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La expedición Maya Isabelle Guerra Cuevas (1er lugar

La expedición

Autora: Mayra Isabelle Guerra Cuevas Escuela de procedencia: Colegio Radians Grado: 8vo. Categoría: 6to. a 8vo.

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1er. lugar

Soy Natalia Isabelle Cortez, llevo 13 años atrapada en mi mente. Soy muda y mis padres no me enseñaron el lenguaje de señas. Lo único que me acompaña es mi imaginación y los libros en la biblioteca que me esperan todos los días. Vivo atrapada por mi boca, la cual no produce sonidos. No voy a la escuela, pero tengo suerte, ya que al menos me enseñaron a leer. No hago nada más que leer e imaginar. Mi madre, Rosa, es una mujer delgada, rubia y con ojos azules. Ella siempre es muy amable, muy opuesta a mi padre. Él se llama Roberto, es un hombre alto, de cuarenta años y trabaja mucho. Casi no lo veo, pero cuando está en casa bebe demasiado. Le gritaba a mi madre y rompía todo. Por eso yo escapaba a la biblioteca, pues cuando pequeña, mi madre siempre me decía vete a la biblioteca, es más seguro allá. Ella le tenía miedo a mi padre Yo paso todo el día adentrada en mi imaginación. Leer un libro es mejor que escuchar a tus padres pelear y más cuando no puedes decir nada. Mis libros los escondo en la casa. Si mi padre se da cuenta de que estoy leyendo, se volvería loco. Lo que sucede es que en mi país no es común que las niñas aprendan ya que se supone que nos quedemos en la casa aprendiendo a ser buenas amas de

casa.

A veces me pregunto, ¿porque soy muda? ¿No podía ser sorda para no escuchar a mi padre gritándole a mi madre? Mi mente es mi cárcel o salgo de ella ni quiero porque mía amigos imaginarios son los únicos que me acompañan siempre. Raphael, Lorenzo, Kamila y Laura son las personas que inventé. Raphael es alto de pelo negro y cocina muy bien. Lorenzo es artista. Laura y Kamila son gemelas muy distintas. Laura es alta rubia con ojos azules, pero Kamila tiene le pelo negro y ojos oscuros. Siempre estamos juntos en nuestras aventuras como entrando al bosque mágico o a la cueva de monstruos. Mi

actividad favorita se llama La aventura del Dragón. Empezó cuando mis amigos y yo leímos en un periódico que había un dragoncito en la montaña Nieve y estaba en peligro de muerte. La montaña tiene ese nombre por la nieve que tiene en el tope. Mis amigos y yo decidimos salvar al dragón y las gemelas trajeron artículos de supervivencia y yo los libros con información de cada lugar que debemos recorrer. Lorenzo nos dijo que teníamos que atravesar por el bosque mágico y la cueva de monstruos antes de llegar a la montaña que escalaríamos. Comenzamos a caminar antes de que la noche llegara. Llegamos al bosque cuando nos dimos cuenta de que ya no había luz de sol. Las gemelas montaron la caseta e hicieron una fogata ya que no podríamos ir más lejos sin claridad. Raphael cocinó arroz blanco para todos. Yo leí mis libros hasta que todos se durmieron. Nos levantamos la siguiente mañana muy temprano para llegar a la cueva. Cuando llegamos se veía oscuro y miedoso, pero Lorenzo nos guio silenciosamente cerca de los monstruos que dormían porque son nocturnos. Eran muy parecidos a los que aparecen en mis libros. Cruzamos hasta el otro lado y anduvimos durante varias horas para llegar a nuestro destino a montaña. Al encontrarnos frente a ella, las gemelas sacaron equipo para escalar. En la cima vimos una bestia gigantesca y feroz. Era un dragón azul y verde con garras muy afiladas. Se acercó a mí sin temor y posó su nariz a mi cabeza. Me levantó y me colocó en su espalda junto a mis amigos. Media más de veinte pies y casi quince pies entre ala y ala. Empezó a subir el cielo y se detuvo un momento para que lo dijéramos a donde dirigirse. Lorenzo le dio direcciones para llegar a su hogar en el valle de los guerreros. A las cinco de la tarde estábamos todos de vuelta en casa. Esa es mi expedición favorita porque salvamos un dragón.

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