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El 27 de junio se celebró el Día Mundial de la Mipyme

Día mundial de la Mipyme

Convocado por Acopi Bogotá-Cundinamarca, Onudi, CCB, ProPaís y MinCIT

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Con franco conversatorio empresarios y gobierno intercambiaron opiniones

La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas –ONU- declaró el 27 de junio como el Día Mundial de la micro, pequeña y mediana empresa –mipyme-, con el objeto de reconocer el papel que éstas juegan en la economía global. El ente intergubernamental invitó a sus Estados miembros a unirse a la celebración, promoviendo espacios que propicien el diálogo entre el sector público y el privado, para generar políticas que incentiven la creación y fortalecimiento de las mipyme.

En consonancia con estos planteamientos, Acopi Bogotá-Cundinamarca consideró importante liderar el proceso para que en Bogotá se realizara la primera celebración y estableció contacto con la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial –Onudi-, con quienes se acordó invitar a otras entidades de primer orden nacional y distrital, a fin de darle al evento la altura y prestancia del caso.

Fue así como se vincularon varias entidades designando los funcionarios que integraron el comité organizador: Johannes Dobinger, Eduardo Salas y Francisco González, de la Onudi; Roberta Chirumbolo, de la Cámara de Comercio de Bogotá; Elis Ustate, del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo; Diana Samper y Yenny Rico, de ProPaís; y Francisco Montoya, Alejandra Osorio y Carlo Martínez, de Acopi Bogotá.

Después de varias reuniones de trabajo en equipo para diseñar, organizar y convocar el evento, el comité acordó llevar a cabo un conversatorio que denominó “El verdadero poder del desarrollo”, que creara un ambiente de discusión sana y constructiva sobre la situación de las mipyme, que generan cerca del 80% del empleo del país. Con tal enfoque, los panelistas fueron invitados para dar a conocer los diferentes puntos de vista sobre el tema, especialmente sobre el sector manufacturero, que ha sido el más afectado por medidas económicas gubernamentales.

Los organizadores acogieron la fecha declarada por la ONU para realizar el evento, que tuvo lugar en el auditorio principal de la sede Salitre de la Cámara de Comercio de Bogotá y contó con asistencia de más de 110 personas, entre funcionarios, ciudadanos y empresarios afiliados y no afiliados. Durante medio día, y a través de dos paneles, con un franco conversatorio empresarios y gobierno intercambiaron opiniones.

En el panel “Antecedentes, contexto y perspectivas de las mipyme en América Latina”, que fue moderado por Eduardo Salas de Onudi, participaron Sandra Acero, Directora de pyme del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo; María Lucia Castrillón, de ProPaís; María Isabel Agudelo, Vicepresidente de Fortalecimiento Empresarial de la Cámara de Comercio de Bogotá; Rosmery Quintero, Presidente Nacional de Acopi; y Alfredo Castellanos, Presidente de Acopi Bogotá–Cundinamarca.

¿Cómo ha sido la inserción de la mipyme en la economía global? y ¿cuál es el costo país al que se enfrentan en relación con las grandes empresas? fueron los interrogantes sobre los que se pronunciaron los panelistas. Al respecto Sandra Acero, afirmó que “se necesita trabajar en productividad y que para eso se diseñó (MinCIT) la Política de Desarrollo Productivo y al interior de las empresas se deben mejorar procesos, no sólo

en ventas sino en otros aspectos”. Por su parte, Alfredo Castellanos dijo que “aunque programas como Compra Colombiano que impulsa Propaís son necesarios y pueden ayudar, es fundamental que el gobierno cumpla con su compromiso de desarrollar la tan atrasada agenda de productividad prometida cuando se firmaron los TLC”.

La Presidente Nacional de Acopi, Rosmery Quintero, afirmó que “la normatividad que más afecta a las pymes son la fiscal y la laboral: de cada $100 que generan, $70 se van en normatividad” y agregó “un empresario pone en riesgo su propio patrimonio y eso es prueba de su compromiso con los empleados y de manera general con el país”. También propuso que se realice una evaluación anual desde el Consejo Superior de las mipyme sobre los avances concretos de las políticas, proyectos y programas que se creen en beneficio de este sector del empresariado. Y que los próximos años el Día Mundial de la Mipyme se celebre en el marco del Congreso Nacional de la pyme.

Por su parte, María Lucía Castrillón, Gerente de Propaís, recalcó la importancia de “incentivar el mercado nacional, para que sirva como escuela a los empresarios que luego quieran exportar”, partiendo del fortalecimiento de las empresas y su productividad, así como de generar alianzas estratégicas que permitan atraer empresas tractoras al país y que las mipyme colombianas puedan insertarse en las cadenas globales de valor. Sobre el nombrado Costo País, hizo énfasis en que la corrupción es otro de los factores que afectan la productividad y competitividad de las micro, pequeñas y medianas empresas colombianas.

Otra voz que respaldó la creación de la Política de Desarrollo Productivo fue la de María Isabel Agudelo, Vicepresidente de Fortalecimiento Empresarial de la Cámara de Comercio de Bogotá, quien rescató esta iniciativa, ya que “el país se concentró en el comercio exterior, con la entrada de los TLC, pero se olvidó del fortalecimiento del desarrollo productivo”, aspectos que ésta entidad promueve mediante el emprendimiento y el fortalecimiento empresarial, preparando a la mipyme para el comercio exterior.

Al final de las intervenciones, en la sesión de las preguntas, fue notoria la alta participación de los empresarios, quienes indagaron si en vista de que los TLC vienen perjudicando la producción nacional y el empleo de los colombianos, el gobierno tendría el propósito de renegociarlos. La funcionaria del Min CIT, respondió negativamente. Otros, del sector de las confecciones, llamaron la atención por la falta de coordinación interinstitucional entre las diferentes entidades del Estado. También se manifestó que la excesiva normatividad está afectando la productividad de los empresarios, al tener que destinar más personas y tiempo para diligenciar formatos y presentar reportes al Estado. Por último, se quejaron de lo que consideraron una actitud arrogante del gobierno por negarse a escuchar el clamor de los empresarios para que se proteja la industria nacional. El segundo panel “Realidad de la mipyme en Colombia: Costo País y Competitividad”, fue moderado por el analista económico Aurelio Suárez, y se enfocó en resaltar aspectos del costo país desde la experiencia de empresarios de diferentes sectores productivos.

Al comentar que el acelerado proceso de desindustrialización del país causado por la apertura económica hacia adentro, y la proliferación de Tratados de Libre Comercio firmados por el Gobierno, han generado pérdida constante de puestos de trabajo, Francisco Montoya, miembro de la Junta Directiva de Acopi Bogotá y empresario de autopartes con más de 1.500 empleados en su mayoría mujeres, dijo que “el país debe defender la producción nacional”, y dijo que es “incomprensible que se hayan reducido los aranceles, inclusive por debajo de lo negociado en los TLC, para productos que el país produce, beneficiando además a países con los que no se ha firmado acuerdo”.

Por su parte Ramiro Rueda, miembro de la Asociación de Ingenieros Eléctricos de Colombia, en una bien argumentada exposición técnica, habló sobre lo que llamó el abuso que se viene cometiendo a través de las altas tarifas de energía eléctrica que se cobran en Colombia. Al explicar el modelo tarifario demostró que algunos de sus componentes como el rubro de la infraestructura, se sigue cobrando una vez ha sido amortizada su depreciación. Se refirió a las llamadas “pérdidas negras” asegurando que su costo, sin razón, es transferido al usuario. Por último afirmó que “es necesario que las normas se modifiquen para que las mipyme tengan acceso al mercado no regulado y así pagar tarifas competitivas”.

El planteamiento de Gilberto Olarte, propietario y gerente de la empresa de productos de expresión social, Pelanas que emplea más de 250 mujeres cabeza de familia, enfatizó en la existencia de “un entorno normativo complejo, cambiante, costoso e inequitativo” para las empresas, aclarando que aunque las normas son necesarias, existen en exceso y tienden a cambiar constantemente. Dijo que las multas y sanciones que los empresarios reciben por no poderse adaptar a la normatividad, los obliga a trasladar esos costos a sus productos, haciéndoles perder competitividad en precio. Ante dicha problemática, propuso que se debía simplificar la normatividad y adaptarla a las mipymes. “¿Cómo ser un empresario exitoso?”, fue la pregunta sobre la que giró el conversatorio con el que concluyó el segundo panel, con participación de dos empresarios más.

La empresaria Beatriz Novoa, Gerente y socia de Novalfarm, empresa productora de fármacos humanos y veterinarios con más de 200 empleados, respondió que tener éxitos en el mundo empresarial en estos momentos era bastante complicado, ya que “las empresas que generan alto valor agregado, empleo formal, y desarrollos tecnológicos, cada vez tienen más trámites para poder seguir produciendo y exportando, ante lo que no hay que quedarse quietos, y se debe seguir innovando y diversificando los productos”. Se quejó de la “paquidermia de las entidades estatales como el ICA y el INVIMA, que toman mucho tiempo y ponen muchas trabas a la hora de expedir las licencias, mientras que a las multinacionales no se les da el mismo tratamiento”.

Finalmente, el empresario Roberto Bernal, propietario y gerente de la empresa Tratar que realiza tratamientos térmicos, termoquímicos, y otros tipos de ingeniería avanzada para materiales, dijo que Colombia debe emular procesos y procedimientos tecnológicos probados y aplicados en otras latitudes, y que “aunque se ha aplicado el desarrollo productivo al interior de las empresas, tener éxitos en la creación y sostenibilidad de empresas es difícil, ya que el ambiente macroeconómico del país no es propicio para producir ni para competir, porque hace falta apoyo del gobierno para impulsar la producción manufacturera”. Aseguró además que “el país necesita una política que se ajuste a las necesidades de los empresarios, y eso puede iniciar con la creación del Ministerio de Desarrollo Industrial para que desarrolle y proteja la industria nacional”, afirmación que generó ovación del auditorio.

Una vez finalizados los dos paneles, el presidente de Acopi Bogotá-Cundinamarca, Alfredo Castellanos, dio lectura al resumen de conclusiones, que se publican en el recuadro.

Principales conclusiones del primer Día Mundial de la MIPyME

El ambiente macroeconómico no es competitivo en vista de la ausencia de política industrial, por lo que se sugiere crear un Ministerio de pequeña y mediana industria o de desarrollo industrial.

Controlar la reducción de aranceles con países con los que no hay TLC, ya que perjudica la producción nacional.

Es necesario solicitarle al Congreso de la República que se cree y conforme la Comisión o Comité pro mipyme, para proponer e impulsar normas que promuevan el desarrollo del sector. El Gobierno coadyuvar en esta gestión.

El Gobierno debe intervenir para impedir el abuso del sector financiero, que cobra altas tasas de interés; y para que faciliten el acceso de la mipyme al crédito.

El impuesto de renta debe ser diferencial para la mipyme, de acuerdo con el monto de las utilidades, y también debe existir un incentivo a la generación de valor agregado.

El contrabando aumenta la competencia desleal y pone en desventaja el producto colombiano. Las medidas existentes que ha implementado el Gobierno Nacional aún no son suficientes, hay que reforzarlas.

La evasión del IVA pone en desventaja al empresario formal, por lo que se debe fomentar la formalización de las empresas y de los empleos.

El entorno normativo es complejo, cambiante, costoso e inequitativo, y genera pérdida de competitividad al país.

Del 98% de las mipymes que tienen tarifa regulada de energía, el 80% no pueden negociar esa tarifa en el mercado no regulado. El Gobierno debe corregir la normatividad de la energía eléctrica para eliminar los sobrecostos y los cobros injustificados del modelo tarifario.

Los trámites y permisos que requieren las mipymes para funcionar son demasiado demorados, mientras que hay un trato preferencial con empresas multinacionales.

El programa Compra Colombiano es importante para crear conciencia y fortalecer el mercado interno, aunque no es la única meidad que se debe implementar.

La Política de Desarrollo Productivo es importante pero el Gobierno debe corregir los factores que generan un alto costo país, impulsando también una Política específica de Desarrollo Industrial. Es necesario reforzar los canales de comunicación entre Gobierno, gremios y empresarios para difundir programas, análisis y problemáticas que afectan a la pyme.

Hay desarticulación entre las entidades públicas y privadas que tienen relación con la pyme, pues en ocasiones sus políticas y programas no son consistentes en entre sí.

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