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La osteoporosis es prevenible

Hay enfermedades que por el simple hecho de envejecer, se hacen presentes. Los achaques de la edad, la entrada a la menopausia o andropausia, los malos hábitos de vida que llevamos durante la juventud, excesos y vicios, son un factores que también las puede desatar o más aún empeorar.

El hueso es un tejido vivo que se descompone y reemplaza constantemente. La osteoporosis ocurre cuando la generación del hueso nuevo es más lenta que la pérdida del viejo, por lo que tiene lugar un debilitamiento y los huesos se vuelven quebradizos, de tal forma que una caída o una leve tensión pueden causar fracturas.

La osteoporosis es tan recurrente que, cuatro de cada diez mujeres y uno de cada diez hombres mayores de 70 años tienen esta enfermedad. Además, se calcula que cada tres segundos ocurre una fractura por este padecimiento. Por esto, resulta im- portante conocer cómo se manifiesta esta enfermedad, qué la ocasiona y las recomendaciones que podrían ayudar a tratarla o prevenirla.

La osteoporosis es un padecimiento donde nuestros huesos se ven afectados, se pierde masa ósea y el hueso se vuelve más poroso, delgado y frágil, resistiendo muy poco los golpes y rompiéndose con mayor facilidad. La osteoporosis es la principal causa de fracturas de huesos de la muñeca, columna y cadera en las mujeres después de la menopausia y son lesiones que tardan más tiempo en recuperarse.

Síntomas

Habitualmente, las etapas iniciales de la disminución de masa ósea no presentan síntomas. Pero, una vez que la osteoporosis debilita los huesos, podría haber signos y síntomas que incluyen:

• Dolor de espalda.

• Pérdida de estatura con el tiempo.

• Postura encorvada.

• Huesos que se rompen más fácilmente de lo esperado

Lo que no está en nuestras manos

El problema empieza cuando esta reacción completamente natural de nuestro cuerpo comienza a acelerarse, y se puede presentar por diversos factores, algunos de los cuales no pueden ser prevenidos como: ser mujer, de raza blanca, tener historia familiar de osteoporosis, menopausia o andropausia precoz, constitución delgada, poco peso o huesos pequeños.

En estos casos simplemente estamos expuestos a padecerla, pero podríamos ayudar a nuestro organismo a prevenirla, no consumiendo excesivamente alcohol o tabaco, con una dieta alta en calcio, sobretodo en edades importantísimas como la infancia, adolescencia y juventud, no consumiendo por tiempo prolongado medicamentos como corticoides, heparina, diuréticos, antiácidos que contengan aluminio, etc., e incluso podemos evitar la osteoporosis previniendo otras enfermedades como diabetes, hipertiroidismo, artritis reumatoide, entre otras.

Siempre, y bajo criterio médico, sería recomendable realizar una prueba que se llamada densitometría ósea, que medirá la masa del hueso una vez instaurada la menopausia.

Algunas mujeres refieren que “les duelen los huesos”, síntoma muy recurrente durante la menopausia y, sin embargo, no relacionado con la osteoporosis. De hecho, a la osteoporosis se le llama también la “epidemia silencios”, ya que no produce dolor.

Lo que podemos prevenir

Estar mucho tiempo sentado, no comer a las horas adecuadas, la presión intensa por la exigencia del trabajo, el estrés y la casi nula actividad física, son aspectos que fácilmente podemos evitar si llevamos un estilo de vida saludable y sobretodo disciplinado.

Quizá muchas veces el trabajo nos rebasa y nos quedamos sentados frente al monitor de la computadora terminando los reportes o facturación, en vez de levantarnos un poco, caminar, despejarnos y comernos una fruta o tomar agua. Incluso, con la tensión y el cansancio, preferimos la taza de café que se va convirtiendo en cinco o seis durante la mañana.

Dejamos la hora de la comida para la cena cuando llegamos a casa, sabiendo que nuestro organismo necesita recargas de energía durante el día, y que es dañino comer en demasía por la noche. Además, olvidamos por completo las propiedades y nutrientes que deben contener nuestros alimentos, como por ejemplo el calcio, elemento fundamental para prevenir la osteoporosis, y el cual debe ser ingerido en diversas formas (alimentos) durante las 24 horas, todos los días.

Salir del centro de servicio o la oficina donde estuvimos por más de ocho horas en una silla, para subirnos al automóvil o al transporte público y pasar por lo menos otra hora más sentados para llegar a nuestras casas debido al tránsito o a la distancia en donde vivimos, es algo que tal vez no podemos evitar, pero podemos contrarrestar con otras actividades como trotar por 15 o 20 minutos, no estrictamente en un parque, sino en nuestra casa, también bailar, hacer bicicleta o practicar algún deporte, que nos haga ol- vidar la presión laboral y ponga en actividad nuestro cuerpo.

Una enfermedad lleva a otra, y la clave de no enfermarse, y en especial de aquellas que son crónicas y van degenerando nuestro organismo, es tener hábitos de vida saludables: ejercicio, buena alimentación y descanso, entre otros.

Quedarse sentado sin hacer nada frente a la llegada de los padecimientos propios del avance de la edad sería un error, la activación física y metal, son premisas fundamentales para no contraer enfermedades. Nuestro organismo lógicamente se irá desgastando, pero no de manera intencional por los daños que podemos ocasionarle.

La osteoporosis o la enfermedad del “hueso poroso” como se conoce, es prevenible y tratable, sólo hace falta estar conscientes de lo que es sano para nuestro organismo, activarnos y siempre acudir al consejo de un especialista y experto en la materia, como puede ser nuestro médico de cabecera.

En resumen, Como cualquier tejido vivo, los huesos necesitan nutrientes para crecer y mantenerse, por lo que una buena nutrición es un componente clave para el control y la prevención de la osteoporosis.

Así, una dieta saludable para los huesos puede contribuir a evitar el desarrollo de esta y otras enfermedades. Por esto, es importante tener una ingesta de alimentos sana y limitar el consumo de algunos ingredientes problemáticos.

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