EXPERIENCIAS LABORALES



S E gu N d A gENERACI ó N
PUBLICACIÓN DIGITAL CHILE-MÉXICO
U NI v E rs IDAD vE r AC r U z ANA
Experiencias laborales
segunda Generación
Publicación digital Chile-México 2022 Universidad veracruzana
registro propiedad intelectual: 2022-A-5949
Equipo Editor: Lorenzo Ponce Melo, Francisco Javier Meléndez Hernández, Luz Angélica Gutiérrez Bonilla, Cándido García Fonseca
Diseño y diagramación: Georgina Odi Colliguay Ediciones
Directora: María de la Luz Ortega H. ©colliguayediciones@gmail.com
Foto de portada: Develación de la placa conmemorativa de los 50 años de egreso de la Facultad de Economía de la Uv. segunda generación 1967-1971.
Permitida la reproducción total o parcial, por cualquier medio, citando la fuente y los autores. santiago de Chile
Palabras para el acto de develación de la placa conmemorativa de los 50 años de egreso de la Facultad de Economía de la UV, segunda generación 1967-1971. En voz de la Dra. Luz Angélica Gutiérrez Bonilla, como representante del grupo.
somos testigos del tiempo y el tiempo ha sido testigo de nosotros. La generación, llamada el baby boom, ha testimoniado los cambios en la ciencia y la tecnología, adelantos a los que hemos contribuido y adaptado, gracias a las bases teóricas que recibimos en la educación.
En esos años, no podíamos imaginar cuán determinante iba a ser la etapa de estudiante universitario en nuestras vidas.
A la Facultad de Economía, ingresaron ochenta alumnos, divididos en dos grupos de cuarenta jóvenes en cada uno. Había solo cuatro mujeres en el grupo A y tres en el grupo B. representábamos, el 8,75 % de los alumnos de primer ingreso.
Estudiar una carrera para las jóvenes mujeres en esos años, representaba abrir brecha para las generaciones femeninas del futuro. El ingreso a la universidad ganaba una de las primeras batallas, simbolizando salir de la zona de confort. Ser universitaria no solo significaba, asistir a clases, era más que eso, representaba conocer, actuar ante situaciones y realidades diferentes que daban la oportunidad de reunirnos con otras compañeras, intercambiar ideas, confrontar pensamientos. Aprender a valernos por nosotras mismas.
Parece que fue ayer, cuando nos enfrentamos al primer día de clases ante la incertidumbre del futuro. Teníamos el deseo personal de superación, aunado a lograr cumplir el de nuestros padres y ser profesionistas. Muchos de ellos nos decían “Tu única herencia es la educación”.
La mayoría de nosotros veníamos de fuera de Xalapa, el costo de oportunidad era alto, personificaba estar lejos de la familia, dejar de saborear la sopita caliente de nuestra madre, separarnos de nuestros hermanos y amigos, la ventaja era estudiar, ser profesionistas.
Jamás dudamos de la enseñanza que habíamos recibido de nuestros maestros, desde la primaria a la preparatoria, ninguno se sintió menos preparado en matemáticas por ejemplo y estábamos seguros de poder estudiar economía. Un día de 1967, la primera clase en la Facultad de Economía de la Universidad veracruzana: Historia de la cultura contemporánea.
sólo sabíamos que nos iba a dar el curso el director de la facultad roberto Bravo Garzón. A las ocho de la mañana se presentó ante nosotros un hombre joven, quizá tendría 32 o 33 años; con café y cigarro en la mano (entonces era una usanza común), dio cátedra con energía y personalidad. Hablaba de historia económica, relató autores, corrientes. se ejecutaba por primera vez ante nuestros nóveles ojos, el análisis económico, la ontología de las causas, respuestas y preguntas que aún no sabíamos formularnos. Quedamos atónitos frente a su talento. Al final de aquella disertación, preguntó si estábamos de acuerdo con lo que había dicho. Todos respondimos que sí, nadie negó nada. No había preguntas, ni se le impugnó a la energía y la elocuencia demostradas. Ninguno contradijo la sólida demostración de conocimiento, que muchos no habíamos visto nunca. Entonces, él arremetió. sostuvo, con el mismo aplomo que antes, que es indispensable dudar, reflexionar, analizar todo lo que nos dicen y enseñan. Dijo con gran énfasis, que no existen ni existirán las verdades absolutas. Que las verdaderas respuestas a los problemas de la ciencia se acompañan de la teoría, de la historia y del conocimiento ofrecidas por las escuelas de pensamiento, pero que las respuestas con pertinencia y eficacia, las originales, nacen desde dentro del propio análisis, en la mente de un universitario bien cultivado.
Bajo la misma filosofía de la educación superior, el grupo de maestros inculcó estudiar con responsabilidad, fe y valor en el modo de observar la realidad, con base en nuestra formación. Poniendo en duda lo que escuchamos, nos acercó a la respuesta correcta, original e innovadora, pero sobre todo útil para responder a los problemas que nos plantea el mundo.
Fuímos formados con la visión de que no hay verdades absolutas, y cuando encontráramos una respuesta, ésta se transformaría en nuevo insumo para volver a plantear preguntas. María de la Luz Aguilera, nuestra querida maestra “Malucha”, como la recordamos; roberto Bravo, Carmen Cristiani; Flora velásquez; José Bonilla; Nicodemus santos; rafael Landgrave; Antonio de Haro; Luis Miguel ramos Boyoli; rodolfo Tello, Francisco salmerón y Emil B. Haney, entre otros. Todos ellos nos enseñaron desde la perspectiva individual y la colectiva a respetar los puntos de vista de cada uno, educando en base al diálogo entre pares. Inculcaron que así nace la ciencia, pero también nacen los amigos y compañeros de vida. En efecto, para nuestros maestros, la enseñanza trascendía el aula, eran amigos, pares y en muchos casos consejeros, además de segundos
padres. Para la mayoría, las clases no eran de sesenta minutos, sino enseñanzas que han durado décadas. Nos regalaron una instrucción de vida, cuando teníamos apenas dieciocho años.
Las clases continuaron y casi al concluir el primer año sucedieron dos cosas: Por un lado, se invitó a un grupo de primero y segundo año de la facultad a participar con los maestros, como ayudantes en seminarios y en investigación. Eso nos condujo, a quienes aceptamos, enfrentarnos por primera vez a los alumnos del primer semestre, apoyarlos en sus estudios y por otro lado a colaborar con los mismos maestros en la realización de investigaciones. Por otro lado, nos comunicaron que, el gobierno del estado estaba cediendo a la Facultad de Economía el antiguo edificio de la Escuela Normal veracruzana y nos mudaríamos. sin embargo, pasados tres meses requirieron el lugar, porque querían ocuparlo para villa Olímpica. Como respuesta, en marzo de 1968, por primera vez los alumnos fuimos a la huelga para defender el edificio y, ¡lo rescatamos!
Cuando algunos estudiantes, fueron convocados como ayudantes de investigación, justo estaba naciendo el Centro de Investigaciones y Estudios superiores Económicos y sociales, que a partir de 1974 sería el IIEsEs. Estudiar y trabajar con ese equipo de maestros nos llevó a colaborar en numerosas investigaciones que, bajo la dirección del maestro Bravo y la Maestra Aguilera cambiaron la forma de analizar y concebir al estado de veracruz. Hicimos estudios regionales que, hasta nuestros días, han servido como referente en el análisis de nuestra entidad, además fueron la base de la descentralización universitaria de la Universidad veracruzana. Cómo olvidar las horas de biblioteca y las clases de inglés del maestro Owen, en la facultad de filosofía en la calle de Juárez, cómo no recordar el Festival de Teatro Universitario, ese primer año que ganó nuestra compañera, Olga Matilde sobrino el premio a la mejor actriz. Todo ello contribuía a formarnos con una visión humanista.
Creo que es momento oportuno de recordar a algunos de nuestros compañeros que se nos han adelantado, el primero fue Ezequiel del valle López, seguido de Javier Juárez sánchez, un joven valor con un gran futuro, Eulogio Caballero, roberto del Callejo, sergio Benavides, Mario García Carrillo, ricardo Olivares, Ceferino González, Librado García, Matías zaleta, Juan José romo y a Doña Elena. A todos ellos un abrazo al cielo. Y de pronto, pero con mucho esfuerzo, estábamos en el último semestre. Para la materia Desarrollo Económico, el Maestro Luis Miguel
ramos Boyoli, nos pidió presentar el examen en los cubículos de la biblioteca ¡En grupo!, es más, podíamos sacar libros de la biblioteca para consultarlos, hasta preguntar respuestas entre los compañeros, solo eran cinco preguntas, de ¡Criterio! Fue un examen diferente, aleccionador, difícil, sin embargo, salimos del compromiso. El siguiente paso era recibir la Carta de Pasante.
Nuestro padrino de lujo, fue Hugo Cervantes del rio, secretario de la Presidencia de la república. Asistió el Gobernador, el rector y todos los maestros, familias y amigos. Un acto muy bien organizado, que terminó disfrutando de una cena en el restaurante La Pérgola.
Ese día, 16 de octubre de 1971, representaba para todos, ver realizado uno de nuestros sueños, terminar la carrera y con la Bendición de Dios, la mayoría tenía trabajo en la Universidad veracruzana como maestros o investigadores, en Pemex, en Ferrocarriles, en la CFE, en secretarias federales o estatales y en la iniciativa privada.
Evocar nuestra historia universitaria, en esta época de pandemia y de crisis general, sobre todo la crisis humanitaria, sirve para reorientarnos, especialmente a quienes hemos tenido la cara tarea, de orientar vocaciones, de acercar a los universitarios al enorme compromiso de cambiar la realidad, inculcar en nuestros hijos y en los jóvenes, la responsabilidad social en el presente, que les ha sido dada ante un futuro incierto.
Gracias a todos los compañeros de la segunda generación que hicieron un gran esfuerzo por estar hoy aquí en Xalapa. El reencuentro ha sido una experiencia de vida, muchos de nosotros no nos habíamos reunido desde la ceremonia de graduación.
Gracias amigos por ser parte de esa época, que compartimos al lado de nuestros maestros, gracias a la actual Dirección de la Facultad de nuestra querida Facultad de Economía, por esta develación de la placa conmemorativa, pero, sobre todo, gracias a Dios, a nuestros padres y maestros por habernos dado las mejores herramientas para saber actuar en la vida profesional.
Hasta siempre compañeros...
16 de octubre de 1971 graduación de pasantes de la Facultad de Economía de la universidad Veracruzana
Segunda generación (1967-1971)
Funcionarios:
Dr. roberto Bravo Garzón, Mtra. María de la Luz Aguilera, Lic. Hugo Cervantes del río y rafael Murillo vidal, Gobernador de veracruz.
Egresados:
Miguel Martínez rodríguez, Tomás Gutiérrez Martínez, Librado García Jiménez, víctor Cruz sánchez, santos Murguía González, Ceferino González Llanos, Luz Angélica Gutiérrez Bonilla, Porfirio Ricci Blanco, Daniel García García, Alejandro Juárez Gómez, sergio Benavides Marín, Olga Matilde sobrino Ortiz, ricardo Olivares Pineda, roberto del Callejo Alejandre, Francisco Javier Meléndez Hernández, Juan José romo Aguilera, Cristóbal Yáñez Pérez, Leonel vera Navarrete.
Licenciado en Economía (Uv), Xalapa, ver.; Diplomado en Impuestos (UM), veracruz, ver.; Especialidad en Comercio y Operación Marítima (Uv), veracruz, ver.; Especialidad en Comercio Exterior (BancomextUv), Xalapa, ver.; Maestría en Planeación y Desarrollo (UAEM-CEDeFTCrEFAL), becario OEA; Diplomado en sericicultura Tropical (Csr & TI), becario FAO, Mysore, India y Doctorado en Ciencias Económicas y Empresariales (UB), Barcelona, España.
A finales de 1970, cuando cursaba el sexto semestre en la Facultad de Economía, trabajé a tiempo parcial en la Dirección General de Industria, Comercio y Estadística del Gobierno del Estado de veracruz como ayudante del Lic. rubén Moreno Lecanda. En mayo de 1971 el Gobierno del Estado publicó el folleto promocional “veracruz. Información socioeconómica” que elaboré bajo la supervisión del Lic. Lecanda. La edición fue de 3,000 ejemplares. El Lic. Mario Chávez Buendía, titular de dicha Dirección General, me encomendó organizar la Tercera Conferencia Nacional de Desarrollo regional del CONAFINDrE, que se celebraría en la ciudad de Veracruz en junio de 1971. En ese evento Nacional Financiera definió la ubicación de los polos de desarrollo industrial del estado de veracruz y propuso la fundación de la Ciudad Industrial Framboyán, aprovechando la infraestructura ferroviaria de la empresa TAMsA y la situación estratégica del puerto de veracruz. Hoy se conoce como Ciudad Industrial Bruno Plagiai. Inicialmente su administración estuvo a cargo de la Dirección General de Industria, Comercio y Estadística del Gobierno del Estado de veracruz. En el evento se repartió una buena parte del folleto promocional.
A principios de 1972, el Lic. roberto Bravo Garzón, entonces titular de la Dirección de Planeación y Estadística de la Universidad veracruzana, me encomendó el Departamento de Planeación y también el apoyo al incipiente Centro de Cálculo, dirigido por mi profesor de Econometría, Actuario Fernando Hernández Palacios. Allí se procesaron los indicadores económicos de los estudios que llevaban a cabo los investigadores de la Facultad de Economía, las nóminas de la Uv y otros documentos. se pretendía iniciar el Time Sharing o conexión de terminales de entrada y salida de información desde cualquier punto de la Uv con el CPU del Centro de Cálculo. No fue posible. Cuando el Lic. Bravo me envió a contratar líneas con Teléfonos de México, entonces una empresa pública, me explicaron la enorme posibilidad de generar errores en la transmisión de datos. Hay que precisar que en aquellos tiempos la Uv rentaba una computadora modelo
1130 a la empresa IBM, entonces solo existían unas cuantas en el estado de veracruz. La IBM 1130 operaba con leguaje Assembler, Fortran Iv, Cobol y APL. Eran los inicios del desarrollo de la programación electrónica. Instalada en un espacio de escasos 35 metros cuadrados, constaba de varias máquinas y aparatos: la unidad de entrada dividida en dos, una lectora de tarjetas perforadas y un teclado; la enorme unidad central de proceso, o CPU; y, las unidades de salida, que se componían de una impresora de tinta y unas unidades de disco. La temperatura en el local debía permanecer entre los 14 y 18 grados centígrados para operar correctamente. Además, se contaba con otras máquinas que se consideraban como accesorios, aunque sin ellas no era posible generar las tarjetas de cartón de 10x25 centímetros, con capacidad para 72 caracteres, que se procesaban en una unidad de perforación IBM que disponía de un teclado con un dispositivo para hacer agujeros rectangulares de uno por dos milímetros aproximadamente. Esos agujeros representaban la codificación binaria de ceros y unos de los dígitos y las letras del alfabeto. En otra máquina se verificaba lo que en la primera se había perforado, y en otra más se clasificaban las tarjetas ya perforadas. IBM creó la carrera corta de perforadora IBM que en pocos años quedaría obsoleta por el rápido desarrollo de la computación. Aquellas CPUs que operaban con chips tejidos con filamentos de oro puro dispuestos en ejes de coordenadas donde en las Ys entraba corriente positiva, en la Xs negativa, y en las múltiples intersecciones había minúsculos electroimanes que al activarse con la corriente producía un bit que se leía como uno, pero si no había corriente no se activaba y generaba un no bit y se leía como cero. Así funciona el lenguaje binario. Las lectoras de información que requerían tarjetas perforadas pronto serían sustituidas por ships de silicio impresos, mucho más baratos y con más capacidad de memoria. También desaparecieron las tarjetas de 72 caracteres. Comenzaba la revolución electrónica que no tiene límites.
A mediados de 1972, el Lic. Dante Delgado r., presidente del INJUvE, a través de nuestro compañero de estudios Daniel Flores Gómez, nos invitó a Alejandro Juárez Gómez y a mí a realizar un estudio económico y social sobre la región de zongolica. Diseñamos un cuestionario y después viajé con Daniel y el grupo del Lic. Dante a zongolica, no obstante que hacía una
semana me había operado de apendicitis. A los dos días regresé por dolores en la herida y quedó a cargo de obtener de información nuestro amigo Daniel. Alejandro y yo nos dimos a la tarea de analizar las encuestas y escribir un documento que fue entregado por Daniel al Lic. Dante Delgado.
Por problemas de presión arterial, mi mamá requería vivir a nivel del mar. Yo era su sostén por ser hijo único y haber fallecido mi padre en febrero de 1972. Con mucho pesar dejamos Xalapa gracias a que mi antiguo jefe, el Lic. Mario Chávez Buendía, titular de la Dirección de Industria, Comercio y Estadística del Gobierno del Estado de veracruz, me recomendó con su amigo Lic. Austreberto Orozco Álvarez, entonces Gerente de la División sureste de Productos Pesqueros Mexicanos (PrOPEMEX) con sede en la Planta del Puerto Pesquero de Alvarado, ver. Desempeñé el cargo de Asesor Económico y Adjunto de la Gerencia durante casi dos años. Mi trabajo consistía en proporcionar toda la información a Gerencia: desde la producción pesquera de toda la región sureste que comprendía los puertos pesqueros de Tamiahua, Tuxpan, veracruz, Alvarado, Celestum y Yukalpetén en el Atlántico, Salina Cruz en el Pacífico y la producción de mojarra Tilapia sembrada en el vaso de Temazcal por la Comisión Nacional del Papaloapan después de la construcción de la presa sobre las tierras inundadas por el río Papaloapan; recopilar y organizar la información de la producción de camarón y filete de pescado congelados, así como de los productos enlatados (mango, palmito y otros) y el chicharrón de camarón; concentrar la información pesquera de las almadrabas asignadas a la cooperativas pesqueras cerca de Alvarado; y, elaborar el punto de equilibrio de cada viaje vía la pesca de las 24 embarcaciones propiedad de la empresa y administradas por las diferentes cooperativas pesqueras. sobre este último trabajo debo precisar algunos detalles. Cada barco salía en promedio dos veces al mes y regresaba a puerto en diez o quince días, dependiendo el monto de capturas o algún problema real o ficticio. Salían cargados con 50 toneladas de hielo, cada uno, con suficiente avituallamiento (alimentos, agua y otros) para 15 días, con herramientas y refacciones para la actividad pesquera y redes nuevas o reparadas. solo 4 barcos eran escameros, pescaban cualquier tipo de variedades marinas, y 20 eran camaroneros. Diferían en la arboladura, o sea, en los implementos para manejar las
redes y en las redes mismas. Por lo general los barcos escameros llegaban rebosantes de producto, especialmente de pargos y en muchas ocasiones de tiburones grandes, algunos de más de tres metros (de una tintorera o tiburón hembra obtuve una dentadura completa de siete hileras de dientes movibles y tan afilados como una hoja de barbero). Los camaroneros en promedio llegaban con menos de 200 kilos. Cada vez que llegaba un barco había que estar presente en el área de subasta para supervisar el pesado del producto que llegaba a puerto. Allí se fijaban los precios, información que se requería para determinar el punto de equilibrio de cada viaje, por supuesto, ya tenía elaborados los costos y en un rato había que informar a Gerencia del resultado.
Solo disponía de una secretaría que operaba en forma muy eficiente una máquina de escribir moderna, para aquella época, y dos ayudantes que me apoyaban en la recolección de información. Más del noventa por ciento de los barcos camaroneros nunca lograban el punto de equilibrio en sus viajes, pero eso sí, sus tripulantes ofrecían en la empresa casimires ingleses. Era evidente que el camarón capturado y con tanto trabajo descabezado durante el viaje había sido materia de trueque con barcos extranjeros que traían como moneda de cambio telas de casimir. La situación no podía continuar así por lo que desde la Dirección General de PrOPEMEX enviaron a tres economistas para realizar un estudio de la flota pesquera. Al conocer del asunto el Lic. Orozco me encomendó un estudio paralelo para entregar en tres meses. Mientras los tres economistas disponían del apoyo de la Dirección General y del Departamento de Contabilidad de la Planta, yo tenía el apoyo del Lic. Orozco. Cabe aquí mencionar que había un conflicto político entre la Gerencia de la División Sureste y la Dirección General de PrOPEMEX que apoyaba al Departamento de Contabilidad de la Planta. El Lic. Orozco Álvarez era primo del presidente de la república Luis Echeverría Álvarez, por parte de sus progenitoras. Para realizar el estudio de la flota creí conveniente hacer dos viajes cortos en los barcos de la flota pesquera, desde Alvarado hasta Veracruz: en barco escamero uno y en barco camaronero el otro. Identifiqué así de primera mano las características de cada tipo de barco, las artes de pesca, los métodos de pesca y la forma en que se descabezaba el camarón.
Mientras mis competidores disfrutaban de las instalaciones del Hotel veracruz, de las estampas jarochas de la Plaza de Armas en las noches y del Café de la Parroquia, entonces frente a la Catedral, mi equipo y yo
trabajábamos a marchas forzadas, y en poco más de dos meses presenté el estudio de la flota pesquera a la Gerencia. La recomendación obvia fue cambiar las arboladuras de los barcos camaroneros para convertirlos en escameros. Al Lic. Orozco le pareció que el estudio era muy completo, pues describía las características de los barcos, de las artes y métodos de pesca y de los puntos de equilibrio de cada tipo de embarcación promedio, y también demostraba claramente la corrupción de los capitanes que operaban los barcos camaroneros, así mismo consideró que las recomendaciones eran pertinentes. La semana siguiente llegaría a la ciudad de veracruz el presidente de la república para atender un delicado asunto político relativo a la designación del candidato del PrI a Gobernador. Alguien se había anticipado a la costumbre. El asunto fue conocido como “el Carbonelazo”. recuerdo bien la tarde en que recogimos cerca de la Facultad de Medicina de la Uv al famoso beisbolista Beto Ávila, muy amigo del Lic. Orozco. En un precioso coche rojo propiedad de la Planta y asignado a la Gerencia, compartíamos espacio, atrás el Lic. Orozco y Beto Ávila. Adelante el chofer, un joven de apenas 18 años, muy bueno para el volante y quien escribe. No olvido las palabras de Beto Ávila: “le dije a Echeverría que Carbonell no debía ser el candidato, ahí está Hernández Ochoa, un hombre íntegro que quiere a veracruz”. Dejamos a Beto Ávila en su casa y nos dirigimos al CETMAr, escuela de enseñanza media y estudios profesionales de tecnologías marinas, ubicada frente al mar. El presidente abanderaría al barco escuela Onyuki que había obsequiado a dicha escuela. Esperamos en el Malecón al costado del Onyuki al presidente y su comitiva. El Lic. Orozco me ordenó que estuviera atento a las preguntas de Echeverría sobre el estudio de la flota pesquera, cuyo original le sería entregado en esos momentos. Después de la ceremonia de abanderamiento, el presidente tomó del brazo al Lic. Orozco y éste me indicó con un gesto que lo siguiera. Abordamos el Onyuki. Estábamos solos los tres en medio de la cubierta. El Lic. Orozco explicó al presidente la situación imperante en la Planta y le entregó el estudio de la flota pesquera, indicando una de las páginas que presentaba muy objetivamente los puntos de equilibrio comparados. Platicaron más de media hora. Yo no hablé, no hubo necesidad, solo miraba al presidente y me daban ganas de pellizcarme para comprobar el evento… ¡Estaba a una distancia de un metro del presidente! Recuerdo también sus palabras: “Cámbiales las arboladuras, no podemos seguir permitiendo esta
situación…” En tres meses, los antiguos camaroneros llegaban a puerto abarrotados de pesca. Ahora sí alcanzaban el punto de equilibrio.
Paralelamente al trabajo en la Planta Pesquera de Alvarado concluí la elaboración de mi tesis. La había iniciado mientras cursaba el décimo semestre, me urgía titularme, pero me atraía el tema del subempleo agrícola y me obligó a realizar un trabajo de campo en el municipio de Tlanelhuayocan, cercano a Xalapa, que presentaba entonces características de región de refugio en relación al criterio de Gonzalo Aguirre Beltrán. Aunque el tema era de actualidad, presentaba complicaciones debido al enfoque no ortodoxo, razón por la cual cambié tres veces de asesor: el primero, el Licenciado Francisco salmerón Tinajero, antropólogo, quien me sugirió el enfoque del Policultivo, pero no estuvimos de acuerdo en la argumentación; después, el Licenciado Juan José Chablé sangueado, con quien tuve muchas sesiones de discusión, aunque él sostenía un enfoque ortodoxo me apoyó mucho en la argumentación, en esos días iniciaba mi trabajo en la Planta Pesquera de Alvarado y el Lic. Chablé viajaría becado al extranjero; y por último, el Doctor Mario Carrillo Huerta que aceptó el enfoque inicial, la argumentación, y aprobó el documento. A mediados de 1974 presenté en la Facultad de Economía la tesis titulada El sub-empleo Agrícola en las regiones de refugio. Caso: el municipio de Tlanelhuayocan en el estado de veracruz.
A finales de 1974 el Lic. Orozco y todo su equipo de trabajo recibimos nuestra liquidación por la Dirección General de PrOPEMEX. Desde hacía un mes sabíamos del asunto, así que busqué empleo en el Instituto Mexicano de Comercio Exterior (IMCE) y una semana después de salir de PrOPEMEX pasé a formar parte del IMCE. Hacía dos años que había entrado en pláticas con el delegado del IMCE en veracruz, el Lic. Del villar, a quien conocí a mediados de 1971 en la Facultad de Economía en Xalapa, y entonces me propuso trabajar con él, pero aún no había egresado de la carrera. La oficina del IMCE en Veracruz estaba ubicada frente a las instalaciones portuarias, en un segundo piso y arriba de la prestigiada agencia aduanal Gómez sañudo. Mi amigo Mario García Carrillo, compañero de la facultad llevaba dos años trabajando allí. El Lic. Del villar ahora trabajaba en la ciudad de México y ocupaba el cargo de Director General de Promoción de
Exportaciones. su anterior puesto en veracruz lo ocupaba el Ing. vicente Fernández Mora. El trabajo consistía en la promoción de las exportaciones del estado de veracruz. Mario llevaba dos años en esa actividad y a partir de mi llegada seríamos ya los únicos promotores. Dos eficientes secretarias bilingües nos apoyaban: Tere y Anita. La oficina tenía un Telex, aparato muy avanzado que solo poseían algunas agencias aduanales y la Oficina de Telecomunicaciones del Estado. Por Telex llegaban demandas de productos del extranjero y si había exportadores o productores en el Estado de veracruz se contactaba por teléfono con ellos, se les informaba de la demanda y si mostraban interés se programaba una cita para visitarlos en sus instalaciones e integrar una oferta de exportación. Esa era la mecánica. En ocasiones Mario viajaba a ver un posible exportador por el norte del estado y yo visitaba a otro en otra ruta. Teníamos vehículos nuevos y viáticos suficientes para alojarnos en buenos hoteles y comer en los mejores restaurantes. El IMCE debía mostrar muy buena imagen. En la oficina en veracruz había una exposición permanente de los productos exportados y exportables del estado de veracruz. Esa exposición iba creciendo a medida que se incorporaban a la actividad exportadora más empresas.
La promoción de las exportaciones es una actividad compleja, requiere del conocimiento de logística del trasporte, técnicas de mercadeo internacional, costeo para exportación, organización de productores, usos y costumbres internacionales para cotizar y cobrar, manejo de las Tarifas de Exportación e Importación, financiamiento a la exportación, y otras más derivadas del producto específico a exportar. IMCE tenía en la ciudad de México una Academia (CECI) para capacitar a los promotores y frecuentemente tanto Mario como yo asistíamos a cursos; asimismo, podíamos solicitar información o apoyo por teléfono o Fax al Departamento de Apoyo a la Exportación y de inmediato daban respuesta o se contactaban con alguna institución que pudiera resolver el problema. Eran muy eficientes. Cuando detectábamos la posibilidad de exportación de un producto y su oferta estaba fragmentada, colaborábamos con las autoridades y otras instituciones para organizar a los productores con el objeto de que se integrara una sola oferta de exportación. Esta actividad normalmente era muy complicada. IMCE también apoyaba a los exportadores en la gestión de préstamos a la pre exportación, en la mejora de sus plantas productivas, en viajes de negocios personales o en grupo y como gestor para facilitar vagones de ferrocarril o contenedores refrigerados. Distribuíamos catálogos
con información varia: tipos de empaques, préstamos a la importación de materias primas para productos de exportación, cartas de crédito, bodegas IMCE en el exterior, y otros muchos específicos para cada producto. Todo era gratis para el exportador o posible exportador, incluso los cursos. Nunca en el país se hizo un esfuerzo mayor a favor de los productores y exportadores. Cuando visitábamos las empresas, los propietarios o los gerentes nos exponían sus problemas operativos, institucionales o financieros y mostraban los procesos de producción, porque confiaban en el apoyo del IMCE. No a cualquiera le mostraban esa cara. En muchas ocasiones hicimos aportaciones valiosas.
Con motivo de la Feria Internacional de Barcelona en 1976 colaboramos con la Dirección General de Turismo del estado de veracruz en la recopilación de artesanías. Elaboré el proyecto de La Casa de Artesanías del Estado de Veracruz con el fin de exhibir la capacidad artesanal de cada región y promover sus productos. El proyecto fue del agrado del Lic. silvio Lagos Martínez, entonces titular de la Dirección General de Turismo del Estado de veracruz. Poco tiempo después fue aprobado por la H. Legislatura. La Casa de las Artesanías fue una realidad y se ubicó en el paseo de Lagos de la ciudad de Xalapa. El Lic. silvio Lagos encabezó la Misión Comercial de empresarios del estado de veracruz en la Feria de Barcelona. Lo apoyé en la formulación de las cotizaciones para cada producto y en la organización de la Misión Comercial. La llegada al poder del Lic. López Portillo no favoreció al IMCE, no obstante que su presupuesto dependía del valor de las exportaciones (se le había asignado el 1% de los impuestos a la exportación). El IMCE, una institución dinámica y vanguardista por casi seis años bajo la dirección del Lic. Julio Faesler, se convirtió de pronto en un organismo burocrático con el mandato del Lic. Adrián Lajous. se perdió la mística de apoyo. Eliminaron los folletos gratuitos, limitaron las citas con empresarios, redujeron los viáticos, y cancelaron ciertas actividades de promoción, como las reuniones mensuales de la Comisión de Comercio Exterior que consideraban superfluas. Lo único que importaba era exportar petróleo. Esa situación laboral no agradó a nadie en el IMCE. En poco tiempo el Ing. Fernández Mora renunció a su cargo. Uno de mis últimos trabajos fue elaborar el folleto “veracruz exporta”, cuya primera edición salió a la luz en julio de 1976. Poco tiempo después solicité mi liquidación. Me esperaban otras aventuras.
Por esas fechas se fundó en la ciudad de veracruz una universidad privada de nombre villa r ica. En un evento estatal de promoción al comercio exterior conocí a quien sería por muchos años r ector de dicha institución, el Contador Héctor Ariza Aizpuro. Me invitó a dar clases en su universidad, pero en aquellos momentos debía dedicarle tiempo completo al IMCE, sin embargo no quedó cerrada la puerta y en cuanto recibí mi liquidación acudí con el Contador Héctor Ariza. Inicialmente impartí las disciplinas de Microeconomía y Problemas Económicos y s ociales de México, que estaban ubicadas en el tercero y cuarto semestres del plan de estudios de las carreras de Contador Público y Administrador de Empresas. Con la creación de la carrera de Licenciado en Economía Marítima impartí esas mismas asignaturas y además Economía Marítima. La experiencia docente no me era ajena, años atrás había impartido clases de Matemáticas en una escuela Preparatoria en la ciudad de Xalapa; Cálculo Práctico y Nomografía en la Normal s uperior s adi Carnot, en la ciudad de México; y, en la Facultad de Economía, en Xalapa, Introducción a la Computación. Para cada una de ellas organicé fichas bibliográficas y elaboré apuntes sencillos para orientar mis exposiciones. La Microeconomía me gustaba mucho y los apuntes crecían al grado de convertirse en un documento con características de libro de texto. Le comenté al Contador Ariza mi deseo de publicar un libro y me miró con cierta incredulidad. ¿Cómo un joven que no había cumplido los treinta años tenía la osadía de escribir un libro de texto?, me imagino fue lo que se preguntó. El proyecto de publicación quedó suspendido temporalmente, creo que no era el momento. Paralelamente a mi quehacer académico presenté un documento técnico ante la s ecretaría del Trabajo y Previsión s ocial y me concedieron la cédula de Capacitador Independiente para comercio exterior. Iniciaba así la nueva actividad de consultor y de capacitador independiente.
En mayo de 1978, el Lic. roberto Bravo Garzón, en su reciente cargo de rector de la Universidad veracruzana, fundó las Facultades de Comercio y Administración de Empresas en la ciudad de veracruz. El Lic. Bravo me concedió el privilegio de formar parte del claustro de profesores fundadores. El Consejo Coordinador de Escuelas de Medicina veterinaria y zootecnia de México propuso que cada una de las Facultades agrupadas elabo-
rara un Marco de referencia cuyo punto medular fuera el Análisis del sector Agropecuario. A mediados de junio el Lic. Bravo me pidió que apoyara a la Facultad de veterinaria de la Uv. Elaboré dicho documento en base la información proporcionada por los profesores José siliceo romero y Miguel Ángel Mota Landa, quienes defenderían la propuesta en un Congreso de veterinaria y zootecnia en la ciudad de Tijuana en noviembre de 1978. v II
En las reuniones mensuales de la Comisión de Comercio Exterior que se celebraban en la oficina del IMCE en Veracruz conocí a un empresario muy ilustrado e inquieto, el sr. Benjamín García Tarazona. Entre otras cosas, fundó la conocida empresa Foto Contino, ubicada en la Avenida Independencia de la ciudad de veracruz. Años después la vendió a un amigo. Asistía siempre a las reuniones del IMCE y su intervención era muy esperada por el conocimiento que mostraba en la materia. Don Benjamín, como respetuosamente le decíamos, era director de la Cámara Española de Comercio e Industria de veracruz, organismo de carácter privado, ubicada en la Avenida 5 de mayo, en el centro de la ciudad. La Cámara Española estaba muy relacionada con agentes aduanales, empresarios locales y estatales, autoridades gubernamentales, prensa estatal, y con las Cámaras de Comercio españolas en todo el mundo. Aunque dependía presupuestalmente de la Cámara General de Comercio de España tenía socios mexicanos y españoles. Allí se firmaban los certificados de origen de las mercancías con destino a España, se proporcionaba información del comercio hispano-mexicano y se publicaba una revista de alcance limitado a socios, autoridades locales y estatales, y las principales Cámaras de Comercio españolas en el mundo.
Mi padre había sido socio de la Cámara y a su muerte solicité formar parte de la institución. Mensualmente celebraba reuniones y don Benjamín me invitaba a participar. Habían pasado más de tres años de mi salida del IMCE y cuatro años de la cancelación de las reuniones mensuales de la Comisión de Comercio Exterior. Un buen día asistí a una de las reuniones mensuales de la Mesa Directiva de Cámara e informé a don Benjamín de mi salida del IMCE. En la reunión propuso a la Mesa Directiva mi nombre para ocupar la Dirección. Don Benjamín estaba por cumplir setenta años y quería jubilarse. La Mesa Directiva aceptó la propuesta y a la semana siguiente
me presenté a la Cámara para que me explicaran las funciones. Impartía dos asignaturas en las recién inauguradas Facultades de Contaduría y Administración: Historia Económica de México y Microeconomía. Por el momento los horarios resultaban compatibles con el trabajo en la Cámara. La experiencia de la Planta Pesquera de Alvarado y del IMCE me ayudó mucho, pero, ahora la actividad era doble: promover importaciones españolas en México y exportaciones mexicanas hacia España. También me encargaba de elaborar el boletín informativo mensual que editaba don Benjamín con mucho esmero y al poco tiempo lo convertí en una revista bimensual con más contenidos. Ya estaba esbozando un libro sobre comercio exterior.
En junio de 1979, casi al año de la fundación de las Facultades de Contaduría y Administración de Empresas, y una vez que se construyeron dos de los edificios del conjunto que hoy se tiene en el fraccionamiento Vista Mar, el Propedéutico o año general se mudó a las instalaciones de inmediato. rectoría decidió un nuevo nombre para el conjunto: Unidad Docente Interdisciplinaria de Ciencias Administrativas (UDICA). Introducción a la Economía fue mi nueva asignatura y también llegó mi nombramiento de Tiempo Completo con veinte horas frente a grupo por semana. solicité un reajuste de horarios para seguir trabajando en la Cámara. La experiencia laboral enriquece la cátedra. La mayor parte del claustro de profesores de Tiempo Completo ejercitaban su profesión y compartían con sus alumnos una parte de sus experiencias laborales.
Los grupos en la UDICA eran muy numerosos, en promedio se concentraban en un salón de clase más de setenta alumnos. Entonces no existían recursos electrónicos para apoyarse en la cátedra. La Microeconomía era complicada de explicar a tanta gente porque requería de muchas gráficas. En lugar de dibujarlas con el gis en el pizarrón, mi solución fue dibujar a colores y en tamaño visible, hasta el alumno más distante, las gráficas que necesitaba en cada clase, utilizando hojas grandes cuadriculadas que pegaba por las esquinas en el pizarrón. Claro, llegaba al salón de clase con un cilindro de cartón como si fuera un arquitecto. El método funcionó muy bien y las gráficas me sirvieron para completar los apuntes que ya tenía de la materia.
En junio de 1981 los tiempos académicos ya no eran compatibles con los horarios de la Cámara. Había que tomar una decisión grave: dejar la cátedra o dejar la Cámara. Y creo haber tomado la decisión acertada, me gustaba mucho la cátedra y quería escribir. A finales del año renuncié a la Dirección de la Cámara Española de Comercio e Industria de veracruz. renuncié a privilegios importantes: como fácil acceso con el Embajador de España en México, con autoridades estatales y locales, con reuniones importantes de negocios, y otras muy placenteras. Pero necesitaba tiempo para pensar y para escribir.
Al año siguiente el nuevo rector de la Universidad veracruzana me nombró “secretario Académico de la UDICA”. Durante un año administré la situación académica de una población estudiantil que en tres años había crecido de 150 alumnos iniciales en el primer año de las Facultades de Comercio y Administración hasta los 3,000 alumnos. Una actividad que requería de todo mi tiempo.
En el año de 1983 la Uv implementó un programa de capacitación para docentes. Uno de ellos impartido los fines de semana en las instalaciones de la Facultad de Ingeniería de veracruz. Tuve la oportunidad de estudiar la Especialidad en Comercio y Operación Marítima, con duración de un año. La orientación fue principalmente sobre las obras portuarias, la logística de trasporte marítimo y el funcionamiento de un puerto de altura. Aunque en el IMCE había recibido cursos relacionados y la experiencia en la Cámara Española fue importante, las asignaturas del programa académico cubrían muchos nichos de conocimiento que no tenía. Más material para los libros que estaba escribiendo.
La reforma Fiscal de principios de los años ochenta transformó el impuesto sobre la renta en un impuesto sobre la base gravable. Impulsado a nivel mundial por las empresas transnacionales, que siguen gozando de sus beneficios, formó parte del nuevo paradigma económico del Neoliberalismo. México fue uno de los conejillos de indias, debido a su abultada deuda externa. Las Misceláneas fiscales iniciaron su andar por la mitad del periodo presidencial del Lic. Miguel de la Madrid Hurtado y alcanzaron su punto más elevado en el periodo del Lic. Carlos salinas de Gortari. Se desató una fiebre entre los Contadores y Abogados fiscalistas por tomar cursos cada seis meses para conocer el espíritu de las nuevas Misceláneas y hacer frente a la demanda de las empresas por evadir dicho impuesto o minimizarlo. Me sumé a la fiebre y en 1986 cursé en la
Universidad Mexicana, campus veracruz, un Diplomado en Impuestos que se impartía los fines de semana. Me serviría para la actividad profesional de consultor y capacitador independiente para comercio exterior.
En 1990 la rectoría de la Uv tomó la decisión de trasladar la Facultad de Contaduría al nuevo campus frente a Plaza Mocambo, en el fraccionamiento Costa verde, muy cerca del mar. Ya no formaría parte de la UDICA. Para los profesores con asignaturas en las dos facultades iniciales se generó un grave problema del traslado de una institución a otra, pues la distancia entre ellas es de más de dos kilómetros entre calles y avenidas siempre muy congestionadas. Pero también hubo cambios positivos, la Uv inició con fuerza un programa de capacitación a los profesores con cursos cortos de Pedagogía, Computación y relaciones Humanas, entre otros. Cursé buena parte de ellos. En 1990 la Uv y Bancomext inauguraron la Especialidad de Comercio Exterior en la ciudad de Xalapa que funcionaba los fines de semana, y también la cursé. Necesitaba un documento que amparara los conocimientos prácticos de comercio exterior. Me sirvió de mucho recordar muchos temas y actualizar otros.
También en 1990 adquirí mediante un crédito hipotecario un pequeño departamento en la Avenida reyes Heroles, muy cerca de la Facultad de Contaduría. Allí habilité un despacho de consultoría apoyado por dos jóvenes recién egresadas de la Uv, una de ellas de Contaduría y la otra de Administración de Empresas. se llevaban contabilidades, diagnóstico empresarial, problemas relacionados con el comercio exterior, y lo más importante para mí, terminar los libros pendientes. El primero fue Elementos de Microeconomía en una edición muy sencilla dividida en cuatro fascículos que se fotocopiaban en la máquina de la Facultad de Contaduría y se distribuían al costo a los alumnos. se contabilizaban como costos solamente: papel, tinta y depreciación de la máquina. Mis derechos de autor no estaban considerados, ni otros elementos como energía eléctrica, parte proporcional del sueldo de la empleada que operaba la máquina y otros. Era un servicio que prestaba la Facultad a los alumnos, autorizado por la Dirección.
En 1991 me inscribí en un curso de Maestría en Planeación y Desarrollo patrocinado por la OEA, validado por la Universidad Autónoma
del Estado de Morelos y el CEDeFT. La sede principal era el Tecnológico de Veracruz y funcionaba, como se fue haciendo costumbre, los fines de semana. Llegaron alumnos becados procedentes de Nicaragua, El salvador, Guatemala, Chile y Paraguay, así como compañeros profesores de Xalapa, Chiapas y Yucatán. Los residentes en la ciudad éramos minoría. solo en dos asignaturas se tuvo una sede alterna, el famoso CrEFAL de Pátzcuaro. Para esos dos cursos solicité un permiso económico a la Uv. Desde el inicio del curso el Coordinador de la Maestría, el Doctor rubén valenzuela (posteriormente vocero del presidente FOX), nos pidió elegir tema de tesis y elaborar un primer planteamiento.
Durante el corto periodo de colaboración con la Facultad de veterinaria hice buena amistad con los Mvz siliceo y Mota y en una ocasión me invitaron a una conferencia sobre sericicultura, o sea, el manejo científico del gusano (oruga) de la seda. Como en la primaria había tenido una actividad tecnológica de esa naturaleza me interesó mucho. Impartió la conferencia un experto, el Mvz José García Jiménez, quien había estudiado sericicultura en China y Japón. Precisamente hacía poco había llegado del sur de la India, donde tomó cursos de sericicultura Tropical en el Central sericultural researh and Training Institute (Csr & TI), la institución educativa más importante a nivel mundial sobre la materia y donde se elaboraban los principales manuales sobre sericicultura Tropical, ubicado en la pequeña población de srirampura muy cercana a la bella y cultural ciudad de Mysore, en el estado de Karnataka. Hoy, srirampura ha sido absorbida por la mancha urbana de Mysore. De inmediato relacioné la actividad sericícola con mi teoría de los Tiempos Muertos desarrollada en la tesis de licenciatura. La sericicultura permite también Tiempos Muertos. si fuera posible producir un Policultivo (maíz, frijol, calabaza, chile y otras) y plantar en los cercados arbolitos de morera, cuyas hojas son el único alimento de la oruga de la seda, se podrían complementar los Tiempos Muertos de cada actividad logrando ingresos adicionales para los campesinos, y posiblemente evitar la emigración a las ciudades o más lejos. Ese sería el tema de la tesis de Maestría. Al Doctor valenzuela le causó sorpresa y me sugirió que lo planteara en términos de un plan de desarrollo, y así lo hice. El segundo documento esbozaba un Plan de Desarrollo rural regional para el Estado de veracruz. El documento fue aprobado.
Otro de los resultados de la conferencia sericícola y mi amistad con el Mvz García Jiménez, quien me proporcionó valiosa información sobre
las instalaciones en srirampura del Csr & TI, fue un documento derivado de la tesis de Maestría, aun no presentada, que la Uv había enviado al CONACYT, por conducto del Mvz José siliceo romero, entonces Coordinador del Área Agropecuaria en la Uv. El CONACYT consiguió para la Uv dos becas de la FAO para estudiar en el Csr & TI, una sobre el manejo de la oruga para producir seda cruda con duración de seis meses, y la otra sobre la biología de la oruga de la seda con duración de un año. Elegí la primera. Dos días antes de la gran devaluación del peso mexicano en 1994 partíamos para Nueva Delhi un amigo del Mvz siliceo romero y el que escribe.
El vuelo México-Nueva York-Nueva Delhi tuvo muchas incidencias, entre ellas que no aparecía nuestro equipaje. Me preocupé porque llevaba libros y el documento incompleto de mi tesis, entre otras cosas. Fuimos los últimos en salir del aeropuerto y por unos minutos corrimos el riesgo de quedarnos adentro por cuarentena. En la vieja Delhi, donde nos habían asignado hospedaje, y en sus alrededores, se habían desatado tres epidemias: peste bubónica, peste neumónica y cólera morbo. Esa información nos la proporcionaron al día siguiente en la Embajada de México. Ahora sabíamos la razón del fétido olor y la aglomeración de gente afuera de aeropuerto. Al día siguiente tomamos un vuelo Nueva Delhi- Bangalore en otro aeropuerto para vuelos nacionales, ajeno a los problemas epidémicos. En el aeropuerto de Bangalore nos esperaba un vehículo del gobierno del estado de Karnataka para llevarnos a una central de autobuses. El trayecto Bangalore-Mysore es corto, de algo más de 100 km y en poco más de una hora llegamos a la central de autobuses de Mysore, a un costado del Maharaja Palace. Allí nos esperaba un vehículo del C sr & TI. Lo que me había contado el M vz García Jiménez sobre la ciudad de Mysore y el C sr & TI no hacía justicia de lo que pude observar. La estancia en las instalaciones del Csr & TI fue muy agradable. Los cursos teóricos y prácticos fueron impartidos por expertos en cada tema, todos con el grado de doctor. El primer día me preguntaron el motivo por el cual un economista tomaba ese curso. Mi respuesta les agradó: necesitaba conocer a fondo las instalaciones y la tecnología sericícola para el proyecto
que pretendía promover en el estado de veracruz. La sericicultura o explotación racional y científica de la oruga de la seda Bombis Mori es una actividad agroindustrial. Agrícola, porque requiere del cultivo del árbol de la morera (Morus Alba), cuyas hojas son el único alimento de la oruga industrial, debido a que controla la metamorfosis natural de la oruga para obtener una fibra larga, bella y resistente: la seda. Al finalizar los cursos regresé a veracruz con un valioso cargamento: 10 varetas (tallos de 20 centímetros de largo y 1.5 de diámetro) Camba-2, la mejor variedad de moreras de los campos experimentales del C sr & TI; y, 8,000 huevecillos de la Bombix Mori, de donde nacen las larvas, orugas o gusanos, de un milímetro de largo. No solo traía el conocimiento, los manuales, mucho material filmado (llevé a la India una pequeña cámara de súper-ocho), sino también la materia prima para iniciar el proyecto. Por supuesto, mi tesis creció en calidad y tamaño. Cuando llegué a veracruz en febrero de 1995, solicité varias veces audiencia con el r ector de la U v Licenciado Emilio Yidi villareal, pero nunca contestó. Creo que no dimensionó el proyecto. Obsequié 8 varetas de morera a varios amigos que tiene rancho y sembré dos en mi casa, una sucumbió, la otra lleva 21 años dando ricas moras y material vegetativo para quien lo requiera. s embré otra a partir de una vareta de la original, muy cerca. Está mejor adaptada a la tierra y al clima, tiene hojas más grandes y resiste mejor los fuertes vientos del noreste. Hace más de 15 años el Director del Tecnológico Agropecuaria de Úrsulo Galván me invitó a dar una conferencia sobre la s ericicultura y me pidió material vegetativo. Le llevé más de 100 varetas para su parcela escolar. Profesores de dicha escuela me han informado que allí están las moreras produciendo hoja para apoyar en la alimentación del ganado escolar. Las hojas de la morera, además de alimentar a las orugas de la seda, tienen muchas proteínas y es un buen complemento para la alimentación animal. Un análisis bromatológico realizado en el Tecnológico de veracruz mostró más de 18 % de proteínas. En Brasil se cultivan en praderas para que los vacunos ramoneen. Además, las hojas tiernas se pueden comer en ensaladas y hacer infusiones que ayudan a regular los niveles de azúcar y también la presión arterial.
Los 8,000 huevecillos de Bombix Mori los obsequié a mi amigo García Jiménez que de inmediato se los llevó a san Luis Potosí. JICA, una
institución del gobierno de Japón, desarrolla la sericicultura desde hace algunos años en dicho estado para apoyar a los productores de rebozos de seda de santa María que venden a precios muy altos. No obstante, el poco interés de las autoridades de la Uv por el proyecto sericícola, mi ánimo no decayó. Acudí a la secretaría de Agricultura y Ganadería del Estado de veracruz para explicar las bondades del proyecto, pero el titular no me recibió y su segundo se mostró poco interesado. También visité otras dependencias y el resultado fue parecido. Desde la India traje dos preciosos regalos: uno para el rector de la Uv y el otro para el Licenciado roberto Bravo Garzón. El primero no lo pude entregar y todavía adorna una vitrina de mi casa, el otro lo llevé a la secretaría de Educación y Cultura del Estado de veracruz, donde el Licenciado Bravo era entonces titular. Me recibió como siempre, cordial, amable y dicharachero. Le conté un resumen de mi estancia en la India y le gustó mucho la idea que le propuse de sembrar moreras en los huertos escolares. Me pidió un pequeño proyecto y quince días después lo llevé a su oficina. Lamentablemente, había salido al norte del estado. Su secretario particular me indicó que se lo dejara y él lo entregaría al Licenciado Bravo. Durante meses estuve esperando la respuesta, nunca llegó. Años después, nos encontramos en un evento cañero. El Licenciado Bravo, que entonces tenía a su cargo un centro de estudios en la Uv, me reclamó sobre el proyecto de los huertos escolares. Le respondí que lo entregué a su secretario particular. su alegre rostro se nubló. Nunca se lo entregaron.
En abril de 1996 salió a la luz mi primer libro: El comercio exterior y su aplicación a la empresa (guía para entender las nuevas relaciones comerciales internacionales de México) con Prólogo del Maestro Alejandro Juárez Gómez, lanzado al mercado por CECE Editores, empresa creada por mí a sugerencia de la desaparecida empresa JGH Editores, que imprimió en Edilasher 500 ejemplares. Estuvo a la venta en las principales librerías de veracruz y Xalapa y se agotó ese mismo año. La exposición de la mecánica del reciente Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) posiblemente fue el motivo del éxito. Al año siguiente y con el mismo título JGH Editores me pidió ampliar el libro con temas adicionales, y publicó la segunda edición actualizada. En un evento nacional de comercio exterior
en la ciudad de Cancún, JGH Editores obsequió el nuevo libro a los agentes aduanales que acudieron al evento.
Colaboré con la Gaceta de la Uv en su número 40 de mayo de 1996 con el artículo Comercio Exterior: una retrospectiva. Y posteriormente, en abril de 1997 en el número 51 con el artículo La sericicultura.
A principios de marzo de 1997 CECE Editores lanza mi segundo libro: Elementos de Microeconomía para su aplicación a la empresa. Tomo I presentado por el Maestro Alejandro Juárez Gómez. También puesto a la venta en las principales librerías de Xalapa y de veracruz. se imprimieron también 500 ejemplares. su éxito fue menor que el primer libro, pero se agotaron en dos años. El tomo II, muy solicitado, incluso por profesores de la ANFECA, desde la UNAM, que debería exponer la Teoría de la Competencia, no lo escribí. En su lugar diseñé un Experimento de simulación de Negocios que desarrollé en el aula con mis alumnos y que fui perfeccionando con el apoyo de mi hijo mayor Bartolomé Gabriel García Ortiz.
A mediados de 1997 me aceptaron en un Programa de Doctorado en Economía, bienio 1997-1999, diseñado para docentes de la Uv, impartido por profesores de la Universidad de Barcelona en la ciudad de Xalapa mediante un convenio con la Uv. Las clases comenzaban a las cuatro de la tarde y terminaban a las nueve de la noche, de lunes a viernes. Quienes trabajábamos en veracruz viajábamos diariamente a Xalapa. Las autoridades de la Uv nos facilitaron horarios de trabajo matutinos para cubrir nuestras obligaciones laborales y aproveché para solicitar el cambio de materias que impartía en la Facultad de Administración a la Facultad de Contaduría.
En junio de 1998 me desplacé a la ciudad de Cuernavaca para presentar la tesis de Maestría en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, terminada desde finales de 1995. El título: La Sericicultura. Una alternativa ecológica de desarrollo rural regional. (Plan para el estado de veracruz). Obtuve el grado académico de Maestría en Planeación y Desarrollo.
Al término de los cursos del Doctorado contacté con Editorial Trillas para que editaran el libro de Microeconomía, para lo cual les proporcioné un ejemplar del libro impreso por CECE Editores. En menos de tres meses firmé contrato. En enero del año 2000 apareció en el mercado con el título: Elementos de Microeconomía para su aplicación a la empresa, con el Prólogo del Maestro Alejandro Juárez Gómez. Fue el primer libro de temas
económicos editado por Trillas y se vendió con éxito en el mercado nacional y sudamericano durante siete años hasta que apareció la segunda edición.
En el año 2003 terminé dos manuales para operar los experimentos de simulación con mis alumnos: el Experimento de simulación Económica, Contable y Administrativa (EsECA), y el Experimento de simulación de Operaciones de Comercio Exterior (EsCEX). El primero fue presentado en diferentes foros universitarios nacionales con mucho éxito.
Paralelamente a la elaboración de mi tesis doctoral y a los cursos en la Facultad de Contaduría, reorganicé el libro de comercio exterior. Agregué temas relativos a las teorías del comercio internacional, actualicé los INCOTErMs, incluí la mecánica del nuevo Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea (TLCUE) y actualicé otros temas. En enero de 2004
Editorial Trillas publicó el libro con el título: Elementos de Comercio Exterior. Guía para estudiantes y profesionales. Ha sido utilizado como bibliografía para muchas tesis sobre comercio exterior por alumnos de universidades de Iberoamérica.
La tesis doctoral me llevó cuatro años terminarla. Mi director, Doctor Benjamín Bastida vilá y mi Tutor, Doctor Eduard Berenguer Comas residían en Barcelona. El contacto con ellos era mediante envíos de los avances por paquetería internacional y largas conferencias telefónicas. A finales de septiembre de 2003 viajé a Barcelona para la última revisión. Estuve un mes trabajando en la oficina del Doctor Bastida y sesionando cada semana con el Doctor Berenguer hasta concluir el documento. A finales de octubre fue aprobado para su impresión y en espera de fecha para la presentación. De inmediato regresé a veracruz e imprimí veinte ejemplares de los diez solicitados por la Universidad de Barcelona y envié el enorme paquete a España. Con el título de Las crisis recurrentes del peso mexicano: causas, efectos y posibles soluciones, en marzo de 2004 presenté la tesis doctoral en la Universidad de Barcelona obteniendo la calificación de Excelem Cum Laude y el grado de Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales. El Jurado, de lujo: como presidente el rector de la Universidad de Barcelona.
A mediados de 2004 el CONACYT me aceptó como miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
En 2005, a sugerencia del Doctor Bastida, elaboré un resumen de la tesis doctoral y lo presenté a Editorial Trillas, pero sus políticas solo le permiten editar libros de texto, no obstante, me contactaron con el Grupo
Editorial Iberoamérica, s A de C v que editó el libro con el título de Desarrollo Sostenible y pago de la Deuda Externa en ese año. En esos días la editorial presentó serios problemas financieros. El tiraje fue corto y no hubo promoción alguna. En un mitin político en la ciudad de veracruz obsequié un ejemplar al Licenciado Andrés Manuel López Obrador y otro a su compañero de campaña para la Presidencia de la r epública, Licenciado Dante Delgado r . Tengo la impresión que lo leyeron, por lo menos la contraportada que en el primer párrafo del recuadro dice: Entre 1970 y el año 2000 México pagó por el servicio de la deuda externa (intereses y principal) más de 294 mil millones de d ólares U s , casi dos veces el monto de la deuda externa del año 2004, estimado en más de 154 mil millones de dólares US, que generan intereses cercanos a los 20 mil millones de dólares US al año. Esta enorme sangría de recursos impide al país tomar decisiones propias, porque toda la política económica está orientada a mantener las “ condiciones ” para asegurar los flujos del capital extranjero. Luego, debe romperse el círculo vicioso: “ endeudamiento externo para pagar la deuda externa ”, de lo contrario, ésta será eterna.
En 2007 Editorial Trillas publicó la segunda edición del libro de Microeconomía, con algunas correcciones al original, con el Prólogo del Maestro Alejandro Juárez Gómez, una portada más sugestiva y un nuevo título: Microeconomía para su aplicación a la empresa . s e mantuvo en el mercado hasta su nueva edición.
En 2008 una pequeña empresa de Boca del r ío, ver., Ediciones Culturales Exclusivas, publicó el libro Manual del ESECA. Experimento de Simulación Económica, Contable y Administrativa . Como coautor, mi hijo mayor Bartolomé Gabriel García Ortiz. Dando así forma legal y comercial a un experimento llevado a cabo durante más de diez años con mis alumnos de la U v en la asignatura de Microeconomía en la Facultad de Contaduría de la U v, región veracruz. El entonces presidente Municipal de la ciudad de veracruz, Médico Jon r ementería s empé tomó la iniciativa de embellecer el Centro Histórico, y para ello requería financiamiento adicional, así como un diagnóstico técnico. Había contactado con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y obtuvo los recursos financieros. En 2008 elaboré la mayor parte del Diagnóstico del Centro Histórico de la ciudad de veracruz como Consultor invitado del BID.
En 2009 la Uv me concedió la jubilación. sin embargo, mi quehacer académico continuó en otras universidades privadas, mantuve la actividad de consultor y continué escribiendo sobre los temas que me interesaban.
En enero de 2011 Editorial Trillas publicó la tercera edición de Microeconomía para su aplicación a la Empresa, con el Prólogo del maestro Alejandro Juárez Gómez y sin cambios a la edición anterior.
A finales de 2011 me contactó una empresa alemana de la ciudad de saarbruken, Editorial Académica Española, para editar el libro Manual del ESECA. Actualizamos el documento y modificamos algunos temas. Después de cada experimento siempre se requerían ajustes y estaba cambiando la estructura económica del país; además tenía el propósito de manejar el EsECA con una plataforma electrónica. No encontré apoyo técnico para el nuevo proyecto y quedó pendiente. En 2012 dicha editorial publicó el libro con el nuevo título El mito del libre mercado, que distribuye por la plataforma Amazon. En julio de 2013 Editorial Trillas publicó la segunda edición actualizada y corregida de Elementos de Comercio Exterior. Guía para estudiantes y profesionistas. El libro se mantuvo en el mercado hasta su nueva tercera edición en 2019.
En junio de 2015 Editorial Trillas lanzó al mercado la segunda reimpresión de la tercera edición del libro Microeconomía para su aplicación a la empresa . El libro se mantiene en el mercado no obstante la Pandemia.
En mayo de 2016 Editorial Trillas publicó la primera edición de Macroeconomía siglo XXI. Este libro presenta muchas novedades, entre ellas: el equilibrio macroeconómico en economía globalizada; los efectos de la migración; los paraísos fiscales; las empresas calificadoras de deuda; y un epílogo que propone una nueva moneda de reserva basada en el sistema métrico decimal, el Aqua.
En 2018 publiqué un libro titulado Estudio de Mercado del Etanol, en coautoría con mi hijo Bartolomé Gabriel García Ortiz. Es uno de los resultados de un trabajo de consultoría para el Instituto Tecnológico de veracruz, con motivo de la convocatoria 2017 de sAGArPA-CONACYT sobre el proyecto Producción de bioetanol de 2ª generación a partir de residuos agroindustriales y enzimas obtenidas de microorganismos autónomos.
Fue enviado al CONACYT y entregado a las autoridades federales y estatales que acudieron a la inauguración de la Planta Piloto de etanol de segunda generación en agosto de 2018. Como antecedentes, a raíz de la guerra comercial en el TLCAN entre el azúcar y el jarabe de alta fructosa de maíz transgénico a principios del año 2000, acudí al mencionado Tecnológico para sugerir una solución técnica al problema. Me reuní con varios ingenieros químicos, entre ellos la Doctora María Guadalupe Aguilar Uscanga, recién egresada del Doctorado en Bioquímica con una tesis sobre etanol en la Universidad de Tolouse, Francia, quien propuso producir etanol a partir de la caña de azúcar. De inmediato recordé la solución brasileña al problema del azúcar en los años setenta, o sea, que los ingenios dividieran su producción entre azúcar y etanol, así se reduciría la producción de la primera y terminaría el problema de los excedentes que generaban el conflicto de las cuotas de exportación de azúcar mexicana a los Estados Unidos. Con esa idea, se formó un grupo interdisciplinario del que formé parte, siendo profesor de la Uv, para elaborar proyectos sobre el tema. El grupo presentó propuestas en varios foros azucareros y en convocatorias CONACYT-sAGArPA sin obtener resultados. Años después invité al Licenciado roberto Bravo Garzón, entonces director del CEvIN de la Uv, que llevaban años trabajando con el problema cañero, a participar con nuestro grupo y le expuse nuestra propuesta. Así, fue como se formó un nuevo grupo interdisciplinario entre los principales investigadores del Instituto Tecnológico de veracruz (del que yo formaba parte), como líder la Doctora en Bioquímica María Guadalupe Aguilar Uscanga, y la Universidad veracruzana, con el Licenciado roberto Bravo Garzón al frente. El objetivo principal: promover el aprovechamiento integral de la caña de azúcar. Mi hijo Bartolomé Gabriel, también formó parte del grupo. En su tesis de Maestría en Finanzas demostró la viabilidad económica de producir conjuntamente azúcar y etanol. Utilizó información contable autorizada de un ingenio azucarero y aplicó un modelo de simulación donde mostraba distintas combinaciones de producción entre azúcar y etanol.
Como no todo en este mundo es economía, en diciembre de 2018 edité por mi cuenta una novela sobre la vida de mis padres, su título:
El zapatero de las manos mágicas. Imprimí 50 ejemplares y los repartí entre mis familiares y amigos.
En 2019 Editorial Trillas lanzó al mercado la tercera edición actualizada del libro Elementos de Comercio Exterior. Guía para estudiantes y profesionistas con nueva portada muy elegante y sugestiva. El libro se mantiene en el mercado no obstante la Pandemia y la firma del T-MEC.
En medio de la Pandemia comencé a escribir un nuevo libro basado en argumentos de mis libros anteriores, pero con propuestas para la nueva realidad. Lo terminé en julio de 2020. En esas fechas la oficina de Derechos de Autor en la ciudad de México estaba cerrada y lo mismo ocurría con las editoriales. No es un libro de texto, por lo tanto, no acudí a Editorial Trillas. Aqua, adiós a 50 años de crisis monetarias lo edité con mis propios medios en agosto de 2020, la portada y contraportada la diseñaron mi hijo Francisco Xavier y su esposa Patricia romero Campos en base a un dibujo de mi nieta Ximena de 10 años quien se enteró del tema que estaba escribiendo. Imprimí 60 ejemplares. Envié dos ejemplares a cada una de las embajadas en México de Estados Unidos, China, rusia, reino Unido, Alemania, Emiratos Árabes Unidos, Australia, Brasil, Canadá, India y Japón, con dedicatorias personalizadas al Presidente (rey o Primer Ministro) de cada país y su Embajador. También envié un ejemplar al rey de España y al connotado escritor Arturo Pérezreverte. solamente contestaron los dos últimos. A mi hijo Bartolomé Gabriel, que radica en la ciudad de México, le envié un paquete de ejemplares con dedicatoria personalizada para el Presidente de la república, el secretario de Hacienda, el Gobernador del Banco de México, el secretario de salud y la secretaria de Economía. Entregó de inmediato todos los ejemplares. Por Email contacté con programas como G24 informativo, en Colombia, que dirige la periodista sandra valencia y en la ciudad de Miami. Por razones de irregularidades en el suministro de energía eléctrica en veracruz no se pudo realizar una entrevista al aire con la señora valencia. Estoy en tratos con una editorial extranjera y en espera de respuesta.
Maestro Perfil Deseable PROMEP, desde el año 2000 hasta mi jubilación en 2009. Desde 1998: trabajé como profesor en programas de Maestría en la Uv y en diversas universidades privadas de las ciudades de veracruz, Mérida y Comalcalco; expuse más de 50 conferencias sobre Comercio Exterior, Microeconomía, sericicultura Tropical, Crisis de la Deuda Externa, simulación de Negocios, Calidad y Competitividad, y Bioetanol como oxigenante de las gasolinas, entre otros; asimismo, expuse ponencias en diversos foros nacionales e internacionales sobre algunos de esos temas; y, La Nueva Llave de Negocios & Economía, revista de la ciudad de Boca del río, me publicó más de 20 artículos sobre temas económicos entre el 2009 y el 2011.
Veracruz, Ver. 18 de noviembre de 2021
Académico del Instituto de Investigaciones y Estudios superiores Económicos y sociales (IIEsEs) Universidad veracruzana (U.v.). Licenciada en Economía. Especialidad en Planificación Educativa. Doctor en Educación. Ha ocupado los cargos de Director de Planeación, Director de Difusión Cultural y del Instituto de Investigaciones y Estudios superiores Económicos y sociales de la Universidad veracruzana. Ha impartido cátedra de: Introducción a la Economía, Microeconomía, Macroeconomía, Comercio Internacional, Política Económica, Fundamentos Económicos para la Producción Agropecuaria y Proyectos de Inversión, en las facultades de Economía, Contaduría y Agronomía de la Universidad veracruzana. Ha publicado libros y capítulos de libro sobre: La Planificación de la Educación Superior, La Educación Superior en Veracruz el Perfil Educativo de los Alumnos por área académica de la U.v., la vivienda en el Estado de Veracruz, los Aspectos Geográficos del Estado de Veracruz, Estudios regionales de la zona de Otontepec, y Diagnostico socioeconómico de la sierra de Totonacapam, El Impacto de la Crisis Económica y El Impacto Económico del Cambio Climático en el Estado de veracruz. Coordinador de las siguientes obras: Planes Municipales de Tantoyuca, Martínez de la Torre, Córdoba, y Xalapa veracruz. Gutiérrez, L. & Ochoa Capítulo de Libro. Los espacios de la Universidad veracruzana: Una lectura histórica. En Universidad veracruzana 70 años una iconografía. Universidad veracruzana.
Caminante no hay camino se hace camino al andar Antonio Machado
Inicio estas reflexiones con el pensamiento de Machado porque nos representa bien a cuatro jóvenes mujeres que un día iniciamos la aventura de estudiar y dedicarnos a una carrera profesional a la que se le tachó de difícil, compleja: La Economía. De esta forma, Matilde sobrino, Georgina Odi, sofía Ortiz, Pilar Landeros y Luz Angélica Gutiérrez fuimos aquellas jovencitas que vencimos el miedo a las aulas repletas de varones, a la férrea exigencia y disciplina de los maestros, al estudio sistemático de cada materia y al conocimiento de frontera de la teoría de conjuntos, y de los conocimientos de escuelas de pensamiento económico que nos darían una formación solida en economía.
Grandes maestros que nos ofrecieron una formación teórica que sirvió de base para adaptarnos a todos los cambios que hemos tenido que vivir tanto en la sociedad de la información como en la sociedad del conocimiento. A roberto Bravo Garzón, María de la Luz Aguilera, Flora velásquez, Carmen Cristiani, Antonio de Haro, Luis Miguel ramos Boyoli, rafael Landgrave, Antonio Pulido, Francisco salmerón, Tello y Carlota Montemayor, debo mi más sincera gratitud y reconocimiento.
Especial mención deseo hacer de dos de mis profesores, a roberto Bravo Garzón, un gran maestro, escritor, con visión de futuro, político y gestor. Gracias a él seguí mi carrera de economía, después del 68 mis papas querían que dejara la facultad. su argumento era que se cerraría por el conflicto que vivimos. El Maestro habló con mi papa, lo convenció de que me diera permiso de seguir estudiando, y a mi me dijo: Usted niña, espero que no me falle, así empezó mi amistad con el maestro, de él siempre recibí el tratamiento de una hija. Me consideraba, me recomendaba libros de otros
temas, como ciencia ficción, literatura hispanoamericana, música clásica y cine. Gracias a su propuesta obtuve mi plaza de académico en 1971 en la Universidad veracruzana. siendo rector, primero me nombró jefe de estadística y después directora de Planeación. Me dio el primer envión, de mi dependería mi futuro laboral.
La maestra María de la Luz Aguilera, una gran mujer, magnifica maestra y amiga le agradezco toda la confianza que deposito en mí, siempre estuvo pendiente del crecimiento intelectual y desarrollo personal, fue una gran amiga, compañera, de ella aprendí a tener una visión optimista de la vida. siempre conté con su apoyo. Gracias a ella, con Dulce María Cinta, iniciamos la línea de investigación en Educación.
Fuimos punta de lanza en la incorporación de las mujeres al estudio de carreras diferentes a las que tradicionalmente los padres permitían cursar en aquel entonces. El acelerado crecimiento de la matrícula femenina en las universidades, en casi todas las áreas del conocimiento, diversificó a partir de la siguiente década, tanto el rol de las mujeres en la vida laboral, como el inicio de un proceso de cambio social, aunado a una profunda transformación del mercado laboral. Antes del nuevo siglo, las mujeres ya ocupábamos cargos como científicas, políticas, personajes clave en las finanzas, como emprendedoras y empresarias, originando un cambio radical en la organización de las instituciones públicas y privadas. Una de las primeras mujeres en destacar en este singular momento histórico fue Indira Gandhi, primera ministra de la India en 1966 quien desarrolló un papel tan trascendental que, fue hasta principios del siglo xxi, cuando surgieron mujeres de la talla de Ángela Merkel y Michelle Bachelet, por citar un par de casos.
Mi generación creció con la música de The Beatles; vivimos la guerra fría, la cortina de hierro y el muro de Berlín. Fuimos maoístas, leninistas, comunistas y testigos de la primicia del cambio tecnológico más veloz de la historia, originado con el lanzamiento del Sputnik y la llegada del hombre a la Luna en 1969. Ese histórico instante, que cambió para siempre al mundo, fue el primer evento trasmitido en vivo a todos los países del planeta. A partir de ese momento, pasamos de utilizar las computadoras del tamaño de una habitación, programadas con lenguaje cobol y usando tarjetas perforadas con información, al uso de la laptop. Dejamos de leer las noticias en los periódicos y revistas y empezamos a navegar en la red de internet y, cuando éramos estudiantes, lo más que esperaban nuestros
padres era que termináramos una licenciatura de las que ahora se conocen como tradicionales, pero con bases teóricas muy poderosas que nos hacían prácticamente “todólogos” en nuestra área de conocimiento.
Con la llegada de la era de la información, en los años setenta y ochenta, la sociedad del conocimiento, se inicia un cambio en la formación profesional. De pronto estudiar una licenciatura ya no fue suficiente; era necesario especializarse y estudiar una maestría que ofreciera herramientas académicas para especializarse en una sola área del conocimiento de las ciencias. Entonces los proyectos de formación profesional se revolucionan y surgen con una gran fuerza micro áreas de especialidad; doctorarse en una parcela singular del conocimiento se reconoce como una condición necesaria en el proyecto de autoformación profesional.
Pero los acontecimientos sociales de nuestra época dejaron al descubierto, además de los avances de la revolución tecnológica, los cambios económicos y el surgimiento de nuevos polos económicos que configuraron la globalización del siglo xxi. Todos los fundamentos científicos, tecnológicos y sociales funcionan con base en el paradigma clásico de la ciencia, cuyos principios asumían que la humanidad alcanzaría mejores niveles de bienestar. A través de los siglos posteriores hemos sido testigos de que el paradigma clásico y mecanicista no estaba respondiendo a los objetivos esperados; la crisis del medio ambiente, el avance parcelarizante de las ciencias, las crisis económicas nacionales y mundiales, así como los movimientos sociales indicaron que algo marchaba mal.
Antes de terminar los estudios y recibir nuestra carta de pasante, la segunda generación participó con mucho interés en diversos proyectos a los que fuimos invitados. Antes de iniciar el segundo semestre de la carrera, el entonces director, maestro roberto Bravo Garzón y la secretaria de la Facultad, maestra María de la Luz Aguilera Mejía, nos propusieron que los asistiéramos en su tarea docente como laboratoristas, una labor que consistía en asesorar a los compañeros del semestre inferior, despejar dudas de las materias y resolver con ellos los ejercicios que cada maestro elaboraba como parte de su material didáctico.
Un poco más tarde, trabajamos al lado de nuestros maestros, como ayudantes de investigación, para la redacción de la obra Promoción
industrial del estado de Veracruz , publicada en siete tomos en 1969. En estos tomos se entregaban proyectos de inversión a los industriales del estado de veracruz en una reunión, presidida por el gobernador del estado, en la ciudad de Orizaba. En ese mismo año, también recibimos la invitación para trabajar en la elaboración y logística de los censos de 1970 en todo el estado; cada uno de nosotros viajó a diferentes ciudades y localidades de la entidad para trabajar durante seis meses. A mí me correspondió la zona de Xalapa. sin darnos cuenta, el cuerpo docente de la facultad nos estaba formando y forjando como profesionistas, maestros de la facultad o investigadores. El Centro de Investigaciones Económicas y sociales que, en 1974 se convertiría en el I IE s E s , nos ponía a prueba para saber quiénes de nosotros teníamos madera para dedicarnos a la investigación. Fue una época de entrega total al estudio, un día de trabajo en la facultad empezaba por las mañanas al asistir a clases; al concluir entrabamos al salón de clases como laboratoristas, por la tarde cumplíamos con las horas de biblioteca y colaborábamos con nuestros maestros como sus ayudantes. En este encargo fui adjunta de la maestra Carmen Cristiani en sus investigaciones sobre economía agrícola en veracruz; después tuve la oportunidad de apoyar a la maestra Aguilera en el tema de educación superior en el estado de veracruz. Al terminar la carrera ella dirigió mi tesis de licenciatura.
A través de mi vida académica, he vivido la experiencia de topar con quienes no le gusta que una mujer ocupe un puesto y grillan para que sucedan equivocaciones, ocurran problemas, desgaste profesional y personal que tienen como objetivo un despido o una renuncia. Felizmente, también he tenido la fortuna de recibir felicitaciones y reconocimiento en conferencias nacionales o internacionales, y también en los escenarios más sencillos y sinceros.
Inicié mi labor docente como profesora de la materia Introducción a la economía en 1971, quince días después de nuestra graduación. Aun cuando ya teníamos algo de experiencia por haber sido laboratoristas, ser maestro es una gran responsabilidad. No es lo mismo recibir una hora clase, que preparar sesenta minutos didácticos. El primer año me tomaba más de cinco horas preparar una sola sesión. En estos años las herramientas pedagógicas
con las que contábamos, las habíamos adquirido al tomar clases. solo teníamos pizarrón y gis. Darme cuenta del gran esfuerzo que significa ser profesor, me llevo a guardarle gran admiración y gratitud a cada uno de los maestros que habíamos tenido
En 1972 sucedieron dos hechos importantes para la vida universitaria. Por un lado, desde 1968 se separa la educación media de la educación superior en Universidad veracruzana. Esta medida, que fue adoptada por algunas de las universidades del país, propició cambios en la política educativa. En la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación superior A NUIE s , decidieron aumentar un año propedéutico para nivelar el conocimiento de los alumnos de primer ingreso. Los estudios se dividieron por área del conocimiento y en nuestra alma mater se creó el año de iniciación universitaria. En este contexto de cambios, las personas que dábamos la materia de Introducción a la Economía en Xalapa ―Matilde Sobrino, Javier Juárez Sánchez y yo― pasamos a dar clases en las instalaciones que se encuentran en la zona del Estadio Xalapeño.
A mediados de 1973, Matilde y yo participamos, junto con nuestros profesores en la facultad, en la elaboración del bosquejo del plan de estudios de la Maestría en Desarrollo regional que ofreciera el Centro de Estudios Económicos a partir de 1973. Trabajando con la maestra Aguilera, llegó el maestro Bravo Garzón, quien ya fungía como secretario general de la Uv, y nos dijo “acompáñenme ustedes dos y llévenme a donde les voy a decir”. Nos fuimos a bordo de volkswagen (quizá el de Maty o el mío). Llegamos a una casa (después sabría que era Casa de rectoría). Él entró y nosotros lo esperamos un buen rato. Al salir nos dijo “vamos de nuevo a la facultad, pero les comento que a partir de mañana seré el rector de la Universidad veracruzana”. Esa noticia cambió todo el sentido de nuestros proyectos. Maty siguió como jefe de Estadística de la Universidad, y al casarse ella a finales de ese año yo tomé su lugar, aun cuando seguía dando clases. Estaba en puerta toda una reforma educativa y, primero como jefe del Departamento de Estadística, pude asistir a reuniones con ANUIEs, una jornada de trabajos que tenía como fin la actualización de la forma 911.9 y 911.9ª que cada institución de educación superior requisitaba para recabar la información estadística de cada una de sus facultades y escuelas.
En 1976 Porfirio Muñoz Ledo asumió la Secretaría de Educación Pública, sEP. Como parte de sus primeras acciones, el nuevo secretario citó a todas las instituciones de educación superior a una reunión en el patio
de la sEP. Fue un gran evento en el que se planteó la elaboración del Plan Nacional de Educación superior en conjunto con la A NUIE s . Así se inició una temporada de exhaustivo trabajo. La Universidad veracruzana, a través del I IE s E s , que en 1974 se funda como instituto, ofrece la Especialidad en Planificación de Recursos Humanos, con una duración de año y medio, donde se formó un cuadro de expertos en Planificación Educativa, que coadyuvaron en la elaboración de los planes de las instituciones de educación superior a nivel nacional. Tuve la oportunidad de elaborar varios de estos libros, todos en coordinación y publicación con la A NUIE s , desde La importancia de la estadística en la educación superior, La planificación de la Universidad Veracruzana y el Plan Estatal de Educación Superior, publicados bajo el sello editorial de la Asociación de Universidades e Instituciones de Educación superior.
En ese mismo año, el rector Bravo Garzón me nombró directora de Planeación de la Universidad veracruzana. Debo mencionar que siempre he pensado que fui la primera en ocupar ese cargo, no conozco a nadie antes que yo que lo haya ocupado. se inició en este momento una época de grandes trabajos a nivel nacional en los que destacó la figura del rector Bravo Garzón. Esas jornadas me dieron la oportunidad de presentar proyectos tanto ante secretarios de educación como víctor Bravo Ahuja, el subsecretario de educación superior, Eliseo Mendoza Berrueto, Porfirio Muñoz Ledo y Fernando solana. De la misma forma, pude presentar ponencias, proyectos y trabajos ante el rector de la U NAM Guillermo soberón, siempre con el apoyo de mi maestro, quien entonces fungía como rector de la Universidad veracruzana roberto Bravo Garzón.
En este contexto se escribió, tanto el Plan Nacional de Educación superior, como el de la Universidad veracruzana y del estado de veracruz, con base en las proyecciones de crecimiento de un país que se pensaba que seguiría esta senda, como lo había mostrado hasta 1980.
América Latina, el país y nuestro estado iniciaron una época de crecimiento sostenido desde la segunda guerra mundial; década, tras década la economía de México crecía y ―a partir de 1982― se inició una época de problemas económicos causados por la crisis de la deuda. El inicio de una nueva propuesta que deja atrás el patrón oro, a través del
Consenso de Washington y el inicio del modelo neoliberal, aunados a la hiperinflación, problemas sociales y los golpes de Estado recurrentes en América Latina, provocaron que muchos países no pudieran pagar su deuda, disminuyeran sus tasas de crecimiento y la generación de condiciones sociales desfavorables, dieron pauta a que muchos autores llaman a la década de los años ochenta “la década perdida.”
En este contexto, en 1978 el rector roberto Bravo Garzón nos propuso hacer un plan para la universidad con imagen objetivo en los años noventa. La elaboración de este plan se realizó con base en la descentralización universitaria emprendida por Bravo Garzón. La maestra Aguilera y yo nos dimos a la tarea de encontrar el tipo de profesionales que requería el estado de veracruz, con base en la vocación regional y en la proyección económica y social que históricamente presentaba el estado. Para fundamentar el trabajo aplicamos dos modelos complementarios: el modelo de Jan Tinbergen y Hendricus C. Bos Econometric Models of Education. ED. OECD 1965 y el modelo de Ernesto shielfelbein, teorías técnicas y casos de planeamiento educativo. Necesitábamos obtener información a través de los censos y las cuentas nacionales e invertir la matriz de insumo-producto del estado y a partir de esos datos, extraer del modelo la proyección del crecimiento económico para cada sector y actividad para proyectar el número de profesionales requeridos, en base al valor agregado. El rector Bravo Garzón siempre estuvo cerca de nosotros trabajando en la elaboración de las estadísticas y de la aplicación de los modelos en el momento de invertir la matriz de insumo-producto del estado. El resultado fue que el rector lo aplicó, de acuerdo con su visión política, académica y social en cada una de las regiones universitarias, creando las escuelas y facultades que se requerían. Además, se crearon centros e institutos de investigación en las ciudades de Xalapa y veracruz.
A través de la Comisión Estatal para la Planeación de la Educación superior de veracruz (C OEPE s ) coordiné la elaboración del Plan Estatal de Educación superior 1980-1990. sin embargo, la vorágine de los eventos económicos causados por la crisis de la deuda y la hiperinflación, modificaron la dirección planeada y nos vimos obligados a modificar el plan 0 y construir diferentes escenarios prospectivos hacia 1990.
A partir de 1982 me incorporé nuevamente a la academia como investigadora en el I IE s E s , donde de pronto pasé de ser alumna de mis maestros a compañera de trabajo de Maestra María de la Luz Aguilera,
Flora velázquez, roberto Bravo Garzón, y mis compañeros de estudio como Alejandro Juárez Gómez y Francisco Meléndez. En esa misma época, impartí clases en las facultades de Comercio, Economía y Agronomía; en ellas ofrecí cursos de Introducción a la Economía, Macroeconomía, Comercio Internacional, Política y fundamentos económicos para la producción agropecuaria, entre otras. En esta nueva etapa me dediqué a la docencia y a la investigación; publicamos, en los “Cuadernos del I IE s E s varios de los estudios que realizamos con la maestra Aguilera y Dulce María Cinta sobre la educación y los perfiles de los egresados de las cuatro áreas académicas.
Publicaciones década de 1980
Cuadernos del Iieses Perfil del egresado del Área de Humanidades en la ciudad de Xalapa.
Perfil del egresado del Área de EconómicoAdministrativa en la ciudad de Xalapa.
Estudio de las expectativas educacionales de los alumnos de enseñanza media en la ciudad de Xalapa.
25 años de Historia de la Universidad veracruzana.
María de la Luz Aguilera Mejía, Dulce María Cinta y Luz Angélica
Gutiérrez Bonilla
María de la Luz Aguilera Mejía, Dulce María Cinta y Luz Angélica Gutiérrez Bonilla
María de la Luz Aguilera Mejía, Dulce María Cinta y Luz Angélica
Gutiérrez Bonilla
Iieses 1989
Iieses 1989
Iieses 1989
Luz Angélica Gutiérrez Bonilla Iieses 1986
Metodología para la determinación del perfil del egresado del Área EconómicoAdministrativo en la ciudad de Xalapa. Un Estudio piloto.
SepAnuies Colaboración en “Plan Nacional de Educación superior.
Evaluación y Perspectivas 1982”.
A inicio de los años noventa el rector de la Universidad veracruzana me invitó a ocupar el puesto de directora de difusión cultural de la Universidad veracruzana, cargo en el que estuve hasta 1992. Tuve la oportunidad de coordinar numerosos eventos, entre los que destaco la inauguración del rescate de la zona arqueológica de El Tajín, su museo de sitio y el área de atención al turista.
En 1993 regrese al I IE s E s y realizamos, bajo el auspicio del rector Emilio Gidi, una obra de 14 tomos titulado “Cifras y Perfiles del Estado de veracruz, 1970-1990”; dos tomos estuvieron a mi cargo, Geografía del estado de veracruz, y el tomo 4 sobre la vivienda.
A partir de 1995 se produjo un cambio muy importante en la vida académica de la Universidad veracruzana: cada investigador recibió en su cubículo, por primera vez, una computadora de escritorio. El impacto del cambio fue difícil de asimilar; había que cambiar la costumbre de iniciar en una hoja blanca un nuevo documento de investigación, “arrastrar el lápiz”, para verter nuestras ideas en papel. De pronto teníamos que aprender a escribir en un teclado de computadora. El cambio fue paulatino, pero yo me decidí y escribí los dos tomos de Perfiles en la nueva computadora. Lo logramos porque nuestra generación la mayoría sabia escribir a
Luz Angélica Gutiérrez Bonilla
máquina y el uso del teclado se nos facilitó. Trabajábamos en Windows 95, grabamos nuestros documentos en los disquetes de tres y media pulgada, y teníamos que hacerlo con sumo cuidado por los virus y guardar muy bien la información porque se dañaban con gran facilidad. Durante esta década, además de realizar publicaciones sobre la crisis financiera y sus lecciones, incursioné escribiendo sobre los programas de choque en América Latina para comprender las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial; ante las teorías neoliberales escribí sobre la nueva teoría del comercio internacional.
A partir de 1998 estrenamos un nuevo edificio en la zona de institutos de la Universidad veracruzana. Iniciamos entonces una época de grandes cambios en nuestro pensamiento. Un grupo de investigadores del I IE s E s , con la iniciativa de Arturo Guillaumin, Octavio Ochoa y Francisco Montfort, nos invitaron a estudiar al pensador francés Edgar Morin. Desde ese año iniciamos un grupo de auto estudio en el estudiamos su pensamiento a través de la lectura de sus obras.
Publicaciones década de 1990 revista Nombre Autor Institución Año
La Cuestión Geográfica del Estado de veracruz. vol. I
Angélica
Luz Angélica Gutiérrez
Bonilla
1995
1995
Libro Impacto de la Crisis Financiera en México.
Experiencias laborales Segunda generación
Publicación digital Chile-México 2022 universidad Veracruzana Para continuar su lectura, solicitar el PdF al correo: colliguayediciones@gmail.com