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ANÁLISIS TÉCNICO
Gama Crom Tica Escenograf A Banda Sonora
Milos Forman nos conduce por una paleta de colores sombríos y apagados que nos recuerdan a la obra tardía de Goya. Los marrones, grises y negros no faltan; y generan una atmósfera oscura, como la que se presenta en las Pinturas negras (1819 - 1823). Destacamos por tanto su similitud con esta paleta tan limitada, que se da al final de la vida del artista, y que refleja su pesimismo ante la situación del país. También hay momentos en los que se utilizan colores más vivos, por ejemplo para ambientar la corte española, con sus vestimentas y tonalidades doradas, rojas y verdes. Sin embargo, al final hay una clara intención de que la película refleje una España que ya fue retratada por Goya en su momento y que no era una España vibrante.
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La escenografía del filme está cuidada al detalle para recrear la España tan convulsa de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Patrizia von Brandenstein (diseñadora de producción) utiliza una mezcla de decorados construidos en estudios de cine y localizaciones reales como: el Palacio Real de Aranjuez, el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, la “Casa de Gozquez” en “la marañosa”, el Parque del Retiro o la Catedral de Toledo. La película se grabó en distintas localidades que ayudaron a generar una ambientación ideal, Salamanca, Alcalá de Henares, Madrid o Segovia son algunos de los ejemplos.
Con motivo de la película se restauró el palacio del Infante don Luis de Boadilla, en el que se invirtieron 300.000 euros. También se llevó el rodaje al Monasterio de Veruela, en la localidad de Vera de Moncayo (Zaragoza). Los decorados construidos se diseñaron para ser fieles al estilo de aquella época, usando cortinas, tapices, sillas, mesas y lámparas. Además hay que sumarle la indumentaria de arte, los lienzos, pinceles y colores que decoran el estudio de Goya. Evidentemente, con un presupuesto de 19.074.104 euros tenían un gran margen de trabajo y pocas limitaciones en lo que a escenografía respecta.
La banda sonora de “Los fantasmas de Goya” es obra del compositor español José Nieto, quien pidió expresamente no ser incluído en los créditos finales de la película, al no sentirse “responsable” del resultado final de la banda sonora. En cuanto al análisis de la composición, está conformado por piezas tanto orquestales como corales, con un uso prominente de la guitarra española, que le aporta autenticidad, ambientación y realismo. Si bien la música que acompaña la película se inspira en el clasicismo de Mozart, propio de la época; también se sirve de melodías cercanas al barroco —sobre todo en la música coral— que le aporta ese tono de dramatismo y expresividad, más próximo a las cantatas de Bach.

La banda sonora de la película es especialmente efectiva en la manera de acompañar las imágenes en pantalla. Las melodías dramáticas y las armonías en tonalidades menores reflejan la angustia y el sufrimiento de los personajes, en los momentos de mayor tensión del film, aportando un elemento adicional al drama visual. Cabe destacar la escena final de la película, y como la canción de juego de niños se acompaña con la situación tan impactante que se muestra. La coherencia entre las melodías y las escenas se quiebra en estos últimos momentos, en el que la tensión que promueve en el espectador los elementos visuales, no se acompasa con los musicales. Creando aún más incomodidad en el público.
