La Voz Arraconense 1932-05-14 (294)

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Redacción: Puerto, tl 1"' Ht¡

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Días de luto son es.tos pa ra la vecina República francesa en cuyo suelo se ha cometido el más horroroso y vil de los asesinatos . Un m alvado , a qui en '/ califican d e pertur bado, en forma premeditada ha h echo víctima de sus iras a la repres : ntación más alta de la República fr a nce~a; ha asesinado a su presidente Mr. Doumer, en ~o mentos en que éste asis tía a una venta de libros que se h abía organizado a beneficio de los escrito res que fueron combatientes en la gran guen a . Mr. Paul Doumer era un hombre de origen humilde, pues de muy joven marchó a la capital francesa con el fin de aprender un oficio, entrando a los 14 años en un taller de fotograbado, don de trabaió unos seis años, durante los cuales y aprovecha ndo los ratos libres que le dejaba su oficio, estudió el Bachillerato, licenciándose luego en Leyes y Ciencias Físicas a cuya enseñ~nza se consagró. Se dedicó al periodismo y luego a la política, siendo elegido diputado por primera vez en el año 1888. Ocupó cargos muy elevados, entre ellos Ministro de Hacienda, varias veces, Gobernador General de Indochina, Ministro de Estado, presidente de la Alta Cámara, habiendo sido elegido presidente de la Repú~lica el 13 de May<f dé 1931. Con el Sr. Doumer pierde Francia uno de su~ hombres más esclarecidos, que'· a pesar de su avanzada edad conservab~ sus facultades mentales como eh su más plena juventud. ' '

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El bárbaro crimen h a despertado en el mundo entero verdadera indignación pues por las circunstancias que le han rodeado es de todo punto execra ble. · Cuando Francia no había podido consolarse por la muerte del apostol de la paz, Mr. A rístides Bria nd , cuyo dolor sentia intensamente, un nuevo dolor la sume hoy en u na gran desventura por la pérdida , en circunsta ncias trági cas, de un hom bre de gra n inteligencia y mejor corazón, dd cual era dable esperar ¡mda ti vas que la h abían de conducir p or rutas de prog reso y bienestar. Noso tros , profunda mente conmovidos an te el do lor que siente la República fra ncesa por la pérdida de su presidente, nos asociarnos de todo corazón a s u profun do pes;:;¡; y al pesa r de aquella esposa y ma dre desven turada que en la gran guerra perdió cua tw hijos y en cuya ocasi ón h.izo pa tente su gran patriotismo, y que h ov en el paroxismo del dolor llora la pérdida del ser que · más amaba. CARI€ HI

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Di ver si ó 'n Salió hace ya tiempo mi escrifo sobre «El problema de los sin trabajo» en el que hablaba de la reforma agraria, de los obreros parados que tenem.os sobre todo por Anda~ lucía, y eso lo hice ya en respuesta a un escrito del compañero Carichi sobre el mismo .tema. De Barcelona se Jevantó una •voz que quiso ser de protesta; voz anónima, pues ni siquiera dió a la redaccion de este semana~ 'río, ni nombre, ni dirección, ni señas a don~ de dirigirse en caso de reclamación; solo un seudontmo: «Unos .precoces arraconerises», y su protesta fué muy. débil, ·tan frágil que ya no lo podía ser más; pues solo fué para decir

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que le parecían exageradas .las cifras a;vanzadas por mi. Yo como contesta hice reproducir p or «LA VOZ» tJnos párrafos publicados por «Hera1do de Madrid» y «El Día», y reco nocidos verídicos a Corks Constituyentes por el ministro lndalecio Prieto, y no dije más creyendo qu e seria esto suficiente para satisfacer la sed de investigación de estos «precoces» desconocidos. Y aho ra , estos señores me contestan . («VOZ 'ARR ~C O N ENSE», 26 Marzo, 32 .) P ero ya no se trata d e reputar mís cifras. Ahora es para decirme que ya saben en donde estudio . Ni más ni m enos. Pues si verda deramente creen haberlo averiguado, harían muy bien de decirlo a•cierto concejal quP. me buscó por to:I as partes y no pudo encontrarm e jamás; pues de no hacerlo así este sefior podría guard arles r en cor. Y nuestros precoces anónimos siguen d iciendo: ((Desd e que leimos su. reto nuestras vidas bulliciosas y al egres se han vuelto sombrías, hemos perdido el apetito, sufrimos inso mnios, estamos pálidos y ojerizas, va mos cabizbajos y preocupados, todo por cul pa de V .» Por mi culpa? Y además vais acaso a mezclar ahora vuestro estado físico ~ moral , con los sin trabajo de Andalucía? Verdaderamente no os comprendo. A no ser que os co~prenda demasiado. Porque la única claridad que se destaca de vuestro gran escritos en que buscais diversión. Quereis en· tretenerme y alejarme de mi trabajo periodístico normal. Porque- os duele sin dud~ la enérgica campaña que he sostenido siempre contra el caciquismo y los capataces del ex- rey que tanto abundan por el pueblo, y he tenido el valor suficiente para clavarlos en público como se merecían. Sois los enredos que venís a impedirme de elaborar otra campafta eficaz. Si es eso lo , que quereis, os divertireis solos! ~ Lo que haceis es demasiado conocido . En efecto, cada vez que un hombre, periódico o entidad, toma la defensa del trabajador y del humilde no faltan precoces que lo ape drean y procuran humillarlo para hacerle •

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En torno a un vil asesinato

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