YO SOY DE SALTILLO-AGOSTO

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AGRADECEMOS A:

Contenido AGOSTO 2025

PERMISO PARA TOCAR

Página 4

EL EDITORIAL

Página 5

SERENATA PARA EL FESTEJO DE INDEPENDENCIA Página 8

LOS MÚSICOS A LA ZONA

Página 10

LOS BAILES DEL ATENEO

Página 12

LA RONDALLA DEL TEC

Página 14

LA RONDALLA DE SALTILLO

Página 16

LA ORQUESTA CONTRA EL FONÓGRAFO

Página 18

EL PANADERO Y LA ÓPERA

Página 20

CASI CASI TODO ESTABA PROHIBIDO

Página 22

TRIVIA SALTILLENSE

Página 25

ACADEMIA BEETHOVEN Página 26

EFEMÉRIDES Página 28

YO TAMBIÉN SOY DE SALTILLO Página 30

AVISOS DE OCASIÓN Página 32

SOPA DE LETRAS SARAPERA Página 36

CUPONERA Página 38

DIRECTORIO

Francisco Tobias Hernández Director Editorial

Arq. Carlos Roldán Ilustraciones

Prof. Juan Campos Rodríguez Corrección Ortográfica

Victoria López García Diseño Gráfico y Fotografía Editorial

Yo Soy de Saltillo - La Revista Publicación mensual

AGOSTO 2025

Impresa en México en los talleres gráficos de Impresos Rivera

DERECHOS RESERVADOS

PERMISO PARA TOCAR

En esta ocasión te platico que un día antes del día de la bandera del año de 1921, un tocayo mío de apellido Rodríguez, quien era músico de profesión, le envió una misiva o una carta al entonces presidente municipal de esta hermosa ciudad de Saltillo, quien era el Sr. Manuel Gómez.

El motivo de la carta era solicitar la autorización a la autoridad para entonar canciones y melodías en las cantinas, banquetas, plazas, parques, y demás espacios púbicos sin pagar impuesto o derecho alguno.

El señor Rodríguez, aseguraba que contaba con una hermosa voz y que tocaba la guitarra de manera magistral. El artista afirmó en la carta que buscaba mantener su forma de vida dentro de la legalidad y que, debido a su profesionalismo, buscaba ese permiso, sin pago alguno, también por el hecho de no contar con dinero para el desembolso.

Francisco, el músico, también buscó

publicidad hasta en el periódico de aquella época, en los cuales cantaba una estrofa de su autoría: “En el rancho me dicen el mil cuerdas. Toco y toco para ti festejar. Mi talento me ha llevado a alcanzar, casi todos los rincones”.

Estimada y estimado Saltillense, le comento que en la investigación que realicé para saber si el alcalde le había dado autorización al músico Francisco, de tocar sin pagar impuestos, le comento que no encontré la respuesta del Presidente Municipal, pero lo que si encontré fue la queja de los trabajadores del periódico de aquella época, quienes en cada oportunidad invitaban a los Saltillenses a contratar al artista, quien a pesar de su cordialidad ya no los dejaba trabajar.

EL EDITORIAL

Saltillo suena

Saltillo suena. A veces no nos damos cuenta porque vamos con prisa o con la cabeza llena de pendientes, pero la ciudad suena. Y no hablo solo de los cláxones o del viento entre los árboles —aunque también—, sino de esa música que nos llega de repente: un acordeón que aparece en medio del Centro, una guitarra que se filtra en un camión, un saxofón solitario en la calle Juárez, una voz que nos arrulla mientras esperamos el rojo del semáforo.

Desde que empecé a pensar esta edición, me quedó claro que quería hablar de ellos: de los músicos que hacen de Saltillo un lugar más vivo. Los que tocan en las esquinas, en los mercados, afuera de los restaurantes, los que se suben a los camiones o van de mesa en mesa echándose una norteña o una ranchera. Porque ellos también son parte del alma de

esta ciudad. Hay algo profundamente honesto en los músicos callejeros. No hay filtros, no hay escenario perfecto, no hay luces ni producción. Hay talento, hay oficio, hay ganas de compartir. Y también hay resistencia. Porque no es fácil pararse a tocar bajo el sol, o con frío, o con el peso de no saber si ese día se va a juntar lo suficiente. Pero lo hacen. Y gracias a eso, muchas veces, nuestro día se hace un poquito mejor.

Yo crecí escuchando a los fara-fara, esos duetos o tríos con acordeón y bajo sexto que siguen poniéndole sabor a nuestras reuniones, a los domingos familiares y a las fiestas del barrio. También están los mariachis, que no fallan cuando hay que celebrar o llorar bonito. Y los grupos norteños que, con o sin micrófono, siempre logran que alguien se anime a bailar.

Saltillo tiene músicos de todo tipo. Algunos ya tienen años en esto y son parte del paisaje urbano; otros apenas van empezando, pero cargan con esa misma pasión por tocar. Y creo que merecen ser vistos, escuchados, respetados. Porque nos acompañan, nos alegran, nos hacen recordar, nos conmueven. Y porque la música es también una forma de resistencia y de identidad. Esta edición es un pequeño homenaje a ellos. A los que tocan por amor, por necesidad o por costum-

bre. A los que hacen que Saltillo no solo se vea bonito, sino que también suene bonito. Y ojalá, la próxima vez que veas a alguien tocando en la calle, te tomes un momento para escuchar. Porque en medio de todo el ruido, ahí está la música. Y ahí está también un pedacito de nosotros. .

SERENATA PARA FESTEJO DE NUESTRA

INDEPENDENCIA

En esta ocasión de cómo los Saltillenses festejamos en 1893, nuestra gloriosa independencia nacional. Para empezar, te platico que se organizaba una Junta Patriótica para organizar los festejos y que estos iniciarían el 15 de septiembre a las ocho de la noche con la iluminación de luz eléctrica en todos los edificios públicos y en la plaza de la independencia, la cual hoy conocemos como la plaza de armas, siendo la iluminación un espectáculo, para aquellos años, muy novedoso, moderno y hasta original.

La plaza de la independencia se engalanaría a las 9 de la noche con la participación de la banda musical del municipio, quien dará una serenata, con una duración de dos horas, para que a las 11 pasado meridiano, muy puntual, todos los templos echarán en vuelo todas las campanas, para así conmemorar el glorioso Grito de Dolores que dio don Miguel Gregorio Antonio

Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor, mejor conocido como Don Miguel Hidalgo, momento en el cual también nuestra enseña patria sería saludada con salvas y dianas.

Al día siguiente, 16 de septiembre a las 5 de la mañana, muy tempranito, por cierto, la bandera nacional sería izada en todos los edificios públicos de nuestra hermosa ciudad de Saltillo, ya las 9 con 30 minutos antes meridiano, en el Teatro Acuña se realizaría una sesión solemne para dar reconocimiento a la gesta heroica y sus participantes que nos dieron independencia, libertad y nación.

Para concluir estos festejos de nuestra independencia, se dio una serenata desde las nueve hasta las doce de la noche en la misma plaza de la independencia, en la cual también hubo fuegos artificiales.

La Junta Patriótica, además de invitar

a los Saltillenses que aquel año a participar como espectadores de los festejos de nuestra independencia, los motivaban a adornar las fachadas de sus casas.

Si se pregunta estimada y estimado Saltillense por el grito, desde el balcón, déjeme decirle que no fue

hasta en el año de 1896, es decir tres años después cuando Porfirio Díaz con motivo de su cumpleaños inició lo que es esta ya gran tradición mexicana. Por cierto, le adelanto que una futura Cápsula Sarapera, les platicaré que aquí en esta hermosa ciudad de Saltillo, fuimos nosotros los Saltillenses lo primero en reconocer la independencia de nuestro país.

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@nacionnortenaa Nación Norteña

LOS MÚSICOS

A LA ZONA

Hola soy Francisco Tobias y en esta ocasión te platico que el día 12 de julio de 1929, se armó el alboroto, entre las autoridades y los músicos de esta hermosa ciudad de Saltillo.

Siendo Presidente Municipal el Sr. José Pérez Treviño, dio la orden a los mandos policiales, para sancionar e infraccionar a los músicos, que estuvieran tocando o cantando en el centro de la ciudad, de aquella pequeña pero hermosa ciudad de Saltillo de la primera mitad del siglo pasado. La autoridad del municipio fue enfática, al señalar que los músicos sólo podían prestar sus servicios en la zona de tolerancia, bien dentro de alguna cantina o en la orilla de esta área, no más allá.

Pero déjeme explicarle o aclararle estimada y estimado Saltillense, que en aquellos años la zona de tolerancia no se encontraba dónde está actualmente, sino en los rumbos de lo que hoy es el mismísimo centro histórico, específicamente por la

calle de General Cepeda y Venustiano Carranza, calle que al paso del tiempo le cambiaron el nombre por el de Gral. Manuel Pérez Treviño.

Pero volviendo a la historia y dejando de lado las ubicaciones que ha tenido ese lugar de entretenimiento y esparcimiento, para adultos, los músicos, no querían acatar la instrucción dada por las autoridades, ya que ellos, “los hijos del dios Apolo”, quien es el dios de la música en la mitología griega, afirmaban que contaban con permiso de música ambulante, y que en ninguna parte de la ley o reglamento estaban estipuladas las multas.

Dicen que en realidad el problema era que al Señor alcalde no estaba de acuerdo con la imagen que daban los músicos que deambulaban por todo Saltillo. Los músicos por su cuenta tuvieron que seguir cantando, eso sí evitando riesgos y peligros, tocando sus instrumentos musicales dentro de cualquier burdel y así ganar su sustento sin infraccionar la ley.

LOS BAILES DEL ATENEO

En esta ocasión te platico de una tradición que perduró por años, entre los estudiantes del bachillerato Ateneo Fuente y no, no me refiero a las novatadas sino al evento opuesto, es decir a los bailes de fin de curso.

Estos bailes a los cuales asistían los alumnos graduados, sus familiares, profesores y el resto de la comunidad estudiantil del Ateneo Fuente, en aquellos años cuando además de cursar el bachillerato podías cursar la secundaria ahí mismo.

Estos bailes eran eventos de gala, los cuales tenían una vista hermosa pues se realizaban en las terrazas del Ateneo y en la Pinacoteca, la cual sigue estando ubicada en el segundo piso del majestuoso edificio ubicado sobre el Blvd. Venustiano Carranza exactamente donde topa la Avenida Universidad.

Los bailes del Ateneo eran ameniza-

dos por orquestas de gran calidad, como lo era la del Maestros Lorenzo Hernández, Julio Arce, Chuc Anderson, grupos musicales que tocaban los valses de entrada, cuando los graduandos accedían a las terrazas, para después tocar “baladas, mambos, rock and roll y hasta cha cha chá”.

Se realizaban solamente una vez al año y era día posterior a la velada de la graduación, la cual por supuesto era en el Paraninfo del Ateneo, las terrazas del Ateneo fuente eran iluminadas de manera artificial con luces de blancas, en la pinacoteca se instalaban mesas redondas, mientras que en las terrazas se colocaban alargadas.

Bailes en los cuales no había comida pero sí refrescos y bebidas con alcohol, aprovecho la ocasión para decirle estimada y estimado Saltillense que no existe registro alguno de pleito, bronca o pelea ni al interior ni al exterior del Ateneo

por motivo del consumo de alcohol en estos bailes, tan famosos que eran en aquella pequeña pero hermosa ciudad de Saltillo.

Por cierto, los bailes de Ateneo iniciaban a las 9 de la noche y eran, como en la lucha libre, sin límite de tiempo.

Hoy los bailes y las graduaciones siguen siendo motivo de felicitación y festejo, hoy, aunque tenemos una joya arquitectónica en la edificación del Ateneo Fuente, los famosos bailes del Ateneo se han esfumado por el cuidado que debemos de tener con el edificio, pues para la década de los 70´s del siglo pasado la construcción empezó a sentir los embates del tiempo.

Estas historias, esta historia de los bailes del Ateneo hay quienes todavía la recuerdan, tenemos incluso muchos Saltillenses que lograron vivirlas, con seguridad son el origen de muchas historias más de nuestra hermosa ciudad de Saltillo.

LA RONDALLA DEL TEC

Hola soy Francisco Tobias y en esta ocasión te platico de un grupo de estudiantes del TEC Regional de Coahuila, hoy TEC de Saltillo, quienes además de ser Burros Pardos son entusiastas, emprendedores y músicos, me refiero a quienes fundaron y han formado parte de la Rondalla de esa institución superior.

El fresco ya se estaba convirtiendo en frío, a punto de iniciar el invierno y en noviembre de 1972, se organizaron entre 20 y 25 alumnos del Tec de Coahuila para conformar un grupo romántico musical.

Los alumnos del Tec querían tener un grupo musical, un grupo que los representara en la cultura, pues en aquellos años solo se tenían equipos deportivos representativos. Por lo que alumnos, docentes y directivos pusieron manos a la obra, contratando nada más y nada menos que al

Maestro Lorenzo Hernández, quien se convirtió en un factor determinante para que dos años después, 1974, cuando se realizó el primer concurso nacional de rondallas, la nobel rondalla del Tec consiguiera el primer lugar con la canción “Caminito” el cual es un tango, por supuesto argentino, de los años 20s del siglo pasado. El premio del concurso fue la grabación de un LP, y para los jóvenes les explico que antes de la existencia de los “IPod, IPhone, Spotify” y demás, la música era grabada en discos de vinilo cuyo nombre era precisamente “Long Play”, es decir larga duración, ese álbum musical fue grabado en la disquera Trigas en la Ciudad de México.

Un año después, 1975, la Presidencia Municipal de nuestra hermosa ciudad de Saltillo organizó un concurso para elegir el corrido de nuestra ciudad con motivo del 400

aniversario, actividad en la cual participaron 86 compositores, la autoridad de manera acertada decidió que el corrido ganador fuera interpretado por la Rondalla del Tec.

Una rondalla Saltillense que ha tocado sus cuerdas más allá del territorio nacional, que cuenta al día de hoy con 16 materiales discográficos, desde “LPs, casetes, cds y dvds”, una agrupación de nuestra hermosa ciudad que ha puesto en alto el nombre de Saltillo.

Una rondalla que toca huapangos, boleros, baladas, rancheras y hasta tangos. Han pasado 50 años entre voces, guitarras, contrabajos, requintos, pero sobre todo amor y dedicación para enaltecer su máxima que dicta: “Por el simple gusto de cantar y por el orgullo de representar a nuestra institución tecnológica”.

Definitivamente la Rondalla del Tec de Saltillo es algo muy Saltillense y que vale la pena presumir.

LA RONDALLA DE SALTILLO

En esta ocasión te platico de algo muy representativo de nuestra hermosa ciudad, cuyos orígenes fueron en el año de 1966, me refiero a la Rondalla de la Escuela Superior de Agricultura Antonio Narro.

Me platicó el Ing. Fermín Loera, que la conformación de esta primera agrupación de su tipo en Saltillo, fue con varios tríos que existían en esa escuela de agricultura, la mayoría de sus integrantes eran músicos liricos, cuyo aprendizaje fue empírico.

El primer ensayo de la rondalla fue con 26 alumnos de la Narro, en algún día del mes de octubre de 1966, cuyo recinto fue el auditorio Caros E. Martínez, por cierto las autoridades de la institución, no aceptaban que se reunieran en ese recinto sin saber a ciencia cierta qué harían este grupo de buitres, quienes al explicarle al el entonces direc-

tor Ing. Adal Rivera Leal, este mismo maestro, al conocer el objetivo de las reuniones y ensayos tuvo la visión de apoyarlos para que así de esa manera la entonces escuela de agricultura le devolviera algo a esta hermosa ciudad de Saltillo.

En ese primer ensayo, esta agrupación musical no fue capaz ni siquiera de poder entonar “las mañanitas”, fue en ese momento cuando llegó Pepe Abedrop, quien, al tener mayores conocimientos musicales, fungió como primer director musical y ya en el tercer ensayo entonaban “obsesión”, “me regalo contigo”, “canción del corazón” y “tema de Lara”.

Los inicios fueron complicados, difíciles, ejemplo de ello fue la guitarra conocida como “la leprosa”, ya se debe de imaginar estimada y estimado Saltillense en qué condiciones estaba ese instrumento musical, el

vestuario, se los trajeron de contrabando los jugadores de football que cruzaron la frontera norte para jugar.

En ese mismo año al tener una reta musical contra la estudiantina de la escuela de Leyes en el Auditorio de la Normal, al iniciar la presentación de la rondalla un bromista apago las luces, creyendo que con esto opacarían la actuación, pero cual fue la sorpresa de propios y extraños, de integrantes de la rondalla y de la estudiantina que para rescatar el momento, Marco Antonio Aguirre, un joven locutor integrante de la estudiantina impregnó un verso a la melodía que interpretaban en ese momento, naciendo así un estilo, el estilo de la Rondalla de Saltillo.

El primer impulsor artístico radial fue Don Jesús López Castro, quien les grabó un demo, el cual fue llevado a diversas disqueras en la Ciudad de México, empresas que no se interesaron en el proyecto por no ser negocio. Sin embargo, fue tanta la insistencia de los integrantes de este grupo, que consiguieron grabar un LP, pagado por ellos mismo en EMI Capitol, cuya canción “Te

deseo amor” que no era grata para los rondallistas, en poco tiempo llegó a ser de las más pedidas en la W Radio, sorprendiendo a todos desbancando a Marco Antonio Muñiz, César Costa y otros artistas de esa época.

Nunca imaginaron “Moisés del Llano, Fermín Loera, Juan José Rojas, Rubén Leal, José Abedrop, José Refugio Ramírez, Luis Alfonso Gamiz, Sergio Cortes, Humberto Zavaleta, José Dorantes, José Luis García, Héctor Caballero, Jaime López, José Trinidad Martínez, Jorge David Flores, César Cantú, Carlos Mery, Ricardo Hernández, José Valdés, David Alejandro Luna, Roberto Espinoza y Salvador Muñoz” lo trascendental que fue su amor por la música, para su escuela, para la cultura y para nuestra hermosa ciudad de Saltillo.

Definitivamente la Rondalla de la Escuela de Agricultura Antonio Narro, así como todos los integrantes que han tocado sus cuerdas son algo muy de Saltillo y que vale la pena presumir.

LA ORQUESTA CONTRA EL FONÓGRAFO

En esta ocasión te platico de un hecho, que hoy es muy común en todo Saltillo, pero que la primera ocasión que sucedió causó un gran problema en esta hermosa ciudad de Saltillo, y que pude enterarme por medio de un periódico que circulaba aquí y que se llamaba “El Chisme”.

Resulta que en el mes septiembre de 1938, cuando en aquel pequeño Saltillo, para realizar un baile se podía contratar únicamente a las orquestas de Saltillo, y que todas estas estaban representadas por la dirección de orquestas unidas de Saltillo. Un buen día los miembros del casino se presentaron en las oficinas para contratar una orquesta, ya que el siguiente sábado 17 tendría baile.

Ni tardos, ni perezosos, los músicos hicieron cuentas, después de preguntarles a los clientes, la canti-

dad de horas que duraría la fiesta, después de hacer números, checar disponibilidad en su agenda, ya con las sumas y restas, decidieron dar un presupuesto de cuarenta pesos. Los integrantes del casino de Saltillo, les dijeron a los músicos que el precio era excesivo, motivo por el cual no llegaron a ningún acuerdo, haciendo el compromiso de reunirse otro día para tratar de pactar algún buen precio tanto para los bailadores como para los músicos.

Pasaron las horas, los días y la semana, los interesados en contratar a los músicos no se acercaron, incluso dicen que ni las narices asomaron de nuevo, por lo que la dirección de orquestas unidas de Saltillo, había deducido que el baile en el Casino se había suspendido. Sin embargo, no faltó el chismoso que el sábado por la noche, fue corriendo con el comité de músicos para informar

que en el Casino de Saltillo se estaba bailando, motivo por el cuál de manera inmediata se organizó una comisión para ir a verificar, si se había contratado banda, orquesta o músicos de otras latitudes distintas a la de esta hermosa ciudad, como había sucedido semanas antes con un club de señoritas.

Al llegar los comisionados se dieron cuenta que dentro del casino había música y que el baile estaba en su apogeo.

El periódico “El Chisme” en su publicación del día siguiente señaló, y cito textual: “Los copetudos, los de la crema social, danzaban en medio de una música macabra por el estilo

de los salvajes del África, producido por un fonógrafo viejo y discos rayados”.

Esta es una anécdota que sucedió en Saltillo, cuando por primera vez la música en un baile no fue con músicos sino con lo que conocemos con sonido, en aquellos años cuando no había casetes de 8 tracs, lps de vinil, cd, mp3 y mucho menos Spotify, o Apple music, sino por medio de un aparato inventado en la década de 1870, por quien dicen que era mexicano, Tomás Alva Edison. Y fue así como cada domingo los bailes en el Casino eran sin músicos, pero sí con buena música, por medio de un fonógrafo.

EL PANADERO Y LA ÓPERA

En esta ocasión te platico de una historia algo increíble de creer, que encontré en una revista estudiantil llamada “El Ateneo”, por supuesto elaborada por alumnos del glorioso Ateneo Fuente.

Pues bien, en el año de 1940 el 30 de julio, un estudiante narró, de manera extraordinaria, la anécdota de un panadero Saltillense, pero no vaya a creer que era un panadero solamente, no, era un virtuoso y amante de la música, incluso, comentaban que tocaba de manera maravillosa la flauta, el violín y el piano.

Un buen día, se anunció que en esta hermosa ciudad de Saltillo se presentaría un artista europeo, italiano para precisar con la ópera Rigoletto. El panadero, por supuesto fue el primero en comprar boleto, con la emoción y seguridad que sería una de las mejores veladas que tendría en su vida.

La entrada al teatro obrero, estaba atiborrada antes del inicio de la

ópera, los asistentes estaban a la expectativa, por supuesto dentro del teatro, que estaba ubicado en la calle de Aldama entre Acuña y Xicoténcatl, en primera fila se encontraba el panadero virtuoso, ansioso por la presentación de la composición gramática musical que iniciaba.

Dicen que el cantante, con su fuerte y fina voz era capaz de hacer retumbar todos los rincones del teatro, que tenía al borde de sus asientos a los Saltillenses, y al panero, cuyo nombre no pude encontrar, las lágrimas empezaron a rodar sobre sus mejillas, por la emoción que vivía.

La obra terminó, todos caminando rumbo a sus casas, en aquel Saltillo pequeño, platicaban con emoción de la gran ópera que acababan de presenciar. Pero la noticia al día siguiente, no fue la voz del tenor que participó en la obra de tres tiempos, basada en una obra de Víctor Hugo, la nota tampoco fue sobre el moder-

no teatro Obrero cuya construcción inició en 1917, ni los precios tan elevados fueron lo que llamó la atención. Y si usted está pensando en el panadero, sí, fue él quien se robó las notas periodísticas, los comentarios en la sobremesa de las casas Saltillenses, pues había amanecido muerto, textual la narración dice: “El panadero amaneció muerto, parecía entregado a un dulce sueño y su cuerpo no revelaba indicio de una agonía desesperante. El dictamen médico diagnosticó una

muerte repentina del corazón a consecuencia de una emoción exageradamente fuerte”.

Así es estimada y estimado Saltillense, aquí en esta hermosa ciudad de Saltillo tuvimos un panadero, que además de tocar varios instrumentos y ser culto en eso de la música, se murió ahora sí de la emoción, por presencial una ópera de la cual dicen que fue magistral.

CASI CASI TODO

ESTABA PROHIBIDO

En esta ocasión te platico de otra historia, de otra prohibición que tuvimos en nuestra hermosa ciudad de Saltillo, aunque aún no era ciudad sino una villa con el nombre de Santiago del Saltillo, pues esto sucedió en el año de 1801.

Iniciaba el siglo XIX, esta tierra seguía siendo propiedad del Rey de España, cuando al tercer día del año de 1801 se dio a conocer que el juez de la villa quien era Andrés Antonio de la Mata y Cos, se había empeñado en lograr que nuestra hermosa ciudad, insisto que aún no era ciudad, fuera un poblado en el cual se restauraran las buenas costumbres aunque debo de decirles que exagero, ya que prohibió a los Saltillenses blasfemar, también prohibió jurar en vano en nombre de Dios, por si fuera eso poco, a todo aquel que fuera sorprendido viviendo en amasiato sería sancionado. Además,

se sancionaría a todo aquel que anduviera “borracho, beodo, ebrio, embriagado, bebido, zocado, grifo, guaroso, peneque” en la vía pública.

Y ni que hablar de andar con la música en la vía pública y déjeme decirle estimada y estimado Saltillenses que no se refería a traer el radio encendido pues no existían aún, sino el juez se refería a no traer a los músicos callejeros tocando sus instrumentos y cantando por la vía pública, pues la Villa de Santiago del Saltillo no era ninguna cantina.

Por cierto, este reglamento no aplicaba para las visitas a la ciudad, pues déjeme decirle que la misma ordenanza prohibió estrictamente el hospedaje a cualquier forastero, y si Usted, buenos los Saltillenses de aquel año tenía perros, estos deberían de ser encerrados por la noche y en lo que se refiere a los lechones es decir a los marranos, acertadamente

el señor juez Andrés Antonio prohibió que anduvieran sueltos pues se comían el trigo ajeno.

Por supuesto que el juez de la villa también contempló en su reglamento del buen gobierno el uso de las armas, prohibiendo portarlas salvo para se usaran para la defensa.

Pareciera que, en nuestra hermosa ciudad de Saltillo, cuando aún no era ciudad sino una villa de nombre

Santiago del Saltillo, el juez estuvo a punto de prohibir hasta que comieran quienes habitaban aquella pequeña pero hermosa población. Esta es una historia que afortunadamente no prosperó del todo, pero que vale la pena recordar pues un juez de nombre Andrés Antonio de Mata y Cos estuvo a punto de prohibir hasta respirar. Aunque lo de los marranos estuvo bien, lo demás si fue una exageración.

¿Personaje Saltillense quien fue fundador del Banco Público y fue conocido como el “economista non”?

Respuesta a la trivia de julio 2025: Alberto del Canto y Díaz de Vieira (nacido Alberto do Canto e Dias de Vieira

ACADEMIA BEETHOVEN

En esta ocasión te platico sobre una escuela de música, de esta bella ciudad de Saltillo. Una academia, para ser precisos, dedicada a enseñar el arte de la melodía, armonía y ritmo. Doña Flor Aguirre, fundadora de esta escuela, decidió bautizarla “Beethoven”, ya que además de ser su músico favorito, particularmente admiraba la “5ta. Sinfonía”, para ella un deleite desde el primero hasta el último acorde. Fundada en el mes de noviembre de 1940, cuenta con ya casi 74 años de impartir arte. Han enseñado música a generaciones completas, desde bisabuelos, abuelos, hijos y nietos. Su primera alumna fue Minerva García, quien aprendió piano, pues originalmente la academia solo impartía clases de este instrumento. Con el tiempo fueron integrándose a la curricular musical, guitarra, canto y percusiones. Doña Flor aprendió música aquí mismo, en Saltillo. Tocaba con extrema delicadeza, provocando hermosas notas dignas de admiración. Su maestra fue Doña Elenita Rufo, “La francesita”, como era

Crédito: Eugenio Galán de la Peña

conocida, quien daba las clases en su casa ubicada en el callejón del Truco; Doña Elenita fue alumna del Conservatorio de Bruselas. La fundadora de la Academia Beethoven inició su aprendizaje musical en 1935 y para el siguiente año su padre le compró un piano marca Hardman fabricado en 1896, adquirido en la vecina ciudad de Monterrey, Nuevo León. Vale la pena señalar que el diploma que acredita a Doña Flor como Música está avalado por el mismísimo Manuel María Ponce y por el no menos reconocido Julián Carrillo. Maestra de gran paciencia, las edades de sus alumnos oscilan de los 6 años hasta adultos de más de 76. Destacados saltillenses han tomado clases en la Academia Beethoven: es de recordar que en 1978 una alumna de Doña Flor, Irma Angélica Dávila Segura, ganó un concurso nacional de música en Televisa, logrando participar en un conocido programa televisivo con Raúl Velasco. Hoy en día, alumnos egresados de esta academia ya tienen sus propias escuelas. La Academia

Beethoven ha cosechado grandes frutos, que han pasado desde Sonora y Chihuahua hasta Veracruz.

Escuela donde ya tres generaciones han participado enseñando música. Hoy el director es el hijo de Doña Flor, el maestro Liberio Hernández Aguirre.

Como dato anecdótico, les platico que Doña Flor tenía una tortuga, y cuando la pianista tocaba “Para Elisa” de Beethoven, la tortuga se trasladaba del jardín y se postraba a un lado de ella. Al terminar la melodía, la tortuga regresaba al jardín.

En el año 2008 Doña Flor dejó de acompañarnos, pero en vida disfrutó del galardón más importante que otorga el Ayuntamiento de Saltillo: en 2005 se hizo merecedora de la Presea Saltillo.

Así es, señoras y señores Saltillenses: hoy en día, después de 74 años, una academia de música sigue con la misión de enseñar el arte de las musas, en la calle de Hidalgo frente a la escuela Miguel López. Como dice don Liberio: “Una guitarra más es un pandillero menos; un piano más es un delincuente menos”.

Yo me despido con una frase de Doña Flor que toca el corazón y acaricia el alma y que vale la pena

recordar: “Con la música se llega al cielo”. Escuela donde ya tres generaciones han participado enseñando música. Hoy el director es el hijo de Doña Flor, el maestro Liberio Hernández Aguirre.

Como dato anecdótico, les platico que Doña Flor tenía una tortuga, y cuando la pianista tocaba “Para Elisa” de Beethoven, la tortuga se trasladaba del jardín y se postraba a un lado de ella. Al terminar la melodía, la tortuga regresaba al jardín.

En el año 2008 Doña Flor dejó de acompañarnos, pero en vida disfrutó del galardón más importante que otorga el Ayuntamiento de Saltillo: en 2005 se hizo merecedora de la Presea Saltillo.

Así es, señoras y señores Saltillenses: hoy en día, después de 74 años, una academia de música sigue con la misión de enseñar el arte de las musas, en la calle de Hidalgo frente a la escuela Miguel López. Como dice don Liberio: “Una guitarra más es un pandillero menos; un piano más es un delincuente menos”.

Yo me despido con una frase de Doña Flor que toca el corazón y acaricia el alma y que vale la pena recordar: “Con la música se llega al cielo”.

3 de agosto de 1924

Las efemérides Saltillenses

5 de agosto de 1782

13 de agosto de 1699

16 de agosto de 1680

18 de agosto de 1785

El Saltillense Fermín Espinosa Saucedo “Armillita” se inicia en las becerradas del Toreo México.

Se termina la colecta en la Villa de Santiago del Saltillo ordenada por el Rey, para recaudar el donativo voluntario, que constaba de 2 pesos a cada uno de los españoles y 1 peso a los naturales y demás castas.

En la Villa de Santiago del Saltillo se registra la primera fuga de la cárcel. Sebastián del Toro y su esposa, presos por estafar por 36 pesos y 4 reales al Capitán José de Mauleón, se escapan cuando el alguacil abrió la celda para meter a otro reo. Se refugiarían en la iglesia de la Villa.

Las autoridades del Pueblo de San Esteban de la Nueva Tlaxcala (hoy Saltillo) solicitan se prohibiese transitar de noche en su frontera, pues les afectaban a sus huertos, robándoles sus frutas y legumbres.

El Cabildo de la Villa de Santiago del Saltillo comunica a vecinos y labradores que tuvieran a la mano sus armas, parque, caballos y bastimentos, “..pues sin excusa, ni pretexto, todos saldrán en la persecución de los indios bárbaros que tanta ruina han causado”.

20 de agosto de 1807

24 de agosto de 1902

26 de agosto de 1862

28 de agosto de 1868

29 de agosto de 2009

El Cabildo de la Villa de Santiago del Saltillo acuerda que la lidia de toros se efectuase en la plazuela detrás de la Iglesia de San Esteban y no en la plaza principal.

Un incendio destruye el Teatro “Acuña” de Saltillo, Coahuila, al presentarse la obra “el loco Dios”. Coincidentemente el Teatro “García Carrillo” en la ciudad sería incendiado 16 años después al presentarse esta misma obra teatral.

El Ayuntamiento de Saltillo, Coahuila, ordena blanquear y enjarrar todas las casas de la ciudad.

Se pone en marcha el servicio telegráfico entre Saltillo, Coahuila, y Monterrey.

El equipo de béisbol Saraperos de Saltillo se corona como campeón de la Liga Mexicana de Béisbol, tras vencer a los Tigres de Quintana Roo 14 a 1. La afición celebra con gran júbilo tras 40 años de espera.

Yo soy de Saltillo También

¿Has visto músicos en las calles de la ciudad?

¡Aquí te dejamos unos instrumentos para colorear!

La próxima vez abre tus oídos cuando los veas.

¡Ayuda

a la guitarra a llegar a sus notas!

Avisos de Ocasión

Villa de Santiago del Saltillo, 2 de octubre de 1800. ¡Vecinos! Ayuden a localizar a José Luis Brio- nes y a sus cómplices porque se metieron a mi casa a robar una caja con ropa y alhajas. ¡Los demandaré! Su atento servidor, Felis Benavi- des, vecino de Cerralvo.

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Deliciosos desayunos

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Todo buen Saltillense debe saber...

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Si ya la leíste ¡Rólala!

Francisco Tobias Hernández

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