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Jueves 14 de mayo de 2020
Ángel Metropolitano
REPORTE EDITOR: Diego Salazar COEDITOR: Juan Martínez
INMINENTE MILITARIZACIÓN La inminente militarización de todo el país, que desde la cúpula federal se observa como la mejor alternativa para disminuir los índices delictivos que continúan al alza.
Con la militarización del país...
Arranca, de facto, la guerra contra el narco versión 3.0 Serán una herramienta fundamental para diseñar programas que permitan hacer testeos masivos en organizaciones y empresas << J. Jesús Lemus
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a versión 3.0 de la guerra contra el narco de Felipe Calderón fue puesta en marcha a partir del pasado martes, luego que el presidente Andrés Manuel López Obrador publicara el acuerdo, en el que se dispone que las fuerzas armadas federales asuman el control de la seguridad pública en todo el territorio nacional, como principal medio para erradicar los elevados índices de violencia. Con la remasterización de la guerra contra el narco, el presidente López Obrador no solo falta a una de sus principales promesas de campaña, como fue la de “devolver al Ejército a sus cuarteles”, sino que alienta la posibilidad de que en el intento por aminorar los índices de violencia, estos puedan repuntar a niveles como los que se registraron en los últimos dos sexenios. El acuerdo publicado por el presidente López Obrador, en la edición del Diario Oficial de la Federación del pasado 11 de mayo, establece la facultad legal de las Fuerzas Armadas para llevar a cabo tareas de seguridad pública de manera permanente, al menos desde esta fecha hasta el próximo 27 de marzo de 2024.
El decreto de López Obrador, para que las fuerzas armadas asuman el control de la seguridad pública
La inminente militarización de todo el país, que desde la cúpula federal se observa como la mejor alternativa para disminuir los índices delictivos que continúan al alza, ha sido cuestionada por diversos sectores de la sociedad civil, donde la idea generalizada es la continuidad de la estrategia de seguridad que impulsó en su momento el presidente Felipe Calderón. LAS RAZONES DE CAUSA EN COMÚN Una de las principales organizaciones civiles que han cuestionado la decisión presidencial, por la continuidad de la presencia militar en labores de seguridad pública, es Causa en Común, que preside María Elena Morera, la que ha manifestado su preocupación por “la definición militarista de la seguridad pública del gobierno federal”.
De acuerdo a María Elena Morera, quien recordó que en marzo del año pasado se reformó la Constitución para crear la Guardia Nacional y para otorgar facultades policiales a las Fuerzas Armadas, el acuerdo presidencial en cuestión resulta ambiguo, porque no precisa “en qué consiste que las tareas de seguridad pública de las Fuerzas Armadas se realicen, como establece la reforma, de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria”. Desde la postura de Causa en Común, “esta medida, lejos de dar un marco menos ambiguo a la actuación de las Fuerzas, y establecer una línea divisoria entre las fuerzas civiles y militares, sirve de un propósito opuesto: el gobierno federal refrenda, con toda claridad, que promueve un marco de actuación militar