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El plan Koeman

El libreto de KOEMAN

Cambio de dibujo

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La decisión más notoria del holandés desde su llegada al Camp Nou ha sido la apuesta decidida por una formación 4-2-3-1, lo cual supone una ruptura con el 4-3-3 que venía siendo el esquema habitual desde tiempos inmemoriales. Su plan puede considerarse atrevido al querer juntar hasta cuatro futbolistas de claro perfil ofensivo en la misma alineación. “Con esta plantilla y con este tipo de jugadores, jugar con un 4-2-3-1 es el mejor sistema. Viendo la calidad que hay, es perfecto para este equipo”, comenta al respecto.

Mejoría física

Si algo quedó comprobado la noche del 2-8 contra el Bayern, fue que el Barça estaba a años luz de los mejores equipos de Europa en el aspecto físico. Consciente de este problema, Koeman ha incrementado la carga de trabajo en los entrenamientos y ha hecho de la intensidad una de sus principales consignas. “En los entrenamientos, pedimos máxima concentración e intensidad para automáticamente reflejarlo en el partido. Por eso los entrenamientos son de mayor intensidad, porque se entrena como se juega”, señala.

Compromiso defensivo

Los cambios implementados por el holandés ya se dejan notar cuando el Barça no tiene el balón. El conjunto azulgrana ha recuperado la presión alta que tanto venía brillando por su ausencia en las últimas temporadas, mientras que todos los futbolistas están involucrados en el balance defensivo. Un cambio de mentalidad necesario para un equipo que el pasado curso liguero promedió un gol encajado por partido. “Si hacen una buena presión, los defensas no tienen tantos problemas. El tema defensa está en todo el equipo y puede ser uno de los motivos de la mejora”, afirma.

Más verticalidad

Otra de las carencias que evidenciaba el conjunto azulgrana en los últimos tiempos era su lentitud en la circulación de balón, la cual le había convertido en un equipo demasiado previsible. Por esta razón, una de las principales consignas de Koeman ha sido que sus jugadores transiten de forma más rápida hacia el campo contrario, aunque sea en detrimento de la posesión. Los datos ya reflejan este cambio, ya que mientras el Barça de Setién promediaba 710 pases por encuentro, la media de esta temporada ha descendido hasta los 627 pases.

Sin extremos

En este tramo inicial de Liga ya se ha podido comprobar que Koeman quiere juntar a todos sus hombres de ataque por dentro, con Ansu Fati y Griezmann buscando las diagonales desde los costados. Ante la ausencia de extremos puros, el plan del holandés requiere de laterales profundos que aprovechen el espacio que queda liberado en banda. “¿Para qué quieres jugar con extremos si no los tienes y no juegas por los extremos?”, indica.

El doble pivote

Ante la acumulación de futbolistas en zona de ataque, la pareja de mediocentros tiene una función fundamental a la hora de sujetar al equipo. En lo que va de temporada, los dos titulares indiscutibles vienen siendo Busquets y De Jong, quienes pueden agradecer el hecho de jugar juntos en la medular. El holandés, a diferencia de la temporada pasada, por fin ocupa una demarcación similar a la que le permitió brillar en el Ajax. Por su parte, el veterano centrocampista azulgrana también se beneficia de la presencia de un compañero al no tener que abarcar tantos metros.

Messi de falso ‘9’

Se trata de otra de las grandes novedades del sistema de Koeman, si bien en este caso es más producto de las circunstancias que por deseo del holandés. Ante la ausencia de un delantero contrastado, el técnico ha optado por situar a Messi de falso ‘9’, una posición en la que ya brilló durante los mejores años de su carrera. La sensación en las primeras jornadas del campeonato es que esta nueva disposición libera al argentino de tanta responsabilidad, aunque sin dejar de ser la pieza fundamental del conjunto azulgrana

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