aún heridos, confusos. / Y, algún día, /
Lucha, esperanza y salvación
no
sabemos
dónde
ni
cuándo,
/
podremos conquistar / el invisible reino Los elementos temáticos de la poesía
del mañana”. Bajo el peso del pasaje y
del último libro de poemas de María
los cantos del gondolero, esa góndola
Luisa Mora El don de la batalla se
estilizada y sufriente oculta, en el flanco
hallan muy acotados en este nuevo
de su quilla que trilla el agua, la pura
contorno poético: “Siempre son esos
esencia de su resignación: “A cavar, sin
mismos: / aquellos que dirigen / la ruta
descanso, una trinchera / tras la que
de los pájaros celestes”. La poesía que
guarecernos / de la desesperación y del
contiene esta reciente colección poética
olvido”.
luce como una góndola, elegante y muelle,
Bregando en su monótona faena esa
cabeceando y esbozando, leve, su danza
pequeña embarcación se consuela con
mesurada: “Irremediable sombra / que
alzar un poco la vista y contemplar las
azota, con su sed, nuestros anhelos”.
cúpulas,
Góndola meditabunda sumida en esas
cobijándolo todo, la fondamenta repleta
horas de la madrugada discurriendo
de la espontánea simpatía de los
muy turbia el agua del Canal y
viandantes que, a su modo, también
dominando
el
batallan como ella. En la cercanía de las
ambiente: “Equivocarse es habitual. / La
aves que sorben pequeños buches,
gente se equivoca / al levantarse de la
“albergaba su pecho / la jubilosa fuerza
cama. / Pone el pie en el suelo / y cae /
/ que algunos pájaros transportan en sus
rodando cuesta abajo / de su angustia”.
ojos”. A veces,
Amanece y a pesar de que los palacios,
discurren por el poema como una
que lame el agua, ya refulgen, esa
góndola
góndola, “en lugar de la luz / que
consuelo se desvanece, y aceptan que lo
ilumina la tierra prometida / encuentra
único que persiste “es el recuerdo gris
una tristeza / que enlaza al infinito”. En
de lo imborrable”. La gente se dispersa
la jornada, como traguetto, cruza el
a cenar en los alrededores de la
Canal una y otra vez sin pasar bajo los
anchurosa
bellos y altos puentes esa góndola
bagatelas en las tiendecitas instaladas en
esperanzada: “Pero, al fin, lograremos /
el pasamanos del puente. Es el atardecer
avanzar por la tierra que habitamos, /
y la góndola, de nuevo amarrada,
esbelta,
amarrada
un
en
gran
el
helor
en
el
radiante
sinuosa,
plaza,
firmamento
esos versos que
desfallecen,
compran
el
últimas