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LA SUCESIÓN EN LAS EMPRESAS FAMILIARES UN RETO COMPLEJO

Gran parte de los negocios llanteros están constituidos por una empresa familiar y muchos de ellos han iniciado el relevo generacional. En las siguientes páginas analizamos esta problemática y posibles alternativas de solución

La sucesión en las empresas familiares es uno de los retos más complejos y es un factor clave para determinar si una transición será exitosa o el inicio del fracaso de la empresa. En las empresas familiares se da una dinámica diferente a la de otras empresas, ya que en la persona del fundador se asienta la autoridad y el poder de decisión. Al ser esta misma persona quien suele poseer la mayoría de las acciones, tiene la fuente principal de poder en la empresa, la propiedad legal, así como el control patrimonial en la familia.

Esta acumulación de poder genera en esta persona múltiples complicaciones y dificultades y resulta relevante cuando llega el momento de la sucesión en las empresas familiares entre la primera y segunda generación. Cuando este cambio se planea y se ejecuta con suficiente tiempo, el proceso sucesorio tiene mayores posibilidades de éxito. De esta forma, puede ayudar a la generación que asume la gestión del negocio.

En la sucesión el reto más importante para el fundador está en su disposición a ceder el poder. Si no es capaz de manejarlo bien, puede caer en un poder despótico. En este supuesto, sólo su voluntad contará.

En cambio, si el dueño delega o cede el poder, podrá darse paso a la siguiente generación. Cabe señalar que este es un proceso que debe prepararse e irse ejecutando con varios años de anticipación a su retiro.

Un retraso innecesario en la sucesión en las empresas familiares pone en riesgo al negocio. Siendo el fundador una figura tan importante, su pérdida repentina supondrá una crisis. Si además el negocio está en malas condiciones o la situación económica del país o sector donde la empresa hace negocios pasa por momentos complicados, es probable que la empresa no sobreviva.

Además, ante el vacío de poder que deja el fundador cuando parte de forma inesperada, es muy fácil que se generen luchas entre los herederos. Ya sea por el control del negocio o por quedarse con una mayor parte de herencia, o por ambas razones.

Para una sucesión correcta, el fundador debe afrontar la sucesión en la empresa, de lo contrario, su historia y todo lo que ha trabajado pasará a ser parte del 70% de la estadística de empresas familiares que fracasan al momento de tener que hacer la primera transición generacional.

En gran medida, está en las manos del fundador hacer que las cosas sucedan de la mejor manera posible. La clave está en que el fundador sea capaz de soltar el poder y trasladarlo a los órganos de gobierno en la figura de un Consejo de Administración. Se puede plantear que en un momento dado sea un tercero quien asuma la dirección general del negocio, pudiendo o no ser uno de sus hijos.

Es más importante saber terminar bien un ciclo de éxito. Por ello, es necesario ayudar a los fundadores a tomar conciencia de la importancia del reto personal que deberán enfrentar. Así se facilita el éxito en la sucesión en las empresas familiares. Esto por el bien de su familia, de su empresa y del país donde viven.

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