REVISTA CONSTRUYE edición Bajío diciembre de 2025

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El 2025 cierra como un año que nos recordó la importancia de mirar la infraestructura y el desarrollo urbano no solo como obras, sino como decisiones de país. A lo largo de estos doce meses conversamos con especialistas, líderes gremiales, académicos, funcionarios y actores clave que están definiendo el rumbo de México. Hablamos de movilidad, agua, vivienda, energía, innovación y planeación; analizamos los grandes proyectos y reflexionamos sobre los desafíos que impactan directamente en la competitividad, la sustentabilidad y la calidad de vida. Lo hicimos con un compromiso editorial claro: ofrecer información que ayude a entender el sector con mirada crítica, técnica y humana. Ese compromiso no termina aquí. En 2026 seguiremos impulsando las conversaciones que importan, conectando voces expertas y abriendo espacio para el análisis que fortalece a nuestra comunidad profesional.

Al mismo tiempo, quisimos recordar que construir país también significa construir cultura, curiosidad y disfrute. Por eso, nuestra sección Más allá de la construcción continuará creciendo en 2026 con temas que acompañan la vida cotidiana de nuestros lectores: automovilismo, gadgets, lifestyle, historia, turismo y esas historias que amplían la mirada más allá del plano arquitectónico o la obra civil. La construcción es un universo amplio, y desde aquí seguiremos explorándolo en todas sus dimensiones: las que levantan ciudades y las que alimentan la inspiración. El siguiente año traerá nuevos retos y nuevas historias, y estaremos ahí para contarlas.

Y recuerden que…
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14

EN PORTADA

PUBLICIDAD 50 REUNIÓN NACIONAL FEMCIC

Sustentabilidad e Innovación.

12

PERFILES ING. JOSÉ DOZAL Un gremio que late unido.

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Todos los Derechos Reservados © No. Reserva 04-2024-062712220000-203 Año 21, No. 167, diciembre de 2025.

DICIEMBRE 2025

OPINIÓN HACIA UNA CALIFICACIÓN de la infraestructura en México.

82

72 URBANISMO DESARROLLO Y PLANEACIÓN urbana en México.

90

OPINIÓN CIUDADES QUE PIENSAN BIM y la infraestructura verde.

PERFILES

10 ING. JOSÉ DOZAL

Un gremio que late unido.

64 ING. CLEMENTE POON

El rumbo de un ingeniero.

68 ING. ENRIQUE CERVERA

La ingeniería que se construye con humildad

ORGANISMOS

14 FEMCIC

50 Reunión Nacional en Guanajuato.

CONSTRUYENDO OPINIÓN

72 HACIA UNA CALIFICACIÓN

de la infraestructura en México.

82 DESARROLLO Y PLANEACIÓN

Urbana en México.

INGENIERÍA

90 CIUDADES QUE PIENSAN

BIM y la infraestructura verde.

94 MEDIACIÓN EN LA CONSTRUCCIÓN

Gestionar conflictos sin detener la obra Parte 1 .

96 MÉXICO IMPULSA LA MOVILIDAD del futuro del PIARC .

MÁS ALLÁ DE LA CONSTRUCCIÓN

102 AUTOS: XIAOMI SU7.

104 TURISMO: Viajes de fin de año.

108 LIFESTYLE: Los mejores vinos para celebrar.

110 HISTORIA: El cuatro veces histórico Puerto de Veracruz.

114 GADGETS: Tecnología para disfrutar la navidad.

UN GREMIO QUE LATE UNIDO

la visión de José Dozal para la ingeniería civil que sostendrá el futuro de México

En Guanajuato, una ciudad que parece hecha de historia y destino, la ingeniería civil mexicana vivió un momento que quedará grabado en la memoria del gremio. Durante la 50ª Reunión Nacional de la FEMCIC, los ingenieros civiles se reencontraron con su propósito más profundo: servir al país. Entre abrazos de reencuentro, presentaciones técnicas, discusiones apasionadas y noches que cerraron con la sensación de que algo grande estaba renaciendo, José Guillermo Dozal Valdéz, presidente del XI Consejo Directivo de la Federación, expresó con convicción el alma de este encuentro: “Volver a Guanajuato es volver a casa.”

Lo dice con un orgullo que contagia. Guanajuato fue testigo de tres días donde sesenta colegios, distribuidos en ocho regiones, compartieron sus mejores prácticas, innovaciones, fracasos que enseñan y logros que inspiran. Para Dozal, esa es la esencia de la FEMCIC: una comunidad que crece cuando abre el corazón y la experiencia, una familia técnica que se fortalece cuando sabe escucharse. “Aprendemos unos de otros; crecemos juntos. Ese es el espíritu gremial que nos define”, asegura con la serenidad de quien ha visto cómo la unión transforma.

La innovación también tuvo rostro humano. La visita al Distrito de Innovación sacudió ideas, despertó in -

quietudes y recordó que, aunque la inteligencia artificial avanza con rapidez, el ingeniero civil sigue siendo el guardián del criterio, del sentido común, de la ética profesional. “El capital intelectual es lo más valioso que tenemos. La IA es una herramienta; el gremio es el corazón de todo”, afirma Dozal. Ese equilibrio —entre tecnología y humanismo, entre lo nuevo y lo esencial— marcó la identidad de la reunión.

Esa fuerza gremial no se queda en el presente. Tiene rumbo. Tiene destino. Y tiene fecha: 26 y 27 de febrero de 2026 en la Ciudad de México. La próxima Reunión Nacional será, en palabras de Dozal, “un acto de unidad y visión estratégica”. En alianza

con la Secretaría de Economía y bajo el cobijo del Colegio de Ingenieros Civiles de México, se abordarán temas que definirán el futuro del país: los Corredores del Bienestar, el Plan México, los Polos de Desarrollo, la reconfiguración territorial y la urgente actualización de la ley para que peritos especializados participen en obras federales. Nada de eso es técnico solamente; son decisiones que cambian la vida de millones de personas.

Lo dice con fuerza: “Queremos recuperar nuestro peso específico en la toma de decisiones. México necesita la voz técnica de sus ingenieros”. Y en ese deseo no hay ego, hay servicio. No hay protagonismo, hay responsabilidad. La FEMCIC quiere es-

tar en las mesas donde se decide el rumbo de la infraestructura, la vivienda sustentable, la movilidad del futuro y la resiliencia del país. Quiere ser convocada, escuchada, considerada. Quiere ser la brújula técnica en un momento donde el país necesita claridad.

La Federación también tendrá un papel clave dentro del Consejo de Políticas de Infraestructura. Compartirán mediciones, diagnósticos y datos que permitirán evaluar obras con criterios serios. Dozal lo resume con una frase que resonó fuerte entre los asistentes: “Lo que no se mide no se mejora.” Y en la voz de un ingeniero civil, esa frase adquiere un carácter casi moral: medir es cuidar; medir es hacer bien; medir es construir para que dure.

“El capital intelectual es lo más valioso que tenemos. La IA es una herramienta; el gremio es el corazón de todo”, afirma Dozal. Ese equilibrio —entre tecnología y humanismo, entre lo nuevo y lo esencial— marcó

la

identidad de la reunión.”

Pero donde el tono se vuelve más emotivo es cuando habla del gremio como familia. “Sesenta colegios, treinta mil ingenieros… todos distintos, todos con historias propias, pero todos con el mismo compromiso: construir México.” En ese “nosotros” cabe todo: los ingenieros jóvenes que llegan con hambre de aprender, los ingenieros veteranos que comparten décadas de experiencia, las mujeres que hoy ocupan más espacios de liderazgo, los profesionistas que vuelven a reencontrarse con colegas de vida. No es solo técnica. Es identidad.

Por eso, cuando el ingeniero Dozal reflexiona sobre el futuro, su mirada se llena de emoción. Y lo que dice deja un eco que trasciende la entrevista:

“Somos la ingeniería civil mexicana. Somos quienes abrimos caminos donde no los hay, quienes damos agua donde falta, quienes levantamos hospitales, puentes, viviendas y escuelas. Somos quienes transformamos territorio en oportunidad. Cuando estamos unidos, no hay proyecto que nos quede grande. Y cuando hablamos con una sola voz, el país escucha.”

El cierre es épico, inevitable y profundamente inspirador:

“Hoy más que nunca, el gremio está vivo. El gremio está de pie. Y el gremio está listo para construir, con técnica, con corazón y con unidad, el México que vendrá.”

“La Federación también

tendrá un papel clave dentro del Consejo de Políticas de Infraestructura. Compartirán mediciones, diagnósticos y datos que permitirán evaluar obras con criterios serios. Dozal lo resume con una frase que resonó fuerte entre los asistentes: “Lo que no se mide no se mejora.”

GUANAJUATO

LA CIUDAD QUE ABRAZA A LA INGENIERÍA

donde la historia inspira y el futuro se construye

Guanajuato capital, ciudad Patrimonio de la Humanidad y testigo silencioso de la historia nacional, abrió sus callejones, su memoria y su espíritu minero para recibir la 50ª Reunión Nacional de la Federación Mexicana de Colegios de Ingenieros Civiles, celebrada del 19 al 22 de noviembre. Fue más que un encuentro técnico: fue una celebración

simbólica del poder transformador de la ingeniería civil, de su dimensión humana y del compromiso que sostiene al gremio desde hace cinco décadas. El Colegio de Ingenieros Civiles de Guanajuato, anfitrión de esta edición, imprimió un sello de calidez, profesionalismo y visión que marcó desde el inicio el tono de esta reunión histórica.

El mensaje inaugural enfatizó la esencia del lema de este año: sustentabilidad e innovación. La bienvenida llamó a reconocer que la verdadera sustentabilidad es social y humana, y que la innovación nace del respeto, la inclusión y la colaboración entre perspectivas diversas. Se invitó a todos los participantes a sumarse al decálogo por la inclusión y a reforzar el compromiso ambiental mediante la reducción y reciclaje de residuos. En un mundo que exige decisiones responsables, cada ingeniera e ingeniero fue llamado a convertirse —también— en guardián del entorno.

En este marco, el Ing. David Gilberto Villicaña Diosdado, presidente del CIC Guanajuato, recordó que la era digital no amenaza a la ingeniería, sino que la potencia. Subrayó que la inteligencia artificial y las nuevas herramientas deben entenderse como aliadas para mejorar las condiciones de vida de la población. “No perda -

mos de vista que la tecnología está a nuestro servicio —señaló—. Son herramientas que nos permitirán tomar mejores decisiones y construir un entorno más humano y eficiente”.

La voz de la educación llegó con la Dra. Claudia Susana Gómez López, Rectora General de la Universidad de Guanajuato, quien celebró la presencia del gremio en un recinto emblemático para la ciencia y el pensamiento crítico. Recordó la relevancia de la vida colegiada, la actualización permanente y la formación de nuevas generaciones. Subrayó que la ingeniería civil es la profesión que conecta personas, territorios y oportunidades, y ligó esta vocación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible: agua, energía limpia, infraestructura, trabajo digno y alianzas. “Aunque algunos dicen que no llegaremos a cumplir las metas de 2030, lo importante es avanzar con acciones concretas”, expresó con convicción.

El presidente nacional de la FEMCIC, Ing. José Guillermo Dozal Valdéz, destacó la trascendencia de este encuentro que reúne a 63 colegios del país y fortalece la certificación, la actualización y el intercambio técnico. Afirmó que invertir en infraestructura sostenible con tecnología y prácticas eficientes es apostar por el crecimiento económico de México, y reiteró que la colaboración entre sociedad civil organizada y gobierno es indispensable para lograrlo. En un espacio cargado de historia como la antigua Facultad de Minas, recordó que este encuentro es una oportunidad para estrechar lazos, compartir

experiencias y renovar compromisos. Y en el corazón de esta bienvenida, la voz de la anfitriona: la Arq. Samantha Smith, presidenta municipal de Guanajuato capital, quien ofreció un mensaje profundamente emotivo y cargado de significado. Agradeció la elección de Guanajuato como sede y subrayó el orgullo que representa para la ciudad recibir a quienes literalmente construyen el futuro del país. Reconoció el valor del gremio en una ciudad retadora por su topografía y brillante por su historia, donde la ingeniería ha sido clave para sostener su desarrollo.

“La ingeniería cambia vidas”, afirmó con fuerza. “Un puente transforma una comunidad, un sistema de agua cambia la salud de una familia, y un proyecto de movilidad renueva por completo la dinámica de una ciudad”. Destacó que Guanajuato vive un proceso de modernización basado en planeación, movilidad integral, datos y visión de futuro, y que la presencia de la FEMCIC confirma que la ciudad inspira confianza, orden y rumbo claro. Con emoción, compartió el orgullo de ver el nombre de su padre, el Ing. Guillermo Smith, reconocido por el gremio, un momento que —dijo—

honra la vocación que une a generaciones de ingenieros.

El representante del Gobierno del Estado reafirmó que la relación entre Guanajuato y la ingeniería civil es estratégica, y que la gobernadora Libia Dennise García impulsa proyectos que ponen a las personas al centro: movilidad, conectividad regional, infraestructura resiliente y desarrollo económico. Recalcó que las grandes obras no se hacen desde un escritorio, sino desde el territorio, y celebró que esta reunión siga fortaleciendo la alianza entre sociedad, academia y gobierno.

Así inició la 50ª Reunión Nacional FEMCIC: con una ciudad que se volvió aula y laboratorio urbano; con un gremio que celebra su historia y mira al futuro con valentía; y con un mensaje que resonó en cada intervención: la ingeniería civil no solo construye obras, también construye confianza, oportunidades y futuro para México.

En Guanajuato, la ingeniería encontró más que una sede: encontró un espejo donde la tradición y la innovación conviven, y donde cada paso recuerda que el país se construye con técnica, pero también con humanidad.

La Arq. Samantha Smith, presidenta municipal de Guanajuato, ofreció un mensaje profundamente emotivo. Se-

ñaló que la ciudad —retadora en su topografía, brillante en su historia— hoy se abre como aula viva para los ingenieros civiles de México. Celebró que esta reunión se dé en un contexto donde Guanajuato se moderniza con visión de futuro: movilidad integral, infraestructura resiliente, planeación basada en datos y proyectos diseñados para la vida cotidiana de las personas. Alzó la voz con fuerza al recordar que un puente cambia una comunidad, un sistema de agua transforma la salud de una familia y una obra bien pensada puede modificar la trayectoria de una ciudad entera. “La ingeniería cambia vidas”, dijo, con la emoción de quien conoce ese oficio desde casa.

El representante de la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo re -

afirmó la alianza estratégica entre el estado y el gremio. Reconoció que esta edición llega en un momento crucial para México: ciudades que crecen, retos más complejos y una demanda mayor de soluciones resilientes. Subrayó que Guanajuato está apostando por infraestructura que genere movilidad, seguridad, desarrollo económico y bienestar. Y reiteró algo que resonó entre los asistentes: las grandes obras no se hacen desde el escritorio, sino desde el territorio.

Esta introducción marcó el inicio de una reunión que honró la histo -

ria, abrazó la innovación y celebró a quienes, desde la ingeniería civil, construyen puentes —físicos y humanos— para el país que todos imaginamos. En Guanajuato, la FEMCIC encontró no solo una sede, sino un símbolo: una ciudad que es memoria y futuro, laberinto y oportunidad, herencia viva y obra en permanente transformación. Aquí comenzó la celebración por los primeros cincuenta años de un gremio que, más que estructuras, ha levantado progreso. Aquí comenzó, también, el llamado a seguir construyendo un México más sostenible, más justo y profundamente humano.

Región Centro-Occidente refuerza

su agenda gremial en la 50 Reunión Nacional de la FEMCIC

En el corazón de la 50 Reunión Nacional de la FEMCIC, la Región Centro-Occidente vivió una jornada que recordó por qué la ingeniería civil es una fuerza que transforma territorios y voluntades. Con el Colegio de Ingenieros Civiles de Guanajuato como sede, los trabajos iniciaron con un recorrido donde se destacó el papel estratégico de la inteligencia artificial para la digitalización de procesos, la optimización de recursos y la creación de soluciones que impulsen una industria más eficiente y sustentable. La ingeniería tiene un reto clave: adoptar la digitalización y las nuevas tecnologías para construir un mundo más sustentable.

En entrevista, el Ing. David Villicaña, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles del Municipio de Guanajuato y anfitrión del evento, subrayó cómo la innovación se ha convertido en un pilar para mejorar procesos y fortalecer la competitividad del gremio. “La tecnología nos permite avanzar con visión y responsabilidad”, afirmó.

Más tarde, en las instalaciones del propio Colegio, cada organismo compartió sus actividades del trimestre: cursos, logros y, sobre todo, el crecimiento de sus membresías. El mensaje fue contundente y alentador: la capacitación se fortalece y la unión gremial sigue creciendo, impulsada por nuevas generaciones que eligen prepararse y sumar talento a la ingeniería mexicana.

El presidente nacional de FEMCIC, Ing. José Guillermo Dozal, reconoció la claridad y el trabajo coordinado de las vicepresidencias regionales. Enfatizó que el fortalecimiento de la Federación solo será posible mediante el fortalecimiento de las regiones,

lo que a su vez impacta de forma positiva en los colegios y sus asociados. “Lo importante es cómo se comparten las mejores prácticas. Si las regiones se fortalecen, se fortalece

toda la Federación”, afirmó.

El momento más emotivo llegó con la alcaldesa de Guanajuato, Arq. Samantha Smith, quien encabezó la devela-

ción de la placa del Salón de Plenos que ahora lleva el nombre de su padre, el Ing. Guillermo Smith Guerrero. Un homenaje sentido y merecido a quien donó el predio donde se erige la sede del Colegio, un gesto que hoy sigue inspirando gratitud, identidad y compromiso entre los ingenieros civiles de la región.

Una jornada que reafirmó que el futuro se construye con innovación, con conocimiento y con la memoria de quienes han dejado huellas que perduran.

Una noche que encendió la Unidad: El

Encuentro que dio vida a la 50 Reunión Nacional de la FEMCIC

La 50 Reunión Nacional de la FEMCIC abrió sus puertas bajo el espíritu que definió todo el encuentro: sustentabilidad e innovación. Y lo hizo con una noche que recordó la esencia del gremio:

un rompehielos cálido, fraterno y profundamente humano, donde ingenieros civiles de todo el país se reunieron para dialogar, compartir y reconocerse como parte de una misma misión.

En este primer encuentro, representantes de los colegios que integran la Federación fortalecieron alianzas, intercambiaron experiencias y renovaron el ánimo colectivo que impulsa cada proyecto y cada obra. Fue una velada donde las conversaciones fluyeron con libertad, donde la camaradería se convirtió en ruta común y donde el compromiso profesional encontró un espacio de celebración.

Esta noche de convivencia marcó el inicio perfecto para una jornada que avanzó con conferencias, sesiones técnicas y espacios de trabajo. Una noche que deja claro que la ingeniería civil no solo se construye con técnica, sino también con la unión de quienes creen en un mismo propósito: seguir transformando a México.

Conferencia

Competencias del Ingeniero Civil en la era de la Inteligencia Artificial

El Dr. Sergio Antonio Silva Núñez, una de las voces académicas más sólidas e innovadoras de la ingeniería civil en México, impartió una reflexión profunda sobre la evolución de las competencias profesionales en la era de la inteligencia artificial. Ingeniero civil por la Universidad de Guanajuato y doctor en Ciencias y Tecnología Ambiental por el Instituto Tecnológico de Tokio, Silva Núñez ha sido di -

rector del Departamento de Ingeniería Civil y secretario académico en la misma universidad. Su trayectoria incluye la autoría de tres libros y más de 40 artículos científicos, así como la creación del concepto de humedales flotantes y colaboraciones con la ONU en programas relacionados con el agua. Actualmente es profesor digital en la Universidad Soka de Tokio y fue reconocido en 2013 con la pre -

sea al Mérito Profesional de la Ingeniería Civil en la Academia.

En su ponencia, el Dr. Silva planteó una pregunta central: ¿cómo deben transformarse las competencias de los ingenieros civiles ante un mundo marcado por la digitalización, la IA y la transición hacia modelos como la Sociedad 5.0? Partiendo de una visión histórica —que va desde Turing y la primera computadora hasta los robots con emociones planteados en la ciencia ficción— explicó que la inteligencia artificial no es una moda, sino un proceso evolutivo que está

redefiniendo la manera de diseñar, planear y resolver los problemas de infraestructura.

Destacó que toda solución en ingeniería nace de una idea y que las ideas pueden surgir de cualquier parte: la práctica profesional, la lectura, una conversación o incluso una película. Lo esencial, dijo, es que esa idea permita resolver un problema real. Recordó que generaciones anteriores nunca imaginaron levantamientos topográficos con drones o estaciones totales vinculadas directamente a la nube, evidencia de cómo lo que antes

parecía subjetivo hoy es parte de la operación cotidiana.

Subrayó la importancia de formar ingenieros capaces de proponer soluciones viables, factibles e implementables, poniendo especial atención en que los profesionales mejor capacitados participen en las etapas iniciales de los proyectos, donde se

define la calidad del resultado final. Explicó también que todo proyecto genera impactos —positivos o no— y que los gobiernos y tomadores de decisiones deben comprender este principio para no temerle a la ejecución de nuevas obras.

El Dr. Silva enfatizó que la ingeniería civil siempre ha trabajado bajo condiciones de incertidumbre: cien -

tífica, por el limitado conocimiento de los fenómenos; de datos, por la información incompleta o estimada; y normativa, por los constantes cambios en reglamentos y lineamientos de diseño. La IA no elimina esta incertidumbre, pero sí ofrece herramientas para gestionarla con mayor precisión y anticipación.

Como cierre, invitó a la comunidad a adoptar una visión crítica, ética e innovadora frente a las nuevas tecnologías, recordando que el propósito final de la ingeniería civil permanece intacto: diseñar soluciones que impulsen el desarrollo y mejoren la vida de las personas.

Regeneración del agua: La ingeniería mexicana que marca un precedente en América Latina

La conferencia y mesa redonda “Regeneración de Aguas Residuales: Primer Proyecto de Reúso Potable Indirecto en América Latina” se convirtió en uno de los momentos más relevantes del encuentro. Bajo la moderación del Ing. Juan Daniel Prieto Delgado, presidente del CIC Celaya, especialistas de primer nivel compartieron los avances que están redefiniendo el futuro hídrico del país.

El Mtro. Rafael Zárate Araiza, del Centro de Innovación en Tecnología del Agua (CITAG), presentó los deta -

lles del proyecto de reúso potable indirecto que SAPAL impulsa en Guanajuato, considerado ya un referente continental. Su visión, respaldada por una trayectoria en innovación y tres patentes en la industria del agua, abrió paso a un diálogo profundo sobre los desafíos técnicos y sociales que acompañan a estas soluciones.

A la conversación se sumaron el Dr. Germán Cuevas Rodríguez (Universidad de Guanajuato), así como el Ing. Alfredo Ramírez y la Mtra. Patricia Estrada, quienes exploraron desde la

economía circular hasta la optimización de procesos y el potencial del cómputo avanzado para fortalecer los sistemas de tratamiento.

El encuentro dejó claro que la ingeniería mexicana no solo responde a la crisis hídrica: está construyen -

do modelos innovadores que pueden transformar la manera en que las ciudades gestionan y regeneran su agua. Una muestra del poder del conocimiento, la ciencia y la colaboración para impulsar un futuro verdaderamente sustentable.

Cálculo avanzado para una ingeniería más eficiente:

la visión del Dr. Salvador Botello

Durante la 50.ª Reunión Nacional de la FEMCIC, el Dr. Salvador Botello Rionda, investigador titular del CIMAT y uno de los especialistas más reconocidos en métodos numéricos en México, impartió la conferencia “Aplicación de los Métodos Numéricos en la Optimización de Materiales

en Estructuras”. Con una trayectoria que incluye 25 libros, más de 60 artículos arbitrados y más de 2,000 citas, el Dr. Botello demostró cómo el poder del cómputo y la matemática avanzada está transformando la forma de diseñar estructuras.

A través de simulaciones, modelos numéricos y análisis computacional de alto rendimiento, expuso cómo estos métodos permiten optimizar el uso de materiales, mejorar el comportamiento estructural, reducir costos y avanzar hacia obras más seguras y sostenibles. Su explicación dejó ver el impacto real de estas herramien -

tas en la eficiencia constructiva y en la ingeniería orientada a un menor impacto ambiental.

Una intervención que confirma que el futuro de la ingeniería civil mexicana se está construyendo con ciencia, matemáticas y tecnología de frontera.

Aportación a la ingeniería de costos en México

El Ing. Manuel Alejandro Rodríguez Suárez presentó su colección de seis libros especializados en Ingeniería de Costos, una obra de referencia imprescindible para profesionales del sector:

1. Ingeniería de Costos: Reglas Generales de Presupuestación

2. Productividad de la Mano de Obra aplicando LEAN CONSTRUCTION

3. Costos de Posesión y Operación de Maquinaria y Equipo

4. La Tabla Periódica de los Precios Unitarios

5. El Factor de Salario Real en los Precios Unitarios

6. El Protocolo del Análisis de Precios Unitarios de los Servicios Relacionados a la Obra

Su aporte fortalece la formación técnica de ingenieros, constructores y estudiantes, promoviendo una industria más precisa, competitiva y profesionalizada.

Presentación de resultados de las coordinaciones de la FEMCIC

Movilidad y planificación urbana para un México más conectado

La Ing. Elizabeth Garza Martínez, representante del Colegio de Ingenieros Civiles de Nuevo León, presentó los trabajos realizados por la “Coordinación de Movilidad”, en específico el trabajo que están realizando a solicitud del gobernador de Jalisco, Pablo Lemus para la movilidad de la zona metropolitana del estado. Su participación destacó la impor-

tancia de una movilidad integral que considere infraestructura eficiente, planeación estratégica y soluciones modernas que respondan a las necesidades reales de la población.

Impulsando el futuro de la ingeniería civil desde los capítulos estudiantiles

La Ing. Sandra García Tovar, representante del Colegio de Ingenieros Civiles de Zacatecas, presentó los

trabajos realizados por la Coordinación de Capítulos Estudiantiles, subrayando el papel fundamental de la juventud en el fortalecimiento del gremio.

Destacó la importancia de crear redes, formar líderes y promover la participación de los estudiantes en proyectos que construyen conocimiento, comunidad y visión profesional.

Fortaleciendo la certificación y la responsabilidad profesional

El Ing. Jorge Arcila presentó los avances y lineamientos de la Coordinación de Peritos, un área clave para garantizar la seguridad, la ética y la calidad técnica en todas las obras del país.

Destacó la importancia de la actualización profesional, la homologación de criterios y la labor del perito como figura esencial para el desarrollo urbano y la confianza de la sociedad.

Los

cimientos

de nuestra profesión

El Ing. Roberto Adame, del Colegio de Ingenieros Civiles de Zacatecas, hablo acerca de los orígenes de la Ingeniería Civil, con datos históricos y documentados realizó un recorrido que nos recordó cómo nació, evolucionó y se fortaleció la disciplina que

hoy construye el futuro de México.

Destacó cómo las grandes civilizaciones marcaron las primeras bases técnicas y cómo la ingeniería moderna continúa transformando la vida de las personas a través de infraestructura, innovación y conocimiento.

Fortaleciendo la excelencia profesional en la ingeniería civil El ingeniero Oziel Ávila Cosme, del Colegio de Ingenieros Civiles de Xalapa, A.C., presentó los avances y lineamientos de la Coordinación de Certificación, un eje fundamental para garantizar la calidad, actualización y ética profesional dentro del gremio.

Su participación destacó la importancia de la certificación como una herramienta para elevar la competitividad, asegurar mejores prácticas y fortalecer la confianza en los servicios que ofrecen los ingenieros civiles en México.

Ordenamiento territorial para un futuro urbano sostenible

En representación del Ing. Salvador Solís del Colegio de Ingenieros Civiles de Colima, el Ing. Jorge Arcila presentó los resultados de la coordinación de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano.

Su intervención destacó la importancia de planear ciudades más seguras, eficientes y sostenibles, donde el crecimiento urbano vaya de la mano con una adecuada gestión del territorio y una visión integral del desarrollo.

Oportunidades laborales para el gremio

El secretario de la Federación, Ing. Héctor Rosas, compartió información clave sobre cómo participar en las obras de SEDATU y CONAVI.

Explicó de manera clara los procesos, requisitos y oportunidades que estas dependencias ofrecen para ingenieros, arquitectos y empresas del sector construcción.

Una charla indispensable para quienes buscan integrarse a proyectos de alto impacto en el país.

Constancia de situación Profesional

El Sub-secretario técnico, ingeniero Jonhatan Velasco Gómez, del Colegio de Ingenieros Civiles de Chiapas A.C., destacó la importancia de contar con la constancia de situación profesional para ejercer con responsabilidad y crecer como verdaderos profesionistas.

Subrayó que la constancia no solo valida la preparación académica, sino que también fortalece la confianza, la ética y la calidad del trabajo en el sector de la construcción.

Este documento emitido por SEP da certeza jurídica a las empresas que contratan servicios de los ingenieros civiles.

La Femcic exhorta a los presidentes a registrar a sus agremiados ante profesiones para actualizar el rubro de colegio de profesionistas.

Ingenieras Civiles

Construyendo Espacios

La Ingeniera María Eugenia Rodríguez Monreal, Coordinadora Nacional del Comité “Ingenieras Civiles

Construyendo Espacios” del XI Consejo Directivo de la FEMCIC, compartió la labor clave de esta coordinación para impulsar la participación, liderazgo y visibilidad de las mujeres en la ingeniería civil.

Su mensaje reforzó la importancia de seguir construyendo espacios seguros, equitativos y profesionales donde más ingenieras puedan desarrollarse y aportar su talento al sector.

Vinculación del gremio

La Ingeniera Isela Jeanett Cortés Ruiz, titular de la Coordinación Nacional de Convenios y representante del CIC Saltillo, presentó el trabajo estratégico que se realiza para fortalecer alianzas institucionales en beneficio de los ingenieros civiles del país. Destacó cómo los convenios permiten abrir más oportunidades de capacitación, colaboración y desarrollo profesional para los colegios y sus agremiados.

Guanajuato en el alma: tradición, comunidad y celebración

Durante la 50.ª Reunión Nacional de la FEMCIC, Guanajuato abrió su corazón para regalar a los ingenieros civiles y a sus familias dos experiencias que mezclaron tradición, alegría y el inconfundible espíritu de esta ciudad. La jornada comenzó con una charlotada llena de música, ambiente

festivo y ese sabor tan propio de la cultura guanajuatense, donde la convivencia se convierte en celebración. Ingenieros, familias y acompañantes compartieron risas y tradición en una tarde que refrescó el ánimo tras las intensas actividades técnicas.

Al caer la noche, la ciudad reveló su magia más profunda con una callejoneada que, entre faroles encendidos, calles estrechas y el eco de las estudiantinas, condujo a los asistentes por los rincones que han dado identidad a esta joya colonial. Cada paso se transformó en un momento de encuentro y camaradería, recordando que la ingeniería también construye vínculos y memorias que perduran. Ambas experiencias reforzaron una idea esencial: el gremio une proyectos, pero también une historias, comunidad e identidad. En Guanajuato, ese espíritu se sintió en cada nota, cada callejón y cada instante compartido.

El impulso académico del

CEICG abre la jornada del viernes

Las actividades académicas del viernes 21 iniciaron con un mensaje del Ing. Gustavo Guillermo Bañuelos Ortega, presidente del Colegio Estatal de Ingenieros Civiles de Guanajuato (CEICG), quien dio la bienvenida destacando la responsabilidad que tiene el gremio en la construcción del desarrollo del estado. Recordó que el CEICG, creado para articular el trabajo de los colegios municipales, tiene como propósito fortalecer la práctica profesional a través de la certificación, la actualización continua y la vigilancia del ejercicio ético de la ingeniería civil.

Subrayó que el objetivo del Colegio es elevar los estándares técnicos y profesionales de sus integrantes me -

diante programas de capacitación, esquemas de certificación estandarizada y mecanismos que garanticen que la ingeniería que se ejerce en Guanajuato responda al interés público. “Nuestra labor es asegurar que cada proyecto que se construye en el estado sea confiable, responsable y de beneficio para la sociedad”, y destacó que el Colegio Estatal es el colegio de los colegios municipales en la entidad.

Con este mensaje, el CEICG marcó el inicio de una jornada dedicada al intercambio de conocimiento, el fortalecimiento gremial y la reflexión técnica, elementos que dieron solidez al espíritu académico de la 50.ª Reunión Nacional de la FEMCIC.

“Nuestra labor es asegurar que cada proyecto que se construye en el estado sea confiable, responsable y de beneficio para la sociedad”, y destacó que el Colegio

Estatal es el colegio de los colegios municipales en la entidad.”

Sustentabilidad e innovación: el presente que ya construye el futuro de México

“La sostenibilidad no solo es ambiental; es económica, institucional y social. Si la mesa no es paritaria, las ciudades tampoco lo serán”, afirmó, llamando a derribar los “pisos de cemento”

Anabel Pulido

En la 50.ª Reunión Nacional de la FEMCIC, el panel Sustentabilidad e innovación, el presente y futuro de México abrió un espacio de análisis profundo sobre los retos y oportunidades que moldean la infraestructura del país. Tres voces provenientes de la política, la ingeniería y la gestión pública coincidieron en un punto esencial: el futuro ya está aquí, y México debe asumirlo con visión ética, tecnológica y humana.

La licenciada Anabel Pulido López puso sobre la mesa una idea contundente: la sostenibilidad dejó de ser un concepto abstracto. Hoy se materializa en lo local, en ciudades que deben ser inteligentes, seguras y profundamente humanas. Subrayó que este avance no puede darse sin la mirada de las mujeres; una mirada históricamente ausente de la toma de decisiones técnicas. Recordó que

solo entre el 20 y el 25% de las direcciones de obra pública y planeación urbana en México están encabezadas por mujeres, un vacío que repercute directamente en la movilidad, el diseño de rutas seguras, el alumbrado, la eficiencia del transporte y la infraestructura de cuidados.

Pulido trazó un mapa claro: hablar de ciudades inteligentes implica hablar de inteligencia artificial, automatización, big data, energías limpias, crecimiento urbano ordenado y resiliencia territorial. Pero también significa garantizar condiciones reales de igualdad. “La sostenibilidad no solo es ambiental; es económica, institucional y social. Si la mesa no es paritaria, las ciudades tampoco lo serán”, afirmó, llamando a derribar los “pisos de cemento” que frenan el liderazgo femenino.

Desde la perspectiva técnica, José Miguel Picón González, en representación de la SICT, ofreció una radiografía del cambio acelerado en la ingeniería mexicana. Recordó que hace apenas una década los sistemas de información geográfica eran herramientas de difícil acceso. Hoy, en cambio, los vuelos fotogramétricos del INEGI, los atlas de riesgo y la cartografía digital permiten decisiones más precisas desde la mesa de

trabajo, antes de pisar el sitio.

Habló además del impulso a la movilidad sustentable, como el nuevo tren de pasajeros —ya en construcción— que incorporará tecnologías híbridas, eléctricas y diésel. Sumó ejemplos desde la iniciativa privada, como las rutas eléctricas piloto de Grupo Flecha Amarillo. Para Picón, la línea es clara: “La sustentabilidad ya no es el futuro: es el presente, y debemos ca -

minar con las nuevas leyes, innovando de manera permanente”.

El cierre estuvo a cargo del diputado Juan Carlos Romero Hicks, quien regaló a la audiencia una reflexión luminosa sobre la responsabilidad ética de la ingeniería. Recordó que innovar significa “pensar en lo que nadie ha pensado”, mientras que la sustentabilidad exige actuar desde el presente sin comprometer a las generaciones futuras.

Romero Hicks articuló la visión integral que México necesita: educación de excelencia, cultura científica, infraestructura con propósito, energía y agua suficientes, salud pública sólida, finanzas sanas y, sobre todo, liderazgo humanista. “Diseñar es un acto de amor y de esperanza”, dijo, convocando a los ingenieros a construir soluciones que mejoren la vida

de las personas y devuelvan valor al tejido social.

El diputado hizo un llamado especial a incrementar la presencia de mujeres en la ingeniería: “No son la mitad de la población, son el 52%. Les debemos ese 2% que falta en muchas decisiones”. Y concluyó con una invitación que resonó en toda la sala: desarrollar una ingeniería con ética, con pasión y con resultados.

En conjunto, las intervenciones dejaron una certeza compartida: México se encuentra en el umbral de una transformación profunda. La sostenibilidad, la innovación tecnológica, la paridad y el humanismo no son metas distantes, sino los cimientos desde los que ya se construye el país que viene. En cada ciudad inteligente, en cada obra pública, en cada decisión de diseño y en cada espacio donde participen más mujeres, se define el rumbo del futuro.

“La sustentabilidad ya no es el futuro: es el presente, y debemos caminar con las nuevas leyes, innovando de manera permanente”.
Juan

Carlos Romero Hicks

Conocimiento que transforma: conferencia y mesa redonda

sobre reciclado y optimización de materiales

En un momento clave para el futuro del sector, la 50 Reunión Nacional de la Federación Mexicana de Colegios de Ingenieros Civiles abrió un espacio de reflexión profunda sobre uno de los desafíos más urgentes de la industria: cómo construir mejor, con menos, y de manera más inteligente. La conferencia Reciclado y optimización de materiales, impartida por el Dr. Julio César Leal Vaca, invitó a repensar metodologías, innovaciones y responsabilidades ambientales.

El Dr. Leal Vaca, ingeniero civil y doctor en mecánica de suelos, miembro

del Sistema Nacional de Investigadores y profesor de la Universidad de Guanajuato desde 1999, compartió una visión rigurosa y a la vez humanista sobre el potencial del reciclaje y la eficiencia de materiales en un país que demanda soluciones resilientes. Con una trayectoria que abarca consultoría en estabilidad de taludes, cimentaciones y conservación de patrimonio histórico, su voz se volvió un puente entre el conocimiento científico y la práctica cotidiana que enfrentan los ingenieros civiles del país.

Para ampliar el diálogo, se llevó a

cabo una mesa redonda moderada por el presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de León, el Ing. Miguel Ángel Mata Segoviano, quien condujo con claridad un intercambio técnico de alto nivel entre tres referentes del sector.

Participó el Dr. José Manuel Mendoza Rangel, investigador de la UANL, miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel II y actual presidente de ALCONPAT Internacional e ICRI México. Reconocido por su liderazgo en tecnología del concreto y economía circular, su intervención reforzó la necesidad de integrar criterios de sostenibilidad como columna vertebral de cualquier proyecto futuro.

También estuvo presente el Lic. Sergio Serment Moreno, gerente de infraestructura vial e hidráulica en Calidra y vicepresidente técnico de la Asociación Mexicana del Asfalto. Condecorado por sus aportaciones en investigación, compartió hallazgos sobre asfaltos, estabilización de suelos y nuevos criterios para pavimentos más durables y eficientes.

Finalmente, el ingeniero Benito Lozada Quintana, director general de VISE, aportó la perspectiva empresarial y operativa: cómo llevar estas innovaciones del laboratorio al territorio, del modelo al proyecto ejecutado, del dis-

curso a la obra terminada.

Este encuentro confirmó una verdad que atraviesa toda la Reunión Nacional: la ingeniería civil mexicana avanza cuando conjuga ciencia, experiencia y visión. En una industria que se encuentra en plena transformación, estos espacios no solo actualizan conocimientos, también inspiran a construir un país más sustentable, competitivo y consciente de sus recursos.

Una mirada al interior: desarrollo

profesional con propósito

Entre los momentos más entrañables y profundamente humanos de la 50 Reunión Nacional de la Federación Mexicana de Colegios de Ingenieros Civiles, destacó la conferencia Desarrollo Profesional en la Industria, impartida por el Dr. Francisco Javier Castañeda Garay. Aunque su trayectoria técnica es ampliamente reconocida—gerente nacional en Grupo Calidra, especialista en suelos con maestría en Vías Terrestres, colaborador en normas del

IMT y ASTM, docente y consultor internacional, además de autor del libro

Estabilización de Suelos con Cal—fue su mensaje centrado en la persona y no en la técnica lo que marcó la diferencia en la sala.

El Dr. Castañeda sorprendió al auditorio con una conferencia que desvió deliberadamente la mirada de los métodos y los materiales para enfocarla en aquello que sostiene, desde la raíz,

toda carrera profesional: los valores, la ética, la disciplina y los hábitos que moldean la vida de un ingeniero civil más allá de la obra, el laboratorio o la oficina. Su intervención se convirtió en un recordatorio poderoso de que el éxito técnico no puede sostenerse sin un crecimiento personal sólido, y que la verdadera excelencia se construye día a día en las decisiones pequeñas, en la integridad, en la constancia y en la forma de relacionarse con los demás.

En medio de un evento cargado de innovación, normatividad, tecnología y retos para el futuro de la infraestructura

mexicana, la conferencia del Dr. Castañeda abrió un espacio inesperado de introspección. Invitó a los asistentes a reconocer que la ingeniería también se forja desde el carácter, y que una profesión dedicada a transformar el territorio necesita profesionales igualmente comprometidos con transformarse a sí mismos.

Su mensaje resonó como un ancla emocional para la comunidad reunida, recordando que en el corazón de toda obra trascendente siempre hay una persona con principios, vocación y propósito.

Datos que mueven el futuro: movilidad, digitalización y visión sustentable

El cierre de las conferencias magistrales del día llevó a la audiencia a uno de los territorios más decisivos para la ingeniería contemporánea: el universo de los datos. Bajo el título El poder de los datos en la ingeniería: Movilidad, Digitalización y futuro sustentable, se abrió una ventana hacia la nueva forma de entender, planear y transformar las ciudades.

El escenario recibió al Ing. Mario Alfonso Bonal Rodríguez, figura clave del Instituto de Innovación de Guanajuato. Ingeniero en Gestión Empresarial y actual director de Inteligencia y Prospectiva, Bonal se ha consolidado como un referente en análisis de datos, gestión de fondos y diseño de estrategias basadas en evidencia. Además, coordina el programa Mente

Patente, una iniciativa que impulsa talento, creatividad y pensamiento disruptivo en la región.

Su conferencia llevó a los presentes a reconocer la fuerza invisible pero determinante que hoy organiza el mundo: la información. Explicó cómo la ingeniería, tradicionalmente apoyada en modelos físicos y cálculos estructurales, ahora encuentra en los datos una herramienta para anticipar escenarios, optimizar recursos, mejorar la movilidad y diseñar infraestructura con visión sustentable. Desde sistemas inteligentes de transporte y cruces semaforizados predictivos, hasta modelos de planeación urbana capa -

ces de simular el crecimiento de una ciudad completa, Bonal mostró que la digitalización ya no es una tendencia, sino una exigencia técnica. La sesión dejó claro que el futuro de la infraestructura mexicana no se construye únicamente con concreto, acero y maquinaria, sino con datos que permiten decisiones más precisas, obras más eficientes y ciudades más humanas. En un evento donde la innovación y la sustentabilidad han sido hilo conductor, esta conferencia cerró la jornada recordándonos que la ingeniería del mañana empieza en el entendimiento profundo de la información que hoy generamos.

Diálogo entre generaciones: la reunión de expresidentes de la FEMCIC

En el marco de la 50 Reunión Nacional, uno de los momentos más significativos ocurrió fuera del escenario y lejos del protocolo: la tradicional reunión de expresidentes de la Federación Mexicana de Colegios de Ingenieros Civiles. Un espacio discreto, pero profundamente valioso, donde la experiencia se vuelve guía y la memoria institucional se transforma en un faro para el porvenir.

Previo a la Asamblea Nacional, los expresidentes se encontraron con

el presidente del XI Consejo Directivo, el Ing. José Guillermo Dozal, para conversar sobre los retos que enfrenta la Federación, las oportunidades que vislumbran para el fortalecimiento del gremio y las formas en que pueden acompañar a quienes hoy llevan la responsabilidad de encabezar la institución. Más que un acto formal, es un gesto de fraternidad gremial: un recordatorio de que cada presidente ha recorrido ese camino y tiene algo que aportar a quienes continúan la marcha.

En esta edición estuvieron presentes voces emblemáticas de la ingeniería civil mexicana: los ingenieros Clemente Poon, Enrique Cervera, Óscar Coello, Armando Roque, Eduardo Roque y Francisco Navarro, este último actual presidente del Consejo Consultivo de la Federación. Su encuentro se convirtió en un puente generacional donde la experiencia acumulada dialogó con los desafíos contemporáneos y con la visión del actual liderazgo.

La reunión reafirmó una convicción que atraviesa toda la FEMCIC: la fortaleza del gremio se construye con continuidad, con escucha y con la suma de trayectorias que han dedicado décadas al servicio de la ingeniería civil. Este intercambio, sencillo en forma pero profundo en esencia, honra el espíritu de unidad que ha hecho de la Federación un referente nacional durante medio siglo.

Un año

de presencia, diálogo y gestión: informe de actividades de la FEMCIC

Durante la Asamblea de la 50 Reunión Nacional, el presidente del XI Consejo Directivo de la FEMCIC, Ing. José Guillermo Dozal Valdés, presentó un recuento de las acciones que, a lo largo del año, fortalecieron la unidad y la representación del gremio en todo el país. Con un tono cercano y agradecido, compartió las numerosas actividades en las que la Federación estuvo presente, subrayando el compromiso de acompañar a cada colegio regional en su trabajo cotidiano.

Recordó la participación en los Premios Construye 2025, la toma de protesta del Ing. Daniel Salas Limón —evento al que asistieron múltiples liderazgos del gremio— y la presencia

constante en todas las reuniones regionales, desde la Sur y Sureste hasta la Centro-Sur, Centro-Occidente, Noroeste, Norte y Noreste. Miembros del Consejo Directivo fueron mencionados por su apoyo y representación en cada sede.

El presidente destacó además la importancia de estos encuentros regionales, donde se escucha de primera mano el trabajo diario de los colegios, se comparten retos y se fortalecen vínculos esenciales para la FEMCIC. A ello se suma la participación de Maru en actividades internacionales, como la reunión con la Asociación de Colegios de Ingenieros y Mujeres de lengua portuguesa y castellana.

Uno de los avances más relevantes fue la certificación obtenida por parte de China-México, un logro estratégico que abre nuevas puertas en la relación con la Secretaría de Economía y refuerza la posición de la Federación en proyectos binacionales. El presidente informó también sobre el seguimiento legislativo con la senadora Susana del Carmen Zataraín, retomando temas de desarrollo urbano y ordenamiento territorial trabajados desde años anteriores.

La agenda del año incluyó presencia en el 23 Congreso Nacional de Ingeniería Civil, celebrado en el Colegio de Ingenieros Civiles de México, donde se dialogó con el Ing. Jesús Antonio Esteva Medina, secretariode Infraestructura, Comunicacioes y y Transprtes sobre la importancia de que ingenieros e ingenieras participen activamente en la supervisión de obras de infraestructura. El Ing. Dozal compartió que la FEMCIC, a través del Consejo de Políticas e Infraestructuras, ha impulsado foros y mesas de trabajo para consolidar una

propuesta nacional que garantice que el talento técnico del país esté al frente del desarrollo de obra pública. Su informe cerró con un mensaje claro: la Federación se fortalece con presencia, con cercanía y con diálogo. Y en ese camino, el XI Consejo Directivo continuará recorriendo cada región del país para escuchar, acompañar y construir, paso a paso, una ingeniería civil más unida y protagonista del futuro de México.

Durante la Asamblea, cada una de las regiones presentó su informe de actividades, reflejando el crecimiento y la vitalidad del gremio en todo el país. Los representantes expusieron cómo la capacitación continua se ha convertido en la principal fortaleza de los colegios, reportaron incrementos significativos en la membresía y compartieron las necesidades específicas de sus zonas, construyendo así una radiografía precisa del estado actual de la ingeniería civil en México y de los retos que deberán atenderse en unidad.

Nacional de la FEMCIC

La 50 Reunión Nacional de la Federación Mexicana de Colegios de Ingenieros Civiles culminó con una noche que quedará grabada en la memoria del gremio. La Cena de Gala, celebrada en un ambiente de gratitud y camaradería, reunió a presidentes de colegios, líderes del sector, expresidentes, consejeros y representantes de todo el país para cerrar, juntos, una

edición histórica. Bajo un ambiente que combinó elegancia y emoción, la comunidad de la ingeniería civil celebró no solo el éxito de las jornadas técnicas, mesas de trabajo y conferencias, sino el valor más profundo de este encuentro: la unidad que sostiene al gremio y la convicción compartida de que la ingeniería transforma vidas, ciudades

y territorios. Fue una noche de abrazos sinceros, de conversaciones que continúan los proyectos iniciados durante el evento, y de reconocimientos a quienes impulsan, todos los días, el crecimiento técnico, humano y profesional del país.

Las sonrisas, los brindis y la fraternidad que llenaron el recinto recordaron por qué la FEMCIC ha sido, durante medio siglo, un pilar para los ingenieros civi-

les de México. Entre aplausos y palabras de agradecimiento, se clausuró oficialmente la 50 Reunión Nacional, celebrando el intercambio de ideas, el aprendizaje compartido y la fuerza de una comunidad que mira siempre hacia adelante.

Y mientras se apagaban las luces de esta gala memorable, una nueva expectativa comenzó a tomar forma: la 51 Reunión Nacional ya tiene hogar.

En febrero de 2026, la Ciudad de México recibirá a los ingenieros civiles del país, teniendo como sede al Colegio de Ingenieros Civiles de México. Una nueva página está por escribirse, con el compromiso, la visión y la energía que caracteriza a este gran gremio.

La historia continúa, y el próximo capítulo promete ser tan extraordinario como el que acabamos de cerrar.

#Juntos fortaleciendo Femcic

“Fue una noche de abrazos sinceros, de conversaciones que continúan los proyectos iniciados durante el evento, y de reconocimientos a quienes impulsan, todos los días, el crecimiento técnico, humano y profesional del país.”

EL RUMBO DE UN INGENIERO

la vida, las obras y la visión futura de Clemente Poon

“El de

Mexicali, el de Oaxaca, el de Cancún… todos somos iguales”, cuenta con entusiasmo. Habla de esas reuniones como encuentros entre amigos, sin jerarquías duras, donde el afecto profesional se mezcla con la camaradería que solo se construye entre quienes comparten una misma vocación.”

El diálogo con Clemente Poon se abre como quien abre una ventana a medio siglo de ingeniería mexicana. Su voz tiene esa mezcla de firmeza y serenidad que solo da la experiencia. Se graduó como ingeniero civil en 1979 en la Universidad Autónoma de Guadalajara, aunque su historia comenzó mucho antes, cuando un joven de Sinaloa tuvo que dejar su hogar para estudiar sin más brújula que sus propias decisiones. Recuerda que aquella independencia forzada lo marcó profundamente: le enseñó a sostenerse solo, a mirar el futuro y a trabajar con disciplina. “Un joven de dieciocho años se fue de su casa a vivir y a estudiar… eso me ayudó a formarme”, comparte, como quien mira el pasado con gratitud.

Su vida profesional inició de inmediato. El día después de su graduación, ya estaba trabajando en la Secreta -

ría de Comunicaciones, impulsado por un maestro que vio en él el brillo de los ingenieros que no se quedan quietos. Le tocó, siendo estudiante, participar en la carretera Hidalgo – Mazatlán en Guadalajara, casi un presagio de lo que vendría después. Lo narra con cierta sorpresa, como si aún le impresionara que aquella casualidad definiera tanto su destino.

Las décadas siguientes fueron un viaje por algunas de las obras más complejas del país, especialmente durante sus periodos como director general de carreteras. Ríe cuando recuerda que, para esos años, muchos ingenieros experimentados ya se habían retirado y su generación tuvo que tomar el timón. Entre esas obras emblemáticas está la carretera Hidalgo–Mazatlán, levantada al filo de la Sierra Madre Occidental, donde cada decisión tenía un peso ecológico. “Tuvimos que aprender

cómo salvaguardar flora y fauna, cómo moverla y reinstalarla. Y también tuvimos que hacer túneles… México tenía años sin hacer túneles”, explica. Aquella carretera sumó 61 túneles y más de 30 kilómetros de estructuras entre puentes y excavaciones. Fue, dice, una escuela viviente donde los ingenieros mexicanos demostraron que podían alcanzar retos de talla mundial.

El otro capítulo de su vida se escribió en la trinchera gremial. Ha sido presidente de tres organizaciones distintas, cada una con su propio carácter. En la Asociación Mexicana de Vías Terrestres convivió con especialistas de carreteras y puertos; en el Colegio de Ingenieros Civiles de México abrió el abanico a disciplinas de agua, estructuras y edificación; y en la Federación Mexicana de Colegios de Ingenieros Civiles encontró algo que valora enormemente: la horizontalidad. “Somos pares. El de Mexicali, el de Oaxaca, el de Cancún… todos somos iguales”, cuenta con entusiasmo. Habla de esas reuniones como encuentros entre

amigos, sin jerarquías duras, donde el afecto profesional se mezcla con la camaradería que solo se construye entre quienes comparten una misma vocación.

La academia también forma parte de su ruta. Ingresó a la Academia Mexicana de Ingeniería tras presentar un estudio de los túneles de la Hidalgo–Mazatlán, un homenaje implícito a la obra que marcó su carrera. Hoy participa en la comisión de admisión, revisando expedientes y buscando, como dice, “gente de valor”, ingenieros cuyo currículum vaya más allá de lo ordinario.

Cuando la conversación se vuelve hacia los jóvenes presidentes de colegios y asociaciones, su respuesta emerge casi paternal. Les aconseja aprender, escuchar a los ingenieros con experiencia y aprovechar una sabiduría que, si no se transfiere, se pierde. “Treinta y nueve años en la Secretaría… cuarenta y tres años en este trabajo. Ese valor se pierde si los jóvenes no nos aprovechan.”

“Las décadas siguientes fueron un viaje por algunas de las obras más complejas del país, especialmente durante sus periodos como director general de carreteras.”

Habla con la convicción de quien entiende que el conocimiento no es para guardarse, sino para heredarse. Su visión para México es tan pragmática como profunda. Antes de construir lo nuevo, dice, el país debe preservar lo que ya tiene. Más de cincuenta mil kilómetros de carreteras requieren atención urgente: mantenimiento, conservación y modernización.

Carreteras en buenas condiciones abaratan costos logísticos, reducen emisiones, mejoran la seguridad y dinamizan la economía. Después vendrán las ampliaciones, los tramos nuevos, los libramientos que liberen a las ciudades del tránsito pesado y mejoren la calidad de vida urbana. “Las carreteras son el inicio de todo. Habiendo carreteras, hay salud, hay educación, hay desarrollo.” Con esa frase resume toda una filosofía de infraestructura.

El futuro, reconoce, también implica abrazar nuevas herramientas. La inteligencia artificial está transformando la ingeniería y reta especialmen -

te a quienes, como él, pertenecen a generaciones previas a la era digital. Propone usarla con criterio, como instrumento al servicio de las personas y no al revés. Y señala que los colegios y asociaciones serán clave para capacitar al gremio y mantenerlo actualizado.

La conversación termina, pero queda la sensación de que hablar con Clemente Poon es mirar un mapa del país desde la perspectiva de quien ha caminado cada kilómetro. Su historia no es solo una trayectoria profesional; es una metáfora del ingeniero mexicano que se hace a sí mismo, que aprende de otros, que construye en comunidad y que mira siempre hacia adelante. Cuando se despide, deja un mensaje que resume su espíritu: “Nunca dejemos de prepararnos. Siempre hay que estar al día”. En sus palabras, México parece no solo un territorio, sino una obra en proceso continuo. Una obra que, como él, se levanta con paciencia, visión y la certeza de que el futuro se construye paso a paso.

“Las carreteras son el inicio de todo. Habiendo carreteras, hay salud, hay educación, hay desarrollo.” Con esa frase resume toda una filosofía de infraestructura.”

ENRIQUE CERVERA

la ingeniería que se construye con humildad, mar y memoria

El Ingeniero Enrique Cervera Aguilar —Quique, como le llaman quienes lo conocen desde los días jóvenes en Mérida— conversa con Revista Construye con la serenidad de quien ha vivido la ingeniería como vocación, oficio y destino. Graduado en 1985 como ingeniero civil con especialidad en hidráulica, su historia inicia con un gesto casi íntimo: un niño que acompañaba a su abuelo, abogado constructor, a las obras para jugar con la grava y respirar el polvo del futuro. De ese sencillo ritual nace un gusto que con los años se volvería oficio, compromiso social y una vida entera dedicada a la infraestructura, la vivienda y la formación de nuevos profesionistas.

Cuenta que la hidráulica fue su puerta de entrada al mundo técnico, pero que el universo laboral en Yucatán pronto lo empujó a abrazar la obra civil y la vivienda con naturalidad. “Me fui encariñando con lo que hacía. Meter agua potable, llevar electricidad, construir espacios dignos. Sentir que proveíamos satisfactores básicos a nuestra sociedad fue siempre un lema para mí”, recuerda. Ese espíritu humanista lo acompañó desde sus primeros trabajos y lo llevó a involucrarse de inmediato en los gremios del sector. Desde 1985 es socio del Colegio de Ingenieros Civiles de Yucatán y con orgullo relata que ha ocupado prácticamente todos los cargos en la CMIC estatal. Además, es fundador de la delegación de CANADEVI en Yucatán, donde impulsó proyectos que transformaron la vivienda en la región.

Sigue vinculado a este ámbito. Hoy participa en un programa nacional de vivienda que está en marcha, afinándose en sus detalles, pero ya en operación. Y cuando habla de sus años profesionales, aparece un hilo conductor: el compromiso con la organización gremial. “La unidad y la fortaleza que da pertenecer a un gremio es invaluable. No solo es capacitación o actualización, es convivencia, alianzas estratégicas, visión compartida”, afirma. Para él, la ingeniería civil florece cuando los ingenieros se reconocen parte de una comunidad que piensa, discute, aprende y se prepara de manera permanente.

No sorprende que su visión del país mire hacia la necesidad de integrar más ingenieros civiles en posiciones donde se definen políticas públicas. Lo dice sin rodeos: la planeación está

en el ADN del ingeniero. Por eso considera indispensable que el Estado recupere la voz técnica para decidir obras, priorizar recursos y anticipar cómo una infraestructura puede cambiar el destino de una comunidad. Lo vivió de cerca cuando fue director general del Consejo Estatal de Infraestructura de Yucatán, donde su tarea era diagnosticar qué obras eran necesarias, urgentes o estratégicas, y determinar su impacto local, regional o nacional. “Planear, ejecutar y prever incluso qué sucederá cuando una obra llegue al final de su vida útil… todo eso es ingeniería”, resume.

Su mundo gremial es amplio: pertenece a la Asociación Mexicana del Asfalto, a ANALISEC y a la Asociación de Supervisores de Construcción donde cada pieza aporta a la calidad de la infraestructura nacional. Supervisión, laboratorios, estándares, control, cumplimiento… Cervera traza un mapa donde los engranes técnicos

solo funcionan si están acompañados de unión y colaboración.

Pero el ingeniero también tiene mar. Navega, vela, se asoma al silencio nocturno de los océanos para recordarse a sí mismo que somos “un granito” en un mundo inmenso. En ese espacio encuentra una claridad particular: el mar le enseña humildad, proporción y perspectiva. Ese recordatorio de que hay fuerzas más grandes que uno mismo lo acompaña al tomar decisiones profesionales. No es casual que hable de admiración ante la imponencia del océano, ni que lo relacione con su forma de trabajar: “El mar te hace entender tu exacta dimensión. Te coloca en tu realidad.”

Además del gremio y el mar, está la academia. Fue maestro durante veintidós años y confiesa que una de sus mayores satisfacciones fue ver a sus estudiantes ingresar a la Facultad de

“La unidad y la fortaleza que da pertenecer a un gremio es invaluable. No solo es capacitación o actualización, es convivencia, alianzas estratégicas, visión compartida”

Ingeniería. A pesar de que un evaluador alguna vez lo consideró “mercenario de la educación” por responder que dar clase también es un trabajo, él lo hacía sin cobrar un solo peso. “A mí me enseñaron que debía escoger un trabajo que me hiciera levantarme con ganas todos los días. Eso es la ingeniería para mí.” Hoy comparte ese mensaje con los jóvenes: que elijan una carrera que les despierte pasión, no una moda o la opinión de sus amigos, porque será el oficio que los acompañará toda la vida.

Sobre el futuro, su deseo es simple y contundente: que la ingeniería civil recupere el reconocimiento social que merece y que los ingenieros vuelvan a ser consultados al definir la dirección técnica del país. Que se les escuche. Que se les convoque. Que se tome en serio la voz del conocimiento. Al final de la entrevista, Cervera agradece la oportunidad de compartir su historia con una modestia que lo

acompaña desde niño, cuando jugaba con grava en las obras de su abuelo. Entre gremios, viviendas, infraestructura, aulas y noches de navegación, su vida profesional ha sido una suma de compromisos: con la técnica, con la sociedad, con la formación de nuevas generaciones. Y con la certeza de que construir —en cualquiera de sus formas— es siempre un acto de servicio. Entre risas dice que a veces la memoria le falla, pero cada recuerdo que narra revela una vida plena, dedicada a dejar huella sin necesidad de buscar reflectores.

Su mensaje final es tan sencillo como poderoso: seguir trabajando. Porque en su voz se entiende que para él la ingeniería no ha sido solo una profesión, sino una forma de vivir el mundo, de tocarlo y mejorarlo, un proyecto que se construye todos los días, igual que los cimientos que lo vieron crecer.

“A mí me enseñaron que debía escoger un trabajo que me hiciera levantarme con ganas todos los días. Eso es la ingeniería para mí.”

HACIA

UNA

“calificación”

DE LA INFRAESTRUCTURA EN MÉXICO

Si la infraestructura de México fuera un alumno… ¿aprobaría o reprobaría? Imaginemos una escena muy sencilla. Un gobernador, un secretario o un gran inversionista pregunta en una reunión: “Ingeniero, dígame en una hoja cómo está la infraestructura de este estado: ¿vamos bien, vamos mal, en qué estamos reprobados?”

La mayoría de quienes trabajamos en el sector podríamos responder con historias: la carretera que ya no aguanta otro ciclo de lluvias, la planta de tratamiento que no opera como fue diseñada, el puerto que llegó a su límite hace años, el parque industrial que creció más rápido que la red eléctrica que lo alimenta.

“Hace años, una idea empezó a perseguirme y aún no me suelta: ¿por qué no tenemos en México una calificación seria, periódica y hecha por ingenieros de nuestra infraestructura?”

Pero, si somos honestos, no tenemos una respuesta simple, clara y consensuada.

No contamos con una especie de “boleta de calificaciones” de la infraestructura mexicana y esa ausencia no es sólo un tema técnico, es un vacío que termina llenándose con discursos: “nunca habíamos estado mejor”, “todo está mal”, “antes se hacía, ahora no se hace”, según convenga al momento político.

Hace años, una idea empezó a perseguirme y aún no me suelta: ¿por qué no tenemos en México una calificación seria, periódica y hecha por ingenieros de nuestra infraestructura?

La chispa: una conversación entre gremios

Durante mi gestión como presidente de la Federación Mexicana de Colegios de Ingenieros Civiles (FEMCIC), esa pregunta tomó forma en una reunión regional en el centro del país. Éramos varios presidentes de colegios y representantes del gremio, hablando de lo que vemos todos los días: carreteras agotadas, sistemas de agua al límite, puentes con mantenimiento insuficiente y nuevos polos industriales presionando una infraestructura que envejece.

En ese contexto, el Ing. Luis Rojas Nieto, entonces presidente del

Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), comentó el ejercicio que realizan los ingenieros civiles de la ASCE en Estados Unidos: el “Report Card for America’s Infrastructure”, un boletín donde, de forma periódica, se pone una calificación –de la A a la F– al estado de la infraestructura de ese país.

Yo salí de esa reunión con una pregunta muy clara en la mente:

“¿Y por qué nosotros no tenemos nuestra propia ‘calificación’ de la infraestructura en México?”

Desde entonces, esa pregunta ha

“En la escuela, una calificación no existe para humillar, sino para ubicarnos: para saber si vamos aprendiendo lo necesario, si estamos al borde del fracaso o si de plano no estamos logrando el objetivo.”

vuelto una y otra vez en mi práctica profesional, en el gremio y en los pasillos de los proyectos.

Dos Méxicos conviviendo en la misma infraestructura

Cuando me tocó encabezar la FEMCIC dimos un paso que considero valioso: organizamos el trabajo gremial en coordinaciones por tipo de infraestructura.

Carreteras, agua, energía, movilidad urbana, vivienda… cada coordinación con sus especialistas, su agenda y sus propuestas. Eso ayudó a orde -

nar mejor la voz técnica y a ver la infraestructura como sistemas, no sólo como obras sueltas.

Sin embargo, hay que reconocerlo: esa estructura todavía no se ha traducido en un documento claro, sintético y contundente que le diga al país, con lenguaje sencillo, cómo estamos en infraestructura.

Mientras tanto, en campo vemos todos los días dos Méxicos conviviendo:

Un México que sí construye ampliaciones portuarias, proyectos ferroviarios, corredores logísticos, parques industriales impulsados por el nearshoring, nuevos hospitales, nodos urbanos en crecimiento, obras carreteras importantes.

Y un México que no alcanza a mantener lo que ya tiene: redes de agua potable envejecidas y con fugas generalizadas, drenajes que se saturan con la primera lluvia fuerte, caminos rurales que llevan años sin conservación rutinaria, sistemas de transporte público saturados, desarticulados o francamente informales. infraestructura social profundamente desigual entre regiones y municipios.

Quienes leen esta revista lo conocen bien, hay datos, informes sectoriales, estadísticas de inversión, estudios académicos, reportes de competitividad, pero lo que no tenemos es una pieza que los junte y los traduzca en un mensaje simple para el país: “En este sistema vamos bien, en este vamos al límite, en este estamos reprobados.”

La palabra incómoda: “calificar”

Hablar de calificar la infraestructura suena, para algunos, agresivo. La palabra despierta miedos: ¿vamos a reprobar a alguien?, ¿a exhibir gobiernos?, ¿a señalar con el dedo?, pero yo prefiero verlo de otra manera.

En la escuela, una calificación no existe para humillar, sino para ubicarnos: para saber si vamos aprendiendo lo necesario, si estamos al borde del fracaso o si de plano no estamos logrando el objetivo.

Con la infraestructura pasa lo mismo, si no nos atrevemos a decir “esto

está en 8, esto está en 6, esto está en 4”, la conversación se queda en percepciones: “Nunca se había invertido tanto”, “Estamos peor que nunca”, “Antes sí se hacía planeación, ahora no”, o al revés.

El gremio de los ingenieros civiles tiene algo que ningún otro actor posee: credibilidad técnica y experiencia directa en territorio.

Por eso la pregunta de fondo es incómoda pero necesaria: ¿Vamos a seguir hablando de infraestructura sólo en términos de proyectos o anuncios, o nos vamos a atrever a construir una calificación del sistema completo?

Hacia una “calificación” hecha por ingenieros civiles organizados.

Más que copiar modelos de otros países, lo que propongo es algo muy simple en su formulación y muy profundo en sus implicaciones: Que los ingenieros civiles organizados asumamos la tarea de ponerle calificación a la infraestructura de México.

No se trata aquí de entregar un manual ni de definir tecnicismos; cualquier modelo serio tendría que construirse con calma, con muchas manos y muchas miradas: colegios, federaciones, academia, especialistas sectoriales, empresas y, eventualmente, organismos internacionales.

Lo importante, a mi juicio, es que esa “Calificación de la Infraestructura en México” tenga algunas características básicas, donde sea un diagnóstico periódico, y no solo un informe que aparece una vez y se archiva.

Y que ponga el foco en sistemas de infraestructura, no sólo en obras emblemáticas: que revisemos a fondo la movilidad y transporte, agua y saneamiento, energía y conectividad, infraestructura social, infraestructura para la resiliencia. Y que se base en criterios técnicos estables (capacidad, condición, financiamiento, operación, seguridad, resiliencia…), para que no cambien con cada administración.

Así mismo, que tenga una lectura independiente, en el sentido de que la metodología y la interpretación de los resultados estén en manos del gremio técnico, y no subordinadas al gobierno en turno.

Que se exprese en lenguaje entendible, para que un gobernador, un alcalde, un director de fondo, una empresaria o un ciudadano puedan leerlo en pocos minutos y entender dónde estamos parados.

“Más que copiar modelos de otros países, lo que propongo es algo muy simple en su formulación y muy profundo en sus implicaciones: Que los ingenieros civiles organizados asumamos la tarea de ponerle calificación a la infraestructura de México.”

No hablamos de una tesis especializada, sino de una boleta de calificaciones del país: un espejo construido con rigor técnico que nos diga, sin adornos, la situación de nuestra infraestructura.

Un nuevo contexto: gremios hablando de políticas, no sólo de obras

En los últimos meses he escuchado, en distintas conversaciones, que el CICM y la FEMCIC, junto con otros organismos del sector, participan en un espacio nacional orientado a dis-

cutir políticas de infraestructura: un consejo, mesa o comisión con ese enfoque.

No pretendo describir su funcionamiento ni hablar en su nombre; no me consta en lo personal la operación interna de ese espacio, pero sí alcanzo a ver una oportunidad relevante: Por primera vez en mucho tiempo, varios actores clave de la infraestructura se sientan a hablar de políticas públicas, no sólo de contratos ni de obras específicas.

Si ese tipo de espacios se consolida y madura, podrían convertirse (si así lo

decide el propio gremio) en un vehículo natural para discutir y, eventualmente, alojar un ejercicio de calificación de la infraestructura mexicana. No como producto de un gobierno, sino como resultado de un trabajo intergremial al servicio del país.

¿Por qué debería importar esto a lectores empresariales y directivos?

Una “calificación” seria de la infraestructura no es un capricho académico ni un lujo gremial. Es, en términos prácticos, una herramienta de negocio y de gobierno.

Para las empresas del sector (constructoras, consultoras, desarrolladoras, proveedores): permitiría identificar en qué sistemas y regiones la brecha de infraestructura se traduce en oportunidades de proyectos bien estructurados y ayudaría a anticipar riesgos: dónde la falta de infraestructura puede frenar inversiones productivas o elevar costos de operación.

Para los gobiernos estatales y municipales: Funcionaría como una hoja de ruta incómoda pero útil: muestra dónde se están acumulando pasivos, qué territorios requieren intervención prioritaria y qué decisiones ya no pueden seguir postergándose.

Para la banca, los fondos y los inversionistas: sería una pieza más en el análisis de viabilidad y riesgo país: la infraestructura deja de ser una “caja negra” y se convierte en un mapa claro de capacidades y carencias.

Y finalmente para la ciudadanía:

Hace visible que muchos problemas cotidianos como la falta de agua, inundaciones recurrentes, horas perdidas en el tráfico, clínicas incompletas, etc., no son hechos aislados, sino síntomas de sistemas de infraestructura mal cuidados, sub financiados o mal planeados.

Recordemos que una buena calificación no es un aplauso; una mala calificación no es una condena. En ambos casos, es una guía de acción.

Del orgullo de construir al deber de medir

Los ingenieros civiles mexicanos hemos demostrado, una y otra vez, que sabemos construir y que sabemos responder en momentos críticos. Esa parte está acreditada en cada obra compleja que se concluye, en cada infraestructura que resiste y en cada emergencia atendida.

Sin embargo, el momento histórico que vive México como el nearsho-

ring, presión urbana, cambio climático, brechas regionales, demanda social de mejores servicios, nos exige dar un paso más: pasar del orgullo de construir al deber de medir.

De ser solamente constructores de infraestructura, a convertirnos también en curadores del patrimonio público, capaces de evaluar, con rigor y de cara al país, el estado de esa infraestructura que hemos ayudado a levantar.

No propongo un nombre, una marca ni un organismo nuevo. Propongo algo más sencillo y, al mismo tiempo, más ambicioso: que el gremio de los ingenieros civiles se tome en serio la tarea de construir, de manera ordenada y periódica, una “calificación” de la infraestructura en México, hecha por ingenieros y al servicio de todos.

La primera calificación, probablemente, no nos va a gustar. Habrá más “6”

“En los últimos meses he escuchado, en distintas conversaciones, que el CICM y la FEMCIC, junto con otros organismos del sector, participan en un espacio nacional orientado a discutir políticas de infraestructura: un consejo, mesa o comisión con ese enfoque.”

y “5” de los que nos sentimos cómodos reconociendo. Pero sin ese primer corte de caja, todas las conversaciones seguirán flotando en el aire.

La pregunta no es si el país necesita este diagnóstico. La pregunta, más

directa, es: ¿Estamos dispuestos, como gremio, a asumir esa responsabilidad y mirarnos al espejo de la infraestructura que nosotros mismos hemos construido?

DESARROLLO Y PLANEACIÓN URBANA EN MÉXICO

Por: MSc. Arch. Urb. Raúl Martínez y MSc Arch. Mariana Fajardo

La planeación urbana en México ha sido un proceso complejo, marcado por continuas adaptaciones a modelos importados y por la tensión entre la normativa y la realidad urbana. Desde los primeros asentamientos prehispánicos hasta las transformaciones coloniales y

modernas, el territorio mexicano ha experimentado diversas configuraciones espaciales que reflejan cambios sociales, políticos y económicos.

Durante la colonia, la conformación urbana se constituyó bajo las Ordenanzas de Felipe II, que establecie -

ron una retícula regular organizada en torno a una plaza central. Este esquema generó una notable uniformidad en los centros urbanos hispanoamericanos (Chaparro, 2009). El trazo influido por principios neoclásicos priorizaba simetría, jerarquía y la articulación de espacios cívicos y religiosos.

Aunque el urbanismo latinoamericano del siglo XIX adoptó tendencias europeas—especialmente francesas, vinculadas a Haussmann—el primer ejercicio formal de planeación en México se atribuye a Ignacio Castera con el Plano Regulador de finales del

siglo XVIII, documento precursor del urbanismo moderno al enfatizar el ordenamiento funcional y estético del espacio (McMichael, 2002).

Modernización y transformación durante los siglos XIX y XX

En las últimas décadas del siglo XIX y la primera del siglo XX, durante el Porfiriato, México se abrió a la inversión extranjera y consolidó la industrialización a partir del ferrocarril. Este periodo provocó el crecimiento acelerado de las ciudades y la construcción de infraestructura pública de gran escala (Suárez, 2009). La

modernidad tomó impulso. Este proceso se detuvo abruptamente entre 1910 y 1920 debido a la Revolución Mexicana, aunque fue precisamente el periodo posrevolucionario el que detonó un cambio sustancial en la planeación urbana. La reconstrucción nacional permitió desarrollar un marco teórico basado en prácticas modernistas, lo que dio pie a la institucionalización de la planeación como herramienta para la intervención urbana (Chaparro, 2009).

Durante el siglo XX aparecieron los primeros planes reguladores y planes maestros, centrados en la zoni -

ficación, el control de densidades y la separación funcional del territorio. Carlos Contreras introdujo en los años veinte el primer plan regulador moderno, basado en principios funcionalistas similares a los promovidos por Le Corbusier. Este documento utilizaba la zonificación como medida de control para orientar el crecimiento ordenado de la ciudad según las funciones específicas de cada área (Sánchez, 2002).

Sin embargo, aunque la escala, complejidad y población urbana crecieron de manera exponencial, los métodos y enfoques de planeación

evolucionaron mucho más lentamente. La matriz funcionalista permaneció como eje rector durante décadas.

Planeación urbana contemporánea y sus limitaciones

En 1978 se elaboró el primer Plan Nacional de Desarrollo Urbano, respondiendo al rápido crecimiento inducido por la industrialización. El enfoque territorial se subordinó a metas económicas. La inversión y el desarrollo de infraestructura se destinaron a potenciar la productividad industrial, provocando una fuerte concentración de población y recursos en unos cuantos sitios dentro del territorio nacional (Chaparro, 2009).

La planeación urbana en México ha sido en gran medida una constante imitación, siguiendo patrones europeos y estadounidenses, adoptó modelos como la Ciudad Jardín, el urbanismo moderno, el funcionalismo corbusierano, y posteriormente el suburbio norteamericano. Todos estos enfoques privilegiaban la regulación del uso del suelo y la zonificación como instrumentos centrales.

Este enfoque espacial-funcional ha demostrado ser insuficiente para la realidad mexicana contemporánea. Este tipo de planeación ha fomentado la competencia territorial y la inversión enfocada en infraestructura dura, generando ciudades segrega -

das. Su carácter rígido y prohibitivo es una de las razones por las cuales los planes de desarrollo urbano en México han sido incapaces de afrontar los retos actuales (Chaparro, 2009).

Los desafíos urbanos presentes en México son mucho más complejos que hace un siglo. Las condiciones económicas y sociales de un país “en desarrollo” son radicalmente distintas a las de los países “desarrollados”; por ello, no es viable seguir basando la planeación en principios importados que respondieron a otras realidades (Carmona, Burgess y Badenhorst, 2009). Lo que las administraciones, organizaciones y gobiernos aún no comprenden es que, ante una complejidad creciente, se requiere una mejora urgente de los métodos de planeación, así como un enfoque que considere las relaciones inter e intramunicipales. Este país no puede seguir creciendo bajo los mismos fundamentos de planeación diseñados para circunstancias completamente distintas.

La Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) es el ejemplo más claro de esta complejidad. Su crecimiento, impulsado por mercados globalizados y políticas neoliberales, ha superado ampliamente la capacidad regulatoria del Estado, generando

una estructura metropolitana difícil de gobernar y planificar.

Nuevas tendencias

Ante este panorama, el desarrollo urbano en México ha comenzado a transitar hacia enfoques más integra -

les que incorporan criterios de sostenibilidad, movilidad, vivienda digna, resiliencia y equidad. Sin embargo, la brecha entre la planeación normativa y la ciudad realmente construida sigue siendo amplia. En este contexto, la gobernanza urbana surge como un

modelo indispensable para comprender y dirigir el desarrollo contemporáneo de las ciudades mexicanas.

De acuerdo con el marco conceptual del INEGI, la gobernanza comprende el conjunto de valores, instituciones, reglas y prácticas mediante los cuales una sociedad organiza sus procesos de toma de decisiones públicas. Incluye mecanismos de articulación de intereses, resolución de conflictos y ejercicio de derechos y obligaciones por parte de ciudadanos, instituciones y empresas. Trasladado al ámbito urbano, implica transformar la planeación del territorio—tradicionalmente vertical y normativa—en un proceso colaborativo,

transparente y eficaz, donde intervienen el Estado (federal, estatal y municipal), el sector privado, la sociedad civil y comunitaria, instituciones académicas y técnicas, así como los organismos metropolitanos.

Las ciudades contemporáneas ya no pueden gestionarse mediante modelos centralizados y sectoriales. Sus problemas son interdependientes. La movilidad, vivienda, seguridad, servicios, medio ambiente, cambio climático, economía local, gobernanza metropolitana… todos están conectados. Entonces, la gobernanza urbana permite coordinar decisiones más allá de límites municipales, integrar participación ciudadana real, no simbó-

lica, mejorar la legitimidad y eficacia de políticas urbanas, articular intereses públicos y privados bajo reglas claras, fortalecer capacidades institucionales locales, así como evaluar la calidad del gobierno con indicadores verificables (como propone el INEGI).

Para quienes diseñamos ciudad comprender la gobernanza es fundamental, pues redefine las reglas del juego bajo las cuales se negocia el suelo, se estructuran los proyectos, se asignan recursos y se gestiona la infraestructura. Más allá de un concepto administrativo, la gobernanza urbana constituye un marco operativo que impacta directamente en la forma en que se concibe, construye y habita la ciudad. Su adopción permite enfrentar los desafíos complejos del México contemporáneo con mayor coordinación, inclusión y legitimidad.

Conclusiones

El desarrollo urbano en México ha sido históricamente reactivo, influido por modelos externos y por procesos de crecimiento acelerado. A pesar de los avances normativos y la existencia de instrumentos de planeación, las ciudades continúan creciendo de manera desordenada, fragmentada y desigual.

Por ello, la transición hacia la gobernanza urbana representa no sólo

una actualización conceptual, sino un cambio estructural en la forma de pensar y gestionar el territorio. La colaboración interinstitucional, la participación ciudadana, la transparencia y la evaluación continua son componentes indispensables para construir ciudades más equitativas, resilientes y sostenibles.

Para los profesionales del espacio — arquitectos, urbanistas, diseñadores urbanos— la gobernanza no es un añadido teórico, sino una condición necesaria para que la planeación deje de ser un documento aspiracional y se convierta en una herramienta efectiva para transformar la realidad urbana del país.

Ciudades que piensan

cómo el BIM y la infraestructura verde están redefiniendo la ingeniería civil

En un mundo donde la construcción enfrenta presiones inéditas por el cambio climático, la urbanización acelerada y la demanda de ciudades más humanas, el Dr. Alberto D. Porce, profesor e investigador de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Autónoma de Nuevo León, se ha convertido en una de las voces más lúcidas para entender hacia dónde se mueve el sector. En entrevista con Revista Construye, el especialista

desmonta la idea tradicional de que BIM es solo un modelo tridimensional o un método para organizar proyectos. Para él, este ecosistema digital es hoy una plataforma estratégica que permite planear ciudades más eficientes, resilientes y profundamente vinculadas con la naturaleza.

El Dr. Porce explica que el valor del BIM está en su capacidad para revelar el ciclo de vida de cada material y

sistema constructivo: su origen, sus estándares ambientales, su durabilidad y su impacto real en la operación del edificio. La posibilidad de anticipar escenarios —energéticos, hídricos, de mantenimiento o de comportamiento térmico— convierte a esta herramienta en una aliada para tomar decisiones más responsables desde la etapa de diseño. En su visión, un proyecto no sostenible no es un proyecto moderno, y cualquier obra que aspire a ser vigente en las próximas décadas debe integrar esta mirada desde los primeros trazos.

Sin embargo, el camino para incorporar esta metodología en la academia aún tiene barreras. El investigador reconoce que las universidades necesitan docentes más especializados, laboratorios equipados y acceso a licencias de software para que BIM y los sistemas de información geográfica (SIG) se conviertan en parte esencial de la formación de ingenieros y arquitectos. No se trata solo de enseñar a manejar un programa, sino de entender el territorio, vincular datos

urbanos con la infraestructura y plantear soluciones que respondan a los desafíos climáticos y sociales que ya se sienten en las ciudades mexicanas.

Ese puente entre tecnología y territorio es lo que lleva al Dr. Porce a hablar de una idea que aparece cada vez más en la discusión global: recuperar la sintonía de las ciudades con la naturaleza. En su planteamiento, la infraestructura verde deja de ser un adorno urbano para convertirse en un mecanismo activo de resiliencia.

Los techos verdes, afirma, no solo decoran: retienen agua de lluvia, regulan las escorrentías, reducen el calor ambiental y mejoran la eficiencia energética de los edificios. Más aún, la presencia del verde tiene efectos comprobados en la salud emocional y mental de las personas, lo que convierte estos elementos en infraestructura de bienestar.

En Monterrey, su equipo ha estudiado especies vegetales capaces de retener partículas contaminantes como PM2.5, un problema que afec

“En su visión, un proyecto no sostenible no es un proyecto moderno, y cualquier obra que aspire a ser vigente en las próximas décadas debe integrar esta mirada desde los primeros trazos.”

ta a millones de habitantes en las grandes urbes. Integrar estas plantas en edificios y parques, combinadas con sistemas de captación de agua pluvial, abre la puerta a ciudades más limpias y autosustentables. “La infraestructura debe dejar de verse solo como concreto”, insiste, “y empezar a entenderse como un ecosistema donde cada decisión tiene efectos encadenados”.

A esta visión se suma otra tendencia mundial que el investigador considera crucial: las llamadas “ciudades azules”, donde ríos, canales y cuerpos de agua urbanos se incorporan como piezas sociales y ambientales, no únicamente hidráulicas. Espacios donde el agua no es un riesgo, sino un punto de encuentro. Un ejemplo que suele mencionar está en los Países Bajos, donde el impulso por la movilidad ciclista detonó la creación de corredores verdes capaces de transformar zonas completas de

la ciudad en espacios más seguros, limpios y humanos.

La entrevista avanza hacia ejemplos que demuestran que estos modelos no son utopías. Desde desarrollos corporativos como los campus de Amazon —edificios que integran vegetación en altura y funcionan como infraestructura ambiental— hasta el caso emblemático de Singapur, una ciudad que ha construido su identidad a partir de soluciones basadas en la naturaleza. Allí, la premisa es clara: no se adapta el entorno a la infraestructura, sino la infraestructura al territorio. Este enfoque ha permitido controlar inundaciones, optimizar el uso del suelo y mantener una gran presencia vegetal incluso en condiciones de altísima densidad.

La pregunta inevitable es: ¿cómo se inserta la ingeniería civil mexicana en este nuevo paradigma? Para el Dr. Porce, la respuesta comienza en

“La infraestructura debe dejar de verse solo como concreto”, insiste, “y empezar a entenderse como un ecosistema donde cada decisión tiene efectos encadenados”.

la academia. “La sostenibilidad debe formar parte del ADN del estudiante”, afirma. No basta con entenderla: debe vivirse como una responsabilidad ética que atraviesa lo ambiental, lo social y lo económico. Esta visión implica también un cambio en la forma en que se toman decisiones de obra pública y privada. El crecimiento económico, dice, no puede separarse de la calidad ambiental ni de la funcionalidad a largo plazo de los servicios urbanos. Ahí entran los marcos normativos, que deberán evolucionar hacia estándares de desempeño ambiental, certificaciones y la obligatoriedad del uso de BIM en proyectos estratégicos.

La UANL trabaja ya en varias iniciativas internacionales para incorporar inteligencia artificial como apoyo en procesos académicos y en la solución de problemas complejos. En paralelo, impulsa alianzas con casas de software, cámaras de la construc-

ción y asociaciones técnicas para democratizar el acceso a herramientas tecnológicas. En Nuevo León destacan espacios como “Impulsa”, que reúnen a autoridades, empresas y académicos para identificar retos y construir soluciones conjuntas. El investigador reconoce que este nivel de articulación aún no es común en todo el país, pero confía en que la fuerza industrial de la región puede convertirse en un modelo replicable.

Convencido de que BIM nació para modernizar la ingeniería civil, el Dr. Porce subraya que el futuro exige ir más allá de los límites tradicionales: investigar nuevos materiales, desarrollar soluciones basadas en la naturaleza, integrar datos en tiempo real y repensar el diseño urbano desde la resiliencia. La meta, dice, no es crear ciudades perfectas, sino ciudades capaces de adaptarse, proteger a sus habitantes y ofrecer entornos más saludables y humanos

“El investigador reconoce que este nivel de articulación aún no es común en todo el país, pero confía en que la fuerza industrial de la región puede convertirse en un modelo replicable.”

Mediación en la construcción

GESTIONAR CONFLICTOS SIN

DETENER LA OBRA 1ª PARTE

Por: Dr. Ángel Ervey Martínez Rodríguez

En casi cualquier obra mediana o grande hay algo que se repite como mantra: “si esto se va a juicio, se nos muere el proyecto”. Y no es exageración.

Los contratos de construcción implican grandes inversiones, plazos largos, alta complejidad técnica y múltiples actores, por lo que son especialmente vulnerables a conflictos por atrasos, cambios de alcance, re -

clamos de pago o condiciones imprevistas. Frente a estos problemas, las salidas tradicionales —demanda, arbitraje o rescisión— suelen ser tardías, costosas y no atienden el objetivo principal del sector: que la obra continúe y se termine en condiciones razonables.

En América Latina, Chile nos lleva la delantera en la incorporación de mecanismos modernos de gestión de

conflictos: allí ha crecido el uso de la mediación y de los Dispute Boards (DB) para manejar escenarios de incumplimiento imperfecto, donde mantener vivo el contrato resulta más valioso que romperlo. A nivel global, la experiencia internacional muestra que proyectos de infraestructura por cientos de miles de millones de dólares han incorporado Dispute Boards, reduciendo disputas formales y costos asociados al conflicto. Todo ello revela la urgencia de que países como México actualicen su caja de herramientas contractuales y transiten de la lógica “pleito–sentencia” hacia una cultura centrada en la prevención y la solución temprana de controversias.

En este contexto, el presente artículo se propone como un comparativo práctico entre Mediación y Dispute Boards, orientado a responder tres preguntas muy concretas: ¿cuándo conviene cada mecanismo? ¿cómo se complementan? y ¿por qué son especialmente relevantes para la realidad de la construcción en México y en la región latinoamericana?

Mediación en la Industria dela construcción: cuando el conflicto ya está sobre la mesa

En términos sencillos, la mediación es un procedimiento en el que un tercero imparcial ayuda a las partes a comunicarse mejor y a construir su propio acuerdo, sin imponer una decisión. Aplicada a la construcción, suele activarse cuando el conflicto ya está sobre la mesa: atrasos discutidos, estimaciones no pagadas, inconformidad con la calidad, cambios de proyecto o fricciones con la supervisión.

En ese escenario, la mediación se ha consolidado como una herramienta útil para:

Despresurizar la relación entre dueño de obra, contratista, subcontratistas y supervisores.

Reencuadrar posiciones rígidas en términos de intereses y posibilidades reales.

Negociar soluciones creativas que no caben fácilmente en una sentencia o en un lau.

“A nivel global, la experiencia internacional muestra que proyectos de infraestructura por cientos de miles de millones de dólares han incorporado Dispute Boards, reduciendo disputas formales y costos asociados al conflicto.”

México impulsa la movilidad del futuro en PIARC

avances clave desde Fez hacia un transporte más sostenible y resiliente

PIARC, la Asociación Mundial de la Carretera, continúa consolidándose como la red global más influyente en movilidad y transporte carretero. Su misión —compartir mejores prácticas, generar conocimiento técnico y promover herramientas que fortalezcan la administración vial, la movilidad, la segu -

ridad y la resiliencia— se materializa en sus Comités Técnicos, integrados por especialistas de todo el mundo que trabajan de manera permanente en cuatro temas estratégicos: administración de carreteras, movilidad, seguridad sostenible e infraestructura resiliente. Dentro de este ecosistema internacional, el Comité Técnico

de Movilidad se ha convertido en un espacio clave para entender y anticipar los desafíos actuales de las ciudades, con reuniones presenciales y virtuales durante todo el año en las que se discuten avances, retos y nuevas líneas de acción, compartiendo experiencias entre expertos, académicos, administradores y operadores de vialidades.

México mantiene una participación activa en este esfuerzo global a través de la Asociación Mexicana de Ingeniería de Vías Terrestres (AMIVTAC), representada en el Comité por la Ing. Wendy Casanova, del Instituto Mexicano del Transporte (IMT), y el

Ing. Eduardo Segura, de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), miembro del CICSLP, AMIVTAC y FEMCIC. Su presencia ha permitido posicionar la experiencia mexicana en movilidad urbana y periurbana dentro de un diálogo técnico que hoy es internacionalmente indispensable.

La Universidad Privada de Fez, en Marruecos, fue sede del encuentro más reciente del Comité el 13 y 14 de octubre, donde especialistas de países como Alemania, Austria, Bélgica, Eslovenia, Francia, Italia, Portugal, Rumania, China, Corea del Sur, Japón, Sudáfrica, Túnez, Canadá, Méxi

co y Marruecos analizaron los avances del año y trazaron nuevas líneas de investigación y colaboración. De manera remota también participaron España, Suiza, Argentina, Estados Unidos y otros países. Durante esta reunión técnica se discutieron dos ejes centrales: optimizar la movilidad mediante una gestión más inteligente de activos viales y de la interacción multimodal entre transportes y usuarios, y avanzar hacia la descarbonización del sector a través de normas e instrumentos regulatorios que acompañen una transición ambientalmente responsable.

Además de revisar las ponencias principales del Seminario Internacio -

nal de Fez —celebrado del 15 al 17 de octubre como una extensión del encuentro técnico— los integrantes del Comité evaluaron el estado de los trabajos rumbo al Congreso Mundial de Vialidad Invernal, Resiliencia y Descarbonización de la Carretera, que tendrá lugar en Chambéry, Francia, en marzo próximo, un evento que reunirá a los tomadores de decisiones más influyentes en materia de infraestructura vial.

El Seminario Internacional de Fez permitió un intercambio profundo de conocimientos y experiencias sobre movilidad urbana y periurbana, con el objetivo de formular reco -

mendaciones prácticas, sensibles al contexto local y orientadas hacia la construcción de ciudades más equilibradas, inclusivas y respetuosas del medio ambiente. La participación de autoridades de alto nivel del Gobierno de Marruecos, junto al liderazgo de PIARC y al Comité de Movilidad, reforzó la importancia de un trabajo global coordinado para enfrentar los desafíos de transporte del siglo XXI.

Esta colaboración internacional confirma una vez más que el futuro de las ciudades dependerá de la capacidad de convertir el conocimiento técnico en políticas inteligentes, infraestructura resiliente y sistemas de movilidad capaces de responder a las necesidades de una población cada vez más dinámica. México, desde su trinchera técnica y académica, forma parte activa de esa transformación global.

XIAOMI SU7: EL SMARTPHONE

SOBRE RUEDAS QUE REINVENTA

EL SEDÁN ELÉCTRICO DE LA VELOCIDAD

LOS GADGETS PREMIUM MÁS DESEADOS PARA NAVIDAD 2025: TECNOLOGÍA PARA DISFRUTAR, CREAR Y VIVIR MEJOR

“EL CUATRO VECES HEROICO PUERTO DE VERACRUZ”

LOS MEJORES VINOS PARA CELEBRAR EL CIERRE DEL 2025: HISTORIA, ORIGEN Y CARÁCTER

VIAJES DE FIN DE AÑO: DESTINOS CON ARQUITECTURA IMPRESIONANTE

Xiaomi SU7

EL SMARTPHONE SOBRE RUEDAS QUE REINVENTA EL SEDÁN ELÉCTRICO

Xiaomi sorprendió al mundo al presentar el SU7, un sedán eléctrico que combina ingeniería, diseño y tecnología con la misma filosofía con la que la marca ha creado sus dispositivos más exitosos. El resultado es un vehículo que se siente como un smartphone sobre ruedas: intuitivo, veloz, elegante y profundamente conectado.

Diseño aerodinámico y presencia futurista

Con una silueta fastback y un enfoque completamente aerodinámico, el SU7 destaca por su estilo deportivo y su eficiencia. Sus líneas limpias, faros estilizados y postura baja transmiten velocidad incluso cuando está detenido. Xiaomi buscó crear un diseño que compitiera de tú a tú con los sedanes premium, y lo logró.

Rendimiento de alto nivel

Dependiendo de la versión, el SU7 puede montar uno o dos motores eléctricos, alcanzando potencias que superan los 600 caballos. Las configuraciones más altas aceleran de 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos, situándolo en la categoría de los sedanes eléctricos de alto rendimiento. La velocidad máxima también sorprende, superando los 260 km/h en ciertos modelos.

Autonomía y carga ultra rápida

Xiaomi equipó al SU7 con baterías avanzadas que ofrecen autonomías que pueden llegar a superar los 800 km en ciertas versiones. Además, incorpora un sistema de carga rápida capaz de recuperar cientos de kilómetros en apenas minutos, convirtiéndolo en una solución real para quienes buscan energía, movilidad y eficiencia sin compromisos.

Un

interior 100% tecnológico

La cabina es un manifiesto de diseño digital:

- Pantalla central de gran formato - Panel de instrumentos completamente digital - Integración total con el ecosistema Xiaomi

El sistema operativo propio de la marca permite una experiencia fluida donde el vehículo, el smartphone y

el hogar inteligente se conectan de forma natural. Asistentes avanzados, navegación precisa y funciones de conducción asistida elevan la experiencia a un nuevo nivel.

Una nueva visión de ingeniería

El SU7 no es solo el primer auto de Xiaomi; es una declaración de intenciones. Representa una nueva era donde la tecnología de consumo, el diseño industrial y la ingeniería automotriz convergen para crear productos más inteligentes y eficientes.

Para lectores del mundo de la construcción y la arquitectura, el SU7 es un punto de encuentro entre dos universos: la arquitectura del diseño y la arquitectura de la movilidad. Un recordatorio de que las grandes ideas —sean edificios o vehículos— nacen de la misma esencia: funcionalidad, estética y visión.

VIAJES DE FIN DE AÑO

destinos con arquitectura impresionante

Cerrar el año viajando es más que un descanso: es una oportunidad para inspirarse. Y para quienes aman el diseño, la ciudad y los espacios que cuentan historias, hay destinos donde la arquitectura se convierte en la protagonista del viaje. Lugares que no solo se recorren… se sienten, se observan y se interpretan.

Tokio, Japón

Entre templos milenarios y rascacielos futuristas, Tokio es un diálogo permanente entre tradición y vanguardia. Desde el Tokyo International Forum de Rafael Viñoly hasta el minimalismo perfecto del Centro Omotesando de Tadao Ando, la ciudad es una lección viva de cómo la arquitectura puede coexistir con el caos y seguir siendo profundamente humana.

Dubái, Emiratos Árabes Unidos

El destino para quienes buscan lo extraordinario. El Burj Khalifa, el Museo del Futuro y Palm Jumeirah demuestran que la ingeniería puede desafiar límites y convertir lo imposible en experiencia. En diciembre, con un clima perfecto, la ciudad se vuelve un parque temático de innovación arquitectónica.

Ciudad de México, México

Sin salir del país, la CDMX ofrece un mundo entero de arquitectura: desde el brutalismo del UNAM Campus Central, hasta el Soumaya de Fernando Romero o la Casa Barragán, una obra maestra de color, luz y proporción. Es un destino ideal para escapadas cortas de fin de año.

Copenhague, Dinamarca

Capital global del diseño urbano. Sus bibliotecas, museos y espacios públicos son referencias mundiales de sostenibilidad, accesibilidad y belleza funcional. El edificio BLOX, el 8

House de Bjarke Ingels y sus barrios frente al agua muestran cómo la arquitectura puede hacer una ciudad más habitable y feliz.

Florencia, Italia

Para los amantes del arte y la historia, Florencia es una joya renacentista. La Cúpula de Brunelleschi, el Duomo, el Palazzo Vecchio y el Ponte Vecchio recuerdan que la arquitectura es un lenguaje que trasciende siglos.

Estos destinos comparten algo en común: son lugares donde cada edificio es un maestro, cada espacio una historia, y cada recorrido una oportunidad para volver a casa con ideas nuevas, perspectivas frescas y una inspiración que trasciende las vacaciones.

historia, origen y carácter para celebrar el cierre del 2025

Brindar en diciembre es un ritual que combina tradición, diseño y cultura. Y este 2025, el mundo del vino sigue sorprendiendo con etiquetas que destacan por su origen, técnica y carácter.

Los tintos de Burdeos continúan como referentes de elegancia, con mezclas estructuradas y taninos pulidos ideales para cenas especiales. España, con Rioja y Ribera del Duero, ofrece vino con personalidad: potentes, profundos y equilibrados gracias a su maduración en barrica.

Para quienes prefieren perfiles frescos, los blancos del Valle del Loira, Italia y

Nueva Zelanda entregan acidez vibrante, notas cítricas y perfiles minerales perfectos para climas templados o comidas ligeras. En Norteamérica, Napa Valley y México —especialmente Valle de Guadalupe y Querétaro— continúan consolidándose como regiones de prestigio internacional.

Y cuando la ocasión exige brillo, nada sustituye a un buen espumoso: desde los champagnes emblemáticos hasta propuestas brut nature más contemporáneas, una copa de burbujeante siempre eleva el ritual. Elegir un vino es elegir una historia. Y diciembre es el momento perfecto para celebrarlas.

EL CUATRO VECES HEROICO PUERTO DE VERACRUZ

Por:Dr. Ricardo Damián García Santillán

En la historia de México hay ciudades que no solo fueron escenarios de batalla, sino verdaderos símbolos de valor, dignidad y resistencia. Una de ellas es el Puerto de Veracruz, la puerta del país al mundo y, al mismo tiempo, su escudo ante la adversidad.

A lo largo de casi dos siglos, los veracruzanos defendieron su tierra en cuatro episodios que marcaron la historia nacional. Por ello, con toda justicia, se le conoce como “Cuatro Veces Heroico Puerto de Veracruz”.

A partir de aquí… historia pura.

Primera hazaña: la independencia total (1825)

Aunque México proclamó su independencia en 1821, la última bandera española seguía ondeando en el Fuerte de San Juan de Ulúa, frente a las costas de Veracruz. Durante cuatro años, aquel bastión colonial resistió el sitio mexicano.

El 18 de noviembre de 1825, las fuerzas nacionales lograron que los españoles capitularan definitivamente.

Ese día se selló la independencia total de México.

En reconocimiento a su heroísmo, el Congreso de la Nación otorgó a la ciudad el título de “Heroico Veracruz”, la primera distinción de su tipo en la historia del país.

Segunda defensa: la Guerra de los Pasteles (1838)

Apenas trece años después, el puerto volvió a ser escenario de una nueva agresión. Francia, bajo el reinado

de Luis Felipe de Orleans, exigía a México el pago de indemnizaciones absurdas, entre ellas, una reclamación de un pastelero galo, que dio nombre al conflicto: la “Guerra de los Pasteles”.

El 27 de noviembre de 1838, la flota francesa bombardeó el puerto. A pesar de los cañonazos, los veracruzanos resistieron con una valentía que asombró incluso al enemigo. Aunque la ocupación fue temporal, el coraje demostrado motivó a que el Congreso volviera a honrar al puerto con el título de “Dos Veces Heroico Veracruz”.

Tercera defensa: la invasión estadounidense (1847)

La historia repetiría su prueba en 1847, durante la intervención esta -

dounidense. Las tropas del general Winfield Scott desembarcaron con un poderoso ejército en las playas de Anton Lizardo.

Durante veinte días, el puerto soportó un bombardeo incesante por mar y tierra. Los habitantes, el ejército y la marina defendieron con determinación cada calle y cada muro, aun cuando la desventaja era abrumadora.

El valor demostrado por los veracruzanos llevó al Congreso a otorgar por tercera vez el título de heroica, consolidando su nombre como “Tres Veces Heroico Puerto de Veracruz”.

Cuarta epopeya: la defensa de 1914

La cuarta gesta se escribiría casi setenta años después, en plena Revo -

lución Mexicana. En abril de 1914, tropas de los Estados Unidos ocuparon Veracruz como represalia por el “Incidente de Tampico”.

El pueblo veracruzano y los cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar ofrecieron una defensa que quedó grabada en la historia. Jóvenes como José Azueta y Virgilio Uribe cayeron defendiendo su bandera, convirtiéndose en símbolos del patriotismo mexicano.

Por su sacrificio, el Congreso de la Unión decretó en 1948, durante el gobierno del presidente Miguel Alemán Valdés, que la ciudad y puerto llevarían oficialmente el título de “Cuatro Veces Heroico Veracruz”.

Más que un nombre: un legado de identidad nacional

El Puerto de Veracruz es un símbolo vivo de la historia mexicana. Su título de Cuatro Veces Heroico no solo honra las batallas que resistió, sino la grandeza moral de su pueblo.

Recordarlo es reafirmar que México se construye —ayer y hoy— con valor, memoria y educación.

Porque las olas del Golfo seguirán rompiendo contra el malecón, y con cada golpe recordarán al mundo que hay pueblos que no se rinden, porque nacieron para ser heroicos.

LOS GADGETS PREMIUM MÁS DESEADOS PARA

tecnología para disfrutar, crear y vivir mejor

La temporada navideña es el momento ideal para consentirte con tecnología que eleva tu rutina cotidiana. Este 2025, los gadgets premium han alcanzado un nuevo nivel en diseño, portabilidad y experiencia, convirtiéndose en piezas indispensables para quienes disfrutan de la innovación.

Los drones 8K vuelven a dominar

la escena: cámaras más luminosas, vuelo inteligente y la posibilidad de capturar planos cinematográficos en cualquier entorno. En el hogar, los proyectores 4K de tiro corto siguen robándose la atención: basta acercarlos a una pared para crear una sala de cine de gran formato, sin instalaciones complicadas.

En audio, los audífonos de gama alta

con cancelación adaptativa ofrecen una inmersión total tanto para viajes como para trabajar o disfrutar música con calidad de estudio. Y para quienes buscan productividad, las tablets ultrapotentes del 2025 —capaces de correr software de diseño, render ligero y edición profesional— se han

vuelto herramientas clave para arquitectos, creativos y profesionistas móviles.

La tecnología se ha convertido en un lujo funcional: objetos que no solo facilitan el día a día, sino que lo embellecen.

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