A media cuadra 39 2015

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Año 10 Número 39

Techotiba, Bogotá, Colombia.

Septiembre- octubre 2015

a media cuadra amediacuadr@gmail.com @amediacuadra8 amediacuadraprensa

amediacuadra8.blogspot.com


editorial El mundo brilla como hielo, la claridad enceguece, y todo sigue un tanto más borroso, así se esté aquí en Bogotá o en cualquier cuarto de la esfera, así se cuente con la lluvia de la savia o se pierda uno, con todo y el deseo, en este laberinto frenético de alta definición en el que se fusionan todas las puertas. Pero eso no es excusa para que nos sigan golpeando, porque así nieguen la presión salvaje y milimétrica, ésta se siente mientras se mastica o se duerme, así sea lunes o domingo, no hace falta estar despierto para sentir al animal acorralado en su propia mansedumbre. Por eso el vértigo, el miedo que le sobra a la materia, algunas enfermedades crónicas, por no hablar de la enferma soledad que se acostumbra. Poco importa dónde se rompen los ejes o si se hace un énfasis deliberado en el humo que tapa el mecanismo, lo cierto, y a su vez incierto, porque tiene que ver con la misma forma de las tripas, es que no hay cabida para lo que se ha hecho de nosotros, bestias o no, reductos o inventos, somos hijos de las luciérnagas y los pantanos, merecemos otra suerte, otra narración para nuestro sol, otros muros, otro cansancio.

colaboradores: Leonardo Barbosa, Martín Tole, Edgar Suárez , Mauricio Castellanos, Carlos Molano, Blanca Forero, Bruno Maña, Francisco Gómez, Johana Arévalo, Fabián de las Salas, Iván Suárez, Andrés Hernández, Milena Galvis, Gabriela Miranda, Yuddy Calderón, Giovanni Araque, Carlos Mayo, Marcel Carrillo, Julián Vivas, John Jairo Cárdenas, Luisa Franco, Juan Felipe Escobar, Agencia Techotiba, Casa Mujeres Bachué, Andrea Pérez, Marta Delgado, Zulma Vera, Liborio Forero, David Alejandro Castro Casas, Humus, y los que no caben en la lista…

Declaración de Principios A media cuadra es un intento de puntos suspensivos sobre una hoja de papel, que busca, en lo inmediato, sumarse humildemente a la cantidad de papeles que entran en su casa, tal como son los recibos de la luz, el agua, la tierra, el aire, el fuego, el teléfono, etc. También tiene como objetivo, este si prescindible, informar y opinar sobre acontecimientos que conciernen a esta media cuadra y que sospechosamente suceden en cualquier lugar. Como todas las publicaciones de esta índole, intentaremos estar con los buenos y en contra de los malos, guardando la más precisa imparcialidad.

Impresión: Zg impresos

Red de gente El Macarenazoo, Encuentro Latino Radio, Periferia literaria, Croché Títeres, Radio Techotiba, La voz de la experiencia, La sureña, El churrusco, Mi barrio Prensa, Agencia Techotiba, Asocore, Fundación,Recíclatespeciesos, Sumando voces, Electrikclown, Nueva esperanza, Nocanchipa, Casa mujeres Bachue, Roma Escuela, Colectivo la pulpa audiovisual, Muequeta, Makia producciones, Revista consciete, Ojo al Sancocho, Mesa local de recicladoras y recicladores de Bosa, CESDE.... CATEDRA LATINOAMERICANA

Todas las opiniones escritas y gráficas, textuales, intertextuales e interestelares de este periódico son del pueblo, por tanto este humilde papel no puede hacerse responsable de ellas Si tiene algún algún texto, comentario, dibujo, buen próposito, aforismo, fotografía, historia, perversión, poema, cuento, canción, adicción, donación, disociación, rebeldía, apunte...lo estamos esperando.

Llámenos a los teléfonos 451 1861 // 311 888 0522

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y envíenos sus mensajes y demás curiosidades al correo: amediacuadr@gmail.com


la opinadera

Sobre las olas Por Humus

Hay olas que no son olas, hay expertos en levantar olas o hacerlas caer, todo depende de lo que se esté dispuesto a pagar, hay olas gigantes que se ocultan a la vista, hay olas enanas que a punta de cantaleta pueden hacer cambiar de opinión al más obstinado, hay olas que no se pueden tapar con un dedo, de todo hay en las olas de la indignación, lo cierto es que pasan, dejan estragos y luego queda todo revuelto. O tal vez ese es el objetivo. Olas de indignación por los supuestos niños bomba, por las supuestas emboscadas, por la supuesta inseguridad en Bogotá, por la pierna del soldado, por el siniestro de un helicóptero, por los deportados desde Venezuela, se salta de ola en ola sin descanso, llenamos los indicadores de la indignación en ese enjambre pegajoso que son las redes sociales, pero igual no nos enteramos de nada, quedan claras las opiniones, nunca los hechos. Los hechos no son ratificados, mucho menos explicadas las causas. Son las presunciones, el haberse enterado de oídas o la versión oficial, lo que da la garantía del suceso para pasar instantáneamente a la indignación, entendiendo por indignación, esa rabia, ese malestar moral que nos produce la acción específica de otros. Es ahí cuando ha funcionado la propaganda. Dice un amigo que las indignaciones provienen del escándalo, y quienes tienen la capacidad de montar la película, de hacer el escándalo y la pataleta son los medios de comunicación, tienen el dinero para ello, participan como agentes activos en las guerras, en golpes de Estado y fraudes de toda índole, se amparan en la libertad de prensa para garantizar la impunidad de sus fechorías y de sus intenciones. Si hay algo que hace subir la cresta de la ola de la indignación es el patrioterismo (patriotismo exagerado y superficial), y para ello basta ver la agenda de los grandes medios ante el cierre de la frontera y la deportación de colombianos, la han mostrado como una crisis humanitaria de inmensas proporciones, mientras que la crisis humanitaria que se ha vivido dentro de la frontera colombiana, día tras día y década tras década es matizada y marginada. Al fin esta ola les sirvió para atizar los leños de la guerra, para incrementar la intolerancia y la xenofobia, ya lo habían intentado con otras

olas, pero esta les fue creciendo y casi les cuaja. Que se abra el telón. Uribe, el mismo que ordenó bombardear Ecuador y capturar colombianos en Venezuela, desempolvó el megáfono (tal vez el mismo que usaba en la campaña con Peñalosa) para decir que Maduro era Nazi, Gaviria salió como un gallo de pelea (que no es) para pedir respeto y advertir que no nos la íbamos a dejar montar, la policía se metió al río para ayudar a traer tanto los enseres como el contrabando de la gente que cruzaba el río al son del himno nacional, Jeringa, desfigurado, compartió videos puteando a

Nicolás Maduro y convocó manifestaciones artísticas y de cuenta chistes, por suerte nadie le copió, o solo Roy Barreras, que exigió que Colombia, dado el impase, se saliera de Unasur. Santos, pusilánime como ha sido (no tanto como Uribe) ante tanta presión de tan mal gusto, llamó al embajador a rendir cuentas para materializar una crisis que él mismo intentaba evitar,. Mientras tanto en la escena hay una máquina que tumba la misma casa una y otra vez, llantos, desmayos, y niños (siempre hay niños) afectados por aquella dictadura sin corazón. Trataron de convencernos de que todo es producto de

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una xenofobia estatal contra los colombianos, escondida tras una supuesta guerra contra la delincuencia y el contrabando. Estos medios olvidaron contar que en Venezuela en cada familia hay parientes colombianos, por cierto, generalmente pobres, que deben sumar más del 15 % de población de ese país, y que en su mayoría viven legalmente, gracias a las políticas de nacionalización del gobierno bolivariano, con todo lo que ello implica, tanto en gastos de políticas sociales, subsidios en educación superior o entrega de viviendas. Según el gobierno bolivariano se han entregado 170.000 viviendas a familias colombianas, en contraste el gobierno colombiano ha entregado 100.000 viviendas a los connacionales. dentro del territorio. Todas

las gentes de este lado y del otro saben que el contrabando hace parte de la historia patria de estos dos países, que además de ser hermanos, o tal vez por ello, tienen exagerados y tropicales estados de corrupción. Pasa lo mismo tras las otras fronteras, Ecuador tiene su buena proporción de colombianos por fuera y dentro de las cárceles, en Panamá, Argentina, y más allá, en Estados Unidos o España, vive la diáspora de compatriotas buscando mejorar sus condiciones o su tranquilidad, lo cual no solo significa que tengamos arrojo y empuje emprendedor, sino que vivimos en una sociedad desmembrada, con las familias rotas, que por supuesto son las más pobres, aquellos emigrantes difícilmente lograrán el retorno, el cual, dadas las condiciones materiales,

no es muy deseable, por más que sigan fanfarroneando con sus cifras de desarrollo inflamatorio. Hay que recordar que cuando las olas son altas pueden causar mucho daño, incluso pueden afectar o retardar la materialización de un proceso de paz. Los megáfonos y los micrófonos seguirán escupiendo fuego para que no baje la marea. No importa que se haya llegado a un acuerdo entre los gobiernos de las dos naciones ni los importantes avances del proceso de negociación para terminar con el conflicto armado en el país, ya saltarán los de siempre para sacar provecho mediático desde sus pataleos de ahogado, buscando subirse a cualquier ola que se les atraviese.

Libertad para Feliciano Valencia Por A media cuadra Techotiba

En medio de la movilización de la minga indígena en el 2008, el ejército infiltró un suboficial en el movimiento dada su condición de pertenecer a la comunidad. Él fue descubierto por las autoridades indígenas, quienes según su legítimo ordenamiento propinaron los correctivos indicados, enmarcados en los derechos colectivos que les otorga la Constitución Nacional de un país llamado Colombia. Sin embargo, los hechos, dada la trascendencia en medios comunicación, quienes levantaron su respectiva ola de indignación, fueron señalados como crímenes por parte de la injusticia colombiana. Si estos fueran crímenes, y en eso tiene la razón la gente, tendrían que meter a todas las comunidades indígenas a la cárcel. Es preciso recordar que en la represión estatal ejercida contra este movimiento, fueron asesinados a bala, por los militares colombianos, indígenas manifestantes, hecho que se mantiene en esa gran nebulosa de impunidad a la que tristemente parecemos acostumbrados. Se sale de la paradoja para caer en el absurdo. Justo cuando la esperanza parece restituirse con los avances del proceso de paz entre el gobierno y las FARC, la injusticia colombiana decide meter en un calabozo durante 18 años al

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líder indígena Feliciano Valencia, señalándolo de los hechos antes referidos, interpretados de manera racista y segregacionista.

Feliciano Valencia es líder indígena y consejero de la Asociación de Cabildos Indígenas del norte del Cauca (ACIN), pero más allá de ello, ha sido un minguero, que con su palabra ha fortalecido el movimiento social en campos y ciudades, tejiendo aquí y allá las posibilidades de la fuerza y el afecto de la gente y su dignidad, es un hombre que dado su esfuerzo es símbolo de las posibilidades de reconciliación de los habitantes del país. Es un líder de altura humana, por eso ante las caídas y errores, ha hablado con franqueza y coherencia, respetando y acatando los controles, correctivos y decisiones de las autoridades indígenas. Hoy por ello, por este respeto y coherencia, y también por lo que su figura representa, está tras las rejas. No es gratuito que el ministro de agricultura haya dado la noticia de la detención de Feliciano en el Congreso, manifestando que era una buena noticia para el departamento del Cauca. El ministro tiene claro sus intereses y también sabe quién es Feliciano. Exigimos desde la esquinas de las ciudades, desde las parcelas, los pueblos, desde los caminos que cruzan nuestros pasos, libertad inmediata para Feliciano Valencia y respeto a los mayores, las comunidades indígenas de nuestro país.


Qué proponen los candidatos a la Alcaldía de Bogotá para el manejo del reciclaje

Por A media cuadra

En Bogotá, durante los últimos tres años, la basura ha estado en el centro del debate político, ciudadano y mediático, y no es para menos, pues la política pública concerniente al manejo de residuos en la ciudad tuvo cambios sustantivos en correspondencia con las directrices del plan de desarrollo vigente y un mandato constitucional que exige la inclusión y participación de los recicladores en el modelo de recolección y aprovechamiento de los residuos sólidos, cambios que se han condensado en el programa Basura Cero. El programa Basura Cero tiene como primer objetivo reducir los residuos que produce la ciudad a través de un mejoramiento en el proceso de reciclaje o aprovechamiento de la basura. Lo anterior implica, por un lado, un cambio cultural de los ciudadanos en el manejo y separación de la basura en ámbitos domésticos y productivos, más una reorganización de todo el sistema de recolección, y por otro, establecer un programa de inclusión para que sea la población recicladora, que históricamente ha hecho esta labor, la que preste el servicio de aprovechamiento a la ciudad, a su vez que, tal como lo dicta el Auto 275 de 2011 de la Corte Constitucional, el programa busca concretar políticas de discriminación positiva para la población recicladora, lo que significa establecer acciones que logren afectar el estado de segregación social a la que ha sido sometida dicha población. Para que esto fuera posible, y como complementariedad de este nuevo modelo, la administración de la ciudad retomó parte de la operación a través de la creación de una empresa pública especializada en la prestación del servicio de aseo y aprovechamiento en la ciudad. Esta ha servido a su vez para ejecutar, de manera transitoria, la inclusión de los recicladores al proceso, a través del pago de la parte de la tarifa correspondiente a la recolección y transporte del material que,

Mesa de recicladores/as en Bsaa, septiembre de 2015 dado su trabajo, es recuperado y no llega al relleno de Doña Juana. Aunque el programa se mantiene en una fase experimental, dada la dificultad de consolidar ciertas metas, sobre todo las concernientes a la generación de la infraestructura necesaria para su masificación y la de generar el cambio cultural en la ciudadanía para el manejo de residuos, lo cual requiere décadas de sensibilización y aprendizaje, ha logrado de manera gradual e importante vincular a la población recicladora y a sus organizaciones en el modelo de aprovechamiento y empezar a reducir el material aprovechable que llega al relleno. Hemos buscado en los planes de gobierno lo que plantean los candidatos que quieren ocupar la Alcaldía de Bogotá, en cuanto al aprovechamiento de residuos sólidos y la inclusión de los recicladores en dicha labor y pudimos encontrar que mientras la candidata del Polo Democrático y las,

ya retiradas, candidaturas del Movimiento Progresistas, y del Partido Verde, establecen una profundización del programa Basura Cero, con algunas diferencias en el enfoque, los candidatos del Partido Liberal, Equipo por Bogotá - Cambio Radical y Centro Democrático plantean un cambio del esquema sin dar muchas especificidades al respecto. Veamos: Clara López del Polo Democrático, luego del retiro de campaña de María Mercedes Maldonado y Carlos Vicente de Roux , queda como la única candidata que afirma la necesidad de profundizar el programa Basura Cero, señalando los beneficios del mismo y la aceptación que ha tenido en la ciudadanía bogotana, pero advirtiendo que se han cometido errores en su ejecución que se deben enmendar. Plantea, por un lado, la construcción de infraestructura necesaria como los parques de reciclaje, cuya construcción está vinculada al programa Basura Cero pero no se ha logrado su

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ejecución, y por otro, la creación de pequeñas y medianas empresas de recicladores, contemplada actualmente en el Plan de Inclusión, programa que ha buscado fortalecer las organizaciones de recicladores existentes. En la otra esquina tenemos la propuesta de Rafael Pardo que da más protagonismo a los grandes operadores del servicio público de recolección de residuos (no aclara si públicos o privados) como gestores del sistema de recolección y aprovechamiento, siendo estos los que generen un acompañamiento a la población recicladora, trasladando

implícitamente la tarea de inclusión a los operadores. Hay que recordar que en la licitación para contratar a los operadores del servicio público de aseo que tumbó la Corte Constitucional en el 2011 se planteaba un esquema similar. En esa misma esquina tenemos a Enrique Peñalosa quien habla de un verdadero sistema de reciclaje sin dar muchos detalles, plantea empoderar en ese verdadero sistema a los recicladores como parte de la cadena de reciclaje, sin explicar de qué manera va a realizarlo.

Por último, Francisco Santos propone llevar el reciclaje a una nueva dimensión instalando puntos limpios en diferentes sectores de la ciudad para que las personas como él, lleven allí los materiales aprovechables y aprendan a reciclar, cada punto contará con educadores ambientales y un reciclador. Por último, El candidato del Centro Democrático enfatiza que vinculará al sistema a recicladores y bodegueros y que modificará el POT de Bogotá para que los bodegueros puedan operar.

Recomendaciones para elecciones locales Por A media cuadra Techotiba

Ya se acercan las elecciones municipales para elegir alcalde, concejales y ediles, estos últimos conformarán la Junta administradora local. Para la mal llamada localidad de Kennedy se eligen 11 ediles cuya función es establecer y asignar las partidas del presupuesto con el que cuenta la alcaldía local de Kennedy para ejecutar el plan de desarrollo, es decir, que los elegidos deciden en que se invierte el dinero púbico para lograr un mejor bienestar para la gente (no solo de sus electores o votantes), además deben vigilar que la ejecución de dicho plan se realice correctamente vigilando que no haya corrupción, que no se roben la plata ni la desvíen para beneficios particulares. Si un edil dice que va arreglar una calle o un parque en particular a cambio de votos, aunque esté diciendo la verdad, está mintiendo. La JAL de Kennedy ha desviado sus funciones históricamente, los ediles y edilesas, en su gran mayoría, han sido un foco de robos y componendas, así que en vez de vigilar la corrupción han sido su artífice.

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De ahí la importancia de que el desprevenido electorado busque información para que su voto (si es que vota) sea consciente y no el intercambio por cualquier dádiva o promesa falsa. En la urna cada quien mete, para mal o para bien, el presente y futuro de los suyos, por eso no es un asunto menor.

Pregúntele a su candidato de confianza cuáles son sus intenciones, cuál es su programa, para saber de qué está hecho. Es urgente cambiar nuestra situación desde el mismo territorio en que habitamos así nos tardemos un siglo de más.


la casa

Esta fue la vida de Liborio Forero Por Edgar Suárez F.

A Blanca Isabel Forero Hace algún tiempo viajábamos en avión con Liborio Forero hacia la isla de San Andrés, él estaba al lado de la ventanilla y miraba con curiosidad hacia el lejano suelo, a veces se echaba la bendición y cerraba la ojos para susurrar alguna oración, yo le preguntaba que cómo estaba, que qué veía y él parecía no tomarme en cuenta, y luego de echar alguna mirada para abajo, concluyó para sí en voz alta: siempre hemos andado a tropezones. En ese entonces el viejo tenía 95 años y sabía de qué hablaba. Don Liborio nació en Boyacá antes de las guerras mundiales o de que algún avión se elevara sobre el suelo colombiano, allí creció comiendo lo que salía de la tierra, sobre todo balúes y guatila, que según él fueron los causantes de su longevidad. No fue a la escuela, pues en ese entonces, como sucede

aún en algunos lugares del país, era un lugar para privilegiados. En su familia aprendió las oraciones, la devoción católica y a cultivar la tierra, esa fue su única ciencia y su única letra. Se casó con una vecina, Susana Pinzón, cuando ella era casi una niña que tampoco sabía leer, con ella compartía el segundo apellido, Guerrero, al parecer eran familiares, asunto que no ventilaron demasiado pues siempre ha sido mal visto. Sin perder tiempo se dieron a mezclar su semilla, mientras empezaban su peregrinar hacia el sur y hacia las turbulencias del siglo veinte. Los primeros hijos, de ocho que tuvo con Susana, nacieron en Silvania en donde se radicó junto con algunos familiares, pero las raíces no pudieron mantenerse debido a la violencia que se desató durante la mitad del siglo. Aunque Liborio era de filiación y creencias conservadoras, fue el mismo

partido conservador el que intentó someterlo al enfrentamiento directo y a participar en la represión contra los liberales a lo que él se negó aduciendo que no podía ser mandato de Dios matar a otras personas, por ello tuvo que irse más al sur y así llegaron al Huila, a San Agustín, donde nacieron los últimos retoños de su familia. Del Huila tuvo que huir pues en medio de la guerra y ante la amenaza inminente tuvo un enfrentamiento a machete en el cual su contrincante sufrió la peor parte quedando herido en un brazo, por ello tuvo que pagar once meses de encierro en la cárcel de Pitalito, Don Liborio, tal como lo relatamos aquí hace algunos años, recuerda este periodo de su vida gratamente, pues en la cárcel le daban de comer sin tener que trabajar y él había trabajado desde niño, en tierras propias como ajenas, para poder comer.

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Blanca Isabel había conseguido una casa para ellos en este municipio, Doña Susana sufrió una caída leve, pero que a su edad tuvo consecuencias fatales. Ella que siempre andaba revoloteando de labor en labor y de cuento en cuento, no soportó estar postrada en cama y murió. Dado que Doña Susana era la que más hablaba, reía y cantaba, ante la posición un poco de cascarrabias de su marido, el silencio pobló la vida de don Liborio, quien desde entonces, empezó a hablar más que de costumbre, como si el tiempo le diera la oportunidad de contar lo visto y vivido en tantos años de existencia.

En la década del sesenta Don Liborio llegó a Bogotá cuando apenas se poblaba el suroccidente de la ciudad, cerca de lo que hoy se llama El Tejar, que en aquel entonces era un límite de la gran urbe, allí vivió junto a Susana y sus pequeños hijos la pobreza de la gran ciudad en donde los árboles ni la tierra daban frutos y todo se cambiaba por monedas, Don Liborio me contó que en Bogotá tuvo que trabajar en muchas cosas para poder vivir, pero sobre todo recuerda que fue celador de peinilla en la entonces naciente localidad de Kennedy. Mientras tanto Doña Susana trabajaba en la costura para ayudar a mantener el hogar. Los hijos mayores ya empezaban a tener descendencia y los menores terminaban el colegio, así que Don Liborio y Doña Susana dejaron la insoportable ciudad y regresaron al campo, esta vez a Algeciras en el departamento del Huila, donde primero tuvieron una pequeña finca de la que fueron expropiados de manera fraudulenta, así que con esfuerzo se hicieron a una casa en el pueblo, en la cual cada tanto llegaban hijos y nietos a visitarlos, y en la que vivían inquilinos temporales que ayudaban al ingreso y les hacían compañía. Allí fue llegando la vejez, sin embargo, Don Liborio seguía trabajando en parcelas, y escuchando los disparos y rumores de una guerra que no termina. La vida en la escasez los llevó a tener un alto sentido del ahorro, así que obtuvieron un lote de tierra para sembrar e hicieron una pequeña casa con las propias manos que luego pusieron en arriendo.

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Don Liborio vivió en Algeciras durante cuarenta años en compañía de Susana, así que vio cómo el pueblo fue creciendo hasta ser un importante centro de comercio y producción agrícola de la región. Doña Susana se hizo amiga de la maestra de la escuela y a sus setenta años aprendió a leer y a escribir, ensayaba escribiendo cartas a sus parientes contando las noticias de la vida en el pueblo, intentó, en vano, enseñar a Liborio las letras con una vieja biblia que tenían, pero él seguía pensando en cultivar la tierra. En cada visita que hacíamos, Don Liborio, mi abuelo, me contaba detalles de la guerra, de las tomas guerrilleras, de los vecinos que entraban a la guerrilla y luego caían muertos, de los policías que quedaban desmembrados después de los ataques, del día en que la guerrilla había derrumbado la iglesia del pueblo dejándola inservible. Recuerdo que hace cerca de una década me contó cómo desde la puerta de su casa vio que bajaban uno tras otro los camiones llenos de guerrilleros asesinados por el ejército en la retoma de la Zona de despeje del Caguán, esa matanza fue muy brava, dijo, con la mirada fija en la calle. Los abuelos no pudieron terminar su vida allí, fueron víctimas de un nuevo desplazamiento, los llamaban insistentemente para pedirles dinero a cambio de sus vidas, dinero que no tenían, y vidas que en el caso de Don Liborio sumaban 97 años y de Susana, 89. Salieron del pueblo a escondidas en la madrugada y semanas después estaban en Bogotá. A causa de este desplazamiento, cuando intentaban radicarse de nuevo en Silvania, pues su hija

Allí, en el barrio de los puentes en Silvania, a cargo y cuidado de sus hijos menores, sobre todo de Blanca quien se ha desvelado para que nada le falte, ni siquiera la compañía, ha vivido Don Liborio los últimos siete años, recibiendo visitas de amigos, familiares y hasta de una hija que le apareció ahora que él ya cuenta con 104 años y que casi parece de su edad. Sus días los ha pasado contando historias en las que se le enredan las emociones, sembrando alimentos en el patio de la casa y cuidando esmeradamente sus semillas como lo ha hecho siempre. Justo ahora, bajo el sol, crecen, junto al fríjol, las plantas de maíz que sembró hace unos meses, y que al parecer, por primera vez en su vida, no podrá cosechar. Don Liborio está interno hace un par de días en una Clínica en Fusagasugá en donde el médico dice lo que ya todos saben, que sus órganos han viajado durante mucho tiempo y ya no pueden caminar, su viejo y grande corazón late cada vez más lentamente, sus pulmones no quieren respirar. Él lo sabía y en las últimas dos semanas había empezado a despedirse. Cuando lo conectaron a tubos para ver si algún medicamento podía alargarle la larga vida, él se desconectó con sus propias manos como correspondía. La muerte es un asunto de días, tal vez horas, según el médico. Sin embargo, en la cadena de injusticias el desplazamiento no termina, a pesar de su estado, la EPS, en la que está inscrito irónicamente como beneficiario, no autoriza que permanezca en la clínica y exige un traslado para Bogotá que ya es inminente, la clínica advierte que puede permanecer allí sin autorización de la EPS pero a cambio de una millonaria suma de dinero. Esa es la vida de Don Liborio Forero en un país que no lo deja ni siquiera morir en paz. El 8 de septiembre murió Liborio Forero en su cama. Su cuerpo fue llevado al cementerio de Silvania acompañado por familiares y amigos.


barrio

Entre puntadas y música de despecho Por Luisa Frano

En una de las cuatro máquinas del improvisado taller, Ingrid Narváez, una mujer de piel canela y cabello negro, canta animadamente una canción de Darío Gómez mientras revisa el pantalón que acaba de armar. Frente a su máquina de coser crece una montaña de pantalones que llega a las 400 unidades y pronto habrá más. Ingrid revisa el reloj, tararea la canción y vuelve a su máquina de coser. Así, entre puntadas y música de despecho se va el día en el taller. Son las 7 de la mañana y el día recién comienza en la casa de Ingrid con un café caliente para combatir el frío. Ella se sienta en una de sus máquinas de coser, mira detenidamente la montaña de recortes que tiene por el piso del taller y suspira. Recién comenzó a hacer los bolsillos de los pantalones de la marca Sexy Blue y el diseño trenzado es una de las cosas que más tiempo le quita, debe hacer las tiras, cortarlas, trenzarlas y pegarlas. “El oficio me lo enseñó mi cuñada cuando llegué de Pasto hace siete años y fue eso lo que me dio de comer y todavía lo hace”, se ríe, “es mi actividad principal”, le da un sorbo a su

café y revisa las agujas de la máquina, mira el reloj y se levanta apresurada a despertar a su hija de 5 años.

Mira el reloj y comienza a preparar el desayuno y el café para Yesid, su esposo, quién apenas debe estar estirándose bajo las cobijas. Ingrid trabaja en un satélite de Jeans, tiene su “Quiero dejarle algo a mi niñita, darle una taller en casa y esto le permite flexibilidad en carrera o algo”, dice Ingrid mientras se acerca sus horarios, el único plazo que debe cumplir a la cama y acaricia el cabello de la pequeña. es el de cada 15 días entregar el encargo de “Vamos muñeca, ya es hora de ir al colegio”, le pantalones que le ha enviado la fábrica, es lo dice casi en un susurro y Yuliana se levanta. que ella llama Corte. “Yo manejo mi tiempo, Van directo al baño y entre halagos y cuentos con el taller aquí en la casa puedo estar con mi niña, llevarla al colegio y todo”, baja de en unos cuantos minutos sale con Yuliana la estufa la olleta del café, “pero me pongo envuelta en su toalla favorita. No demora mucho en alistarla y con la misma ternura con horarios para trabajar”, sonríe y verifica si los huevos ya están bien fritos y después de la que la despertó Ingrid la lleva al colegio, a ponerlos en el plato vuelve a su taller. unas pocas cuadras de la casa, y la deja con un beso en la frente y la promesa de que irá a “Mi trabajo es armar el pantalón, a mí me recogerla temprano. traen todos los pedacitos y yo los tengo que “Yo no quise estudiar, me fui de mi casa en Pasto a los 16 años. Yo quiero que mi hija tenga algo más, que estudie, aunque le gusta ayudarme y ya conoce mucho de todo este proceso”, se ríe mientras abre la puerta de su casa. Lo primero que hace al volver del colegio es encender las máquinas y la radio, para acompañar su camino a la cocina con un tarareo de la canción de turno.

dejar listos, cosa que no sea sino pulirlos”, explica al terminar de comer, mientras su café se enfría un poco. “Podemos sacar entre 180 y 700 pantalones por corte”, se levanta para llevar su plato a la cocina y vuelve inmediatamente a su máquina.

Han pasado 40 minutos y el sonido de las puntadas ahoga las canciones de la radio que

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ella tararea animadamente. La máquina no para y basta con distraerse unos minutos para sorprenderse con la transformación de unos pedazos de tela en los tan populares Jeans. Los siete años de labor le permiten a Ingrid mantener una conversación fluida mientras pasa con confianza las manos junto al camino de la filosa aguja. Ingrid interrumpe de golpe su trabajo al ver a su esposo en la puerta, “¿para dónde va?”, le dice. -“A trabajar con esta señora, pero vuelvo temprano”, explica Yesid tranquilo.

-“Qué pena la demora, es que la niña tuvo una mala noche y tenía que dejarles la comida a los otros dos”, se disculpa Rocío.

en una de esas grandes fábricas donde cada hora se producen 50 pantalones totalmente terminados.

-“Tranquila, vaya acomode a la niña y viene que necesito terminar este corte”, le dice Ingrid volviendo a su máquina.

El llanto de Eilyn los devuelve a la realidad y mientras Rocío se levanta para revisar a su bebé, Ingrid vuelve a mirar el reloj, “faltan cinco para las 4”, dice sorprendida, “me voy por la niña”. Se levanta de la máquina en la que ha estado sentada por horas, se estira, toma las llaves y se va camino al colegio.

“Uno entiende todas esas cosas, a mí me tocó muy duro al principio con Yuliana, como trabajaba en fábrica no tenía disponibilidad de tiempo. Y ahora que puedo trabajar desde la casa y todo, trato de ayudar a los otros”, dice Ingrid mientras suspira y mira la foto de su hija en la pared del taller.

-“Bueno, no se olvide que hoy tenemos que En cuatro horas termina de armar los llevar ese corte”, dice ella revisando las últimas pantalones para niños, “estos son de Jordan puntadas. Él asiente y sonríe. es línea para niños y toca entregarlos hoy”, mira con alivio la montaña de pantalones Yesid trabaja medio tiempo con la dueña de terminados. “Pero ya es hora de almuerzo, voy Sexy Blue, una de las fábricas que les envía a ver qué me invento”, dice y se va cantando a trabajo, es una línea de ropa femenina e la cocina. infantil. El último encargo es un modelo infantil, con un trenzado en el bolsillo Ingrid va de acá para allá, presurosa pone la trasero, en el que Ingrid prefiere no pensar carne en el sartén y va al taller a cortar tiritas pues aunque parezca sencillo tiene un largo para el trenzado, vuelve a revisar que todo trabajo detrás. “La hecha de eso es cansoncito esté bien cocinado y regresa para sentarse pero toca cogerle el tiro para que no le dé tan a trenzar. Los pantalones de Sexy Blue duro”, cuenta mientras sigue concentrada en parecen desesperarla y por eso el alternarlo terminar de unir las mangas de otro modelo. con la cocina parece ser un buen método para sobrellevarlo. Cada bolsillo tiene seis Son más de las 10 de la mañana y el trabajo tiras, se cosen primero del lado derecho, tres aunque constante parece no disminuir, de en diagonal hacia abajo y las otras tres en pronto golpean en la puerta: Es Rocío, la diagonal hacia arriba, se trenzan y se cierra. ayudante de Ingrid que viene con su bebé en el coche. Yesid vuelve y después del almuerzo se integra al equipo de las dos mujeres, con una labor -“Llegó la secretaría”, dice Ingrid cargando a que parece ser muy sencilla: cortar el hilo Eilyn, la bebé de su compañera. sobrante de los pantalones. -“Esta es apenas la primera parte del proceso, de aquí mandamos los pantalones a la lavandería”, explica Yesid. -“Así se les da el color, todos los pantalones vienen en esta tela, el color es cosa de otro proceso”, interviene Ingrid estirándose y dejando ver sus manos teñidas de azul oscuro por la tela. -“Sí”, sigue Yesid, “igual que botones, cremalleras y pedrería. Todos son otros procesos”. -“Esos sí se tienen que trabajar en las fábricas grandes, pero para trabajar desde casa solo se puede esta primera parte”, al terminar la frase sigue con el repiquetear de las agujas. Mientras Yesid separa los pantalones por tallas, Ingrid cose, corta y pega las tiras para el bolsillo, Rocío trenza y termina el bolsillo. Todos se dedican por completo a su labor y por unas horas el taller parece convertirse

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No se tarda más de 15 minutos en volver, tiempo en el que Yesid ha traído las estopas para comenzar a empacar los pantalones. “Papi”, es lo primero que se escucha cuando Ingrid abre la puerta y Yuliana entra corriendo a abrazar a Yesid, él la levanta y la consiente mientras Ingrid les da una última mirada a los pantalones. -“Mejor se va en taxi, no creo que aguante en la bicicleta con todo esto”, dice y se ríe, tal vez de imaginar la escena. Yesid asiente sonriendo y baja a Yuliana para seguir empacando, Ingrid vuelve a su máquina y Rocío aún alimenta la bebé. “Nos pagan 2 mil por pantalón y descuento antes de que salga al mercado”, cuenta Ingrid mientras empieza a hacer nuevas tiras, “nosotros los llevamos a una bodega en la avenida 68, por los almacenes de dotaciones y eso termina en los locales de San Victorino”. A las 5:30 de la tarde y con una leve llovizna, Yesid y el encargo de pantalones que hacen por 2 mil pesos, cada uno, se van rumbo a la bodega que se encargará de repartirlos para terminarlos y venderlos por 25 mil pesos o más.


Nos robaron el gol Por A media cuadra - deportes

La comunidad futbolera del Parque Timiza se encuentra consternada pues tras largos días de perseguir la pelota, en el transcurso de un par de meses, han desaparecido dos de los arcos o porterías del potrero aledaño al parque Timiza, terreno que es un lugar de encuentro para futbolistas y troncos de todas las edades, para espectadores, campeonatos y escuelas de fútbol. Nadie da razón de lo ocurrido. Hay algunas hipótesis dadas por algunos jugadores sobre el asunto, algunos sostienen que marcharon por sí solas sin rumbo fijo, otros que fueron raptadas por chirretes para cambiarlas por bichas, pero no hay certeza de su paradero, se dice que uno de los arcos fue derribado por estudiantes del Colegio Francisco Miranda en una jornada deportiva, al parecer algo intensa. Lo único cierto es que las canchas desaparecieron, solo dejaron las bases de los travesaños marcadas, al parecer, en un caso, por cortes de segueta. Este ataque criminal a la comunidad, es quizá la evidencia del poco sentido de solidaridad y de respeto hacia el derecho del otro pues han mutilado algo del goce y la alegría, tanto del goleador, como de las personas que allí

tienen un lugar común, un escenario de vida, simpatía y encuentro. Estos palos parecieran no tener dolientes, solo los deportistas que dejan ver en sus rostros la cólera y el asombro ante este acontecimiento. Las distintas autoridades no se han manifestado. A pesar de contar con CAI cerca y patrullajes constantes de la policía antihumo, los ladrones tuvieron el tiempo de cortar y llevarse los cilindros de metal y transportarlos a su nuevo destino o a su fin. Esperamos que este acto sea un hecho aislado y no sea un plan de desalojo para los centenares de futbolistas que migran hasta este lugar cada fin de semana.

Esperamos que las autoridades distritales o locales restituyan los arcos perdidos por el bien de la comunidad, la fluidez del juego y los goles de banderita.

Lo más grave de todo es que los ladrones no se llevaron los arcos de un mismo campo, sino los palos de canchas distintas, así que la cagaron doble, ahora solo se podrá jugar metegol o volver a la vieja usanza de poner las maletas como arco, lo que generará que los goles sean más polémicos, sumando tiempo al alegato y restándoselo al juego, serán discusiones sin fin sobre si entró o no entró el balón, o si el gol fue legítimo o se lo robaron.

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Cuando los muros hablan la calle se libera

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Habitantes de esta comarca de Techotiba se encontraron en los lujuriosos y románticos puentes que se elevan sobre la Avenida Boyacá, en los cruces de la Avenida Primero de mayo y Avenida de las Américas, por donde transitamos día tras día para salir del atolladero, para pintar en los muros y columnas grises que soportan estas construcciones. Esta actividad se realizó en el marco de un convenio pactado entre la Alcaldía local de Kennedy y la Fundación Veritas AID, que tuvo como fin amplificar la voz de los jóvenes del terruño a través de pinturas sobre la piedra, accionando el diálogo de la gente que pinta y la gente que pasa, todo esto enmarcado en la política pública de Bogotá Humana. Jóvenes de Castilla, Kennedy Central, Timiza, Roma, Almenar, Boíta, entre otros barrios de la localidad participaron en la convocatoria y ejecutaron su iniciativa sobre la pared, justo en la calle. A la actividad se sumaron grupos de barristas y grafiteros que espontáneamente tomaron su pedazo de cemento para pintar. Los muros ya están hablando para la ciudad y para los transeúntes que merodean y fluyen por estas vías. Los temas presentes en los murales reivindican el arte urbano, el territorio, el medio ambiente y la recuperación de la calle y de lo público como espacio de diálogo y creatividad. Una semana, cerca de 50 jóvenes, amigos, muchas latas, algunos baldes, vida, resistencia, mucho color, esencia, tráfico, sancocho y humo, fueron necesarios para decir que el puente está pintado. Agradecimiento especial a Medios Kreativos por su participación. En la calle nos vemos. Haz lo que la calle te diga.


¿Dónde queda Guatemala?

La memoria se escribe sobre tela Por Gabriela Miranda García

Yo escribo esto porque pinté varias de ellas, y lo dedico a las manos que estuvieron ahí) En Guatemala desde el 25 de abril ha habido movilizaciones de ciudadanas y ciudadanos indignados, pelearon en las calles ante el descubrimiento de corrupción por parte del gobierno de la vicepresidencia. Desde entonces la gente no dejó de ir a la plaza principal de la ciudad a manifestarse o a otros lugares claves, al Tribunal Supremo Electoral o a la Corte de Constitucionalidad. A exigir, a denunciar, a delatar, a gritar su indignación. Las demandas iban desde la renuncia de la vicepresidenta, hasta la reforma electoral, la cancelación de las elecciones y hasta pedir cárcel para el presidente Otto Pérez Molina que antes fue el Mayor Tito Arias, implicado en los Genocidios cometidos en Guatemala. Durante este tiempo de lucha y resistencia en Guatemala, hubo montones de formas creativas de manifestarse: piñatas, performance, artículos, carteles y por supuesto las consignas, que nos acercaban con su ritmo y propuesta.

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Había algo de efímero en todo esto, de apurado, de cambiante, yo pensaba: “la gente de este pueblo está habituada a la brevedad, como con las alfombras de aserrín pintado de colores en las procesiones religiosas, que de bellas duran un instante”. Porque después de horas en hacer estas alfombras sobre la calle, cuando pasa la procesión simplemente se las arrastra. Y sin embargo mucho queda en la memoria. Así, si la historia está escrita en piedra, la memoria está escrita en gritos, cartón y telas de colores. Muchas de las frases puestas en las mantas que acompañaron estos meses, dan cuenta de los procesos de lo recorrido. Aún se puede caminar por fuera del parque Morazán y leer en el duro asfalto, algunas de las frases que quedaron estampadas al pintarlas en la calle. Los colores intencionados o no: “es negra porque sólo ese color teníamos”, “es amarilla porque ningún partido es amarillo”, “es roja porque siempre hemos escrito sobre rojo”. Las mantas se hicieron de donado, de rebuscado y de prestado: telas, lugares para hacerlas, pinceles, pinturas y pita. Todo servía.

Algunas mantas fueron inspiradoras, otras incluso, proféticas. Muchas contundentes, algunas confusas y otras coyunturales. La enorme manta que acompañó de principio a fin, con la frase: “En estas condiciones no queremos elecciones”, revela un profundo proceso reflexivo, tanto que miles de personas la hicieron suya. Refleja que las preocupaciones iban más allá de las renuncias necesarias de la, ahora ex vicepresidenta, Roxana Baldetti y del ex presidente, Otto Pérez Molina, y que los resultados desalentadores del proceso electoral ya eran evidentes. Algunas apremiaban de urgencia: “Cárcel, destitución, devolución”, “Exigimos al congreso reformar la ley electoral ¡¡¡Reformas ya, vigencia ya!!!”, “Fuera Otto y Roxana”, “Otto ladrón, te queremos en Pavón”, “Cárcel a los corruptos”. Otras hablaban del trabajo colectivo, “Esta indignación requiere organización: en tu barrio, en tu escuela, en tu iglesia” o “Sobre el muro de la corrupción, la voz de la indignación”.


Muchas más contenían frases imprescindibles: “Si no hay justicia para el pueblo, no habrá paz para el gobierno”, “La memoria rebelde no se deja domesticar” o “Los partidos políticos violan la ley electoral”, “No queremos ni patrón, ni partido, ni elecciones”, La contundencia de algunas nos hacía temblar: “Por ladrones y asesinos exigimos la abolición del ejército” o “En huelga de hambre por la renuncia de Otto Pérez”. Lo más importante es que fueron un espacio para que las personas pensaran el país que quieren, para que leyeran lo que nunca antes habían leído: “Te toca Tito Arias, Genocida”. Para que se hicieran nuevos compromisos: “USAC es pueblo”; para hacer presentes a las ausentes “Mujeres privadas de libertad”; y presentes a los y las de siempre: “Por la protección de la Madre Tierra. El pueblo ch'rotic', vive”; para hablar claro: “Las mujeres indígenas estamos hartas de la corrupción”; fueron lugares para fortalecer sueños históricos: “Florecerás Guatemala” o sueños cumplidos: “Floreces Guatemala”. Así, aunque tradicionalmente se diga que la historia se escribe en piedra, como para decir que no hay modo de cambiarla, las mantas escribieron la historia en humilde

tela, en colores chillantes, en frases cortas y comprensibles. Tal vez la historia de las guerras se escriba en piedra, pero la memoria de las resistencias se escribe en tela. Unas más, otras menos, muchas personas se mantuvieron firmes, hasta la noche del 6 de

septiembre, la fecha de las elecciones, cuando descolgaron del Palacio de Gobierno, la última manta de este proceso que nos abre el camino y afirma: “Nuestros sueños no caben en sus urnas”. Y la lucha sigue.

Objetos y sujetos de la literatura Por Carlos Mayo

El texto y el lector Sabemos que todo texto literario expone temas, conflictos, sentimientos, análisis, teorías, tamizados por el género literario escogido por el autor, marcado por su estilo, para que después los lectores lo tengan en cuenta y apliquen uno o varios de sus puntos de vista en la vida práctica y afectiva cotidiana, o lo olviden; lo último es lo más frecuente en este inicio del siglo XXI, porque los medios audiovisuales son los que imponen los ritmos de vida a los individuos, a las comunidades y, es raro el poema, relato o novela que después de leído se tenga en cuenta para cualquier actividad de la vida. Los textos de terapia sicológica, algunos de metafísica y los considerados “de la nueva era” tal vez cumplen, para algunas personas y grupos, esa función práctica. Es un desafío primordial del escritor contemporáneo aplicar un alto nivel estético y ético en sus textos para que no sean olvidados

por sus lectores, y estos se dispongan a difundirlos entre sus conciudadanos; reto, para también superar en la actualidad la difusión monopolizadora de las industrias editoriales e institucionales, como de aquellas organizaciones que imponen la difusión de lecturas. Volvamos a nuestra idea central, para precisar que el buen texto literario impulsa tanto al lector como a la lectora a pensarse, a creerse y a sentirse viviendo entre esa ficción; porque es el texto literario el que toma al lector, no al revés; el lector es el asaltado en su interés por la vida palpitante en el escrito o por las reflexiones de sus protagonistas, a través de sus agudas contradicciones y por el estilo del autor que contribuye a envolverlo e integrarlo a su realidad narrativa, e inducirlo a convertirse en un protagonista real, fuera del texto, identificado con alguno de los personajes construidos con palabras. En ese momento el lector, desde su imaginación y emoción, se hace personaje del texto,

introducido en él, cree asumir las acciones protagónicas; sufre, reflexiona, ama, detesta o se alegra; un texto que arrastre a sus lectores a situaciones semejantes y sensitivas, es texto que convierte al lector, en sujeto literario. Cimentación del sujeto literario en la lectura A continuación abordaremos la relación entre el texto literario con el lector, para tratar de determinar cómo es el fenómeno o proceso que hace que la lectura convierta al leyente en sujeto literario, veamos: El texto literario conduce al lector más allá del anecdotario expuesto, lo lleva más allá de los acontecimientos y hechos narrados entre personajes divertidos o asombrosos; sencillamente Lo pone a pensar y a sentir. El escritor colombiano Ricardo Cano Gaviria en un párrafo suyo recuerda, que Flaubert le

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en el tintero recomendaba a una de sus amigas: “Pero no lea como leen los niños, para divertirse, ni como lo hacen los ambiciosos, para instruirse. No, lea para vivir.” (1) El escritor francés tal vez le pedía a la lectora su colaboración, le solicitaba que se concentrara en los planteamientos y dramas de los personajes, que los sintiera y pensara. Pero cuando el texto es de alta categoría literaria, y las cualidades del lector le corresponden, este no necesita de esfuerzo ninguno para ser sorprendido realizando un acto más de su propia vida desde la lectura y, vivir en sí mismo la acción de los personajes literarios de manera imaginada, reflexionando sobre su propia existencia. Reiteremos, la literatura expone altas contradicciones, contextos narrativos e identitarios, dichos y actos plenos de amor, o lo contrario, siempre con sus consecuencias narrativas, y aunque la acción sea realizada por personajes imaginarios, fantásticos o irreales, el lector se los se adjudica, se piensa y se siente en la situación de aquellos, y asume sus actitudes o las rechaza, termina equiparándose e identificándose con uno o con varios personajes de acuerdo a sus condiciones individuales, a su realidad; quien lee al sentirse convertido en protagonista, se

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convence que debe hacerse explicaciones y orientaciones para hacer cambios en su vida, o mínimo revisarla no sólo de convicciones y creencias, también cae en cuenta que debe cumplir actos distintos, consecuentes a sus nuevas convicciones, igual a como lo realizan los personajes literarios en la obra, que se transforman poco a poco o de manera repentina, con suficiente tiempo o antes de su muerte, e influyen en la innovación de su realidad ficcionada. Cuando la literatura interviene a los lectores como venimos analizando, los impacta literariamente, no se quedan conformes con ser lectores o espectadores solitarios, comparten el texto, el cuento, el poema, la novela o el ensayo -y en estos días la película-, con sus allegados, lo publican de distintas formas artesanales: invitan a otras personas, en nuestro caso a los amigos del café literario para leerlo en voz alta, lo copian a mano, a máquina, -todavía se usan- o fotocopian, envían por internet y cuando es un libro, lo prestan, lo buscan para obsequiarlo, lo recomiendan; (creo que para facilitar ese proceso de comunicación y de transmisión de textos surgieron las editoriales, que lo aprovechan como mercado) de todas formas, de manera lenta pero segura, ese texto literario

marcará su huella ética y estética, primero a la comunidad a la que pertenece el escritor, para luego, poco a poco, refrescar o golpear con sus hojas de tinta a su sociedad en general. Es lo que le pasó a los textos de “Gabo”. Diferentes obras literarias han producido vibraciones individuales arrasadoras de sus lectores, y pasadas de mano en mano, de sujeto a sujeto, se han convertido en propiciadoras de transformaciones sociales en distintos momentos históricos y geográficos, por muchos años, por siglos, como El Quijote” que influyó de manera contundente en la vida de miles de europeos; los estudios sobre sus influjos, al menos sobre la sociedad española hasta el día de hoy lo demuestran. Shakespeare desde el siglo XVI escribió obras perdurables que aún conmocionan desde la escena a los pueblos del mundo, tanto de manera individual como colectiva. También las tragedias de Sófocles, narraciones extraídas de la realidad histórica de Grecia, fueron puestas por su autor como espejos ante sus comunidades para que se hicieran conscientes de sus máscaras cotidianas. Dos obras que dominaron a cientos de sus lectores, que convertidos en sus sujetos


literarios los pusieron a caminar de acuerdo con su ética y estética de manera innegable, posibilitaron e impulsaron rotundos cambios en sus costumbres y permitieron establecer una nueva escuela literaria, fueron las dos cortas novelas de Goethe: “Las cuitas del joven Werther” y su “Fausto”; el joven Werther condujo a cientos de muchachos al suicidio; tan poderosa fue la influencia del texto sobre sus personalidades, que los aniquiló como sujetos. Desde la reflexión del ensayo y sus diferencias de estilo con los géneros narrativos, a partir de comienzos del siglo XIX en que fueron lanzados al mundo y aún lo refrescan, encontramos textos inolvidables y vigentes para todos los tiempos y lugares en donde habita la humanidad. Ensayos sujetadores de sociedades como: la mayoría de textos que escribieron los franceses de la Ilustración, que dieron origen a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, escrito breve que rodó por los ojos del mundo, convirtiendo a sus lectores en decapitadores de monarquías; más tarde “El manifiesto comunista” de Carlos Marx y Federico Engels, que para bien o para mal, elevó a las cúspides de la ética el papel de millones de trabajadores, a los cuales fue dedicado y que son sus lectores principales; también el “Yo acuso” de Emilio Zola, propició nuevas maneras de acción de los intelectuales en favor o en contra de los Estados y aumentó la importancia de los derechos del ciudadano. De nuestra América mencionemos las memorables “Cartas y manifiestos” de Simón Bolívar, que si las leemos en este momento, nos siguen convirtiendo en soldados de la independencia; los “Versos sencillos”, de José Martí, sus ensayos y crónicas de “Nuestra América” continúan vigentes en el esfuerzo de construir nuestra autonomía de países latinoamericanos; el cuento “Seva” escrito por Luis López Nieves editado en los años sesenta del siglo pasado, paralizó a Puerto Rico en el momento de su publicación. Nombramos aquí aquellos textos que hacen evolucionar a la humanidad y no los que la han impactado para inmovilizarla y hacerla nihilista o decadente -aunque parezca contradecirnos, cuando nos enteramos del efecto negativo del joven Werther en la adolescencia alemana de aquella época, pero los estudiosos consideran que con esa obra empezó el romanticismo, y este es un avance estético y ético de la humanidad-. Muchos son los estudios y las obras literarias que hicieron huella profunda en sus lectores, los conmocionó y los llevó a asumir nuevas formas de existencia personal y colectiva, porque cada lector fue convertido en sujeto literario. Es indispensable nombrar

aquí a Friedrich Nietzsche y por lo menos “La genealogía de la moral”, a Sigmund Freud con cualquiera de sus estudios de sicoanálisis. Hay muchos autores, filósofos, ensayistas del siglo veinte que marcan con sus escritos a la humanidad, como Ingenieros, Martínez Estrada, Reyes, Paz, Borges, o Foucault, Fromm, Fannon, Calvino, Dussel, Mignolo. O los literatos y poetas fundadores de movimientos como los modernistas, los Poetas Malditos, los surrealistas, vanguardistas, creacionistas y demás, o los transformadores de la narrativa como Poe, Mann, Hemingway, Carlos Fuentes, Rulfo, García Márquez, Galeano. La lista se alarga de acuerdo con las inclinaciones de cada estudioso o lector, y se hace monótono solo nombrarlos.

comunitario, que le da cuerpo a la identidad social, y ata a cada individuo a la sociedad, dándole forma a su ser social. Notas 1-Cano Gaviria, Ricardo en “Escribir hoy: diez reflexiones de autores latinoamericanos”. Colección Educación Estética. pág. 64. Dirección Electrónica. carlosmayo999@ yahoo.es

Recapitulando, para terminar, digamos que el texto que caza al lector, produce efectos sorpresivos en él, sacude sus principios fundamentales, sus creencias, desequilibra las bases cognitivas que sostienen su existencia, lo conduce a reflexionar, a pensarse, a autocriticarse, para luego poner en cuestión lo que le rodea e influye y pasar a criticar a su comunidad, a su sociedad, incluyéndose. Es posible que el lector inicie sus reflexiones de manera distinta. Ahora, es muy raro que una persona reflexiva asuma cambios de manera radical, de un momento a otro o inmediatamente haya terminado de leer el texto arrollador. Como dijimos antes, el lector “sujeto” desea compartir de inmediato la lectura del texto, lo exalta, lo analiza con otros lectores, e inicia de manera imperceptible, nuevos hábitos, que lo conducirán poco a poco a cambios fundamentales; como mínimo transforma el hábito de la meditación individual en colectiva; meditación, tal vez, para tratar de actuar ahora por un cambio, al menos individual. -------------------------------------------------------------------------------------------------------.. *Existen muchas definiciones sobre el sujeto. El autor de este ensayo expone aquí la suya como síntesis de las demás. La palabra sujeto proviene del latín y refiere desde la filosofía, al humano que se piensa a sí mismo; es la conciencia atada al SER. Toda persona conlleva en sí misma una formación cultural dada por sus familiares, aumentada por la comunidad que lo rodea y, en nuestra época, es influida por las nuevas costumbres impulsadas por los medios de comunicación y las muchas circunstancias ciudadanas, entre ellas, las nuevas tendencias de lectura. Esas influencias conforman en cada persona su identidad o ser individual y al mismo tiempo configura su identidad grupal o ser

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El espacio basura no pretende crear perfección, solo interés. Por Martín Tole

“Te quise amar y tu amor no era fuego no era lumbre; las distancias apartan las ciudades, las ciudades destruyen las costumbres” José Alfredo Jiménez El título de este texto es extraído de un ensayo al respecto de “El Espacio Basura” del arquitecto Rem Koolhaas, escrito en el que nos plantea la necesidad de volvernos a pensar la arquitectura y la ciudad. No entraré en detalles sobre el mismo, pero aclaro, que lo que se procura mostrar aquí es la necesidad de pensarnos políticamente el espacio de la ciudad de manera evolutiva y no como una coyuntura electoral o económica, como también lo plantea Koolhaas. Para ello es necesario entender que la actual forma de concebir la espacialidad está ligada a un devenir histórico y no a las geniales propuestas de un alcalde o aspirante a serlo. El espacio ha sido considerado desde el principio de la civilización, entender su existencia fue fundamental para nuestro sedentarismo; la necesidad de crearlo o recrearlo es inherente a la existencia del hombre, y tiene implicaciones políticas, cuenta de esto nos la da la ciudad misma. Los filósofos griegos, con Demócrito, comienzan a pensarlo en el sentido de que está dado en relación con las cosas y el lugar que ocupan. Los griegos fueron los primeros, para la historia de occidente, en organizar la ciudad. Einstein plantea dos conceptos que se excluyen entre sí: el espacio como cualidad, donde son los cuerpos los que determinan el espacio; y como recipiente, donde hay una realidad superior condicionante. A partir de ahí el espacio pasa a ser visto en términos de absoluto y relativo, verdadero y aparente, matemático y usual, racional y subjetivo. Con la modernidad se crea la preocupación por el sentido del espacio arquitectónico en la historia, la creación de las nociones historiográficas para la interpretación de los fenómenos arquitectónicos y la crisis entre cultura y técnica propias del lugar de la historia en el que nos encontramos; esto

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implica que son proposiciones de carácter temporal sin pretensiones de verdad objetiva. Estas nuevas ideas plantean la consideración del cuerpo humano y su estado de cambio constante, como también lo está sugiriendo la física; los fenómenos espaciales son desarrollados a partir del humano, y no de las cosas o de la voluntad de Dios. Las

direcciones actuales están dadas por la inserción de cambios en procesos culturales más amplios y por consiguiente, los cambios no son rupturas absolutas ni provenientes de la “genialidad” individual de algún urbanista o político de turno, sino que son procesos sociales y por tanto históricos.


en el tintero La concepción de lo nuevo implica la invención de un discurso de lo nuevo, debilitando las coexistencias de diversas voces, permitiendo la destrucción del patrimonio y la imposición de nuevas espacialidades, en algunos casos totalmente ajenas a la cultura, como lo son un centro comercial o una estación del metro ¿no sería más beneficioso tener todo al alcance de nuestro cuerpo, que tener que desplazarnos o condensarnos para poder satisfacernos? Esta negación del carácter de cambio constante de la sociedad ha hecho una arquitectura rígida y cerrada; con parques con rejas y horarios; y supermercados con “lo más fresco del campo”. Esto se da en la actualidad como la instrumentación política de la ciudad, posición que ubica a la fenomenología del espacio, la arquitectura misma, como una ramera que se vende al mejor postor, llámese político o empresario o arquitecto, que en muchos casos terminan siendo el mismo; y que por desgracia, “trabajan duro” para mantenernos así, enjaulados. Este servilismo es a lo que se le ve como la muerte de la Arquitectura, servilismo que además es histórico. Estos nuevos discursos son las políticas establecidas, que permiten crear alamedas en caños malolientes, en vez de salvar el río o de crear vivienda de interés prioritario en medio de barrios estrato seis o de construir torres de veinte pisos en medio de barrios marginales. Eso no es lo que quieren los ciudadanos, pero los intereses políticos y económicos los imponen.

huella en la sociedad, son mercancías de gran tamaño que responden a unas necesidades de mercado. Como los cines del centro, los centros comerciales de barrio o los balcones en Bogotá. Tanto nos influencia la tecnología hoy en día que se planean ciudades para los automóviles más que para la gente. Ya lo decía Le Corbusier “el automóvil es la pesadilla del futuro” futuro que es hoy nuestro presente. Esta identidad que se nos vende de acuerdo con el segmento de mercado o gueto o estrato en el que estemos clasificados, es la crisis existencial del espacio, de la individualidad, incluso de Dios: “El espacio basura no pretende crear perfección, sólo interés.” El espacio concreto de las experiencias humanas debe ser creado por una conducta corporal consciente, por la producción y distribución de objetos y sus conjuntos; y no por necesidades aparentes e implicaciones económicas abstractas, mucho menos por burbujas inmobiliarias y motivaciones electorales. La objetivación del espacio solo puede estar dada a partir de funciones del espíritu, de la existencia, de lo vitalmente humano, como comer en grupo o amar individualmente, estas son las que no están sometidas a los cambios históricos, pero sí son

cambiadas por las condiciones económicas. No son solo los edificios y los espacios construidos alrededor, sino también las nuevas tecnologías, los medios masivos y la venta de experiencias fáciles y seguras entre otros (diga usted putas, centros comerciales y parques de diversión) que poco a poco se han convertido en el sustituto de una vida corpórea, real, perceptiva y en comunidad. Mucha gente celebra los logros alcanzados por la tecnología en los inmuebles que se han construido en los últimos años, y por ende en el habitar; es de cuestionarse qué tan favorable ha sido el llegar a este nivel de supuesto avance. Sólo son estructuras y edificios sin valor arquitectónico ya que la compatibilidad entre naturaleza-hombre-edificio-historia que antes se tenía, se ha perdido y reemplazado por cosas tecnológicamente banales, que al fin y al cabo acaban por ser obsoletas, por ser arquitectura obsoleta, galpones, cambuches high tech; como la vida misma en este mundo de mercancías. Por eso en épocas electoreras en las ciudades hay que tener cuidado con qué clase de obras les promete el político de turno. Se trata de cómo la ciudad se adapta a mí y qué es lo que yo puedo hacer por la ella.

El espacio para su existencia requiere al humano en su estar en él mismo y de las cosas que están a su alcance y ordenadas de acuerdo con sus necesidades. La función de la ciudad transformó el estar en la misma y dejó a un lado la necesidad de cada individuo de trasfigurar su entorno. La espacialidad dejo de ser concebida en función del hombre para ser determinada por las necesidades de una máquina, la ciudad. La cercanía no es distancia, no es poder ir a un centro comercial y comprar café descafeinado o leche deslactosada, o que me llegue a domicilio. La cercanía es conocimiento de la verdad, es desalejamiento, es la utilidad de las cosas por necesidad y ligadas a la cotidianidad. Es decir, el espacio es pensado por el hombre o mujer en función propia y de ahí que sea esencial planearlo desde la posibilidad de la individualización. Los políticos en campaña no deberían decirle a la gente: “vamos a hacerles un parque” sino que deben preguntar ¿qué necesitan: un parque? Los espacios que se generan en la arquitectura moderna a medida que pasa el tiempo van careciendo de relevancia, no dejan ninguna

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Nadie nos prepara para el fin del mundo y sin embargo hay tantos.. moriremos antes que las cucarachas, las ratas y los murciélagos no quedaremos vivos ni podremos hacer nada con los minutos que nos queden antes del final. Cuando se llevan a los niños el fin del mundo ha comenzado, se escribe con llanto y sangre. Estoy furiosa y moribunda

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No seremos los números de tu cuenta bancaria ni de tu lista de horror, ¿entiendes? No borras la vida, por cada minuto de silencio tendrás otro de guerra

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Durante tu ausencia murió el perro. No estará aquí cuando vuelvas. Tal vez yo tampoco, ni tus hermanas, tal vez encuentres un país vacío, si vuelves y no estamos es porque todos salimos a buscarte.

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Este país esta hecho mierda, no me vengan con censuras nacionalistas, yo sé lo que digo, sé que es mierda, porque sé lo que me trago

Gabriela Miranda García

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Esta lucha se lleva como agua entre las manos se escapa, se filtra, se agota. Y así, insurrecta, cura la sed.

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Sus nombres son como las cosas de siempre: Sal, Lluvia, Agua, Gata, Canción, Mano, Memoria, Ráfaga, Sur, Casa, Montaña, Armadillo, Cintura, Ventana, Miel, Abuela, Fuego, Llamarada, Apéndice, Chile, Niña, Flores, Ciruela, Canela, Bruja, , Sombra, Morena, Azul, Beso, Entraña, Noche, Pueblo, Párpados, Justicia, Mayo, Río, Placenta, Golondrina, Luna, Clavel, Milpa, Labios, Revolución. Las cosas que amamos y no queremos dejar ir

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en el tintero El inquilino Consigues un lugar y allí llevas tus cosas, tus escrúpulos, y las paredes van recogiendo el polvo los ruidos que produce la vida cuando aletea o cruje. Consigues una puerta, el murmullo de un llavero, doblas el lomo y sacas barriga para poder pagar tu derecho de estar, de cagar en un inodoro verde, de tener una coordenada para que lleguen los amigos y el reporte de las deudas. Consigues un mapa, el color de una tienda, el anochecer preciso de un cielo que se repite en la misma ventana en que despiertas. Algo fundamental, un escondite, una prisión, un refugio, un pedazo del universo. Hasta que un día, a través del aire humeante de la ciudad, llega el correo que establece la fecha en la que debes largarte, aclarando que debes borrar las huellas y las telarañas de la cueva, para reiterarte que el rumbo, así lo quieras o no, es nómada como los días. Y entonces empiezas a guardar las arrugas en una caja de cartón.

E.S.

Diagnóstico No me trates así, bien sabes que he cambiado, ya no olvido borrar los desnudos del guasap y siempre llego a dormir al lecho a veces algo deshecho por el trajin, pero es un hecho. Antes no daba tregua nunca paro mi lengua de dar y volar, ya sabes lo que refiero, asuntos de muchas babas, ahora en mi cultura me acechan otros fermentos, y eso que aún no pierdo las plumas, (o solo las habituales) pero ya puedo dejar abierto mi perfil aunque a veces me atormento, pues como poeta soy débil ante los chat y resbalo por allí alguna que otra caricia, es solo literatura, terapia ante la locura que ya no acepta argumento, pero que calienta al fin, para que negar el fuego aunque sea fuego fatuo. Lo cierto es que tu juicio, no tiene pronta verdad y peca mucho de vicio, aunque eso es otro tema, y a mi la verdad ya me está matando el sueño, no sé de cuando acá me viene tanto cansancio, yo creo que es la tiroides. E.S 21


horóscopo Bruno Maña Aries Del 21 de marzo al 20 de abril Acepta los colores que desgasta la noche, son la entrada a los abismos de este mundo, la escala de los sismos que estremecen tu boca, la subasta de la que somos parte nudo a nudo, Solo así se podrá cambiar el juego, repasando silencios. No es con ruegos que cambias lo que fue y no se pudo.

Virgo Del 24 de agosto al 23 de septiembre No hay purezas en la villa humana, no te devanes los sesos buscando un arquetipo que vas ajustando a tu moral. Observa en tu ventana la ventana de las otras cosas que circulan, como tú, en los afanes de la era, viviendo los desmanes, los remiendos,la tarde misteriosa.

¿Sientes que sigues fuera de la zona de equilibrio? la calma que esperas es humo, un discurso a la carrera para seguir, retórica dulzona que quiere que no pares ni razones. En el vertigo que te intranquiliza tal vez esta la fuerza y la risa que hace calentar los corazones.

Deja de predicar felicidades sin retorno, trabajas, cagas, duermes te despeinas, los días son inermes coincidencias que creen ser verdades, las sonrisas se vuelven más tirantes. No por negar la herida desaparece, la vida es vida porque adormece y hace vivir. Recuerda que pasó antes.

Capricornio Del 22 de diciembre al 20 de enero

Géminis Del 22 de mayo al 21 de junio

¿Cansado de vivir en la ratonera? ¿siente que la ciudad lo está agotando? reaccione ahora, vaya reajustando lo que queda, la herida, las ojeras, a otro ritmo que tenga más en cuenta al animal que fluye entre la ropa. no basta con tomarse algunas copas para luego poner la vida en venta.

Las normas que sigues a rajatabla no fueron hechas para la arruinada economía de nuestra manada, sino para los que comen y hablan a manos llenas entre la mentira y el exceso. Encuentra las fisuras de este sistema entre las basuras y el miedo. sal afuera y conspira.

Acuario Del 21 de enero al 18 de febrero

Cáncer Del 22 de junio al 22 de julio

La libertad no es el fin es la ruta, no desesperes, tienen controladas la soledad y el pudor de la miradas, no empieza ni termina esta disputa, la iniciativa debe ser latente salir de la conciencia, la dulzura, también hay acudir a la locura que sale de los ojos de la gente.

Moja tu rabia con lluvia en tormenta y que el agua te muestre los detalles de tu tiempo, la forma de tus calles por ejemplo, la crisis que revienta el placer, el amor puesto en el plato. No golpees tu cara contra el muro ni dejes que te guien los apuros. Esta máquina come de tus ratos.

No busques el color en tu pupila es la luz la que rompe los matices, No intentes ya borrar las cicatrices ni echarlas en un sobre de manila, es lo que eres, lo que esta pasando. Desliza tus sentidos en las rocas que tocan lo presente. Ya desboca la voz de tu dolor y sigue andando.

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Resta al día el relój de tu trabajo ¿Qué te queda?, ¿un sueño?, ¿dos zapatos? se acortan los minutos y los ratos, el tiempo del cariño es un atajo entre la obligacion, el desperdicio y la gula. Hay que salir del lío, aprender a moverse como el río que no sabe que viene el precipicio Sagitario Del 23 de noviembre al 21 de diciembre

Tauro Del 21 de abril al 21 de mayo

Leo Del 23 de julio al 23 de agosto

Escorpión Del 24 de octubre al 22 de noviembre

Libra Del 24 de septiembre al 23 de octubre No estires más la cuerda que se rompe, el planeta no gira por tus ganas o tu juego, no mide en semanas su tristeza. Tu grito no corrompe la noche. Ponte aquí de cara al viento sin tiempo ni arandelas, con el hueso, con lo que sabes de ti. Tu espeso corazón necesita otro alimento

Piscis Del 19 de febrero al 20 de marzo No gastes tus neuronas en recetas repetidas buscando el mismo efecto, a veces el camino incorrecto nos lleva a una puerta más concreta, más hermosa. La vida no es tu boca mirándose al espejo, es un todo que se va revolviendo a su acomodo que se cuela, se alegra, se disloca


esquina Todo lo del pobre es robado así madrugue Guerrillero desmovilízate y haz parte de la selección Es por estas fechas que los políticos comienzan a tirar cambios de frente El veganismo es el apio del pueblo Si no trabajas, estorba; lo importante es participar En Colombia a lo único que llegamos temprano es a diciembre.

Juro que lo oí decir Horizontales 1. El libertador de todo este parche. 2. Al que se le derritieron las alas. Mantenerse en el aire sin ayuda. 3. Ciudad del suroccidente venezolano. Patio abierto situado a la entrada de algunas iglesias. 4. Inv., lo único que tiene el rey en la cabeza. Las pilas medianas. 5. Papa hecha puré. Donde se guarda la droga o el contrabando. 6. Chupa sangre como los políticos. El que mira insistentemente. 7. Inv., cobalto. Inv., árbol de madera negra. Nombre de mujer. 8. Inv. Nombre de escritor de apellido Bradbury, autor de Crónicas marcianas. Inv., río colombo-venezolano. 9. Compactas, tupidas. Figura de cualquier dios. 10. Inv., parque natural ubicado en el Chocó. Puse en la brasa. Inv., apellido de fulano. 11. Preposición que además sirve para multiplicar. Extraña. Elemento químico de número atómico 53 que se encuentra en algas y organismos marinos. 12. Terminación de alcohol. Apretarán con los dientes ya sea por hambre, rabia o corrupción. 13. Se dice de un evento que se produce por azar o fuera de lo previsto. Inv., el número uno. Verticales 1. Valle del Putumayo amenazado y azotado por la minería. Capaz, idónea. 2. Instituto colombiano antiagropecuario. José... desplazado guajiro que llegó a fundar Macondo. 3. Instrumento musical que suena en ambos lados de la frontera. Inv., trotar velozmente. 4. El gran río colombo-venezolano. Nueva Tecnología. Litio 5. Como le dicen al abuelo en ambos lados de la frontera. Unión de naciones suramericanas. 6. Inv., da calor, calienta. Sentí amor. 7. Inv., ciudad europea donde empezaron los diálogos de paz. Se aprovecharon, se pasaron. 8. Inv., pronombre. Cédula de ciudadanía. Interjección de alegría o júbilo. Inv., preposición. 9. El creciente impuesto a los consumidores. Por la mañana. Se carcajea. Entrega, regala. 10. Energía, vigor y vida. Inv., es para los de ruana. 11. Captará su interés con simpatía. Aroma. 12. Radio y televisión pública de Italia. Miles de kilos 13. Nacida en Roma (Kennedy). Inv., hizo un gol o una nota.

Crucicuadra 23


Kennedy

cuenta con mรกs justicia para la paz. Se pusieron en funcionamiento dos casas de justicia en Kennedy Central y Patio Bonito.

24 www.bogotahumana.gov.co

Eso me gusta de Bogotรก Humana.


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