REVISTA CONSTRUYE edición Centro Occidente noviembre de 2025

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El hábitat, entendido como el espacio que habitamos, construimos y transformamos, vive hoy su propia revolución. Arquitectos, ingenieros y urbanistas coinciden en que ya no basta con edificar: debemos regenerar, optimizar y reconciliar nuestras ciudades con la naturaleza. El agua, la energía, la movilidad y la sostenibilidad son los nuevos ejes de acción que definirán la calidad de vida en las próximas décadas. En esta edición reunimos voces que nos invitan a pensar en cómo construir entornos más conscientes, resilientes y humanos.

Y porque el hábitat también es cultura, inspiración y placer, en Más allá de la construcción exploramos historias y objetos que despiertan la curiosidad: autos que redefinen el diseño, destinos que mezclan historia y paisaje, y gadgets que nos conectan con un futuro más inteligente. Esta es una invitación a reflexionar, pero también a disfrutar el asombro de todo lo que forma parte de nuestro entorno cotidiano: el lugar que, en última instancia, llamamos hogar.

Y recuerden que…

¡El Éxito nunca llega solo…se Construye!!

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Consejo Editorial

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MTRO. EDUARDO LEÓN

MTRO. LUIS MORÁN

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EN PORTADA

TATIANA BILBAO

Construir desde la emoción, la tierra y la inclusión.

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REAL ESTATE DE LA IDEA AL HOGAR

Así construimos tu proyecto paso a paso.

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IMPI ® 2434130

Todos los Derechos Reservados © No. Reserva 04-2024-062712220000-203 Año 21, No. 166, noviembre de 2025.

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URBANISMO HABITAT, MOVILIDAD Y ENERGÍA

Para una nueva era urbana.

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INGENIERÍA LA REVOLUCIÓN DEL HABITAT

Agua, tecnología y el nuevo rol del Ingeniero Civil.

54

OPINIÓN INTELIGENCIA

ARTIFICIAL

La nueva aliada de la sustentabilidad.

Así construimos tu proyecto paso a paso.

INNOVACIÓN

FUTURO ENERGÉTICO

Planta de hidrógeno verde en Querétaro.

ARQUITECTURA

48 HÉCTOR BALBANERA

La arquitectura como acto de fé.

CONSTRUYENDO OPINIÓN

54 INTELIGENCIA ARTIFICIAL

La nueva aliada de la sustentabilidad.

Tejiendo sueños.

Para una nueva era urbana.

Y la Si ciudad.

¿Cuánto cuesta?.

Agua, tecnología y

Un modelo de integración sostenible

PERFILES

58 TATIANA BILBAO

Construir desde la emoción.

60 ALEJANDRO ARAVENA

La arquitectura como motor social del cambio.

62 ELON MUSK

Ingeniería para una nueva movilidad planetaria .

MÁS ALLÁ DE LA CONSTRUCCIÓN

66 AUTOS: ASTON MARTIN VALHALLA.

70 GADGETS: TAG HEUER.

72 LIFESTYLE: IA + arquitectura.

74 HISTORIA: Manuel González y el legado monetario.

78 TURISMO: Museos emergentes.

17 – 20 NOVIEMBRE 2025

RECINTO GRAN VIA – BARCELONA

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DE LA IDEA AL HOGAR

En Construye Real Estate, entendemos que construir una casa no solo implica levantar muros, sino dar forma a un sueño. Por eso acompañamos a cada cliente desde la primera idea hasta el momento en que gira la llave de su nuevo hogar. Nuestro proceso está diseñado para hacer de la construcción una experiencia clara, ordenada y, sobre todo, emocionante.

1. Selección del terreno

Todo comienza con el lugar perfecto. Te ayudamos a encontrar el terreno ideal según tus necesidades, ubicación, orientación y proyección de valor.

2. Diseño arquitectónico personalizado

Nuestro equipo desarrolla un concepto único, adaptado a tu estilo de vida y a la funcionalidad que tu familia necesita. Cada espacio se diseña pensando en cómo lo vivirás, no solo en cómo se verá.

3. Recorrido virtual y experiencia 3D

Antes de colocar la primera piedra, puedes recorrer tu futura casa de forma virtual y visualizar materiales, texturas y distribución. Una herramienta que permite ajustar detalles antes de iniciar obra, garantizando que el resultado final sea exactamente como lo imaginaste.

4. Construcción con metodología exclusiva

Usamos procesos constructivos que optimizan tiempos, materiales y recursos, sin comprometer la calidad. Nuestra supervisión constante asegura precisión estructural, acabados impecables y una ejecución sin contratiempos.

5. Equipamiento y tecnología

Cada proyecto puede incluir sistemas de domótica, proyectos de iluminación personalizados y seguro de hogar por el primer año. Elementos que brindan confort, seguridad y valor agregado a tu inversión.

Un proceso, un equipo, una visión

En Construye Real Estate, unimos diseño, ingeniería, tecnología y gestión para ofrecer un servicio verdaderamente integral. Así convertimos la complejidad de construir en un proceso simple, seguro y emocionante.

Tu casa comienza con una idea… y nosotros la hacemos realidad.

TEJIENDO SUEÑOS

De una red hecha en casa a una empresa con certificación internacional

Hace quince años, en la sala de una casa, nació la idea que hoy sostiene a miles de trabajadores en México y más allá. Sin planearlo, sino respondiendo a una necesidad, el fundador de REDMAC encontró en el hilo y el rombo la fórmula para tejer algo más que redes: una visión. Desde aquellos días en que los muebles eran su taller hasta convertirse en una empresa certificada bajo la norma ISO 9001-2015 AENOR, REDMAC ha mantenido una constante: la búsqueda de calidad y el compromiso con la vida. Su filosofía, resumida en la frase “Seguridad colectiva, una inversión de bajo costo”, no solo refleja una estrategia empresarial, sino una convicción profunda: la seguridad no debe ser un lujo, sino un derecho.

En REDMAC, cada red lleva consigo una historia humana. La empresa ha construido su éxito con base en el respeto y la confianza, tanto hacia sus clientes como hacia su equipo. En un entorno donde el 80% de sus colaboradores son mujeres, se ha cultivado una cultura de empatía, celebración y pertenencia. Cada cumpleaños, cada logro y cada mejora técnica son motivo de orgullo compartido, porque en REDMAC se entiende que detrás de cada nudo hay manos, esfuerzo y corazón. “Cuando hablamos de redes y mallas, hablamos de personas”, afirman con convicción.

La innovación ha sido otro de los hilos maestros en esta historia. Lo que antes tomaba una semana de trabajo artesanal, hoy se logra en dos horas gracias a maquinaria especializada y materias primas de última generación. Pero más allá de la eficiencia, el verdadero avance radica en el propósito: proteger vidas. REDMAC no solo fabrica redes; teje confianza, fomenta una nueva cultura de seguridad en la construcción y demuestra que los sueños, cuando se trabajan con pasión y propósito, pueden sostener el mundo entero.

Centro-Occidente al frente:

Hábitat, movilidad y energía para una nueva era urbana”

En Aguascalientes, la zona metropolitana ya supera el millón de habitantes y crece a un ritmo del 4.07 % anual. Además, se posiciona como uno de los estados más preparados para el nearshoring. En Guadalajara y su zona metropolitana también se experimentan dinámicas urbanas intensas, sumadas a iniciativas de movilidad y transporte integradas.

Desde la arquitectura y el urbanismo, el foco debe apuntar a densificación controlada, reutilización de espacios urbanos y vivienda que sea eficiente, conectada y amigable. Para la ingeniería del agua, la región enfrenta desafíos comunes en México: desigualdad, escasez y necesidad de mayor resiliencia urbana. En materia de energía y tecnología, Guadalajara ya destaca por su agenda de electromovilidad, transporte público electrificado y digitalización de la movilidad. En movilidad, se abre la oportunidad para que la región centre sus decisiones en la conectividad modal

—no solo coche—, con sistemas de transporte público, bicicleta, vehículo eléctrico y caminabilidad.

Para arquitectos, ingenieros, urbanistas, pero también ciudadanos, este es un llamado a ser co-creadores del hábitat. No solo se trata de planos o infraestructura, sino de vida urbana, comunidad, sostenibilidad y tecnología al servicio de todos. Preguntémonos: ¿cuál será nuestro papel en esta renovación urbana? ¿Cómo vinculamos vivienda, agua, energía y movilidad para que la ciudad funcione mejor hoy y mañana?

“En

el eje Aguascalientes-Guadalajara, la convergencia de industria, urbanismo y tecnología invita a re imaginar el hábitat: vivienda adaptativa, ingeniería hídrica, movilidad electrificada y energía limpia al servicio del bienestar colectivo..”

LA NO CIUDAD Y LA SI CIUDAD

A finales del mes de agosto del 2025, se realizó el 2do Congreso La No Ciudad, propuestas de diseño de cómo construir ciudades, organizado por el Cuerpo Académico

Planeación y Diseño Integrado de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, un evento académico internacional gratuito que contó con la participación de conferencistas y ponentes de 21 universidades provenientes de 8 países, conversación con actores estratégicos nacionales en mesas de trabajo, diálogo con 4 presidentes municipales del Estado y la realización de 2 talleres en los que se proyectó el diseño de la ciudad del futuro, fortaleciendo el vínculo entre academia y gobiernos locales.

La No ciudad

Las ciudades son sistemas complejos que requieren análisis y soluciones desde múltiples perspectivas, integrando prácticamente todas las disciplinas sociales, espaciales, económicas y culturales. La asombrosa complejidad de la vida urbana requiere un enfoque multidisciplinar para de-

sarrollar estrategias en conjunto que permitan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos al abordar integralmente todos los desafíos de los entornos, dado que las ciudades no son estáticas, están en constante evolución, lo que significa que los modelos de análisis deben ser flexibles y adaptarse a nuevas realidades. Por ello las ciuda-

des son un objeto de estudio heterogeneo que debe validarse desde distintos contextos.

Particularmente como antropóloga social y diseñadora, visualizo una ciudad como el espacio público en el que se ejercen distintas actividades, con una mezcla de habitantes, edificios, medios de transporte y todo tipo de infraestructura, en los que sin la gente no habría ciudad, por lo que la dimensión pública,

la expresión de la vida colectiva y cotidiana cobra significado por los ciudadanos que las habitan.

Justo en las ciudades se concentran los flujos de las personas, de las ideas y las memorias colectivas, de ahí que se abra el cuestionamiento acerca de un tema como la No ciudad, que en general es algo que todos vemos en el día a día, pues a lo largo de la historia, las ciudades han tenido muros

“Todo esto puede traducirse en salud, seguridad y costos, incluso revisando los casos de ciudades como Múnich, Milán, Varsovia, Helsinki, París o Tokio, en donde sus servicios o comodidades enlistan lugares como escuelas, restaurantes, tiendas e incluso hospitales a los que se puede llegar de forma peatonal en minutos.”

que protegían y encerraban a las primeras metrópolis, marcando la distinción entre el adentro y el afuera, dónde se cumplía la ley y en dónde no. Los fraccionamientos han venido a evidenciar en la actualidad una suerte de fortalezas y ahí es justo donde los distintos puntos de vista son sumamente importantes, como el de los hacedores de la politica pública urbana, los que aplican la política, los que legislan, los asesores y gestores del sector público y privado, los inversionistas que construyen la ciudad, los que utilizamos la ciudad y por su puesto la vision académica desde las distintas universidades como formadores de profesionsitas.

Vale la pena describir a que nos referimos cuando hablamos de la No Ciudad, es una reflexión situada en una frase corta que provoca interés y cuestionamientos, detonando un NO como la posibilidad de repensar lo

que deseamos o no para nosotros, es una postura ante lo que se construye, se trata de la posibilidad de contribuir en nuestro entorno, ante los “no lugares” planteados por Marc Augé, ante los espacios en los que estamos, pero no somos o ante un espacio urbano caótico con ausencia de los atributos tradicionales de la ciudad, dado que algunos lugares que se dicen ciudades en realidad son zonas de viviendas, ciudades dormitorio. La no ciudad es el antónimo de ciudad, de no poder encontrar los espacios recreativos, los comercios, los servicios administrativos, educativos o de salud en un radio de 15 minutos caminando, de vivir en un espacio segregado en el que la cohesión social y la identidad barrial se han transformado en zonas habitacionales de poca seguridad, confort y escasos servicios, espacios que requieren bardas perimetrales y casetas de control para seguridad, en donde el desplazamiento por las dis-

tancias, significan también un costo de vida, dependiendo principalmente de vehículos para movernos, omitiendo el enfoque del desarrollo de ciudades más sostenibles y participativas.

Ciudades para vivir

Entonces y derivado de esta descripción, pensemos en lo que Si queremos de una ciudad, atendiendo a la invitación de esta revista para compartir el ideal para vivir.

Jordi Borja (2015) menciona que la ciudad es ciudad de ciudadanos, no una simple escenografía, por lo que es importante que exista una conciencia e interés en comprender la función humanizadora de la ciudad, ya que es fundamental para la integración

social, la articulación económica y la gobernabilidad democrática, de ahí el interés que seamos todos los que hacemos ciudad, quienes participemos de esta labor colectiva.

Los atributos tradicionales son importantes, la gente guarda en su memoria los lugares en los que desarrolla su vida y con ello el apego, por lo que casi de forma innata se tiene el interés de ir a los espacios en los que nos gusta estar, incluso en los que hemos sido felices, pero pocas veces se toma en cuenta lo que a gente verdaderamente requiere. Las ciudades están organizadas para transitar en transporte, ya sea personal o público, dejando de lado lo peatonal. No es casualidad que los modelos europeos apuesten por espacios peatonales en los que el

Foto: Dra. Mónica Barrera

desplazamiento mejore incluso la calidad de vida de sus habitantes y hasta de sus visitantes. Todo esto puede traducirse en salud, seguridad y costos, incluso revisando los casos de ciudades como Múnich, Milán, Varsovia, Helsinki, París o Tokio, en donde sus servicios o comodidades enlistan lugares como escuelas, restaurantes, tiendas e incluso hospitales a los que se puede llegar de forma peatonal en minutos.

Respecto a la seguridad, consideremos ejemplos cómo en Medellín Colombia, con espacios de inseguridad

donde el arte urbano permitió algunas mejoras, zonas con delincuentes en las que ni si quiera podían entrar policias y en donde la solución fue el color, es decir visibilizar un espacio transformando zonas rojas en postales turísticas, gracias a ello bajaron los homicidios, en otras palabras la comunidad se hizo parte del proyecto y se estableció un orgullo de barrio a través de un mural, dando cuenta de que la seguridad no se impone, sino se construye.

Entonces, no se trata tampoco de formulas que se repliquen y se modifique

“Las ciudades están organizadas para transitar en transporte, ya sea personal o público, dejando de lado lo peatonal.”

una ciudad por modelos externos, sino de considerar de forma integral lo que cada ciudad requiere, eso sí, visualizando las oportunidades que en otros lugares se han tenido en sus mejoras y dinámicas sociales, ciudades sostenibles en las que temas como la basura, el agua e incluso la energia, se han venido retomando como parte de la agenda para mejorar la calidad de vida a corto, mediano y largo plazo.

No olvidemos que la mayor parte del crecimiento urbano ocurre en ciuda-

des pequeñas y pueblos intermedios, exacerbando las desigualdades y la pobreza urbana. Una ciudad como Aguascalientes podría sin duda ser modelo apostando por la sostenibilidad, elegiendo construir una ciudad en las que todos los ciudadanos tengan una calidad de vida digna y formen parte de la dinámica productiva de la misma, que derive en prosperidad compartida y estabilidad social sin dañar el medio ambiente, es decir una ciudad más inclusiva, segura, resiliente y sostenible.

“Una ciudad como Aguascalientes podría sin duda ser modelo apostando por la sostenibilidad, elegiendo construir una ciudad en las que todos los ciudadanos tengan una calidad de vida digna.”

La Dra. A.S. Mónica Susana De La Barrera Medina es Doctora en Antropología Social por la Universidad Iberoamericana, con Maestría con mención honorífica en Diseño Gráfico por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y Licenciada en Diseño de la Comunicación Gráfica por la UAM Azcapotzalco. Con más de 22 años de trayectoria académica, es Profesora Investigadora Titular C en el Centro de Ciencias del Diseño y de la Construcción de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, donde lidera el Cuerpo Académico Planeación y Diseño Integrado. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI nivel I) y al Núcleo Académico de la Maestría en Planeación Urbana y del Doctorado en Ciencias de los Ámbitos Antrópicos. Sus investigaciones abordan la relación entre diseño y usuario desde una perspectiva interdisciplinaria y humanista. Apasionada de la vida urbana, disfruta recorrer ciudades, museos y tradiciones que inspiran su labor académica y creativa.

¿Cuánto cuesta el MODELO URBANO de Aguascalientes?

EL COSTO DE LA CIUDAD

Cuesta mucho mantener una ciudad en buenas condiciones: que las calles estén limpias, sin baches, sin fugas de agua, vigiladas, que el alumbrado esté encendido cada noche, que se recoja la basura y se procese correctamente, que a las casas y negocios llegue el agua potable y que funcione el drenaje, y que los parques estén presentables. Todo ello demanda que la autoridad correspondiente cuente con los recursos necesarios; sin embargo, lo cierto, es que no los tiene. Una cosa es que los gobiernos locales cuenten con un presupuesto anual destinado a cada una de esas tareas y, otra es que esos recursos sean suficientes para que los servicios se presten con la más alta calidad, para todos los habitantes y de manera permanente.

Por: Dr. Carlos Roberto Hernández Velasco

Para ilustrar esto, tomemos como referencia al municipio de Aguascalientes; su presupuesto anual para 2025 es de $4,988,662,723 pesos en total . De este presupuesto, $2,183,915,723 pesos son recursos que provienen de la Federación, es decir, el 43.77 por ciento. Sin tratar de reducir el análisis a lo simple, considerando que la población del municipio se calcula en alrededor de 1 millón de habitantes , a cada habitante le corresponderían $13.66 diarios. Con esta cantidad, el gobierno municipal debe costear su gasto corriente, pagar su propia deu -

da, invertir en infraestructura, mantenimiento de la ciudad, y la prestación de servicios, por mencionar algunas actividades. Es decir que, a cada habitante le corresponderían alrededor de $5 pesos diarios (o menos) para gozar de una ciudad de calidad.

Es evidente que el presupuesto per cápita es insuficiente y que, por lo tanto, a medida en que la ciudad siga el modelo urbano ineficiente de aprovechamiento de su suelo y su infraestructura, la precarización de la ciudad seguirá su curso de manera inexorable. Por eso, si el modelo urbano sigue siendo expansivo, que

no incentive la máxima eficiencia en la ocupación del suelo urbanizado, y que continúe siendo más atractivo y fácil expandir la ciudad en lugar de consolidarla, la situación tenderá a agravarse. Un modelo urbano es determinante para que la ciudad evolucione, sea sostenible e inclusiva en la prestación de servicios y en la calidad en su infraestructura.

¿Por qué es importante el modelo urbano?

Es sencillo: porque el modelo urbano favorece o no la calidad de vida de los habitantes. A medida en que se

requieran más recursos para mantener una ciudad que “no para de crecer” se vuelve imposible atenderla en su totalidad. Sobre todo, porque el crecimiento se da de una manera dispersa, con bajas densidades de población y con una infraestructura que debe construirse y, posteriormente, mantenerla en buenas condiciones (casi de inmediato).

Por otro lado, un modelo urbano con mayores densidades poblacionales, pero principalmente, con una mayor eficiencia en el aprovechamiento de su suelo, de la infraestructura tendida y de los servicios públicos, promueve una mayor sostenibilidad en la aplicación de recursos de todo tipo. Un ejemplo sencillo es el encendido de una lámpara de alumbrado público; cuesta lo mismo mantenerla encendida para un par de viviendas que para una media docena o más. Pero, indudablemente cuesta más si se mantiene encendida frente a predios

baldíos o viviendas deshabitadas. Si la ciudad es el artefacto de economía circular por excelencia, se deben promover políticas públicas tendientes a lograr el máximo aprovechamiento de infraestructuras tendidas, dados los procesos de despoblamiento de diversas zonas y la creación de nuevos “pedazos” de ciudad que demandan servicios, infraestructuras nuevas y mantenimiento. Habrá de atender no solo las existentes (que son, de suyo, ya ineficientes), sino que también, las de nueva creación.

Por mencionar solo algunos datos, en el periodo de 1980 a 2020 (40 años), la población de la ciudad de Aguascalientes pasó de 293,152 a 901,446 habitantes , es decir, aumentó 3.07 veces. Al mismo tiempo, el parque vehicular aumentó 11.5 veces y la superficie de la ciudad aumentó 3.74 veces . Sin embargo, el actual plan de la ciudad contempla una superficie de 5,563 hectáreas como zona

“Un modelo urbano es determinante para que la ciudad evolucione, sea sostenible e inclusiva en la prestación de servicios y en la calidad en su infraestructura.”

urbanizable, es decir, espacio disponible para seguir creciendo la ciudad (Ibid.: p. 113) En contraste, el propio plan de la ciudad considera una superficie de 13,596 hectáreas como zona de consolidación urbana, la cual, tiene la capacidad de albergar una importante proporción de los nuevos habitantes de los próximos años, aprovechando las redes tendidas, los servicios públicos y los equipamientos. Si aumentara la cantidad de personas en la zona urbanizada, podría albergar una población similar a la que actualmente la habita. En concreto, si la ciudad cuenta con 901,446 habitantes distribuidos en 13,596 hectáreas de zona ya urbanizada, la densidad de población alcanza 66 habitantes por hectárea .

La UN-HABITAT propone que una urbanización sustentable debe tener, al menos, 150 habitantes por hectárea ,

es decir, que la ciudad tiene aún una capacidad de agregar 84 habitantes por hectárea, según dicho estándar. Si fuese el caso, la ciudad aún pudiere sumar más de 1 millón de habitantes adicionales a la ciudad que ya está construida.

Aumentar la densidad de población, o mejor aún, utilizar los recursos de una forma eficiente, contribuiría a tener una ciudad con mayor capacidad para mejorar las condiciones urbanas a sus habitantes. Evidentemente, hace falta una gran inversión para promover un aumento en la densidad de población en la zona urbanizada, pero, sin duda, también hace falta una gran inversión para seguir creciendo la ciudad bajo el modelo urbano actual. No es la reducción de un problema a un enunciado simple, pero ¿a qué problema preferiríamos

“Evidentemente, hace falta una gran inversión para promover un aumento en la densidad de población en la zona urbanizada, pero, sin duda, también hace falta una gran inversión para seguir creciendo la ciudad bajo el modelo urbano actual.”

enfrentarnos? La disyuntiva está en determinar si se cuenta con los recursos para mantener una ciudad en constante crecimiento o si se optimizan para emplearlos en una ciudad más eficiente.

¿Es posible el cambio del modelo urbano?

Sí, es posible evolucionar el modelo urbano; entre otras acciones, es

necesario entender el concepto del “costo ciudad”, reconociendo la importancia de reconocer los efectos del modelo urbano en el ambiente, las personas, la economía y el gasto público. Se debe impulsar la aplicación del artículo 59 de la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano , entenderla en su magnitud y en la oportunidad que representa para

generar ciudades mixtas, eficientes y con inversión en infraestructura. También, habrá que entender que los recursos de la ciudad, de todo tipo, son limitados, que se agotan y que la composición demográfica presente y futura, exigen la evolución del modelo urbano hacia uno más responsable con el ambiente, incluyente, limpio, compartido y, en resumen, sustentable.

El Dr. Carlos Roberto Hernández

Velasco es Doctor en Estudios Urbanos por la Universidad de Glasgow, Maestro en Arquitectura por la Universidad McGill y Arquitecto por la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Especialista en vivienda, planeación y políticas públicas urbanas, ha representado a México en delegaciones internacionales en Europa, América y África. Fue director del IMPLAN Chihuahua y de la Agencia Municipal de Planeación de Aguascalientes, además de desempeñarse como consultor, conferencista y profesor en la Universidad Iberoamericana. Ganador del Premio Nacional y Estatal de Vivienda por un proyecto inclusivo para personas con discapacidad, es autor del libro Ciudad Cercana y colaborador en publicaciones académicas en México, Australia e India. Su trayectoria refleja un compromiso constante con el desarrollo urbano sostenible y la mejora de la calidad de vida en las ciudades mexicanas.

LA REVOLUCIÓN DEL HÁBITAT

Agua, Tecnología y el Nuevo Rol del Ingeniero Civil

Por: MBA Karen Rodríguez Garduño

La revolución del hábitat no es una moda urbana, sino la respuesta técnica y humana al mayor reto de nuestro tiempo. Para 2050, más del 70 % de la población mundial vivirá en ciudades (ONU-Habitat), donde se genera más del 80 % del PIB nacional (INEGI). Este crecimiento exige repensar cómo diseñamos y gestionamos la infraestructura que sostiene la vida. Hoy, la ingeniería civil se sitúa en el corazón de esa transformación: entre la presión del cambio climático, la escasez de agua y la digitalización de los procesos constructivos. La verdadera revolución no

está en construir más, sino en construir con inteligencia.

El agua se ha convertido en el termómetro del desarrollo urbano. Mientras México pierde hasta el 45 % del agua potable por fugas e ineficiencias (CONAGUA, 2023), países como España han reducido esa cifra al 15 % gracias a redes inteligentes con sensores IoT y control SCADA. En Aguascalientes, los retos son enormes, pero también las oportunidades: digitalización de la red, modelos predictivos con IA y reutilización del agua tratada para la industria. Desde mi experiencia en la

gestión de sistemas hidráulicos, he comprobado que cada decisión técnica es también una decisión social. Incorporar tecnología sin enfoque humano no es modernizar: es automatizar el error.

La gestión BIM (Building Information Modeling) y la automatización de obras marcan una nueva disciplina donde la ingeniería civil converge con la planeación y la administración estratégica. Los proyectos exitosos hoy se miden por su sostenibilidad, eficiencia e impacto financiero. Se requieren ingenieros capaces de equilibrar técnica, gestión e innovación, líderes con visión

integral que comprendan tanto la tecnología como el valor humano de cada decisión.

La revolución del hábitat no busca ciudades más inteligentes, sino más conscientes. Ingenieros que diseñan futuro, proyectos que sostienen vidas y sociedades que equilibran el crecimiento con el uso responsable del agua y la energía. Desde Aguascalientes, símbolo de innovación y resiliencia, México puede demostrar que el futuro del hábitat no será solo tecnológico ni urbano: será profundamente humano.

Ingeniera Civil por la Universidad Autónoma de Aguascalientes, con MBA en Finanzas y amplia experiencia en obra habitacional, industrial y pública. Ha liderado durante más de ocho años proyectos nacionales e internacionales de eficiencia hídrica y modernización de sistemas de agua potable y saneamiento. Actualmente es Directora de la carrera de Ingeniería Civil y Administración en la Universidad Panamericana Aguascalientes, donde impulsa una formación integral basada en sostenibilidad, administración y tecnología. Su trabajo promueve una ingeniería orientada al valor, la innovación y el bienestar social.

ECOSISTEMAS URBANOS INTELIGENTES

un modelo de integración sostenible

El crecimiento urbano exige hoy una infraestructura más eficiente, resiliente y sustentable. En este contexto surgen los ecosistemas inteligentes: sistemas integrados que combinan tecnología, planeación y participación ciudadana para optimizar el uso del agua, la energía y los recursos naturales.

En distintas ciudades del mundo, este enfoque ya genera resultados tangibles. Uno de los ejemplos más exitosos es Barcelona, España, que desde hace más de una década implementa una red integral de sensores ur-

banos para gestionar el alumbrado, el tráfico, los residuos y el consumo de agua. La estrategia de Barcelona, junto con la de municipios como Sant Cugat del Vallès, demuestra que es posible conectar infraestructura, servicios públicos y ciudadanía bajo una misma plataforma digital, logrando reducciones de hasta 60 % en consumo energético y 40 % en huella de carbono.

Inspirado en esta visión, el desarrollo de comunidades inteligentes en México comienza a incorporar soluciones adaptadas al contexto local. En zonas

urbanas con cotos cerrados, vialidades arboladas y áreas recreativas, se promueve la instalación de redes separadas para el reúso de aguas residuales tratadas en el riego de jardines y camellones, con medidores inteligentes que permiten registrar y controlar el consumo.

Cada vivienda puede acceder a una

plataforma digital para visualizar su consumo de agua, energía y generación solar, así como su contribución a la reducción de emisiones de CO₂. Los sistemas de alumbrado público ajustan su intensidad de acuerdo con la presencia de personas o vehículos, mientras que los semáforos se sincronizan mediante sensores que reducen la congestión y mejoran la movilidad.

La gestión de residuos también se integra a este ecosistema: sensores en los contenedores reportan niveles de llenado y optimizan las rutas de recolección, reduciendo emisiones y costos operativos. Los residentes pueden consultar desde una aplicación la ruta del camión recolector, recibir alertas o generar reportes de mantenimiento en tiempo real.

La infraestructura energética se fortalece con sistemas solares distribui -

dos en cubiertas y espacios públicos. Los excedentes se interconectan con la red eléctrica bajo esquemas de generación compartida, promoviendo la independencia energética y la resiliencia ante cortes de suministro.

Lo relevante de este modelo es su escalabilidad: la misma infraestructura digital que soporta los servicios de una comunidad puede ampliarse a la gestión municipal, integrando lecturas automatizadas de medidores,

cobros y monitoreo de redes. Incluso servicios como el pago del predial pueden centralizarse en la misma plataforma, haciendo de la ciudad un sistema operativo que aprende y se ajusta en tiempo real.

El concepto de ecosistema urbano inteligente no se limita a instalar tecnología, sino a diseñar la interoperabilidad entre la infraestructura física y digital. Pavimentos permeables, drenajes pluviales sustentables, vegetación nativa y materiales de bajo impacto ambiental son tan importantes como los sensores, las bases de datos y los sistemas de análisis predictivo.

La experiencia europea confirma que una ciudad inteligente no es la que tiene más dispositivos conectados, sino aquella que utiliza la información para tomar mejores decisiones.

En México, este tipo de desarrollos representa una oportunidad estratégica para mejorar la eficiencia de los servicios, fortalecer la transparencia y promover un uso responsable de los recursos.

Los ecosistemas urbanos inteligentes permiten que cada componente —desde una cámara de seguridad hasta una planta de tratamiento— forme parte de una red viva que evoluciona y dialoga con su entorno.

Carlos Eduardo García González es Ingeniero Civil egresado de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, con más de 20 años de experiencia en los sectores de construcción y medio ambiente. Su trayectoria abarca el desarrollo de proyectos de gestión hídrica, abastecimiento y saneamiento en México y Sudamérica, en países como Uruguay, Chile, Perú y Colombia. Ha liderado equipos multidisciplinarios en obras emblemáticas, entre ellas el Acueducto II de Querétaro y proyectos de desalación en Chile, como la Desaladora de Candelaria y la de Sierra Gorda. Reconocido por su liderazgo y visión integral, ha complementado su formación con programas en gestión del talento humano y mejora de procesos organizacionales. Actualmente es directivo en Veolia Water Tech, donde impulsa proyectos de regeneración y reutilización de aguas residuales para la industria, integrando innovación técnica y desarrollo humano.

da el

primer paso hacia el futuro energético: inaugura su primera planta de hidrógeno verde

en QUERÉTARO

on una inversión estimada de 100 millones de pesos, México inauguró en octubre de 2025 su primera planta de producción de hidrógeno verde en Querétaro, marcando el inicio de una nueva etapa para la transición energética nacional.

“Esta será la primera dentro de una planta industrial, y marca el inicio de una nueva etapa para el país”, destacó Israel Hurtado, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Hidrógeno y Transición Energética

(H2México), al anunciar que este proyecto forma parte de una cartera de 28 desarrollos identificados a nivel nacional, de los cuales 19 están en fase de desarrollo y 9 en planeación.

El impacto será estratégico, tanto por la reducción de emisiones como por la generación de empleo, innovación y atracción de capital. “El hidrógeno es fundamental para el cumplimiento de las metas ambientales y los compromisos internacionales que México tiene en materia de reducción de emisiones”, afirmó Hurtado.

No obstante, el camino enfrenta desafíos. Uno de los principales es el marco regulatorio, que actualmente solo reconoce el hidrógeno gris. “Las normas existentes deben actualizarse y adaptarse para la producción de hidrógeno verde”, subrayó. Además, señaló que la competitividad dependerá de contar con incentivos similares a los de Europa o Estados Unidos, y recordó que el decreto de nearshoring “todavía resulta insuficiente” para detonar este sector.

En paralelo, México trabaja con instituciones como el Instituto Mexicano del Petróleo, el Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias (INEEL) y diversas universidades públicas para formar capital humano especializado. También mantiene alianzas internacionales con organismos de Estados Unidos, Canadá y América Latina. Según el Hydrogen Council, el país podría producir hidrógeno verde hasta 64% más barato que otras naciones, lo que ha despertado el interés de Japón por importar este recurso.

El hidrógeno también se perfila

como herramienta clave para la seguridad energética. “Permitirá a la CFE reducir emisiones y disminuir la dependencia frente a Estados Unidos”, explicó Hurtado. En tanto, Pemex evalúa el aprovechamiento del hidrógeno geológico, mientras la CFE analiza su mezcla con gas natural —hasta en un 25%— para generación eléctrica, lo que reduciría emisiones en la misma proporción.

Los proyectos en Sonora, Durango y Guanajuato avanzan en ingeniería y permisos, con esquemas de financiamiento que involucran banca internacional, fondos de desarrollo y capital privado. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) acompaña además la elaboración del Plan Nacional de Hidrógeno Renovable.

Finalmente, Hurtado llamó a un enfoque pragmático: “No se trata de satanizar el petróleo, sino de usarlo donde realmente es indispensable y avanzar hacia su sustitución gradual mediante el hidrógeno y otros combustibles sostenibles. No es una transición, es una transformación energética”.

“Uno

de los principales es el marco regulatorio, que actualmente solo reconoce el hidrógeno gris. “Las normas existentes deben actualizarse y adaptarse para la producción de hidrógeno verde”

HÉCTOR BALVANERA

La arquitectura como acto de fe, memoria y servicio

Entre planos, archivos y templos, el arquitecto Héctor Balvanera Alfaro ha trazado un camino que une historia, espiritualidad y servicio. Nacido en Ciudad de México, criado en Guadalajara y con una formación y actividad profesional que cruza fronteras —de México a Puerto Rico y España—, su trayectoria está guiada por una convicción profunda: el patrimonio religioso no es solo un testimonio del pasado, sino una herramienta viva para comprendernos como sociedad.

Doctorando en Arquitectura y Urbanismo por la Universidad de A Coru -

ña, y con una maestría en Patrimonio Cultural de origen eclesiástico, Balvanera ha consagrado su vida al estudio, la preservación y la reinterpretación del espacio sagrado en América Latina y el Caribe.

Su investigación doctoral, La arquitectura Religiosa Contemporánea en las parroquias de la Arquidiócesis de San Juan de Puerto Rico, 1947-97, revela una verdad inquietante: el patrimonio contemporáneo es el más vulnerable. A menudo, las obras del siglo XX — esas que mezclan modernidad y fe— no son vistas aún como “históricas” y corren el riesgo de desaparecer

antes de ser comprendidas. “Lo que no se conoce no se valora”, dice con serenidad, recordando que, sin estudio ni divulgación, la arquitectura moderna religiosa se diluye en el olvido. Su labor, junto a otros investigadores a nivel internacional, busca precisamente eso: mirar con nuevos ojos lo que el tiempo reciente ha dejado en nuestras ciudades, templos y comunidades.

En su mirada, la arquitectura del Caribe representa una lección de adaptación. Las islas, atravesadas por climas extremos, influencias políticas y tradiciones diversas, han sabido traducir su identidad en formas arquitectónicas únicas. Con la incorporación del hormigón armado des-

de principios del siglo XX ―primero en las misiones protestantes y luego en las parroquias católicas―, Puerto Rico, Cuba y República Dominicana —territorios de espiritualidad tropical— fueron pioneros en incorporar nuevas tecnologías sin renunciar a los sistemas tradicionales como el control de la luz, la ventilación cruzada y el respeto por lo natural. Sin embargo, advierte Balvanera, el exceso de confianza tecnológica desde fines de la década de 1960 borró, en algunos casos, la sabiduría ancestral que sabía dialogar con el entorno. Su llamado es claro: estudiar, conservar e interpretar esas obras para que las comunidades puedan volver a sentirse reflejadas en ellas.

Hablar con Héctor Balvanera es entender que la arquitectura no se limita a lo material. Cada parroquia ―la institución y el inmueble―, explica, es un microcosmos social donde la vida se entrelaza con la fe. “En la parroquia se bautiza, se casa, se despide. Es el ciclo completo de la vida”, comenta. Estudiar esas transformaciones —de la capilla de madera al templo de mampostería o de concreto— es también estudiar la historia de un pueblo. Para él, el arquitecto tiene una función pedagógica: ayudar a las comunidades a reconocerse en sus espacios, a entender que conservar-

los es también conservar su memoria colectiva.

Por eso, Balvanera defiende la idea de que la conservación del patrimonio es un acto ministerial. No en el sentido dogmático, sino ético. “El arquitecto, como el médico o el sacerdote, debe ejercer con humildad. No basta con crear una obra bella; hay que entender al usuario, escuchar sus necesidades y construir con ellos.” En su discurso, la palabra “servicio” adquiere una dimensión profunda: el arquitecto no diseña para sí, sino para los demás. Y esa humildad,

“El arquitecto, como el médico o el sacerdote, debe ejercer con humildad. No basta con crear una obra bella; hay que entender al usuario, escuchar sus necesidades y construir con ellos.”

dice, es la que da trascendencia a la obra.

Sus reflexiones resuenan con la fuerza de una vocación genuina. Al mencionar ejemplos como la Sagrada Familia de Gaudí, reconoce en la arquitectura religiosa una síntesis de arte, técnica y espiritualidad que atraviesa generaciones. “No todos somos Gaudí, pero todos podemos construir con sentido de trascendencia”, asegura. Esa búsqueda de emoción, de conexión y de sentido, es lo que define —a su juicio— la verdadera arquitectura.

En tiempos donde la tecnología redefine los modos de habitar, Balvanera ve en la digitalización y la inteligencia artificial una oportunidad. No como sustituto, sino como medio para preservar y enseñar. “La tecnología puede ser un puente entre generaciones, una herramienta para educar y compartir conocimiento. Si la usamos con conciencia, puede ayudarnos a man -

tener viva la memoria del arte sacro y del patrimonio construido.”

En cada palabra, Héctor Balvanera habla desde una fe en el oficio, pero también en la comunidad. Su trabajo no se detiene en la investigación, colabora en la Red Internacional de Investigadores de Arquitecturas y Artes Sacras (RIIAS), preside el capítulo de Puerto Rico de Docomomo, ―Comité Internacional para la Documentación de la Arquitectura y los Barrios del Movimiento Moderno―, y ha participado en la serie de Congresos Internacionales de Arquitectura Religiosa Contemporánea (CIARC), además de su actividad como conferenciante y autor de publicaciones, donde promueve la divulgación, la reflexión y el diálogo interdisciplinario.

“Tenemos una tradición que aún no hemos sabido valorar del todo”, afirma. “Basta una invitación a mirar de nuevo esos espacios donde hemos vivido momentos esenciales de nues-

Al mencionar ejemplos como la Sagrada

Familia de Gaudí, reconoce en la arquitectura religiosa una síntesis de arte, técnica y espiritualidad que atraviesa generaciones.

“No todos somos Gaudí, pero todos podemos construir

con sentido de trascendencia”

tra existencia. Son parte de nuestra historia, de nuestra identidad.”

Entre la devoción y la disciplina, Balvanera ha encontrado en la arquitectura una forma de oración, una ma -

nera de servir. Y en cada templo, una promesa: la de que mientras haya quienes estudien, comprendan y amen estos espacios, la memoria sagrada seguirá viva, edificando también el futuro.

Doctorando en Arquitectura y Urbanismo por la Universidade da Coruña, Héctor Balvanera Alfaro ha dedicado su trayectoria a explorar la relación entre arte, liturgia y territorio. Con experiencia en México, España y Puerto Rico, su trabajo conjuga la investigación académica con la práctica arquitectónica y la gestión cultural, enfocándose en la preservación del patrimonio edificado y el arte sacro contemporáneo.

Como arquitecto, investigador y docente, Balvanera defiende una visión donde el espacio construido no solo se habita, sino que se interpreta, se siente y se transmite como parte viva de la identidad colectiva. En conversación con Revista Construye, comparte sus reflexiones sobre la arquitectura religiosa moderna, la innovación en la conservación patrimonial y la responsabilidad social del arquitecto como mediador entre historia, comunidad y fe.

INTELIGENCIA ARTIFICIAL

la nueva aliada de la sustentabilidad

En un momento en que la humanidad enfrenta temperaturas récord, crisis hídricas y una demanda energética creciente nos encontramos en una encrucijada. Los efectos del cambio climático ya no son predicciones, son realidades que impactan nuestra vida cotidiana. En este contexto, la Inteligencia Artificial (IA) se posiciona como una herramienta estratégica para acelerar las soluciones sostenibles que necesitamos con urgencia.

Lejos de ser una “varita mágica”, la IA representa un facilitador poderoso capaz de transformar la forma en que gestionamos nuestros recursos, optimizamos procesos y tomamos decisiones informadas. Tres áreas críticas, agua, energía y residuos, están experimentando una revolución silenciosa impulsada por algoritmos, sensores y análisis predictivos que redefinen el concepto de eficiencia.

Agua: cada gota cuenta

El agua, recurso esencial para la vida y el desarrollo, enfrenta una de las mayores presiones de la historia. Más del 60% del territorio mexicano sufre algún nivel de estrés hídrico, y en ciudades como la CDMX se pierde hasta un 40% del agua potable por fugas. Aquí la IA ya está marcando la diferencia.

Gracias a sensores inteligentes y modelos predictivos, hoy es posible detectar fugas en tiempo real, monitorear presiones en redes hidráulicas y priorizar reparaciones antes de que se pierdan millones de litros. Monterrey, por ejemplo, redujo en 37% su agua no contabilizada al implementar sistemas de análisis predictivo durante su reciente crisis hídrica.

Otra aplicación innovadora son los gemelos digitales, réplicas virtuales de sistemas hidráulicos que permiten simular escenarios de inversión y operación. Estas herramientas reducen riesgos y costos al anticipar el comportamiento de la infraestructura antes de su construcción.

En el campo agrícola, responsable del 76% del consumo hídrico nacional, la

“Tres

áreas críticas, agua, energía y residuos, están experimentando una revolución silenciosa impulsada por algoritmos, sensores y análisis predictivos que redefinen el concepto de eficiencia.”

IA impulsa la agricultura de precisión, ajustando el riego según la humedad del suelo, el clima y las condiciones del cultivo. Cada decisión, respaldada por datos, se traduce en más productividad y menos desperdicio.

Energía: optimizar para descarbonizar

La transición energética es uno de los grandes retos globales. México posee un enorme potencial solar y eólico, pero también una infraestructura eléctrica que debe evolucionar. Aquí, la IA está cambiando las reglas del juego.

Mediante el análisis de datos meteorológicos y de generación, los sistemas de IA pueden predecir con una

precisión menor al 5% cuánta energía renovable se producirá. Esto permite planificar la oferta y la demanda, integrando mejor las energías limpias en la red eléctrica y reduciendo la dependencia de combustibles fósiles.

Además, la IA impulsa el desarrollo de redes eléctricas inteligentes que equilibran la carga en tiempo real, distribuyen energía donde más se necesita y evitan sobrecargas. La integración de sistemas de generación distribuida —paneles solares, baterías domésticas o microturbinas— crea verdaderas centrales eléctricas virtuales, donde los usuarios también se convierten en productores.

“Además, la IA impulsa el desarrollo de redes eléctricas inteligentes que equilibran la carga en tiempo real, distribuyen energía donde más se necesita y evitan sobrecargas.”

Empresas globales, como Google, han demostrado el potencial de esta tecnología: al aplicar IA para optimizar el enfriamiento de sus centros de datos, lograron reducir hasta 40% el consumo energético. Casos como este muestran que la eficiencia energética y la sostenibilidad no solo son posibles, sino rentables.

Residuos:

de problema a recurso

La gestión de residuos es otro desafío ambiental crítico. México genera más de 44 millones de toneladas de basura al año, de las cuales menos del 20% se recicla. Aquí la IA se convierte en una aliada de la economía circular.

Los sistemas de recolección inteligente optimizan rutas de camiones según el nivel de llenado de los contenedores, reduciendo combustible, costos y emisiones. En los centros de reciclaje, los algoritmos de visión por computadora identifican y separan materiales con una precisión superior al 90%, recuperando más recursos en menos tiempo y con menos intervención humana.

Incluso en el diseño industrial, la IA permite analizar la composición de productos para mejorar su reciclabilidad o prever el valor comercial de los materiales recuperados. En otras palabras, convierte los residuos en datos… y los datos en oportunidades.

Un futuro impulsado por decisiones inteligentes

La IA no reemplaza la acción humana: la potencia. Su valor reside en su capacidad para procesar información compleja, anticipar escenarios y proponer soluciones eficientes. En un momento donde la sostenibilidad ya no es opcional, sino una responsabilidad colectiva, la IA se consolida como el puente entre la ciencia, la tecnología y la resiliencia ambiental.

Si aprendemos a combinar el conocimiento técnico con la empatía y la intención de cambio, podremos construir un modelo de desarrollo verdaderamente sustentable, donde cada gota, cada watt y cada residuo cuenten.

“La IA no reemplaza la acción humana: la potencia. Su valor reside en su

capacidad para procesar información compleja, anticipar escenarios y proponer soluciones eficientes.”

TATIANA BILBAO

Construir desde la emoción, la tierra y la inclusión

“En sus proyectos, la tierra, el paisaje y la memoria cultural son elementos vivos que dialogan con la modernidad. La arquitecta impulsa además una práctica colaborativa donde comunidades, artesanos y especialistas participan activamente en el proceso creativo.”

Tatiana Bilbao (Ciudad de México, 1972) ha consolidado una de las voces más relevantes y sensibles de la arquitectura contemporánea. Su estudio, Tatiana Bilbao Estudio, se ha convertido en un referente internacional por su capacidad de unir la dimensión artística del espacio con la urgencia social y ambiental de nuestro tiempo.

Bilbao propone una arquitectura que parte del territorio y la experiencia humana, no de la estética formal. Entre sus obras más reconocidas están el Pabellón de México en la Expo Shanghái 2010, la Casa Ventura en Monterrey y los prototipos de vivienda social diseñados para el gobierno mexicano, con costos accesibles y materiales locales. Estos proyectos muestran que el diseño puede ser bello, asequible y soste -

nible al mismo tiempo.

Su visión es radicalmente humana: “La arquitectura no puede seguir siendo un objeto de contemplación. Tiene que ser una herramienta para mejorar la vida”, afirma. En sus proyectos, la tierra, el paisaje y la memoria cultural son elementos vivos que dialogan con la modernidad. La arquitecta impulsa además una práctica colaborativa donde comunidades, artesanos y especialistas participan activamente en el proceso creativo.

Premiada por instituciones como Architizer y la Royal Academy of Arts, Tatiana Bilbao representa la nueva revolución del hábitat latinoamericano: aquella que entiende el espacio como tejido social, donde cada muro, sombra y textura tiene la misión de reconciliar al ser humano con su entorno.

ALEJANDRO ARAVENA

la arquitectura como motor social del cambio

“En tiempos de crisis climática, migración y desigualdad urbana, su legado demuestra que el verdadero progreso del hábitat no depende solo de la tecnología, sino de la empatía, la inteligencia colectiva y la capacidad de imaginar lo posible desde lo necesario.”

Alejandro Aravena (Santiago de Chile, 1967) es uno de los arquitectos más influyentes de América Latina y un referente mundial del urbanismo social. Director del estudio Elemental, su trabajo ha desafiado los modelos tradicionales de desarrollo urbano al proponer una arquitectura participativa, adaptable y centrada en las personas.

Aravena ganó el Premio Pritzker 2016 —el máximo reconocimiento mundial en arquitectura— por sus proyectos de vivienda progresiva, donde el diseño deja espacio para que los propios habitantes completen y amplíen sus casas según sus posibilidades. Su obra más emblemática, el Proyecto Quinta Monroy en Iquique (Chile), ofreció una solución radical a la crisis habitacional: construir la “mitad buena” de una vivienda —estructuralmente sólida, bien ubicada y con ser-

vicios— dejando la otra mitad abierta para el crecimiento familiar.

Su enfoque parte de una idea poderosa: la arquitectura no es solo forma ni función, sino una herramienta para combatir la desigualdad. “La escasez de recursos no es excusa para el mal diseño”, ha dicho Aravena, quien también lideró la Bienal de Arquitectura de Venecia en 2016 con el lema “Reporting from the Front”, centrada en los desafíos humanos y ambientales de las ciudades contemporáneas.

En tiempos de crisis climática, migración y desigualdad urbana, su legado demuestra que el verdadero progreso del hábitat no depende solo de la tecnología, sino de la empatía, la inteligencia colectiva y la capacidad de imaginar lo posible desde lo necesario.

ELON MUSK

ingeniería para una nueva movilidad planetaria

“Con Tesla, Musk revolucionó la movilidad eléctrica al convertirla en una aspiración global: en 2024, el 20 % de los autos eléctricos vendidos en el mundo provenían de la marca.”

Aunque se le conoce por sus empresas espaciales y tecnológicas, Elon Musk (Pretoria, 1971) es ante todo un ingeniero con visión sistémica del hábitat humano. Su impacto en el desarrollo urbano contemporáneo no proviene de la arquitectura, sino de su obsesión por transformar la infraestructura que sostiene nuestras vidas.

Con Tesla, Musk revolucionó la movilidad eléctrica al convertirla en una aspiración global: en 2024, el 20 % de los autos eléctricos vendidos en el mundo provenían de la marca. Su influencia trascendió el mercado automotriz al impulsar la transición energética, los sistemas de carga rápida y la integración de baterías urbanas en hogares y edificios. Con The Boring Company, propuso túneles de transporte de alta velocidad —el llamado Loop— que, aunque aún en desarrollo, abren un debate sobre cómo las ciudades po-

drían desahogar su superficie y reconfigurar la movilidad.

El ejemplo más tangible de su visión disruptiva es el túnel de Las Vegas Loop, que conecta el centro de convenciones mediante una red eléctrica subterránea. Este experimento, aunque limitado, simboliza una nueva manera de pensar la ingeniería urbana: menos invasiva, más eficiente y basada en energía limpia.

Musk encarna el espíritu de la revolución del hábitat desde la ingeniería aplicada a gran escala. Su meta de colonizar Marte puede parecer distante, pero sus innovaciones ya están cambiando la Tierra: redefinen cómo nos movemos, consumimos energía y habitamos.

Como él mismo ha dicho: “No se trata de escapar del planeta, sino de rediseñar la forma en que vivimos en él.”

ASTON MARTIN VALHALLA:

LA ARQUITECTURA DE LA VELOCIDAD

MANUEL GONZÁLEZ Y EL LEGADO

MONETARIO: ENTRE EL COBRE Y EL PODER

TAG HEUER: CUANDO EL TIEMPO TAMBIÉN SE DISEÑA

IA + ARQUITECTURA: EL NUEVO ALIADO DEL DISEÑO

MUSEOS EMERGENTES QUE REESCRIBIRÁN EL MAPA CULTURAL MUNDIAL

ASTON MARTIN VALHALLA

LA ARQUITECTURA DE LA VELOCIDAD

En el universo del diseño y la construcción, solemos hablar de muros, estructuras y materiales que dan forma al espacio. Pero hay creaciones que hacen lo mismo… solo que a 350 km/h.

“Cada centímetro del Valhalla es una lección sobre cómo el diseño puede ser tanto funcional como emocional.”

El Aston Martin Valhalla es una de ellas: una obra maestra de ingeniería británica que convierte la aerodinámica en arte y el rendimiento en una declaración de diseño.

Ingeniería estructural con alma arquitectónica

El Valhalla está construido sobre un monocasco de fibra de carbono moldeado con tecnología proveniente de la Fórmula 1, logrando una rigidez sobresaliente con un peso mínimo. La relación con la arquitectura es cla -

ra: cuando la estructura, la forma y la función se integran con precisión, el resultado no solo es eficiente, sino también bello y duradero.

“Cada centímetro del Valhalla es una lección sobre cómo el diseño puede ser tanto funcional como emocional.”

Rendimiento híbrido de nueva generación

Este superdeportivo lleva un motor V8 biturbo junto con tres motores eléctricos, alcanzando más de 1,000

caballos de fuerza y una aceleración de 0 a 100 km/h en 2.5 segundos.

En términos arquitectónicos, podríamos compararlo con una construcción de alto desempeño: donde la tecnología y la sostenibilidad trabajan en conjunto para maximizar la eficiencia energética.

Aerodinámica: el arte de construir con el aire

Cada curva, cada toma de aire, cada línea del Valhalla fue pensada para moldear el viento.

Así como en arquitectura diseñamos para controlar la luz, el sonido o la temperatura, Aston Martin diseña

para controlar el aire. El resultado: una silueta que no solo corta el viento, sino que lo aprovecha.

Más que lujo: una filosofía de precisión

El Valhalla representa lo que muchos arquitectos y constructores valoran: la unión entre tradición, innovación y detalle.

Desde su interior minimalista hasta la experiencia inmersiva de manejo, cada componente fue concebido con la misma lógica con la que un arquitecto diseña un espacio perfecto: armonía total entre estética y propósito.

El Aston Martin Valhalla no es solo un automóvil. Es una obra de arquitectura dinámica, una manifestación de cómo el diseño puede trascender lo estático para convertirse en movimiento puro. Al final, tanto en la construcción como en la velocidad, no se trata solo de levantar… Se trata de elevar.

“En términos arquitectónicos, podríamos compararlo con una construcción de alto desempeño: donde la tecnología y la sostenibilidad trabajan en conjunto para maximizar la eficiencia energética.”

TAG HEUER

cuando el tiempo también se diseña

En la arquitectura del tiempo, cada segundo cuenta. Pero hay objetos que no solo lo miden, sino que lo construyen con precisión, estética y carácter. Uno de ellos es el nuevo TAG Heuer Connected Calibre E5, una pieza que demuestra que la innovación también puede vestirse con elegancia suiza.

Más que un smartwatch, este reloj representa el encuentro entre la ingeniería de precisión y el diseño contemporáneo. Su caja de titanio, los acabados cerámicos y las esferas digitales inspiradas en los cronógrafos clásicos de TAG Heuer logran una mezcla perfecta entre tradición y tecnología.

Detrás de su pantalla, la inteligencia se vuelve invisible: seguimiento deportivo avanzado, medición de ritmo cardíaco, conectividad total y una autonomía que supera las expectativas. Pero lo que más destaca no es lo que hace, sino cómo lo hace —con esa

atención al detalle que comparten los grandes relojeros y los grandes constructores.

Así como en la construcción cada línea, cada textura y cada material tiene propósito, en TAG Heuer cada componente está pensado para resistir, funcionar y emocionar. No es un reloj para mirar el tiempo, sino para entenderlo como una obra en movimiento.

Porque, al final, la precisión no solo se construye en los planos: también en la muñeca de quien sabe apreciar el valor de cada segundo.

La inteligencia artificial ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una herramienta que está redefiniendo la forma en que concebimos, diseñamos y construimos espacios. En arquitectura, la IA no reemplaza la creatividad humana, la amplifica.

Hoy, plataformas como Architectures, Higharc, Rendair, Finch y TestFit están transformando el proceso arquitectónico desde su origen: optimizan tiempos, reducen errores y permiten experimentar más en menos tiempo.

ARCHITECTURES analiza miles de variables —orientación solar, clima, normativas y flujo de personas— para generar diseños que maximizan confort y eficiencia.

HIGHARC convierte el diseño residencial en una experiencia personalizada e interactiva, donde el cliente puede modificar su casa en tiempo real antes de construirla.

RENDAIR crea renders fotorrealistas en minutos, acortando semanas de trabajo y permitiendo iterar visualmente con clientes de forma inmediata.

FINCH propone configuraciones arquitectónicas inteligentes: ajusta automáticamente la distribución del espacio conforme cambian las dimensiones o las necesidades del usuario.

TESTFIT es el aliado de los desarrolladores. Genera, en segundos, esquemas de densidad, tipologías y viabilidad económica de proyectos, permitiendo decidir antes de invertir.

Estas herramientas no buscan reemplazar al arquitecto, sino liberarlo de la rutina para potenciar la creatividad. Gracias a la IA, el diseño arquitectónico avanza hacia una nueva era donde los proyectos se adaptan al usuario, al entorno y al futuro con una precisión nunca antes vista.

La arquitectura del mañana ya no se dibuja únicamente a mano: se co-crea con inteligencia artificial.

Por: Dr. Ricardo Damián García Santillán

Dicen que en la historia de México hay presidentes que construyen monumentos, otros que dejan frases inmortales, y algunos que, sin querer, acuñan su legado... literalmente. Ese fue el caso de Manuel González Flores, un militar de temple recio, bigote perfectamente recortado y mirada decidida, que llegó a la presidencia en 1880 para ocupar el asiento que, por un momento, Porfirio Díaz tuvo que dejar vacío.

González gobernó durante apenas cuatro años, de 1880 a 1884, pero en ese breve lapso dejó huellas profundas, y polémicas, en la economía nacional. Su nombre quedó asociado a una reforma monetaria que buscó modernizar el sistema financiero mexicano, pero que terminó ganando fama popular bajo un mote casi burlón: “la ley del cobre”.

A PARTIR DE AQUÍ, HISTORIA PURA…

El presidente entre dos Porfirios Manuel González no fue un improvisado. Había sido compañero de armas de Porfirio Díaz, protagonista de la batalla de Tecoac, donde perdió un brazo, y pieza clave en la consolidación del orden después de los años turbulentos de la República Restaurada.

Cuando Díaz decidió “cumplir” con la Constitución y no reelegirse (por el momento), puso a su fiel amigo en

la silla presidencial. Muchos lo vieron como un simple interino del caudillo oaxaqueño, pero González llegó al poder con la intención de gobernar con su propio estilo: más pragmático, más administrativo y, sobre todo, con un espíritu modernizador.

Su gobierno impulsó la creación del Banco Nacional Mexicano y el Banco Mercantil Mexicano, promovió nuevas leyes mineras y buscó dar estabilidad a la moneda. Quería que México dejara atrás la improvisación económica y diera el salto hacia la modernidad financiera. Pero en esa búsqueda se topó con el metal equivocado.

El experimento del níquel: entre la necesidad y el simbolismo

Durante su mandato, el país enfrentaba una escasez de moneda de plata, el metal tradicional en la economía mexicana. González, aconsejado por algunos técnicos y ministros, decidió emitir monedas de níquel para cubrir la falta de circulante.

La idea, en el papel, era práctica y moderna: el níquel era más barato, más fácil de acuñar y permitía que más personas tuvieran acceso a moneda fraccionaria. Sin embargo, el pueblo no lo vio con buenos ojos. El nuevo metal tenía un color opaco, se desgastaba fácilmente y, para colmo, se parecía demasiado al cobre.

La reacción fue inmediata. Los comerciantes comenzaron a rechazar las monedas, los mercados se llenaron de rumores y la gente empezó a hablar, con ironía, de la “ley del cobre”. Aunque la disposición oficial no tenía ese nombre, el apodo se quedó grabado en la memoria popular.

Del brillo al escándalo

Como suele ocurrir en la historia mexicana, una buena intención terminó convertida en escándalo. Algunos acusaron al gobierno de González de corrupción y de aprovechar la emisión de moneda para obtener beneficios personales.

Se decía que las monedas de níquel se acuñaban en exceso, que su valor real no correspondía al nominal, y que ciertos funcionarios las revendían en operaciones de dudosa transparencia. Fuera verdad o exageración, el descrédito fue tan grande que las nuevas monedas dejaron de circular con rapidez.

Cuando Porfirio Díaz regresó al poder en 1884, una de sus primeras medidas fue retirar el níquel y volver a la plata. Y aunque nunca lo dijo abiertamente, todos entendieron el mensaje: Díaz había permitido a su amigo gobernar, pero también lo había dejado cargar con el costo político de un experimento impopular.

Un presidente moderno… adelantado a su tiempo

A pesar del episodio del cobre, el gobierno de González tuvo aciertos que la historia pocas veces le reconoce. Bajo su mandato se modernizó la administración pública, se impulsaron los ferrocarriles, se organizaron las aduanas y se consolidaron instituciones financieras y se estableció como oficial en el país el sistema métrico decimal.

Su ley minera de 1884 abrió la puerta a la inversión extranjera en la explotación de recursos naturales, lo que más tarde sería una de las grandes banderas del Porfiriato. González también fortaleció la estructura fiscal, mejoró la recaudación y dio pasos concretos hacia la creación de un Estado más institucionalizado.

El cobre, el poder y la memoria

Hoy, más de un siglo después, el episodio de la “ley del cobre” resulta fascinante por su simbolismo. Representa el eterno dilema del gobernante mexicano: modernizar sin perder legitimidad, cambiar sin romper del todo con el pasado.

Manuel González intentó hacerlo. Quiso darle al país una moneda moderna, un sistema financiero ordenado y una economía menos dependiente de los caprichos del metal

precioso. Lo logró parcialmente, pero el costo político fue alto.

Con el tiempo, su figura quedó eclipsada por el brillo del Porfiriato, pero sin su periodo intermedio, Díaz difícilmente habría podido construir el largo régimen que le siguió. Manuel González fue, en cierta forma, el ensayo general del Porfiriato, el experimento que reveló los límites del

progreso en un país acostumbrado a desconfiar de lo nuevo.

Hoy, cada vez que una reforma económica divide opiniones, bien podríamos recordar al general González. Aquella historia de monedas que no brillaban tanto como la plata es también una metáfora del poder: no todo lo que reluce convence, pero incluso los metales menos valiosos pueden dejar huella en la historia.

MUSEOS EMERGENTES QUE REESCRIBIRÁN EL MAPA CULTURAL MUNDIAL

Cuando pensamos en los museos del mañana, imaginamos espacios que no solo exponen objetos, sino que narran identidades, construyen puentes entre culturas y redefinen la manera en que habitamos el tiempo y el espacio. Los siguientes proyectos están entre los más ambiciosos del planeta: no solo por su escala arquitectónica, sino por su misión simbólica. México también tiene apuestas poderosas.

Zayed National Museum

Nombre completo: Zayed National Museum

Ubicación: Isla Saadiyat, Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos

Fecha estimada de apertura: diciembre de 2025

Arquitecto / despacho: Foster + Partners, bajo la dirección de Norman Foster

Descripción:

Concebido como un homenaje al Sheikh Zayed, este museo articula en su morfología el ala de un halcón en vuelo —un guiño a la tradición emiratí de la cetrería— y articula cinco torres solares que funcionan como chimeneas térmicas, atrapando corrientes de aire frío y renovando naturalmente los espacios interiores. En su interior, se desplegarán galerías dedicadas a la historia, cultura, crecimiento social y económico de los EAU, con énfasis en sostenibilidad, memoria y visión hacia el futuro. En diciembre de 2025, cuando abra sus puertas, será no solo una máquina cultural, sino un símbolo vivo del nuevo Emirato como interlocutor global.

Guggenheim Abu Dhabi

Nombre completo: Guggenheim Abu Dhabi

Ubicación: Isla Saadiyat, Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos Fecha estimada de apertura: Estiman 2025–2026

Arquitecto / despacho: Frank O. Gehry

Descripción:

Será, al completarse, una de las piezas más significativas del Distrito Cultural de Saadiyat. Con planes para albergar exposiciones contemporáneas globales junto con arte emergente de Oriente Medio, su escala promete superar incluso a otros museos de la familia Guggenheim internacional. La visión arquitectónica de Gehry, con sus formas escultóricas y gestos casi cinéticos, se suma al paisaje cultural ya establecido en Saadiyat (junto a Louvre Abu Dhabi y el próximo Zayed) como un ecosistema de cultura y poder simbólico. Aunque el cronograma ha sido objeto de retrasos, la expectativa es que su apertura cambie el eje del arte contemporáneo hacia la región del Golfo.

Lucas Museum of Narrative Art

Nombre completo: Lucas Museum of Narrative Art

Ubicación: actualmente en planificación para Los Ángeles, California, Estados Unidos

Fecha estimada de apertura: aún no confirmada públicamente

Arquitecto / despacho: MAD Architects (Ma Yansong)

Descripción:

Fundado por el cineasta George Lucas y su esposa Mellody Hobson, el Lucas Museum pretende celebrar el arte del relato visual en sus múltiples formas: pintura, ilustración, narrativa gráfica, cine y nuevos medios.

Su apuesta es ampliar el concepto de “arte narrativo” y hacerlo dialogar con audiencias multidisciplinarias, explorando cómo las historias visuales configuran percepciones del mundo. Aunque no tiene una fecha clara de apertura, será un referente fascinante de cómo la cultura de la narrativa visual se institucionaliza en el siglo XXI.

Centro de las Artes de San Luis Potosí (CEART SLP)

Nombre completo: Centro de las Artes de San Luis Potosí Centenario (CEART SLP)

Ubicación: Calzada de Guadalupe 705, Col. Julián Carrillo, San Luis Potosí, S.L.P., México Fecha de apertura / habilitación cultural: comenzó operación como centro cultural el 27 de agosto de 2008

Arquitecto / despacho de rehabilitación: el despacho Taller6A (anteriormente “masarquitectos”) resultado de un concurso nacional en 2004 para reconvertir la antigua penitenciaría estatal al CEART moderno.

Descripción:

Lo que en el siglo XIX fue una penitenciaría estatal (proyecto original del arquitecto Carlos Suárez Fiallo) se transformó en un núcleo cultural multidisciplinar. Su proyecto de rehabilitación abrazó la estructura histórica, cuidando elementos como la torre panóptica, patios y muros de prisión, mientras incorpora espacios para galerías, talleres, producción artística, investigación y exhibiciones. Desde su apertura, el CEART es un referente regional y nacional de cómo reactivar memorias duras —como las de una cárcel— en plataformas de creación, encuentro y emancipación cultural. En este sentido, el CEART no es “un museo nuevo”, sino un ejemplo vivo de reconversión donde lo patrimonial dialoga con lo contemporáneo, y donde San Luis Potosí aporta con voz propia al escenario nacional del arte.

Museo Yancuic (Iztapalapa, CDMX)

Inauguración: 24 de febrero de 2024

Arquitectos / equipo: Carlos Rodríguez Bernal, Laura Sánchez Penichet, Mara

Gabriela Partida Muñoz y Héctor Mendoza Ramírez

Descripción:

Dirigido al público infantil y juvenil, este museo combina ciencia, naturaleza, resiliencia ambiental y cosmovisión. Destaca su propuesta espacial abierta: la plaza muta hacia el interior del museo a través de muros columna que desdibujan límite entre exterior e interior. Fue galardonado con medalla de oro en la XVIII Bienal de Arquitectura Mexicana por su diseño en categoría de cultura, museos y teatros.

Museo Interactivo Laberinto de las Ciencias y las Artes (San Luis Potosí)

Ubicación: Parque Tangamanga I, San Luis Potosí, México

Fecha de inauguración: 4 de septiembre de 2008

Arquitecto / despacho: Ricardo Legorreta

Descripción:

En la trama de parques, este museo plantea un recorrido lúdico entre pórticos y patios laberínticos, donde ciencia, arte y tecnología dialogan. También incluye una torre observatorio astronómico. Es significativo por su propuesta integradora: que los niños, jóvenes y familias experimenten la relación entre cosmos, conocimiento y paisaje.

Museos como arquitecturas del porvenir

Estos seis proyectos —los grandes del mundo y los emergentes locales— son faros. No solo por su tamaño, estética o innovación técnica, sino porque apuntan a algo más profundo: un museo del siglo XXI debe pensarse como un actor urbano, un generador de relaciones, memoria e imaginarios colectivos.

Cuando el Zayed National Museum abra sus alas de halcón y el Guggenheim Abu Dhabi escupa formas ambiguas en el horizonte de Saadiyat, no será solo un acto de megalomanía cultural: será una invitación a replantear dónde está “el centro” del mundo del arte.

En México, el CEART de San Luis Potosí, el Laberinto de las Ciencias o el Museo Yancuic nos recuerdan que las transformaciones más poderosas no están solo en megaproyectos, sino en los hábitats culturales locales: donde la arquitectura resignifica la memoria, donde los espacios vuelven a ser terreno de creación y diálogo.

Este es el momento para pensar: ¿qué museo quieres habitar tú? ¿Qué voces quieres que pronuncie?

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