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C. En medios católicos (§ 152

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Santiago. A continuación publicó una preciosa documentación extremadamente rica –que yo he utilizado mucho– y que provocó una respuesta de Urzúa.

Destaquemos también un artículo de Ricardo Dávila Silva, aparecido en La Nación de Santiago con el seudónimo de Leo Par. Urzúa defendió ardorosamente la originalidad de Lacunza contra esta despiadada crítica.

La polémica se reavivó en 1928.

Víctor Silva Yoacham entrando en liza, bajo el seudónimo de Hipólito Tartarín, se ganó una seria reprimenda por parte de Urzúa.

Notas 136. URZÚA ASTABURUAGA, Miguel Rafael. El P. Manuel Lacunza y su obra “La Venida del Mesías”. Santiago: Imprenta Universitaria, 1914, 59 págs. Es una refutación de Zecchinelli. El autor esperaba quitar a Lacunza del Index de los libros prohibidos. Él mismo lo explica en «El presbítero D. Emilio Vaïsse y el lacunzismo», pág. 7: «Llevado del deseo de cooperar, en la medida de mis fuerzas, a las muchas peticiones que se han elevado a la Congregación del Índice, para que se suspenda la prohibición de la lectura de La Venida del Mesías, escribí en 1914 mi estudio crítico y bibliográfico...» Este trabajo apareció primero en URZÚA, «El R. P. Lacunza (17311801). Su obra: “La Venida del Mesías en Gloria y Majestad” (Londres, 1826)», Revista Chilena de Historia y Geografía [Santiago], año IV, t. XI, n.º 15 (3.er trimestre 1914); año IV, t. XII, n.º 16 (4.º trimestre 1914).

LASO, Olegario. La Revista Católica [Santiago], vol. 28 (3 abril a 15 mayo 1915), págs. 488-497, 569-578, 652-656, 724-728. Serie de artículos que no fue acabada. Ver VAÏSSE, Émile. Revista de Bibliografía Chilena y Extranjera [Santiago] (1917), pág. 200, n. 112. Ver también 1915, págs. 99, 198-199. Urzúa respondió a Laso en La Revista Católica [Santiago], vol. 28, n.º 333 (19 junio 1915), págs. 907-919. URZÚA ASTABURUAGA, Miguel Rafael. «Respuesta al Presbítero D. Olegario Laso por su artículo “Lacunza y su obra”». Santiago: Imprenta San José, 1915, 15 págs (separata de La Revista Católica [Santiago], n.º 328). Hay otra réplica de Laso, La Revista Católica [Santiago], vol. 29 (3 julio 1915), págs. 50-54.

URZÚA ASTABURUAGA, Miguel Rafael. Las doctrinas del padre Manuel Lacunza contenidas en su obra: La Venida del Mesías en gloria y majestad. Santiago: Imprenta y Litografía Universo, 1917, 565 págs. Con retrato de Lacunza, en el encabezamiento del volumen. «Es un resumen minuciosamente exacto de la obra de Lacunza», dice Vaïsse, en Revista de Bibliografía Chilena y Extranjera [Santiago] (1917), pág. 201, n. 114. Ver BUSTAMANTE Y URRUTÍA, José María. Catálogos de la Biblioteca «América». T. I. Santiago de Compostela: Tipografía de «El Eco de

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Santiago», 1927, pág. 90. Catálogo general de la Librería Española e Hispanoamericana, 1901-1930. T. III. Madrid: Cámaras Oficiales del Libro de Madrid y de Barcelona, 1935. págs. 263, n. 43, 147. Ver también un informe en la Revista Histórica [Montevideo], vol. 9 (1918), págs. 271-272.

Documento. Nota del Presbítero D. Miguel Rafael Urzúa al Ilustrísimo Sr. Arzobispo de Santiago, con motivo de la prohibición del libro Las Doctrinasdel P. Lacunza. Santiago, 9 abril 1917, 8 págs. Ver La Revista Católica [Santiago], n.º 380 (2 junio 1917), pág. 793 (decreto de prohibición); n.º 381 (16 junio 1917), págs. 874-875 (autorización para publicar la obra tras la corrección y el consentimiento de Urzúa). Vaïsse, en El Mercurio. 2 abril 1917. Ver Revista de Bibliografía Chilena y Extranjera [Santiago] (1917), pág. 77. FIGUEROA, Virgilio. Diccionario histórico, biográfico, y bibliográfico de Chile, op. cit., t. IV-V, págs. 951-952. Vaïsse resume a Lacunza en tres tesis: caída de la iglesia cristiana, restauración de la sinagoga, reino milenario del Mesías en Jerusalén. Hace empezar el reino eterno del Mesías en su resurrección. Es la explicación dada por Lacunza a la bestia de dos cuernos y a la gran ramera, lo que le costó su puesta en el Index. Lacunza es un misántropo. Su escatología sale de las persecuciones sufridas por los jesuitas bajo los pontificados de Clemente XIV y de Pío VI, coincidiendo en el tiempo con el avance del pensamiento volteriano. Contra Monseñor Pietro Monti (1853-1909), prelado italiano enviado a Chile en 1882 (ver Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana. T. XXXVI, pág. 648), para quien solo en el primer volumen de Lacunza había algo de valor. Vaïsse estima que las tres partes tienen igual valor. Sobre el P. Vaïsse, lazarista, que generalmente escribía con el seudónimo de Omer Emeth, ver Revista Chilena: Diplomacia, Política, Historia, Artes, Letras, año 14 (mayo-junio 1930), págs. 566-568. FIGUEROA, Virgilio. Diccionario histórico, biográfico, y bibliográfico de Chile, op. cit., t. IV-V, págs. 957958. Urzúa respondió a Vaïsse en La Nación [Santiago] (26 abril 1917).

VAÏSSE, Émile. El lacunzismo. Santiago de Chile: Imprenta Universitaria, 1917, 89 págs.La primera parte: «El lacunzismo: Sus antecedentes históricos y su evolución» (págs. 5-40) apareció en: «Antecedentes históricos y evolución del lacunzismo». Revista Chilena (julio-agosto 1917); la segunda: «Documentos inéditos. Cartas de Monseñor Muzi y de su secretario José Sallusti sobre la doctrina del padre Lacunza» (págs. 41-49) fue publicada con el mismo título en: Revista Chilena de Historia y Geografía [Santiago], vol. 23 (3.er trimestre 1917);805 la tercera: «Apuntes bibliográficos sobre el milenarismo moderno» (págs. 51-85), fue publicada con el mismo título en: Revista de Bibliografía Chilena y Extranjera [Santiago] (agosto 1917).

805 Ed. Santiago: Imprenta Universitaria, 1917, págs. 41-49. Memoria Chilena [en línea]: http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-8480.html [consulta: 8 enero 2021]; http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/visor/BND:8480 [consulta: 10 marzo 2021]).

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URZÚA ASTABURUAGA, Miguel Rafael. «El presbítero D. Emilio Vaïsse y el lacunzismo: Respuesta del Pbro. D. Miguel Rafael Urzúa». Revista Chilena de Historia y Geografía [Santiago] (3 octubre 1917), 35 págs.806 Ver Revista de Bibliografía Chilena y Extranjera [Santiago] (1917), pág. 251.

DÁVILA SILVA, Ricardo. La Nación [Santiago] (2 abril 1917). El autor no se pronuncia sobre el valor del sistema de Lacunza. Ver Revista de Bibliografía Chilena y Extranjera [Santiago] (1917), pág. 81. Urzúa respondió en el mismo periódico el 9 de abril, hubo una réplica el 16 de abril y una contrarréplica el 20 de abril.

Artículo de Vaïsse en El Mercurio [Santiago] (27 mayo 1928). Réplica de Urzúa, en La Nación [Santiago] (15 junio 1928): «Omer Emeth y el P. Lacunza». Réplica de Vaïsse, en El Mercurio [Santiago] (21 junio 1928). Contrarréplica de Urzúa en La Nación [Santiago] (23 junio 1928).

Urzúa, en El Mercurio [Santiago] (29 junio 1928). Para Silva Yoacham, el lacunzismo es una herejía o en cualquier caso una doctrina peligrosa. Encontré la clave del seudónimo en la Revista de Bibliografía Chilena y Extranjera [Santiago] (1917), pág. 404. La respuesta de Urzúa fue publicada en La Nación [Santiago] (6 julio 1928): «Omer Emeth y P. Lacunza».

137. Según el P. Vaïsse, Lorenzo Beytía, abogado de Chile, se inspiró en Lacunza para sus diversas obras sobre profecía.

Bernardo Gentilini se creyó en el deber de defender el sistema católico usual (Satanás encadenado a raíz de la primera venida de Cristo, primera resurrección espiritual), en su propia opinión el único ortodoxo, «a causa de la difusión que está teniendo el sistema milenarista gracias a la obra del P. Lacunza, cuya lectura está prohibida, y del padre R. Eyzaguirre.»

Alejandro Huneeus Cox, rector del Seminario de Santiago, quiso también intervenir en el debate y argumentar en contra del milenarismo.

Añadamos para terminar con este repaso que si Lacunza suscitó en Chile entusiasmos e iras, también encontró historiadores y críticos literarios imparciales dispuestos a reconocer sus méritos. Recordemos las páginas consagradas a Lacunza por José Ignacio Víctor Eyzaguirre Por-

806 Biblioteca del Congreso Nacional de Chile [en línea]: https://obtienearchivo.bcn.cl/obtienearchivo?id=documentos/10221.1/46027/1/207946.pdf&origen=BDigital [consulta: 3 enero 2021].

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tales (1817-1875), Diego Barros Arana (1830-1907), Domingo Amunátegui Solar (nacido en 1860) y Miguel Luis Amunátegui Aldunate (1828-1888).

Notas 137. VAÏSSE, El lacunzismo, op. cit., pág. 40. Vaïsse enumera las obras de Beytia a las que no da ningún valor: BEYTÍA, Lorenzo. La gran semana de la humanidad y el gran día del Señor. Santiago: Imprenta Victoria, 1892, 46 págs.; ídem, El pueblo judío y su esperanza, o Mesías. Santiago: Imprenta y Encuadernación Roma, 1895, 88 págs. (Lacunza es citado en las págs. 6-7); ídem, El Gran Monarca y el Gran Papa futuros y las últimas tres grandes épocas concordadas con el Apocalipsis. Valparaíso: Imprenta de Julio Neuling, 1906, 123 págs.; ídem, Pronósticos sobre la actual guerra europea escritos en 1904. 2.ªed. Santiago: Imp. La Ilustración, 1914, 128 págs. (anónimo).

GENTILINI, Bernardo. El Anticristo según el Apocalipsis. Santiago: Apostolado de la Prensa, 1924, pág. 68, nota 1. Lacunza es también citado en pág. 62, nota 2, 99-101, 106-108, 127, nota 1, 201, 203-206. Lacunza es comparado con Lutero a propósito de Babilonia. Sobre un punto, por lo menos, Gentilini está de acuerdo con Lacunza: la tierra renovada será la morada de los elegidos. Acerca de la bestia con dos cuernos, duda entre la explicación de Lacunza (clérigo corrompido) y la de Rafael Eyzaguirre (francmasonería) y está dispuesto a admitir ambas soluciones a la vez. Propone una interpretación futurista del Apocalipsis. En relación al anticristo, Gentilini se inclina por la teoría de Lacunza (cuerpo moral), aunque admite que la apostasía podría personificarse en un individuo que sería el jefe...

Parece que Gentilini discutió el tema del milenarismo al final de su obra titulada: GENTILINI, Bernardo. La barbarie comunista rusa: el Anticristo blasfemo. Santiago: Apostolado de la Prensa, 1930. Ver La Revista Católica [Santiago], n.º 695 (17 enero 1931), págs. 46-47. GENTILINI, Bernardo. El Anticristo…, op. cit., pág. 5, emplea la expresión: «en gloria y majestad.»

Según un folleto que anuncia la próxima publicación en Chile de El fin de los tiempos por José Miguel del Pino, las cuatro bestias de Daniel 7 representarían la idolatría, el islamismo, el falso cristianismo y la impiedad. Influencia evidente del P. Lacunza.

Serie de artículos sobre el Reino de Jesucristo y el milenarismo, por HUNEEUS COX, Alejandro. La Revista Católica [Santiago], vols. 59 y 60 (1 noviembre 1930 a 14 marzo 1931). Urzúa le respondió en la misma revista, vol. 60 (14 marzo 1931), págs. 174-183: «El Reino Milenario de Cristo. Respuesta al Sr. Presb. D. Alejandro Huneeus Cox». Réplica de Alejandro Huneeus Cox, 11 abril 1931, págs. 342-346. Este último autor publicó: HUNEEUS COX, Alejandro. El reinado de Jesucristo ideal de Acción Católica: Observaciones sobre el milenarismo. Santiago, 1938, 120 págs. Las

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páginas dedicadas a Madeleine Chasles y a Olmedo habrían sido publicadas en La Revista Católica [Santiago], junio 1937, págs. 412-415; junio 1938, págs. 408-444.

EYZAGUIRRE PORTALES, José, Historia eclesiástica, política y literaria de Chile, op. cit., t. II. págs. 213, 313-317 (ed. fr.: Histoire ecclésiastique, politique et littéraire du Chili, op. cit., t. II, págs. 197, 262, 290-293, 382). Un informe dela edición española, por Pedro María de Torrecilla, apareció en el Universo, insertado al final del tomo III. Lacunza es citado en la pág. 263. BARROS ARANA, Historia jeneral de Chile, op. cit., t. VI, págs. 276-277, 293;807 t. VII, págs. 569-573, 584. Ver también del mismo autor: BARROS ARANA, Diego Jacinto Agustín. Notas para una bibliografía de obras anónimas i seudónimas sobre la historia, la jeografía i la literatura de América. Santiago: Imprenta Nacional, 1882, pág. 142, n. 453;808 AMUNÁTEGUI SOLAR, Domingo. «Bosquejo histórico de la literatura chilena». Revista Chilena de Historia y Geografía [Santiago], año IV, tomo XI, n.º 15 (3.er trimestre 1914), págs. 32-34;809 AMUNÁTEGUI ALDUNATE, Miguel Luis. Compendio de la historia política y eclesiástica de Chile, op. cit., pág. 161. Ver también BALUFFI, Gaetano. L’America un tempo spagnuola riguardata sotto l’aspetto religioso dall’epoca del suo discuoprimento sino al 1843. T. II. Ancona (Italia): Gustavo Sartorj Cherubini, 1845, pág. 308, nota.810 Baluffi fue obispo de Imola de 1846 a 1866, fecha de su muerte. Ver GAMS, Series episcoporum ecclesiae catholicae, op. cit., pág. 703. Ver SOLAR CORREA, Eduardo. Semblanzas literarias de la Colonia. Santiago: Nascimento, 1933, págs. 221, 224, 226, 318. Cf., del mismo autor, un discurso sobre la influencia italiana en Chile a través de España, en Italia Nuova [Santiago] (abril 1934), pág. 19, donde se cita a Lacunza al lado de los hijos más ilustres de Chile.

807 Memoria Chilena [en línea]: http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article92251.html [consulta: 23 febrero 2021]; http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article9008.html [consulta: 23 febrero 2021]; http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/visor/BND:9008 [consulta: 23 febrero 2021]. 808 Biblioteca Digital Hispánica [en línea]: http://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/bdh0000060072 [consulta: 21 septiembre 2020]; Anales de la Universidad de Chile [en línea]: https://anales.uchile.cl/index.php/ANUC/article/view/21608 [consulta: 8 enero 2021]. 809 Ver AMUNÁTEGUI SOLAR, Domingo. Bosquejo histórico de la literatura chilena. Santiago: Imprenta Universitaria, 1915, pág. 123 (Memoria Chilena [en línea]: http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-9984.html [consulta: 23 febrero 2021]; http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/visor/BND:9984 [consulta: 23 febrero 2021]). 810 Ver BALUFFI, Gaetano. L’America un tempo spagnuola riguardata sotto l’aspetto religioso dall’epoca del suo discuoprimento sino al 1843. T. 1 y 2 (un solo volumen). Ancona: Gustavo Sartorj Cherubini, 1844-1845 (Google Books [en línea]: http://books.google.com/books?id=FWwrAAAAYAAJ&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=false [consulta: 6 diciembre 2011]).

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d) En Perú

138. Hay poco que decir respecto a Perú.

Heriberto Álvarez de la Fuente, muerto en 1908, reivindicó que fuera Andía y Varela el que escribiera el manuscrito publicado por Vaïsse y que Medina había atribuido a Miguel de Eyzaguirre. Admite que este escribió un resumen de la obra de Lacunza más extenso que el extracto sacado a la luz por Vaïsse y posterior a 1803 (fecha en la que escribió este resumen Andía y Varela).

Un decreto de la Congregación del Index prohibió una obra publicada en Lima y en la que se podía leer un elogio a Lacunza.

Ya he citado una traducción española de la obra de Vidal, cuyo autor era Andrés Herrero, y de la que se publicó un resumen en Lima en 1838 por Ángel Vicente de Zea.

La traducción completa se publicó en Lima en 1845.

Notas 138. ÁLVAREZ DE LA FUENTE, Heriberto. Revista Chilena de Historia y Geografía [Santiago], vol. 19, n.º 23 (3.er trimestre 1916), págs. 259-261;811 cf. José Eyzaguirre: «El doctor Don Miguel Eyzaguirre, fiscal de la audiencia de Lima, compendió la obra de Lacunza, y el trabajo de este célebre jurista é ilustrado escritor chileno lo tenemos en nuestro poder» (EYZAGUIRRE PORTALES, José, Historia eclesiástica, política y literaria de Chile, op. cit., t. 2, pág. 317). Ver también CORTÉS, José Domingo. Diccionario biográfico americano. París: Tipografía Lahure, 1875, pág. 174.812 Dos manuscritos conteniendo el extracto de Miguel de Eyzaguirre (20 págs. y 30 págs. no numeradas) se encuentran en los Archivos Nacionales de Chile. Ver SCHAIBLE, Revista Chilena de Historia y Geografía, op. cit., pág. 271.

BLANCO WHITE, José María. Diálogos argelinos, o conversaciones entre un eclesiástico y un árabe sobre la ley y el voto del celibato. Lima: ed. por el autor.813

811 Memoria Chilena [en línea]: http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article121998.html [consulta: 21 septiembre 2020]; http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/visor/BND:121998 [consulta: 23 febrero 2021]. 812 Internet Archive [en línea]: https://archive.org/stream/diccionariobio00cortrich#page/n11/mode/2up [consulta: 18 enero 2021]; pág. 174 [en línea]: https://archive.org/stream/diccionariobio00cortrich#page/174/mode/2up [consulta: 23 febrero 2021]. 813 Ed. Freeditorial Publishing House [en línea]: https://freeditorial.com/es/books/dialogos-argelinos [consulta: 9 febrero 2021].

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Fecha del decreto de prohibición: 26 agosto 1822. Según la Diatriba (de la que trataremos más adelante) está en el prefacio que Lacunza era mencionado elogiándolo. No habiendo podido procurarme esta obra, ignoro si este prefacio fue redactado por el autor o por el editor americano. He encontrado párrafos de estos diálogos en El Español [Londres], vol. 2 (1813), págs. 126-137, 182-203, donde son atribuidos a un religioso español, con la mención: obra póstuma. Esta revista fue dirigida por Blanco White. De aquí a atribuirle la paternidad de la obra solo hay un paso. Leemos también en la Biblioteca de Religión: «Los Diálogos Argelinos de Blanco» (Biblioteca de Religión. T. I. Madrid, 1826, pág. xxxvi). Sobre la puesta en el Index, ver la misma recopilación: Biblioteca de Religión. T. IX (1827), págs. 150, 260.

La traducción completa se titula: VIDAL, José. Refutación de la obra titulada Venida del Mesías en Gloria y Majestad bajo el fingido nombre del Hebreo Christiano Juan Josafat Ben-Ezra, después de un prolijo examen hecho por et R. P. Fr. José Vidal del orden Franciscano de la Provincia de Valencia, dada a luz en Roma en lengua italiana en el año 1834, y traducida al castellano por el R. P. Fr. Andrés Herrero del mismo orden, Comisario de las Misiones de Bolivia. Lima: Imprenta de instrucción primaria, 1845, vi-289 págs. (ver figura 23). Ver SCHAIBLE, Revista Chilena de Historia y Geografía, op. cit., págs. 265-267. Sobre el franciscano Andrés Herrero (1782-1838), ver GEMELLI, Agostino. Il francescanesimo. 3.ªed. Milán: Società editrice Vita e pensiero, 1936, pág. 369. SANS, Rafael. Biblioteca Boliviana de Geografía e Historia. T. II: Memoria histórica del Colegio de Misiones de San José de la Paz. La Paz: Imprenta de La Paz, 1888, págs. 19-27. Con retrato entre las págs. 18-19.814

e) En Ecuador

139. La Biblioteca Nacional de Quito posee un manuscrito del que he podido obtener una copia. Es una diatriba contra Lacunza.

El autor de este escrito ha oído hablar de la obra de Lacunza desde el año 1819. Vio un extracto de la obra en latín, enviado desde Roma por un exjesuita en 1824. Había leído la edición de Londres de 1816, imaginando quesolo la edición de 1812 había estado prohibida. Da citas de memoria y da a Lacunza el seudónimo de José Ben Ysrael. Condena el milenarismo de Lacunza y el del abad Lambert a quien conoce como Gregorio. Reprocha a Lacunza el haber faltado al respeto a los Padres

814 Internet Archive [en línea]: http://www.archive.org/stream/memoriahistrica00sansgoog#page/n7/mode/2up [consulta: 1 abril 2011]; pág. 19 [en línea]: https://archive.org/details/memoriahistrica00sansgoog/page/n45/mode/2up [consulta: 26 febrero 2021].

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y por dar una muestra de inconsecuencia al emplear el método literal. Mantiene la opinión de un anticristo individual y se burla de la idea de una Jerusalén celestial y material bajando del cielo a la tierra.

En la conclusión, encuentro un pensamiento interesante, en relación con la bestia de dos cuernos, donde Lacunza ve al clero corrompido: «Por muy distendido que esté, el clero secular y regular no es el falso profeta asociado al anticristo. De todas formas hemos de reconocer que a veces les facilitamos y preparamos el camino.»

Notas 139. Diatriba sobre la obra titulada Segunda venida del Mesías en mayestad y gloria, impresa en Londres, año de 1816. Ambato (Ecuador), 30 enero 1825. Sin nombre de autor. Al final del manuscrito, las iniciales O. A. M. D. G. E. B. V. L. (acróstico: Opus ad majorem Dei gloriem et beatae Virginis laudem). El contenido de este manuscrito fue publicado en La Libertad Cristiana [Quito], n.os 89 a 112 (8 marzo a 30 septiembre 1894). Ver SOMMERVOGEL, Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, op. cit., t. IX (1900), col. 565; HURTER, Nomenclator literarius theologiae catholicae…, op. cit., t. V, 1 (1912), col. 608; t. V, 2 (1913), pág. ccii.

Durante mi estancia en Quito, en diciembre de 1967, no pude encontrar el manuscrito. Gracias a la amabilidad del R. P. Julián G. Bravo, S. J., director de la Biblioteca Ecuatoriana, pude ver una noticia publicada en La Libertad Cristiana (Quito, 8 marzo 1894, págs. 507-508), en que la diatriba se atribuye al teólogo más importante de Ecuador, el Dr. Joaquín Miguel de Araujo (1774-1841). Ver también MERA, Juan León. Revista Ecuatoriana, n.º 58 (octubre 1893), pág. 379.

f) En la isla de Cuba

140. «En 1814 –dice Bestard–, al pasar por la Havana, vi toda la obra en tres tomos traducida al latin en poder de un eclesiástico egemplar, que la había conseguido así en Italia…»

Notas 140. MEDINA, Noticias bio-bibliográficas de los jesuitas expulsos de América en 1767, op. cit.,pág. 190. Ver BESTARD, Observaciones que Fr. Juan Buenaventura Bestard..., op. cit., t. I, pág. 5, nota 2.

g) En México

141. Hemos visto más arriba que a su regreso a México desde Italia, Maneiro, quien acabó la traducción al latín empezada por González,

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también hizo un resumen de la obra entera y trajo uno o varios manuscritos, gracias a los cuales Lacunza fue conocido en México antes de ser publicado.

El P. Decorme da algunas referencias interesantes sobre la acogida que tuvo en México la obra de Lacunza. Era leída por el clero con avidez (ver figura 24).

La edición de La Venida del Mesías publicada en Puebla iba acompañada de la aprobación de Antonio Joaquín Pérez, obispo de Puebla de 1814 a 1829, fecha de su muerte.

Pedro Narciso Blanco, entonces capellán del convento de Santa Rosa y más tarde canónigo se comprometió a rebatir a Lacunza en tres gruesos opúsculos. El primero estaba destinado a mostrar los errores cometidos por Lacunza relacionados con la iglesia. Blanco quiso publicarlo en México, pero la obra de Lacunza despertó tal entusiasmo, según el P. Arrillaga, que dos censores se opusieron a su publicación. Blanco rechazó publicar el tercer opúsculo en Puebla.

Hemos visto antes que la edición publicada en la capital de México lleva la aprobación de José Nicolás Maniau y Torquemada, canónigo. También lleva un comentario favorable del P. Manuel Mercadillo, de la Orden de la Gracia o de la Redención. Arrillaga hace de Mercadillo un entusiasta defensor de Lacunza.

Según Decorme, esta nueva edición mexicana de La Venida del Mesías había sido revisada por un jesuita, Ignacio María Lerdo de Tejada.

Decorne nombra otro admirador de Lacunza: el Dr. Manuel Gómez Marín.

Notas 141. DECORME, Historia de la Compañía de Jesús en la República Mexicana…, op. cit., t. I, pág. 261. Arrillaga dice que la obra fue, en general, aprobada y aplaudida (ARRILLAGA, El Observador Católico, op. cit., t. III [19 mayo, 1849], págs. 11, 36).

DECORME, Historia de la Compañía de Jesús en la República Mexicana…, op. cit., t. I, pág. 262. Sobre Antonio Joaquín Pérez, ver GAMS, Series episcoporum ecclesiae catholicae, op. cit., pág. 163; CUEVAS, Mariano. Historia de la Iglesia en México. T. V. El Paso (Texas): Editorial «Revista Católica», 1928, págs. 34, 71, 172,

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499.815 Según Pineyro, Pérez había sido diputado por Puebla en las Cortes de Cádiz, donde se relacionó con Blanco White (PINEYRO, Bulletin hispanique [Burdeos], vol. 12 [1910], pág. 171). Habría llevado a México un ejemplar de una de las primeras ediciones, publicadas en la isla de León.

Ver ARRILLAGA, El Observador Católico, op. cit., t. III (19 mayo, 1849), pág. 36; DECORME, Historia de la Compañía de Jesús en la República Mexicana…, op. cit., t. I, pág. 264. Los dos censores solo han dado sus iniciales: J. M. S., y C. G. D. N. M. S. S. D. L. M. Si entiendo bien las tres últimas cartas, el segundo debe haber pertenecido a la Orden de la Merced. Blanco afirma haber leído varias veces la traducción latina manuscrita de Maneiro. Los tres opúsculos de Pedro Narciso Blanco están en la colección de papeles de Arrillaga (Archivos de los jesuitas, México, t. XXVII, n. 3, 4, 5). El que fue publicado, llevaba el título: ARRILLAGA Y BARCÁRCEL, Basilio Manuel. Anotaciones a las censuras contra un discurso en que se manifiestan las falsedades y errores de J.J.B.E. [Juan Josafat Ben Ezra] acerca de la Iglesia cristiana. Puebla: Impr. Liberal de Moreno Hnos., 1824, 21 págs.

DECORME, Historia de la Compañía de Jesús en la República Mexicana…, op. cit., t. I, pág. 262. Sobre Ignacio María Lerdo de Tejeda (1786-1861), ver DÁVILA Y ARRILLAGA, José Mariano. Continuación de la historia de la Compañía de Jesús en Nueva España del P. Francisco Javier Alegre. T. II. Puebla: Imp. del Colegio Pío de Artes y Oficios, 1889, pág. 317;816 SOMMERVOGEL, Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, op. cit., t. IV, cols. 1711-1713.817

DECORME, Historia de la Compañía de Jesús en la República Mexicana…, op. cit., t. I, pág. 263, nota 3; cf. pág. 264. Sobre Manuel Gómez Marín (1761-1850), ver un artículo de: GARCÍA CUBAS, Antonio (ed.). Diccionario geográfico, histórico y biográfico de los Estados Unidos Mexicanos. T. V (1891), pág. 545; cf. SOSA, F. «GÓMEZ MARÍN (MANUEL)». En: GARCÍA CUBAS, Antonio (ed.). Diccionario

815 Internet Archive [en línea]: https://archive.org/details/historiadelaigle0tomo5unse_n5r7/page/n7/mode/2up [consulta: 10 enero 2021]. 816 Colección Digital Universidad Autónoma de Nuevo León [en línea]: http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080012195_C/1080012195_C.html [consulta: 19 marzo 2012]; http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080012195_C/1080012196_T2/1080012196_01.pdf [consulta: 19 marzo 2012]; http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080012195_C/1080012196_T2/1080012196_T2.html [consulta: 19 marzo 2012]; pág. 317 [en línea]: http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080012195_C/1080012196_T2/1080012196_35.pdf [consulta: 19 marzo 2012]). 817 Google Books [en línea]: https://books.google.es/books?id=FVoMAQAAMAAJ&hl=es&source=gbs_navlinks_s [consulta: 3 enero 2021].

3 8 4|Una celebridad en el olvido: El P. Manuel de Lacunza y Díaz

geográfico, histórico y biográfico de los Estados Unidos Mexicanos. T. III (1889), pág. 144. 818

142. Lerdo de Tejada no consiguió comunicar al P. Arrillaga la admiración que sentía hacia el sistema de Lacunza. Entre ambos jesuitas hubo largas discusiones orales y también una correspondencia escrita de la que Decorme publicó párrafos.

Arrillaga hizo una réplica a Lacunza. Viendo que una obra polémica había sido publicada por Alfaro en 1826, Arrillaga renunció a publicar la suya. Se contentó con enviársela a Alfaro, invitándolo a usarla en la continuación que había prometido Alfaro. Sin embargo, esto no se produjo.

Arrillaga veía en Lacunza un continuador del jansenismo. Había una cosa que particularmente lo indisponía contra Lacunza: era el ver que los liberales mexicanos usaban la obra de nuestro jesuita, como lo hicieran los de España, para combatir el ultramontanismo.

Una disertación anónima, favorable a Lacunza, apareció en 1848. Arrillaga se decidió a atacar al enemigo.

Las apologías de Valdivieso y de Viescas, publicadas por primera vez en México en 1824 con la aprobación de Lerdo yde Maniau, ya han sido citadas.

Notas 142. DECORME, Historia de la Compañía de Jesús en la República Mexicana…, op. cit., t. I, págs. 262-266. Sobre Basilio Manuel Arrillaga y Barcárcel (17911867), ver CRUZADO, Manuel. Bibliografía jurídica mexicana. México: Oficina Impresora de Estampillas, 1905, pág. 64. n. 43; cf. HURTER, Nomenclator literarius theologiae catholicae…, op. cit., t. V. 1, col. 1364. Retrato en caricatura frente a la pág. 210.

818 Universidad Nacional Autónoma de México [en línea]: http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/diccionario_garcia_cubas/680T3DLL/680t3_04_04_GAR-GUA.pdf [consulta: 3 enero 2021]; Google Books [en línea]: https://books.google.es/books?id=cRorAQAAMAAJ&hl=es&source=gbs_navlinks_s [consulta: 3 enero 2021]).

La obra. Cap. 6: Fortuna. I. Acogida y polémicas|3 8 5

ARRILLAGA Y BARCÁRCEL, Basilio Manuel. Apuntamientos acerca la obra de Josaphat. Manuscrito in-folio, 179 págs. Archivo del Colegio de los Jesuitas, México, D. F. Colección Arrillaga. T. IX, n. 13. Ver SOMMERVOGEL, Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, op. cit., t. I, col. 566 ;819 t. VIII, col, 1693, n. 17.820

ARRILLAGA Y BARCÁRCEL, Basilio Manuel. Observaciones críticas sobre la obra del Dr. Joaquín Lorenzo Villanueva, intitulada; Juicio de la obra del Sr. Arzobispo de Pradt sobre el concordato de México con Roma. Guadalajara: José Orosio Santos, 1829, págs. 206-207; cf. DECORME, Historia de la Compañía de Jesús en la República Mexicana…, op. cit., t. I, pág. 265, nota 1.

He aquí un pasaje sugerente encontrado en Examen critico de la Memoria del Ministerio de Justicia y Negocios Eclesiásticos: «Manifestarémos á la faz del mundo que declarando la nacion mejicana el Patronato, no ha sido ella la que se ha separado de la unidad cristiana, sino Roma, que embriagada con la sangre de los mártires, como dice el célebre Josafat, ya no ve más interés que los de los reyes» (ARRILLAGA Y BARCÁRCEL, Basilio Manuel. Examen critico de la Memoria del Ministerio de Justicia y Negocios Eclesiásticos, leída en las Cámaras de la Unión el año de 1835, en lo referente al segundo de sus ramos, y respuesta a sus argumentos en favor de la actual existencia del Patronato. México: Imprenta de Galván, 1835, pág. 44, nota).821 Arrillaga toma esta alusión a Lacunza de Dictamen de la comisión de la Cámara de Senadores de 6 de mayo de 1833, sobre que el Patronato de la Iglesia Mejicana reside radicalmente en la nación. Escalerillas: Agustín Guiol, 1833. Arrillaga añade: «Bien hecho. Un Patronato sonado tiene por prueba digna los sueños, vértigos y delirios de un teólogo febricitante. Las blasfemias debían comprobarse con los testimonios de los luteranos y los jansenistas apelantes a que se precipitó Josafat, tratando a Roma de Meretriz, por solo que no hallo otra persona que hiciera este papel en su farsa apocalíptica...» Para evitar cualquier malentendido, hay que tener en cuenta que si Lacunza repite que Roma está ebria con la sangre de los santos, esta expresión apocalíptica no tiene bajo su pluma el mismo sentido que tiene bajo la pluma de los exégetas protestantes. Estos afirman que la Roma católica ha hecho un festín con la sangre de los disidentes que ha matado a lo largo de los siglos que ha durado su hegemonía. Lacunza

819 Google Books [en línea]: https://books.google.es/books?id=BVMMAQAAMAAJ&hl=es&source=gbs_navlinks_s [consulta: 3 enero 2021]. 820 Internet Archive. [en línea]: https://archive.org/details/bibliothquedelac08back/page/n5/mode/2up [consulta: 1 febrero 2021]; col. 1693 [en línea]: https://archive.org/details/bibliothquedelac08back/page/n853/mode/2up [consulta: 1 febrero 2021]. 821 Google Books [en línea]: http://books.google.es/books?id=MVJIAAAAYAAJ&printsec=frontcover&hl=es#v=onepage&q&f=false [consulta: 6 octubre 2011].

3 8 6|Una celebridad en el olvido: El P. Manuel de Lacunza y Díaz

piensa que la Roma cristiana está embriagada de orgullo con el recuerdo de los innumerables mártires que encontraron la muerte durante las persecuciones imperiales de los cuatro primeros siglos de nuestra era.

La explicación propuesta por Lacunza a las palabras de Apocalipsis: «embriagada de la sangre de los santos» (Apocalipsis 17: 6), se encuentra ya en Olivi, como podemos verlo en Doellinger, quien cita a Olivi según el manuscrito de Florencia, fol. 191: «Ebria sanguine sanctorum, quia de temporali gloria illorum meritis acquisita et data se inebriavit…» (DOELLINGER, Johann Joseph Ignaz von. Beiträge zur Sektengeschichte des Mittelalters. T. II. Múnich: C. H. Beck, 1890, pág. 579).822 El párrafo correspondiente de Lacunza se encuentra en: LACUNZA, La Venida del Mesías…, op. cit., Londres: Ackermann, 1826, t. I, págs. 361-363.

Lacunza, quien seguramente no leyó el comentario de Olivi sobre el Apocalipsis, pudo tomar prestada esta declaración del jesuita Francisco de Ribera: «Hoc in nullam urbem aequi convenit, ac in Romam, in quia innumerabiles martyres occisi sunt» (RIBERA, In Sacram Beati Ioannis Apostoli…, op. cit, Lyon, 1593, pág. 329). Roldán, en su explicación de Apocalipsis 17, y Rafael Eyzaguirre (EYZAGUIRRE, Rafael. Apocalipseos interpretatio…, op. cit., pág. 781) rechazan la idea de Lacunza. El dominico Wendelin Baar, en su obra inédita Vues et Conjectures sur l’Apocalypse, adopta la interpretación protestante: «La Roma pagana fue embriagada de la sangre de los mártires de Jesucristo, pero lo que extrañó a san Juan es ver como estaba previsto que la Roma cristiana estaría animada del mismo espíritu de error, injusticia y crueldad» (BAAR, Vues et Conjectures sur l’Apocalypse, op. cit., manuscrito anónimo, pág. 180). Polier se expresa en el mismo sentido en: POLIER, Le Rétablissement du Royaume, op. cit., t. I, 338-339. Otro protestante, George Croly (1780-1860), ha dicho más recientemente: «La sangre de los santos y la sangre de los mártires de Jesús da probablemente la idea de doble crimen, haber perseguido primero a los siervos de Nuestro Señor y a los cristianos de épocas posteriores, identificando la Roma pagana con la Roma papal y convertir a la segunda en responsable de dicha herencia criminal» (CROLY, George. Apocalypse de saint Jean, ou Prophétie de la naissance, des progrès et de la chute de l’église de Rome, de l’Inquisition, de la Révolution française, de la guerre universelle et du triomphe final du christianisme. París: J.-J. Risler, 1831, pág. 99).823

822 Internet Archive [en línea]: https://archive.org/details/beitrgezursekt02dl/page/n5/mode/2up [consulta: 23 febrero 2021]; pág. 579 [en línea]: https://archive.org/details/beitrgezursekt02dl/page/578/mode/2up [consulta: 23 febrero 2021]. 823 Google Books [en línea]: http://books.google.cat/books?id=Crw7AAAAcAAJ&printsec=frontcover&hl=es#v=onepage&q&f=false [consulta: 6 diciembre 2011]. Ver edición inglesa, CROLY, George. The Apocalypse of St. John: or Prophecy of the rise, progress, and fall of the Church of Rome; the Inquisition; the revolution of France; the universal war; and the final