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¿Qué lleva a un páis que no tiene mineral de hierro a ser el mejor productor de acero del mundo?
Empresario Destacado
Francisco Montoya Gerente del Grupo Empresarial Ciemel Ltda.
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Como en cada edición, la Revista Producción y Mundo Empresarial – PyME – busca destacar la experiencia de los industriales colombianos y sus valerosos esfuerzos por consolidar sus proyectos económicos. En esta ocasión nuestro empresario destacado es Francisco Montoya, Gerente del grupo empresarial Ciemel Ltda. Ciemel & Cia SCA, reconocido por su amplia experiencia y trayectoria, quien ha logrado consolidar un portafolio general de inversiones representado en los sectores automotriz, agroindustrial, construcción, minero, inmobiliario, servicios financieros, contables y jurídicos. Las empresas que conforman Ciemel son 4 filiales: Corporación Ciemel, Bosques de Canoas, Mincal y Productos Concretos, y 5 asociadas: Yazaki Ciemel, Arneses y Gomas, Helechos de Cuero, Gamtec y Experiencia Verde.
Revista PyME: Para comenzar, cuéntenos un poco sobre su experiencia empresarial ¿Cuáles son los pilares que han marcado la pauta en su trayectoria?
Francisco Montoya (FM): Lo más importante de hacer empresa es la construcción de un ámbito seguro para nosotros, ya que como personas tenemos que desarrollarnos y encontrar un espacio en el que podamos progresar, porque si no encontramos esos sitios ¿cómo vamos a ayudar a el resto de la sociedad como individuos, familia o empresarios? He tenido la fortuna de venir de gente de empresa, una familia de empresarios, que desarrollaron distintas actividades. Desde mi tatarabuelo, hasta mi papá, incluyéndome a mí. A unos les fue bien, a otros regular y a otros mal, pero todos se metieron a hacer empresa e industria en el país.
Colombia no ha definido su vocación, estamos en un mundo mediocre, tenemos un ambiente en el que tenemos cosas y a la vez no: una población mediana, una ubicación buena pero no tan buena, vecinos difíciles, diferentes cosas que nos hacen importantes, pero no tan importantes. Estamos en un mundo medio.

Nos hemos definido o nos han tratado de decir que Colombia progresa a través de la agricultura, que somos un país que puede ser la despensa del mundo, y sin duda el país tiene una gran importancia en la agricultura, especialmente por los pisos términos; pero también tiene muchos retos, entre ellos el manejo de la agricultura tropical. Por ejemplo, la ubicación del país implica retos superiores con respecto a los países que tienen estaciones, que cosechan en una época, recogen en otra, y cuando llegan las heladas se congelan los pisos eliminando las bacterias y haciendo que las condiciones sean estables, mientras que acá el calor multiplica la bacteria. Ese tipo de situaciones nos pone en unos retos más grandes que los que tienen ellos desde el punto de vista técnico.
Colombia tiene la gran virtud de estar ubicada sobre las tres cordilleras, permitiéndonos y obligándonos a manejar las aguas, porque además tenemos una cuenca hidrográfica enorme. Nacen ríos por todos lados y cuando llueve, el agua se desliza por las montañas y se
nos inunda el país, entonces hay que buscar la forma de represar el agua, que al ser controlarla presenta la oportunidad de oro: la generación de energía limpia. Eso hace a Colombia un país que genera un 75% de su energía renovable, poniéndolo en la punta de la ecología en cuanto a la manufactura, porque ésta es posible con energía renovable.
En Europa están tratando de sustituir sus energías no renovables que vienen de la energía nuclear, del gas o del carbón, y eso nos permite establecernos y definir nuestra vocación como país hacia la generación de manufactura industrial limpia. Se podrán fabricar telas, vehículos, partes de vehículos, con energía limpia. Eso nos permitiría ser proveedores mundiales por nuestra ubicación geográfica y aprovechar los Tratados de Libre Comercio que se han firmado. Colombia puede ser un país industrial, agrícola, turístico y puede desarrollar servicios y tecnología desde muchos ámbitos.
PyME: tenemos entendido que Ciemel es un grupo empresarial, como una empresa de empresas. Cuéntenos un poco sobre algunas de las empresas que componen el grupo empresarial Ciemel y a qué se dedica cada una de ellas.

(FM): Como empresario hay que navegar en mundos difíciles, y nosotros hemos navegado durante 40 años de experiencia empresarial en un ambiente cambiante. Colombia como país no ha tenido un derrotero claro con respecto a lo que quiere y debe ser. Como empresarios nos ha tocado crear empresas que se desarrollan en la medida que cada tema lo permite, pero llegan a su límite y empieza la incertidumbre. Por ejemplo, la industria automotriz ¿va a existir o no?, y en nuestro caso, fundamos una empresa de este sector en el año 1968 y esa empresa ha desarrollado partes para la industria, pero hoy no sabemos si la industria va a seguir, y por eso nos ha tocado migrar a otro tipo de negocios, a aprender de otras cosas.
Ahí empezamos con la parte agrícola en la que tenemos operaciones en Costa Rica y en Colombia. Esta experiencia nos ha enseñado que es mejor fabricar productos suntuarios a productos primarios, es mejor producir follajes o flores que producir comida, que es una cosa un poco curiosa. Uno pensaría que la producción de comida nos permite competir con otros porque el mercado es muy amplio, todas las personas tienen que comer, sin embargo ¿podrán comer cereal, fruta o carne?, y el producto que uno vende cuando llega al mercado, si éste no es muy amplio, se rebaja el precio considerablemente. El negocio es muy complejo.
Por eso escogimos un negocio más suntuario: hacemos follajes que complementan a la flor, y que son la competencia de las joyas y los chocolates. Desde Costa Rica exportamos hacia Europa los follajes y se complementan con flores que se exportan desde Colombia. Las flores colombianas con los follajes costarricenses.
Experiencia Verde es el brazo comercial de los viveros de árboles nativos para sembrar bosques y jardines en la ciudad, tenemos no solo árboles sino distintas plantas de varios tamaños. Lo que hacemos es tener una red de proveedores que desde Soacha nos permite aprovechar los pisos térmicos de la vía del Salto del Tequendama, que están muy cerca de la ciudad. También hacemos agricultura urbana, que por medio de cajas hidropónicas permite que cualquier persona pueda sembrar sus propias plantas.

Revista PyME: ¿Cuál es el principal elemento que dificulta el desarrollo de las pymes en Colombia, especialmente aquellas dedicadas a la manufactura?
(FM): En Colombia no tenemos claridad de lo que queremos como país, eso se manifiesta en el cambio de la normatividad. Cada gobierno tiene maneras distintas de hacer las cosas, y esa volatilidad nos hace muy frágiles como empresarios porque toca estar de un negocio en otro. No hay claridad ni estabilidad legal. Eso es en parte porque no existe una política de producción en el país, si el Estado tuviera claro que se necesitan condiciones fundamentales para que las empresas se desarrollen, los distintos gobiernos podrían modificar, mejorar y replantear todo dentro de una misma política.
Yo viví en Japón, un país que no tenía clara su ventaja competitiva, la teoría que dice que cada uno debe hacerse fuerte en aquello que es mejor, pero ellos están mal ubicados, tienen una isla, no tenían materiales, estaban retrasados, y resulta que tomaron la determinación de querer ser industriales. Y de tener las herraduras de madera, pasaron a ser los mejores productores de aceros especiales en el mundo. Japón no produce hierro, pero es uno de los principales exportadores de acero del mundo y de los mejores en aceros especiales. ¿Que lleva a un país que no tiene mineral de hierro a ser el mejor productor de acero del mundo? no más que una decisión, y Colombia no ha tenido eso como país. Los gobiernos japoneses han continuado siempre con esa política; Colombia, por el contrario, siempre ha tenido políticas diversas y no somos de un actuar consistente, somos como de moda.
Revista PYME: Los Tratados de Libre Comercio –TLC- se crearon bajo la premisa de abrir la economía colombiana a nuevos mercados, eso significaría aumentar el comercio. Desde su experiencia ¿qué balance se puede hacer sobre estos acuerdos comerciales?
(FM): Los TLC que ha negociado Colombia probablemente tienen en su fundamento una buena intención, y es perfectamente natural que una economía tienda a integrarse, primero con sus vecinos y luego con zonas más lejanas. Colombia se integró en el Pacto Andino y funcionó hasta que se acabó durante el gobierno de Álvaro Uribe, cuando Venezuela, por distintas circunstancias, decide salirse y rompió el Pacto Andino. Eso para nosotros fue devastador, perdimos el mercado venezolano, no solo las ventas que nosotros hacíamos a los productos que se exportaban a Venezuela, sino también la venta de nuestros productos allá, el impacto fue casi del 70%.
Posteriormente se hicieron los demás TLC, primero con Estados Unidos, más adelante con la Unión Europea y otros, y al verlos claramente, Colombia no los puede aprovechar. Tenemos condiciones internas difíciles, nosotros estamos compitiendo con naciones más efectivas en sus costos y pretendemos competir con esas naciones, sin hacer el trabajo previo que se requiere. Competir con empresas de Asia, que tienen costos favorables en electricidad, mano de obra, infraestructura estatal, contra la nuestra que es frágil, con puertos débiles, falta de educación, es imponernos una carrera compleja, como correr los 100 metros planos contra Usain Bolt, pero nosotros con grilletes. Las empresas extranjeras tienen condiciones vitales más amables que las nuestras que no lo son y los TLC por naturaleza con cambia esas condiciones ni las hacen más amables.

Para implementar los TLC teníamos que hacer mucho más y hacerlo de manera gradual en los procesos de incorporación. Por otro lado, se están presentando casos de no cumplimiento por parte de los países con los que tenemos TLC. Por ejemplo, Brasil impone una tarifa para fomentar su industria nacional, pero los productos de allá hacia acá no son gravados. No tenemos garantía para aprovecharlos en ese sentido.
Las condiciones que tenía Colombia no eran las mejores y no han mejorado, firmamos con expectativas que no se han cumplido en realidad, pero los TLC sí se volvieron realidad; esos tratados nos han quitado mercado, y los países con los que firmamos no cumplen las condiciones. Y frente a estos sucesos ¿cuál es la visión? Colombia debe plantearse el método de la industria: planear, hacer, verificar y evaluar. No ha habido en ningún caso ninguna evaluación sobre los TLC.
Con respecto a las compañías, los TLC las han beneficiado porque el costo de las materias primas ha bajado, y tal vez para el consumidor, en el corto plazo, puede tener un impacto positivo desde el punto de vista inflacionario, pero en el largo plazo, si se desaparecen los productores del país por la competencia tan brutal que tienen con las empresas extranjeras, vamos a tener un impacto inflacionario infinito, como el caso de Venezuela que tiene dependencia del 96% del petróleo, y cuando sube la inflación por la escalera, la devaluación sube por el ascensor. Nosotros estamos en ese camino.
Por último, tenemos un jugador muy peligroso que es la China, porque es un productor de mercancías muy baratas y a pesar de no tener TLC con ellos, son muy competitivos. Antes entraban al país con unos aranceles y eran competitivos, y el Estado Colombiano decidió rebajar los aranceles a esos productos en niveles inferiores a los que se tienen con países con los que hay acuerdo. ¿Para qué se hicieron Tratados de Libre Comercio?
PYME: Mensaje final para los empresarios de la región.
(FM): Desde hace 3 años hago parte de Acopi Bogotá-Cundinamarca, y a través de esa experiencia he aprendido una gran cantidad de cosas, lo primero es conocer a las personas con las que trato, me han enseñado muchas cosas. A través de sus experiencias, y de otras industrias, aprendo yo.