Abril 2023

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27 COMUNIDADES DE POCOCÍ CLAMAN POR MEJORAR CAMINOS

27 pueblos del cantón de Pococí se manifestaron frente a la Contraloría General de la República, pues esta se opone a la reparación de los caminos con dineros municipales y de JAPDEVA. Son rutas nacionales cuyos arreglos le corresponden al CONAVI.

AÑO XXVI Número 293 - 2023 ¢300
PÁGINA 7 Pocora clama por puente peatonal MEDIANTE IMPULSO A EMPRESAS PROCOMER busca desarrollo rural PÁGINA 6 PÁGINA 4 PÁGINAS 6 Y 7 peatonal EMPRESA DE SARAPIQUÍ, DESIGN SOFT S.A. Donan computadora a estudiante del INA
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Por Florybeth Solís Quirós Para El Guapileño

La vida se vive con los de más.

Vivir con los demás significa que tengo que compartirlo todo con ellos. No puede pasarles nada por culpa mía. Tengo que acep tarlos, acogerlos y quererlos.

Sin los demás, la vida, el amor y la felicidad son una utopía.

Estamos enlazados unos con otros mediante de infinidad de hilos.

Una vida depende de otra vida y ninguna se desarrolla sin los demás.

Sólo puedo desarrollarme con ayuda de los demás. No solo los necesito porque necesitan tanto de mí. Los necesito también por que puedo hacer mucho por ellos.

Tengo ojos para descubrir a los demás, oídos para escuchar los, pies para acércame a ellos, manos para tendérselas y un co razón para amarlos.

Pan de banano

Ingredientes:

- Una taza de aceite.

- Dos tazas de azúcar.

- Dos huevos.

- Dos tazas de bananos majados (tres bananos grandes).

- Tres tazas de harina.

- Una cucharadita de sal.

- Media cucharadita de vainilla.

- Dos cucharaditas de bicarbonato.

- Dos cucharadas de agua caliente.

- Una y media tazas de nueces picadas (opcional).

Preparación:

Mezcle los ingredientes en un tazón en el orden dado, si lo hace a mano debe asegurarse que todo quede muy bien mezclado.

Se hornea en uno o dos moldes engrasados y enharinados a 175 °C o 350°F (cocina pequeña o cocina grande) por una hora si está en un solo molde o 45 minutos si está en dos moldes.

Precaliente el horno. No lo abra durante la cocción del pan porque se baja. Antes de sacarlo pruebe con un cuchillito o un palito de madera. Si sale limpio es que ya está.

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¿Pues qué soy yo sin los demás? Teléfonos: 2710-7570 cel. 8947-5490 Publicidad y Ventas: Tels. 2710-7570, cel. 8861-3670 Diseño: Oswaldo Cojal E. Impreso en Grupo Nación Su apoyo hace la diferencia Su apoyo hace la diferencia Queremos seguir sirviendo a toda nuestra querida provincia de Limón Teléfonos: 2710-7570 / 8886-8352 / 8947-5490 Corrreo electrónico: periodicoelguapileno@gmail.com Página web: www.periodicoelguapileno.com Visitenos en Periodico El Guapileño Con distribución en Pococí, Guácimo, Siquirres y Limón Con distribución en Pococí, Guácimo, Siquirres y Limón Director:
ANUNCIESE Y LLAMENOS YA Pan de amor Por Florybeth Solís Q. “Yo no debería ser una isla en un mar lleno de gente”
Camilo Rodriguez Chaverri
Phil Bosman, sacerdote-religioso Nació en 1922.

La agresión “Romántica” en las relaciones de pareja

Lic. Walter Starling Badilla Miranda

Carné 31800

Para El Guapileño

Como abogado que tenemos nuestro interés mayor en la familia, una de las cosas que mayormente nos preocupa a nivel latinoamericano, es el sentido de “romantizar” en la relación de pareja, la agresión como algo natural y que se debe de dar.

La violencia dentro de la familia es un mal que daña a todos los involucrados y deja huellas negativas. El hogar es un refugio; no una fuente de maltrato. Nada justifica la agresión.

En Costa Rica solo del 2017 al 2021, fueron solicitadas un total de 247,470 medidas de protección, pero realmente esto solo es un pequeño dato en comparación de la cantidad de sucesos en el hogar que no llegan a estrados de seguridad social y judicial. Mayormente la comunidad, familias y parejas se escudan en una serie de costumbres viciosas que enmascaran y protegen la agresión.

Quisiera mostrarle mitos & realidades que se deben afrontar, por el cual perduran muchas agresiones en parejas dentro del país:

1. Falacia “Yo lo(a) cambio con amor”: es decir, creer que las personas cambian por amor a partir de la premisa errónea de que «el amor lo puede todo». Esta creencia errónea puede llevar a aceptar y tolerar

comportamientos de la pareja claramente ofensivos desde el convencimiento de que los cambiará porque «te ama».

2. Mito de la omnipotencia del amor: que «da por sentado» que es suficiente con el amor para superar todos los obstáculos que surjan en una relación. Su aceptación puede generar dificultades al usarse como una excusa para no modificar determinados comportamientos o actitudes o mal interpretar conflictos de pareja.

3. Normalización del conflicto: todo lo que suceda en las primeras fases de la relación (tenga la gravedad que tenga y más allá de los normales momentos de desacuerdo, acercamiento de posturas y concesiones), es propio siempre del proceso de adaptación y forma parte del rodaje normal.

4. Mito de la compatibilidad del amor y el maltrato: considerar que amar es compatible con dañar o agredir.

5. Creencia de que el amor «verdadero» lo perdona/aguanta todo: creencia que en frecuentísimas ocasiones da pie a la utilización de argumentos basados en el chantaje con el que manipular la voluntad de la pareja (víctima) imponiéndole sin consideración alguna los criterios propios: «si no me perdonas, es que no me amas de verdad».

6. Mito de la «media naranja», o creencia de que elegimos a la pareja que de algún modo «tenemos» predestinada y que, en el fondo, es la única elección posible: Surge en la Grecia Clásica con el relato de Aristófanes sobre las almas gemelas y se va intensificando con los atributos del

amor cortés y el romanticismo.

7. Mito de la complementariedad, íntimamente relacionado con el anterior y entendido como la necesidad del amor de pareja para sentirse completo/a en la vida.

8. Razonamiento emocional es una distorsión cognitiva que guarda relación con la idea de que cuando una persona está enamorada de otra, es porque ha sido activada por esa persona una «química especial» que produce tal «enamoramiento» y está dirigida hacia ella en concreto, haciéndola «nuestra alma gemela».

9. Creencia de que sólo hay un amor «verdadero» en la vida; es decir, creer que «sólo se quiere de verdad una vez y, si se deja pasar nunca más se volverá a encontrar»

10. Mito de la perdurabilidad, pasión eterna o equivalencia que defiende que el amor romántico y pasional de los primeros meses de una relación puede y debe perdurar tras años de convivencia; y el sentimiento de amor y el enamoramiento pasional son

«equivalentes».

11. Falacia del emparejamiento y conversión del amor de pareja en el centro y la referencia de la existencia personal, relegando todo lo demás en la vida y entendiendo que sólo se puede ser feliz en la vida si se tiene pareja.

12. Atribución de la capacidad de dar la felicidad al otro/a, es decir, la capacidad de dar felicidad se le atribuye por completo a la pareja.

13. Falacia de la entrega total. Idea de «fusión con el otro», olvido de la propia vida, dependencia de la otra persona y adaptación a ella, postergando y sacrificando lo propio sin esperar reciprocidad ni gratitud.

14. Creencia de entender el amor como despersonalización: entender que el amor es un proceso de despersonalización que implica sacrificar el yo para identificarse con el otro/a, olvidando la propia identidad y vida.

15. Creencia de que si se ama debe renunciarse a la intimidad, no pueden existir secretos y la pareja debe saber todo sobre la otra parte.

16. Mito de los celos o creencia de que los celos son una muestra de amor, incluso el requisito indispensable de un verdadero amor, estrechamente ligada a la concepción del amor como posesión y desequilibrio de poder en las relaciones de pareja. Abramos los ojos ante las señales de advertencia y salgamos de este tipo de relaciones destructivas. Nacimos para amar y ser amados, no para lastimar.

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27 comunidades de Pococí están molestas por falta de arreglos de sus vías

El

Vecinos y dirigentes de 27 comunidades del cantón de Pococí se manifestaron frente al edificio de la Controlaría General de la República, en San José.

Reclaman que la Contraloría General de la República no permite que les reparen tres caminos con recursos de la municipalidad y de JAPDEVA.

La Contraloría se opone porque son rutas nacionales y le corresponden al CONAVI.

En total son 49 kilómetros de tres distritos, Cariari, La Rita y Colorado.

Las rutas son las siguientes: Palmitas-Puerto Lindo (32 kilómetros); Campo Cinco o Semillero-La Suerte (13 kilómetros); Cuatro Esquinas-Palmitas (4 kilómetros).

El alcalde de Pococí, Manuel Hernández, acom pañó a los manifestantes.

Hernández explicó que la Contraloría General de la República se opone a que reparen y mejoren los caminos con fondos municipales y de JAPDEVA pues se trata de rutas nacionales, por lo que le corresponde al CONAVI realizar esa tarea.

El alcalde de Pococí manifesto su interés en fir mar un convenio con CONAVI para poder hacer uso de los recursos presupuestados para la reparación de estos caminos.

Los vecinos manifiestan que tienen muchos años de esperar un arreglo.

En el siguiente enlace puede escuchar las mani festaciones de los vecinos, quienes mostraron moles tias por el abandono que sufren las vías. https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=5953

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25 AÑOS DE LA ASADA DE CIPRESES DE OREAMUNO

Editor Camilo Rodríguez Chaverri Periodista y escritor

t “El AyA no nos deja hacer nada. Nosotros como distrito hemos hecho mucho en vivienda y es un pecado lo que está pasando con Cipreses. Nosotros hemos sido un pueblo ejemplar”

Camilo Rodríguez Chaverri Ventanario

-Virgilio Ulloa Ulloa es el presidente de la Asada de Cipreses de Oreamuno.

-Vamos a hablar de su vida, ¿dónde nació? ¿Dónde creció?

-Muchas gracias. Nací en Las Aguas de Cervantes. Nací un 20 ó 21 de enero. Aun no se sabe bien. De padre y madre tengo 14 hermanos. Mi mamá murió cuando yo nací. Murió en el parto. Mi mamá se llamaba Virginia Ulloa y mi papá, Manuel Ulloa. Mis padrinos eran Antonio Soto y Antonia Solano. El mismo día que nací me trajeron para Cipreses. Ellos, mis padrinos, me criaron. Hablaron con mi papá y le propusieron que ellos, mis padrinos, me iban a criar. Para mí son como mis papás. Crecí al lado atrás de la iglesia de Cipreses.

-¿Cómo fue su niñez? ¿Qué recuerda de Cipreses cuando usted era un carajillo?

-Yo me acuerdo siempre de lo bonito. Lo feo se deja en el olvido y hay que tener buena actitud. Para mí, Cipreses es mi pueblo; mis padrinos son mis papás. Ellos me pusieron a estudiar. Estuve en la Escuela de Cipreses. Fui al Colegio Vicente Lachner, pero en tercer año no me gustó seguir así.

Iba de día al colegio, pero yo ya sembraba pedacitos de tierra. Terminé en el Colegio Nocturno. Después, de noche también saqué Agroindustria, en el Colegio Universitario de Cartago, CUC. Esta propiedad me la heredó mi papá Antonio. Y la otra parte se la compré a un hermano. Una de las cosas que me marcó muchísimo fue cuando Mami le dijo a Papi, “Toño, si vas a dividir la finca, que sea en partes iguales” Y a mí me toma- ron por igual. Éramos seis, tres hombres y tres mujeres (se le corta la voz, y llora)

-¿Cuántos años tiene usted?

-Tengo 57 años.

Pionero de los minivegetales

-¿A cuál edad empezó a trabajar?

-Por eso me salí del colegio de día. Yo sentía que perdía el tiempo. Ya yo sembraba a medias con “Chepito” Ulloa (José Rafael Ulloa). Desde ese tiempo soy agricultor. Sembrábamos en Las Aguas. Chepito, otros compañeros y yo fuimos los pioneros de los minivegetales, a finales de los años 80. Estaba muy joven en ese momento. Nosotros empezamos a producir a prueba y error porque no sabíamos. El gringo se nos unió y con lo poquito que nos podía entender nos ayudó mucho. Mis respetos para Kent Bruno. Yo a los 18 años alquilaba una finca, sembraba propio. Luego Papi (Antonio Soto) me dio la herencia.

-Usted tiene un liderazgo muy importante en la comunidad, ¿en qué ha participado?

-Antes de ser ADAPEX, lo de los minivegetales era un comité, y estaba en ese comité; siempre estuve muy involucrado. He participado mucho en el deporte, en la línea

del bien social. Por eso me metí en lo de la Asada de Cipreses. Hay muchísima gente que se está yendo a los barrios marginales porque no tienen vivienda. Y quizás aquí pueden tener lotes, pero por no tener disponibilidad de agua, tienen que irse. En la Asada de Cipreses empecé hace cuatro años.

-¿Qué piensa de las asadas a partir de su experiencia?

-De las Asadas en general, pienso que son esenciales para los pueblos. Es un beneficio muy grande, porque si fuera por el AyA tendríamos grandes problemas. Las Asadas son necesarias para las comunidades. Somos un bien necesario. Nosotros somos los que nos preocupamos por el agua de cada pueblo. A mí me llaman a las diez de la noche para decirme que no hay agua o que se reventó un tubo. Uno llama a los colaboradores para resolverle a la gente de inmediato.

-A usted le ha tocado una etapa donde la Asada ha sido muy exitosa, pero también ha sido muy perseguida.

- Claro. La Asada es de puertas abiertas, y de libros abiertos. Nosotros no tenemos que esconder nada. A cualquiera, con el debido proceso y el debido respeto, se le pueden explicar las cosas. Ahí están las actas. No hay nada que esconder. Yo digo que gracias a Dios que tenemos una buena junta directiva. Todos somos, por igual, servidores de la comunidad. Le hemos hecho frente a las cosas. Como dicen, le hemos puesto el pecho a las balas. Hay que hacerle frente al AyA y al Ministerio de Salud, porque son calumnias lo que han dicho. Ha habido una persecución; ciento por ciento es una persecución.

-¿Quiénes han sido maestros suyos en la Asada y en la dirigencia comunal?

-Yo le pido consejo a Monseñor Ulloa, a Chepito Ulloa, le pido consejo a personas mayores, que tienen mucha experiencia. Uno toma lo bueno. Tenemos una gran ventaja: es que nosotros nos hemos visto en la junta directiva como una familia. Todos somos iguales y la opinión de todos vale mucho, independientemente del puesto que tengamos.

-¿Qué le pide usted al AyA y al Ministerio de Salud?

-Hoy, el día de esta entrevista, enviamos una nota al ministro de Salud para que nos quiten las limitaciones que tiene esta Asada. Todo se ha cumplido al pie de la letra. Le pedimos que nos deje trabajar para dar mejor calidad de agua y que Cipreses siga creciendo. Aquí hay cien viviendas que necesitan agua y tenemos agua para esas cien viviendas. Y el AyA no nos deja hacer nada. Nosotros como distrito hemos hecho mucho en vivienda y es un pecado lo que está pasando con Cipreses. Nosotros hemos sido un pueblo ejemplar. Nos llevamos muy bien con los pueblos vecinos.

-Usted junto a otras personas, incluida su esposa, organizaron un verdadero turno, una actividad para ayudar a la gente de Shikiari, comunidad indígena de El Valle de la Estrella. ¿Qué significan esas actividades?

-Me llena demasiado porque a mí me gusta la línea del bien social. En enero fui con Pablo González, un educador que estu-

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“Monseñor Ulloa y Chepito Ulloa han sido mis maestros y consejeros”
Virgilio Ulloa Ulloa
“En las Asadas nos urge que nos dejen trabajar, que no nos pongan trabas. Lo que necesitamos es trabajar”

vo trabajando en el colegio de esa comunidad indígena. Fuimos a entregar casi 600 cuadernos y uno ve la necesidad de los niños. Recuerdo que no llevé muchas golosinas, pero uno pasaba y le daba una galleta a un chiquito y podía ver la cara de felicidad. Ahí es donde yo digo “en los niños se representa Nuestro Señor Jesucristo”.

Una familia hermosa y muy estable

-Su esposa es Tatiana Córdoba Arias, ¿Cuántos años tienen de casados? ¿Cuántos hijos tienen?

-Tatiana para mí es un complemento. Yo tengo muchas ganas de hacer cosas, pero si ella no me apadrina, legalmente “nace muerto el chiquito”. Tenemos 34 años de casados, dos hijos y una hija, tres nietas y un nieto que viene de camino.

-Usted aquí, en el rancho que tiene al lado de su casa, recibe a mucha gente. ¿Qué significa eso para usted?

-Es una gran alegría. Este rancho es donde uno puede con toda confianza atender a mucha gente y sobre todo que es bonita la amistad.

-¿Qué le preocupa a usted como productor, como dirigente?

-Es una pregunta muy complicada. Hasta cierto punto, hay que tocar a los gobiernos y desgraciadamente los gobiernos nos tachan a los agricultores por los agroquímicos, pero cómo nos atacan si de aquí para atrás, incluido el presidente actual, los políticos han sido unos charlatanes con respecto a la agricultura. Siempre hablan de moléculas nuevas, y no están, no hay permisos. Dicen que usamos muchos agroquímicos, pero como decían los viejitos de antes, tenemos que trabajar con lo que tenemos. Yo he ido a otros países y tienen moléculas muy nobles con el ambiente, pero, ¿por qué no las traen a Costa Rica? Por intereses creados. Hay cuatro importadores de agroquímicos y todos han estado en el gobierno, o como ministro de Agricultura, o en el ministerio de Salud, o en la Caja Costarricense del Seguro Social. A ellos no les interesa traer moléculas nuevas. Nosotros estamos aquí en el campo y, ¿qué pasa con la gente de la ciudad? Gracias a Dios que el agricultor no es organizado, porque si fuéramos organizados mangonearíamos este país al revés y al derecho. Con solo un día que dejemos de mandar leche, carne, productos agrícolas, ¿qué va a hacer el gobierno? ¿Qué va a hacer el gobierno si no les llega la comida a las escuelas, a las cárceles, a los hospitales? Gracias a Dios hemos dado la talla.

Ana Ligia Montenegro Brenes

La primera mujer que integró la junta directiva de la Asada de Cipreses de Oreamuno

t Ana Ligia Montenegro Brenes es la primera mujer que fue miembro de la junta directiva de la Asada de Cipreses.

-Vamos a hablar de su vida. ¿Dónde nació? ¿Dónde creció?

-Gracias. Soy oriunda de Cipreses de Oreamuno. Hice la escuela acá en Cipreses. Estudié en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús. Saqué un técnico en Secretariado. Hice los Estudios Generales en la Universidad de Costa Rica. Luego me casé y no seguí estudiando. Tengo cuatro hijos. Hasta la fecha siempre he tratado de dar lo mejor de mí. Actualmente tengo nueve años de trabajar para Correos de Costa Rica.

-¿Cuántos años tienen sus hijos?

-33, 31, 28 y 20 años. Me casé de 20 años de edad.

-¿En cuáles actividades ha participado en la comunidad?

-Siempre he tratado de dar un poquito. He estado en la Pastoral Social de la parroquia de Cipreses, en la Catequesis en Cipreses, y he sido parte de los lectores en la Iglesia Católica. Antes, cuando no trabajaba, participaba un poco más.

-¿Qué recuerda de los inicios de la Asada de Cipreses?

-Una experiencia muy bonita, en realidad. Éramos un grupo pequeño, pero nos llevábamos muy bien. En general se trabajó bien, muy tranquilo. Trabajé con Miguel Mora, Orlando Pérez, Eliécer Sanabria, Walter Masís.

-¿Qué piensa de estos 25 años de la Asada?

-Antes de la Asada, mi papá era el que cobraba el agua aquí. Cuando él no podía ir, me mandaba a mí a cobrar.

-¿Cómo se llama su papá?

agua nunca se iba a acabar; por supuesto, eso no es cierto; entonces, se empezó a cuidar más el agua. Posteriormente vinieron los medidores que vinieron a enseñarle a la gente a no desperdiciar el agua.

-¿Qué cosas recuerda su papá de esa época?

-Era muy diferente. Él recogía el dinero y de San José venían solo a supervisar. Sumaban las entradas y lo pegaban con las salidas.

-¿Cómo fue la lucha con la instalación de medidores?

-Hubo gente que se opuso mucho. Grupos de vecinos sacaban citas en las reuniones y nos gritaban improperios. Se molestaban demasiado, pero era justamente porque la gente tomaba el agua a la libre. Usted pasaba y había una manguera botando agua, desperdiciándose y no se resolvía rápidamente; en cambio con la Asada sí se resuelve. Ya en ese momento se iniciaba con algunos problemas de faltante de agua. Lo que buscábamos era cuidar el recurso hídrico para la comunidad.

-¿Qué piensa ahora qué tienen la protección de las fuentes?

-En realidad, es muy importante, nada como que cada tanque esté en su propio terreno. Es decir, nada mejor que el hecho de que la Asada sea la dueña de esos terrenos. Antes, el tanque no estaba en terreno propiedad de la Asada. Incluso antes podían darse problemas para cruzar una finca. Incluso, las tuberías atraviesan fincas de la comunidad, pero la gente aquí es muy colaboradora y sabemos que se necesita. A nivel de carretera no se puede, o se necesitan pendientes; entonces, las tuberías tienen que cruzar por los terrenos agrícolas de la zona. Eso ha sido bueno y ha impulsado el desarrollo, se ha visto que la comunidad ha crecido, que la Asada ha crecido y da un buen rendimiento para que el uso y mantenimiento del liquido.

-¿Hay más dificultades ahora o cuando usted empezó siendo un muchacho?

-Ha cambiado muchísimo. A finales de los 80 e inicios de los 90 se buscó opciones diferentes. Una de esas opciones se dio con Chepito Ulloa y Kent Bruno, quienes trajeron esa idea de producir minivegetales y hoy por hoy miles de personas vivimos directa e indirectamente de los minivegetales. Se ha exportado, y hay mucha mano de obra. Incluso se puede cambiar más en la agricultura. Lo que sucede es que los gobiernos no han querido.

-¿Qué debería cambiar en las Asadas? Por ejemplo, en la Asada de Cipreses, con respecto a lo que hace el AyA, ¿qué debe cambiar?

-Es muy práctico. Yo estoy de acuerdo con que nos fiscalicen. Las cosas deben llevar un orden en todo el sentido de la palabra, pero que nos dejen trabajar, que no nos pongan trabas. Lo que necesitamos es trabajar.

-Ha habido un ataque a la Asada y a la producción agrícola.

-¿Qué culpa tenemos nosotros si no nos dan las armas? Hoy por hoy el agricultor tiene mucha más conciencia acerca de los productos que utilizamos.

-¿Qué significa Cipreses en su vida ?

-Todo. Aquí nací y aquí muero. Me gusta el bien social para Cipreses y para todas aquellas personas a quienes yo pueda ayudar.

José venía y le hacía los arqueos a mi papá. Él todo lo llevaba muy bien, muy ordenado. Llegó el momento en que había que independizarse del AyA. Fue donde surgieron las asa das. Se transformaron para bien de la propia comunidad. Se empezó a cambiar tuberías, antes eran de hierro; se comenzó a utilizar tuberías de plástico. Antes la gente decía que el

-Usted fue la primera mujer en la Asada. -Sí, los compañeros me trataron muy bien, me trataron con respeto. Por ejemplo, cuando había una situación en la que no estaba de acuerdo, siempre solicitaba que quedara en actas. Miguel Mora fue el primer presidente. Don Miguelder; él iba y nos traía información; uno también buscaba información porque había que saber qué es realmente una asada. Es clave traer el líquido vital a la comunidad, que sea

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“El gobierno no quiere ayudarle a los agricultores”

El único dirigente comunal que ha estado en la junta directiva con todos los presidentes que ha tenido la Asada de Cipreses de Oreamuno

t Cumple 25 años la Asada de Cipreses de Oreamuno y estamos construyendo un documento periodístico especial, el sustento de un libro sobre esta Asada.

t Don Gilberto Antonio Brenes Calderón ha estado con todos los presidentes que han pasado por la Asada. Ha entrado y salido de la junta directiva, pero ha estado con todos los presidentes.

t “He estado durante 21 años en la junta directiva de la Asada de Cipreses. Soy el directivo que más tiempo he colaborado con esta causa”

t “Las Asadas ya saben manejarse solas, pero AyA no las suelta. Estamos de acuerdo en que el AyA debe ser vigilante de las Asadas, pero que les permita avanzar. El AyA no les aporta nada a las Asadas; lo que hace es entrabar el trabajo de las Asadas”.

-Hablemos de su vida. ¿Dónde nació? ¿Dónde creció?

-Muchas gracias. En julio cumplo 64 años. Nací en Cipreses de Oreamuno. Recuerdo que era otro mundo completamente. Era muy diferente . Todos nos conocíamos. Éramos unas sesenta familias. Había si acaso sesenta casas. Vivo en La Puente. Me vine en el año 88. Ahora esta muy poblado. Cuando llegué a La Puente eran seis casas. De la entrada principal hacia La Puente eran solo potreros a los dos lados. Llegaba uno al

centro de La Puente y eran seis casitas.

-¿A qué se dedicaban sus papás?

-Mi papá era jornalero. Éramos 16 hermanos. Éramos muy pobres. Esa pobreza era miseria. Yo solo fui a la escuela y muy joven empecé a trabajar porque había que ayudar a mi papá. Después de mí había muchos hermanos pequeños.

-¿Cuanta área tiene su parcela?

-Es una hectárea y un cuarto. Mi papá también tuvo parcela aquí, al frente mío.

-¿Qué recuerda del nacimiento de

la Asada, hace 25 años?

-Estuve incluso desde antes. Antes era una junta que administraba el agua, un comité, mejor dicho. Miguel Mora era el presidente. En eso, publicaron que las juntas se iban a convertir en asadas. Miguel nos dijo que si queríamos participar en la Asada. Él empezó conjuntamente con el AyA y se logró hacer la

Los pioneros de La Asada

-¿Quiénes estuvieron ahí?

-Tarcisio Jiménez, Walter Masís, Miguel Mora y yo.

-¿Cómo era la distribución del

-Era muy diferente. No había medidor, ni nada. Era una paja, y se pagaba una cuota al pueblo. Nos nombraban por cinco o seis años.

-¿Después de Miguel Mora quiénes estuvieron?

-Como presidente estuvo Antonio Castro, que en paz descanse; después estuvo Ismael Serrano, Evelio, luego otra vez Antonio, después Evelio y de último

-¿Qué siente por la Asada?

-Siento mucho cariño. Me he esmerado por colaborar. Cuando se formó esta asada, yo iba a pie a Cipreses, para asistir a las reuniones. Duraba 35 minutos para arriba; para abajo, venía trotando y duraba 20 minutos. Me llevaba un foco para el regreso.

-¿Porque es importante una asada para una comunidad?

-Es el desarrollo de un pueblo. Usted sabe que si no hay agua, un pueblo no se desarrolla. La importancia de tener una Asada es fundamental para el crecimiento y el desarrollo de un pueblo. Hoy en día esta Asada se ha fortalecido. Yo he visto esta Asada desde que se formó. La he visto crecer hasta el punto en que hoy en día es una organización poderosa, fuerte.

“Aprendí mucho en los inicios, con Miguel Mora como presidente”

-¿Quiénes han sido sus grandes compañeros ?

-Que yo admire, le puedo decir

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Camilo Rodríguez Chaverri Ventanario

que Miguel Mora, de él fue el que más aprendí. Fueron los primeros pasos que se dieron. Cuando él salió, ya la Asada iba sobre ruedas. Al principio, la gen te no aceptaba los medidores. La gen te nos decía de todo. Una vez, en una asamblea, les dijimos que era injusto que no quisieran medidores, que una persona que vivía sola tuviera que pa gar 900 colones y una familia de cin co personas también tuviera que pagar 900 colones. Era injusto. El medidor era para impartir justicia. Y así lo dijo Mi guel. También lo dijo por unas lecherías que, por ejemplo, la lechería Arrieta, la de Carlos Martínez pagaban igual que lecherías pequeñas, de diez vaquitas. Los medidores eran fundamentales. El que gastaba más agua que pagara más y el que gastaba menos que pagara me nos. Así se le dijo a la gente y la gente lo entendió y aceptó.

-¿Qué piensa de la persecución que sufren ahora?

-Es una tristeza. Yo me pongo a pensar que como hay gente tan cruel. Si nosotros como junta directiva sufrimos, pero hemos sufrido donde llegan las so licitudes para una paja de agua y es tris te tener que decirle a la gente que no se puede. Eso es doloroso. Nosotros lo que queremos es fortalecer la Asada para que todos tengan agua. No se ha podido porque hay unas cabezas calientes que se han metido a dañar la Asada. No se le ha podido dar agua a gente que ya casi tenían el bono aprobado y no se lo dan porque sin agua no se lo dan, no pueden dárselo. Es´una verdadera tristeza.

-¿No son casas de bienestar social, verdad? ¿Son mucho más caras?

-Sí. Claro que son más caras. La ORAC ha establecido unas diferencias muy odiosas. Para la gente humilde y sencilla no tenemos agua, por culpa de la ORAC, pero a la gente de dinero ellos mismos, en la ORAC, se encargan de que tengan agua.

-¿Qué significan esos ojos de agua y la protección del agua?

-Imagínese el futuro de Cipreses, de estas comunidades. Hay que cuidarlos. Uno se preocupa por lo que ha pasado con la contaminación. Deberían fomentar en todo el país que los grandes finqueros pudieran donar una hectárea para proteger y tener bosques. Creo que eso no está jalado del pelo.

Una vez estábamos tratando de traer una concesión del Río Birrís y viera cómo pusieron trabas. Eso no puede ser. Las cosas se estancan en el AyA.

-¿Le tiene celos el AyA a las asadas?

-¿Cree usted que hay una persecución por parte del AyA?

-Sí, claro, de la ORAC de Cartago, (la Oficina Regional de Acueductos Comunales) con este grupo de la comunidad que es muy pequeño. A mí me da tristeza ver cómo la ORAC nos dijo que no más pajas de agua y ver cómo esta gente de la comunidad, que son cuatro gatos, cómo esta gente, sin ninguna consideración por todo el trabajo que se ha hecho, comenzó a hacer denuncias. Llegaban y cambiaban un medidor porque estaba dañado y ya había una denuncia para que pusieron agua nueva en tal lugar o en tal otro, y todo es montado para hacer daño. Las denuncias no tienen fundamento. Usted mismo, don Camilo, ha denunciado que en la comunidad no nos dejan dar agua para bienestar social, el AyA no nos deja dar agua para casas de bienestar social, pero en cambio la misma ORAC nos obligó a dar agua para unas casas finas, aquí, muy cerca de Cervantes.

Compra de terrenos para proteger las nacientes

-Hablemos de la compra de los terrenos de la Asada de Cipreses.

-En su momento, nos dimos a la tarea de ser los dueños de los ojos de agua de la comunidad de Cipreses. Eso lo propuso Miguel Mora. Él encaminó la primera parte y luego los otros presidentes siguieron. Cuando estuvo Ismael Serrano se hicieron dos compras. Se hizo la compra de Capira, de la naciente Carlos Calvo y la compra de Plantón, Carlos Gómez. En el tiempo de Miguel Mora se le compró a Edwin Coto, que en paz descanse; se compró el lote contiguo al edificio de la Asada. Se compraron las fincas para darle protección a los ojos de agua y ser dueños. Si la Asada es la dueña de los terrenos, el agua está garantizada, protegida para las próximas generaciones. Aquí en Cipreses la Asada es la dueña de los terrenos donde están los ojos de agua.

-¿Qué siente la comunidad por la Asada de Cipreses?

-La gente la respeta y la quiere. Ha sido una asada muy responsable. La gente puede hablar lo que quiera, pero no pueden decir que hay faltantes de agua. Tuvimos un faltante en el 2014, pero por el cambio climático. Eso no se lo quita nadie, pero se ha venido trabajando en mejorar y subsanar.

-El problema es que cuando el AyA le dejó a las Asadas el manejo del recurso y las liberó para que fueran autosuficientes, cosa que lo son, el AyA no entendíó que debía respetar ese cambio.

Pero el AyA no se las ha podido quitar de encima, y por gusto del AyA. Las Asadas ya saben manejarse solas, pero AyA no las suelta. Estamos de acuerdo en que el AyA debe ser vigilante de las Asadas, pero que les permita avanzar. El AyA no les aporta nada a las Asadas; lo que hace es entrabar el trabajo de las Asadas.

Dirigente comunal y atleta

-¿Cuánto tiempo tiene de correr? -Como treinta años. Soy maratonista. Corro tres veces por semana. Entre semana corro cincuenta minutos y los domingos corro treinta kilómetros; tardo dos horas.

-¿Estruja mucho el AyA a la Asada?

-Cuando se habla del Estado, es un dolor de cabeza. Todo lo que usted va a hacer en la Asada y tiene que pasar por el AyA, es un proceso larguísimo. Nada es fácil. Es una pura burocracia en el AyA.

-¿Cuántos hijos tiene? ¿Cómo se llama su esposa?

-Mi esposa se llama Elizabeth Navarro Calderón. Son tres hijos los que tenemos: Gilberto, Ricardo y María Isabel Brenes Navarro. También tengo una nieta. Se llama María Belén.

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“Hay una persecución por parte de la ORAC de Cartago en contra de la Asada de Cipreses de Oreamuno”
“Todo lo que usted va a hacer en la Asada y tiene que pasar por el AyA, es un proceso larguísimo. Nada es fácil. Es una pura burocracia en el AyA”

en los inicios de la Asada, incluso fui uno de los fundadores. Ahí estuvimos Miguel Mora, Walter Masís, Tarcisio Jiménez, Ligia Montenegro, Gilbert Brenes y yo. Son los que recuerdo”

t Don Orlando Pérez Mora fue parte de la primera junta directiva de la Asada de Cipreses de Oreamuno.

-Hablemos primero de su vida, ¿Dónde nació? ¿Dónde creció? ¿Cuántos años tiene?

-Nací en un barriecito para arriba de Capira, aquí en Cipre ses de Oreamuno. Era un barrie cito de cuatro casas. Tengo 85 años. Nací el 16 de septiembre de 1937. Posteriormente a esa épo ca, nos vinimos a vivir a Capira. Era una zona pequeña. Cuando me casé y me vine a vivir a este lado había tres casas en el centro de Cipreses de Oreamuno. Tuve ocho hijos. Se murió uno de 46 años de edad. Tengo 10 nietos y dos bisnietos.

-¿Cómo era Cipreses antes?

-Cuando yo crecía en Cipreses, no había electricidad ni agua potable. Nos abastecíamos con una paja de agua que pasaba por ahí. Yo estuve en los inicios de la Asada, incluso fui uno de los fundadores. Ahí estuvimos Miguel Mora, Walter Masís, Tarcisio Jiménez, Ligia Montenegro, Gilbert Brenes y yo. Son los que recuerdo. Fue bastante difícil

porque en esa época en las casas no había medidores. Entonces, cuando empezamos con la instalación de medidores, aquello fue un broncón. Llegaba el montón de gente a molestar. Al final se hizo. Se fueron poniendo periódicamente. Eso se hizo con la intención de que todos tuviéramos agua. Si no hubiera medidores, esto sería un desperdicio y estaríamos con verdaderos problemas de agua.

-¿Qué piensa del ataque que ha sufrido la Asada?

-Tengo muchos años de que estoy desvinculado. Pero si el pueblo ha crecido mucho, ha sido porque hemos tenido, y si hemos tenido agua es porque la Asada ha hecho un buen trabajo.

-¿A qué se ha dedicado?

-Primero fui jornalero. Después comencé a ir a las ferias de

Antonio Montenegro Sanabria

El tesorero del acueducto comunal que existió antes de la Asada

Ventanario

-Usted fue tesorero del acueducto comunal.

-Así es, fui tesorero, me encargaba de cobrar a la gente y no me pagaban, yo no cobraba ningún sueldo.

-¿Cuántos años tiene? ¿Dónde nació?

-Tengo 84 años. Nací en Santa

Rosa de Oreamuno. Tengo muchísimos años de vivir aquí. Siempre me dediqué al trabajo al campo.

-¿Cómo se vinculó con la asada?

-Me nombraron en la junta, me nombraron tesorero. Era un comité. Fue antes de que naciera la Asada. Estaba el finado Miguel Solano, estaba Lida Soto (qdDg) y Miguel Mora. En el comité que

estuvimos nosotros, la legalizamos y la sacamos adelante. Todos trata mos de organizarnos porque todos querían una paja, pero no eran así las cosas. No recuerdo cuanto fue lo que se comenzó a cobrar. Es tuve también en ADICO. Ahí par ticipé. Fui síndico municipal. Esto que le cuento fue antes de la Asa da. Después de que legalizamos todo, arrancó la Asada.

Desamparados, de Guadalupe, y hasta fui a la feria en Pérez Zeledón. Ahora no trabajo. Pero recuerdo que uno se mojaba y se secaba y se volvía a secar. Por eso es que creo que tengo dolores en las rodillas.

-¿Qué siente por la Asada?

-Siento amor y cariño por la Asada, como parte de este pueblo que soy.

-¿Usted ha participado en otras actividades comunales?

-Yo aquí he participado en todo. Como dicen fui “zoila”. Estuve en la junta de educación de la escuela, en el patronato escolar, en el comité del cementerio y en el acueducto. Siento mucho cariño por este pueblo. Toda mi vida he vivido aquí. Ha cambiado mucho. Hoy es totalmente otra cosa. Incluso hay gente que ya uno no conoce.

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Orlando Pérez Mora
“Estuve

Tarcisio Jiménez

El primer secretario que tuvo la Asada de Cipreses de Oreamuno

cuando se convocó a una asamblea y ahí nos nombraron.

-¿Qué recuerda de los inicios de la Asada?

-Hábleme de su vida, primero, por favor.

-Gracias. Yo tengo 56 años, soy “cipreseño” ciento por ciento. Nací aquí, en Cipreses. Aquí hice la primaria. He trabajado en agricultura. Empecé a trabajar como a los seis años de edad. Mi papá siempre tuvo vaquitas. Inicié a ordeñar como a los seis años. Toda mi vida he trabajado con las vacas y la agricultura.

-Ha sido dirigente comunal.

-Sí. Me encanta trabajar en los grupos comunales y en los grupos de la iglesia. Inicié en la Asada por inspiración de un concuño mío, porque este acueducto anteriormente lo administraba la Asociación de Desarrollo de Cipreses, ADICO, por medio de un comité. Resulta ser que el comité no andaba muy bien. Mi concuño me habló a ver si me gustaría ayudar. Le dije que sí. Fue

-Recuerdo muchas cosas. Fue un pro yecto que gracias a Dios se pudo sacar ade lante. Recuerdo que el comité se reunía en la delegación de la Guardia Rural con unas si llas y una mesa que eran prestadas. Recuer do que estuvo don Miguel Mora, Hugo Cés pedes, Orlando Pérez, Walter Masís, Gilbert Brenes, Ana Ligia Montenegro.

-¿Como empezaron?

-Empezamos con el tema de los pagos. Aquí prácticamente pagaba quien quería. El primer proyecto que echamos a andar fue el de los medidores. Casi que nos queman vivos. Viera los problemones que se nos vinieron encima. Casi nos linchan. Tuvimos hasta amenazas de muerte. Aquí nunca se había escuchado de un medidor y con la instalación de los medidores prácticamente nos echamos el pueblo encima. A mí nunca se me olvida que Miguel Mora, que era el presidente, dijo, “agarremos el toro por los cuernos; empecemos con los más grandes, los finqueros, los dueños de lavanderías (de productos agrícolas)” El medidor es justicia

Asada educó

t Walter Masís González fue uno de los primeros dirigentes comunales en la conformación de la Asada de Cipreses de Oreamuno.

Camilo Rodríguez Chaverri Ventanario

-Hablemos de su vida, ¿Dónde nació? ¿Dónde creció?

-Soy nativo de Cipreses de Oreamuno. Mi mamá era ama de casa y mi papá, agricultor. Nosotros nos criamos arreando y ordeñando vacas, propiamente aquí donde estamos, en Capira. Era una finquita pequeña que tenía mi papá.

-¿Dónde hizo la escuela? ¿Fue al colegio?

-Estuve en la Escuela de Cipreses de Oreamuno y fui al Colegio Agropecuario en Pacayas.

-¿A qué se ha dedicado?

-He tenido varias etapas. Venimos de familia sencilla y humilde.

y es economía. ¿Cómo es posible que un señor que tuviera 200 vacas pagara lo mismo que en el caso mío, que tengo 18 vacas? Un señor que tal vez lavaba 8 ó 10 sacos de papa para la feria pagaba igual que un señor que tenía una lavandería y que lavaba 60 sacos de papa al día.

-¿Qué piensa de la Asada actualmente?

-Es un proyecto que nosotros dejamos encaminado con el edificio, con carros, con compra de terrenos, compra de nacientes. Siento que ha ido bien. Tiene algunos problemitas que son ajenos a la Asada, son externos, son por culpa del AyA, pero la Asada

Walter Masís González

la gente en

Estuve yendo a la feria, trabajé como peón de campo, con los años pusimos unas vaquitas propias y me dediqué a vender leche en Paraíso de Cartago. Eso fue hace más o menos unos 30 años. Gracias a Dios nos fue muy bien. Desde hace 18 años me dedico al comercio de queso. Tengo un negocio en la Avenida Tercera, Calle 8, frente al Mercado Borbón. Viajamos todos los días a las 4 y 30 de la mañana y regresamos a las 6 de la tarde.

-¿En qué ha sido dirigente?

-Hace muchos años estuve en la Asociación de Desarrollo de Cipreses, ADICO. Logramos hacer varios proyectos, entre ellos todo lo de vivienda. Fueron muy importantes los proyectos en cada etapa, incluso hubo algunos con etapas de 30 a 35 casas. Mi primera casa fue a través de la Fundación Costa Rica – Canadá, gracias`al apoyo de ADICO.

-¿Qué recuerda de los inicios de la Asada?

-La Asada se vino a hacer porque no había mucha organización. AyA estaba pidiendo a los pueblos que se organizaran. Ellos dan los lineamientos, pero las Asadas tienen

su propia jurisdicción y son independientes. Así fue como se empezó. Obligó a los comités, que eran dirigidos por las municipalidades o por las asociaciones de desarrollo, a convertirse en Asadas. Ellos pedían que fuera una dirigencia exclusiva para el acueducto. Ahí fue donde surgieron las Asadas. Yo estuve dos años en la primera junta. Estuve con Miguel Mora, que fue el primer presidente. Estaban Gilbert Brenes, Tarcisio Jiménez, Juan Rivera, Orlando Pérez y Hugo Céspedes. Sin duda, la Asada ha sido muy beneficiosa para el pueblo. Nosotros desarrollamos proyectos muy importantes como fue el haber desarrollado la implementación de medidores del agua. Eso vino a solucionar problemas. Era todo un mito lo que se tenía en ese momento, porque la gente le tenía miedo al medidor, pero el medidor vino a educar a la gente. El que todos tuviéramos agua, tanto el pobre como el rico, el de clase media, absolutamente todos, con un monto justo, se lo debemos a los medidores.

-¿Qué siente por Cipreses?

-A Cipreses lo amo y lo quiero. Me siento orgulloso de ser cipreseño.

va caminando bien. Yo los felicito porque han dado la lucha a pesar de algunas situaciones externas muy difíciles. Recuerdo que cuando ingresé a la Asada, yo tenía 31 años de edad. Fue un gran sacrificio para mí porque en ese tiempo trabajaba en San José y llegaba, me tomaba un cafecito en carrera y me iba para la reunión porque era el secretario. Así fue como por diez años. Realmente me siento muy orgulloso de la Asada de Cipreses. Me siento muy orgulloso de ser socio fundador y le tengo un gran cariño. Si algún día llegan a necesitar mis servicios, estoy con toda la disposición para servirles. Estoy orgulloso de la Asada de Cipreses. Es una gran organización de nuestra comunidad.

del

t Don Tarcisio Jiménez es fundador de la Asada de Cipreses de Oreamuno.
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“La
a
el consumo responsable
agua gracias a la implementación de los medidores”

El primer administrador de la Asada de Cipreses de Oreamuno

t Don Francisco Solano Mora fue el primer administrador de la Asada de Cipreses de Oreamuno, que está cumpliendo 25 años. Don Francisco ha escrito hasta una reseña de la Asada, en la que cuenta detalles importantes de lo ocurrido en los veinte años en que fue el administrador.

-¿Dónde nació? ¿Dónde creció?

-Nací en un barrio que se llama Capira, por la Naciente Carlos Calvo. Nací el 21 de diciembre de 1950, cumplí 72 años. Toda mi infancia la pasé en Capira. En la escuela de Cipreses hice primero, segundo y tercer grado. Cuarto, quinto y sexto me tocó ir de Capira hasta el distrito de Cot. Aquí no había ni cuarto grado. Entonces, mi papá me mandó para que no perdiera el año. Me matriculó en la Escuela León Cortés Castro. Yo incluso tenía que viajar una hora a pie de Capira a Cot. Cuando salí de sexto grado, me dediqué a trabajar al campo con mi papá. En el año 69 vino un maestro y se le ocurrió hacer un grupo para que fueran a estudiar los que querían. En realidad, me sirvió bastante. Yo tengo dos títulos de sexto grado. El que saqué en Cot en 1964 y el que saqué aquí en 1969, gracias al maestro que impulsó a los que no tenían el sexto grado. Yo ya había terminado, pero, la verdad, no me importó volver a cursar esos años.

-¿Siempre trabajó con su papá?

-Yo trabajaba con él, pero la situación se fue complicando un poco y más o menos en 1998 me dediqué a comerciar, me puse a ir a la feria. Ya ahí viene el inicio de la administración del acueducto. En ese momento, la Asada era manejada a través de un comité que estaba bajo el control de la Asociación de Desarrollo Integral de Cipreses de Oreamuno. Esto era así porque no se tenía personería jurídica. En 1998, un grupo encabezado por Miguel Mora pensó que lo más conveniente era tener una personería jurídica propia. Arrancó el 31 de marzo de 1998. A los días, llegó Miguel Mora con otros señores de la junta directiva para que yo les ayudara en la administración. Yo me comprometí con ellos y les dije que sí, pero que medio tiempo. La Asada no tenía recursos en ese tiempo y yo también tenía unos “siembros”. Así fue como iniciamos. Eso fue tres meses después de que ellos se constituyeron como asociación. Trabajé 20 años con ellos a favor del acueducto. Fue una labor muy dura porque cuando yo inicié en la Asada, prácticamente no había un cinco, porque el comité anterior no tenía recursos. La labor que se emprendió fue bastante ardua y gracias a la colaboración de la junta directiva y el apoyo del pueblo se logró salir adelante.

20 años en la administración de la Asada

-¿Hasta cuándo estuvo con la Asada?

-Inicié en 1998 y estuve hasta el 31 de marzo del 2018. Exactamente estuve 20 años con la Asada de Cipreses de Oreamu no, gracias a Dios, y gracias a la confianza que me dieron todas las juntas directivas que pasaron. Yo me siento satisfecho con la labor que realicé. Antes de que naciera la Asada, el acueducto aquí estaba abandona do. Anteriormente, era la Municipalidad de Oreamuno la que administraba, pero como dicen, era una administración entre comillas, porque la Municipalidad de Oreamuno nun ca veló porque los acueductos de estos pue blos avanzaran. Ellos los hicieron y se olvi daron de darles mantenimiento. Gracias a la labor que se inició aquí, a través de la Asa da, el acueducto mejoró un cien por ciento. En realidad, anteriormente era una debacle completa lo que teníamos aquí en sistema de abastecimiento de agua para la comunidad. Eran cañerías obsoletas, distribución en hie rro galvanizado, que ya había cumplido su función. Hubo que entrar de lleno para poder renovar el sistema. Se cambió tubería, redes de distribución, tanques de almacenamiento. Tuvimos que pensar en renovar todo, total mente. Realmente la comunidad tiene que sentirse satisfecha de la labor que la Asada ha hecho hasta el momento.

-¿Qué recuerda de los primeros años de la Asada?

-Recuerdo que fue muy duro. En el año 2000, la junta directiva tomó el acuerdo de poner medidores porque aquí no había sistema de medición, sino que era una cuota. Lo mismo pagaba un finquero como pagaba una casa de habitación. Eran cuotas que no impartían justicia. Así jamás se podían generar recursos. Ahí empezó la polémica. Hubo cierto grupo que se oponía al tema de la medición. Hubo incluso intentos de linchamiento a la junta directiva y a mi persona porque la gente no estaba de acuerdo con los medidores. Incluso hubo miembros de junta directiva que quisieron tirar la toalla y dejar todo botado porque se sintieron amenazados. Yo le dije a Miguel Mora, que ejercía el liderazgo, como presidente: “estamos montados en esto, tenemos que amansar la burra porque no podemos dejar que cierto grupo del pueblo quiera venir a imponer cosas que no son para el beneficio del mismo acueducto” Con esas palabras que les dije, ellos retomaron y siguieron. Las amenazas que tuvimos del pueblo se fueron apaciguando y el pueblo entendió que no era un mal, sino un bien para toda la comunidad. Lo que se buscaba era que todo mundo pagara lo que realmente gastaba y no como estaba antes.

Compra de terrenos para la conservación de las nacientes

-Ustedes arrancaron poco a poco y fueron buscando fincas para proteger el recurso.

-Esa fue una de las principales iniciativas, que el acueducto tuviera las propieda-

des para poder ingresar a las nacientes sin tener que pedir permiso a ningún finquero. Algo que yo nunca he entendido ni le he encontrado lógica es que digan que las aguas son del Estado, pero donde brotan los ojos de agua no son del Estado. Es algo ilógico. Se han dado casos en que los dueños dicen que se le invade la propiedad y tienen razón. Muchas veces se dificultaba el ingreso. Empezamos con esa iniciativa y los dueños de las propiedades fueron muy accesibles para negociar. Gracias a Dios, se logró, en buenos términos, tanto para los dueños de las fincas como para la Asada. Actualmente las nacientes y los terrenos son de nuestra propiedad.

-¿Cuál fue el primer terreno que se compró?

-Fue la naciente Edwin Coto, la que está en el centro. Al inicio tuvimos un problema y de ahí fue que decidimos hacer la compra. Posteriormente seguimos con Plantón. Era una señora la dueña de esa propiedad. Luego se compró Carlos Calvo.

-¿Cómo fue la compra del terreno y la construcción del edificio?

-Ese edificio se inició en 1999. Compramos el lote a la Asociación de Desarrollo Integral de Cipreses. Luego le compramos otro lote.

-¿Cómo cambió la realidad de Cipreses gracias a la Asada?

-Eso fue un cambio muy grande. Cuando el acueducto estaba manejado por el comité, ellos con muy buena voluntad lo hacían, pero se les dificultaba por la razón que

ellos legalmente no tenían representación legal, entonces, todo era a través de la asociación de desarrollo.

-¿Cómo llegaba antes el agua a la gente?

-Antes era cañería; la hizo la Municipalidad de Oreamuno. Había un policía, Jorge Gutiérrez, él fue de los que propuso la cañería. Antes el agua no alcanzaba porque no había control. La Municipalidad de Oreamuno hizo la cañería y se olvidó del pueblo. Fue que tiempo después el pueblo se levantó en armas y le exigió a la Municipalidad de Oreamuno que le entregaran el acueducto a la comunidad; de ahí fue que se fomentó la administración por el comité y luego surgió la Asada.

-Usted hizo una reseña de la Asada. Ahí usted dice que en el 2011 se compró el primer vehículo.

-Así es, antes de eso yo ponía mi carro al servicio del acueducto. Me reconocían el gasto, pero lógicamente era un carrito viejo. Le expuse a la junta directiva que no iba a poner más mi carro. En ese momento, ya había recursos para comprar un carro. Y así lo hicieron. Ya con el carro de la Asada era diferente.

-¿Quiénes fueron líderes para usted?

-Si doy nombres estaría cometiendo una injusticia. Para mí todas las juntas directivas con las que trabajé me apoyaron con las decisiones en beneficio del acueducto; era una relación de beneficios para todos; supimos trabajar y lograr lo que el acueducto es.

Francisco Solano Mora
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t Don Rafael Barquero Calvo es parte de la junta directiva y un entusiasta de la Asada de Cipreses de Oreamuno.

Camilo Rodríguez Chaverri Ventanario

-Hablemos primero de su vida. ¿Dónde nació? ¿Dónde creció?

-Primeramente debo hablar de mi madre. Soy hijo único. Mi mamá fue una madre ejemplar. Lo que tengo se lo debo a ella, gracias a su esfuerzo y a una máquina de coser. Ella era costurera. Tengo hermanos por parte de mi padre, pero la crianza me la dio mi madre. Me debo a ella. Todos los principios que considero son muy buenos se los debo a ella. Como dicen, yo rajo con ella. Desgraciadamente no vive. Tiene 12 años de estar con El Creador. Se llamó Zolia Barquero Calvo. Llevo sus apellidos. Me crié también con una tía, Odilia Barquero Calvo. Me crié en el centro de Cipreses, 125 metros oeste de la Iglesia Católica. Nací un 24 de octubre, en 1957. Por eso me pusieron de nombre Rafael Ángel. Mi niñez fue como la de todo niño, jugando trompo, canicas, apasionado del fútbol, apasionado del deporte en general. Estuve en la Escuela de Cipreses. Saqué el bachiller en el Liceo Vicente Lachner Sandoval. Después, tuve la oportunidad de estudiar. Tengo una linda anécdota. Estando en el colegio, tuve la oportunidad de entrenar con el Cartaginés y luego con el Deportivo Saprissa. Soy saprissista.

En esos momentos, tuve que decidir entre el deporte y el trabajo. Lo recuerdo como si fuera ayer. Soy muy devoto de El Santísimo. Esto me fue inculcado por mi madre y mi tía, quien fue catequista. Estando de rodillas, le pedí a El Santísimo que me guiara los pasos entre el deporte o el Banco Crédito. Recuerdo que el 14 de febrero, un día lindísimo, que es el día de los enamorados, a las seis de la mañana me bañé y me puse vestido entero y me fui para el Banco Crédito; a las 9 de la mañana ya tenía trabajo. Entonces, ahí opté por el trabajo. El Banco Crédito siempre

dad de escoger y de seguir también en el trabajo y en el deporte. Dichosamente voy a cumplir 66 años en octubre.

Consejo Económico de la Parroquia de Cipreses

-¿Cómo se fue vinculando a la lucha comunal?

-Como le digo, he sido muy devoto y por veinte años trabajé para el Consejo Económico de la Parroquia de Cipresés y laboré con diferentes sacerdotes. Desde que fue Centro de Animación Pastoral, con el Padre Glen Gómez, de ahí en adelante estuve veinte años. El Padre Glen preparó la comunidad para ser parroquia. En ese entonces, Monseñor Francisco Ulloa había solicitado la colaboración y nos pidió que la comunidad se activara un poquito. Nos pidió una semana cultural y deportiva. A mí, como soy tan metido con el deporte, me nombraron parte del grupo. Eso fue en los años 90. Fue tan exitosa que no nos alcanzó el tiempo. Entonces, al siguiente año hicimos

el único distrito que hacía todo un mes de actividades deportivas, en Costa Rica, en la región y en el mundo. También estuve en ADICO. Era y es una organización líder. Fui secretario de ADICO. Estuve con don Orlando Pérez Mora y don José Manuel Masís Céspedes. Estuve poco tiempo. Hace cuatro años había renunciado el secretario de la Asada y en una asamblea propusieron mi nombre, por lo que acepté. Estoy en una lucha tenaz, con gran fervor. Actualmente también soy secretario de la junta administrativa del Colegio Técnico Agropecuario de Pacayas.

pasado, para seguir sirviendo.

-¿Ha habido persecución por parte del AyA y del Ministerio de Salud?

-Claro, claro. Con toda honestidad, sí lo ha habido. No nos han dejado trabajar. Tenemos los recursos, no solo los recursos económicos sino también los recursos humanos. Tenemos una gran comunidad. Tenemos a ADICO, que es un baluarte. Y a pesar de todo eso que tenemos, nos han dado muchas zancadillas, y no hemos podido hacer todo lo que queremos, que es darle a nuestros hijos el recurso vital, y a nuestros nietos. Tenemos un gran compromiso, que es darle agua digna a la comunidad y a las futuras generaciones.

tán perdiendo bonos de vivienda, están perdiendo recursos, y no hay un desarrollo, no hay industrias, por lo que hay desempleo. Se está yendo gente para las ciudades porque aquí no tienen oportunidad de crecer. Le pido humildemente al AyA, al Ministerio de Salud y a las entidades involucradas que nos den oportunidades de crecimiento.

Es muy claro y es muy básico: es la oportunidad de darle agua al ser humano que lo necesita.

-¿Cuántos hijos tiene?

-¿Qué piensa de la Asada de Cipreses?

-La Asada es un gran grupo comunal. Un grupo que tiene mucha visión a futuro. Es un grupo luchador, que a pesar de las grandes dificultades, a pesar de que nos han calumniado, a pesar de que nos han dicho que somos sinvergüenzas, es

“Le pido al AyA y al Ministerio de Salud que nos dejen trabajar, que nos quiten las ataduras”

-¿Qué le pide usted al AyA y al Ministerio de Salud?

-Que nos dejen trabajar, que

-Tengo tres hijos. Lizeth, Rafael Ángel y María Paula. Liseth es ama de casa y tiene un saloncito de belleza. Ella tiene dos niños, Matías, de 6 años, y Valentina. Rafael Ángel trabaja para una empresa en Cartago, ahora hace teletrabajo, y mi pequeña que salió aficionada al deporte, como el tata, ha jugado con Cartago y con Saprissa. Dios primero, en 15 días entra a la universidad, a estudiar Terapia Física.

-¿Cómo se llama su señora?

-Virginia Montenegro Casasola. Ha sido mi compañera desde hace 31 años.

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“En esos momentos, tuve que decidir entre el deporte y el trabajo”
“La Asada es un gran grupo comunal”
“La Asada de Cipreses necesita que el AyA y el Ministerio de Salud le quiten las ataduras y la dejen trabajar”

El primer presidente de la historia de la Asada de Cipreses de Oreamuno

Camilo Rodríguez Chaverri Ventanario

-Primero, por favor, hablemos de su vida.

-Nací en octubre de 1960. Soy vecino de este sector que se llama Capira. No pude estudiar porque me costó mucho sacar el sexto grado. Fui el primero en mi familia en sacar el sexto grado. Éramos 11 hijos. Yo estoy a la mitad, cinco mayores y cinco menores. En esos años, no se daba lo que se da hoy día, cuando los niños tienen algún problemita, en las escuelas y colegios les dan un tratamiento especial. En mi caso siempre tuve un problemita de retención, me costaba mucho retener. Cuando llegaba la época de exámenes no podía. Incluso una de mis ambiciones era estudiar, pero no pude. Salí de sexto grado a trabajar al campo de 12 años. Sin embargo, como a los dos años fui al Colegio San Luis Gonzaga. Duré solo tres meses, cuando se llegó la etapa de exámenes y por mi problema no podía. Me sentía impotente que no podía y me salí. Me vine, pero me propuse una meta. Tener vida propia, luchar para lograrlo. Con esa mentalidad me vine del colegio. Siempre con una meta clara, tener una vida propia para no depender de nadie. Me casé muy joven a los 21 años. A los ocho días de casado ingresé como policía. ¿Por qué ingresé a ser policía? Eran puestos políticos. En cada distrito había un policía. El partido político que ganaba las elecciones era el que ponía al delegado de la guardia rural. Desde los 15 años anduve metido en grupos comunales y de política. Siempre me gustó la política. Me encantó porque era un medio para conocer gente y trabajar por el bien común. Me dijeron los compañeros del Partido Liberación Nacional : “ahí hay un puesto. Si lo quiere es suyo”. Les dije: “no me gusta, pero voy a probar. Les acepto el puesto con una condición. Si veo que no me gusta renuncio. Asumí el cargo y siempre tuve una virtud que me ha ayudado mucho y es que me gustaba mucho leer. Compré el Código Penal. El trabajo era complicado porque trabajaba uno solo. Estaba a cargo de notificaciones, de tramitar pensiones alimentarias y un montón de cosas más.

El policía del pueblo de Cipreses

-Tenía que tratar con gente que tomaba mucho.

-Sí, pero en esos años era totalmente diferente a como es en los últimos 15 años. Antes la gente tomaba mucho y los problemillas que se daban era en los bares, en las cantinas, pero la gente pelea-

ba a mano. No como hoy que la gente anda armada. En esos años los pleitillos eran a puro manazo. Entonces, duré ocho años. Resulta que me metieron a nivel de Cartago en grupo especial de la policía. Me llevaban a muchos desalojos, comisiones a muchas partes del país. Eso fue lo que hizo que renunciara, porque me metí de policía y a los dos meses me casé. Me meten al curso policial. Resulta que yo salía los viernes, venía a la casa y regresaba otra vez los domingos. Resulta que fue muy complicado. Renuncié en el año 90. Después me metí a grupos comunales. Empecé un emprendimiento con mi familia. Primero un barcito, después un saloncito, después un mini super. Ahí fuimos creciendo y duramos casi treinta años.

-En el ámbito comunal, ¿en qué empezó usted?

-Yo empecé en los grupos organizados de Cipreses, Comité de Deportes, en el año 81 me integré a la Asociación de Desarrollo con Chepito Ulloa, Pancho Solano, Orlando Pérez. Era un grupo de personas un poco mayores que yo. Fue donde empezamos a desarrollar el distrito. El desarrollo de Cipreses empezó con ellos. Con un plan a corto y mediano plazo. Ya en el desarrollo comunal, tuve la oportunidad de asistir a muchos cursos y seminarios. Con la Embajada Americana tuve la oportunidad de ir a Estados Unidos dos meses en el año 89. Eso lo hice siendo policía. Chepito era el presidente. Fue cuando se gestó la ciudadela Doremilia Soto, nació el almacén de insumos, el supermercado. Después fui síndico municipal del año 90 al año 94, y del 94 al 98 fui regidor. Toda mi vida ha sido trabajo comunal y político. En la actualidad, soy segundo vicealcalde con una función que me asignó el señor alcalde de enlace comunal, de trabajar con asociaciones de desarrollo, con organizaciones de los distritos. Lo que más me ha llenado es poder servir a los demás. Yo creo que en esta vida uno viene a servir. Estos cargos que he ocupado me han permitido ayudar a las personas y eso me ha gustado mucho.

Inicios de la Asada de Cipreses de Oreamuno

-Hablemos de la historia de la Asada. Usted fue el primer presidente.

-Los inicios de la Asada de Cipreses es toda una historia. Estuve en la Municipalidad de Oreamuno, como regidor, del año 94 al 98. En el distrito primero de San Rafael de Oreamuno había una necesidad muy crítica del agua potable. En esos años era terrible. Ahí fue,

en ese año, cuando Acueductos y Alcantarillados modificó la ley. En estas comunidades el administra dor del acueducto rural era un co mité. El fiscal de ese comité tenía que ser miembro de una asociación de desarrollo. Modifican la ley y entra la norma de que todos los ad ministradores del acueducto tenían que pasar a ser Asadas. En el pue blo convocan a la primera asam blea general y me proponen como presidente de la Asada. Acepto porque manejaba el tema. Ya una vez constituida la Asada, en el gru po de compañeros veo con gran claridad que la problemática que se vivía en San Rafael de Oreamuno era la misma problemática del dis trito de Cipreses. Faltante de agua en la época seca y sobre todo en las partes altas. Empezamos a nivel de la Asada a buscar una solución a la problemática. Empezamos a hacer un pequeño censo y detectamos el mismo problema de San Rafael. Era medición, desperdicio de agua y contrabando. Había mucha gente que tenía tomas de agua ilegales. Había un problema muy complicado, que era con los grandes finqueros, porque en esa época los grandes finqueros tenían tanques de almacenamiento y en las fincas tenían lo que se llamaba abrevaderos. Era que las fincas tenían piletas para que el ganado tomara agua, pero esas piletas las tenían con boya y esas boyas estaban en mal estado, entonces, imagínese el desperdicio que había día y noche en los potreros. Eso nos llevó a buscar una solución. Vimos que una solución era la instalación de medidores como medida a corto plazo. La estrategia que se hizo en esos años era cómo hacerlo porque eso era una “bronca”. Ningún distrito de la zona norte tenía medición de agua.

Los primeros medidores y la oposición de los finqueros

Un poco con la experiencia que traía de la comunidad y con el camino recorrido, le dije a los compañeros de la Asada que teníamos que hacer una estrategia. ¿Cuál era la estrategia? Empezar con la medición con los más grandes para poner ejemplo. Eran la minoría, pero eran finqueros. En segunda etapa, poner medición en los negocios y dejar de último al sector domiciliar, que era la mayor cantidad de gente. Se hizo la estrategia y a nivel de junta directiva sacamos el acuerdo. Se nos vino el mundo encima. ¿Por qué se nos vino el mundo encima? Porque se nos vino encima la gente poderosa, que eran los finqueros. Ellos tenían el agua y nunca les faltaba. Los

que más sufrían era la gente más pobre. Ellos se organizaron y empezaron una gran resistencia. Hicieron una organización. Nos presentaron en una reunión la noticia de que iban a presentar un recurso de amparo. Dijeron que no podíamos cobrarles. Recuerdo que don Bernal Ulloa, el famoso “Junior”, que tiene una finca por La Puente, él era parte también. Lo conocía porque él era abogado de ADICO y nos ayudó con las escrituras de la Urbanización Dora Emilia (“Doremilia”) Soto. Entonces, él era el representante de los finqueros. Le dimos una audiencia y él explicó las razones. Un día, entre semana, me llamó y me dijo, “mirá, Miguel, les vamos a presentar un recurso de amparo porque ustedes no pueden hacer esto”. No olvido que le dije, “Junior, le voy a decir una cosa, usted es abogado y yo no. Pero usted sabe que si presenta ese recurso de amparo, lo va a perder”. Me dice, “no lo voy a perder” Le dije, “sí, ya yo investigué. La Sala falló un caso similar al de Cipreses y le dio la razón a la Asada”. Me dijo que tenía razón y que iba a presentar un recurso de revocatoria con apelación en subsidio. Presentó el recurso de revocatoria y lo presentamos en junta. A mí me sacó las canas porque tenía que leer y leer para poder decirle a los compañeros y que autorizáramos los acuerdos para contestarle el recurso. Nos tocaba a nosotros presentar la apelación como Asada. Si nosotros la rechazábamos, cabía posibilidad de apelar a la jefatura de nosotros, que era Acueductos y Alcantarillados. Pero nosotros resolvimos. Ellos no exigieron la apelación. Les dijimos, “ustedes son parte de este pueblo”. Recuerdo que en aquellos años, según reglamento, se podían otorgar 15 metros cúbicos por persona que era la tarifa mínima. Ellos nos dijeron al final, “está bien, pero dennos a los finqueros 30 metros cúbicos”. Les dijimos que íbamos a estudiar la solicitud. Se retiraron y

comenzamos a verlo nosotros. Yo le decía a la junta directiva,” vamos bien. Ya los tenemos. La ley dice que podemos otorgar 15 metros cúbicos y ellos nos piden 30, démosles 25 y aquí esto lo vamos a terminar. Y así vamos a continuar con todo el proyecto”. Dicho y hecho, se aprobó, se les notificó y comenzamos a instalar medidores. Primero a los finqueros, luego al sector comercial y después, cuando fuimos donde los vecinos, algunos tuvieron alguna resistencia, pero al final más bien la gente nos decía, «¿cuándo nos ponen el medidor?” Fue muy duro, porque incluso el fontanero que teníamos en esos años, Huguito Mora, que en paz descanse, recuerdo que vivía por la plaza, él nos dijo, “vean, si ustedes insisten con los medidores, yo renuncio”. Yo les decía a los compañeros, “si él renuncia, que renuncie. Nosotros no vamos a echar atrás”. Se dio otra situación: incluso dos miembros de la junta directiva nos dijeron en una reunión, “Miguel, los finqueros nos van a joder, mejor echemos atrás”.

Yo les decía, “no tengan miedo, yo he leído y les juro que vamos a sacar adelante esta tarea”. Yo los motivaba porque no era fácil enfrentarse con los finqueros. Incluso en una sesión de junta, nos llegó un montón de gente con los finqueros. Suspendimos la sesión.

Yo iba entrando a mi negocio y me llegaron carros llenos de gente. Al final, logramos el objetivo. Fuimos el primer distrito que puso medición en la toda la Zona Norte de Cartago. Creo que el proyecto de la Asada fue un proyecto que nació bien, con una misión de que la Asada tenía que convertirse en una empresa rentable y lo ha logrado.

El objetivo se ha cumplido hasta ahora. Nosotros hicimos una proyección a 20 años y hoy tiene 25 años. La idea era garantizar con el proceso el agua potable al distrito. Por ahí del 2018 había que iniciar con la última etapa que habíamos proyectado, que era la perforación

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Miguel Mora

-El AyA se les ha atravesado mucho.

-Le voy a decir algo a mi concepto. La situación que nosotros tuvimos con la medición y después con el asunto legal de la naciente Los Coto me hace pensar esto que le diré, en contra del AyA. Don Edwin era el dueño de esa naciente. Le pregunté si nos daba permiso de entrar a limpiar la naciente porque había una gran mata de chayote por

todo lado. Él verbalmente me dijo que si. “Miguel, hagan lo que tengan que hacer. Usted sabe que yo estoy para servir”. Eso fue lo que me dijo. Cuando llegan los fontaneros a hacer los trabajos, salieron dos de los hijos y los echaron afuera. Ellos me llaman y yo me apersono. Me dijeron que no teníamos permiso y dijeron que eran una sociedad y él (su papá) no les había pedido permiso. Yo le dije a los muchachos que se salieran. Y no fue cuento, nos presentaron una demanda judicial. Después de todo el proceso, en la última etapa del juicio, don Edwin Coto, un gran señor, de esos que eran de palabra, delante del juez dijo, “sí, yo le di permiso a Miguel” Ahí se les cayó la demanda. Nosotros no quisimos contrademandar. Algunos compañeros de Junta me decían, “Miguel, contrademandemos nosotros, ¿cómo es posible lo que nos hicieron?” Les dije, “el representante legal es don Edwin, nótese que él dijo que nos dio permiso, y es un señor de palabra, yo no quiero que le hagamos daño a don Edwin porque él es el representante legal y va a tener que seguir en el juicio y él es una persona mayor”. Yo les dije a los hijos, “tranquilos, yo no me voy a enojar con ustedes, ni les voy a quitar el habla, pero acuérdense de mí que esta naciente va a ser de nosotros”. Después, una junta directiva logró comprar el lote, casi una manzana de terreno. La Asada tiene una historia muy interesante. Le garantizamos el agua potable al distrito de Cipreses por muchos años. Ha costado que entienda esto

el AyA, pero la verdad es que la Asada ha sido muy importante.

Los primeros dirigentes de la Asada

-¿A quiénes destaca como personas importantes?

-En esa primera junta directiva estaban Orlando Pérez; Tarcisio Jiménez; Walter Masís, que era el fiscal; Ligia Montenegro; Gilbert Brenes, que entiendo que todavía esta. Ellos confiaron siempre mucho en mi persona. Siempre apoyaron mucho el plan de trabajo. El primer administrador fue Chico Solano, todo un personaje. Estuvo en ADICO en 1981. Logramos hacer equipo y sacar adelante la proyección de la Asada.

-¿Cuán importante ha sido ADICO para todo esta comunidad y cuán importante ha sido para la Asada?

-ADICO nació por ahí de 1973. Le tengo mucho cariño porque ha sido parte fundamental para mi persona. Estuve en ADICO desde el año 81, ha sido un ente que ha contribuido enormemente para el desarrollo de lo que hoy es Cipreses, tanto en el campo de la vivienda como para los servicios. Para la Asada fue parte fundamental, porque cuando eran comités administradores, ADICO por ley tenía que tener un fiscal. Yo fui fiscal de ADICO ante el comité administrador, después pasamos a ser Asada y nótese que el primer planteamiento que le hicimos a

ADICO bajo mi administración fue el siguiente: “necesitamos un lote para construir oficinas administrativas donde la gente llegue a pagar. Necesitamos constituir una empresa”. Ese lote donde están las oficinas administrativas ADICO nos lo vendió en un monto simbólico. Rápidamente se construyeron las oficinas. Después nos vendió el lote de al lado. ADICO ha sido gestor del desarrollo de este distrito. Cuando se constituyó, en el 73 o 74, construyeron lo que es hoy el salón comunal, donde funcionó el almacén de insumos y el supermercado, y después construyó con ayuda del gobierno la Delegación de la Fuerza Pública.

“El AyA se les atraviesa a las Asadas”

-Hay un tema muy importante. Lo he percibido en varias asadas. El AyA se le atraviesa a la gestión, no deja a las asadas crecer. ¿Qué piensa de eso?

-Me parece que desde el año 98, con la ley que hizo que se cambiaran los comités administrativos de los acueductos rurales por las asadas, me parece que esa ley es una ley muy buena. Las Asadas han venido a fortalecer el servicio de agua potable a las comunidades rurales del país. Sin embargo, desde esos mismos años, la Asada de Cipreses, bajo mi administración, como presidente, tuvimos algunos conflictos por la demanda de usurpación y la instalación de los medidores, y yo acudía muy segui-

do al Departamento Legal del AyA para que nos ayudara, nos aconsejara, para que nos diera la mano.

A mí me desilusionó mucho. Se exponían las situaciones y eran como muy diplomáticos, pateaban la bola de un lado para el otro y no defendían a la Asada. Tanto fue así que en esa demanda yo fui como cuatro veces al departamento legal y no vi, no sentí ningún respaldo, a pesar de que estaban incluso pidiendo mis bienes por la demanda. Me vine desilusionado y me dediqué a leer los reglamentos y ver cómo, en mi posición como presidente, me informaba para poder hacerle frente a todo esto. Pero de parte del AyA no tuvimos ningún respaldo que uno dijera “están con nosotros, nos están defendiendo”.

Yo no lo sentí. Y después de ahí para acá, las juntas directivas han venido haciendo su labor. Siento que el AyA no ha venido haciendo su labor incluso a nivel de la Dirección Regional de Cartago. Es un problema complejo. Es el ente rector del agua a nivel nacional, pero creo que ha habido mucha burocracia, no ha tenido el personal suficiente y disponible para asesorar y darle acompañamiento a las Asadas. Sabemos que la mayoría de las asadas a nivel nacional y especialmente en la zona rural es gente que no tiene preparación académica suficiente y necesitan un asesoramiento, que los acompañen, que los capaciten en diferentes temas bajo la función importante que tienen las asadas. El AyA ha quedado corto. Eso lo he visto ratificado en los últimos cuatro años, con la situación que ha venido pasando la Asada de Cipreses. Podemos decir que hay una falta de asesoramiento, de voluntad de ayudar a las asadas para que cumplan el fin. Nos ha fallado el AyA como ente rector.

El AyA nunca tuvo ni tiene aun la capacidad para administrar el agua a nivel nacional. Las asadas son brazos importantísimos en el país.

¿Qué tienen las asadas? Un reglamento para administrar el agua potable de cada distrito. El AyA tiene la responsabilidad para acompañar a las Asadas y que el servicio sea adecuado, pero no para estar investigando o poniendo piedras en el camino para que no puedan cumplir su labor. Es ahí donde considero que la situación de Cipreses ha sido personal y no le ha permitido seguir adelante con la proyección que traía. Se atravesó el AyA con el convenio con Santa Rosa. La Asada compró un camión para dar mejor servicio y el AyA se volvió a atravesar. Vino la Asada y compró un terreno con una pequeña naciente y vino el AyA y les dijo que no habían pedido permiso para hacer eso. Y los paralizan. Siento que eso nació como un tema político de algunos dirigentes del mismo distrito y el AyA les dio cabida y les faltó diplomacia para abordar el tema. Lamentablemente lo que le hicieron es un gran daño a la Asada. Hoy por hoy seguimos recibiendo esa misma agua. La Asada ha hecho lo mejor que ha podido pero el AyA no ha hecho más que atravesarse, y volver a atravesarse, y volver a atravesarse.

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t Don José Rafael Ulloa Rojas, conocido como Chepito Ulloa, es un personaje de la comunidad de Cipreses. Vamos a hablar de su vida, su trabajo, su lucha comunal.

-Usted y su hermano, Monseñor José Francisco Ulloa, tuvieron una vida de trabajo, de lucha, de esfuerzo. ¿Dónde nació? ¿Dónde creció?

-Tuvimos una vida hermosa, muy bonita. Escribí una poesía, se llama “Mi vida con alegría” Realmente es una síntesis de lo que es mi vida. Siempre me ha gustado escribir. Mi mamá, de Pacayas, se casa con mi papá, de Cervantes. Mi papá tenía una finquita de caña, un trapiche. Según cuenta mi mamá, tenían cuatro años de casados, mi hermano, Pancho (Monseñor Ulloa) tenía 3 años, yo tenía año y medio y mi mamá tenía 6 meses de embarazo de mi hermana Ana. Resulta que mi papá muere a los 33 años. Llegó a la hora de almuerzo, se echó para atrás en una silla y murió. No se sabía si de un infarto o qué. Mi mamá quedó con 28 años de edad, sola y con tres hijos. Mi abuelo por parte de mi mamá era muy pobre y eran 9 hijos; entonces, no podían llevarnos a su casa. Con costos podían vivir ellos. Mi tío Manuel, el papá de Virgilio Ulloa, el presidente de la Asada de Cipreses y agricultor, nos llevó a vivir con ellos. Nos fuimos a vivir arrimados, como llama uno. Nos llevaron a nosotros y mi mamá tenía que ayudar con los oficios domésticos a Virginia, la esposa del tío Manuel, y tenía que picar pasto para las vacas y ese tipo de cosas. Ellos nos daban la dormida y la comida. Para un medicamento u otra cosa, mi mamá lavaba ajeno y molía. Ahí nos fuimos criando junto con los primos. Mi papá había dejado un terreno de dos manzanas y mi mamá nos llevaba a una piedra y decía, “aquí, donde está esta piedra, es donde su papá quería hacer la casa. Recen por el alma de su papá para que nos repare la casita”. Así nos fuimos criando en la casa de mi tío Manuel. La pasábamos bonito. Fuimos a la escuela de Cipreses hasta cuarto de escuela. Era un pueblo chiquitito. Estaban la plaza, la escuela, la iglesita y no podía fallar la cantina. Mi hermano decía, “mirá, no te quedés, sacá 100 corrido”. Hacíamos competencia con los primos. Ellos se quedaban atrás. Mi hermano me ayudaba a estudiar. Las maestras nos querían muchísimo. La directora nos regalaba cosas. Nunca se me olvida que para la primera comunión le regaló a mi hermano un pantalón a media pierna y una camisa blanca, que tampoco era larga ni corta. Era un vestido, un traje de Primera Comunión grandísimo. Mi mamá le había comprado un trajecito, pero ella le dijo, “hijo, tiene que ponerse el traje, porque doña Lila se lo regaló con tanto gusto y tiene que ponérselo”. Lástima que en ese tiempo no había cámaras y no tenemos una foto. La historia es que

Un recuento del fenómeno social que ha sido el trabajo asociativo comunal en Cipreses de Oreamuno

mi hermano tenía que hacer quinto y sexto en Cervantes. No recuerdo por qué razón pasó de una vez a sexto, se brincó el quinto. En sex to grado había seis mujeres y dos hombres. Terminó en la Escuela Granja Luis Cruz Meza. Para mí Cervantes es de especial cariño. Yo recuerdo que él me llevaba cuando había alguna actividad en la escue la. Me gustaban mucho las mujeres de Cervantes. Recuerdo que usted ha mencionado lo diferentes que son Pacayas y Cervantes, es que las culturas son diferentes. En Cer vantes tuve tanta gente amiga que me ayudó..

“Tuve que ponerme a trabajar a los diez años de edad”

-¿Usted también terminó en Cervantes?

-No. Yo estaba en cuarto grado y mi hermano en sexto. Él salió y se fue al Seminario Menor. El pri mer año estuvo en Tres Ríos. El Padre Coto era el Rector, cuando mi hermano entró. Yo fui con el tío Manuel a dejarlo. Entonces, a mí me tocó salirme e irme a jor nalear. Empecé a trabajar con un señor, Gonzalo Cruz. Viajaba de Las Aguas a Santa Rosa. Recuer do que mi mamá tenía una vaca, La Pinta, y la vendió en quinientos colones. Habían botado una casa y mi mamá la compró. La llevaron y ahí la levantaron, en el terrenito que dejó mi papá, con piso de tierra. Cada vez que llovía se le metía el agua a nuestra casita. Viera la felicidad de mi hermano y la felicidad mía en esa casita. Barríamos la casa con escobilla. La barríamos tanto que hacíamos zanjas porque estábamos felices de barrer esa casa que era de nosotros. Por eso yo me metí tanto en el tema de construir casas. Vivir arrimado es una tragedia. Yo me fui a trabajar, como le conté. Viajaba a pie todos los días. Un día, el patrón me dio un cargo. Yo ganaba 5 colones por día y los peones ganaban 7 colones. Un día me dijo que me iba a poner a echar agua a los fumigadores y me iba a poner a hacer más, y me puso como de encargado . En la tarde, yo me quedaba llenando los estañones de agua para otro día no perder tiempo. Me subió a 6 colones el día. Estuve varios años. Él me quería muchísimo, pero yo estaba muy jovencito. Un día, un peón llevó un “biomaster” y yo estaba impresionado con lo que se veía, aquellos paisajes, los animales. Tomábamos café a las 8 y a las 8 y 15 nos teníamos que levantar. Eran las 9 y yo estaba sentado con los peones, emocionado, viendo el “biomaster” y llega don Chalo, el

patrón. A mí me decía Chepitico. Me dice, “Chepitico, ¿qué hace con la gente sentada?”. Y yo, “don Gonzalo, venga vea los venaditos, vea qué lindos” Y en la tarde me llamó y me dijo que ya no tenía trabajo. Yo le expliqué, porque yo creía que él estaba tan contento como yo de ver eso. Pero no fue así. Yo bajé llorando para la casa, porque nosotros vivíamos con lo que me ganaba, y una ternerita que teníamos ahí y lo que mi mamá se ganaba lavando y moliendo ajeno, pero sobre todo con mi salario. Yo llegaba y le entregaba a mi mamá el salario y ella me daba un jornal para que me vistiera y saliera. Yo iba a Cervantes a bailar. La historia fue que bajé llorando y le conté a Raulito. Me dice, “no se preocupe, mañana yo le busco una azada y se va conmigo”, pero era con Chalo otra vez. Me fui y trabajé. Llegó el día sábado y me paga don Chalo, pero me dejó de último. Me dice, “Chepitico, ¿sabe por qué no lo despacho? ¡Porque no se va!” No recuerdo cuánto trabajé, pero si fue bastante. Con uno de los peones comencé una siembrita de papa en Llano Grande de Pacayas. Nos fue muy bien. Compré un saco de semilla de papa. La sembramos y nos fue tan bien que sacamos dos cargas. Vendimos una carga y dejamos la otra para semilla. Salimos los dos de trabajar. Empezamos

con la ayuda del papá de él. Nos fue tan bien que hicimos plata. Nos metimos en el comercio. Comprábamos papa y en un camión la llevábamos a vender al Mercado Borbón. Por circunstancias especiales, nos separamos. Él se quedó con el comercio y yo con la agricultura. Yo sembraba las dos manzanas que dejó mi papá. Mi abuelo, Nicanor Ulloa, ya estaba mayor. Iba a repartir la herencia. A Francisco, que era mi papá, aunque estuviera muerto, lo iba a heredar, pero por alguna razón le dio más a los hijos que estaban vivos. Nos dio como dos manzanas en San Isidro, en Cervantes. Yo estaba tan emocionado que me fui a sembrarlas. Hice un ranchito y allá me fui a vivir. Mi mamá me ponía frijoles y tortillas; yo hacía el arroz. En la noche estudiaba con candela, porque en ese momento no tenía el sexto grado. Me inscribí y gané el sexto grado. Quería sacar el bachillerato, pero no podía porque tenía que trabajar mucho. Al final, me metí. En San Isidro sembraba caña. Y la llevaba al ingenio Birrís, que era de Carlitos Piedra. Yo tenía facilidad para ganarme a la gente y tuve anécdotas con Carlitos Piedra. Mi mamá siempre me decía que vendiera esa tierra porque era muy largo. Vendí en 10 mil colones. Vendimos también lo de Las Aguas de Cervantes y compramos en el centro

de Cipreses. Pero fue después. Me estoy brincando una parte muy importante de mi historia, que fue mi formación en Colombia.

Su formación en Bogotá,

-¿En qué empezó a trabajar cuando vendió la tierra?

-El asunto es que yo trabajaba con jóvenes. Monseñor Ignacio Trejos en ese tiempo era cura en San Rafael de Oreamuno y atendía Cipreses. Entonces, con él surgió la posibilidad de prepararme. Él quería hacer un gran movimiento de jóvenes en Cartago. Monseñor Ignacio Trejos decía, “le vamos a poner Juventudes Católicas Cartaginesas”. El padre me dijo, “de Cartago vamos a mandar tres jóvenes a Bogotá, Colombia, a pre- pararse bien”. Él me dijo que yo era uno de esos tres muchachos. Le dije que no podía. Mi mamá me dijo, “vaya muchacho, estudie, porque es lo único que yo les puedo dejar”. No recuerdo ni como llegué al aeropuerto. Tomé un avión, hice escala en Panamá y después me fui en AVIANCA, a Bogotá. Llegué a media noche. Son cosas interesantes, dicen por altavoz, “José Rafael Ulloa Rojas, tome un taxi y se va a Avenida Caracas 4045”. Yo corrí y lo anoté. Tomé el taxi y llegué, toqué el timbre. Sale un muchacho y me recibe, paga el taxi y me pasa adelante. Estuve ocho días en la Central de Juventudes. A los ocho días me fui para las afueras de Bogotá. Ahí me encontré con dos muchachos de Cartago.

-¿Qué era esa organización y qué iban a aprender?

-Era la Escuela de Lideres Juveniles. Iba uno a prepararse para venir a trabajar con jóvenes.

Yo quería aprender y me quedé.

Se llamaba “Misionero de la Juventud”. En esa época estaba saliendo la guerrilla. Pero yo estaba feliz allá. Estuve allá cerca de dos años. Me fui como a los 17 años.

Yo me vine porque había que venir a salvar la casita de piso de tierra porque nos la estaban embargando.

Nos quedaban cuatro días de beca.

Mi compañero de Cartago estaba deseoso por venirse para la casa. Y yo le dije, “mirá, nos quedan cuatro días pagados, ¿cómo nos vamos a ir? ¡Vámonos para San An- drés!” Dijo que no. Él se vino para Costa Rica y yo me fui para San Andrés. Resulta que no podía salir de San Andrés porque mi tarjeta de estudiante la dejé en Bogotá. Estuve los cuatro días en el hotel. El dueño se llamaba Taylor. El señor era muy bueno. Con poquitos días estaba contento conmigo. Le conté que no podía salir hasta que me

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dieran orden de Bogotá o me mandaran la tarjeta de estudiante. Me dijo que tenía un hermano cura, que no me preocupara. Me mandó con él. Me fui de sacristán. Conozco todos los islotes de San Andrés, porque los recorrí con el Padre. Todos los días tenía que ir a pie a Migración hasta que me dieran orden de regresarme. Ahí me encontré con una amiga, era de Cartago, hija de don Vicente de La Peña; él era el gerente de SAHSA, una línea aérea. Ella me ayudó para que no fuera a pie. Todos los días iba en carro. Me daba plata. Estuve así 19 días. Estuve feliz. Cuando regresé, llegué a Panamá. Yo no traía dinero, solo como 10 dólares que me regaló la hija del señor de La Peña . Había conocido en Medellín a un obispo. Hay un seminario de vocaciones tardías. Yo fui a conocer el seminario. En Medellín, las mujeres son bellísimas y las mujeres son muy diferentes. Estuve como un mes. Los fines de semana salía y conocí una familia maravillosa. Tenían una farmacia. Conocí la iglesia hermosa. Conocí una muchacha muy linda y simpática. Esta familia me acogió. Pasé muy lindo con ellos. Me di cuenta que el seminario no era para mí. Pero eso que te estoy contando es de cuando estuve en Colombia. Ahora te estoy diciendo de ese Obispo, a quien conocí en Medellín, porque me dijo que cuando pasara por Panamá le hablara y así me podía quedar una semana en Panamá. Estando en Panamá, en el aeropuerto, le conté la historia a la recepcionista. Ella llamó a la oficina del obispo, que se llamaba Monseñor Félix Alvarado. Me dijo que habláramos al día siguiente. Me devolví donde la muchacha y le dije la historia. Le pedí que me dejara dormir en el aeropuerto, pero no sabía yo cómo haría con la valija, porque me daba miedo que me la robaran. Ella me dijo que me la iba a guardar. Se la estoy entregando a la recepcionista cuando llega una señora y me dice, “¿usted es el señor Ulloa?” Le digo, “sí señora, ¿por qué?”. Me explicó lo siguiente: “vengo con mi marido a recogerlo; mi hijo es ingeniero y estando en México le pasó lo mismo que a usted; él se dio cuenta de su situación; el nos llamó y nos dijo que viniéramos a recogerlo”. Me llevaron a Panamá, al casco antiguo de la ciudad. Me dieron cervezas y sancocho. Al día siguiente me dieron dinero y me llevaron al aeropuerto. Llegué al aeropuerto y vi el periódico que decía, “Monseñor Felix Alvarado ha muerto”. Murió esa noche en que yo estuve en Panamá. El asunto es que llegué a Costa Rica. Cuando eso, mi hermano estaba en la Iglesia de La Soledad. Tomé un taxi del aeropuerto a La Soledad. Según yo, él me pagaba el taxi. Y llegué a la casa cural, pero él no estaba. Se había venido para Las Aguas de Cervantes. Le conté a la secretaria y ella me dijo: “es que no sabemos nada”. Yo traía unos discos y se los di, y con eso me dio 10 colones. Con eso pagué el taxi y tomé el bus Station Wagon a Cartago. Llegué a Cartago y tomé el otro bus. Me bajé y comencé a caminar. La casa estaba en un bajo y comencé a gritar “eh, eh”. Salieron mi hermano y mi mamá. Fue una alegría.

-¿Qué empezó a hacer cuando llegó?

-Alquilé un terreno y me puse a sembrar. Iba alquilando. Recuerdo que Monseñor Carlos Humberto Rodríguez me mandó a llamar. Me dijo que tenía volver a Bogotá. Le habían ofrecido que la Escuela de Líderes de Centroamérica la iban a hacer en Costa Rica. Yo me tenía que ir a estudiar. Le dije, “Monseñor, mi casa está en crisis, no puedo ir”. Me dice, “no te preocupés, yo subvenciono a tu fami- lia”. Salí contento. Él era muy imponente, y era muy intelectual. Me encuentro a mi gran amigo el Padre Jorge Fuentes y le cuento en lo que andaba, y que estaba muy ilusionado. Me dice, “mirá, yo vengo llegando de Roma, me ofreció que él me pagaba todo y aquí estoy esperando. No seás irresponsable, primero está tu familia, tu mamá. Andate para la casa a trabajar”. Días después compré una finca con un crédito del Banco Nacional de Pacayas. Costó 65 mil colones. La finca estaba en Las Aguas de Cervantes, saliendo a La Puente. Luego se la vendí a un abogado. Recuerdo que la finca era de un señor Efraín Ramírez, quien era dentista. Él conocía a mi mamá. Y me dijo que él quería venderme la finca. Lo hicimos con un pagaré de Toño, mi suegro. Me dio un año y sin intereses. Empecé a trabajar. Puse una lechería. Era una finca con caballos. Me fue bien, y me casé con Dora Emilia “Doremilia” Soto. Tuvimos a Luis Diego. Enrique, mi cuñado, casado con mi hermana Ana, me ayudaba en la lechería. Él era muy trabajador. Nos asociamos. Él tenía cuatro manzanas de terreno y empezamos a trabajar juntos. Yo quería prepararme porque quería aprender de ganado. Conseguí una beca y me fui a Wisconsin, Estados Unidos. Ahí me titulé en Inseminación Artificial. Me regresé y seguí trabajando. Ya en ese momento vivíamos en Cipreses, detrás de la iglesia. Estaban mis tres hijos mayores, Luis Diego, Ileana y Fran. Allá en Estados Unidos había algo interesante, y era que toda la familia trabajaba en la finca. Había un señor que era el alcalde y las hijas eran las que ordeñaba. Cuando regresé dije, “aquí todos trabajando”. Pusimos una granja, teníamos cerdos, gallinas. Mi señora fue la primera mujer que aprendió a manejar en Cipreses. Ella iba a Juan Viñas a traer miel; iba a San José a traer mezcla; Hacía mandados. Todo mundo me criticaba, incluso mi suegro. Ella aprendió muy bien. Nosotros trabajamos con el Movimiento Familiar Cristiano.

El trabajo comunal

-¿Cómo se integró en la labor comunal? Por ejemplo, ADICO ha hecho una labor encomiable. Tenían un eslogan, “a la par de un techo, un pedazo de tierra donde trabajar”

-Yo había trabajado con jóvenes. Pasé con “Doremilia” al Movimiento Familiar Cristiano. Hubo una crisis en Cipreses y la gente comenzó a irse, se iban a los anillos de miseria. En esa época, la asociación de desarrollo hacia un cheque

por año. Y empezamos a ver cómo hacíamos. Con mi hermano, empezamos a ver y formamos un comité para hacer un estudio socio económico. Mi hermano me asesoró mucho. El estudio arrojó que eran tres cosas las que estaban sucediendo para que la gente emigrara a los cinturones de pobreza. Mi hermano era profesor en el Seminario y puso a un sociólogo del Seminario a tabular la información. Aquí voy con los tres problemas: primero, la falta de vivienda; segundo, la mala distribución de la tierra, y tercero, el desempleo. Se necesitaba en un año hacer 42 viviendas y distribuir 130 hectáreas de tierra. Era un millón de dólares lo que se necesitaba. En una comunidad tan pobre como esta, imagínese. Mi hermano me dijo, “te voy a dar un consejo, no le digás a la comunidad que se necesita tanta plata”. Entonces, el comité que se nombró, se puso las pilas. Estaban Miguel Mora, Francisco “Chico” Solano, Walter Masís y Tarcisio Jiménez. Fuimos a una asamblea y nombramos la junta directiva de la Asociación de Desarrollo de Cipreses. Si te fijás bien, son los mismos dirigentes que empezaron con la Asada de Cipreses. Nosotros, en el Movimiento Familiar Cristiano, hacíamos una casa esporádicamente, para la gente pobre. En Cipreses habíamos hecho dos casas. Voy a devolverme un momentito, para contarte un detalle importante. Doremilia, mi esposa, Jorge Coto y yo, un día estábamos los tres conversando sobre el tema, y Doremilia dijo, “esto no resuelve nada”. Y Jorge dijo lo mismo. Ellos dijeron que hiciéramos este proyecto. Yo les dije que no era posible y ellos dijeron que sí. Entonces, conformamos el comité. El proyecto se atrasó porque íbamos a iniciar el proyecto cuando ella murió.

El comité que se nombró para construir 42 casas se puso las pilas. Estaban Miguel Mora, Francisco “Chico” Solano, Walter Masís y Tarcisio Jiménez. Fuimos a una asamblea y nombramos la junta directiva de la Asociación de Desarrollo de Cipreses. Si te fijás bien, son los mismos dirigentes que empezaron con la Asada de Cipreses.

una lista. Necesitamos apoyo del INA, el IDA, el INVU, el IMAS, el MOPT. Todos tenían que aportar. El sistema era así: todos hacían la casa de todos. Se construían en series de diez casas. Cuando íbamos terminando la casa número diez, se iniciaba con la otra serie de diez casas.

La forma en que construyeron las casas

-¿De qué vivía la gente mientras se hacía la construcción?

Mandaban pedidos a Limón. Todo se iba por encomienda. Y así se hicieron muchas cosas. Hubo dos cosas que pasaron. Cuando íbamos a empezar el proyecto, tuvimos dos problemas, el primero fue que se murió mi primera esposa, Doremilia. No se pudo continuar. Ella murió de 33 años. Le dio un infarto.

Casado con dos hermanas

-¿Cómo consiguieron el millón de dólares?

-Era un proyecto autogestionario. En un proyecto autogestionario, la mayor parte de la plata la pone la comunidad aunque no parezca. Se hizo el estudio y la mayor parte de la inversión la hacía la comunidad. ¿Cómo? Con

-No se podía pagar. Se había conseguido con el Ministerio de Trabajo algo que se llamaba “comida por trabajo” El gobierno daba la comida de cada familia. A través de Cáritas, de la Iglesia Católica, había un subsidio por familia. Una de las cosas que primero había que hacer era capacitarlos. Para construir había que saber. Entonces, Cáritas Costa Rica nos regaló la fabricadora de bloques. Todos los bloques que hay ahí se hicieron con la fabricadora. La primera casa que se hizo fue para la gente del INA. Ellos capacitaban y había albañiles, carpinteros. También se capacitaron agricultores. El IMAS puso todo el cemento y la varilla. Se hizo una bodega y ellos pusieron el guarda. Pusimos una casa también para los estudiantes del Instituto Tecnológico. En un año se construyó todo y se distribuyeron las 130 hectáreas. La tierra se compró por medio del IDA. En el Banco Popular, conseguimos una plata importante, con muchísimas reuniones y con don Edwin, que era el gerente, quien nos ayudó mucho. Esto que conseguimos fue un crédito para la Asociación de Desarrollo de Cipreses. Entonces, el Banco Popular nos dio la plata para comprar el terreno a don Eduardo Gómez (qdDg). La primera hectárea era para construir. Teníamos que hacer drenajes y terrazas para las aguas. Era una ladera y un pedregal. Un “back hoe” no alcanzaba con “el brazo”. El ICE nos regaló la dinamita. Yo iba en mi carro a traer la dinamita a Cachi. Iba a San José y el ministro me daba una orden para retirarla. Me venía con cuarenta cajas de dinamita y cuarenta mechas. Yo dejaba las cajas de dinamita en la bodega y las mechas me las llevaba para la casa. Era muy peligroso tener eso junto. En la medida que se ocupaban, llevaba las mechas desde mi casa. El Ministerio de Obras Públicas tuvo por cinco meses un tractor D5, de esos grandes. Cuando teníamos cuatro meses de tener el tractor, dijo el ingeniero de Cartago “ya no lo pueden tener más el tractor”. Era muy amigo mío. Me dijo un día, “ tenemos que ir a recoger el tractor por si quieren hacer algo”. Yo le dije, “algo hacemos” y lo escondimos en unos charrales. El chófer nos ayudó. Lo tuvimos dos meses más para terminar las terrazas. Se le dio dos manzanas de tierra a cada beneficiario. Había que poner a trabajar a las mujeres. Les dimos talleres de costura individual. Cáritas nos dio las máquinas. Las mujeres se capacitaron con el INA. Hubo un subsidio para pagar una profesional para que estuviera con ellas. Ya estaba Lida, mi segunda esposa, en la Asociación de Desarrollo y ella iba a San José a dejar los pedidos.

-Vamos a hacer un paréntesis porque hay una particularidad, usted quedó viudo y después se casó con una hermana de su primera esposa, con quien también tuvo tres hijos.

-Así es. Es una cosa increíble lo que Dios le tiene a uno en la vida. Cuando iba a conversar con Doremilia, en el corredor había una banca y Lida se me sentaba en el regazo. Yo le llevaba chicles. Yo he sido un hombre de mucha fe.

Mi mamá nos enseñó a pedirle a la Virgen. Mis hijos del primer matrimonio son Ileana, Luis Diego y Fran.

Mis hijos del segundo matrimonio son Doremilia, José Rafael y Carlos.

-Es una historia muy linda. Volvamos al tema de las casas, sucede que fallece su primera esposa y hay otra situación también que los atrasó.

-Fallece mi esposa y resulta que también que se iba a construir el templo. Dijeron que hiciéramos primero el templo y nosotros dijimos que no, primero las casas y después la iglesia. Usamos algo así: “la familia se moja, pero Dios no se moja”. Eso pegó muchísimo. Se buscaron los recursos con todos los aportes. Ayudaron el IDA, el INA, el INVU, el Ministerio de Trabajo, Caritas de Costa Rica, el Instituto Tecnológico… Monseñor Arrieta nos ayudó mucho. Yo le llevaba una carta para una organización católica de Alemania y Monseñor Arrieta ni la leía, solo la firmaba. También nos ayudó otra organización católica de Estados Unidos. Pero la mayor parte del aporte lo hizo la comunidad como autogestionaria. Había que hacer un almacén de insumos agrícolas.

Antes tenían que ir hasta Cartago. Había que hacer un super mercado para que la gente comprara en su propio super mercado. Necesitábamos crédito para los agricultores, para que pudieran trabajar. Había que crear un crédito para los que eran jornaleros, porque si llovía, ya ese día no ganaban. Se les daba crédito. La idea era que todos tuvieran lo necesario para vivir.

-Si usted ve para atrás, ¿qué piensa de toda esa gestión? ADICO construyó viviendas con la Fundación Costa Rica - Canadá. Fueron muy exitosos.

-La Fundación Costa Rica-Canadá donaba el trigo que le sobraba. Después le puso un precio y ese dinero venía a la Fundación Costa Rica - Canadá. ADICO empezó a construir viviendas con el financiamiento de la Fundación y el bono de vivienda. En Cot, Pacayas y Santa Rosa también se construyeron viviendas. Luego la Fundación vio que ADICO era muy fuerte y le dio la sede para que desde ADICO se hicieran las solicitudes e incluso gestionar el bono de otras comunidades cercanas a Cipreses.

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“Alquilé un terreno y me puse a sembrar”

t La licenciada y dirigente comunal Sonia Aguilar Monge es la administradora de la Asada de Cipreses de Oreamuno.

-Vamos a hablar primero sobre su vida. ¿Dónde nació? ¿Dónde creció?

-Nací entre pueblos vecinos, entre Tierra Blanca y Llano Grande. Mi papá es agricultor, tiene 80 años, se llama José Manuel Aguilar Brenes, es de Tierra Blanca. Mi mamá es de Llano Grande. Soy la penúltima hija de cuatro. Crecí en Tierra Blanca. Finiquité mi vida en Cot, casada y con tres hijos. Amo la cultura del distrito de Cot y su gente.

-¿Dónde hizo la primaria?

-Estuve en la escuela de Tierra Blanca, estuve en el Colegio San Luis Gonzaga y estudié Derecho en la Universidad Florencio del Castillo UCA, la licenciatura en la Universidad San José y actualmente estoy sacando otra especialización en la Universidad de San José.

-¿Qué significa para usted la Asada de Cipreses y este reto de ser su administradora?

-Como persona comunalista que soy, que me encanta el progreso social en las zonas rurales, me encanta trabajar con pequeñas asociaciones de la comunidad . Trabajé muchos años con el cantón de Oreamuno. Fui presidente del Concejo Municipal en tres ocasiones, y con diferentes alcaldes de partidos políticos. Entonces, uno puede decir que tiene afinidad por los temas de desarrollo social y no por los partidos políticos. Es dar igualdad en el desarrollo en los diferentes procesos comunales donde se aplica la Ley genera de la Administración Pública en su totalidad por medio del Código Municipal y diferentes Leyes que consolidan la fiscalización y transparencia en la ejecución de fondos públicos.

-¿Qué piensa de la persecución que ha sufrido la Asada de Cipreses?

-Ha sido toda una situación contradictoria e incoherente. En la función pública, el ente rector es el AyA, un elefante blanco, que solo llega a las Asadas cuando hay supuestamente una falta. Pero no hay acompañamiento. Es más fácil evadir las responsabilidades. Y eso es lo que hace el AyA: evade su responsabilidad, no tiene ningún acompañamiento para con

las Asadas. Hubo un Convenio de Delegación de organización y fortalecimiento de la Gestión Comunitaria que establece una nueva cultura de agua . Así lo dice el AyA en su reglamento, que delega en las Asadas, pero la realidad es otra. Hay reglamentos que están para amarrar a las Asadas y para no dejarlas hacer nada. Algo que me llamó mucho la atención, es que cuando vine a trabajar a esta Asada, que es una pequeña asociación con transparencia y con una importante comunicación con la comunidad, por parte del AyA envían oficios mandándole a decir a la Asada de Cipreses de Oreamuno que antes de emitir criterios debe pedir permiso a doña Pilar Dall’anese. Para mí eso fue indignante. ¿Hasta dónde le alcanza el poder a una funcionaria pública? Si bien es cierto, es un ente rector, tiene que tener respeto por la independencia y la autonomía; en este caso, le debe respeto a una asada.

Atropellos de la ORAC de Cartago y del Ministerio de Salud

-El hecho de que usted como Lic en Derecho enriquece muchísimo el desarrollo del tema para explicar el atropello que ha sufrido la Asada de Cipreses de Oreamuno por parte de la ORAC (Oficina Regional de Acueductos Comunales) y del Ministerio de Salud. ¿De qué manera

estos atropellos han afectado a la Asada?

-Recordemos que la Asada de Cipreses de Oreamuno es la cara representativa de una comunidad. En realidad, a quienes han afectado es al desarrollo de este distrito de Cipreses y comunidades aledañas . La extensión de la Asada de Cipreses alcanza a los cantones de Paraíso y de Alvarado, en poblados como Arrabará, La Puente, El Yas, La Flor. Tenemos una gran repercusión, y hay un impacto negativo contra la Asada de Cipreses, en todo este proceso que se ha dado con el tema las órdenes sanitarias. Es claro que el procedimiento que se hizo fue inadecuado; sin embargo, somos responsables y respetuosos del fiel cumplimiento de dichas órdenes y buscamos el desarrollo y la transparencia como tal. Las contradicciones están en los mismos reglamentos del AYA y del Ministerio de Salud. Se nos exige cada seis meses análisis de laboratorio y no se nos reconoce que esos análisis nos dan la razón. Con toda la transparencia, nosotros hemos acudido a esos laboratorios, a que se nos hagan análisis a nuestras nacientes y han salido limpios, con cero clorotalonil, que es un agroquímico, el ingrediente activo de un plaguicida y es el tema en discusión. Ahora bien, si bien es cierto hay procesos que se tienen que hacer con el Estado (instituciones), en el tema de los agroquímicos también se tienen que llevar adelante procesos que

análisis y muestreos. Eso es lo que estamos haciendo nosotros. Análisis y muestreos, de los cuales hoy por hoy todo nos dice que están limpios de clorotalonil. Lo digo así de claro: todos los muestreos dicen que el agua está limpia de clorotalonil.

Contradicciones del AyA y del Ministerio de Salud

-Entiendo que se tomó esa decisión antojadiza por parte del Ministerio de Salud a partir de pruebas y análisis que se hicieron en un laboratorio que no tiene certificación.

-Así es, es el mismo laboratorio y no está acreditado. Lo más grave es que los oficios que tenemos en esta Asada, los que recomiendan que se hagan los análisis con ese laboratorio, es la misma ORAC Cartago, a través del encargado, que dice que se recomienda se contrate a ese laboratorio.

-¿Y ese laboratorio no está acreditado?

deben ser acompañados por el Estado y eso no está ocurriendo. Aquí hay algo muy importante, que tenemos que rescatar. Don Albín, del Ministerio de Salud, fue muy claro en la Asamblea Legislativa en una conferencia de prensa, al decir que tenían que ponerse de acuerdo, pero no dijo quiénes. El tema es que aquí nosotros (Asada) hemos sido respetuosos y hemos acatado las leyes. Yo le pregunto al señor Albin y a la persona que nombraron del Ministerio de Salud después del la orden emitida por la Dra. Yoselyn Chacón,, ¿cómo es posible que el mismo Ministerio de Salud nos dice que acatemos las regulaciones que están en el decreto artículo 34 y artículo 10 del reglamento de la Ley de Reglamento de la Calidad del Agua y ellos no lo aplican, no ven toda la inversión que están haciendo las asadas de la Zona Norte con respecto a los análisis y los muestreos?

También pregunto, ¿cómo es que las mismas municipalidades, que no escapan porque la regulación las tiene el Ministerio de Salud, no están en el Código Municipal, a las municipalidades no las tratan igual que a las Asadas siendo que hay acueductos municipales? Entonces, si a nosotros nos están pidiendo análisis de laboratorios acreditados al igual que las municipalidades, ¿por qué nos tienen paralizados, pero a los acueductos municipales no los tratan igual? La Sala Constitucional fue muy clara y le ordena a las Asadas hacer

-La misma encargada del Ministerio de Salud de San Rafael de Oreamuno, por medio de un correo electrónico , indica que le urge que le haga los análisis a ese laboratorio , pero justamente a la Asada le manda a decir que se apegue al decreto y que mande a hacer los análisis de acuerdo al Reglamento de Calidad del Agua, entonces, ¿en qué escenario estamos? Hay desigualdad increíblemente en las instituciones porque, como tales, el AyA está bajo el decreto del Reglamento del Agua, nos piden análisis que tienen que ser fiscalizados por el ente rector,el Laboratorio de Aguas, pero nos mandan a hacer análisis con laboratorios que no están acreditados.

Protección de nacientes

-Yo he entrevistado a dirigentes que estuvieron desde los inicios de la Asada y todos muestran un gran orgullo por la protección de las nacientes y eso hace diferente a esta Asada, pero no lo miran, no lo determinan, no lo sopesan ni el Ministerio de Salud ni la ORAC.

-Aquí hay que decir algo muy importante sobre los estudios hidrogeológicos. Cuando vino la limitación, la gente del distrito de Cipreses y los otros que están aquí solicitando agua, fueron a la municipalidad a solicitar disponibilidad de agua , e increíblemente los funcionarios de la Municipalidad de Paraíso le dicen a la gente que vaya a Cipreses a pedir agua. Ese es otro tema en discusión, que más adelante hay que darle seguimiento. El presupuesto que se le da a las municipalidades a partir de 3000 millones en adelante, de acuerdo a

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Sonia Aguilar Monge
“Asada de Cipreses de Oreamuno sufre por la persecución, por las inconsistencias, por las contradicciones y por las incoherencias del AyA y del Ministerio de Salud”

la cantidad de abonados que tenga según Código Municipal y criterio de la Contraloría General de la República, versus el presupuesto que puede tener una Asada como la de Cipreses, con 5500 habitantes. En este caso, el reglamento de prestación de servicio AyA el cual indica que es es para cada cantón y aquí estamos abasteciendo a varios sectores de diferentes cantones, de Oreamuno, de Paraíso y de Alvarado. Otra cosa que está enfrentando la Asada de Cipreses es que con el reparto del agua a los sectores donde no se abastece con el camión cisterna porque no entra, tenemos caminos terribles, por lo que los de la Asada tenemos que entrar donde ambas municipalidades brillan por su ausencia. Se nota una desigualdad y un desapego por parte de los alcaldes, como que el problema no es con ellos, cuando lo que estamos haciendo es abasteciendo a sus abonados porque les están pagando los bienes inmuebles a sus diferentes municipalidades. Eso también tiene que acarrearlo el distrito de Cipreses. Yo quiero ser muy enfática en dos puntos. Uno es el caudal del agua para el distrito de Cipreses y otro es el levantamiento de la orden sanitaria. Aquí, el AyA emitió un criterio en el 2019. Lo emite una funcionaria , pero lo firma otro funcionario, diciendo que se basa en los últimos aforos que hizo. Desde el 2019 hasta la fecha, nosotros no estamos abasteciendo con un caudal nuevo. Tenemos Plantón y Carlos Calvo, y por la sequía que vivimos se han hecho racionamientos muy pocas veces este año , que también los hace el AyA y los hacen las municipalidades. El racionamiento tiene que ver con la época seca, y nos afecta a todos por igual. Pero eso no se quiere decir, que no se está trabajando, porque desde el año 2019 hasta la fecha hemos hecho mejoras en el tema hídrico e hidráulico, quiere decir que no es tan certero que necesitamos nuevas fuentes, que sería lo ideal, para seguir abasteciendo la población, pero si hay una orden sanitaria que le dice a la Asada busque nuevas fuentes, y hay un estudio hidrogeológico que le dice que ese pozo está dando 3 litros por segundo, y se le entregaron los estudios al AyA, ¿qué es lo que pasa con el AyA que no los aprueba?, ¿por qué no los aprueba si la misma jefa del Ing Cristian Hidalgo del departamento hidrogeológico del AyA le pregunta qué pasa con ese proceso y tampoco le brinda respuesta? Don Camilo, ¿sabe cómo tenemos nosotros que obtener las respuestas? Por medio de amparos constitucionales. Nosotros cumplimos y al día de hoy estamos abasteciendo la población.

-La gente de la comunidad tiene consideración por la Asada y es consciente de que hay una persecución. ¿Lo siente usted así?

-Por supuesto, hay un arraigo desde los que vivimos en diferentes distritos, porque aquí se brinda servicio para varios distritos, y ese amor propio hacia los objetivos que se buscan por medio de una asociación de desarrollo o una Asada. Yo creo que tiene que visualizarse más allá, eso es desarrollo. Una asociación de desarrollo sig-

nifica mucho para una comunidad, e igual ocurre con una asada. No es solamente dar agua, en el caso de las asadas. Una Asada genera desarrollo habitacional, desarrollo comercial, desarrollo ambiental.

Si las Asadas tuvieran el apoyo del AyA, si dieran ese acompañamiento a la Junta Directiva, el apoyo de la parte técnica, si los funcionarios del AyA estuvieran apoyando seria diferente .pero la política que se abanderado desde el AyA que es mejor fusionar las Asadas para no complicarse el trabajo que tienen ellos.

el AyA ni las municipalidades, Es ilógico.

-Entiendo que ustedes hasta recibieron un pozo privado y no los han dejado utilizarlo.

-Por ejemplo, fusionar la Asada de Cipreses con la de Santa Rosa es una locura. Incluso creo que es más grande la Asada de Cipreses.

-Pues sí, las dos hacen un trabajo muy bueno. Las dos han funcionado bien. ¿Hasta dónde entiende el AyA que la forma en que se dio el Convenio de Delegación era para que trabajaran mejor las Asadas? Ese fue el espíritu del legislador, cuando se hizo el convenio de delegación para que hubiera más transparencia en la gestión, para que hubiera más acompañamiento en toda la parte técnica y el desarrollo social de las comunidades, cosa que hoy por hoy lamentablemente no es asi y lo vemos por los medios de comunicación, que vienen a apedrear a las Asadas con la mala gestión, pero nos estamos dando cuenta que el AyA está haciendo una gestión pésima en cuanto al uso de los recursos de ellos, recursos presupuestarios o proyectos. Es ilógico que a una Asada se les condene a no dar disponibilidades de agua. Una funcionaria emitió un criterio con un documentito de una hoja y mandó a ponerle techo a la Asada de Cipreses diciéndole que porque los aforos estaban bajos no den más agua. Entonces, quiere decir, que en la provincia de San José no pueden dar disponibilidades ,ni

-Resulta que aquí hay que pedirle permiso al AyA para todo. Vea que es tanto así, que la funcionaria Pilar Dall’anese nos manda a decir mediante un oficio , sin pedir los informes como tales, que nos apeguemos antes de dar una información, que hay que solicitarle al AyA el visto bueno, o sea, cerremos esto y vámonos porque si hay que estar pidiendo permiso para todo, no se puede trabajar. No, el reglamento es muy claro en que quien proyecta es la Asada, e inicia los procesos con el AyA. Entonces, que pasa en un distrito como Cipreses, si el AyA NO contesten documentos como el que estamos esperando, desde el 2015, por un aumento de caudal, no dejen dar disponibilidad de agua, lo que hacen es detener el desarrollo del cantón. En el 2015 se solicitó un aumento de caudal y resulta que en base a ese aumento de caudal, en lugar de ir hacia arriba positivo para el distrito ,va hacia abajo negativo de ahí fue donde ellos Orac Cartago tomaron esos aumentos, no como sumatorios sino como negativos, para decir que aquí hay un faltante de agua y decir que no se pueden dar más disponibilidades de agua. Por eso hemos emitido un oficio 014 y 015 veinte veintitrés , solicitándole al Ministerio de Salud el levantamiento de la orden sanitaria. Los laboratorios acreditados nos dicen que las nacientes están limpias. Aquí hemos realizado todo lo que el Ministerio de Salud y el AyA nos han pedido y nos hemos apegado a la legislacion, los radios de protección, los estudios hidrogeológicos que están en el Departamento de Hidrología del AyA y hasta el día de hoy no nos han contestado, desde febrero están subsanados, pidieron 20 subsanaciones y se hicieron 20 subsanaciones. Están los estudios hidrogeológicos sobre

el pozo que no se está utilizando. Entregamos todo lo que nos pidió el Ministerio de Salud. Buscamos soluciones a todos estos actos, el plan piloto para implementar filtros ionizantes, especialmente a la naciente de Plantón. La Asada está trabajando y está resolviendo. “Detienen el desarrollo de la comunidad al detener a la Asada de Cipreses”

-Cipreses hizo un gran esfuerzo comunal por construir viviendas para que la gente no se fuera y hoy ustedes tienen que negarle la disponibilidad de agua a gente que tiene incluso bono de vivienda porque el AyA les dice que no, pero si los obliga a darles disponibilidad a la gente de Villas Hidalgo, que son unas quintas, no son casas de bien social.

- En el 2018, la ORAC de Cartago aprobó una urbanización que se llama Villas Hidalgo, en territorio perteneciente a la Municipalidad de Paraíso. Yo investigué en la Municipalidad de Paraíso y el uso de suelo que se permite ahí es con segregaciones de 300 metros. Si yo compro 1700 metros y tengo disponibilidad de agua, puedo segregar lotes de 300 metros y con una sola disponibilidad si lo segrego en derechos , articulo 31 del reglamento de prestación de servicios quiere decir que puedo abastecer cinco derechos . ¿No le parece ilógico que la Asada le niegue a los “cipreseños” el derecho que tiene de disponibilidad de agua y que el cantón de Paraíso se esté desarrollando de esa manera porque el uso del suelo lo permite? Todo porque les dieron la disponibilidad en el 2018. Mi gran pregunta, ¿puede una funcionaria pública, sin un estudio técnico, paralizar una comunidad? Nos está deteniendo el desarrollo solo con los análisis de los aforos. Al día de hoy existen estudios de aumento de caudal, radios de protección, estudios y análisis de un laboratorio acreditado. La Asada ya cumplió. ¿Cuál es el motivo justificable jurídicamente que diga por el cuál no podemos levantar la orden sanitaria? Estamos esperando que el Ministerio de Salud, apegado a la ley, nos indique por qué no levanta la orden sanitaria. Ya la Asada cumplió legal y técnicamente. Hace 22 días, la ARESEP le pidió al AyA que le diga cuáles asadas de la Zona Norte de Cartago cumplen con los análisis . Hay un desconocimiento de los funcionarios públicos con respecto a lo que el reglamento y el decreto indican. Más allá de eso, el artículo 11 de la Costitucion Politica dice Los funcionarios públicos son simples depositarios de la autoridad. Están obligados a cumplir los deberes que la ley les impone y no pueden arrogarse facultades no concedidas en ella. Tenemos que denunciar estos indebidos procesos como tales. Que a usted lo atropellen no quiere decir que no tenga derecho a denunciar. Eso es lo que estamos haciendo en la Asada de Cipreses. El tema es que la Asada se ha defendido por esos indebidos procesos y por defenderse es que ha sido castigada. Yo le pido al Señor Presidente, don Rodrigo Chaves, que intervenga. Él está

denunciando que hubo un error en la organización del AyA lo emite MIDEPLAN. Las Asadas se establecieron con un fin, desarrollar pequeñas comunidades de acuerdo a su arraigo. Hasta hoy las asadas han dado la cara con el tema de las disponibilidades de agua potable.

Yo le pido al señor Alejandro Guillén, del AyA, a la junta directiva del AyA que investiguen la injusticia que ha habido con la Asada de Cipreses. No le han permitido un debido proceso de defensa. Aquí es más fácil hacer noticia en una asada pequeña como es Cipreses. Aquí han venido los medios de comunicación porque dicen que la naciente supuestamente contaminada. ¿Es solo Cipreses? No han investigado, no han visto documentos porque lo que quieren es una noticia amarillista.

“¿Por qué el AyA le exige a las Asadas pero no le exige a las municipalidades que tienen acueducto?”

-No entiendo como una persona que trabaja en el INA ataca a la Asada, pero ahí, dentro de las instalaciones del INA, hay una naciente que no tiene estudios hidrogeológicos. El que no tenga estudios me lo dijo el ingeniero municipal. Esa naciente es parte del acueducto municipal que le da agua a treinta mil personas en San Rafael de Oreamuno. Yo hice unos videos y ahí se muestra que hay desechos orgánicos, desechos de animales y un biodigestor cerca de la naciente.

-Si usted observa los análisis de la calidad del agua de la Municipalidad de Oreamuno, quien emitió los últimos análisis fue el laboratorio del Instituto Tecnológico de Costa Rica y de la Universidad de Costa Rica, y están acreditados ante el ECA, entonces, ¿por qué a nosotros no nos aceptan los análisis que hacemos y a ellos sí? ¿Somos diferentes? El acueducto municipal tiene que hacer sus análisis de calidad y garantizar la salud de sus habitantes. No solo la naciente que está en el INA está sin estudios hidrogeológicos e incumple en cuanto a las áreas de protección. La naciente Las Ranitas, que está entre Sigma, Caminos del Sol y la Estación de Servicio, que son tres empresas distintas con un tema industrial, tampoco cumple. La naciente en el medio de esas tres empresas. Yo quisiera ver esos análisis de esas nacientes. Yo soy pro agricultor y el agricultor entiende y ama la tierra. Tenemos que ser objetivos y sensibilizar la conciencia del costarricense en que tenemos que cambiar las prácticas, pero no se hace paralizando las Asadas como lo han hecho en Cipreses. Aquí les han hecho daño a pequeñas empresas, a los empleados, ¿y quién responde por el daño que se le ha hecho a esta comunidad por un indebido proceso? La Asada posteriormente debe tomar las acciones. Una cosa buena es que el INA ha sacado más cursos de protección de Recurso Hídrico para las asadas. Todos debemos cumplir, estamos claros en eso es un deber , pero se debe ser parejo para todas, tanto Asadas como Municipalidades.

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“Fusionar las Asadas no es la solución”

t “Lo más importante de la Asada es la honradez. Es gente honrada, que sacrifica su tiempo por estar ahí. Les dije que la situación es seria, la persecución es fuerte. Hay que hacer una organización de segundo nivel para que todos juntos, en las Asadas, puedan resolver el problema de la persecución. Una federación de asadas permitiría trabajar y resolver el problema”.

Camilo Rodríguez Chaverri Ventanario

-Usted desarrolló todo el tema de los minivegetales. Fue una idea que se trajo de Estados Unidos.

-Yo siempre soñé con diversificar. Y aquí no había con qué. Entonces, yo andaba con una beca en Estados Unidos. Iba con veinte compañeros de Costa Rica. El asunto es que la beca era muy amplia. En Washington, había que convivir con una familia 15 días para conocer la cultura. Después, fui a Virginia. Me llevaron a una universidad. Ahí me encontré con los minivegetales. Cuando regresé a Washington, el embajador ya era conocido y le dije del tema. Me dijo que hiciera el proyecto a mano, la secretaria de él haría la traducción y al día siguiente él me acompañaría a una organización para exponer el proyecto. De ahí

t Don Carlos Pérez es regidor de la Municipalidad de Oreamuno, es profesor universitario y trabaja en el Ministerio de Justicia y Paz. Apoya la gestión de la Asada de Cipreses de Oreamuno.

-Hablemos de su vida, ¿Cuántos años tiene? ¿Dónde nació? ¿Dónde creció?

me hicieron un cheque a la Asociación de Desarrollo de Cipreses, ADICO, por 6800 dólares. Cuando llegué a Costa Rica, me invitaron a una reunión en COOPETIERRABLANCA, que en esa época era muy fuerte. Ahí habló un gringo que dijo que él era productor de minivegetales. Cuando terminó, ni lerdo ni perezoso lo busqué y le conté que había estado en Washington y en Virginia. Le dije que hiciéramos el proyecto con la Asociación de Desarrollo de Cipreses. Yo ponía la finca, le daba casa, no tenía que pagar nada, solamente que trabajáramos juntos. Se fundó ADAPEX. Todo el proyecto de experimentación y capacitación se hizo en mi finca con Kent Bruno. Cuando yo me di cuenta, ya habían donado plata a COOPETIERRABLANCA. Empezamos con 42 mil dólares. Juntamos un grupo de agricultores. Éramos 16 agricultores, y con ellos se hizo. El asunto era cómo exportar porque no teníamos licencia de exportación. Yo tenía unos agricultores gringos con los que sembraba. Yo tenía COSTABERRY. Lo que hi-

cimos fue que prestamos la licencia de exportación a ADAPEX. Hoy día, ADAPEX sigue siendo muy fuerte.

-Seguramente a usted le dijeron en algún momento que estaba loco con todas esas ideas de los minivegetales.

-A mí personalmente nunca me lo dijeron. Tengo una forma de ganarme la confianza de la gente. Yo iba al frente y mis compañeros me apoyaban. Necesitábamos un pick up. Había una fundación en San José y le presentamos todos los documentos. Yo traía documentos y los firmaban, y los volvía a llevar y así. Un día me dijo un compañero de la junta directiva, “no te aceptamos más otros documentos. Nos están engañando. ¿Cuántas veces ha venido usted con papeles?”. Le dije:” permítame la última vez”. Y en esa última vez nos donaron el pick up. Jalábamos comestibles, insumos y así muchas cosas. Se me ocurrían cosas. Decía: “Cipreses tiene que ser diferente. Vamos a hacer jardines y pollitos”. Solicité a los Países Bajos una ayuda para eso. Dona-

ron 5 mil dólares para eso. Resulta que en esos días se vinieron unas inundaciones y a los parceleros de Plantón el agua los dejó sin camino. Pedí permiso para utilizar los recursos y arreglar el camino. Nos lo aprobaron y reparamos el camino. También hicimos el templo.

timos que se lleven esta naciente”.

Ese día, había un señor mayor que era muy enojado y sacó el cuchillo y lo pasaba por el piso y decía, “aquí, en esta naciente, no se mete nadie” El regidor se llevó nuestra propuesta a la municipalidad. -25 años después, ¿qué piensa de la Asada de Cipreses?

-Hay una organización muy importante para este pueblo, la Asada. ¿Qué significa la Asada para este pueblo?

-El acueducto pertenecía a la Asociación de Desarrollo de Cipreses. Luego vino lo de la Asada. El pueblo no quería que hubiera otra organización. Se decía muchas cosas. El agua iba a ser carísima por culpa del AyA, y que el AyA iba a exigir un montón de cosas; sin embargo, era una ley. La Asada es del pueblo. Se tiene un gran sentido de pertenencia. Es un sentido de pertenencia muy grande. Una vez, San Rafael de Oreamuno se iba a llevar el ojo de agua Edwin Coto y nosotros nos organizamos y dijimos que no. Es que íbamos a necesitar esa agua para abastecer a La Puente. Sin embargo, la Municipalidad de Oreamuno hizo todos los trazos y mandó ingenieros para ver por dónde iban a echar el acueducto. No lo permitimos. Hicimos un planteamiento muy fuerte. Los invitamos a una reunión para que vinieran a decir por qué se lo iban a llevar y también para que escucharan nuestro criterio. Nosotros con vehículos los esperamos en Boquerón. Vehículos y gente. Ahí estábamos. Llegó solo un regidor, Rodrigo Gómez (qpd) . Él se vino con nosotros. Hicimos la reunión en el salón comunal y le explicamos todo. Le dijimos, “no permi-

-La Asada vino a hacer un gran trabajo, a ordenar las cosas. Yo estuve en la Municipalidad de Oreamuno y escribí mucho sobre la falta de agua que se iba a presentar en San Rafael de Oreamuno. Presentaba mociones para que se atendiera el tema del agua. Proponía que de un colon se pasara a tres colones, que con eso se iba a comprar una naciente en Paso Ancho. Al final esa naciente se la llevó Cartago. Un día, saliendo de la sesión municipal, había un grupo afuera esperándome, y me dijeron que sabían que el que estaba proponiendo subir el agua era yo. Les dije que lo que se pagaba por mes era lo que costaba un vaso de fresco en un restaurante o una soda. Les dije que iban a quedarse sin agua y que iba a ser una responsabilidad con la que yo no iba a cargar.

-¿Siente orgullo por la Asada de Cipreses?

- Cuando yo entré muy fuertemente fue porque se iban a llevar los recursos y la administración que tenía Cipreses para Santa Rosa de Oreamuno. Lo más importante de la Asada es la honradez. Es gente honrada que sacrifica su tiempo por estar ahí. Les dije que la situación es seria, la persecución es fuerte. Hay que hacer una organización de segundo nivel para que todos juntos, en las Asadas, puedan resolver el problema de la persecución. Una federación de asadas permitiría trabajar y resolver el problema.

-Muchas gracias, un placer compartir estos momentos. Vivo en el Distrito Primero, San Rafael de Oreamuno. Tengo 63 años. Trabajo en el área financiera del Ministerio de Justicia y Paz. Soy profesor universitario en la UAM y en la Universidad Florencio del Castillo. Además, trabajo desde hace muchos años en el campo comunal. He estado involucrado por más de 30 años en el trabajo comunal. He estado de presidente de la Asociación de Desarrollo de Barrio El Bosque, he sido presidente por tres ocasiones del Comité de Deportes de Oreamuno, miembro por más de seis años de la junta administrativa del Colegio Braulio Carrillo. También tuve una expe-

riencia estudiantil, en su momento, en el colegio, y posteriormente en la Universidad de Costa Rica.

-¿Cuánto tiene de estar en la Municipalidad de Oreamuno?

-Tengo tres años como regidor. Anteriormente trabajé en comisiones municipales, asesorías, comisiones especiales de la municipalidad.

-Usted ha apoyado mucho la Asada de Cipreses de Oreamuno, ¿qué piensa de esta Asada?

-De la Asada de Cipreses, puedo hablar del trabajo, del compromiso de su junta directiva. Don Virgilio como presidente ha asumido una defensa a ultranza y justa. Es una defensa del agua. En primera instancia, fue impor-

tante que no se trasladara la admi nistración a Santa Rosa. Se debía respetar la autonomía de la Asada de Cipreses. Actualmente, está toda esta campaña de un pequeño grupo que ha tenido una afectación en la Asada. Yo no tengo más que agradecimiento por el trabajo que se ha hecho por parte de la Asada. La Asada de Cipreses se ha defen dido con base en los estudios, la constancia y la comunicación con la comunidad. Eso ve en el apoyo que tiene esta Asada por parte de la comunidad de Cipreses y de la misma Municipalidad de Oreamuno.

-Siendo usted dirigente comunal y con tanta experiencia, ¿qué piensa de las Asadas?

-Hace unos años, en colaboración con un grupo de estudiantes, había participado en un estudio del Instituto Tecnológico y hablábamos de la importancia de las Asadas. Son sumamente importantes para la comunidad.

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“En la Asada, toda la gente que trabaja es muy honrada”
Carlos Pérez, regidor de Oreamuno
“La Asada de Cipreses se ha defendido con base en los estudios, la constancia y la comunicación con la comunidad”
José Rafael “Chepito” Ulloa
“Desarrollo de los minivegetales demuestra la capacidad organizativa de Cipreses de Oreamuno”
Don José Rafael “Chepito” Ulloa junto a sus hijos.

Pocora clama por puente peatonal

t La no construcción del puente peatonal y el hecho de que se pretenda que las personas que tienen que trasladarse entre Pocora Sur y Norte, lo hagan en el puente construido en el distrito de Las Mercedes es una violación de los derechos humanos de más de 1500 personas con problemas de movilidad funcional, adultas mayores y la infancia del distrito.

El 20 de abril, la organización de vecinos del Distrito de Pocora de Guácimo y la Municipalidad de Guácimo, convocaron a una conferencia de prensa para dar a conocer las implicaciones para la vida y la salud de las personas, que causa él no haber construido un puente peatonal, en la intersección del distrito con la ampliación de la ruta 32. La conferencia de prensa se llevó a cabo en las instalaciones de la Asociación de Desarrollo Integral de Pocora, situada 50 metros al este de la parada de buses de la localidad. En donde un grupo de vecinos se acercaron a respaldar esta lucha Pro Puente Peatonal de Pocora, manifestaron la molestia y falta de apoyo de los diputados de la provincia de Limón (fueron invitados), que ni siquiera enviaron un asesor para conocer en el lugar de los hechos, la problemática y atropello que están sufriendo los pocoreños.0

El Concejo Municipal de Guácimo y la Comisión Pro Puente Peatonal de Pocora desean hacer del conocimiento de la opinión pública y de la prensa nacional y regional los hechos que se detallan a continuación:

1. La población actual del distrito de Pocora de Guácimo de la provincia de Limón, según la estimación del Instituto Nacional de Estadística y Censos, es de 8,484 habitantes, de los cuales un 80% reside en los barrios de Pocora Norte, Pocora Sur, Barrio San Martín, Barrio Paraíso, Mascota, Duruy y La Argentina; todos ellos ubicados en los sectores norte y sur de la intersección de la Ruta Nacional 32 con la carretera a La Argentina. Por lo tanto, existen razones demográficas muy claras que justifican plenamente la construcción de un puente peatonal, precisamente en el cruce que concentra el mayor número de peatones en tránsito y las poblaciones más numerosas del distrito.

El 20 de marzo, los pobladores convocaron a medios de prensa para dar a conocer las implicaciones para la vida y la salud de las personas que están viviendo en Pocora, por la no construcción de un puente peatonal. Don Ernesto Guadamuz López, Coordinador Comisión pro Puente Peatonal de Poco ra, explicó detalladamente la necesidad urgente de contar con dicho puente. Lo acompañaron: el señor José Leoncio munal; Israel Chaves. Presidente Asociación de Desarrollo

proviene de la parte sur del distrito. De modo que existe un importante tránsito estudiantil, la mayor parte de la semana desde la parte sur hacia Pocora Norte por medio de la intersección de la calle a La Argentina con la ruta nacional 32.

4. Pese a todo lo anterior, y a que la intersección de Pocora con la Ruta 32 ha sido testigo de al menos 6 atropellos mortales en los últimos 8 años; a la hora definir la ubicación del puente peatonal que servirá para comunicar la parte sur con la norte, de manera inexplicable y sin ninguna justificación técnica, la entrada principal del distrito se ha quedado sin esta vital infraestructura.

5. En vez de construir un puente peatonal en la cercanía de la salida principal de Pocora, la UNIDAD EJECUTORA de la Ampliación de la Ruta 32, lo hizo a una distancia de 680 metros, en el distrito de Las Mercedes. Esa medida significa que las personas tendrían que desplazarse más de 1 kilómetro y medio para pasar de un lado a otro de la pista.

Don Gabino Murillo González, presidente del Comité de Salud de Pocora, manifestó: la existencia de este puente peatonal es un derecho humano fundamental. Tal y como lo establece el artículo cuatro de la Ley 7600, los servicios y planes que se brindan a estas personas deben ser prestados de manera eficaz y cumpliendo con “los principios de igualdad de oportunidades y no discriminación”.

Grupo de vecinos se acercaron a respaldar esta lucha Pro Puente Peatonal de Pocora, manifestaron su molestia, por la falta de apoyo de los diputados de la provincia de Limón (fueron invitados); y ni siquiera enviaron un asesor para conocer en el lugar de los hechos, la problemática y atropello que están sufriendo los habitantes de Pocora.

2. Los centros comerciales, tales como restaurantes, bares, supermercados y paradas de los servicios de transporte público, también están ubicados mayoritariamente en las zonas norte y sur del distrito. Esta densidad comercial implica que el mayor tránsito vehicular y de mercancías, que atraviesa la ruta nacional 32 desde el distrito de

Pocora, ocurre a través de la intersección para la cual estamos solicitando la construcción del puente peatonal.

3. Pocora cuenta desde el año 2000 con una institución de educación media, el Liceo de Innovación Educativa de Pocora, con una matrícula superior a los 500 estudiantes, de los cuales aproximadamente un 55%

6. Si tomamos en cuenta el hecho de que la población con problemas de movilidad restringida y familias con niños menores, suman varios miles; la existencia de este puente peatonal es un derecho humano fundamental. Tal y como lo establece el artículo cuatro de la Ley 7600, los servicios y planes que se brindan a estas personas deben ser prestados de manera eficaz y cumpliendo con “los principios de igualdad de oportunidades y no discriminación”. Asimismo, la Ley Integral para la Persona Adulta Mayor define que estas personas deben ser protegidas en cuanto a su integridad física, psíquica y moral. Por lo que, obligar a los peatones pertenecientes a estos grupos vulnerables a transitar por una zona boscosa y solitaria para recorrer más de un kilómetro y medio para trasladarse de un lado a otro de la Ruta 32, es una violación de sus derechos hu-

El señor José Leoncio Peraza, presidente Municipal de Guácimo, manifestó su apoyo total de contar con tan importante puente y mostró su defensa desde la municipalidad para lograr el objetivo. Si lamentó la falta de interés y preocupación de dirigentes y representantes políticos, que no defendieron y contemplaron la necesidad de este puente peatonal antes.

manos fundamentales.

7. Por todo lo anterior, la organización comunal de Pocora y la Argentina se han dado a la tarea de recurrir a las instancias locales (municipio y comisión cantonal de la ruta 32) para solicitar su apoyo. De la Municipalidad de Guácimo hemos recibido un apoyo incondicional para efectos de que el ministro Luis Amador J. comparezca a reunirse con las autoridades municipales y nuestra comunidad, sin embargo, aún no hemos recibido una respuesta positiva del MOPT.

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El Guapileño Fotos Eduardo Solano R. Gran preocupación viven los pobladores del distrito de Pocora de Guácimo, por la no construcción de un peatonal en el la intersección del distrito con la Ampliación de la Ruta 32.

Empresa de Sarapiquí, Design Soft S.A.

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MSc. Carlos Granados Zúñiga Para El Guapileño

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Vecinos de Barrio El Carmen Sur de Pocora

Viven gran zozobra por falta de Puente Peatonal

la comunidad, por él deben pasar los niños a la escuela.

El coordinador y afectado del pueblo Carmen Sur de Pocora, señor William Valverde, muy preocupado por la realidad y atropello que están viviendo por la ampliación de la Ruta 32 y la no finalización de su puente peatonal.

Don William Valverde Álvarez Coordinador de Barrio El Carmen Sur de Pocora comentó la situación que los afecta, es la falta del puente peatonal. Que desde hace 6 meses lo dejaron inconcluso; y esta causando una zozobra ante el peligro inminente de un accidente de sus pobladores.

Lo que debían hacer era reemplazar el puente existente en el lugar y no contemplarlo como un puente nuevo.

Y hasta este momento está sin terminar y la obra va en un 90% su avance; y lo necesita urgentemente

Otra afectación es la entrada al barrio es un derecho adquirido desde hace más de 40 años y la están haciendo por arriba, esto nos afecta mucho, ya que somos un pueblo de 4 mil habitantes.

Dentro de un pliego de peticiones nuestras, hablamos del tema de las cunetas que eran muy angostas y ellos nos colaboraron con cunetas cuadradas y hemos visto un avance del 50%.

Sobre las dos bahías solicitadas en las peticiones, ellos manifiestan un error que a mí me extraña, porque ellos son ingenieros,

que están ubicadas en los planos como a 50 metros la una de la otra; y ahora se haya muy fácil eliminar una, pudiendo dejar una a la entrada principal del pueblo, que es lo más lógico y sensato.

El pliego de peticiones fue respaldado por más de 100 firmas y se hizo una manifestación. De parte de ellos han colaborado con conversar, pero no hacemos nada con conversar, queremos hechos reales. Necesitamos que nos visite el ministro y vea la entrada al pueblo que es de 3 metros donde solo un carro puede transitar y si viene otro carro debe meterse a propiedad privada para dar espacio. Una

persona en sillas de ruedas debe meterse a la propiedad privada, es realmente peligrosa.

Necesitamos que vengan y vean y lo incluyan en el presupuesto para obras complementarias, porque Barrio El Carmen es muy grande (4 mil habitantes); y como hemos dichos lo que estamos pidiendo son obras muy necesarias y urgente que solo nosotros lo habitantes sabemos lo que arriesgamos la vida en todo momento.

Le hago un llamado a nuestros diputados para que en el presupuesto para obras complementarias incluyan al Barrio El Carmen Sur de Pocora con esta problemática.

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Empresa Design Soft es líder en el desarrollo de aplicaciones y sistemas, diseño de apps, web y APIs. Se ubica en Finca 4 de Sarapiquí, Heredia. Grupo de estudiantes de Asistente Administrativo del INA, Horquetas de Sarapiquí. Colaboradores de la Empresa Design Soft. El Guapileño

Mediante workshops con empresas de cada región del país

PROCOMER redobla esfuerzos en el desarrollo de las regiones fuera de GAM

t En el 2022, la Promotora apoyó a 1754 empresas a través de sesiones de talleres y capacitaciones.

El Guapileño

Fotos Eduardo Solano R.

El 23 de marzo, se realizó el primer workshop de este año 2023, es un nuevo esfuerzo focalizado en regiones fuera de GAM, la Promotora de Comercio Exterior (PROCOMER) dio inicio al proyecto de “Workshops Regionales”, con empresas exportadoras y con potencial exportador, así como con representantes de las municipalidades de la región Huetar Caribe y Pococí y de sectores estratégicos. Los workshops se llevarán a cabo en diferentes zonas fuera del Gran Área Metropolitana del país, y buscan comunicar y poner al servicio del sector empresarial un amplio catálogo de herramientas que impulsen su competitividad, desarrollo y vinculación con los mercados internacionales. En el workshop, realizado en las instalaciones de la Universidad de Costa Rica de Guápiles, también se fomentó la creación de alianzas y acercamiento con las municipalidades de la región para agilizar los procesos necesarios para la instalación las empresas a través de la Ventanilla Única de Inversión (VUI).

Como parte de los servicios que ofrece PROCOMER para apoyar a las empresas fuera de

GAM están: l Centro de Asesoría en Comercio Exterior (CACEX): Orienta y asesora a las empresas costarricenses con potencial exportador para la creación de negocios con compradores internacionales.

l Encadenamientos: A través de la investigación, innovación y la mejora de estándares, contribuye en el desarrollo de las capacidades necesarias en las PYMES para convertirse en suplidoras de empresas multinacionales de clase mundial.

l Acceso al Financiamiento, Crédito e Inversión: Brinda a las empresas exportadoras y con potencial exportador la posibilidad de acceder a fondos de financiamiento para la mejora de sus operaciones y crecimiento de sus negocios.

l Ventanilla Única de Inversión (VUI): es la plataforma que tiene por objetivo garantizar al sector privado una plataforma de trámites ágil y competitiva, para los procesos requeridos para la apertura y operación de empresas nacionales y extranjeras en Costa Rica.

l Licenciamiento Empresarial

Marca País: El proceso de licenciamiento de esencial Costa Rica consiste en que una empresa pueda optar por el uso de la licencia de la Marca País, mediante un proceso de evaluación del protocolo en el cual se demuestre que la empresa está comprometida con los valores de: Sostenibilidad, Progreso Social, Excelencia, Innovación y Vinculación Costarricense.

El primer workshop de este año 2023, contó con gran asistencia de empresas exportadoras, con potencial exportador, así como con representantes de las municipalidades de la región Huetar Caribe y Pococí y de sectores estratégicos. Es un nuevo esfuerzo focalizado en regiones fuera de GAM, la Promotora de Comercio Exterior (PROCOMER) dio inicio al proyecto de

Colaboradores de PROCOMER en el Región Huetar Caribe. Director regional oficina Limón; Jason Fonseca, Denzel Quirós, Oficina Limón; Cinthya Prendas Cubillo, directora oficina PROCOMER Pococí y Jessica, pasante oficina Pococí.

Al cierre del año 2022, PROCOMER logró impulsar 33 nuevas empresas exportadoras a nivel regional, las cuales no habían regis-

El director de Encadenamientos de PROCOMER, señor Guillermo Zúñiga asesora al Ing. Marco Antonio Córdoba de Tropical Horticulture Researcher.

trado exportaciones en los últimos dos años, además, un 23% de las empresas licenciatarias Esencial Costa Rica, se ubican fuera de la

GAM, por lo que para el 2023 se busca que esta cifra continúe en aumento mediante la implementación de estas iniciativas.

En está foto se observa la problemática en la entrada principal al pueblo de Carmen Sur de Pocora, que quieren quitar y pasar a otro lugar, los constructores de la Ruta 32. Según comentan sus pobladores tiene más de 40 años de contar con esta entrada y es el acceso principal donde se encuentran las pulperías, Iglesia Católica y escuela, entre otros…

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Este es el estado actual del puente peatonal, lo dejaron sin terminar y le urge a la comunidad, quienes temen lo peor, sino retoman cuanto antes la construcción del puente.

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