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A MANERA dE PRESENTACIóN

Palabras para el acto de develación de la placa conmemorativa de los 50 años de egreso de la Facultad de Economía de la UV, segunda generación 1967-1971. En voz de la Dra. Luz Angélica Gutiérrez Bonilla, como representante del grupo.

somos testigos del tiempo y el tiempo ha sido testigo de nosotros. La generación, llamada el baby boom, ha testimoniado los cambios en la ciencia y la tecnología, adelantos a los que hemos contribuido y adaptado, gracias a las bases teóricas que recibimos en la educación.

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En esos años, no podíamos imaginar cuán determinante iba a ser la etapa de estudiante universitario en nuestras vidas.

A la Facultad de Economía, ingresaron ochenta alumnos, divididos en dos grupos de cuarenta jóvenes en cada uno. Había solo cuatro mujeres en el grupo A y tres en el grupo B. representábamos, el 8,75 % de los alumnos de primer ingreso.

Estudiar una carrera para las jóvenes mujeres en esos años, representaba abrir brecha para las generaciones femeninas del futuro. El ingreso a la universidad ganaba una de las primeras batallas, simbolizando salir de la zona de confort. Ser universitaria no solo significaba, asistir a clases, era más que eso, representaba conocer, actuar ante situaciones y realidades diferentes que daban la oportunidad de reunirnos con otras compañeras, intercambiar ideas, confrontar pensamientos. Aprender a valernos por nosotras mismas.

Parece que fue ayer, cuando nos enfrentamos al primer día de clases ante la incertidumbre del futuro. Teníamos el deseo personal de superación, aunado a lograr cumplir el de nuestros padres y ser profesionistas. Muchos de ellos nos decían “Tu única herencia es la educación”.

La mayoría de nosotros veníamos de fuera de Xalapa, el costo de oportunidad era alto, personificaba estar lejos de la familia, dejar de saborear la sopita caliente de nuestra madre, separarnos de nuestros hermanos y amigos, la ventaja era estudiar, ser profesionistas.

Jamás dudamos de la enseñanza que habíamos recibido de nuestros maestros, desde la primaria a la preparatoria, ninguno se sintió menos preparado en matemáticas por ejemplo y estábamos seguros de poder estudiar economía. Un día de 1967, la primera clase en la Facultad de Economía de la Universidad veracruzana: Historia de la cultura contemporánea.

sólo sabíamos que nos iba a dar el curso el director de la facultad roberto Bravo Garzón. A las ocho de la mañana se presentó ante nosotros un hombre joven, quizá tendría 32 o 33 años; con café y cigarro en la mano (entonces era una usanza común), dio cátedra con energía y personalidad. Hablaba de historia económica, relató autores, corrientes. se ejecutaba por primera vez ante nuestros nóveles ojos, el análisis económico, la ontología de las causas, respuestas y preguntas que aún no sabíamos formularnos. Quedamos atónitos frente a su talento. Al final de aquella disertación, preguntó si estábamos de acuerdo con lo que había dicho. Todos respondimos que sí, nadie negó nada. No había preguntas, ni se le impugnó a la energía y la elocuencia demostradas. Ninguno contradijo la sólida demostración de conocimiento, que muchos no habíamos visto nunca. Entonces, él arremetió. sostuvo, con el mismo aplomo que antes, que es indispensable dudar, reflexionar, analizar todo lo que nos dicen y enseñan. Dijo con gran énfasis, que no existen ni existirán las verdades absolutas. Que las verdaderas respuestas a los problemas de la ciencia se acompañan de la teoría, de la historia y del conocimiento ofrecidas por las escuelas de pensamiento, pero que las respuestas con pertinencia y eficacia, las originales, nacen desde dentro del propio análisis, en la mente de un universitario bien cultivado.

Bajo la misma filosofía de la educación superior, el grupo de maestros inculcó estudiar con responsabilidad, fe y valor en el modo de observar la realidad, con base en nuestra formación. Poniendo en duda lo que escuchamos, nos acercó a la respuesta correcta, original e innovadora, pero sobre todo útil para responder a los problemas que nos plantea el mundo.

Fuímos formados con la visión de que no hay verdades absolutas, y cuando encontráramos una respuesta, ésta se transformaría en nuevo insumo para volver a plantear preguntas. María de la Luz Aguilera, nuestra querida maestra “Malucha”, como la recordamos; roberto Bravo, Carmen Cristiani; Flora velásquez; José Bonilla; Nicodemus santos; rafael Landgrave; Antonio de Haro; Luis Miguel ramos Boyoli; rodolfo Tello, Francisco salmerón y Emil B. Haney, entre otros. Todos ellos nos enseñaron desde la perspectiva individual y la colectiva a respetar los puntos de vista de cada uno, educando en base al diálogo entre pares. Inculcaron que así nace la ciencia, pero también nacen los amigos y compañeros de vida. En efecto, para nuestros maestros, la enseñanza trascendía el aula, eran amigos, pares y en muchos casos consejeros, además de segundos padres. Para la mayoría, las clases no eran de sesenta minutos, sino enseñanzas que han durado décadas. Nos regalaron una instrucción de vida, cuando teníamos apenas dieciocho años.

Las clases continuaron y casi al concluir el primer año sucedieron dos cosas: Por un lado, se invitó a un grupo de primero y segundo año de la facultad a participar con los maestros, como ayudantes en seminarios y en investigación. Eso nos condujo, a quienes aceptamos, enfrentarnos por primera vez a los alumnos del primer semestre, apoyarlos en sus estudios y por otro lado a colaborar con los mismos maestros en la realización de investigaciones. Por otro lado, nos comunicaron que, el gobierno del estado estaba cediendo a la Facultad de Economía el antiguo edificio de la Escuela Normal veracruzana y nos mudaríamos. sin embargo, pasados tres meses requirieron el lugar, porque querían ocuparlo para villa Olímpica. Como respuesta, en marzo de 1968, por primera vez los alumnos fuimos a la huelga para defender el edificio y, ¡lo rescatamos!

Cuando algunos estudiantes, fueron convocados como ayudantes de investigación, justo estaba naciendo el Centro de Investigaciones y Estudios superiores Económicos y sociales, que a partir de 1974 sería el IIEsEs. Estudiar y trabajar con ese equipo de maestros nos llevó a colaborar en numerosas investigaciones que, bajo la dirección del maestro Bravo y la Maestra Aguilera cambiaron la forma de analizar y concebir al estado de veracruz. Hicimos estudios regionales que, hasta nuestros días, han servido como referente en el análisis de nuestra entidad, además fueron la base de la descentralización universitaria de la Universidad veracruzana. Cómo olvidar las horas de biblioteca y las clases de inglés del maestro Owen, en la facultad de filosofía en la calle de Juárez, cómo no recordar el Festival de Teatro Universitario, ese primer año que ganó nuestra compañera, Olga Matilde sobrino el premio a la mejor actriz. Todo ello contribuía a formarnos con una visión humanista.

Creo que es momento oportuno de recordar a algunos de nuestros compañeros que se nos han adelantado, el primero fue Ezequiel del valle López, seguido de Javier Juárez sánchez, un joven valor con un gran futuro, Eulogio Caballero, roberto del Callejo, sergio Benavides, Mario García Carrillo, ricardo Olivares, Ceferino González, Librado García, Matías zaleta, Juan José romo y a Doña Elena. A todos ellos un abrazo al cielo. Y de pronto, pero con mucho esfuerzo, estábamos en el último semestre. Para la materia Desarrollo Económico, el Maestro Luis Miguel ramos Boyoli, nos pidió presentar el examen en los cubículos de la biblioteca ¡En grupo!, es más, podíamos sacar libros de la biblioteca para consultarlos, hasta preguntar respuestas entre los compañeros, solo eran cinco preguntas, de ¡Criterio! Fue un examen diferente, aleccionador, difícil, sin embargo, salimos del compromiso. El siguiente paso era recibir la Carta de Pasante.

Nuestro padrino de lujo, fue Hugo Cervantes del rio, secretario de la Presidencia de la república. Asistió el Gobernador, el rector y todos los maestros, familias y amigos. Un acto muy bien organizado, que terminó disfrutando de una cena en el restaurante La Pérgola.

Ese día, 16 de octubre de 1971, representaba para todos, ver realizado uno de nuestros sueños, terminar la carrera y con la Bendición de Dios, la mayoría tenía trabajo en la Universidad veracruzana como maestros o investigadores, en Pemex, en Ferrocarriles, en la CFE, en secretarias federales o estatales y en la iniciativa privada.

Evocar nuestra historia universitaria, en esta época de pandemia y de crisis general, sobre todo la crisis humanitaria, sirve para reorientarnos, especialmente a quienes hemos tenido la cara tarea, de orientar vocaciones, de acercar a los universitarios al enorme compromiso de cambiar la realidad, inculcar en nuestros hijos y en los jóvenes, la responsabilidad social en el presente, que les ha sido dada ante un futuro incierto.

Gracias a todos los compañeros de la segunda generación que hicieron un gran esfuerzo por estar hoy aquí en Xalapa. El reencuentro ha sido una experiencia de vida, muchos de nosotros no nos habíamos reunido desde la ceremonia de graduación.

Gracias amigos por ser parte de esa época, que compartimos al lado de nuestros maestros, gracias a la actual Dirección de la Facultad de nuestra querida Facultad de Economía, por esta develación de la placa conmemorativa, pero, sobre todo, gracias a Dios, a nuestros padres y maestros por habernos dado las mejores herramientas para saber actuar en la vida profesional.

Hasta siempre compañeros...

16 de octubre de 1971 graduación de pasantes de la Facultad de Economía de la universidad Veracruzana

Segunda generación (1967-1971)

Funcionarios:

Dr. roberto Bravo Garzón, Mtra. María de la Luz Aguilera, Lic. Hugo Cervantes del río y rafael Murillo vidal, Gobernador de veracruz.

Egresados:

Miguel Martínez rodríguez, Tomás Gutiérrez Martínez, Librado García Jiménez, víctor Cruz sánchez, santos Murguía González, Ceferino González Llanos, Luz Angélica Gutiérrez Bonilla, Porfirio Ricci Blanco, Daniel García García, Alejandro Juárez Gómez, sergio Benavides Marín, Olga Matilde sobrino Ortiz, ricardo Olivares Pineda, roberto del Callejo Alejandre, Francisco Javier Meléndez Hernández, Juan José romo Aguilera, Cristóbal Yáñez Pérez, Leonel vera Navarrete.

CÁN d I d O g ARCÍA FONSECA

Licenciado en Economía (Uv), Xalapa, ver.; Diplomado en Impuestos (UM), veracruz, ver.; Especialidad en Comercio y Operación Marítima (Uv), veracruz, ver.; Especialidad en Comercio Exterior (BancomextUv), Xalapa, ver.; Maestría en Planeación y Desarrollo (UAEM-CEDeFTCrEFAL), becario OEA; Diplomado en sericicultura Tropical (Csr & TI), becario FAO, Mysore, India y Doctorado en Ciencias Económicas y Empresariales (UB), Barcelona, España.

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