Periferia literaria No. 15

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“Entonces, una cosa es una cosa, una cosa es un sustantivo; un sustantivo es una cosa. Pero, una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. O sea, todo puede ser una cosa, pero entre una cosa y otra cosa hay diferencia. Una cosa es una cosa y otra muy diferente otra cosa, diga usted, cualquier cosa. ¿Tengo o no tengo razón? Vea además que una cosa es una cosa sola y otra adornada. Por ejemplo, casa y casa bonita. Son dos casas distintas. Una casa es una cosa, un sustantivo, que al adjuntarle una característica; bonita; entonces hay si cambia la cosa.” Leonardo Barbosa

NÚMERO 15 AGOSTO 2014

periferialiteraria@yahoo.es Registro ISSN 2011-3013 DIRECTOR Jefferson Murillo Copete COMITÉ EDITORIAL Camilo Morón Castro Norman Correa Jaramillo Duván Carvajal Martín Tole IMÁGENES Sergio Andrés Rincón Alba (foto portada) Lenin Morón (foto contraportada) Lenin Auris (foto pág. 1y3) Jair Gómez (foto pág. 5y18) Yvonné Knsv (foto pág. 4,6y7) Giovanni Vera (foto pág. 10y12) Ana Carolina Castro (foto pág. 14y17) Norman Correa (foto pág. 19) COLABORADORES Edgar Suárez, Andrés Felipe Cotamo, Cristian Camilo Puello, Luís Ramírez Alfonso, Jazmín N., Laura Merchán Sánchez, Lenin Auris, Batania (neorrabioso), Bobbys Cruz, Iván Camilo Andrade, Gianni Lara Cruz, Juvenal Ramírez, Chacal, Carlos Martínez Buelvas. Gina Paola Barón Alexandra Rodríguez Instituto de Investigaciones Surrealistas de Bogotá, Centro Experimental Juvenil. DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN aranaensutelar@gmail.com Impreso en Casa Techotiba ZG IMPRESORES LTDA Tel 4513957

Red de Amigos: A media cuadra, La sureña, Sumando voces, Radio miseria, Cafuche, Medioskreativos, Mi barrio, Periódico Mio, Nueva Castilla, La voz de la esperiencia, El macarenazoo, El churrusco, Minga urbana techotiba, Fundación Andrés Barbosa Vivas, Catedralatinoamericana Antonio García Nossa.


EDITORIAL “En vista de que ahora eres un vagabundo planetario que ya no paras en tu casa.” Gonzalo Arango

Nuestra memoria reside en el ajetreado corazón que hemos llevado a cuestas en estos siete años de viaje inconstante. Sin planes avizorados por el orden cotidiano, aleatoriamente nos hemos vuelto a encontrar buscado un rumbo sin par, sin carta de navegación, sin compromisos firmados; con los mundos posibles que quepan en nuestra maleta… hemos vuelto a la senda acompañados por la convicción del parche irresoluto de amigos de ida y vuelta. En esta ocasión quisiéramos hermanar las letras con el silencio alegre de la poesía callejera, regando por el piso un trago doble y luego pegando la boca en la botella, sintiendo el calor de la remembranza de dos compañeros de viaje: Andrés Barbosa Vivas y Leonardo Barbosa, el primero cumple su cuarto año de ruta, el segundo ha iniciado su viaje. La casualidad les dio el mismo apellido, pero también la fuerza, la amistad suficiente y la constancia para dejar un legado inmaterial, coherente con lo vivido y al orden de las esperanzas. Brindemos por Leo, por su fuerza espiritual inagotable contra las enormes jaurías del orden desmedido; con su elocuente voz, sin el ruido del micrófono, donando el bonito presagio del azar enloquecido de alegría a esta tribu. Con la música de la sorpresa enrarecida y enarbolando los sueños en la realidad, corriendo al viento con sus enmarañados cabellos, encaminando diversos experimentos con cualquier objeto dispuesto a mutar con la nueva idea, con la vitalidad y el impulso inicial de creer que otros mundos son posibles. Con la simple justicia de los hombres sin miedo, que no paran de soñar y pensar adivinanzas para romper el letargo cotidiano. Brindemos por Andrés que con sus ruidosos silencios, iniciaba el ritual, tejía el poema, capturaba el instante en la palabra. Ocupas, caminantes, callejeros, buscadores de tesoros, poetas, bailarines, peligrosos representantes de la banda de tomadores de sopa. Ahí estarán siempre avivando el fuego de la olla cósmica que acaba el hambre del saber, de los pensamientos que no mueren por falta de viento. La calle es nuestra como la poesía y el pan, de nada nos vale buscar la felicidad si no hacemos lo que queremos, la vida es una y es aquí y es ahora. Pero también, brindemos por ustedes que vuelven a tenernos en sus manos, que presencian la aparición, la esperanza del encuentro fraterno, que siempre será el próximo, esperando el viaje de regreso, y como decía un viejo amigo: “Chao, buen camino…”

La periferia literaria


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PSICOLÓGICO, ERÓTICO Y SOCIAL

La siguiente por favor: número quince vastos aparatos dentales. Bocas que besan manos dulces, frías y mortales. Inexorables palomas excrementales recorren el cielo de la esperanza... desde donde avistan las blancas sombras de la oreja que ríe sin lamento que Eugenio, Federico y André nos libren o condenen de tanta mierda que cae del cielo. Insomnio, sueños y soñadores de paredes rojas para los ángeles exterminadores. Gerónimo el Bosco convoca: (nada de ismos, que aquí hay otra cosa) a asados bélicos en las delicias del jardín primigenio y un lamento errante por las ladillas muertas en este decenio. Dime, dime, dímelo muerto de miedo. Cuentos, cantos, perdices, ensayos y lombrices nos darán los encantos. Escribe ya estás aquí en medio del llanto, la llama de trueno en las cascadas cristalinas del agua bendita... arriba el bautizo del semen ven y procrastina en los enjambres de dementes que dejen pasar a la nariz obscena comandos y comandantes viajando por la luna lunera del axioma popular.

EGO Yo pegado a la maquina por el ombligo y las piernas mirando una luz muerta, pero además maldita. Yo noqueado o doblado o logueado abrazando mi consuelo con una sonrisa solitaria como si hubiera perdido una razón o hubiera enfermado gravemente. Yo mirando la puerta que jamás se abre. Edgar Suárez

Sur-realízate para allá va este canto córrete y brilla ya. Sub-realízate al fondo del claro del túnel y la verdad me da igual pero antes publica… en el papel higiénico con más futuro de la ciudad. Ven te vendo la fruta prohibida, los libros del espanto y los muertos del susto, que viva dios y su pelo corto, el ojo de dios está en tu culo no lo busques más estamos colgados de las bolas lampiñas del Cristo loco.

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Psicológico, erótico y social bis... Patético, viento de pedo, viento de miedo. Aquí agachado queriéndote ver en mi regazo. Psicológico, erótico y social bis... ¿Qué es el amor? falta de cultura filosófica un niño amansador de los caballos del mar; neurótico, afable y circunciso. Una gran venta de frutas podridas, Un perro en la puerta de tu escuela pidiéndote a gritos que le mates el dolor. De putas y sotas de copa. Recógelo y no juegues más.

vientos de dios. pedos de dios. Ya no más… busco una cuchilla sin filo para poderte amar. Psicológico, erótico y social Bis… Prohibido orinar en esta calle sagrada Prohibido pisar el césped No más muertes de ancianos marcianos ni de Venus trémulas de ansiedad Púbica, publica, publico… Basta con la chota, ternero.

Psicológico, erótico y social Bis…

Marineros de la barca de los locos cargados con miedos Los muertos no bailan, ni fornican pero emborrachan

El flagelo alegre del látex multiuso del ama de casa del látex ardiente en el encierro la picardía, el robo y la venganza: del látex urdido por la muerte. Marranos sonrientes en la puerta del hospital. De maricas, de transexuales y de gente anormal. Mártires de agujas, narices y perdices. Nosotros los de la mala fama, las de la mala pinta. Tan anormales, como las normales departamentales. Ven a darnos tu occipucio para poder alimentarnos.

y la barbarie sigue… Las tres potencias

Púbica, publica, publico… oreja cansada y sorda: Te amamos sin ti no podemos ser ni estar. Poetas truncados y sin cabeza por los salmos Púbica, publica, publico

ARTE

Psicológico, erótico y social. Bis…

“Cuando el Espíritu Se desvanece Aparece La Forma.”

Cabello faltante, implante y mano sin pulgar. La periferia órgano informativo y sexual Quinceañera, ñera en desazón de la filosofía menstrual, parías del boom, libros prohibidos para mujeres. Y es el mejor vestido que tenemos y te queremos cooptar… Púbica, publica, publico…

Charles Bukowski

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A UN ÁRBOL Debajo del árbol, donde las necedades se vuelven poesía, canción, olvido Debajo del mismo árbol, escribiendo, malfumando, olvidando ¿Es este árbol trasto de la mudanza de la niñez? traído para olvidar su época, mi mal tiempo, lleno de destiempos Árbol bendecido con mangos, hormigas, columpios, y un niño sin olvido Lleno de hojas, verdes arriba, blancas abajo, pedazo de madera ruin, haz osado escribir páginas, y tú, sin tener manos, sin sacar lápiz y papel de tus entrañas Árbol, con espíritu de abuela, y yo sentado al borde de ti, escuchando tus cuentos de fruto regalas, olvido, poesía, canción Hoy me voy, te dejo tus hojas, las que sin lápiz ni papel escribiste, yo, medio de tu fin Yo, sin hojas, ni madera ruin, ni un mango, me voy; sin poesía, sin canción, sin olvido.

LA MADRE DEL POETA La madre del poeta es una vendedora de crisantemos y su hijo el sembrador, ella nunca quiso que él fuese poeta, pero él nació con la contradicción en las manos. El poeta se desnuda en cada verso, la madre usa falda larga para disimular los ridículos de su hijo; cuando el poeta tiene dinero lo guarda en la imaginación, la madre odia no encontrar la llave para saquearlo. El poeta es un esclavo de la musa, ella ata sus labios hasta que se aburre y con el látigo de la arrogancia le grita: -¡Ya basta de besos, escribe esclavo!-. Y el poeta obedece, mientras hace gestos estúpidos que heredó de su madre. Carlos Martínez Buelvas GOTA DE SANGRE Sin apuro de marcharse se ha escapado de mi piel no quiere saber de latidos o añoranzas arrastra indómita su libertad para dar por terminada esta insulsa conversación. Cristian Camilo Puello

Andrés Felipe Cotamo

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HA VENIDO UNA ENFERMEDAD Ha venido una enfermedad a decirme que me muera y apenas arrima sus yemas, a las yemas de mi pensamiento, y así nada mas, morirme, La idea es reencontrarse en eso basa su estrategia para sacarme una recomponer con los deshechos la facultad de la especulación, demencia que me muera y ya, desdoblar con el mazo que brotó del pecho la pobre… exhortar con el tímpano subyugado a la silueta batido a la tarea de fulgir con las cenizas. Para mí la inmortalidad, el olor de los cerezos, La idea es sonreír con el brazo izquierdo el bastón del vino, respirar con el ojo entonces rasga su pellejo e intenta otra maraña, morder con la muerte exhalando su lejanía me grita vanidoso, que el orgullo me carcoma. calzar con el aliento que más podía esperar de un hombre con tamaña a una temperatura que golpeara toda la cabezota… incertidumbre. LA IDEA ES REENCONTRARSE

La excitación siempre es frágil si se trata de un nacimiento y se endurecen todos los órganos cuando una eternidad se muere en la boca. Las preguntas siguen siendo opio el cadáver reconquista su carácter las fronteras residen en fósiles y en pieles opulentas. La idea es resistir a la noche. Odimar Varela

EL INCENDIO a la biblioteca El Viejo Bucanero y al Centro Experimental Juvenil no hay palabras sólo cenizas gasolina y lágrimas

Miedo es lo que sudas, pobre, y le grito perra; pura desnudez embriagada, Brevas a la madrugada, oxido silencioso, enfermedad que carcome… Entiende ahora que si acertaras en cuanto a los dedos de la muerte, Atiende bien como los muerdo, y los lamo, y desde el vientre a la garganta regurgito esta provocación o cachetada Muerte que si tu mano vence en ella, sólo contradicciones, Pues morir no me corresponde por vanidad, o como quiera que hipocresía lo llames, morir… No he de morir jamás; si aceptara ese brazo torcido, la vida sería mentira: cada grito un vacío, cada caricia un vacío, cada vacío un vacío. De lo que ha de pasar nada Ni una palabra, ni las células enfermas, salvo que en mí el silencio; enfermedad, y como tú, actúe a la sombra, al acecho de una detestable, y a la vez indefensa, personalidad.

se hizo humo el arte como el ave fénix renace de las cenizas la biblioteca. Norman Correa Jaramillo

Luís Ramírez Alfonso

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CALIPSO Despliega las velas, el hombre se aleja en negra nave, así parte, indolente, de la insigne isla. Desde la costa de Ogigia llora Calipso, como lloraba él añorando el regreso impedido por el soberbio Ponto. Nada, ni la inmortalidad, la juventud, o cualquiera de los exuberantes placeres ofrecidos podrían retener a quien fue condenado al regreso. Llora el mítico abandono del rey de las nostalgias, Calipso, que todo lo oculta, no disimula su tortura. El Argifonte, inconsciente del suplicio, le arrebata la tierna compañía del de heroica paciencia. ¿Cuántas noches, oh dioses, no reposó aquél sobre el pecho de la diosa herida, evocando la distante gloria de la casa que se alza en tierras lejanas y perecederas? ¿No lo consoló, acaso? ¿No remplazó un divino recuerdo? ¿No lo acogió en su casa, alimentó y cuidó como suyo? ¿No le ofreció su lecho y su cuerpo como alivio de cualquier angustia? ¿No vistió y, con suave caricia, desvistió al glorioso Odiseo? ¡Qué Medea, qué Ariadna, qué Dido fue abandonada tras siete años de esperanzas! ¿Y qué fue de ella? Nadie cantó su desdicha, ningún trágico le dio ocasión de quejarse, ningún aedo se ocupó de las pasiones de la ninfa. ¿Y qué fue de ella? Ningún héroe volvió para salvarla de sí misma; ningún dios, ningún rey que se compare con el ingrato. ¿Y qué fue de ella? ¡Quién sabe! ¡Qué importa, si el héroe volvió a Ítaca! Jazmín N.

PRIMER NACIMIENTO Hoy que el agua se sabe demasiado pura. Hoy que el árbol prefiere devorar su fruto antes de entregarlo, es el día del asombro de un niño que nace. Apenas si toco esta pobre anatomía cansada, la herencia enferma de mi madre, la pierna que a mis veinte ya no sirve y una llaga que en medio de mi vientre se multiplica con silencio, y me pregunto si ese pobre niño, que ha de ver las místicas generaciones de las aves y ha de conocer un sollozo y un llanto, las cuchilladas de sol y el aliento de los perros, no sabrá que este mundo es una pequeña trampa aérea. Quizás intentará flotar, sostenerse un poco. Pero no, él viene. Hoy nace la muerte en medio del asombro. Laura Merchán Sánchez

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DIECINUEVE TESTAMENTOS SIN HEREDEROS Para: Didi V.

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-¡Ya lo confirmaron! ¿Lo sabes?¡Sí! -¿Qué harás?Seguir escribiendo. -¡Huevón de mierda! ¡Es el fin! Haré un manual de escritura y otro para matarte. -Estás cagado, yo me voy.

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“Día uno: Escribir un manual para asesinar a un amigo sin consumir alcohol. La sobriedad de lo natural, de la libertad, de la verdad. Escoger al tipo indicado, a una buena persona que parezca a la figura del soldado que nunca quiso serlo. La mañana no es oportuna para matar a una persona, mejor es tomar desayuno aunque no se tenga hambre. Si suda la epidermis dactilar, no hay que escribir. Peor aún en tercera persona.” ¡Mierda! Varias horas de cola y golpes para comprar cervezas y pan duro. Ojalá mañana encuentre donde comprar. “Día dos: Mejor es la segunda persona. Falta dos minutos para que finalice la mañana. Compra un cuaderno, uno que se deshoje al abrirlo. Si deseas asesinar a tu amigo en la mañana, visualízalo. La atmósfera matinal es inadecuada, el contraste con la sangre no es generoso. Si lo quieres incinerar: el encendedor no es discreto y el fósforo no es elegante. Recoge las hojas que se desprendieron del cuaderno y sobre estas bosqueja las consecuencias de tu proyecto. Si tienes bolígrafo no regreses a la computadora. Si tiene lápiz regresa al instante. Si tienes lapicero has lo que quieras.” ¡Cincuenta cuadras! Tanto caminar para unas galletas. Y estos dos únicos canales pasan música ¿Para qué? Lo sé, nuestra marcha fúnebre. Mi amigo ya se fue ¡Qué estúpido es un plan para matar a un amigo! Todos estamos sentenciados. “Día tres: Hoy no pienses en tu familia. No ignores su presencia, olvida que existe. Ve fotografías de personas felices y ojala te genere rechazo. Duerme por la tarde. Pliega un papel y crea un cisne. Has una crónica visual del proceso de la pereza, que te tome mínimo tres horas. No hables solo cuando comes. Respétate. Copia en word un manual de redacción. ” No sabía que la noche es tan oscura ni recordaba la vida sin computadora. Ni voces, ni golpes, ni dolores de barrio. “Ven con nosotros” repiten mis vecinos que nunca me hablaban. “Ven con nosotros” tres veces más, pienso: ¿Adónde? Ni ellos lo saben. Entro a casa. “Día cuatro: No se receta escribir, se prescribe pensar. A veces leer. Las historias hay que dejarlas en los sueños, las ideas de la mañana también. Los débiles las materializarán, pero al ser leídas serán olvidadas por las cabezas .Letras para olvidar.” Un molde de queso, una olla de arroz, papas fritas embolsadas, solo eso dejaron esos cobardes. Ellos se engañan, de la muerte cercana no se huye, mejor es morir en el hogar. Es el fin, no hay donde protegerse, cualquier lugar es lo mismo. “Día cinco: Espacios en blanco, cuéntalos antes de escribir. Doble espacio para conseguir rapidez. Corrección ortográfica, inútil. Cien por ciento en la pantalla. Fuente de las letras, grandes. La prisa al escribir te lleva a la maestría, a la corrección parsimoniosa, al desorden. El caos incrementa las páginas por día. Más sonrisas. De la calidad, la eficacia y la fibra ocúpate mañana. Mirada perdida para escribir”. ¿Por qué con el lapicero imito la cursiva del Word? Eso no importa.Ninguna puta tienda abierta en toda la ciudad, bocado por bocado no queda otra. Si me descuido colmillos en las piernas, en todo el cuerpo, malditos perros. Las ratas huyen del barrio me dejan sin alimento y sin compañía. Ni una sola ave. “Día seis: No te olvides de la narración, de quemar papel y de la piromanía. Escribe con claridad, con buena letra, con mejor fuente y peor sintaxis. Las valoraciones se encuentran en los manuales, leerlos con curiosidad para descubrirlas. Una tabla de puntuaciones al entrar a la memoria, no apunte.” Este barrio sí que es resistente solo dos casa se cayeron, mi casa solo rajaduras. El arroz sabe raro, ni modo antes que se pudra, lo como tranquilo nada de roedores con quienes pelear. Ya no escucho ladridos, nada, hasta el viento es mudo. “Día siete: Tienes ganas de escribir un libro, pero pereza de redactarlo. Ningún consejo sirve. La meta es terminar el libro, sin que la escritura sea la prioridad de tu rutina durante el proceso de construcción de la obra. Y tampoco aproveches para leer. El tiempo libre del escritor que determina ofrecerse tiempo libre es para no hacer nada.

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La rapidez al escribir es tan inútil como la lectura veloz.” Todos mis vecinos utilizaron su tiempo libre para huir, hoy todo es tiempo libre, no hay producción. El sueño de muchos: vivir en un tiempo libre perpetuo. Claro muy cerca de la desaparición, igual libre. “Día ocho: La narrativa solo salva a los escritores, solo a algunos de ellos. La insistencia concluye un texto, la necesidad de escribir no lo hace. La desidia ordenada también lo hace. La última letra de una novela no importa. Escribe con los ojos bien abiertos y con la mano torpe.” Nadie se salvará: huyan o se queden, lloren o se rían de los llorones, hagan planes de salvación o crean que es imposible construir una Arca de Noé. El planeta reventará, el suicidio es una excelente posibilidad para los miedosos, para todos. “Día nueve: Las bibliotecas acopian millones de libros. Algunos de ellos tienen décadas sin ser acariciados. Otros más. Los libros digitales ahorran espacios. Cientos de libros en lo que ocupa una obra de doscientas páginas. Y para qué necesitamos más espacio. Seguro que para llenarlos de más seres y en especial humanos. Escribir es ayudar a poblar el mundo.” Me cago de hambre, harto de pedacitos de chocolate. Pero que rico es. Los libros sobrevivirán a los hombres, morirán con mayor dignidad. Más humanos, más humanos, más humanos ¿Qué harán con tanto tiempo libre? ¿Cuándo empezará la antropofagia? “Día diez: Un cuadro de Hopper es una narración de una historia aburrida para los personajes que lo habitan. Sutilezas de matices, luces y sombras, ciudades donde quitaron a los que les gusta divertirse. Dejémoslo en una sátira. La hartura es una medicina para escribir. Creerse la frase: escribir es divertido. Es tan iluso como decir: la cultura puede ser divertida. Y por favor que no se defina el aburrimiento. Los libros honestos generan bostezos.” El miedo, terror destruye el aburrimiento. Genera planes cojudos, risas nerviosas, desesperanza a ratos, y más acción, más acción. Salgo de casa, no volveré. Igual que los vecinos cobardes, que ratas prácticas, que perros mordedores, aves y todo lo que respira. Que bonito suenan los vidrios al romperse, que buen entretenimiento, otra ventana, ya rompí treinta. ¿Si busco entretenimiento estoy aburrido? No interesa. Que duro es romper una maquina dispensadora de golosinas, algo es algo. “Día once: No compres libros cuya portada sea una pintura que no se creó para servir de fachada a un montón de letras. Una portada tipográfica tampoco

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es adecuada. Estos prejuicios no son infundados, los detalles hacen al escritor y la portada influye en el escritor. Al ver su nuevo libro con una tapa insólita cambiará la forma de ver el libro. No tener fachada no es la solución. Probemos con Pollock. Se necesita novela sobre pintores, buen sueldo.” ¡Mierda! Tanta gente en el museo, sino fuera el fin del fin no serían tan culturosos. Estamos a punto de morir y abrazamos las artes plásticas, una cabeza moribunda sobre un cuadro de medio millón de soles, otra sobre un abstracto de casi un millón. Ese grabadito de Goya tapa una ventanita, por fin superó la inutilidad del arte. Nadie me dice ni hola, la cosa está recagada Quisiera decirles: Un museo no es mejor que sus casas para sobrevivir, pero es más digno acabar apoyado al arte. “Día doce: La historia oculta en la historia. Lo oculto que quiere ser descubierto. El hallazgo y el olvido. Las estrategias para mentir sirven para mentir no para redactar. Los malabares temporales, el dato escondido, la atmósfera son juegos que no siempre conducen a un texto aceptado hoy o más tarde. Un plan efectivo nos vuelve profesional y los errores divertidos. Inventamos el lado secreto de las letras.” Otra bolsita de papas para todo el día. Si se pierde la historia de este mundo no pasará nada. “Día trece: Un manual para escribir una novela debe ser tedioso al leerlo esa debería ser la prueba del aspirante a escritor. Las instrucciones del libro deben ser sombrías. Los consejos contener prohibiciones evidentes. El espíritu del manual debe fomentar más la escritura que la lectura y nunca insinuar a la disciplina como herramienta del escritor. Si quieres desechar tu pasión por escribir, cómprate un manual para escribir.” Encontré dentro del museo tres manuales para salvarse de la destrucción mundial: un científico, un chamán y mochilero son sus autores. ¡Que bien! Hacen manuales igual que yo. Hoy la gente casi no caga, no trabaja, no necesita dinero, la felicidad completa. “Día catorce: El coleccionista de frases es la leyenda de los pueblos sin escritura, quienes tuvieron como dogma la veracidad. Ellos sabían que en la traducción se pierde mucho. Y que aprender otro código, la palabra escrita, era traicionar su naturaleza, era dejarse avasallar por el otro. Yo no creo en este mito, que con seguridad, fue publicitado por un integrante de un mundo letrado. Busco un traductor de sonidos.” Tirito, la ropa de muertos sobra. Estoy a punto de caer en el estado de los demás, donde estará mi amigo, el fugado. ¿Él vivirás mas que yo? ¿Cuánto? ¿Un día? ¿Una hora? ¿Tres minutos? ¿Por qué no aparece un súper-héroe?


“Día quince: Quiero más. No necesito de escapes ni de distractores ni de inspiración. No quiero escribir todos los días seis horas. No deseo leer once libros al mes. No voy a ir a un curso de escritura. No voy a golpear a mi madre. No recuerdo una infancia de dolores. No investigaré a potenciales personajes. No iré a círculos de eruditos. No me criaré en una universidad. No aceptaré a la poesía como asunto fundamental. No seré un experto mecanógrafo. No aprenderé gramática. No defenderé a ningún famoso de mi minúsculo grupo. No leeré con velocidad. No trataré de entender todo lo que leo. No tomaré en cuenta a los consejos. No enviaré mis textos a los amigos. No mencionaré de memoria textos memorables. No invertiré las noches a la escritura. Vida solo dame aventura, cerveza y potencia. Escribe lo que sea. Total no interesa.” Estoy en el fin del fin, una gran experiencia para un escritorcito. No hay después y después no hay lectores, ni yo mismo como lector. Me cago, me cago de hambre, no sabía que no podría ser antropófago, espero corregir esa tara. “Día dieciséis: Un huevo es un ente. Sí lo es. Es un mundo cerrado, una totalidad sin sobrantes, una máquina de generación de envidia. Pero no diseñes una novela con un universo que funcione a la medida de tu historia ni de tu conveniencia ni de los personajes. Podrías intentar dejarte guiar por la intuición. Lo mejor es escribir y ya. Si nunca elaboraras un texto rescatable, sabrás que eres mal escritor por ahora o por cortos cuatro siglos. Puede que seas un adelantado o retrasado a tu época y que tu obra desapareció materialmente porque no quiso vivir una mínima aceptación. Sólo créeme. La novela histórica es Historia con una pizca de prestigio.” Chau mundo, y no lo digo por mi que muero, sino por ti que desapareces también. La saliva es rica, no llueve. Que insignificantes son los terremotos y los muertos que me rodean, nada. Nadie verá el fin de la tierra, todos moriremos antes. “Día diecisiete: Dame diez minutos y te produzco un poema. Dame una hora y te escribo un cuento. Dame cinco días y termino una novela. Es académicamente correcto afirmar que la narrativa no es subordinada de la poesía, pero sí que ésta es superior. Otros largan a las letras y elevan a la música. A veces es mejor menos palabras, a veces es mejor quedarse con las palabras dentro de uno, a veces ya no quiero escribir. El orden de las letras altera la remuneración del escritor.” Tiene veinte mil soles en la maleta mi compañero muerto, lo empujo ya empieza a apestar. No puedo caminar, solo veo y no me gusta ¿Dominar la naturaleza? Ella esté herida de muerte y aún así no la dominamos. “Día dieciocho: Cuando te enseñan el abecedario no te advierten que es un sistema peligroso. Cuando te enseñan a leer no te previenen que es aburrido. Cuando te enseñan a escribir no te dicen que no se puede enseñar a escribir. Pero sí te aseguran que la ignorancia es el fracaso. Ve al colegio y simula que aprendes. Así te joderán menos. Escribir se escribe con b.” Muero con m de miedo. “Día diecinueve: Tienes miedo al error. No merecemos ni el error. Lo que elaboramos se esfuma y es nada. Bueno al menos es eso. No creas lo que escribo, en ocasiones me equivoco.” Desperté pensé que moría ¡Desperté! ¿Desperté? Mejor vuelvo a morir.

Si escribo versos es porque no sé escribir aviones.

Lenin Auris

Batania (neorrabioso)

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CARRUSEL Toda la vida la madre había estado en las cocinas de las casas grandes y elegantes. Hubo un tiempo en que no se notaba tanto la diferencia entre los niños de la casa y sus niños... fue un buen tiempo, la madre traía juguetes importados y los llevaba a pasear. Siempre iban al carrusel, ella compraba helados y todo era perfecto. Sus niños gritaban en los giros fuertes del carrusel. La primera vez que Jhon conoció a Bobby fue cuando se alejó de la madre. Los operarios del juego “el pulpo”, eran chicos enamorados y se besaban. Se acercó al eje central del juego y apareció Bobby llamándole tocó su mano la apretó y subieron cincuenta metros del suelo, Bobby desapareció y Jhon cerró los ojos y al suelo cayó, nadie se enteró. No se lo dijo a la madre por temor a que nunca lo llevaran al parque. Bobbys Cruz

LA VIDA ESTÁ EN OTRA PARTE Despertó y se levantó en silencio. Su esposa dormía. Soñaba algo bueno y alegre, porque sonreía. La miró con detenimiento y también él sonrió. Fue al estudio y sacó lo que tenía escondido en la gaveta con llave. Era muy temprano: abrió las cortinas para ver el amanecer. Sentado en el sofá bajo la ventana, con la espalda hacia el vacío y las piernas cruzadas como si fuera a meditar, pensó de nuevo en su mujer dormida y sonriente. El gato llegó y se echó en su regazo, pidiendo una caricia. Lo consintió durante unos minutos con la mano libre. El animal ronroneaba de placer y él disfrutaba el cariño entre los dos. Cuando se cansó lo apartó con suavidad; el gato se fue hacia el escritorio y se recostó para dormir. Miró alrededor. Recorrió mentalmente su hogar y el camino que lo había llevado hasta donde estaba, en lo que había construido, en los esfuerzos invertidos y en la alegría de haberlo logrado. Fue mucho trabajo. Pero ahí estaba: en la cima. Por lo menos la que él podía alcanzar. El sol comenzaba a aparecer. Luces rosadas y azules atravesaban los retazos de nubes del amanecer. En su mente se dibujó una vez más la imagen de la mujer dormida en la habitación al final del corredor. Sus pensamientos anteriores, esa imagen sonriente y lo que veía por la ventana lo llenaron de una diáfana sensación de paz. - Qué bonito es todo esto -dijo. Con un rápido movimiento soltó el disparo contra su paladar. Iván Camilo Andrade

EL ENSAYO

“La espera es un delirio…” Roland Barthes

Llevaba dos meses sin verlo y ahí estaba: en toda su magnitud y presencia… ahora que recae sobre mí el recuerdo del negro Felipe y el trago evaporado en su nombre en la esquina del cuarto, volvía a la mente como una tecla rota en una melodía perdida en la tercera esquina. Recalcitrante, brillante de sudor y ausente de la fuerza de dios; fuerza negra, fuerza Changó. Se prendió un porro, movió un poco las caderas, en un intento por llamar su atención por sacudir la ceniza salobre que aún lo acompañaba. Ahora, que lo piensa bien, se persignaba al revés y miraba la tierra oscura, mientras auscultaba la silueta del Negro Felipe bajo su sombra caminando a la fiesta. El trago se ha vuelto a

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evaporar. Voltea a mirar y se ve de nuevo con poca resolución para sus problemas, el mismo hombre apocado de hace días, toma la botella y deja caer el ron en la copa, mientras se aleja ve la imagen en la esquina del cuarto, en la realidad encallada de su delirio, en la fe de los otros, junto a las veladoras encendidas; la cruz gamada que llevan en el pecho las águilas rapadas, lo determinan para montar su cuerpo en la divina trinidad. Siente la picazón en la espalda. La verdad no lo conozco bien ¿Qué sé yo? Sólo especulaba, al verlo bailar, con que gracia, con que cintura y con qué nena ¿Será o no será? Los jadeos, la lengua absuelta y la suciedad del clima moral, lo llevan a tomarse una cerveza en bares de poca monta. Recordaba, de nuevo venían las preguntas, como demonios palpitantes, ahora le sudaban las palmas de sus manos, como cuando palpaba la derrota en las minitks de su barrio en Cali. Esa llanura de cañaduzales y negros que por montón le recuerda al África que leyó en los libros, aun hombre llamado Mandela y una prisión hecha continente. ¿María Lionza? Pensó, que mujer tan bella la que lo acompañaba. Y el ahí queriéndose hacer empalar, así sea por los malditos cristianos, que durante estos días de fe irresoluta, fueron capaces de matar al Jesús más de dos mil veces. Pensó ¿Dos mil veces en Cali? ¡Que calor! ¡Que putería! Que ruido entre dos barrios pobres que embellecen la ciudad. Indiamenta es la que hay en esta puta ciudad, llena de cueros curtidos al sol, de vicios de sal, de Montes de Occa y de políticos de mierda que se han robado a la mujer de los sueños y que no lo dejan vivir para gozar. Tenía miedo, no lo negó, esas gentes que cruzan la ciudad con las esvásticas en sus cabezas podían estar por ahí; tabaco, pólvora, aserrín y algo de esencias (ahora la sordidez de sus voces lo atacaban en silencio), cuando sostenía con fuerza la botella. ¡Ay Santabárbara! ¡Ay Changó! Este bata se lo canto yo. Eran más de las dos o las tres, pero él sólo veía la silueta solitaria de las tres potencias, la palpaba con la yema de sus dedos y cruzando la calle se mostraba presto a rezar un maleficio. Para ensalzar al yonqui interior de su tristeza, con él había mediado su destino, por qué no, con algo de capricho y suerte, para volver a retomar el camino… Y ahí, tímido sosteniendo una pared, viendo por una rendija, se le iba la pena y despertaba la ansiedad por las ganas de bailar como un poseído. ¡Baila Cacique Guaicaipuro! ¡Baila! Baila que el día apenas comienza. Las tres potencias

RECOGIENDO CABLES

(Kamino de bisikleta Sinkuenta)

“Desquite” era uno de esos: era uno de los colombianos que más valía: 160 mil pesos. Otros no se venden tan caro, se entregan por un voto. “Desquite” no se vendió. Gonzalo Arango. Así, mientras yo pensaba en tus ojos redondos, transcurría el debate. No quería venir, pero ya me habían planillado. Andar conectando y recogiendo cables no me deja tiempo para nada, súmele a eso los cortos, por eso es que no nos veíamos. Llegué tarde como siempre, y como siempre también vinieron los regaños, las amenazas y las malas miradas. Deberían agradecer que vine, tendrían que pagarle a uno más por venir a escuchar tanta mierda. Pero nuestro trabajo es montar la carpa. Y qué circo tan bueno. El asunto es que yo sé, como muchos de los que andamos a pie. Que éstos son los que nos joden a todos. Los que nos han jodido siempre. Dígamelo a mí, que cuando no ando en cicla me toca embutido en Transmilenio. Y hasta donde yo sé uno de ellos hizo ese adefesio para poderse quedar con más ganancias de las que podría sacar con el metro, y por eso aunque pagó millonarios estudios para el metro, sacrificó a millones de bogotanos con ese pésimo sistema de transporte. Ahora nos viene a decir, mirando a la cámara, que nos va a arreglar la vida. Cómo le van a creer dice uno, que los ha visto desde hace rato, amistándose, enemistándose, pero así es la gente, el público acostumbrado a las telenovelas, al show.

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Dicen que estoy como zombi, que además de llegar tarde también llegué lento. Sabía que hacías un esfuerzo por entregarte. Pero yo te quería, había dado medía vida, y daría la otra media. Que no, que tus estudios, que tus ensayos, que tus presentaciones no te dan tiempo, y no sé que pensar. Cierro los ojos y te veo prendida mirándome y quisiera hundirme para no salir, crecer por años, como un ojo de venus, amarrado al laberinto de tu cuerpo. Hasta ahora, en lo esencial, todos han dicho lo mismo. Frente al tema del campo, con distintos nombres, subsidios, ayudas, apoyos, pero nadie habla de devolverle la tierra a los campesinos. A mis abuelos les tocó venirse a vivir con nosotros. Porque los sacaron, así fue y hoy son dueños de media Colombia algunos de los que están sentados ahí. Por ejemplo, otro de los contendientes, en su pasada elección dijo que iba a restituir la tierra a los campesinos y para eso identificaría los terrenos baldíos en el país. Terminaron comprando a muy, pero muy módicas sumas miles de hectáreas su ministro de agricultura y su ministra de educación, terrenos baldíos que eran para devolverle a los campesinos lo que históricamente se les ha quitado, pa´ sembrar millones de palmas dando comida a los carros mientras millones de colombianos se mueren de hambre. Por eso es que hay guerra, nuestra riqueza es nuestra pobreza porque la ambición de estos tipos no tiene límites. Pero la gente no se da cuenta y por su puesto, eso tiene que ver también con su manera de ser en las cámaras. Millones de ingenuos caen. Claro también además del Tamal, la Lechona y la Cerveza (TLC) que reparten en las campañas la gente se siente reconocida. Los ingenuos desempleados creen que les van a dar trabajo, pero están los más ingenuos aún que creen que les darán casa. A mi me parece eso a veces, que estos manes se deberían dedicar a la actuación. No sé tu qué pienses pero yo lo veo así. Tú sabrías mejor que yo pues a larga tu oficio es ese actuar. No conmigo. Lo sé. Pero qué me dices del peinado, sus gestos, se tratan de bandidos y mentirosos en la cara y deben disimular, darse la mano, hasta se maquillan, se exigen respeto cuando no tienen otro argumento, como mi papá cuando llegaba borracho a la casa, qué farsa, si fuera en el escenario como lo haces tú, uno sabría que el asunto tiene su lado estético. Pero estos tipos deberían estar en la cárcel por sus crímenes y por las mentiras que le han contado al país. Por eso yo sé que no actúas, que no actuaste esta tarde, que no actuaste conmigo nunca, porque tus emociones no eran planificadas, como se les nota a éstos, como cobrando penales o jugando poker, es un asunto de tensión, de desbaratar al contrario con palabras, miradas o gestos. Jugar el alma al diablo. Y si no lo hicieran bien, no habría tantos pendejos que los aplauden en campaña. Por eso es que en la educación siguen hablando de las tecnologías y no de universidades, a mí me tocó salirme, porque ya no podía pagar el semestre. Fue cuando te conocí Susana. Fue en ese semestre. Hacíamos cortos con Brayan. Él dirigía y yo imaginaba. Pensé que no hablarías conmigo. Que simplemente era un trabajo profesional, otro más para una chica de la facultad de artes. Nos contrataban de seguido, Brayan estudió escénicas allá y decían que yo tenía la clave para ubicar la escena, era un don para contar con la cámara. Nos iba bien. Ya habíamos hecho un par de cosas, pero sucedía muy a menudo que después de los cortos terminábamos bebiendo lo que nos ganábamos y así nunca pude ahorrar para el semestre, además dándomelas de independiente me fui de la casa, también quería un lugar para poderte ver desnuda dibujando el espacio y vaya que lo hice, me extasiaba mirando tu cuerpo, la manera en que encajan los dibujos de tu piel con el torso, con ese gato que mira el inicio de tu antebrazo izquierdo y qué busco desesperadamente cuando actúas disfrazada o totalmente maquillada. Pudimos haber seguido viviendo de eso. Pero Brayan se fue para Argentina y un amigo me recomendó para este trabajo. Hago algunas cosas por mi cuenta, toca callado porque si se dan cuenta aquí me friegan. Pero claro, cómo no voy a decir nada, cuando uno sabe lo que pasa aquí. Pensé que incluso podría dedicarme a eso el próximo año. Tenía unos pequeños cortos en mente, era cuestión de restablecer el contacto, dirigir yo mismo. Pero ya no sé. Realmente se me acabaron las ganas. Sólo les falta prometer el remedio para la desesperanza. Si fuera cierto hasta yo me apunto y les regalo el voto. Una máquina para limpiarle la cabeza a uno, para dejar de pensar pendejadas -hasta les doy ideas-. Qué tal que se les ocurra apropiarse de todos los cerebros como en una película de ciencia ficción, controlando nuestras ideas, de las empresas a nuestras casas, encerrados en ellas, con policía en las calles controlándonos, trabajando para ellos como esclavos toda la vida. Pero ¡Qué va! si ni siquiera atienden a la gente. Nos tocó poner como diez tutelas para que le pudieran dar los remedios a mi cuchita. Eso no es lo peor. Como cerraron el hospital cercano por falta de presupuesto, ahora nos toca ir más lejos. Y nos vienen a decir que lo van

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a abrir y recuperar lo que ellos mismos regalaron, porque hasta donde sé, dos de ellos fueron los que dejaron morir los hospitales en administraciones pasadas. Y uno de ellos es amigo del socio de una de esas EPS que privatizaron el servicio de la salud y con las ganancias construyeron tremendos hoteles. Esos sí bien atendidos. Después de eso uno se pregunta si tendrán el descaro de volver a presentarse y lo hacen ¡Lo hacen! Cómo te vas a olvidar del corto, sé que después vinieron más, pero ese en que éramos más felices: “Yo en cambio tuve un día divertido, empezando por ti por supuesto. Todo el tiempo me acordé de ti, qué risa ¿Con todo el mundo sonríes así? Lo cierto es que tuve un instante en el que pensé y por qué no seguimos así todo el día? ¡Te mueres de la emoción si me ves bailar! Soy divertidísima. Almorzando con mi abuelita me reí mucho y me acorde de ti, me dijo: “Eso me da un miedo mijita. Es que esas cosas son muestra de que el fin del mundo !Ya nos llega! Así que yo mejor no pago el impuesto predial”. Me haces feliz tú, por que eres divertido, brillante y muy accesible además me siento cómoda contigo, siento complicidad. Aunque quizás sea feliz. Eres tan fantástico que levanté varias veces la mirada del texto esta mañana para verte. Tan sutilmente para que no te dieras cuenta que sentía algo muy fuerte allí. Frente a mí. Y me quise quedar en tus brazos por siempre. Al final es como un aleph, tu risa es una esquina que son infinitas posibilidades. Sentí que encajabas ¿Qué voy a hacer mañana cuando te vea? Abrazarte será la mejor buena opción y luego sonreír. ¡Nossa! Me siento muy conectada. Te pensé el día entero, me llegaban imágenes de ti sonriendo para mi, dejándome a la vez con una sonrisita medio estúpida. es que me siento como plácida, feliz de andar y ser mujer, tranquila con la vida mientras te paseas por mi cabeza. Llena de flores en palmas y plantas, sin nada más que amor por el mundo, a pesar de todo, y tú... en las esquinas tú. Mira, créeme que estoy tratando de disimular, pero tú te das mucha garra. Y lo peor de todo es que a lo bien debemos tener una cara de bobos mirando al cielo y nos imaginamos, mientras aparecen palabritas mágicas o risa. Hasta la crueldad de mis bromas tiene efecto en tu sonrisa. Lo único vivo en mí es la cara de pendeja feliz. Me gusta el dulce sortilegio de tu mirar y tu rítmico andar. El tú que no sale de mi cabeza nació al conocerme, pero el tú del tiempo, las faces y el mundo nació mucho antes, con certeza que para nuestro bien. El camino, que es muy sabio, nos permitió toparnos en el momento indicado, sin que ninguno de los dos esperara nada... pero esperándonos.” Luego nos llegó la plenitud. Si mis palabras pudieran tocarte. Se me ocurre tu cuerpo anclado al mío, resurgiendo en espacios leves, saliendo de mí, hundiéndome a través de la elasticidad

de tus fluidos, renaciendo en tu respiración. Entre tu piel y tus tatuajes. No hablaron nada nuevo de la educación, además de proponer falsos recursos, no dicen cómo, ni cuándo. Y cuando están en el poder dicen que no hay dinero, pero uno sabe que le invierten más a la guerra, por eso es que dos de ahí se ponen del lado de la gente de bien, para baticinar el exterminio de la gente del mal. No les importa hacer falsos positivos, asesinar a niños, jóvenes y campesinos y ponerles rótulos de guerrilleros para que se acreciente la creencia en la guerra. No dicen nada de toda la corrupción que existe detrás del negocio de algo tan inoficioso como las armas. Por eso es que les hago sus videítos, pa´que la gente se entere porque a punta de noticieros chimbos los tienen empendejados. Y súmele a eso la Selección Colombia y el show le queda completo, la gente se olvida de todos los crímenes que están cometiendo justo en este momento. Parece que nada se pudiera hacer, que no hubiera nada por esperar. Nada. No tengo afán, para qué salir. Cuando me pusiste el mensaje pensé que todo saldría adelante, que nos amaríamos de nuevo. Por eso corrí, te compré los bocadillos que tanto te gustan, hasta tenía una chocolatina con almendras encerrada en su dulzor, esa no te la di, también sentí que los bocadillos habían sido demasiado. Necesitabas tu espacio. No puedo ser tu amigo. Y ya no sé a dónde ir. Mejor seguir aquí recogiendo cables. Gianni Lara Cruz

GRAFFITI Sólo lo imposible acontece lo posible apenas se repite. Chacal

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Sdal Sal Sal e ean a dSala Saald say eynesena dee eenns s ososaysad- eayoasyo s os

LA SIMPLE JUSTICIA

“Obviamente, no tengo nada personal contra la esperanza, pero prefiero la impaciencia. Ya es hora de que ésta se note en el mundo para que aprendan algo ésos que prefieren que nos alimentemos de esperanzas. O de utopías.” José Saramago

Primo Levi nos dio un lucido testimonio del proceso de exterminio del pueblo judío en la segunda guerra mundial. Con claridad señaló, criticó y escribió como un sobreviviente de los campos de concentración, que sometió su existencia al padecimiento de asumir lo inasumible, lo que proviene de su propia intimidad y que lo hace perderse como sujeto, presa de una conciencia desertora que asiste día a día a su propia ruina, y que cuestionó en su poema, Si esto es un hombre: “Pregúntense si es un hombre/El que trabaja en el lodo/El que no conoce la paz/El que lucha por medio pan/El que muere por un sí o un no/ Pregúntense si es una mujer/La que no tiene cabello ni nombre/Ni fuerza para recordarlo/Y sí la mirada vacía y el regazo frío/Como una rana en invierno.” En su condición de testigo quiso representar el dolor de la victima que no tiene palabra, el testimonio es la única voz posible de un acto que representa el desgarramiento de la condición humana, la representación viva de la denuncia, el hombre que padece y muestra las llagas de su sufrimiento, al que ha sido sometido por sus iguales, por esos con los que comparte existencia, esos seres humanos que debían garantizar la condición humana de sus iguales y fallaron. Levi lo escribió con claridad, pero si invertimos los papeles y volvemos a la actualidad en un ejercicio para nada anacrónico sobre la situación que se vive en la Franja de Gaza, para esto vamos a recordar que José Saramago puso el dedo en la llaga en el año 2002 al comparar Palestina con Auschwitz, al poner los actos sobre la mesa y compararlos cambiando de tiempo y espacio, buscando un símil impactante para dar a entender su visión del asunto. Ante las acusaciones de desconocimiento histórico, ceguera moral y el irrespeto con las victimas del holocausto, con los pacifistas judíos y objetores de conciencia que no están de acuerdo con los planteamientos del estado Sionista, quedó de aquel debate una frase, que aún sigue retumbando en nuestras cabezas, Menajem Peri, editor en hebreo de las obras de Saramago dijo lo siguiente: “Sólo si quemáramos en hornos a 6 millones de árabes, él tendría el derecho a hacer estas

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comparaciones”. Como muchas de nuestras historias el final quedó en punta… en la actualidad estamos asistiendo a una situación de odio extendido que se sale de su cause las victimas palestinas han superado el millar y un porcentaje bastante alto del asunto se ve reflejado en niños y mujeres que han pasado a ser los blancos predilectos de la ofensiva israelí. Hemos visto de todo; autorretratos de jóvenes con mensajes ofensivos hacia los árabes en las redes sociales, misiles adornados con dibujos y mensajes de exterminio por parte de adolecentes israelíes, diputados proponiendo el exterminio de las madres de las “serpientes” palestinas, gente ubicada en lugares estratégicos para presenciar y celebrar los ataques como si se tratara de un espectáculo pirotécnico común, aún a costa de quedar como blanco fácil de los cohetes de Hamás. Escuelas, parques, hospitales son el blanco de la armada Israelí; hombres, mujeres y niños a los que la muerte les borró la sonrisa, mientras a los sobrevivientes se les inoculó el odio violento y sin crítica contra sus detractores, complejizando la situación con respecto a los planteamientos políticos y militares de Hamás. Estamos asistiendo al nuevo genocidio de la condición humana. Mucha tinta ha corrido y el asunto se ha salido del control. También, lo está el mentiroso heroísmo en que se escuda el gobierno Sionista para matar a los niños y perseguirlos desde el vientre, como si fueran un pedazo de carne sin humanidad, acallados por el impacto de un misil que ni ven llegar… Como lo dijo Miguel Hernández al hablar de la infancia perdida de la guerra civil española: “Carne de yugo, ha nacido/ más humillado que bello,/ con el cuello perseguido/ por el yugo para el cuello.” Esta generación que empezó a vivir y morir al mismo tiempo y no acierta uno a entender el poco nivel de solidaridad con sus congéneres, que padecen igual que ellos su propio infierno. La muerte cobarde y a mansalva contra enemigos que no están a la altura del conflicto, renueva las viejas fábulas de hombres y gigantes en una lucha de piedras, cohetes y misiles de ultima tecnología, pero también nos muestra lo lejos que hemos llegado como seres humanos, pues siendo


multitud nos hemos deshumanizado y no podemos comprender el hecho mismo que aleja a la infamia del humano, demasiado humano que pretendemos ser, camino al matadero cósmico en el que estamos viviendo. La guerra desnuda los rasgos que negamos a la humanidad, Primo Levi plasmó en sus escritos “aquello que no sabría decir a nadie”. Es lo mínimo que se puede hacer desde este oficio que se empeña en enarbolar mundos posibles, pidiendo lo imposible, entre lo imaginario y lo significativo. La simple justicia es el pedido de nosotros por el respeto de la condición humana, por fuera de tribunales inocuos que sólo actúan a disposición de sus intereses, tal como lo expresó José Saramago: “La simple justicia (no la de los tribunales, sino la de aquel fundamental respeto que debería presidir las relaciones entre los humanos) se encargaría de poner todas las cosas en sus justos lugares.” No hemos intentado parcializar el hecho, pues más allá de las tendencias de la moda que buscan a víctimas y victimarios, sobra entender que hay una desigualdad entre las partes en conflicto, y nada de lo que digamos justificará la acción devastadora del Estado Sionista, ni las acciones violentas de Hamas, sin banalizar el hecho hacemos desde este medio un llamado a cordura, a esa pequeña exigencia que nos hace conocer el fondo mismo de la responsabilidad y los entornos de justicia que dan vuelta alrededor del asunto. Tal como lo dijo Primo Levi al final de su citado poema: “Piensen que esto ocurrió:/Les encomiendo estas palabras./Grábenlas en sus corazones/Cuando estén en casa, cuando anden por la calle/Cuando se acuesten, cuando se levanten;/ Repítanselas a sus hijos./Si no, que sus casas se derrumben/Y la enfermedad los incapacite/Y sus descendientes les den la espalda.” Juvenal Ramírez

“Toma mi mano Acaríciala con cuidado Está recién cortada.” Raúl Gómez Jattin

REGISTROS LITERARIOS Y LAS BÚSQUEDAS FRAGMENTARIAS EN LA NARRATIVA DE ROBERTO BOLAÑO. “Yo no puedo olvidar nada. Dicen que este es mi problema”. Auxilio Lacouture. Roberto Bolaño deja abierta la posibilidad de replantear el legado ideológico del boom, tomando como referente el criterio estético del crimen, como germen estético y moral a partir de la apuesta por una estética del horror, ya que al reexaminar el papel de la literatura queda al descubierto que, la literatura latinoamericana expone los elementos de una narrativa del fin. Para llegar a este punto tienen en cuenta los criterios que identifican a la literatura borgiana: inteligencia, valentía y desesperanza, que a su vez le sirven de referentes para definir una función política de la literatura. Acá se destaca el tema de la ‘canalla sentimental’, una tendencia borgiana que apunta contra el riesgo de encasillarse en un género sentimental que niegue la contingencia aleatoria de poder narrar hechos tan disímiles y cercanos como la Dictadura chilena, la Masacre de Tlatelolco y el feminicidio de Ciudad Juárez, haciendo concesiones políticas por fuera de una actitud ética. Por eso, Bolaño muchas veces pensó que, así como en la pelea honorífica de un samurái contra un monstruo, en la literatura el honor es lo que motiva el enfrentamiento, pues aunque sea plausible la derrota, el escritor va fortificado éticamente al encuentro con la muerte. De esta manera se puede pensar en un ready made contra los tentáculos del represor, que en la analogía entre moral y literatura supone el hecho de que en la cultura literaria no implique por necesidad un juego de corrección política. Más allá de esto, Bolaño piensa, al igual que Borges, la metáfora nefasta del oficio del escritor, de la literatura como paradoja o equívoco bestial, pues en el fondo se sabe que el oficio de escribir está poblado de canallas y de tontos que no conciben la fragilidad y la densidad de lo que están transmitiendo a sus lectores. Más aún, supliendo el extremo borgiano de que la escritura de novelas era innecesaria, Bolaño nota que el debate borgiano estaba contra la construcción del adorno, de la floritura, de la vacuidad, por encima de la ética en la literatura, y este reflejo se ve con Carlos Wieder, el siniestro poeta de Estrella distante, que se encarga de “Revestir el crimen con los ropajes de la

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maravilla y de lo inverosímil”1. En el fondo del oscuro espejo en vez de la imagen del poeta, se ve al nefasto aviador que reviste el cielo chileno con el perfume de la muerte, sin divisar esa estrella distante que hace de su catarsis, bajo el ropaje de la poesía alcance un nivel de plenitud inmoral, pues ha pensado sus actos, con base en una estética del horror. Estrella distante y Amuleto son un dueto narrativo sin par, en el que a través del testimonio, narrador y lector contemplan la posibilidad de pensar una estética del horror que, aparte de someter al lector al juego de la memoria crítica, denuncia los desmanes del terrorismo de estado en Chile y México. En el registro de estas novelas, en las búsquedas, en el afán de hallazgos y en las resoluciones misteriosas se ve el soporte de una estructura moral que fluctúa con la ética, tomando distancia de los hechos que narra, para definir un atisbo de justicia social, cuándo sale a la luz el enigma a resolver, y con él la reconstrucción de los hechos, la suma de recuerdos, la memoria y el olvido, llevando al lector al borde de un acantilado desde donde divisa el paisaje que el autor ha construido. En esta dirección hubo paradigma que marcó el origen de este tipo de narraciones, La literatura nazi en América, cuyo tema central es la práctica moral a la usanza de una novela ejemplar, un texto arquetípico sobre la bajeza y crueldad que acompañan la figura de los hombres y sus ciegas creencias; un bestiario imaginario que rehace los puentes nefastos de las ideologías entre Europa y América. Este filón le permitirá a Bolaño ante el pedido urgente de una novela por parte de los editores de Anagrama, la creación en tres semanas de Estrella distante, donde el testimonio del narrador busca dilucidar la ausencia de certezas sobre un hecho que aparece nublado. Cuando Bolaño se pone en la tarea de revisar uno a uno los hechos que narra en estos libros, subyacen las marcas discursivas, pues 1 Estrella distante, Barcelona: Anagrama. Pag 123. (2012).

el escritor plantea un criterio estético del crimen como germen del gusto artístico y del remplazo de la moral por la estética del horror, reexaminando el papel de la literatura más allá de un trasfondo vacío y por eso conduce sus líneas al extremo de la meta-literatura del fin; que en su figuración literaria de la violencia política, no tenga idealizaciones, ni intocables, denunciando el olvido y la irracionalidad de los sistemas judiciales latinoamericanos. Y más allá de la denuncia panfletaria, la percepción apunta a trocar los planteamientos ideológicos del Boom, buscar criterios narrativos más cercanos a nuestra realidad, a esos espacios geográficos tan parecidos a una maldición apocalíptica, ese infierno tan temido que ignoramos a diario, tal como lo describió en 2666: “como ciudad Juárez, que es nuestra maldición y nuestro espejo, el espejo desasosegado de nuestras frustraciones y de nuestra infame interpretación de la libertad y de nuestros deseos”2. Ese es el reflejo que buscamos, perdidos en el fondo de un espejo roto, que nos acusa y nos lleva a ver el lado más oscuro de cada uno de nosotros; el destino literario del escritor latinoamericano de los años de lucha continua del siglo pasado y que, ad portas de esta segunda década del siglo xxi, se escucha el eco de 370 mujeres marginadas de los archivos municipales que, al ser condenadas a las fosas comunes, son rescatadas para la memoria y traídas al presente en las letras de Roberto Bolaño. Esta condición reivindicatoria del género reaparece en Amuleto, con Auxilio Lacoture, (poeta uruguaya radicada en México D.F.), que sale a flote como una perseguidora que se enfrasca en recordar para sobrevivir, denominada como la madre de la poesía mexicana, llega a esta condición luego de aparecer como un personaje secundario en Los detectives salvajes, la dimensión del personaje cambia entendiendo que sólo puede asumir el papel maternal en el sentido de la orfandad, el narrador la consolida como la memoria de esos muchachos que presenciaron los cambios políticos de una época como veteranos de las guerras floridas, al igual que algunos representantes de los Beatniks(que a mi criterio son una influencia importante en la obra de Bolaño, lo que daría para otro artículo), que descubrieron el poder por un extraño e inconcebible milagro festivo, castigando las teclas de sus máquinas de escribir como un acto de regreso a la vida, mientras se burlaban del sueño americano instaurando la contracultura, buscando supropio apocalipsis now, buscándose la vida en las carreteras norteamericanas. Fieles 2 Los detectives salvajes, Barcelona: Anagrama. Pág. 339. (2004)

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y cabales al rito parricida, a fuerza de traducir con diccionarios bilingües a los poetas eléctricos franceses, pero más allá de esto, no se designan como hijos del Boom, en cambio se educan sus hijos entre Baudelaire (que es bien sabido tradujo a Allan Poe con diccionario al francés), Rimbaud, Lautreámont y Marx, la poesía les ayudará a vivir la vida de una forma literaria, mientras en el otro extremo, la comprensión de esa vida queda en los presupuestos marxistas, con esta mezcla los nuevos escritores latinoamericanos deben replantear el legado ideológico del Boom, atisbando en alguna parte del cielo un verso desesperado que va de Chile a México como un grito de horror perdido en el silencio. Lo que se cuenta es el rito y la movilidad de los recuerdos a través de la literatura, que se aloja en la memoria de dos tragedias: Chile y México, más allá del edén de la infancia y pubertad, eran los lugares fantasmagóricos de su educación sentimental y de alguna forma el cultivo del miedo3, para dar el paso siguiente; la conciencia del deber para esos muchachos que recorrieron el continente, y en el nostoi volviendo trasfigurados como machitos latinoamericanos, tal cual nos lo cuenta la poeta Uruguaya del alter ego del escritor, cuando nos hace ver a Arturo Belano aceptando su destino: “y cuando Arturito, una noche, apareció finalmente por la cafetería Quito, en Bucareli, sus antiguos amigos, los poetas jóvenes, lo miraron con una mirada que ya no era la misma. ¿Por qué no era la misma? Pues porque para ellos Arturito ahora estaba instalado en la categoría de aquellos que han visto a la muerte de cerca, en la subcategoría de los tipos duros, y eso, en la jerarquía de los machitos desesperados de Latinoamérica, era un diploma, un jardín de medallas indesdeñable.”4. Esos tipos duros se contrastan en el tono de la voz narrativa en 2666, frente al campo de mujeres muertas, el narrador se matiza en una descripción médico-forense, con detalles y minucias de lo que ha ocurrido, la insistencia en los pormenores, nos lleva a cuestionarnos sobre la distancia de estos actos macabros con la bajeza de un feminicidio en un continente machista. Queda al descubierto la inoperancia del sistema judicial, pues con el peritaje de los policías y sus posibles asociaciones con testigos que achacan la culpa de lo sucedido a las víctimas por su ropa provocadora, por su delicadeza, por su sensualidad, aludiendo al derecho a pernada del machito latinoamericano. El tono narrativo presta sus servicios al fondo de una búsqueda, que se limita a un recuento de memorias para sacar partido del olvido, con el vaticinio de Cesárea Tinajero en Los detectives salvajes, sobre un cementerio olvidado y perdido en la memoria futura. Al igual que en Los detectives salvajes, buscamos a Beno von Archimboldi y llegamos a Santa Teresa, sin darnos cuenta que hemos dado el paso en falso hacía lo desconocido: los espejos, los deseos, los valores y el placer se abren en esta nueva historia sudaca de la infamia, como una cachetada certera, que te aplaca y te mete de lleno en unos libros que no escatiman espacios para contar el horror. La densidad claustrofóbica de lo que relata Bolaño es bastante cercana con el tono en El Castillo de Kafka, pues a pesar de ser una ciudad fronteriza, Santa Teresa parece esa aldea donde la autoridad es necia, anónima, impersonal, rígida y los estamentos jurídicos son inexistentes, no fluyen, son estáticos hasta rayar con el absurdo; eje fundamental que se comparte con la obra de Kafka, que a su vez es simbólica, deslinda entre lo real y lo surrealista en medio de un mundo de pesadillas. Este reflejo del mundo kafkiano es el símbolo de autoridad perdida, que vemos en las dos páginas de chistes misóginos, donde los agentes encargados de la investigación hacen gala de su machismo, no está de más decir que desde el psicoanálisis; los chistes reflejan una actitud o un fenómeno social del lugar donde se enuncian, actitud repetida de punta a punta del continente, reflejo de las nefastas costumbres sociales que heredamos de la tradición judeocristiana: “Las mujeres son como las leyes para violarlas”(Bolaño, 2004: 691) y como si respondieran al inconsciente justificando los crímenes, justifican sus chistes y sus costumbres como verdad divina: “Verdad de Dios, decía el judicial. ¿Quién chingados inventará los chistes?, decía el judicial. ¿Y 3 Estrella distante, Barcelona: Anagrama. Pág. 63. (2012). 4 Ibíd. Pág. 71. (2012).

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los refranes? ¿De dónde chingados salen? ¿Quién es el primero en pensarlos? ¿Quién es el primero en decirlos?”5. En La parte de los crímenes, queda el detalle perentorio de una búsqueda inconclusa donde la coartada casi siempre es falsa, o está basada en chistes nefastos e interminables, como si buscáramos algo que no nos corresponde, abriendo una fosa que abre una dimensión absurda con cada palada de tierra que sacamos, y sin embargo, no por ello renunciamos a esa búsqueda, más aun nos encamináramos a ella supliendo a la policía siendo poetas, o peor aún lectores de poetas. En los tres libros vemos que los personajes se encuentran en un mundo ajeno y hostil; sufren una profunda inquietud, se oponen una serie de obstáculos, de aparentes contradicciones que oscilan entre la irracionalidad y la sugerencia velada de una racionalidad fuera de su alcance, son figuras simbólicas del hombre posmoderno tratando de vivir una aparente falta de sentido. La ciudad fronteriza vive en el absurdo kafkiano, se baña en sangre y horrores, mientras la iglesia, la policía y los políticos señalándose, siguen culpando a las víctimas de los crímenes ante su venerable incompetencia, esa misma atmósfera que representa la sombra y el caos oficial, acompaña las desapariciones del movimiento estudiantil en México (1968) y el golpe de estado en Chile y la posterior represión asesina, luego del 11 de septiembre de 1973. Bolaño pone testigos en los eventos, en Estrella Distante se refleja el denso ambiente chileno luego del golpe, con ciudades silenciadas con los crímenes y desapariciones, mientras en el cielo azul se ven los poemas imaginarios de un poeta oficial, consagrado a la muerte, el ejercicio que se repite en la diada que se conforma con Amuleto, dónde una poeta uruguaya, circunda con recuerdos dispersos la vida de los jóvenes detectives salvajes, poetas que salieron a buscarse la vida y las letras, como quien busca a un mesías y terminan cayendo presa de un ataque pendenciero en la Plaza de las tres culturas, así lo advierte, Auxilio Lacouture: “ Este será una historia de terror. Será una historia policiaca, un relato de serie negra y de terror. Pero no lo parecerá. No lo parecerá porque soy yo la que lo cuenta.”6 Más allá del terror surge la esperanza en los huesos de esos jóvenes enterrados a lo largo y ancho del continente, el testimonio que deja Auxilio resuena en el canto de los fantasmas perdidos en sus luchas y crece hoy como la espuma de una leyenda que se va con el viento: “Pensé: la vanidad de la escritura, la vanidad de la destrucción. Pensé: porque escribí, resistí. Pensé: porque destruí lo escrito me van a descubrir, me van a pegar, me 5 Los detectives salvajes, Barcelona: Anagrama. Pág. 691. (2004) 6 Estrella distante, Barcelona: Anagrama. Pág. 11. (2012).

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van a violar, me van a matar. Pensé: Ambos hechos están relacionados, escribir y destruir, ocultarse y ser descubierta. Luego me senté en el trono y cerré los ojos.”7. Auxilio corre con la suerte que no tienen las mujeres de Santa Teresa, ellas no pueden escribir, no pueden contar, no, cierran los ojos y ya…no se han ido predicando su historia por el D.F. No, ellas están olvidadas a su suerte en el desierto, sus huesos son la marca del testimonio, del olvido selectivo del oficialismo, una señal desgarrada que quizás sea una extensión compleja de nuestra realidad latinoamericana, de ese amuleto perdido en algún lugar de nuestras letras, que llama a escuchar el canto heroico de una generación que entregó sus gracias y sus dones a una o muchas causas, que el tiempo y la necesidad ha viciado y que fueron contadas por un veterano de las guerras floridas, predicador de la academia patafísica y de sus ciencias imaginarias, con sus leyes y excepciones y sobre todo con el relato que nos da la posibilidad de leernos a costa de la literatura y sus soluciones imaginarias, de un detective que persigue poetas, como lo hace con sus asesinos, mientras enciende el ultimo cigarrillo, que lo lleva a pensar en la distancia de las estrellas y sus pensamientos en un momento impensable mientras se oye a lo lejos una trasmisión fantasma del AM: “Esta es mi última trasmisión desde el planeta de los monstruos. No me sumergiré nunca más en el mar de mierda de la literatura. En adelante escribiré mis poemas con humildad y trabajaré para no morirme de hambre y no intentaré publicar.”8. Camilo Morón Castro

7 Ibíd. Pág. 147 8 Ibíd. Pág. 138


PEDAZO DE CARNE “Esta pureza que cultivo en soledad me da asco. El espejo ya no me refleja: me culpa” Gonzalo Arango1 ¿Cómo debería ser una crítica que sirviera a la obra de Arte, sin usurpar su espacio? Susan Sontag2 “Presencia, presencia, es la primera palabra que llega ante un cuadro de Bacon¿ es posible que esta presencia sea histérica?” Gilles Deleuze3 Escribir es exorcizar los demonios que se mantienen encerrados en nuestro mundo; amar la página en blanco y acariciarla incesantemente, corregir cada gesto hasta hallar el adecuado, esa es la labor del pintor, el lienzo es su página. Concretar el camino de nuestras catarsis, aborrecer el tiempo y el espacio definido por una estructura ideológica; el pensamiento reflexivo puede llevar a entender el brutal gesto del pintor, de ahí que cobre importancia la literatura en la búsqueda de una adecuada interpretación, pues nos ayuda a justificarnos en lo que queremos observar en una obra de arte. La Náusea de Jean Paul Sartre es sin duda un libro que influencia la negación del rostro como parte de la inconformidad con la existencia, influencia trasladada a la interpretación de la obra de Francis Bacon a partir de la apreciación de “Estudio de un niño”, fechado en 1960 y con dimensiones de 150 x 119 cm, trabajo en óleo y acrílico y protegido por un vidrio, ubicado en la Donación internacional del Museo Botero. No tenía idea de quién era el autor y de su obra, mucho menos de su particular estilo; esto fue lo que me impactó. El cuadro nos muestra la representación de un niño sentado sobre una superficie que no apreciamos, el fondo es completamente negro, la forma aunque definida en su maza no lo es en sus rasgos, poco a poco entendería que ese era Bacon. Este cuadro ha tenido una significación particular, desde la primera vez que lo vivencié, pensé que era una representación extraña de un niño, el anti niño; la hipótesis que mantuve durante largos años fue esa: la negación del rostro en el cuadro, su deformidad, está ligada a una inconformidad de Bacon con su mundo, con su falta de prole. Mi reflejo en él no eran más que las ideas de Sartre en la Náusea: “Es el reflejo de mi rostro. A menudo en estos días perdidos, me quedo contemplándolo. No comprendo nada en este rostro. Los de los otros tienen un sentido. El mío, no. Ni siquiera puedo decidir si es lindo o feo. Pienso que es feo, porque me lo han dicho. Pero no me sorprende. En el fondo, a mí mismo me choca que puedan atribuirle cualidades de ese tipo, como si llamaran lindo o feo a un montón de tierra o a un bloque de piedra”4 ¿Pero qué es lo que busco? el reflejo síquico en la pintura y el reflejo físico en el vidrio me inquietaron hasta hoy, momento en el cual decidí develarlo de la manera más objetiva posible; creo haber desarrollado una fijación y por este motivo, me atrevo a plantear este texto en pro de entender, qué ocurre con la imagen para que atraiga tanto. Es importante enunciar de entrada, que el camino que escogí para su entendimiento es el de la lectura formal y no, el de la interpretación subjetiva, esto se debe a las múltiples visiones recogidas al respecto de la obra de Bacon, la mayoría ligadas al psicoanálisis, y las múltiples interpretaciones hechas por mi parte de lo que puede decir el cuadro. Es precisamente en este punto que me obligo a entender la forma y no el contenido, puesto que puedo ver cosas desde la subjetividad y no entenderlas desde la formalidad de una ardua obra estudiada en muchos aspectos y desconocida para mí. Podemos llegar a reducir su obra a un banal reflejo de las carencias que el intérprete tiene, más aun conociendo previamente aspectos superficiales de la vida del autor: podría caerse en la trampa de determinar que su obra es realizada desde una perspectiva totalmente alcoholizada y transgresora de tabúes; a pesar de ser en algo ciertas estas interpretaciones, le quitan la importancia de la exploración formal a la que Bacon sometió su riguroso trabajo y de la que renegaba al no hallarla, destruyendo sus cuadros. Francis estudió el cuerpo humano, sus formas y movimientos. Con relación a este hecho Michael Peppiat, escritor amigo del pintor durante más de 30 años nos dice: “Las radiografías de cuerpos humanos fueron 1 Arango, Gonzalo, Adiós al Nadaísmo en: http://www.gonzaloarango.com/ideas/adios.html 2 Sontag, Susan, Contra la interpretación, Alfaguara, Buenos Aires, 2005. 3 Deluze, Gilles, Lógica de la sensación, Arana libros, Madrid, 2002. 4 Sartre, Jean Paul, La Náusea, Primera edición en 1938, Editorial Época, en: http://www.infojur.ufsc.br/aires/arquivos/Jean%20 Paul%20Sartre%20-%20La%20Nausea.pdf

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una fuente de especial interés… el artista siempre tendría a mano cuando pintaba un libro titulado “Posicionamiento de la radiografía”, que consultaba tan asiduamente como el de fotografías de seres humanos y animales en movimiento de Eadweard Muybridge; ambas obras dejaron una huella indeleble en la pintura del artista”5 Y en palabras de Bacon, “la simplificación, distorsión y modificación de formas naturales son modos de llegar a la máxima expresividad de la forma”6 Es por esta razón, que nuestro análisis no puede estar reducido a un espejo síquico del pintor, convirtiéndose en un espejo síquico del interprete. Es aquí donde se me ocurre que Susan Sontag7 puede llegar a ser valiosa, para ella el interés en la interpretación de la obra viene desde la antigüedad, ya Platón nos planteaba “la mimesis de la mimesis”, presuponiendo un arte figurativo, y Aristóteles por primera vez da la idea de que la obra es una catarsis artística con la que se realiza una purga de emociones; con base en esto plantea que el arte tiene dos formas de ser visto: como el modelo pictórico, que lo propone como objetivofigurativo, y como modelo de afirmación, donde el análisis es desde la subjetividad tanto del artista, como del interprete. Creo pertinente decir que mi búsqueda es un punto medio entre estas dos posiciones, como lo logra Gilles Deleuze en La lógica de la sensación, libro sobre Francis Bacon y su pintura. La obra de arte para este caso será abarcada desde su forma, preguntándose qué es lo que hace y no que es lo que quiere decir. No reviviremos a Bacon, ni podemos tomar en cuenta un cumulo de definiciones que nos permita encontrar puntos de común lectura, tampoco somos expertos en psicoanálisis; por lo que es preferible preguntarse, por lo que hace y como lo hace y no por lo que dice. La interpretación, para Sontag, resuelve las discrepancias entre el significado evidente en las exigencias posteriores de los “lectores” de la obra, lo adecuado es realizar una lectura formalista del cuadro para resolver las definiciones dadas con anterioridad, sin caer en lo que advierte Sontag sobre las lecturas contemporáneas del arte, que “tiene un declarado desprecio por las apariencias”, lo que significaría la muerte del arte a falta de interpretación, puesto que lo subjetivo de esta es la que mantiene nuestra admiración. Gilles Deleuze en Lógica de la sensación nos hace un recorrido formal y clínico del autor: Bacon desarrolla en la representación de un mismo cuerpo, definición y desenfoque, acercamiento y alejamiento; privilegia la masa en oposición al perfil, desvaneciendo, cepillando y rallando la figura. Para comprender el trabajo en el “niño” debemos establecer el periodo en el que lo realiza, Deleuze nos ilustra tres periodos en la obra baconiana: el primero donde la figura es precisa y el color es vivo y duro, en esta primera etapa, su preocupación está dada en torno a dos emblemas de la fe cristiana, la crucifixión y el Papa en su trono. Una segunda etapa donde la masa es opuesta al contorno (denominada forma Malevisch) y la tercera, que reúne los dos anteriores y reinventa la borrosidad a través del cepillado y el rayado. Nuestro cuadro en cuestión es del segundo periodo, la masa infantil es fundamentalmente la figuración dada por el estudio del movimiento. Bacon es esencialmente un pintor de la vida puesto que la pinta en lo inestable o en la sensación de lo mismo y no en la muerte y lo estático de un cuerpo. En esta idea de sensación nos plantea Deleuze tres hipótesis: 5 Ibíd., pág.97. 6 Ibíd., pág. 98. 7 Sontag, Susan, Contra la interpretación, Alfaguara, Buenos Aires, 2005.

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Autorretrato, 1973

1) La sensación se produce a partir del objeto representado, lo que en Bacon genera un rechazo, a partir del que se da una figuración secundaria, lo sensacional, es decir se produce una tensión entre lo que no está, un perfil corpóreo definido y la sensación primaria que le da la representación del movimiento. El resultado es una oposición a la violencia de lo representado, una extraña masa de carne por la violencia de la sensación, a falta de un esqueleto definido. 2) Se suelen confundir las equivalencias de la sensación con las ambivalencias del sentimiento, es decir, la equivalencia sensacional está dada por la forma de representar el movimiento y la masa carnal en contraposición a la ambivalencia sentimental que es tomada como la negación del cuerpo. 3) Esta es la más desplegada pues es de la que Bacon habla constantemente en entrevistas realizadas a través de su vida: las sensaciones son detenciones en instantes de movimientos, estudiadas a partir del archivo fotográfico de Muybridge. Trabaja el movimiento sintéticamente: “en su continuidad, su velocidad y su violencia: como el cubismo sintético, o el futurismo, o el <<Nu>> de Duchamp”.8 Con este aspecto, Deleuze nos afirma que no es el movimiento el que da los niveles de movimiento, sino por el contrario, son los niveles de sensaciones las que explican lo que subsiste del movimiento. Para aclarar este punto debemos reconocer, como lo hace Deleuze, que a pesar de la claridad del hecho formal, la sensación es fundamental para lograr una interpretación, puesto que la hipótesis fenomenológica es quizá insuficiente, porque solo invoca el cuerpo dividido. La razón de la lectura formal es clarificadora y unificante, pero sin las sensaciones que se invocan en el cuerpo, la lectura interpretativa no sería posible. Un pensamiento se tiene con el cuerpo y no sólo se está dado en la cabeza. 8 Ibíd. pág. 50.


También hallamos la constancia en la inserción de filtros industriales y fotográficos que introducía a modo de ampliar o enmarcar zonas de la masa, que le significaban interés, empleaba armazones (redondel o paralelepípedos), que es la base o pedazo de tierra en la que la representación se mueve. En sus figuras, como la del “niño”, hay una obsesión por sacar el esqueleto de la forma carnal, se hace evidente de manera temprana en Abstracción de una forma humana, expuesta en 1937 y que le condujo a obtener críticas negativas: esta consistía en un trípode con una caja de dientes en su nodo; esta mala recepción le llevó a alejarse del público durante siete años, hasta 1944, cuando reaparece con su Estudio de figuras junto a una crucifixión, sin duda el trabajo icónico de Bacon al que se le han dedicado muchos estudios en la historia del arte. La caja de dientes en la boca abierta es usada constantemente por Bacon a lo largo de su obra, La macabra sonrisa como se le ha denominado, y proveniente del uso de este gesto en Picasso, quien la trabaja como metáfora del sexo, denominándola Vagina dentada. Picasso es una gran influencia en la obra de Bacon, no sólo en los gestos bucales, sino también en el trabajo de las Crucifixiones que también desarrolló en su carrera. Picasso comenzó este camino, pero fue Bacon quien lo exploró. Es posible que lo viera, por primera vez en la exposición de los Treinta años de Picasso (Londres, 1931) o en reproducciones, al igual que hizo con trabajos sobre radiografías, enfermedades dentales, el movimiento o el retrato Inocencio X de Velázquez, sobre el que admitió que siempre prefirió la reproducción fotográfica al original, debido a que tuvo miedo a desilusionarse, de no encontrar los brillos de la sotana que tanto lo obsesionaron y lo llevaron a pintarlo en constantes oportunidades. Bacon exploró las posibilidades que Picasso, Velásquez y otros le influyeron; él planteó formas más pensadas, como por ejemplo en la Crucifixión de 1933. Picasso pinta un cristo con el esqueleto de manera superficial, Bacon retoma la idea, pero la reduce a una forma mucho más simple influenciado por radiografías. Esta influencia radiográfica lo lleva a plantear fondos negros, como en el “Niño”, donde también encontramos que la boca está cerrada y que solo tiene un ojo, los colores en este cuadro van del blanco, pasando por los rosados y empleando pequeñas zonas rojas, es una carne tierna y joven, que además en la pincelada larga y ancha, más bien brochazos, denotan un movimiento catártico y estático. Histérico lo denominará Deleuze. Con este relato, he pretendido debelar la extraña sensación, que me embarga cada vez que veo el cuadro Estudio de un niño, es la búsqueda de poner en camino las catarsis que generan algunas obras de arte cuando se está en presencia de ellas. Creo que hay algo de odio no desarrollado en la interpretación, pero sí en la imagen; creo que ese cuadro es rabioso, desde una perspectiva psicoanalítica tendría que haber un ataque moral a toda esa oscuridad. ¿Por qué la gente le teme al doble? ¿Por qué le temes al reflejo oscuro? Tal vez porque eso es lo que hace el personaje de La Náusea, Antoine Roquentin, quien odia al mundo, no ve su reflejo, ni ve los rasgos básicos de los demás, anda buscándose a sí mismo en la obra del Marqués de Rollebon, búsqueda que abandona al final del libro, puesto que entiende que carece de sentido, como el mundo que lo rodea. Lo planteo al inicio, la interpretación de la obra no es quedarse en la percepción de la misma, sino a partir de ella buscar la explicación al lenguaje que durante la evolución

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Crucifixión, 1933

de la humanidad nos ha intrigado, nos ha perturbado: el Arte. Cada obra tiene una explicación lógica a esa profundidad en la que nos sumerge, la idea no es acabar con la magia, pero si superar las intrigas e imprecisiones que nos plantea. En este país es necesario tener estudios concienzudos sobre las manifestaciones artisticas que se dan, y es Bacon y sus extraños pedazos de carne quien nos puede ayudar, tal vez si haya en su obra una figuración violenta del mundo, como se le ha acusado siempre, y tal vez también esté la clave para exorcizar la violencia que nos agobia. Finalizo con palabras del maestro Botero quien igualmente ha querido verlo así: “A la barbarie hay que oponer la civilización; a la violencia la cultura; a la intolerancia debemos oponer el arte, porque el arte no es un capricho que adorna una sociedad, sino una necesidad espiritual que debe ser compartida con entusiasmo.”9 “El espejo me refleja, me vuelve hacia mí mismo. Lentamente me hundo en mis pálidos abismos. Me veo reflejado, ya, desde muy lejos, Perdido en esa blanca catedral del silencio Donde la luna es la virgen desnuda y muerta que yo adoro” Gabriel Celaya10. “La vida tiene tan poco significado que deberíamos intentar ser brillantes” Francis Bacon 11 Martín Tole 9 www.banrepcultural.org/museos-y-colecciones 10 Celaya, Gabriel, Marea de silencio en: http://www.gabrielcelaya.com/edicioneselectronicas_mareadesilencio47.php 11 Peppiat, Michael, Francis Bacon: Anatomía de un enigma, Gedisa, 1999, Barcelona.


LA úLTIMA GOTA

ENTRE LAS MOSCAS Poetas troyanos Ya nada de lo que podía ser vuestro Existe Ni templos ni jardines Ni poesía Sois libres Admirables poetas troyanos

Roberto Bolaño


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