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¿CUÁL CANDIDATO PRESIDENCIAL TIENE LA MEJOR PROPUESTA ECCNÓMICA?

DOSSIER: ELECCIONES 2018

Por: Allison Benson y Andrés Trejos

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En días recientes, Allison Benson Estudiante de Ph.D. en desarrollo internacional del London School of Economics y Andrés Trejos, Estudiante de Ph.D. en economía del University College London publicaron un artículo en el diario El Espectador resultado de sus investigaciones sobre las propuestas económicas de los candidatos presidenciales.

El estudio comparado centra su análisis en cinco aspectos que consideraron especialmente relevantes por la coyuntura del país: (i) su capacidad de generar crecimiento económico efectivo (esto es, crecimiento que mejore la calidad de vida de la mayoría de colombianos), (ii) su posible efecto sobre la desigualdad en la distribución del ingreso, (iii) su naturaleza centralista o descentralizadora, (iv) su calidad y viabilidad en términos fiscales y (v) si son ambientalmente sostenibles.

Por la importancia de su análisis la Revista Pyme ha decidido replicar un fragmento, recogiendo especialmente lo relacionado con crecimiento económico y la política fiscal. El análisis concluye explicando cuáles propuestas están entre las mejores en un mayor número de aspectos, lo cual las hace, a juicio de los autores, las más convenientes para Colombia.

Antes de proceder con la comparación vale la pena mencionar que existen diferencias en el grado de desarrollo de las propuestas de los candidatos. Duque plantea 162 propuestas que enuncia en 13 páginas, mientras que De la Calle tiene 25 documentos de propuestas para diferentes sectores, y Vargas 22. Esto refleja un mayor esfuerzo por entender y abarcar todos los temas, y por hacerlo de una manera más elaborada. Existe también heterogeneidad en el nivel de especificidad de las propuestas. Las propuestas más concretas son las de Vargas, seguidas por las de Fajardo. Debemos aclarar que por concretas nos referimos a que explican con mayor claridad qué es exactamente lo que se hará. Esto no implica que sean las más acertadas.

Crecimiento económico

El crecimiento sostenido depende en buena medida de que aumente la productividad de las empresas y unidades productivas agropecuarias. Dicha productividad depende, a su vez, de factores externos a la empresa (como la calidad de la infraestructura, los costos energéticos y la pertinencia del capital humano) e internos de la misma (como la calidad organizacional y la capacidad de tomar decisiones adecuadas de inversión). En general, los candidatos ofrecen soluciones similares orientadas a mejorar los factores externos. Todos, menos Petro, identifican como fundamental el problema del exceso de normas y requisitos que afecta a los productores colombianos, y ofrecen soluciones relativamente similares (que consisten fundamentalmente en eliminar y simplificar trámites). Fajardo, Vargas y Duque prometen dotar a los trabajadores de destrezas y habilidades relevantes para el sector productivo, aunque Duque no explica cómo lo haría. Todos los candidatos proponen reducir la carga fiscal de las empresas, y la mayoría de ellos proponen cobrar menos impuestos a las empresas pequeñas. En materia de infraestructura encontramos diferencias más notorias, pues Vargas y De la Calle presentan propuestas más completas que los demás candidatos. Por otra parte, solo De la Calle promete medidas concretas y acertadas para hacer más competitivos los mercados colombianos.

En cuanto a las propuestas para mejorar las condiciones internas de las empresas, consideramos que unas son más convenientes que otras. Específicamente, encontramos que Fajardo y Vargas presentan propuestas más detalladas y acertadas en materia de innovación, emprendimiento, admisibilidad de los productos colombianos en el exterior, acompañamiento técnico para exportar y transferencia de conocimiento y tecnología.

Una necesidad urgente en Colombia es diversificar el aparato productivo. Priorizar sectores no es necesariamente malo. Existen historias exitosas de procesos de transformación productiva hacia sectores en los que los países no tenían una vocación productiva evidente pero que contaron con voluntad política de manera sostenida. Sin embargo, la escogencia de este tipo de sectores debe necesariamente ir acompañada de un proceso más acotado en el cual se identifiquen y aprovechen las vocaciones productivas específicas de cada región (que son muy diferentes unas de otras). Eso nos permitirá focalizar los esfuerzos en cada departamento en aquellos sectores específicos en los que objetivamente tenemos una ventaja respecto al resto del mundo, y contribuirá a cerrar las brechas sociales entre el centro y la periferia. En esta materia las propuestas de Fajardo y Vargas son las más convenientes, pues son las únicas que reconocen la heterogeneidad regional y que establecen explícitamente que seguirán adelante en el proceso necesario para aprovechar el potencial económico específico y único de cada territorio.

Sostenibilidad fiscal

La situación fiscal actual de Colombia es delicada. Se espera que los ingresos de la Nación crezcan poco en los próximos años, pues la economía se recuperará lentamente del choque sufrido en el pasado reciente. Por otro lado, existe una regla fiscal que limita la medida en que el gasto puede exceder los ingresos y, adicionalmente, los rubros que son inflexibles (es decir, que no pueden ser eliminados) representan cerca del 80 % del gasto total de la Nación. En estas circunstancias, ejecutar programas nuevos de costo alto o incluso medio es un reto. Los ingresos de los próximos años apenas le permitirán al gobierno entrante mantener los programas actuales, y en ese escenario la pregunta obvia que debería hacerse cualquier colombiano es cómo pagarán los candidatos las propuestas que presentan. Existen tres posibles respuestas a esa pregunta: (i) aumentando los ingresos, (ii) eliminando alguno de los programas actuales que pertenecen al 20 % flexible o (iii) cambiando la regla fiscal para gastar más. Esta última alternativa daría lugar a un problema en el futuro cercano, y es que casi seguramente obligaría a la Nación pagar tasas de interés mayores por la deuda (pues, igual que ocurre con las personas, los países más endeudados tienden a pagar tasas mayores por la deuda nueva). Dado que mantener abierta la puerta a endeudamiento barato debe ser una prioridad de cualquier gobierno, consideramos esta alternativa la menos deseable. Por esa razón ha sido descartada por Vargas, Petro y Fajardo, quienes han manifestado que respetarán la regla fiscal. Desafortunadamente De la Calle y Duque han anunciado que la modificarán, el primero porque restringe en exceso el endeudamiento y el segundo porque no es suficientemente contracíclica. Como explicamos en nuestros escritos anteriores, ambos juicios son incorrectos.

Pasando a la alternativa (ii), encontramos que varios candidatos presentan propuestas encaminadas a reducir gastos actuales. Algunas propuestas son muy vagas y etéreas, como las de Iván Duque, quien promete reemplazar gasto por inversión y reducir gastos en publicidad. Ese mismo candidato propone la creación de un estatuto de subsidios, pero no explica con claridad su alcance. En contraste, De la Calle propone racionalizar los subsidios y presenta una propuesta concreta para lograrlo.

(…) En resumen, dos candidatos proponen desacertadamente cambiar la regla fiscal para gastar más, y todos proponen disminuir algunos gastos ineficientes, pero ninguno explica de cuántos recursos dispondría como consecuencia de ello. Finalmente, todos esperan recaudar más, pero casi ninguno explica cuánto más. En estas circunstancias nos resulta imposible saber si los candidatos podrán pagar sus propuestas o no. Sin embargo, sí podemos decir qué propuestas tienen una mayor probabilidad de ser pagadas. Duque, Vargas y De la Calle prometen nuevas exenciones, y De la Calle promete revisar la posibilidad de revivir las exenciones para las empresas que inviertan en infraestructura hotelera. Estas medidas erosionarían los ingresos de la Nación. Duque propone varias exenciones y subsidios más, incluyendo incentivos tributarios para la inversión en el sector agropecuario. En ese mismo sentido, Vargas promete que mantendrá en 10 % por 30 años la tarifa de impuesto de renta para las empresas del sector agropecuario que hagan nuevas inversiones. Independientemente de cuánto esperen los candidatos que aumente el recaudo en los próximos años, podemos afirmar que las características anteriores hacen las propuestas de estos tres candidatos menos factibles en términos fiscales. El caso de Vargas es el más crítico, pues este candidato propone reducir varios impuestos más sin aumentar ningún otro. Eso le costaría, según él mismo, cerca de 15 billones por año. En cuanto a aumentos tributarios, De la Calle, Petro y Fajardo proponen acertadamente reducir la renta de las empresas y unidades productoras agropecuarias, y aumentar la renta efectiva que pagan las personas naturales de mayores ingresos.

Todos los candidatos presentan propuestas de gasto de alto costo, y solo uno de ellos (Fajardo) menciona cuánto podrían costar algunas de ellas. Para empezar, Fajardo promete aumentar el presupuesto en educación en cerca de 4 billones por año y pagar un catastro multipropósito para todo el país. Ambas inversiones son convenientes y, contrario a las exenciones, benefician a la gran mayoría de la población.

En vista de todo lo anterior, debemos concluir que la mejor propuesta en materia fiscal es la de Fajardo, quien afirma que “cualquier disminución de impuestos tiene que ser debidamente compensada, es lo responsable”. En su propuesta cumple a cabalidad con este principio, pues no promete exenciones y afirma que reducirá la tarifa de renta de las empresas solo en la medida en que el recaudo aumente como consecuencia del incremento de la tarifa efectiva que pagan las personas con mayores ingresos. Adicionalmente, propone solo dos medidas de alto costo fiscal, y ambas beneficiarán ampliamente a toda la población del país y tendrán una alta rentabilidad social. Finalmente, en un ejemplo de compromiso con las normas que ya encontraría establecidas al posesionarse, promete que respetaría la regla fiscal.

Conclusión

La propuesta que aparece más veces entre las mejores en las dimensiones que discutimos es la de Fajardo. Así, bajo nuestro criterio, es la más conveniente para Colombia. Dicha propuesta está entre las mejores en materia de crecimiento, desigualdad, sostenibilidad fiscal y sostenibilidad ambiental. En orden de conveniencia seguirían después las propuestas de Vargas y De la Calle, que aparecen dos veces entre las mejores. Más específicamente, Vargas presenta la que, a nuestro juicio, es la mejor propuesta en materia de descentralización, y una de las mejores propuestas en materia de crecimiento. Por su parte, De la Calle presenta una de las mejores propuestas en desigualdad y de sostenibilidad ambiental. Llama profundamente la atención que los dos candidatos con mayor intención de voto en las últimas encuestas presenten las propuestas menos convenientes. Interpretamos este hecho como una señal del amplio espacio que aún existe para enriquecer el debate de argumentos en el país.

* Fragmento del artículo publicado por El Espectador el 22 de abril de 2018

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