

Tita Isa tenía que ir de compras, y sus sobrinos pequeños, como de costumbre, quisieron ir con ella. Mientras caminaban, de pronto vieron un coche, un autobús y un avión eléctricos.



Enseguida quisieron montarse. Pero el problema era que no se ponían de acuerdo en cuál de los tres escoger.

Alba quería montarse en el coche, Lola, en el autobús, y Juan Andrés, en el avión.

