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El problema de los sin traoajo
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c5'91rracó 26 de 9Yoviembre de 1931
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por que se atraviesa, estén sin trabajo pero los demás, peones, braceros o jor...: naleros, que lo mismo se denominan una cosa que otra, esos tienen trabajo en su mayoría. Algunas entidades y particulares lÍan sido solicitadas por determiuadas autoridades para que dieran trabajo a algunos parados y han accedido, han contestado que se les mandasen tantos o cua ntos hombres que quisieran trabajar. La autoridad ha enviado esos hombres al trabajo pero... no se han presentado más que tres o cuatro. Que hay que hacer con los sin trabajo que no quieren trabajar? Con· esos individuos que gozan procurando que todo vaya mal? Desde luego es más o menos fácil averiguar los antecedentes de los individuos que figuran en las relaciones que deben existir de los sin trabajo en los Ayuntamientos, Diputaciones, etc., y en poblaciones pequeñas facilisimo, pues bien debería seleccionarse el personal y aquellos que se conozcan por vagos, aquellos que no sirvan para nada que sea bueno obligarles a la fuerza a trabajar y si así no se consigue nada expulsarles de la localidad, que · la mal<\ yerba debernos-extirparla de nuestros campos, y asi, poniendo cada uno con buena intención algo de su parte el pavoroso problema de los sín trabajo no e:icistiría en nuestra t1erra. CARICHI
romántica y artística y un pénsamiento justo. Miel, lisonja y elogio para Jo bueno, para Jo hermoso, para lo humano . Y nada de azo· te para lo malo, para lo feo, para lo · inhumano. A lo uno tu admiración; para lo otro tu desprecio. Ni ¿iquiera merece tu atención. Noble camaré!da, perdona que te llame la atención, a ti que has ca·ntado a todas las prendas de hermosura espiritual o física que tu p~eblo guarda como rico tesoro. Como patrimonio sagrad'o. Te has olvidado una . Su humildad perdona tu descuido, porque seguramente tus ojos no se han posado en ella con intención de apredar su Yalor. Es una flor que, con su arrogante aroma es sirena que hace que caigan enamorados los extranjeros que visitan S'Arracó. Su nombre es Margarita, no es blanca comó la flor que así se llama; su faz es morena, como la mu· jer de la patria de tu admirad'o Bécquer,, que muy bien sus versos pueden ser aplicado-s a esta Musa. Es morena, como la mujer de la patria de Murillo y Velázquez, que tantas veces escojieron como modelo para inmortalizar sus lienzos. Su mirada es humilde, pero ardiente como el fuego, parece sembrar amor por donde pasa. Hace resaltar su belleza un pequefío lunar que las más hermosas mujeres de la corte de Luis XV, hubieran enviado. Su tipo es perfecto, igual que el de · la Inmaculada de Murillo. Su andar es gracia, co.nfundible con las 1 mujeres de la capital de Espafía. E~ fin, es selección de ·todas las mujeres espafíolas, para formar una que las represente. Seguramente eñtrañará.s, colega, que no· te hable de su corazón. No t>Uedo hablarte de él porque ignoro sus cualidad,es y sus defectos. Mis ojos no han sido ojos de enamorado sino de artista . .Pero ¿qué se puede ·esperar de un corazón, cuya dueña post:e estas cualidades físicas•, más que hagan pareja ton las espirituales? Teniendo pues esta joya. este tesoro, no comprendo porque te jtbJ!ttiene• '?- c~llar. A tí me dirijo para que noala deaaibaa..en el len•
En Mallorca, como en el resto de España y como en todo el mundo, existe el problema de Jos sin trabajo y creemos que, como aquí, podría reducirse casi a la mitád el número de los parados en muchos paises y sobre todo en España. Por lo que se refiere a nuestro pais sabemos a que aten ernos, sabemos . que hay obreros sin trabajo, pero sabemo~ también que, desgraciadamente, hay muchos que no quieren trabajar, que han hecho siempre lo posible para trabajar lo menos pos:ble, importándoles un ardite lo que con ello se perjudican asi mismos y a sus f¡;¡.milias que los mantienen sin recibir en cambio su ayuda. Estos seres repugnantes se aprovechan de la angustiosa situaciól\ de los que verdaderamente no tienen trabajo para robarles lo que podría tocarles en los jornales que perciben cnmo consecuencia de las obras que se llevan a cabo por las donaciones de entidades y particulares, y roban también a los altruistas donantes pues hacen el menos trabajo posible a fin de que la cosa: dure y ... cuanto más mejor. En fin, que de estos conocemos alguno que antes de que se hiciesen sus<;tipciones -p"'cUia los sin uabajo trabajaba, lo menos posible, es verdad, pero trabajaba, y, cuando. quetía, ganaba lo suficiente para ayudar a su casa. Lo que ~3 a :a: a =o-== ~l n a f pasa es que esos son lo pebr de cada pueblo y de cada' casa, no os quepa duAL POETA ARRACONENSE da, t si -algu'n os v~rdad'eramei:úe no tienen trábajo es por que no hay q·uie·n . quiera proporcionárselo, tal será su reputación. No hay duda de que hay, aquí, en riue~tro p'ais, desde luego~ . génte sin tra- r . ) . . ' bajo pero 'p aréceme a mi que , no hay muchos, que son lo~ mP.I?OS. Puede haHe ti~to a fravés de tu pluma llena 'de • ber' algunos obreros con oficios determi- miel, de lisonjas y de elógios,' ·una -fiJ2ura .guaje de Herrera, de Soto, ·de Ojeda, de nac!os que, debido a la crjs¡s económica joven de poit:e distinguido, un alma·· nóble, Bécquer, porque solamente ellos saben como
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Pedro Alemany (8Pil- lo)
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