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Qué pasa en lo académico? Hospital de Veteranos
Nos tenemos que preguntar en este momento: ¿Cómo se impactan los programas de residencia con todos estos resultados y eventos? Primero debemos examinar, ¿tendremos que cambiar los criterios utilizados para la selección de los candidatos? La mayoría de los criterios utilizados son de aspectos académicos, como resultados en los exámenes estandarizados concernientes a la medicina como el USMLE, los cuales serán Pass or Fail (USMLE Parte 2 de destrezas clínicas ya no se ofrecerá), el promedio general de la Escuela de Medicina, las cartas de recomendaciones de los supervisores clínicos, la carta de ejecutoria estudiantil del Decano de Asuntos Estudiantiles, proyectos de investigación, actividades comunitarias, entre otros. La preocupación debe ser cuáles de estos criterios verdaderamente pueden ser eficaces en evaluar las destrezas de evaluación clínica y razonamiento clínico. También, en estos últimos años, ¿cómo las evaluaciones de las rotaciones clínicas han sido afectadas por los eventos ya mencionados? Además, ¿cómo la facultad ha podido ser justa en la evaluación de estas destrezas en las rotaciones clínicas de tercero y cuarto año con todas las restricciones que hemos tenido?, en especial luego del huracán María y con la pandemia COVID-19.
Después de cuatro décadas en un programa de residencia, en funciones y responsabilidades como Facultativo/ Supervisor Clínico, directora asociada, y en los últimos 12 años como directora de programa, no me había enfrentado a una situación tan difícil o ardua para poder seleccionar los mejores candidatos a nuestro programa de residencia para así poder mantener el nivel de excelencia que hemos mantenido por las últimas décadas y cumplir con todos los requerimientos de acreditación. ¿Seleccionaremos a nuestros nuevos residentes solo por su expediente académico o por su ejecutoria durante una rotación clínica requerida en nuestro programa? Disculpen, pero no tengo la contestación en estos momentos, aunque estoy consciente que todos los programas de residencia están en la misma situación. Lo que sí puedo afirmar es que los programas de residencia tendremos como posibles alternativas el intentar corregir todas esas deficiencias que debieron haber sido subsanadas antes de obtener el grado de doctor en medicina, o, por otro lado, el llenar unas plazas para que estén cubiertas las necesidades de servicios en los talleres clínicos afiliados, y quizás el no dejar las plazas vacantes para no prender una bandera roja ante los organismos que nos acreditan como ACGME.
Es nuestra responsabilidad no darnos por vencidos, debemos continuar manteniendo una educación y servicios de salud de excelencia a través del desarrollo de profesionales médicos de calidad en beneficio del cuidado de salud de nuestro pueblo. Nuestra tarea no va a ser fácil y más con la falta de apoyo financiero apropiado a la educación en nuestro país, pero nuestra gente, nuestro pueblo se merece lo mejor. Es nuestro compromiso y legado a las futuras generaciones.