3 minute read

Saluda Presidenta de la Agrupación de Hermandades

Hermandades

Advertisement

Nuestro Padre Jesús Nazareno

José Marín González

Una vez más la revista Miserere nos ofrece la oportunidad de compartir nuestras vivencias acerca de nuestra Semana Santa.

Este año como todos hemos podido apreciar y compartir estos momentos que se nos han presentado, unos acontecimientos que jamás habíamos conocido.

Empezábamos la Cuaresma con toda ilusión; los dos primeros misereres fenomenal calentando motores para lo que se aproximaba, pero para nuestra sorpresa aparece un dichoso virus que no sabíamos ni cómo ni donde; todo era un poco raro y tras una reunión de la Agrupación de Cofradías decidimos suspender todos los actos que procedían. Poco a poco íbamos conociendo más sobre este virus. Ya tenía nombre; se llamaba Covid 19.

Pasaban los días y se seguían suspendiendo todos los actos de la Semana Santa hasta llegar al confinamiento y tener que estar en casa encerrados.

Después de todo esto nuestras ilusiones se venían abajo, todo preparado tambores, colas, ganas de tocar y compartir con nuestros amigos esos días inolvidables de Semana Santa. Pero no obstante no nos detuvimos, nos reinventamos la forma de seguir recordando nuestra cuaresma y nuestra Semana Santa con el lema de “la Semana Santa no se suspende, se adapta” y así lo hicimos

Misereres uno tras otro cada hermandad lo preparaba a su manera y todos cada uno desde su casa y balcón hacía sonar su tambor desde Albendín como de cualquier punto de España donde se encontrara alguno de nuestros hermanos. Se hacían pequeños y se mandaban todos a un mismo sitio donde en pocos momentos ese miserere ya estaba colgado en la red para que pudiéramos compartir y vernos, aunque en la distancia disfrutáramos esos momentos.

El miserere de Nuestro Padre Jesús Nazareno era para escucharlo. Numerosos tambores sonaban igual que si estuviésemos celebrando el miserere.

Cada uno desde su casa o de su balcón, por todas las calles se oía el sonido tan característico nuestro y de fondo una bonita saeta que Cori escribió para Nuestro Padre Jesús Nazareno. Una saeta que se escuchaba en altavoces en varios puntos de nuestro pueblo y los que no estaban en el pueblo lo hacían desde donde vivían. Así nos conformábamos matando el gusanillo y recordando lo que pudo ser y no fue.

El Viernes Santo desde el amanecer ya se oían los tambores. Era aún de noche y se escuchaban por varias partes del pueblo. Esa pasada de lista que cada uno desde su casa respondía “presente”. Todo parecía tan real, pero en el fondo no lo era, porque todos sabíamos que lo más importante no iba a pasar, que era ver por nuestras calles a Nuestro Padre Jesús Nazareno y la deseada salida de nuestra imagen de la parroquia que nos ponía el bello de punta y alguna lagrima solía caer por nuestras mejillas. Poco a poco se apagaban nuestras ilusiones y entrabamos en el conformismo de esperar a ver si terminaba esta pandemia y se pudiese celebrar el año que viene.

Pero visto la transcendencia del año como ha ido y todo lo que ha pasado y la virulencia de este virus se vaticina que este año 2021 tampoco habrá Semana Santa.

Desde aquí solo quiero mandarle a todos mis hermanos mucho ánimo y que todos juntos venceremos estos momentos tan difíciles con la ayuda de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Un abrazo a todos y a cuidaros mucho.

A mi Junta directiva darle gracias por su apoyo y aguantar el tirón de estos momentos y todo juntos superaremos todo esto que se ha presentado. También quiero mandar un saludo a todos los herman@s mayores de las distintas hermandades. Mucho ánimo compañeros y a seguir luchando por lo que nos gusta que entre todos lo conseguiremos.

“Creíamos que ser privilegiado era tener todo lo caro, lo exclusivo, lo inalcanzable y ahora nos damos cuenta que ser privilegiado es lo que no valorábamos, como estar sanos, no ir al hospital, salir a la calle y respirar sin mascarilla… Privilegio es reunirse con la familia, amigos, los abrazos, los besos y sobre todo estar vivos, todo esto es un privilegio y no lo sabíamos.” Cuidaros mucho, un abrazo.

This article is from: