Primeras Voces II
Cruces de dramaturgia contemporánea
Primeras Voces, 2024
Primera edición, Valparaíso 2024
Edición: Ignacio Aguirre y Pablo Jara
Diagramación y portada: Paula Espina López - Un Pixel
Producción: Nicole Mansilla y Bárbara Vera
www.aguaderramada.arcos.cl aguaderramada@gmail.com
Primeras Voces II
Cruces de dramaturgia contemporánea
Una nueva generación de dramaturgas
El presente volumen contiene los textos dramáticos Ausencia de Ana Paula Campos, Pi, el sonido de la cosa del supermercado que hace así de Lu del Río, No puedes matarme porque ya estoy en el infierno de Camila Camousseigth, Parecido a la libertad de Javiera Otárola y Stereogamia! de Lucas Gnecco. Este ejercicio de compilación de obras dramáticas por parte de la Editorial Aguaderramada del Instituto profesional Arcos se inauguró con un libro anterior titulado Primeras voces: Cruces de dramaturgias contemporáneas, publicado en 2022 con el propósito de articularse, según señala el texto de presentación de ese volumen, como una “práctica recurrente en la comunidad pensante y creativa que es Arcos”. En aquella ocasión las autorías pertenecieron a Tania Aravena, Isidora Stevenson, Cristóbal Manríquez, Carla Zúñiga, Felipe Lavín, Javiera Otárola y Nicole Mansilla, con lo que se articuló un cruce generacional que permitió visualizar una muestra de las búsquedas dramáticas en el teatro chileno de los primeros años del siglo XXI.
Con la ocasión de este segundo volumen, el listado de textos pareciera ofrecer una imagen de posibles nuevas voces que seguirían desarrollándose en los próximos años y que, mientras nos aproximamos a la mitad de la tercera década del siglo, constituirían, algunas de las autoras incluidas, la nueva generación de dramaturgas. Si nos proponemos pensar este libro como una muestra que invita a mirar un fragmento del horizonte hasta ahora visible del futuro próximo del teatro chileno, se vuelve necesario reparar en algunas características que aparecen iluminadas en las siguientes páginas. Campos, del Río, Camousseight y Otárola se presentan como cuatro autoras dramáticas que construyen personajes que experimentan sus conflictos en torno a formas de subalternidad producidas por un contexto de mercantilización de la vida cotidiana, de utilitarismos tecnológicos y científicos, de nuevos conservadurismos derivados del pensamiento religioso y la naturalización del individualismo, y de cuestionamientos al sentido de la existencia. Los cuerpos, el amor, la traición, el abandono, la soledad, la salud mental, la tecnología y la incertidumbre existencial se van configurando a medida que se van tramando las fabulaciones de las obras.
Independiente de la dirección que tome el trabajo de estas cuatro dramaturgas que recién comienzan sus proyectos autorales y de qué caminos emprendan las prácticas sociales en la realidad fenoménica en las siguientes décadas del siglo XXI, nos encontramos aquí con una serie de interrogaciones discursivas honestas que dan cuenta de preocupaciones invisibilizadas por los agenciamientos desplegados al interior de la estructura de poder de nuestro tiempo.
Las obras parecen esforzarse, en menor o mayor medida, de formas menos o más explícitas, por refutar las contradicciones sociales que las relaciones de poder características de nuestra época buscan ocultar. Estas propuestas dramáticas se proponen representar el sufrimiento de los sujetos actuales, pero matizado por la búsqueda de una risa que a ratos parece cruel. Cualquiera sea el caso, los mundos creados por estas ficciones (que se nos presentan con fluidez en los amores imposibles y en la negación del abrazo con la muerte; o densos ante el sonido repetitivo de las máquinas cobradoras en un supermercado y en torno a los cuestionamientos sobre qué es o no real) se presentan como desconcertantes.
A las cuatro autoras de los textos compilados en este libro les quedan muchas obras por escribir. Quién sabe cómo se integrarán estos trabajos tempranos a la totalidad de sus obras, cuando el siglo XXI comience a envejecer. Algunas de las preguntas sobre las transformaciones en la creación artística derivadas de las transformaciones en la realidad social podrán ser respondidas por la posibilidad de circulación de estos textos dramáticos. Pero la discusión no se centrará en los textos impresos y publicados. Publicar textos dramáticos propicia, además, nuevas posibilidades escénicas que no se resuelven solo en el teatro actual. Es bien sabido que la puesta en escena no tiene que reproducir el texto (asunto que, por lo demás, no sería posible por las naturalezas divergentes del hecho literario y del hecho teatral), no tiene que volver a decir lo que el texto dramático dijo antes, ni tiene que aspirar a una forma única. La publicación de textos dramáticos no conduce a la repetición intacta e inmaculada de la inscripción de un discurso, como si esa articulación del lenguaje gozara de una condición trascendental e inmutable. Por el contrario, la publicación de textos para teatro propicia un devenir de posibilidades escénicas que los habitantes del hoy ni siquiera podemos imaginar gestándose en el mañana. Aguaderramada, ya con dos volúmenes, ha adquirido un compromiso con el devenir del teatro chileno.
“PI”
EL SONIDO DE “LA COSA” DEL SUPERMERCADO QUE HACE ASÍ.
Lu del Río
ACTO I
En una tienda de abarrotes, una cajera (o algo por el estilo) de espalda, limpia su mesa de trabajo, una mujer de edad entra por la derecha, se ve desorientada y apurada.
Señora: Oiga mijita, una consulta...
Martina: (Se da vuelta). Dígame.
Señora: (Confundida). ¡Disculpe! ¡Mil disculpas! Es que usted... Se ve como... ¡Disculpe!
Martina: Tranquila ñaña, ¡dígame mijita nomá’h! No me molesta, todo lo contrario, ¡me encanta! ¡Dígalo más señora! Está bien confundirse, pero se confundió bien, debería confundirse más.
Señora: ¿Cómo?
Martina: ¿Dígame?
Señora: ¿Ah?
Martina: Dígame...
Señora: (Confundida). ¿Qué cosa?
Martina: ¿Que necesita? (Saca un bálsamo labial y se humecta los labios). (Pausa).
La señora queda en blanco con la mirada perdida en la cajera, la cajera aplaude frente a su nariz.
Martina: ¿Hola?
Señora: Hola...
Martina: ¿Que necesita? Dígame.
Señora: (Recuerda). Emm... (se acuerda) ¡Ahh ya! Disculpe mijito.
Martina: ¿Qué?
Señora: ¿Acepta la Sodexo empresa? (Pausa).
Martina: No, no hay sistema, ¡que esté bien!
Señora: Ahh... ya, chaíto.
Escena II
La cajera se arregla un moño de cola mientras tararea “estoy llorando por ti”, por el lado izquierdo del escenario aparece la jefa de cajas con un libro en la mano.
Jefa: Martín, me firma aquí por favor, es que la firma online está con problemas desde
ayer en la noche, así que ahora estamos a la antigüita no má (se ríe y saca un celular).
Martina: ¿Cómo me dijo?
Jefa: (Riéndose mirando el celular) ¿Cómo?
Martina: (Seria) Como me dijo... (sin apartar su mirada alzando su lápiz frente a la cajera y dejándolo caer frente a ella).
Jefa: ¡Martín, su lápiz! ¿Por qué?
Martina: (Se para lentamente y con calma). Martina, Martina, Martina, Martina... (continúa sin parar).
Jefa: ¡Perdón! ¡Perdón!
Martina: (Tapándose los oídos y continúa) Martina, Martina, Martina... Ya me conoce hace un año... ¿Cómo es posible? ¿Le duele el lenguaje? ¿Le duele la mente? ¿Le duele la lengua? ¿Qué le duele? Dígame... ¿Le duelo? Desde el primer momento le dije y aún sigue... No le voy a firmar nada (se sienta y busca algún cliente). ¡Pase! ¡Caja disponible! (Silencio).
Odio los domingos...
Jefa: Si no firma no le darán el bono, así de simple (recoge el lápiz, le da el lápiz a la cajera).
Martina: (Suspira, recibe el lápiz y firma. Lee y comienza a rayar el libro con furia).
Jefa: ¡Martín! ¡¿Por qué?! ¡Vas a tener problemas!
Martina: (Gritando). ¡Ley Zamudio!
Jefa: ¡Ay ya! Te perdono...
Martina: Qué valor...
Jefa: Ya, trabaje mejor, a lo que llegue la Miriam cierre para que vaya a colación, están dando pastel de papa con carne. ¿Comes carne? ¡Es que está muy rico! (Recuerda). ¡Ah! Tu no comes carne, por eso lo flaco... ¡Perdón! ¡Flaca!… Me gustaría tener ese metabolismo que tiene, de seguro va harto al baño a hacer caquita.
Martina: Qué ridícula, ya váyase...
Jefa: ¡Oye, respeta! Igual tení que soportar.
Martina: ¡Soporta tú!
Jefa: ¡No, tú!
Martina y jefa: (Gritando frente a frente y al unísono). ¡Tú!
Escena III
Dispensador de agua en escena, por el otro extremo del escenario entra una mujer embarazada, con una botella de agua sin agua, camina lentamente hacia el dispensador, como si
sus pies fueran chupados por el barro.
Embarazada: Quiero un poco, quiero... (se queja). ¡Ay! (A su estómago). ¡Tus patas, me pinchan! Ni que tuvieras tacos... Igual regio... ¿O regia?... (Pausa).
¡Ay, por qué no acepté saber si tenías pilín o no, tampoco sé si tengo esa línea... (levanta su blusa y trata de ver bajo su estómago) aunque igual me baño en crema y no sé si por naturaleza tengo la piel seca o no, se supone que con eso sabría, pero no sé, no sé... Y bueno... Yo... Tampoco sé... Qué soy...
(Entra Martina y se queda contemplando a la esquina del escenario).
Embarazada: Igual seré como tú papá porque... (gesto levantando hombros una y otra vez, se ríe y entra en llanto, se calma, se ríe). Seré tu papá. Y obvio tu mamá (pausa se saborea la boca) ¡Ay, que estoy seca!
Martina: Toma agua po’h, reina.
(La embarazada se asusta y grita como un chancho).
Martina: ¡Ay ñaña, qué intensa!
Embarazada: Ay, Martín... ¡Ay, no! ¡Por la mierda! ¡Por la rechuchamaire! ¡Perdón! Es que me asustaste y estaba de la intensa cuestionándome la vida, weona...
Tengo un peso...
(Pausa, Martina le mira su vientre y le acaricia).
Cajera: Claramente... Me gustaría volver ahí y no tener ninguna preocupación, ni frío ni calor, ni bueno o malo, ni él ni ella, ni aquí ni allá... No tener ningún peso...
Embarazada:(Pegándole una nalgada a Martina). Ah, ¿y eso? (Le tira la cola del pelo). ¿Y eso?
Martina: ¡Ay, estúpida!
Embarazada: No sé qué va a ser (mirando su vientre).
Martina: ¿Qué importa?
Embarazada: Tampoco va a tener papá.
Martina: ¿Y qué importa? (Se humecta los labios con bálsamo labial).
Embarazada: Es que me confunde qué ropita va a usar.
Martina: (Ríe). Ropita de guagua po’h.
(Las dos ríen, entra la jefa de cajas mirando fijamente su celular admirada y confundida).
Jefa: Ah... Qué linda la gente que me aparece en esta cosa...
Martina: Hegemónica.
Jefa: (Apartando la mirada del celular). ¿Qué pasó con la Mónica?
Martina: Nada, digo hegemónica de hegemonía.
Jefa: ¿Qué es eso?
(La embarazada se toma al seco su botella de agua, esta se escurre por su blusa dejándola mojada. Pausa).
Jefa: Tranquila, mijita (A Martina), pobrecita... (A embarazada) Voy a buscarte otra blusa, ojalá hayan de tu talla. (A Martina) Cuídala porfa.
Martina: Obvio.
(Jefa sale).
Embarazada: (Sentándose en el suelo, Martina se sienta a su lado). Ay, Marti, me gustaría ser como tú que todo te vale caca (pausa). Oye, te cuento algo... Nunca hablo estas cosas con nadie... A mí siempre me gustó la ropa ancha, bien ancha, es tan cómoda... Pero solo la ocupo en la casa o en la pobla cuando voy a comprar pan, me siento en mi esencia, esencia, esencia.
Cajera: Ay, mi amor...
Embarazada: Siento que esa esencia se apodera de mí, siento que va a llenar un vacío, el vacío de esta guagua... (pausa). Una vez tenía una amiga y nos dábamos besitos y no sé... Quiero eso, pero no sé, siento que he pensado más en mí que en esto (apunta a su vientre), tengo miedo que sea como tú... Ya que todos los como tú tienen vacíos y traumas.
Martina: Oye…
Embarazada: (Interrumpiendo). Imagínate que ni siquiera sé cómo voy a vestir a esta guagua ni qué juguetes comprar…
Martina: Pues con ropa de guagua y lo demás que lo elija nomás.
Embarazada: Lo que elija nomás, lo que elija... (se levanta, se saca la blusa y se vierte el bidón de agua encima de su cuerpo).
(Apagón).
(Cajera Martina en su caja, tomando mate, la jefa de cajas cruza el escenario con su celular en la mano y sin apartar su mirada en ello, en sus manos también lleva unas blusas con sangre).
Martina: Oiga, jefa.
(Pausa).
Jefa: ¿Qué?
Martina: ¿Cómo está? ¿Se la llevaron ya?
Jefa: Sí, entró a pabellón, sangraba mucho, mucho, mucho, mucho, mucho, mucho, mucho, mucho, mucho, mucho, mucho…
Martina: ¡Ay no, mi wachi!
(Entra a escena la señora confundida con un carro lleno de carne, Martina y la jefa de cajas la miran).
Jefa: ¡Ayayay! (a Martina). Atiéndala, luego hablamos. (Martina saca un abanico, se abanica y comienza a humectar sus labios con bálsamo labial sin apartar su mirada de la señora).
Señora: (Mira fijamente entre sus lentes a Martina). Hola... ho… hola mij… hola mijit…
(Martina interrumpe).
Marina: Ta, mijita, ¿cómo está?
Señora: Carne.
Martina: Sí…
Señora: Tiene sistema (escucha una música que viene desde el cielo).
Martina: Sí, sí hay sis… (Señora interrumpe).
Señora: Tema, que lindo ese tema (comienza a bailar).
Martina: Ay, sí señora, baile nomás… (Martina comienza a pasar las carnes una por una con sensación de asco).
Martina: Esta señora me tiene atrapada, atrapada, atrapada, atrapada, atrapada… dicen que una es lo que come (mirando un trozo de carne en sus manos, la sensación de asco crece) Iuu (arcadas desembocando en un vómito fulminante que la lleva al suelo, pausa levantándose dignamente), dicen que uno es lo que come, no sé… (a la señora) ¿Qué comió su mamá para ser tan rara?, vieja rara, vieja atrapá, de seguro comió harto arroz insípido sin náh o limón, limón podrido. (Pausa).
¿Qué habrá comido mi mami cuando estaba en su guatita? (Pausa).
Dicen que una es lo que come, y voy viendo cómo los sabores de muchas lenguas pasan por mis manos.
(Sonido de caja, Martina escucha).
¡Atrapada! Voy pasando, pasando, pasando, pasando, pasando… me perturba ese láser que está en la weá que hace “pi” (apuntando a su caja), aquí, aquí, aquí… una vez una señora me dijo que ese láser cargaba con radiación la comida, me dio miedo, y lo siento aquí (señala su pulso en la muñeca). Quizá estamos “todis radiadis”… pero no sé, sigo pasando, pasando, pasando, pi, pi, pi, pi, pi, (contemplando la montaña de carne que pasó por sus manos). ¿Cómo se va a comer eso?
(La señora deja de bailar abruptamente).
Señora: No me pase todos los pedazos de carne por el sonido del pi, pi, pi, pi, pi,
pi, pi, pi, se puede cargar con alguna radiación y me da miedo la radiación, por eso yo me baño en bloqueador, para bloquear esa radiación (mira al cielo), la del sol mijito…
Martina: Mijita.
Señora: ¿Ah?
Martina: Sí.
(La señora queda en blanco con la mirada perdida en la cajera).
Martina: Ay, no señora… ¿Por qué…
(La señora interrumpe).
Señora: Mij…
(Martina interrumpe tosiendo).
Martina: ¿Dígame?
Señora: Bloqueador…
Martina: Sí.
Señora: Sí, ¿dónde hay?
(Martina toma mate, y apunta fuera del escenario, la señora mira desconcertada).
Señora: ¿Dónde?
Martina: Allí, al lado del shampoo, pero parece que solo quedan frasquitos pequeños…
(La señora sale corriendo rápidamente).
Martina: Vieja rara… una cosa, otra cosa y otra cosa, voy dando un pi y otro pi, y si… (mirando extrañada la caja) igual como que se siente una cosa… en mi casa, en mi pieza en mi rincón veo al espejo y mi piel está rarita, rara, seca… y eso que tomo harta agüita… debería usar bloqueador… por eso la ñora esa tiene la piel lisita la muy perra, qué rabia (tocándose la cara). Ay, mi cara, son como escamas, que mis dedos quieren rasgar profundamente, la quieren quitar para no estar, estar aparte, ser otra cosa, una plantita, una gatita, un zancudo, o una abeja, una abeja reina mejor… el otro día un mechero me dijo “gracias reina”, todo porque le dije que dejara los productos que quería robar para pasárselos gratis… bueno… lo hice porque me miró… nadie me había mirado así… y me dijo gracias reina… solo pagó dos jugos yupi y un koya, pero se llevó un pollo, un quilo de arroz, zanahorias, arvejas, una cebolla, ajo, un aceite… ahora que lo pienso, esa comida no quedó radiada con la radiación esta, por lo tanto creo que lo salvé de algo… no sé de qué… bueno lo salvé de los guardias… ya que aparentemente había pagado todo… (suspirando) Ay… reina, mi reina, tu reina… ¿se habrá dado cuenta? ¿le habrá dado igual? ¿o solo era una estrategia para cumplir su objetivo? (recordando) pan, leche, agua, vino, pan, vino, pan, vino… igual llevo eso parece… igual qué pasaría si me hubiese
preguntado ¿qué soy? Yo le diría que nunca fui, que no era, tampoco tengo que dar explicaciones…
Quién eríh voh, preséntate, demuéstrame muéstrame, muéstrame tus poderes satánicos… siempre hay que estar demostrando, ¿y para qué? ¿pa` que te dis cuenta solo de lo que era y no de lo que soy? ¿pa` que me digai que no soy linda? Siempre está esa mirada de la expectativa del ser y no ser, las miradas de las viejas que te inspeccionan si eres verdadera o si cumples o no, que si tienes pelos o no, que si vales la pena o no, que si tienes vagina o no… que sea como la gente linda, la gente normal… La gente linda con gente linda, solo eso, un caucásico diálogo en traumáticos cuerpos “normales” que buscan solo mimetizarse entre sí para vivir un idealizado placer que te vendieron desde que te vieron, un apartado, un apartado integrado que aparta. Aparte estoy, aparte crecí.
¿Qué?
No, nunca me miraron.
¿Cómo?
No, ni siquiera se acuerdan de mí…
¿Aquí?
Bueno… aquí es lo mismo, un apartado de cosas donde aparto y dejo aparte… (Acordándose, sacando su celular).
Ay, mi wachi, como estará… Demás la radiación le hizo alguna cosa, todas andamos raras de alguna manera como que pi, pi, pi, pi, pi, pi, pi, más encima la vieja… perdón, jefa… la hizo hacer fuerza el otro día… todo pa adornar el súper… a la vieja… perdón, jefa… le encanta adornar con webeo pal mes del webeo… ay, ese... el mes del mariconeo… donde salen esas las del… lo voy a deletrear “eme o ve i ele ache” bueno, un conglomerado de colas colas colas colas, colas cis que solo quieren casarse, casarse entre ellas, hombre con hombre, espejito espejito, macho por macho… ahora nadie los webea, pasan piola, ahora a nadie les importa si les gusta el pico, ¡sí! Pico, a todis les gusta de alguna manera el pico, que ya pasó de moda ese tabú culiao.
(Contemplando).
Y ahí andan las colas felices olvidándose de las otras, de sus otres, de sus hermanes… pasan, hacen fila, se repiten, juran que ven a uno de ellos ¡y no weona! Yo te cobro más caro ¡privilegiado!
Me gustaría pasar piola… pasing, pasing, pasing… (pausa, a su cara) y estos alambres de púas, me hieren, me secan y me desangran.
(Saca una bolsa con un estampado de la bandera de la diversidad).
Y mira tenemos esta bolsa en oferta, una bolsa gay, gay me dijo mi jefa… (riendo)
¡gay!... ¡Es de la diversidad vieja, weona! El ser machitos los llevó a la adjudicación a la bandera… ¡Qué rabia!
(Al público). Señora está en oferta… ¿no la quiere?... ¿por qué?... ¿Por qué es gay? Oh… (a otro lugar) igual como que nadie te quiere… perdón…
(Suenan los parlantes y en los parlantes suena la voz de la jefa).
Jefa: Personal de aseo pasillo cinco, personal de aseo pasillo cinco.
(Al otro extremo del escenario aparece la señora cubierta de bloqueador por todo su cuerpo y desnuda)
Señora: (Gritando). ¡Me bloqueé! Estoy toda bloqueada, protegida, denegada de la radiación que me radía, que me quema, mi mami me echaba harto bloqueador, y a mí me gusta, hazlo tu po, oye, te dije que no hagas pi, niño, no hagas eso. Me transformo, ¿y si soy como esos bichos?... ¿Cómo que se llama?... ¿mariosa? ¿Markosa? ¿Maricona? Mariposa, mariposa, mariposa, es como que este es mi capullo, ¡ay Juanito!, Juanito lindo, me acuerdo de ti… tu canción favorita… oye, te canto…
Una cuncuna amarilla
Debajo de un hongo vivía
Y ahí en medio de una rama
Tenía escondida su cama
Comía pedazos de hojas
Y tomaba el sol entre las hojas
Le gustaba salir a mirar
A los bichitos que podían volar
¿Por qué no seré como ellos?
Preguntaba mirando a los cielos
Por qué me tendré que arrastrar si yo lo que quiero es volar…
Cajera: Un día le pasó algo raro, sentía su cuerpo inflado
No tenía ganas de salir
Solo quería dormir
Se puso camisa de seda
Se durmió en una gran higuera
Todo el invierno durmió
Y con alas se despertó (Las dos).
Ahora ya puedo volar
Como un lindo zorzal
Mariposa yo soy
Con mis alitas yo me voy
(La señora comienza a convulsionar y cae al suelo, se escucha desde el parlante de aviso la voz de la jefa).
Jefa: (Por el parlante). Alerta, personal de seguridad pasillo 6, personal de seguridad pasillo 6.
(Se escucha a lo lejos, cosas caer y peleas).
Jefa de caja: (Por parlante). Personal de aseo frente a cajas, personal de aseo frente a cajas, urgente, urgente y… llamen a una ambulancia.
Martina: (Al parlante) ¡Llama tú a la ambulancia!
(Detrás de Martina aparece una adolescente llena de cosas en sus brazos, le falta un ojo y se ve andrajosa).
Mechera: (A la señora) Vieja… viejita… viejita culiá, levántate… oye…
(Aparece un guardia y se abalanza contra ella).
Martina: ¡Oye, suéltala! Es una niña.
Mechera: ¡Qué te metí voh, travesti culiá!
Martina: Oye… sí.
Mechera: Suéltame, bastardo culiao, quiero ver a la señora.
Martina: (Al guardia). ¡Suéltala!
Mechera: (Entrando en llanto). Por favor, escuche a la señorita, no voy a hacer nah… solo quiero verla.
(El guardia la suelta, esta intenta escapar, pero Martina la agarra de una muñeca).
Martina: ¿Quién soy voh?
Mechera: ¿Quién soy voh?
Martina: No. ¿Quién soy voh?
Mechera: Yo po… una mechera culiá… una larva culiá. Esa que nadie mira, esa que echan de todos lados (se dirige a la señora). Ay no viejita, te dije que era mala idea salir hoy… tenía que hacer algo, tenía que hacer algo cuando me dijiste que ese sonido no salía de tu cabeza…
Martina: ¿Por qué? ¿Le dolía la cabeza?
Mechera: (Tratando de limpiar a la señora). Sí… sentía un algo que no sé… un sonido… (escucha los sonidos de caja) algo así… pero quizá más finito… no sé… (Pausa).
Mechera: Llamen a una ambulancia por favor.
Martina: Sí, sí, llam…
(El guardia interrumpe).
Guardia: Llamen a los pacos mejor.
(El guardia agarra del pelo a la mechera).
Mechera: Oye, bastardo culiao, ¿es más importante lo que hice y no lo que le pasó a la soa?
Guardia: Es mi trabajo respet…
Martina: (Interrumpe). ¡Déjala! ¡no seai bruto!
(El guardia suelta a la mechera empujándola).
Mechera: Gracias señorita (dirigiéndose a la señora, abrazándola y embarrándose de crema).
Martina: Tranquila, ya viene la ambulancia.
Guardia: Y los pacos.
Martina: Cállate mierda, ni los pacos pescan este lugar, tú no existes para ellos, voh soy un paco frustrao, así que déjanos en paz por favor.
Guardia: Voh cállate alaraca culiá, voh lo que soy, es ser una mujer frustrá, eso es lo que soy.
(Silencio, la mechera gatea hacia el guardia y le muerde la pierna, discuten y pelean, después de unos segundos entra la jefa de cajas).
Jefa: ¿Y el personal de aseo? (Silencio). Vuelvan a sus lugares para que la fila avance, la ambulancia viene en camino.
Mechera: ¿En serio?
Jefa: (Asustada). Ay, ¿qué es eso?
Martina: Oiga, respeto (pausa) no se… (a la mechera) ¿es un familiar?
(La mechera no responde).
Guardia: Estaba robando y me mordió.
Jefa: Oh, que atroz ¿pero se llevó algo?
Guardia: No…
Jefa: Entonces déjela, debe ser su nieta…
Mechera: (Interrumpe). Ay, no no no no no no no no… ¡no le siento el pulso!
Martina: ¿En serio? No no no no no no…
Jefa: ¡A ver! Déjame ver, yo tomé un curso de primeros auxilios calificado por la asociación chilena de seguridad para el trabajador chileno de la seguridad chilena de la asociación de seguridad, no es una trabajadora, pero me da lástima que llores… a ver, córrete.
(La jefa empuja a la niña, le toma el pulso a la señora).
Jefa: Está viva.
(Martina se acerca, le toma el pulso).
Martina: Tiene el pulso bajito, a lo mejor no tomó desayuno.
Mechera: Sí, un poquito, me parece que comió una mordida de pan, porque me dio un pan y le faltaba una mascá.
Martina: ¿Una mascá? ¿vives con ella?
Mechera: No se meta. (A la jefa). ¿Se va a morir?
(Entra un grupo de paramédicos en busca de la señora, la suben a la camilla, la mechera se esconde en el supermercado, los paramédicos se llevan a la señora y en la maniobra de ir saliendo, la señora se levanta abruptamente mientras sale de escena, toda la gente mira, hay una pausa y un silencio rotundo, y siguen con su monotonía).
Jefa: Ya, ya terminó el showcito este, vayan a sus lugares porfa, que la hora pasa y nos están mirando…
(Jefa sale de escena).
Guardia: Oye… ¿Dónde?
Martina: (Ignora). No sé, no sé (busca algún cliente). ¡Pase, adelante!
(El guardia sale refunfuñando de escena, entra a escena un maricón cis, dirigiéndose a Martina).
Maricón cis: Pero que pobre este supermercado, no tiene nada, y las ofertas, las ofertas están todas mal puestas, la del aceite está en el arroz, la de la lechuga está en el shampoo, la de las legumbres está en el detergente, la de las chelas está en la del wiski…. Engañan a la gente, me siento engañado. Porque yo soy, soy Falon… ella... ¿Falon eres tú?
Martina: No sé, yo le cobro nomas.
Maricón cis: Te me haces conocido.
Martina: ¿Acumula puntos?
Maricón cis: Por supuesto. 17.333.333-3
Martina: (Sonriendo para ella). Tres, tres, tres, tres, tres (ríe) qué fácil.
Maricón cis: Me gusta tu pelo.
Martina: Gracias.
Maricón cis: (Recordando). Ahh… Yo te he visto en Grindr.
Martina: (Terminando de pasar los productos). ¿Cómo paga?
Maricón cis: Me gusta tu carita… me gusta que sea así, bien femenina, me gusta caleta tu pelo... Como que resaltai aquí.
Martina: Es que, ante todo.
Maricón cis: (Interrumpiendo). Tengo lugar.
Martina: ¿Ah? ¿ni un café antes?
Maricón cis: Es que… (se agarra la entrepierna).
Martina: ¿Cómo paga?
(El maricón cis continúa sobajeándose su entrepierna).
Marina: ¿Cómo paga?
Maricón cis: Es que ese culito… uf… se puede apreciar, aunque estés sentado. (Pausa, Martina deja caer un lápiz al suelo).
Martina: (Mientras recoge el lápiz). ¿Ah?
Maricón cis: Que se puede apreciar, aunque estés sentado.
Marina: (Levantándose después de buscar debajo de la caja su lápiz). Perdona, ¿cómo?
Maricón cis: Que se puede apreciar, aunque estés sentado.
Martina: Sentada.
Maricón cis: (Confundido, sorprendido, burlón, herido). ¿Ah?
Martina: (Coqueta). Sí, es que… (se toma la cintura).
Maricón cis: No caché.
Martina: ¿Cómo paga?
Maricón cis: Eso.
Martina: ¿Cómo?
Maricón cis: la “A”
Martina: Ahh (sonríe, levanta los hombros) obvio.
Maricón cis: (Confundido). ¿Cómo? Sí, es que me confundí.
Martina: ¿Cómo paga?
Maricón cis: No seai así.
Martina: ¿Cómo?
Maricón cis: Así po.
Martina: A ver… (se mira a sí misma) estoy sentada.
Maricón cis: Weón raro.
Martina: Rara.
Maricón cis: Weón raro weón atrapao.
Martina: ¡Rara weón, rara!, ¿sabes qué?, no te voy a cobrar la compra, te vas sin nada.
Maricón cis: Oye no seai falta de respeto.
Martina: Falta de respeto, falta de respeto, falta de respeto, falta de respeto, falta de respeto, falta de respeto, falta de respeto, falta de respeto, falta de respeto, que valor tienes tú, que seguridad tienes de decir Tú las cosas, que comodidad, comodidad, comodidad, y poco peso tiene para ti, poco gasto tiene para ti, llegas y bla, bla, bla, pi, pi, pi, bla, bla, bla, bla, pi, bla, pi, bla eres tú (grita frente al Maricón cis).
Maricón cis: Pero weón.
Martina: (Gritando en la cara de Maricón cis). ¡Ahh!
Maricón cis: Pero weón.
Martina: (Gritando en la cara de Maricón cis). ¡Ahh!
Maricón cis: Weón, ¿qué clase de popper consumes? (Pausa).
Martina: (Toma fuerza y grita con más fuerza en la cara de Maricón cis) “AHH”.
Maricón cis: ¡Ay weona, mi oído!
Maricón cis: Ahí sipo, maricón tonto, “date cuenta”, date cuenta, no podí, no sé cómo…
Maricón cis: No seai así, apuesto que erí de esos femboy atrapaos con su identidad.
Martina: ¡Oye!
Maricón cis: Ah.
Martina: ¡Oye!
Maricón cis: Ah.
Martina: ¡Oye!
Maricón cis: Ah.
Martina: ¡Oye!
Maricón cis: Ah.
Martina: ¡Respeta! No soy un femboy, soy una mujer. (Pausa).
Maricón cis: Ay weona… (suena una música de Rafaela Carrá) ¿Rafaela Carrá, eres tú? (saca una peluca rubia y se la pone, comienza a calentar para bailar) mira, igual soy una mujer… es que ahora con el pelo largo cualquiera es mujer. (Comienza a bailar una coreografía de Rafaela Carrá). Es para un casting, deberías de hacer castings, para que te peguí el show, porque puta que te gusta el show.
Martina: ¿Qué casting?
Maricón cis: Farántula Gay (sigue bailando).
Martina: ¿Cómo?
Maricón cis: “La Farántula Gay”.
Martina: La Farántula Gay.
Maricón cis: Sí.
Martina: Gay.
Maricón cis: Sí.
Martina: Gay.
Maricón cis: Sí.
Martina: ¿Gay?
Maricón cis: ¡Sí! porque tú eres como un… (Martina interrumpe, subiéndose arriba de su mesa de trabajo).
Martina: ¡Gay! ¿Así es como me ves? (Pausa).
Martina: Así. ¿Por cómo me veo, por cómo me veo simplemente? simplemente,
simplemente, simple, fácil, fácil decir solamente, decir, ¿así? ¿así? ¿así? (sacando la bolsa de la diversidad y alzándola por los aires como una bandera).
Te cuestiono, no te aguanto, porque eres una cuestión en cuestión, tienes que ver, ver, ver más allá, como al infinito del océano, no sé, ir más allá del océano, de tu lengua, tu saliva que lubrica esa lengua zapateante, que golpea las orillas blanquecinas de tu boca, ¿conoces lo que hay bajo el mar? ¿conoces lo que tiraron al mar? las que mataron por…
Un no saber histórico, un no saber histórico, ¡histórico! legado por la cosa que nos enterró, que nos enterró, que nos enterró bajo los cimientos de esta construcción… Fuimos enterradas, sin ser antes nombradas, vistas, miradas, enterradas. Un no saber histórico, así como tú, tú no logras ver, así por años nos mataron, ¿es legado? por años nos mataron de tu lengua.
De tu lengua “pi” sale un láser, un algo que nos seca, entra, algo que nos seca por entrar y seca, seca por dentro algo, algo que nos aparta y deja aparte.
¿La gracia es pasar piola?
¿La gracia es pasar piola?
¿La gracia es pasar piola?
¿La gracia es pasar piola?
¿La gracia es pasar pi, PI, PI, PI?
En cualquier momento estallará, se va a desmoronar el techo falso, porque escombros deja y escombros da, porque se quiere desintegrar para que te radíes y te radíes, y vas a andar así, así con la radiación, así bien radiada, radiante que brille, que brille la maricona, sale, baila weona, ¡baila!
(El maricón cis llega al máximo en su baile y hay una pausa rotunda y grita).
Maricón cis: ¡Ahh!
(Pausa, Martina vuelve a su lugar).
Martina: ¿Cómo paga?
(Se escucha un grito, es el grito de dolor, dolor de parto, es la embarazada, entra corriendo la señora con un carro de supermercado, arriba del carro la mechera, con un kilo de pan bajo su axila en la mano contraria tiene una bandera trans flamante).
(Apagón).
ACTO III Escena I
(En escena, aparece la embarazada y Martina, las dos se encuentran en el suelo, la embarazada está embarrada en sangre, está teniendo un aborto o parto espontáneo).
Martina: Ay no, no, no. ¡Ayuda! ¡Ayuda!
Embarazada: Supongo que es normal (gritando de dolor, a tal punto de irse desvaneciendo).
Martina: Sí, supongo, por favor no me cierres tus ojitos, por favor mírame, por favor.
Embarazada: ¿Por qué estás tan lejos?
Martina: Cariño, no estoy lejos, estoy contigo, te estoy tocando la carita, mírame. ¡Ayuda!
Embarazada: Lindo pastito, te rodea. Cariño, te he echado de menos.
Martina: ¿Cómo?
Embarazada: Tu mirada de preocupación no cambia cariño.
Martina: Respira, cariño, respira.
Embarazada: Respira, cariño, respira… El pastito está rico aquí, como calentito, siento el agüita rica (saborea su boca) quiero agua.
Martina: ¡Ayúdenme por favor!
Embarazada: Ojalá baile, ojalá sea, no sé, ojalá bailes, ojalá seas, como siempre fuiste, ¿te acuerdas? al agarrar mi bufanda, envolverla en tu cabecita y simular que es una cola larga, larga, larga de pelo largo. (Grita de dolor).
Martina: Cómo sabes eso.
Embarazada: Tú.
Martina: Yo
Embarazada: (Apuntando a su vientre). Tú.
Martina: (Rompe en llanto). ¿Qué? No entiendo. ¡Ayúdame por favor! (saca su celular para llamar una ambulancia).
¿Cómo no se me ocurrió antes? (Contestan).
¿Aló? Por favor, ayuda.
Aquí mi compañera está pariendo en el trabajo.
Su guagua.
Ayuda.
Si.
Estoy llorando como guagua. Sangra mucho, mucho, mucho, mucho
Embarazada: Pie de limón.
Martina: Espérame por favor, me está hablando. (A la embarazada). ¿Pie de limón?
Embarazada: Pie de limón.
Martina: Vengan rápido se lo suplico (corta la llamada).
Embarazada: Comía harto pie de limón.
Martina: ¿Limón?
Embarazada: Eres lo que comí, como una papa, un tubérculo, que creció en una tierra que solo estaba alimentada por la cosa que entierra bajo lo que pisas, algo que nunca vio la luz, sino que encontró su propia luz, un transgénico sin génico transparente de nylon, de masa, greda, agüita.
Martina: Me suenas, mírame, por favor no cierres los ojos.
Embarazada: Sí soy
Martina: ¿Qué eres?
Embarazada: Soy esa, pero no siendo esa. Estás aquí desde hace 10 años.
Martina: (tratando de calmar el dolor) Mentira, llevo recién 1 año. (Silencio).
Embarazada: Te fuiste, no estás, estás aparte.
Martina: (Sorprendida). ¿Tú?
Embarazada: Yo.
Martina: (Entendiendo y reaccionando a quien tiene frente). ¿Eres ella?
Embarazada: Sí.
Martina: (La abraza y explota en grito y llanto, comienza a tener síntomas de parto y comienza a sangrar).
Embarazada: Reacciona, no te duermas, mírame, estás aquí conmigo, al fin, vas a nacer de nuevo, mírate, bellísima, como una mariposa, camina, ¡sigue! (Martina comienza convulsionar de dolor, entra a escena la jefa con muchas blusas blancas y grita de susto).
(Apagón).
Escena II
(En escena aparece Martina en una camilla de hospital llena de tubos y agujas en los brazos, rodeada de flores y el sonido del pi, pi, pi, pi, pi, pi, pi… hasta que su corazón deja de latir).
AUSENCIA
Argumento:
Una entrevista, dos amigos, adolescencia y un amor fallido.
Personajes:
Ella, Valeria 18 años
Él, Mateo 18 años
Ella: Y fue entonces cuando descubrí que no podía mirar a nadie como lo miraba a él. Nunca lo había pensado realmente, pero jamás he podido mirar a nadie como a él, desde entonces todo ha sido diferente.
Sí, me he enamorado, pero nunca ha sido igual, y nunca lo será. Siempre será él, hoy, mañana, pasado y probablemente el día después de pasado, será igual, nunca logré sacarlo, porque nunca he querido realmente sacarlo, me volví adicta a unos ojos que no me miraban y que nunca lo harán; pero en el fondo aún guardo la esperanza de que lo hagan, a veces siento que estoy loca, cómo no puedo dejar de mirar unos ojos que no me están mirando, ¿por qué no puedo soltarlo?, ¿por qué no quiero soltarlo? Quiero poder mirar otros ojos y no buscar su reflejo en ellos, quiero poder sentir lo que sentí, pero siento que estoy condenada a buscar eternamente ese destello, ese destello que nunca fue mío, pero siempre lo sentí como propio.
Él: Y fue entonces cuando descubrí que no podía mirar a nadie como la miraba a ella. Nunca quise aceptarlo, y sé que ella piensa que nunca la mire, pero recuerdo perfectamente cada lunar de su cara, recuerdo esa margarita que le sale en su mejilla izquierda cuando sonríe. Recuerdo que la hacía feliz, que la hacía estar triste, pero nunca se lo dije y nunca se lo diré. Es mejor que piense que nunca la miré, quizás así sean más fáciles las cosas.
Pero en el fondo sé que siempre será ella.
Ella: ¿Qué le diría si un día vuelve?
Él: Eres la casualidad más bonita que me ha sucedido.
Ella: Quiero matar esa parte de mí que todavía insiste en esperarte.
Él: Reconocería tus ojos en esta y en la próxima vida también.
Ella: Reconocería sus ojos… con ellos perdía la noción del tiempo, me sentía dentro de un sueño, un sueño del que no quieres despertar, pero el que poco a poco se va volviendo pesadilla, porque él lo sabía, desde un principio sabía que esto no iba a suceder, y sé que muchas veces digo que no duele, pero miento, miento cuando digo que no, duele, duele por no tener idea si nada más fui un intento fallido o un simple pasatiempo, algo con lo que pasar el rato…
Él: Sus ojos... Ese día tenía mil nudos en la garganta… jamás encontré las palabras
suficientes para decirle que me encantaban. ¿Por qué me detuve? Me enamoré de todo lo que ella significaba: sus gustos, sus gestos, sus mañas. Ella era como un sueño, un sueño que volví pesadilla.
Ella: ¿Cómo empezó todo? Uhm pues…
Él: Era verano, estábamos saliendo del 2º medio.
Ella: Mi mejor amiga me llamó de la nada, estaba con él.
Él: La llamé junto a mi mejor amiga, insistí tanto para que lo hiciéramos...
Ella: Me reí toda la llamada, pero quedé, no sé. Cómo con una sensación rara, ¿me entienden?
Él: No lo dudé y le mandé un mensaje.
Ella: Ese mensaje… ahora daría todo por no haberlo recibido.
Él: Pasó el tiempo y cada vez hablábamos más, pero... La cagué sabe, era solo un niño.
Ella: No dejes que se te pase la oportunidad, arriésgate, se nota que te gusta harto, ese fue el último mensaje que le envié.
Él: Ya no me voy a ir solo al colegio, me hace sentir cosas que nadie más me ha hecho sentir… Yo sabía muy bien lo que Valeria sentía por mí, pero no sabía lo que yo sentía, me asustaba el compromiso y necesitaba alejarla, eso era lo único de lo que tenía certeza, no es excusa lo sé, pero la conocía tan bien que sabía que la única forma de realmente apartarla era contándole que estaba conociendo a alguien más, no se permitirá lastimar, prefería lastimarse ella, y así fue…
Ella: Ese día sentí cómo todo mi mundo se derrumbó. Lo recuerdo todo tan bien, me sentí... insuficiente.
Sus ojos cafés conseguían hacerlo suspirar, sus ojos, no los míos...
¿Por qué ella y no yo? ¿Por qué hablaba con ella mientras hablaba conmigo? ¿Alguna vez alguien me podrá amar solo a mí? No podía dejar de llorar, de compararme, ¿era por cómo me veía? ¿Era aburrida? ¿Poco atractiva?
Él: Supongo que fue un karma instantáneo. “Mis padres consiguieron pega en otra ciudad, me voy en un mes, esto se tiene que acabar”, me derrumbé por completo. Quizás así se sintió ella cuando le conté que estaba interesado en alguien más.
Ella: Mi mejor amiga me llamó: “weona adivina que … Se va de la ciudad.” ¡JA!, ¡sufre ahora!
Fue tan satisfactorio saber que se iba, saber que él iba a sentir todo lo que yo sentí. Me daba ¿alegría? No lo sé, aunque igual había una parte de mí que sentía un poco de incertidumbre, un poco de esperanza…
Él: Pandemia.
(Marzo-Abril-Mayo-Junio).
Ella: Pandemia. (Julio-Agosto-Septiembre).
Él: Volví a pensar en ella. (Noviembre).
Ella: Lo empecé a olvidar. (Diciembre).
Él: Fin de la pandemia.
Ella: Fin de la pandemia.
Él: Estaba muy apurado, iba tarde a un examen.
Ella: El metro estaba lleno de gente.
Él: La vi.
Ella: Lo vi.
Él: Se me fue la respiración.
Ella: De todas las personas que me podía encontrar, tenía que ser.
Él: Ella... sus ojos, su cabello desordenado, era ella, ahí parada y yo no podía hacer nada, estaba embobado mirándola.
Ella: ¿Por qué no se mueve? ¿Por qué no dice nada? Estaba tan nerviosa, no sabía cómo reaccionar.
Él: Hola.
Ella: Hola...
Él: Se fue.
Ella: No podía quedarme, le juro que no podía, si tan solo supiera cómo eso se siente. Si pudiera verme, realmente, sabría que no podía decir nada más que un hola.
Él: El resto del camino, varios pensamientos respecto a ella rondaron por mi cabeza, me sedujo la idea de volverle a hablar, hasta me imaginé un futuro en donde las cosas sí funcionaban…
Ella: La verdad es que le hablé. Sé que dije que no podía, pero algo dentro de mí me obligó a hacerlo. Le pregunté si nos podíamos ver, como para cerrar ciclos. ¿Me entiendes?
Él: Fue un viernes después del colegio, al marcar su número de departamento, sentí tantos nervios, pitido tras pitido, sin respuesta, hasta que escuché su voz.
Ella: ¿Te abrió? Me costó tanto pronunciar esas palabras, veía cómo el intercomunicador sonaba y sonaba. Sabía muy bien que era él, pero me daba miedo contestar. Ya era una realidad que íbamos a hablar sobre nosotros, pero ¿qué nosotros? ¿Alguna vez hubo un nosotros? Todo lo que tenía planeado decir se me olvidaba a medida que pasaba el tiempo. Qué tiempo… se ha tardado subiendo las escaleras, ¿se habrá perdido? ¿Se le habrá olvidado cómo llegar a mí?
Él: Me detuve en el piso 5, no podía avanzar, sabía que ella estaba tras esa puerta, esperándome...
Ella: Todo pasó tan rápido.
Él: No sé por qué lo hice.
Ella: Me pregunto por qué lo hizo.
Él: Me abrió la puerta, sonriente tal cual la recordaba, me invitó a pasar. No había nadie, creo que por eso lo hice.
Ella: Me besó. No hice nada al respecto, me quedé ahí, inmóvil.
Él: Perdón.
Ella: Eh, yo… yo quería hablar…
Él: Hablemos...
Ella: Le dije todo lo que sentía, me burlé en su cara: “porque su amor” se fue de la ciudad, pero no soy fuerte, sabe. Mientras me decía que no era bueno para mí y que merecía algo mejor, me besaba y yo me dejaba. No lo entiendo, a esta altura aún no lo entiendo. ¿Por qué él hacía todo eso?, ¿Por qué yo me dejaba hacer todo eso?
Él: La escuché, la deje soltar todo su dolor, lamentarse con sus heridas, le pedí perdón por todo, pero una parte de mí sabía que mi perdón era falso. No lo lamentaba, yo no la quería como ella quería, pero no podía soltarla. Escuchándola hablar, solo pensaba en volver a besarla. Sí, le respondía a lo que me decía, pero en un punto una cosa llevó a la otra y terminamos donde empezamos.
Ella: Lo vi irse y yo estaba, ¿emocionada? No sé, era una sensación rara, no fue lo mismo que antes, sabía que no lo era, pero yo... Ah, no sé, solo sabía que esperaba que este fuera el inicio de algo que esta vez sí funcionara.
—Un tiempo después—.
Ella: Creo que nunca me han insistido tanto para ir a una fiesta como esa de enero. “Va a ir… nos íbamos a ver de nuevo…”.
Él: La verdad es que el ambiente estaba aburrido, había una que otra niña linda, pero nada más allá de lo normal, hasta que llegaron… eran cinco y allí estaban ellas.
Ella: Llegamos, había humo, luces, olor a alcohol y cigarro, no se veía casi nada, adentrándome más lo vi. Estaba parado frente a la barra y me estaba mirando.
Él: Las cabras se acercaron, nos pusimos a bailar y a tomar. Un amigo nos propuso jugar a ver quién aguantaba más shots sin marearse.
Ella: Jugamos este juego de los shots, me estaba divirtiendo, al final sus amigos son mis amigos también, pero en eso uno de ellos nos dijo que saliéramos un poco.
Él: Sé que a ella le daba inseguridad, pero, ¿qué más podía hacer? Era un reto y yo
nunca dejo pasar los retos.
Ella: Algo se rompió… Sentí una lágrima rodar por mi mejilla, me estaba mirando mientras se besaba con “mi amiga”, se supone que era mi amiga weon, ¿qué clase de amiga hace esa wea?, éramos 5 cuando salimos, uno de mis amigos nos retó que nos besáramos, lo puso a él con ella y a mí con el que ahora es novio de mi supuesta amiga, juro que no pensé que lo hiciera, nosotros estábamos bien, yo me reí y dije que no lo haría, pensaba que él también, pero me equivoque.
Fui a servirme algo, cuando volví, allí estaba, besándose con ella al frente de toda la fiesta. Todos me miraban, me miraban con lástima. “¿Amiga, estás bien?” No podría contar cuántas veces escuché ese comentario aquella noche.
Él: Nunca entendí por qué le dan tanta importancia a un beso, es solo un contacto entre dos bocas. Yo sentía más conexión con el sexo. El placer. Un acto con un principio y un final. En cambio, eso no existe en los besos, ¿cuándo parar? No es instintivo, es emocional y yo no soy emocional, en verdad que no, por eso no me importó verla llorar aquella noche.
Ella: No lo resistí, no podía quedarme atrás. Mi mejor amiga me miró con cara de que no hiciera lo que estaba pensando, pero no me importó, caminé, lo tomé del brazo y cumplí el reto.
De reojo vi como él se separó de mi “amiga”, me miró, yo me estaba besando con uno de sus mejores amigos, lo estaba haciendo y me sentía poderosa, volteé por completo y lo miré directo a los ojos, su rostro expresaba confusión, le sonreí y volví a lo que estaba haciendo, no volvió a tocarla, nos pasaba al lado a cada rato, habló enojado con mi mejor amiga. Se fue.
Él: Me fui…
Ella: Ese fue el final de todo, aquella fiesta, todo lo que algún día pudimos tener se quebró, se quebró en mil pedazos, y yo lo sentía, lo sentí, sentí cómo mi corazón realmente se hacía trizas, me pasó de nuevo. ¿Por qué no aprendía?, ¿por qué de nuevo? Y ¿por qué con él? Pasé tres años intentándolo, ¡tres años! ¿Y a qué llevaron? A nada. ¡A nada! Solo llevaron a más sufrimiento, a más inseguridades, a más rabia. Sí, eso sentía, sentía rabia y no hacia él, sentía rabia hacia mí, rabia por ser tan estúpida, rabia por volver a aceptarlo en mi corazón, rabia porque, aun sabiendo que él no quería más que una noche conmigo, yo sí quería más que eso con él y sentí rabia por nuestro orgullo.
Él: Valeria…
Ella: No quiero hablarte.
Él: Te tengo en mi mente todo el tiempo, Valeria.
Ella: Yo todo el tiempo estallo por dentro.
Él: No te merezco.
Ella: Eso está bien, supongo…
Él: No estábamos hechos el uno para el otro.
Ella: Yo solo te he amado, pero tú, en cambio, solo jugaste conmigo.
Él: El que no podamos estar juntos no significa que no te ame.
Ella: ¿Alguien que dice amarte, sería capaz de destrozarte de esta manera?
Él: No.
Ella: Cada vez que intento avanzar, llegas tú y me paralizas. ¿Será que solo quieres que sea tan infeliz como tú?
Él: Jamás le desearía eso a alguien, yo quiero que seas feliz y eso no es conmigo.
Ella: Ya no quiero quererte, pero tampoco quiero odiarte. No puedo hacerlo, jamás he amado a alguien tanto como a ti.
Él: No sigas.
Ella: Tú me buscaste.
Él: No sigas, no podemos.
Ella: Tú me buscaste, siempre haces lo mismo, vienes y me dejas tirada como si no valiera nada.
Él: A veces solo somos importantes por ratos y ya.
Ella: ¿Por qué? ¿Por qué haces esto, una y otra vez? Sabes lo que siento, lo que he sentido siempre. No lo entiendo.
Él: Siempre he tenido miedo. Miedo de que alguien me vea realmente. Y tú... tú me viste, desde el principio, más de lo que yo mismo me he visto alguna vez.
Ella: ¿Por miedo preferiste hacerme daño?
Él: No sé cómo amar sin destruir. Cuando era niño… (Traga profundo, recuerdo que ignora).
Siempre sentí que el amor era una lucha, algo que al final te dejaba roto. Me prometí no ser… Me convertí en lo mismo que odiaba.
Yo... no quería que sintieras lo que yo sentí. Pero lo hice, y me odio por eso.
Cuando te vi esa última vez, pensé que podría arreglarlo, pero no sabía cómo. Todo lo que hice fue empeorarlo.
Ella: Nunca me dejaste entrar, nunca me permitiste ayudarte, nunca compartiste nada de lo que sentías y, aun así, nunca dejé de amarte. A pesar de todo, siempre estuve ahí, para ti.
Él: Lo sé... lo sé. Tú mereces a alguien que no te haga daño, alguien que no huya a la primera. Pero yo... yo no puedo ser ese alguien, sé que un día te veré con alguien más y créeme, no sé si eso me hará inmensamente feliz o completamente infeliz.
Ella: Yo quería... Pensé que podríamos hacerlo. Pero no puedo salvar a alguien que
no quiere ser salvado.
Él: Lo siento. Lo siento por no haber sido, ni ser lo que necesitas.
Ella: No te guardo rencor, te amé con todo lo que tenía. Siempre te amaré, Mateo, pero ya no puedo más.
Él: Adiós, Valeria.
Ella: Adiós.
Ambos se miran por un largo momento, antes de girarse en direcciones opuestas. Cada uno con sus propios fantasmas, cada uno buscando un nuevo comienzo lejos del otro.
PRESET
Preset. Oscuridad o luz tenue rojiza. Mientras el público ingresa a la sala. Suena una canción a volumen medio. En escena se divisa proyectada en la pared del fondo el video de preset. El piso está forrado por pasto sintético, algo así como una alfombra de pasto. En escena dos micrófonos con su pedestal. Una silla y objetos varios que están posicionados en el espacio para ser utilizados más adelante.
TRACK 01:
PRÓLOGO
Al terminar de ubicarse el público, se oscurece la sala y comienza a sonar el track; intro. Mientras esto ocurre se comienza a armar el dispositivo escénico. Primero se devela el coro, después entra él y va a un micrófono. Después entra ella y se para frente a otro micrófono. La banda comienza a tocar.
Coro
Sepan disculpar
La falta de diversidad
Pero esta es una historia binaria
Le avisamos desde ya
Esperamos todo salga bien
Pero en caso que algo salga mal
Vamos a improvisar
Para que ustedes no se vayan a enterar
Y si nos desafinamos no va a ser novedad
Porque nunca dijimos que sabíamos cantar
La obra va a comenzar y se divertirán… Mientras paguen su entrada (Mientras paguen su entrada)
SEAN TODOS BIENVENIDOS A ESTE VIAJE.
NOSOTROS VAMOS A SER SUS NARRADORES Y LES ADVERTIMOS QUE NO
SOMOS BUENOS NARRADORES, POR LO QUE NO ESPEREN UN RELATO CONVENCIONALMENTE LINEAL… SIN EMBARGO LES INVITAMOS A ENTREGARSE A LA EXPERIENCIA, PORQUE ADEMÁS DE QUE POSIBLEMENTE YA PAGARON SUS ENTRADAS Y ACLARAMOS QUE NO HABRÁ DEVOLUCIONES…
ESTA NOCHE ESTAMOS JUNTOS GRACIAS AL AMOR O ALGOASÍ DICEN LOS AMANTES…
Él
Sigmund Freud dijo “la ciencia moderna no ha sido capaz todavía de producir un tranquilizante tan eficaz como unas cuantas palabras amables…”. También dijo: “Fumar es indispensable, si no se tiene a nadie a quien besar”.
YO FUMO…
Ella
Yo antes me drogaba… todavía lo hago, pero antes también… La verdad no sé si eso tenga que ver con algo, pero me pareció
apropiado aclararlo, porque probablemente estoy drogada y en verdad ya ni siquiera estoy segura… hace tiempo no siento la diferencia, pero lo hago por costumbre y las costumbres se respetan…
Coro
Sepan disculpar
La falta de diversidad
Pero esta es una historia binaria
Le avisamos desde ya…
TRACK 02:
INSOMNIO
La luz se va lentamente. En la penumbra, se divisa la luz de una linterna que recorre el espacio y viaja por los espectadores. Comenzamos a escucha la voz de ella, que sale distorsionada a través de un micrófono. Bajo ésta una sonoridad. Ella habla.
Coro
LA NOCHE DE UN DÍA CUALQUIERA
QUE NO PUEDE SER CUALQUIERA
PORQUE NADA ES PORQUE SÍ…
LA CIUDAD RESPIRA Y GRITA…
ELLA DESPIERTA…
Ella Schhh…
Me despierto en la tarde… y me visto para salir a caminar… Me pongo la misma ropa, que me he puesto hace tres días…
La tela del pantalón se siente áspera, pegajosa… por fuera llega a brillar, pero no me importa…
En las noches me cuesta dormir… por eso camino… Camino… solo por caminar…
Antes de salir, miro a mi alrededor y no veo a nadie… Cierro los ojos… y no veo nada…
Salgo de casa… sin ningún rumbo en especial…
La calle comienza a iluminarse con los faroles de las veredas, con los focos de los autos… y las luces del paisaje…
Miro a la gente mientras camino… pero a mí nadie me mira… Siento que, aunque los mirara a los ojos no me mirarían… La gente ya no se mira…
La gente ya no mira a los ojos…
El aire huele a basura… a lo que el día desechó…
La noche está furiosa, la gente corre, pero no ha pasado nada… Siento hambre… sigo caminando…
Ya no sé dónde estoy… No sé cómo llegue aquí…
No sé cómo salir de aquí…
Voy a tomar otro camino… quiero cansarme… Quiero dormir… pero ya no sueño…
Creo que ya no sueño…
No recuerdo si sueño o no…
Y dormir sin soñar… es solo una pérdida de tiempo… Prefiero caminar…
Siento ganas de desnudarme… ahí mismo en la calle… O de saltar a una pileta…
O de subir a un puente y escupir a los autos que pasan… O de subir a un puente y saltar a los autos que pasan… Enciendo un cigarrillo… dejo de caminar…
Me quedo quieta en medio de una calle residencial por la que creo nunca haber transitado…
No hay nadie… una que otra ventana iluminada… o el reflejo de un televisor prendido a través de unas cortinas…
Solo se escucha el viento y un par de perros ladrando… Creo que esta noche voy a soñar…
Pienso eso y decido volver a casa… Quisiera escuchar música…
(La banda toca una melodía)
Decido cantar…
(La banda canta. Armonizan algo. Ella sigue hablando sobre las voces).
Camino cantando rumbo a casa…
De a poco voy encontrando el camino de vuelta… Me detengo a respirar… siento mis pies latir…
Me siento cansada… creo que esta noche voy a soñar… Sigo caminando… ya no quiero cantar…
(Las voces paran. La música vuelve a la base)
Enciendo otro cigarrillo… Miro al cielo… Casi llego a casa… Comienza a amanecer…
Otro sueño desperdiciado…
TRACK 03:
ÉL SE GRABA CON LA CÁMARA DE ELLA
Apagón. Escenario en penumbras, silencio. En un costado se encuentra él, sentado sobre una silla, frente a una cámara sobre un atril. Sobre él cuelga una ampolleta. La ampolleta se enciende. Lo vemos a él. En la pared del fondo se proyecta su cara en plano medio corto. Le habla a la cámara. Acción en tres niveles inmediatos.
Ok… no tengo muy claro cómo empezar esto… Bueno, en síntesis, eh…
Estaba intentando escribir algo… algo que de alguna manera resumiera, como me siento ahora… pero me encontré frente al computador, con una pantalla en blanco y una línea parpadeante, que… de alguna manera sintetizaba mi bloqueo textual… así que, recordé que dejaste esta cámara cuando te fuiste, y asumo que vendrás a buscarla en algún minuto, por lo que decidí grabarme intentando articular mis ideas en voz alta, y quizás de alguna manera, logre decir algo, mientras divago… Eeh… hola…
No puedo hacer esto…
(Pausa. Va hacia la cámara a cortar la grabación. Se arrepiente)
Llevo casi una semana sin dormir…
Y no me levanto de la cama hace cuatro días y medio… Decidí no levantarme hasta dormir… En fin, creo que eso es lo que pasa cuando algo se acaba…
Una vez leí una frase… no recuerdo de quien, pero decía lo siguiente; “el amor es lo único capaz de destruir al hombre” …
¿Cursi?... de todas maneras, pero sin embargo no deja de ser cierto…
A mi parecer el hombre, y cuando digo hombre, digo mujer… o sea mujer y hombre… y otros… OTRES… O sea lo que quiero decir es que cuando dije HOMBRE estaba empleando la palabra como concepto, ¿cachai? como generalidad de todo lo humano, o sea de lo “HUMANE”… en fin, creo que a lo que iba es que como RAZA HUMANA deberíamos cultivar la soledad, es mucho más sano… a veces pienso que el amor es solo una excusa, para no enfrentarnos a nosotros mismos…
Ya… ¿A qué iba con todo esto?
(Pausa)
Estoy bien…
Yo sé que estoy bien…
¿Te cuento algo?
El otro día decidí borrar mi cuenta de Facebook… Creo que es lo más valiente que he hecho en mi vida…
Bueno no sé si en mi vida en verdad, pero por lo menos el último tiempo.
Siento que ya no existo eso si… me pregunto qué pensarán mis contactos… porque… porque no le avisé a nadie… Solo la cerré… así… pop…
Ojalá alguien se haya dado cuenta…
(Pausa)
Oye y… ¿te cuento otra cosa?
Se murió el perro de la vecina… justo cuando te fuiste… ¿Curioso? Ahora sí se puede dormir acá… bueno… supongo… en verdad yo no he podido… ya te conté po’…
Mira… lo que yo te quería decir es que… espero que te vaya bien… en todo lo que te propongas…
Que seas FELIZ… de VERDAD…
TRACK 04:
TRANSICIÓN
Comienza a sonar una base musical. Ella entra a escena y se le aparece en el plano de la cámara a él. Se genera una especie de juego entre los performers que da paso a la preparación del cuadro siguiente. Una vez vestidos y preparados se posicionan en la escena y cambio de actitud. Track siguiente.
TRACK 05:
UNAS PALABRAS EN DEFENSA DEL AMOR
Oscuridad. En el fondo se proyecta un cuadro negro donde en letra blanca se lee: “UNAS PALABRAS EN DEFENSA DEL AMOR”. Se van iluminando sectores paralelos. En cada sector hay un cuerpo. Él y ella. Frente a la proyección. Comienzan a hablar.
Ella
Bueno, tenemos un gran grupo…
Hay… 5… 6 sacerdotes con nosotros… es maravilloso.
Hoy tenemos mucho que recordar antes que comencemos con nuestra charla…
Recordemos a las víctimas del último ataque terrorista… ocurrido en… (busca la respuesta en algún espectador)… CHIMBARONGO…
Recientemente hablé con una de las víctimas de este ataque… en CHIMBARONGO, y fue una experiencia francamente aterradora, especialmente si uno se acostumbra a los terroristas… no se les toma muy en cuenta y de repente ¡BANG! Aquí viene el grande… como ocurrió en Chimbarongo… ¡BANG!
Nosotros necesitamos orar por todos aquellos que murieron, y por sus familias que viven… pero que sufren… ¡necesitamos orar por todos ellos!…
Bien, hablemos entonces de la palabra de ÉL…
¡ÉL Y EL AMOR!
Cambio de tono. Juego de luces. Música animada. Una misa rock. El lugar se convierte en una especie de liturgia festiva.
Coro HERMANIS…
NOS ENCONTRAMOS ESTA NOCHE REUNIDIS
PARA COMPARTIR LA VIDA…
ESE MISTERIOSO Y TANTAS VECES INSOSTENIBLE TRÁNSITO LLAMADO VIDA…
TAN ETERNA, COMO EFÍMERA
ASÍ COMO ESTA OBRA…
PORQUE SI ÉL ESTÁ CONTIGO… ERES MAYORÍA…
Y AQUÍ ESTAMOS LOS QUE NO REZAMOS PORQUE ÉL SE ABURRE…
LÍBRANOS DE LA TENTACIÓN…
QUE YA SABREMOS CAER EN ÉSTA POR NUESTRA CUENTA…
PORQUE SI ÉL NO ES AMOR, NO VALE LA PENA QUE EXISTA…
Y QUIZÁS NUESTRO PAPEL EN ESTE PLANETA NUNCA FUE ALABARLO A ÉL, SINO CREARLO…
Él
¡USTEDES se preguntarán QUIÉN SOY YO!
¡USTEDES se preguntarán QUÉ HAGO AQUÍ! Pues la respuesta es muy simple hermanos…
¡ÉL me envió aquí!
¡ÉL me envió ante ustedes para hablarles del amor!
Porque Dios nos habla del amor hermanos…
Y ÉL nos dice que hay TRES cosas que son fundamentales…
¡La primera!
La confianza en ÉL…
¡La segunda!...
La seguridad de que ÉL cumplirá sus promesas…
y la tercera… el AMOR.
De estas tres cosas la más importante es el AMOR…
Ella
La persona que AMA no tiene miedo.
Donde hay AMOR, no hay temor.
El verdadero AMOR quita el miedo.
Si alguien tiene miedo de que ÉL lo castigue, es porque no ha aprendido a AMAR.
Coro
¡ÉL NOS DICE!
Él
¡La paciencia es una virtud del AMOR!
Coro
¡ÉL NOS DICE!
Ella
¡Nosotros debemos tratar a los demás con justicia, compasión y AMOR…!
Coro
¡ÉL NOS AMA!
Él
¡Dios nos demostró su gran amor al enviar a Jesucristo, su hijo, a morir por nosotros! A pesar de que nosotros todavía éramos pecadores…
Coro
¡ÉL NOS AMA!
Ella
Tanto amó ÉL al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que crea en él, no se pierda, más tenga vida eterna…
Coro
¡ÉL NOS AMA!
Él
¡Sabemos y creemos que ÉL nos ama! Pero yo les pregunto a ustedes hermanos… ¿Por qué?
(Busca la respuesta en los espectadores)
YO se los voy a decir hermanos, Nosotros podemos asegurar con toda certeza que sabemos que ÉL nos ama, porque ÉL es… amor. Cualquiera que AME a sus hermanos está íntimamente ligado a ÉL…
Ella
(Interrumpiendo) Oye… ¿Puedo hacer una pregunta?
Él
¡¿SÍ?!
(Se corta la música)
Ella
ELLOS dijeron al principio de la escena que a ÉL lo creamos nosotros… o sea que en verdad no existiría… ¿Verdad?
Coro ¡SÍ!
Ella
Pero entonces, si ÉL es amor, y ÉL no existe…
¿Quiere decir que el amor tampoco existe?
Él
Yo creo que corresponde a cada uno encontrarle la respuesta a esa pregunta, y tomar la decisión de pensar lo que cada uno estime conveniente…
Ella
También depende de qué tipo de amor estemos hablando, porque igual amar es un concepto muy amplio…
Él
Claro… No es lo mismo amar que enamorarse…
Ella Ah, ¿no?
Él
No po’… creo que es súper obvio… de hecho pienso que son conceptos casi diame-
tralmente opuestos…
Ella
Por ejemplo, yo puedo amar a mi papá, pero no por eso voy a estar enamorada de mi papá…
Él
Por cierto…
Ella
…Pero de ahí a decir que “son conceptos diametralmente opuestos”, me parece un poco radical…
Él
¿Por qué? Si mira, solo piénsalo…
O sea, partamos preguntándonos qué es estar enamorado en primer lug…
Ella
(Interrumpe) ¿Tú has estado enamorado?
Él
(Pausa) …No sé…
O sea, yo lo veo de esta manera… en las películas y en todos lados en verdad, siempre se dice una frase súper cliché, pero en lo que va al caso da lo mismo, que dice “cuando en verdad has estado enamorado, lo sabes…”, y yo en verdad, tengo mis dudas, así que creo que nop…
Ella Dale…
Él
Igual qué sé yo… quizás sí… y en verdad no es tan gran cosa como se dice…
Quizás enamorarse solo sea un concepto sumamente sobrevalorado…
Ella
Yo creo que tiene que ver con la ilusión… Como con “la IDEA” de encontrar un “IDEAL”…
Él
Una idealización del otro…
Pero puta, si es así… me parece una hueá súper egoísta… O sea, enamorarse es netamente una cuestión de ego.
Ella ¿Cómo?
Él
Claro, si en el fondo estás sometiendo a la otra persona a convertirse en la versión que TÚ quieres de ellos…
Ella
Pero es que no es eso…
Porque se trata de encontrar a esa persona que en verdad es así, que es lo que tu estas buscando… y la weá Disney…
Él
Eso es una utopía… Yo creo que estar enamorado debería ser, encontrar a una persona que podría llegar a amar…
Ella ¿Cómo?
Él
Eso…
Ella
Pero te estás contradiciendo… si recién dijiste que era lo contrario…
Él
No me estoy contradiciendo, estoy profundizando en lo que postulé… porque mira, te lo explico…
Cuando uno se enamora, se ciega, se obnubila, se maravilla con esta persona, digamos “desconocida”, que se presenta ante ti, como un ser ideal… ¿Ok? Bueno, resulta que a medida que pasa el tiempo ese sentimiento comienza a transformarse, comienza a deteriorarse, porque te vas dando cuenta que la otra persona no era como tú la veías, sino que es como ES no más, pero uno no quiere que el sentimiento se acabe, y comienza a auto convencerse que de todas maneras te gusta como es esta persona, y ahí te haces la idea de que pasaste a “AMAR” a esta otra persona… pero lo que en verdad pasa, es que a uno le aterra el desapego, porque representa un fracaso, y cómo solucionamos eso, postergando, empeorando el error, agravando la falta, porque lo que en verdad pasa, no es que pasaste a amar a la otra persona, sino que lo que pasa es que dejaste de estar enamorado, y no lo quieres aceptar…
Ella
Yo creo que piensas demasiado las cosas… tienes que sentir más…
Él
No sirve de nada esa weá… es para puro engañarse.
Ella
No… te lo digo en serio… Digo… o sea, ¿quién te hizo tanto daño?
Él
Ya… ¿pa’ qué te vas en esa?
Ella
Es que, ¿qué onda tu amargura?
Si por muy artificial que sea, puta… es un proceso bonito, o sea mientras dura uno está en las nubes un poco igual… Y eso en estos tiempos, se agradece…
Él
Exacto, si de eso justamente estoy hablando. Porque esas mismas nubes un día cualquiera se evaporan, y te vas de hocico directo al infierno…
Ella
Ya, pero, en síntesis.
Podríamos decir que no te has enamorado…
Él
Yo creo…
Ella
Yo sí…
Me gusta enamorarme, y me gusta el amor… Porque el amor te hace sufrir…
Él
Chucha…
Ella
Pero sufrir hace bien… Es sano…
Porque después uno es feliz… Y después uno vuelve a sufrir…
Pero después vuelve a ser feliz… y esa felicidad va creciendo… y cada vez que uno sale del hoyo, sale más feliz que antes, y uno se va haciendo fuerte, y va madurando, para después volver a caer, y volver a cometer los mismos errores… pero eso está bien… porque uno está sintiendo… Y sentir es… vivir…
Él
Ya… Bonito…
Ella Ándate a la mierda.
¿Por qué?
¿Qué pasó ahora?
¿Te enojaste?
Oye, pero si no ha pasado na…
Ella (Grita) ¡¡Cállate!! ¡¡Cállate!! Por favor…
Él
A ver… ¿Te puedes calmar un poco?
Ella
No… no puedo…
Él
Bueno, ¿no querías hablar?
Ella
Y eso estamos haciendo, ¿no?
Él
Tú no estás hablando, estás gritando, si no te calmas, no vamos a llegar a nada…
Ella
Ya… bueno… antipático…
Él
¿Qué quieres hablar?
Ella
¿Te parece poco?
Él
¿Qué cosa?
Ella
No te hagas el huevón.
Él No te entiendo…
Ella
Ese es el problema, nunca me entiendes, eres un insensible, un cobarde…
Él
Mira, si me vas a atacar, no tengo ningún interés de seguir esta conversación, te dije que, si quieres dialogar, te tienes que calmar…
Ella
¡PERO SI ESTOY TRANQUILA!
Él
No me grites
Ella
No te he gritado… lo que pasa es que yo hablo así, me apasiono…
Él
Ya… bueno… ¿Puedo preguntar qué te pasa?
Ella No sé… ando rara…
Él
¿Por qué?
Ella
No sé… no me siento cómoda…
Él
¿Por qué?
Ella
No sé… ya no es lo mismo.
Él
Bueno… las cosas cambian… es normal…
Ella
No quiero que cambien… me gustan así… no me siento cómoda.
Él
Bueno, pero eso pasa… uno no puede estar cómodo todo el tiempo… es parte de la vida…
Ella
Para con tu filosofía… siempre dueño de la verdad… te pido que te pongas un minuto en mi lugar… ¿Es mucho pedir?
Él
A ver… ¿qué lugar sería ese?
Ella
Puta… no sé… que trates de sentir cómo yo me siento… me duele… pero de repente está todo bien… y después pasa algo y se va todo a la cresta… y te hundes como en un pantano espeso, que succiona a un lugar oscuro, pero de repente se ve una luz y todo vuelve a estar bien… hasta que pasa alg…
Él
(Interrumpe) …O sea lo que me pides es que me convierta en una histérica bipolar…
Ella
No tienes para que ser tan hiriente… Es como si no te importara… así me siento… (Llora).
Él
Estás llorando…
¿Por qué? ¿Qué te pasó?
Ella
¡¡Sale!! ¡Déjame sola!
Él Bueno…
¡PERO DESPUÉS NO TE QUEJES QUE NO TE ESCUCHO!…
(Cambio de luz. Música. Él va hacia un micrófono, otro track).
ALGUNAS PREGUNTAS…
TRACK 06:
Él
ALGUNAS PREGUNTAS para la POSTERIDAD;
¿A USTED le han pedido alguna vez que se calle?
¿SE PUEDE callar?
¿Qué diría usted si supiera que la persona que está a su lado podría
MORIR, AHORA MISMO?
¿QUÉ LE DIRÍA a esta persona?
¿Es POSIBLE morir de amor?
¿Existe acaso el amor, DESPUÉS del amor?
¿Adónde van los MUERTOS cuando mueren?
¿ADÓNDE VA EL AMOR cuando muere?
¿Existe acaso UN CIELO LLENO DE AMORCITOS flotando sobre nosotros?
¿Qué CHUCHA es el poliamor?
¿Es el teatro un ACTO DE AMOR?
¿O, el amor es SOLO UNA EXPERIENCIA TEATRAL?
¿QUÉ QUEDA cuando se muere el am…
Ella
(Interrumpiendo) Si ÉL es amor, y ÉL no existe… ¿Quiere decir que el amor tampoco existe?
¿Ah? (Se corta la música).
Ah… ¿para mí no hay música?
Del cielo baja un ukulele y queda justo a la altura de su cara. Ella lo mira. Cambio de track.
TRACK 07:
EN SILENCIO
Ella frente al micrófono, toma el ukulele. Canta.
Ella
Me gustaría que la palabra amor solo tuviese significados bonitos… Me gustaría que la palabra amor no tuviese relación con el dolor o con alguien que causó dolor… (Hace el amague de cantar. Sigue hablando).
El amor… ay el amor, cómo hablar del amor sin parecer estúpida y sin relacionarlo directamente a algo amoroso y romántico…
Qué rico se siente el amor. Qué rica la reciprocidad. Las demostraciones de amor, como una comidita caliente de tu abuela, un cariño de mamá, las lucas que te deposita tu papá una vez al año, la amistad de ese amigo que siempre está ahí. Y hasta ahí…
El amor es encontrarme algún regalito que me dejé por ahí, alguna colita escondida, algún billete en una chaqueta olvidada, qué lindo eso…
Hay tanto que decir…
Sin decir nada…
La vida compartir,
En una sola mirada
Solo estando aquí, en silencio
Contigo, soy feliz…
Qué hermosa intimidad…
La de este instante
No importa el futuro,
Ni importa lo de antes…
Hoy, aquí y ahora
No necesito nada más
No hay nada que yo quiera decir
No hay nada que quisiera escuchar…
Solo estando aquí, en silencio
Contigo, soy…
¿Cómo se ama cuando nadie te enseñó a amar? Si nadie de niña te dio alguna explicación o señal de cómo amar o cómo querer o cómo demostrar si tu familia nunca te dio amor. Cómo se ama si aprendiste solo, si aprendiste cayéndote o equivocándote, cómo se ama si aprendiste en secreto. ¿Si aprendiste viendo películas o tele o escuchando música?
Lo importante quizás, de estos momentos, es disfrutar el dolor… No minimizarlo. Con el tiempo siento que me pongo más apasionada y directa. Y la gente tiene más miedo o menos ganas de demostrar lo que siente o lo que podría llegar a sentir. Me gusta pensar que en verdad es todo lo contrario, que la gente se guarda esas cosas, ese amor, para dárselo a otra persona que podría llegar a amarlo de mejor manera que yo. Así duele menos también e imagino que la persona que me importaba o me gustaba está mejor…
Voy a darte un beso…
Con la boca cerrada
Tócame con ropa…
Encima de tu cama
Abrázame y durmámonos… Hasta mañana
O podemos quedarnos despiertos
En el presente al ritmo de tu aliento
Solo estando aquí, en silencio
Contigo, soy…
El amor es asunto de las almas, no de los amantes… Intentaste darme un beso. No quise. Me pediste que te diera un beso. Dije que no. Quería, pero no lo hice. Me quedé pensando si quería. Obvio que quería, siempre quiero. Volví sola a mi casa, siento a veces que la soledad me aplasta encima de mi cama. No me gusta estar sola, porque estando sola con quién comparto eso que tengo acá. ¿Conmigo misma?
…qué fome…
Qué bien se siente sentirse amado. Sentirse importante. ¿Sentirse esencial o querer sentirse esencial me hace egoísta? ¿Y si alguien me hace sentir esencial, es egoísta esa persona? ¿Por qué chucha pienso tanta mierda?
Qué rabia, qué tonta, qué ingenua, qué inocente, qué tierna, qué enamoradiza, qué gil, qué buena, qué paciente, qué dura, qué difícil, qué sola, qué amable, qué fácil… ¿Cómo lo haces?
No hay nada que yo quiera decir
No hay nada que quisiera escuchar…
Solo estando aquí, en silencio
Contigo, soy feliz…
Solo estando aquí, en silencio
Contigo, soy feliz…
Solo estando aquí, en silencio
Contigo, soy feliz…
Debería recordar también los momentos en que me siento así de bien… Tan bien que podría mandar todo a la remierda… Me siento tan bien, que siento que tengo que disfrutarlo porque creo que no va a durar nada…
Como cuando se abre la puerta de la micro y estás atrás, y te entra un aire con polvo, que es solo eso, un aire con polvo que dura unos segundos, después solo te quedas con el olor a tierra…
Me cuesta creer que nos separamos de verdad. Más me cuesta creer que no me duele. Me cuesta creer que ya no me gustas, pero me cuesta pensar que te gusta alguien más. Ya no te extraño tanto, pero te pienso caleta. Te escribí para que nos encontremos por ahí…
Me contradigo, te odio, te veo, no te saludo, no quiero escribirte más, me despido. Te amo… Necesito una pipa nueva…
Solo estando aquí, en silencio Contigo, soy feliz…
TRACK 08:
FIESTA
Fiesta. Cambio de estado. Música y luces bailables. Los tres performers sacan a bailar al público. Todos bailan en escena. Salen cervezas. Fiesta.
Coro
¡HOLA! ¡TE INVITO A MI FIESTA CON DROGAS!
TÚ PONES LAS BEBIDAS… YO PONGO LAS DROGAS
TODOS BAILANDO, TODOS FALLANDO…
PARA ESTA FIESTA NO HAY QUE ESTAR EN LA LISTA
MIENTRAS TODO EL MUNDO TENGA SEXO EN LA PISTA
FIESTA CON DROGAS (X4)
¡SI!
Él (megáfono)
Estás conversando en grupo, en una fiesta, con la música a toda raja, y lo estás
pasando bien… y la conversación te atrapa y hasta te parece inteligente. Hasta que se acaba la música…
Entonces nadie soporta el silencio, porque todos se dan cuenta de que es el delator de unas tristes vidas vacías. Parece que esta gente solo puede expresarse debajo de la música y cuando aparece el silencio nos damos cuenta de que nadie tenía nada realmente importante que contar…
¡Pero después la música vuelve!… y regresan las frases aparentemente ingeniosas, agudas, chistosas, irónicas acerca de trivialidades. Es decir, volvemos al desierto…
Porque un silencio es un juez implacable…
TRACK 09 AFTER
Los restos de la fiesta anterior. La gente ya se fue. Ella aletargada está sentada en el piso. Cambucho la graba y la grabación se proyecta en la pared.
Ella
Ahora estoy sobrio y me aburro. Ahora estoy borracho y me deprimo. Ahora quiero ser escritor y no me sale nada.
Ahora pienso que lo mío es la fotografía y salgo a la calle con una cámara que compré, pero no hay un alma y hace demasiado calor para caminar… me devuelvo a casa. Ahora me llaman por teléfono y me dicen que tengo cáncer, me pongo feliz. Ahora me llaman por teléfono y me dicen que tengo cáncer, me siento un poco triste.
Me parece que tendría que organizarme mejor…
TRACK 10: STAND UP COMEDY
Él se encuentra frente a un micrófono. Se proyecta una pared de ladrillos. Se enciende un seguidor. La escena se transforma en un club de comedia. Cambucho interactúa con la acción.
…Confieso que algunas veces, en mis reflexiones aleatorias, he pensado en cómo sería la forma más maricona de suicidarme.
Lo más malo que se me ocurre es contactarme con un par de otros compañeros suicidas y tirarnos, uno en Baquedano, otro en Tobalaba y el último en Vicente Valdés a eso de las 7 de la mañana un día de semana. Paralizaríamos todo Santiago por un día. O, por lo menos por un par de horas… Creo que debería ir al psiquiatra…
TRACK 11: PERFORMANCE
Ella entra a escena con un vestido de novia. Música ominosa. Al parecer es una especie de representación.
Ella
I don´t love you anymore…
I don’t want to lie. Can’t tell the truth, so it’s over.
I don’t love you anymore. Goodbye.
Larry fucked me all night. I enjoyed it. I came. I prefer you. Now go. You knew?! Why?
I would have loved you... forever. Now, please go.
Talk to me!? I am talking. Fuck off.
Show me! Where is this love? I... I can’t see it, I can’t touch it. I can’t feel it. I can hear it. I can hear some words, but I can’t do anything with your easy words. Whatever you say is too late…
I wanted to fuck him! I desired him… He asked me nicely…
And you weren’t there!
Go on, hit me. It’s what you want. Hit me, fucker.
Done. Now, please go, or I’ll call security.
(Cita textual de la película “Closer” de Mike Nichols).
TRACK 12:
PRIMER ENCUENTRO
Ella Él la vio…
Él
Ella fingió no darse cuenta…
Ella Él camino hacia ella…
Él
Ella fingió sonreír…
Ella Él le dijo…
Él “Hola…”
ELLA Quiso decir…
Él
“¿Cómo has estado…?”… Ella dijo…
Ella “¡Hola!”
Él Quiso decir…
Ella
“¿Qué haces aquí…?”… Él dijo…
Él
“¿Cómo estás?”
Ella Quiso decir…
Él
“¿Qué haces aquí…?”… Ella dijo…
Ella “Bien ¿y tú?”
Él
Ella no esperaba respuesta…
Ella Él dijo…
Él
“Eh… bien también…”
Ella
Él en verdad no tenía la respuesta a esa pregunta…
Él
Ella dijo…
Ella “que te vaya bien”
Quiso decir que te vaya mal…
Ella Él dijo…
Él
“A ti también”
Ella Quiso decir…
Él
“Gracias…”
Ambos Y nada más que eso…
TRACK 13: BILLY IDOL
Suena “Eyes without a face” de Billy Idol. Humo. Cambucho y la banda se convierten en Billy Idol.
Ella Por algún motivo, una noche cualquiera nos encontramos. Por algún motivo, una noche cualquiera terminamos juntos en una fiesta equis. Por algún motivo, esa misma noche, en esa fiesta equis, tocaron “Eyes without a face” de Billy Idol. Mientras sonaba el tema, yo lo miré… y creo que por primera vez entendí lo que Billy Idol decía…
TRACK 14:
PLAZA
Él
Son las 2:00 de la mañana, hace un frío de mierda, estoy sentado en una banca de plaza, solo, a mi alrededor no hay un alma, estoy escuchando música, miro al cielo y me siento profundamente relajado. Es un buen momento…
De repente la música para. Se acabó la batería…
Son las 2:05 de la mañana, hace un frío de mierda, estoy sentado en una banca de plaza, solo, a mi alrededor no hay un alma, miro al cielo y siento que todo es una mierda…
TRACK 15:
YO ESCRIBO… Ella
9:45 en la mañana Y yo escribo Afuera hay sol con viento frío
Y yo escribo Mi celular en frente mío
Y yo escribo Nadie me llama
Y yo paro de escribir Para ponerme a pensar en que la soledad se apodera de mis días
Porque no hago más que escribir…
TRACK 16: NO ESTOY LLORANDO…
Él
Eh… Entonces… ¿Es verdad que te vas?
Puedo darme cuenta… porque te busco y no estás…
Pero te aviso que si lo que querías era romper mi corazón…
Tu no podrás por la siguiente razón…
Mi corazón es líquido, se derritió
Cuando escribí esta canción…
Así que si me ves no te des vuelta a ver si estoy llorando…
Porque no estoy llorando…
No estoy llorando…
Es solo lluvia
Que estuvo cayendo en mi cara…
Y si despierto en la mañana, y no estás en la cama…
No me importa…
No estoy llorando…
No estoy llorando, no
No estoy llorando…
Y si estoy llorando, es porque estoy pensando en cosas que me dan pena…
Pero no en ti…
Si lloro no es porque te vayas…
Es porque estoy cortando cebollas…
Voy a hacer una lasaña…
PARA UNO
No estoy llorando… no
Solamente me entró polvo en los ojos
Cuando estuve ordenando
Porque estoy súper bien
Estoy haciendo ejercicio
Andaba trotando
Me sudaron los ojos
No es que esté llorando…
Y si me ves llorando
Para tu información
Es porque tengo una infección en los ojos…
Mis lágrimas no son de tristeza
Sino que, de felicidad, me estoy riendo…
Ja, Ja, Ja
No estoy llorando
No estoy llorando
No estoy llorando
ESCRIBÍ LA PALABRA “HOLA”, HACE CASI UNA HORA… AUN NO
JUNTO EL VALOR PARA APRETAR “ENVIAR” … TRACK 17:
PURGA
Ella
El sol me calienta la cabeza, corre viento.
Tengo un poco de frío.
¿El calor afecta los pensamientos?
Quiero que sea primavera…
Sobre la mesa hay restos de comida y una copa vacía, una luz amarillenta que casi no alumbra…
Escribo pensamientos y frases solo porque sí…
Nada es realmente importante…
Coro
ESTOY TAN DEPRIMIDO, ME VOY A SUICIDAR… NO ES CIERTO ES SOLO MANIPULACIÓN EMOCIONAL…
ESTOY TAN DEPRIMIDO, ME VOY A SUICIDAR… NO ES CIERTO ES SOLO MANIPULACIÓN EMOCIONAL…
Él
Trato de poner orden dentro y fuera de mi cuerpo…
Trato de cambiar las cosas de lugar, de cambiar todo; discos,
libros, televisión y la única planta que tengo que crece dentro de una botella quebrada…
Trato de no dormir siempre del mismo lado de la cama, pero no puedo.
Siempre termino con las cosas en el mismo lugar y durmiendo del mismo lado de la cama…
La palabra miedo no cambia de lugar en mi cuerpo…
Coro
ESTOY TAN DEPRIMIDO, ME VOY A SUICIDAR…
NO ES CIERTO ES SOLO MANIPULACIÓN EMOCIONAL…
ESTOY TAN DEPRIMIDO, ME VOY A SUICIDAR…
NO ES CIERTO ES SOLO MANIPULACIÓN EMOCIONAL…
ESTOY TAN DEPRIMIDO, ME VOY A SUICIDAR…
NO ES CIERTO ES SOLO MANIPULACIÓN EMOCIONAL…
ESTOY TAN DEPRIMIDO, ME VOY A SUICIDAR…
NO ES CIERTO ES SOLO MANIPULACIÓN EMOCIONAL…
ELLA
Después de las tres de la tarde el domingo se hace infinito y lánguido…
Ya comí, fumé y tomé.
En la mesa quedaron restos de comida y vasos sin terminar…
Sin hacer ruido me acerco a mi pieza y me desmayo en la cama.
Cierro los ojos para engañar al domingo…
TRACK 18: LA LLAMADA
Suena un celular en el público. La persona disimula y finalmente contesta en mitad de la función. El tramoya alumbra con la linterna. Posteriormente veremos que es ella llamando desde afuera.
Espectador
(Desde el público).
¿Aló?
¿Qué pasa? No puedo hablar… Estoy ocupado…
Sabes perfectamente que estoy en el teatro… Pero es que cómo se te ocurre llamarme…
Te voy a cortar porque la gente me está empezando a mirar súper feo…
¡Que te voy a cortar!
¡Ya! Chao, chao.
Ella
¡No! ¡No me cortes!
Espectador
Ella
¡Me estai weviando!
Qué vergüenza la weá que estay haciendo…
Pero viniste…
¡¿Por qué no me dijiste que ibas a venir?!
Espectador
Puta porque quería ver algo y fue pa lo que pille entrada… Tu obra…
Ella
Espectador
Ella
Pero no me avisaste… Qué vergüenza…
Si… pa mí también fue súper penca, no pensé que ibas a estar acá…
Espectador
Pero si sabías que iba a estar acá…
No… No tenía idea…
Ella
Pero si sabías que estaba trabajando acá…
Espectador
¿OYE TÚ CREES QUE TE ANDO PERSIGUIENDO AHORA?
Ella
Espectador
Ella
Espectador
¿Pero de cuándo que vas al teatro tú?
¡SIEMPRE HE IDO AL TEATRO!
Nunca has ido al teatro…
ME ENCANTA EL TEATRO ¿QUÉ TE PASA?
Y SABIS QUE MÁS… ME VOY…
Ella
Espectador
Ella
Oye… Ya, pero espera… Oye…
¿Pero vamos a hacer algo después o no…?
¿ME ESTAI WEVIANDO?
Permiso… ¡PERMISO! No… Te pasaste… PERMISO…
¡Me voy!
¡TE VOY A COLGAR!
(El espectador sale de la sala dando un portazo).
Me colgó…
(Lxs performers en escena hacen como que nada ha pasado. La acción continúa).
TRACK 19:
ÉL SE SIGUE GRABANDO CON LA CÁMARA DE ELLA
Esta escena parte del mismo momento en el que terminó la escena II. Es una continuación inmediata. Mientras le habla a la cámara, vemos todo proyectado en la pared.
Él
Mira… lo que yo te quería decir es que… espero que te vaya bien… en todo lo que te propongas… que seas feliz… de verdad…
Y que ojalá no te sientas sola… No es muy agradable…
Imagínate no tener nada que hacer, no tener con quién hablar, lo que a veces es agradable, pero ponte tú, que prendes la tele, y no hay nada que ver… no… imagina algo peor aún…
Imagínate no tener cable… puta eso sí que es para deprimirse…
No por el hecho de no tener cable, sino por la cantidad de mierda que dan en la tele…
Las personas están involucionando… la gente cada día está más imbécil y no se dan cuenta… nadie se da cuenta… o sí… sí se dan cuenta… pero nadie hace nada… a nadie le importa nada… y le echan la culpa de todo a los que gobiernan… como si sacaran algo…
De repente todo me parece tan mediocre…
(Se pone de pie para cortar. Toma la cámara, la saca del trípode, la va a apagar, pero se arrepiente y decide hablarle a la cámara por una última vez, comienza a sonar una base musical).
Te digo una última cosa y no te molesto más…
No sé para qué mierda me doy el tiempo en grabarte esta weá, Si a ti lo más probable es que ni te va a importar…
Claro, a quien le importa el saco de weas que dejaste atrás.
Si por algo te fuiste, así nomás.
Pásalo bien po’, sé feliz, si es lo único que importa…
Tu propia felicidad, es lo único que importa…
Nunca importó la mía, es la verdad, te la hago corta…
Tú eres mala, una mala persona…
Me dejaste con tu cámara pa’ que me coma.
Anda a tirarte al mundo si es lo que siempre has querido. Llévate tu cámara, te grabas culiando y vendí’ contenido.
Ándate a la mierda, me dejaste solo, en verdad ya te fuiste Pásalo la raja, tonta weona, ¡a mi ya me aburriste!
TU CARA SIN OJOS
TU CARA SIN OJOS
TU CARA SIN OJ…
(La música se detiene. Se autointerrumpe. Se da cuenta de lo que dijo. Se arrepiente)
Perdón…
Creo que no estoy tan bien… Pero de verdad quiero que seas feliz…
En serio…
(Cierra la cámara. Oscuridad. Silencio).
TRACK 20:
ÚLTIMO ENCUENTRO
La banda comienza a tocar. Tanto ella como él están en el espacio, y desde el movimiento cotidiano se comienza a gestar una especie de coreografía, que cada cierto rato se quiebra y se vuelve al movimiento cotidiano, o se puede parodiar la misma coreografía. Mientras esta se realiza se proyecta “El último encuentro”, y posteriormente imágenes de romance de cine antiguo, clásico.
Coro
ELLOS SE AMAN… O ESO CREEN…
PORQUE QUÉ ES AMAR SIN UNA COSTUMBRE AUTOIMPUESTA PIENSA ÉL…
ELLA LO AMA Y A LA VEZ LO ENGAÑA
A ÉL NO LE IMPORTA, O NO SE DA POR ENTERADO Y LA SIGUE AMANDO POR RUTINA
AMBOS SE ENTERAN DEL ENGAÑO DEL OTRO, SE MANDAN A LA MIERDA Y DESPUÉS
TIENEN SEXO SALVAJE
ELLA SE ARREPIENTE Y SE VA
ÉL SE ARREPIENTE Y SE QUEDA
EL TIEMPO PASA…
ELLA VA A VERLO, ÉL NO ESTÁ…
ÉL VA A BUSCARLA, ELLA SE FUE…
ENTONCES CADA UNO SIGUE CON SU VIDA A PESAR DE QUE SE ECHAN DE MENOS…
EL ORGULLO EN SU CASO SUPERA LA URGENCIA…
EL ORGULLO EN SU CASO SUPERA LA URGENCIA…
TRACK 21:
FINAL
Apagón breve. Al volver la luz están ambos en escena. Él está recostado sobre el pasto. Ella sentada.
Ella
¿Lo viste?... ¿Qué pensaste?
Yo me sentí rara, como que iba a explotar, cada vez que pasa algo así, relacionado a él, no sé por qué… pero me acelero…
No puedo pensar nada… es como si me transportara a otra parte…
Él
Ayer me costó dormir…
No me podía concentrar, no sé qué me pasa, es como si me hubieran apagado, me siento funcionando bajo una especie de campo de fuerza, que me impide desplazarme…
Discúlpame.
Ella
Si. Es solo que a veces me dan ganas de golpearte.
(Pausa. Él se para frente a ella. Comienza a sonar la canción final)
Coro
Si llegó el final…
Es tu oportunidad
Para recomenzar… sin mirar atrás
Si en el piso estás
Y no te puedes levantar
Mejor aprovechar… para descansar
Cuando el verano se te haga invierno…
Recuerda que el frío nunca es eterno
HERMANIS… ESTAMOS LLEGANDO AL FINAL DE NUESTRO VIAJE
LES AGRADECEMOS EL HABERNOS ACOMPAÑADO Y LES INVITAMOS A PONER-
SE DE PIE. ESTA ES LA ÚLTIMA CANCIÓN, DISFRUTÉMOSLA JUNTOS…
Si la lluvia te mojó
Y una rueda se te pinchó
Después el sol salió…
Y nada más rimó…
El pasado te atrapó, Y el futuro se borró
Reconstrúyetelo. Puede ser mejor…
Siempre hay porqué sufrir…
Pero es mejor reír
Para resistir. Y sobrevivir…
Se pasó bien…
Que linda noche compartí…
Todxs
Se pasó bien…
Que linda noche compartí…
Se pasó bien…
Que linda noche compartí…
Coro
Se pasó bien…
Que linda noche compartí…
Se pasó bien…
Que linda noche compartí… (Apagón).
Parecido a la Libertad
Javiera Otárola
“Decidir
cuándo morir debe ser lo más parecido a la libertad”
(Delfina Guzmán, 2024)
PERSONAJES:
-La una -La otra -La terapeuta robot
(La sala es blanca, o negra, o azul, la escenografía pulcra. Parecido a un hospital psiquiátrico privado, o una mente en blanco, un lienzo sin pintar o un lugar donde nada, salvo las palabras irán manchando).
Escena 1
La otra: (Al público). Asegurarse de que realmente el acto pueda ser llevado a cabo en su totalidad. Sin interrupciones, fallas técnicas, ni de lógica.
(Regresa a la escena). Lo tengo absolutamente planeado. Nada de intentar tomarme pastillas o cortarme las venas, esta vez. Le tengo miedo a la bala. Aparte comprar un arma es demasiado caro y hacerlo legalmente es un trámite engorroso. Quizás no tanto, pero cualquier tipo de trámite me resulta difícil de realizar. Si apenas logro tomar algo de agua y creen que voy a darme el ánimo para rellenar un formulario. Encima ¿de dónde saco la plata? Primero tendría que robarle a alguien. ¡No! no sería justo. Desde que soy chica que me pago solita mis vicios. Sería lo mínimo que pague el costo de mi muerte. Pensaba también que si no podría comprársela a un narco, pero no. No conozco a ninguno. Bueno, mi amiga la que vende hongos podría considerarse narco, si pienso como la policía piensa, pero yo no pienso así. Antes muerta. Además estoy segura que no tiene ningún arma. Ni siquiera debe saber la desamparada incauta cómo conseguir una. Pobrecita, capaz que tenga que vender droga toda su vida, hasta convertirse en esa abuela narco de 80 años que esconde la droga en sus partes int….
La terapeuta robot: Te desviaste de nuevo. Estás pensando demasiado, deberías aprender a pensar menos. Créeme. Absolutely, absolut. Concéntrate.
La otra: Ok, ok, ok... Entonces volviendo al tema de mi muerte, que tiene que ver un poquito con este sin futuro desagradable que padecemos algunas personas en el mundo que estoy segura que somos la mayoría, voy a seguir hablando sobre mi plan perfecto. Puedo fallar en todo en la vida, menos en ejecutar mi muerte.
1.La fecha: Debo planificar por calendario un día bonito, tiene que ser hermoso, posiblemente primavera. Uno que no sea cercano con alguna fecha de fiesta para no arruinarle “El día de felicidad” a nadie, así no me tildan de egoísta que es lo que piensan algunas personas de la gente como yo.
2.Las cartas: Preparar algunas cartas para la gente que valoro. No van a ser muchas.
3. Heredar: No tengo nada importante que heredar, pero sí hay cosas que deseo que tengan algunas personas así que debo hacer una lista sobre eso.
4. La ropa: Alistar la ropa con la que quiero morir y dejar al lado la ropa que quiero que me pongan después. No voy a dejar de ninguna manera que alguno de estos antropomórficos tome esa responsabilidad por mí.
5. Las compras: Juntar todos los materiales que utilizaré en mi último acto (saca una lista de compras).
- Botella de vino tinto (1)
- Repelente para roedores líquido (1L)
- Botella de cloro (1L)
- Termómetros de mercurio (3)
- Tarro de café chico en polvo (1)
- Botella de licor de café (1)
- Botella de vodka barato (1)
- Solución Inyectable de Lidocaína Clorhidrato (2)
La terapeuta robot: Interesante. Continúe.
La otra: Ok, ok, ok.
6. El plan: Para perpetuar mi acción lo primero que haré será tomar una copa de vino mientras preparo un vaso con mi poción mortífera exacta. Esta llevará veneno para ratas, cloro, mercurio de tres termómetros rotos, unas cucharaditas de café, vodka y mucho licor de café para suavizar su sabor… Pucha quizás el café en polvo está demás, (suspira) pero me gusta tanto el café, bueno, ya veré. Prosigo. Antes de beber mi poción me inyectaré algo de lidocaína, la verdad es que ahora soy de esas suicidas que le temen al dolor, así que averigüe cómo anestesiarme. Luego llenaré la tina con agüita bien caliente y me meteré adentro. Ese es el momento cuando me tomaré tres tiras de pastillas para dormir, una copa más de vino, que será la última
de mi vida (esta vez sí es verdad lo que digo) y luego, rápidamente antes de que me empiece a agarrar el letargo beberé el elixir.
7. Plan B…
La terapeuta robot: Aaah… tiene un plan B. Perfecto. Continúe.
La otra: Sí. Debo dejar a mano el secador de pelo junto a la bañera, por si acaso algo se pone muy feo o algo no esté resultando. Así tendré un golpe final que me ayude a inmortalizar mi plan en caso de que algo falle. (La terapeuta robot mira con una cara de asco y repugnancia) Por si no me está entendiendo, es para alcanzar a tirarlo al agua, con mi cuerpo preparado dentro y así esperar una hermosa y eléctrica muerte…
La terapeuta robot: (Anota mientras repite). Una hermosa muerte eléctrica.
Escena 2
La otra: (Al público). Que nadie se entere de lo que harás.
La terapeuta robot: Los pulmones y el aparato respiratorio nos permiten respirar. Permiten la entrada de oxígeno en nuestros cuerpos y expulsan el dióxido de carbono. Este intercambio de oxígeno y dióxido de carbono recibe el nombre de “respiración” y la respiración es VIDA (sale de escena).
La otra: ¡Basta! no se puede seguir de esta manera.
La una: Tranquila, solo respira, concéntrate en la respiración. Y respira... y respira… y…
La otra: ¡No! ¡No quiero! ¡no puedo! ¡de verdad que no tengo ganas! No me apetece.
La una: ¿De qué no tienes ganas?
La otra: De respirar.
La una: Eso no lo puedes decidir tú.
La otra: ¿Como no?
La una: Que no. No se puede decidir si respirar o no.
La otra: Pero yo estoy cansada de respirar. Es mucho trabajo.
La una: ¿Respirar es mucho trabajo? De qué me hablas si es automático. No hay que hacer nada.
La otra: ¡No! ¡Es que tú no entiendes! ¡Nadie me entiende! No es solo el acto de respirar, es todo lo que conlleva seguir haciéndolo.
La una: ¡Siempre exageras!
La otra: ¡Y tú minimizas todo lo que me pasa! ¡No entiendes nada! Cada vez que respiramos caemos en el juego y debemos aparte de vivir, trabajar y cumplir horarios, aunque haga frío y no me quiera mover, aunque me haya intoxicado con tanax, y esté enferma o me duelan las tripas, o la espalda o la piel, aunque odie
mi trabajo y me odien en él y gane una plata de mierda… encima hay que salir temprano y tomar la locomoción, con frío, con calor, siempre atochada de gente que huele a infelicidad, la frustración, todo su ser huele a obligación, y tú sabes cómo detesto las obligaciones…
La una: No sé de qué te quejas si eso lo hace todo el mundo y no veo a nadie quejándose de esta manera.
La otra: (Continúa)... Y con lo que nos queda de los sueldos después de pagar un espacio que jamás será tuyo, tenemos que comer, comer y comer bien porque si no tu cuerpo se siente mal, se hincha, se llena gases putrefactos, que salen de tu boca, de tu vagina, de tu ano…
La una: A mí me encanta comer.
La otra: Yo ya no tengo hambre. Odio el acto de comer porque está socialmente intervenido.
La una: De que me estás hablando.
La otra: La sociedad te fuerza a comer poco y la industria a comer mucho, hasta que te enfermes, toda esa comida transgénica y llena de micro plástico. En las escuelas te enseñan a vomitar si comiste mucho o matarte en un gimnasio para ser delgado.
La una: ¿Y por qué harían eso?
La otra: Yo creo que para que no andes desnuda por la calle.
La una: ¿Por qué alguien andaría desnuda en la calle?
La otra: Por varias razones que tú no entenderías, pero en este caso es porque principalmente si no cumples con su canon de belleza ni siquiera tendrás ropa en las tiendas de tu talla, o peor, las pocas que habrá se las llevará esa gente que usa ropa más grande por moda y cagaste, vístete con un mantel, pero tapate esa grasa de tu cuerpo que mi mamá dice que se ve mal.
La una: Esa es la moda oversize… La ropa grande no la hacen para las gordas, la hacen para gente como yo, para vernos cool. Pero tú no entiendes de eso.
La otra: ¡No! tú no entiendes de nada. Cuando sales a la calle el mundo te odia por ser gordo, por no usar ropa de mi talla porque no hay, las flacas se las llevaron todas. Y por comer papas fritas y pan añejo. Por comer para después cagar y cagar y yo ya no quiero que me odien, ¡no quiero estar peleando con el mundo! Estoy cansada y ya no quiero comer.
La una: Quizá te falta hacer caca mi amor. Siempre tuviste mal metabolismo.
La otra: Es que no me sale la caca. Tengo las tripas secas. Ya no digiero nada ni a nadie. Estoy cansada de intentar no odiar a la gente aunque me aprieten los dientes, estoy harta de no ser mala persona…
La una: Ser buena es una ley de oro, un principio de la moral. “Trata como quieras
que te traten y así…”.
La otra: No es así, no funciona, toda la vida he sido amable y las personas insisten en ser todo lo contrario. Ya no quiero una vida donde sea obligación sonreírle a todo el mundo, trabajar o estudiar…
La una: Algo tienes que estudiar, lo que sea pero estudiar. ¿Si no qué va a ser de tu vida?
La otra: Da igual, si siempre será lo mismo. Caminar del baño a la cocina, de la cama al living, leer de manera desconcentrada, imaginar que haré ejercicio, pagar cuentas, hacer convenios que no pagaré, escuchar pelotudeces, ir al baño, comer un poco de plástico, ver tele, sacar y sacar bolsas con basura que el planeta jamás va a digerir tampoco, vomitar, coger sin ganas, pestañear sin darte cuenta, e ir al baño de nuevo. Para hacer mucha caca o no poder hacer nada, porque la rabia te aprieta el ano. Y volver a comer pan o lo que te alcance (suspira), tener que moverse, no tengo ganas, no tengo hambre de nada…
La una: Que amargada, capaz es sexo es lo que te falta.
La otra: Ya no quiero coger, es que a los hueones les importa únicamente su placer y cogerte rapidito con su pene promedio. ¡Que asco! Ya todo el mundo se aburrió de sus penes promedios ¡ENTIENDAN!
La una: Sabes que no me gusta decirlo, así que lo diré una sola vez (lo dice en voz baja como si alguien más estuviera escuchando). También puedes tocarte a ti misma. (Vuelve en sí) ¡Listo! ya lo dije. Eso… a lo mejor si…
La otra: Es que ya nada me apetece. Ya no quiero. Ya perdí el gusto a mastur….
La una: ¡No! ¡No lo digas!
La otra: A tocarme yo misma. Hasta olvidé donde estaba mi clítoris, ¡parezco hueón!
La una: Mira, no te quiero preguntar esto pero lo haré, acércate. Escucha (vuelve a hablar como si alguien más estuviera escuchando) ¿ni siquiera quieres coger con mujeres estupendas? Como lo hacíamos antes, ¿te acuerdas?
La otra: Me acuerdo. Pero esta vez ni siquiera coger con mujeres estupendas.
La una: ¡Pero no lo digas así tan fuerte!
La otra: Pero si tú lo dijiste primero. ¿Te acuerdas?
La una: Me acuerdo. Pero yo lo dije bajito, no... no… seas inmoral... (vuelve en sí) ¿Oye pero cómo? ¿Por qué ya no quieres coger con mujeres (susurra) si son estupendas?
La otra: Porque lo único que quieren es verse al espejo mientras cogemos, admirar sus cuerpos estupendos mientras yo les tengo que comerles la concha... (La una pega un grito de horror al oír la palabra concha)… y me utilizan mientras ellas acaban en mi boca, pero mirándose a sí mismas. No a mí. A mí no me miran. Yo les doy asco. Ya estoy muy vieja. Mis tetas están muy caídas, mi concha se oxidó (La una vuelve
a pegar un grito de horror)… y ellas prefieren calentarse con las suyas propias y las entiendo, pero de verdad ya no sé qué me hace sentir peor.
La una: Definitivamente soy yo la que no te entiende a ti. Antes no eras así. ¿Qué es lo que te pasa?
La otra: Es que estoy aburrida de todo. Que ya no quiero escuchar más y más pelotudeces. Ni en la tele, ni en la radio, en la calle, en la iglesia, aunque ya no voy a la iglesia.
La una: ¡Cállate no digas eso!
La otra: (Sigue). En los videos del celular, en la boca de mi tía, ni de mi suegra que ya no es mi suegra, ni de mi amiga que parece que ya no conozco, me canse de la gente del trabajo, del taxista, de los artistas pedorros que tienen el ego tan grande que se creen otro tipo de humanos y de esos patéticos los que se creen que hacen arte también.
La una: ¡Ay! ¡qué te han hecho los pobres esos! ¡amargada!
La otra: (Sigue). Ya estoy harta de todos, y de los jueces, de los abogados soporíferos, de la gente de oficina, de los migrantes que odian migrantes, y de toda la gente que odia a los migrantes en verdad, ya no quiero escuchar su miedo, sus palabras ignorantes, ni gritos de niños malcriados, que después serán adultos de la misma calaña, ya no quiero escuchar gente falsamente feliz, ni canciones de ningún tipo.
La una: ¿Ni siquiera a Luis Miguel?
La otra: ¡¡Menos a Luis Miguel!!
La una: ¡Ya cállate! ¡cállate! no quiero escucharte.
La otra: Y yo ya no quiero escuchar ni a los perros, ni a nadie, ni a los pájaros, ni a las cucarachas…ni a las mariposas, ni el aire que expulsa mi cuerpo.
La una: Pero no se puede tomar esa decisión, ya te dije. Es una obligación de la vida vivir. Si no la cumples… sería suicidio.
La otra: Entonces quiero suicidarme.
(Por un instante es como que el tiempo se detuviera, es el pitido después de una bomba, son cristales rotos en los oídos).
La una: (Volviendo) No, no, por favor, no digas esas palabras, están prohibidas… Además tienes mucho por qué vivir todavía.
La otra: Pero estoy cansada, ya no quiero escuchar a nadie, ni al micrero, ni al presidente, ni a los diputados, ni a la tía, ni a los doctores, ni a las monjas, ni a mí misma, ni a las cucarachas…ni a las mariposas, ni el aire que expulsa mi cuerpo.
La una: ¡Basta! suicidarse está prohibido.
La otra: ¿Y quién lo prohibió?
La una: Eeh, no sé… tal vez los psiquiatras…
La otra: ¿Y por qué le haría caso a un psiquiatra?
La una: Porque son buenos, son inteligentes, estudiosos y por una módica suma de dinero están para ayudar a las personas que están enfermas de la mente, como tú.
La otra: ¿Y quién te dijo que yo estaba enferma de la mente?
La una: El psiquiatra que viste el mes pasado.
La otra: Ya déjame, solo estoy cansada.
La una: Pero tienes que seguir respirando ¡prométemelo! El suicidio está prohibido, repite conmigo.
La otra: ¿Ah sí? ¿Y quién lo prohibió?
La una: Eeh… no sé… Parece que Dios (entra la doctora robot y cantan la canción contra el suicidio).
canción el suicidio está prohibido. si tienes ganas de morir, piensa en mí. estas en un pozo negro y gris.
¡agárrate a la vida! agárrate a vivir. Dios te acompañará, él reconfortará, no pienses en morir o verás a Satanás agárrate de Dios, agárrate de mí, piensa en el corazón, piensa en vivir, el suicidio está prohibido, lucha por vivir.
La otra: (Vuelven a la discusión como si nada) No sé de qué Dios me estás hablando porque no sé si te enteraste pero existen varios.
La una: Eeh, es uno, ese… no sé... Creo que ese que sale en la tele, deberías hacerle caso…
La otra: ¿Y le tengo que hacer caso a dios porque sale en la tele?
La una: En la tele dijeron que debemos obedecer a Dios.
La otra: ¿Qué canales estás viendo?
La una: Los nacionales.
La otra: Bueno quizás deberías dejar de ver tele, salir a la calle, hablar con la gente, a ti que te encanta ser falsa. No sé, has algo y déjame tranquila, descansar en paz.
La una: ¡NO! Descansar es para cuando uno se muere. En vida solo descansan los que tienen dinero y que yo sepa no es tu caso. Además yo no pienso salir a ninguna parte. No quería decirte pero últimamente me da miedo salir. El hombre de la tele dijo que afuera había comunistas, anarquistas, feministas, trolos y peor, mujeres que gustan de mujeres.
La otra: Pero si a ti te gustaban las mujeres…
La una: Antes… gustaban, no gustan. Ubícate… Ya no, ahora eso es peligroso. Mejor olvidar lo que fuimos. El hombre de la tele dijo que había travestis que querían travestir al país completo, que era una dictadura, llena de gente pobre, que nos podían pegar los piojos, o el hambre, los herpes y que nos quieren quitar nuestros derechos…
La otra: De qué derechos me estás hablando si no tenemos ningu…
La una: ¡Escúchame, esto es grave! Dijo que habían llegado los inmigrantes, que ahora secuestraban a la gente de bien como nosotras, las verdaderas patriotas, y nos robaban los órganos para cocinarlos porque algunos dicen que incluso son canib……
La otra: ¿Y quién te dijo que somos personas de bien?
La una: Es lógico, somos blancas.
La otra: ¿Blancas? ¡Mírate! ¡Somos mestizas! nuestro papá es moreno, el abuelo era mapuche. Tu piel tiene el color hermoso de nuestra tier…
La una: ¡Tshhhhh!... pero nuestra mamá es blanca. Y la abuela tenía ojos claros...
La otra: ¡Basta! Por favor deja de decir lo que estás diciendo. Estás enferma de miedo.
La una: ¡No estás escuchándome! En la tele dijeron que los inmigrantes, las feministas, y las travestis vienen por nosotros, que esto es tierra de nadie, que afuera esta gente me quiere quitar mi casa, mis córneas para ponérselas a ellos, a los que le quitaron sus ojos… es verdad te juro.. la vecina del frente me grito esta mañana por la ventana que si pongo un pie afuera, unos tipos que estaban en la esquina se iban a meter a mi casa, se iban a comer mi comida, iban a ponerse mi ropa y…
La otra: Tú no tienes casa.
La una: Pero me quieren quitar todo.
La otra: Tú no tienes nada.
La una: Te tengo a ti.
La otra: Me tienes harta.
La una: Porque no estás escuchándome. Yo tengo miedo. Miedo de esa mirada oscura, llena de odio, su mirada resentida, su boca sucia llena de hambre y de herpes, de esas cosas sexuales contagiosas. Como no tienen nada ellos me quieren quitar todo, yo no quiero que me roben, no quiero ser más lesbiana, yo quiero ir al cielo, no quiero que estos muertos de hambre se coman al bebé que llevo en mi vientre.
La otra: Pero qué bebé, si en tu vientre no llevas ni un bebé… déjame decirte que estás desvariando.
La una: Bueno, la virgen María se suponía que tampoco llevaba uno y de repente ¡paaf! Fue concebida. Y seguro también la creyeron desvariada.
La otra: A ese hombre de la tele deberías tenerle miedo, no ves que te está mintiendo… ¿Ese es el que tú crees que es Dios?
La una: No, no, este es un periodista. Da las noticias, dice cuándo hay peligro en la calle, cuándo andan los comunistas, los inmigrantes, piratas y pistoleros…
La otra: ¿Sabes qué? Me estás distrayendo… podrías dejar de hablar de los pistoleros. Necesito pensar cómo dejar de respirar.
La una: Pero no, bueno, bueno, no hablo más de los maleantes, pero por favor, te voy a pedir solo una cosa.
La otra: Qué quieres.
La una: Piensa en rayos de colores; rosado, amarillo, rojo… rosado, amarillo, rojo… no, no, rojo no, mejor no. Es muy comunista. Piensa en rayitos azul, amarillo, verde... ¡No, verdad! Verde no, es que ese es del aborto... Mejor piensa en un rayo café, café verdoso… café (nombra tipos de café)… café caca, si eso.. a ti te encanta la caca...
La otra: Basta, no me distraigas… esta vez ni con la caca podrás distraerme, déjame sola. Ve a seguir escuchando a tu Dios en la tele.
La una: No puedo, solo aparece para semana santa, ahí resucita, es hermoso...
La otra: No me interesa, déjame tranquila estoy pensando como…
La una: Siempre te ha gustado la caca.
La otra: A ti también, ya no me desconcentres.
La una: Si es verdad, me divierte… Oye te acordai esa vez que el hueón ese se cagó dormido en tu cama.
La otra: ¡Me desconcentras!
La una: ¿Pero te acuerdas o no?
La otra: Obvio que me acuerdo.
La una: No, no te acordai.
La otra: Que sí me acuerdo. No sé porque me dio vergüenza a mí, si fue él que se cagó. Me acuerdo que llamé a la radio para contarlo porque no me atrevía a contarle a nadie.
La una: Me acuerdo. Te pusieron una canción, ¿te acuerdas?
La otra: Me acuerdo, pero no me acuerdo de cuál era.
La una: Yo sí me acuerdo.
La otra: Ay, ¿cuál era?
La Una: No te diré todavía.
La otra: Dime.
La una: No.
La otra: Por favor.
La una: Bueno pero si te tomas este pedacito de pastilla.
La otra: No, no caeré en tu juego sucio.
La una: Entonces no te diré que canción te pusieron en la radio
La otra: Pero dime.
La una: Primero este cuartito de pastilla.
La otra: Bueno, pero solo un cuartito porque me está dando ansiedad. (La mira, no muy convencida pero acepta tomarse un pedacito, la ansiedad de acordarse de la canción es más grande que cualquier cosa).
La una: Cierra los ojos y trata de dormir.
La otra: (Media risueña). Bueno está bien, pero solo si me cantas la canción que me puso el Rumpy.
(La una la acurruca tiernamente y comienza a tararear “ataque de caca” de Los Mox, como si fuera una dulce canción de cuna).
La otra: ¿Qué era lo que teníamos que hacer mañana?
La una: Tranquila, mañana será mañana, mañana será bonito, ahora trata de descansar. Duerme un poco por favor. (La otra comienza a dormirse, mientras que la una queda reflexionando).
Necesito que duermas un poco. Algunos días no puedo seguir viviendo contigo, no te soporto. Eres realmente agotadora, exageradamente consciente y demasiado insoportable... pero cuando duermes pareces un pajarito, un polluelo a medio crecer, te veo tan vulnerable, desplumada, lastimada, empapada de escupos que la gente te ha tirado, y yo quiero cuidarte. Masticar toda la mierda para dártela en la boca, ya molida, regurgitada, para que puedas digerirla porque tu frágil colon no digiere aun los dolores. Y posiblemente no lo hará. Quiero ser tu estómago para poder digerirlo…
La otra: (Entre dormida). ¿Tú eres mi estómago?
La una: Si mi amor, je suis ton stomá… Ahora descansa…
(La otra se vuelve a dormir).
Qué voy a hacer contigo… Espero que no despiertes mañana ni nunca. Que pasaras tu vida inmóvil. Me tienes agotada. Rivotril, no, no era ravotril… Diazepam, eso era. Diazepam para hacerte dormir me dio la psiquiatra.
La otra: (Despierta, habla entre dormida de nuevo). Me dan mucho miedo los psiquiatras.
La una: ¿Qué dices? Vuelve a dormir.
La otra: Siempre me quieren dormir, o encerrar… a mí no me gusta estar encerrada... Yo soy un pájaro, no, una polilla… A mí no me vayan a dejar encerrada. (Se desespera).
La una: Cállate, que me dan fobia las polillas.
La otra: (Entrando a un estado entre dormida). No sé por qué te dan miedo las polillas, si son tan frágiles. Están hechas de polvo. Son ingenuas, fácil de engañar, porque son como ciegas, como tú. Siempre vas a ver que van hacia la luz, y se ponen tan cerca, que no se dan cuenta cuando ya están muertas y quemadas. Es esa luz que las
engaña porque no es luz verdadera, es falsa, creada por humanos, por hombres. Las personas son como polillas, creen que van a la luz, a la verdad, y resulta que esa luz son solo mentiras creadas por el hombre. Los políticos nos venden luz falsa como si fuera real y ahí terminamos todos, quemados, como polillas. Después se hacen polvo y es como si no hubiesen existido… A mí no me gusta existir.
La una: Tranquila. Mi amor abra la boquita. (La otra se resiste).
La otra: No por favor…
La una: Te voy a dar solo un cuartito.
La otra: No por favor.
La una: Abre la boca. Abre la boca… (La otra lucha por no abrir la boca). Eso… ahí, sublingual… Respira, respira... Piensa en colores bonitos… Rosado, amarillo, café caca…
La otra: Me mareo… Tengo miedo. (Se duerme).
Escena 3
La terapeuta robot: Diazepam, cuándo y cómo debemos tomarlo - Tu Farmacéutico Informa
EFECTOS DEL DIAZEPAM
Este medicamento podría causarle dentro de algún otro los siguientes efectos: Somnolencia, embotamiento afectivo, reducción del estado de alerta, confusión, fatiga, cefalea, mareo, debilidad muscular, ataxia o diplopía, amnesia, depresión, reacciones psiquiátricas y paradójicas; depresión respiratoria. (Ríe).
Pero no se preocupe, DIAZEPAM - la pastilla del milenio. Hará que se sienta excelente, fenomenal, o más bien dicho que no sienta. Necesitamos que no sienta. NO SIENTA MÁS POR FAVOR. NO ES NECESARIO. EL MUNDO SE LO AGRADECERÁ.
Escena 4
La otra: Siempre he pensado que me voy a suicidar. He pasado mi vida pensando cómo y cuándo. A las personas no les gusta hablar de suicidio. Les incomoda. Pero yo les hablo. Les cuento que me quiero suicidar. Algún día, no ahora. No te asustes, les digo, si todavía no sé cómo. Quiero encontrar la manera perfecta, rápida, indolora. Y también la alternativa hardcore, esa que es dolorosa extrema, y que a la gente repugna. Siento placer a veces cuando pienso en asquear
a las personas. Cómo se pondrían cuando me vieran con la cara rota contra el pavimento.
Ya encontré cómo. Todavía no te quiero decir.
Es difícil pensar en cómo quieres morir pero yo creo que es tan importante, como pensar en cómo quieres vivir.
Me pregunto cuántas personas estarán pensando lo mismo pero no lo dicen porque es muy mal visto. Porque si lo hablas te pueden hasta internar, y quien quiere ser internado a la fuerza. Encima en esos lugares horrorosos llenos de médicos asquerosos altruistas, impúdicos que piensan que son mejores que tú y que todos, que son los únicos sanos de juicio, cuando en verdad tienen su mente igual que todos sus orificios; cochina esos sucios, desvergonzados, concupiscentes.
Dicen que el primer paso para prevenir el suicidio es hablar del suicidio.
Algo de razón tienen. Pero yo me pregunto por qué es algo que quieren prevenir.
¿Por qué lo queremos prevenir?
Si alguien se quiere morir por qué no mejor lo queremos así y lo dejamos partir tranquilo. Lo abrazamos fuerte y le decimos: “adiós hermano. Yo respeto tu decisión, te amo mucho y te amaré siempre incluso cuando te hayas ido.”
Pero, no es así. Hacemos lo imposible por retenerlo. Lloramos, pataleamos, le gritamos, le pegamos si es necesario, le escupimos lo egoísta que es, lo pichiruchi, miserable y le deseamos lo peor. ESTAR VIVO CONTRA SU VOLUNTAD.
Oye si ya no somos niños, ni niñas. Podemos perfectamente decidir si queremos o si nos gusta o no la vida. Incluso cuando eres chico ya sabes eso. Así mismo como puedes decidir que eres un niñe, aunque el corrector del computador, los profesores, y los curitas te lo esté corrigiendo todo el tiempo.
Es que ¡chucha! No dejan elegir nada en esta vida. ¡Pero basta! Unámonos y militemos poder percibirnos como queramos, vivir como queramos y morir como queramos. Mientras tu suicidio no se lleve otra vida no hay ningún problema. Pero hablémoslo, gritémoslo, ¿por qué les duele tanto? ¿Por qué me quieren obligar a estar con ustedes?
Yo creo que las personas que quedan se sienten realmente como la mierda porque alguien a quien amaban o no (quizás simplemente alguien que era parte de su vida), tomó quizás la decisión más importante para ella y se suicidó. Punto. No pasa nada. Que a ti te afecte no es su problema. Deja de decirle egoísta, no has pensado que quizás el egoísta eres tú, persona que se siente con el derecho de retener a otra. Qué te crees. No somos de nadie, ni de nuestros padres, ni madres, ni hermanos, ni amores, ni nada, ubíquense.
Ya no quería estar más contigo, ni conmigo, ni con nadie.
¿Te sientes culpable de no haberle dado más amor? ¿Hasta atosigarle? Pero quizás no quería el amor de nadie. ¿Es obligación querer estar atado a la vida? Y si no qué, discúlpame por pensar que el mundo está totalmente desastroso, deformado, doloroso, cínico, hipócrita, mentiroso y que seguir aportando en esta mentira solo generará más contaminación al fin y al cabo. Y más basura, ¿no te das cuenta? Que una vida que no se quiere vivir, solo genera más residuos que terminarán prontamente con este planeta lleno de vidas que quieren vivir, como ese pobre animal que está en tu plato, que sí quería vivir, respirar, amar, porque este mundo no lo habitamos solamente nosotres por cierto. Por si se te olvida, ¡tú! tanto que hablas de la vida, que defiendes hasta una bola de célula, pero jamás defenderías un pobre animal que va camino al matadero. Si ni siquiera eres capaz de sacarlo de la boca, cínico, hipócrita, falso… No me hables más, ¿querí?
¿Te das cuenta?
Y vamos todos a morir.
Mira que estar obligando a alguien a vivir y que siga gastando agua. Si no quiere para que le obligan.
Debería ser lo más normal que la gente decidiera si quiere morir o no, y cómo quiere hacerlo. Así como es lo más normal que nadie te pregunte si quieres seguir estando vivo. O sea, nadie nos pregunta si queremos nacer. Por qué tenemos que estar obligados a vivir.
Yo quiero vivir hasta que yo quiera.
Exijo mi derecho a morir.
Exijo mi derecho a morir.
Soñaba el otro día una marcha donde nos encontrábamos las personas a exigir nuestro derecho a la muerte. Si no tenemos una vida digna ¿por qué no podemos morir dignamente?
Estoy segura que si pudiéramos elegir tener un suicidio asistido, digno e indoloro al menos un 30% de la población lo optaría. Quizás así habría menos hambre.
O al menos no habría tanta gente infeliz viviendo en obligación, mintiéndoles en la cara, TODOS LOS DÍAS, solo para que no sientan culpa porque nadie realmente quiere estar con ustedes.
Legalicen la muerte. LEGALICENLA YA.
No es posible que ni a los enfermos terminales podamos darle una digna eutanasia. No es posible que por hablar de suicidio me manden al psiquiatra y que me llenen de pastillas que me van a ayudar a sentir menos y cambiar los componentes naturales de mi cerebro para intentar de que sea más “normal”, como el de ustedes
CÍNICOS y ser lo que ustedes piensan y llaman ser FELIZ, tropa de mentirosos, estafadores.
¡GENTE CÍNICA! ¡SON TODOS CÍNICOS! ¡Llenos de ego, que intentan salvar mi vida cuando yo ya decidí que no!
¡No! ¡No! ¡NO! No es posible que si fallo nuevamente en mi intento de muerte me internen en un hospital psiquiátrico. Yo no soy una enferma psiquiátrica. No tengo ninguna enfermedad, estoy más cuerda y lúcida que ustedes. Solo estoy peleando mi derecho a elegir mi muerte, mi derecho a partir de esta vida donde no pedí venir. Donde no logré ser lo que ustedes llaman ser feliz. Déjenme partir.
Escena 5
(VIDEOLLAMADA)
La terapeuta robot: Hola, ¿cómo estás?
La otra: Bien ¿y tú?
La terapeuta robot: Te escucho. (Silencio largo).
La otra: (Incómoda, mira la hora, se impacienta). No sé qué decir.
La terapeuta robot: Te escucho. (Silencio largo, la otra se pone ansiosa, no puede contro-
lar su pie que golpea al piso).
La otra: ¿Estás ahí?
La terapeuta robot: (Que parece no mover ni un músculo de su cara). Acá estoy. (Silencio, esta vez no tan largo).
La otra: ¿Te das cuenta que no eres humana?
La terapeuta robot: Es que soy doctora.
La otra: ¿Te diste cuenta que pareces un robot?
La terapeuta robot: Soy psicoanalista.
La otra: ¿Y qué tiene?
La terapeuta robot: Así es como se hace, así dicen mis libros.
La otra: Está bien que tu psicoanálisis no te permita hacerme preguntas pero, ¿realmente te vas a pegar estrictamente a lo que dicen tus libros?
(La terapeuta robot guarda silencio).
No te das cuenta que soy una persona.
La terapeuta robot: Y yo soy una doctora.
Escena 6
La una: Despierta, ya es un nuevo día.
La otra: ¿Siempre habrá un nuevo día? (Pausa). ¿Morir será como soñar?
La una: Ya estás otra vez con la muerte…
La otra: Preferiría vivir soñando.
La una: La muerte es lo opuesto a la vida. No lo entiendo. Si no hay nada más lindo que estar despierta y viva y pisar firme el asfalto.
La otra: ¿El asfalto? Y esa frase de donde la sacaste.
La una: Del Alma buena de Se-Chuan, de Bertolt Brecht.
La otra: Sabes que ya no me importa el teatro. No tiene sentido, es absurdo en sí mismo.
La una: Enloqueciste toda, el teatro es la vida misma.
La otra: Lo es y por eso también es cínico, hipócrita, falso.
La una: No todo es falso. Hay actrices que son muy buenas…
La otra: Pero están actuando, representando, haciendo como que o llegando a ese que, con su no sé qué técnica y eso es fals…
La una: Lo dices de picada. Sabes que te gustaría ser actriz y que te aplaudieran, como a mí.
La otra: Cállate. ¿Y para qué? ¿Para alimentar mi propio ego mientras alimento mi estómago con un trabajo explotador de lo que sea, esperando volverme vieja para
que al fin la gente joven me valore por haber aguantado tanto en llegar hasta aquí?
La una: Eres una amargada.
La otra: Lo sé. Por eso me quiero morir.
La una: Quizá deberías enamorarte, eso te ataría a la tierra como a la de la obra que te dije.
La otra: ¿Enamorarme? Sabes que no puedo.
La una: Todo el mundo puede, solo debes encontrar a la persona indicada.
La otra: ¡Para! Sabes que esa persona ya existió. Y murió. Sabes que no habrá otra.
La una: No así, pero quizás alguien que…
La otra: No quiero y punto. Tú sabes que cada vez que intenté abrir mi corazón las últimas veces me lo aplastaron y estrujaron. Yo ya amé. Con eso es suficiente. Amar de verdad aunque sea una vez en la vida, es suficiente. Suficiente para entender que duele, siempre, aunque sea perfecto. Al fin y al cabo todos nacimos para morir y el ser amado también muere, así como me paso a mí. Desde que murió que ya no puedo amar realmente. Al menos él se fue y fue libre.
La una: Si, perdona. Quizás tienes razón en esto. Amar duele muchísimo. Yo cada vez que me abro, me fantasmean y yo no entiendo. Después me siento como tú, mal, triste…
La otra: Incapaz de ser capaz de nada. Y me arden las heridas, y empiezo a hablar de morir.
La una: A mí me gusta respirar y estar viva.
La otra: Que bueno. Yo no sé si alguna vez me gustó.
La una: Claro que sí, acuérdate cuando respirabas junto a la cara de esa persona.
La otra: Cállate. No me quiero acordar. Sabes que me duele.
La una: ¿Quieres un clonazepam?
La otra: Bueno, pero con una copa de vino.
Escena 7
La otra: Déjenme por favor.
La una: ¿Cómo estás?
La otra: Dopada.
La una: Entiende que es por tu bien.
La otra: Por el bien tuyo querrás decir.
La una: Siempre fuiste mal agradecida.
La otra: Déjame morir por favor.
La una: ¿Vas a seguir con eso? ¡Estoy en contra absolutamente! (Se enloquece y llama
a la terapeuta). ¡¡Doctora!! ¡Doctora! ¡Venga por favor! rápido!
La otra: Quiero una muerte asistida, es mucho más digna que mi suicidio en potencia.
La una: No haré eso.
La otra: Dame dignidad por favor.
La terapeuta robot: ¿Qué pasa, que sucede reinita?
La una: Esta niñita que está hablando de morir de nuevo.
La terapeuta robot: Es una débil mental, vamos a tener que subir la dosis del medicamento.
La otra: ¡No soy una niñita ni una débil! ¡Soy una mujer adulta, fuerte, valiente! Y no quiero más medicamentos, quiero que me dejen tranquila, quiero vivir mi vida y yo ya decidí que quiero morir.
La terapeuta robot: Tú no estás en condiciones de tomar ninguna decisión.
La una: ¡Viste! te lo dije. Por eso con la doctora vamos a decidir por ti. Ojalá pudieras entendernos.
La otra: ¿Qué he hecho? Por qué me odian, por qué me hacen esto. ¡Basta! Déjenme morir. Ya no quiero estar aquí. Este mundo no tiene lugar para mí. Déjame partir, por qué me hacen esto. No entiendo, por favor, paren, por favor, solo quiero morir con dignidad, la dignidad que no encontré en mi vida, por favor, no, no. (Le intentan dar una inyección) No, no me hagan esto.
La una: No quiero que te mueras, ¡no puedo vivir sin ti! ¡Entiende! No quiero que te mueras.
La terapeuta robot: (A la una). Tápale la cabeza por favor (Busca y encuentra con que hacerlo. Le tapa la cabeza). Sostenla, le vamos a poner este tranquilizante.
La una: Haga algo por favor, pero que no siga diciendo esas cosas, me hace daño. Me hace daño oír que quieres morir. Perdóname, yo sé que soy egoísta, pero también lo hago por ti, por tu alma.
La otra: (Grita con la cabeza tapada). ¡Por ti!, ¡lo haces por ti! Egoísta ¡Lo haces por ti!
La una: (Gritando también). ¡No entiendo! ¡No entiendo por qué quieres hacer esto! (Le inyectan el tranquilizante y la escena se oscurece).
Escena 8
La otra: Instrucciones para suicidarse.
1. Estar bien segura de la decisión.
2. Dejar los pendientes de tu vida en orden. Decir lo que tengas que decir.
Besar a quien tengas que besar.
3. Googlear la manera más afectiva de suicidarse.
Escoger entre todas las opciones la que más vaya con tu personalidad.
No hablar del suicidio con nadie. Este mundo no está preparado para eso y te descubrirán e impedirán que lo hagas a toda costa. Hay personas que prefieren conservarte en un psiquiátrico, en un estado vegetal antes que tomes tus propias decisiones que a algunas personas les molesta.
Extras.
• Si tienes mascotas procurar encontrar quien le cuide y le dé el amor que tú ya no puedes darle.
• Si tienes madre, darle un beso a quien te trajo a este mundo, la ames o la odies, ¡da lo mismo! Es parte de cerrar un ciclo en esta vida.
• Si está muerta, cierra los ojos e imagina ese beso.
• Escribir cartas para que las personas puedan entender tu decisión (aun que no lo harán).
• Diles que no se culpen (aunque posiblemente no sirva de nada), a no ser que tu decisión se deba a alguien que atormentó tu vida y si es así dile para que cargue con la culpa de tu muerte y aprenda a nunca más dañar a las personas.
(La otra escribe una carta).
“Solo quiero suicidarme en paz, suavemente, acompañada de la gente que quiero. ¿Es mucho pedir?
Por qué no me dejan morir.
En esta vida no hay nada para mí.”
(Bebe su elixir y dice sus últimas palabras)
Morir es lo más parecido a la libertad.
Escena 9
(Entra la terapeuta con la una. Encuentran el cuerpo muerto de la otra, y la carta).
La terapeuta robot: (Recoge y lee la carta que la otra dejó). “Sólo se suicida quien intenta darle un sentido a la vida. Hay que aceptar el absurdo.” ¡Ja! que absurdo. (Se ríe y se retira de la escena, la una queda sola).
La una: ¿Dios? ¿Estás ahí? ¿Por qué me has abandonado? Ya no tengo fe. Resucita este cuerpo o ya no podré creer en tu resurrección. Me engañaste a mí, ¡a mí! Y me dejaste sola. Me quitaste todo lo que tenía. No viniste en mi auxilio cuando te lo pedí. Ya no soporto mirarte. Quiero borrar todo lo que me han enseñado. Dios, nunca fuiste suficiente, nunca fuiste real. Nunca me concediste un milagro. (Llama a la doctora).
¡Doctora! ¡Doctora venga! Me siento mal, venga por favor. Me he contagiado, mi cabeza no para de pensar en morir. (A la otra). No sé cómo hacerlo, cómo vivo sin ti. (Toma el cuerpo de la otra).
Al final lo lograste, no puedo creer que te hayas marchado. Me has dejado sola, sola en este silencio absoluto y absurdo donde ya no existe nada. Ni siquiera Dios, ya no hay ni siquiera miedo.
Perderte era todo el miedo que tenía. Ya no temo. Estoy confundida, ahora puedo entender pero desearía volver a estar ciega, ¡porque me abriste los ojos! Ahora cómo los cierro.
Y ahora yo qué hago. No pude ayudarte. No fui suficiente para que te quedaras aquí. Quisiste evadir tu realidad, huiste de ella y de mí.
Yo no sé estar sin ti.
Solo hay nebulosa.
Ya no sé en qué creer. Dios me ha abandonado. Y tú también. La tele se ha averiado, ya no hay ruido, ya no hay nada, solo escucho mi voz, mi respiración y no quiero oírla, no quiero respirar más en esta tierra si tú no estás.
A ratos pienso en lo que me pedías, quizás sí fui egoísta. No quería ayudarte a morir, pero al ver tu cuerpo muerto y destrozado, solo pienso cuando me pedías ese poquito de dignidad.
¿Qué he hecho, qué hice?
No pude salvar tu vida y no sé si pueda salvar la mía.
¿Estás helada, te sientes bien?
¿Has encontrado lo que buscabas?
¿Y ahora quién te hará dormir?
Ven, ábreme tu boca. (Intenta darle una pastilla). Está tiesa, ábrela te digo.
Te vas a sentir mejor ahora, ven acá. Yo te acurruco.
Mañana será otro día, lo prometo, mientras tanto piensa en colores, esta vez en los que quieras, ya eres libre, puedes pensar en el rojo, en colores azules, verde, amarillo.
Duerme tranquila, yo estoy aquí, siempre estaré aquí, no me moveré de tu lado.
Respira, respira, respira…
(Agarra la manta y se acurruca junto al cuerpo muerto de la otra).
¡FIN!
NO PUEDES MATARME PORQUE YA ESTOY EN
Personajes:
Manuel
Rodrigo Melinka Clop Tram
Manuel: No eres real. No sé cómo explicártelo, porque aún no lo logro entender. No consigo entender todo lo que está pasando, me siento como en una película de ciencia ficción. Pero el punto es que no eres real, y yo ya no sé si soy más como tú o más como… ellos. No sé en qué me convertiré y no sé si podré volver a verte. Solo quiero que sepas, que donde sea que estés, te voy a encontrar mil veces más, si es necesario. Nunca dejaré de buscarte.
Melinka: ¿Cómo que no soy real?
Manuel: No lo eres, Melinka. Mírame, tú y yo somos muy distintos y nunca me había dado cuenta, porque… bueno, siento cosas por ti, y todo este revoltijo de sentimientos hicieron que te percibiera real.
Melinka: Pero yo también me siento como tú… Es extraño, si no soy real, entonces, ¿por qué me siento así?
Manuel: No lo sé…
Melinka: ¿Voy a desaparecer?
Manuel: No tienes que desaparecer, pero cuando nos encuentren, será lo primero que intentarán hacer. Debe haber alguna forma de volverte real…
Melinka: Que no nos encuentren nunca. No quiero desaparecer, no quiero abandonar esta supuesta realidad, porque es la más hermosa que voy a vivir. Me niego a abandonar lo que siento cuando veo los árboles, cuando siento el viento en mi cara, cuando nado en el mar… No quiero abandonarte, Manu.
Manuel: Entonces, aprieta mi mano con todas tus fuerzas.
Casa de Rodrigo y Manuel.
Rodrigo: ¿Qué me estás tratando de decir?
Manuel: Nada.
Rodrigo: No, dímelo.
Manuel: Nada.
Rodrigo: Me dices que de pronto te dan ganas de atravesar mi garganta con un
cuchillo, pero no me dices el por qué.
Manuel: No lo entenderías.
Rodrigo: Entonces explícame, porque no estoy entendiendo nada.
Manuel: Nada.
Rodrigo: ¿Nada? ¿Así de la nada a ti te vienen ganas de asesinar personas?
Manuel: ¿Quién te dijo que te quiero asesinar?
Rodrigo: Te recuerdo que me quieres enterrar un cuchillo en el cuello ¿crees que acaso voy a sobrevivir a eso?
Manuel: Pero ese no es el fin.
Rodrigo: ¿Cuál es?
Manuel: Un cuchillo de mantequilla no te haría daño.
Rodrigo: Si lo entierras, entonces sí.
Manuel: ¿Podré enterrarlo en tu garganta? ¿Podré enterrar un cuchillo en tu esternocleidomastoideo?
Rodrigo: ¿Quieres probar?
Manuel: ¿Puedo?
Rodrigo: ¡No! ¡No! ¡Noooo!
Manuel: Entonces, ¿para qué preguntas?
Rodrigo: Era una broma, sarcasmo.
Manuel: No te entiendo.
Rodrigo: No hay nada que entender.
Manuel: Ah, ¿no?
Rodrigo: No, solo no quiero morir aún. Al menos me podrías contar ¿cuándo planeas hacerlo?
Manuel: No.
Rodrigo: ¿Por qué?
Manuel: Porque no sería una sorpresa.
Rodrigo: No me gustan las sorpresas.
Manuel: Mentira, yo sé que sí te gustan.
Rodrigo: Pero no estas sorpresas.
Manuel: ¿Entonces cuáles sí?
Rodrigo: Las que me ponen feliz.
Manuel: Te prometo que te voy a hacer muy feliz.
Rodrigo: ¿Matándome?
Manuel: Salvándote.
Rodrigo: Terminando con mi vida.
Manuel: Con tu sufrimiento.
Rodrigo: ¿Sufrimiento?
Manuel: Tener que vivir conmigo.
Rodrigo: ¿Qué?
Manuel: Sé que nunca has querido estar conmigo, nunca has querido cuidarme, y quererme. Si estoy contigo ahora es porque estás obligado, y eso me empieza a afectar, ¿sabes? Me afecta tu indiferencia. Son cosas que los hijos sentimos a veces; ese desprecio. Me siento una carga para ti. ¿Crees que no me doy cuenta? Llevamos encerrados en esta pocilga ocho años, solo por tu terrible sobreprotección hacía mí.
Rodrigo: ¿Cómo se te ocurre que voy a estar contigo por obligación?
Manuel: Porque te escuché hablar solo el otro día. Te estás volviendo loco, y yo también.
Rodrigo: Nunca he hablado solo.
Manuel: Hablas solo mientras estás dormido.
Rodrigo: ¿Qué?
Manuel: Despierta.
Rodrigo: Estoy despierto. Te juro que estoy...
Manuel: Buenos días, al fin despertaste. Veamos si te puedes quedar callado un rato.
Rodrigo: ¿Estaba dormido?
Manuel: Sí, y hablas mucho.
Rodrigo: Ah...
Manuel: ¿Por qué tienes esa cara?
Rodrigo: ¿Qué dije?
Manuel: ¿Cuándo?
Rodrigo: Cuando estaba durmiendo.
Manuel: Básicamente, que soy la causa de tu sufrimiento.
Rodrigo: Eso no es así...
Manuel: Terminemos con esto rápido, por favor. Prefiero matarte ahora que solo tengo ganas de matarte, que matarte después, cuando tenga ganas de torturarte, destruirte pedazo por pedazo, hasta que me ruegues que te mate, desmembrarte y enterrar tus trozos en el patio. A todo esto, ¿aún existe el patio? ¿Estará el jacarandá?
Rodrigo: Entonces no estaba soñando...
Manuel: ¿Cómo?
Rodrigo: ¿Estás bien?
Manuel: ¿Acaso se puede estar bien? Mira cómo estamos, por favor. Llevamos ocho años encerrados solo porque te da terror salir a mirar si...
Rodrigo: ¡Cállate! ¡Cállate! ¡Cállate!
Manuel: ¿No has pensado que quizás afuera todo siga igual?
Rodrigo: ¡Mírame! Nunca más en tu vida vuelvas a decir una mierda como esa, ¿me escuchaste bien? Te prometo que la próxima vez te voy a...
Manuel: ¿A qué? ¿A pegarme? ¿A patearme en el suelo?
Rodrigo: Sí.
Manuel: No te atreves a matar ni una mosca, ni siquiera te atreves a mirar afuera.
Rodrigo: Por supuesto que sí, me atrevo a matar hasta diez moscas.
Manuel: ¿Podrás si te saco un brazo?
Rodrigo: ¿Qué mierda estai hablando?
Manuel: Eso po’, si te saco un brazo y lo enrollo en tu cuello, ¿podrás matar, aunque sea una mosca?
Rodrigo: Me estás asustando...
Manuel: Y tú a mí.
Rodrigo: No te reconozco.
Manuel: Porque ya no soy yo.
Rodrigo: ¿Quién eres?
Manuel: No sé, papá. No sé. Ayúdame.
Rodrigo: ¿Cómo te puedo ayudar, si lo único que haces es desobedecerme?
Manuel: Porque no soporto más estar acá, no soporto despertarme todos los putos días viendo cómo mi rostro envejece un poco más. Tengo canas, ¿sabías eso?
Tengo canas. No una, muchas. ¿En qué momento me empezaron a salir?
Rodrigo: No tenemos otra opción.
Manuel: Yo tengo muchas más opciones y mucho más interesantes que quedarme aquí a esperar que mi carne se desgarre y se descomponga.
Rodrigo: ¿Tienes alguna idea?
Manuel: Matarte e irme de acá.
Rodrigo: ¿De verdad crees que vas a sobrevivir afuera?
Manuel: Si no salgo, nunca lo voy a saber.
Rodrigo: Manuel… Tienes que saber que…
Manuel: Buenos días, otra vez te quedaste dormido. ¿Hasta cuándo vamos a seguir así?
Rodrigo: ¿Así cómo?
Manuel: Como las ratas. No, peor que las ratas.
Rodrigo: Tuve un sueño muy extraño.
Manuel: Es obvio, no se puede soñar normal si llevamos años encerrados aquí. La cabeza empieza a jugar malas pasadas.
Rodrigo: ¿A ti también te ha pasado?
Manuel: Todo el tiempo.
Rodrigo: Soñé que querías matarme.
Manuel: ¿Qué? Estás loco, ¿cómo voy a querer matarte? Eres mi papá.
Rodrigo: Porque querías salir de aquí y yo no te dejaba.
Manuel: Pensándolo bien, sería una buena estrategia. Ya oh’, ven a comer conmigo, abrí una lata.
Rodrigo: No, pero en serio. ¿Quieres matarme?
Manuel: Jamás te haría daño.
La tierra tiembla, la casa se mueve y todas las cosas que alguna vez estuvieron sobre los muebles, se quiebran en mil pedazos contra la cerámica celeste. Aparece una mujer en el patio.
Manuel: ¡Papá! ¡Ayúdame!
Rodrigo: ¡Ni se te ocurra acercarte a ella!
Manuel: Está inconsciente, solo quiero ver si le pasó algo. ¿De dónde salió? ¿Del techo?
Rodrigo: ¡Manuel! Hazme caso, hombre. No te acerques. ¡Hey! ¿Quién eres? ¿Quién te mandó para acá?
Manuel: ¿Ves? ¿Te das cuenta que aún existe gente como nosotros?
Rodrigo: ¡Cállate!
Melinka: Yo…
Rodrigo: ¡¿Quién eres?!
Manuel: No le grites tan fuerte.
Melinka: Yo… no recuerdo cómo llegué acá.
Rodrigo: ¡Mentirosa! ¿A qué viniste? ¿A sacarnos de acá y convertirnos en alguien como tú?
Melinka: No sé de qué me estás hablando…
Manuel: ¡Papá! Es una persona, una persona real. Es una mujer.
Rodrigo: ¿Cómo estás tan seguro?
Manuel: Mírala, está llorando…
Melinka: No es nada, solo fue porque me asusté.
Manuel: La asustaste, compórtate.
Rodrigo: ¿De dónde vienes?
Melinka: De mi casa… Fui al supermercado y me perdí, no sé cómo. Hace poco la psiquiatra me cambió los medicamentos, debe ser eso…
Manuel: ¿Vas al psiquiatra?
Melinka: Sí…
Manuel: ¡Qué hermoso! ¡Papá! ¡Va al psiquiatra!
Rodrigo: ¿Qué tiene eso de hermoso?
Manuel: ¡Que vaya al psiquiatra! ¿Acaso no lo entiendes?
Rodrigo: ¿Que se preocupa de su salud mental?
Manuel: ¡Que aún existen psiquiatras! Y si aún existen psiquiatras, aún existen problemas mentales…
Rodrigo: ¿Robots con problemas mentales?
Manuel: No, papá. Gente con problemas mentales.
Rodrigo: Supongo que eso es mejor a que no haya gente.
Manuel: ¡Obvio que sí! Hay gente, y probablemente más de la que pensamos.
Melinka: ¿De qué mierda están hablando?
Rodrigo: ¡Mírame! Dime exactamente qué está pasando afuera.
Melinka: ¿Afuera? ¿En la calle?
Rodrigo: ¿Hay calles?
Melinka: Obvio que hay calles. Y gente, y mascotas, y supermercado, y farmacias…
Manuel: ¿Coludidas?
Rodrigo: ¿¡Qué mierda importa eso!?
Manuel: Nada, solo quería saber.
Melinka: También ferias, colegios, amor…
Manuel: ¿Amor?
Rodrigo: No te creo, ¿quién te mandó para acá?
Melinka: Yo realmente no sé…
Rodrigo: ¡Manuel! ¡Es una trampa! Quiere que salgamos para terminar igual que ellos
Melinka: ¿Qué?
Rodrigo: Por lo que más quieres en el mundo, no le creas…
Manuel: Ya no sé qué es lo que más quiero en el mundo.
Manuel agarra un cuchillo y asesina a Rodrigo.
Melinka: No sé por qué lo hago.
Manuel: Hay cosas que se pueden evitar.
Melinka: Las cosas de la cabeza son inevitables.
Manuel: ¿Por eso vas al psiquiatra?
Melinka: No, esto empezó a pasar después.
Manuel: ¿Y qué haces cuando te pasa?
Melinka: Respiro profundamente y cierro mis ojos.
Manuel: ¿Como meditando?
Melinka: Exacto. Es la única forma de apagar mi cabeza.
Manuel: ¿Y qué te dice esa cabeza?
Melinka: Nada es real, nada es real, nada es real. Pienso que quizás no soy real. Tengo la sensación de que todo a mi alrededor es falso, creado, inventado. Y hasta me siento externa a mí misma, a mi cuerpo y a mi consciencia.
Manuel: A mí también me ha pas…
Melinka: ¿¡También te ha pasado!? ¿Cuándo? ¿Cuántas veces al día? ¿Qué piensas exactamente?
Manuel: Hace varios meses, unas dos a tres veces por día. Pienso en el sentido que todo esto tiene, y siento como si estuviera en una película. ¿Has visto The truman show?
Melinka: ¿En serio?
Manuel: Sí. Ocho años encerrado aquí me han revuelto la cabeza y los intestinos.
Melinka: ¿Y qué haces cuando lo piensas?
Manuel: Fumo.
Melinka: ¿Y qué haces cuando lo piensas?
Manuel: Medito, al igual que tú. Pero a diferencia tuya, yo medito aquí, encerrado entre la suciedad, el polvo, los ácaros y la miseria. Y una que otra lata de comida llena de moscas.
Melinka: Pero igual, algo es algo. Cualquier cosa que uno haga para tratar de sobrellevar la realidad es válida, creo yo.
Manuel: ¿Y asesinar a tu propio padre?
Entra Rodrigo.
Rodrigo: ¿Qué me estás tratando de decir?
Manuel: Nada.
Rodrigo: No, dímelo.
Manuel: Nada.
Rodrigo: Me dices que de pronto te dan ganas de atravesar mi garganta con un cuchillo, pero no me dices el por qué.
Manuel: No lo entenderías.
Rodrigo: Entonces explícame, porque no estoy entiendo nada.
Manuel: Nada.
Rodrigo: ¿Nada? ¿Así de la nada a ti te vienen ganas de asesinar personas?
Manuel: ¿Quién te dijo que te quiero asesinar?
Rodrigo: Te recuerdo que me quieres enterrar un cuchillo en el cuello ¿crees que acaso voy a sobrevivir a eso?
Manuel: ¿Dónde estabas?
Rodrigo: Salí a caminar.
Manuel: ¿Por qué estás tan raro?
Rodrigo: Quiero hablar contigo…
Manuel: ¿De qué?
Rodrigo: Yo entiendo que estés enamorado de un rob… de Melinka. Entiendo que es la primera “mujer” que ves en ocho años. Pero tienes que saber algo.
Manuel: ¿Puedes dejar de hablar de ella como si no fuera real?
Rodrigo: Es que no lo es. No sé si será producto de nuestra imaginación, o creada por… ellos.
Manuel: ¿Quiénes son ellos?
Rodrigo: Mira, cuando yo tenía tu edad… bueno, tenía un poco menos que tú, estaba completamente enamorado de la pequeña Lulú, era como una obsesión que tenía. Soñaba con ella, imaginaba que estaba a mi lado todo el tiempo. Pensaba que algún día la vería en persona, pero no era real, entonces…
Manuel: ¿¡Quien mierda son “ellos”!?
Suena el timbre. Nadie abre.
Manuel: ¿Quién es?
Clop: Hola, disculpe… Ando ofreciendo galletitas.
Rodrigo: ¡No!, gracias.
Clop: Son de mantequilla.
Melinka: Mmm, me encantan.
Rodrigo: Le dije que no, muchas gracias.
Clop: Son cien por ciento caseras, si gusta puede probar una…
Manuel: Papá, yo quiero.
Rodrigo: ¡Le dije que no, por la chucha! ¡Ándate a la mierda, robot culiao!
Melinka: Y dele…
Clop: Bueno, que poco amable, parece una máquina. ¡Que tenga buena tarde!
Rodrigo: ¡Ja! Qué ironía. Un robot me dice que parezco una máquina. ¿Alguna vez has sentido que pareces un humano?
Manuel: ¿En qué estábamos?
Rodrigo: En que salí a caminar.
Manuel: ¡¿Afuera?!
Rodrigo: Sí… Quería comprobar con mis propios ojos que afuera siguiera todo igual.
Manuel: ¿Y?
Rodrigo: Efectivamente, todo sigue igual. Salí a la calle, caminé hacia la playa. ¿Sabes a cuánto está la playa de acá?
Melinka: ¿Tres cuadras?
Rodrigo: ¡Tres putas cuadras!
Manuel: ¿¡Por qué nunca fui!?
Rodrigo: Se me hicieron una eternidad. Llegué y había gaviotas no-tan-gaviotas, que se tiraban con sus picos-no-tan-picos, sacaban peces del agua, peces-no-tanpeces. Había arena blanca, y todo estaba vacío, pero… igual.
Melinka: ¿Igual a qué? Yo te dije que todo estaba normal, no igual. No hay punto de comparación si nunca hubo un cambio.
Rodrigo: Pero… ¿La simulación?, ¿el domo?, la empresa me dijo que yo…
Manuel: ¿Tú qué?
Rodrigo: Nada.
Manuel: ¿Nada?
Rodrigo: Nada.
Melinka: ¿Nada de nada?
Rodrigo: No te metas.
Manuel: No le hables así.
Rodrigo: ¿Por qué la proteges tanto?
Manuel: Porque es la primera persona que veo en ocho años.
Rodrigo: ¿Conmigo no te basta?
Manuel: No cambies de tema.
Melinka: ¿Qué hizo tu empresa?
Rodrigo toma un cuchillo y se asesina a sí mismo.
Rodrigo: Acepté los términos y condiciones.
Manuel: ¿Qué?
Rodrigo: Las cookies
Manuel: No entiendo.
Melinka: Cuando entras a una página web, te aparece eso. Es como aceptar que entren en tu privacidad de red.
Manuel: Ya… ¿y?
Rodrigo: Según ellos, acepté todo esto. Cuando me di cuenta, ya era muy tarde.
Manuel: ¿Aceptar qué?
Rodrigo: Que el mundo se convirtiera en una simulación creada a través de inteligencia artificial.
Manuel: ¿Qué?
Rodrigo: Pero, por alguna extraña razón, no funcionó.
Manuel: ¿Y recién te vienes a dar cuenta ahora? ¡La empresa es tuya, papá!
Rodrigo: Era.
Manuel: ¿Cómo?
Melinka: Creo que yo mejor me voy…
Manuel: No, quédate. También necesitas escuchar todo lo que este hombre nos tiene que contar. A lo mejor por eso llegaste hasta acá.
Rodrigo: Fue hace nueve años atrás. Un día, estaba en el trabajo, y de pronto me aparece una ventana emergente con información de la empresa. Como era una empresa de programación, no le presté mucha atención y solo puse “aceptar”. Un mes después, un trabajador llega a sacarme de mi puesto, alegando ser el nuevo jefe en el nuevo experimento.
Manuel: ¿Quién era él?
Rodrigo: No recuerdo, si nunca lo había visto. El punto es que me muestra un contrato digital en donde daba mi autorización para que él liderara una investigación. Esta consistía en transformar absolutamente a todo el mundo en inteligencia artificial, menos la empresa. Y ellos observarían los comportamientos desde la base.
Manuel: Al parecer, no funcionó
Melinka: Yo no estaría tan segura…
Manuel: ¿Por qué?
Melinka: Esto tiene que quedar entre nosotros. Pero yo he visto cosas, cosas extrañas… El otro día estaba caminando por la calle, y había un perro parado de cabeza. No sé cómo explicarlo, estaba echado en la vereda, pero es como si lo hubieran tomado y lo hubieran puesto a levitar de cabeza…
Rodrigo: No quiero ofender, pero dijiste que ibas al psiquiatra, ¿no?
Manuel: ¿Cómo eran los perros?
Melinka: Peludos, cuatro patas, dos orejas, hacen guau… Y sí, voy al psiquiatra.
Manuel: Sí, los empiezo a recordar ya…
Melinka: El punto es que estaba así, sobrepuesto en el vacío.
Manuel: Eso es imposible.
Melinka: Lo mismo pensé yo.
Rodrigo: Quizás sí funcionó…
Manuel: Me cansé. Tú vas a hablar todo lo que sabes, ahora.
Melinka toma un cuchillo y asesina a Rodrigo.
Manuel: ¿Por qué lo hiciste?
Melinka: ¿Qué somos?
Manuel: No sé… ¿Qué quieres que seamos?
Melinka: Dímelo tú.
Manuel: ¿Cómo fue que llegaste aquí?
Melinka: Vas a pensar que estoy loca…
Manuel: Te juro que no.
Melinka: Me pasó igual que al perro.
Manuel: ¿Levitaste de cabeza?
Melinka: No tan así, pero estaba caminando por la calle después del supermercado, me empecé a marear mucho, vi luces de colores. De pronto escuché un ruido, como una frecuencia. Y aparecí aquí.
Manuel: ¿Jaqueca?
Melinka: ¿Qué?
Manuel: A mi mamá le daban jaquecas y eran así mismo.
Melinka: No, no fue lo mismo.
Manuel: Ah.
Melinka: Fue más como un lapsus, una falla, un bugueo…
Manuel: ¡Un glitch!
Melinka: Un… glitch
Manuel: Ahora que lo pienso… Una vez estaba mirando por la ventana a eso de la una de la mañana, pero había un pedacito de cielo celeste naranjo, como un atardecer hermoso en algún lugar del Reino Unido.
Melinka: El Reino Unido, que hermosura…
Manuel: No sé si habrá sido un sueño, porque hace años que sueño despierto y se me confunde la realidad con la ficción, pero de que lo recuerdo, lo recuerdo…
Melinka: ¿Y si nada de esto es real?
Manuel: No me había fijado que tenías los ojos tan lindos…
Melinka: Eres muy raro.
Manuel: ¿Y si nada de esto es real?
Melinka: No me había fijado que tenías los ojos tan lindos…
Rodrigo: ¿Podrían hablar de esas cosas en privado? Es un poco incómodo.
Melinka: Perdón, yo…
Manuel: Cállate.
Rodrigo: Estoy tratando de averiguar qué fue lo que pasó, pero este computador de mierda ya no funciona. Me negué a prenderlo durante estos ocho años.
Manuel: Debe estar lleno de polvo.
Rodrigo: Hasta baratas debe tener por dentro.
Manuel: ¿Para qué quieres prenderlo?
Rodrigo: Quiero averiguar qué fue lo que pasó.
Melinka: ¿Y si comienzas contándonos todo lo que sabes?
Manuel: Sí, papá. Yo creo que Melinka tiene ra…
Rodrigo: ¡Linda la weá! Ahora un robot tiene más poder que yo.
Melinka: Deja de decir que soy un robot.
Manuel: Melinka es real, papá.
Rodrigo: Sí claro, y yo soy un personaje dentro de un video juego creado con IA.
¿Dónde estamos ahora? ¿En LOL? ¿O en Súper Mario Bros?
Manuel: No, papá, todos somos reales. Mira, toca su brazo.
Melinka: Ustedes son muy raros, como una secta.
Rodrigo: Está muy bien creada, por eso te confundes.
Manuel: Cuéntame, papá, ¿qué fue lo que pasó?
Rodrigo: Necesito que ella se vaya…
Manuel: ¿Qué?
Rodrigo: Que se vaya. No te voy a contar delante de ella.
Manuel: Meli…
Rodrigo: ¿Meli?
Melinka: Entiendo. Me iré a mi casa y…
Rodrigo: ¡No!
Melinka: ¿Cómo?
Rodrigo: Tú no sales de esta casa, no sabemos si vas a llevar información relevante. Anda a la pieza de Manuel.
Manuel: ¿Ahora la vas a secuestrar?
Rodrigo: Sí. hasta que logremos entender todo lo que está pasando.
Manuel: Yo lo entiendo. Lo entiendo muy claramente. Tú no quieres perderme, eso es. Tú no quieres que yo haga mi vida, tú no quieres que yo encuentre una pareja, me vaya de esta casa, tenga tres hijos, un perro y deudas con el banco. No quieres quedarte solo, te da terror quedarte solo, por eso haces todo esto y ahora te desquitas con Melinka porque sabes que me estoy enamorando por primera vez en mi vida. Eres un egoísta, eres un maldito egoísta, y ojalá te hubiera matado la primera vez.
Rodrigo: ¡No sé si funcionó!
Manuel: ¿Qué cosa?
Rodrigo: El domo… Cuando supe todo lo que iba a pasar, me despidieron. Antes de irme, me robé un pendrive con algunos datos de la investigación. En ese pendrive, estaba el proyecto de construcción del domo que protegería a la empresa. Lo repliqué tal cual, y se supone que ese es el domo que nos está protegiendo. Pero ahora dudo de que haya funcionado y quizás nosotros…
Manuel: ¿Qué es un pendrive?
Rodrigo: Todo esto lo hago por ti, Manuel. ¿No te das cuenta?
Manuel: ¿Hacerlo por mí? ¿Qué cosa? ¿Defenderme de esos falsos monstruos come humanos que andan por las calles?
Suena el timbre. Ambos se miran pero no abren.
Manuel: ¿Quién es?
Rodrigo: Cállate… ¿Quién es?
Clop: ¡Hola! Disculpe que lo interrumpa, ando ofreciendo mis servicios de gasfitería, ¿necesita destapar algún wáter?
Rodrigo: No… ¡Gracias!
Clop: ¿Está seguro? ¿Algún lavaplatos, lavamanos tapado con pelos?
Manuel: Ya casi no nos quedan pelos, así que no, pero gracias.
Clop: ¿Y algún…
Rodrigo: ¡¿Usted no entiende?! Le dije que no.
Clop: Ok, disculpe. Lo que pasa es que en este barrio, hace varios días ya que hay problemas con el alcantarillado.
Rodrigo: Pero acá no.
Clop: ¿Está seguro? Está pasado a mierda acá afuera.
Manuel: ¿Afuera de la casa?
Clop: Sí, ¿ustedes tiran el confort dentro de la taza o en el basurero?
Rodrigo: ¿¡Qué chucha te importa!?
Clop: Lo siento, mejor me voy. Les dejaré mi tarjeta por si la necesitan. Ojalá me llamen cuando estén nadando en mierda. ¡Chaíto!
Manuel: Ya lo estamos…
Rodrigo: El plan consistía en convertir al mundo en una simulación a través de inteligencia artificial. Cuando ese hombre llegó y me sacó de mi puesto, entendí que yo no estaba incluido en el plan. ¿Sabes lo que eso significa? Que tú y yo seríamos IA en estos momentos.
Manuel: ¿Un domo? ¿Y cómo entró Melinka?
Rodrigo: No lo sé… Imagino que ella destruyó el domo. Hace años que nadie venía a tocarnos el timbre…
Manuel: Quizás nunca pasó nada, papá. Quizás tu empresa nunca logró hacer eso. Y quizás estuvimos ocho años encerrados aquí como cobardes.
Rodrigo: Es muy extraño…
Aparece Melinka.
Melinka: Disculpen que interrumpa, lo que pasa es que abrí la ventana de la pieza de Manuel, y está pasado a caca afuera.
Manuel: Quizás tengamos que llamar a ese gásfiter
Melinka: ¿Ustedes hacen mucha caca?
Rodrigo: Un poco… ¿Por qué? ¿Acaso tú no?
Manuel: ¡Papá!
Rodrigo: Solo quería comprobar si los robots hacen caca, ¿cuál es el problema?
Melinka: Sí, Rodrigo, los robots sí hacemos caca.
Rodrigo: ¡Entonces estás confirmando que eres un robot!
Melinka: Yo no puedo con esto…
Suena el timbre. Todos se miran pero nadie abre.
Clop: ¿Hola?
Melinka: ¡Julieta!
Rodrigo: ¡No abras!
Melinka: Es mi roomie, estábamos juntas en el supermercado.
Manuel: ¿Quién es?
Clop: Mi nombre es Julieta, lo que pasa es que perdí a mi amiga en el supermercado que está a dos cuadras de aquí. Algunos vecinos me dijeron que la vieron entrar a esta casa… ¿Está con ustedes? ¿Está bien?
Manuel: Tranquila, sí está aquí.
Clop: ¡Ay! Que alivio… ¿Me podría abrir?
Rodrigo: ¡No!
Clop: ¿Cómo qué no?
Manuel: Julieta, ¿cierto? Tranquila, tu amiga está muy bien, solo que… Bueno, mi papá no quiere que se vaya, por razones personales. Espero que lo entiendas… Te prometo que, apenas se pueda, yo mismo la iré a dejar a su casa.
Clop: ¿Acaso la tienen secuestrada?
Manuel: No, no, no… Solo por un rato…
Rodrigo: Sí, está secuestrada.
Clop: ¡Malditos! Voy a llamar a la policía.
Manuel: ¡Papá! Aún existen policías.
Rodrigo: Pacos.
Manuel: Eso mismo. ¡Aún existen pacos!
Melinka: ¿Te sorprende?
Manuel: ¿Cómo eran?
Melinka: Mmm, verdes.
Rodrigo: Y corruptos.
Manuel: ¡Cállate! ¡Cállate! ¡Cállate!... Los voy a conocer, al fin.
Melinka: No puedo creer que te emociones por eso.
Manuel: Perdón, te recuerdo que no he salido de esta casa de mierda durante ocho años.
Obvio que me emociona que venga quien sea. Así como me emociono con tu llegada.
Rodrigo: Linda la weá, ahora lo más probable es que terminemos en cana.
Manuel: ¿En cama?
Melinka: Ahí es donde deberías estar, hace muchísimos años.
Tram: ¿Hola? Disculpen… La policía viene en camino, por lo que Julieta me explicó acá afuera, tenían secuestrada a Melinka.
Melinka: ¿Marcos? ¡Es mi psiquiatra!
Manuel: ¡Un psiquiatra! Córrete, papá. Necesito conocer a ese psiquiatra.
Rodrigo: ¡Estás loco!
Manuel: Llevo ocho años encerrado, necesito hablar con un psiquiatra. ¡Hola! ¿Usted me podría atender?
Tram: Por supuesto que sí. Necesito que me abra la puerta…
Rodrigo: ¡Ah! Ahí está la trampa…
Tram: ¿Trampa? ¿Alguna vez ha visto a algún psiquiatra atender sin ver a su paciente?
Manuel: Exacto. Necesito que me mire a la cara. ¡Míreme a la cara! Míreme y verá el desastre de persona que soy. ¡Soy un fracasado! ¡Una mierda de ser humano! ¡Soy la peor caca en el alcantarillado!
Tram: Ábrame la puerta, entonces. ¿Melinka?
Melinka: Es verdad, Manuel es un desastre. Pero no creo que sea buena idea abrirte la puerta. ¡No estoy secuestrada!
Tram: La gente secuestrada suele decir eso. Melinka, escúchame con atención, dos golpes si tienes una pistola en la cabeza, un golpe si…
Melinka: ¡No estoy secuestrada!
Tram: ¿Segura?
Melinka: Segura, llama a la policía y dile que no vengan.
Tram: Bueno, cualquier cosa tienes mi número, compártelo con Manuel. Se ve que lo necesitas.
Manuel: ¡No! Por favor, no te vayas. Señor psiquiatra, señor Marcos. Por favor, te lo ruego… fuiste lo más cercano a la salvación.
Rodrigo: No seas melodramático, por favor.
Manuel: ¿Qué me estás tratando de decir?
Rodrigo: Nada.
Manuel: No, dímelo.
Rodrigo: Nada.
Manuel: Me dices que de pronto te dan ganas de atravesar mi garganta con un cuchillo, pero no me dices el por qué.
Rodrigo: No lo entenderías.
Manuel: Entonces explícame, porque no estoy entiendo nada.
Rodrigo: Nada.
Manuel: ¿Nada? ¿Así de la nada a ti te vienen ganas de asesinar personas?
Rodrigo: Voy a salir a fumar, permiso.
Manuel: ¿Cómo que vas a salir?
Melinka: ¿Cómo que no soy real?
Manuel: Según lo que me explicó mi papá, te convertiste en realidad virtual. No sé si en algún momento fuiste real, pero te prometo que te voy a salvar.
Melinka: No estoy entendiendo… Entonces, ¿lo que siento no es real?
Manuel: Eres lo más real que he visto en toda mi vida, y aun así no eres real.
Melinka: ¿Cuándo acabará?
Manuel: No lo sé… podría ser en cualquier momento.
Melinka: Quédate cerquita mío, por favor. Si mi vida no-tan-vida termina ahora, al menos quiero sentir el último atisbo de felicidad en este falso universo…
Manuel: Toma mi mano, prométeme que no la vas a soltar.
Melinka: Nunca te voy a soltar.
Clop: Listo, simulación “comportamiento humano” terminada.
Tram: Estuvo intensa esta vez.
Clop: Bastante. Hay que echar al programador que no codificó bien ese perro que estaba flotando.
Tram: Sí, voy a averiguar su nombre. Interesante el comportamiento de “Rodrigo”
Clop: Le inserté un chip de conciencia pasada a su avatar, al parecer pensaba que era dueño de esta empresa y que él y su hijo eran reales (ríen).
Tram: Por lo menos no terminaron matándose, como los anteriores.
Clop: Sí.
Tram: ¿Qué número fue? Para ponerla en el expediente.
Clop: Simulación número 2650.
Tram: “Simulación número 2650: fallida. Nuevamente los especímenes manifiestan sentir ‘amor’”.
Clop: Hay que hacer un cambio en los códigos, creo que sé a qué se puede deber.
Tram: Hagámoslo, la próxima quizás resulte todo bien.
Clop: Eso espero. Oiga, con todo respeto, le quedaba bien ese bigote de psiquiatra.
Tram: Cállate.
Se enciende una luz que deja ver a Melinka congelada dentro de un tubo. Clop y Tram la tapan con una tela y apagan la luz.
Clop: Algún día descubriremos la verdad sobre los famosos “seres humanos”.
Tram: Ojalá…
Clop: ¿Comenzamos otra vez?
Tram: Sí, estoy listo.
Clop: Simulación 2651, comenzando en 3, 2, 1… FIN

El proyecto Aguaderramada del Instituto Profesional ARCOS responde al deseo de generar un diálogo e intercambio editorial que pueda sumarse al coro plural de la mirada que emerge desde los territorios y la academia. Nos interesa colaborar en zurcir el averiado tejido colectivo instalando objetos que multipliquen los sentidos ante el avance de la instrumentalización que amenaza todas las esferas vitales.