Ing Agr MSc Rodolfo C. Gil, Dirección Técnica General, INTA Castelar
Ing. Agr. Andrea V. García, GTD La Redención 2011
Ing. Agr. Marcos Rodrigué, GTD La Redención 2010
RESUMEN GENERAL
La región pampeana de Argentina cuenta con más de 10 millones de has. clasificadas como suelos sódicos y la problemática de la producción sobre suelos halomórficos resulta de interés regional y local. Cerca de un 35% de la superficie total de “La Redención”, Inriville, Córdoba, presenta suelos con limitaciones a la profundidad de raíces por presencia de sodio a profundidades de 30-60cm (costa del Río Carcarañá). Los rendimientos de los principales cultivos de grano presentan una marcada variabilidad interanual sobre estos ambientes, y los rendimientos resultan en general entre un 30 y 50% menores que los de ambientes de mayor aptitud del establecimiento. Durante el período 2010-2012 se llevó a cabo un Proyecto de Investigación y Desarrollo en el marco del Sistema Chacras AAPRESID con la finalidad de desarrollar estrategias específicas de planificación y manejo integral de suelos y cultivos que permitan incrementar y estabilizar la productividad agrícola en estos ambientes sódicos. Las actividades se iniciaron con un trabajo de caracterización ambiental y diagnóstico (Capítulo 1). A partir de la recopilación de información edafo-climática existente, mapas de rendimiento y de NDVI, y muestreos de campo, se diferenciaron y seleccionaron ambientes (z1, z2, z3) en los lotes sódicos de clase IIIes a VIes. La combinación de las características climáticas y edáficas de estos ambientes hace que en las zonas más limitantes se observe una “ventana” de elevado riesgo por estrés hídrico para los cultivos que se encuentra entre el 20 de noviembre y 15 de febrero. Son suelos altamente dependientes de la oferta de lluvia más que del agua almacenada.
Con el fin de evaluar la adaptación a estos ambientes de secuencias de cultivos de distinta intensidad y participación de gramíneas, se llevó a cabo un ensayo a escala de producción durante 2 campañas (2010 a 2012, Capítulo 2) que incluyó: trigo/soja 2ª (To); Soja 1ª-Sorgo 1ª ; Soja 1ª-Trigo/sorgo 2ª ; Maíz 1ª - Soja 1ª ; y Trigo/Maíz 2ª - Soja 1ª. Se evaluaron: la producción de granos y de rastrojos, aportes estimados de Carbono, eficiencia en el uso del agua, y finalmente la rentabilidad. En ambas campañas, los rendimientos de los cultivos resultaron superiores ubicando el periodo crítico más allá de la segunda quincena de enero. Los cultivos de 2ª y en especial los cultivos de 1ª de siembra tardía resultaron los de mayor rendimiento. El aporte promedio fue de 8400 kg/ha de MS de rastrojo, y sólo las secuencias de mayor intensidad de cultivos (como trigo/soja 2ª de I = 2) y en especial las secuencias de alta intensidad e inclusión de sorgo (soja – trigo/sorgo 2ª, de I = 1.5 ) consiguieron equiparar las pérdidas estimadas de C anuales para estos ambientes. El consumo de agua de los cultivos representó entre un 50 y 65% de los requerimientos hídricos potenciales, afectando en mayor medida a los cultivos de 1ª de siembra temprana. Una mayor intensidad de cultivos permitió una mayor “captura” del agua ofertada, mientras que una mayor inclusión de maíz permitió una mayor eficiencia de conversión a grano. El margen bruto de las distintas secuencias resultó elevado y superó los márgenes de soja de 1ª sobre estos ambientes. La mayor rentabilidad se obtuvo con la secuencia de mayor intensidad de cultivos (trigo/soja 2ª). Para evaluar la adaptación de distintas secuencias de cultivos en estos ambientes sería conveniente repetir las secuencias en años de disponibilidad hídrica contrastante. Por otro lado, los efectos sobre las propiedades físico-químicas del suelo requieren de estudios de mayor duración. Es necesario también continuar desarrollando otras alternativas de alta intensidad e inclusión de maíz o sorgo como cultivos de 2ª o de siembra tardía (contemplando la posibilidad de incluir cultivos de cobertura y otras alternativas como legumbres invernales de cosecha más temprana que el trigo), de modo de maximizar la producción de rastrojo, EUA y márgenes sobre estos ambientes.
Con el fin de evaluar a corto/mediano plazo el efecto de la aplicación de yeso como enmienda (Capítulo 3) sobre el rendimiento de cultivos de maíz, soja y sorgo; evaluar el efecto sobre las propiedades físico–químicas del suelo; comparar distintos métodos de incorporación de la enmienda; y determinar la dosis necesaria con los distintos métodos de aplicación, se plantearon 2 ensayos a campo. El 1er ensayo consistió en la aplicación al voleo de yeso sobre maíz y soja (c.2010-11) y sobre sorgo y soja (c.2011-12), en las secuencias del ensayo de rotaciones, con dosis de 500/2000 kg yeso/ha. No se observaron diferencias significativas (p>0.1) en los rendimientos o producción de MS de los cultivos. Sin embargo, con aplicaciones de 1000 kg yeso/ha, en la campaña de mejores condiciones hídricas los cultivos tendieron a rendir 6-8% más en las zonas más afectadas por sodio, especialmente en el caso de soja, presumiblemente por un efecto de fertilización de S y/o Ca. Tampoco se observó un claro efecto de residualidad de las aplicaciones en 2 campañas consecutivas. El 2º ensayo consistió en la aplicación de yeso con distintas metodologías: al voleo, incorporado (rastra) y depositado en profundidad (c/ subsolador o manualmente), en 2 campañas, sobre soja de 1ª tardía (2010-11) y sobre maíz de 2ª (2011-12). En ambas campañas se observó una importante cantidad de producto residual sin disolver en el ciclo de los cultivos en las aplicaciones al voleo. La aplicación con subsolador mostró una adecuada adaptación al sistema de siembra directa, con una mínima remoción superficial. Sin embargo, no se observaron efectos sobre los cultivos en las campañas de aplicación (ya sea debido a las dosis permitidas por cada aplicación o por las condiciones hídricas desfavorables de ambas campañas).Es también esperable que la mejora de las propiedades edáficas requiera un período de mayor duración, por lo que sería conveniente evaluar el efecto gradual de aplicaciones reiteradas de yeso en los sitios aplicados.
Con el fin de adaptar estrategias de manejo de cultivos a estos ambientes (Capítulo 4), se evaluó el efecto de la ubicación y duración del período crítico de soja (R3-R6) , así como el espaciamiento entre hileras, sobre la generación del rendimiento y balance hídrico. Para esto durante la campaña 2011/12 se sembraron 2 ciclos de distinta duración (GM III/IVcorto y IV largo) en 2 fechas de siembra (noviembre y diciembre), en 3 ambientes diferenciados de acuerdo a posición en el relieve y profundidad-distribución del sodio. En la siembra de noviembre, las variedades alcanzaron R3 entre el 18 y 25 de enero (GMIII y GM IV Largo respectivamente), en condiciones altamente restrictivas desde el punto de vista de humedad edáfica. En la siembra de diciembre, alcanzaron R3 alrededor del 5 de febrero, con un balance hídrico más favorable. Las siembras tardías fijaron entre 20 y 25% más granos por unidad de superficie, sin un aumento substancial en el peso de grano. Los rendimientos resultaron mayores (p<0.05) al ubicar el período crítico a principios de febrero, sin grandes diferencias entre grupos dentro de una misma fecha de siembra. Sin embargo, en los ambientes más restrictivos, el efecto del estrés hídrico fue más notorio sobre los GM más cortos. El efecto del espaciamiento entre hileras (42 vs 21cm) se evaluó en la campaña 2010/11, sobre la zona 2 de los lotes sódicos, sobre distintos escenarios de cobertura de rastrojo de maíz. Si bien no se observaron diferencias significativas en el rendimiento (p >0.1), en las condiciones más desfavorables los mayores distanciamientos tendieron a rendir aproximadamente 200 kg/ha más. De acuerdo con los análisis probabilísticos, el retraso en la fecha de siembra y la elección del ciclo adecuado podría contribuir a estabilizar los rendimientos de soja de 1ª en estos ambientes, pero es necesario repetir estas experiencias en campañas de distinta pluviometría para reforzar estos resultados.
CRONOLOGÍA Y GESTIÓN del PROYECTO
“LA REDENCIÓN”. RESUMEN de ACTIVIDADES.
Etapa 1: Las actividades se iniciaron a partir de la reunión –Taller en La Redención, Inriville, realizada en febrero de 2010 Posteriormente se llevó a cabo una jornada en INTA Marcos Juárez (17/3/10: G. Spoturno,M. Tolchinsky y C. Galarza) para la presentación y consenso de la problemática a desarrollar en el proyecto (relevancia a nivel regional, experiencias previas). A partir de abril 2010 se inició la etapa de recopilación de información existente (historia de lotes, rendimientos, información edafo-climática histórica), muestreos iniciales y caracterización ambiental. A partir de mayo 2010 se iniciaron los ensayos principales, con las siembras de los cultivos invernales propuestos para las distintas rotaciones. El 17/09/2010 se realizó una Jornada-Taller en La Redención para la presentación a los miembros de la Chacra del Diagnóstico Inicial a partir de la información recopilada, y acuerdo del Plan de Acción 2010-14 (Árbol de Problemas, Diseño y ejecución de Ensayos de rotaciones y enmiendas, cronograma de actividades). Durante noviembre y diciembre 2010 se prosiguió con las siembras de los cultivos estivales de los ensayos. Se realizaron las correspondientes recorridas de coordinación durante los meses de noviembre y enero. El 22/3/2011 se realizó en La Redención un Taller “abierto” para discusión de las líneas de desarrollo y ensayos del Proyecto, con especialistas en la problemática de suelos halomórficos de UNRC (E.Bonadeo) INTA (G.Spoturno, C.Irutia, M.Taboada, J.Cisneros) y miembros de Grupo CREA Montebuey-Inriville y Regional AAPRESID Los Surgentes-Inriville. A partir de esta reunión surgieron nuevas propuestas y modificaciones para los ensayos 2011-12.
Etapa 2: Durante el período febrero 2011-Agosto2011, las actividades de muestreo y seguimiento de ensayos se vieron interrumpidas debido a la conjunción del puesto de GTD-Chacras con el puesto de encargado de campo de La Redención, lo cual implicó desvíos respecto de las actividades originalmente planteadas (Ver NOTAS, en el cuerpo de cada capítulo). Durante julio 2011 se comunicó a la Coordinación de Chacras el cese de actividades del GTD y su posterior reemplazo. En septiembre 2011 se presentó el 1er informe anual con los resultados parciales de las líneas ejecutadas durante la campaña 2010-11. Durante noviembre 2011 se retomaron las actividades y se realizó una recorrida técnica, junto con los encargados de campo, para el ajuste de los ensayos en función de los resultados y decisiones de la campaña anterior. El 25/11/11 se acordaron las modificaciones del Plan de acción con los miembros de la Chacra, especialmente en lo referente a los cultivos y fechas de siembra del ensayo de rotaciones, y durante diciembre 2011 se llevaron a cabo las siembras correspondientes.
Etapa 3: El 15/12/11 se incorporó un nuevo GTD al proyecto (Ing Agr Andrea García). Se continuó con las actividades de acuerdo al Protocolo de Ensayos 2011-12 y a los Protocolos de seguimiento y muestreo de cultivos enviados al GTD. Los días 22-23/12/11 se capacitó al GTD en metodologías de muestreo humedad, de indicadores físicos y químicos propuestos. El 28/12/11 se recorrieron los ensayos (GTD-equipo de coordinación). Se capacitó al GTD en estadística aplicada (INTA Castelar, jornadas de diciembre 11, febrero 12, abril 12). El 15 y 16/2/12 se recorrieron los ensayos y se capacitó al GTD en cosechas manuales de cultivos y determinación de constantes hídricas. El 27/3/12 se recorrieron los ensayos junto con el GTD. El 16/4/12 se realizó una jornada de recorrida por los ensayos y discusión de las líneas junto con los miembros de la Chacra. Posteriormente se enviaron los resultados de la reunión y la planificación para los cultivos invernales 2012. Durante marzo-abril 2012 se cosecharon los cultivos estivales. El 18/06/12 se presentó el Proyecto al Grupo Los Surgentes-Inriville en una jornada-Taller en La Redención El 10/7/12 se realizó una segunda Jornada de discusión con el Grupo, en Los Surgentes. El 9/8/12 se presentaron los resultados de la campaña 2011-12 en el Congreso de AAPRESID. El 12 y 13/09/12 se capacitó al GTD en modelos de simulación (DSSAT, P. Abbate, Rosario). El 20/09/12 se informó a la coordinación la desvinculación del GTD y para fines de septiembre finalizaron las actividades.
La duración total del proyecto fue de dos campañas agrícolas: 2010-11 y 2011-12. Las interrupciones en las actividades obligaron a modificar el Plan de Acción original y a modificar/posponer muestreos y análisis de relevancia para el desarrollo de las líneas. Por otro lado, el tipo de variables y o factores considerados en el estudio (en especial propiedades físico-químicas del suelo) amerita un mediano-largo plazo para obtener resultados definitorios. Sin embargo ha sido posible contar con resultados de interés para el desarrollo de sistemas agrícolas sobre suelos sódicos.
INTRODUCCIÓN GENERAL
EL establecimiento “La Redención” se encuentra ubicado sobre el río Carcarañá, a 15km de la localidad de Inriville, Cba. De acuerdo a la carta de Suelos de la provincia de Córdoba1 , alrededor de un 35% de su superficie total (2025 has.) ha sido clasificado como clase IVes a VIIws, con limitaciones a la profundidad de raíces por presencia de sodio entre los 40 y 60cm, y pendientes superioresal1%.
Históricamente estos suelos fueron destinados a la producción ganadera, pero paralelamente al proceso de agriculturización de la región2, en los últimos años fueron incorporándose a la producción de grano. Sin embargo, los rendimientos de cultivos estivales como soja y maíz en este tipo de ambientes han presentado una marcada variabilidad interanual. En años de elevada oferta hídrica, los rendimientos resultan similares a los de tierras de mayor aptitud, mientras que en años de menor pluviometría, los rendimientos resultan entre un 30 y 50% menores queelresto deloslotes.
Esta variabilidad puede atribuirse a las limitantes físicas y químicas originadas por la presencia de sodio (Na+). Los elevados niveles de sodio en el suelo causan numerosos efectos sobre los cultivos y el suelo. Ocasiona la dispersión de las partículas de arcilla y materia orgánica, disminuye la estabilidad y tamaño de los agregados y poros3 , y afecta la movilidad de agua en el suelo4,5. A su vez, puede disminuir la disponibilidad de macro y micronutrientes, generar toxicidad sobre las especies implantadas e impedir el crecimiento de raíces 6. Sin embargo, los efectos y persistencia del sodio en el suelo dependerán de múltiples factores7 , como el relieve, el drenaje limitado por la presencia de horizontes arcillosos, la influencia de napas freáticas, el tipo de sales sódicas predominantes, y la profundidad a la cual se encuentran las capas con Na+.
Por otro lado, parte de esa variabilidad puede atribuirse al manejo de cultivos y secuencias empleado en estos ambientes. El “paquete tecnológico” normalmente aplicado no dista demasiado del empleado en los suelos clase I/II, tanto en lo que respecta a tecnologías de “corrección” de las limitantes (como puede ser la aplicación de enmiendas) o a tecnologías de “adaptación” como el diseño de secuencias de cultivos, la elección de fechas de siembra, ciclos o arreglo espacialentreotros.
JUSTIFICACIÓN
La región pampeana de Argentina cuenta con más de 10 millones de has. clasificadas como suelos sódicos.38,39 Sin embargo, existe muy poca información referente al desempeño de alternativas agrícolas en este tipo de ambientes. Rotaciones con mayor intensificación e inclusión de gramíneas podrían favorecer la agregación por acción de las raíces, a la vez de generar más cobertura y aportes de material orgánico, atenuando las limitantes de estos suelos, y contribuyendo a estabilizar los rendimientos.
La información sobre prácticas de manejo de cultivos en estos ambientes (como el arreglo espacial, la fertilización o el ajuste de las fecha de siembra y elección de materiales genéticos), también resulta escasa. Si bien la información sobre el uso de yeso es abundante en cuanto a sus propiedades como mejorador de suelos sódicos, con aplicaciones superficiales o a profundidad 8-14, la falta de experiencias y validaciones locales han retrasado su adopción a escala. Este conjunto de problemáticas puede resumirse en un esquema de causa-efecto, analizados en el “Árbol de Problemas”15 dela Chacra.(Fig.1).
Figura 1. Esquema de “árbol de problemas” identificados por los miembros de la Chacra “La Redención”, durante el taller fundacional
Proyecto Chacra La Redención: Finalidad
En estos ambientes clase IV a VII, con limitada posibilidad de inclusión de sistemas ganaderos por razones empresariales, es necesario el desarrollo de estrategias específicas de planificación y manejo integral de suelos y cultivos que permitan incrementar y estabilizar la productividad agrícola. Bajo esa FINALIDAD en el marco del Programa Chacras de AAPRESID, se planificó y llevó a cabo un plan deinvestigación y desarrollo a medianoplazo
Objetivos generales (OG) y Específicos (OE) del Proyecto
OG 1: Avanzar en el entendimiento de las relaciones suelo-clima-cultivo de los ambientes claseVIes (Caracterización ambiental).
- OE 1.A. Analizar grado y tipo de limitantes presentes a escala de lote de producción.
- OE 1.B. Diferenciar, seleccionar y caracterizar ambientes de acuerdo a limitantes.
- OE 1.C. Identificar ventanas críticas y óptimas para los cultivos en los ambientes seleccionados, que permitan diseñar distintas alternativas productivas (secuencias y rotaciones, fechas de siembra, ciclos).
- OE 1.D. Zonificar ambientes de trabajo de modo de poder definir el diseño básico y ubicación de ensayos posteriores (orientación, bloqueos), y ubicar posibles estaciones de muestreo.
OG 2: Encontrar alternativas de rotaciones de mejor adaptación a ambientes clase VIes (estabilidad productiva y rentable, y eficiencia de usoderecursos).
- OE 2.A. Evaluar el comportamiento agronómico y la rentabilidad, de rotaciones alternativas con diferente intensidad, % de gramíneas
- OE 2.B. Evaluar la eficiencia de uso del agua en las secuencias de cultivos.
- OE 2.C. Evaluar el efecto de las rotaciones sobre las propiedades físico-químicas del suelo.
OG 3: Adaptar las estrategias de manejo específicas a cada amiente y cultivos dentro de la rotación.
- OE 3.A. Evaluar los efectos del retraso en la fecha de siembra y ubicación del período crítico de cultivos de 1ª sobre la estabilidad de la producción, la eficiencia de uso de recursos y el aportes de rastrojo al sistema.
- OE 3.B. Evaluar los efectos del largo del ciclo (en cada fecha), sobre la estabilidad, eficiencia de uso de recursos y aportes de rastrojo al sistema.
- OE 3.C. Evaluar el efecto del espaciamiento entre hileras sobre el consumo de agua, rendimiento y producción de rastrojo de los cultivos.
OG 4: Corregir/Mitigar los efectos negativos del sodio sobreelsistema deproducción.
- OE 4.A. Evaluar el efecto a corto-mediano plazo de la aplicación de yeso sobre el rendimiento de los cultivos.
- OE 4.B. Analizar el efecto a mediano-largo plazo de la aplicación gradual de yeso sobre las propiedades físico-químicas del suelo en distintos planteos rotacionales (efecto combinado rotación-enmienda).
- OE 4.C. Comparar la efectividad temporal de distintos métodos de aplicación de yeso sobre el cultivo y sobre el suelo.
- OE 4.D. Mejorar la incorporación y contacto de yeso para la corrección del sodio en profundidad.
- OE 4.E. Encontrar dosis de respuesta de enmienda con distintos métodos de aplicación.
OG 5: Disminuir escurrimientos superficiales y aumentareficienciadecaptación delagua
- OE 5.A. Evaluar el efecto de la rotación maíz-trigo continuo en franjas rotativas, perpendiculares a la pendiente.
- OE 5.B. Evaluar el efecto de terrazas de base ancha en un “lote modelo” producción de trigo, soja y maíz.
Productos esperados (PE) del Proyecto.
PE 1. Ambientes diferenciados y caracterizados de acuerdo a tipo y grado de limitación, “ventanas” de riesgo y “ventanas” óptimas.
PE 2.A. Resultados comparativos de: rendimientos, aporte de rastrojos, EUA, y cambios en las propiedades físico-químicas del suelo, en las distintas alternativas de intensificación de cultivos y rotaciones.
PE 2.B. Indicadores físicos y químicos de suelos seleccionados de acuerdo: a sensibilidad a cambios, costo y facilidad demuestreo.
PE 3. Resultados comparativos en el ajuste tecnológico de cada cultivo: fecha de siembra, ciclos, arreglo espacial.
PE 4. Resultados comparativos de la aplicación de enmiendas: sobre la respuesta del cultivo, el suelos, y loscostos.
PE 5. Cuantificación del efecto de los cultivos en franjas y las terrazas de base ancha sobre la captación deagua y la producción.
Líneas de desarrollo 2010-2012
Para alcanzar estos objetivos y productos se plantearon líneas específicas de desarrollo y experimentación a campo, orientadas a la “adaptación” de las prácticas culturales y a la “corrección” de las limitantes. Cada línea responde a uno o más objetivos específicos. Se desarrollaron bajoelplanteo de una omáshipótesisdetrabajo, y con a una metodología de diseño de ensayos, muestreos y análisis de información seleccionadas en base a los objetivos planteados y revisión de antecedentes. En el Cuadro-Resumen del Plan de Acción 2010-12 (ANEXO), se detalla la síntesis de la líneas de desarrollo. Los detalles y resultados de cada línea se presentan ordenados en los siguientes capítulos:
I. “Caracterización ambiental”.
II. “Evaluación de rotaciones alternativas en suelos sódicos”.
III. “Aplicación de enmiendas en suelos sódicos: Efectos e interacción con la rotación. Estudio de alternativas de incorporación”.
IV. “Estrategias de manejo de cultivos en suelos sódicos: Elección de fecha de siembra, ciclo y arreglo espacial de soja y maíz”.
V. Consideracionesy resultados delproyecto.
Capítulo I. Caracterización ambiental:
Análisis integrado de series climáticas históricas, imágenes satelitales y relevamiento de suelos, para diferenciar ambientes, identificar “Ventanas de riesgo” y diseñar estrategias productivas sobre suelos sódicos.
RESUMEN
El diseño de alternativas de manejo de suelos y cultivos requiere de la comprensión del grado y tipo de limitantes del ambiente productivo. El efecto de estas limitantes sobre los cultivos dependerá de la acción conjunta de los componentes edáficos y climáticos que conforman el ambiente de producción. Los objetivos del presente trabajo consistieron en diferenciar y caracterizar ambientes de acuerdo a sus limitantes; y a partir de la integración de las características edáficas y climáticas, identificar momentos del año críticos y óptimos para la ubicación de los cultivos, que ayuden al diseño de distintas alternativas productivas (secuencias y rotaciones, fechas de siembra, ciclos). Para esto se delimitaron zonas contrastantes con el análisis de Índice verde y mapas de rendimientos de múltiples campañas (2003-2010), en lotes de producción donde predominan suelos de clase VIes linderos al río Carcarañá. Se realizaron muestreos químicos y texturales cada 20 cm en los suelos de tres zonas diferenciadas (z1, z2, y z3), observándose niveles de sodio superiores al 15% en el complejo de intercambio y pH superiores a 8, a partir de profundidades entre 20-30 cm en la zona 3, y desde 40-60 cm en la zona 2. La zona 1 no presentó limitantes químicas en el perfil. De acuerdo a los datos texturales, la capacidad de almacenaje de agua útil de estas zonas hasta la aparición de limitantes se encontraría entre los 70-102 mm (z3 y z2 respectivamente), y 168 mm (z1 hasta 1 metro). Los análisis se complementaron con los datos climáticos históricos diarios (serie 1968-2010) para la localidad de Marcos Juárez (Córdoba). Asumiendo una probabilidad de ocurrencia de heladas tardías y tempranas menor al 20% (P ≤ 0.20), el período libre de heladas se encuentra entre el 6 de octubre y 18 de abril (194 días). La ventana de riesgo (P ≥ 0.20) por temperaturas supra-óptimas (golpe de calor) para cultivos estivales se encuentra entre el 28 de diciembre y 27 de enero. Considerando los 102mm de almacenaje de la z2, y la oferta y demanda hídrica de la serie histórica, la ventana de mayor riesgo por estrés hídrico se encuentra entre el 20 de noviembre y 15 de febrero para los suelos clase VI. Estos ambientes sódicos de escasa disponibilidad de agua presentan una elevada dependencia de la oferta de lluvias, por lo que la ubicación de los períodos críticos de los cultivos fuera de estas ventanas podría constituir una estrategia clave para estabilizar la producción.
Una detallada caracterización del ambiente productivo es el “punto de partida” para diseñar estrategias de manejo de suelos y cultivos que aumenten la eficiencia de uso derecursosy disminuyan la variabilidad de rendimientos. Es necesario tener una primera aproximación de cómo es el “funcionamiento” de los ambientes en estudio y de cómo pueden impactar las limitantessobrelosrendimientosdeloscultivos.
De acuerdo a la carta de Suelos 1:50.000 de la pcia. de Córdoba1, alrededor de un 35% de la superficie del establecimiento presenta contenidos de sodio y sales en concentraciones limitantes para la producción de cultivos de grano, a una profundidad de 60cm (serie Río Tercero, descripción de perfil en Anexo). Sin embargo, no se cuenta con información detallada a escala de lote de producción. Los efectos y persistencia del sodio en el suelo dependerán de múltiples factores7: del relieve, del drenaje determinado por la presencia de horizontes arcillosos, de la influencia de napas freáticas, del tipo y concentración desalessódicaspredominantes,y de
la profundidad a la cual se encuentran las capas con Na+. Por lo tanto se requiere una precisa caracterización del grado y distribución de la problemática a escala localizada
A su vez, el grado y efecto de las limitantes edáficas sobre los cultivos dependerán de su interacción con el componente climático local. Por ejemplo, condiciones de baja demanda ambiental y alta pluviometría pueden enmascarar los efectos negativos del sodio, mientras que condiciones de alta demanda pueden potenciarlos, especialmente durante las etapas críticas del cultivo. En este sentido, los modelos de simulación agronómica (MSA) son herramientas valiosas que nos permiten integrar la información climática histórica con la información edáfica, y prever el posible efecto de determinadas estrategias sobre el comportamiento deloscultivos(relación clima-suelo-cultivo).
Existen distintos tipos de MSA, de complejidad variable: desde el tipo DSSAT 16 (CERES-CROPGRO) o Cropsyst 17, hasta rutinas de balance de agua o aproximaciones aún más sencillas. La ventaja de los
MSA consiste en poder estimar probabilidades (de obtención de rendimientos, de ocurrencia de déficit hídrico, etc.) que orienten la toma de decisiones. Con análisis sencillos como el desarrollado por la Univ. Arkansas-USDA18, con el cual es posible calcular la probabilidad de ocurrencia de déficit hídrico para cultivos estivales a lo largo de la estación de crecimiento, a partir del análisis integrado de: a) las lluvias y evapotranspiración diarias de una serie climática histórica, b) la capacidad de almacenaje del suelo, c) la profundidad efectiva de enraizamiento, y d) la capacidad de ceder agua del suelo sin que el cultivo experimente estrés (“umbrales”19-21).
La ventaja de esta metodología radica en poder realizar una primera aproximación cuando se dispone de información escasa (situación muy frecuente), sin la necesidad de coeficientes genéticos, edáficos y otras entradas habitualmente necesarios en modelos de simulación más complejos. Este análisis puede ser complementado con otros datos climáticos (Temperatura, Radiación incidente, Déficit de presión de vapor) para determinar “ventanas óptimas” y “ventanas de riesgo” dentro de la estación de crecimiento de los cultivos. La sincronización de la fenología de los cultivos con períodos del año en los cuales la oferta de recursos y las condiciones ambientales resultan más favorables constituye una de las principales estrategias para estabilizar los rendimientosen distintosambientesproductivos22-26 ,.
La identificación de estas ventanas contribuirá al diseño de secuencias de cultivos más eficientes y estrategias de manejo mejor ajustadas como la fecha desiembray la elección de losciclosdemadurez.
Se inició entonces un trabajo de “caracterización ambiental” que permita avanzar en la comprensión de cómo “funcionan” los ambientes en estudio antes de plantear alternativas mejoradoras. Para ello los objetivos planteados fueron:
- Analizar grado y tipo de limitantes presentes a escaladelotedeproducción.
- Diferenciar, seleccionar y caracterizar ambientes deacuerdoa dichas limitantes.
- Identificar ventanas críticas y óptimas para el desarrollo de los cultivos en los ambientes seleccionados, que permitieran diseñar distintas alternativas productivas (secuencias y rotaciones, fechasdesiembra,ciclos).
- Zonificar ambientes de trabajo de modo de poder definir el diseño básico y ubicación de ensayos posteriores (orientación, bloqueos), y ubicar estacionesdemuestreo.
MATERIALES y MÉTODOS
El análisis se circunscribió en el establecimiento “La Redención” (32º 54’ 25’’ S; 62º 15’ 47’’ W), ubicado a 15 km de la localidad de Inriville, Córdoba. Se seleccionaron los lotes ubicados en la sección Sur del establecimiento, en cercanía a la costa del río Carcarañá, siendo representativos de la problemática zonal (Fig.2)
Lotes Sur
La información básica de suelos y descripción de series representativas se tomaron de la Carta de suelos de la provincia de Córdoba, HOJA MARCOS JUÁREZ 3363-17 1 (perfiles en ANEXO). Esta información se integró con el análisis de imágenes satelitales por índice verde (NDVI) de 7 campañas (2003-2010)y mapas de rendimientos de2 campañas (2008-2009), para identificar zonas contrastantes en cada lote. Se realizaron calicatas hasta 1.5 metros en cada zona para la diferenciación y descripción de horizontes a campo (Instituto de Suelos INTA
Figura 2. Establecimiento La Redención. Inriville, Sudeste de Córdoba. Lotes de costa del Río Carcarañá remarcados.
Castelar, M.Taboada-R.Gil) y la identificación de limitantes edáficas para los cultivos. Una vez delimitadas estas zonas, se realizaron muestreos dirigidos de parámetros químicos y físicos de los suelosdecada zona.
Se tomaron muestras compuestas de suelos (15 submuestras por muestra) cada 20cm hasta 1 metro de profundidad en cada zona diferenciada, para su análisis en laboratorio. Los análisis químicos incluyeron: Materia orgánica (%, Walkley-Black), Nitrógeno total (%, Kjeldahl), Nitrógeno como nitratos (ppm), Fósforo (P Bray -1, ppm, hasta 60cm), Azufre (S-Sulfatos, ppm, a 20cm), pH (en agua 1:2,5), Conductividad eléctrica (dS/m, suelo agua 1:2,5) y Porcentajedesodio intercambiable(%PSI).
Los análisis físicos iniciales estuvieron orientados a determinar la capacidad de almacenaje de agua de los suelos. Se determinó la granulometría/textura de cada horizonte hasta 1 metro (método de la pipeta). Utilizando funciones de pedotransferencia de Saxton y Rawls-USDA (2006) 27 , se estimaron las constantes hídricas de capacidad de campo y punto de marchitez a partir de los datos texturales y contenidosdemateriaorgánica, de modo de poder estimar la lámina de agua útil total (AUT) hasta la aparición de limitantes. El AUT (mm) fue por lo tanto calculadocomo:
AUT =(Θ CC – Θ PMP)x Z [1]
donde Θ CC corresponde a la humedad volumétrica en capacidad de campo (cm3/cm3), Θ PMP corresponde a la humedad volumétrica en punto de marchitez permanente (cm3/cm3), y Z representa la profundidad máxima de enraizamiento determinada porla aparición desodio en valoreslimitantes(mm).
Se utilizó la información climática histórica para la serie 1968-2010, de la localidad de Marcos Juárez, Córdoba (32º 41´ 37” S; 62º 06’ 06” O, a 27 km), a partir de la base histórica del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar. El conjunto de datos incluyó los valores diarios de temperatura máxima (Tmax, ºC), temperatura mínima (Tmin, ºC), radiación global (RG, mj/m2), velocidad del viento a 2m (V, km/h) y precipitaciones (PP, mm). La evapotranspiración de referencia (ETo, mm) fue calculada a través de la fórmula Penmann-Monteith-modificada por FAO21 . En casos de datos faltantes de radiación, los valores fueron calculados a partir de la metodología desarrollada por Samani (2000)28. El déficit de presión de vapor (DPV) fue estimado a partir de los valores de temperatura diarios, según las ecuaciones desarrolladas por Díaz y Campbell (1988)29, Stöckle y Nelson (1994)30, y Stöckle et al. (1998)31. En el caso
de datos faltantes de velocidad de viento, FAO21 sugiere utilizar un valor medio de 2 m/s. Los valores faltantes de temperatura mínima y máxima fueron completados con los valores promedio diarios de la serie1980-2010para eldía del añoen cuestión.
El período libre de heladas de los cultivos fue definido como el período comprendido entre el último día del año con probabilidad de ocurrencia de temperaturas menores a 0ºC a 5cm de superficie, a la salida del invierno (“última helada”), y el primer día del año con probabilidad de ocurrencia de temperaturas menores a 0ºC a 5cm de superficie en otoño-inicios de invierno (“primera helada”). Se generaron las frecuencias acumuladas para ambos eventos. Para el caso de “última helada”, las frecuencias se utilizaron para calcular la probabilidad de que ocurra una helada después de una determinada fecha/día del año, mientras que para el caso de “primeras heladas” se utilizaron para calcular la probabilidad de ocurrencia antes de una determinada fecha/día del año. Se tomó una P ≤ 0.1 (10%) para definir la estación de crecimiento (asumiendo que el riesgo de heladas sea menor a 1 decada 10años).
Para el caso de daños por “golpe de calor” se desarrolló una metodología similar a la publicada por Purcell (2003)18. Se estimó la probabilidad de ocurrencia diaria de eventos con temperaturas máximas superiores a los 32 ó 35ºC, que pudieran interrumpir el llenado de granos de cultivos invernales como trigo o afectar la floración y cuaje de granos de cultivos estivales como maíz, respectivamente. Los límites de temperatura pueden variar en función de los cultivos seleccionados, de los ajustes de acuerdo a la distancia o altura desde la estación meteorológica, y del riesgo/probabilidad que sedeseeasumir.
Por último, se integró la información climática histórica con la información edáfica usando la metodología analítica desarrollada Univ. ArkansasUSDA18, con modificaciones locales. Este análisis permite estimar la probabilidad de que un cultivo en cobertura completa del suelo atraviese un período de déficit hídrico a lo largo de la posible estación de crecimiento. De acuerdo a esta metodología, los cultivos comienzan a estresarse cuando se ha consumido una determinada proporción del AUT del suelo (agua fácilmente disponible, mm). Esta proporción o umbral es variable19,20 y depende entre otros factores de la especie, el cultivar, la demanda ambiental y la textura de suelo. Sin embargo, un valor general de 50% puede ser aplicado a una gran
variedad de cultivos y situaciones21. Este umbral crítico (UC,mm)secalculó como:
UC=AUTx 0.5 [2]
Para cada día del año, se calculó entonces la probabilidad de ocurrencia de déficit hídrico, a partir del balance entre las lluvias efectivas y la evapotranspiración potencial del cultivo acumuladas en los 7, 15 ó 21 días anteriores en cada año de la serie histórica. Cuando el déficit (mm) excede ese UC, se considera que los cultivos comienzan a experimentar stress por falta de agua. De acuerdo a lo propuesto por esta metodología, la estación de crecimiento se dividió en porciones con P ≤ 0.20 ó P > 0.20 de que el déficit exceda el UC, de modo de identificar “ventanas” de riesgo para ubicar los períodos críticos de los cultivos. Para estimar el ingreso de agua de lluvias, los valores de precipitación diaria fueron transformados en lluvia efectiva a partir de ecuaciones desarrolladas para texturas limosas y franco-limosas (R. Gil, no publicado). El coeficiente de máximo consumo (Kc cobertura completa) fue homogeneizado entre cultivos, tomando como máximo un Kc de 1.2 33. Los valores de AUTmm fueron calculados a partir de la ecuación [1], hasta la profundidad de aparición de limitantes.
RESULTADOS y DISCUSIÓN
A. SUELOS
Los lotes seleccionados presentan un predominio de los complejos MJ6 (clase IIIes, 90% Serie Marcos Juárez -10% Serie Río Tercero) y RT4 (clase VIes, 30% Serie Marcos Juárez -70% Serie Río Tercero), (Fig. .3.A) La interpretación de los análisis de NDVI promedio 2003-2010 junto con mapas de rendimiento 2008-2009, y el posterior reconocimiento de perfiles a campo, permitieron delimitar 3 zonas: a) zona 1 con predominio de suelos serie Marcos Juárez (clase IIIes), b) zona 2 con suelos similares a la serie Río Tercero (clase VIes) con pendiente, y c) zona 3 con predominio de serie Río Tercero pero ubicada en las cercanías de la terraza del río, que recibe los escurrimientos de las zonas anteriores de mayor altura relativa (Fig. 3. B). Se observaron ciertas diferencias con respecto a la descripción del perfil correspondiente a la serie Río Tercero (p.ej. ausencia de horizonte A2), y a su vez,
los análisis químicos posteriores difirieron de los valorespresentadosen la carta.
Figura 3.A. Tipos de suelo predominantes en Est. La Redención.3 B. Ambientes diferenciados en lotes de costa del Río Carcarañá de acuerdo a NDVI promedio 2003-2010 y mapas de rendimiento 2008-09.
Las tablas 1 y 2 presentan los resultados de los muestreos químicos cada 20cm de dos lotes representativos (lotes 3C y LS). Se destaca en la zona 2 de ambos lotes la presencia de sodio en niveles limitantes34 (porcentaje de sodio intercambiable, PSI >15%) y pH superiores a 8 en profundidades desde 30 a 60cm. Los % de sodio se incrementan en profundidad. Para la zona 3, los niveles de sodio resultaron similares a la zona 2, pero apareciendo a una profundidad menor (20cm, datos no presentados). Los niveles de conductividad eléctrica no superaron los 4 dS/m en los horizontes analizados (en contraposición con lo descripto por la carta de suelospara la serie Río Tercero).
Lotes Sur
Zona 3
Zona 2
Zona 1
B.
A.
Profundi
Los análisis de granulometría arrojaron valores similares a los descriptos en la carta de suelos (resultados en Anexo, Tablas 4-6), sin mayores diferencias en los contenidos de arena, arcilla y limo entre zonas. Las texturas resultaron predominantemente franco-limosas en los distintos horizontes. La estructura de agregados observada en las calicatas mostró una alta correlación con los niveles de sodio de los muestreos, observándose estructuras columnares y baja proporción de raíces a partir de los 40-50cm en la zona 2 y a partir de los 2530cm en la zona 3.
La estimación de capacidad de campo y punto de marchitez por funciones de pedotransferencia a partir de la textura27, permitió calcular la lámina de agua útil total (AUT,mm) hasta la profundidad de aparición de las limitantes químicas (Tabla 3). La mayor capacidad de almacenaje de agua útil corresponde a la zona 1 de suelos clase III, sin limitantes hasta los 2 metros de profundidad. La capacidad de almacenaje de las zonas 2 y 3 (clase VI)
representó un 30 a 20 % de lo estimado en la zona claseIII.
Tabla 3. Capacidad de almacenaje de agua útil hasta aparición de limitantes. Ambientes clase III y VI. La Redención, Inriville
Zona 1 Zona 2 Zona 3
Parámetro Clase III Clase VI Clase VI. Escurrimientos
Z (cm): Profundidad hasta aparición de Sodio 200 + 40-60 20-30
AUT (mm): Agua útil hasta profundidad máxima
UC (mm): Umbral crítico o agua Fácilmente disponible
Tabla 1. Análisis químico por horizonte. Zona 1 y Zona 2. Lote 3C. La Redención, Inriville.
Tabla 2. Análisis químico por horizonte. Zona 1 y Zona 2, Lote LS. La Redención, Inriville.
B. CLIMA
La oferta hídrica anual promedio se encuentra alrededor de los 890mm, con un desvío estándar de 206mm y un coeficiente de variación del 23%. Los valores extremos para la serie 1968-2010 fueron de 555 y 1335 mm anuales. Las precipitaciones promedio presentan valores mínimos en invierno, con un incremento hacia mediados de la primavera, y picos de niveles promedio y probabilidad de ocurrencia hacia fines de los meses de octubre y de diciembre. Se advierte un segundo pico otoñal, hacia mediados del mes de marzo, con valores nuevamentedecrecienteshacia elinvierno(Fig.4).
Figura 4. A. Lluvia acumulada, promedio decádico de la serie 1968-2009 (las barras indican el error estándar). B. Probabilidad de acumular precipitaciones iguales o superiores a 25, 50 y 100mm en cada década del año, a partir de series 1968-2009. Inriville, Córdoba.
La demanda hídrica anual (Fig. 5), expresada a través de la evapotranspiración de referencia Penman-FAO (Eto, mm), se encuentra alrededor de los 1146 mm, con una variación interanual menos marcada que la oferta de precipitaciones (desvío estándar de 67mm y coeficiente de variación de 5.7%). Los mínimos valores se registran hacia el mes de junio, con demandas inferiores a 1 mm.día-1 , mientras que los valores promedio diarios para los meses estivales de mayor demanda se encuentran alrededor de los 5.5 a 5.8 mm.día-1. Los picos de demanda en el año generalmente superan los 8 mm.día-1 en el mes de enero, pero se destacan valores máximos observados para la serie histórica hacia fines de diciembre y principios de enero que superan los12 mm.día-1 deEto.
Figura 5. Evolución anual de Evapotranspiración de referencia diaria, Penman-FAO: promedios, y valores extremos máximos y mínimos observados para la serie 1968-2009
La marcha anual de la evapotranspiración siguió a la del Déficit de presión de vapor (DPV, Fig. 6). Los valores de DPV promedio diarios de diciembre y enero se encuentran cercanos a los 2 Kpa, con picos que superaron los 3 y 4 Kpa. Según la expresión de Tanner y Sinclair (1983)37, la eficiencia de uso del agua de los cultivos será mayor cuanto menores sean estosvaloresdeDPV:
B=k x DPV -1 x ETc [3] donde B es la biomasa producida (kg ha-1), ETc es el agua transpirada (mm. ha-1 dia-1), k (Kpa) es un coeficiente de conversión dependiente del cultivo y DPV(Kpa) eseldéficit depresión devapordiario.
B.
A.
Figura 6. Evolución anual del déficit de presión de vapor: promedios, extremos máximos y mínimos observados para la serie 1968-2009.
La relación oferta y demanda hídrica promedio presenta una relación relativamente uniforme a lo largo del año (Fig. 7), con períodos de déficit o desfasaje negativo más marcados hacia fines de agosto y a mediados de enero. Esta diferencia entre Eto y lluvias debería ser suplida por la humedad almacenada en el suelo de modo de mitigar eventos de stress hídrico en los cultivos. Los períodos de desfasaje positivo se registran hacia fines de marzo y principios de abril, permitiendo la acumulación de humedad en elperfil.
Figura 7. Evolución anual de la oferta (lluvias) y demanda (Eto) hídrica, expresada para cada día del año como la suma acumulada en los 15 días anteriores. Promedio Serie 1968-2009. Inriville, Cba.
La evolución de la temperaturas medias, máximas y mínimas diarias promedio se resumen en la figura 8. La temperatura media diaria se encuentra a lo largo del año dentro del rango óptimo de crecimiento de los principales cultivos extensivos (trigo, soja, maíz). Las barras muestran los valores extremos máximosy mínimos registradosen la serie.
Figura 8. Evolución anual de la temperatura media, máxima y mínima diarias. Las barras muestran los máximos y mínimos observados para la serie 1968-2009. Inriville, Cba.
La ocurrencia de temperaturas extremas limita la posible estación de crecimiento de los cultivos a lo largo del año. Esta estación dependerá del riesgo a asumir en cuanto a la probabilidad de ocurrencia de temperaturas sub y supraóptimas para los cultivos, y de los valores de temperaturas fijados. Se identificaron así los momentos en el año con probabilidades de ocurrencia de heladas o probabilidades de ocurrencia de “golpes de calor”. Considerando la fecha de ocurrencia de última y primera helada (temperatura mínima a 5cm menor a 0ºC), para la serie histórica 1968-2009, la estación de crecimiento se estableció entre el 6 de octubre y 18 de abril (194 días,con riesgo en 1 de cada 5años,P<= 20%), o entre el 17 de octubre y 4 de abril (169 días, riesgo en 1 decada 10años,P<=10%)(Fig.9).
Figura 9. Probabilidad de ocurrencia de heladas después o antes de una determinada fecha (heladas tardías y tempranas), para la serie 1968-2009.
Para el caso de daños por “golpe de calor”, se calculó la probabilidad de ocurrencia diaria de eventos con temperaturas máximas superiores a los 32 ºC (cultivos invernales) ó 35ºC (cultivos estivales), que pudieran afectar el llenado de granos de trigo o afectar la floración y cuaje de granos de maíz o soja. Con un riesgo de hasta el 20 %, a partir del 18 de noviembre se observa la ocurrencia de temperaturas sobre 32ºC. Entre el 28 de diciembre y 27 de enero se observa una probabilidad mayor al 20% de ocurrencia de temperaturas superiores a 35 ºC que pudieran afectara loscultivos estivales.
Figura 10. Probabilidad diaria de ocurrencia de temperaturas iguales o superiores a 32 y 35ºC (Metodología basada en Purcell, 2003).
La relación Radiación/Temperatura diaria a lo largo del año presenta una estrecha correlación con la generación de rendimiento en cultivos de grano, especialmente en trigo 35,36. Esta relación normalmente se expresa como Cociente Fototermal Q35. Un mayor Q se asocia a condiciones más favorables para la fijación y posterior llenado de estructuras reproductivas. El desfasaje típico entre los picos y mínimos anuales de temperatura y los de radiación origina una variación a lo largo del año (Fig. 11). Se observa así una relación radiación/temperatura más favorable hacia mediados de septiembre, que posteriormente va decreciendo hasta alcanzarvalores mínimosa principiosdemayo.
Figura 11. Evolución anual del cociente fototermal Q (calculado con temperatura base = 0ºC, y expresado como el promedio de los 15 días anteriores para suavizar efectos máximos y mínimos interanuales). Promedio 1968-2009. Inriville, Córdoba.
C. INTERACCIÓN SUELO-CLIMA-CULTIVO
Las características físico-químicas de los ambientes diferenciados y su interacción con la dinámica del agua quedan de manifiesto al analizar las imágenes de NDVI de dos campañas contrastantes desde el punto de vista climático, como el 2009 (campaña seca) y 2010 (campaña húmeda) (Fig. 12 A y B). Las imágenes muestran cómo en períodos secos y de alta demanda como enero de 2009 se genera una importante variabilidad en la expresión de los cultivos dentro de los lotes. Se marca un patrón que corresponde a los suelos con predominio de elevados contenidos de sodio. En cambio, en períodos húmedos como enero 2010, las diferencias dentro y entre lotes se atenúan. El grado de limitación estará fuertemente influido por las condiciones climáticas dela campaña.
12. A y B. Análisis de Índice verde (NDVI) en una campaña seca (enero 2009, A) y húmeda (enero 2010, B). Las zonas verdes presentan mejor desarrollo y rendimiento de cultivos, y las zonas rojas representan las de peor condición.
La integración de la información edáfica y climática a través de la metodología de la Univ. Arkansas-USDA18 permite avanzar en el entendimiento de cómo es el “funcionamiento hídrico” de estos ambientes. En ambientes con predominio de suelos con sodio entre los 40 y 60cm (clase VIes), la probabilidad de que un cultivo en cobertura completa atraviese períodos de déficit hídrico resulta muy elevada, especialmente si se las compara con los ambientes de suelos IIIe de serie Marcos Juárez (Fig. 13 A y B). Durante la mayor parte del período estival, los suelos sódicos presentan probabilidades superiores al 20% (2 de cada 10 años con estrés hídrico). Este tipo de ambientes resultan entonces altamente dependientes de las precipitaciones en el ciclo del cultivo, dada su escasa capacidad de almacenaje. La ubicación del período crítico de los cultivos en condiciones más favorables de oferta-demanda hídrica cobra mayor importancia
en este tipo de ambientes. La probabilidad de ocurrencia de déficit hídrico crece rápidamente a partir del 20 de noviembre, manteniéndose en valores cercanos al 40% hasta mediados de febrero (Fig. 13 A). Este período del año resultaría entonces altamente riesgoso para ubicar el período crítico de los cultivos: 4 a 5 de 10 campañas los cultivos sufrirían estrés durante las etapas de fijación de granos. Ubicar la floración de maíz o R3 de soja más allá de mediados de febrero colocaría al cultivo en un balance hídrico más favorable en estas etapas. A su vez, en este tipo de ambientes la reserva de agua durante los meses invernales cobraría menos relevancia, y una mayor intensidad de cultivos al año permitiría aprovechar el agua que muy probablemente se perdería, ubicando los períodos críticos fuera de los momentos de alta probabilidad deestréshídrico.
considerando los 15 días anteriores, series históricas 1968-2010 INTA Marcos Juárez, y 0.17 mm agua útil/mm suelo (60cm vs 100cm de profundidad).
Figura
Figura 13. A y B. Probabilidad de ocurrencia de stress hídrico en suelos clase VIes (A) y clase III (B), de acuerdo a metodología de Purcell et al. (2003). Balances diarios
En resumen, la estación de crecimiento delimitada por heladas se encuentra entre el 6 de octubre y 18 de abril (194 días, riesgo en 1 de cada 5 años, P<=20%). Dentro de esta estación, entre el 28 de diciembre y 27 de enero se observan altas probabilidades de ocurrencia de temperaturas superioresa 35ºCque pudieran afectara los cultivos estivales (P>=20% de estrés térmico o “golpes de calor”). A su vez, el mayor riesgo de déficit hídrico en suelos sódicos se da entre el 20 de noviembre y 15 de febrero (englobando el período de alta
probabilidad de estrés térmico). Una vez detectadas estas “ventanas” de riesgo, se buscó identificar un lapso de 30 días que combine las condiciones ambientales más favorables para la ubicación del período crítico: temperaturas dentro del rango óptimo de crecimiento, bajas probabilidades de ocurrencia de “golpes” de calor y estrés hídrico, alto cociente fototermal (relación radiación/ temperatura) y menor déficit de presión de vapor (Fig.14).
VI es. Inriville, Córdoba.
CONCLUSIONES CAPÍTULO I
La caracterización ambiental permitió avanzar en el entendimiento del grado y tipo de limitantes presentes a escala de lote de producción. Los niveles de sodio se encontraron sobre los umbrales críticos para los cultivos (PSI >15%) a profundidades entre los 25 y 60cm. No se detectó influencia de napa freática. A diferencia de lo indicado en la carta de suelos, los análisis de salinidad no indicaron limitaciones. Se observaron también ciertas diferencias con respecto a la descripción del perfil correspondiente a los suelos sódicos de la serie Río Tercero (p.ej. ausencia de horizontes “A2”).
La profundidad de aparición del sodio y la posición en el relieve permitió separar con precisión ambientes dentro de los lotes sódicos, que se utilizaron posteriormente para el diseño, ubicación de ensayos y direccionamiento demuestreos.
El efecto negativo de los altos niveles de sodio resultará altamente dependiente de las condiciones climáticas de la campaña y de la etapa del cultivo. La probabilidad de que los cultivos experimenten déficit hídrico resulta muy elevada en los suelos VIes si se ubica el período crítico entre el 20 de noviembre y el 15 de febrero (entre 5 y 7 de cada 10 campañas). Para evitar las “ventanasderiesgo” de estrés hídrico y estrés térmico, los períodos críticos de los cultivos podrían ubicarse antes (invernales) o después (estivales)deesta ventana.
Figura. 14. Ventanas de riesgo y ventanas óptimas para la ubicación de períodos críticos en suelos clase
Capítulo II. Evaluación de rotaciones de cultivos en suelos sódicos
Efecto de rotaciones con distinto grado de intensidad de cultivos (y participación de gramíneas), sobre la estabilidad de la producción, la eficiencia de uso de recursos y las propiedades físico-químicas del suelo, en ambientes sódicos de Inriville-Córdoba.
RESUMEN
El sodio afecta la dinámica del agua en el suelo, generando una marcada variabilidad interanual en los rendimientos de los cultivos agrícolas. Una mayor intensidad de cultivos al año y mayor diversificación de las rotaciones sobre los suelos sódicos permitiría mayores aportes de C, una mejora gradual en las propiedades físicas del suelo y menores pérdidas de agua, atenuando los efectos negativos del sodio y contribuyendo a estabilizar la producción. Con el objetivo de desarrollar secuencias agrícolas de mayor adaptación a estos ambientes, se llevó a cabo un ensayo a escala de producción evaluando secuencias de cultivos de distinta intensidad y participación de gramíneas durante 2 campañas (2010 a 2012): trigo/soja 2ª (To); Soja 1ª-Sorgo 1ª ; Soja 1ª-Trigo/sorgo 2ª ; Maíz 1ª - Soja 1ª ; y Trigo/Maíz 2ª - Soja 1ª. Se evaluaron: la producción de granos y de rastrojos, aportes estimados de Carbono, eficiencia en el uso del agua, y finalmente la rentabilidad. El estudio del impacto sobre las propiedades del suelo fue planificado para el mediano plazo. En estas dos campañas “Niña”, los rendimientos de los cultivos resultaron superiores ubicando el periodo crítico de los cultivos más allá de la segunda quincena de enero. Los cultivos de 2ª y en especial los cultivos de 1ª de siembra tardía resultaron los de mayor rendimiento. El aporte promedio fue de 8400 kg/ha de MS de rastrojo, y sólo las secuencias de mayor intensidad de cultivos (como trigo/soja 2ª de I = 2) y en especial las secuencias de alta intensidad e inclusión de sorgo (soja – trigo/sorgo 2ª, de I = 1.5 ) consiguieron equiparar las pérdidas estimadas de C anuales para estos ambientes. El consumo de agua de los cultivos representó entre un 50 y 65% de los requerimientos hídricos potenciales, afectando en mayor medida a los cultivos de 1ª de siembra temprana. Una mayor intensidad de cultivos permitió una mayor “captura” del agua ofertada, mientras que una mayor inclusión de maíz permitió una mayor eficiencia de conversión a grano. El margen bruto de las distintas secuencias resultó elevado y superó los márgenes de soja de 1ª sobre estos ambientes La mayor rentabilidad se obtuvo con la secuencia de mayor intensidad de cultivos (trigo/soja 2ª). Es necesario continuar desarrollando otras alternativas de alta intensidad e inclusión de maíz o sorgo como cultivos de 2ª o de siembra tardía (contemplando la posibilidad de incluir cultivos de cobertura y otras alternativas como legumbres invernales de cosecha más temprana que el trigo), de modo de maximizar la producción de rastrojo, EUA y márgenes sobre estos ambientes.
El avance de la agricultura en la región2 ha generado que suelos sódicos antes destinados al uso ganadero como los ambientes de costa de “La Redención” (Inriville, Cba.) sean incorporados a la producción de granos. Los cambios empresariales y estructurales aparejados a estos procesos muchas veces dificultan la re-introducción de la actividad ganadera o mixta sobre estos suelos, por lo que los planteosproductivosactuales selimitan a rotaciones agrícolas. Sin embargo, los rendimientos de cultivos estivales como soja y maíz en este tipo de ambientes presentan una marcada variabilidad interanual, y rendimientos generalmente entre un 30 y 50% menores que en suelos de mejor aptitud. La elección de rotaciones y cultivos debería considerar las características de estos ambientes (Capítulo I), adoptandoestrategiasdiferentesa lasde suelosde
mayor potencial, de modo de aumentar la eficiencia deusoderecursosy estabilizarla producción. Los efectos más notorios del sodio en estos ambientes parecen estar relacionados a su impacto sobre la dinámica del agua en el suelo (véase NDVI de campañas contrastantes, Capítulo I). El sodio ocasiona la dispersión de las partículas de arcilla y materia orgánica, disminuye la estabilidad y tamaño de los agregados y poros3, y afecta la movilidad de agua en las capas afectadas4,5. Los estudios de caracterización ambiental (Capítulo I) mostraron un escaso desarrollo de raíces a partir de las profundidades con valores de sodio limitantes (profundidad efectiva limitada). El agua resulta entonces el factor más limitante en este tipo de ambientes. Las secuencias de cultivos deberían por lo tanto apuntar a maximizar la eficiencia de uso de este recurso limitante, aumentando las lluvias efectivas a
través de una mejoría gradual en las condiciones físicas delsuelo.
Los beneficios de la materia orgánica y carbono (C) sobre las propiedades de los suelos han sido detallados por diversos autores40-42. Existen relaciones directas entre la cantidad de residuo vegetal aportado anualmente al suelo y el cambio en el nivel de carbono orgánico del suelo43,44. En los sistemas agrícolas locales, los residuos de cosecha (rastrojo y raíces) constituyen el principal aporte de carbono orgánico al suelo, por lo que los planteos de rotaciones deberían apuntar a maximizar los aportes de materia seca en estos ambientes. La inclusión de un mayor porcentaje de gramíneas como maíz, sorgo y trigo en la rotación genera mayores aportes de carbono y balances más favorables de MO, como se evidencia en ensayos de larga duración y estimacionesen otrasregionesy ambientes45-51
La rotación de leguminosas con gramíneas favorece los mecanismos biológicos de agregación. En los últimos años se ha estudiado que la combinación en rotaciones de leguminosas con abundantes contenidos de polisacáridos y de gramíneas como el maíz, ricas en polifenoles, parecería proporcionar condiciones adecuadas para la formación de macroagregados en los horizontes superficiales del suelo52,53. Se han observado efectos positivos de rotaciones con maíz o sorgo sobre la estructuración y estabilidad de agregados del suelo5456, con respecto a rotaciones con mayor predominio desoja.
Esta mejora en las propiedades físicas se tradujo en distintas experiencias en mayor infiltración y menores pérdidas por escurrimiento 56-58. Las mejoras en la infiltración pueden atribuirse también al incremento en la macroporosidad generado por el sistema radicular fibroso cercano a la superficie y de mayor biomasa de los cultivos de maíz o sorgo59 Además, la composición de la materia seca aportada por las gramíneas (mayor relación C:N que cultivos como soja)46,47 permite una mayor duración del rastrojo. Un alto contenido de rastrojos en superficie disminuye las pérdidas por escurrimiento y evaporación directa desde el suelo60-63. Rotaciones en siembra directa con altas proporciones de rastrojosde maíz y trigo disminuirían en hasta un 70% la evaporación directa en suelos del norte de Bs AS y Sur de Córdoba64-66 . Una mayor intensidad de cultivos al año y mayor diversificación de las rotaciones sobre los suelos sódicos permitiría mayores aportes de C, una mejora gradual en las
propiedades físicas del suelo y menores pérdidas de agua, atenuando los efectos negativos del sodio. Se ha demostrado que en suelos sódicos, los aportes de materia orgánica (rastrojo, desechos animales) y la descomposición y actividad de raíces contribuyen también a disminuir el pH de los suelos por la respiración microbiana y radical, provocando un aumento en la presión parcial de CO2 y en la solubilidad del carbonato de calcio (CaCO3) presente en el suelo,97,124 que pasaría a reemplazar al Na+ del complejo de intercambio. Esta práctica de “fitorremediación” 125-128, se encuentra limitada generalmente a la actividad ganadería, pero la inclusión en rotaciones agrícolas de cultivos de altos aportes y sistemas radicales profusos como las gramíneaspodría favorecer estasmejoras.
Por otro lado, en estos ambientes de alta dependencia de los aportes de lluvias y relativa importancia del agua almacenada, la intensificación con más de un cultivo anual y la disminución de los períodos de barbecho permitiría incrementar la eficiencia en el uso de recursos que se pierden por distintas vías durante los períodos libres de cultivo, como se ha demostrado en otros ambientes67-72 . Por último, la alta susceptibilidad al desecamiento de estos suelos, aún con elevados aportes de lluvias, hace que cobre mayor importancia la ubicación del período crítico de los cultivos en condiciones más favorables de oferta-demanda hídrica, como las que podrían observarse más allá de la segunda quincena de febrero (Capítulo I). En este sentido, sistemas intensificados de doble cultivo anual o de cultivos estivales tardíos con o sin coberturas invernales, podrían presentar ventajas, contribuyendo a estabilizar los rendimientos
JUSTIFICACIÓN
Si bien existe gran cantidad de información referente al desempeño de pasturas y sistemas ganaderos sobre suelos sódicos73-77, las experiencias sobre rotaciones agrícolas sobre estos ambientes son escasas. Existe información referente al efecto de la intensidad y diversificación de secuencias agrícolas sobre las propiedades del suelo, los aportes de C al sistema y el aprovechamiento de recursos, pero la mayor parte ha sido desarrollada en otras regiones y ambientes, y se requieren trabajos a nivel local, sobre este tipo de suelo. Además, si bien se ha trabajado en el desarrollo de indicadores de “salud” del suelo78-82 , evaluar el efecto de distintas rotaciones sobre las
propiedades de suelos sódicos a través de distintos indicadores ayudaría a seleccionar y jerarquizar aquellos de mayor valor para estos ambientes. A su vez, el establecimiento de un marco de distintas alternativas de rotaciones sobre suelos sódicos permitirá evaluar en cada caso los efectos de otras prácticas de manejo como la aplicación de enmiendas o la elección de ciclos, genética, fechas de siembra o arreglo espacialde cultivos(CapítulosIII y IV).
Durante la campaña 2010-11 se iniciaron líneas deexperimentación a campo orientadasa desarrollar alternativas de rotaciones agrícolas de mayor adaptación a ambientes clase VIes. Los objetivos del trabajofueron:
- Evaluar el comportamiento agronómico de rotaciones agrícolas de diferente intensidad y %degramíneas (rendimientos,aportesde MS, aportesdeC,raíces).
- Evaluar la eficiencia de uso del agua de las secuenciasdecultivos.
- Evaluar la rentabilidad de las secuencias de cultivos.
- Evaluar el efecto de las rotaciones sobre las propiedadesfísico-químicasdelsuelo.
HIPÓTESIS DE TRABAJO
- Rotaciones de mayor intensidad anual de cultivos y mayor % de gramíneas generarán mayores aportes de C, que mejorarán gradualmente las condiciones físicas del suelo (infiltración, capacidad de aireación), a la vez de permitir acumular mayor cobertura de rastrojos estabilizando en conjunto los rendimientos en estosambientes.
- Rotaciones que ubiquen el período crítico de los cultivos estivales más allá de mediados de febrero (escapando a la ventana de elevadas probabilidades de stress hídrico estival) resultarán másestables.
- Dentro de las alternativas de intensidad 1.5 cultivos/año, la rotación Trigo/Maíz 2ª – Soja 1ª presentará ventajas frente a la rotación tradicional Maíz 1ª – Trigo/Soja 2ª: el maíz resultará más estable como cultivo de 2ª (rescindiendo potencial), mientras que la mayor oferta de materiales de soja (GM) permitirá ajustar el ciclo ante distintas oportunidades de siembracomocultivode 1ª evitandoelperíodode mayorprobabilidad destress hídrico
MATERIALES y MÉTODOS
a. Localización, diseño y tratamientos. El ensayo se llevó a cabo en el establecimiento “La Redención” (32º 54’ 25’’ S ; 62º 15’ 47’’ W), a 15 km de la localidad de Inriville, Córdoba. Se seleccionaron 3 lotes de producción de historia similar ubicados sobre la zona costera del río Carcarañá, representativos de la problemática zonal de altos niveles de sodio a profundidad variable (25-60cm), pero que reciben también escurrimientos desde lotes aguas arriba. A partir de los análisis de NDVI de 7 campañas, mapas de rendimiento de 2 campañas, análisis químicos de suelos y descripción de perfiles a campo, se delimitaron 3 zonas de acuerdo a la posición en el relieve y profundidad de aparición del sodio en niveles limitantes según bibliografía83 (15-16% PSI: porcentajesodio intercambiable)(Fig.15).
La zona 1 no presenta grandes limitantes de sodio. La zona 2 presenta altos contenidos de sodio a partir de los 40cm. La zona 3 presenta niveles similares de sodio, incluso a menor profundidad (2530cm), pero recibe los escurrimientos de las posiciones más altas en el relieve. Los análisis químicos de cada zona corresponden a los presentados en las tablas 1 y 2 del Capítulo I. Estas zonas se utilizaron como criterio para definir los bloquesdelensayo.
Figura 15. Lotes seleccionados para ensayo de rotación, suelos sódicos clase VIes, La Redención. Inriville.
Se definió un arreglo con testigo apareado, utilizandoa la secuencia trigo/soja 2ªcomotestigo en cada lote, de modo de tener cada campaña un cultivo invernal y uno estival para comparar entre tratamientos. Los tratamientos, de distinto índice de intensificación y participación de gramíneas, se presentan en la Tabla 4.
Tabla 4. Tratamientos/rotaciones en suelos clase VI es. Inriville, Córdoba.
Rotación Intensidad (cultivos/año) Gramíneas (%)
A) Trigo/Soja 2ª (T0) 2 50
B) Soja 1ª – Sorgo 1ª 1 50
C) Trigo/Sorgo2ª–Vicia/Maíz 1a 1.5 a 2 75-100
D) Maíz 1ª – Soja 1ªTrigo/Soja 2ª 1.33 50
E) Maíz 1ª – Soja 1ª 1 50
F) Trigo/Maíz 2ª - Soja 1ª 1.5 66
G) Maíz
Cada lote se dividió en franjas longitudinales, sembrando los tratamientos con orientación Norte a Sur, de modo de abarcar las 3 zonas edáficas de cada lote. Cada franja/tratamiento quedó definida en una superficie entre 15 y 20ha (600-1000m largo x 200m ancho), (Fig.16). El tratamiento “maíz 1ª -soja 1ª ” se destinó también para ensayos de ajuste de fechas de siembra,genética y ciclosde maíz y soja.
Los tratamientos se iniciaron durante el invierno 2010. La elección de densidad de plantas, espaciamiento entre hileras, fertilización, control de
malezas,plagasy enfermedades serealizó deacuerdo al manejo habitual para cultivos de 1ª ó 2ª en los lotes de producción del resto del establecimiento. Las fechas de siembra logradas y los cultivos y genotipos utilizados para las campañas 2010-11 y 2011-12 se resumen en lastablas5 y 6.
Tabla 5. Fechas de siembra y genotipos de los tratamientos durante la campaña 2010-2011, en suelos clase VIes. Inriville, Cba. Rotación CultivoGenotipo Fecha de siembra
A) Trigo/Soja 2ª (T0) T: Themix; Sj :DM 4970 20/5/10; 7 al 16/12/10
B) Soja 1ª – Sorgo 1ª Sj: DM 4970 28/11/10
Campaña 201011
C) *Soja 1ªTrigo/Sorgo2ª–Vicia/Maíz 1a Sj: DM 4970 28/11/10
D) Maíz 1ª – Soja 1ª - Trigo/Soja 2ª Mz: DK 190 15/12/10
G) **Trigo/Soja 2ª –Maíz 1ª T: Themix; Sj: DM 4970 20/5/10; 16/12/10
T: Trigo, Sj: Soja, Mz: Maíz, Sg: Sorgo. *Nota: La rotación C ) se inició con soja 1ª en 2010, buscando mayor intensificación a partir d el invierno 2011 con trigo. ** La rotación G se inició en el 2011, subdividiendo el testigo. para sembrar el 1er maíz en 2012.
Tabla 6. Fechas de siembra y genotipos de los tratamientos durante la campaña 2011-2012, en suelos clase VIes. Inriville, Cba.
Rotación CultivoGenotipo Fecha de siembra
A) Trigo/Soja 2ª (T0) T: Bio. 1005; Sj :DM 4970 15/6/10; 5/12/11
D) Maíz 1ª – Soja 1ª - Trigo/Soja 2ª Sj :DM 4670 5/11/11
E) Maíz 1ª – Soja 1ª Sj: DM4712, 4210, 6.2i 5/12/11
F) Trigo/Maíz 2ªSoja 1ª Sj :DM 3810 1/11/11
G) ** Trigo/Soja 2ª–Maíz 1ª T: B 1005; Sj: DM 4970 15/6/11; 5/12/11
T: Trigo, Sj: Soja, Mz: Maíz, Sg: Sorgo. *Nota: La rotación C ) se inició con soja 1ª en 2010, buscando mayor intensificación a partir d el invierno 2011 con trigo. ** La rotación G se inició en el 2011, subdividiendo el testigo. para sembrar el 1er maíz en 2012.
Durante la campaña 2010-2011, las siembras de los cultivos estivales se retrasaron considerablemente respecto de las fechas planificadas, con siembras de
Figura 16. Rotaciones alternativas sobre suelos sódicos clase VIes, La Redención. Inriville.
soja y maíz de 1ª en noviembre y diciembre. Las siembras de soja de 1ª de la campaña 2011-2012 planificadas para octubre, también se retrasaron hacia noviembre y diciembre por falta de humedad. En 2011-2012, se sembraron en el tratamiento “maíz 1ª- soja 1ª” variedades de soja de GM IV, y VI. Sólo se consideraráel GMIVpara elensayo derotaciones.
NOTA: Los tratamientos definidos inicialmente fueron: trigo/soja 2ª (T0); soja 1ª-sorgo 1ª ; soja1a-soja 1ª ; maíz 1ª-trigo/soja 2ª ; maíz 1ª-soja 1ª - trigo/soja 2ª; y trigo/maíz 2ª. El retraso en la siembra de los cultivos estivales de la campaña 2010-2011 ocasionó a su vez el retraso en la cosecha, especialmente en maíces de 1ª y 2ª, impidiendo la siembra de trigo 2011 en las secuencias Maíz 1ª-Trigo/soja 2ª y Trigo/Maíz 2ª continuo. Por otro lado el tratamiento de monocultura de soja fue descartado por considerárselo finalmente poco representativo a nivel empresarial. Se decidió su reemplazo en el 2011 por el tratamiento C, orientado al mayor aporte de carbono y raíces al sistema posible con cultivos de cosecha, para evaluarlo como “costo” hasta estabilizar la producción. Todos estos desvíos y modificaciones respecto del plan original obedecieron en parte a la menor disponibilidad del GTD para actividades relacionadas con el Proyecto. Finalmente, al considerar sólo las 2 primeras campañas, las secuencias a analizar serán: Trigo/soja 2ª continuo (rotación T0); Soja 1ª - Sorgo 1ª ; Soja 1ª-Trigo/sorgo 2ª ; Maíz 1ª - Soja 1ª ; y Trigo/Maíz 2ª - Soja 1ª.
b. Determinaciones y análisis
Comportamiento agronómico. Indicadores de Cultivo: Fenología, rinde, aportes de rastrojo y Carbono. La fenología seregistró porla escala Fehr y Caviness84 en soja, Rithie-Hanway85 en maíz, Zadoks86 en trigo y Vanderlip-Universidad de Kansas87 en sorgo. Los cultivos se cosecharon mecánicamente (franja entera: zonas 1, 2 y 3 conjuntamente), aunque los datos fueron complementados también con cosechas manuales en madurez fisiológica, de plantas en 2m2 de superficie (tallos, hojas en pie y grano). Se realizaron 3 muestreos por zona, en “estaciones de muestreo” georreferenciadas previamente con el cultivo en pie (aproximadamente 25m2 de superficie cada una, total 9 estaciones por tratamiento). Se pesó en húmedo y se llevó una sub-muestra del material a estufa a 65ºC por 72 hs para estimar: biomasa aérea total (BAT), rendimiento en grano (Y) y aporte de rastrojo (Rj), todo expresado en peso seco. El carbono aportado por cada cultivo en cada rotación se estimó a partir
de la aproximación propuesta por Álvarez y Steinbach88 para suelos de la región pampeana, considerando el C aportado en la materia seca del rastrojo (BAT – Rendimiento) y en la biomasa de raíces. Ésta se estimó en un 20% de la biomasa del rastrojo para trigo, maíz y sorgo y en un 30% para soja (aportes a 30cm). Se estimó un 40% de C en la materia seca de rastrojo y raíces. Por último, de ese 40%, se asume que entre un 30% y 50% formará humus88,94-95
Consumo y Eficiencia de Uso del Agua (EUA):
Se calculó la EUA de cada cultivo como el cociente entre la biomasa aérea total o el rendimiento y el agua evapotranspirada oconsumida (Etc)enelciclo:
EUAB = BAT x Etc-1 [4]
EUA y= Y x Etc-1 [5]
El consumo de agua (Etc) se estimó a través de un balance simple en el ciclo del cultivo, a partir de los registros de agua útil en el suelo a siembra (Hi) y a cosecha (Hf) de los cultivos, y los registros de lluvia. Las precipitaciones reales se transformaron en precipitaciones efectivas (PPe) a partir de fórmulas empíricas89 de acuerdo a la textura y cobertura de rastrojo.
Etc (mm) = Hi (mm) – Hf (mm) + PPe (mm) [6]
Los niveles de humedad inicial y final en el suelo se determinaron por el contenido gravimétrico (Hg), tomando muestras de los estratos de 0-20cm, 2050cm, 50-100cm y 100-150cm, tomando 2 muestras por zona para cada cultivo. El secado de la muestras serealizó con estufa a 140°C hasta pesoconstante.En soja de 1ª, durante la campaña 2011-12, se complementaron las determinaciones con muestreos en R3, R6 y R8 de modo de ajustar balances hídricos diarios (de acuerdo a la metodología de Kc único, FAO90 modificado). Se estimó el contenido volumétrico (Hv), el agua total (AT) y la lámina de agua útil (LAU) a siembra y cosecha en el perfil según lassiguientesecuaciones:
Hg (g/g) = Peso húmedo-Peso seco/Peso seco [7]
Hv (cm3/cm3) = Hg (g/g)*D. Aparente (g/cm3) [8]
AT (mm) = Hv(cm3/cm3)*Prof. (mm) [9]
LAU (mm) = ∑ Lámina (mm)-PMP (mm) [10]
La densidad aparente y los valores de punto de marchitez permanente (PMP) por estrato fueron estimados a partir de las fórmulas de pedotransferencia27 del Capítulo I. En los casos en los que los muestreos se vieron retrasados, se estimó el
contenido de humedad al momento deseado a partir de la medición posterior y de un balance hídrico diario (FAO90 modificado).
Finalmente, se estimó la “Productividad del Agua (PA)”27 de cada secuencia de cultivos, considerando cuánta agua consumieron o aprovecharon los cultivos respecto de la oferta total de agua del período (“eficiencia de captura”) y cuánto de esa agua consumida fue transformada en grano o biomasa (“eficiencia de conversión”):
PA= Et1 +Et2 +.. +Etn x Y1+Y2+.. + Yn [11]
PP2010/12 Et1 +Et2 +.. +Etn
donde Et1 a Etn representa el agua evapotranspirada por cada cultivo, PP las precipitaciones en el período considerado(baseanual, 1 May a 30 abril), e Y1 a Yn el rendimiento decada cultivodela secuencia.
NOTA: Durante la campaña 2010-2011 se obtuvieron sólo los datos de cosecha mecánica de los cultivos. Los aportes de rastrojo se estimaron a partir de estos valores y del índice de cosecha (IC) promedio de las 3 zonas calculado durante la campaña 2011-2012. A partir de estas estimaciones se calcularon también los aportes de Carbono. Los muestreos de humedad inicial y final de los cultivos de la primer campaña, necesarios para los cálculos de Etc de los cultivos, se estimaron realizando un balance hídrico diario (método de FAO-Allen)90 a partir de las primeras mediciones de humedad realizadas (balance “hacia atrás en el tiempo”).
Rentabilidad: Se calcularon los márgenes brutos de cada cultivo y de cada secuencia, como la diferencia entre los ingresos brutos y costos y gastos totales (costos de implantación y protección de cultivos: labores + insumos; gastos de comercialización, acondicionamiento y flete)97,98. Se consideraron para todos los casos los precios de insumos y precios de grano de Enero 2013 (BCR-MATBA99,100). Las labores agrícolas se consideraron todas realizadas con maquinaria contratada, y los costos de las operaciones se estimaron de acuerdo a los costos operativos propuestos por FACMA101 (o por valor en U$S de la U.T.A. enero 2013 según tipo de labor). En los casos en los que se convirtieron precios de insumos y productos en dólares a moneda local se utilizó la cotización del BNA Enero 2013102 (1 U$S = 4.9 AR$). El paquete tecnológico considerado para cada cultivo así como los precios de cada ítem se detallan en el ANEXO. Se analizaron también los
resultados económicos considerando los precios de commodities promedio de los últimos 5 años (2007/2012)99, y la relación del margen de cada secuenciacon elmargen delcultivodesoja de1ª.
Indicadores físico-químicos del suelo: Se planificó el muestreo de indicadores en 3 estaciones de muestreo (EM) de cada rotación, ubicadas en el ambiente más limitante (zona 2). Estas EM se seleccionaron de acuerdo al desarrollo del cultivo durante la primer campaña estival y se georreferenciaron, de modo de relacionar con los muestreos de biomasa, carbono y rendimiento de cada rotación. Se definió el muestreo de las condiciones físicas iniciales al comienzo de los tratamientos, con muestreos anuales sucesivos previo a la siembra de los cultivos invernales (mayojunio). Los indicadores físicos incluyeron: infiltración básica con permeámetro de disco (3 por EM), densidad aparente por el método del cilindro 0-5 y 520cm (3 por EM por profundidad) y porosidad de aireación 0-5 y 5-20cm a 0.1 bar con mesas de tensión (3porEMporprofundidad).
Los muestreos químicos se propusieron al inicio del ensayo y al 3er año: Materia orgánica 0-5 y 5-20 cm (Walkley-Black, 1 muestra compuesta de 5 submuestras por EM), pH, CE y PSI hasta 60cm (0-20, 20-40 y 40-60cm; 1 muestra compuesta de 5 submuestras por EM). Estas últimas determinaciones se propusieron para integrar esta línea de desarrollo con la aplicación de enmiendas en cada rotación (Ver Capítulo III).
NOTA: Si bien se seleccionaron y georreferenciaron estaciones de muestreo en cada tratamiento durante la primer campaña, los muestreos físicos y químicos del suelo se fueron posponiendo hasta el invierno de 2012 debido a la merno disponibilidad temporal del GTD (combinación con puesto de encargado de producción). Finalmente, no se contó con la información referente al posible efecto de los distintos cultivos y rotaciones sobre las propiedades del suelo debido a la finalización del proyecto al momento del inicio de las determinaciones.
Análisis estadístico: Las diferencias entre tratamientos se analizaron a través de modelos lineales mixtos generalizados, utilizando el software INFOSTAT-R91 (para diseño de testigo apareado, distancia euclidiana). Se buscó relacionar mediante regresiones lineares el aporte de rastrojo, materia seca total y carbono de cada rotación con posibles cambios en el stock de carbono (0-5 y 5-20cm), así como en laspropiedadesfísicas.
RESULTADOS y DISCUSIÓN
I. Comportamiento agronómico: rendimientos.
Considerando sólo las 2 primeras campañas (2010-11 y 2011-12), quedaron dispuestas 5 secuencias de cultivos distintas: Trigo/soja 2ª continuo (rotación T0); Soja 1ª - Sorgo 1ª ; Soja 1ªTrigo/sorgo 2ª ; Maíz 1ª - Soja 1ª ; y Trigo/Maíz 2ªSoja 1ª . Las lluvias totales resultaron similares entre campañas (total 1 mayo- 30 abril). Sin embargo, las precipitaciones durante el período Diciembre-EneroFebrero resultaron considerablemente superiores durante la primer campaña (355 vs 190 mm). La evapotranspiración de referencia (Eto) resultó levemente menor durante esta primer campaña (alrededor de 8%), por lo que el balance entre oferta y demanda hídrica resultó claramente más favorable para loscultivos estivalesen 2010-11(Fig. 17).
Los rendimientos obtenidos por cosecha mecánica en las 5 secuencias se resumen en la Tabla 7. Los cultivos estivales de mejor desempeño fueron los de siembra tardía (fines de noviembre-principios de diciembre), promediando rendimientos cercanos a los 3000 kg/ha de soja de 1ª en las dos campañas. Tanto soja, como sorgo y maíz tardíos o de 2ª ubicaron el período crítico más allá de la primera quincena defebrero.
Si bien sólo se contó con maíz en la primera campaña, se observaron rendimientos promedio cercanos a los 11000 kg/ha en estas siembras tardías, superando ampliamente los promedios históricos en estos lotes. Las condiciones climáticas durante ambas campañas retrasaron las siembras, y en los casos en los que pudieron sembrarse temprano, los rendimientos de los cultivos de 1ª se vieron claramente afectados (ej. Sorgo 1ª 2011-12, ó Soja de 1ªGMIII dela secuenciaTrigo/Maíz 2ª -Soja1ª).
Tabla 7. Rendimiento de cosechadora, durante las campañas 2010-11 y 2011-12, en suelos predominio clase VIes. Inriville, Cba.
Trigo/Soja 2ª (T0) (Rotación "A") 4700 2717 3100 2562
Soja 1ª - Sorgo1ª (Rotación "B") - 3165 - 4703
Soja 1ª-Trigo/Sorgo2ª (Rotación "C") - 3165 3000 6418
Maíz 1ª – Soja 1ª (Rotaciones "D" y"E") - 10950 - 3225
Trigo/Maíz 2ª -Soja1ª (Rotación "F") 4700 6600 - 2469
17. Secuencias , cultivos y oferta-demanda hídrica durante campañas 2010-2011 y 2011-2012, sobre suelos sódicos con predominio clase VIes, La Redención. Inriville.
Figura
Las cosechas manuales realizadas en 2012, en los diferentes ambientes de los lotes, permitieron evaluar el impacto del sodio de acuerdo al nivel y posición en el relieve, durante la campaña con mayores restricciones. Los cultivos de 1ª rindieron en el ambiente más restrictivo (zona 2) entre un 60 y 65% de lo que rindieron en la zona de suelos clase III (zona 1). Los rendimientos de la zona 3, con suelos sódicos pero con aporte de agua desde las otras posiciones,resultaron similareso mayores a losdelos suelos de mayor aptitud. Los cultivos de 2ª rindieron en la zona 2 entre un 65 y 70% de lo que rindieron en losmejoresambientes(Fig.18).
18. Rendimiento de los cultivos estivales 2012 de acuerdo al ambiente, Inriville, Córdoba.
De acuerdo a lo publicado por el NOAA92 se trató de 2 campañas consecutivas de la fase ENSO “Niña”. La distribución de lluvias de ambas campañas se correspondió en buena medida con el promedio histórico 1980-2012 para el período noviembrefebrero (Fig. 19). La oferta hídrica en años “Niña” resulta considerablemente inferior a las fases “Niño” desde principios de noviembre hasta fines de enero (las fases neutras presentan un comportamiento intermedio). En la campaña 2011-12, este “bache” característico de diciembre y enero resultó más pronunciado, restableciéndose las precipitaciones recién a partir dela primeraquincena defebrero.
19. Lluvias históricas decádicas, promedio serie 1980-2012, de acuerdo a la fase ENSO, Marcos Juárez, Córdoba.
En estos suelos con limitaciones a la exploración radical y a la extracción de agua, la probabilidad de déficit hídrico resulta muy elevada durante los meses de diciembre y enero (análisis según metodología Univ. Arkansas-USDA18 ; véase Capítulo I, Fig. 13A). Por lo tanto, ubicar el período crítico de los cultivos en estas fecha resulta altamenteriesgoso. Separando los años de la serie histórica de acuerdo a su fase ENSO (Niño-Niña-Neutro), se observa cómo la probabilidad de ocurrencia de estrés hídrico resulta aún mayor en fases Niña, especialmente durante la primera quincena de enero. Las lluvias de las fases Niño reducen considerablemente la probabilidad de estrés, en especial en diciembre y principio de enero (Fig. 20), sin embargo siguen resultando elevadas hasta mediadosde febrero.
Figura 20. Probabilidad de ocurrencia de déficit hídrico en suelos clase Vies de acuerdo a la fase ENSO. Metodología de Purcell et al. (2003). Balances diarios considerando los 15 días anteriores, series históricas 1980-2012 INTA Marcos Juárez, y 0.17 mm agua útil/mm suelo (60cm de profundidad).
Figura
Figura
La ubicación del período crítico de los cultivos más allá de la segunda quincena de enero, como ocurrió en las campañas 2010-11 y 2011-12 con los cultivos de 1ª de siembra tardía o los cultivos de 2ª, disminuiría considerablemente la probabilidad de ocurrencia de eventos de estrés hídrico en estos ambientes, especialmente en años Niña, contribuyendo a estabilizar rendimientos. En cambio, siembras de 1ª tempranas o de cultivos que ubiquen el período crítico hacia enero, resultarán muy afectadas por estrés hídrico y el rendimiento se verá resentido (como ocurrió por ejemplo con el sorgo 1ª 2012 y soja de 1ª GMIII 2012). En estos ambientes altamente dependientes de las precipitaciones, el efecto de las fases ENSO puede resultar más marcado que en ambientes de mayor capacidad de almacenaje. El uso de pronósticos puede constituir una herramienta valiosa para elegir secuencias y estabilizarrendimientos en estetipodesuelos.
II. Aportes de rastrojo y C al sistema
El Indice de Cosecha (IC = rendimiento/Biomasa aérea total) promedio en estos ambientes fue de 0.36 para soja de 1ª; 0.46 para soja de 2ª; 0.25 para sorgo de 1ª y 0.35 para sorgo de 2ª. El IC para trigo se estimó en 0.35, y el de maíz en 0.5. (Álvarez y Steinbach88). A partir de las determinaciones y estimaciones de aportes de biomasa aérea y biomasa de raíces (con las consideraciones propuestas por estos autores) se estimaron los aportes de C de cada cultivo y cada secuencia que podrán incorporarse al humusdelsuelo. (Tablas 8y 9).
Tabla 8. Aporte de rastrojo de las secuencias, durante las campañas 2010-11 y 2011-12, en suelos predominio clase VIes. Inriville, Cba.
Aportes de Rastrojo (kg MS/ha)
Secuencia
2010-11 2011-12 Total Kg MS /ha.año
Trigo/Soja 2ª (T0) (Rotacion "A") 10297 7538 17835 8918
Soja 1ª – Sorgo 1ª (Rotacion "B") 4839 12134 16973 8486
Soja 1ª- Trigo/Sorgo2ª (Rotacion "C") 4839 15042 19881 9940
Maíz 1ª – Soja 1ª (Rotaciones "D" y "E") 9417 3256 12673 6336
Trigo/Maíz 2ª - Soja 1ª (Rotacion "F") 13230 3775 17005 8503
Tabla 9. Aporte de Carbono al humus (rastrojo+raíces) de las secuencias, durante las campañas 2010-11 y 2011-12, en suelos predominio clase VIes. Inriville, Cba.
Aportes de Carbono Humificable (kg /ha)
Secuencia
2010-11 2011-12 Total Kg C /ha.año
Trigo/Soja 2ª (T0) (Rotacion "A") 2021 1489 3510 1755
Soja 1ª – Sorgo 1ª (Rotacion "B") 1006 2330 3336 1668
Soja 1ª- Trigo/Sorgo2ª (Rotacion "C") 1006 2888 3895 1947
Maíz 1ª – Soja 1ª (Rotaciones "D" y "E") 1808 1026 2834 1417
Trigo/Maíz 2ª - Soja 1ª (Rotacion "F") 2540 785 3325 1663
Los aportes de rastrojo de las secuencias promediaron los 8400 kg MS/ha.año. Las secuencias de mayor intensidad (cultivos/año) resultaron las de mayores aportes, más aún con inclusión de sorgo. La secuencia Soja 1ª –Trigo/Sorgo 2ª fue así la que aportó más rastrojo al sistema: Soja 1ª –Trigo/Sorgo 2ª > Trigo/Soja 2ª continuo > Trigo/Maíz 2ª-Soja 1ª ≥ Soja 1ª- Sorgo 1ª > Maíz 1ª – Soja 1ª . Si bien debido a las dificultades de las campañas no se contó con una secuencia Trigo/soja 2ª – Maíz 1ª , estimando a partir de lo observado en otras secuencias, los aportes promedio de MS y C serían similares al de la secuenciaTrigo/Maíz 2ª -Soja 1ª.
Se observó una tendencia similar entre las secuencias en el carbono aportado para humificación. El aporte promedio de C de las secuencias se encontró alrededor de los 1700 kg C/ha.año. Si se considera el nivel actual de carbono del suelo, y la tasa de mineralización de la materia orgánica , podrá estimarse en forma aproximada el balance de C en cada secuencia a partir de un modelo simple como el deHenin-Dupuis95 :
Balance anual = m x k1 – CO x k2 [12]
donde m es la masa de carbono aportado por los cultivos, k1 es una constante de humificación de ese C (entre 30-50%; y m x k1 será el C aportado para humificación dela tabla 9); CO es el stock decarbono orgánico del suelo (kg/ha, de 0-20cm, aproximadamente 58% de la Materia orgánica); y k2 es la constante de mineralización del carbono (entre 3 y 6% anual de acuerdo a la fuente88,93-94). Si se considera un 2.05% promedio de MO 0-20cm (Tablas 1 y 2, Capítulo I), 1.3 Tn/m3 de densidad aparente, y un stock de carbono de 30.0 Tn/ha; y un 5.7% de coeficiente de mineralización88, los aportes de C
anuales deberían superar los 1760 kg C/ha.año para aumentar los niveles de C del sistema. Sólo las rotaciones más intensas (I=2) o con sorgo como cultivode 2ª (I =1.5)estarían superandoesos valores. Para mantener esos niveles de aportes de C, los aportes de rastrojo deberían superar los 9000 kg MS/ha.año.
En estos ambientes limitantes donde no se produce tanta biomasa por cultivo individual como en suelos de mayor aptitud, una manera de sostener aportes de C lo suficientemente altos, sería aumentando la intensidad de cultivos, sobre todo incluyendo aquellos de altos aportes como el sorgo. Incluso en secuencias con un cultivo de soja cada 2 años (soja-sorgo), los aportes podrían equipararse a los de secuencias más intensas (1.5) con inclusión de maíz.
Para poder cuantificar variaciones en los niveles de carbono orgánico en el suelo y entender la dinámica de los procesos de transformación y descomposición se necesitan estudios de mayor duración. Una precisa estimación del balance de C en estos ambientes requiere estudios que permitan analizar la dinámica del C en estos ambientes, considerando los pulsos de aporte y descomposición de la materia orgánica en función de la calidad y la cantidad de los materiales aportados. Por ejemplo, si bien en una primera aproximación secuencias como soja – trigo/sorgo 2ª parecen generar los mayores aportes de C y por ende un balance más positivo, se desconoce la real dinámica de descomposición del material orgánico aportado por raíces y rastrojo de cada cultivo en la secuencia, y cómo el material aportado por cada cultivo puede modificar las tasas de humificación/mineralización del stock de C del suelo.
III. Consumo y Eficiencia de Uso del Agua (EUA)
a. Ajuste de Constantes:
Los muestreos de humedad en distintos momentos del ciclo de los cultivos permitieron avanzar en el ajuste de las propiedades hídricas del suelo, necesarias para ajustar las estimaciones de consumo de agua y balances hídricos (ej. Profundidad efectiva, AUT, PMP, CC, Umbrales). Durante enero 2012, los cultivos de soja y sorgo de 1ª experimentaron condiciones de estrés hídrico considerable. En estos casos se observaron los valores mínimos de humedad en el perfil de suelo (Fig. 21), que se utilizaron para corregir las estimaciones de PMP realizadas por funciones de pedotransferencia a partir de la textura27. Se realizaron también los ajustes necesarios para cada cultivo. Se observó por ejemplo cómo los valores mínimos registrados en el cultivo de sorgo resultaron menores que los observados en soja. El sorgo pareció ser capaz de extraer más agua en este tipo de suelos en condiciones de estrés, presentando un “límite mínimo” a la extracción de agua menor que soja.
Figura 21. Límites mínimos de humedad observados para cultivos de sorgo y soja de 1ª durante campaña Niña 2011-2012, suelos sódicos a partir de 40cm, Inriville, Córdoba.
A su vez, durante la campaña 2011-2012, se realizaron muestreos de humedad a siembra, R3, R6 y R8 en sojas de 1ª y 2ª, en la zona 1 (predominio clase III, menor concentración de sodio) y zona 2 (predominio clase VI, mayor concentración de sodio). Estas determinaciones permitieron tener una aproximación de cómo es el movimiento del agua en estos suelos. En los sectores con baja influencia de sodio, los niveles de humedad variaron ampliamente a lo largo del ciclo de los cultivos, en los distintos horizontes, y hasta el metro y medio de profundidad (representado por la amplitud de las cajas de la Fig. 22.A). El movimiento de agua en el ciclo parece haber sido relativamente menor en los suelos con mayor contenido de sodio (clase VI), especialmente a partir de los 40cm (Fig. 22.B), ya sea por una menor extracción de agua por el cultivo, menor flujo entre horizontes por capilaridad, o menor drenaje hacia las capasinferiores.
Puede observarse a su vez la mayor dificultad con la queloscultivosextrajeron agua en estossuelos sódicos. Los valores mínimos de humedad alcanzados en esta campaña en los clase VI (unidos por la línea punteada en el gráfico de cajas) resultan
relativamente superiores a los de los clase III. El efecto del sodio parece haber sido “aumentar” el PMP de los cultivos. Sin embargo, el efecto no parece haber sido el mismo para los distintos cultivos (sorgo vs soja, Fig, 21). (Los bajos valores de humedad alcanzados en el primer horizonte en todos los casos puede responder a la influencia de la evaporación y contacto directo con la alta demanda de la atmósfera).
Puede observarse también cómo en estos ambientes, la menor movilidad de agua dificulta la recarga del perfil de suelo. En el suelo IIIe (Fig. 22 A), los niveles de humedad de los horizontes inferiores alcanzaron en algún momento del período analizado niveles cercanos a capacidad de campo. En cambio, en el suelo VIes (Fig. 22 B), más allá del metro se mantuvo en niveles relativamente secos, aún con abundanteslluviasa partir de febrero. En estossuelos sódicos, tendría entonces menos sentido buscar almacenar agua en los barbechos. Dadas sus restricciones al movimiento de agua, posiblemente las lluvias que se desean almacenar se pierdan por escurrimiento o evaporación, reduciendo su almacenamiento en las capas más profundas.
A B Clase IIIes
n=36xProf
Clase VIes
n=36xProf
Fig. 22. A y B. Variabilidad en los registros de humedad gravimétrica a distintas profundidades a lo largo del ciclo de soja (incluye todas las fechas de siembra y variedades), para suelos clase III (A) y suelos clase VI (B). Campaña 2011-2012. Los bigotes del gráfico de cajas indican los percentiles 5 y 95%.
Sodio
Diversos autores han señalado cómo el exceso de sodio intercambiable en el suelo ocasiona la dispersión de las partículas de arcilla, disminuye la estabilidad y tamaño de los agregados y poros3 , y afecta la movilidad de agua en el suelo4,5. Si bien durante la caracterización a campo (Capítulo I) se observó una escasa o nula presencia de raíces en los horizontes sódicos, a partir de estas campañas pudimos observar que en condiciones de extrema sequía, el agua de los horizontes sódicos parece ser aprovechada directa o indirectamente por los cultivos, aunque en menor grado que en suelos sin limitaciones. Habría aportes de agua de estas capas sódicas, aunque con una movilidad limitada. Son necesarios futuros estudios que permitan esclarecer la magnitud y tasa del movimiento de agua en estos horizontes en condiciones de cultivo, así como el grado de estrés que le genera al cultivo extraer agua en estoshorizontes.
Entender cómo se mueve el agua y qué restricciones genera el sodio en este tipo de suelos permitirá ajustar el diseño más conveniente de secuencias de cultivos. De estos primeros estudios se infiere que el sodio estaría elevando el PMP (con diferencias entre cultivos), disminuyendo la “capacidad de entrega de agua al cultivo”, y la recarga de horizontes inferiores. Las secuencias de cultivos deberían por lo tanto tener en cuenta estos aspectos, buscando maximizar el aprovechamiento de la oferta de lluvias más que el agua almacenada, evitar períodos críticos con elevada demanda ambiental aún con buena oferta de lluvias, y fundamentalmente mejorar las propiedades físicas y cobertura para aumentar las lluvias efectivas. A partir de estos primeros resultados, las secuencias con mayor intensidad de cultivos/año y cultivos estivales de siembra tardía seadecuarían mejora estoscondicionantes.
b. Consumo de agua (Etc) – Balance hídrico:
De acuerdo a los muestreos de humedad y estimaciones de los balances hídricos en la zona 2, clase VIes, el consumo de los cultivos invernales resultó similar entre campañas, cercano a los 280285 mm. El consumo promedio de los cultivos estivales fue cercano a los 370mm, aunque resultó más variable, condicionado por la fecha de siembra, el largo del ciclo y distribución de lluvias de la campaña (Tabla 10). Sin embargo, en líneas generales el consumo de los cultivos de 1ª fue un 15% superior al de los cultivos de 2ª. Dependiendo delcultivoy la fecha de siembra,Elconsumo de agua en esta zona 2 (de mayores restricciones), representó entre un 50 y un 65% de los requerimientos hídricos potenciales (en la campaña 2012). Estos valores resultan relativamente semejantes a la disminución de rendimiento observada en este ambiente respecto de las zonas con mayor disponibilidad de agua (Fig. 18, rindes de sorgo y soja según ambiente).
Tabla 10. Evapotranspiración de los cultivos integrantes de cada secuencia, durante las campañas 2010-11 y 2011-12, en suelos predominio clase VIes (zona 2). Inriville, Cba.
Soja 1ª-Trigo/Sorgo2ª (Rotación "C") - 415 280 323
Maíz 1ª – Soja 1ª (Rotaciones "D" y"E") - 442 - 305
Trigo/Maíz 2ª -Soja1ª (Rotación "F") 286 390 - 312
El balance de agua en el suelo a lo largo del ciclo de los cultivos explica en gran medida los resultados en cada secuencia (Figuras 23 A a E). Los cultivos invernales de la campaña 2010-11 partieron con elevados niveles de humedad, y para fines de septiembre-comienzos de octubre, hacia el período crítico del trigo, contaron con abundante oferta de lluvias y humedad edáfica por encima de los umbralesde estrés(50%agua útil).
Los cultivos de 2ª partieron con niveles de humedad cercanos al 50% de agua útil luego del consumo del trigo antecesor, mientras que los cultivos de 1ª (de fecha de siembra similar, pero con barbecho invernal) partieron con niveles superiores a capacidad de campo hasta el metro de profundidad. Sin embargo, para mediados de enero, tanto cultivos de 1ª como de 2ª presentaron niveles semejantes, aunque muy posiblemente el estrés experimentadoporlos cultivosde 2ª en enero puede haber resentido su potencial productivo en mayor medida. El menor contenido de agua útil y agua fácilmente disponible en este tipo de suelos hace que las reservas se agoten rápidamente y sean altamente dependientes de las lluvias durante la campaña.
Tanto los cultivos de 1ª de siembra tardía como los de 2ª contaron con elevada oferta de lluvia y altosniveles dehumedad duranteelperíodocrítico en febrero, con rendimientos relativamente elevados para este tipo de ambientes. Durante la campaña 2011-12, los cultivos de invierno partieron con los perfiles cargados como en 2010, pero para el inicio del período crítico, los niveles de humedad resultaron menores. Los cultivos estivales de 1ª, de siembratemprana como el sorgo, partieron con altos contenidos de humedad. Sin embargo, para el inicio del período reproductivo, a mediados de enero, agotaron las reservas y el agua útil se encontró por debajo del umbral. Los cultivos de 2ª partieron con menos agua en el perfil y sufrieron estrés durante el período vegetativo, pero hacia el período crítico (febrero soja 2ª o marzo sorgo 2ª) las lluvias mantuvieron los niveles cerca o por encima del umbral de estrés. En ambas campañas, el retraso en la fecha de siembra o las siembras de 2ª aseguraron contenidos de humedad elevados durante el período crítico de los cultivos estivales. Partir con una mayor reserva de agua en el perfil no aseguró necesariamente una buena provisión de agua en el suelo duranteelperíodoreproductivo.
Figura 23. Balances hídricos: Evolución de la lámina de agua útil del suelo hasta 1 metro de profundidad durante el ciclo de los cultivos integrantes de cada secuencia. A: Secuencia Trigo/soja 2ª continuo; B. Secuencia Soja 1ª – Sorgo 1ª ; C: Secuencia Soja 1ª – Trigo/ Soja 2ª ; D: Secuencia Maíz 1ª – Soja 1ª ; y E: Secuencia Trigo/ Maíz 2ª – Soja 1ª . Campañas 2010-11 y 2011-12, suelos sódicos predominio clase VIes (zona 2). Inriville, Cba.
Agua útil 1 m(mm)
Lluvias Barbecho Maiz 1a Soja 1a Umbral 50% AUT
Agua
c. EUA y “Productividad del Agua”
Las eficiencias en el uso del agua a nivel de cultivo individual (Tabla 11), resultaron razonables comparándolas con valores de referencia para cada cultivo96: EUA Maíz 6-23 kg/mm et; Soja 6-10 kg/mm; Trigo 5-17 kg/mm; Sorgo 5-21 kg/mm). Las gramíneas C4 como sorgo y maíz presentaron las mayores eficiencias, seguidas de trigo, soja 2ª y por último soja de 1ª. Los valores de EUA más altos de los cultivos de 2ª o de siembra tardía se corresponden con los bajos niveles de consumo de agua en el ciclo, especialmente durante el período vegetativo (“estrés inicial”, seguido de condiciones óptimasduranteelperíodocrítico).
Tabla 11. Eficiencia en el uso del agua de los cultivos integrantes de cada secuencia, durante las campañas 2010-11 y 2011-12, en suelos predominio clase VIes (zona 2). Inriville, Cba.
La oferta de lluvias total en las dos campañas (1 mayo2010-30 abril2012) fue de 1520 mm. De ese total, los cultivos aprovecharon/consumieron entre 1200 y 750 mm de acuerdo a la intensidad de la secuencia. Rotaciones de mayor intensidad como trigo/soja 2ª aprovecharon cerca de un 80% de la oferta de agua, mientras que las de un único cultivo anual consumieron entre 50-57%. Rotaciones de índice 1.5 (cultivos/año) utilizaron cerca del 66% del agua ofertada (Fig. 24). Estas “eficiencias de captura” (EC) son coincidentes con los valores observados por otros estudios en años de baja oferta hídrica para mono y doble-cultivo72. El resto del agua fue evapotranspirada durante el período de barbecho (3 a 31%) o perdida por escurrimiento o como agua residual al final delperíodo(18a 20%).
Figura 24. Proporción de la oferta total de agua que fue: a) perdida por escurrimiento , b) evaporada durante el barbecho o secuencia de cultivos y c)consumida por cultivos estivales o invernales; en distintas secuencias de cultivos. Campañas 201011 y 2011-12, suelos sódicos predominio clase VIes (zona 2). Inriville, Cba.
De la proporción de agua consumida por los cultivos, se produjeron entre 7.9 y 16.5 kg de grano/mmet, y entre 24 y 33 kg de MS aérea total/mmet (“eficiencias de conversión de grano y biomasa”, EUA, Tabla 12). De este modo, las distintas secuencias produjeron entre 4.5 y 8.1 kg grano/mm de agua total (“productividad del agua”, PA) y entre 15 y 20 kg MS aérea/mm. Las secuencias con mayor proporción de maíz tuvieron una alta eficiencia de conversión a grano y biomasa, compensando en los casos de menor intensidad (como en maíz 1ª –soja 1ª ). Sin embargo, las rotaciones de alta intensidad y elevado % de gramíneas fueron las que generaron más biomasa por unidad de recurso (balanceando producción de grano y rastrojo), con eficiencias de conversión a granosimilaresa lasdemayorproporción demaíz
Tabla 12. Eficiencia de captura (EC, %), Eficiencia de uso del agua de la secuencia (EUAy,MS) y Productividad del agua (PA Y,MS). Campañas 2010-11 y 2011-12, en suelos predominio clase VIes (zona 2). Inriville, Cba.
Secuencia
Trigo/Soja 2ª (T0)
Soja 1ª – Sorgo1ª
Soja 1ªTrigo/Sorgo2ª
Maíz 1ª – Soja1ª
Trigo/Maíz 2ªSoja 1ª
IV. Resultados económicos: Márgenes
A nivel de cultivo individual, los márgenes más elevados se alcanzaron con maíz de 1ª (Tabla 13). Los márgenes de soja de 1ª promediaron los 2900 $/ha, los de soja de 2ª 2800 $/ha, los de maíz de 2ª los 2200 $/ha y los de sorgo los 2100 $/ha. El trigo promedió los menores márgenes (1700 $/ha, con mínimos inferiores a los 1100 $/ha), aunque el doble cultivo (soja o maíz de 2ª) se equiparó a los márgenes de maíz. Los resultados económicos detallados y el paquete tecnológico de cada cultivo individual sepresentan en el ANEXO.
Tabla 13. Margen Bruto (MB) de cada cultivo y secuencias, Campañas 2010-11 y 2011-12, en suelos predominio clase VIes. Inriville, Cba. Precios grano e insumos: Enero 2013.
A nivel de secuencia en dos campañas, los mejores resultados económicos se observaron en la secuencia de trigo/soja 2ª continuo (T0), (Fig. 25). La secuencia soja 1ª - Sorgo 1ª presentó los menores márgenes, con casi la mitad de la renta de la secuencia Trigo/soja 2ª. El resto de las secuencias presentaron resultados intermedios, con un MB promedio anual entre3400y 3900$/ha.
Figura 25. Margen Bruto acumulado según la secuencia. Campañas 2010-11 y 2011-12, suelos sódicos predominio clase VIes. Inriville, Cba. Precios Enero 2013.
Si se consideraran los precios promedio de los últimos 5 años de trigo, soja, maíz y sorgo, los márgenes promedio anuales se encontrarían entre 1400 y 2400$/ha, y las diferencias entre secuencias serían menos marcadas. La secuencia trigo/soja 2ª continuo resultaría nuevamente la de mayor rentabilidad, mientras que soja-sorgo y trigo/Maíz 2ª-Soja 1ªserían las menosrentables(Fig.26).
Figura 26. Margen Bruto acumulado según la secuencia. Campañas 2010-11 y 2011-12, suelos sódicos predominio clase VIes. Inriville, Cba. Precios Históricos últimos 5 años. (Trigo 147U$S/ton, soja 365 U$S/ton, maíz 130 U$S/ton, sorgo 120 U$S/ton).
Con estos rendimientos y los precios actuales de insumos y commodities, la mayoría de las secuencias resultan competitivas, sicomparamoslos resultados económicos de cada una con los márgenes promedio de soja de 1ª. La relación MB secuencia : MB soja 1ª resulta superior a 1 en la mayoría de las secuencias (círculos negros, figura 27). La única excepción es la secuencia soja-sorgo. Incluso si se consideraran los rendimientos históricos de estos lotes, relativamente bajos comparados con los de estas campañas, los márgenes resultan iguales o mayores a los de soja de 1ª (cuadrados vacíos, línea negra), a excepción nuevamente de soja –sorgo.
Si se consideraran los precios históricos (círculos grises), de modo de dejar de lado diferencias circunstanciales en el precio de cada cultivo, las secuencias Trigo/soja 2ª, Maíz 1ª-Soja 1ª y Soja 1ª-Trigo/Sorgo 2ª seguirían superando los resultados de soja 1ª. Sin embargo, con los rendimientos y precios históricos, sólo la rotación trigo/soja 2ª presenta MB similares a soja 1ª. Los rendimientos de los cultivos en el resto de las rotaciones necesitarían ser similares o superiores a los obtenidos en las campañas pasadas para superar los márgenes de soja 1ª. Los rendimientos 2010 a 12 superaron los rendimientos históricos de estos lotes, aún siendo dos fases “Niña” consecutivas con lluvias por debajo del promedio en diciembre-enero.
Manteniendoun adecuadomanejo decultivos(fecha de siembra, ciclos, fertilización,etc) se consiguieron secuencias rentables y competitivas sobre este tipo deambientes.
Los resultados económicos actuales del cultivo de maíz ameritan su inclusión en los sistemas de rotacionesen estosambientes,ya sea como cultivo de 2ª o como cultivo de 1ª de siembra tardía. Sin embargo, estetipodesiembrasdificulta porsu fecha de cosecha la posterior siembra de cultivos invernales. Las secuencias de mayor intensidad tendientes al I=2 han mostrado ser las de mayores márgenes y elevadas eficiencias, por lo que es necesario continuar el desarrollo de alternativas productivassobreestetipodeambientes (legumbres invernales que “desocupen” temprano los lotes, coberturas) de modo de contar con secuencias de alta intensidad einclusión de maíz.
Figura 27. Relación del MB de cada secuencia con el MB de soja de 1ª. Suelos sódicos predominio clase VIes. Inriville, Cba. (Precios Históricos últimos 5 años: Trigo 147U$S/ton, soja 365 U$S/ton, maíz 130 U$S/ton, sorgo 120 U$S/ton; Rindes históricos Trigo 2.9 Tn/ha, soja 1ª 2.8 Tn/ha, maíz 8.3 Tn/ha, maíz 2ª 6.6 Tn/ha , sorgo 1ª 5.6 Tn/ha, sorgo 2ª 4.7 Tn/ha).
NOTA: en el presente análisis económico no fue incluido el beneficio no tangible adicional que imponen las alternativas más intensivas con gramíneas o rotaciones con cultivos de mayor aporte de carbono, sobre las propiedades funcionales del suelo y la sustentabilidad del sistema, biodiversidad, y la estabilidad de la producción. Para ello serequieren estudiosdemáslargo plazo.
CONCLUSIONES CAPÍTULO II
Se destaca que los rendimientos históricos y los obtenidos en estas campañas resultan elevados si se los compara con los obtenidos en suelos sódicos en otras experiencias, posiblemente debido a que estos lotes reciben escurrimientos desde zonas de mayor posición relativa; y a que el sodio no se encuentra desde superficie, sino a una profundidad generalmente entre 40 y 60cm. Los rendimientos en estas campañas resultaron superiores cuando el periodo crítico de los cultivos se ubicó más allá de la segunda quincena de enero. Los cultivos de 2ª y en especial los cultivos de 1ª de siembra tardía resultaron los de mayor rendimiento, superando los 11000 kg/ha y 3000 kg/ha en maíz y soja respectivamente. Secuencias de cultivos con una mayor proporción de siembras estivales tardías o de 2ª resultarían más estables en estos ambientes, aunque es necesario contar con un mayor número de casos y campañas para reforzar estos resultados.
Los resultados productivos se encontraron estrechamente relacionados con el consumo y dinámica del agua en el suelo en estas campañas. El sodio pareció disminuir la movilidad de agua, haciendo que los cultivos sean altamente dependientes de las lluvias y de que la demanda en el período crítico no sea demasiado elevada. Las secuencias de cultivos deberían por lo tanto tener en cuenta estos aspectos, buscando maximizar el aprovechamiento de la oferta de lluvias más que el agua almacenada, evitar períodos críticos en enero, e ir mejorando las propiedades físicas para aumentar la entrada de agua. Las secuencias con mayor intensidad de cultivos/año se adecuarían mejor a estos condicionantes.
Los aportes al sistema de materia seca y carbono variaron entre cultivos y secuencias. Las secuencias de mayor intensidad de cultivos (como trigo/soja 2ª de I = 2) y en especial las secuencias de alta intensidad e inclusión de sorgo (soja – trigo/sorgo 2ª, de I = 1.5 ) fueron las de mayores aportes de rastrojo y C ( 8900 a 9900 kg MS rastrojo /ha; y un aporte estimado de C de 1750 a 1950 kg C/ha). Para mantener los niveles de C del suelo en estos ambientes, las adiciones deberían estar superando los 1700 kg de C/ha, con aportes de rastrojo superiores a los 9000 kg/ha. Sin embargo, son necesarios estudios de mayor duración para poder analizar y ajustar un balance preciso de materia orgánica y C en estos suelos. Se requieren estudios que permitan analizar la dinámica del COS, considerando los pulsos de aporte y descomposición de la materia orgánica en función de la calidad y la cantidad de los materiales aportados (soja, sorgo, maíz o trigo) y de las condiciones edafoclimáticas de estos ambientes .
El consumo de agua representó entre un 50 y 65% de los requerimientos hídricos potenciales de los cultivos. La eficiencia en el uso del agua resultó elevada a nivel de cultivo individual, con valores comparables con ambientes de mayor aptitud. A nivel de secuencia, se desaprovechó entre 50 y 20% de la oferta de agua (pérdidas por escurrimiento, evaporación en barbecho, etc.). Una mayor intensidad de cultivos permitió una mayor “captura” del agua ofertada, mientras que una mayor inclusión de maíz permitió una mayor eficiencia de conversión a grano.
El margen bruto de las distintas secuencias resultó substancial y superó los márgenes de soja de 1ª sobre estos suelos. Los mejores resultados se consiguieron con trigo/soja 2ª continuo. Si se consideran los precios promedio de los últimos 5 años, los rendimientos de los cultivos requerirán ser iguales o mayores a los obtenidos en estas campañas para mantener márgenes competitivos. Dadas las condiciones climáticas adversas de ambas campañas, considerando la serie climática histórica, manteniendo un adecuado manejo de los cultivos debería poder alcanzarse estos niveles de producción en gran parte de los años.
Secuencias de elevada intensidad como trigo/soja 2ª resultaron rentables, eficientes en el uso del agua y de significativa oferta de rastrojo y carbono. Sin embargo, la repetición del doble cultivo continuo puede actuar como monocultura, aumentando la presión de malezas, plagas y enfermedades. La alternativa trigo/sorgo 2ª –soja 1ª mostró resultados económicos competitivos, altos niveles de aporte de MS y C al sistema, y de buena eficiencia en el uso del agua. Es necesario continuar desarrollando otras alternativas de alta intensidad e inclusión de maíz o de sorgo como cultivos de 2ª o de siembra tardía (contemplando la posibilidad de incluir cultivos de cobertura y otras alternativas como legumbres invernales de cosecha más temprana que el trigo).
Aún queda por determinar el efecto de rotaciones de distinta intensidad y participación de gramíneas sobre las propiedades físicas del suelo, de modo de determinar si se producen cambios que alteren las lluvias efectivas, dando mayor estabilidad a los sistemas productivos sobre este tipo de ambientes.
Capítulo III. Aplicación de Enmiendas en suelos sódicos de Inriville, Córdoba
Efecto de la aplicación periódica de yeso en distintas rotaciones sobre: a) la producción de grano y materia seca de los cultivos; b) las propiedades físico-químicas del suelo, en ambientes sódicos de Inriville- SE de Córdoba. Análisis de alternativas de incorporación.
RESUMEN
Los elevados niveles de sodio generalmente originan una deficiente relación suelo-agua-aire que afecta negativamente el crecimiento y desarrollo de los cultivos. El yeso es la enmienda más generalizada para la corrección de la alcalinidad y altos niveles de sodio en el complejo de intercambio del suelo, aunque los resultados dependen de las particularidades de cada ambiente. Con el fin de corregir/mitigar los efectos negativos del sodio en ambientes clase VIes de La Redención/Inriville, con elevado PSI a profundidades de 30-60 cm, se plantearon líneas de experimentación a campo durante las campañas 2010-11 y 2011-12. Los objetivos específicos de este trabajo incluyeron: la evaluación a corto/mediano plazo de la aplicación de yeso sobre el rendimiento de cultivos de maíz, soja y sorgo; la evaluación del efecto del yeso sobre las propiedades físico – químicas del suelo en planteos agrícolas de distinta intensidad y diversidad de cultivos; la comparación de distintos métodos de incorporación de la enmienda; y la determinación de la dosis necesaria con los distintos métodos de aplicación. Se plantearon 2 ensayos a campo. El 1er ensayo consistió en la aplicación al voleo de yeso sobre maíz y soja (c.2010-2011) y sobre sorgo y soja (c.2011-12), en las secuencias del ensayo de rotaciones (Capítulo II), sobre las 3 zonas de los lotes de costa, con dosis de 500/2000 kg yeso/ha. No se observaron diferencias significativas (p>0.1) en los rendimientos o producción de MS de los cultivos. Sin embargo, con aplicaciones de 1000 kg yeso/ha, en la campaña de mejores condiciones hídricas los cultivos tendieron a rendir 6-8% más en las zonas más afectadas por sodio, especialmente en el caso de soja, presumiblemente por un efecto de fertilización de S y/o Ca. Tampoco se observó un claro efecto de residualidad de las aplicaciones en 2 campañas consecutivas. El 2º ensayo consistió en la aplicación de yeso con distintas metodologías: al voleo, incorporado (rastra) y depositado en profundidad (c/ subsolador o manualmente), en 2 campañas, sobre soja de 1ª tardía (2010-11) y sobre maíz de 2ª (2011-12). En ambas campañas se observó una importante cantidad de producto residual sin disolver en el ciclo de los cultivos en las aplicaciones al voleo. La aplicación con subsolador mostró una adecuada adaptación al sistema de siembra directa, con una mínima remoción superficial. Sin embargo, no se observaron efectos sobre los cultivos en las campañas de aplicación (ya sea debido a las dosis permitidas por cada aplicación o por las condiciones hídricas desfavorables de ambas campañas). Es también esperable que la mejora de las propiedades edáficas requiera un período de mayor duración, por lo que sería conveniente evaluar el efecto gradual de aplicaciones reiteradas de yeso en los sitios aplicados.
Los elevados niveles de sodio en el complejo de intercambio causan numerosos efectos sobre los cultivos y el suelo Desde el punto de vista químico el sodio tiende a elevar la concentración de OH - en la solución del suelo97 (a partir de la hidrólisis de los cationes del complejo de intercambio o de las sales presentes), aumentando los niveles de pH. Si bien por lo general el elevado pH no tiene un efecto adverso “per se” en el crecimiento de los cultivos, puede disminuir la disponibilidad de nutrientes esenciales. Por ejemplo, las concentraciones de calcio y magnesio se reducen debido a la formación de carbonatos de calcio y magnesio relativamente insolubles97 . Altos niveles de pH pueden afectar la disponibilidad de también de fósforo, manganeso, magnesio, zinc, hierro y boro98 .
Desdeel punto devista físico, los suelossódicos generalmente mantienen una deficiente relación suelo-aire-agua que afecta el normal crecimiento y desarrollo de los cultivos99 Ocasiona la dispersión de las partículas de arcilla, materia orgánica y microagregados, disminuye la estabilidad y tamaño de los agregados y poros3, y afecta la movilidad de agua en las capas afectadas4,5 (ver también Capítulo II). Elnivelcrítico desodio intercambiableque separa suelos con tendencia a la dispersión no está aún bien precisado y depende del tipo de suelo100-102 , pero generalmente se asume un 15% de PSI como límite, asociadoa pH superioresa 8.2 97,103
La corrección de alcalinidad y elevados contenidos de sodio intercambiable en los suelos se realiza a través del uso de enmiendas químicas. El yeso es la enmienda más utilizada y de distribución
más generalizada97,104, y con mayor número de experiencias a nivel local 99,105-108. Los efectos del yeso sobre las propiedades de los suelos son bien conocidos: estabiliza la microestructura de las arcillas 109, aumenta la estabilidad de poros y agregados3 y mejora la conductividad hudráulica110 en el suelo. Esto se debe a las reacciones que se producen en el suelo, que pasan por la incorporación del calcio a la partícula adsorbente y la liberación del sodio a la solución. La reacción del yeso puede sintetizarse104 :
Parte de ese CaSO4 en solución se disocia en Ca2+ para desplazar al Na+ y a otros cationes, y parte del CaSO4 que queda sin disociarse puede moverse a travésdelperfila capasinferiores111 .
En el caso de los suelos sódicos VIes de La Redención- Inriville, Córdoba, los altos niveles de sodio se encuentran a una profundidad variable (Capítulo I) entre 30 y 60cm. El yeso aplicado como enmienda, incorporado en el horizonte superficial, puede lixiviarse hasta horizontes más profundos y actuar sobre las capas limitantes a más de 50cm 112 Existen también experiencias locales de incorporación superficial de dosis de yeso superiores a 30 tn/ha, en los cuales se observó la disminución del sodio en horizontes subsuperficiales, a másde40cm99
La incorporación de la enmienda con labranzas en el horizonte superficial es uno de los métodos de aplicación más difundidos. Distintos autores encontraron que la mayor disolución efectiva de yeso, la menor cantidad de agua para el lavado y la mayor conductividad hidráulica se obtuvieron cuando el yeso fue mezclado con todo el espesor del suelo que se deseaba recuperar113 . En planteos de siembra directa se han realizado también experiencias exitosas con aplicaciones al voleo122,123 , aprovechando la capacidad del yeso para moverse en el perfil111, aunque con altos requerimientos de yeso los tiempos de recuperación podrían ser prolongados y disminuir la eficiencia de aplicación porpérdidas104 . El uso de subsoladores-escarificadores modificados ha permitidola aplicación de enmiendas a profundidad (“deep-limer”/encalador profundo114), con un mínimo disturbio de la superficie del suelo. A través de la aplicación de enmiendas a profundidad se han reportado incrementos en el crecimiento de
raíces y rendimientos de los cultivos 116 , y mejoras en el movimiento de agua 117 y la resistencia a la penetración112,118 de los suelos tratados. Utilizando enmiendas en profundidad, se han reportado también incrementos en los rendimientos de los cultivos y mejoras en las condiciones físicas del suelo en el Norte de Bs. As. y Sur de Santa Fé 119-121. En los ambientes con sodio a profundidad y elevados escurrimientos de Inriville, este tipo de aplicación de podría acelerar el proceso de recuperación de los suelos, con eficiencias mayores a las de aplicaciones al voleo, y manteniendo elevados niveles de coberturaderastrojo.
Aunque con un período de recuperación más prolongado, los aportes de materia orgánica (rastrojo, desechos animales) y la descomposición y actividad de raíces contribuyen también a disminuir el pH de los suelos por la respiración microbiana y radical, provocando un aumento en la presión parcial de CO2 y en la solubilidad del carbonato de calcio (CaCO3) presente en el suelo,97,124 que pasaría a reemplazar al Na+ del complejo de intercambio. Esta práctica de “fitorremediación” 125-128, limitada generalmente a la actividad ganadería, pude ser combinada con la aplicación de yeso para la corrección de suelos sódicos129. La actividad de raíces y aportes de carbono y rastrojo de rotaciones agrícolas más intensas y con mayor proporción de gramíneas, que a su vez mejoren las propiedades físicas del suelo y permitan un mayor ingreso de agua, podrían potenciar el efecto del yeso en los suelosVIesbajoestudio.
JUSTIFICACIÓN
Existe gran cantidad de información referente a la aplicación de enmiendas para la corrección de suelossódicos, aunquelosresultadosdependen de las particularidades del ambiente en estudio. La escasa información referente a experiencias zonales en ambientes similares a los de La Redención ha limitado su adopción a gran escala, y se requieren estudios locales que permitan evaluar los efectos del yeso como corrector en estos ambientes. Es necesario determinar los efectos positivos que puedan tener sobre estos suelos y los cultivos de estos sistemas productivos, así como las cantidades y dosis necesarias, de modo dedeterminar sisejustifica onosu uso.
Los procesos de corrección de limitantes físicoquímicas suelos suelen ser prolongados, y más aún si se trata de horizontes subsuperficiales. Se requiere desarrollar estrategias de aplicación que maximicen la eficiencia y efectividad temporal de la enmienda, adaptándose a estos sistemas agrícolas de siembra directa continua. La mayoría de las experiencias locales de aplicación en profundidad con subsoladores en siembra directa se ha realizado sobre suelos no sódicos y no se cuenta con información referente a la corrección de sodio en horizontesprofundos.
Por otro lado la mayor parte de los resultados de aplicación de enmiendas o combinación con prácticas de “fitorremediación” se centran en sistemas ganaderos o explotaciones tamberas, y se desconoce la interacción que pueda tener el yeso con los aportes de rotaciones agrícolas de distinto grado de intensidad de cultivos y participación de gramíneas.
Durante la campaña 2010-11 se iniciaron entonces líneas de experimentación a campo orientadas a corregir/mitigar los efectos negativos del sodio en ambientes clase VIes. Los objetivos del trabajofueron:
- Evaluar el efecto a corto-mediano plazo de la aplicación de yeso sobre el rendimiento de loscultivos.
- Analizar el efecto a mediano-largo plazo de la aplicación gradual de yeso sobre las propiedades físico-químicas del suelo en distintos planteos rotacionales (efecto combinadorotación-enmienda).
- Mejorar la incorporación y contacto de yeso para la corrección delsodio en profundidad.
- Comparar la efectividad temporal y eficiencia de distintos métodos de aplicación de yeso sobreelcultivoy sobreelsuelo.
- Encontrar dosis de enmienda necesarias con distintosmétodosdeaplicación.
HIPÓTESIS DE TRABAJO
- La aplicación reiterada de yeso disminuirá los niveles de sodio del complejo de intercambio a profundidad, mejorando las condiciones físicas del suelo, la profundidad de enraizamiento y nivelesdeproducción delos cultivos.
- El efecto del yeso será mayor en rotaciones más intensas y con más proporción de gramíneas (efecto aditivo), que mejoren las propiedades físicas del suelo y permitan un mayor ingreso de agua (mayor dilución del yeso, mayor lixiviación delsodio).
- La incorporación del yeso a través de labranzas (disco, labranzas verticales) mejorará el contacto de la enmienda con el sodio y acelarará el proceso de corrección respecto de aplicaciones al voleo.
- La aplicación directa de yeso a profundidad (subsolador) acelerará el proceso de corrección, con una menor remoción del suelo y de la coberturaderastrojo.
- A través de la incorporación de yeso, es posible implementar dosis de aplicación que resulten rentablesa corto y medianoplazo(3-5años).
MATERIALES y MÉTODOS
ENSAYO 1. Efecto de la aplicación periódica de yeso al voleo según la rotación
1.a. Localización, diseño y tratamientos
Elensayosellevóa caboen lotesde producción de historia similar, ubicados sobre la zona costera del río Carcarañá del establecimiento La Redención”, representativos de la problemática zonal de altos niveles de sodio a profundidad variable (25-60cm). Se seleccionaron los lotes definidos en el Capítulo II (LS, 3C, 5), sobre las 5 secuencias de cultivos establecidas en las campañas 2010/11 y 2011/12: Trigo/soja 2ª continuo (rotación T0); Soja 1ª - Sorgo 1ª ; Soja 1ª-Trigo/sorgo 2ª ; Maíz 1ª - Soja 1ª ; y Trigo/Maíz 2ª - Soja 1ª. Seplanteó la aplicación anual de yeso agrícola (Ca SO4.2H2O) en cada secuencia porun lapsode3 a 5años.
En la campaña 2010-11 la enmienda se aplicóal voleo, con fertilizadora, en franjas de 25 metros de ancho y el largo del lote (entre 900 y 600 metros), en sentido Norte a Sur, cubriendo las 3 zonas de suelos (ver figura 15, capítulo II), previo a la siembra de soja de 2ª y maíz de 1ª tardío. Se utilizó yeso de 9598% de pureza, en forma sólida (granuladoescamado). Se definieron tres tratamientos: 0 (T0), 500 y 1000 kg yeso/ha; con un diseño en franjas de testigo apareado. En la campaña 2011-12 se buscó incrementar la dosis y la enmienda se aplicó en forma manual, al voleo, en parcelas de 5x5 metros, en el ambiente más restrictivo de los lotes (zona 2). Se definieron dos tratamientos: 0 (T0) y 2000 kg yeso/ha; con un diseño en bloques completamente aleatorizado (DBCA) con 3 repeticiones Se seleccionaron y georreferenciaron las parcelas en los sectores donde los cultivos estivales mostraron mayores síntomas de estrés hídricos en las etapas iniciales, de modo de poder repetir anualmente los tratamientos. Las aplicaciones se realizaron los días 18 y 19 de enero 2012, utilizando la misma enmienda dela campaña anterior.
NOTA: Durante la campaña 2010-11 se priorizó por motivos presupuestarios la aplicación de yeso sobre el lote 3C, en las secuencias Maíz 1ª –Soja 1ª y Trigo/Soja 2ª (T0), de modo de tener los resultados de la respuesta de soja y maíz en la misma campaña. Durante la campaña 2011-12, las aplicaciones se realizaron las distintas secuencias, pero en forma manual (debido al retraso en la disponibilidad de fertilizadora, a la necesidad de una menor superficie a aplicar y a la necesidad de conseguir mayores dosis). Por último, el plazo analizado (dos campañas) no permitió evaluar el efecto de la aplicación reiterada de yeso.
1.b. Determinaciones y análisis
Comportamiento agronómico. Indicadores de Cultivo: Fenología, rinde y aportes de rastrojo. La fenología se registró por la escala Fehr y Caviness84 en soja, Rithie-Hanway85 en maíz, y Vanderlip-Universidad de Kansas87 en sorgo. Durante la campaña 2010-11 los cultivos se cosecharon mecánicamente separando por ambientes (zona 1 y zona 2). Los aportes de rastrojo se estimaron a partir de estos valores y del índice de cosecha (IC) promedio de las 2 zonas calculado durante la campaña 2011-2012. Durante la campaña 2011-12, se realizaron cosechas manuales de 2m2 de superficie (tallos, hojas en pie y grano) en cada parcela. Se pesó en húmedo y se llevó una submuestra del material a estufa a 65ºC por 72 hs para estimar: biomasa aérea total (BAT), rendimiento en grano (Y) y aporte de rastrojo (Rj), todo expresado en pesoseco.
Indicadores físico-químicos del suelo: Se planificó el muestreo de indicadores en las parcelas georreferenciadas de la zona 2. Se definió el muestreo de las condiciones físicas y químicas iniciales, y el muestreo al tercer año de comenzados los tratamientos. Como indicador físico se seleccionó la infiltración y conductividad básica con permeámetro de disco (superficial, y desde 30cm; 3 determinaciones por parcela y profundidad). Los muestreos químicos incluyeron: Materia orgánica 05 y 5-20 cm ( Walkley-Black, 1 muestra compuesta de 5 submuestras por parcela), pH, CE y PSI hasta 60cm (0-20, 20-40 y 40-60cm; 1 muestra compuesta de3 submuestrasporparcela).
NOTA: Si bien se seleccionaron y georreferenciaron sitios de muestreo en cada tratamiento durante la primer y segunda campaña, los muestreos físicos y químicos del suelo se pospusieron hasta agosto de 2012 (fin de primera campaña estival de nuevo GTD). Finalmente, no se contó con la información referente al posible efecto de los distintos cultivos y rotaciones sobre las propiedades del suelo, debido a la finalización del proyecto.
Análisis estadístico: Para los diseños en T0 apareado, las diferencias entre tratamientos se analizaron a través de modelos lineales mixtos generalizados. Los rendimientos fueron corregidos deacuerdoalrendimiento del T0adyacente:
Rinde = Rinde trat. / Rinde T0 ady. X promedio de T0 [13]
El análisis de los DBCA se realizó a través de un ANOVA, analizando cada secuencia como un ensayo deaplicación deenmiendasindividual. Paratodos los casos seusó elsoftwareINFOSTAT-R91
sí. Se depositó el producto a una profundidad entre 20y 30cm,en una banda deaproximadamente 0.05m de ancho. La dosis máxima permitida por los dosificadores fue de 260 kg/ha, sin embargo, de acuerdo por lo expuesto por otros autores119-121 la superficie removida en las franjas de 0.05 cm representa el 7,14%, de la superficie total, por lo que en esa superficie representa una dosis cercana a las3.6 tn yeso/ha.
ENSAYO 2. Métodos de aplicación y Dosis de respuesta
2.a. Localización, diseño y tratamientos
Durante la campaña 2010-11 se seleccionó un lote de suelo sódico de clase VIes a VIIws (lote 8), proveniente de pastura de alfalfa, por encontrarse en mejores condiciones de humedad que los lotes de costa para las labores mecánicas. Se estableció un diseño en franjas de testigo apareado cada dos tratamientos, con un largo de 90 metros y un ancho de 40 a 56 metros para las franjas de los tratamientos y 20 metros para los testigos. Se evaluaron distintos métodos de aplicación de enmienda: al voleo, incorporada con rastra, aplicada en profundidad con subsolador. Se evaluaron también los laboreos sin aplicación de enmiendas para descartar posibles efectos debidos a la remoción del suelo.
Se utilizó como enmienda yeso sólido (Ca SO4.2H2O, granulado-escamado, 95% de pureza). La aplicación al voleo se realizó con fertilizadora, con una dosis mínima de aproximadamente 450 kg yeso/ha. La aplicación en profundidad o inyectado se realizó con un subsolador adaptado con un dosificador para aplicación de enmiendas (Fig. 28), con 4 escarificadores a una distancia de 70cm entre
Figura 28.Subsolador con dosificador para aplicación de enmienda en profundidad, utilizado para el ensayo de métodos de aplicación.
Lostratamientos fueron los siguientes:
- Testigo(T0,0 kg/ha, sin laboreos)
- Aplicación alvoleo (450kg/ha)
- Aplicación al voleo (450 kg/ha) + incorporación con rastradedisco
- PasajedeRastra sin enmienda (0kg/ha)
- Aplicación en profundidad con subsolador (260kg/ha)
Utilizando un diseño también de testigo apareado, se realizó también un ensayo exploratorio buscando evaluar la posible dosis de respuesta al primer año con aplicaciones al voleo (0 kg/ha, 450 kg/ha, 1000 kg/ha, y 3000 kg/ha).Posteriormente al pasaje de implementos y aplicación de enmiendas, el 27/12/10 se sembró soja de 1ª tardía variedad DM 4970, con una densidad de 40 pl/m2 y un distanciamiento a 21cm.
Durante la campaña 2010-11 el ensayo se realizó sobre un lote con predominio de clase VIes proveniente de trigo (lote 24, sobre la costa del Río Carcarañá, similar a los lotes del ensayo 1), buscando incrementar las dosis de enyesado Para esto las aplicaciones se realizaron en forma manual (al voleo, incorporado en el entresurco con pala o depositado a 15 cm de profundidad, con corte con pala en el entresurco del cultivo). Sedispusieron parcelasde25 m 2, en un diseño en bloques completamente aleatorizado (DBCA) sobre la zona 2 del lote (fig. 29). Lostratamientosfueron los siguientes:
- Testigo(T0, 0kg/ha)
- Aplicación alvoleo (2000 kg/ha)
- Aplicación en profundidad (2000kg/ha)
El ensayo se realizó sobre maíz 2ª (híbrido DK 190 MGRR2), sembrado el 12/12/11, a una densidad de 6.8 pl/m2 y 52 cm de espaciamiento. Las aplicaciones se realizaron el 20/12/11 (estado V1) Siguiendo el mismo diseño, se continuó evaluando como en la campaña anterior la dosis de respuesta a la aplicación al voleo, con 0, 1000, 2000 y 3000 kg yeso/ha.
2.b. Determinaciones y análisis
Rendimiento. La fenología se registró por la escala Fehr y Caviness84 en soja y Rithie-Hanway85 en maíz. Durante la campaña 2010-11 se cosechó el cultivo de soja en forma mecánica. Durante la campaña 201112, se realizaron cosechas manuales de 2m2 de superficie en cada parcela, pesando en húmedo y llevando una sub-muestra del material a estufa a 65ºCpor 72 hs
Indicadores físico-químicos del suelo: Se definió el muestreo de las condiciones físicas y luego de las cosechas estivales de cada campaña. Como indicador físico se seleccionó la infiltración y conductividad básica con permeámetro de disco (superficial, y desde 30cm; 3 determinaciones por parcela y profundidad). Los muestreos químicos seleccionados incluyeron: pH, CE y PSI hasta 60cm (0-20, 20-40 y 40-60cm; 1 muestra compuesta de 3 submuestrasporparcela).
NOTA: Los muestreos físicos y químicos del suelo durante la primera campaña se cancelaron debido a la escasa respuesta del cultivo (ver Resultados) y a cuestiones operativas. Durante la segunda campaña se pospusieron hasta agosto de 2012 (fin de primera campaña estival de nuevo GTD), por lo que no se contó con la información referente al posible efecto de los distintos métodos de aplicación sobre las propiedades del suelo, debido a la finalización del proyecto.
Análisis estadístico: Para los diseños en T0 apareado, las diferencias entre tratamientos se analizaron a través de modelos lineales mixtos generalizados (covariable posición, distancia euclidiana). Los rendimientos fueron corregidos de acuerdo al rendimiento del T0 adyacente (ver ecuación 13). El análisis de los DBCA se realizó a través de un ANOVA. Para todos se usó el software INFOSTAT-R91
Figura 29 Ensayo de métodos de aplicación, 2011-12. Inriville, Córdoba.
RESULTADOS y DISCUSIÓN
ENSAYO 1. Efecto de la aplicación periódica de yeso al voleo según la rotación
Campaña 2010-11: Los rendimientos de cosecha mecánica de soja y maíz (ajustados de acuerdo a los rendimientos de los testigos) de las secuencias tratadas en esta campaña no evidenciaron diferencias significativas por la aplicación de enmienda, considerando los distintos ambientes atravesadosen el ensayo(Tabla 14).
Tabla 14. Rendimiento de cosechadora de soja y maíz de acuerdo a la dosis de aplicación de yeso, durante la campaña 2010-11, en suelos predominio clase VIes (promedios zona 1 y 2). Inriville, Cba.
Soja 1a tardía Maíz 1a tardío
Tratamiento
Rendimiento (kg/ha) CV (%)
T 0 kg/ha 2968 a 4,77
T 500 kg/ha
a 10,99
Rendimiento (kg/ha) CV (%)
a 7,7
a 1,49
T 1000 kg/ha 3096 a 4,63 10915 a 0,76
Si bien las diferencias tampoco resultaron significativas dentro de cada zona con los análisis y niveles de significancia utilizados (p>0.1), es necesario destacar que los rendimientos de soja tendieron a superar al testigo en la zona más restrictiva (z2) en aproximadamente 2qq/ha (+6.5%), con aplicaciones de 1000 kg yeso/ha. Este incremento resultó superior al coeficiente de variación observado en las franjas testigo en esta zona (Fig. 30). Una tendencia similar se observó en el caso de maíz aunque con menores incrementos relativos que en soja (sin diferencias significativas entre dosis dentro de cada zona, con incrementos cercanos a los 3qq/ha en la zona 2 con aplicaciones de 1000 kg/ha, superando la variación de los testigos).
Figura 30 Rendimiento en soja de 1ª tardía según la dosis de aplicación de yeso, 2010-11. Inriville, Córdoba.
Campaña 2011-12: Los rendimientos de cosecha manual de sorgo 1ª y de 2ª o soja de 1ª y de 2ª de las distintas secuencias tratadas con enmiendas no variaron significativamente (p>0.1) con la aplicación de 2000 kg yeso/ha durante esta campaña (Fig 31) Tampoco se observaron diferencias en el rastrojo aportado o en el índice de cosecha. Las condiciones de escasas lluvias de esta campaña, especialmente durante los meses de diciembre y enero (ver capítulo II) pudieron haber afectado la solubilización de la enmienda. A cosecha de los cultivos todavía se observaba una gran proporción del producto aplicadoen superficie.
Figura 31.Rendimiento en sorgo 1ª, sorgo 2ª, soja 1ª y soja 2ª de según la dosis de aplicación de yeso, 2011-12. Inriville, Córdoba. Los valores representan el promedio del observado para el cultivo en las distintas secuencias. Las barras de error indican el desvío estándar.
Los cultivos mostraron una baja respuesta general a la aplicación de yeso en ambas campañas. Tampoco se observó un efecto acumulativo de la aplicación de yeso en las secuencias tratadas durante dos campañas (Maíz-Soja 1ª y Trigo-Soja 2ª del lote 3C). Es esperable que las cantidades totales de yeso aplicadas tengan un escaso efecto sobre las propiedades del suelo y entrada de agua en el plazo analizado. El requerimiento de yeso (RY, tn/ha) para corregir un suelo sódico depende del total de sodio que se busca reemplazar. Aplicando la ecuación de Ostery Kayawardane(ec.14):
RY= 0.0086 x F x Z x Dap x (CIC x10)x (PSIi - PSI f) [14]
para modificar los niveles de sodio del horizonte de 40 a 60 cm de estos suelos (Z=0.2m), considerando un factor F de intercambio de Ca-Na de 1, niveles de PSI iniciales de 24 a 32% (PSIi), una CIC de 20-24 meq/100gr, una densidad aparente (Dap) de de 1.3 tn/m3, un PSI objetivo de 8-10% (PSI f) (compatible con cultivos como soja y maíz) y un 98% de pureza del material aplicado, se estarían necesitando entre 8.500 y 12.600 kg yeso/ha. El uso de tales cantidades de enmienda en pocas aplicaciones se dificultaría operativamente. Por otro lado, en general no se recomienda aplicar cantidades superiores a 4-5 tn/ha, debido a la posibilidad de lavado o pérdidas por escurrimiento, que disminuyen la eficiencia de la enmienda 104 Sería necesario entonces la aplicación reiterada de dosis como las utilizadas en los ensayos durante varias campañas, de modo de conseguir la corrección gradual de los niveles de sodio de estos suelos. Los procesos de recuperación de suelos con limitaciones por sodio suelen llevar plazos de 5 a más años104,131132
En la campaña de mejores condiciones de humedad y mayor solubilización de la enmienda, los rendimientos tendieron a aumentar, especialmente de soja, con aplicaciones de 1000 kg/ha de yeso. Si bien difícilmente se deba a los efectos sobre las propiedades físico-químicas del suelo en el corto plazo analizado, estos niveles de yeso representan alrededor de 180 kg azufre/ha y 220 kg Calcio/ha. Distintos estudios han reportado respuestas a la fertilización azufrada133-136, cálcica137-138 o combinada139. El S se encuentra estrechamente ligado al ciclo de la materia orgánica 140, y estos suelos presentan valores cercanos e inferiores a 2% de MO (0-20cm, Tablas 1 y 2, Capítulo I), con niveles de S-SO4 inferiores a 10 ppm (6-8ppm, Tabla 1). Si bien los umbrales de respuesta a la fertilización
azufrada en la región todavía no se han ajustado con precisión, diversos estudios presentan estos valores de MO y S-SO4 como posibles niveles críticos141-143.A su vez, la saturación con calcio debería normalmente ser superior al 60-70% de la CIC 144, y en estos suelos representa entre 30 y 45%, encontrándose gran parte de los “sitios de adsorción” de Ca2+ ocupados con Na+. Por otro lado, los niveles elevados de pH pueden afectar la disponibilidad de nutrientes como fósforo, manganeso, magnesio, zinc, hierro y boro97,98, por lo que la aplicación de yeso pudo contribuir a una mayor absorción por el cultivo, aunquesea en loshorizontes superiores.
ENSAYO 2. Métodos de aplicación y Dosis de respuesta
Campaña 2010-11: No se observaron diferencias significativas en los rendimientos de soja (p>0.1) entre métodos de aplicación o con respecto al testigo (Fig. 32). Los rendimientos resultaron relativamente bajos comparados con los rendimientos de soja de otros lotes sódicos en la misma campaña (Capítulo II, Capítulo IIIEnsayo1). La ocurrencia de lluvias de 20 mm una semana después de la siembra generó la formación de costras superficiales (planchado) que afectaron la emergencia y establecimiento inicial de las plantas Se registraron también daños por granizo en esa fecha que afectó de forma similar a todos los tratamientos
Figura 32.Rendimiento en soja de 1ª según método de aplicación de yeso, 2010-11. Inriville, Córdoba.T0: testigo, V: voleo, D: pasaje de rastra de disco, S: subsolador
Además, al igual que en el ensayo 1, las cantidades totales de yeso aplicadas probablemente resulten insuficientes para generar algún impacto en el plazo de una campaña. Sólo la aplicación de yeso al voleo + inyectado (sumando una dosis total de 1200 kg/ha) tendió a superar al tratamiento testigo, aunque sin diferencias estadísticamente significativas. Aún con altas concentraciones de yeso en la banda, la adición de 260 kg yeso/ha en profundidad con el subsolador no mostró ventajas si lo comparamos con el pasaje del implemento sin aplicar yeso, o con el tratamiento testigo. Deberían evaluarse modificaciones en los dosificadores del implemento,demododeelevarla dosis aplicada
CONCLUSIONES CAPÍTULO III
Campaña 2011-12: No se observaron diferencias en la producción de maíz de 2ª entre dosis o al aplicar yeso en profundidad manualmente durante esta campaña. Al igualque en el ensayo1, lascondiciones de escasas lluvias de esta campaña pudieron haber afectado la solubilización de la enmienda, especialmente en la aplicación al voleo. A cosecha del maíz todavía se observaba una gran proporción del producto aplicado en superficie. Probablemente las precipitaciones de febrero hayan resultado tardías para que se observe respuesta en el cultivo en la aplicación a profundidad.
Los niveles de sodio en el complejo de intercambio en los suelos sódicos de costa del Río Carcarañá exigen importantes cantidades de yeso (8.5 – 12.6 tn/ha) para corregir al menos 15-20cm de espesor de suelo. Además, al encontrarse el sodio a 40-60cm, parte del yeso sin disociarse debe moverse a profundidad para actuar como corrector. Es esperable entonces que la mejora de estos suelos lleve un plazo prolongado, de una duración mayor a 1 - 2 años. Es conveniente determinar si las aplicaciones realizadas producen cambios sobre las propiedades físicas del suelo en las campañas posteriores, y evaluar el efecto de aplicaciones anuales de yeso en un plazo de por lo menos 5 años.
La aplicación de yeso en profundidad a través de escarificadores/subsoladores ha mostrado resultados positivos en otras experiencias. En general incluyeron aplicaciones de 0.6 a 1 tn/ha con implementos similares al utilizado en el ensayo en La Redención, por lo que sería conveniente realizar modificaciones a los dosificadores de modo de aumentar la dosis aplicada. El pasaje de este implemento en las condiciones del ensayo demostró una adecuada adaptación al sistema de siembra directa planteado, manteniendo niveles aceptables de cobertura vegetal, por lo que podría convertirse en una opción en caso de observarse efectos positivos del yeso en los horizontes sódicos. Sin embargo, debido al costo de alquiler - traslado del equipo – enmienda, sería conveniente evaluar previamente en escala reducida la aplicación de altas dosis de yeso directamente sobre el horizonte Bt nátrico y analizar los efectos que produce en los niveles de PSI en un plazo de mayor duración.
Si bien los efectos de la enmienda sobre los rendimientos de los cultivos en la misma campaña no resultaron significativos, se observó una tendencia al incremento en la producción de grano, especialmente en soja, con aplicaciones elevadas de yeso. Los niveles de MO, SO4- y saturación de Calcio de los análisis de suelo indican que estos ambientes podrían presentar respuesta a la aplicación de azufre y calcio en cultivos como soja.
Por último, las necesidades totales de enmiendas y plazos de recuperación de estos ambientes implican una inversión que podría acotarse dirigiendo las aplicaciones sobre los ambientes del lote con mayores limitaciones, como por ejemplo la zona 2 delimitada por análisis de NDVI y mapas de rinde. Existen experiencias recientes del uso de tecnologías de agricultura de precisión para la corrección de suelos halomórficos108,123,145,146 con resultados positivos de manejo sitio-específico de la aplicación de enmiendas.
Capítulo IV. Estrategias de manejo para la producción de Soja en suelos sódicos de Inriville, Córdoba
Efecto del retraso en la fecha de siembra, grupo de madurez y espaciamiento entre hileras sobre el rendimiento y eficiencia de uso del agua de soja de 1ª en ambientes sódicos VIes de Inriville, Cba.
RESUMEN
Los rendimientos del cultivo de soja en suelos VIes presentan una importante variabilidad interanual, principalmente debido al efecto negativo del sodio por el estrés hídrico que ocasiona en la planta. El objetivo del presente trabajo consistió en evaluar el efecto de la ubicación y duración del período crítico (R3-R6) y del espaciamiento entre hileras, sobre la generación del rendimiento y balance hídrico en soja de 1ª, como estrategia para estabilizar los rendimientos en suelos con altos niveles de sodio a partir de los 40-60cm. Para esto durante la campaña 2011/12 se sembraron 2 ciclos de distinta duración (GM III/IVcorto y IV largo) en 2 fechas de siembra (noviembre y diciembre), en 3 ambientes diferenciados de acuerdo a posición en el relieve y profundidad-distribución del sodio. En la siembra de noviembre, las variedades alcanzaron R3 entre el 18 y 25 de enero (GMIII y GM IV Largo respectivamente), en condiciones altamente restrictivas desde el punto de vista de humedad edáfica. En la siembra de diciembre, alcanzaron R3 alrededor del 5 de febrero, con un balance hídrico más favorable. Las siembras tardías fijaron entre 20 y 25% más granos por unidad de superficie, sin un aumento substancial en el peso de grano. Los rendimientos resultaron mayores (p<0.05) al ubicar el período crítico a principios de febrero, sin grandes diferencias entre grupos dentro de una misma fecha de siembra. Sin embargo, en los ambientes más restrictivos, el efecto del estrés hídrico fue más notorio sobre los GM más cortos. El efecto del espaciamiento entre hileras (42 vs 21cm) se evaluó en la campaña 2010/11, sobre la zona 2 de los lotes sódicos, sobre distintos escenarios de cobertura de rastrojo de maíz. Si bien no se observaron diferencias significativas en el rendimiento (p >0.1), en las condiciones más desfavorables los mayores distanciamientos tendieron a rendir aproximadamente 200 kg/ha más. De acuerdo con los análisis probabilísticos, el retraso en la fecha de siembra y la elección del ciclo adecuado podría contribuir a estabilizar los rendimientos de soja de 1ª en estos ambientes, pero es necesario repetir estas experiencias en campañas de distinta pluviometría para reforzar estos resultados.
La producción de granos de cultivos estivales como soja y maíz en los ambientes sódicos VIes de “La Redención”, Inriville, presentan una marcada variabilidad interanual. Esta variabilidad se encuentra estrechamente ligada con los efectos del sodio a 30-60cm sobre la dinámica del agua 4,5 (véase también NDVI de campañas contrastantes, Capítulo I; patrón de extracción de agua de soja, Capítulo II): en años de elevada oferta hídrica, los rendimientosdesoja en estos suelospueden resultar similares a los de tierras de mayor aptitud, mientras que en años de menor pluviometría, los rendimientos resultan entre un 30 y 50% menores que el resto de los lotes (ambientes clase I, II y III del establecimiento).
Los efectos del stress hídrico sobre el cultivo de soja han sido ampliamente estudiados 147-153 .Se sabe que los rendimientos resultan altamente dependientes del número de vainasy granosquese
establecen por unidad de superficie,154,155 por lo que condiciones que optimicen la tasa de crecimiento del cultivo durante el período en que se definen estos componentes (“período crítico”, R2 a R6) tenderán a maximizar la producción en soja154,156,157. En este sentido resultaría estratégico ubicar este período crítico R2-R6 en condiciones más favorables de oferta (lluvias+humedad suelo) y demanda hídrica para disminuir la variabilidad productiva. Esto podría lograrse a través de la elección de la fecha de siembray ciclo delcultivo(grupodemadurez, GM). La sincronización de la fenología de los cultivos con períodos del año en los cuales la oferta de recursos y las condiciones ambientales resultan más favorables ha constituido una de las principales estrategias para estabilizar los rendimientos en distintos ambientes productivos. En climas monzónicos, se suelen adaptar los ciclos de los cultivos a las épocas de mayor oferta de agua, sembrando al inicio de la estación húmeda para alcanzar la madurez antes del inicio de la estación
seca 158. Se han desarrollado sistemas similares en climas mediterráneos, buscando aprovechar las precipitaciones invernales y el agua almacenada en el período de barbecho estival159-161. Otros planteos productivos como los del Centro-Sur de EEUU, se han direccionado hacia esquemas de siembra de cultivos estivales en fechas tempranas, en combinación con el uso de cultivares de ciclos más cortos, de modo de evitar las sequías frecuentes hacia finesdel verano 162-163
A su vez, el largo del período crítico, definido por las condiciones ambientales y el GM, podría utilizarse como estrategia para favorecer la producción de grano en estos ambientes. Existe una relación directa entre la duración del período crítico y el número de vainas y granos por unidad de superficie 164-167. Períodos críticos más prolongados permitirían una mayor captura de recursos 168. En estossuelosde alta dependenciadeoferta delluvias, GM que aseguren un período crítico más prolongado podrían presentar ventajas respecto de los GM más cortostradicionalmenteutilizados
A su vez, otra manera de lograr mejores condicioneshídricasdurante elperíodocrítico podría ser a partir de un menor consumo de agua en las etapas vegetativas, asegurando mayores reservas de humedad del suelo en las etapas reproductivas. En sistemas de secano, existiría un nivel de crecimiento óptimo hasta floración para maximizar el rendimiento: demasiado crecimiento y consumo hídrico en el período previo a floración puede disminuir la disponibilidad de agua en el período posterior y disminuir el índice de cosecha, mientras que un bajo crecimiento del cultivo impide generar un nivel de área foliar suficiente para maximizar la asimilación en el período reproductivo169 Existen múltiples estudios sobre el efecto del arreglo espacial del cultivo de soja (densidad de plantas y espaciamiento entrehileras) sobrela intercepción de radiación, uso del agua y rendimiento en soja 170-174 . En condiciones más restrictivas desde el punto de vista hídrico (años o ambientes), se han reportado mayores eficiencias en el uso del agua o mayor estabilidad en los rendimientos con menor densidad de plantas o mayor espaciamiento entre hileras que los utilizados tradicionalmente175-177. En estos suelos sódicos, un mayor espaciamiento entre hileras podría representar una estrategia de manejo adicional, consumiendo menos cantidad de agua antes en el ciclo del cultivo para asegurar un mayor niveldehumedad edáfica durante R2-R6.
JUSTIFICACIÓN
La rentabilidad actual y la relativa estabilidad derendimientos del cultivode soja respecto de otros cultivos lo convierte en un cultivo clave para los planteos de rotaciones de estos ambientes (buscando sistemas productivos que sean económica y ambientalmente viables). Sin embargo, las características de los suelos sódicos de costa de la Rendención, Inriville (Capítulo I, Caracterización ambiental) genera ambientes de alta susceptibilidad al estrés hídrico durante el ciclo del cultivo. A pesar deesto, elmanejo quehistóricamente seha aplicado al cultivo de soja en los lotes con predominio de suelos sódicos no difiere demasiado del utilizado en suelos clase II y III. A su vez, existe muy poca información referente a la producción de soja en estos suelos, o a los efectos de distintas estrategias de manejo como el retraso en la fecha de siembra, la elección del GM o el espaciamiento entre hileras, sobre el rendimiento y eficiencia de uso del agua en estosambientes.
A partir de los análisis integrados de la información climática histórica y las características del suelo realizado en el Capítulo I, el período crítico de soja debería ubicarse más allá de la segunda quincena de enero para estabilizar los rendimientos en estos ambientes. Sin embargo es necesario validar esta información a campo, a través de ensayosen campañasdedistinta pluviometría.
Durante la campaña 2010-11 se iniciaron entonces líneas de experimentación orientadas a adaptar estrategias de manejo específicas para el cultivo de soja en estos ambientes clase VIes. Los objetivos específicosdeltrabajo incluyeron:
- Evaluar los efectos del retraso en la fecha de siembra y ubicación del período crítico de cultivos de 1ª sobre la estabilidad de la producción y la eficienciade uso delagua.
- Evaluar los efectos de la elección del largo del ciclo y del período crítico, sobre la estabilidad, eficiencia de uso de recursos y la eficiencia de usodelagua.
- Evaluar el efecto del espaciamiento entre hileras sobre el consumo de agua y rendimiento de soja de1ª
HIPÓTESIS DE TRABAJO
- En estos ambientes sódicos con frecuente susceptibilidad a estrés hídrico, los rendimientos serán más estables retrasando la ubicación del período crítico más allá de la segunda quincena de enero (relación oferta-demanda más favorable).
- A su vez, el uso de ciclos más largos con un período crítico más prolongado, permitirá “sortear” los eventos de desecamiento frecuente (por una mayor posibilidad de “capturar” agua de lluvias).
- Un mayor espaciamiento entre hileras consumirá menos cantidad de agua en el período prefloración, asegurando mayores reservas de humedad en R3-R6, y mayores rendimientos.
MATERIALES y MÉTODOS
ENSAYO 1. Efecto de la ubicación y duración del período crítico: fecha de siembra y GM, soja de 1ª 2011-12.
1.a. Localización, diseño y tratamientos
El ensayo se llevó a cabo en la campaña 201112, sobre 2 lotes de producción con predominio de suelos clase VIes, con pendiente hacia el Río Carcarañá, e historia similar (lotes 3C y 5S). Los análisis químicos se presentan en el Capítulo I. Se definieron 3 bloques de acuerdo a la posición en el relieve y profundidad de aparición de valores limitantes de sodio, correspondientes a las 3 zonas delimitadas por análisis de índice verde (NDVI), mapas de rendimiento, y muestreos a campo. Dentro de cada zona/bloque se definieron 3 estacionesde muestreo(3x 3 repeticiones).
Se priorizó diferenciar momentos de ocurrencia del período crítico más que diferencias entre variedades. Para esto se definieron 2 fechas de siembra (“temprana” y “tardía”), y en cada siembra se sembraron variedades de GM “corto” (III largo a IV corto) y “largos” (IV largo), con la genética normalmente utilizada a escala de producción de acuerdo a la fecha de siembra. La primera fecha se realizó el 1 de noviembre (retrasada respecto de lo planificado por falta de humedad), con DM3810 como GM “corto” y DM4670 como GM “largo”. La 2ªfecha serealizóel4dediciembre,con DM 4210
como GM “corto” y DM4712 como GM “largo”. En esta última fecha se sembraron también variedades de GM VIc como DM6.2i, que debido a influencia tardía de plagas fueron descartadas de los resultados.
La siembra se realizó en franjas de aproximadamente 70m de ancho x 700-1000m de largo, cubriendo las 3 zonas. Se usó una distancia entre surcos de 42 cm, con una densidad de siembra objetivo de 25 plantas/m2. El barbecho químico consistió en la aplicación de 1,5 litros/ha de glifosato al 74%, 30 gr/ha de clorimurón y 70 gr/ha de 2-4 D. Se fertilizó en la siembra con 65kg/ha superfosfato simple y las semillas fueron inoculadas con producto comercial elaborado con Bradyrhizobium y protegidas con Thiram. Durante el ciclo de cultivo se realizaron aplicaciones cada vez que se superaba el umbral de acción para larvas de lepidópteros y chinches. En R3 se aplicaron de manera preventiva la mezcla de Azoxystrobin y ciproconazolecon una dosisde250cc/ha.
1.b. Determinaciones y análisis
Fenología, rendimiento y componentes: Se registró la fenología por la escala de Fehr y Caviness84. A madurez fisiológica, se realizó la cosecha y trilla manual de todo el material aéreo en estaciones de muestreo de 2m2, (3 por bloque), y se llevó el material a estufa a 65ºC por 72 hs. De estas muestras se registraron los componentes de rendimiento (peso de 1000 granos y número de granos/m2), y se expresó el rendimiento a 13.5% de humedad.
Balance hídrico, consumo, eficiencia de uso del agua: Se realizaron determinaciones de humedad edáfica a siembra, R3, R6 y R8, por el método gravimétrico. El secado de la muestras se realizó con estufa a 140°C hasta peso constante. La extracción se realizó cada 20 cm hasta 150 cm de profundidad, con 2 muestreos por bloque. Se estimó el contenido volumétrico (Hv), el agua total (AT,mm) y la lámina de agua útil (LAU,mm) en el perfil según las siguientes ecuaciones, análogas a las del Capítulo II:
Hg (g/g) = Peso húmedo-Peso seco/Peso seco [7]
Hv (cm3/cm3) = Hg (g/g)*D. Aparente (g/cm3) [8]
AT (mm) = Hv(cm3/cm3)*Prof. (mm) [9]
LAU (mm) = ∑ Lámina (mm)-PMP (mm) [10]
La densidad aparente y los valores de punto de marchitez permanente (PMP) por estrato fueron estimados a partir de las fórmulas de pedotransferencia27 del Capítulo I. A partir de estas determinaciones de humedad, los registros pluviométricos del establecimiento y meteorológicos (Eto,mm) de la estación INTA Marcos Juárez se ajustó el balance hídrico diario del cultivo hasta 100 cm de profundidad, por el método del Kc único-FAO 90, modificado por R. Gil (no publicado). Con este balance se estimó el consumo en el ciclo (evapotranspiración del cultivo, Etc, mm). La eficiencia en el uso del agua (EUA) se estimó como el cociente entre la biomasa aérea total o el rendimiento y elagua evapotranspirada oconsumida (Etc)enelciclo:
EUAB = BAT x Etc-1 [4]
EUA y= Y x Etc-1 [5]
Análisis estadístico: se utilizó el software INFOSTAT–R, 91 utilizando modelos mixtos generalizados dada la no aleatorización de los tratamientosen losbloques
NOTA: Se planteó originalmente realizar el ajuste de fechas de siembra y ciclos para los cultivos de soja y maíz de 1ª, a través de ensayos repetidos en por lo menos 3 campañas. Estos ensayos se iniciaron en la campaña 201112, por lo que sólo se contó con una temporada de experimentación.
ENSAYO 2. Efecto del espaciamiento entre hileras en soja de 1ª 2010.
2.a. Localización, diseño y tratamientos
El ensayo se llevó a cabo en la campaña 201011, sobre la zona 2 del lote LS (caracterización en Capítulo I), en dos situaciones contrastantes de volumen de rastrojo de maíz (cobertura completa del suelo, y sin cobertura de rastrojo por remoción para confección de rollos). El 28/11/10 se sembró soja de1ªDM4970,con una densidad objetivode30 plantas/m2 Se utilizaron dos distanciamientos entre hileras, 21cm y 42 cm, manteniendo la misma densidad de plantas/superficie Se realizó un diseño en parcelas divididas, con el nivel de cobertura como factor principal y el espaciamiento como factor secundario, con 3 repeticiones para cada tratamiento (combinación de nivel de cobertura x espaciamiento), en parcelas de 0.1 ha (10 metros x 100metros).
2.b. Determinaciones y análisis
Secosechócada parcela en forma mecánica. Se utilizó el software INFOSTAT–R, 91 utilizando un ANOVA para un diseño en parcelas divididas, con el factor cobertura de rastrojo como factor principal y el espaciamiento entre hileras como factor secundario
NOTA: Originalmente se planteó el seguimiento de la humedad del suelo en cada tratamiento (siembra, R3, R6 y R8). Por razones operativas y para priorizar otras determinaciones no se realizaron las determinaciones de humedad.
RESULTADOS y DISCUSIÓN
ENSAYO 1. Efecto de la ubicación y duración del período crítico: fecha de siembra y GM.
Fenología, rendimiento y componentes: En la siembra de noviembre, DM 3810 (GM III/IVc) alcanzó R3 el 18 de enero y R6 el 18 de febrero; mientras que DM 4670 (GM IV L) alcanzó R3 el 25 de enero y R6 el 24 de febrero. La fecha de madurez fue del 18 y 28 de marzo para DM 3810 y DM 4670. En la siembra de diciembre, las variedades se comportaron de manera similar, alcanzando R3 el 5 de febrero, R6 el 13 de marzo, y madurez entre el 29 de marzo y 3 de abril (DM 4210 y DM 4712, respectivamente). Los rendimientos resultaron significativamente mayores (p<0.05) al ubicar el período crítico a principios de febrero (Tabla 15), sin grandes diferencias entre grupos dentro de una misma fecha desiembra.
Tabla 15. Rendimientos y componentes de cosecha manual de soja de 1ª 2011-2012 sobre suelos sódicos, de acuerdo a la fecha de siembra y GM. Campaña 2011-2012. Inriville, Cba.
Siembra GM Variedad Fecha R3 Rinde kg/ha N° gr/m2 Peso 1000 (g)
1 Nov IIIL/IVc DM3810 18/1 2753 b 2951 b 161 a
1 Nov IVL DM4670 25/1 3014 b 3145 b 166 a
4 Dic IIIL/IVc DM4210 5/2 3584 a 3841 a 162 a
4 Dic IVL DM4712 5/2 3845 a 3934 a 170 a
DMS 560 kg/ha y 595 granos/m2 (Test LSD Fischer)
Las siembras tardías fijaron entre 20 y 25% más granos por unidad de superficie, sin un aumento substancial en el peso de grano. Se observó así una estrecha relación entre el rendimiento y el número de granos/m2 (Fig.33). La asociación entre el rendimiento y el peso de grano no fue tan clara. Si bien se observó una tendencia a lograr un menor peso de 1000 semillas con GMs de menor duración de R3-R8, como DM 3810 sembrada en noviembre, lasdiferenciasnoresultaron significativas(p>0.05).
33. Relación entre rendimiento y número de granos en soja de 1ª sobre suelos sódicos, Inriville. Córdoba. Campaña 2011-12.
En los ambientes más restrictivos, con sodio a 40cm y mayores escurrimientos (zona 2, Fig. 34), los tratamientos rindieron en promedio alrededor de un 40% menos que en los ambientes de menor proporción de suelos sódicos y mayor potencial (zona 1, Fig.34). La tendencia de mayores rindes promedio con períodos críticos ubicados hacia principios de febrero se mantuvo en ambas situaciones. En el ambiente de menor posición relativa en el relieve (zona 3), las diferencias no fueron tan claras: los aportes de agua de escurrimientos desde las otras posiciones posiblemente “enmascararon” los efectos de los distintos tratamientos. Si bien en general el mayor efecto estuvo en el retraso del período crítico con el atraso en la fecha de siembra, en el ambiente más limitante (zona 2), el impacto negativo del sodio pareció ser más marcado aún en la variedad de ciclo máscorto(GMIII),lograndomenosde 1700kg/ha.
Figura. 34. Rendimiento de variedades de soja de 1ª sobre suelos sódicos, de acuerdo al ambiente, fecha de siembra y GM Campaña 2011-2012.
Figura
Balance Hídrico - EUA: Las diferencias en rendimiento y en el número de granos fijado en las distintas fechas y grupos de madurez, pueden ser parcialmente explicadas a partir del balance hídrico durante la campaña. La simulación del nivel de humedad en el suelo en forma diaria a lo largo del ciclo fue ajustada de acuerdo a las mediciones de humedad gravimétrica realizadas a siembra, R3, R6 y R8. Las figuras 35.A y B. muestran la variación del nivel de agua útil (agua actual – agua retenida a punto de marchitez) al metro de profundidad (suma de todos los horizontes), a lo largo del ciclo de soja para siembras de noviembre (A) y diciembre (B). Los niveles de humedad descienden con el consumo por el cultivo y son recargados por las lluvias. Si se considera un 50% del nivel de agua útil en el suelo como posible umbral de estrés, puede observarse cómo en la siembradenoviembreel cultivoatraviesa el período crítico para la fijación de granos con niveles limitantes de humedad en el suelo. En cambio, en las siembras de diciembre, las lluvias permiten recargar parcialmente el perfil en este período, con niveles de humedad cercanos o mayores al umbral de estrés. Se muestran sólo balances para la zona clase VI para resaltar los contrastantes, con una variedad por fecha de siembra.
Aún con una mayor pluviometría en el ciclo, en la siembratemprana (546vs405mm)elcultivoagotó las reservas de humedad para el inicio del período crítico, y las lluvias recargaron el perfil más tarde en el ciclo. Esto se reflejó en las EUAs, observándose valores promedio de 9 kg grano/mm en las siembras tardías y 7 kg grano/mm en las tempranas. De acuerdo a las estimaciones de probabilidad de estrés hídrico con la serie climática histórica (Fig. 36, ídem Fig. 20 capítulo II), las condiciones de estrés experimentadas serían altamente probables en siembras que ubiquen el período crítico a mediados de enero, especialmente en campañas Niña. El retraso de R3-R6 podría entonces contribuir a estabilizar los rendimientos y a aumentar la EUA en estosambientes.
y soja DM 4712 de siembra de diciembre, sobre suelos sódicos clase VIes. Campaña 2011-2012.
Figura 36 Probabilidad de ocurrencia de déficit hídrico en suelos clase VIes de acuerdo a la fase ENSO. Método de Purcell et al. (2003).
Figura. 35. A y B. Variación de la lámina de agua útil del suelo (mm) al metro de profundidad, para soja DM3810 de siembra de noviembre (A)
ENSAYO 2. Efecto del espaciamiento entre hileras en soja de 1ª 2010.
La figura 36 resume los rendimientos de cosecha mecánica del ensayo de espaciamiento entre hileras. Al nivel de significancia utilizado para el análisis de varianza, no se alcanzaron a ver diferencias significativas entre tratamientos (p>0.1), ni por el nivel de cobertura o el distanciamiento. Sin embargo, la zona sin rastrojo tendió a rendir 200 kg/ha menos. En las condiciones posiblemente más restrictivas desde el punto de vista hídrico (situación sin rastrojo), el distanciamiento a 42 cm tendió a rendir 200 kg/ha más que el distanciamiento a 21cm. Sería conveniente repetir la experiencia en campañas de diferente disponibilidad hídrica y con mediciones frecuentes de humedad de modo de corroboraresta última tendencia.
Figura 36. Rendimiento en soja de 1ª sobre suelos VIes, de acuerdo al nivel de cobertura de rastrojo y el distanciamiento entre hileras.
CONCLUSIONES CAPÍTULO IV
El retraso en la ubicación del período crítico en condiciones de menor demanda ambiental y más pluviometría favoreció la fijación de granos y el rendimiento de soja de 1ª en estos ambientes sódicos. De acuerdo al análisis de las series climáticas históricas, esta práctica podría resultar favorable en la mayoría de los años. Sin embargo es necesario repetir estas experiencias con campañas de distinta pluviometría para evaluara campoelimpactointeranual deesta estrategia.
El uso de variedades de ciclos más cortos (como GM III) resultó más riesgoso en los ambientes más restrictivos (ZONA 2). Estas variedades presentan muy buen comportamiento y alto potencial en otros lotes clase I y II de la zona. Sin embargo, en suelos de rápido desecamiento y alta dependencia de la oferta de lluvias como los de clase VI, el impacto negativo sobre los rendimientos resulta mayor en GMs con un período de fijación de vainas y llenado de granos más acotado. En las próximas campañas se continuará la evaluación del desempeño de GM de distinta duración (incluyendo también GM más largoscomo V, VI)como estrategia para estabilizarlosrendimientos en estosambientes.
No se observaron efectos significativos del espaciamiento entre hileras. Sin embargo, en condiciones posiblemente más restrictivas desde el punto de vista hídrico (zona 2, situación sin rastrojo), los mayores distanciamientos tendieron a rendir cerca de 2qq/ha más . Es necesario repetir estas experiencias en campañas de diferente disponibilidad hídrica y con mediciones frecuentes de humedad demododecorroborarodescartaresta última tendencia.
Capítulo V. Consideraciones Finales
Si bien los plazos del proyecto no permiten obtener conclusiones definitivas, los resultados obtenidos en las líneas de desarrollo indican la posibilidad de mejora con respecto al manejo tradicionalmente utilizado en este tipo de ambientes. La caracterización y diferenciación de ambientes en los lotes sódicos permitió avanzar en el entendimiento de las relaciones suelo-agua-cultivo. Los rendimientos se encontraron estrechamente relacionados con el consumo y dinámica del agua en el suelo en ambas campañas. El sodio afectó la movilidad de agua, disminuyendo la capacidad de recarga del perfil y la extracción de agua por los cultivos, volviéndolos altamente dependientes de las lluvias durante el ciclo y de que la demanda en el período crítico no sea demasiado elevada. Secuencias de cultivos con una mayor proporción de siembras estivales de 2ª y en especial de siembras de 1ª tardías, resultarían más estables en estos suelos sódicos.
Las secuencias de mayor intensidad de cultivos/año consiguieron aprovechar una mayor proporción de la oferta de lluvias de ambas campañas, con elevados aportes de rastrojo y C al sistema. La inclusión de sorgo como cultivo de siembra tardía o de 2ª se mostró como una alternativa rentable e interesante desde el punto de vista de los aportes de materia seca en estos suelos. Sin embargo, determinar los efectos de distintas secuencias de cultivos sobre las propiedades físico-químicas de los suelos requerirá plazos de mayor duración. Se comprobó a su vez cómo a través de estrategias sencillas de manejo de cultivo como la elección de la fecha de siembra y duración del ciclo es posible lograr un importante impacto sobre los rendimientos de cultivos como soja. Las prácticas de manejo normalmente utilizadas en ambientes de mayor aptitud pueden resentir los rendimientos y eficiencia de uso del agua en estos suelos, por lo que se requerirá de estrategias específicas para estabilizar los rendimientos.
Las cantidades totales de enmienda requeridas para modificar altos valores de PSI, así como los plazos necesarios para acción del yeso sobre el suelo, requieren por lo general de plazos prolongados y aplicaciones reiteradas. La aplicación durante dos campañas no arrojó resultados significativos Es necesario el seguimiento de los sectores tratados para comprobar si hay efectos posteriores sobre suelos y cultivos con estas aplicaciones Por otro lado se observó una tendencia a incrementar los rendimientos de soja con aplicaciones de 1000 kg yeso/ha.año, lo que podría estar indicando cierta respuesta a la fertilización con S y/ó Ca en estos suelos.
Si bien no se observó un efecto de la aplicación de yeso a profundidad, la labor del subsolador produjo una mínima remoción, manteniendo la cobertura del suelo En caso de comprobar una posterior respuesta al yeso aplicado, este método podría adaptarse perfectamente a estos planteos de SD
Por último, la interacción con especialistas de INTA y Universidades, miembros de Regionales AAPRESID y Grupo CREA locales, así como de técnicos y miembros de la propia empresa La Redención-Sofro, ya sea en las reuniones/talleres o en las giras de campo, resultó de mucho valor para el análisis ydiscusión de los problemas y el qué hacer para solucionarlos.
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Anexos
Análisis de Suelos
Tabla A. Texturay capacidad dealmacenajeporhorizontes. Zona 1(ClaseIIIe) Profundidad (cm)
Tabla B. Texturay capacidad dealmacenajeporhorizontes. Zona 2.ClaseVIes,pendiente
Profundidad (cm)
Tabla C. Texturay capacidaddealmacenajeporhorizontes. Zona 3.ClaseVIes,findependiente. Profundidad (cm)
Complejos y Series de Suelo. Carta de suelos INTA, HOJA
MARCOS JUÁREZ 3363-17.
Complejo MJ6:
- Complejo en faseligeraa severamenteerosionado
- 90%SerieMarcos Juárez, 10% SerieRío Tercero
- Capacidad deUso:IIIes
- Sueloscon limitacionesseveras porerosión laminary en surcos,asociadoscon suelos moderadamenteafectadosporsalinidad