el Estado). La infinita complejidad de los conceptos filosóficos no nos permite una definición precisa del concepto del Estado, por lo que abundan las teorías al respecto. Desde el Estado-Leviatán de Hobbes: “El soberano deberá ser todopoderoso; dispondrá de los cuerpos por fuerza militar, de las almas y las creencias por la autoridad sacerdotal; decretará lo justo y lo injusto, lo verdadero y lo falso. Tendrá el poder legislativo, ejecutivo, judicial y espiritual.” Hasta el Estado-policía de los liberales: “Laissez-faire; laissezpasser (Dejad hacer; dejad pasar)”. Sin olvidar “L’Etat ‘est moi (El Estado soy yo)” de Luis XIV, el soberano bien amado de Montesquieu. ¿Qué concepto del Estado se tiene en Costa Rica? Filosóficamente y rigor, ninguno. Pragmática e institucionalmente una acomodación oportunista de elementos liberales, socialistas t tecnocráticos. Todo a medias, a la tica, mientras


se aclaran los nublados del día. Lo malo de este sistema es su debilidad, hasta el extremo de que la Administración Calderón Guardia necesitó apuntalar sus Garantías Sociales con el sostén de fuerzas antidemocráticas y que algún gobernante liberacionista buscara financiar sus Garantías Electorales en fuentes internacionales no muy ortodoxas. Hoy se ha llegado al colmo de que alguna autoridad política superior le abra las puertas del país al narcotráfico. Todo esto es alarmante y en potencia desestabilizador, sobre todo ahora con Noriega por el Sur y los nuevos Comandantes por el Norte y su quinta columna entre nosotros. No se trata de especulaciones ideológicas. Es un problema de orden público, de supervivencia democrática. Los fundamentos histórico-jurídicogobernar y co-legislar desde las barricadas. ¿A dónde llegaremos si hasta las emergencias hospitalarias corren peligro cada vez que los médicos-burócratas se alzan en huelga? Quiero exponer una experiencia personal que arroja mucha luz sobre este asunto. Colapso constitucional en el 48. Como estudiante de Derecho y luego como abogado, nunca se me ocurrió cuestionar el esquema doctrinario de nuestra separación constitucional de los Poderes Públicos, diseñado por Montesquieu en 1748, y que ha inspirado la mayoría sino todas las constituciones de los estados modernos. Me parecía corresponder a la definición clásica que de las leyes hizo el propio Montesquieu: “Las relaciones necesarias que derivan de la naturaleza de las cosas”. Bastaron unos momentos estelares en la Junta Fundadora de la Segunda República, culminación de la gloriosa epopeya patriótica de José Figueres, para derribar con ariete iconoclasta, mis ingenuas convicciones de justa. En pocos minutos redacté, con emotiva vivencia que transcendía toda normativa doctrinaria, los Decretos mediante los cuales la Junta asumió los Poderes Legislativo y Ejecutivo del Estado. Comprendí entonces que nuestro artículo 9º de la Constitución que dispone que el Gobierno de la República “lo ejercen tres Poderes distintos e independientes entre sí” era una norma de papel, un “chiffon de papier” que diría el Kaiser y no una “relación necesaria” derivada de la naturaleza de las cosas, como por caso, la fuerza que, mantiene “distintos e independientes entre sí” los polos de un imán. ¿Existirán, me preguntaba, en el cuerpo social de nuestra República, relaciones necesarias que permitan mantener irreductibles distintos o independientes entre sí los Poderes Públicos? Descubrí que sí las hay. Yo mismo, al crear el Movimiento Solidarista, contribuí a fortalecerlas, con los que me he reivindicado de mis libertades con la Constitución en el 48. Infortunadamente esas fuerzas sociales, a manera de coloso dormido, yacen cautivas de burócratas y demagogos. Veamos en próximos artículos cómo mi proyecto de Garantías Económicas libera al Gigante cívico de sus enanos carceleros.


PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA


MARZO. 1988


CAPITAL SOCIAL DIVIDO EN ACCIONES CONSOLIDADAS

51%

49%

NO TRANSFERIBLES TRANSFERIBLES (PROPIEDAD DEL ESTADO) (PROPIEDAD DE LOS TRABAJADORES) A TRAVES DE ESTAS ACCIONES, TUTELA SE LES ADJUDICA, EN PROPORCION A SUS EL ESTADO LA SOBERANIA ECONOMICA SALARIOS, A LOS TRABAJADORES QUE FIGUDE LA NACION. RARON EN LAS PLANILLAS DE DE COMPAÑÍA DURANTE EL TIEMPO EN QUE SE CAPITALIZARON LAS ACCIONES LABORALES QUE SE APORTARON AL FONDO.

ESTA CONFORMADO POR LAS ACCIONES LABOR EL PATRIMONIO DEL FONDO MUTUO ALES DE LAS COMPAÑIAS QUE ADOTEN EL SISTEMA CUYA ADMINISTRACION CORRESPONDE EXCLUSIVAMENTE A LA ENTIDAD LABORAL CORRESPONDIENTE.

CUADRO EMPRESARIAL


FORMA ASOCIATIVA

DISTRIBUCION CAPITAL

COMPAÑÍA AUTORIZADO

SUSCRITO Y PAGADO

(POR SUSCRIBIR Y PAGAR)

FORMA JURIDICA DE LA 49% EMPRESA

51%

JUNTA DIRECTIVA (INTEGRADA EN PROPORCION A LAS ACCIONES ACCIONES COMUNES Y NOMINATIVAS) LABORALES

ADMINISTRACION PROPIETARIO

ENTIDAD

ACCIONES COMUNES

PROPIEDATARIO

FIDEICOMISO CAPITALISTA

FONDO MUTUO

CASO DE CONTRIBUYENTES INDEPENDIENTES


EL 10% DEL IMP. SOBRE LA RENTA QUE PAGUEN QUIENES NO PERTENEZCAN A UNA COMPAÑÍA CON ACCIONES LABORALES, LO APORTARA EL ESTADO AL FONDO MUTUO. EL 51% DE LAS ACCIONES CONSOLIDADAS QUE SE CAPITALIZAN CON DICHO APORTE SERAN DEL ESTADO: EL 49% RESTANTE SERA DE LOS CONTRIBUYENTES.

EL FONDO MUTUO INVERTIRA DICHOS INGRESOS EN CAPITALIZAR ACCIONES PREFERIDAS LABORALES DE LAS EMPRESAS QUE HAYAN ADOPTADO EL SISTEMA Y QUE ESTEN PAGANDO IMPUESTO SOBRE LA RENTA, EN PROPORCION A SUS RESPECTIVOS CAPITALES.

CUANDO NO HAYA ACCIONES LABORALES SUSCEPTIBLES DE SER CAPITALIZADAS SE INVERTIRAN LOS RECURSOS TRANSITORIAMENTE EN TITULOS DE ESTABILIZACION ECONOMICA DEL BCO. CENTRAL.

PROYECTO DE LEY (BORRADOR AL 7 DE MARZO DE 1988) NO.____________


LEY DE INSTITUCIONALIZACION DEMOCRATICA Y TRIPARTITA DE LAS EMPRESAS DE COSTA RICA

CONSIDERANDO: Primero: Que es fundamental el concurso armonioso dentro de la Empresa que permita, atraves de la productividad basada en los niveles de tecnología adecaudos y en el ahorro interno, asegurar los objetivos de crecimiento que permitan un desarrollo sostenido del país. Lo anterior sustentado sobre una base de Democracia Económica que asegure la participación efectiva de la mayoría de los costarricenses. Segundo: Que el diálogo constructivo entre patrones y grupos numerosos de trabajadores solo es, posible cuando estos últimos están debidamente representados por organizaciones fundamentales en la teoría de la colaboración y no en la lucha de clases. Tercero: Que deben superarse los conflictos laborales, y las violentas y prolongadas huelgas ilegales en que degeneran, con fuertes pérdidas para la economía nacional, grandes congojas para los empresarios y severas privaciones para los trabajadores. Cuarto: Que el irrespeto por los fallos juduciales que declaran la ilegalidad de una huelga y la tendencia a universalizar el conflicto por medio de huelgas de solidaridad, demuestran que una parte considerable de los trabajadores no se sienten adecuadamente protegidos por las leyes sociales y pota por acudir a la violencia para hacerse justicia por su mano. Quinto: Que conviene lograr el equilibrio interno entre los elementos de la empresa y entre esta y el Estado. Por lo tanto: LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DE LA REPUBLICA DE COSTA RICA DECRETA LA:


Artículo 1: Toda Empresa que cuente con 10 o más trabajadores dedicada a la creación de riqueza, para poder gozar de los beneficios de la presente ley, deberá institucionalizarse democráticamente en forma tripartita. A tal efecto tendrá necesariamente a) una Entidad Laboral. B) una compañía. C) una Entidad Capitalista. Artículo 2: La Entidad Laboral será la forma asociativa que los trabajadores constituyen para que en armonía y colaboración con la Entidad Capitalista los represente en la Empresa. Artículo 3: Cuando la Entidad Labooral sea una Asociación Solidarista, esta gozará de los beneficios y exenciones que la ley de Asociaciones Cooperativas confiere. Cuando sea una cooperativa u otra forma asociativa, esta constituirá un plan de ahorro y capitalización en base a la aley de Asociaciones Solidaristas y de Socorro Mutuo. Artículo 4: El patrimonio de la Entidad Laboral cuando los trabajadores hayan contribuido con sus ahorros a formarlo, se les acreditará mediante Certificaciones de Aportación, siguiendo al efecto el procedimiento que establece la Ley de Asociaciones Cooperativas, y en base a esa misma ley se les liquidarán y pagarán cuando terminen su relación de trabajo con la Empresa. La Entidad Laboral deberá capitalizar permanentemente la plusvalía sobre sus bienes, a fin de que el pago a que se refiere el párrafo anterior se haga siempre por su valor real y en forma más oportuna. Artículo 5: La Entidad Capitalista es la sociedad que los dueños de las acciones comunes de la Compañía tendrán derecho a constituir para poner a nombre de ella sus acciones. Artículo 6: La Compañía es la forma jurídica de la Empresa. Artículo 7: El capital social de la compañía tendrá por lo menos dos tipos de acciones: a) Comunes nominativas, de libre comercio. B) Preferidas, laborales, no negociables. Las acciones comunes nominativas representan el capital inicial que aportan los inversionistas para operar la Empresa. La Compañía podrá también emitir cualquier otro tipo de acciones que la ley faculte. Al constituirse la Compañía


necesariamente deberá autorizarse un capital divido en acciones preferidas nominativas. Este capital autorizado será equivalente al capital social dividido en cualquier otro tipo de acciones con voz y voto de la compañía, menos un 1%. Cuando se eleve el capital social divido en acciones con voz y voto, distinto del referido capital autorizado, automáticamente aumentará este último hasta recuperar el porcentaje perdido con relación a aquel. Todas las acciones preferidas laborales se aportan automáticamente al Fondo Mutuo a que se refiere el artículo 8. Simultáneamente, para los efectos del artículo 9, se le adjudican idealmente, en proporción a sus salarios, a los trabajadores que figuraron en las planillas durante el período en que se capitalizaron. Cuando se encuentre totalmente suscrito y pagado el capital autorizado, se suspende el procedimiento de capitalización de las acciones preferidas laborales, remudándose cada vez que en virtud de aumentos de capital haya nuevas acciones preferidas laborales susceptibles de ser capitalizadas. Artículo 8: El Fondo Mutuo será una sociedad anónima que se constituirá con el propósito de que adquiera todas las acciones preferidas laborales de las distintas compañías, conforme se dispone en el artículo 7. La administración de las acciones preferidas laborales corresponde exclusivamente a la Entidad Laboral. Artículo 9: El capital del Fondo Mutuo está dividido en acciones consolidadas nominativas de libre comercio. El 49% se le adjudican automáticamente a los trabajadores, hasta por un monto igual al de las acciones preferidas laborales que idealmente se les adjudicaron conforme al artículo siete, pudiendo a partir de ese momento disponer libremente de ellas. Los dividendos serán de los adjudicatarios desde el momento en que se les adjudicaron. El 51% restante se le adjudicará automáticamente al Estado. Artículo 10: El Estado destinará dividendos que produzcan sus acciones consolidadas a adquirir acciones preferidas consolidadas del Fondo Mutuo, quién invertirá esos recursos en la adquisición de acciones preferidas laborales siguiendo al efecto el procedimiento que establece el último párrafo del artículo trece. Artículo 11: La Compañía tendrá un Comité de Vigilancia que elegirá la Asamblea General. Los directores de la Compañía serán electos por la Asamblea General, en proporción a las acciones preferidas laborales por una parte y el resto de las acciones con voz y voto por la otra, que se encuentren representadas en la asamblea.


Artículo 12: El Estado destinará el 10% del impuesto sobre la renta que cada Compañía paga, a capitalizar todas las acciones preferidas laborales que esa sociedad autorice. Si no hubiere acciones de ese tipo susceptibles de ser pagadas, se invertirá el dinero transitoriamente en títulos de estabilización económica del Banco Central. Artículo 13: El 10% del impuesto sobre la renta que paguen las personas a físicas o jurídicas independientes, o que no pertenezcan a ninguna Empresa institucionalizada democráticamente, lo destinará el Estado a pagar acciones consolidadas del Fondo Mutuo que por esa suma emitirá. El 49% de esas acciones se le adjudicaron automáticamente a dichas personas, conservando el Estado a su nombre el 51% restante. El Fondo Mutuo destinará los ingresos provenientes por ese concepto a capitalizar acciones preferidas laborales de las empresas que hayan adoptado el sistema y que estén pagando Impuesto sobre la Renta, en proporción a sus respectivos capitales. Artículo 14: Las empresas cooperativas que adopten el sistema que aquí se establece, pagarán el 10% del impuesto sobre la renta que pagarían si la ley se los exigiera. Ese porcentaje se destinará a pagar certificados de aportación de la propia cooperativa, en vez de acciones preferidas laborales como ocurre cuando la forma jurídica d la Empresa es una sociedad anónima. Estos certificados de aportación se traspasarán al Fondo Mutuo. El 49% de las acciones consolidadas, que el Fondo Mutuo emita en base a los certificados de aportación a los salarios, se le adjudican automáticamente a los trabajadores que figuraron en las planillas correspondientes al periodo en que se generaron las ganancias, con que se capitalizaron los certificados de aportación traspasados al Fondo Mutuo. Adjudicación que se hace siguiendo el procedimiento que indica el artículo 9. El 51% restante se le adjudican automáticamente al Estado. La voz y el voto sobre la totalidad de los certificados de aportación traspasados al Fondo Mutuo corresponde a la Entidad Laboral de la Cooperativa, reformándose al efecto la Ley de Asociaciones Cooperativas. Artículo 15: Los cooperativistas no constituirán la Entidad Capitalista; pero si deberán constituir la Entidad Laboral como requisito para que se les puedan adjudicar realmente las acciones del Fondo Mutuo. Artículo 16: El acuerdo de institucionalizar democráticamente las sociedades anónimas


existentes, que serán las compañías dentro de la nueva estructuración democrática y tripartita empresarial, se tomará en asamblea general extraordinaria especialmente convocada al efecto. El registrador mercantil, al recibir, para su protocolización el acuerdo correspondiente, reformará de oficio el capital de la sociedad existente, dividiendo totalmente en acciones comunes nominativas, e inscribiéndolo a nombre de la Entidad Capitalista. Artículo 17: El acuerdo de institucionalizar la Empresa en forma tripartita, lleva implícita la decisión de constituir una nueva sociedad anónima, que será la Entidad Capitalista de la Empresa y el registrador mercantil la inscribirá de oficio, de no disponer el acuerdo respectivo lo contrario. Por su constitución no se pagarán impuestos, derechos, ni timbres. Los socios de la Entidad Capitalista serán los mismos de la sociedad existente, quienes automáticamente suscriben todo su capital social por un monto equivalente al de aquella. Lo pagan automáticamente, aportándole por su valor nominal todas las acciones de la Compañía. El Capital de la Entidad Capitalista será idéntico al de la sociedad existente, antes de transformarla en la Compañía de la Empresa, con la misma clase, valor y dueños de las acciones. En lo demás el registrador la ajustará a lo que dispone la presente ley. La razón social de la Entidad Capitalista, será igual al de la Compañía, con la única diferencia de que irá precedida de las letras EC. A no ser que los socios convengan darle otro nombre. El registrador, en su actuación de oficio, procederá en base al acuerdo que protocoliza, la presente ley, y los datos que arroja el Registro Mercantil. Artículo 18: Las acciones de la Entidad Capitalista, las comunes de la Compañía y las consolidadas del Fondo Mutuo con excepción de las que sean del Estado, podrán transmitirse libremente por endoso nominativo, sin pago alguno de impuestos, derechos, ni timbres, debiendo llevarse un libro registrado de endosos. Artículo 19: Se acuerda institucionalizar democráticamente en forma tripartita las siguientes empresas públicas:………. Al efecto el Estado constituirá una Compañía y una Entidad Capitalista por cada una de aquellas empresas. Seguidamente aportará cada una de las empresas mencionadas a una Compañía diferente, por el valor que al efecto determine la Dirección General de la Tributación Directa, traspasando simultáneamente las acciones comunes de cada Compañía a una Entidad Capitalista diferente. La razón social de cada Compañía será la misma que la de la Empresa que adquiere; pero agregándole al principio palabra “Compañía” La razón social de cada Entidad Capitalista será igual al de la Compañía; pero agregándole al principio “Entidad Capitalista de la”. Para cumplir con todo lo anterior se seguirá el procedimiento indicando en los artículos


anteriores. El Estado venderá a los particulares todas las acciones comunes nominativas que le pertenezcan en las siguientes entidades:…………. El Estado venderá el 49% de las acciones comunes nominativas, en las siguientes entidades capitalistas:………. Para la venta de las referidas acciones en los casos previstos, se dictará un reglamento. Dado en la Asamblea Legislativa, San José a los _______________ del mes de ______________ de mil novecientos ochenta y ocho.

Presidente Primer Secretario

Segundo Secretario

Dado en la Casa Presidencial, San José a los _____________ del mes de _______________ de mil novecientos ochenta y ocho. OSCAR ARIAS SANCHEZ PRESEDENTE DE LA REPUBLICA El Ministerio de la Presidencia RODRIGO ARIAS SANCHEZ LA NACION, domingo 7 de febrero de 1988 Viene de la Pág. 1 MARCELO MARTEN S. Es necesario superar el conflicto que existe entre los que procuran el engrandecimiento del Estado empresario y los que abogan por la privatización de las empresas en sus manos, independientemente de si en un momento determinado su capital es público o particular, toda empresa debe encontrar el equilibrio interno entre sus dos elementos y el equilibrio entre ella y el Estado. Como la definición de Estado se ha venido ampliando ya no sólo como cuerpo político de la nación, sino también como cuerpo económico, esta segunda función que procura la creación de un sistema justo en la producción y distribución de la riqueza debe separarse de la primera que tiene por objeto la creación del orden social en general. Para lograr nuestro propósito toda empresa pública debe institucionalizarse democráticamente en forma tripartita, vendiendo todas las acciones de la entidad tripartita, vendiendo todas las acciones de la entidad capitalista a los particulares o solamente el 49 por ciento, cuando le convenga mantener el control. Las compañías privadas también deben institucionalizarse democráticamente en forma tripartita. La empresa debe reformarse para lograr el equilibrio interno entre sus elementos y


también el equilibrio entre ella y el Estado. En esa forma toda empresa será pública y privada al mismo tiempo. De acuerdo con lo anterior, toda empresa debe tener una compañía una entidad capitalista y una entidad capitalista y una entidad laboral, también contará con un fondo mutuo. Entidad capitalista Es la sociedad que constituyen los dueños de las acciones comunes de la compañía aportándole que suscriban, garantizándose así el control en un inicio. Puede ser cualquier tipo de sociedad aunque se recomienda una anónima. Cuando el Estado sea el dueño del 51 por ciento del capital de la empresa deberá constituir la entidad capitalista para iniciar la democratización de la sociedad anónima e indirectamente de la empresa, sin perder el control sobre ella. Las acciones de la entidad capitalista se pueden transmitir libremente por endoso nominativo, sin pago alguno de impuestos, derechos, ni timbres. Existirá un registro de acciones en el cual se tome nota de los endosos. Se recomienda ingresar las juntas directivas en proporción a las acciones con voz y voto. Entidad laboral Es la forma jurídica que constituyen los trabajadores para que los represente dentro de la empresa. Se recomienda una asociación solidarista, por esa razón en la ley correspondiente se dispone así. La ley de Asociaciones Solidaristas y de Socorro Mutuo se complementa, en lo conducente, con las disposiciones de la Ley de Asociaciones Cooperativas, para efectos de la adjudicación y liquidación de los bienes que aquella adquiera con los ahorros de los trabajadores y para que gocen de los beneficios y exenciones de las cooperativas. Compañía Es la forma jurídica de la empresa. La constituyen los inversionistas que aportan el capital de la empresa. Tiene por lo menos dos clases de acciones: comunes y preferidas laborales. Las primeras las suscriben quienes constituyen la compañía. Son de libre comercio, endosables sin pago de impuestos, derechos ni timbres. Los endosos se anotarán en el libro registro de acciones. Al constituirse la compañía se autoriza un capital dividido en acciones preferidas laborales, igual al capital social, menos un 1 por ciento. Automáticamente, se elevará con cualquier aumento del capital común, dividido en acciones con voz y voto distintas de las preferidas laborales. Las acciones preferidas laborales no son negociables. La idea es que la entidad


laboral pueda representarlas en conjunto ante la asamblea de socios, asegurándose en esta forma el poder necesario para lograr el equilibrio deseado. Su administración corresponde exclusivamente a la entidad laboral, sin cobro alguno. El 49 por ciento de las acciones preferidas laborales se adjudica idealmente, en proporción a sus salarios, a los trabajadores que figuraron en las planillas durante el periodo en que se capitalizaron. Esto con la idea de cambiárselas automáticamente por acciones consolidadas del fondo mutuo cuando esté reciba de la empresa correspondiente las acciones preferidas laborales. Se pagan automáticamente con las sumas que la compañía destina a capitalización laboral, mediante la aplicación de la fórmula de justicia que en definitiva se aplique. Por ahora se podría destinar a tal fin el 10 por ciento del impuesto sobre la renta que le corresponda pagar a cada compañía. La totalidad de las acciones preferidas laborales se aportan real y automáticamente al fondo mutuo referido. Fondo mutuo Se constituye el fondo mutuo con el aporte de todas las acciones preferidas laborales de las distintas empresas. El capital del fondo se encuentra dividido en acciones consolidadas. El 49 por ciento de esas acciones se camba automáticamente a los ex trabajadores, hasta por un monto equivalente a la adjudicación ideal de acciones preferidas laborales que se les hizo mientras laboraban en la compañía. El 51 por ciento restante de acciones pertenecen al Estado quien con el impuesto sobre la renta capitalizó la totalidad de las acciones preferidas laborales. Toda persona física independiente, o que pertenezca a una empresa que no se encuentre institucionalizada democráticamente en forma tripartita, recibirá a cambio del 10 por ciento del impuesto que paguen el 49 por ciento de las acciones consolidadas del fondo mutuo, que esta sociedad emitirá al efecto y pagará con el referido ingreso el cual destinará a pagar proporcionalmente, acciones preferidas laborales de las distintas empresas institucionalizadas democráticamente que participen del sistema. El 51 por ciento restante será del Estado. La operación del fondo mutuo es sencilla, consiste fundamentalmente es capitalizar las acciones preferidas laborales, es adjudicarlas a sus dueños y pagarles sus dividendos. Los adjudicatarios ideales devengarán dividendos desde el momento en que se les adjudican las acciones. Las consolidadas que se adjudican a los ex trabajadores son transmisibles libremente por endoso, sin pago de impuestos, derechos, ni timbres. Entretanto, las acciones preferidas laborales que pertenecen al Estado no son


negociables, y éste destina sus dividendos a financiar la constitución de empresas institucionalizadas democráticamente. Este es uno de los aspectos más importantes de la institucionalización democrática y tripartita de la empresa.


DIRECTIVAS

(BAR AZUL) ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO ALONSO: Inscrita personas: tomo 45, folio 515, asiento 59231 DIRECTIVA 1959: Presidente: José Joaquín Soto Gatgens. Vicepresidente: Mario Rojas Bustamante. Secretario: Leonel Morales Chacón. Tesorero: Rafael Castillo Chavarría. Suplente: Ney Monge Gamboa. Suplente: Guillermo Ramírez Solís.

ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO ANTESQUIVO: Inscrita personas: Tomo 45, folio 336, asiento 58867. DIRECTIVA: Presidente: Eladio Esquivel Iglesias. Vicepresidente: Hilda Echandi Brenes.


Secretario: Dora Clare Alvarado. Tesorero: Zulay Ruiz Castro. Fiscal: Luis Valenciano Rodríguez. Suplente: Eugenio Echeverría Villafranca.

ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO AVE: Inscrita personas: Tomo 45, folio 192, asiento 58505. DIRECTIVA: Presidente: Flora Cruz Román. Vicepresidente: Oscar Martín Blanco. Secretario: Eduardo González Sánchez. Tesorero: Ana Isabel Goyenaga Peralta. Fiscal: Rafael Ángel Garita Céspedes. Suplente: Carlos Humberto Blanco Chacón. Suplente: Margarita Alvarado Romero.


ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO ANTE LUCEM: Inscrita personas: Tomo 45, folio 211, asiento 58535. DIRECTIVA: Presidente: Rafael Alvarado Bonilla. Vicepresidente: Juan Rafael Soto Calderón. Secretario: Gilberto Sánchez Rodríguez. Tesorero: Lisbeth Víquez Rodríguez. Fiscal: Manuel Arce Ramírez. Suplente: Cecilia Ugalde Bittel. Suplente: Olga Mejía Salazar.


“EMPLEADOS DE ALMACENES GENERALES DE DEPOSITO” “ALMACENES GENERALES DE DEPOSITO S.A.” Inscrita personas: Tomo 43, folio 89, asiento 55485. DIRECTIVA 1954: Presidente: Raúl Guardián Montealegre. Vicepresidente: Alfredo Moya Saravia. Secretario: Alfredo Gallegos Escalante. Tesorero: Rodrigo Bolaños Quirós. Fiscal: Manuel Antonio Sánchez García. ACTIVIADES: Las inicia a las 11 horas del veintiséis de setiembre de 1953.

ASOCIACION DE EMPRESA DE J. ALVAREZ & CIA “J. ALVAREZ Y CIA.”


Inscrita personas: Tomo 42, folio 326, asiento 54849. DIRECTIVA 1954: Presidente: Humberto Miranda Jiménez. Vicepresidente: Manuel Antonio Filloy A. Secretario: José L. Calderón Solís. Tesorero: Alfonso Filloy A. Fiscal: Manuel Antonio Chavarría Solís. Vocal 1º: Humberto Martín Rodríguez. Vocal 2º: Francisco Queralt Aiscala. ACTIVIADES: DIRECTIVA 1955: Presidente: Don Manuel Antonio Filloy. Vicepresidente: Son Huberto Miranda J. Secretario: Don José Luis Calderón C. Tesorero: Don Carlos Luis Calderón C. Vocales: Don Francisco Queralt A. Don Humberto Martín R. Don Hernán Oviedo G.

“EMPLEADOS DE AUTOFORES, ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO” “AUTOFORES, LIMITADA.” Inscrita: Diario 225/4539 (def.) DIRECTIVA 1954: Presidente: Harry Carranza. Vicepresidente: René Ortuño. Secretario: Mario Stainvorth.


Tesorero: Álvaro Salazar. Fiscal: Fco. Guillermo Vega. ACTIVIADES: Las inicia a las 17 horas del 15 de marzo de 1954. DIRECTIVA 1955: Presidente: Don Álvaro Salazar. Secretario: Don Juan R. Muñoz. Fiscal: Don Rafael Enrique González.

ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO AUTORES: Inscrita personas: Tomo 44, folio 287, asiento 5345. DIRECTIVA 1956: Presidente: Fernando Ayub Basil. Vicepresidente: María Elena Dobles Vargas. Secretario: José Joaquín Quesada Molina Tesorero: Carlos Elicinio Conefo Vega. Fiscal: Edgar Enrique Vega Álvarez. Suplentes: José Wilter Chacón Rivera y Juan de Dios Vargas Castro.


ASOCIACION SOLIDARISTA DE ALMACEN CENTEAL DE DEPÓSITO: Inscrita personas (junto con una adicional): Tomo 44, folio 253, asiento 53277, San José junio 30 de 1956. Dirección Postal: Ciudad. DIRECTIVA 1956: Presidente: Jorge Borbón Castro. Vicepresidente: Hernán Acuña Cordero. Secretario: Mario Rodríguez Arias. Fiscal: Auriel Carmona Rojas. Suplentes: Eugenio Octaviano Méndez Umaña y Andrés Umaña Rodríguez. ACTIVIDADES: La Directiva fungirá durante el primer ejercicio hasta la próxima asamblea anual ordinaria. DIRECTIVA 1960: Presidente: Alfredo Esquivel Vega. Vicepresidente: Hernán Acuña Cordero. Secretario: Mario Rodríguez Arce. Tesorero: Guido Sancho Ureña. Fiscal: Rafael Ángel Navarro Calvo. Vocal 1º: Blanca Ortuño González. Vocal 2º: Pompilio Méndez Umaña. (Electa el 1 de marzo de 1960)


ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO ABONO SUPERIOR: Inscrita personas: Tomo 44, folio 425, asiento 57613. DIRECTIVA 1956: Presidente: Carlos González Arias. Vicepresidente: Belisario Fernández Soto. Secretario: Yolanda Guardia Valdés. Tesorero: Abundio Gutiérrez Matarrita. Fiscal: Napoleón Murillo Esquivel. Suplentes: Carlos Quirós Rodríguez y Ángela Zeledón Montero.

ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO ALUMIPLASTIC: Inscrita personas: Tomo 48, folio 113, asiento 157. Domicilio: Calle Blancos. PRIMER DIRECTIVA:


Presidente: José Rafael Alvarado Umaña. Vicepresidente: Orlando Jiménez Jiménez. Secretario: Amparo Vega Villegas. Tesorero: Jenovelino Molina Quirós. Fiscal: Jorge Valenciano Arce. Suplentes: Eugenio Montero Rodríguez y Víctor Hugo Castillo Valenciano. Fundada en asamblea de las 16:30 hrs. 15 febrero 1962.

ASOCIACION SOLIDARISTA DE ASERRADERO BARBARA: Inscrita personas: Tomo 45, folio 189, asiento 58504. DIRECTIVA: Presidente: José Ángel Sandoval Campos. Vicepresidente: Leocadio Sánchez Gogarín. Secretario: Manuel Monge Delgado. Tesorero: Eladio Jiménez Roldan. Fiscal: Manuel Ángel Alfaro Gamboa. Suplente: Rafael Vargas Zamora. Suplente: Ramón Hernández Matamoros.


ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO HACIENDA BELLA VISTA: “HACIENDA BELLA VISTA” Inscrita: Diario 225/2161 (def.) Dirección Postal: Carrillos de Poás. DIRECTIVA 1954: Presidente: Efraín Villalobos Barrantes. Vicepresidente: Gilberto Aguilar López. Secretario: Juan Rafael Loría Alfaro. Tesorero: Eduardo Pinto Hernández. Fiscal: José Ángel Jiménez Bolaños. Suplentes: Héctor Arroyo Vargas y Alfredo Ruiz Cubero. ACTIVIDADES: Las inicia a las 16 hrs. Del 28 de agosto de 1953.


ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO BEECHE Y FAIT: Inscrita personas: Tomo 45, folio 118, asiento 58311. DIRECTIVA: Presidente: José Vicente Aguilar Madrigal. Vicepresidente: Alberto Lizano Mora. Secretario: Víctor Manuel Chaverri Araya. Tesorero: Rafael Araya Rivera. Fiscal: César Sojo Acuña. Suplentes: Fernando Ramos González y Alfredo Acuña Bustamante.


ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO CEBI: Inscrita personas: Tomo 46, folio 61, asiento 59517. DIRECTIVA: Presidente: Carlos López Cháves. Vicepresidente: Edgardo Quirós Rojas. Secretario: Luis Artavia Jeramillo. Tesorero: Alvaro Berrios Araya. Fiscal: Marco Vinicio Gutiérrez Molina. Suplentes: Carlos Campos Muñoz y Jorge Monge Rodríguez.

ASOCIACION DE EMPRESAS Y EMPLEADOS CAMACHO: “SALCHICHERIA CAMACHO S.A.” “DISTRIBUIDORA CAMACHO LIMITADA” Inscrita personas: Tomo 42, folio 293, asiento 54759. Dirección Postal: Ciudad.


DIRECTIVA 1954: Presidente: Juan José Abarca Garbanzo. Vicepresidente: Ada Cantillano Cantillano. Secretario: Nelley (Castro Porras) Cascante Porras. Tesorero: Carmen Lilia Porras Arguedas. Fiscal: Manuel Camacho Jiménez. Suplentes: Ramón Quesada Bermúdez y José Joaquín Jiménez. ACTIVIDADES: Las inicia a las 15 hrs del domingo 15 de junio de 1962. DIRECTIVA 1960: Presidente: Juan José Abarca Garbanzo. Vicepresidente: Enrique Flores Díaz. Tesorero: Nelley (Castro Porras) Cascante Porras. Fiscales: Arturo Valverde Fallas y Víctor Madrigal Camacho. Suplentes: Carlos Madrigal Camacho y Edwin Quirós Gamboa. Represe tantes patronales: Manuel Camacho Jiménez y Alvaro Camacho Cantillano. (Electa el 7 de febrero de 1960)

ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO CACHI:

Inscrita personas: Tomo 45, folio 283, asiento 58734. DIRECTIVA 1958 (hasta 15 oct. 1958): Presidente: Fulvio Solano Meza. Vicepresidente: Joaquín Moya Solano. Secretario: José Claudio Solano Solano. Tesorero: Raúl Escalante Mata. Fiscal: Guillermo Solano Moya. Suplentes: Juan Rojas Madriz y Albertino Miranda Chinchilla. ACTIVIDADES: Las inicia a las 14 hrs del 26 de junio de 1954.


“ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO CAFETELERA SAN CRISTIOBAL”: S. A. I. SAN CRISTOBAL

Inscrita personas: Tomo 43, folio 179, asiento 55696. Dirección Postal: Ciudad. DIRECTIVA 1954: Presidente: Antonio Fallas Fonseca. Vicepresidente: Minor Mora Córdoba. Secretario: Miguel Ángel Castro Araya. Tesorero: Fernando Souza y Souza. Fiscal: Juan José Castro Arguedas. Vocales: Rafael Ángel Cruz Salva y Claudio Amador Amador. ACTIVIDADES: Las inicia en Santa Elena a las 1 hrs de 29 de agosto de 1953. DIRECTIVA ELECTA EL 15 DE JUNIO DE 1955: Presidente: Don Juan Piedra Segura. Vicepresidente: Don Porfirio Morales Mena. Secretario: Don Ernesto Rudín Soto. Tesorero: Don Fernando de Souza. Fiscal: Don Minor Mora Córdoba. Vocales: Don Rafael Angel Cruz Selva y Don Alcides Rojas Sequeira.


COSTA RICA MACHINERY CO.: AGRUPACION SOLIDARISTA DE AHOROO COSTA RICA MACHINERY CO.: Establecida el 8 de setiembre 1955. Directiva que se eligió en 8 de setiembre de 1955: Presidente: Don Ramón Blanco Vargas. Vicepresidente: Don Luis Borras Martí. Secretario: Don Guillermo Salazar Cruz. Tesorero: Doña Coralia Arias de Fernández. Representante Patronal: Don Filadelfo Soto Quirós. Total de Afiliados: 31 Fondos: Banco Nacional


ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO EL CENTRO DE SPORT: “COMPAÑÍA EL CENTRO DE SPORT SOCIEDAD ANONIMA Y AGENCIA DE BICICLETAS RUDGE” Inscrita personas: Diario 224/1233 (def.) 224/5392-225/4538 (def.) Dirección Postal: Ciudad. DIRECTIVA 1954: Presidente: Edwin Méndez Mata. Vicepresidente: Carlos Luis Vergas Montero. Secretario: Alberto Mata Freses. Tesorero: Carlos Luis Méndez Soto. Fiscal: Romilio Monge Mora. Vocales: Oscar Emilio Ramírez Medina y Carlos Díaz García. ACTIVIDADES: Las inicia a las 20 hrs del 4 de enero de 1954.

HACIENDAS CHALLE SUCS Agrupación Solidarista Dirección Postal: Moravia. DIRECTIVA 1954:


Presidente: Mario Rosales Granados. Vicepresidente: Jorge Solano Coto. Secretario: Antonio Quesada Navarro. Tesorero: Max Oreamuno Flores. Fiscal: Policarpo Quesada Navarro. Vocales: André J. Challe y (Carlos Quirós) Fermín Molina. ACTIVIDADES: Las inicia a las 17 hrs del 9 de diciembre de 1954.

HACIENDA CHALLE SUCESORES: Inscrita personas: Tomo 44, folio 302, asiento 57375. Dirección Postal: Moravia. DIRECTIVA 1955: Presidente: André Challe Penoforte. Vicepresidente: Juan José Arrea Escalante. Secretario: Paulino Chaverri Valle. Tesorero: Antonio Quirós Umaña. Fiscal: Emiliano González. Suplentes: Ramón Adrián Castro y José Alvarado Artavia.


ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO EDICA: Inscrita personas: Tomo 46, folio 20, asiento 59454.

DIRECTIVA: Presidente: Rodolfo Herrera Jiménez. Vicepresidente: Alberto Manuel Lizano Mora. Secretario: Víctor Manuel Chaverri Araya. Tesorero: José Joaquín Leandro Valle. Fiscal: Rafael Angel Araya Rivera. Vocal: Antonio Edilberto Acuña Castro.


ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO EL DESCANSO: Inscrita personas: Tomo 45, folio 430, asiento 59059.

DIRECTIVA: Presidente: José Anibal Castillo Ramírez. Vicepresidente: Carlos Sandoval Sandoval. Secretario: Tadeo Redondo Granados. Tesorero: Francisco Segreda Castro. Fiscal: Alberto Brenes Marín. Suplentes: Elías Zúñiga Montero.

ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO ECA:


Inscripción: Tomo 45, folio 58, asiento 58150.

DIRECTIVA: Presidente: Alvaro Montero Ortiz. Vicepresidente: Oscar Araya Borge. Secretario: Grace Larrad Antillón. Tesorero: Lucila Requeira Pineda. Fiscal: Jorge Moya Valerín. Suplentes: Víctor Manuel Hernández Hernández. Y Rogelio Blanco Rodríguez. Escritura de las 15 hrs del 12 de agosto de 1957.

ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO FARMACIA IRIS: DIRECTIVA: Presidente: Constantino Rodríguez Vargas. Vicepresidente: Zacarías Rojas Zúñiga. Secretario: Lic. Alicia Sancho Bolaños. Tesorero: Fernando Calvo Solano. Fiscal: Sigifredo Morux Araya. Suplentes: Felipe Chavarría Palomos y Alonso Vargas Sibaja.


(Electo el 23 de marzo de 1960) Inscrita: Registros de personas Tomo 46 folio 436 asiento 60264 17 agosto 1960

ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO FABRICA HERRERA: Inscrita: Registro público: Tomo 44, folio 448, asiento 57663.

DIRECTIVA: Presidente: Jorge Jiménez Portuguez. Vicepresidente: Edwin Soro Alfaro. Secretario: Carmen Monge Madrigal. Tesorero: Arnolfo Fernández Bendaña. Fiscal: German Monge Madrigal. Suplentes: Amado Oconitrillo Miranda y Juan Rafael García Rivera.


ASOCIACION DE AHORRO Y CAPITALIZACION DE LA FINCA “LA RUEDA”: Inscrita personas: Tomo 42, folio 314, asiento 54820.

DIRECTIVA 1954: Presidente: Clodomiro Monge Monge. Vicepresidente: Rogelio Flores Flores. Secretario: Edgardo Salazar Oreamuno. Tesorero: Miguel Angel Alfaro Rodríguez. Fiscal: Eustaquio Hidalgo Martínez. ACTIVIDADES: Las inicia a las 16 hrs del 18 de julio de 1962.


“ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORROLA FLORENTINA” Inscrita Personas: tomo , folio , asiento Dirección Postal:

DIRECTIVA: Presidente: Vicepresidente: Secretario: Tesorero: Fiscal: Suplentes: ACTIVIDADES: Las inicia a las del de de 19

“ASOCIACION DE EMPLEADOS DE EL GALLITO:” “EL GALLITO INDUSTRIAL, LIMITADA” Y “EL GALLITO COMERCIAL LIMITADA” Inscrita: Dirección postal: Cuidad.


DIRECTIVA 1954: Presidente: Juan Vicente Montes de Oca. Vicepresidente: José A. Segura. Tesorero: Julia Ulate. Fiscal: Marco T. Sánchez. Vocal: Braulio Alfaro. ACTIVIDADES: Las inicia a las 17 hrs del 27 de setiembre de 1949 en la ciudad de Guadalupe. Inscrita en personas: Tomo 41 Folio 140 Asiento 52505 Constitución 41 253 52741 Reforma 41 261 52753 Adicional

“ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO EL GALLITO COMERCIAL” Inscrita personas: Tomo 45, folio 2, asiento 58039. Dirección Postal: San José. DIRECTIVA 1957: Presidente: Enrique Herrera Rodríguez. Vicepresidente: Udo Wenzel Karg. Secretario: Walter Victory Blanco. Tesorero: Haydée Jiménez Conde. Fiscal: Carmen Durán Monge. Suplentes: Rafael Alberto Ortiz Coto y Odilis Solano Espinoza.


ASOCIACION DE EMPLEADOS TIENDA ”LA GLORIA” “TIENDA LA GLORIA” Inscrita personas: 42/240/54646 Dirección Postal: Ciudad. DIRECTIVA 1954: Presidente: Álvaro Blanco Villalobos. Secretaria: Claudia Guevara Pérez. Tesorero: Roberto Shaw Palavicini. Fiscales: Francisco Alfaro Rojas y Jesús Mora Díaz. Suplentes: Estanislao Losilla García y Rubén Mora Díaz. ACTIVIDADES: Las inicia a las 16 hrs del 15 de abril de 1952. DIRECTIVA-1960: Presidente: Álvaro Blanco Villalobos. Vicepresidente: Marco A. Brenes Rojas. Tesorero: Manuel Martín Conejo. Pro secretaria: Mary Cárdenas García. Fiscal: Claudio Vargas Castro. Vocales o suplentes: Teodorico Rodríguez Rodríguez y Rodolfo Mora Jara. Representante Patronal: José Mº Crespo Perera.


“ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO GONGRANI” “FABRICA DE MOSAICOS CONGRANI LIMITADA” Inscrita: Diario 225/3197 (def.) 225/4923 (def.) Dirección Postal: Ciudad. DIRECTIVA 1954: Presidente: Jorge González Durán. Vicepresidente: Jorge Vélez Sánchez. Secretario: Rafael Ángel González Morera. Tesorero: Roberto Herrera Braun. Vocal: Jorge Clare Jiménez. ACTIVIDADES: Las inicia a las 10 hrs del 24 de febrero de 1954. DIRECTIVA: Presidente: Jorge González Durán. Vicepresidente: Diego Martínez Morales. Secretario: Álvaro Quirós Meneses. Tesorero: Roberto Herrera Braun. Vocal: Jorge Clare Jiménez. Inicia las cotizaciones para el ahorro solidarista el 13 de noviembre de 1954.

AGRUPACION SOLIDARISTA DE AHORRO EUGENIO GARRON FABRICA DE HIELO Y GASEOSAS EUGENIO GARRON L.


Dirección Postal: Apartado 417, Limón. DIRECTIVA 1954: Presidente: Felipe Claroke Fisher. Vicepresidente: Alberto Castillo Barrera. Secretario: Gerald Hubert Jackson. Fiscal: Francisco Bolaños Herrera. Tesorero: José Garrón Salazar. ACTIVIDADES: Las inicia el 1º hrs de agosto de 1954.

ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO HACIENDA FLORIDA Inscrita Personas: Tomo 45, folio 386, asiento 58948. DIRECTIVA: Presidente: Miguel Vega Flores. Vicepresidente: Julio Arce Alvarado. Secretario: Frank Mc Gregor Mc Donald. Tesorero: Blyden James White. Fiscal: Víctor Brenes Solano. Suplentes: Rafael Vargas Arce y Cupertino Montenegro Fonseca.


ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO HACIENDA EL CACAO Inscrita Personas: Tomo 45, folio 129, asiento 58348. DIRECTIVA: Presidente: Jorge Solano Chacón. Vicepresidente: Juan Hernández Soto. Secretario: Rafael Bolaños Bolaños. Tesorero: Francisco Soto Loría. Fiscal: Danilo Rivera Soto. Suplentes: Carlos Cordero Alvarado e Israel Castillo Arce.


ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO IMPERIAL Inscrita Personas: Tomo 45, folio 433, asiento 59060. DIRECTIVA: Presidente: Miguel Ángel Dávila Ugalde. Vicepresidente: Humberto Alvarado Álvarez. Secretario: Manuel García Picado. Tesorero: María Cristina Mora Chávez. Fiscal: Julio Castro Araya. Suplentes: Adela Vargas Soto y Elsa Mora Chávez.


HACIENDA JUAN VIÑAS S.A. Dirección Postal: Apartado 3741- Cuidad. DIRECTIVA 1955: Presidente: Don Miguel Guzmán Quirós. Vicepresidente: Don Manuel Quirós Zárate. Secretario: Don Jaime Carranza Motealegre. Tesorero: Don Ernesto Antonio Struman Maisburger. Fiscal: Don Víctor Manuel Aguilar Cháves. Vocales: Don Enrique Cerdas Rojas y Don Antonio Camacho Robles.

HACIENDA LAS JOYAS LIMITADA Agrupación Solidarista


Dirección Postal: Oficina Sr. Florentino Castro hijo Cuidad- Turrialba DIRECTIVA 1954: Presidente: Don Gonzalo Guillén. Vicepresidente: Nery Hernández. Secretario-Tesorero: Rodolfo Pérez Fumero. Fiscales: Clodomiro Mora y Manuel Palma. Vocal: Don Rubén Chacón. ACTIVIDADES: Las inicia el 1º de agosto de 1954.

ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO KATIVO Inscrita Personas: Tomo 46, folio 18, asiento 59453. DIRECTIVA: Presidente: Uriel Hernández Sánchez. Vicepresidente: Arnaldo Miranda Gutiérrez. Secretario: María Cecilia Trejos Facio. Tesorero: Jorge Orozco Álvarez. Fiscal: Eladio Durán Jiménez. Suplentes: Manuel Alvarado Artavia y Noé Luna Leal.


“ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO KATIVO” “PRODUCTOS QUIMICOS KATIVO LIMITADA” Inscrita: Dirección Postal: Apartado 4178. DIRECTIVA 1954: Presidente: Fernando Tapia Agüero. Vicepresidente: Uriel Hernández. Secretario: Norberto Sequeira. Tesorero: José Ramón González. Fiscal: Frank Jirik. ACTIVIDADES: Las inicia a las 17 hrs del 22 de junio de 1954.


“ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO LOPEZ”

REGISTRO DE PERSONAS Tomo, 47, Folio 12, Asiento 20. DIRECTIVAS: Presidente: Gerardo López Varela. Vicepresidente: Margarita Barreda Pérez. Secretario: Yolanda Arias Blanco. Tesorero Graciela Jiménez Quesada. Fiscal: Máximo Obando Peraza.


ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO ASERRADERO LA CALIFORNIA Inscrita Personas: Tomo 46, folio 23, asiento 59455. DIRECTIVA: Presidente: Alejandro Rivera Mena. Vicepresidente: Manuel Fonseca Nogrera. Secretario: Nicolás Víquez Víquez. Tesorero: Felipe Royo Figueroa. Fiscal: Ramón Alfredo Muñoz Muñoz. Suplentes: Gonzalo Nava Chaves y Edgardo Balma Montenegro.

ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO “HACIENDA LA LUISA”


Inscrita: Tomo 36, folio 165, número 14162, domiciliada en San José. Dirección Postal: Sarchí Norte de Valverde Vega. Gerentes: Don Wilhelm y Don Werner Peters Scheider. Nombre de la Sociedad: “HACIENDA LA LUISA, LIITADA” DIRECTIVA: Presidente: Don Eliécer Pérez Conejo. Vicepresidente: Efraín Cambronero Quesada. Secretario: Claudio Espinoza Miranda. Tesorero: Marco Tulio Pérez Castro. Fiscal: Ing. Ricardo Bonilla Aguilar. Suplentes: Eduardo Carvajal Carballo y Uriel Espinoza. ACTIVIDADES: Las inicia el 24 de junio de 1954. La Directiva fungirá hasta el 30 de junio de 1955.

ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO HACIENDA LACSA “LINEAS AEREAS COSTARRICENSES S.A.” Inscrita Personas: Tomo 43, folio 214, asiento 55766. DIRECTIVA 1954: Presidente: Otto Escalante Wiepking. Vicepresidente: Rigoberto Rojas Leiva. Secretario: José Francisco Muñoz Oviedo. Tesorero: Ricardo Pacheco Montealegre.


Fiscal: Thomas D. Harrington. Vocales: Rafael A. Castro Silva y Carlos Poveda Gómez. ACTIVIDADES: Las inicia a las 18 hrs del 8 de enero de 1954. DIRECTIVA 1955: REELECTA LA DIRECTIVA ANTERIOR ASI: Presidente: Otto Escalante Wiepking. Vicepresidente: Rigoberto Rojas Leiva. Secretario: José Francisco Muñoz Oviedo. Tesorero: Ricardo Pacheco Montealegre. Fiscal: Thomas D. Harrington. Vocales: Rafael A. Castro Silva y Carlos Poveda Gómez.

“ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO LOPEZ” LIBRERÍA LOPEZ Inscrita: Diario 226/5531 (def.) DIRECTIVA 1954: Presidente: Gerardo López Varela. Vicepresidente: Margarita Barreda Pérez. Secretario: Yolanda Arias Blanco. Tesorero: Graciela Jiménez Quesada. Fiscal: Máximo Obando Peraza. ACTIVIDADES: Las inicia a las 18 hrs del 8 de enero de 1954. DIRECTIVA 1960: Presidente: Gerardo López Varela. Vicepresidente: Margarita B. de Molina. Secretario: Yolanda Arias Blanco.


Tesorero: Graciela Jiménez Quesada. Fiscal: José Ignacio Arguedas Mora. Suplente: Olga Sequeira Struck. Representante Patronal: Gerardo López Varela.

“ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO FABRICA DE TEJIDOS LOS LEONES” Inscrita: Personas tomo 44 y folio 256, asiento 57280. San José 2 de 1956. Dirección Postal. Cuidad. DIRECTIVA 1956: Presidente: Emilio Looser Schlumpf. Vicepresidente: Lorenzo Alvarado Castro. Secretario: Marcos Alvarado Méndez. Tesorero: Melba María Fernández Vargas. Fiscal: Javier Chacón Calvo. Suplentes: Fausto Bejarano Murillo e Inés Méndez Blanco. ACTIVIDADES: La Directiva fungirá durante el primer ejercicio hasta la próxima asamblea anual ordinaria. DIRECTIVA 1960: Presidente: Juan Zúñiga Quesada. Vicepresidente: Belisario Jiménez Vargas. Secretario: Grace Mª González A. Tesorero: Elsa Castellón García. Fiscal: Valentín Fernández Solís. Suplente: Rosa Vásquez Arias y Vicente Poveda Méndez. Representante Patronal: Emilio Looser Schlumpf. (Electa el 18 de junio de 1960)


“ASOCIACION DE EMPLEADOS TIENDA LA GLORIA” La “Asociación de Empleados Tienda La Gloria” reforma la clausula sétima de sus estatutos y elige Directa para los períodos 1956-1957 y 1957-1958. DIRECTIVA: Presidente: Roberto Shaw Palavicini. Vicepresidente: Marco Aurelio Brenes Rojas. Secretario: Nora Cordero Brenes. Pro secretaria: Ana María Flores Villenave. Tesorero: Francisco Alfaro Rojas. Primer Fiscal: Rubén Mora Díaz. Segundo Fiscal: Rodrigo Martín Miranda. Primer Suplente: Teodorico Rodríguez Rodríguez. Inscrita: Personas Tomo 44, folio 572, asiento 57961. San José junio dieciocho de 1957.

ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO LA MARAGARITA: Inscrita Personas: Tomo 45, folio 142, asiento 58390. DIRECTIVAS:


Presidente: Jorge Arroyo Brizuela. Vicepresidente: Jorge Aguilar Jiménez. Secretario: Elisa Chávez Siles. Tesorero: Felipe Arriola Cantillano. Fiscal: Ofelia Chaves Ávila. Suplentes: Napoleón Alfaro Hernández y Francisco Grevara Díaz.

“ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO LOS LLANOS” Inscrita: Dirección Postal: Hacienda Los Llanos, Aguas Zarcas, San Carlos. Y Aparatado Nº 1-San José DIRECTIVA: Presidente: Edgar Villalobos Solís. Vicepresidente: Filadelfo Varela Jiménez. Secretario: Gastón Peralta Carranza. Tesorero: Víctor Rodríguez Vargas. Fiscal: Rodolfo Gómez Orozco. ACTIVIDADES: Las inicia a las 8 hrs del 13 de diciembre de 1953.


“ASOCIACION DE EMPRESA LLOBET” ALMACEN FRANCISCO LLOBET E HIJOS, LTDA. Inscrita Personas: tomo 42, folio 320, asiento 54834 Dirección Postal: Alajuela. DIRECTIVA 1954: Presidente: Juan Llobet. Vicepresidente: Tito Livio Solera. Secretario: Adelita Acosta R. Tesorero: Rosa María Alfaro Ávila. Fiscal: Dagoberto Soto Soto. ACTIVIDADES: Las inicia a las 20 hrs del 12 de julio de 1952.


ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO Inscrita Personas: tomo , folio , asiento

DIRECTIVAS: Presidente: Vicepresidente: Secretario: Tesorero: Fiscal: Suplentes: ACTIVIDADES: Las inicia a las del de julio de 19


ASOCIACION DE AHORRO SOLIDARISTA DE LA FERRETERIA MACAYA FERRETERIA MACAYA S.A. Inscrita: Dirección Postal: Cuidad.

DIRECTIVAS 1954: Presidente: Jorge Echandi L. Secretario: Juan José Vega Alvarado. Tesorero: Alfredo Luchanin. Vocales: Austelina Brenes y Angélica Vargas. ACTIVIDADES: Las inicia el 26 de julio de 1954.

“ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO LA MATA DE TABACO PALMAREÑO” “LA MATA DE TAACO, LIMITADA” Inscrita Personas: tomo 43, folio 196, asiento 55719 Dirección Postal:


DIRECTIVA 1964: Presidente: Víctor Julio Araya. Vicepresidente: Fernando Badilla Peñaranda. Secretario: Evelio Gómez Ramírez. Tesorero: Enoc Hidalgo Miranda. Fiscal: Nacor Ramírez Badilla Vocales: Carmen Mora Valverde y Berenice Cerdas Ríos. ACTIVIDADES: Las inicia a las 7 hrs del 13 de noviembre de 1953. 1955-1956 DIRECTIVAS: Presidente: Don Víctor Julio Araya Ruiz. Vicepresidente: Don Fernando Badilla Peñaranda. Secretario: Don José Daniel Meza Acosta. Tesorero: Don Enoc Hidalgo Miranda. Fiscal: Don Nacor Ramírez Badilla. Vocales: Sta. Carmen Avendaño Irola, Sta. Berenice Cerdas Ríos, Sta. Marta Camacho Chávez y Sta. Elizabeth Santamaría Villalta. Contador: Don José Daniel Meza A.

“ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO LA MATA DE TABACO PALMAREÑA”

DIRECTIVA: Presidente: Don Fernando Badilla Peñaranda. Vicepresidente: Sta. Carmen Avendaño Irola. Secretario: Don José Daniel Meza A. Tesorero: Don Enoc Hidalgo Miranda. Fiscal: Sta. Cristina Cerdas Ríos. Vocales: Sta. Martha Camacho Chávez y Sta. Elizabeth Santamaría Villalta.


“ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO COLABORADORES MATRA” MAQUINARIA Y TRACTORES LIMITADA Inscrita Personas: tomo 43, folio 70, asiento 55446. Dirección Postal:

DIRECTIVA 1954: Presidente: Luis Vargas Quesada. Vicepresidente: Ismael Vargas Paniagua. Secretario: Pedro Ramírez Martínez. Tesorero: Sara Aymerich Salas. Fiscal: Francisco Fonseca Saborío. Vocales: Juan Rafael Astúa Villavicencio. ACTIVIDADES: Las inicia a las17 hrs del 21 de agosto de 1953.


ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO MILLER HERMANOS: Inscrita Personas: tomo 45, folio 196, asiento 58512.

DIRECTIVA: Presidente: Juan Fermín Alfaro Campos. Vicepresidente: Fernando Bolaños Gómez. Secretario: Virginia Quesada Barrantes. Tesorero: Neftalí Vargas Ramírez. Fiscal: Eduardo Amador Astua. Suplentes: Víctor Zúñiga Sanabria y Arturo Marín Chávez.


ASOCIACION NORTHERN DE AHORRO SOLIDARISTA Inscrita Personas: tomo 46, folio 137, asiento 59671.

DIRECTIVA: Presidente: Carlos María Porras Arguedas. Vicepresidente: Manuel Antonio Guevara Bonilla. Secretario: Ana Isabel Trejos Mora. Tesorero: Anibal Moya Rojas. Fiscal: Mitzi Gran Villalobos. Suplentes: Víctor Manuel Rodríguez Guevara y Sally Portuguez Quirós. Primer Vocal: Enrique León Barrantes. Segundo Vocal: Stela Ochea Campos.

“ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO NUMAR” Inscrita Personas: tomo 44, folio 250, asiento 7281

DIRECTIVA:


Presidente: Mario Piedra León. Vicepresidente: Joel Mora Fonseca. Secretario: Guillermo Duarte Camareno. Tesorero: Lottie Cordero Jiménez. Fiscal: Cladys Cordero Jiménez Suplentes: Juna Vicente Salazar Morales y Rubén del Valle Chacón.

“ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO OJO DE AGUA” HACIENDA OJO DE AGUA LIMITADA Inscrita Personas: tomo 43, folio 224, asiento 5579. Dirección Postal: c/ tienda “El Siglo Nuevo”

DIRECTIVA 1954: Presidente: Ramón Herrero Herrero. Vicepresidente: Rafael Hidalgo Cubillo. Secretario: Manuel Hernández. Tesorero: Oscar González Lara. Fiscal: Juan Sandoval Sandoval. Suplentes:


ACTIVIDADES: Las inicia a las 16 hrs del 13 de enero de 1954.

“ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORROEMPLEADOS ALMACEN LUIS OLLE” ALMACEN LUIS OLLE S.A. Inscrita: Diario 225/1729 (def.) 225/5130 DIRECTIVAS: Presidente: Alberto Quirós Calderón. Vicepresidente: Arturo Pérez Fernández. Secretario: Norma Alvarado Acuña. Tesorero: Henry Sauter Fabián. Fiscal: Luis Ollé Seuba. ACTIVIDADES: Las inicia a las 18 hrs. Del 12 de marzo de 1954. DIRECTIVA: (electa el 21 de abril de 1955) Presidente: Don José Salazar Hernández Vicepresidente: Don Henry Sauter Fabián. Secretario: Don Rodrigo Marín Fernández. Tesorero: Don Oscar Codero Escalante. Fiscal: Don Luis Ollé Seuba.


“ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO ORTUNO E HIJOS” ORTUNO E HIJOS Inscrita Personas: tomo 43, folio 174, asiento 55690. Dirección Postal: (Desamparados) Apartado Nº 247, Cuidad.

DIRECTIVA 1954: Presidente: Miguel Ortuño Sobrado. Vicepresidente: Ramón Delgado Chavarría. Secretario-Tesorero: Eduardo Quirós Arce. Fiscal: Juan Sánchez Sánchez. Vocales: Miguel Picado, Onésimo Rojas y Ricardo Murilo. ACTIVIDADES: Las inicia a las 14 hrs. Del 21 de agosto de 1953.

“ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO PANATRA”


Inscrita Personas: tomo 48, folio 32, asiento 46, San José 12/9/62.

DIRECTIVA: Presidente: Eladio Jiménez Roldán. Vicepresidente: José Ángel Navarro Sandí. Secretario: Leda Zamora Bolaños. Tesorero: Gloria Campos Soto. Suplentes: Carlos Luis Mora Morúa y Adel Fernández Brenes. ACTIVIDADES: Asamblea Inaugural 18 hrs. del 17 de junio de 1962.

“ASOCIACION AGRICOLA DE AHORRO DE HACIENDA PILAS” “HACIENDA PILAS” Inscrita Personas: tomo 42, folio 338, asiento 54783. Dirección Postal: Naranjo.


ASOCIACION DE AHORRO Y CAPITALIZACION DE LA FÁBRICA DE PRODUCTOS DE CONCRETO SAN FRANCISCO, LIMITADA Inscrita Personas: tomo 42, folio 376, asiento 54890. Dirección Postal: San Francisco de Dos Ríos.

DIRECTIVA 1954: Presidente: Humberto Madrigal Blanco. Vicepresidente: Rodrigo Leitón Pereira. Secretario: Misael Fallas Muñoz. Tesorero: Roberto Flores Sánchez. Fiscal: Trino Araya Borge.


ACTIVIDADES: Las inicia a las 12 hrs. del 6 de diciembre de 1952.

“ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO PUENTE PIEDRA” “FINCA LA ARGENTINA, LIMITADA” Inscrita Personas: tomo 43, folio 183, asiento 55697 Dirección Postal: Puente Piedra, Grecia o c/Tienda El Siglo Nuevo.

DIRECTIVA 1954: Presidente: Jorge Eastwood Hammond. Vicepresidente: Pedro Vargas López. Secretario: Ricardo Ramírez Ballestero. Tesorero: Juan José Herrero. Fiscal: Marco Tulio Arias Hernández.

ACTIVIDADES: Las inicia a las 16 hrs. del 26 de setiembre de 1953.


ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO LA REPUBLICA COMPAÑÍA EDITORA COSTARRICENSE SOCIEDAD ANONIMA


ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO RIMAC (Costa Rica Machinery Company) Inscrita en el Registro Personas: tomo 46, folio 508, asiento 60398 1960.

4 octubre

DIRECTIVA: Presidente: Enrique Quirós Sáenz. Vicepresidente: Fernando Villaseñor Meza. Secretario: Stanley Múñoz Sánchez. Tesorero: Lorenzo Christie Douglas. Fiscal: Arturo Ugalde. Suplentes: Adolfo Castro Murillo y Arnoldo Marín Martínez. Representante Patronal: Ciro Guerra Baldares.

ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO DE RIO SEGUNDO LTDA. “RIO SEGUNDO, LIMITADA” Inscrita: Diario 225/ 2608 (def.) Dirección Postal: Apartado 35, Alajuela.

DIRECTIVA:


Presidente: Wilfrido Morera Murillo. Vicepresidente: Alberto Quirós González. Secretario: David Ramírez López. Tesorero: Cornelio Orlich Bolmarich. Fiscal: Claudio Alvarado Murillo. ACTIVIDADES: Las inicia a las 12 hrs. del 7 de marzo de 1954.

“ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO RIO SEGUNDO” Inscrita Personas: tomo 44, folio 346, asiento 57450. Junto con adicional. Dirección Postal: Apartado 35, Alajuela.

DIRECTIVA 1956: Presidente: David Ramírez López. Vicepresidente: Alberto Quirós González. Secretario: Jorge de la O. Campos. Tesorero: Cornelio Orlich Bolmarich. Fiscal: Absalom Ramírez López. Suplentes: Juan Bautista Ureña y Eladio Porras Vargas.


FINCAS DE DON GILBERTO RPDRIGUEZ GONZALEZ Agrupaci贸n Solidarista Direcci贸n Postal: Alajuela. DIRECTIVA: Don Carlos Peralta. Don Antonio Alfaro. Don Ernesto V铆quez. Don Vicente G贸mez. ACTIVIDADES: Las inicia el 23 de agosto de 1954.


ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO SALA Inscrita Personas: tomo 45, folio 547, asiento 59293. DIRECTIVA 1959: Presidente: José Alberto Peña Hernández. Vicepresidente: Álvaro Dengo Zamora. Secretario: Xenia Garnier Borella. Tesorero: Rafael Porras Chinchilla. Fiscal: Raúl Escalante Pérez. Vocales: Mario Goldoni Morales y Octavio Madriz Saborío. Suplentes: Fernando Mora Meléndez, Edgar Soto Segura y Salvador Jarquín León. DIRECTIVA 1960: Presidente: Álvaro Dengo Zamora. Vicepresidente: Edgar Soto Segura. Secretario: Fernando Mora Meléndez. Tesorero: Salvador Jarquín León. Fiscal: Raúl Escalante Pérez. Vocales: Octavio Madriz, Mario Goldoni y Orlando Brenes Carvajal. Suplentes: Neftalí Ujeta Araya, Enrique Pión Rainfor y Ricardo Mora Fonseca. (Electo el 3 de diciembre de 1959)

ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO SAN FRANCISCO: Inscrita Personas: tomo 45, folio 115, asiento 58310.


DIRECTIVA: Presidente: Juan Vindas Bolaños. Vicepresidente: Saúl Orozco Ramírez. Secretario: Rodolfo de la O Campos. Tesorero: Elsie Orozco Ramírez. Fiscal: Jorge Herrera Vargas. Suplentes: Oscar Ramírez García y Lidio Ramírez de la O.

ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO TRAUBE: Inscrita Personas: tomo 44, folio 483, asiento 57750. DIRECTIVA 1957: Presidente: Juan Manuel Victory Calderón. Vicepresidente: Rafael Aguilar López. Secretario: Aylen Sánchez Umaña. Tesorero: José Rafael Chinchilla. Fiscal: Claudio Sevilla González. Vocales: Antonio Cañas Iraeta y Alex Murray McNair.

DIRECTIVA 1960:


Presidente: Rafael Ángel Chávez Arguedas. Vicepresidente: Jorge Roldán Barboza. Secretario: Gonzalo Marín Rodríguez. Tesorero: Marta Monge Arguedas. Fiscal: José Joaquín Alfaro Zumbado. Vocal1º: Miriam Hernández Sánchez. Vocal 2º: Marcial Verela Zamora. Vocal 3º: Guido Madrigal Carvajal. (Electa el 7 de marzo de 1960)

“ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO TRANSPORTES UNIDOS” Inscrita Personas: tomo 44, folio 503, asiento 57814. DIRECTIVA 1957: Presidente: Mario Porras Umaña. Vicepresidente: Olman Salazar. Secretario: Claudio Céspedes Guzmán. Fiscales: Saúl Acuña y Roberto González Porras. Vocales: Cayetano Porras Sandoval. Suplentes: Tiburcio Herrera Altamirano y Albertano Herrera Rodríguez.


ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO IMPRENTA TREJOS HERMANOS Inscrita Personas: tomo 47, folio 508, asiento 1157. DIRECTIVA 1962: Presidente: Guillermo Sánchez Fernández. Vicepresidente: José Joaquín Calderón Jiménez. Secretario: Alejandro Santamaría Aburto. Tesorero: Juan de Dios Aymerich Chacón. Fiscal: Edwin Chacón Salazar. Suplentes: Mario Montoya Obando y Jorge Salazar Rodríguez. ACTIVIDADES: Las inicia a las 14 hrs. del 5 de diciembre de 1961.

“HACIENDA LA TRINIDAD” Agrupación Solidarista Dirección Postal: Alajuela. DIRECTIVA 1954:


Presidente: Antonio Ramírez Víquez. Secretario: Margarita Picado Santamaría. Tesorero: Ing. Cornelio Orlich. Vocales: Carlos Soto Chavarría, José Campos Campos, Fadrique Picado Picado, Gustavo Vargas Morales. ACTIVADES: Las inicia el 14 de agosto de 1954.

HACIENDA LAS TROJAS Agrupación Solidarista

DIRECTIVA 1954: Presidente: José Alpízar Gatgens. Vicepresidente: Carlos Zamora. Secretario: Mayra Alfaro Camacho. Tesorero: Amauri Camacho. Fiscal: Edwin Carvajal. Vocales: Juvenal Arce y Benedicto Pérez. ACTIVADES: Las inicia el 24 de julio de 1954. Dirección Postal: Sarchí de Valverde Vega.


“UNION SOLIDARISTA COSTARRICENSE” Inscrita: en personas junto con otro documento, tomo 46, folio 542, asiento 60473. San José, noviembre 9 de 1960. DIRECTIVA 1960: Presidente: Álvaro Blanco Villalobos. Vicepresidente: Misael Fallos Múñoz. Secretario: Daniel Camacho Monge. Tesorero: Rafael Castillo Chavarría. Fiscal: Alfredo Esquivel Vega. Vocales: Humberto Pinilla Garzón y Juan Fermín Alfaro Campos. Suplentes: Zacarías Rojas Zúñiga, Lloyd Gregory Barley y José Ángel Segura Cordero.


ASOCIACION SOLIDARISTA DE AHORRO Inscrita Personas: tomo, folio, asiento. DIRECTIVA : Presidente: Vicepresidente: Secretaria: Tesorero: Fiscal: Vocales: Suplentes: ACTIVADES:

Carta Manuscrita


Queridos y admiradores compañeros solidaristas y guatemaltecos: Por motivos de fuerza mayor al no poder acompañarlos en este nuevo congreso hemos confiado a nuestro hijo Marcelo este mensaje de amor y de esperanza. Es el parte un relevo y un nuevo rumbo que el triunfal Movimiento Solidarista necesita para enfrentar y vencer los formidables obstáculos y enemigos que hay que hoy lo amenazan. Hace 44 años este fin de diciembre nació el solidarismo en tierra centroamericana, enfrentando como un nuevo David con la sola honda de su pensamiento, la funesta alianza de un comunismo vigoroso expansionista y confusas reivindicaciones laborales en el seno de las empresas. En condiciones durísimas se fue abriendo campo y desbordó las fronteras costarricenses encontrando en los generosos corazones de los guatemaltecos en el otro con fin del ismo, un terreno fertilísimo donde floreció el solidarismo y alcanzó cumbres que hoy irradian por el continente. Empero, todo ha cambiado el mundo de Berlín, se ha derrumbado; el totalitarismo comunista y se ha desvanecido y de sus dogmas sus paraísos, problemas y sus quimeras ideológicas. Como de la antigua Itálicas famosas, “¡solo quedan memorias funerales!”. Sin embargo, con ese colapso, lejos de simplificarse los problemas de la humanidad se han recrudecido. En las frías estepas siberianas, este crudo invierno, lo mismo que en es las riberas del Volga, puede que aparezca el hambre apocalíptico. Y por todo el tercer mundo, incontables masas humanas siguen arrastrando su miseria invencible, huérfanas de dirigentes huérfanos de ideología. Y ello ocurre en un planeta exclusivamente en recursos naturales ociosos, en capacidades humanas desaprovechadas, paralizados por un sistema financiero “tiráneo -y absurdo”. Así lo expresé hace precisamente 40 años en un ensayo que llamé algo hiperbólicamente “Teoría Metafísica del Dinero” Hay sobre la base gramática de un Movimiento Solidarista consolidado, teórica y pragmáticamente, quién o esbozar el esquema de un programa para el año 2000, que confío al entusiasmo y bizarría de las generaciones jóvenes, tan espléndidamente representadas en el Movimiento Solidarista Guatemalteco. El modelo 47 del Solidarismo aseguró la paz, la cooperación y la estabilidad y prosperidad de las empresas solventes, desterrando la estéril lucha de clases y reformando el concepto de la compresa capitalista, explotadora de asalariados para convertirla en una asociación ético-económica de esfuerzos y capacidades humanas, enriquecedora, de todos sus trabajadores, inversionistas o no. Aún falta mucho que hacer en ese campo y Marcelo Martén ha diseñado esquemas muy avanzados para la democratización de las empresas. El Modelo 2000 que propongo, mantiene incólumes los principios filosóficos


del Solidarismo pero pretende extender a toda la población los beneficios de que hoy sólo disfrutan las minorías selectas solidaristas. Es decir, de un esquema distributivo pasa a un planteamiento desarrollista. Y esto implica reformar no sólo la empresa sino el Estado para que así como aquélla dejó de ser explotadora, éste deje de ser prepotente. Sin entrar en pormenores técnicos o jurídicos, propongo introducir en el contrato social el concepto revolucionario de la soberanía económica del pueblo, dividiendo el poder público en dos hemisferios independientes, complementarios e irreductibles, el político y el económico. La soberanía económica del pueblo implica la capitalización universal, y ésta sólo es posible en un sistema de empleo pleno, precios estables y crecimiento continuo. Para lograr tan plausibles objetivos es indispensable movilizar todos los recursos ociosos, materiales y humanos, por medio de la capitalización fluida y el desarrollo industrializados y retrasados. Los solidaristas cuya propiedad ha desatado la envidia y el coraje de dirigentes laborales, profesionales del conflicto, no debemos convertirnos en una isla de bienandanza en un océano de frustraciones. Las nuevas corrientes de pensamiento que se agitan en el mundo nos exigen revolucionar hacia una síntesis magnánima que limando asperezas y rompiendo prejuicios nos una a todos, trabajadores, empresarios, políticos y dirigentes sindicales u solidaristas en un solo esfuerzo de eficiencia económica y justicia social. Papel preponderante en esa cruzada le corresponde a los guatemaltecos que tan gallardamente enarbolaron el pabellón solidarista en los difíciles tiempos de la guerra fría. Si mis palabras encontraran eco en los dirigentes de la Unión Solidarista Guatemalteca, los invito a que iniciemos una unión solidarista centroamericana para lanzar el modelo 2000, cuyo esquema es invencible. Porque “el Solidarismo es de Dios”. Fraternalmente Alberto Martén.


CORPORACION SOLIDARISTA S.A. TELEFONO 21-20-20 APARTADO 898 SAN JOSE, COSTA RICA

Salidos en nombre del Movimiento Solidarista Costarricense, lujosamente hoy aquí representado, a los distinguidos empresarios en la patria grande centroamericana que nos visitan. Confío en que la jornada solidarista que ahora iniciamos anuncie el despegue de un gran movimiento internacional que por fin logre resolver inicialmente en esta atormentada cintura geográfica de América los hasta hoy insolubles problemas político-económicos que en su enmarañado conjunto se han dado en llamar los conflictos Este-Oeste y Norte-Sur, que desestabilizan al mundo y amenazan destruirlo. No es el Solidarismo una especulación teórica ni una fórmula mágica importada sino la valiosa experiencia de una generación entera de empresarios y trabajadores costarricenses y recientemente también guatemaltecos, que decidieron unirse con lazos de indestructible unidad y fraternidad para enfrentar y vencer juntos los problemas que los agobiaban. Para su mejor inteligencia trataré de seguir al Solidarismo con contexto histórico y doctrinario, citando los hechos relevantes y las fuentes autorizadas con la mayor objetividad posible. En el mes de diciembre de 19447, y como resultado de una intensa campaña iniciada por mí el 15 de setiembre –fecha simbólica para todos los centroamericanos – de ese mismo año de gracia, nació en Costa Rica un movimiento filosófico-económico “tendiente a promover una mayor armonía entre patrones y trabajadores y a encauzar el esfuerzo productivo nacional dentro de normas de eficiencia económica y justicia social”. El órgano administrativo de ese movimiento se denominó Oficina de Coordinación Económica. Su base doctrinaria era l Solidarismo, sistema ideológico al que pata librarlo del “eclecticismo neblinoso” de que lo tachaba von Mises, y para filtrar las aguas turbias que a juicio de Charles Gide arrastraba por caudalosa su corriente, yo mismo definí como “el régimen ideal que une a patrones y trabajadores en un esfuerzo solidario por arrancarle a la naturaleza los tesoros de la abundancia”. Corregida con esta definición la falta de precisión que al concepto teórico del Solidarismo le señalaba el citado profesor Gide, que fue el gran maestro de todos los estudiosos de economía de mi generación, empecé a notar otras lagunas y deficiencias en la elaboración académica que el Solidarismo había hecho del fenómeno biológico y sociológico de la solidaridad. A lo largo de los 37 años que siguieron a mi proclamación del Solidarismo en Costa Rica esa tarde de


diciembre, no he hecho otra cosa que tratar de llenar esas lagunas y corregir esas deficiencias. Lo mucho que en tal sentido se ha logrado se debe a la comprensión y al entusiasmo de los costarricenses, pocos en un principio y hoy legión innumerable, que acogieron las ideas y las convirtieron en una fecunda vivencia nacional con incipientes proyecciones internacionales. Las páginas que siguen son una exposición metódica de los principios y actuaciones del Movimiento Solidarista Costarricense que puntualizan en la doctrina y en los hechos, los rasgos propios del Solidarismo, como vivencia original y auténticamente costarricense y americana. Es al mismo tiempo un testimonio que como protagonista de este gran episodio nacional, rindo a mis compatriotas del terruño y del Istmo. No he podido, por tal motivo, evitar expresarme muchas veces en primera persona, pero sin vanagloria ni falsa modestia. Por ellos pido comprensión y benevolencia. El Movimiento Solidarista Costarricense tiene hoy una imponente armazón teórica filosófica y científica. Las bases doctrinarias suplidas por Leon Bourgeois, Charles Gide y las ideas positivistas francesas de un lado, y de otro lado por Heinrich Pesch y los conceptos orgánicos y éticos religiosos de la sociedad, fueron inicialmente interpretadas y divulgadas en artículos de prensa, posteriormente editados en el folleto Solidarismo y Racionalización que publicó en 1948 la Oficina de Coordinación Económica, y han sido enriquecidas por las publicaciones del Doctor Marcelo Martén Sancho, por las actividades docentes y proselitistas de la Unión Solidarista Costarricense y de la Escuela Juan Veintitrés, por las numerosas glosas, comentarios y criticas de partidarios y adversarios del Movimiento, por las no pocas tesis académicas de licenciatura y doctorado que analizan la doctrina y las actuaciones del Solidarismo, por las discusiones parlamentarias y publicaciones, a veces de encendida vehemencia, a que dio lugar la dilatada tramitación de la recientemente promulgada ley solidarista, y por mi incesante labor en la dirección de la Escuela de Capacitación Laboral, en mis cátedras de Economía de la Universidad de Costa Rica y la Universidad Nacional, en mi ponencia ante el III Congreso nacional de filosofía celebrado en San José en agosto de 1947, en mis años de editorialista de La Unión, en mis discursos para la campaña del Partido Acción Solidarista, y en más de un centenar de artículos periodísticos, la mayor parte recogidos en los folletos Solidarismo y Racionalización, El Comunismo Vencido, La Alternativa Social: Garantías Económicas o Sangre y en un reciente libro de la Editorial Costa Rica, titulado La Capitalización Universal. La recopilación selección y edición de tan abundante literatura solidarista constituirá una pequeña biblioteca de referencia para los estudiosos de la evolución económico-social contemporánea. Sin ahondar en los aspectos más cruditos o sofisticados de los fundamentos teóricos del Solidarismo, que no parecen tema apropiado para este Seminario,


conviene examinar los aspectos sobresalientes de la evolución doctrinaria del Solidarismo, desde sus antecedentes académicos europeos hasta su reciente formulación legislativa costarricense, para que sirvan de marco de referencia y contexto al análisis de las actuaciones prácticas, actividades sociales, financieras, mutualistas y proselitistas de las empresas y asociaciones solidaristas que han reclutado decenas de miles de afiliados y capitalizado centenares de millones de colones de ahorro nacional en sus más de tres décadas de existencia. Los antecedentes Las reformas sociales introducidas por la Administración Calderón Guardia en el año 1943, como todas las grandes innovaciones en la vida de las comunidades, merecieron fervorosos aplausos, pero también originaron profundas incomprensiones. Las disposiciones del nuevo Código de Trabajo, y muy especialmente las indemnizaciones por despido sin justa causa, fueron motivo de frecuentes roces entre patrones y trabajadores. La aparición por esa época de una central sindical obrera católica, que adoptó el nombre de la Encíclica de León XIII, Rerum Novarum, produjo una emulación o competencia con los comunistas, rivalizando ambos movimientos sindicales al cual aporreara más duro a los patrones. Esas centrales en competencia, dije entonces, actúan sobre el patrono como las hojas de una tijera sindical. No me oponía yo a las reivindicaciones laborales; mi formación académica me había enseñado los extremos de injustica a que puede llegar un capitalismo sin restricciones. Lo que objetaba era el método, la lucha de clases que, como toda guerra, empobrece lo mismo a vencedores que a vencidos, y esa desarmonía obrero-patronal fue precisamente el problema nacional que prioritariamente reclamaba una solución eficaz. El mensaje solidarista que la ofrecía, encontró gran receptividad entre los empresarios ilustrados y los trabajadores conscientes, que se dieron cuenta estos últimos de cómo los dirigentes sindicales intransigentes, lo mismo los de orientación marxista que cristiana, tenían interés en mantenerlos enfrentados a sus patrones en posiciones opuestas e irreconciliables u se negaron a dejarse manipular. El mensaje solidarista reconocía la justicia de las reivindicaciones obreras, pero repudiaba la lucha de clases. Textualmente cito mis palabras de entonces: “Insisto, la clase patronal de Costa Rica no puede detener el avance del movimiento obrero. Puede luchar contra él. En esa lucha sucumbirá la economía del país. Puede también, y esto es lo que yo aconsejo, asumir la dirección de las reivindicaciones de justicia social cuya bandera enarbolan los líderes obreros”. La repuesta de los empresarios al planteamiento solidarista no sólo fue favorable sino que revelaba un entusiasmo poco común que a veces rayaba en la hipérbole. Para muestra voy a leer, de mi diario de esa época sin cambiarles una coma, los apuntes referentes a mi entrevista en la Directiva de la Cámara de Agricultura:


“Martes, 23 de octubre (1947) – Cámara de Agricultura. A las 4. Se inició la sesión con una taza de café. Luego expuse mi plan. Los Directores se pronunciaron sin excepción a favor del proyecto. Hubo una ligera discusión acerca de si la Cámara podía aprobar el proyecto con felicitaciones para su autor. Convocar asamblea general para ratificarlo con calurosa recomendación de la Directiva. Invitar a las demás Cámaras y a algunas personas especialmente para una asamblea conjunta en un cuarto o salón grande con el fin de decir mi exposición. Son Bernardo Yglesias dijo: “El proyecto del Lic. Martén ha llenado nuestras mentes como el mar llena los esteros cuando sube la marea”. El Dr. Victory. “Cuando hay excesos de luz, queda uno deslumbrado y cegado. La luz del proyecto del Lic. Martén nos ha cegado y no vamos a ver el artículo del Reglamento que prohíbe aprobar una iniciativa en la misma sesión en que concurre su proponente. Nosotros vamos a aprobar este proyecto ya.”

Un paréntesis revolucionario Cuando los poderes públicos, en marzo de 1948, desconocieron la voluntad nacional expresada en las urnas electorales y anularon la elección de don Otilio Ulate como Presidente de la República, al igual de cómo cuatro años antes habían desconocido la elección de don León Cortés, los costarricenses no toleraron tan criminal atropello, por segunda vez consecutiva, al sufragio popular, y se alzaron las armas. Tras una corta pero sangrienta guerra civil, en l que participé muy activamente como segundo comandante del Ejército de Liberación Nacional, triunfó la Revolución y, restablecida la paz, me incorporé a la Junta Fundadora de la Segunda República, asumiendo las carteras de Economía, Hacienda y Comercio. Con el nuevo gobierno, y para usar palabras textuales del Presidente de la Junta, don José Figueres, la Oficina de Coordinación Económica “ha entrado en palacio, en vez de ser dese afuera el rival del monarca.” En una serie de ocho artículos periodísticos que bajo el título “Democracia Política y Democracia Económica”, publiqué en julio del 48, definí la política de Solidarismo de la Oficina de Coordinación, llamada a sustituir al Congreso mientras el país recuperaba la normalidad constitucional. Mis ocupaciones ministeriales me obligaron a delegar la mayor parte de mis actividades en el Movimiento Solidarista, pero en cambio me permitieron llevar a la práctica algunos de sus postulados relacionados con la soberanía económica del pueblo. El principal de ellos fue el rompimiento del monopolio bancario, en manos de una oligarquía de familias acaudaladas muy ilustres y respetables, pero que aún conservaban criterios del siglo pasado en la administración del crédito y la manipulación del dinero. Así nació el famoso Decrédito de nacionalización bancaria Nº 71 de 11 de junio de 1948, que en un momento de inspiración dicté a Mayra Chaves, mi secretaria en el Ministerio de Economía, en “los diez minutos


que conmovieron al país”, según lo juzgó y publicó años más tarde un grupo influyente de ciudadanos que actuaban bajo el nombre de Comité pro Banca Privada. Esa nacionalización bancaria ha dado origen a una permanente polémica doctrinaria y política que al día de hoy sigue enardeciendo los aminos de sus partidarios y enemigos, y aunque politizada y en parte desvirtuada es un trofeo político y un mito demagógico del partido social demócrata gobernante, o al menos de su ala más radical. El actual Presidente Monge, que tiene ideas moderadas al respecto, expresando, sin embargo, una opinión generalizada en Costa Rica sobre el impacto de esa nacionalización en las estructuras económicas del país, la calificó en declaraciones dadas a la prensa, como “el hecho más trascendental de este siglo”. No duró mucho, empero, la acogida y apoyo que en los primeros momentos de euforia revolucionaria, dio la Junta de Gobierno a los postulados del Solidarismo, y no había finalizado el año 1948 cuando ya se manifestaba claramente la incompatibilidad entre los principios de la sana economía y la ordenada hacienda y las necesidades políticas de los revolucionarios victoriosos. Para evitar bonificar con mí presencia en el Ministerio de Hacienda la conversión de letras del tesoro en circulación permanente de moneda sin respaldo, que consideraba doctrinariamente un error y personalmente un descrédito, renuncié como miembro de la Junta de Gobierno y entregué los Ministerios a mi cargo al sucesor. Reintegrado de lleno a la Dirección del Movimiento Solidarista, me dediqué a promover la formación de Asociaciones de ahorro y capitalización que se multiplicaron en poco tiempo, y por su espíritu de cooperación y armonía obreropatronal y sus realizaciones prácticas en la mejora de la calidad de la vida de los trabajadores, fueron poniendo las bases de un nuevo orden social en Costa Rica. Los primeros progresos La campaña del Movimiento Solidarista en esa primera etapa inmediata siguiente al triunfo de la Revolución del 48, se dirigía principalmente a ofrecer a los empresarios y trabajadores de Costa Rica fórmulas de eficiencia económica y justicia social muy superiores en sus fundamentos teóricos y en sus resultados prácticos a las propuestas por la extraña alianza de socialcristiano y comunistas que se había forjado durante los ocho años de las dos administraciones anteriores, y cuyo saldo neto era un sistema de garantías sociales sin contenido económico y una prepotencia sindical promotora de huelgas y conflictos. Aunque el número de empresarios acogieron el Plan Solidarista, entonces más conocido como Plan Martén, no eran muy numerosas, el entusiasmo por el nuevo sistema fue tan grande y los resultados psicológicos y financieros tan espectaculares que justificaron una serie de artículos de prensa que escribí durante el mes de mayo de 1952, y que liego recogí en un folleto que denominé El Comunismo Vencido.


Los gobiernos que siguieron no innovaron en materia económica y social, pero acentuaron el carácter intervencionista del Estado que ya se manifestaba en las Garantías Sociales, y compitieron a cual más y mejor en la creación de nuevas instituciones estatales burocráticas y en el crecimiento desproporcionado del presupuesto público. Las banderías políticas ciertamente adoptaron lemas y denominaciones que aparentemente significaban diferencias ideológicas, como social-demócratas, social-cristianos y otros. Empero, su gestión administrativa seguía invariablemente el mismo esquema de poder social basado en el modelo de división tripartita de un poder único político, diseñado en el siglo 18 por Montesquieu, que desconoce la soberanía economía del pueblo. Ciertamente algunos gobiernos fueron más parsimoniosos y otros más manifrotos en su gestión financiera, pero las estructuras básicas del poder social y su delegación en funcionarios exclusivamente políticos, seguían siendo las mismas que nacieron en el siglo 18, prosperaron en el siglo 19, culminaron y se ha mostrado desde entonces incapaces de enfrentar y resolver los problemas sociales y económicos de este fin de siglo cibernético nuclear e interespacial. El plan solidarista aseguraba la paz y la armonía entre los factores humanos de la producción, trabajadores y empleadores. Este ambiente de cooperación y solidaridad permitía aumentar al máximo la productividad de las empresas eliminando las pérdidas causadas por las huelgas y conflictos laborales. El beneficio resultante era compartido equitativamente entre empresarios y asalariados mediante el aporte patronal a los fondos ahorrados por los trabajadores. No podía empero, el Solidarismo librar a las empresas de los factores externos negativos inherentes a las variaciones periódicas de la coyuntura económica. En otras palabras, el plan solidarista evitaba que una empresa prospera le arrebataran su prosperidad con sabotajes o conflictos injustificados, egoísmos patronales, exigencias laborales excesivas, huelgas y paros innecesarios y otras manifestaciones de la lucha de clases promovida por el comunismo internacional. Empero, el Plan Solidarista no podía asegurar la prosperidad general, suprimir las crisis, combatir la inflación ni eliminar el desempleo. Esto se vio muy claramente cuando en el apogeo de la primera etapa del Movimiento ¡Solidarista, un importante beneficiado de café, que había adoptado el plan, instó a todo el gremio cafetalero a que siguiera su ejemplo. La oficina a mi cargo inició de inmediato una campaña para establecer asociaciones solidarista en todas las empresas cafetaleras. No se logró nada. La industria del café atravesaba por una tremenda depresión. Muchos hacendados estaban abandonando los cultivos, despidiendo peones o sustituyendo los cafetaleros por otros cultivos. Se me dijo: Don Alberto, si el Movimiento Solidarista nos da una fórmula para levantar el precio del grano y estabilizar los mercados internacionales, nos hacemos todos solidaristas y ayudamos con generosas cuotas patronales a la capitalización


obrera. En las actuales circunstancias un aumento de 5% en la planilla, que es el mínimo requerido por el plan solidarista es absolutamente imposible. La mutación doctrinaria Estas duras realidades económicas me llevaron a una mutación doctrinaria en los planteamientos solidaristas. La asociación de ahorro y capitalización convencional debía evolucionar hacia un nuevo fenotipo económico, si se me permite la expresión, que se hiciera cargo de problemas coyunturales y no sólo operacionales. La asociación solidarista debía asumir una mueva morfología, adelantándose a los profundos cambios estructurales del contexto social y político que los nuevos tiempos estaban llevando a cabo. A este reto contesté completando el esfuerzo que hacia la dirección del Movimiento Solidarista por generalizar la formación de asociaciones solidaristas con una campaña de concientización en el sentido de que tanto las asociaciones como las empresas donde aquéllas funcionaban debían preocuparse seriamente no sólo por la prosperidad de la propia empresa y la capitalización de los trabajadores afiliados, sino por los problemas más amplios del desarrollo económico del país cuya solución exigía un cambio de estructuras. Ninguna empresa aislada podía permanecer mucho tiempo prospera y armónica si las condiciones generales de la economía nacional eran de crisis y confrontación. No fue fácil vencer el individualismo atávico de los empresarios ni el indiferentismo tradicional de los asalariados, que inmemorialmente han considerado que los problemas generales de la comunidad son responsabilidad exclusiva del Gobierno y de los políticos. Sin embargo, la insistencia en el clamar por una nueva actitud de responsabilidad social, y no sólo de afán de lucro, en la conducción de los negocios, empezó a dar resultados y un nuevo espíritu fue aflorando en la dirección de las asociaciones solidaristas y de su órgano central, la Unión Solidaristas Costarricense. Las huelgas bananeras La subversión comunista en Costa Rica, desde bajo la jefatura de un líder carismático, Manuel Mora Valverde, los camaradas lograron organizarse en forma permanente en partido político reconocido legalmente, escogió como preferente, las fincas bananeras de la United Fruit Company, primero en la zona atlántica y posteriormente en el Pacifico Sur, tras el abandono de las explotaciones de provincia de Limón arruinadas por la sigatoka negra. Las huelgas ilegales eran una epidemia, como la misma sigatoka, contra las cuales no se había encontrado remedio eficaz antes del Solidarismo. La United, con cuyos gerentes generales en Costa Rica había conversado repetidas veces, se negó siempre a adoptar el plan solidarista ya que su política laboral se definía en Boston mediante el tradicional método norteamericano de negociar con los


líderes sindicales contratos colectivos por tres años. Entiendo que al día de hoy esa actitud se mantiene sin cambio. Ain embargo, los empresarios costarricenses radicados en la zona Atlántica fueron más inteligentes y se mostraron ampliamente receptivos a nuestro mensaje. La labor de penetración ideológica y de organización de asociaciones solidaristas fue obra principalmente del presbítero Claudio Solano, y su empeñoso esfuerzo fue recompensado por la adopción en numerosas empresas bananeras del plan solidarista. Me complazco en reconocer los altos meritos solidaristas del reverendo padre Solano, quien acertadamente señala notables coincidencias entre el Solidarismo y la doctrina social de la Iglesia Católica. No dudo que más de un acucioso miembro de las honorables comunidades protestantes, judías, chinas, japonesas e islámicas arraigadas en nuestro territorio, debió haber observado parecidas coincidencias con sus propias convicciones religiosas. Prueba de ello le fue la invitación que en 1961 me hizo el muy reverendo Obispo Richards para que disertara en inglés sobre Solidarismo; para la Convocación Anual de la Iglesia Episcopal de Centro América, desde el pulpito de la Iglesia Episcopal de la Catedral Católica en San José. Mi discurso, -- ¿o debo decir sermón? – terminó con estas palabras que traduzco del idioma de Shakespeare: “La pobreza y la castidad pueden significar la perfección ascética para los menos. Pero para los más, para los que obedecen el mandato de Dios de poblar la tierra, “de crecer y multiplicarse y henchir la tierra y enseñorearse de ella”, nuestra tarea es llenar el mundo con los tesoros de la civilización, erradicar el hambre y la suciedad y enfermedades y la ignorancia y la vulgaridad, acumulando riqueza. Con amor fraternal, con humana solidaridad, llevaremos a cabo la hazaña: abundancia universal creada por el hombre bajo la inspiración de Dios.” La Unión Solidarista Costarricense La corriente central masiva del Movimiento Solidarista fue canalizada fundamentalmente por la Unión Solidarista Costarricense, que desde muy temprana época en la vida del Solidarismo, se organizó para “servir a las asociaciones que ingresen a la Unión de órgano superior de orientación y disciplina para mantener incólumes los principios del Solidarismo; coordinar los esfuerzos de sus asociaciones para la realización de propósitos comunes, dirimir los conflictos que puedan surgir en el seno de las asociaciones o entre ellas; conocer de las apelaciones que procedan; y extender por todos los medios a su alcance el Movimiento Solidarista.” La Unión Solidarista fue reorganizada durante la segunda etapa del Movimiento, cuyo considerable desarrollo e importancia actuales, tan gráficamente descritos por nuestro Presidente, don Rosendo Azofeifa, se debe al esfuerzo, mística y entusiasmo de sus dirigentes y sus colaboradores; entre los que destacan singularmente don José María Crespo, don Rodrigo Jiménez y dos Luis


Paulino Chaverri, en Costa Rica, y don Albaro Portela en Guatemala, para sólo citar aquéllos con quienes he tenido mayor contacto y a quienes rindo testimonio de admiración por su insigne labor y de gratitud por las honcrísimas deferencias con que me han distinguido en numerosas ocasiones. Yo fui muchos años al Director General de la Unión Solidarista. Cuando consideré que el que yo llamo modelo 47 del plan solidarista estaba por agotarse, y que el crecimiento horizontal de Movimiento no conducía a ninguna parte, pues un poco menos o un poco más desarrollado, el sistema solidarista no era capaz de sobrevivir a la larga en un mundo que había experimentado cambios profundos, si no modernizaba sus estructuras en conmensurable profundidad, entonces me dediqué preferentemente a idear y diseñar los nuevos esquemas estructurales, esto es, el modelo 85 y quizá mejor el modelo 2000 del Solidarismo. No había alternativa. Los problemas económicos y sociales, desde el 47 a esta época, habían adquirido nuevas e inquietantes dimensiones y debían enfrentarse con medidas de pareja envergadura. Nadie menos que Einstein había definido la cuestión en estos términos: “El mundo que hemos hecho como resultado del nivel de pensamiento que hemos elaborado hasta aquí crea problemas que no podemos resolver al mismo nivel en que los pensamos.” Las Garantías Económicas Enunció Goethe y lo divulgó Spengler, que la marcha del progreso no sigue una dirección rectilínea irreversible sino un curso espiral evolutivo que retornándonos a un pasado mejorado, nos señala el rumbo del porvenir. Esa directriz filosófica no podía fallar tratándose del Solidarismo y, efectivamente, buscando la solución a los problemas del mañana hallé la clave en algunas clarividencias del ayer. Hurgando entre papeles archivados, encontré que la primera publicación de la Oficina de Coordinación Económica de Costa Rica lleva por título “Solidarismo y Racionalización – Un sistema de Garantías Económicas”. En su página 17 se leen los principios del Solidarismo, cuyo numeral 7 reza textualmente: “Los problemas de distribución deben resolverse posterior y conjuntamente con los de producción. A la par de las garantías sociales deben coexistir las GARANTIAS SOCIALES.” Cierto individualismo tradicional de los empresarios, unido a la indiferencia proverbial de los trabajadores, impidió que el concepto de garantías económicas calara en el último de los solidaristas. No fue en un principio posible lograr que juntaran recursos para proyectos de desarrollo, ni siquiera para programas de vivencia. Cada empresa y cada asociación vivía en el aislamiento financiero. Dejando que el Movimiento Solidarista siguiera su crecimiento vegetativo casi estancado, porque el ahorro exigido de un 5% de su salario al trabajador y el aumento de un 5% de su planilla al empresario, parecerían imposibles para la mayoría de los costarricenses en las difíciles condiciones económicas de la época, decidí retornar a los prístinos planteamientos olvidados y organicé a principios del


1964 un “Movimiento Pro Garantías Económicas”, logrando que in impresionante grupo de ciudadanos lo apoyara en una carta que con las firmas de todos ellos en facsímil acompañé al folleto titulado “Qué es y qué se propone, pero sin precisarla aún en definiciones concretas, el Plan proponía la capitalización universal obligatoria de un 10% del salario de todos los trabajadores contribuido por mitades por patrones y empleados, conforme a la fórmula solidarista, la creación de un Banco de Inversión Popular y Desarrollo para canalizar ese ahorro y la conversión de todas las instituciones Autónomas del Estado de carácter industrial, comercial y financiero, en sociedades anónimas de capital popular privado. El plan no prosperó de inmediato, pero la iniciativa quedó planteada ante la opinión pública , y no dudo de que motivó que años más tarde la Asamblea Legislativa de nombrar, sin ser yo diputado, Miembro de la Comisión Especial Mixta a la que había encomendado la tarea de redactar el proyecto de garantías económicas para el pueblo de Costa Rica. Para entonces ya había logrado madurar en mi mente las grandes reformas estructurales que nuestro esquema constitucional de gobierno y los conceptos de Estado y soberanía requerían para que pudiera funcionar un sistema de garantías económicas que en el 47 resultaba visionero pero prematura, y treinta años después era una necesidad inaplazable. Cumplí el encargo de la Asamblea Legislativa, redactando un proyecto de nuevo capítulo de la Constitución Política denominado “Derechos y Garantías Económicas”, y reformando algunos otros artículos para mantener la concordancia global del texto. Asimismo presentó a la Asamblea un proyecto de Código Económico que hasta donde he podido averiguar es único en el mundo. Algunas de las innovaciones contenidas en ambos proyectos son quizá algo avanzadas para la época y requieren un periodo adicional de concientización de los dirigentes y las masas, pero mucho de lo propuesto es de aplicación inmediata. Entre tales innovaciones de aplicación inmediata puedo citar la fórmula que sugerí para enriquecer a las masas trabajadoras sin crear nuevos impuestos, aumentar las cargas sociales de las empresas, gravar la producción o elevar el costo de vida. La dificultad de hallar semejante fórmula salvadora que me exigía la Comisión parlamentaria parecía invencible y a veces se me arrojaba tal Comisión una nueva Esfinge de Tebas dispuesta a devorarme si no resolvía el enigma económica que me había propuesto. Sin embargo, como el huevo de Colón, resultó la cosa más sencilla del mundo, y nada sería más fácil que ponerla a funcionar si hubiera voluntad política para consagrar legislativamente una fórmula necesaria y económicamente irrebatible, lo que demuestra es que el poder único político en nuestro esquema constitucional de Gobierno es obsoleto y contrario al interés nacional, y que conforme lo propone el proyecto archivado, debe redefinirse el concepto de soberanía para que incluya junto con el político el poder económico del pueblo.


El Empalme San José, 1 de setiembre de 1977

Muy estimado don Alberto: Le estoy añejando fotocopias del testimonio que, hará por lo menos veinticinco años, usted dio en cuanto a la fundación del frente de El Empalme. Desde luego que esto es apenas una mínima parte de todo lo que usted nos puede contar, para beneficio de la historia y la verdad que esta debe transmitir, de su brillante participación durante la guerra de Liberación Nacional, como en los preparativos se hicieron para ejecutarla y los hechos inmediatos posteriores a la misma. Ojalá don Alberto que restándole un tiempito a sus tantas actividades, lográramos, al regreso de don Bruce Masís, que preparen, como lo hemos hablado, un amplio testimonio de este asunto y en tanto tengo el gran placer de saludarlo personalmente, me repito su estimador.

Guillermo Villegas H. Periodista.

ALBERTO MARTEN, refiere el episodio de la fundación del frente de “El Empalme”. El sábado 13 de marzo; como a las cuatro de la tarde, habían llegado dos camiones cargados con armas de San Isidro de General. Inmediatamente se enviaron refuerzos a la Sierra y esa misma tarde, como


sabíamos que ya caído Santa Elena, salieron Morazán, Marshall y un grupo de combatientes con instituciones de ocupar Frailes para detener el avance del enemigo. Frailes estaba en una eminencia, lo que facilitaba las operaciones. Con ánimo más tranquilo, sabiendo reforzada La sierra y pensando en la inminente la ocupación de Frailes, en la noche nos reunimos Figueres y yo, ser Ramírez, Ornes y Rivas para examinar papeles, organizar el Alto Comando y cambiar impresiones. Ya pasada la una de la mañana nos fuimos a acostar en el galerón del cine, sobre la cuya en la plataforma del escenario dormían Ramírez y sus compañeros y en el piso, Benjamín, Odie y yo. Serían las dos de la mañana y ya estábamos tratando de conciliar el primer sueño, cuando sonaron unos pasos y una vez que pareció agorera y rompió el silencio con estas palabras: “llaman por teléfono a don Pepe.” Yo ofrecí acompañarlo pero él no quiso y salió solo, como a los diez minutos regresó y con la voz emocionada nos informó que por teléfono de la escuela de San Cristóbal, anunciaban que la operación de la ocupación de Frailes no se había podido llevar a cabo porque ya las tropas del Gobierno lo tenían ocupado, con un contingente de unos trescientos hombre y carros blindados, que se estimaban en unos diez jeepones lo que representaba una fuerza terrible. La noticia nos causó una impresión tremenda e inmediatamente nos levantamos y empezamos a deliberar. Figueres resolvió que no había otro camino que el de ir a detener esas tropas. Contábamos con una veintena de muchachos que acaban de llegar de La Sierra, cansados y calados hasta los huesos y que estaban durmiendo en una de las caballerizas sobre las cabuyas. A mí me tocó ir a despertarles, lo que fue una tarea dificilísima, pues estaban rendidos por la fatiga. Finalmente se pusieron de pie y en un cuarto contiguo donde estaban los dos camiones cargados de armas, empezó a armarlos para iniciar el viaje. Por mi parte ya pensaba unirme a ellos, pero Figueres me detuvo, diciéndome que yo debería quedarme en la Lucha para salvar el armamento y si fuera necesario, reorganizar el ejercito; volviéndose al Coronel Ramírez le dijo que en caso de caer él, yo asumiría el mande y en esa forma me dejó con esa grandísima responsabilidad. Pocos minutos después los vi partir y faltando algunas horas para que amaneciera, traté de echarme a descansar sobre un montón de cabuya sin lograr pegar los ojos. Cuando empezó a clarear me dirigí a la casa donde estaba la señora de Figures y la hermana doña Carmen y les notifiqué que debían prepararse para desalojar la casa porque había peligro de que cayera La Lucha. Informé que Pepe Figueres se había ido con los demás oficiales y un grupo de combatientes, a detener las tropas del Gobierno. Algunos momentos antes, había hablado Figueres con su cuñado Cornelio Orlich, indicándole


que creía conveniente que los dos camiones de armas, se llevaran a la plaza para establecer ahí una resistencia. Deliberando Orlich, Fernando Valverde y yo, llegamos a la conclusión de que la posición de la plaza era insostenible y que convenía que yo tratara de retirarme con las armas al lugar más seguro. Resuelto así el plan a seguir y siendo como las ocho de la mañana, monté unos seis soldados en cada camión y emprendí con ellos el viaje hacia La Sierra. A medio camino, en la encrucijada que lleva a la escuela de San Cristóbal, apareció súbitamente un jeep con un compañero que veía a pedir refuerzos de armas y municiones y me informó que el combate nos era bastante favorable y que don Pepe y sus hombres estaban bien. Más animado con esa buena nueva seguí hacia La Sierra y ahí me encontré con Alberto Lorenzo, quien me informó que la posición era insostenible y que de todas las armas sólo le quedaba una ametralladora, las demás estaban encasquilladas y una docena de hombres cansados, mojados y en malas condiciones; de tal manera que no pensaba poder resistir largo tiempo. En un principio consideré prudente estacionarme a unas quinientas varas del lugar con los dos camiones, para poder ofrecer pertrechos y municiones a los dos frentes donde se estaba luchando, en caso necesario, pero inmediatamente reflexioné: que de caer La Sierra no podría salvarme, porque por la lentitud de los dos camiones, los vehículos del Gobierno me alcanzarían rápidamente y se perdería todo el armamento. Resolví entonces seguir hacia El General y salvar en esa forma a mis compañeros. De esa manera, como entre nueve y diez de la mañana emprendí viaje hacia el General y no volví a tener noticias de lo que sucedía en los frentes de La Sierra y de San Cristóbal. Como a las cuatro de la tarde llegué con mis hombres y las armas al lugar llamado División, donde se había cortado la carretera atravesándola unos tractores enormes, cuyas llaves estaban guardadas en San Isidro. Tuve que esperarme ahí largo tiempo mientras iban a visar a San Isidro mi presencia y regresaban con los tractores para abrir paso. En esa espera estaba, cuando vi llegar un jeep en que venía Segares a avisarme que lo habían enviado a San Cristóbal a recoger la unidad transmisora de radio que yo había salvado junto con las armas. Me dijo que don Pepe estaba en San Cristóbal y que necesitaba el aparato. Yo me llené de regocije y le entregué la trasmisora a Segares y al mismo tiempo le envié a un grupo de reclutas en una cazadora en número de treinta, a quienes les di rápidamente un entrenamiento superficial en el manejo de los máuseres y envié con ordenes de presentarse a don Pepe. Luego, ya abierto el camino hacia San Isidro, seguimos y llegamos al anochecer. Ahí encontré a Woodbridge, Roberto Fernández y los demás


compañeros que estaban en posición de la plaza; comentamos las operaciones del día y decidimos organizar un batallón para regresar a ocupar una posición en el Empalme. Se organizaron ciento veinte hombres en cuatro compañías de treinta cada una en cuatro camiones y al anochecer salimos en dirección a La Sierra. De camino recibimos una alarma y tuvimos un pánico momentáneo, habiendo ordenado a los combatientes que abandonaran los camiones y se internaran en las laderas de la carretera a ambos lados. Como pasaron unos minutos y nada sucedía, volvimos adelante y nuevamente llegaron noticias alarmantes, pero esta vez no quisimos hacer caso de ello, pues no tenían mayor fundamento. Legamos a la altura del cerro de la muerte y seguimos adelante, entre ocho y nueve de la noche llegamos al Empalme, ahí se apagaron las luces de los camiones, se desocuparon éstos y formando filas a ambos lados de la carretera, seguimos con toda cautela hasta la finca de Fernando Apéstigui quien se encontraba en esos momentos en su casa. Yo despaché un mensajero a llamarlo y de hacer presos a todas las personas que se encontraban en ellas, por temor de alguna velación, pues sabía que el enemigo estaba a unos dos o tres kilómetros de ese punto; al rato llegó Fernando y entonces decidimos acampar en su finca para organizar en la mañana el campamento; a fin de prevenirnos de cualquier sorpresa, se organizó una línea de centinelas en la siguiente forma: se despacharon veinte hombres con instrucciones de estacionarse de dos en dos cada quinientos metros y de montar guardia cada dos horas el revelo. En caso de una alarma, uno de los dos debía permanecer para observar y su compañero debería desenvolverse velozmente hasta el siguiente puesto y en esa forma rápidamente y sin ruidos, tendríamos avisos de cualquier movimiento; listos ya los centinelas, nos acomodamos los ciento veinte hombres, o los cien porque los veinte centinelas estaban ya en sus puestos, en una casa de la finca a esperar. La noche transcurrió sin novedad, practicándose los relevos puntualmente y en esa forma amaneció. Me encontraba yo recorriendo yo con compañeros de armas las posiciones del Empalme, pensando en la localización adecuada para las ratoneras y emplazamiento de las armas pesadas, cuando me vinieron a avisar que buscaban en un jeep bajé a ver quién me buscaba y me dijeron que Rivas y otros compañeros estaban en Macho Capp, a unos kilómetros del Empalme y que querían verme con urgencia. En el mismo jeep me monté y me dirigí a ese lugar y efectivamente encontré ahí a Frank Marshall, a Rivas y un grupo de oficiales y combatientes, que venían como exploradores enviados por don José Figueres quien se encontraba en Santa María, a donde se había replegado después de haber triunfado derrotando mortíferamente a la


Unidad Móvil y los trescientos soldados del Gobierno, haciéndonos correr desordenadamente y después de haber conquistado Santa Elena, creo yo, por motivo de estrategia era prudente buscar posiciones más seguras y se había dirigido a Santa María. Había recibido noticias de que yo había salido de San Isidro con un contingente de fuerzas y temía que hubiese caído en una emboscada y había mandado a reconocer el terreno. Grande fue la alegría de mis compañeros cuando supieron que ya el Empalme estaba en poder nuestro y que no había motivo alguno de alarma inmediata. Nos montamos en los carros disponibles y seguimos todos para el Empalme t en poco rato estábamos ya en ese lugar; una improvisada cocina estaba preparando una taza de café para nosotros, que habíamos pasado largas horas en ayunas y con ese refrigerio más bien simbólico que material, empezamos a discutir la organización del Empalme, que había de jugar en el curso de la guerra de liberación un puesto tan señalado. Después de algunas conversaciones en una mesita rústica de una de las casas de la finca, llegamos a la conclusión de que había suficiente contingente humano para formar un batallón completo y se pensó en formar cuatro o cinco compañías que deberían estar al mando de la compañía León Cortés fue puesto Frank Marshall; otra de ellos a cargo de Tuta Cortés, quien le bautizó con el nombre de Carlos Luis Valverde; una compañía a cargo del indio Sánchez con el nombre de Lempira; Alberto Lorenzo cogió otra con el nombre Moreno Cañas y las cuatro compañías formadas en batallón quedaron a cargo del Coronel Rivas como Comandante; a la par de él, Sossa como segundo comandante y como delegado político y representante del Comandante en Jefe figuraba yo. Se reunieron los soldados y oficiales y en una asamblea solemne en que pronunciaron algunas alocuciones, quedó formalmente instalado el glorioso batallón El Empalme. Terminada la tarea y quedando los hombres al mando de sus oficiales, me despedí de ellos y me dirigí hacia Santa María de Dota a dar cuenta de lo hecho a mi Comandante en Jefe don José Figueres. En esta forma terminó la relación del episodio de la guerra de Liberación Nacional en la ocupación del Empalme. Después de dejar fundado el Batallón del Empalme, regresé a Santa María de Dota, en donde se encontraba don José Figueres, Comandante en Jefe del Ejército. Los días siguieron fueron de relativa calma pues asegurada la posición del Empalme con el Batallón de ese nombre que luego se cubrió tantas veces de gloria como una fortaleza inexpugnable y cubierta la retaguardia de San Isidro de General con fuerzas suficientes; teníamos además en San Marcos de Tarrazú, un batallón también protegida la línea de San Marcos de Empalme o sea la llamada fila del Jardín con


otros destacamentos y nos sentíamos relativamente seguros para ir planeando la organización del Ejército. A mí me tocó, como Jefe de Organización o sea la sección llamada personal y orden, la distribución de contingentes de voluntarios y la jefatura de los diferentes batallones en ese aspecto. Era mi obligación hacer visitas frecuentes a los diferentes frentes, para inspección del Ejército. Don José Figueres nuestro Comandante en Jefe, había instalado el cuartel General en la Escuela de Santa María de Dota; y ahí iniciamos con los consejos del General, entonces Coronel Ramírez, la formación de diferentes servicios y cuerpos del Ejército. Yo tuve bajo mi dirección algunos secretarios a quienes les encargó hacer el rol General del Ejército, enlistando los diferentes hombres de armas en pelotones, compañías y batallones con especificación de los jefes y servicios. Esta pequeña burocracia rudimentaria, trabajaba en relativa calma sabiéndose segura por los frentes que estaban a cargo de los diferentes batallones. Por el lado de San Marcos de Tarrazú, con alguna frecuencia nos llegaban reclutas que habían logrado atravesar las líneas de fuego ayudados por vaqueanos que venían a incorporarse al Ejército. Un punto intermedio por cierto desde la capital hasta nuestro cuartel general en Santa María, lo era la finca de don Jorge Zeledón, donde tenía él una pequeña organización, pero carecería de armamento. Los voluntarios llegaban a la finca de don Jorge y él los encarrillaba hacia San Marcos de donde luego pasaban a Santa María. El Jefe del Estado Mayor, era el Coronel Ramírez quien designé su oficial ejecutivo y jefe de operaciones al Coronel Rivas. Yo tenía a mi cargo la sección de Personal y Orden; el Ing. Cornelio Orlich era el Jefe de Transportes y comunicaciones y los demás servicios que recuerdo, no estaban debidamente organizados. Aún cuando había camaradería y buena amistad entre los diferentes grupos de armas, tanto sus hombres como sus jefes, no dejaban de presentarse algunos roces y dificultades muy naturales. Precisamente una de éstas, sin ninguna importancia por lo demás, dio en cierta forma origen a la luego famosa Legión Caribe. Existía en el campamento de Santa María que era la sede del Cuartel General, una rivalidad por el puesto de comandante de plaza, al cual de acuerdo con las ordenanzas militares clásicas corresponden funciones específicas de importancia. Uno de los aspirantes a ese mando era el comandante Ornes, delegado político y representante personal del General Ramírez que estaba entonces en el exterior. Este militar experimentado no logró su aspiración de tomar ese mando, pero en compensación y también porque ya tenía fines especiales en mira, don Pepe Figueres le encomendó la formación y entrenamiento de un batallón que debía realizar una misión para entonces secreta, de la mayor importancia. Esa misión era nada menos que la toma


de Limón, sincronizada con la toma de Cartago. Debe advertir que la idea de tomar Limón, se la había oído yo en alguna ocasión anterior pero en forma imperfecta, poner a nuestro compañero Hernán Molina, quien ocupaba entonces el cargo de jefe del arsenal, el cual estaba guardado en la escuela Santa María. El plan fue perfeccionado y sincronizado por don Pepe y su ejecución confiada a Ornes. Este recogió una treintena de los soldados y oficiales de mejores condiciones personales y se retiró con ellos a establecer un campo de entrenamiento a una finca de don Alberto Chavarría Escalante, situada a pocos minutos del centro de Santa María. Allí durante varias semanas se les impartió instrucción, disciplina y adiestramiento hasta llegar a formar un cuerpo de gran movilidad y eficiencia. Cuando tuvo Ornes listo su batallón s su llamada Legión Caribe, una tarde impresionante después de un desfile y revista militar en la plaza de Santa María, montaron ese grupo de nuestros compañeros en unos camiones para dirigirse a San Isidro de General, donde debían tomar aviones para lanzarse sobre limón. Simultáneamente debíamos iniciar nosotros la famosa marcha fantasma hacia Cartago, en la que habré de referirme a alguna ocasión y por circunstancias imprevistas se demoró veinticuatro horas de moto que se pudo realizar la toma de Limón el mismo día y la Toma de Cartago. Entre mis obligaciones como Jefe de Personal y Orden, había asumido la de conducir personalmente los reclutas que enviábamos como refuerzos a los diferentes frentes desde el cuartel General de Santa María. Entre estos frentes, el de mis mayores preocupaciones era el del Empalme, tanto porque era el batallón que yo mismo había fundado y le tenía especial interés y cariño, como por ser el punto más difícil por su clima y por la posición sometida a continuos ataques del enemigo. El 1º de abril, ya cayendo la tarde, me dirigí con un refuerzo de unos treinta hombres aproximadamente que acomodé en un camión y en un Jeep, tomando yo la rueda del jeep hacía el Empalme. Cerca de las cuatro de la tarde, tal vez un poco más tarde, llegamos al puesto del Jardín que estaba entonces al mando de Tuta Cortés. Ahí paramos un rato a cambiar impresiones y reconocer el terreno y recibí noticias muy alarmantes. Me dijo Tuta que una cazadora había sido enviada por él desde la mañana al Empalme con instrucciones de volver inmediatamente y que habían pasado muchas horas y no regresaba. Por otro lado, se había oído todo el día un intenso cañoneo de morteros y fuego intenso de ametralladoras y fusilería, que había cesado súbitamente cerca de las cuatro de la tarde, siendo seguido por una calma impresionante, todo lo cual la hacía sospechar que los nuestros podían haber sido desalojados de sus posiciones y destruidos, y que si yo decidía seguir adelante con mis hombres debía hacerlo con suma cautela.


Efectivamente así lo decidí y como ya empezaba la noche a caer, ordené que apagaran las luces tanto del jeep como del camión y que muy lentamente avanzáramos en dirección El Empalme. En el trayecto tardamos más de una hora por las condiciones difíciles en que avanzábamos. Cuando ya nos dimos cuenta que estábamos cerca de la panoamericana, hice bajar a los hombres y apostarse a ambos lados de la carretera, resguardándose en el paredón y empezó a reconocer los lugares. Había perfecto silencio, clima y oscuridad completa. Transcurrió algún tiempo y tomé la decisión de enviar un explorador. Misión ésta sumamente peligrosa y difícil, para lo cual se requería un hombre de condiciones especiales. Se presentó como voluntario Harry y recibió de mí las siguientes instrucciones: atraviese usted sigilosamente la distancia que nos separa de la carreteara y al llegar al punto donde está o debe estar el centinela del Empalme, lance usted la voz de santo y seña y si no recibe contestación, siga adelante con suma cautela internándose en los terrenos que forman la finca El Empalme, tratando de averiguar qué es lo que ha sucedido allí. Sepa que es una misión de vida o muerte y que usted puede ser reconocido y tirado o capturado y que debe ejercer la mayor prudencia y habilidad. Con estas instrucciones nuestro compañero se fue y nos quedamos esperando en una angustia sumamente grande. Varias veces sentí el impulso de retirarme porque comprendí que de la decisión que tomara dependía la vida de treinta o cuarenta compañeros que estaban conmigo esperando en la oscuridad, sin saber si mientras tanto nos habían descubierto y nos estaban rodeando para abrir fuego súbitamente de ametralladora contra nosotros. Sin embargo en la duda me abstuve y transcurrió por lo menos una hora que se nos hizo interminable, al cabo de la cual empezó a ver luces de foco en dirección del Empalme y se oyeron algunas voces que anunciaba que venía alguna gente hacía nosotros. Al poco tiempo ya distinguí que eran nuestros compañeros y reconocí la voz de Frank Marshall, quien regresaba acompañado a Harry. Este se presentó ante mí, y me dio sencillamente “misión cumplida”. La emoción que sentí yo de esa sencillez del compañero que había arriesgado su vida por salvar la nuestra, no la puedo describir. Luego llegó inmediatamente Frank y nos relató lo que había sucedido, contándonos que todo el día habían sido objetos de un ataque feroz de parte de las fuerzas del Gobierno, que había sido rechazada por ellos victoriosamente, habiéndose retirado los enemigos a sus posiciones en La Sierra. Cansados, extenuados por la lucha intensa de todo el día, se habían retirado, los nuestros al fondo de la finca a descansar y a comer; y en esas condiciones fue que llegamos nosotros, no encontrando ninguna o ningún retén en carretera. Así deja el Lic. Alberto Martén Chavarría relatado lo referente al


establecimiento del frente de El Empalme, en donde tan duras y decisivas batallas se produjeron.

Proyecto de Institucionalización Democrática de la Empresa: La................................................................................................................................ ............ Considerando:............................................................................................................. ............ Primero: Que deben superarse los conflictos laborales, y las violentas y prolongadas huelgas ilegales en que degeneran, con fuertes pérdias para la economia nacional, grandes congojas para los empresarios y severas privaciones para los trabajadores. Segundo: Que el irrespeto por los fallos judiciales que declaran la ilegalidad de una huelga y la tendencia a univerzalizar la liegalidad de una huelga y la tendencia a universalizr el conflicto por medio de huelgas de solidaridad, demuestran que una parte considerable al menos de la clase trabajadora no se siente la violencia para hacerse justicia por su mano. Tercero: Que el dialogo constructivo entre patronos y grupos trabajadores sólo es posible cuando éstos últimos están debidamente representados por una entidad laboral, que inspirada en fines de armonia, colaboracion y solidaridad, forme parte de la Empresa.


Cuarto: Que el conflicto politico y el conflicto economico que internamente existen entre los elementos de la empresa, deben regularse en base a una fórmula de justicia, que establerza la significacion empresarial que cada uno de ellos tiene en esos campos. Quinto: Que regulados los conflictos referidos en el extremo anterior, éstos se verían sustituidos por la colaboracion interna entre los elementos de la empresa. Sexto: Que además del equilibrio empresarial interno entre sus elementos, conviene procurar el equilibrio externo, como sinónimo de solidaridad entre la empresa y la comunidad donde ésta opera. Mediante la capitalización de acciones laborales, cuya administración corresponda exclusivamente a la Entidad Laboral que en cada empresa asocie a sus trabajadores. Acciones que por su condición de inalienables, tutelen la soberanía economía de la nación. Por lo tanto, Decreta: La Institucionalización Democrática de la Empresa. Artículo 1 Toda empresa que cuente con 10 ó más trabajadores, para poder gozar de los beneficios de la presente ley, deberá institucionalizarse democráticamente. A tal efecto adoptará la forma jurídica de una sociedad anónima, que aquí llamaremos Compañía. Paralelamente, sus accionistas constituirán una sociedad anónima, que aquí llamaremos Entidad Capitalista, a quien le traspasarán las acciones de la Compañía, y sus trabajadores por su parte, se organizarán bajo la forma jurídica que aquí llamaremos Entidad Laboral. Mientras no exista Entidad Capitalista como persona jurídica, los dueños de las acciones capitalistas de la Compañía tendrán moralmente ese carácter. Artículo 2 La Compañía, es la forma jurídica de la Empresa. Será una sociedad anónima y sus titulares serán la Entidad Laboral y la Entidad Capitalista. Artículo 3 El capital social de la Compañía, tendrá dos tipos de acciones: a) Capitalistas: Representan el capital que aportan los inversionistas. Serán de cualquier clase y valor que la ley autorice. b) Preferidas laborales. Representan un aumento de capital que al constituirse la compañía se autoriza, equivalente al capital dividido en acciones capitalistas con voz y voto, menos un 1%. Artículo 4


Las acciones preferidas laborales tendrán los siguientes privilegios: a) Las suscribe automáticamente el Fondo Nacional a que se refiere el artículo 9, quien las paga con los ingresos que le procura la aplicación de la proporción a que se refiere el artículo 16. La mitad de las acciones preferidas laborales, en proporción a sus salarios, se adjudican, automática e idealmente a los trabajadores que figuraron en las planillas durante el periodo en que se capitalizaron. Lo anterior para efectos del canje a que se refiere el artículo 12. b) Cuando se eleve el capital social dividido en acciones capitalistas con voz y voto, automáticamente aumentará el capital autorizado dividido en acciones preferidas laborales, hasta recuperar el porcentaje perdido con relación al primer capital citado, indicado en el extremo b) del artículo 3. c) El capital dividido en acciones preferidas laborales nunca podrá sobrepasar el porcentaje s que se refieren el inciso b) del artículo 3. d) Una vez pagado el capital autorizado, se suspende el procedimiento de capitalización de las acciones preferidas laborales, reanudándose cada vez que en virtud de nuevos aumentos de capital haya nuevas acciones preferidas laborales susceptibles de ser capitalizadas. e) Cuando la Compañía haya obtenido ganancias, deberá distribuir los dividendos que correspondan a las acciones preferidas laborales, por lo que el acuerdo de capitalizar las ganancias, únicamente afectará las acciones capitalistas. Los adjudicatarios de los dividendos pagarán al Estado, en concepto de impuestos, el ….% del monto recibido. f) La voz y el voto de las acciones preferidas laborales corresponde exclusivamente a la Entidad Laboral de la Empresa. Artículo 5 La Entidad Laboral es la forma asociativa que los trabajadores de la Compañía constituyen, para que en armonía y colaboración con la Entidad Capitalista, los represente dentro de la Empresa. Artículo 6 La Entidad Laboral gozará de los beneficios y exenciones que la Ley de Asociaciones Cooperativas confiere. Artículo 7 Ni los trabajadores de la Entidad Capitalista ni los de la Entidad Laboral que no trabajen para la Compañía, formarán parte de la Entidad Laboral, la cual únicamente agrupa a los trabajadores de la Compañía. Artículo 8 La Entidad Capitalista es la sociedad que los dueños de las acciones capitalistas de la Compañía constituyen, para traspasarle esas acciones. Artículo 9


El Fondo Nacional es la sociedad anónima que se constituye con los siguientes fines a) Recaudar las acciones preferidas laborales. b) Recaudar los dineros provenientes del impuesto sobre la renta de los cotizantes independientes. c) Emitir acciones consolidadas en base a su patrimonio mencionado en los incisos a) y b) anteriores. d) adjudicar las acciones consolidadas a sus dueños. e) Pagar los dividendos que generan las acciones consolidadas. f) Tomar nota en el libro registrado de endosos, que al efecto llevará, de los endosos nominativos que deberán reportarle los endosatarios. Artículo 10 El patrimonio del Fondo Nacional está constituido únicamente por las acciones preferidas laborales y los dineros de los cotizantes independientes. Artículo 11 El capital social del Fondo Nacional reflejará su patrimonio real, y estará dividido en acciones consolidadas nominativas sin voz ni voto. Artículo 12 Cuando un trabajador se pensione o incapacite permanentemente, automáticamente le entregará acciones consolidadas por el mismo valor de las acciones preferidas laborales, que mientras trabajaba le adjudico idealmente la Entidad Laboral. Artículo 13 La otra mitad de las acciones preferidas laborales que se capitalizaron mientras mantuvo su relación laboral el trabajador en la compañía, y que oportunamente se traspasaron al Fondo Nacional de acuerdo al artículo 4, las conserva este en Cartera, en concepto de impuestos de adjudicación. Son inalienables y sus dividendos los reinvertirá proporcionalmente entre las empresas que hayan adoptado el sistema y que estén pagando impuesto sobre la renta. El Fondo Nacional y su patrimonio accionario constituyen el Estado Económico de la nación, cuyo fin será tutelar la soberanía económica de la nación. Artículo 14 El Fondo Nacional será administrado por una Junta Directiva de doce miembros, electos por las entidades laborales que hayan aportado acciones preferidas laborales. La Elección se llevará a cabo anualmente en una asamblea especialmente convocada al efecto. Después del primer año se reelegirá a la mitad de los miembros por un año más. El año siguiente, las personas reelectas el año anterior serán sustituidas por otras personas, y así sucesivamente. Artículo 15 La Junta Directiva del Fondo Nacional, previa información en que se demuestre mala administración, o separación por parte de la entidad laboral de su línea de armonía y colaboración, podrá sustituir a la Entidad Laboral en sus funciones de representar las acciones preferidas laborales en las asambleas de la


Compañía. Artículo 16 Corresponderá al Banco Central de Costa Rica fijar anualmente los intereses máximos, que para los efectos de la aplicación de la fórmula que se dirá, devengará el capital neto de las diferentes compañías que operen en el país. Artículo 17 Las ganancias netas de la Compañía, incluyendo dentro de las deducciones para establecerlas, los salarios pagados a los trabajadores según la planilla, los intereses pagados a los trabajadores según la planilla, los intereses máximos sobre el capital neto, se repartirán entre la Entidad Laboral y la Entidad Capitalista, en base a la proporción: salarios-intereses, mediante la aplicación de las siguientes fórmulas: salarios ganancia neta x -------------= Ganancias de la Entidad Laboral salarios e intereses intereses ganancia neta x-----------=Ganancias de la Entidad Capitalista salarios e intereses. Artículo 18 La palabra “salarios”, dentro de las fórmulas anteriores, significa la totalidad de la planilla del periodo correspondiente. La palabra “intereses”, significa el total de los intereses máximos correspondientes al capital neto de la Compañía, calculados al tipo que fije el Banco Central de Costa Rica durante el mismo periodo. Artículo 19 La Entidad Capitalista capitalizará o adjudicará a sus socios, las ganancias que la fórmula del artículo 15 le confiere, según lo acuerde su asamblea de socios, previo pago de los impuestos correspondientes en su caso. La Entidad Laboral capitalizará sus ganancias en acciones preferidas laborales de la Compañía. Artículo 20 Transitoriamente y por tiempo indefinido, lo que queda a entera discreción de la Compañía, el Estado destinará el 10% del impuesto sobre la renta que pague la Compañía a capitalizar sus acciones preferidas laborales de esa Compañía, prescindiendo de la aplicación de la fórmula anterior, y siguiendo en lo demás el mismo procedimiento previsto en esta ley. Artículo 21 El 10% del impuesto sobre la renta que paguen las personas físicas o jurídicas independientes, que no pertenezcan a alguna Empresa institucionalizada


democráticamente, lo entregará el Estado al Fondo Nacional, quien capitalizará con ellos acciones consolidados que al efecto emitirá. La mitad de esas acciones se les adjudicaran en forma ideal, y en forma real y definitiva, cuando se pensionen o incapaciten permanentemente. La otra mitad las conserva en Cartera el Fondo Nacional, para los fines señalados en el artículo 13. El Fondo Nacional destinará los ingresos provenientes de los cotizantes independientes a capitalizar acciones preferidas laborales, proporcionalmente entre todas las empresas que hayan adoptado el sistema, y que estén pagando impuesto sobre la renta. Artículo 22 El acuerdo de institucionalizar democráticamente las sociedades anónimas existentes que serán las compañías dentro de la nueva estructura democrática y tripartita de la empresa, se tomará en asamblea general extraordinaria especialmente convocada al efecto. Artículo 23 El registrador mercantil, al recibir para su protocolización el acuerdo correspondiente, reformará de oficio el capital de la sociedad existente, dividiéndolo totalmente en acciones comunes nominativas, e inscribiéndolo a nombre de la Entidad Capitalista. Artículo 24 El acuerdo referido en el artículo anterior lleva implícita la decisión de constituir una sociedad anónima que será la Entidad Capitalista de la Empresa, y el registrador mercantil la inscribirá de oficio, de no disponer el acuerdo respectivo lo contrario. Por la constitución de la nueva sociedad no se pagarán impuestos, derechos, ni timbres. Los socios de la Entidad Capitalista serán los mismos de la sociedad existente, quienes automáticamente suscriben toso su capital social por un monto equivalente al que tenían en ésta última. Lo pagan automáticamente, aportándole por su valor nominal, todas las acciones que tengan en la Compañía. El capital de la Entidad Capitalista será idéntico al de la sociedad existente antes de transformarse en la Compañía de la Empresa, con la misma clase, valor y dueños de las acciones. En lo demás el registrador ajustará la Entidad Capitalista a lo que dispone la presente ley. La razón social de la Entidad Capitalista será igual al de la Compañía, con la única diferencia de que irá precedida de las letras EC. El registrador, en su situación de oficio, procederá en base al acuerdo que protocoliza, a la presente ley, y a los datos que arroja el Registro Mercantil. Artículo 25 La Entidad Capitalista de una Empresa puede ser la Compañía de otra


Empresa. La Entidad Capitalista de una Empresa puede ser la Entidad Capitalista de otra Empresa. La Entidad Laboral de una Empresa no puede ser la Compañía de otra Empresa. La Entidad Laboral de una Empresa puede ser la Entidad Capitalista de otra Empresa. Cada Compañía tiene su propia Entidad Laboral. Los empleados de la Entidad Laboral que no trabajen en la Compañía no formarán parte de aquella Entidad Laboral. Tampoco formarán parte de esa Entidad Laboral, los empleados de la Entidad Capitalista. Los empleados de una compañía nueva, que la Entidad Laboral de otra Empresa existente decida constituir, para que se considere institucionalizada democráticamente, deberán constituir su propia entidad laboral. Igual procedimiento se aplicará a la Entidad Capitalista, que además de cumplir con esa función dentro de una Empresa institucionalizada democráticamente, constituya una nueva Compañía para que con un grupo de trabajadores se dedique a producir riqueza. Artículo 26 Las acciones de la Entidad Capitalista, las capitalistas de la Compañía, y las consolidadas del Fondo Nacional con excepción de las que pertenezcan al Estado, podrán transmitirse libremente por endoso nominativo, sin pago alguno de impuestos, derechos ni timbres. Artículo 27 Se acuerda institucionalizar democráticamente en forma tripartita las siguientes empresas públicas: ……………………………………………………………………………………………… ………… Al efecto el Estado transformará cada una de ellas en una sociedad anónima, que serán las compañías dentro de la nueva estructura tripartita. Simultáneamente el Estado les aportará las acciones capitalistas de cada una de duchas compañías a una nueva sociedad anónima que al efecto constituirá, una por cada compañía, que serán las entidades capitalistas dentro de la estructura tripartita. El capital de casa compañía será igual al valor que les den conjuntamente el Banco Central de Costa Rica y la Dirección General de la Tributación Directa a su patrimonio. La razón social de cada compañía será la misma que la de la Empresa pública transformada en sociedad anónima: pero agregándole al principio la palabra “Compañía”. La razón social de cada Entidad Capitalista será igual al de la Compañía


cuyas acciones capitalistas le pertenecen: pero agregándole al principio “Entidad Capitalista de la”. Para cumplir con todo lo anterior se seguirá el procedimiento indicado en los artículos anteriores. El Estado indicado en los artículos anteriores. El Estado venderá el 49% de las acciones capitalistas que le pertenezcan en las siguientes entidades capitalistas: ……………………………………………………………………………………………… ………… El Estado venderá el 100% de las acciones capitalistas que le pertenezcan en las siguientes entidades capitalistas: ……………………………………………………………………………………………… ………… Para la venta de las referidas acciones, se dictará un regalamento.

ALBERTO MARTÉN Profesor de Economía de la Universidad de Costa Rica

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TEORIA METAFISICA DEL DINERO

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SAN JOSE, COSTA RICA 1951

“Ciencia no es erudición, sino teoría.” Ortega y Gasset. (Espíritu de la Letra)


Dedicatoria A los empresarios y trabajadores de mi patria Costa Rica y del mundo entero, en su guerra de liberación contra una moneda tiránica y absurda.

PREFACIO —∙—


Es corriente encontrar en la literatura económica moderna expresiones de este tipo: “El dinero es la contabilidad de la riqueza”. “El dinero son números.” “El dinero es un artificio sutil para ligar el presente con el futuro”. “El dinero es un reflejo objetivo fugaz de los precios”. Estas frases y muchas otras semejantes revelan la convicción intuitiva que tienen sus autores de la verdadera naturaleza abstracta del dinero, pero no pasan de ser juicios aislados y no se han sistematizado en una teoría coherente que coordine todos los aspectos del sistema monetario con la definición implícita de la esencia del dinero que esos juicios encierran. Los economistas, indudablemente, han presentido y vislumbrado la verdadera naturaleza pero no nos han dado la verdadera teoría del dinero. Las páginas que siguen son un esfuerzo por concretar en una teoría consistente los juicios e insinuaciones contenidas en las frases transcritas y en aquellas otras de carácter similar que abundan en la literatura monetaria, supliendo la armazón teórica de que carecen. Constituyen también el primer capítulo de un sistema económico completo. El dinero es la sangre del cuerpo económico. Las teorías monetarias e4stán llenas de aberraciones, y las aberraciones monetarias, como la mala sangre, vician todo el sistema. Creo en consecuencia que no puede formularse ninguna teoría general económica si no se ha comprendido cabalmente el fenómeno monetario. Al desentrañar la esencia del dinero aparecen calaras muchas otras relaciones económicas que en la vida real se expresan en términos de moneda y cuya verdadera naturaleza estaba nublada por el velo monetario. En efecto, no se puede tener un conocimiento exacto del ahorro y del crédito, o del capital y el interés, por ejemplo, sin haber precisado de antemano una concepción cierta del dinero. Convencido de esta verdad, me propuse investigar primero el fenómeno monetario y no proseguir en mis estudios antes de haber logrado convicciones firmes en esta materia. Vencidas las múltiples dificultades de orden teórico que en un principio parecían insuperables, creo haber elaborado una teoría monetaria consistente. Todas mis proposiciones han sido alcanzadas deductivamente de una intuición a la que he dado el nombre de Teoría Metafísica del Dinero. El objeto de esta denominación, que los filósofos tal vez podrían impugnar, es recalcar aquella circunstancia decisiva cuyo presentimiento o como las transcritas en el encabezamiento de este prefacio, pero no pudo, sin embrago, alejarlos de los detalles del mecanismo monetario para hacerlos entrar derechamente a desatar el nudo gordiano de la cuestión. Debido a este enredarse en los aspectos secundarios hasta el momento han fracasado. La teoría que hoy expongo acepta conclusiones fragmentarias y particulares de muchos economistas monetarios, pero yendo más allá, afirma rotundamente que


el dinero es un concepto abstracto que no puede tener expresión corpórea; que todas las materias que se han usado como moneda no son indiferentes, es decir, igualmente buenas, sino asientos de contabilidad bancaria que registren, no movimientos de entidades monetarias autónomas como lo hace el dinero escriturario, sino movimientos de bienes reales. En suma, que el dinero no puede tener entidad propia, porque su esencia metafísica pertenece a la categoría de relación. Estas proposiciones que, cada una aisladamente pueden tener para muchos oídos un eco familiar, constituyen una cerrada trama teórica que he pretendido llevar hasta sus últimas conclusiones lógicas. Entrañan toda una concepción general de la economía congruente con sus premisas monetarias, de la que expongo la parte inseparable de la moneda en este primer trabajo. Comprendo que nada hay más difícil que aislar un tema para hacerlo objeto de un estudio especializado inteligible, porque la realidad es una y ningún hacho puede ser comprendido cabalmente sino en función del universo, sub specie aeternitatis. De ahí que no haya nada simple; de ahí que realidad sea infinitamente compleja. Todo, aun los detalles aparentemente más sencillos de la vida física e institucional, está condicionado por dos universalidades ontológicas, la estructura física del mundo y la estructura psíquica del hombre. Esta dificultad metodológica adquiere dimensiones extraordinarias tratándose del dinero. En efecto, el dinero es una de las cosas más sorprendentes de la tierra. Es a la vez algo completamente simple y trivial –un objeto que el vulgo maneja cotidianamente—y una compleja institución llena de nebulosidades conceptuales. Es el factor más importante de economía y un simple velo de la realidad sin importancia que los economistas frecuentemente rasgan en busca de las verdaderas relaciones económicas. Es el alfa y el omega de la ciencia. Es todo para algunos y nada para otros. Y esos contrastes extremados de opinión no se manifiestan solamente en las conversiones del vulgo sino también en las lucubraciones de los eruditos, y en las decisiones de los estadistas. El dinero ha llamado la atención de los hombres de negocios y de los poetas, de los filósofos y de los políticos de todos los tiempos. Algunos como Licurgo (¹) y Boisguillebert (²) lo han condenado y lo han proscrito. Otros como Malthus (³) han destacado su importancia. Pero sea algo trascendental o insignificante, bueno o maligno, real o imaginario, es lo cierto que todos tenemos que ver diariamente con él y que el dinero mantiene intrigados y perplejos a letrados y profanos desde hace más de 3.000 años, habiéndose recrudecido intensamente las controversias monetarias después de la primera guerra mundial.


(¹) “Y en primer, anulando toda la antigua moneda de oro y plata, ordenó que se usase otra que de hierro, y a ésta en mucho peso y volumen le dio poco valor: de manera que para la suma de diez minas se necesitaba de un cofre grande en casa, y de una yunta para transportarla. Y con solo esta mudanza se libertó Lacedemonia de muchas especies de crímenes”. (Plutarco Vida de Licurgo p. 99). (²)”El dinero se ha hecho el verdugo de todas las cosas”. El arte financiero en el “alambique que ha hecho evaporar una espantosa cantidad de bienes y de artículos para hacer ese fatal précis”. “El dinero declara la guerra a todo el género humano”. (Dissertation sur la nature des richesses, de Pargent et des tributs. Citado por Marx, Capital, p.193). (³) “El medio circulante representa un papel de tal importancia en la distribución de la riqueza y constituye un aliciente tan poderoso para la laboriosidad, que pocas veces es prudente apartarlo de nuestros razonamiento”. (Principios de Economía Política, p. 273, n.).

Es más, repito que ningún sistema económico general puede sostenerse si contiene una concepción equivocada del dinero. Así afirmó con mucha propiedad Silvio Gesell que el marxismo estaba viciado esencialmente por un error monetario: “Este es un error tan grande como el anterior de Marx. Y dado que se ha equivocado con respecto al dinero, que es la médula de toda la economía social, debe haberse equivocado también en lo demás.” (¹). El error que Gesell apunta a Marx puede señalarse con igual propiedad al mismo Gesell y a Keynes, el oráculo económico de las últimas dos décadas. Los tres han querido construir edificios económicos sobre las arenas movedizas de una teoría monetaria falsa o incompleta. Todo mi trabajo es eminentemente teórico. A los estadistas y banqueros correspóndela labor de crear las instituciones y los mecanismos que han de transformar en bienestar económico la verdad encerrada en mi sistema. Su labor implica dificultades tremendas. Incitándolos a que la acometan y adelantándose al prejuicio de aquellos hombres prácticos que sienten displicencia por todas las teorías, deseo recordarles que nadie puede escapar a la teoría, aunque puede obstinarse en seguir aferrado a teorías viejas. La disyuntiva clásica no es realmente entre teoría y práctica sino entre vieja y nueva teoría o entre teoría buena y teoría mala. Recordemos el viejo adagio popular que dice “nada hay más práctico que una buena teoría”… y seamos prácticos. Con una concepción correcta del dinero llevada a ejecución se pueden eliminar muchas anomalías e injusticias económicas. Por eso pienso que mis


investigaciones en ese campo de la teoría, de haber llegado a conclusiones ciertas, no sólo podrán proporcionarme la recompensa intelectual de haber contribuido a la formación abstracta de la ciencia, sino también la intima satisfacción humana de haber ayudado con u aporte precisar, a mejorar la suerte de los desheredados de la tierra. ALBERTO MARTÉN San José, enero de 1951

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1. LA INVENCION DEL DINERO


1. — LA ECONOMIA DE CONSUMO Y LA ECONOMIA DE LUCRO

El estudio de la evolución económica de la humanidad nos enseña que los pueblos han pasado por diversas etapas (¹) en las que el comercio aparece siempre tardíamente. En efecto, el comercio organizado requiere una división del trabajo bastante extendida, sistemas monetarios, vías de comunicación, alguna acumulación de riqueza y un cierto grado de cultura económica entre los miembros de la comunidad. En los grupos humanos completamente primitivos no existe el comercio especializado. Aunque no faltan voces en contra (²), es opinión muy general que las primeras manifestaciones de la división del trabajo fueron acompañadas de un cambio de productos sin intervención del dinero, que no se conocía. Este procedimiento denominado trueque, era sumamente defectuoso (³) y dio finalmente origen a la invención del dinero. El cambio se originó en el excedente que la división del trabajo produjo sobre lo que el propio productor era capaz de consumir. Este excedente tuvo que despertar la conciencia del hombre a los problemas del valor de cambio. Efectivamente, las cosas que hasta entonces se juzgaban y apreciaban más o menos en relación con su aprovechamiento como bienes de consumo, perdían ya todo interés en eso aspecto y se convertían en “valores de cambio”, es decir, en objetos destinados al trueque por otros productos que sí eran útiles para el consumo. El valor de cambio venía a ser en cierta forma la utilidad para otros de un bien de consumo excedente. En una comunidad numerosa, los otros son abrumadamente los más, y el consumo individual del productor viene a ser lo que en matemáticas se llama cantidad despreciable. De esta manera, en las tareas de la producción se va perdiendo de vista el carácter de bienes de consumo que tienen los productos y se les llega considerar como simples valores inútiles para el consumo propio y buenos solamente para procurar, por vía de trueque, los bienes apetecidos. Así gradualmente se fue trasformando la economía natural o de consumo en economía de trueque, en economía de lucro.


(¹) A. M. 10.2 (Véase advertencia en la Bibliografía) (²) A. M. 2.12 (³) He aquí, contada por Gide, la experiencia del Teniente Camerón al querer comprar una barca en su viaje a África (1884): «El hombre se Said quería ser pagado en marfil, y yo no tenía ninguno. Fueron a decirme que Mahomet Ibn Selib tenía marfil y que deseaba tela; por desgracia, como tampoco tenía yo tela, de poco me servía la noticia. Pero Ibn Guerib, que tenia tela, carecía de hilo metálico, y de éste tenia de cobre, me pagó en tela que transmití a Ibn Selib, dio éste su equivalente en marfil al agente de Said y logré mi barca». (Curso p. 270, n.).

2. —EL VALOR: ABSTRACCION DE LAS CUALIDADES UTILES DE LAS COSAS Para el hombre, según vamos viendo, los productos que con su industria crea, salvo una proporción pequeña que es la que él mismo aprovecha, no tienen importancia por sus propiedades físicas de las que se deriva su adecuación al consumo., sino por el valor en cambio que le representan. El jardinero en sus jardines, absorto en sus pensamientos, no piensa en el aroma y los colores de las rosas sino medita profundamente que bien pueden valer seis colones (¹) la docena y calcula si ese precio le han de dejar perdida o ganancia. Así como con las rosas, asó con todos los productos. El hombre, al volverse comerciante, ha abstraído la utilidad de las cosas, creando un concepto metafísico que se llama el valor. El valor es una sustancia mística que hace conmensurables todas las cosas. Para Aristóteles esa sustancia es la necesidad humana y para Marx es el trabajo del hombre (²). Tenemos, pues, todos los productos, todas las mercancías, todos los servicios, convertidos en valores. Los valores, a su vez, se computan en dinero. Mediante el proceso que dejo expuesto, las cualidades de las cosas útiles se han abstraído y organizado en un solo género: el valor. El valor, concepto abstracto, para efectos del tráfico comercial se concretiza en unidades monetarias. La historia de la literatura nos ofrece claros ejemplos de ese proceso de abstracción de los bienes al referirse a las fortunas que, en una época anterior al perfeccionamiento de los sistemas monetarios, se expresaban en bienes tangibles y hoy en números y signos monetarios. Job, dice la Biblia, “poseía siete mil ovejas, y tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, y quinientas


asnas, y muchísimos criados; por lo cual era este varón grande entre todos los orientales.” (³). Si Job, que se supone vivió en el Ⅴ antes de Jesucristo, cuando la moneda daba sus primeros pasos en la tierra (¹), fuera contemporáneo nuestro, estaríamos hoy su fortuna en millones de dólares y de libras esterlinas estimamos las fortunas de Rockefeller y Rothschild.

(¹) Seis nombres de algo que no existe. «La primera franco es el nombre de una cosa que no existe». (Walras, Elementos de Economía Política Pura, p.153). (²) A.M 2.5. (³) Job 1-3. 3. —INVENCION DE LA MONEDA Detrás de los discos de metal, que primero, y de los billetes y depósitos bancarios, que muy posteriormente, aparecieron y que hoy, conjuntamente circulan como dinero, está, como lo hemos explicado, la concepción teórica del valor de cambio. Toda la infinita variedad de bienes reducida a un concepto homogéneo de valor computable en unidades monetarias idénticas. Los bienes y servicios específicos se juntan en un solo género abstracto, el valor, que recibe representación tangible en las especies monetarias. Ese dinero físico es, pues, la traducción a la materialidad del concepto metafísico del valor; es el vehículo material homogéneo de la sustancia mística que hace a todos los bienes conmensurables. El dinero es una invención estelar de la humanidad. Por su medio el hombre desmaterializó la riqueza cambiable, facilitando su grafico. Si el individuo, como se ha dicho, sólo necesita una pequeñísima cantidad de bienes y servicios reales, con propiedades físicas adaptadas a su consumo personal, el resto para él puede consistir en una ingente aglomeración de valores, en una inmensa masa homogénea que se expresa en millones de signos monetarios. En lo sucesivo, el productor de maíz, de las cien fanegas que cosechó en el año guardará cinco para su consumo y venderá el resto por una suma de colones. El maíz vendido deja de ser alimento y se convierte en dinero, en un fajo de billetes o en su saldo bancario que tienen poder de compra general, Los tomates, las naranjas, los frijoles, el arroz, la caña que vendió, todos ellos dejan de ser frutos de la tierra, zumos y colores, pulpas olorosas y nutritivas para convertirse en dinero. No importa, ya veremos, que ese dinero sean monedas de oro rutilante, ajados


billetes o dinero impalpable depositado en una cuenta bancaria. Lo importante es que el productor cambió las especies materiales del maíz y de la caña por el género abstracto del dinero. Con ese dinero puede adquirir posteriormente cuento se halle en venta, que es mucho, y aun algunos creen que todo. Claramente tenemos a la vista un procedimiento de entrega a la comunidad de una producción de bienes concretos a cambio de un poder abstracto de compra. La comunidad se queda con los bienes, el individuo con el dinero. Como ese procedimiento es general, el cuadro de una economía monetaria es el de una comunidad en posesión de un abigarrado conjunto de bienes y de los individuos que la integran en posesión de un poder general de compra concretado en unidades monetarias homogéneas con las cuale4s pueden comprar a determinados precios cada uno de los artículos que componen el total de esos bienes. ¿Cómo se fija el precio de cada mercancía? ¿Cómo distribuye la comunidad el dinero y cómo efectúa el recibo de los bienes? ¿Cómo realiza luego la venta de los mimos? ¿Cómo se hacen las mercancías vendidas? ¿Qué se hace el dinero? Sería imposible intentar siquiera dar una respuesta a estas preguntas sin una comprensión cabal de la naturaleza y mecanismo del dinero. Esa es, pues, nuestra primera cuestión.

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2. LA CUESTION ONTOLOGICA


4. —EL ENIGMA DEL DINERO La naturaleza escurridiza del dinero ha intrigado a los mayores genios económicos de todos los tiempos, y aun hoy se considera que el problema integral de la moneda está sin resolver y que sólo se han logrado dilucidar aspectos parciales del mismo. Carlos Marx, por ejemplo, creyó indispensable despejar esta incógnita como paso previo a la exposición de su teoría de la plusvalía. En la página 35 del Capital (¹) nos anuncia, después de un planteamiento de la cuestión del valor, que «de este modo se desvanecerá el enigma del dinero». Sin embargo, deja la tarea inconclusa de los movimientos ocultos del dinero en la economía, no puntualiza por qué éste ha de comportarse necesariamente así. Nos dice el cómo pero no el porqué. En el fondo Marx admite el dinero como bueno y condena la organización social que lo maneja. De ahí que su solución sea política (dictadura del proletariado) y no técnica. Para poder obtener buenos resultados con u dinero absurdo, naturalmente, no le queda más remedio que la dictadura. Resuelve u n problema y crea otros veinte. Más fácil y más científico sería corregir los defectos del dinero. Otro gran economista que también trata de edificar todo un sistema general teórico sin cuidarse de sanear el elemento principal del mismo, el dinero, es John Maynard Keynes. Este pensador pretende cambiar la


organización del crédito bancario, influir en las costumbres del consumo y del ahorro y orientar la política fiscal. Todo ello para adaptar la sociedad a un tirano cojo y arbitrario, su majestad el dinero. Repito que más técnico y más simple seria regenerar el dinero. Un tercer economista también fallecido que sí atacó derechamente el problema del dinero, es Silvio Gesell. De su sistema opina Keynes, que tiene extravagancias y genialidades (²). Yo considero que su teoría es incompleta y su mecanismo ineficiente pero que tienen un aspecto de verdad, aspecto que, por consiguiente, debe recogerse para incorporarlo, con el debido crédito a su autor, a todo sistema monetario que pretenda basarse en la naturaleza de las cosas. Para no incurrir en el defecto que vengo reprochando a los sistemas marxista y keynesiano, es indispensable iniciar las investigaciones económicas con el dinero mismo, para ver si se logra no sólo «desvanecer el enigma del dinero», sino desatar el nudo gordiano que ese enigmático diablo retozón he hecho en evillo de la economía. El dinero, pues, es una enigma, y para entrar a la Tebas económica hay que descifrarlo. Sin ello, nos comerá la Esfinge. (¹) Edición Aguilar, Madrid, 1931. (²) Teoría General, p 339 y sigs.

5. —DINERO Y DINERIDAD El primer paso para descifrar este enigma es identificar el dinero para analizarlo. Del dinero se han dado múltiples definiciones. Algunas teorías tratan de explicarlo como una institución puramente económica: el dinero es una creación de economía. La tesis opuesta afirma que el dinero es una creación del Estado. Yo creo que hoy es una creación de ambos, porque ningún Estado ha renunciado a la regalía monetaria. Es necesario eliminar esta controversia y considerar como dinero únicamente la moneda de curso legal; en Costa Rica: el colón. De no hacerlo, llegaríamos a nada porque es un cierto sentido no existe dinero sino dineridad o liquidez, propiedad de todas las cosas gozan en mayor o menor grado. De ciertos objetos muy vendibles se dice corrientemente: «esto es plata», plata en el sentido corriente de dinero. Los tratados elementales de economía nos dan listas de bienes, de acuerdo con el grado de liquidez o dineridad de los mismos, desde los inmuebles hasta las monedas de oro acuñado. Algunas veces ciertos bienes adquieren mayor liquidez que el propio dinero oficial, como sucedió con los cigarrillos en algunas regiones de Europa en la inmediata post-guerra. Aludiendo a esta


circunstancia, una caricatura reproducida en una de las numerosas revistas que editan las Naciones Unidas presentada la escena del diablo en un lugar del cielo conversando con dos angelitos. ¿Cómo entraste aquí?, le preguntaban los ángeles al diablo. Belzebú contestó: «muy fácil, 10 cigarrillos.» Para comprobar qué es dinero hay que huir de las sutilezas. Con el criterio de liquidez o dineridad resultaría que dinero es todo lo que se quiere; cuestión de subir o bajar el límite de liquidez. Pero si dinero es todo, entonces el dinero es nada. La especie se convierte en género, desapareciendo como especie. Debemos aceptar como criterio de los que es dinero únicamente el de la certeza de su poder de compra. Esta certeza consiste en una doble circunstancia que sólo el dinero auténtico posee. La primera es la obligatoriedad de recibirlo en pago; la segunda es la determinación exacta e inalterable de su precio en la unidad de medida de valor aceptada por todos y sancionada por la ley. Volviendo a los cigarrillos, es claro que por muy apetecidos que fueran, debían, reducirse mentalmente a marcos, dólares, francos o chelines para cerrar los tratos, faltándoles la segunda condición. En efecto, esa reducción mental podía variar de un día a otro y de persona a persona. El dinero es, sin lugar a dudas, un concepto económico-jurídico. No podemos admitir respecto de él ni la concepción política que lo convierte en una creación exclusiva del Estado ni la concepción económica que hace de él una mercadería cualquiera. A lo sumo podríamos admitir que es una mercadería legal. En el desarrollo de nuestra teoría partiremos del concepto de que en toda comunidad civilizada el dinero es únicamente la moneda de curso legal. En Costa Rica, dijimos, el colón. Todas las mercancías-dinero deben considerarse como manifestaciones de una etapa pre monetaria en la que lo que se opera realmente es un trueque mediato.

6. — LA ESENCIA DEL DINERO Toda cuestión teórica profunda lleva derechamente al campo de la filosofía, lo mismo en economía que en Música que en Medicina que en Astronomía. El enigma del dinero es esencialmente una cuestión ontológica. Antes de indagar cómo circula debemos averiguar qué es. ¿Es el dinero, sustancia, cantidad, relación? ¿Es el dinero una mercancía, un vale, un número? Para contestar estas preguntas sigamos el método histórico-inductivo. ¿Qué ha sido el dinero a través de las edades? Durante los tiempos homéricos la moneda corriente fue el buey. Si con análisis del buey-moneda, hubiéramos de definir, el dinero, diríamos: es un


animal. En las comunidades del norte del Canadá, monedas corrientes fueron las pieles de castor. Si con análisis de las pieles de castor, hubiéramos de definir el dinero, diríamos: el dinero es una piel. En Costa Rica las almendras de cacao fueron moneda corriente de los indios. Si con análisis del cacao hubiéremos de definir el dinero, diríamos: el dinero es un producto alimenticio. En la Alemania ocupada en la última post-guerra los cigarrillos circularon profusamente como dinero. Si con análisis de los cigarrillos hubiéramos de definir el dinero, diríamos: el dinero es humo envuelto en papel. Por encima del buey, de la piel de castor, del cacao, de los cigarrillos, y de otros muchos materiales que omito por culto a la brevedad para la humanidad del dinero lo han sido la plata y el oro. Tendríamos entonce4s que definir el dinero diciendo: es un metal. Hoy día prácticamente todos los países han suprimido la circulación metálica substituyéndola por billetes de papel. ¿Qué es pues, el dinero: papel, metal, tabaco, cacao, castores o bueyes? Claramente se ve que las distintas sociedades humanas que adoptaron como moneda tan diversos materiales, poca o ninguna importancia concedían a los atributos físicos de la moneda, sino que atendían a la capacidad común que esos disimiles objetos poseían de realizar ciertas funciones relacionadas con el intercambio de bienes y servicios. Efectivamente, la moneda se inventó para facilitar los cambios. Su misión era resolver los dos grandes problemas prácticos que el trueque primitivo de bines y servicios presentaban, suministrando a los hombres una medida de los valores y un instrumento intermediario de los cambios. Estamos aquí frente a uno de esos casos corrientes en filosofía en que la esencia de una cosa no se relaciona con los atributos físicos de ella sino con las funciones que realiza. Uno de esos casos en que para saber lo que una cosa es, no se debe mirar en qué consiste sino qué hace. Por ejemplo, para saber si un líquido es leche o es vino, hay que analizar su constitución orgánica, es decir, hay que examinar las propiedades físico-químicas del líquido. En cambio para saber si un hombre es médico o es abogado hay que analizar sus actividades. Asimismo para saber si un cuerpo es buey, cacao u oro, hay que someterlo a un examen material de sus propiedades físico-químicas. Pero para saber si un objeto es o no una misma cosa puede a través del tiempo realizar funciones diferentes, llegamos a la primea conclusión de que la moneda es una categoría histórica. Efectivamente, un objeto puede en determinado momento ser destinado a servir de moneda, ser monetizado, y en determinado otro momento ser revelado de esas funciones, ser desmonetizado. Ninguno de sus atributos inmanentes han cambiado; el objetos sigue siendo el mismo: el buey, buey; el cacao, cacao; el oro, oro. Pero todos han dejado ya de ser moneda. La historia de Costa Rica claramente nos muestra ese fenómeno histórico. En


una cierta época el cacao fue la moneda nacional. Sin perder ninguna de sus cualidades físico-químicas, por simple convención social, dejó de ser moneda cuando los habitantes de este suelo consideraron más conveniente usar otros objetos como dinero. A principios de este siglo fue implantado el patrón de oro y el oro llegó a ser nuestra única moneda. La primera guerra mundial trajo la suspensión del patrón de oro y finalmente dejó el oro de ser moneda en Costa Rica. Pero el oro mantuvo siempre todas sus rutilantes cualidades físicas, antes de ser moneda, siendo moneda y después de haber dejado de ser moneda. La observación de los hechos que dejo relatados nos convence de que la esencia del dinero no radica en ninguna propiedad intrínseca de la materia, sino en la realización de ciertas funciones sociales. En consecuencia, todo aquello que efectivamente realiza en la sociedad humana funciones monetarias, es dinero. El dinero tiene una naturaleza funcional. Esta es una verdad, aunque no siempre bien razonada, largo tiempo admitida por la ciencia (¹). Las consecuencias necesarias que se derivan de la naturaleza funcional del dinero no han sido, empero, observadas en la organización de los sistemas monetarios.

7. — EL CONCEPTO METAFISICO DE NUMERO Hemos aceptado que el dinero tiene naturaleza funcional. Su esencia la determinan sus funciones, que son varias. Si esas varias funciones fueran esencialmente distintas, entonces el dinero serían cosas distintas. Es decir, el dinero sería un mismo nombre usado para cosas diferentes. Pero si las varias funciones se reducen a una sola, entonces el dinero es el nombre de una cosa de naturaleza única. Una de las funciones primordiales del dinero es la de servir de medida común de los valores. Examinemos esa primera función; después veremos las otras. Como medida del valor el dinero es algo abstracto. Toda medida lo es. En efecto, la medida de una magnitud es un numero abstracto y no puede obtenerse exactamente sino cuando la dicha magnitud es conmensurable con la unidad escogida. Aquí se trata de medir el valor. El valor, ya lo vimos, es una abstracción, una abstracción de segundo grado. Aquí no hay juego de palabras. Cuando yo vendo el exceso de mi producción sobre mis requerimientos de consumo, me estoy desprendido no de cosas utilizables, sino de valores. La explicación de este fenómeno fue hecha con toda amplitud en los párrafos 1 y 2 para medir esos valores se requiere una unidad de la misma especie, esto es, un valor. El valor que se escoja como medida puede ser cualquiera. Originalmente en Costa Rica


nuestra medida, el colón, era el nombre del valor de 778 miligramos de oro de 900 milésimos de fino. Hoy ficciosamente en la ley es el valor de 158.267 millonésimas de gramo de oro fino; pero en realidad su valor no está bien determinado. La unidad de medida que se adopte es intrascendente. Lo importante es el resultado obtenido al medir los valores con la unidad escogida. Ese resultado es un número. Por ejemplo, yo vendo un quintal de azúcar en 50 colones. La frase 50 colones se compone de un número «50», que es concepto abstracto, y de la palabra «colones», que una unidad abstracta de valor. Un colón, en efecto, es una dimensiona contenida en mayor o menor número en todas las cosas valiosas. El quintal de azúcar la contiene 50, ese mueble 300, aquella casa 50.000 veces, valiendo en consecuencia ¢50, ¢600 y ¢50.000 respectivamente. En estas expresiones lo importante no es el signo «¢» ni siquiera los números 50, 300, 50.000. Lo esencial es la relación de 50 a 300 y a 50.000. Para verlo con mayor claridad, expresemos esos mismos valores en dólares. Cambiarán los signos y los números, pero la relación entre las cantidades sigue siendo igual. Recordemos que estamos analizando la naturaleza del dinero a través de su función de ser la medida común de los valores. No nos ocuparemos, por consiguiente, de las monedas y billetes físicos. ¿Cuál es, pues, en cuanto servicios constituyen una acumulación de valores abstractos cuyos precios sólo expresan una relación cuantitativa entre ellos, es evidente que el dinero en que se computan esos precios no tiene otra función que la de establecer un número que se aplica con una pluralidad distinta a cada uno de los bienes y servicios que se cambian, para expresar la mayor o menor magnitud del valor de dichos bienes y servicios. Ahora bien, el número, según la definición newtoniana, es la razón abstracta de una cantidad a otra de la misma clase, Razón es relación. Luego, la esencia funcional del dinero, como dimensión del valor, es la de establecer una relación cuantitativa, es decir, un número. El sistema monetario es, pues, un sistema de números ligados a una unidad abstracta de valor cuya identidad es intrascendente. Que el dinero es un juego de números, o sea «una categoría abstracta» (²) es una afirmación corriente. Que se le trate empero, como tal, es cosa muy distinta. Veremos más adelante cómo los sistemas monetarios se olvidan de esa naturaleza abstracta del dinero con los consiguientes trastornos para la economía. Siguiendo mi análisis, veamos ahora la otra función esencial del dinero. Es ésta la de servir de instrumento intermedio de los cambios. Para ello los números que constituyen la esencia del dinero se graban sobre una moneda o se imprimen sobre un billete y estos objetos, convertidos en


dinero, se entregan a cambio de los bienes y servicios. En épocas anteriores se usó como dinero una mercancía intermedia que a la hora de las y transacciones se medía, se pesaba, o se contaba. Estos bienes propiamente no constituyen dinero. Se podrían llamar mercancías pre monetarias. Su uso señala ya el camino de la moneda, pero en realidad con ellas los hombres todavía están viviendo el trueque mediato. Veamos en qué consiste la función del dinero auténtico de servir como intermediario de los cambios. Así entendido, el dinero es una especie de prenda o ficha que se recibe a cambio del valor entregado por el vendedor en la operación de venta y que le permite recuperar en cualquier tiempo, por medio de una operación de compra equivalente. Estas transacciones implican un proceso de fijación de precio o sea de valoración en unidades monetarias abstractas. Así, digamos, el vendedor de un caballo llega a fijarle, mediante la operación del regateo en la plaza, un precio de ¢750. Hecho esto, el comprador saca de su bolsillo 7 billetes de ¢100 y 1 de ¢50 o bien 15 de ¢50 ó 75 de ¢10 o cualquier otra posible combinación. Estos papeles son prenda para el vendedor de haber entregado a otro miembro de la comunidad un bien valorado en ¢750 y el derecho correlativo de comprar cualesquiera valores por esa misma suma de colones. ¿Qué importancia tiene el material de que está hecha esa prenda? Ninguno, salvo el de garantizar la equivalencia de los valores que posteriormente se compraren con los que ahora se vendieron. Se pensó mucho tiempo que el oro garantizaba muy satisfactoriamente esa equivalencia. Pero la experiencia comprobó lo contrario. La teoría y la propia experiencia nos han demostrado que no es el material de las monedas lo que influye en su valor sino la cantidad y la modalidad de su circulación. El material ciertamente puede ser un medio de limitar la cantidad. Un medio torpe, ciego y… fracasado. ¿Pero qué es la cantidad? Un número, otra vez un número. Otra vez una razón abstracta. Las dos funciones esenciales del dinero, servir de medida común de los valores y de instrumento intermediario de los cambios, a las cuales son reducibles todas las demás funciones llamadas sucesivas o accesorias (³), nos revelan conjuntamente , según hemos visto en los últimos párrafos, que el dinero tiene una naturaleza única abstracta de relación, que es un número. Según Pitágoras (⁴), estamos en plena metafísica. Y según Robertson también, pues como ya lo veremos en detalle, nuestro sistema monetario se basa en «un simple número índice metafísico» (⁵). (¹) Carl Menger, Grundsaetze, p 313. «Ninguna cosa es en sí dinero, ya por su materia y las cualidades técnicas de ella, por su forma externa o aun por


menos actos de voluntad de los que ejercen el poder (por esas circunstancias en sí y para sí). En cambio dese una mercancía de cualquier clase, un artículo hasta entonces destinado al consumo o a la producción técnica, una materia prima o un objeto de arte, un metal ponderable por medio de la balanza o un documento capaz de circulación, —el mismo se convertirá en dinero, tan pronto y hasta donde realmente, en el desarrollo histórico del comercio de un pueblo, asuma la función de un intermediario general de cambio usual (y también respectivamente las funciones consecutivas de este último)». Cassel. Economía Social Teórica, p 318. «Pero es evidente que el concepto de propiedades de las cosas, sino recurriendo a las funciones esenciales de la moneda». (²) «El dinero mismo, en el fondo, es una categoría abstracta». Dr. Hermann Max. Las Bases Teóricas de la Política Monetaria, pág. 218. (³)La escuela psicología no reconoce al dinero más que una función única esencial. Véase la cita anterior del Carl Menger pág. 29. (⁴) En la filosofía pitagórica del número es el concepto metafísico central. (⁵) Moneda, pág. 250. «No es de sorprender que banqueros y gobiernos anhelen poseer en sus momentos de mayor responsabilidad algún talismán de más poder que un simple número índice metafísico, tanto para mostrárselo al pueblo como para contemplarlo en intimidad de sus privados. Hay las mismas razones para no turbar la fe pura del banquero y del periodista de la City (el político quizá no tenga ninguna) que para no turbar la del salvaje piadoso. Si nunca hubiera existido un patrón oro, habría sido necesario inventar algo parecido en beneficio de ellos».

8. —DESINTEGRACION DEL NUCLEO MONETARIO Dentro del concepto antiguo de moneda-mercancía se consideraba que el dinero era un excelente medio de acumular riqueza ahorrada. Si el dinero tenía las cualidades que según la economía clásica debía poseer una buena moneda (¹), -- y el oro era un buen ejemplo de ello en la opinión popular --, el guardar dinero en especie tenía innumerables ventajas, se creía, para su dueño. El único inconveniente era la pérdida de interés que significaba el mantener una fortuna en esta forma, pero tal inconveniente estaba compensado por el sentimiento de seguridad y la liquidez absoluta del capital así constituido. No había el peligro de grandes desvalorizaciones, ni gastos de conservación, ni problemas de administración de bienes, ni dificultades con deudores insolventes o morosos. Este criterio que halló acogida en los tratados científicos, pues entre las funciones de la moneda se ha venido aceptando unánimemente la


del ahorro, está basado en una falacia. Hoy algunos autores califican de criminal el atesoramiento (²). Sin embargo, no bastan los calificativos gruesos. Es necesario aclarar el error. Pero el error no está en los hombres sino en la moneda. Los avaros atesoran oro porque el atesoramiento de oro les resulta conveniente. Pero no sólo los avaros atesoran. Todo hombre que no sea pródigo tiene un instinto atesorador que Keynes llama «preferencia por la liquidez». El atesoramiento, o acumulación de dinero en especie, no se acabará mientras no cambie la naturaleza humana. Entretanto sólo queda un camino: cambiar la naturaleza del dinero; suprimir las especies monetarias. El hombre tiene una propensión psicológica a acumular. Para satisfacerla han venido echando mano del dinero porque es cómodo y eficaz para este fin. Con ello aparta la moneda de su verdadera función. Los economistas tratan de disuadir al hombre de esa perniciosa práctica, pero fracasan porque la naturaleza humana no se corrige fácilmente. Aquí, en realidad, ni siquiera es justo decir que el instinto de acumulación sea inconveniente. Lo que pasa es que al recoger para moneda una mercancía atesorable, se reunieron funciones incompatibles en una misma cosa. La moneda se define como instrumento de los cambios e instrumento del ahorro. Es decir, como instrumento del movimiento e instrumento de la inmovilidad; como factor dinámico y como factor estático. Simultáneamente no puede ser ambas cosas. Hoy, en el siglo de las desintegraciones nucleares, hay que desintegrar el núcleo monetario y darle a los hombres un medio de circulación y un medio de acumulación distintos e independientes: para acumular, una mercancía; para circular, un dinero inmaterial. Luego hay que borrar de los tratados de Economía e ahorro como función de la moneda y consignar este comentario histórico: En u principio, los hombres inventaron la moneda para facilitar los cambios. Por falta de conocimiento de los fenómenos económicos, escogieron para moneda ciertas mercancías, especialmente el oro. El oro ejercía una fascinación extraordinaria sobre los hombres y en vez de circularlo lo escondían en medias de lana, en botijas, en cajas de hierro, colchones de paja, y en grandes bóvedas subterráneas, custodiadas por soldados. En vista de ello, los banqueros inventaron unos billetes de papel para sustituir el oro como instrumento de la circulación de los bienes. La costumbre de guardar el oro hizo que los hombres guardaran también el papel. Entonces comprendieron los hombres que la moneda estaba por inventarse, e inventaron la moneda. (¹) A. M. 13.3 (²) Samuelson. Economics, pág. 215. «Unos pocos idiotas, almas tímidas, o


criminales mantendrán su dinero en forma de pequeños billetes guardados en sus medias o arrollados en las cortinas de la ventana ». 9. —EL DINERO FISICO NO PURFR OPERAR Averiguado, a través de su naturaleza funcional, que la esencia del dinero es un concepto metafísico de número, ¿puede el dinero para realizar correctamente sus funciones asumir formas corporales autónomas? No. Mil veces no. Veamos un poco qué pasó con el dinero cuando asumió en forma corporal por antonomasia que a tantos aun hoy seduce, el oro. El oro realizó medianamente bien sus funciones monetarias hasta la primera guerra mundial, pero los años posteriores a 1914 vieron el derrumbe universal del patrón de oro. Es más, aun antes de su caída estrepitosa el oro había sido va complementado con una circulación fiduciaria de billetes de banco y, con una movilización escrituraria de depósitos bancarios, que venían a suplir deficiencias del metal amarillo para cumplir su misión de moneda. En realidad el oro casi no circulaba en práctica. Aun cuando existía la convertibilidad plena de los billetes y la posibilidad de hacer efectivos los cheques en moneda de oro, muy pocas personas hacían uno de esas facultades. Para un regalo de Noche Buena se usaba una moneda de oro, pero para los pagos ordinarios del comercio resultaba incomodo y engorroso el metal. El oro acuñado constituía una proporción mayor o menor, según los países, pero siempre pequeñas de la circulación efectiva. Su uso estaba prácticamente limitado a funciones de respaldo o reserva y, a satisfacer la morbosidad aurea de los avaros. Pero una reserva, un respaldo, un encaje, una botija, no son moneda, puesto que no realizan las funciones monetarias normales y, para ser consecuentes con nuestras aseveraciones anteriores de que la esencia del dinero radica en la realización de ciertas funciones y de que todo aquello que efectivamente realiza en la sociedad humana funciones monetarias es moneda, debemos declarar que el oro por no realizar dichas funciones, en el 99% de su existencia amonedada no fue moneda ni aun en los dorados tiempos del patrón de oro completo. Aunque en una forma diferente por el cambio de circunstancias, se produjo aquí también el fenómeno de la abstracción del oro como se produjo anteriormente el de la abstracción del buey (¹). Así como el buey llegó a ser una unidad ideal de cómputo. También la moneda de oro llegó a ser una unidad ideal de cómputo. Su función como moneda gradualmente se fue convirtiendo en la de servir de símbolo, y su valor tornándose de carácter psicológico, algunas veces hasta el grado de fetichista. Cuanto más ahondemos esta cuestión, más confirmamos la verdad de


esta aseveración. Los hombres que inventaron la moneda escogieron al buey para corporizarla. Como el niño del cuento que buscaba la pluma que escribe, fueron desechando, tras el buey, todos los variados objetos o materias sucesivamente adoptados como moneda, abstrayéndolos y convirtiéndolos en unidades ideales de cómputo, de valor psicológico o político pero no propiamente económico. Este proceso histórico, perfectamente comprobado (²), nos revela que la verdadera naturaleza del dinero no es susceptible de corporización, pues cuando quiera que los hombres escogen alguna sustancia física como moneda se ven luego obligados a desmaterializarla, porque en forma corporal no puede realizar eficientemente funciones monetarias. Actualmente llaman poderosamente la atención los esfuerzos considerables que realizan ciertos hombres por sacar de profundos huecos en la tierras barras de oro que transportan sobre el lomo de los océanos para sepultarlas nuevamente en otro hueco de la tierra en un fuerte de los Estados Unidos. El oro ahí sepultado tiene un inmenso poder político y psicológico, pero no realiza ninguna función monetaria, pues ni mide los valores ni es instrumento intermediario de los cambios. Esas funciones las realizan en parte unos billetitos de papel verde que circulaban profusamente en el mundo entero. Algunos creen que esos papelitos verdes reciben su valor del respaldo que esas masas de oro les otorgan. Es todo lo contrario. Ese oro ahí sepultado en la entrañas de la tierra, para admiración de los turistas y tranquilidad espiritual de los norteamericanos, no comunica sino que recibe su valor de esos billetitos verdes. (³) Nosotros tuvimos la misma experiencia negativa con el oro. Costa Rica decretó en 1896 el talón de oro, y entre los años 1900 y 1901 se pusieron en circulación ¢2.250.000 en monedas de oro. (⁴) El número 2.250.000 no representaba el valor en colones de las monedas de oro. Las monedas de oro, a su vez, poca o ninguna relación tenían con los bienes o servicios que movilizaba la economía costarricense. Los bancos suplían con emisiones de papel la insuficiencia del oro. El papel se supone que seguía más de cerca las fluctuaciones reales de los negocios que el oro, pero la ley reataba esas emisiones no al movimiento de mercancías sino a las reservas de oro. El resultado a la larga fue la desaparición del talón de oro. Aquí como en todas partes. Tampoco la llamada emisión orgánica, que establece una circulación de billetes sin respaldo de oro ni de metal alguno, resuelve el problema. Algunos creen que los billetes de ese tipo ya no son especies monetarias sino números ambulantes. Esta es una verdad parcial. Tales billetes son papeles numerados. Sus diferencias con el oro no son de esencia sino de


circunstancias. En los párrafos siguientes analizaremos este punto en mayor detenimiento. (¹) Cassel, Economía Social Teórica, p. 311. «El buey, como unidad de cálculo en la estimación de valores, adquiere necesariamente un significado especial, puramente abstracto». (²) Cassel. Ob. cR., ps. 309 y sigs. (³) Robertson. Moneda, p. 136. «A semejante país (Estados Unidos) le está permitido sostener lo que en efecto es un patrón arbitrario y hacer que el valor del oro se conforme al valor de su moneda, en lugar de que el de ésta se conforme al del oro». «El valor del oro en los últimos tiempos se ha determinado pura y simplemente por el valor del dólar». Cassel. El Problema de la Estabilización, p. 108. (⁴) Tomás Soley Güell, Historia Monetaria de Costa Rica, p. 90. 10. —EL PAPEL MONEDA ES UNA TRANSICION DEL DINERO FISICO HACIA LA INMATERIALIDAD Algunos autores critican lo que ellos llaman la desmaterialización del dinero, entendiendo por tal la sustitución de los metales preciosos por las emisiones de papel. Esta es una apreciación incompleta de los hechos. Bien estaría decir la desmetalización de la moneda pero no desmaterialización, porque tan material es el papel como el oro. La diferencia que todos, hasta los salvajes (¹), ven es que las monedas de oro son hermosas y tienen un alto valor comercial como pasta, mientras que el papel se deteriora muy pronto poniéndose los billetes muy sucios y feos. Sin embargo, la principal diferencia, que no todos ven, radica en el proceso de creación y cancelación del dinero representado por oro o por billetes. Insistamos, la materialidad o inmaterialidad del dinero consiste en que sea éste o no sustancia distinta de los bienes y servicios, cuya creación y desaparición obedezcan a reglas propias y no a los movimientos de la riqueza. El dinero representado por monedas de oro perfecto, se acuña a voluntad, sin otra limitación que la producción de las minas y la voluntad de sus dueños. Una vez acuñadas, las monedas cobran vida propia; pueden abundar en una plaza, escasear y aun desaparecer al arbitrio de sus tenedores. Nada las liga a los bienes y servicios. Generalmente vegetan sepultadas en alguna bóveda de banco o en algún Fort Knox, tan iniciativas como las momias de Egipto. Por otro lado, este dinero tiene entidad propia y constituye en sí un pseudo capital que es objeto de gran tráfico en los mercados financieros objeto también de acaparamiento y maniobras especulativas, y que tiene


sobre las mercancías dos inmensas ventajas para estos fines, a saber, que no se deteriora por almacenamiento prolongado y que no causa prácticamente gastos de conservación. Es más, algunas veces se paga por tenerlo a la orden de sus dueños. El dinero de papel en nada se diferencia del dinero de metal en lo que a las características anteriores se refiere. Ambos son dinero material, sólo que el de papel es de una sustancia de escaso valor comercial. La notable diferencia apuntada, la que se refiere a la emisión y retiro de los billetes, nos lleva al tema de la política monetaria y es tan importante que debemos tratarla por separado. (¹) El oro se escogió en un principio para moneda «porque deleitaba la fantasía de los salvajes». Robertson, Moneda, p.246.

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3. LA MECANICA DEL SISTEMA

11. —LA POLITICA MONETARIA La puesta en circulación del dinero físico por la autoridad monetaria – modernamente los bancos centrales—no es de hecho arbitrario. De ninguna manera. Obedece a una política determinada. Aun en casos de emisiones extravagantes, como las que se produjeron en Alemania en los años de la primera post-guerra, la emisión obedece a una dirección. Podríamos tachar semejante política de locura, pero tendríamos que adquirir que es una locura metódica, como la de Hamlet. La emisión pues, no es arbitraria. Normalmente trata de ajustarse a las


verdaderas necesidades del país. Como esas necesidades no hablan, no se puede conocer exactamente la cantidad de dinero requerido. Las diferentes autoridades monetarias adoptan un método especial para descubrir las necesidades de dinero, método que recibe el nombre, cuando es consecuente, de política monetaria. Robertson nos señala tres criterios que «por razones de brevedad», designa con los nombres de principios «del patrón oro», «del crédito productivo» y «de la estabilización de precios» (¹). «El sistema de la Reserva Federal, --dice el informe de 1923— es un sistema de crédito productivo» (²). Pero eso tres, y cualesquiera otros principios de política monetaria, actúan sobre los efectos aparentes y superficiales de la circulación monetaria en la vida económica. Es decir, actúan a base de síntomas y no de la realidad profunda que esos síntomas más bien ocultan que revelan. Hay que acabar con políticas monetarias empíricas basadas en reconocimiento de síntomas y sustituirlas por procedimientos automáticos. Allí donde fallan las matemáticas y la previsión humana hay que dejar que la naturaleza supla los conocimientos, con esa suprema y misteriosa exactitud con que ha dosificado y combinado las mónadas del mundo físico, estableciendo las valencias de los cuerpos orgánicos. Cuando un proceso industrial cualquiera requiere una alimentación continua, la única manera de establecer la perfecta regularidad de la alimentación y de mantener parejo el grado de saturación que requiere el mecanismo, es organizar de tal modo las cosas que la maquina se alimenta sola, por medio de alguno de los procesos naturales de capilaridad, sisón, etc., teniendo únicamente la precaución de mantener siempre llenos los depósitos de alimentación. Su pudiéramos lograr que la economía se alimentara del necesario dinero mediante un procedimiento semejante, tendríamos una emisión realmente orgánica. Estamos muy lejos de ello. El billete, aun el emitido conforme a una determinada política monetaria tiene el inconveniente, derivado de sus naturaleza material, de que se crea mediante un procedimiento de tanteo –que elimina al azar pero no el error—y además el de que mientras permanece en circulación es un cuerpo extraños y autónomo, como el oro, dentro del proceso de intercambio de los bienes y servicios. De ellos resulta inevitable que tengamos periódicamente sobrante y faltante de dinero, o sean situaciones de inflación y deflación. Y lo que es aún peor, inflación y deflación parciales, simultáneas. La teoría metafísica del dinero permite sustituir la política monetaria empírica de los bancos centrales por un proceso orgánico de creación de dinero realizado automáticamente por la misma actividad económica de la


comunidad. Veamos el escenario en que esa creación de dinero se realiza, el mercado, y el mecanismo que lo verifica, las cuentas corrientes.

(¹) Ensayos sobre Teoría Monetaria, pág. 44 (²) Pág.57 ibí.

12. — EL MERCADO Y LOS PRECIOS CORRIENTES La invención del dinero no se hizo de un golpe no se limita a la puesta en circulación de especies monetarias. Esas especies son el signo aparente de una compleja institución. Son ya una modalidad evolucionada de dinero, porque el dinero se inventó gradualmente y se sigue inventado. Antes de las monedas acuñadas existieron otras formas pre monetarias físicas, notoriamente el ganado (¹). Y antes de todo signo monetario fue necesario que existiera en la mente de los hombres el concepto económico de los precios. El precio es la manifestación concreta y especifica del valor de cambio, expresado en una unidad conocida y aceptada generalmente, con ocasión de una operación real o virtual de compraventa. Cuando el tráfico se generaliza y las operaciones se multiplican y se repiten uniformemente, los precios adquieren cierta regularidad merced a la acción constante de compradores y vendedores cuya concurrencia crea lo que se llama el mercado. Tema difícil de investigación historia es la formación y evolución de los mercados. El instinto comercial parece innato en el hombre, como el religioso, y dondequiera que tenemos notica de aglomeraciones humanas se han encontrado pruebas de la existencia de templos y, de mercados (²). El mercado, en el sentido moderno, es el conjunto teórico, la reunión virtual, de todos los compradores y vendedores de una economía.

(¹) Las armas de Diomedes no costaron más que nueve bueyes pero las de Glauco ciento. (Homero) (²) Schmoller. Grundriss der allgemeinen Volkswirtshaftslenhre, t. 11, p. 19.

13. —EL DINERO, DEUDA DE LA COMUNIDAD El poder de compra del total del dinero, dije en el párrafo 3, es equivalente al valor de los bienes que los tenedores del dinero dieron a la comunidad a


cambio de él. Ese dinero constituye, pues, una deuda de la comunidad con los tenedores de dinero. La comunidad debe entonces proveer a que haya siempre disponibles para la venta a los tenedores de dinero, bienes y servicios en cantidad equivalente a la de que ellos se desprendieron cuando recibieron el dinero en pago. De lo contrario, la creación de dinero sería una defraudación. Cuando circulaba el dinero-mercancía, ya fuera ganado, cacao u oro, la deuda de la comunidad estaba oculta tras el velo del llamado valor intrínseco de la moneda. Si un indio de nuestro territorio, por ejemplo, había vendido una cosecha de maíz por unos zurrones de almendras de cacao, moneda de entonces, podía pensar que nada se le debía, pues el cacao contenía tanto valor o más que el de su cosecha de maíz. No reflexionaba, si así pensaba, que el caco recibido excedía en mucho su capacidad de consumo de ese fruto y que en consecuencia, su dinero-cacao no le servía sino para comprar lo que realmente había de consumir. El valor de su dinero dependía entonces de que en la comunidad hubiera bienes o servicios aprovechables disponibles para cambiarse por él. De no haberlos o de haberlos en cantidad insuficiente, el valor intrínseco del cacao en cuanto la cantidad del mismo, excediera a su capacidad de consumo propio, se reducía a la nada o a muy poco. Por eso ha dicho Marx, lo que por lo demás es un lugar común, que un valor en cambio intrínseco es un contrasentido, una contradictio in adjecto (¹). Lo mismo que aquí se explica del cacao puede decirse exactamente del oro y de cualquier otra moneda-mercancía. Desde luego, cuando el dinero ha sido desligado de la mercancía y está reducido a cuentas bancarias o a billetes sin valor comercial, no hay confusión posible. El dinero es entonces obviamente una deuda de la comunidad, una obligación de entregar bienes o servicios reales en cantidad equivalente y nada más. No queda entonces otra solución sino la de que la sociedad no cree dinero sino contra depósito de bienes reales que deberían mantenerse fuera del consumo en espera de que sus legítimos dueños, los tenedores del dinero, los reclamen.

(¹) Capital, página 26. 14. — LA COMUNIDAD REPRESENTADA POR EL COMERCIO Hemos venido hablando de la comunidad como una entidad distinta de los tenedores de dinero de quienes es deudora. La realidad es que los tenedores de dinero de quienes es deudora. La realidad es que los tenedores del dinero so todos los miembros de la comunidad. Nada se opone, son embargo, a que cada tenedor de dinero sea considerado individualmente como acreedor del


conjunto de los demás que, frente a él, constituyen la comunidad. Lo que parece más difícil es concebir cómo se constituye depositaria la comunidad de los bienes que están respaldando el dinero. Esta era una de las dificultades de orden práctico que amenazaban con invalidar toda la construcción teórica del sistema y para la cual no había ideado una solución satisfactoria cuando dicté mis conferencias anunciando la Teoría Metafísica del Dinero. No se podría pensar en un gran almacén estatal de depósito, cuyos recibos constituyeran el dinero, pues caeríamos con ello en un estatismo económico integral y se haría indispensable burocracia inmensa para atender a la venta de esos bienes. Afortunadamente tenemos algo mejor que ya existe y ha funcionado bastante bien por varios milenios: el comercio. Por medio de los comerciantes puede la comunidad manejar con absoluta eficiencia el mecanismo monetario. Efectivamente, basta que la emisión de dinero no pueda efectuarse sino contra entrega el comercio de mercadería. El producto recogería del comerciante en el acto de la entrega una factura especificada. Contra esa factura la autoridad monetaria acreditaría al productor, por medio del sistema bancario nacional, el dinero equivalente, cargándolo a la vez a la cuenta del respectivo comerciante. Tendríamos, de modo continuo, frente al dinero en manos de los productores, que ya no serían especies monetarias sino saldos bancarios, las mercancías en poder del comercio, en una relación de perfecta equivalencia. El comercio vendría a ser de esta manera una función social de la más alta responsabilidad y los comerciantes, mediante el ejercicio de esa función, irían adquiriendo gradualmente el espíritu público de servicio indispensable para cumplir bien sus deberes sociales, sin perder un ápice de su iniciativa ni de su libertad.

15. —EL MECANISMO DE LAS CUENTAS CORRIENTES Uniendo los cabos sueltos de las diversas observaciones contenidas en los capítulos anteriores, podemos ya idear un mecanismo automático que, consecuente con la naturaleza abstracta de la moneda, emita y retire dinero de la circulación, es decir, cree y cancele poder de compra, en forma tal que ese dinero no sea otra cosa que la representación matemática del valor de los bienes dispuestos para su venta a los consumidores. Lo primero es darle de alta al comercio en el servicio público. No se alarmen los señores comerciantes. No se trata de incorporarlos al sufrido, benemérito y calumniado gremio de los servidores del Estado, sino de constituirlos en representantes de la comunidad para los efectos monetarios, otorgándoles personalmente el crédito que colectivamente se otorga a la comunidad cuando se acepta a uno de sus miembros una suma de dinero a


cambio de bienes y servicios. El sentido de esta frase se aclarará en los párrafos siguientes. El mecanismo que proponemos exige que se tenga sólo a los comerciantes como representantes de la comunidad para efectos de la entrega de los bienes cuya producción ha de causar creación de dinero. El total de la circulación monetaria ha de corresponder en todo momento al valor total de los bienes en poder del comercio dispuestos para la venta al público, representado ese valor por el precio a que fueron vendidos por los productores a los comerciantes. El procedimiento sería el siguiente: todo productor venderá a algún especial de su propia organización, los artículos que haya producido, mediante una factura que consigne el precio corriente del producto en el mercado. Dicha factura, calzada con la firma del comerciante y del producto, sería presentada a la autoridad monetaria por intermedio de cualquiera de las agencias bancarias autorizadas. La autoridad monetaria creará el poder de compra respectivo y lo acreditará al productor. No habrá emisión de especies monetarias. La factura constituirá una obligación del productor y un recibo de depósito del comerciante. La remuneración del comerciante consistirá en un descuento a su favor que consignará la factura. Este descuento formará parte del costo de producción y estará incluido en el precio de venta. Dichos descuentos deberán ser sometidos a tarifas uniformes por la autoridad monetaria, de acuerdo con la naturaleza del negocio. En esta forma toda producción terminada entregada al comercio causa un asiento de crédito a favor del productor en una cuenta abierta a su nombre en alguna agencia del sistema bancario nacional y el correlativo débito a cargo del comerciante que recibió la mercancía. La cancelación de esos débitos la efectuarán continuamente los comerciantes al depositar los cheques que reciban en pago de las ventas que efectúan. Los saldos deudores del comercio representarán exactamente y de modo constante la cantidad de productos dispuestos para la venta y serán equivalentes a los saldos acreedores, originalmente de los productores, que representan el poder de compra en manos del público. Todos los pagos por mercancías se harán mediante cheques nominativos que contendrán una casilla en la que se especificarán el artículo y su precio. Los pagos por servicios como las donaciones, gratificaciones y toso traslado de fondos que no implique movilización de mercancías deberán hacerse también por cheques, pero éstos podrán ser al portador y sin especificaciones. Esto no es una tolerancia ni una excepción sino la consecuencia de que el sistema está buscando en el equilibrio global de los medios de pago y del valor de las mercancías, equilibrio que no se altera por los traslados de fondos de bolsillo a bolsillo, es decir, de cuenta a cuenta, como no se alteraría por el solo transporte material de mercancías de una bodega o almacén a otros sin mediar compraventa.


Únicamente las transacciones íntimas podrán realizarse con billetes o monedas materiales, de los que existirá una cantidad limitada, y que tendrán con el poder de compra representado por los saldos positivos de las cuentas bancarias la misma relación que la moneda o de vellón con la valuta en los sistemas de patrón metálico. La cantidad de moneda física, que en esa forma se permita circular estará determinado por la experiencia se explicará más adelante.

16. —EL CONSUMO EXTINGUE LA DEUDA DE LA COLECTIVIDAD Y RETIRA EL DINERO En el capítulo 13 quedó explicado cómo es el dinero el comprobante de una deuda se extingue en el momento en que el tenedor del dinero adquiere del comercio los bienes correspondientes. Dichos bienes salen del comercio y entran en el patrimonio consuntivo de un individuo; dejan de estar a disposición de la comunidad. Por consiguiente, el dinero correlativo debe también eliminarse como se destruye un pagaré cancelado. De lo contrario subsistiría en manos de algún miembro de la comunidad un poder de compra que no corresponde a ninguna riqueza real. Ese dinero sería un cheque sin fondos. En suma, mediante las deudas entregando bienes al tenedor de dinero; éste devuelve el comprobante de su deuda a la comunidad que lo destruye. Un corolario de este principio de extinción del dinero por el consumo de los bienes que lo respaldan es la imposibilidad técnica de crear dinero para el pago de riqueza que se consume directamente, pues ello daría lugar a la creación y extinción simultáneas del poder de compra.

17. — LA MONEDA DIVISIONARIA. SU CONVERSION PERIODICA El mecanismo de las cuentas corrientes exige que la movilización del poder de compra se realice por medio de cheques. Este método es inapropiado para operaciones de muy escaso monto y está además fuera del alcance de los analfabetos. Antes de la vigencia y un periodo de transición durante el cual se complete la alfabetización del pueblo. La tolerancia consiste en la existencia de un cierto número de especies monetarias que no gozarán sino de un poder liberatorio limitado exactamente en la forma que se le concede a las monedas divisionarias o de vellón en los sistemas de patrón oro. Sólo la experiencia puede decirnos cuál es el monto adecuado de esta circulación monetaria y las denominaciones de las especies. En Cota Rica podría tolerarse la circulación de las monedas actuales y de algunos de los billetes de más baja


denominación. Pero para evitar el atesoramiento, periódicamente deben ser llamadas esas especies al canje; convirtiendo en créditos en cuentas bancarias las sumas que pasen de un cierto límite por persona. Para el primer ensayo de implantación del sistema, hasta podría limitarse la operación del mecanismo de las cuentas corrientes a los mismos pagos que actualmente se hacen por medio de cheques. Progresivamente el sistema se iría extendiendo a todos los pagos, salvo los íntimos que seguirían haciéndose en el tipo de moneda que corrientemente llamamos menudo.

18. — INTERES PENAL DE LOS SALDOS EN CUENTA CORRIENTE Si el total del poder de compra se moviliza en un plazo prudencial, sin retenciones de ningún género, el total de mercaderías tiene que venderse, una vez que el sistema se haya estabilizado. Por estabilizarse entiendo ajustarse los precios a los gustos y necesidades del público, ya que es de temer que el método de financiación automática lance en un principio al mercado artículos no deseados o en cantidad excesiva. El precio es un concepto impreciso. En realidad no hay precio sino hasta el momento efectivo de la venta al consumidor. Pero como el mecanismo de las cuentas corrientes crea el dinero desde antes, adoptando como precio el que rija para las operaciones que en ese momento se están realizando, no es posible saber por anticipado si los nuevos contingentes de mercancías mantendrán el mismo equilibrio que dio el precio que regia o si lo variarán. En otras palabras, si las mercancías que llegan al mercado exceden o no alcanzan a satisfacer la demanda continúa de las mismas. Para que el mecanismo funcione correctamente se necesita: 1) que el dinero y los bines sean equivalentes; 2) que todo el dinero se emplee en la adquisición de los bienes; 3) que los bienes en poder del comercio no sufran alteraciones apreciables en su cantidad vendible; 4) que el comercio no altere los precios a que recibió las mercancías; 5) que el poder de compra creado por una categoría de bienes no se aplique a una categoría distinta. De estos requisitos el 1) está asegurado por el precio mecanismo del sistema y el 4) depende de la vigilancia de la autoridad monetaria. Las variaciones de precios sólo pueden provenir del error y del fraude que son las limitaciones inherentes a todo ordenamiento humano. Las otras tres condiciones están fuera, en mayor o menor grado, del control de la autoridad monetaria y exigen algunas medidas de previsión, estimulo y rectificación y algunos márgenes de tolerancia. Podría decirse que las condiciones 1) y 4) se rigen por leyes causativas y la 2), 3) y 5) por leyes estadísticas.


Silvio Gesell, comprendiendo la importancia del requisito 2), ideó una moneda que perdía valor con el transcurso del tiempo. Muchas de las ideas de este pensador son correctas. Keynes le tributa un homenaje crítico en su Teoría General (¹) pero reconoce que «lo incompleto de su teoría explica, sin duda, por qué su trabajo no interesó al mundo académico». (²) Este reparo es evidente. No basta con que el dinero se deteriore igual que los bines sujetos a la acción de las ratas, la polilla, el moho. No basta, pero es muy necesario. Aceptamos entonces esta verdad parcial, y no solamente completémosla sino perfeccionémosla también, o mejor dicho, adaptémosla a nuestra concepción del dinero. Gesell ideó un mecanismo concreto aplicable a dinero concreto; un medio material –una estampilla adherible al billetes—aplicable abstracto aplicable a dinero abstracto; un medio incorpóreo –interés penal—aplicable a dinero incorpóreo. Los saldos positivos ociosos de las cuentas corrientes, despue4s de un término prudencial, que se fijará de acuerdo con la experiencia, pagarán un interés penal cuya tasa también se determinará experimentalmente. Este castigo servirá de estímulo para lograr el cumplimiento de la condición 2), a saber, que todo el dinero creado por la producción de los bienes se emplee en su adquisición.

19. —AURI SACRA FAMES El amor del oro hace que los hombres lo atesoren. Esto es funesto para la economía cuando el oro es moneda, porque la función de la moneda es circular. Pero atesorar oro que no sea moneda es una acumulación de riqueza como cualquier otra. Fabriquemos, pues, discos de oro con expresión de su peso y de su ley y sin inscripciones monetarias ni curso legal y vendamos esos discos como mercancías. Una vez que los estados dejen de dar el mal ejemplo de atesorar montones de oro inútil en las bóvedas de sus bancos y que toda la producción de ese metal se vea obligada a tomar los caminos de la industria y el comercio, entonces lentamente se irá desvaneciendo el fetichismo del oro que tantos estragos ha causado y causa entre los hombres. Los que en un principio hubieren comprado para atesorar discos de oro semejantes a las antiguas monedas pero sin el poder liberatorio del dinero, muy pronto se cansarían de mantener sus ahorros improductivos y les buscarían otro destino, ya fueren bienes de consumo, títulos de renta o instrumentos de producción. Estos discos amarillos podrían entretanto satisfacer el ansia de atesoramiento de oro –auri sacra fames—de que padecen ciertos mortales, e irlos desengañando también paulatinamente con sólo que tuvieren una dosis


de inteligencia no menor que la que poseía el rey Midas, el de las orejas de burro.

20. — ¿COMO SE GARANTIZA QUE EL PODER DE COMPRA CREADO POR LOS BIENES SE APLIQUE EN LA MISMA PROPORCION A COMPRARLOS? Acerca del punto 5) cabe decir lo siguiente. Un criterio equivocado en la determinación de los precios conforme a los cuales se verifican las emisiones de dinero, podría resultar en que el poder de compra así creado no se destinara por el público a la adquisición de los artículos contra los cuales se emitió. Si el poder emisor mal interpretando el mercado, tasara a un precio muy elevado, por ejemplo, ciertos artículos, el exceso de emisión de dinero correspondiente a ese precio sobre lo que el público considerara justo pagar sería usado para aumentar la demanda de otros artículos con el consiguiente aumento de precio de estos últimos y falta de venta de los primeros. Una tasación muy baja acarrearía otros trastornos. Quiere ello decir que los precios han de corresponder exactamente a las preferencias del público y que sólo el propio público de compradores y vendedores puede fijarlos y rectificarlos continuamente en un mercado libre. El mecanismo de las cuentas corrientes exige, pues, un mercado donde las cotizaciones de los diferentes artículos se fijen libremente por las condiciones de la oferta y la demanda. Quien dice mercado libre no dice mano libre para especuladores o agiotistas; pues toda libertad en una comunidad civilizada se ha de entender como un concepto colectivo de relación, limitado conforme a ciertas normas de convivencia establecidas. La única manera que tiene el poder emisor de garantizar que el poder de compra creado por los bienes se aplique en la misma proporción a comprarlos, es dejar en libertad a ese público para que fije él mismo los precios, con lo que estará indicando sus preferencias las cuales no cambian súbitamente pues están definidas por una serie de factores tradicionales de variación lenta. La fijación, o mejor dicho, la constatación de esos precios es asunto muy complejo y delicado que debe estar a cargo de un organismo técnico especialmente capaz, dirigido por una junta ajena absolutamente a los vaivenes de la política electoral y en la que los intereses de grupo estén neutralizados o balanceados.

21. — LA MERCADERIAS EXPORTADAS E IMPORTADAS


Es preciso analizar cómo trabajaría el mecanismo de las cuentas corrientes en los negocios de importación y exportación de mercaderías. A los exportadores extranjeros, naturalmente, no podía ofrecérseles créditos en el sistema bancario nacional en pago de sus embarques. Ellos requieren ser pagados en su propia moneda. El problema se soluciona fácilmente considerando la moneda extranjera o divisa como una mercancía cualquiera, cuyo precio, como el de todas, se fijan libremente en el mercado. A ese mercado concurren los exportadores ofreciendo vender y los importadores ofreciendo comprar. El comerciante en divisas recibe éstas como cualquier artículo en consignación para venta al público. El exportador recibe un crédito en su cuenta bancaria por el precio corriente de sus divisas para ser girado en la forma usual. No hay nada fundamental que distinga el comercio interior del comercio internacional. Su teoría básica es la misma. Sin embargo, tiene el comercio exterior algunas características notables que es preciso destacar. Lo que más suele llamar la atención como rasgo distintivo es la existencia de derechos arancelarios en el comercio exterior de los que está exento el interior. Yo no creo que tenga el arancel tanta importancia. Algunas veces un impuesto interno de ventas como el «sales tax» de los Estados Unidos puede igualar o superar la tarifa del arancel. Por otro lado, los derechos de aduana son equiparables a obstáculos naturales. Así dice David Wells «un derecho de 20% equivale a una mala carretera; un derecho de 50% a un río ancho y profundo sin los medios necesarios para atravesarlo; un derecho de 70% es una gran charca que se extiende a ambos lados del río; un derecho de 100% es una banda de ladrones que despoja al comerciante de casi todo lo que tiene y que le obliga aún a alegrarse de haber escapado vivo» (¹). Más importancia distintiva le atribuyo al factor moneda. En efecto, en virtud del mecanismo monetario, en el interior la demanda de cada producto es relativamente independiente de la de los demás. Un aumento o disminución en la demanda de cualquier artículo afecta solamente el precio de ese artículo y de aquellos conexos, conforme a las conocidas reglas de la interdependencia de los precios (²). En el comercio internacional, en cambio, la demanda es primariamente de divisas. La moneda extranjera viene a constituir una mercancía intermediaria homogénea de demanda general. De esta manera, el aumento o disminución considerables de la demanda de cualquier producto, al afectar la cotización de la divisa, afecta el precio de todos los artículos. Permítaseme un ejemplo. En el interior de Costa Rica, una demanda extraordinaria de leche fresca aumentaría su precio, pero no podría previsiblemente aumentar el precio de la salsa de tomate en forma directa. Una demanda extraordinaria, en cambio, de leche en polvo extranjera al traducirse en demanda de divisas, haría subir el tipo de cambio y a través del valor más alto de las divisas elevaría el precio de la salsa de tomate importada. Esta circunstancia puede ser una de tantas razones de peso para que los


gobiernos casi universalmente mantengan severos controles oficiales sobre las divisas. Naturalmente, la convivencia o inconvivencia de los posibles controles, así como la extensión y modalidad de los mismos, nada tienen que ver con la teoría monetaria que aquí se expone.

(¹) A Primer of Tariff Reform, 1885. Ciado for Gide, Curso p.483. (²) A.M. 14.5.

22. — EL PATRON DE VALOR: EL SALARIO MINIMO La Teoría Metafísica del Dinero acaba con la definición de la unidad monetaria como una masa de oro o de determinada mercancía y también con toda referencia a billetes, monedas o especies de cualquier género que sean. La unidad monetaria es un simple nombre. Su valor es su poder adquisitivo y depende, en consecuencia, del índice de precios. Siempre parece hacer falta un talón, o patrón de valor, que sirva de referencia fija para elaborar los índices de precios. Me parece que ese talón debe ser el valor del trabajo humano. La manera práctica de establecer ese talón es fijando periódicamente, como es de ley en Costa Rica y se ha venido haciendo por varios años, los salarios mínimos de los trabajadores. Alrededor de este centro de gravedad se acomodarán los precios de todas las cosas. Esto significa que nuestra unidad monetaria, el colón quede definida como el valor de determinada cantidad de trabajo humano. No. La unidad monetaria es un simple nombre, su valor es variable y circunstancial. La fijación del salario mínimo en colones indica cuál es el valor comercial de la unidad monetaria, pero únicamente por el tiempo que ese salario se mantenga invariable. Quienquiera no esté prejuiciado por fetichismos monetarios comprenderá, desde luego, que ninguna importancia tiene el valor que existe entre los diferentes bienes y servicios. Esta relación no depende de la unidad monetaria y pertenece no a la teoría del dinero sino a la teoría de los precios. Siendo ellos así, sería de gran contenido científico y humano que el valor comercial de nuestro colón dependiera, no de la cotización del oro, sino del salario que se fije a nuestros trabajadores. Si con algo físico ha de relacionarse nuestra moneda nacional, es más justo, más vital y más hermoso que se relacione con el esfuerzo humano de los peones de


nuestros cafetales costarricenses que con el oro de las minas del Transvaal.

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4. OBJECIONES Y PROBLEMAS


23. —EQUIVALENCIA DE BIENES Y SERVICIOS PRODUCTIVOS El sistema anterior de creación y extinción del dinero parece abierto a numerosas objeciones de carácter teórico y práctico. Trataremos las más evidentes y esperaremos a que la crítica, al señalarnos las demás, nos dé ocasión de perfeccionar el planteamiento teórico. En cuanto al aspecto operacional han de ser los técnicos de la banca quienes diseñen las instituciones y los mecanismos basados en su experiencia profesional. Entre las observaciones más aparentes se destaca, desde luego, la siguiente pregunta: ¿De dónde se tomará el dinero para el pago de los sueldos y jornales y de todos los servicios en general, si el dinero creado corresponde exactamente al precio de los artículos en poder del comercio y se destina a su movilización? Distinguimos ante todo entre servicios productivos e improductivos (¹). Tratándose de servicios productivos, la contestación a esta pregunta se basa en la calidad de intermediario que tiene el dinero. ¿Intermediario entre qué? Entre dos equivalentes o una serie de equivalentes dos a dos. Efectivamente, el dinero no se adquiere sino a cambio de la entrega de un bien o la prestación de un servicio y se destina a la adquisición posterior de un bien o servicio equivalentes. Ahora, si todos los bienes producidos dentro de una economía de cambio crean su correspondiente dinero, tal dinero, para que sea realmente un intermediario entre equivalentes, tiene que representar simultáneamente otros valores que se cambiarán por los bienes en cuestión. Yo vendo mi cosecha de maíz y recibo ¢1.000. La existencia de los ¢1.000, además del maíz en poder de mi comprador, implica la existencia de algún tercer miembro o grupo de miembros de la


comunidad, que pueda yo cambiar por mi dinero. De no ser así, no vendría yo mi maíz. En un sistema de monedas metálicas que no se extinguen como dinero al pasar de mano en mano, la existencia de los equivalentes está asegurada por la exigua provisión de monedas que tienen que realizar cada una múltiples operaciones para movilizar la riqueza. Pero dentro de un sistema de creación automática como el previsto aquí, no es posible crear dinero sin tener a la vista, además del bien que causa la creación del dinero, la contraprestación o bien equivalente que ese dinero va a movilizar, pues es evidente que el vendedor no va a emplear su dinero en readquirir lo que vendió. Podría tal vez afirmarse que colectivamente sí puede la comunidad readquirir lo que vendió, pues cada individuo adquiere lo que otro produjo; y así precisamente se verifica el intercambio de productos. Este razonamiento tiene, empero, la debilidad de que da como un hecho la equivalencia de precios entre las dos mitades teóricas del conjunto de bienes que se van a intercambiar. Si una comunidad creó un millón de colones para comprar la producción total de un periodo cualquiera valorada en esa suma, y el dinero no ha de servir sino para cambiar esa producción entre los mismos productores, es evidente que la única forma posible de que se movilice la totalidad de los bienes es la de que una mitad se cambie por la otra mitad, o sea que bienes que suman medio millón de colones pasen a manos de los dueños del otro medio millón y a cambio de éste. No importa que esta solución final se verifique por medio de varios cambios sucesivos. Se necesita que cada productor independiente encuentre en el conjunto de los bienes, aparte de lo que él entregó, un valor equivalente al suyo en bienes que pueda aprovechar. La riqueza se va cambiando, pues, por parejas de bienes o de lotes de bienes equivalentes. Esta equivalencia para el consumo no podría ser hija del azar; tiene que establecerse en el proceso mismo de la producción y realizarse en el tiempo. Es decir, es menester que el proceso productivo ponga frente a frente dos valores equivalentes que serán en último término movilizadas o cambiados por el dinero. Esos dos valores son los bienes y los servicios, es decir, los servicios anteriores (bienes actuales) y los servicios actuales (bienes futuros). El bien es la condensación del valor de los servicios de todos los factores productivos que intervienen en su creación incluyendo, desde luego, al empresario, al propietario territorial y al dueño de los equipos de capital. Como un flujo constante, el valor de los bienes es equivalente a la remuneración de los servicios productivos. El circuito del dinero se cierra en esta forma: los bines al venderse al comercio causan la creación de dinero que el comercio queda debiendo; ese dinero lo reciben


los empresarios-productores para pagarse sus servicios como tañes y reembolsarse los adelantos hechos a los agentes que suministraron los servicios productivos directamente como tales o condensados en materias primas y equipos. Estos agentes adquieren los productos del comercio, entregándole en pago íntegramente sus remuneraciones. Como todo ello se hace por medio del mecanismo de las cuentas corrientes, el dinero nace al producirse y se extingue al consumirse los bienes, sin excedente ni faltante de medio circulante. Se entiende por producido un bien al entrar al comercio y por consumido al entrar al patrimonio del consumidor. De la explicación anterior se deduce que el dinero para el pago de sueldos y jornales y de todos los servicios productivos en general es el mismo y no puede ser otro que el creado por la entrega al comercio de los bienes producidos. Nos quedan dos cuestiones por aclarar, la primera: ¿Cómo se pagarán los servicios llamados improductivos, es decir, los que no se relacionan con el proceso de producción de las mercancías? La segunda: ¿Cómo se garantiza que los agentes productivos vayan a emplear su dinero en adquirir precisamente los artículos producidos sin consultarlos? En esta segunda pregunta se transforma la cuestión de la equivalencia por parejas de los bienes para fines de intercambio que quedó resuelta, o mejor dicho, transformada con la explicación que precede.

(¹) Siguiendo una tradición económica, llamo «productivos» los servicios que se condensan en bienes e «improductivos» los que se consumen directamente.

24. — LOS SERVICIOS IMPRODUCTIVOS Pareciera que el mecanismo de las cuentas corrientes no crea poder de compra para el pago de servicios improductivos y que nos va a faltar dinero, en concierto. También los médicos y los abogados, los jueces y los militares van a quedar fuera del circuito monetario. Pensemos un momento. ¿Para qué quiere el barbero el dinero que le voy a pagar por sus servicios? Para comprar sus alimentos y vestidos, pagar el alquiler de casa y la entrada a tanda de siete. Bueno, pero en cuanto al precio de todas las mercaderías que compra, ya está creado el dinero equivalente como ingreso de los productores. No se podría duplicar ese circulante. Quiere ello decir que los agentes de servicios productivos tienen que repartir sus ingresos con los trabajadores improductivos. Esto equivale a afirmar que dichos agentes productivos deben


crear un sobrante de alimentos, vestidos y casas, para pagar con ese sobrante los servicios improductivos de músicos y barberos, jueces y militares, abogados, médicos y dentistas, obstétricas y enterradores, etc., etc. Sólo queda averiguar con qué pagarán los trabajadores improductivos los servicios de otros trabajadores también improductivos. ¿Con qué le pagará el músico al dentista, el barbero al abogado? Como en este caso también el dentista y el abogado van a emplear ese dinero en gran parte en la compra de mercaderías estamos nuevamente frente a un caso de circulación de dinero ya creado. Aparentemente, queda siempre una proporción X destinada al pago de servicios improductivos que no encuentra su dinero equivalente. Esto no es más que una ilusión. El examen minucioso del proceso productivo nos revela que en cualquier etapa histórica del desarrollo económico la cantidad de personas que pueden dedicarse a trabajos de los llamados improductivos está limitada y determinada por el exceso de producción de alimentos, ropas y otros menesteres vitales que crean los trabajadores llamados productivos. Naturalmente, el valor de tales servicios improductivos, no puede exceder al del sobrante de producción antes mencionado. Como ese sobrante crea su propio dinero, no puede crearse uno adicional para los servicios porque habría redundancia de medios de pago. En conclusión, el precio de los productos entregados al comercio equivale a la remuneración total de los agentes productivos, incluyendo esta remuneración, desde luego, el beneficio del empresario, la renta de la tierra y el interés del capital (¹). De la remuneración de estos agentes nace, por vía de reparto, la de los agentes improductivos. El poder de compra final, en manos de trabajadores productivos e improductivos, equivale al valor de los bines en poder del comercio dispuestos para la venta al público.

(¹) Esta constatación de un hecho cierto de la economía capitalista no implica juicio acerca de la legitimidad del interés y de la renta.

25. —ORIGINALMENTE, EN EL TIEMPO Y EL ESPACIO, SOLO HAY SERVICIOS Es sistema aconsejado establece un mecanismo emisor que, a primera vista, sólo toma en cuenta las mercaderías puestas a disposición del público por medio del comercio. Se hace caso omiso de los servicios personales del trabajo en general. Este último es, sin embargo, el origen del valor, según Adam Smith, Ricardo y Marx, para no citar sino a los grandes. Debo aclarar


que con algunas rectificaciones impuestas por el perfeccionamiento incesante de la ciencia, me satisface plenamente la opinión de estos economistas en ese punto concreto. Si el dinero es la unidad metafísica de cómputo de los valores, no pareciera sino que su emisión debiera estar regulada por el trabajo. Nuestra teoría, entonces, aparentemente se aparta de la teoría del valor-trabajo para caer en una concepción del valor-mercancía. No hay tal. Si el monto de la emisión de dinero, mejor dicho de la creación de poder de compra, está determinado por el precio de las mercancías, es porque éstas son el recipiente y el vehículo del valor que sólo el trabajo humano puede crear y como tales constituyen el único índice certero de la magnitud de ese valor. El monto de la emisión de dinero debe ser equivalente al de los valores de cambio puestos en circulación por la economía. Esos valores proceden del trabajo humano inmediato, representado por los esfuerzos de los trabajadores, y del trabajo humano mediato representado por los servicios del capital. Imposible sería seguirle la pista a cada servicio productivo para emitirle su correspondiente dinero. Como todos esos servicios se cristalizan últimamente en mercancías y éstas van a parar a las bodegas y escaparates del comercio, allí fácilmente pueden computarse para efectos de la emisión de dinero. Se toma, pues, el precio de las mercancías únicamente como un artificio de cálculo, como un expediente cómodo para resolver un problema de conteo que otro modo resultaría imposible practicar. En el fondo todas éstas son distinciones sin importancia. La ciencia económica ha puesto en claro que el precio de las mercancías lo constituye realmente el valor de una cadena de servicios que se van sedimentando en el artículo y que pueden fácilmente identificarse. He aquí un ejemplo cualquiera. El precio de una libra de manteca no representa realmente el valor de una libra de sustancia grasosa sino la remuneración de los siguientes servicios humanos: servicio del comerciante detallista; servicio del empresario de transporte urbano; servicio del comerciante mayorista; servicio del empresario de transporte rural; servicio del carnicero destazador; servicio del arriero; servicio del criador de cerdos; etc. etc. La cadena sería casi interminable si incluimos la parte proporcional correspondiente a muchos otros servicios colectivos que no puede prescindir el comercio de manteca de cerdo, tales como el del inspector de higiene, del policía de tránsito, del recolector de basuras, etc. etc. Esto, que es cierto de todo producto en cualquier momento dado de la evolución económica, se ve más claramente «en aquel estado primitivo y grosero, que suponemos preceder en la sociedad a toda acumulación de fondos y propiedad de tierras» (¹). Allí hay más que hombre y naturaleza libres. En un principio, la actividad económica de todos los miembros de la comunidad se reduce a proveerse del sustento diario. Los primeros trajes, las primeras


armas, producto fueron del desplazamiento de algunos miembros de la tribu de las labores de consecución de alimentos hacia las de preparación de pieles de animales y manufactura de hachas de sílex o de arcos y flechas. Conforme se perfeccionaban los medios de caza, pesca y recolección de frutos silvestres, se necesitaba un número cada vez menor de individuos para proveer a las necesidades de alimentación de todo el grupo. Un número mayor, en consecuencia, podía dedicarse a otras producciones. Los hombres posteriormente aprendieron a fabricar no sólo utensilios sino máquinas. Las máquinas siguieron trabajando para ellos. Ese proceso continua sin interrupción. El progreso de la técnica que hace posible que una reducida proporción de miembros de la comunidad atienda a la producción de alimentos, otra a la de vestidos, otra a la de habitaciones, etc., libera cada día un mayor número de seres para que se dediquen a producir cosas distintas, aumentando la riqueza colectiva. Toda esa riqueza no es sino trabajo humano. Si afirmamos que los servicios no deben crear dinero sino sólo los bienes, es por la limitación lógica y aritmética de que los servicios y los bienes deben ser equivalentes y el dinero sólo se crea para cambiar dos equivalentes. El dinero debe ser igual a cualquiera de los dos, y naturalmente los bienes son los únicos susceptibles de cómputo exacto. ¿Por qué han de ser equivalentes los bienes y servicios? Ya lo vimos en el párrafo 23: porque el servicio es la causa del bien, el que lo otorga valor, existencia. En la economía, originalmente no hay más que naturaleza gratuita y trabajo. El trabajo de hoy son los bienes de mañana. Es una equivalencia dinámica.

(¹) Adam Smith, Riqueza de las Naciones, t. I Pág. 90.

26. — LOS SERVICIOS Y LAS VENTAS DIRECTAS AL CONSUMIDOR NO PUEDEN ORIGINAR LA CREACION DE DINERO Un servicio, como tal, no puede almacenarse. Conforme se produce se consume. Si es de naturaleza productiva, se incorpora a un objeto físico desapareciendo como servicio. Si es de naturaleza improductiva, se convierte en satisfacciones humanas que se esfuman tan pronto como disfrutadas. El servicio debe pagarse, desde luego. Sin embargo, conforme se explicó en el párrafo 23, el dinero para efectuar ese pago no puede emitirse expresamente. Debe tomarse del dinero ya creado por los bienes existentes en el comercio. Si se creara poder de compra especial, tendía que extinguirse ese


poder de compra tan pronto como nacido, pues si la creación y consumo de los servicios son simultáneos, simultáneas también han de ser en virtud de la lógica del mecanismo de las cuentas corrientes, la creación y extinción del dinero. Esto no admite discusión. Pero lo que queda abierto a debate entonces es si el mecanismo que niega provisión de dinero propio a los servicios no está viciado de un defecto fundamental. Ya hemos dicho que nuestra teoría no acepta como origen del valor sino el trabajo humano y que, por consiguiente, si el mecanismo está ligado a las mercancías y no a los servicios es solamente por considerar a aquéllas el único índice certero del valor de éstos. Sin embargo, como un método dialéctico de comprobar la verdad de la teoría, aceptamos la discusión sobre el funcionamiento del mecanismo manteniendo provisionalmente la ficción de que la creación de dinero se hace únicamente en vista de bienes reales. Examinemos la cuestión más de cerca. Si yo presto un servicio a un miembro determinado de la comunidad, lo hago por una remuneración que me facultará para comprar a mi vez bienes y servicios. Es preciso entonces, si el pago que la comunidad tenga disponibles para mí bienes o servicios por valor igual. La institución del dinero está basada precisamente en esa equivalencia de prestaciones, pues el dinero por definición misma es un instrumento intermediario de los cambios. Crear dinero que permanece para pagar un servicio que se esfuma es lanzar ese poder de compra, en todo o parte, sobre los bienes disponibles para la venta que ya tienen su dinero equivalente; en otras palabras, es crear dinero redundante. El servicio, como ya expresó, debe pagarse con el dinero creado. Pero si ese dinero se destina a movilizar los bienes existentes en el comercio, ¿no surgiría el peligro de que se presente una escasez de circulante? No. He aquí por qué. Mientras el poder de compra, representado por los saldos de las cuentas corrientes, no se aplique a compra de mercancías en el comercio, no se extingue. Se traslada de una cuenta a otra con mayor o menor velocidad. En esta forma no puede faltar dinero, pues es verdad aceptada que la velocidad del circulante suple su cantidad. Es más, aun prescindiendo del impreciso concepto de velocidad, parece un hecho evidente que la cantidad de dinero no tiene importancia. «Los usos del dinero no se aumentan en modo alguno, dice John Stuart Mill, aumentando la cantidad de él que existe y circula en un país; ya que el servicio que desempeña lo presta lo mismo si existe en pequeña cantidad que en una gran masa. Dos millones de quintales de trigo no alimentarán a tanta gente como cuatro millones; pero dos millones de libras esterlinas sostendrán tanto tráfico, permitirán comprar y vender tantos géneros, como cuatro millones, si bien a precios nominalmente inferiores.» (¹). Efectivamente, el gran total de bienes y servicios que se intercambian en una economía se pueden movilizar con cualquier cantidad de dinero que no baje de


un cierto mínimo averiguable por la experiencia. Todo aumento sobre ese mínimo no hace sino elevar los precios. En el plan propuesto en este trabajo el monto total del circulante está ajustado al precio corriente de las mercancías entregadas al comercio para su venta al público. Pero ese ajuste en realidad no tiene importancia en cuanto determina una cantidad M de circulante, sino en cuanto fija un método automático de creación y retiro del dinero, manteniendo una razón geométrica constante entre el total de los bienes B y el monto del circulante M, lo que asegura estabilidad de precios. Los precios de los bienes, a su vez, guardan una relación forzosa directa con los precios de los servicios productivos, puesto que son éstos elementos del costo de aquéllos, y también tienen una relación indirecta con los servicios improductivos porque éstos vienen a ser elementos del costo de los servicios productivos y porque, como ya se explicó en los párrafos 24 y 25 el contingente de personas que pueden dedicarse a servicios improductivos está limitado por el excedente de producción de alientos y otros bienes básicos que los agentes productivos logran crear sobre la cantidad requerida para su consumo. Así como los servicios no pueden originar la creación de dinero, tampoco lo puede la producción de bienes que el productor venda directamente al consumidor, pues en ningún momento quedan dichos bienes a disposición del público. Hay una primera razón obvia que se origina en la definición misma del dinero como deuda de la comunidad respaldada por bienes en poder del comercio (véase párrafo 13). Hay otra razón relacionada con el principio de los equivalentes. La creación de dinero debe hacerse en forma tal que desencadene un proceso productivo que cree el equivalente de los bienes contra los cuales se creó poder de compra. Por consiguiente, el productor no puede vender directamente al consumidor, pues le resulta la misma situación que si pretendiera comparar del comercio. Tampoco afecta al productor porque en el primer caso recibe su pago del organismo emisor y en el segundo, del consumidor. Las comparaciones con el régimen monetario que vivimos actualmente nos revelan que nuestro sistema no introduce sino dos grandes innovaciones: primera, la de considerar al comercio un intermediario con responsabilidades públicas entre productores y consumidores, a quien se le entregan en consignación las mercancías para que las distribuya, eliminando toda posibilidad de acaparamiento y especulación. Segunda, la de que la creación de dinero se realiza en forma de flujo constante sincronizado con el flujo de la renta nacional. El dinero queda ligado orgánicamente a los bienes y deja de ser un elemento autónomo –el diablo suelto—en la economía.


(¹) Principios, pág. 37.

27. — LAS VENTAS DE BIENES CAPITALES AL CONSUMIDOR NO DAN ORIGEN A LA CREACION DE DINERO; LAS VENTAS AL COMERCIO SI, LAS DE VALORES EN NINGUN CASO Va quedando claramente establecido en los párrafos anteriores que la lógica del mecanismo monetario no permite la creación de dinero para movilizar bienes vendidos directamente porque tales ventas no lo son propiamente sino consignaciones o depósitos y el dinero viene a ser el recibo o certificado de depósito correspondiente. El principio es universal y no cabe hacer distinción alguna por razón de la naturaleza de los valores. Ya vimos que los servicios humanos no pueden originar creación de dinero porque no son depositables. Pero no sería cierto, a contrario sensu, que todas las cosas que sí lo sean y pueden en consecuencia consignarse en el comercio para quedar a disposición del público, den origen a la creación de dinero. Además de esta cualidad, se necesita otra, la de que sean efectivamente valores económicos, es decir, del trabajo. Esta última condición elimina todos los títulos de crédito, bonos, acciones, etc. Tratándose de bienes capitales, si son vendidos por el productor directamente al consumidor de los mismos no pueden motivar emisión de dinero. Si son entregados al comercio, entonces sí dan origen a la creación del poder de compra necesario para retirarlos del comercio y hacerlos ingresar al patrimonio consuntivo de los particulares. La distinción puede parecer superficial pero es de fondo. Examinémosla de nuevo. Cuando se entrega un artículo al comercio, la comunidad no se desprende de él. Lo deposita en custodia y lanza a la circulación el dinero correspondiente que, para poder acercarse al referido artículo y comprarlo, ha de haber ingresado al patrimonio del consumidor a título oneroso, es decir, mediante la prestación de un servicio o la entrega de un producto de igual valor. El precio del artículo, obsérvese atentamente, se emite como dinero, pero para poder movilizar el dicho artículo, ese dinero debe haberse transformado en el ingreso de un miembro de la comunidad, a cambio de una contraprestación. El dinero que se emitió frente a un valor es un medio de hacer surgir el contravalor para efectos del cambio. Sólo observando las reglas expuestas se logra esa finalidad. Cuando se vende, por lo contrario, un artículo directamente a un consumidor, si se creara el dinero para hacer pago al productor, se le estará fiando la mercancía al consumidor. Pero nunca puede crearse dinero para que un consumidor adquiera mercancías fiadas. El consumidor tiene que ganarse el


dinero. Al comerciante no se le está fiando la mercancía porque él no la recibe pera consumirla. Se le está confiando eso sí para su venta, pero dentro de un mecanismo monetario que recoge automáticamente el dinero. Además hay que recordar que este sistema le da de alta al comercio como representante de una función pública, que implica, desde luego, graves responsabilidades. Dentro de nuestra concepción desaparece entonces el distingo que algunos autores hacen entre bienes de consumo y de capital, sosteniendo la tesis de que la producción de capitales debe movilizarse o financiarse con el ahorro y la de bienes de consumo con emisiones de dinero. En cuanto a los efectos comerciales y valores públicos o privados de toda clase, letras, bonos, acciones, etc., el principio de los equivalentes no permite crear dinero contra su puesta en venta porque no representan servicios por su valor facial. Los bancos centrales están autorizados actualmente para redescontarlos, prestar con garantía de ellos o para comprarlos en mercado abierto, emitiendo dinero nuevo. Ello se explica porque los bancos centrales operan a base de una política que confunde la teoría del dinero con la teoría del crédito. De ahí las inflaciones endémicas que padecemos.

28. — EL PERIODO DE LOS BIENES Y LAS ALTERACIONES DE PRECIOS Una vez en operación el mecanismo de las cuentas corrientes, tendemos permanentemente una existencia de mercancías en el comercio y un poder de compra total equivalente representado por la suma de todos los saldos individuales. Ambos totales serán a manera de dos inmensos depósitos a los que afluyen y de los que se extraen constantemente cantidades mayores o menores. El depósito de poder de compra es homogéneo; el de los bienes, no. Esto puede dar lugar a ciertos trastornos que es preciso analizar y que si bien dificultan el funcionamiento de nuestro sistema no descalifican su teoría, pues los problemas matemáticos derivados de la falta de homogeneidad en los componentes de un todo no pueden eliminarse. Luchando con la dificultad que presenta el análisis cuantitativo del «complejo no homogéneo» de mercancías y servicios de una economía, expresa, por ejemplo, Keynes, que éste «origina acertijos que pueden calificarse de insolubles son temor a equivocarse.» (¹) Hay, como es sabido, mercancías de venta rápida y de venta más lenta. Todos los artículos permanecen un plazo medio más corto o más largo en las bodegas y las estanterías del comercio. Algunos productos como el hielo, la leche fresca y ciertas legumbres son de venta diaria. Otros como los objetos de arte permanecen a veces años enteros sin encontrar comprador. Un comerciante experto puede señalarle a cada producto un periodo medio de


movilización durante el cual se considera que el capital representado por el valor de los artículos está estancado. Los establecimientos comerciales son semejantes, pues, a los cursos de agua; en algunos el movimiento de mercaderías es como un torrente precipitado, en otros es lento y sereno como las aguas de una ría. El proceso de producción de los bienes es también variable. En la agricultura mucho el plazo entre la siembra y la recolección de las cosechas, según la naturaleza del cultivo. Para los frijoles no hay que esperar sino tres o cuatro meses. La caña de azúcar, en cambio, no da su cosecha en algunos lugares sino a los 2 años y en los más favorecidos a los 10 meses. La industria ofrece un cuadro semejante. Aun cuando su ritmo es generalmente más rápido por tratarse de procesos de transformación con materias primas ya preparadas, esta mayor rapidez también tiene grados. Ciertos productos como los vinos y licores requieren el transcurso del tiempo para adquirir calidad. Vemos así entonces que desde que se inicia el proceso productivo hasta que el artículo es adquirido en el comercio por el consumidor final del mismo transcurre un periodo apreciable más o menos prolongado. Pero ya desde el primer día empiezan los desembolsos en dinero que constituyen el costo del producto y determinan en gran parte su precio de venta. Se ha afirmado muchas veces que esos desembolsos están destinados a adquirir el producto. Precisamente la teoría del subconsumo explica las crisis económicas basándose en la incapacidad de los trabajadores para adquirir los productos que ellos mismos han creado debido a que, expoliados por el proceso de captación de la plusvalía, no reciben el pago integro de su trabajo. Más simple, si un empresario ha pagado en jornales 900 colones durante el proceso de fabricación de unos artículos para trabajadores que ya terminados valen mil colones, un 10% se quedará sin vender, porque para adquirirlos los trabajadores sólo disponen de 900 colones. Desde luego, la teoría supone el ejemplo generalizado a todos los empresarios. Esto último podrá ser cierto en el anticuado sistema monetario material. Pero dentro de nuestra concepción de poder de compra abstracto ese no es un problema monetario porque el mecanismo de las cuentas corrientes crea el dinero matemáticamente exacto para la movilización de los productos. El proceso de producción, en cambio, no crea dinero. Para los desembolsos que cause, debe acudirse al dinero creado anteriormente. Y así en realidad debe ser porque el proceso de producción es un proceso de consumo productivo de bienes preexistentes que ya crearon su dinero. El empresario está haciendo adelantos en dinero, pero detrás de esa cortina monetaria la comunidad está haciendo adelantos reales. Sí hay, en realidad, una posible divergencia, a saber, el exceso del valor de los adelantos en dinero a los factores de la producción sobre el valor de los


consumos que sea esos factores efectúan. Esa divergencia constituye el ahorro de los factores de la producción y está representada por la diferencia entre el valor de lo creado y lo consumido. Para ese ahorro aparentemente no se ha creado dinero. Se creará al final, cuando los artículos acabados se entreguen al comercio. Este tema es complejo y debemos posponerlo para tratarlo con amplitud en relación con el ahorro. Desde luego, podemos afirmar que el periodo de producción de los bienes no introduce perturbaciones en el equilibrio monetario, siempre que la financiación de la producción se verifique dentro de la teoría correcta del ahorro y del crédito, temas que serán objeto de estudios posteriores. Queda por examinar el periodo de venta de las mercancías.

(¹) Teoría General, p. 49.

29. — RECTIFICACION DE LAS EMISIONES EN MAS Y EN MENOS Teóricamente, la emisión de poder de poder de compra causada por la entrega de mercaderías al comercio no es otra cosa que la representación numérica del valor de esos bienes asentada en unas cuentas bancarias. Compréndase bien esta diferencia fundamental entre un asiento de contabilidad bancaria usual y los asientos a que se refiere la concepción metafísica del dinero. Las cuentas corrientes bancarias actuales registran cantidades de especies monetarias. Significan que el Banco está obligado a entregarme o yo a pagarle, en determinadas condiciones, una suma X de colones que son cosas concretas a saber, billetes y monedas numerados. Podemos el Banco y yo aceptarnos recíprocamente, en vez de los billetes y monedas, una promesa escrita de entregarlos en cualquier momento, es decir, un cheque. Pero siempre permanece el hecho de que lis asientos bancarios hacen referencia y contabilizan únicamente movimientos reales o virtuales de cantidades de billetes y monedas. Si una catástrofe destruyera toda o gran parte de la riqueza pública que ese dinero está técnicamente destinado a movilizar, ninguna alteración sufrirían los asientos de esas cuentas bancarias, pues en ellas no se consignan existencias de riqueza sino de dinero. En el mecanismo de las cuentas corrientes de nuestro sistema, las partidas consignadas no cuentan real ni virtualmente billetes ni monedas sino que miden valores de bienes. Es decir, expresan una dimensión de mercaderías reales. Estas cuentas son inventarios de bienes en que éstos se expresan no en metros, quintales o fanegas sino en colones. Pero así como en el comercio


no existen quintales abstractos sino quintales de café, de hierro, de trigo, de carbón, de azúcar, etc., en nuestro sistema tampoco existen colones autónomos, sino colones de azúcar, de manta, de maíz, de relojes suizos o de café de Costa Rica. La afirmación de que el dinero son números no es nueva. Pero lo importante es saber qué significan esos números. Un sistema monetario cuya unidad sea una masa de oro, puede movilizar sus unidades por medio de números. Pero esos números siempre expresarán dimensiones de una masa de oro. Otro sistema que desconozca la base metálica, pero que emita billetes con cualquier criterio, imprimiendo números sobre ellos, puede crear un sistema de cuentas bancarias ligadas a sus billetes, y movilizar todo el conjunto por medio de papeles numerados (cheques y billetes). Los números en los papeles y en los asientos no expresaran nunca otra cosa que la cantidad y los movimientos propios del dinero así creado. En uno y otro caso, tenemos un dinero que es un instrumento intermediario de cambio con existencia autónoma y vida propia frente a los bienes y servicios. El mecanismo de nuestras cuentas corrientes no crea ninguna cosa que se llame dinero y que pueda verse y tocarse como un billete o una moneda de oro o de la que exista una referencia concreta en un cheque. Los números en los asientos son directamente relacionados internas de los bienes. Un crédito bancario usual autoriza para cobrar dinero, es decir, billetes o monedas físicas. La posibilidad de cobrar, se haga o no efectiva, condiciona y limita todo el sistema. En nuestro mecanismo un asiento de crédito permite adquirir bienes y servicios y solamente bienes y servicios porque existe dinero físico. Insistimos en la diferencia entre el dinero supuestamente desmaterializado de las cuentas bancarias usuales y el de nuestro sistema. Los hombres para facilitar sus cambios buscaron inicialmente una mercancía intermedia, bueyes, oro, etc., que enfrentaron a todos los demás bienes y del contraste nacieron los precios. En un proceso histórico dilatado se produjo la abstracción de la mercancía intermedia y se llegó a la unidad monetaria abstracta de la que puede decirse que es un número que representa la dicha mercancía intermedia. Este dinero abstracto o desmaterializado total o parcialmente, siempre representa algo distinto de los bienes y se enfrenta a ellos, resultado de ese contraste el sistema de precios. La concepción metafísica del dinero elimina la mercancía intermedia. Mide directamente el valor, elemento imponderable contenido en todas las cosas útiles, comparándolas entre sí. Más claro: en el sistema antiguo el dinero es una cosa que sirve para medir los valores. En nuestro el dinero es un método para que los valores se midan a sí mismos. Expresa no la cantidad o existencia de algo fuera de los bienes que sirve para movilizar la riqueza sino directamente el valor mismo de esa riqueza, expresando directamente el valor


mismo de esa riqueza, expresando ese valor por medio de números abstractos. La elección de unidad se hace arbitrariamente sin referencia a ninguna mercadería o servicio, sino a una lista de precios expresada inicialmente en la moneda existente al introducirse el sistema. Esa lista de precios pierde instantáneamente importancia. En un artificio para iniciar el movimiento del nuevo mecanismo. Lo importante de esa lista no es que expresa que la libra de azúcar vale medio colón y la de mantequilla seis colones, es decir, seis veces 158,267 millonésimas de grano de oro fino (artículo 2 de la Ley de Moneda) sino que determina que la libra de mantequilla vale 12 veces más que la de azúcar. Es decir, la importancia de la lista de precios no radica en las millonésimas de oro fino ni en la palabra colones ni en los números 0.5 y 6 sino en la razón 0.5 a 6. Si en vez de 0.5 y 6 colones, se dijera 1 y 12 ó 4 y 48 pesos, minas o maravedíes, daría lo mismo. Estando esto ya claro, resulta que los asientos de las cuentas corrientes de nuestro sistema, para no convertirse en expresión de un poder de compra autónomo semejante a la moneda escrituraria o depósitos bancarios tradicionales, necesita adaptarse a las variaciones de los bienes mientras permanezcan en el comercio. La experiencia bancaria será la que diga en qué forma deban reflejarse en las cuentas corrientes las pérdidas y aumentos de productos destinados a la venta debidos a factores físicos y asimismo las alteraciones de precios ocurridas durante el periodo en que esos bienes permanecen sin vender. Como principio general, hay que estimar que la emisión de dinero es un adelanto sin interés al productor sobre el precio real a que definitivamente se vendan los bienes, con el fin de eliminar la influencia especulativa del comercio. Estos adelantos deben tratarse en una forma semejante al modo en que se manejan hoy los adelantos por café o por cualquier otro concepto. Las diferencias en más o menos las aprovecha o las soporta el productor. Nuestro sistema monetario actual, desde luego, renquea porque sólo emite para comprar divisas y oro y no mercaderías generales. Sobre éstas hace operaciones de crédito en forma empírica. Su acierto depende de lo mucho o poco que así a tientas se acerque al verdadero sistema automático que explica nuestra teoría.


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5. PALABRAS FINALES

30. —VIRTUDES Y PERSPECTIVAS


Terminando la exposición de la teoría y su mecanismo conviene anunciar ahora las consecuencias benéficas que su aplicación pueda tener en las relaciones económicas de los hombres, a través del aparato económico integral que deberá estructurase sobre esta base monetaria, y cuya planta principal la constituye la organización científica del crédito. Las disertaciones públicas con que anuncié en el Instituto de Investigaciones Sociales y Económicas y en la Universidad de Costa Rica la formulación de la Teoría Metafísica del Dinero desataron la crítica ignara de algunos hombres acaudalados que creyeron ver en ella un atentado contra el capital, un nuevo y estrambótico plan para redistribuir las fortunas. Nada más lejos de la verdad. La aplicación de mi sistema no tiene la virtud de dar ni quitar a nadie. Precisamente tiene la virtualidad contraria: evitar que un defectuoso mecanismo monetario entorpezca la circulación normal de la riqueza, privando a algunos del pago de su esfuerzo y otorgando a otros ganancias especulativas que no corresponden a servicios reales. Nuestro sistema crea el único dinero realmente orgánico y verdaderamente neutro. Específicamente, el sistema monetario basado en la concepción metafísica del dinero tiene los siguientes efectos directos: 1) Imposibilita el acaparamiento por el comercio de productos agrícolas o industriales a precios veles, financiando automáticamente al productor de artículos terminados. 2) Limita las ganancias del comercio a porcentajes equitativos. 3) Elimina, salvo pacto en contrario, en riesgo de pérdida para el comercio por variaciones en los precios, falta de venta, deterioro de productos, etc. 4) Imposibilita el atesoramiento de dinero, poniendo a disposición del sistema bancario nacional los recursos financieros íntegros de la nación con lo que facilita inmensamente el crédito. 5) Dificulta los negocios de usura. 6) Estabiliza los precios y salarios. 7) Termina con las situaciones de inflación y deflación. Esta lista que parece impresionante no tiene nada de magia no de panacea. En realidad es una enumeración invertida de los defectos del sistema monetario actual. Son las siete virtudes del dinero abstracto correlativas de los siete vicios de dinero físico. En donde el dinero es nada, la producción lo es todo. Por culpa del defectuoso sistema, vemos actualmente hombres parados y recursos ociosos frente a bolsillos llenos. Nuestro sistema devuelve su dinamismo económico a esos hombres y recursos. El dinero viene a ser no la fuerza que impulsa sino el fluido que emana de la máquina económica.


Siguiendo esta comparación, si la corriente de dinero viene a ser una emanación del movimiento de los bienes dentro de un campo económico, a manera como la corriente eléctrica lo es del movimiento de un arrollado de cobre dentro de un campo magnético, e4ntonces ¿qué elemento desempeñaría en la economía nacional el papel de la turbina que mueve al generador? –El crédito. Venimos a caer en que nuestro sistema monetario no es sino un instrumento perfeccionado para la administración del crédito. Esta conclusión brota de la naturaleza misma del dinero, estudiada en el capítulo 12, donde se demostró que el dinero es una deuda de la comunidad, es decir, crédito. Con una administración científica del crédito, que nuestro sistema hace posible, se fomentará el desarrollo equilibrado de la economía dentro del desiderátum moderno de empleo pleno y optimo de los recursos materiales y humanos de la nación. La formulación de la verdadera teoría del crédito es el paso inmediato obligado que me propongo por consiguiente dar en la explosión del sistema económico completo que tiene su piedra angular en la Teoría Metafísica del Dinero.

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BIBLIOGRAFIA


BIBLIOGRAFIA DE LAS OBRAS CITADAS EN EL TEXTO —⁃⋅∙⋅⁃—

Para facilitar la verificación de las citas y la consulta de los originales, doy a continuación las ediciones de las obras citadas en el texto. Las referencias a mis «Principio a de Economía Política», se hace con las iniciales A.M. seguidas del número del párrafo citado. Su objeto es aclarar a los lectores no versados en la ciencia económica algunos conceptos elementales. CASSEL, Gustavo. El Problema de la Estabilización. Labor, 1932. Economía Social Teórica. M. Aguilar. Madrid, 1946. GESSEL, Silvio. El orden Económico Natural. 2 tomos. Editado por E. F. Gesell. Buenos Aires, 1936. GIDE, Charles. Curso de Economía Política. Librería de la viuda de Ch. Bouret. Paris, 1932. ISE, John. Economics. Harper. New York, 1950. KEYNES, John Maynard. Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero. Fondo de Cultura Económica. México, 1943. MALTHUS, Thomas Robert. Principios de Economía Política. Fondo de Cultura Económica. México, 1946.


MARTEN, Alberto. Principios de Economía Política. San José, C. R., 1944. MARX, Carlos. El Capital. M. Aguilar. Madrid, 1931. MAX, Hermann. Las Bases Teóricas de la Política Monetaria. Revista de Fomento. Caracas, Venezuela. MENGER, Carl. Grundsaetze der Volkswirtschaftslehre. Wien, 1923. MILL, John Stuart. Principios de Economía Política. Fondo de Cultura Económica. México, 1943. PLUTARCO. Vidas Paralelas. Editorial Losada. Buenos Aires, 1939. RICARDO, David. Principios de Economía Política y de Tributación. Claridad. Buenos Aires, 1941. ROBERTSON, D. H. Ensayos sobre Teoría Monetaria. M. Aguilar. Madrid, 1946. Moneda. Fondo de Cultura Económica. México, 1938. ROBINSON, Joan. La Economía de la Competencia Imperfecta. M. Aguilar. Madrid, 1946. SAMUELSON, Paul A. Economics. McGraw-Hill,1948. Volkswirtschaftslehre. Muenchen,1923. SMITH, Adam. Investigación de la Naturaleza y Casas de la Riqueza de las NAciones. Librería Bosch. Barcelona, 1933. SOLEY GUELL, Tomás. Historia Monetaria de Costa Rica. San José, C.R., 1926. WALRAS, León. Eléments d’Economie Politique Pure. Lausanne, 1900.

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ALGUNAS OTRAS PUBLICACIONES DEL AUTOR:

EL ENIGMA MONETARIO. 1942. Colección de artículos sobre temas monetarios. PRINCIPIOS DE ECONOMIA POLITICA. 1944. Tratado elemental de economía política. Texto oficial de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica. SOLIDARISMO Y RACIONALIZACION. 1948. Opúsculo que contiene los principios de la Oficina de Coordinación Económica de Costa Rica, y ofrece una solución a la cuestión social basada en la filosofía de la solidaridad humana. DEMOCARIA POLITICA Y DEMOCRACIA ECONOMICA. 1948. Serie de artículos sobre el problema central de la economía moderna: la emancipacion economica del trabajador.


PRINCIPIOS DE ECONOMIA POLITICA Con una breve reseña histórica de las doctrinas económicas Publicado en el año 1944. Por el Lic. ALBERTO MARTEN Profesor de Economía Política de la Universidad de Costa Rica Breve tratado elemental de los principios clásicos de la ciencia económica, útil introducción para el estudio de las modernas tendencias de la economía.


Se terminĂł de imprimir este libro en los talleres tipogrĂĄficos de la imprenta Atenea en San JosĂŠ de Costa Rica, el once de agosto de mil novecientos cincuenta y uno.


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