Este mes en Revista Construye® abordamos un tema crucial y vigente: la vivienda como un derecho humano y como un motor de desarrollo económico y social. En un país que enfrenta desafíos de urbanización, desigualdad y crecimiento poblacional, pensar la vivienda solo como un bien inmobiliario resulta insuficiente. Conversamos con líderes del gremio de la construcción, responsables de políticas públicas y expertos en desarrollo urbano, quienes coincidieron en que garantizar el acceso a una vivienda digna no solo mejora la calidad de vida de las personas, sino que dinamiza el empleo, fomenta la inversión y fortalece el tejido social. Desde la planificación territorial hasta el financiamiento y la sostenibilidad, cada aspecto se convierte en una pieza clave de este gran engranaje que impulsa al país hacia adelante.
Además, los invitamos a disfrutar nuestra sección Más allá de la construcción, donde este mes exploramos pasiones que también construyen: los autos, la historia y el turismo. Porque quienes diseñan, edifican y transforman ciudades también necesitan inspiración, perspectiva y disfrute. Acompáñenos en esta edición que no solo edifica muros, sino también reflexiones y caminos hacia un futuro más justo y próspero para todos.
Y recuerden que…
¡El Éxito nunca llega solo…se Construye!! ®
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CELEBRA 20 AÑOS DE TRAYECTORIA EN EL SECTOR INMOBILIARIO
Através de desarrollos como
Arya Living Center y Punto Portia, TerraHome reafirma su compromiso con la innovación y la excelencia, transformando la manera de vivir e invertir en Aguascalientes.
Arya Living Center es un desarrollo residencial y comercial ubicado en Prolongación Zaragoza Norte, en Aguascalientes. Ofrece 54 lotes residenciales y en una segunda etapa contará con una torre departamental de ocho pisos con acabados de lujo. Además, integra la plaza comer-
cial Arya por parte de Terrashops, de 2,000 m², con marcas de primer nivel.
Entre sus amenidades destacan:
• Acceso controlado y alta seguridad
• Grill lounge, cancha de pádel y gimnasio de alto rendimiento
• Interconexión peatonal con la plaza
• Zona de juegos infantiles
Por su parte, Punto Portia es un desarrollo vertical ubicado en el nort-poniente de la ciudad, una de las zonas con mayor crecimiento de Aguascalientes.
Está diseñado para quienes buscan invertir con visión, dentro de un entorno moderno, funcional y con gran proyección de plusvalía.
Punto Portia se caracteriza por su diseño arquitectónico contemporáneo, distribución eficiente de espacios y una propuesta habitacional enfocada en la calidad y el bienestar. Su cercanía con desarrollos residenciales consolidados y con acceso directo a su propia plaza comercial, brinda comodidad y practicidad en el día a día.
¿Por qué es una buena inversión comprar en Punto Portia?
Este desarrollo está orientado a inversionistas que buscan un producto
rentable, con alto potencial de valorización y con el respaldo de una marca consolidada. La combinación entre ubicación, concepto habitacional y calidad constructiva, posicionan a Punto Portia como una opción atractiva tanto para habitar como para rentar o revender en el mediano plazo.
Con el respaldo de Grupo TerraHome, con desarrollos como Cavalia, Santo Domingo, Puerta Norte y más, Arya Living Center y Punto Portia garantizan plusvalía sostenida, seguridad patrimonial y una proyección de vida moderna, reafirmando la visión de la empresa de ofrecer desarrollos que transforman el entorno con propósito, diseño y valor.
LA VIVIENDA EN MÉXICO
más que un techo, un derecho y motor de desarrollo
En México, la vivienda no solo representa un espacio físico para habitar: es un derecho humano consagrado en la Constitución y una pieza clave para el desarrollo económico, social y urbano del país. Contar con una vivienda adecuada implica acceso a servicios básicos, seguridad jurídica, ubicación adecuada y condiciones dignas que permitan a las personas desarrollarse plenamente. Sin embargo, este derecho aún está lejos de garantizarse de manera universal.
“Las
brechas territoriales y socioeconómicas se amplían, y el modelo de vivienda enfrenta la necesidad urgente de repensarse: con enfoques más sostenibles, inclusivos y centrados en las personas.”
El sector vivienda tiene un peso significativo en la economía nacional: genera millones de empleos directos e indirectos, moviliza industrias como la construcción, el financiamiento y los insumos, y es clave en la configuración del territorio. Su impacto social también es profundo, al incidir en la cohesión comunitaria, la salud, la seguridad y la calidad de vida de millones de mexicanos. Aun así, el rezago habitacional sigue siendo una deuda pendiente. Según datos oficiales, más de 9 millones de viviendas en el país presentan alguna forma de carencia —ya sea por hacinamiento, materiales precarios, falta de servicios o inseguridad en la tenencia del suelo—.
Actualmente, el acceso a una vivien -
da adecuada enfrenta múltiples desafíos. Mientras en algunas zonas urbanas la vivienda se ha convertido en un activo especulativo y de difícil acceso para las clases medias, en otras, la expansión desordenada ha generado asentamientos desconectados, sin servicios ni oportunidades. Las brechas territoriales y socioeconómicas se amplían, y el modelo de vivienda enfrenta la necesidad urgente de repensarse: con enfoques más sostenibles, inclusivos y centrados en las personas.
En este contexto, hablar de vivienda en México hoy implica no solo observar los indicadores del mercado, sino también reconocer su papel estratégico en la construcción de ciudades más justas, resilientes y equitativas.
DÉFICIT HABITACIONAL
9 millones de viviendas faltantes o en mal estado
VIVIENDAS EN REZAGO
8.5 M, 26.6 % del total (34.8 M viviendas)
1M REGULARIZADAS
1M NUEVAS VIVIENDAS
450 000 MEJORAS
2024 / 2030 PLAN FEDERAL
INVERSIÓN TOTAL
600,000 VIVIENDAS EN ZONAS PERIFÉRICAS
APORTACIÓN PIB
5.1% DEL PIB NACIONAL
(~1.2 BILLION PESOS)
40% DE DESARROLLADORES
VIVIENDA SOCIAL
EMPLEO GENERADO ~6M DIRECTOS ~9M INDIRECTOS
CONSTRUCCIÓN 2025
125,000 viviendas nuevas (Conavi+Infonavit)
86,556 ya iniciadas
PANORAMA ACTUAL Y OPORTUNIDADES DE DESARROLLO DE VIVIENDA EN
GUANAJUATO Y QUERÉTARO
El sector de la vivienda en Guanajuato y Querétaro atraviesa una etapa crítica de transformación, marcada por el crecimiento demográfico, la presión sobre los precios, y la necesidad urgente de equilibrar la oferta habitacional entre vivienda social, media y residencial. Ambos estados reflejan un dinamismo económico notable, pero enfrentan retos estructurales distintos en términos de acceso, planeación urbana y disponibilidad de vivienda asequible.
Guanajuato: crecimiento industrial y oportunidad para vivienda social y media
Guanajuato ha consolidado una base económica diversificada con fuerte presencia en los sectores automotriz, calzado, agroindustrial y manufactura, lo que ha detonado una expansión sostenida en ciudades como León, Irapuato, Celaya y Silao. Este crecimiento ha generado una demanda constante de vivienda, sobre todo en los segmentos social y medio, dirigidos a trabajadores formales de zonas industriales.
Según datos recientes del sector inmobiliario, durante 2025:
La oferta de vivienda creció en Silao un 30 %, León un 14 %, y Celaya un 10 %.
El precio promedio por metro cuadrado en vivienda residencial fue de $10,872 en León, $13,689 en Celaya, y $13,075 en Irapuato. En renta, los precios alcanzaron $112/ m² en Celaya, $93/m² en León, y $78/ m² en Irapuato.
Este entorno crea oportunidades claras para desarrollar vivienda media y social con precios entre $450,000 y $900,000, donde aún existe una fuerte demanda insatisfecha. En
León, por ejemplo, el 45 % de la demanda corresponde a vivienda media y el 28 % a vivienda social, mientras que la oferta se concentra principalmente en segmentos residenciales superiores, generando un desajuste en el mercado.
Querétaro: crecimiento acelerado y crisis de asequibilidad
Querétaro, con una de las tasas de crecimiento poblacional más altas del país (duplicó su población en menos de 30 años), ha visto una expansión urbana acelerada en zonas como El Marqués, Corregidora y Juriquilla. Sin embargo, este crecimiento no ha sido acompañado de suficiente desarrollo de vivienda asequible.
De acuerdo con el índice de precios de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), en el primer trimestre de 2025:
La vivienda en la zona metropolitana aumentó 6.7 %, ligeramente por debajo del promedio nacional (8.2 %). Municipios como El Marqués y Corregidora registraron aumentos de entre 5 % y 7.4 %.
En zonas como Zibatá y Juriquilla, los precios por metro cuadrado superan los $21,000, muy por encima del promedio de ingresos familiares.
Este encarecimiento ha desplazado la demanda hacia la periferia, pero la falta de vivienda social en zonas centrales ha agravado el problema de movilidad y fragmentación urbana. Solo el 12 % de la nueva vivienda registrada en Querétaro durante 2024 corresponde a vivienda social, mientras que la demanda efectiva en ese segmento supera el 35 %, lo que refleja una brecha severa.
Retos comunes y estrategias necesarias
Tanto Guanajuato como Querétaro
requieren políticas de vivienda más integrales que incluyan:
Fomento de vivienda social y media: a través de incentivos a desarrolladores, subsidios bien focalizados, y mayor participación de organismos de vivienda estatal y federal.
Planeación urbana ordenada: que limite la expansión descontrolada y promueva desarrollos verticales mixtos en zonas con servicios.
Contención de la especulación: con regulación sobre la formación de pre -
cios y mecanismos de transparencia en transacciones inmobiliarias.
Infraestructura y transporte: especialmente en Querétaro, para evitar la marginación urbana de quienes solo pueden acceder a vivienda en zonas periféricas.
Perspectivas de inversión y desarrollo
Guanajuato se perfila como un estado con mayor margen para expansión de vivienda asequible y media, con ciudades como Silao, Celaya y León como polos de atracción para
nuevos desarrollos. La relación entre crecimiento económico, empleo formal y disponibilidad de tierra lo convierte en un terreno fértil para proyectos bien planificados.
Querétaro, aunque atractivo por su dinamismo económico y ubicación estratégica, requiere una intervención más decidida para evitar una crisis prolongada de asequibilidad. De no corregirse las tendencias actuales, se corre el riesgo de consolidar una burbuja inmobiliaria en zonas específicas, con consecuencias sociales y económicas de largo plazo.
VIVIENDA COMO DESARROLLO
Conavi e Infonavit toman la delantera en el ambicioso plan de vivienda del gobierno federal, que busca construir, regularizar y mejorar millones de hogares para transformar el país.
La
política nacional de vivienda vive un momento clave. Bajo el programa “Vivienda para el Bienestar”, el gobierno federal ha puesto en marcha una estrategia sin precedentes: construir un millón de viviendas nuevas, regularizar otro millón y mejorar 450 mil hogares existentes durante el sexenio, con una inversión proyectada de 600 mil millones de pesos. El objetivo no solo es abatir el rezago habitacional, sino también impulsar la economía desde el territorio.
En el corazón de esta iniciativa están la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) y el Infonavit, instituciones clave para detonar el acceso a vivienda digna. El Infonavit, en alianza con la Financiera del Bienestar, construirá 500 mil viviendas para derechohabientes con una nueva constructora pública que busca reducir costos y eliminar intermediarios. Además, ofrecerá créditos sin interés, esquemas de renta con opción a compra y congelará los saldos de hasta dos millones de hipotecas en VSM.
Por su parte, la Conavi atenderá a familias sin seguridad social, con ingresos de 1 a 2 salarios mínimos, mediante un modelo casa por casa. Su titular, Rodrigo Chávez Contreras, señaló que en 2025 se construirán 50 mil viviendas con dos prototipos base: una vivienda nueva de 60 m² y otra de 40 m², dirigida a jóvenes, ambas con tasa de interés de 0%.
“Como lo anunciamos, el 1º de octubre, un millón de viviendas que vamos a construir… una parte con el Infonavit y la otra con Conavi…
vivienda popular con un esquema de financiamiento”, aseguró la presidenta Sheinbaum durante el lanzamiento del programa.
Las cifras son contundentes: más de 6 millones de empleos directos y 9 millones indirectos se generarían en sectores como la construcción, servicios, transporte, energía y vivienda. Sin embargo, los retos también son significativos: la disponibilidad de suelo urbano bien ubicado y con servicios es cada vez más escasa, lo
que podría elevar los costos del programa. Además, la reforma al Infonavit, que reduce la participación de los trabajadores en su consejo, ha generado inquietudes sobre el manejo transparente de los fondos.
El sector privado ha sido convocado a participar activamente. Según Luis Alberto Moreno, ex presidente de Canadevi, “la vivienda social es la parte de la producción que no hemos podido levantar… el potencial es de 250 mil viviendas”. Considera que
este plan es un “programa estratégico” que puede reactivar el sector.
El Infonavit también contempla esquemas de colaboración con la iniciativa privada a través de créditos puente y cofinanciamientos, en los que deberán integrarse estados, municipios y desarrolladores.
En suma, el nuevo modelo de vivienda nacional se basa en un enfoque dual: inclusión social y acceso a dere -
chos, por un lado; y desarrollo económico con visión territorial, por el otro. El éxito dependerá de la articulación efectiva entre lo público y lo privado, la agilidad institucional y la capacidad del Estado para garantizar que la vivienda vuelva a ser, realmente, el punto de partida del bienestar.
La pregunta es, ¿esta nueva política de vivienda ofrecerá las garantías necesarias para que la IP pueda sumarse y ser parte activa?
VOLVER A CONSTRUIR
VIVIENDA SOCIAL
CARLOS RAMÍREZ CAPÓ, PRESIDENTE NACIONAL DE CANADEVI, ANALIZA LOS DESAFÍOS, OPORTUNIDADES Y
EL PAPEL DEL SECTOR PRIVADO EN EL NUEVO MODELO DE VIVIENDA DEL BIENESTAR.
La industria de la vivienda en México vive un punto de inflexión. Tras años de rezago en la producción de vivienda social, el nuevo Programa de Vivienda del Bienestar ha encendido los motores del sector. Carlos Ramírez Capó, presidente nacional de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), lo resume así: “Este programa está resurgiendo la construcción de vivienda social en el país. Muchas empresas que estaban en pausa ahora están volviendo a construir”.
Uno de los retos inmediatos es asegurar la infraestructura necesaria. “Estamos hablando del tema de la Comisión Federal de Electricidad y los requerimientos de energía, y también del acceso a los volúmenes de agua que requiere la población. Eso
es fundamental para que podamos construir el millón 100 mil viviendas que contempla el programa del bienestar”, explica Ramírez Capó. Sin embargo, aclara que el financiamiento no representa una barrera, ya que el Infonavit cubre esa parte y los desarrolladores se encargan de edificar.
El nuevo modelo también ha abierto oportunidades estratégicas para las pequeñas y medianas empresas del sector. “Muchas de ellas estaban especializadas en vivienda social, pero por múltiples factores tuvieron que reducirse o migrar a segmentos de mayor valor. Ahora, con este programa, se están desempolvando reservas territoriales y el 85% de la oferta que ha hecho Canadevi proviene de estas pymes”, destaca el presidente de la cámara.
“La Canadevi está trabajando a lo largo y ancho del país. Generamos oferta desde los 750 mil hasta los 5 millones de pesos, pero también estamos comprometidos con la vivienda de 600 mil pesos del programa del bienestar. Participamos junto con otras cámaras y empresas porque la necesidad de vivienda en México es enorme y requiere de todos”
La apuesta no es sólo cuantitativa, también es cualitativa. Canadevi se ha alineado con el enfoque social del programa, que busca construir viviendas de 60 metros cuadrados, con dos recámaras, áreas verdes, infraestructura y ubicación cercana a servicios. “Nosotros estamos participando en la ejecución de este programa que busca dar vivienda digna y asequible a trabajadores que ganan uno o dos salarios mínimos. Nos sumamos para que este proyecto se convierta en realidad para miles de mexicanos”, enfatiza.
La innovación también se encuentra en el centro de la estrategia. “Estamos migrando de la construcción artesanal a sistemas industrializados, prefabricados, aislantes térmicos, tecnologías que ahorran agua y energía. Nuestras viviendas integran co -
nectividad digital y se diseñan en trazas urbanas pensadas para el peatón y el transporte público”, afirma Ramírez Capó, convencido de que una vivienda moderna debe responder a las nuevas exigencias sociales y ambientales.
El papel del sector privado en este esfuerzo va más allá de edificar casas. “Nosotros hacemos ciudades. Generamos infraestructura, vialidades, plantas de tratamiento, accesos. Y todo debe cumplir con las nuevas normas. Por eso, la Canadevi se mantiene siempre actualizada y en contacto con todas las dependencias: Sedatu, Conavi, Infonavit, SHF, CFE, Conagua…”.
La cámara se ha consolidado como un actor fundamental en el ecosistema de vivienda del país. “Canadevi es la única cámara especializada en vivienda
“Estamos hablando del tema de la Comisión Federal de Electricidad y los requerimientos de energía, y también del acceso a los volúmenes de agua que requiere la población. Eso es fundamental para que podamos construir el millón 100 mil viviendas que contempla el programa del bienestar”
en México. Para ser socio, debes tener como objeto social la edificación de vivienda. Ofrecemos información actualizada, certificaciones, capacitación, vinculación con proveedores, y negociaciones con la banca comercial para financiamiento y créditos hipotecarios”, detalla.
Finalmente, Ramírez Capó recalca que el sector está unido y activo: “La Canadevi está trabajando a lo largo y ancho del país. Generamos oferta desde los 750 mil hasta los 5 millones de pesos, pero también estamos comprometidos con la vivienda de 600 mil pesos del programa del bienestar. Participamos junto con otras cámaras y empresas porque la necesidad de vivienda en México es enorme y requiere de todos”.
El mensaje es claro: la vivienda social no solo ha vuelto, sino que lo ha hecho con fuerza, innovación y colaboración entre los sectores público y privado. Y Canadevi está decidida a liderar ese cambio.
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VIVIENDA CON VISIÓN DE FUTURO
LOS DESAFÍOS DE CONSTRUIR EN GUANAJUATO
Carmen Hernández, presidenta de Canadevi Guanajuato, analiza los retos del suelo, la vivienda económica y el camino hacia una industria más innovadora y sostenible.
El
sector de la vivienda en Guanajuato enfrenta
un
momento crucial. Con el crecimiento poblacional acelerado, la presión por ofrecer vivienda asequible y la necesidad de transitar hacia desarrollos más sostenibles, los desarrolladores lidian con condiciones cada vez más complejas. Carmen Hernández, presidenta de la delegación Guanajuato de la Canadevi, lo tiene claro: “Estamos por
debajo
de
lo que se requiere. La demanda sobrepasa la oferta que nosotros estamos dando”.
Hernández no es la primera mujer en presidir una delegación de Canadevi, pero sí es la única actualmente en funciones. Y llegó respaldada por su trabajo: “Tuve muy buena aceptación, me apoyaron bastante. Los socios vieron mi dedicación y el compromiso que se tiene”, cuenta. Ese respaldo le ha permitido afrontar uno de los mayores retos del Estado: la falta de suelo disponible.
“Cada vez es menos el terreno disponible. Y quien tiene tierra, eleva los precios. Eso encarece la vivienda y
hace inviable construir vivienda económica”, advierte. El impacto ha sido claro: “Los desarrolladores hemos tenido que brincar de vivienda económica a vivienda media. Una vivienda de 400 mil pesos, simplemente, no se puede construir aquí”.
Aunque el programa de Vivienda del Bienestar del Infonavit ha generado expectativa, la realidad es que son pocos los desarrolladores que han podido sumarse. “El precio de compra que maneja el Infonavit es de 600 mil pesos, pero en ciudades
como León las viviendas más baratas están en 720 mil. No es que vayamos a ganar poco, es que no hay ganancia. Así no se puede entrarle”, señala.
Ante la escasez de tierra, Hernández ve una salida en la vivienda vertical. “Todavía el mercado local no está del todo acostumbrado, pero quienes vienen de ciudades como la CDMX la adoptan sin problema. Es hacia allá donde debemos orientar nuestro desarrollo”. Además, la Canadevi busca fortalecer alianzas con los municipios e instituciones como los Imuvis para detonar proyectos donde aún existan reservas de suelo.
En este contexto, la coordinación con el Gobierno del Estado ha sido clave. “A diferencia del nivel federal, el Gobierno estatal sí ha dado subsidios. Son 100 mil pesos directos al trabajador, lo cual nos permite ofrecer viviendas de 750 mil, pero que para ellos quedan en 650 mil. Eso nos ayuda mucho”, comenta. También reconoce que municipios como León
han mostrado apertura para trabajar en conjunto, aunque “hace falta profundizar el trabajo conjunto en todo el corredor industrial”.
La presidenta pone énfasis en la necesidad de una visión más integral. “Ya no se trata solo de construir casas. Nosotros queremos que nuestros desarrollos generen comunidad, que no sean solo cuatro paredes, sino espacios donde las familias puedan convivir”. Y para lograrlo, apuestan por innovación, nuevos materiales, sostenibilidad y el uso de tecnologías emergentes. “No podemos seguir desarrollando sin pensar en la sostenibilidad. Ya no es opcional”, sentencia.
La Canadevi Guanajuato también se ha trazado como eje estratégico la capacitación. “Estamos trabajando para que nuestros socios tengan acceso a información de valor, estadísticas, normatividad y vinculación con autoridades. La idea es que el desarrollo sea óptimo y verdadera -
“Todavía
el mercado local no está del todo acostumbrado, pero quienes vienen de ciudades como la CDMX la adoptan sin problema. Es hacia allá donde debemos orientar nuestro desarrollo”
mente benéfico para las familias”, afirma.
Carmen Hernández concluye con un llamado claro a la colaboración: “Estamos abiertos a trabajar de la mano con el gobierno, con las instituciones, con nuestros socios. El reto es muy grande, pero solo con alianzas reales podremos atender la demanda de vivienda que tiene nuestro Estado”.
Así, en medio de un entorno de presión por suelo, costos y necesidades sociales urgentes, la Canadevi Guanajuato busca liderar una transformación en la forma de construir: con visión de futuro, con responsabilidad y con comunidad.
¿QUIÉNPARACONSTRUYE QUIÉN?
El mercado inmobiliario entre sobreoferta, desigualdad y dinero sin rostro.
Por: Mtro. Óscar Coello H.
Pocas cosas representan tanto el anhelo de estabilidad como tener un hogar propio. Y, sin embargo, en México, ese sueño se ha ido volviendo una meta cada vez más distante. Lo que antes era un proyecto familiar a mediano plazo, hoy es una batalla contra el mercado, la burocracia, la migración desbordada, la gentrificación y, sobre todo, contra un poder invisible: el dinero sin rostro.
De acuerdo con la Sociedad Hipotecaria Federal, el precio promedio de la vivienda en México subió 8.2 % en el primer trimestre de 2025, duplicando la inflación y llegando a casi 1.86 millones de pesos
por unidad. Algunas zonas metropolitanas ya lo superan holgadamente: en León el alza fue del 10.9 %, en Guadalajara del 9.8 %, en Monterrey del 9.1 % y en Tijuana del 11.1 %. Mientras tanto, la Ciudad de México registra la tasa más baja entre las grandes áreas, con apenas 4.9 %, lo que refleja un mercado nacional altamente desigual.
En Querétaro, el ritmo también es frenético: el primer trimestre de 2025 vio un alza de 6.7 % en la zona metropolitana, con incrementos de 7.4 % en la capital, 6.2 % en El Marqués y 5 % en Corregidora. Esta diferencia entre los estados refleja una inequidad brutal: mientras el ingreso real de muchas
familias ni siquiera crece al ritmo de la inflación, los precios de la vivienda vuelan al alza.
Mientras tanto, el Servicio de Administración Tributaria y la Unidad de Inteligencia Financiera recibieron más de 6.8 millones de reportes por actividades vulnerables entre enero y mayo de 2025, un aumento del 66 % respecto al mismo periodo del año anterior. Buena parte de estas actividades están vinculadas al sector inmobiliario, lo que confirma lo evidente: gran parte del capital que inflaciona el mercado proviene de recursos opacos, provenientes de actividades que bajan la cortina al ojo público.
Uno de los casos más evidentes de esta distorsión es Tulum. El auge inmobiliario que se vivió durante la pandemia, impulsado principalmente por inversionistas extranjeros, derivó en una sobreoferta sin precedentes. Hoy, la venta de vivienda nueva ha caído hasta 35 % y existen más de 10,000 unidades en reventa, muchas de ellas vacías, construidas como valor de inversión, no como hogares. El mercado se autorreguló a la baja, pero el daño ya está hecho: un paisaje urbano lleno de unidades sin uso, sin vida comunitaria, sin habitantes.
Y el golpe más duro es para quienes sí quieren vivir. En Nuevo León, casi un millón de trabajadores ganan menos de 9,400 pesos al mes, lo que no alcanza ni para cubrir dos canastas básicas. Si ese es el panorama en una de las economías más dinámicas del país, ¿qué podemos esperar de los estados con más precariedad e informalidad laboral?
La migración interna —desde estados del sur o zonas violentas— y la migración externa —de nómadas digitales, jubilados extranjeros o inversionistas— añaden presión a los mercados urbanos. Pero el problema no es la movilidad, sino la falta de regulación que permita que esos flujos se integren sin desplazar a los habitantes originales. La gentrificación convierte barrios vivos en escaparates turísticos; transforma comunidades en mercancía y sube los precios para todos.
Las viviendas vacías, los desarrollos sin sentido urbano, los departamentos adquiridos en efectivo y nunca habitados… no son accidente. Son parte de una estrategia que convierte al ladrillo en refugio del capital, y no del ser humano. En ciudades como Querétaro, León o Mérida se multiplican las torres nuevas, los complejos cerrados y las plusvalías especulativas, pero rara vez se habla de los vacíos sociales
“Se requieren políticas públicas con dientes que impidan el desplazamiento, que promuevan vivienda social en zonas bien ubicadas, que regulen el mercado turístico, y que enfrenten el uso de la vivienda como instrumento para el blanqueo de capitales.”
que esas construcciones dejan.
Frente a este panorama, la gran pregunta es: ¿por qué nadie lo detiene? Porque hacerlo implicaría regular, vigilar, transparentar. Implicaría confrontar al capital sin rostro que opera sin dar explicaciones. Significaría revisar la compra extranjera de inmuebles, imponer impuestos a la vivienda desocupada, y exigir trazabilidad del origen del dinero. En un país donde incluso la política local depende en parte del negocio inmobiliario, esto no es tarea fácil.
México necesita recuperar el sentido social de la vivienda. Debe volver a poner al centro a las personas,
y no al rendimiento financiero. Se requieren políticas públicas con dientes: que impidan el desplazamiento, que promuevan vivienda social en zonas bien ubicadas, que regulen el mercado turístico, y que enfrenten el uso de la vivienda como instrumento para el blanqueo de capitales. De lo contrario, nuestras ciudades serán habitadas por números, pero vacías de ciudadanía.
No se trata de estar en contra del desarrollo, sino de evitar que este ocurra a costa de la exclusión. La vivienda digna es un derecho, no un lujo. Y defender ese derecho implica, ahora más que nunca, preguntarnos: ¿de quién son realmente nuestras ciudades?
DINÁMICAS CONTEMPORÁNEAS
DE VIVIENDA Y LA NECESIDAD DE ENTENDERLA COMO UN DERECHO HUMANO BÁSICO
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La problemática de la vivienda en México es compleja y multifacética. El crecimiento poblacional ha marcado, sin duda, la pauta para la toma de decisiones en materia habitacional a lo largo del tiempo. Si bien se han implementado estrategias para alojar a la población, las cifras históricas revelan un déficit persistente. En el caso particular de la vivienda social, aquella que debería ser asequible para un amplio sector de la población, los esfuerzos públicos se han concentrado de forma constante, aunque con resultados
que, en la mayoría de los casos, resultan insuficientes. Debido a la alta demanda, este tipo de vivienda ha transformado profundamente la morfología urbana de las ciudades mexicanas. El crecimiento desmedido y, en muchos casos, escasamente planificado ha provocado la expansión de las manchas urbanas, el incremento en el uso del automóvil y la segregación de sectores sociales enteros.
Estas condiciones han colocado a la vivienda social en el centro del debate sobre el “derecho a la vivienda”,
una noción que exige repensar el acceso a viviendas dignas y asequibles en un contexto neoliberal que frecuentemente privilegia las ganancias por encima de la calidad de vida. Pero ¿qué significa realmente el “derecho a la vivienda”?
¿Qué significa el derecho a la vivienda?
Hablar del derecho a la vivienda no es una tendencia reciente ni un término de moda. Se trata de una garantía fundamental que va mucho más allá de disponer de un techo y cuatro paredes. Como arquitectos, solemos enfocarnos en el diseño, en
este caso el diseño de la vivienda, y así justificamos intervenciones “urbanas” mediante la implementación de mobiliario urbano o vegetación. No obstante, la planificación de la vivienda implica múltiples factores, muchos de ellos intangibles, que tantos arquitectos, desarrolladores privados y el Estado tienden a ignorar deliberadamente.
En México, la vivienda social promovida en las últimas décadas ha fallado, especialmente en términos de accesibilidad y ubicación. Una vivienda no puede considerarse accesible si obliga a sus habitantes a invertir ho -
ras en desplazamientos diarios. Tampoco puede considerarse asequible si se ubica únicamente en áreas periféricas, desvinculadas de las oportunidades de empleo y los servicios urbanos básicos.
La Constitución Mexicana, en su Artículo 4º, establece lo siguiente:
• Toda familia tiene derecho a disfrutar de una vivienda digna y decorosa.
• Toda persona tiene derecho a un medio ambiente adecuado para su desarrollo.
• Los niños tienen derecho a alimentación, salud, educación y esparcimiento.
• El Estado garantizará estos derechos y promoverá su cumplimiento mediante leyes y políticas públicas.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que una vivienda adecuada debe cumplir con varios criterios fundamentales. No basta con tener una casa; ésta debe garantizar condiciones dignas de vida. Los elementos esenciales incluyen:
• Seguridad de la tenencia: Protección contra desalojos forzosos o amenazas.
• Disponibilidad de servicios: Acceso a agua potable, saneamiento, electricidad, etc.
• Asequibilidad: Costos que no interfieran con el ejercicio de otros derechos.
• Habitabilidad: Condiciones físicas seguras y confortables.
• Accesibilidad: Inclusión de personas en situación de vulnerabilidad.
• Ubicación: Cercanía a empleo, educación y servicios esenciales.
• Adecuación cultural: Respeto a la identidad de los habitantes.
Principales retos para adquirir una vivienda hoy en día:
Airbnb, pandemia y gentrificación La actual crisis de vivienda en Méxi -
co y en otras ciudades del mundo se ha visto intensificada por fenómenos como la gentrificación, el crecimiento del mercado de alquiler turístico a través de plataformas como Airbnb, y los efectos sociales y económicos derivados de la pandemia por COVID-19. La gentrificación es una forma particular de revitalización urbana, caracterizada por sus efectos de desplazamiento. A diferencia del incumbent upgrading, un proceso donde los residentes originales impulsan mejoras en su entorno, la gentrificación suele implicar la llegada de nuevos residentes con mayor poder adquisi -
tivo que transforman el entorno físico y social. Esta transformación suele ir acompañada de un alza en los precios del suelo y la vivienda, desplazando a los residentes originales. Según autores como Neil Smith (1996, 2000, 2001, 2005), la gentrificación está estrechamente vinculada con el agotamiento del modelo económico fordista y la reestructuración territorial impulsada por la globalización y la economía de servicios. Además, el turismo ha reforzado estos procesos, especialmente en ciudades costeras, desplazando a poblaciones locales
para dar paso a destinos orientados al descanso de clases medias internacionales.
En la Ciudad de México, zonas centrales como Roma, Condesa, Santa María la Ribera, Doctores y Obrera han experimentado procesos de transformación urbana y comercial que pueden considerarse gentrificadores. Un artículo de El País, titulado “La gentrificación acorrala a los barrios del centro de Ciudad de México”, describe cómo la llegada de nómadas digitales (trabajadores remotos con
ingresos superiores al promedio nacional) ha generado inflación en precios de vivienda y alterado la vida cotidiana de barrios tradicionales. El aumento de proyectos inmobiliarios, los cambios de uso de suelo, la renovación de espacios públicos y el desplazamiento del comercio informal han provocado tensiones con los residentes originales.
El descontento ha llegado a manifestaciones públicas, como la ocurrida el 4 de julio en la colonia Condesa, donde habitantes protestaron contra la presencia masiva de turistas e inmigrantes extranjeros que se asentaron durante y después de la pandemia.
El caso de Barcelona y consecuencias globales
En España, los procesos de gentrificación se habían concentrado, hasta la crisis económica de 2008, en espacios urbanos muy específicos, especialmente en ciertos centros históricos que habían sufrido un deterioro significativo durante las últimas décadas del siglo XX (Sorando & Ardura, 2018), dentro de un contexto dominado por la suburbanización. Sin embargo, tras la crisis, estos procesos se expandieron y diversificaron, impulsados por el regreso de sectores de clases medias a zonas centrales anteriormente ajenas a este fenómeno (López-Gay et al., 2019). Este
desplazamiento ha estado acompañado por una migración cualificada, tanto nacional como internacional, que ha intensificado la presión sobre la vivienda en los centros urbanos (López-Gay & Andújar-Llosa, 2020). Como efecto paralelo, se ha observado una tendencia a la suburbanización de la pobreza, resultado de la expulsión progresiva de hogares de bajos ingresos desde las zonas gentrificadas hacia la periferia (Bailey & Minton, 2018; Hochstenbach & Musterd, 2018).
En este contexto, Barcelona se ha convertido en uno de los casos más emblemáticos. Considerada una de las ciudades más turísticas del mundo, ha experimentado una transformación urbana profunda en barrios como El Raval, La Barceloneta, El Gòtic y Poblenou, que han sido objeto de una fuerte presión inmobiliaria ligada al turismo masivo y a plataformas de alquiler a corto plazo como Airbnb. Esta dinámica ha generado un aumento exponencial de los precios de la vivienda, afectando gravemente la vida cotidiana de los residentes tradicionales.
Ante esta situación, miles de activistas han salido a las calles a protestar contra el turismo descontrolado, incluso organizando acciones simbólicas como manifestaciones con pistolas de agua dirigidas a turistas, para
visibilizar el impacto del modelo turístico en la crisis inmobiliaria. La presión social ha sido tal que el Ayuntamiento de Barcelona anunció la prohibición de los alquileres turísticos en apartamentos completos a partir de 2028, como parte de una estrategia para recuperar la función residencial del parque habitacional y frenar el desplazamiento poblacional. Barcelona encarna hoy el conflicto entre el derecho a la vivienda y las dinámicas del mercado global, mostrando cómo la defensa del espacio habitable se ha convertido en una causa ciudadana frente a la lógica extractiva del turismo y la especulación inmobiliaria.
En otras ciudades del mundo también se han impulsado medidas para contener esta crisis. En Nueva York, la aprobación de la Ley Local 18 en 2023 (también conocida como la Ley de Registro de Alquileres a Corto Plazo) busca regular plataformas como Airbnb, limitando el uso de propiedades para fines turísticos y así proteger el acceso a vivienda para los residentes permanentes, intentando frenar los procesos de gentrificación y la inflación de los alquileres.
Un caso particularmente simbólico ocurrió en San Juan, Puerto Rico, con la venta y transformación del Edificio Ferretería, donde numerosos
inquilinos fueron desalojados. Esta situación provocó la indignación del pueblo y reavivó el debate sobre la soberanía urbana y el desplazamiento forzado. Artistas como Bad Bunny, Residente, Natalia Lafourcade entre muchos otros, han denunciado estas prácticas desde la música, visibilizando el despojo territorial que enfrenta América Latina y el mundo.
Conclusión
El derecho a la vivienda no puede seguir entendiéndose únicamente
como una cuestión de infraestructura. La vivienda es, ante todo, un espacio de arraigo, identidad y acceso equitativo a la ciudad. Defenderla implica también cuestionar los modelos de desarrollo urbano que priorizan la especulación y el consumo por encima del bienestar colectivo. La arquitectura, más que una respuesta formal, debe ser un acto de resistencia ética y social.
FOTO EL MUNDOEN MI CAMARA
RECICLAR EL AGUA DESDE CASA
UN ACTO DE SOSTENIBILIDAD COTIDIANA
Por: MBA. Javier Agustín Navarro
En un mundo donde los recursos hídricos son cada vez más escasos, hablar del reciclaje del agua en el hogar puede parecer un gesto insignificante frente a la magnitud del problema. Sin embargo, es justo en lo cotidiano donde se pueden construir grandes transformaciones. Adoptar prácticas de reutilización del agua en nuestras viviendas no solo ayuda a aliviar la presión sobre los acuíferos urbanos, sino que también representa una oportunidad tangible de contribuir a la sostenibilidad sin esperar a que llegue una solución desde las esferas gubernamentales.
La lógica es sencilla: toda el agua que usamos en el hogar tiene un costo — económico, energético y ambiental—. Desde el momento en que se extrae, se trata, se distribuye y, finalmente, se desecha, cada litro involucra un proceso que consume recursos y genera emisiones. Por eso, al reducir la cantidad de agua que descartamos o darle un segundo uso, no solo estamos ahorrando líquido, sino también energía y emisiones contaminantes.
Existen soluciones al alcance de todos. La más sencilla es recolectar el agua fría que normalmente se des-
perdicia mientras esperamos que salga caliente de la regadera. Esa agua puede utilizarse para regar plantas, trapear o incluso llenar el inodoro. También se pueden instalar sistemas de recolección de agua de lluvia que alimenten el riego de jardines o la limpieza exterior. Algunos hogares han ido más allá, incorporando sistemas de tratamiento de aguas grises —aquella proveniente de lavabos, regaderas y lavadoras— para reutilizarla de manera segura en el propio hogar.
El diseño arquitectónico también juega un papel clave. Viviendas con criterios bioclimáticos, por ejemplo, integran tecnologías que reducen la
evaporación y promueven la captación pluvial. Estas casas no solo son más eficientes energéticamente, sino también hídrica y económicamente más sostenibles.
Reciclar el agua desde casa no debe verse como una medida de emergencia, sino como una práctica permanente que reconfigura nuestra relación con el recurso más vital que tenemos. Una cultura del agua responsable empieza en el punto más cercano: nuestros hogares.
La gran pregunta no es si podemos hacerlo, sino cuántos estamos dispuestos a empezar hoy.
BIM NO ES EL FUTURO
es el presente: cómo trimble está revolucionando la construcción en México
Eduardo Orozco afirma que el país lidera la adopción de metodología BIM en América Latina y que el cambio cultural en el sector ya está en marcha.
En una industria como la construcción, donde nueve de cada diez proyectos en México y el mundo se entregan fuera de tiempo y por encima del presupuesto, la adopción de herramientas digitales no es un lujo, sino una necesidad. Eduardo Orozco, Director Regional de Negocios de Trimble para México, Centroamérica y el Caribe lo deja claro: “La tecnología es una herramienta para tiempos de crisis… nos ayuda a reducir errores y optimizar procesos desde la planeación”.
Trimble, fundada en 1978 por ingenieros que desarrollaron uno de los primeros sistemas GPS,
ha evolucionado hacia soluciones que van del modelado 3D hasta la gestión de grandes obras con metodologías BIM. “Hoy estamos muy metidos en temas tecnológicos, Internet de las cosas, BIM, software para construcción y posicionamiento en transporte y logística”, explica Orozco.
A diferencia de lo que podría pensarse, México no está rezagado. “En términos de BIM, México va a la vanguardia en Latinoamérica. Solo Chile nos lleva ventaja por haber implementado antes su normativa. Incluso estamos por delante de Estados Unidos, que no tiene una normativa nacional”, asegura. La adopción de BIM no solo mejora los procesos; transforma toda la operación. Empresas como Recal, en Guadalajara, han dejado atrás procesos costosos y manuales gracias a herramientas como Tekla de Trimble. “Antes hacían premontajes completos en patio para evitar errores. Hoy confían plenamente en el modelo digital: lo que se modela es lo que se fabrica y se construye”.
Pero la tecnología no es el único obstáculo; el mayor reto es cultural. “Mu-
chos creen que BIM es un entregable, no una metodología… y lo hacen después de construir, cuando ya es tarde para corregir errores. Además, hay miedo: piensan que es caro, difícil de implementar o que perderán su trabajo”, señala Orozco. Frente a esto, Trimble impulsa una estrategia educativa junto con universidades, asociaciones como CMIC y programas abiertos para facilitar la transición. “Tenemos herramientas gratuitas. El verdadero cambio está en entender el valor de BIM para ser más rentable, más eficiente y competitivo”.
Finalmente, Orozco hace un llamado: “No se casen con una marca. Adopten estándares abiertos como IFC, que permiten colaborar sin barreras. El BIM no es una moda, es una transformación que ya está sucediendo. Quien no se suba, se va a quedar atrás”.
Quienes deseen acercarse a esta tecnología pueden escribir directamente a eduardo.orozco@trimble. com. La puerta está abierta. El cambio ya comenzó.
“No se casen con una marca. Adopten estándares abiertos como IFC, que permiten colaborar sin barreras. El BIM no es una moda, es una transformación que ya está sucediendo. Quien no se suba, se va a quedar atrás”.
CASA DO CONSTRUTOR APUESTA POR MÉXICO
FRANQUICIAS CON MAQUINARIA LIVIANA Y ECONOMÍA COMPARTIDA
Con más de tres décadas de historia en Brasil y cerca de 800 tiendas, Casa do Construtor da un paso firme hacia la expansión en Latinoamérica, con México como uno de sus principales objetivos. “Es un país estratégico para nosotros porque es uno de los más populares de toda Latam y tenemos una proyección de más de 60, 70 locales”, afirma Ronaldo Rizzi, coordinador de Expansión Internacional de la empresa.
La historia de Casa do Construtor comenzó con una “barraca de materiales” y dos ingenieros con visión. “Como estaba Brasil en una recesión económica muy grande, las personas no tenían plata… y mucha gente les pedía si podrían alquilar. Así fueron, conforme la demanda se presentaba”, recuerda Rizzi. Lo que nació de la necesidad se transformó en un negocio lucrativo que hoy lidera el alquiler de maquinaria liviana en su país de origen.
La empresa inició su internacionali -
zación en 2018 y, tras una curva de aprendizaje en Paraguay, se declara lista para afrontar los retos culturales, legales y logísticos que implica llegar a mercados como México, Chile y Argentina. “Hoy ya mucho más maduros… miramos al mercado mexicano como una posibilidad de crecimiento muy rápida”, señala Rizzi.
El modelo de negocio se basa en una tendencia global: la economía compartida. “No es necesario más que las personas compren un equipo para poder arreglar su casa… se pue-
“Siempre escuchamos mucho al franquiciado, sus dolores… y eso inspira mucha confianza. El propósito es caminar juntos”, dice Rizzi, subrayando el valor de la transparencia y el trabajo en comunidad.
de alquilar, utilizar por el tiempo que necesita y pagar solamente por eso”, explica. En este sentido, Casa do Construtor no solo ofrece equipos, sino también un acompañamiento técnico, mantenimiento preventivo y la garantía de que “la obra no va a parar por nada”.
México, con su crecimiento urbano y demanda de vivienda, representa una oportunidad sin igual. “Sabemos por estudios y encuestas que hay una necesidad muy grande por este tipo de servicio… y no hay nadie en el sistema de franquicias que haga lo que nosotros
hacemos”, destaca. En el primer trimestre de 2026, planean abrir la primera tienda en territorio mexicano.
La propuesta se adapta además al perfil del emprendedor local. “No hay ninguna restricción… desde que sea una persona que quiera realmente desarrollar un territorio”, comenta Rizzi. Aunque aclara que arquitectos, ingenieros y personas ligadas a la construcción muestran mayor afinidad con el modelo. Para ellos, la marca ofrece un paquete completo: software, proveedores, universidad corporativa, capacitación y soporte continuo.
Con oficinas regionales en Uruguay y apoyo jurídico en cada país, Casa do Construtor busca establecer relaciones sólidas con los futuros franquiciados. “Siempre escuchamos mucho al franquiciado, sus dolores… y eso inspira mucha confianza. El propósito es caminar juntos”, dice Rizzi, subrayando el valor de la transparencia y el trabajo en comunidad.
El espíritu de la empresa está en transformar el paradigma de la posesión: “resignificar el sentimiento de pose de algo”, como lo resume su vo -
cero. Usar sin comprar, ahorrar tiempo y dinero, y acceder a soluciones prácticas es la propuesta que llega desde Brasil. “Es posible utilizar las cosas sin tener que comprarlas… ser más sustentable, más democrático, más barato”.
Para los interesados, la compañía ya cuenta con un sitio informativo: www. casadoconstrutor.com/es. Allí pueden conocer el modelo de negocio y dar los primeros pasos hacia una franquicia con potencial comprobado y lista para crecer en México.
UNIDAD HABITACIONAL NONOALCOTLATELOLCO
Diseñador: Mario Pani
Ubicación: Ciudad de México, delegación Cuauhtémoc
Año: Construida entre 1960 y 1964
Características y estilo: Inspirada en los principios del urbanismo moderno y la Carta de Atenas, esta unidad fue una de las mayores apuestas del México de mediados del siglo XX para resolver el déficit de vivienda urbana.
Se construyeron 102 edificios que albergaban más de 10,000 viviendas, organizadas en supermanzanas con zonas peatonales, escuelas, mercados, espacios verdes y equipamiento urbano. Usó concreto
armado, estructuras repetitivas y bloques de hasta 22 niveles (como el edificio Chihuahua).
Estilo: Modernismo funcionalista mexicano
Tlatelolco fue ejemplo de una visión integral de la vivienda colectiva, aunque con el tiempo enfrentó retos de mantenimiento y deterioro. Aun así, sigue siendo un referente en la historia arquitectónica y urbana de México.
QUARTIERS MODERNES FRUGÈS
Diseñador: Le Corbusier
Ubicación: Pessac, cerca de Burdeos, Francia
Año: 1924–1926
Características y estilo:
El proyecto fue encargado por el industrial Henry Frugès como una iniciativa de vivienda social para trabajadores. Le Corbusier diseñó 50 viviendas con formas geométricas puras, estructuras de concreto armado y una estética modernista revolucionaria para la época.
Se aplicaron los principios de la
arquitectura moderna: planta libre, fachada libre, ventanas alargadas, terraza-jardín y uso estructural del concreto. Cada vivienda se adaptaba al lote y a las necesidades familiares, y se proponía como un sistema modular.
Este proyecto fue pionero en aplicar conceptos racionales y estandarizados de vivienda colectiva, y sigue siendo un ícono del urbanismo moderno.
FOTO: JAN-DIMOG-THELINK.BERLIN
FOTO:HENDRIK-BOHLE-THELINK.BERLIN
PRINCIPIOS DE LA CULTURA
DE PAZ APLICABLES EN PROYECTOS DE LA IC
Por: Dr. Ángel Ervey Martínez Rodríguez
En la industria de la construcción, el ritmo vertiginoso de las obras, la presión por cumplir plazos, y la interacción constante entre diversos actores —ingenieros, arquitectos, obreros, contratistas y autoridades— generan un entorno propenso a los conflictos. En el primer editorial, abordamos la necesidad urgente de hablar de paz en este contexto. Ahora, como parte del seguimiento de esa reflexión, presentamos una propuesta concreta: aplicar los principios de la cultura de paz directamente en la obra, enfocándonos en tres valores fundamentales: equidad, diálogo y tolerancia.
Lejos de ser conceptos abstractos, estos valores pueden convertirse en herramientas eficaces para transformar el ambiente laboral, prevenir conflictos y fortalecer las relaciones en los equipos de trabajo. Este artículo busca brindar ejemplos claros y aplicables de cómo estos principios pueden integrarse de forma práctica en las dinámicas cotidianas del campo de la construcción.
La cultura de paz como base del trabajo en obra
La cultura de paz, definida por la UNESCO como “un conjunto de valores, actitudes, tradiciones y modos de comportamiento que reflejan y promueven la vida en comunidad basada en la no violencia, el respeto a los derechos humanos y el rechazo a la violencia en todas sus formas” (UNESCO, 1999), no es una aspiración ingenua, sino una estrategia necesaria en sectores productivos donde la coordinación humana es indispensable.
Cuando hablamos de obra, no sólo hablamos de materiales, estructuras y maquinaria. Hablamos, sobre todo, de personas que trabajan en conjunto, y cuya colaboración define el éxito del proyecto. Así, introducir una cultura de paz en obra es reconocer que el trato justo, la comunicación efectiva y la gestión ética del conflicto son tan importantes como la calidad del concreto o la precisión de una topografía.
Equidad: Reconocer las diferencias para repartir con justicia
El concepto de equidad va más allá de la igualdad. Mientras que la igualdad implica tratar a todos por igual, la equidad implica tratar a cada quien de acuerdo a sus necesidades, capacidades y contexto. En obra, esto
significa distribuir tareas y responsabilidades con sensibilidad y criterio técnico, considerando la experiencia, condiciones físicas, género, edad y otros factores relevantes.
Ejemplo práctico en obra:
Una cuadrilla incluye a tres ayudantes nuevos y a un maestro albañil con más de 15 años de experiencia. Asignar tareas pesadas sin distinción puede ser visto como “igualdad”, pero no es equitativo. La equidad, en cambio, permite balancear las cargas de trabajo, proteger la salud del personal, y fomentar el aprendizaje progresivo de los menos experimentados. Además, promueve un sentido de justicia que disminuye tensiones entre trabajadores.
Consecuencias de la falta de equidad:
• Malestar entre empleados.
• Percepción de favoritismo o explotación.
• Aumento de rotación de personal.
• Disminución del compromiso con la obra.
La equidad debe también extenderse a la contratación, pago de salarios, acceso a capacitaciones, y oportunidad de expresar ideas o inconformidades. Promover un ambiente donde se reconoce y valora la diversidad
del equipo es uno de los pilares de la paz en la construcción.
Diálogo: Escuchar para construir acuerdos
El diálogo es el medio por excelencia de la cultura de paz. No se trata solamente de hablar, sino de construir un espacio donde todas las voces tengan oportunidad de ser escuchadas, entendidas y valoradas. En obra, el diálogo efectivo es vital: reduce errores, mejora la planeación y minimiza los conflictos.
Ejemplo práctico: Durante la reunión semanal de obra,
el encargado de seguridad menciona que el acceso a una zona está bloqueado por materiales. En lugar de imponer una solución inmediata, se abre la conversación a los responsables de almacén y a los trabajadores que usan ese acceso. A través del diálogo, se encuentra una solución que todos consideran viable y segura.
En escenarios tensos —como desacuerdos entre contratistas por interferencias de trabajos o cambios no previstos en planos— el diálogo, mediado con herramientas de comunicación no violenta, puede evitar que
el problema escale a una suspensión de actividades o litigio.
Prácticas recomendadas:
• Escucha activa sin interrupciones.
• Reformular lo que otro dijo para verificar comprensión.
• Evitar acusaciones o sarcasmos.
• Centrar el diálogo en los hechos y no en las personas.
Según Galtung (2004), uno de los fundadores del campo de los estudios de paz, el diálogo es el camino para pasar del conflicto violento al conflicto creativo. Aplicado en campo, esto se traduce en una capacidad para transformar los desacuerdos en oportunidades de mejora.
Tolerancia: Aceptar lo distinto sin imponer
La tolerancia no es indiferencia, sino respeto consciente a la diferencia. En obra, los equipos suelen estar con -
formados por personas de distintas regiones, niveles educativos, edades, idiomas o maneras de entender la autoridad. La falta de tolerancia frente a estas diferencias puede ser una de las fuentes principales de conflicto.
Ejemplo práctico:
Un supervisor joven, recién egresado, dirige a un equipo de trabajadores con décadas de experiencia. Si su estilo de liderazgo no reconoce esa diferencia generacional y trata de imponer su autoridad sin diálogo, probablemente se generará resistencia. Por el contrario, si su enfoque es colaborativo, reconoce el conocimiento empírico del equipo y construye relaciones de confianza, obtendrá mejores resultados y mayor respeto.
Dinámicas para fomentar la tolerancia en campo:
• Breves dinámicas de integración al inicio de la semana.
“La tolerancia, además, previene actitudes discriminatorias y genera un clima de mayor seguridad emocional, condición indispensable para que las personas trabajen con tranquilidad, creatividad y compromiso.”
TESLA MODEL Y 2025
EL SUV QUE CONSTRUYE EL FUTURO SOBRE RUEDAS
CIUDADES CON ALMA: 5 DESTINOS
IMPERDIBLES PARA ARQUITECTOS EN AMÉRICA LATINA
13 DE AGOSTO DE 1521
LA ÚLTIMA NOCHE DE TENOCHTITLÁN
KIOTO: TRADICIÓN VIVA EN EL CORAZÓN DE JAPÓN
TESLA MODEL Y 2025
EL SUV QUE CONSTRUYE EL FUTURO SOBRE RUEDAS
En un mundo donde la movilidad está cambiando a la velocidad del rayo, el nuevo Tesla Model Y 2025 se posiciona como el vehículo ideal para quienes quieren estar siempre un paso adelante. Más que un SUV eléctrico, es una declaración de principios: diseño inteligente, autonomía real y una experiencia de manejo que parece salida del mañana.
Diseño con visión
Inspirado en la estética del Cybertruck, el Model Y 2025 adopta una nueva barra luminosa frontal y un rediseño tra -
sero que le da una silueta más limpia y futurista. Aunque creció 4 cm a lo largo, su tamaño sigue siendo ideal para moverse entre ciudad, obra y carretera, con ese carácter elegante pero robusto que lo distingue.
Tecnología interior que sorprende
Pantallas que lo controlan todo, asientos ventilados, climatización trasera con pantalla dedicada y aislamiento acústico mejorado. No se trata solo de moverse: se trata de hacerlo con comodidad y concentración. Un interior pensado para quienes pasan muchas horas al
volante y no quieren renunciar al confort.
Potencia y eficiencia
Con versiones de tracción trasera y total, este Tesla acelera de 0 a 100 km/h en menos de 5 segundos y alcanza autonomías que superan los 500 kilómetros con una sola carga. Además, con supercargadores que en 15 minutos te dan hasta 246 km, no hay pausa que te detenga.
Inteligencia al servicio de la seguridad
La nueva suspensión, sensores mejorados y ajustes en su estructura lo hacen más firme, silencioso y seguro. El regreso de la clásica palanca de intermiten -
tes es un guiño a la usabilidad, demostrando que innovación y sentido común pueden convivir.
¿Por qué debería interesarle a un profesional de la construcción?
Porque el Tesla Model Y no solo es movilidad: es una extensión del estilo de vida de quienes construyen el futuro. Ideal para recorridos de obra, juntas en distintos puntos de la ciudad o viajes de trabajo entre estados, este SUV eléctrico no contamina, no pasa desapercibido y responde a las exigencias de un ritmo de vida activo.
Elegancia, autonomía y visión: el Model Y es el vehículo para quienes también construyen fuera del terreno.
5 DESTINOS IMPERDIBLES
Ciudades con alma para arquitectos en América Latina
Más allá de los planos y las obras, viajar también es construir: experiencias, visiones y referencias. Por eso, elegimos cinco ciudades latinoamericanas donde la arquitectura no solo se ve, se siente. Cada una cuenta su historia a través del espacio, los materiales y la cultura.
Valparaíso, Chile
Un caos encantador de colores, murales y escaleras infinitas. Su arquitectura espontánea y sus casas colgadas en los cerros son una lección viva de adaptación urbana.
Oaxaca, México
Entre cantera verde, patios coloniales y arte contemporáneo, Oaxaca es un laboratorio sensorial. Visita el Centro Cultural San Pablo o el taller de Francisco Toledo para entender cómo el diseño dialoga con lo ancestral.
Cartagena, Colombia
Una ciudad amurallada donde el Caribe se mezcla con la herencia colonial. Cada callejón es una postal, y cada balcón, un detalle que merece detenerse a observar.
Buenos Aires, Argentina
Del neoclásico al brutalismo, Buenos Aires es un mosaico de estilos. Recorre la Biblioteca Nacional, la Facultad de Derecho y Palermo Soho para ver cómo convive la historia con lo nuevo.
São Paulo, Brasil
Caótica, poderosa y creativa. La ciudad que vio crecer a Lina Bo Bardi y Oscar
Niemeyer sigue siendo un epicentro de arquitectura moderna, diseño urbano y vanguardia cultural.
Viajar con ojos de arquitecto no es solo mirar edificios, es entender cómo una ciudad respira.
¿Ya conoces alguna de estas joyas latinoamericanas?
“Entre
cantera verde, patios coloniales y arte contemporáneo, Oaxaca es un laboratorio sensorial. Visita el Centro Cultural San Pablo o el taller de Francisco Toledo para entender cómo el diseño dialoga con lo ancestral.”
tradición viva en el corazón de Japón
Ubicada en la región de Kansai, al oeste de Japón, Kioto es una ciudad que parece detenida en el tiempo, un rincón del mundo donde la modernidad se funde con siglos de historia sin perder el alma. Antigua ca -
pital imperial durante más de mil años, Kioto conserva intacta su esencia, atrayendo a viajeros que buscan no solo belleza arquitectónica, sino también una inmersión cultural profunda. Pasear por sus calles es caminar entre templos
milenarios, casas de té, jardines zen y geishas que aún recorren los callejones empedrados de Gion al atardecer. Entre los cientos de templos, destaca el Kinkaku-ji, el famoso Pabellón Dorado, recubierto de pan de oro y reflejado en un lago que parece sacado de un sueño, así como el Fushimi Inari-taisha, con sus interminables túneles de toriis rojos que serpentean por la montaña.
La infraestructura de Kioto no es solo histórica, también es funcional y armónica: una red eficiente de trenes y autobuses conecta sus principales puntos de interés, mientras que sus alojamientos tradicionales, como los ryokan, ofrecen una experiencia que mezcla hospitalidad japonesa con diseño minimalista y detalles artesanales. La gastronomía local es otra joya que hace de esta ciudad
“Desde la elegancia de la cocina kaiseki, que ofrece platillos servidos como obras de arte, hasta el humilde y reconfortante yudofu (tofu caliente), cada bocado revela una parte del alma kyotense.”
un destino imprescindible. Desde la elegancia de la cocina kaiseki, que ofrece platillos servidos como obras de arte, hasta el humilde y reconfortante yudofu (tofu caliente), cada bocado revela una parte del alma kyotense. Los mercados como Nishiki son una parada obligatoria, con su oferta de encurtidos, dulces tradicionales y pescados frescos, envueltos en aromas que cuentan historias.
Kioto no solo se visita, se vive. Sus festivales —como el Gion Matsuri en ju -
lio— muestran una ciudad orgullosa de su pasado, donde la música de los taiko (tambores japoneses) y las carrozas adornadas desfilan como testimonio de una identidad que resiste el paso del tiempo. En una era de prisa y sobrecarga digital, Kioto ofrece algo más valioso que atracciones turísticas: la posibilidad de conectar con lo esencial. Y eso, sin duda, la convierte en uno de los lugares más fascinantes del mundo para visitar.
13 DE AGOSTO DE 1521
LA ÚLTIMA NOCHE DE TENOCHTITLÁN
Era una de esas noches de agosto donde el aire se siente pesado, cargado de presagios.
En Tenochtitlán, nadie dormía. Los tambores de guerra resonaban en la distancia, mezclándose con los gritos de los guerreros y el llanto de las mujeres. Afuera, en el lago, las sombras de los bergantines españoles se movían como fantasmas. La gran ciudad, que había dominado el valle, estaba a punto de vivir su última noche.
Por: Dr. Ricardo Damián García Santillán
A partir de aquí, historia pura…
El
principio del fin
Todo había empezado meses atrás. Cortés, con su astucia y sus aliados tlaxcaltecas, había ido cerrando el cerco alrededor de la ciudad. Primero cortaron el agua dulce que llegaba por los acueductos. Luego bloquearon las calzadas, impidiendo que entraran alimentos. Los mexicas, acostumbrados a dominar, ahora se encontraban atrapados en su propia capital.
El hambre no tardó en aparecer. Primero se comieron los animales. Luego las hierbas. Cuando ya no quedaba nada, algunos recurrieron a lo impensable, el canibalismo. Mientras tanto, la viruela, esa enfermedad traída por los extranjeros, seguía matando sin piedad.
Cuauhtémoc, el joven que cargó un imperio
En medio del caos, un joven de apenas 25 años tomó las riendas del imperio. Cuauhtémoc, cuyo nombre significaba “Águila que Desciende”, no era ningún improvisado. Había sido educado para gobernar, pero nadie lo preparó para esto.
Rechazó una y otra vez las ofertas de rendición de Cortés. “Prefiero morir luchando que vivir de rodillas”, dicen que respondió. Y así fue. Mientras los españoles avanzaban, él organizaba la defensa personalmente, arengando a sus guerreros, cerrando brechas, im-
provisando barricadas con lo que encontraba.
La noche que lo cambió todo
El 12 de agosto, cuando ya casi no quedaban guerreros con fuerzas para luchar, Cuauhtémoc tomó una decisión desesperada. Ordenó un ataque masivo contra las posiciones españolas en Tacuba. Fue el último intento por romper el cerco.
Pero los cañones españoles los esperaban. La carnicería fue espantosa. Al amanecer del 13, cuando los primeros
rayos de sol iluminaron la ciudad, era evidente que todo había terminado.
La captura del último tlatoani
Cuentan que Cuauhtémoc intentó escapar en una canoa con su familia. Lo descubrieron cerca de Tlatelolco. Cuando lo llevaron ante Cortés, el joven gobernante mantuvo la dignidad hasta el final.
“Ya he hecho lo que debía por mi pueblo”, dijo mientras señalaba el puñal que Cortés llevaba al cinto. “Si quieres matarme, hazlo ahora”. Pero Cortés, impresionado por su valor, decidió perdo -
narle la vida. Al menos por entonces.
El amanecer de una nueva era
Los días siguientes fueron de destrucción sistemática. Los templos fueron derribados, los palacios saqueados, los canales rellenados. Donde antes estuvo el gran mercado de Tlatelolco, ahora solo quedaban cenizas.
Pero lo más sorprendente fue lo rápido que todo cambió. En menos de una generación, sobre las ruinas de Tenochtitlán se levantaría una nueva ciudad.
La misma que hoy conocemos como la Ciudad de México.
Hoy, cinco siglos después, Tenochtitlán sigue hablándonos. No con palabras, sino con sus silencios elocuentes.
Quizás la gran historia no es cómo cayó Tenochtitlán, sino cómo nunca ha dejado de existir. Se transformó, se escondió, se reinventó, pero sigue ahí. La verdadera conquista hubiera sido el olvido. Y eso, por fortuna, nunca ha ocurrido.